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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN

1182/2013

QUEJOSAS Y RECURRENTES: **********


Y OTRA

PONENTE: MINISTRO ALFREDO GUTIÉRREZ ORTIZ MENA

SECRETARIO: OSCAR ECHENIQUE QUINTANA


COLABORÓ: GABRIELA ELEONORA CORTÉS ARAUJO

México, Distrito Federal. Acuerdo de la Primera Sala de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación correspondiente al día
veintiocho de agosto de dos mil trece.

Vo. Bo.:

V I S T O S, los autos para fallar el amparo directo en revisión


1182/2013, interpuesto por ********** y otra, en contra de la sentencia
dictada por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto
Circuito, en el amparo directo número **********; y,

Cotejó:

I. ANTECEDENTES DEL CASO

1. Las recurrentes eran propietarias de los inmuebles marcados con el


número **********, de la calle **********, de la ciudad de Puebla,
inscrito en el Registro Público de la Propiedad de ese distrito judicial
en la partida número **********, a folio **********, tomo **********, libro
**********, a folio **********, del tomo **********, libro ********** e índices
de predio mayor número ********** y ********** respectivamente.

2. Mediante decreto publicado en el periódico Oficial del Estado de


dos de febrero de mil novecientos noventa y seis, el Municipio de
Puebla expropió por causas de utilidad pública diversos inmuebles,
entre los que se encontraban los que eran propiedad de ********** y
**********, señalados anteriormente.

3. Mediante demanda presentada en la Oficialía Común de Partes de


los Juzgados de lo Civil del Distrito Judicial de Puebla, **********
promovió juicio de pagos de pesos en contra del Ayuntamiento del
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Municipio de Puebla, reclamando el pago de la cantidad de dinero


que correspondiera al valor comercial de los inmuebles y
construcciones que expropiaron a la demandante.

4. El asunto se radicó en el Juzgado Décimo Segundo de lo Civil del


Distrito Judicial de Puebla, por razón de turno y en proveído de seis
de junio de dos mil ocho se admitió la demanda, seguidos los
trámites el veintidós de abril de dos mil diez, el juez de la causa
dictó sentencia en la que declaró improcedente la acción, por no
haberse hecho una relación clara y sucinta de las prestaciones
reclamadas y de los hechos en que se fundó la demanda.

5. En contra de tal fallo la parte actora interpuso recurso de apelación,


cuyo conocimiento por razón de turno tocó a la Tercera Sala en
Materia Civil del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Puebla,
bajo el número de toca **********; por resolución de cuatro de enero
de dos mil once, la Sala determinó dejar insubsistente la apelada y
reenviar el asunto al inferior para que resolviera el fondo fundando y
motivando su decisión.

6. En cumplimiento a lo anterior, el Juez del conocimiento emitió


sentencia en el sentido de que la parte actora no justificó su acción
de pago en pesos; los demandados justificaron su excepción de
prescripción, absolviéndolos de las prestaciones exigidas y
condenando a la parte actora al pago de las costas originadas por
virtud de la tramitación del negocio judicial.

7. Inconforme con dicho fallo la parte quejosa interpuso recurso de


apelación que se tramitó bajo el número **********, ante la Segunda
Sala en Materia Civil del Tribunal Superior de Justicia del Estado de
Puebla, la que en resolución de seis de noviembre de dos mil doce,
confirmó la de primer grado.

II. DEMANDA DE AMPARO

8. Por escrito presentado el veintiséis de noviembre de dos mil


doce, las personas morales ********** y **********, promovieron
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demanda de amparo, en contra de la autoridad y por el acto que a


continuación se indican:

“III. LA AUTORIDAD O AUTORIDADES RESPONABLES.

Lo es la Segunda Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia del Estado


de Puebla, dentro del toca de apelación número **********, con
domicilio en […]

IV. LA SENTENCIA DEFINITIVA QUE HUBIERE PUESTO FIN AL


JUICIO, CONSTITUTIVO DEL ACTO O DE LOS ACTOS
RECLAMADOS.

Lo es la sentencia dictada en el toca de apelación número **********


del índice de la Segunda Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia del
Estado de Puebla, dictada el seis de noviembre de dos mil doce,
notificada en el domicilio particular del abogado patrono el doce de
noviembre de dos mil doce […]”.

9. La parte quejosa señaló como preceptos constitucionales


vulnerados, en su perjuicio, los artículos 14, 16, 17, 27, párrafo
segundo y 133, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos; así como los numerales 8, 24 y 25 de la Convención
Americana de los Derechos Humanos.

10. Por razón de turno, correspondió conocer de la demanda al


Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito,
cuyo Presidente la admitió a trámite mediante proveído de diez de
diciembre de dos mil doce; y otorgó al Ministerio Público de la
Federación la intervención que le corresponde 1.

11. Seguidos los trámites procesales correspondientes, el órgano


colegiado dictó sentencia el catorce de marzo de dos mil trece, en
la que resolvió negar el amparo y protección de la Justicia
Federal2.

III. INTERPOSICIÓN DEL RECURSO DE REVISIÓN

12. Inconformes con la resolución de amparo directo, las quejosas, a


través de su apoderado, mediante escrito presentado el tres de
abril de dos mil trece en la Oficina de Correspondencia Común de

1
Cuaderno del juicio de amparo directo **********. Foja 26.
2
Ibíd. Fojas 47 a 86.
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los Tribunales Colegiados en Materia Civil del Sexto Circuito, con


residencia en Cholula, Puebla, interpusieron recurso de revisión.

13. Por auto de cinco de abril de dos mil trece, el Presidente del
Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito tuvo
por interpuesto el recurso de que se trata y ordenó remitir los
autos del juicio de amparo y el escrito d e expresión de agravios a
la Suprema Corte de Justicia de la Nación3.

14. El Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por auto


de doce de abril de dos mil trece, ordenó formar y registrar el
recurso de revisión bajo el número 1182/2013, lo admitió y lo turnó
para su conocimiento al Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena,
integrante de esta Primera Sala; lo anterior, con reserva del estudio
de importancia y trascendencia que en el momento procesal
oportuno se realice. Asimismo, se ordenó dar vista al Procurador
General de la Republica, por conducto del Agente del Ministerio
Público Federal adscrito a este Alto Tribunal.

15. Finalmente, mediante proveído de dieciocho de abril de dos mil


trece4, esta Primera Sala se avocó al conocimiento del asunto y
ordenó turnar los autos a la Ponencia del Ministro Alfredo
Gutiérrez Ortiz Mena, para que formulara el proyecto respectivo.

IV. COMPETENCIA

16. Con fundamento en lo dispuesto en los artículos 107, fracción IX, de


la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 83,
fracción V, y 84, fracción II, de la Ley de Amparo abrogada,
ordenamiento legal aplicable de conformidad con lo establecido en
el artículo Tercero Transitorio de la ley de la materia vigente a partir
del tres de abril de dos mil trece 5, toda vez que el recurso deriva de

3
Ibíd. Fojas 97 y 98.
4
Foja 60 del toca del Amparo en Revisión 1182/2013.
5
TERCERO. Los juicios de amparo iniciados con anterioridad a la entrada en vigor de la
presente Ley, continuarán tramitándose hasta su resolución final conforme a las disposiciones
aplicables vigentes a su inicio, salvo lo que se refiere a las disposiciones relativas al
sobreseimiento por inactividad procesal y caducidad de la instancia, así como al cumplimiento y
ejecución de las sentencias de amparo.
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un juicio de garantías iniciado con anterioridad a la entrada en vigor


de esa normatividad (se precisa que toda referencia en este fallo a
la Ley de Amparo debe entenderse hecha en los términos
indicados), en relación con los diversos 11, fracción V, y 21,
fracciones III, inciso a), y XI, de la Ley Orgánica del Poder Judicial
de la Federación; así como en los puntos segundo y tercero del
Acuerdo General 5/2013 del Tribunal Pleno de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, esta Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación es competente para conocer y resolver el
presente recurso de revisión.

V. OPORTUNIDAD

17. Por tratarse de un presupuesto procesal, cuyo análisis debe


hacerse de oficio, es necesario corroborar que la interposición del
recurso fue oportuna.

18. El recurso de revisión planteado por las quejosas, fue interpuesto en


tiempo y forma, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 86
de la Ley de Amparo, pues de las constancias de autos se advierte
que la sentencia dictada por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Sexto Circuito se notificó a la quejosa el veintiséis
de marzo de dos mil trece6, surtiendo efectos hasta el lunes uno
de abril, por suspensión de labores; por tanto, el plazo de diez días
que señala el artículo 86 de la Ley de Amparo, transcurrió del dos al
quince de abril, sin contar en dicho cómputo los días seis, siete,
trece y catorce de ese mes, por haber sido inhábiles, conforme al
artículo 23 de la Ley de Amparo y 163 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial de la Federación y circular 4/2013 del Consejo de la
Judicatura Federal.

19. En tales condiciones, dado que de autos se desprende que el


recurso de revisión fue presentado en la Oficialía de Partes del
Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito el
tres de abril de dos mil trece, es evidente su oportunidad.
6
Cuaderno del juicio de amparo directo D-646/2012. Foja 92 vuelta.
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VI. LEGITIMACIÓN

20. En los términos del artículo 86 de la Ley de Amparo, las quejosas


están legitimadas para interponer el presente recurso de revisión.
Luego, como se combate la sentencia dictada en el juicio de
amparo directo, que –estiman– es contraria a su pretensión de
lograr la protección de la Justicia de la Unión, al considerar
incorrecto el estudio realizado en la sentencia, que concluye que la
quejosa no demostró la inconstitucionalidad del artículo 16 de la Ley
de Expropiación de Puebla de mil novecientos setenta y cinco.

VII. PROCEDENCIA

21. A juicio de esta Primera Sala, el presente asunto reúne los


requisitos de importancia y trascendencia a los que hace alusión el
artículo 107, fracción IX, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, así como a lo establecido en el punto Primero
del Acuerdo Número 5/1999, del Pleno de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación.

22. Este Tribunal Constitucional puede conocer de la revisión de un


amparo directo, exclusivamente, cuando las resoluciones
pronunciadas por los tribunales colegiados decidan sobre la
inconstitucionalidad de una ley o establezcan la interpretación
directa de un precepto de la Constitución y cuyo tema entrañe la
fijación de un criterio de importancia y trascendencia, pues dado el
carácter uni-instancial del amparo directo, la resolución que dicten
dichos tribunales es terminal y, por tanto, no admiten recurso
alguno, salvo cuando se cumplan los extremos de
constitucionalidad recién apuntados7.
7
En otras palabras, Conforme a lo que se ha relacionado, es dable concluir que de acuerdo
con el artículo 107, fracción IX, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
para la procedencia del recurso de revisión en amparo directo, se requiere que se reúnan los
siguientes supuestos: a) la sentencia recurrida decida sobre la constitucionalidad o
inconstitucionalidad de una norma general o se establezca la interpretación directa de un
precepto constitucional, o que, habiéndose planteado alguna de esas cuestiones en la
demanda de amparo, se haya omitido su estudio; y, b) el problema de constitucionalidad
entrañe la fijación de un criterio jurídico de importancia y trascendencia, a juicio de la Suprema
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23. En el caso concreto, se satisfacen los referidos requisitos de


procedencia, pues en la demanda de amparo se hicieron valer
conceptos de violación en los cuales se planteó la
inconstitucionalidad del artículo 16 de la Ley de Expropiación del
Estado de Puebla de mil novecientos setenta y cinco.

24. Derivado de lo anterior, el Tribunal Colegiado dio respuesta a estos


planteamientos e interpretó el contenido de ese artículo, derivado
de lo cual la recurrente impugnó de manera concreta dichas
consideraciones, alegando, entre otros supuestos, que el órgano
colegiado interpretó de manera incorrecta el contenido del artículo
27 constitucional.

25. Adicionalmente, el problema de constitucionalidad planteado


entraña la posible fijación de un criterio jurídico de importancia y
trascendencia. Por un lado, no existe jurisprudencia de esta Primera
Sala de la Suprema Corte sobre la problemática de fondo,
consistente en definir si el citado precepto transgrede el artículo 27
constitucional, al fijar un límite temporal para solicitar la
indemnización por expropiación con fines de utilidad pública. Por
Corte de Justicia de la Nación y conforme a los acuerdos generales. En relación con este último
aspecto, que autoriza la aplicación de acuerdos generales por parte de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, debe atenderse a lo que se precisa en la fracción II del punto Primero del
Acuerdo Número 5/1999 antes citado, en virtud del cual, por regla general, se entiende que no
se surten los requisitos de importancia y trascendencia cuando exista jurisprudencia sobre el
problema de constitucionalidad hecho valer en la demanda de garantías, así como cuando no
se hayan expresado agravios; en su caso, éstos resulten ineficaces, inoperantes, inatendibles o
insuficientes (y no haya que suplir la deficiencia de la queja); o bien, en casos análogos. Al
respecto, es aplicable la tesis de jurisprudencia 2a./J. 64/2001, emitida por la Segunda Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la Federación
y su Gaceta, tomo XIV, diciembre de 2001, p. 315, cuyo criterio comparte esta Primera Sala, de
rubro y texto: “REVISIÓN EN AMPARO DIRECTO. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA.
Los artículos 107, fracción IX, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 83,
fracción V, 86 y 93 de la Ley de Amparo, 10, fracción III, de la Ley Orgánica del Poder Judicial
de la Federación y el Acuerdo 5/1999, del 21 de junio de 1999, del Pleno de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, que establece las bases generales para la procedencia y tramitación
de los recursos de revisión en amparo directo, permiten inferir que un recurso de esa
naturaleza sólo será procedente si reúne los siguientes requisitos: I. Que se presente
oportunamente; II. Que en la demanda se haya planteado la inconstitucionalidad de una ley o la
interpretación directa de un precepto de la Constitución Federal y en la sentencia se hubiera
omitido su estudio o en ella se contenga alguno de esos pronunciamientos; y III. Que el
problema de constitucionalidad referido entrañe la fijación de un criterio de importancia y
trascendencia a juicio de la Sala respectiva de la Suprema Corte; en el entendido de que un
asunto será importante cuando de los conceptos de violación (o del planteamiento jurídico, si
opera la suplencia de la queja deficiente) se advierta que los argumentos o derivaciones son
excepcionales o extraordinarios, esto es, de especial interés; y será trascendente cuando se
aprecie la probabilidad de que la resolución que se pronuncie establezca un criterio que tenga
efectos sobresalientes en materia de constitucionalidad; por el contrario, deberá considerarse
que no se surten los requisitos de importancia y trascendencia cuando exista jurisprudencia
sobre el tema de constitucionalidad planteado, cuando no se hayan expresado agravios o
cuando, habiéndose expresado, sean ineficaces, inoperantes, inatendibles o insuficientes,
siempre que no se advierta queja deficiente que suplir y en los demás casos análogos a juicio
de la referida Sala, lo que, conforme a la lógica del sistema, tendrá que justificarse
debidamente”.
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otro lado, los argumentos de constitucionalidad fueron abordados


directamente por el Tribunal Colegiado, por lo que esta Primera
Sala considera pertinente resolver el asunto para efectos de sentar
un criterio jurídico a los demás órganos jurisdiccionales de amparo
y, así, evitar posibles sentencias contradictorias.

VIII. CONSIDERACIONES DEL TRIBUNAL COLEGIADO

26. El Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito,


resolvió, respecto de la constitucionalidad del artículo 16 de la Ley
de Expropiación de Puebla de mil novecientos setenta y cinco, que:

- Los derechos fundamentales no son absolutos y todos


admiten restricciones, tan es así que la expropiación por
causa de utilidad pública constituye una restricción al
derecho de propiedad que proviene de un acto soberano del
Estado, que somete al afectado a su imperio.

- La indemnización es un derecho humano del expropiado,


reconocido por el artículo 27 constitucional, como una
compensación al gobernado por la pérdida de su bien, pero
eso no significa que las leyes secundarias no puedan
reglamentar al respecto, pues el precepto constitucional
establece que las expropiaciones sólo podrán hacerse por
causa de utilidad pública y mediante indemnización. Además,
el citado artículo también señala en la fracción IV (sic) que
las leyes de la Federación y de los Estados en sus
respectivas jurisdicciones, determinarán los casos en que
sea de utilidad pública la ocupación de la propiedad privada y
que, conforme a esas normas, la autoridad administrativa
llevará a cabo la declaración correspondiente y fijará el
precio del bien inmueble expropiado.

- La Ley de Expropiación del Estado de Puebla no limita el


derecho humano de las quejosas a obtener indemnización,
porque, si bien es cierto que los derechos humanos son
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imprescriptibles y que el ejercicio de las garantías previstas


para su protección no puede restringirse ni suspenderse,
sino sólo en los casos y bajo las condiciones que la
Constitución establezca, también lo es que el artículo 17 de
la Carta Magna regula el derecho fundamental a la tutela
jurisdiccional efectiva, como aquél que posee el gobernado
frente al poder público para que se le administre justicia en
los plazos y términos que fijen las leyes procesales.

- El principio de reserva de ley que establece el artículo 17


constitucional, se refiere a que la impartición de justicia debe
darse en los plazos y términos que fijen las leyes, lo cual
obedece a la exigencia razonable de ejercer acción en
lapsos determinados, de manera que, de no ser respetados,
podría caducar, prescribir o precluir la facultad de incitar la
actuación de los tribunales; situación que, en absoluto,
lesiona el derecho a la tutela judicial efectiva. De ahí, que los
artículos que prevén un plazo para la prescripción de las
acciones que tienen como finalidad reclamar la
indemnización, por virtud de una expropiación, no violan el
derecho del afectado a recibirla, pues sólo se regula la
temporalidad en que el derecho sustantivo puede
reclamarse, pero no elimina o destruye tal derecho
fundamental.

IX. AGRAVIOS

27. En contra de lo decidido por el Tribunal Colegiado de Circuito


respecto a la constitucionalidad del artículo 16 de la Ley de
Expropiación de Puebla, en relación con el 1905 del Código Civil del
Estado de Puebla plantea dos agravios, en los cuales manifiesta,
medularmente, lo siguiente:

a) Que es cierto que ningún derecho fundamental es


absoluto y que, en esa medida, todos admiten restricciones;
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pero el artículo 27 constitucional no señala la posibilidad de


que los derechos humanos prescriban y, menos aún, que esa
prescripción se establezca en leyes secundarias.

Por ende, el Tribunal Colegiado de Circuito realiza una


incorrecta interpretación del párrafo segundo de la fracción
IV (sic) del artículo 27 del Pacto Federal, porque este
dispositivo no autoriza que la “reserva de ley” tenga un
alcance tal que permita establecer la prescripción del
derecho humano de indemnización por expropiación, que,
como tal, lo reconoce el Tribunal Colegiado de Circuito.

b) Las restricciones a derechos humanos deben estar


previstas en la propia Constitución, de conformidad con el
artículo 1°, y no en leyes secundarias, pues, de no ser así, se
suprime la supremacía constitucional que debe imperar en el
orden jurídico. De ahí que el derecho humano de la
propiedad, sólo pueda limitarse a través de la expropiación
por causa de utilidad pública y mediante indemnización.

c) El artículo 17 de la Declaración de los Derechos del


Hombre y del Ciudadano, así como los numerales 16 y 19 de
la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano,
y 21 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos,
en relación con los artículos 1° y 133 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, establecen que la
propiedad es un derecho inviolable y que nadie puede ser
privado de ella salvo cuando la necesidad pública,
legalmente comprobada, lo exija de modo evidente y a
condición de una justa, objetiva y previa indemnización.

En este sentido, la interpretación realizada al artículo 27


constitucional no toma en consideración el contenido de los
preceptos internacionales antes mencionados, con lo cual
debe afirmarse que si el artículo 27 no establece el término
“prescripción”, entonces no puede sujetarse a plazo alguno la
solicitud de este derecho, con motivo de la expropiación y, en
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este aspecto, toda vez que la Norma Fundamental no


establece esta figura, las leyes secundarias tampoco pueden
hacerlo.

d) Si bien la fracción IV (sic) del artículo 27 constitucional


remite a leyes secundarias, no autoriza que el pago de la
indemnización esté sujeto a plazo, término o condición
alguna; por lo que, estas normas secundarias deben respetar
el contenido de los derechos humanos, de modo que se
otorgue a las personas la protección jurídica más amplia;
pero el órgano colegiado inobservó estos principios, al
aplicar normas de Derecho Civil de una entidad federativa
para normar un principio constitucional.

e) El Tribunal Colegiado contrapone los artículos 1° y 17 de


la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
porque por una lado señaló que los derechos humanos son
imprescriptibles y, por otro, que los gobernados deben
cumplir con los requisitos procesales que exigen las leyes;
luego, debió, en todo caso, acudir a la ponderación como
método de interpretación entre dos principios
constitucionales y, con base en eso, aplicar los que protegen
los derechos humanos.

Así –insiste–, la reserva de ley debió establecerse en el


propio dispositivo normativo de la Constitución, el cual no
establece término prescriptivo alguno para el derecho a
reclamar el pago de la indemnización por expropiación y, por
esa razón, es inconcuso que ni el Código Civil del Estado
Libre y Soberano de Puebla ni la Ley de Expropiación del
Estado de Puebla, puedan establecer la prescripción del
derecho a reclamar la indemnización por causa de
expropiación. Máxime que esta última ley no permite la
aplicación supletoria de la primera.

f) La “reserva de ley” del multirreferido artículo 27


constitucional no precisa los alcances reglamentarios de la
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ley secundaria; por ende, no puede interpretarse y aplicarse


el artículo 17 de la Carta Magna en perjuicio del justiciable.

g) La Ley de Expropiación del Estado de Puebla de mil


novecientos setenta y cinco no prevé una acción para ejercer
el derecho de reclamar el pago de la indemnización por
expropiación y, en ese aspecto, tampoco se puede aplicar
por supletoriedad una disposición que regula una institución
no prevista por la ley y que, en el caso particular, tampoco
autoriza la supletoriedad. Además, toda vez que en el Estado
de Puebla no hay tribunales administrativos que pudieran
resolver conflictos de esa naturaleza, no puede aplicarse una
cuestión procesal civil a una materia administrativa en
perjuicio del justiciable.

28. Por razón de técnica en la elaboración de sentencias, los agravios


antes sintetizados se resolverán en orden distinto al propuesto.

29. En primer lugar, debe analizarse el agravio señalado en el inciso c),


el cual resulta inoperante porque las recurrentes alegan que el
Tribunal Colegiado debió interpretar el artículo 27 constitucional,
apoyándose en diversos instrumentos internacionales;
planteamiento que no puede analizarse en esta instancia al no
haber sido parte de la litis constitucional; toda vez que en la
demanda de amparo las quejosas no propusieron que el citado
artículo constitucional debiera analizarse bajo esa perspectiva.

30. Luego, se configura un supuesto que impide a esta Primera Sala


pronunciarse en el recurso sobre este aspecto, pues, al ser temas
novedosos, no fueron estudiados en la sentencia de amparo y,
consecuentemente, no existe materia de estudio en el presente
recurso de revisión.

31. Apoya esta afirmación la jurisprudencia 1a./J. 137/2001, sustentada


por esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
intitulada “AGRAVIOS INOPERANTES. LO SON AQUELLOS QUE
SE REFIEREN A CUESTIONES NO INVOCADAS EN LA
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DEMANDA Y QUE, POR ENDE, CONSTITUYEN ASPECTOS


NOVEDOSOS EN LA REVISIÓN8”.

32. Por otra parte, resulta también inoperante el agravio precisado en el


inciso g), porque a través de ese argumento, las quejosas
introducen aspectos que no pueden ser analizados en el recurso, ya
que combaten la indebida supletoriedad de la Ley de Expropiación
del Estado de Puebla con el Código Civil de esa entidad, en relación
con el derecho a reclamar el pago de la indemnización por
expropiación, como cuestión no regulada en el ordenamiento citado
en primer lugar. Temas que constituyen cuestiones de legalidad y
que, por tanto, no pueden ser estudiadas en esta instancia, al ser
ajenas a lo que, de manera exclusiva, corresponde conocer a esta
Suprema Corte de Justicia de la Nación.

33. Tal conclusión se sustenta en la jurisprudencia 1a./J. 56/2007 de


esta Sala, publicada en la página 730 del tomo XXV del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, mayo de 2007, de rubro
“REVISIÓN EN AMPARO DIRECTO. SON INOPERANTES LOS
AGRAVIOS QUE ADUZCAN CUESTIONES DE MERA
LEGALIDAD9.”

34. Una vez fijado lo anterior, se procede al estudio de los agravios


restantes, comprendidos dentro de los incisos a), b), d), e) y f),
destinados a combatir la decisión del órgano colegiado sobre la
constitucionalidad del artículo 16 de la Ley de Expropiación de
Puebla de mil novecientos setenta y cinco, con base en el artículo
27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
8
Publicada en la Décima Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, libro III,
diciembre de 2011, tomo 3, página 2129, cuyo texto es : “En términos del artículo 88 de la Ley
de Amparo, la parte a quien perjudica una sentencia tiene la carga procesal de demostrar su
ilegalidad a través de los agravios correspondientes. En ese contexto, y atento al principio de
estricto derecho previsto en el artículo 91, fracción I, de la ley mencionada, resultan inoperantes
los agravios referidos a cuestiones no invocadas en la demanda de garantías, toda vez que al
basarse en razones distintas a las originalmente señaladas, constituyen aspectos novedosos
que no tienden a combatir los fundamentos y motivos establecidos en la sentencia recurrida ,
sino que introducen nuevas cuestiones que no fueron abordadas en el fallo combatido, de ahí
que no exista propiamente agravio alguno que dé lugar a modificar o revocar la resolución
recurrida”.
9
La cual dispone: “Conforme a los artículos 107, fracción IX, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y 83, fracción V, de la Ley de Amparo, relativos al recurso de
revisión en amparo directo, es competencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en
esta instancia el estudio de cuestiones propiamente constitucionales. Por tanto, si se plantean
tanto agravios sobre constitucionalidad de normas generales o de interpretación directa de
preceptos de la Constitución, como argumentos de mera legalidad, éstos deben desestimarse
por inoperantes.”
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35. A juicio de esta Primera Sala, los agravios propuestos resultan


parcialmente fundados, en tanto que –se considera– la
interpretación realizada por el órgano colegiado no es idónea para
justificar la constitucionalidad del artículo antes referido.

36. Consecuentemente, con fundamento en el artículo 91, fracción I, de


la Ley de Amparo, se analizará el concepto de violación aducido por
las quejosas en su escrito de demanda.

X. MARCO CONSTITUCIONAL Y CONVENCIONAL APLICABLE

37. Previo al estudio de constitucionalidad planteado por las recurrentes,


es necesario exponer, en primer término, el marco constitucional
aplicable al caso.

X.1. Derechos humanos y sus garantías

38. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos señala,


en su artículo primero, lo siguiente:

“Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas


gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y
en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea
parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no
podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las
condiciones que esta Constitución establece.

Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de


conformidad con esta Constitución y con los tratados internacionales de
la materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección
más amplia.

Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la


obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos
humanos de conformidad con los principios de universalidad,
interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el
Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a
los derechos humanos, en los términos que establezca la ley.

[…].”

39. Como quedó transcrito, la Constitución reconoce que, en los


Estados Unidos Mexicanos, todas las personas gozarán de los
derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los
tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte,
así como de las garantías para su protección; así como también
15 AMPARO DIRECTO EN
REVISIÓN 1182/2013

establecerá los casos y las condiciones bajo las cuales podrán


restringirse los derechos humanos que reconoce.

40. Asimismo, la Carta Magna prevé que los derechos pueden


interpretarse, pues al ser universales, interdependiente, indivisibles
y progresivos, se definen a partir del estudio sistemático, armónico y
conexo con otros derechos humanos, toda vez que no existen de
manera aislada. Esto es, el artículo 1° constitucional señala que la
interpretación a los derechos humanos, deberá hacerse siempre del
modo más favorable a la persona y que le represente la protección
más amplia, en el entendido de que la elección de la norma
aplicable atenderá a los criterios que favorezcan al individuo; es
decir, siempre que se encuentren contemplados en la Constitución o
en un tratado internacional del que México sea parte, prevalecerá la
norma que represente una mayor protección a la persona o que le
implique una menor restricción a un derecho.

41. De igual manera, el párrafo tercero, prevé que, en caso de


violaciones a los derechos humanos, el Estado tendrá la obligación
de reparar a las personas por esa conculcación de derechos,
conforme a lo que establezcan las leyes, el cual deberá, en
principio, restituir a la persona en el pleno goce de los derechos
conculcados o, en su defecto, utilizar un método alternativo de
reparación del daño causado.

42. Sobre el tema, es aplicable lo previsto en el artículo 63.1 de la


Convención Americana de Derechos Humanos (la Convención), en
la medida en que México es Estado Parte de este instrumento
internacional y, en ese aspecto, su contenido es útil para reforzar el
alcance de los conceptos que se encuentren o no previstos en la
Ley Fundamental.

43. Dicho numeral señala:

“Artículo 63
1. Cuando decida que hubo violación de un derecho o libertad
protegidos en esta Convención, la Corte dispondrá que se garantice al
lesionado en el goce de su derecho o libertad conculcados. Dispondrá
asimismo, si ello fuera procedente, que se reparen las consecuencias
16 AMPARO DIRECTO EN
REVISIÓN 1182/2013

de la medida o situación que ha configurado la vulneración de esos


derechos y el pago de una justa indemnización a la parte lesionada.
[…]”.

44. De lo anterior, se colige que la persona que haya sufrido violación a


los derechos protegidos por la Convención, tendrá derecho a que, si
fuera procedente, se le repare por las consecuencias que deriven de
esa lesión, además del pago de una justa indemnización.

45. Empero, no siempre es posible restituir a la parte agraviada en el


pleno goce de los derechos, como si éstos nunca hubiesen sido
conculcados. Por eso, el artículo citado también prevé el pago de
una indemnización justa como un método de reparación, porque, si
bien es cierto que ese pago no devuelve las cosas al estado en que
se encontraban antes de la transgresión, también lo es que
reconoce la existencia de ese hecho y promueve que el responsable
(es decir, el Estado) resarza, de algún modo, el daño sufrido por la
persona.

X.2. El derecho a la propiedad privada y la figura de


expropiación

i) La propiedad privada

46. Los artículos 14, 16 y 27, disponen, en lo que interesa, lo siguiente:

“Artículo 14. […]

Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o


derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente
establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del
procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con anterioridad al
hecho.

[…]

Artículo 16. Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio,


papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la
autoridad competente, que funde y motive la causa legal del
procedimiento.

[…]

Artículo 27. La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de


los límites del territorio nacional, corresponde originariamente a la Nación,
la cual ha tenido y tiene el derecho de transmitir el dominio de ellas a los
particulares, constituyendo la propiedad privada.
17 AMPARO DIRECTO EN
REVISIÓN 1182/2013

Las expropiaciones sólo podrán hacerse por causa de utilidad pública y


mediante indemnización.

[…]”.

47. Estos preceptos, principalmente, el 27 de la Constitución Política de


los Estados Unidos Mexicanos, reconocen el derecho a la
propiedad privada, el cual no es absoluto, pues el Estado, como
propietario originario del suelo y agua comprendido dentro del
territorio nacional, puede restringir y delimitar su contenido, con un
fin social. Esto, porque a fin de garantizar otros bienes o valores
constitucionales como el bien común o el respeto al ejercicio de los
derechos de la sociedad, el Estado puede imponer modalidades a la
propiedad privada, como la expropiación.

48. En este sentido, si bien es cierto que el texto constitucional en


diversas disposiciones (artículos 14, 16, y el propio 27) reconoce
como derecho el de propiedad privada, también lo es que, como
ocurre con casi todos los derechos fundamentales, lo restringe a fin
de garantizar otros bienes o valores constitucionales, como son el
bien común o el respeto al ejercicio de los derechos de los demás
integrantes de la sociedad, en el entendido de que dichas
limitaciones a los derechos fundamentales sólo pueden
establecerse en la propia Constitución o bien, autorizar al legislador
para hacerlo en determinados casos, pero sin que afecte la esencia
del derecho, ni impida su ejercicio.

49. Así, tratándose del derecho de propiedad, la Constitución le impone


como limitación la función social, toda vez que de acuerdo con el
propio numeral 27, el Estado puede imponer modalidades a la
propiedad por causas de interés social o bien, podrá ser objeto de
expropiación por causas de utilidad pública y, por tanto, es la Norma
Fundamental la que delimita el derecho de propiedad.

50. Lo anterior, porque ese derecho no es oponible ni superior al de la


colectividad, sino que, por el contrario, en caso de ser necesario
debe privilegiarse a esta última sobre el derecho de propiedad
privada del individuo, pero siempre con apego a lo que establece la
Constitución Federal.
18 AMPARO DIRECTO EN
REVISIÓN 1182/2013

51. De esa virtud, que la propiedad privada no constituya una


prerrogativa absoluta, ilimitada e irrestricta, pues el Estado puede
imponer ciertas modalidades o limitaciones con el fin de garantizar
otros bienes o valores constitucionales como el bien común o el
respeto al ejercicio de los derechos de la colectividad.

52. Sustenta esta afirmación, la jurisprudencia del Pleno de este Alto


Tribunal “PROPIEDAD PRIVADA. EL DERECHO RELATIVO
ESTÁ LIMITADO POR SU FUNCIÓN SOCIAL10”.”

53. La propiedad, en sentido amplio, se entiende como el poder que


una persona ejerce en forma directa e inmediata sobre un bien,
para aprovecharlo, siendo oponible su derecho a cualquier sujeto
pasivo universal, en virtud de la relación que se origina entre el
titular y ese sujeto11.

54. En un principio, el derecho a la propiedad se entendía como el


conjunto de facultades y atribuciones absolutas sobre el goce y
disposición que ejerce una persona sobre un bien. Sin embargo, la
definición de este derecho ha evolucionado, de modo tal que de ser
exclusivo y perpetuo, en la actualidad, se le reconoce como una
prerrogativa susceptible de ser limitada o condicionada 12.

55. En efecto, la Norma Fundamental reconoce, regula y protege a la


propiedad privada como derecho humano, pero también establece la
susceptibilidad de ser restringido y limitado, en razón de la
propiedad originaria que posee el Estado mexicano sobre todas las
cosas que se encuentren dentro de su territorio terrestre y marítimo.

10
Jurisprudencia P./J. 37/2006, publicada en la Novena Época del Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, tomo XXIII, marzo de 2006, p. 1481. IUS 175498, que dispone: “La
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en sus artículos 14, 16 y principalmente
el 27, reconoce como derecho fundamental el de la propiedad privada; sin embargo, lo delimita
fijando su contenido, a fin de garantizar otros bienes o valores constitucionales, como el bien
común o el respeto al ejercicio de los derechos de los demás integrantes de la sociedad. Luego,
tratándose de aquel derecho, la Constitución Federal lo limita a su función social, toda vez que
conforme al indicado artículo 27, el Estado puede imponer modalidades a la propiedad privada
por causas de interés público o bien, podrá ser objeto de expropiación por causas de utilidad
pública y, por tanto, es ella la que delimita el derecho de propiedad en aras del interés colectivo,
por lo que no es oponible frente a la colectividad sino que, por el contrario, en caso de ser
necesario debe privilegiarse a esta última sobre el derecho de propiedad privada del individuo,
en los términos que dispone expresamente la Norma Fundamental”.
11
Cfr. MÁRQUEZ González, José Antonio, “Propiedad”, Diccionario Jurídico Mexicano, Instituto
de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, México, 2005, p. 3086, citando a Rafael Rojina
Villegas.
12
Ibíd. p. 3089.
19 AMPARO DIRECTO EN
REVISIÓN 1182/2013

56. Por su parte, el artículo 21 de la Convención, define el derecho a la


propiedad como aquél que posee toda persona respecto al uso y
goce de sus bienes, pero que la ley puede subordinar por razones
de interés social y las circunstancias en las cuales resulta
procedente una expropiación.

57. Para la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la propiedad


es un concepto amplio que abarca, entre otros, el uso y goce de los
bienes, definidos como cosas materiales apropiables, así como todo
derecho que pueda formar parte del patrimonio de una persona 13.

58. Dicho concepto comprende todos los muebles e inmuebles, los


elementos corporales e incorporales y cualquier otro objeto
inmaterial susceptible de valor 14. Asimismo, dicha Corte ha
promovido la protección de ese derecho, a través del artículo 21 que
los derechos adquiridos, entendidos como derechos que se han
incorporado al patrimonio de las personas 15; determinación que
resulta aplicable al caso, pues, al ser nuestro país parte de la
Convención antes citada, con base en su artículo 1°, es posible
conceptualizar el derecho humano a la propiedad con base en el
mencionado instrumento internacional.

59. En este orden, el Pacto Federal reconoce la existencia de la


propiedad como un derecho que corresponde, originariamente, a la
Nación mexicana, la cual ha tenido y tiene la potestad de transmitir

13
Corte IDH. Caso Perozo y otros Vs. Venezuela. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de enero de 2009. Serie C No. 195. párr. 399. Caso
Ivcher Bronstein Vs. Perú, párr. 122; Caso de la Comunidad Mayagna (Sumo) Awas Tingni Vs.
Nicaragua párr. 144; Caso Salvador Chiriboga Vs. Ecuador, párr. 55; Caso Chaparro Álvarez y
Lapo Íñiguez. Vs. Ecuador, párr. 174; Caso Palamara Iribarne Vs. Chile, párr.102; Caso
Comunidad Indígena Yakye Axa Vs. Paraguay. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia 17 de
junio de 2005. Serie C No. 125, párr. 137; Caso de la Comunidad Moiwana Vs. Suriname.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia 15 de junio de 2005. Serie
C No. 124, párr. 129. Ver también, Caso "Cinco Pensionistas" Vs. Perú, párr. 102; Caso Furlan y
Familiares Vs. Argentina. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 31 de agosto de 2012. Serie C No. 246, párr. 220.
14
Corte IDH. Caso Salvador Chiriboga Vs. Ecuador. Excepción Preliminar y Fondo. Sentencia
de 6 de mayo de 2008. Serie C No. 179. Párr. 55; Caso de la Comunidad Mayagna (Sumo)
Awas Tingni Vs. Nicaragua. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de
2001. Serie C No. 79, párr. 144; Caso Palamara Iribarne Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 22 de noviembre de 2005. Serie C No. 135, párr.102; Caso Comunidad
Indígena Yakye Axa Vs. Paraguay. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia 17 de junio de
2005. Serie C No. 125, párr. 137; y Caso de la Comunidad Moiwana Vs. Suriname.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia 15 de junio de 2005. Serie
C No. 124, párr. 129.
15
Corte IDH. Caso "Cinco Pensionistas" Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
28 de febrero de 2003. Serie C No. 98, párr. 102.
20 AMPARO DIRECTO EN
REVISIÓN 1182/2013

el dominio de ellas a los particulares, constituyendo la propiedad


privada.

60. Sin embargo, como todo derecho, la propiedad se somete a ciertas


restricciones o limitaciones permisibles, tal como lo prevén la Carta
Magna y la Convención16, porque constituye un derecho que no es
absoluto, el cual, por razones de utilidad pública o de interés social,
puede ser sustraído de la esfera de derechos del gobernado,
mediante el pago de una justa indemnización, de conformidad con
los casos y las formas que establezcan las leyes de la materia.

61. Esto es así, porque el Estado debe satisfacer, legítimamente, ese


interés social y encontrar un justo equilibrio con el del particular, a
través de los medios proporcionales que vulneren en la menor
medida la propiedad de la persona objeto de la restricción 17.

ii) La expropiación y sus requisitos esenciales

62. En los Estados Unidos Mexicanos, la propiedad privada acepta su


limitación, a través de la figura de expropiación.

63. Los artículos 27, primer y segundo párrafos, y fracción VI, de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 21.2 de la
Convención Americana de Derechos Humanos, prevén:

“Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos

[…]

Artículo 27. La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro


de los límites del territorio nacional, corresponde originariamente a la
Nación, la cual ha tenido y tiene el derecho de transmitir el dominio de
ellas a los particulares, constituyendo la propiedad privada.

Las expropiaciones sólo podrán hacerse por causa de utilidad


pública y mediante indemnización.

[…]

VI. Los estados y el Distrito Federal, lo mismo que los municipios de


toda la República, tendrán plena capacidad para adquirir y poseer todos
los bienes raíces necesarios para los servicios públicos.

16
Corte IDH. Caso Salvador Chiriboga Vs. Ecuador. Excepción Preliminar y Fondo. Sentencia
de 6 de mayo de 2008. Serie C No. 179. Párr. 61. Caso Chaparro Álvarez y Lapo Iñiguez, párr.
174.
17
Corte IDH. Caso Salvador Chiriboga Vs. Ecuador. Excepción Preliminar y Fondo. Sentencia de 6 de
mayo de 2008. Serie C No. 179. Párr. 63.
21 AMPARO DIRECTO EN
REVISIÓN 1182/2013

Las leyes de la Federación y de los Estados en sus respectivas


jurisdicciones, determinarán los casos en que sea de utilidad pública la
ocupación de la propiedad privada, y de acuerdo con dichas leyes la
autoridad administrativa hará la declaración correspondiente. El precio
que se fijará como indemnización a la cosa expropiada, se basará en la
cantidad que como valor fiscal de ella figure en las oficinas catastrales
o recaudadoras, ya sea que este valor haya sido manifestado por el
propietario o simplemente aceptado por él de un modo tácito por haber
pagado sus contribuciones con esta base. El exceso de valor o el
demérito que haya tenido la propiedad particular por las mejoras o
deterioros ocurridos con posterioridad a la fecha de la asignación del
valor fiscal, será lo único que deberá quedar sujeto a juicio pericial y a
resolución judicial. Esto mismo se observará cuando se trate de objetos
cuyo valor no esté fijado en las oficinas rentísticas.

El ejercicio de las acciones que corresponden a la Nación, por virtud de


las disposiciones del presente artículo, se hará efectivo por el
procedimiento judicial; pero dentro de este procedimiento y por orden
de los tribunales correspondientes, que se dictará en el plazo máximo
de un mes, las autoridades administrativas procederán desde luego a la
ocupación, administración, remate o venta de las tierras o aguas de que
se trate y todas sus accesiones, sin que en ningún caso pueda
revocarse lo hecho por las mismas autoridades antes que se dicte
sentencia ejecutoriada.

[…]”

“Convención Americana de Derechos Humanos

[…]

Artículo 21. Derecho a la Propiedad Privada

[…]

2. Ninguna persona puede ser privada de sus bienes, excepto mediante


el pago de indemnización justa, por razones de utilidad pública o de
interés social y en los casos y según las formas establecidas por la ley”.

64. Conforme a la Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos y la Convención Americana de Derechos Humanos, las
personas pueden ser privadas de sus bienes, con base en las
formas establecidas en la ley y con el objeto de perseguir un fin
público o utilidad pública.

65. Por su parte, la Corte Interamericana ha señalado, en precedentes


recientes, que a través de la figura de expropiación se persigue la
utilidad pública e interés social, comprendiendo todos aquellos
bienes que, por el uso a que serán destinados, permitirán el mejor
desarrollo de una sociedad democrática. Para tal efecto, los Estados
deberán afectar lo menos posible otros derechos y, por tanto, asumir
las obligaciones que esto conlleve.
22 AMPARO DIRECTO EN
REVISIÓN 1182/2013

66. Es decir, la expropiación es una figura jurídica que afecta la


propiedad, con el objeto de desposeer de un bien a su propietario
por un motivo de interés público. Por ello, se trata de un acto de
derecho público, derivado de la soberanía del Estado 18, el cual
puede ejecutarse siempre y cuando los motivos del Estado sean de
utilidad pública.

67. Sin embargo, esa potestad exclusiva del Estado no autoriza la


actuación arbitraria sobre los bienes que constituyen la propiedad de
los particulares. Por tal motivo, la Constitución circunscribe la acción
estatal al cumplimiento de dos requisitos indispensables:

a) Causa de utilidad pública. La afectación a la propiedad privada


debe partir de la existencia de una causa de utilidad pública.

b) Indemnización. El Estado debe resarcir a la persona por la


afectación que le ha causado.

68. Dicho de otro modo, el Estado únicamente podrá expropiar por


causa de utilidad pública y mediante indemnización; de manera que,
a falta de alguno de estos requisitos no se justifica la privación de la
propiedad a los particulares.

69. La causa de utilidad pública y la indemnización, fueron reconocidas


como los requisitos esenciales de la expropiación, a través de
diversos precedentes emitidos en la Quinta y Sexta épocas de la
jurisprudencia de esta Suprema Corte; véase, de manera ilustrativa,
la tesis “EXPROPIACION, REQUISITOS DE LA19”.
18
Cfr. ACOSTA Romero, Miguel en “Diccionario Jurídico Mexicano”, UNAM, Instituto de
Investigaciones Jurídicas, México, 2005, p. 1630.
19
Que establece“Es verdad que el artículo 1o. de la Ley de Expropiación de 1936, en sus
fracciones II, III y XI, considera que son causas de utilidad pública que justifican la expropiación
de la propiedad privada, la apertura, ampliación o alineamiento de calles, la construcción de
calzadas, puentes, caminos y túneles para facilitar el tránsito urbano, el embellecimiento,
ampliación y saneamiento de las poblaciones "y de cualquier obra destinada a prestar servicios
del beneficio colectivo" y "la creación o mejoramiento de centros de población y de sus fuentes
propias de vida". Y como consecuencia, se faculta al Ejecutivo Federal para declarar la
existencia de una de esas causas y proceder a la expropiación, ocupación temporal, total o
parcial, o a la simple limitación de los derechos de dominio para los fines del Estado o en
interés de la colectividad. Pero el ejercicio de esta facultad no queda al libre arbitrio de la
autoridad expropiante, sino que, tendiendo a satisfacer los fines del Estado o el interés de la
colectividad, es indispensable la existencia real y positiva de estos, como causa de utilidad
pública prevista en la ley, que será colmada mediante la expropiación, la ocupación temporal o
la restricción de la propiedad privada. De otra suerte, se haría nugatoria la garantía individual
consagrada por el segundo párrafo del artículo 27 constitucional, que sólo permite las
expropiaciones por causa de utilidad pública y mediante indemnización, pues se dejaría al
criterio subjetivo de las autoridades, afectar el dominio que los particulares ejercen sobre bienes
que les pertenecen.” Semanario Judicial de la Federación, volumen LXIX, tercera Parte, p. 17.
23 AMPARO DIRECTO EN
REVISIÓN 1182/2013

iii) Utilidad pública e indemnización como garantías

70. Conforme a lo expuesto en el apartado anterior, la causa de utilidad


pública y la indemnización han sido identificados,
jurisprudencialmente, como los requisitos esenciales de la
expropiación. Al respecto, esta Primera Sala considera que, en la
configuración constitucional vigente, dichos elementos deben ser
identificados como garantías de protección del derecho de las
personas a la propiedad privada.

71. Acorde al texto del artículo 1o. constitucional, vigente desde el once
de junio de dos mil once, en los Estados Unidos Mexicanos todas
las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en la
Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado
Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección.

72. Las garantías de protección de los derechos humanos son técnicas


y medios para lograr la eficacia de los mismos. En su ausencia, el
goce de los derechos que reconoce la Constitución Federal no
puede materializarse en las personas.

73. En el contenido de los derechos humanos residen expectativas de


actuación por parte de los entes de autoridad, por lo que las
personas deben contar con los medios que garanticen la realidad de
tales aspiraciones.

74. En ese sentido, con el fin de lograr la tutela de los derechos


humanos, las garantías pueden adoptar diversas formas; por
ejemplo: aquellas que permiten invalidar o anular el acto que no ha
respetado los derechos de las personas, aquellas que buscan
producir el acto que promueve o protege tales derechos, así como
aquellas que sancionan la omisión de actuación por quienes están
constitucionalmente exigidos a promover, respetar y proteger los
derechos humanos.

75. Lo anterior se traduce en la generación de actos de sentido positivo


o actos de sentido negativo por parte de las garantías de protección

IUS. 266585.
24 AMPARO DIRECTO EN
REVISIÓN 1182/2013

de los derechos de las personas. Unos u otros dependerán del


naturaleza de la protección que persiga la garantía correspondiente;
es decir, si busca producir un acto que promueva, respete o proteja
los derechos.

76. Inclusive, una garantía, para lograr la protección de un derecho,


podrá consistir en exigir un acto positivo por el que se repare o
corrija la afectación que se haya causado en el derecho de una
persona.

77. En dichos términos, la causa de utilidad pública y la indemnización


son garantías que la Constitución Federal establece, a través de su
artículo 27, segundo párrafo, para la protección del derecho de
propiedad.

78. La afectación a la propiedad privada, por parte del Estado, es


constitucionalmente posible al reconocerse la figura de la
expropiación; no obstante, dicho acto de autoridad está implicando
la afectación de un derecho de la persona, la cual no debe ser
arbitraria pues, de ser así, el derecho de propiedad no tendría
vigencia real. Es decir, el titular de la propiedad no puede considerar
protegido su bien si el Estado pudiera afectarlo sin estar sujeto a
restricciones que autoricen su actuación.

79. Dicho de otro modo, si la propiedad privada está protegida frente el


Estado, se debe a que la actuación de este último está sujeto a dos
elementos que le exigen ejercer el acto de afectación sólo cuando
existe justificación y se repare al titular de la propiedad.

80. La justificación señalada es la causa de utilidad pública. El Estado


puede ejercer la expropiación cuando ésta encuentra sustento en un
motivo de interés público y en provecho de éste último.

81. No obstante, es necesario el elemento de reparación. El Estado


debe indemnizar a la persona afectada, pues el provecho que
obtenga la colectividad con la expropiación no puede anular el
interés y patrimonio de la persona al gozar del derecho de propiedad
privada.
25 AMPARO DIRECTO EN
REVISIÓN 1182/2013

82. Esto es, en el ejercicio de la expropiación no es suficiente que se


acredite la existencia de razones de utilidad pública o interés social,
sino que es necesario el pago de una indemnización, es decir, un
resarcimiento económico adecuado, inmediato y efectivo.

83. Asimismo, del artículo 21.2 de la Convención se deriva que, en


casos de expropiación, no es suficiente que se acredite la existencia
de razones de utilidad pública o interés social, sino que es necesario
el pago de una justa indemnización20, es decir, la entrega de una
cantidad adecuada, pronta y efectiva21.

84. Por ello, no puede establecerse que la causa de utilidad pública o la


indemnización sean un derecho humano en sí mismos. Por el
contrario, el primero de dichos elementos es la exigencia al Estado
para justificar el ejercicio de una permisión constitucional a afectar
un derecho humano. Posteriormente, sólo al existir la causa de
justificación, el segundo elemento protege el valor que para la
persona significaba la titularidad del bien expropiado; de no existir la
reparación, la consecuencia sería una restricción del derecho de la
persona que anularía la vigencia real de este último.

85. En tales términos, la expropiación, como potestad constitucional,


perteneciente a la esfera del derecho administrativo, cuyo objeto es
la supresión de los derechos de uso, disfrute y disposición de un
bien particular decretada por el Estado, se enfrenta a dos garantías
que protegen la lesión a la propiedad privada: la causa de utilidad
pública y la indemnización.

86. Es decir, frente a la figura constitucional de la expropiación, las


expectativas que supone el derecho humano a la propiedad privada,
reconocido por el artículo 27 de la Constitución Federal y el artículo
21 de la Convención Americana de Derechos Humanos, se
encuentran protegidas a través de las garantías que impiden una
actuación arbitraria: i) que el Estado justifique el ejercicio de la
expropiación y ii) que repare la afectación que provoque.

20
Corte IDH. Caso Salvador Chiriboga Vs. Ecuador. Excepción Preliminar y Fondo. Sentencia de 6 de
mayo de 2008. Serie C No. 179. Párr. 73.
21
Íbíd.. Párr. 96.
26 AMPARO DIRECTO EN
REVISIÓN 1182/2013

iv) Reserva de ley en el artículo 27 constitucional

87. El artículo 27 del Pacto Federal también prevé que la Nación tendrá
en todo tiempo el derecho de imponer a la propiedad privada las
modalidades que dicte el interés público, además de que otorga a
los estados, Distrito Federal y municipios plena capacidad para
adquirir y poseer todos los bienes raíces necesarios para los
servicios públicos, a través del establecimiento de leyes que
determinen los casos de utilidad pública para expropiar 22. Tal
atribución a las legislaturas estatales y del Distrito Federal, atiende
al principio conocido como reserva de ley; facultad que surgió como
parte integral de la instauración constitucional del sistema de
planeación económica, democrática y social, reconociendo la
naturaleza mixta del Estado para establecer las bases normativas
generales para su organización y coordinación con quienes
intervengan en su ejecución, que pueden ser tanto a nivel federal,
como estatal, municipal o del Distrito Federal.

88. En este sentido, en los casos en los que la Constitución dispone que
el poder legislativo regule determinada materia, se entiende que la

22
“Artículo 27. […]
La nación tendrá en todo tiempo el derecho de imponer a la propiedad privada las modalidades
que dicte el interés público, así como el de regular, en beneficio social, el aprovechamiento de
los elementos naturales susceptibles de apropiación, con objeto de hacer una distribución
equitativa de la riqueza pública, cuidar de su conservación, lograr el desarrollo equilibrado del
país y el mejoramiento de las condiciones de vida de la población rural y urbana. En
consecuencia, se dictarán las medidas necesarias para ordenar los asentamientos humanos y
establecer adecuadas provisiones, usos, reservas y destinos de tierras, aguas y bosques, a
efecto de ejecutar obras públicas y de planear y regular la fundación, conservación,
mejoramiento y crecimiento de los centros de población; para preservar y restaurar el equilibrio
ecológico; para el fraccionamiento de los latifundios; para disponer, en los términos de la ley
reglamentaria, la organización y explotación colectiva de los ejidos y comunidades; para el
desarrollo de la pequeña propiedad rural; para el fomento de la agricultura, de la ganadería, de
la silvicultura y de las demás actividades económicas en el medio rural, y para evitar la
destrucción de los elementos naturales y los daños que la propiedad pueda sufrir en perjuicio
de la sociedad.
[…]
VI. Los estados y el Distrito Federal, lo mismo que los municipios de toda la República,
tendrán plena capacidad para adquirir y poseer todos los bienes raíces necesarios para los
servicios públicos.
Las leyes de la Federación y de los Estados en sus respectivas jurisdicciones, determinarán los
casos en que sea de utilidad pública la ocupación de la propiedad privada, y de acuerdo con
dichas leyes la autoridad administrativa hará la declaración correspondiente. El precio que se
fijará como indemnización a la cosa expropiada, se basará en la cantidad que como valor fiscal
de ella figure en las oficinas catastrales o recaudadoras, ya sea que este valor haya sido
manifestado por el propietario o simplemente aceptado por él de un modo tácito por haber
pagado sus contribuciones con esta base. El exceso de valor o el demérito que haya tenido la
propiedad particular por las mejoras o deterioros ocurridos con posterioridad a la fecha de la
asignación del valor fiscal, será lo único que deberá quedar sujeto a juicio pericial y a resolución
judicial. Esto mismo se observará cuando se trate de objetos cuyo valor no esté fijado en las
oficinas rentísticas.
[…]”.
27 AMPARO DIRECTO EN
REVISIÓN 1182/2013

regulación deberá ser efectiva; es decir, que la facultad se otorga de


manera completa y suficiente al legislador, sin posibilidad de que
éste, a su vez, traslade la facultad a otros órganos de poder.

89. Por tanto, los destinatarios de las reservas de ley son los órganos
creadores del derecho y no los que lo aplican, pues es,
precisamente, la manera en que se garantizan los derechos de los
particulares, de modo tal que tendrán certeza de que sólo podrán
restringirse sus derechos con base en una ley y no por actos
arbitrarios del poder ejecutivo que no tengan sustento legal.

90. La fracción VI del artículo 27 constitucional, delega a los estados,


municipios y al Distrito Federal, facultades plenas para legislar en
sus respectivas jurisdicciones los casos de utilidad pública y los
requisitos para declarar la expropiación, pero, indefectiblemente,
deberán observar que, en las leyes que expidan, se contengan los
requisitos indispensables de utilidad pública y mediante
indemnización.

91. Por ende, se colige que la única limitación que establece el citado
artículo de la constitución es que las leyes locales de la materia
cumplan los requisitos antes mencionados, permitiendo a cada
entidad que, en uso de la plena capacidad que les concede la Carta
Magna, establezca las modalidades que considere pertinentes a la
propiedad privada con base en las condiciones particulares y
necesidades de la colectividad en cada caso.

92. Al respecto, se comparte el criterio que sostuvieron en la Quinta


Época, la Segunda y la extinta Tercera Salas de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, en las tesis “PROPIEDAD PRIVADA,
28 AMPARO DIRECTO EN
REVISIÓN 1182/2013

MODALIDADES A LA23”y “PROPIEDAD PRIVADA, FACULTADES


DE LOS ESTADOS PARA IMPONER MODALIDADES A LAS24”.

93. En razón de lo expuesto, los únicos requisitos mínimos que deben


contener las legislaciones correspondientes sobre la materia, son –
como ya se señaló– que la expropiación se haga por causa de
utilidad pública e interés social y a través de indemnización, sin que
se adviertan más condiciones que, a su vez, establezcan la manera
en que éstas deberán realizarse.

94. En efecto, la expresión “plena capacidad” que contiene el artículo


27, permite que las legislaturas locales regulen los temas de
propiedad privada, sin que imponga mayores límites para su
restricción que los precisados en este apartado; es decir, no debe
entenderse que esas garantías mínimas para expropiar se cancelan

23
Que dispone: “Siendo la nación única, sus derechos y obligaciones no pueden ser ejercitados
sino por el poder federal. Las divisiones de carácter político o de funciones, que se
encomiendan a las partes integrantes de la nación, como Estados y Municipios, no significa que
las mismas tengan personalidad distinta o independiente de los poderes federales, cuando se
trata de asuntos que afectan a aquélla, ni menos que puedan legislar en contraposición con las
leyes federales. Si el artículo 27 constitucional dice terminantemente, que "La propiedad de la
tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional, corresponde
originariamente a la nación, la cual ha tenido y tiene derecho de trasmitir el dominio de ellas a
los particulares, constituyendo la propiedad privada", y en su párrafo 2o. expresa que "Las
expropiaciones sólo podrán hacerse por causa de utilidad pública y mediante indemnización", y
añade que "La nación tendrá en todo tiempo el derecho de imponer a la propiedad privada las
modalidades que dicte el interés público, así como el de regular el aprovechamiento de los
elementos naturales susceptibles de apropiación, para hacer una distribución equitativa de la
riqueza pública y para cuidar de su conservación", es indudable que la disposición de la
segunda parte de la fracción VI de ese precepto, que previene que "Las leyes de la Federación
y de los Estados, en sus respectivas jurisdicciones, determinarán los casos en que sea de
utilidad pública la ocupación de la propiedad privada, y que, de acuerdo con dichas leyes, la
autoridad administrativa hará la declaración correspondiente", está subordinada al derecho que
tiene la nación, representada por sus órganos propios, como son las autoridades federales, o
sea el Congreso de la Unión, para dictar las leyes de carácter general, en relación con la
facultad que le es propia, de imponer a la propiedad privada las modalidades que dicte el
interés público, y no puede entenderse que esta facultad pueda estar, en algún caso, en
contraposición con las facultades que crean tener las legislaturas de los Estados, pues de lo
contrario, en cada Estado se dictarían medidas distintas, so pretexto de interpretar el precepto
constitucional aludido, quedando la nación, a la postre, excluida del derecho que le concede
expresamente la propia Constitución, y la acción de los poderes federales, reducida tan sólo al
Distrito y Territorios, lo que es inadmisible dentro del sistema constitucional; sin que valga
alegar que teniendo facultad los Estados para decretar la expropiación por causa de utilidad
pública, pueden, con mayor razón, imponer la modalidad de arrendar las tierras de los
particulares, haciendo caso omiso de la facultad amplísima concedida a la nación, por el
artículo 27, ya que el 124 de la propia Constitución, declara que las facultades que no estén
expresamente concedidas por la propia Constitución, a los funcionarios federales, se entienden
reservadas a los Estados”. Consultable en el Semanario Judicial de la Federación, tomo XLIII,
p. 3152. IUS: 335942.
24
Cuyo testo dispone: “Los Estados están facultados para expedir leyes que rijan dentro de sus
respectivas entidades y que imponga modalidades a la propiedad privada, tales como las leyes
de expropiación, y los Códigos Civiles, en los cuales existen frecuentes modalidades o
restricciones al libre ejercicio de los derechos que corresponden a los propietarios . En
consecuencia, la Legislatura del Estado de Durango sí estaba facultada para expedir el Decreto
Número 202, que prorrogó los contratos de arrendamiento de casas destinadas a habitación;
por lo que dicho decreto no puede considerarse inconstitucional, ni puede serlo tampoco la
aplicación del mismo, por la autoridad judicial” . Consultable en la Quinta Época del Semanario
Judicial de la Federación, tomo XCI, p. 1878. IUS: 347238.
29 AMPARO DIRECTO EN
REVISIÓN 1182/2013

con la fijación de modalidades a la propiedad, pues, para crearlas y


codificarlas, es indispensable precisar las garantías de causa
utilidad pública y mediante indemnización.

XI. ESTUDIO DE CONSTITUCIONALIDAD

95. Previo al estudio del concepto de violación de constitucionalidad


planteado en la demanda de amparo, se estima necesario corregir
la cita que, tanto en la sentencia recurrida, como en el escrito de
agravios, se realiza respecto del artículo 27 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos.

96. Lo anterior, porque el análisis debe enfocarse en la fracción VI del


artículo aludido, la cual se relaciona con la facultad que delega el
Estado a las entidades federativas, para determinar los casos en los
que sea de utilidad pública la ocupación de la propiedad privada y la
manera en la que la autoridad administrativa hará la declaración
correspondiente; y no en la diversa fracción IV, como aparece en
autos.

97. En este sentido, esta Primera Sala considera que, con fundamento
en el artículo 79 de la Ley de Amparo, debe suplirse el error en la
cita del artículo constitucional interpretado.

98. Son aplicables al caso los criterios del Tribunal Pleno de la Nación
“SUPLENCIA DE DEMANDA DEFICIENTE Y SUPLENCIA DE
ERROR25” y “ERRORES NUMÉRICOS O CUALQUIER OTRO DE
25
Tesis publicada en la Séptima Época del Semanario Judicial de la Federación, volumen 15,
Primera Parte, página 43, en cuyo texto se señala: “El amparo contra leyes impone una norma
de conducta al órgano del Poder Judicial consistente en que, en los fallos que se dicten, sólo
deben analizarse los conceptos de violación expuestos en la demanda, sin formularse
consideraciones sobre actos que no se reclamen expresamente o que no se relacionen con los
conceptos de violación. Es decir, por virtud del principio de estricto derecho, el juzgador no tiene
libertad para apreciar todos los posibles aspectos inconstitucionales del acto reclamado o del
que debió ser acto reclamado, sino que está constreñido a examinar únicamente aquellos que
se traten en la demanda de garantías. Ello equivale a que el juzgador no pueda colmar las
deficiencias de la demanda, o las omisiones en que haya incurrido el quejoso en la parte
impugnativa de los actos reclamados. Ahora bien, la suplencia de la demanda deficiente es
distinta a la suplencia del error, que sí procede aun en los amparos de estricto derecho, y que
es a lo que se refiere el artículo 79 de la Ley Reglamentaria de los Artículos 103 y 107
Constitucionales. Esta suplencia del error puede darse cuando existe una equivocada cita o
invocación de la garantía violada, tanto en su denominación, como en el precepto constitucional
que la contenga, y sólo significa que el juzgador puede corregir el error respecto de dicha
equivocada cita o invocación, pero sin cambiar los hechos o conceptos de violación expuestos
en la demanda. Sin embargo, el imperativo del artículo 79 no opera, no se extiende, a casos en
que existe error en lo que debió ser el acto reclamado, pues entonces no hay error en la cita o
invocación de la garantía violada, sino se cambiaría propiamente la litis del juicio constitucional
para ampliarla a un nuevo acto que no fue reclamado. Consecuentemente, no tiene aplicación a
este caso el artículo 79 de la Ley de Amparo”.
30 AMPARO DIRECTO EN
REVISIÓN 1182/2013

POCA IMPORTANCIA. DEBEN SER CORREGIDOS POR LA


SUPREMA CORTE DE JUSTICIA, LOS TRIBUNALES
COLEGIADOS DE CIRCUITO Y LOS JUECES DE DISTRITO,
APLICANDO ANALÓGICAMENTE EL ARTÍCULO 79 DE LA LEY
DE AMPARO26”.

99. Dicho lo anterior, se procede al estudio de regularidad constitucional


del artículo 16 de la Ley de Expropiación de Puebla de mil
novecientos setenta y cinco, conforme a la interpretación del
artículo 27 constitucional, los cuales establecen:

“LEY DE EXPROPIACIÓN DE PUEBLA

[…]

ARTICULO 1º. Las expropiaciones sólo podrán hacerse por causa de


utilidad pública y mediante indemnización.

[…]

ARTICULO 16. Prescribirán en el término de cinco años los derechos


para reclamar el importe de la indemnización a partir del día en que
ésta sea exigible”.

100. El numeral 16 de la referida ley establece que el derecho para


reclamar el monto de la indemnización, prescribirá en cinco años, lo
cual, a juicio de esta Primera Sala, no contraviene lo dispuesto en
el artículo 27 constitucional, porque la imposición de un límite
temporal no trastoca los derechos y garantías ahí tutelados.

101.Las recurrentes sostienen que la interpretación del artículo 27,


fracción VI, de la Constitución, realizada por el Tribunal Colegiado,
es contraria al propio contenido de la norma, pues el precepto
analizado no prevé la posibilidad de establecer, en leyes

26
“El artículo 79 de la Ley de Amparo establece, en su parte conducente, que la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, los Tribunales Colegiados de Circuito y los Juzgados de Distrito
deberán corregir los errores que adviertan en la cita de los preceptos constitucionales y legales
que se estimen violados, y que podrán examinar en su conjunto los agravios, los conceptos de
violación y los demás razonamientos de las partes, a fin de resolver la cuestión efectivamente
planteada, pero sin cambiar los hechos expuestos en la demanda. Aplicando el precepto en
comento, por analogía y mayoría de razón, se estima que dichos órganos jurisdiccionales
deben corregir también el error en la cita del número del expediente de amparo en que se
incurre en el escrito de agravios en la revisión, así como cualquier otro error numérico o
mecanográfico, de poca importancia, que también a través de una corrección pueda permitir la
procedencia del juicio de garantías o de los recursos previstos en la Ley de Amparo, evitándose
en esa forma caer en rigorismos excesivos, que dejen en estado de indefensión al particular en
aquellos casos en los que el juicio de garantías o el recurso correspondiente, se interponen en
la forma y dentro de los plazos que establece la ley de la materia para cada caso concreto”.
Tesis P. XLVIII/98, publicada en la Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, tomo VII, mayo de 1998, página 69.
31 AMPARO DIRECTO EN
REVISIÓN 1182/2013

secundarias, prescripción para solicitar la indemnización por


expropiación de un bien inmueble.

102.Las demandantes consideran que el artículo constitucional


únicamente contempla la potestad del estado de expropiar; es decir,
de adquirir y poseer los bienes en propiedad privada de los
gobernados, siempre que se justifique una causa de utilidad pública
y mediante indemnización.

103.Argumentan, también, que la Constitución sólo faculta a las


entidades federativas para que determinen los casos en los cuales,
a su juicio, proceda la expropiación, pero siempre con apego a lo
que señala la Carta Magna, sin que sea posible condicionar o limitar
el derecho a la propiedad con más requisitos que los señalados en
los preceptos constitucionales.

104.Al respecto, se requiere establecer si el legislador ordinario puede


imponer un límite temporal para que la persona que sufrió la
expropiación exija el pago de la indemnización correspondiente; es
decir, en el caso concreto, determinar si la prescripción de la acción
resarcitoria, como lo dispone el artículo 16 de la Ley de
Expropiación de Puebla de mil novecientos setenta y cinco, es
contraria al contenido del artículo 27 de la Constitución Federal.

105.Conforme a lo expuesto en el apartado anterior de esta sentencia, la


propiedad privada es un derecho humano reconocido por la
Convención Federal y por la Convención Americana sobre Derechos
Humanos.

106. La expropiación es la institución constitucional que dota de potestad


administrativa al Estado para afectar el derecho mencionado,
siempre que exista un fin público, en provecho del interés de este
último.

107.Con el fin de evitar un ejercicio arbitrario por parte del Estado, el


marco constitucional establece dos garantías que, frente a la
expropiación, protegen el goce del derecho a la propiedad: i) probar
32 AMPARO DIRECTO EN
REVISIÓN 1182/2013

la causa de utilidad pública y ii) resarcir mediante el pago de una


indemnización.

108.Para los propósitos del estudio del caso, debe tenerse presente que
el derecho a solicitar la indemnización es dependiente de la
actuación estatal por la que se afectó el derecho a la propiedad
privada. Es por ello que, al igual que la causa de utilidad pública, la
indemnización es garantía del derecho de propiedad y no un
derecho humano en sí mismo. No debe confundirse la reparación a
la que se encuentra obligado el Estado con el derecho humano
afectado.

109.La indemnización carece de autonomía e independencia para su


existencia como derecho humano y se configura, más bien, como un
derecho sustantivo de reparación, mientras que los derechos
humanos son principios que consagran valores superiores, válidos
por sí mismos y desarrollados a partir del concepto de dignidad que,
en caso de ser vulnerados, pueden dar lugar a una reparación.

110. Por lo anterior, no se comparte las consideraciones del Tribunal


Colegiado, así como lo planteado por las recurrentes, en cuanto a
su señalamiento de la indemnización a la que se refiere el artículo
27 de la Constitución Federal como un derecho humano; toda vez
que, se reitera, dicha figura se ubica en el marco constitucional
vigente como una garantía de protección de la propiedad privada
frente a la potestad administrativa del Estado para ejercer la
expropiación.

111. Por otra parte, la fracción VI del artículo 27 constitucional señala que
los estados y el Distrito Federal, lo mismo que los municipios de
toda la República, tendrán plena capacidad para adquirir y poseer
todos los bienes raíces necesarios para los servicios públicos y que,
de acuerdo con las leyes de la Federación y de los Estados en sus
respectivas jurisdicciones, determinarán los casos en que sea de
utilidad pública la ocupación de la propiedad privada. De acuerdo
con dichas leyes la autoridad administrativa hará la declaración
correspondiente.
33 AMPARO DIRECTO EN
REVISIÓN 1182/2013

112. De lo que precede, se deriva que el Estado faculta de manera


amplia a las entidades federativas para llevar a cabo la
expropiación, las cuales deberán siempre observar que ésta cumpla
con las garantías constitucionales de causa de utilidad pública e
indemnización.

113. En este sentido, cada una de las entidades de la Federación cuenta


con autorización para legislar en materia de expropiaciones como
considere más conveniente a sus intereses y necesidades, sin que
la Constitución Federal imponga más límites que los establecidos
anteriormente.

114. Esto obedece a la capacidad plena que tiene el legislador ordinario,


en el ámbito federal o local que corresponda, para codificar las
hipótesis, medios, plazos, términos y condiciones conforme a los
cuales se ejercerá la expropiación; siempre sujeto a, se reitera,
observar las garantías de protección consistente en probar la causa
de utilidad pública e indemnizar a la persona afectada.

115. Sobre la capacidad del legislador en la materia, referida en el


párrafo anterior, véase la jurisprudencia P./J.38/2006 del Tribunal
Pleno intitulada “EXPROPIACIÓN. ES FACULTAD DEL
CONGRESO DE LA UNIÓN Y DE LAS LEGISLATURAS DE LOS
ESTADOS ESTABLECER LEGALMENTE LAS CAUSAS DE
UTILIDAD PÚBLICA QUE LA JUSTIFIQUEN27”.”

116. En este contexto, es cierto –como lo refieren las recurrentes– que el


artículo 27 constitucional no contiene disposición expresa sobre la

27
En cuyo texto dispone “El artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos prevé la expropiación de la propiedad privada por causa de utilidad pública y
mediante indemnización, así como que corresponde a las leyes de la Federación y de los
Estados, en sus respectivos ámbitos competenciales, señalar los casos en que sea de utilidad
pública expropiar un bien, correspondiendo a la autoridad administrativa realizar dicha
declaración y fijar las reglas generales sobre el precio e indemnización. Esto es, la expropiación
constituye un acto de carácter administrativo mediante el cual se priva a los particulares de la
propiedad de un bien inmueble, en aras del interés, necesidad o utilidad social, es decir, se trata
de una figura a través de la cual el Estado logra determinados fines relacionados con el interés
colectivo, de ahí que se sujete la expropiación a causas de utilidad pública. Ahora bien, toda
vez que la Constitución Federal no establece un concepto de utilidad pública, el que por
abstracto, mutable y relativo es difícil de definir y sólo es determinable por las condiciones
políticas, sociales y económicas que imperen en cierta época y lugar, el Constituyente otorgó al
Congreso de la Unión y a las Legislaturas Estatales la facultad de establecer, en la ley y dentro
de sus respectivos ámbitos de competencia, las causas de esa utilidad pública que, en aras del
bien común, sustenten el acto administrativo expropiatorio”, publicado en la Novena Época del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XXIII, marzo de 2006, p. 1414. IUS:
175592.
34 AMPARO DIRECTO EN
REVISIÓN 1182/2013

posibilidad de que el derecho a solicitar la indemnización pueda


prescribir; sin embargo, de ello no puede concluirse que la figura de
la prescripción no opera en esta materia.

117. El texto constitucional sólo ordena que se cumplan con las garantías
de protección que establece el artículo 27 constitucional. El
legislador ordinario actuaría contra dicho precepto cuando prohíba o
haga nugatorio el cumplimiento de tales garantías, lo cual no sucede
cuando la legislación regula el plazo dentro del cual la persona
afectada deberá ejercer su interés en recibir la reparación a la que
tiene derecho; evitando la presunción de renuncia al derecho que,
como acreedor, puede hacer valer ante el deudor (el Estado).

118. Finalmente, esta Primera Sala tiene presente que el Pleno de este
Alto Tribunal ya se ha referido a la capacidad con la que cuenta el
legislador ordinario para establecer modalidades temporales en
relación con las garantías de protección de la propiedad privada.

119. En el precedente al que se hace referencia se estudió la reversión


del bien expropiado, a la que se tiene derecho, cuando el Estado no
destina dicho bien al fin que dio causa a la declaratoria de
expropiación dentro de determinado plazo. En particular, se estudió
el plazo para que el interesado reclame la reversión, al término del
cual, de no haberlo hecho, se pierde el derecho a presentar la
reclamación señalada.

120. Al respecto, el Tribunal Pleno confirmó la regularidad constitucional


de la legislación correspondiente, señalando que la pérdida del
derecho a reclamar la reversión no se traduce en una confiscación o
en una expropiación del bien, y mucho menos en la privación de la
propiedad del bien sin cumplimiento a los principios de previa
audiencia y de debida fundamentación y motivación legales, dado
que el bien sigue siendo propiedad del Estado mientras no se
reclame su reversión y, en su caso, se resuelva favorablemente la
reversión relativa.
35 AMPARO DIRECTO EN
REVISIÓN 1182/2013

121. En dichos términos, se considera aplicable al caso por identidad de


razón, la tesis P.L/93 “REVERSIÓN DE UN BIEN EXPROPIADO. EL
ARTICULO 33, SEGUNDO PARRAFO, DE LA LEY GENERAL DE
BIENES NACIONALES, QUE ESTABLECE UN PLAZO PARA
RECLAMARLA, NO VIOLA LOS ARTICULOS 14, 16, 22 Y 27
CONSTITUCIONALES28”.

XII. DECISIÓN

122. Por lo expuesto en esta sentencia, se concluye que el artículo 16 de


la Ley de Expropiación de Puebla de mil novecientos setenta y
cinco no es contrario al artículo 27 de la Constitución Federal, al
establecer un plazo de prescripción para solicitar la indemnización a
que tiene derecho el afectado por la expropiación.

123. Por lo expuesto y fundado, se resuelve:

PRIMERO. En la materia de la revisión, se confirma la sentencia


recurrida.

SEGUNDO. La Justicia de la Unión no ampara ni protege a **********


ni a **********, contra el acto y la autoridad precisados en el apartado
segundo de esta ejecutoria.

Notifíquese; devuélvanse los autos al lugar de origen y, en su


oportunidad, archívese el expediente como asunto concluido.
28
“Dispone el artículo 9o. de la Ley de Expropiación que "Si los bienes que han originado una
declaratoria de expropiación, de ocupación temporal o de limitación de dominio, no fueren
destinados al fin que dio causa a la declaratoria respectiva, dentro del término de cinco años, el
propietario afectado podrá reclamar la reversión del bien de que se trate, o la insubsistencia del
acuerdo sobre ocupación temporal o limitación de dominio". No establece este precepto legal, ni
puede derivarse de lo dispuesto por el mismo, que basta que transcurra el término que prevé
sin que el bien expropiado se destine al fin que dio causa a la expropiación, para que
automáticamente el Estado pierda la propiedad del bien y éste ingrese al patrimonio del
particular afectado, sino que el transcurso de ese término, sin que el bien sea destinado,
únicamente produce el derecho a reclamar la reversión. Por tanto, al estatuir el artículo 33,
segundo párrafo, de la Ley General de Bienes Nacionales, que los particulares que tengan
derecho a demandar la reversión de bienes expropiados, tendrán un plazo de dos años para
ejercer sus derechos, contados a partir de la fecha en que aquélla sea exigible, no viola los
artículos 14, 16, 22 y 27 constitucionales, pues el no ejercicio de tales derechos dentro de los
dos años mencionados, sólo acarrea la pérdida del derecho a reclamar la reversión, más no
puede traducirse en una confiscación o en una expropiación del bien, y mucho menos en la
privación de la propiedad del bien sin cumplimiento a las garantías de previa audiencia y de
debida fundamentación n y motivación legales, dado que el bien sigue siendo propiedad del
Estado mientras no se reclame su reversión y, en su caso, se resuelva favorablemente la
reversión relativa.” Tesis aislada del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
localizable en la Octava Época de la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, número
70 de octubre de 1993, página 28.
36 AMPARO DIRECTO EN
REVISIÓN 1182/2013

Así lo resolvió, la Primera Sala de la Suprema Corte de


Justicia de la Nación, por unanimidad de cinco votos de los señores
Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz,
Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena (Ponente), Olga Sánchez Cordero de
García Villegas y Presidente Jorge Mario Pardo Rebolledo.

Firman el Presidente de la Sala y el Ministro Ponente, con el


Secretario de Acuerdos, que autoriza y da fe.

PRESIDENTE DE LA PRIMERA SALA

MINISTRO JORGE MARIO PARDO REBOLLEDO

PONENTE

MINISTRO ALFREDO GUTIÉRREZ ORTIZ MENA

SECRETARIO DE ACUERDOS DE LA PRIMERA SALA

LIC. HERIBERTO PÉREZ REYES

En términos de lo previsto en los artículos 3º, fracción II, 13, 14 y 18,


de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información
Pública Gubernamental, en esta versión pública se suprime la
información considerada legalmente como reservada o confidencial
que encuadra en esos supuestos normativos.

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