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Toda esta Para establecerla hay que conocer cuál será el factor de recuperación del
yacimiento, factor que implica conocer el tipo de empuje del yacimiento, agua/gas; su
presión; permeabilidad de la roca; medida de la transmisibilidad entre los poros de la roca
y la forma de explotación. Para la obtención de estos datos se efectúa un seguimiento del
comportamiento del yacimiento a través de diversas pruebas y ensayos, lo que conlleva un
tiempo considerable y una importante inversión económica.
Una vez que se conocen la delimitación territorial y características del yacimiento y las
reservas que contiene, llega el momento de planificar su desarrollo, o sea definir cuántos
pozos de producción se van a perforar, qué tipo de pozos, si se va a inyectar agua o gas
para mejorar la recuperación, qué tipo de instalaciones de superficie son necesarias, cuánta
gente hará falta para su operación y cuál es el costo de esas inversiones y gastos, para
definir si la explotación del yacimiento es viable económicamente.
Información se obtiene sólo luego de perforar uno o más pozos que delimiten el yacimiento,
lo que permite además tomar los registros y las muestras necesarias.
Es claro que un yacimiento en producción genera gastos (energía eléctrica, salarios del
personal, mantenimiento, etc.); si en determinadas condiciones o momentos el costo de
producción supera a lo que se obtiene por las ventas, el yacimiento deja de ser viable
económicamente y, en consecuencia, se detiene la producción; precisamente, el petróleo o
gas no extraído por consecuencia de ello, no constituye parte de las reservas.
TIPOS DE RESERVAS
En función del grado de seguridad que se tenga en cuanto a la existencia del yacimiento y
su volumen comercialmente recuperable, las reservas pueden ser agrupadas en:
Comprobadas (probadas).
Probables
Posibles
Reservas Comprobadas.- Son aquellas cantidades de petróleo y/o gas que se
estima pueden ser recuperadas en forma económica y con las técnicas
disponibles, de acumulaciones conocidas (volúmenes in situ) a partir de los
datos con que se cuentan en el momento de la evaluación. Las reservas
comprobadas pueden a su vez dividirse en "comprobadas desarrolladas", que
se esperan recuperar mediante los pozos y las instalaciones de producción
existentes, y en "comprobadas no desarrolladas", que se esperan recuperar de
pozos a perforar e instalaciones de producción a emplazar y de las cuales se
tiene un alto grado de certidumbre ya que se ubican en yacimientos conocidos.
Reservas Probables.- Las reservas probables pueden definirse como aquellas
a los que tanto los datos geológicos como de ingeniería dan una razonable
probabilidad de ser recuperadas de depósitos descubiertos, aunque no en grado
tal como para considerarse comprobadas.
Reservas Posibles.- Son también comunes los términos reservas posibles y
recursos potenciales o especulativos. Tales términos demuestran un importante
grado de incertidumbre en cuanto a su existencia, por lo que se expresan en
intervalos y responden al conocimiento geológico de una cuenca sedimentaria.
Los métodos más usados para el cálculo del volumen de reservas son los siguientes:
Método Volumétrico: Es utilizado para determinar OOIP y OGIP, mas no determina reservas
como tal, pues éstas como se dijo antes es el volumen de crudo que se puede producir y
no todo el volumen de hidrocarburos que se encuentra en el yacimiento se puede extraer.
Sin embargo, este método es el más antiguo, simple y rápido.
Curvas de Declinación de Producción: El típico análisis consiste en graficar datos de
producción contra tiempo en papel semilog e intentar ajustar estos datos con una recta la
cual se extrapola hacia el futuro. Las reservas se calculan con base en una tasa de
producción promedia anual. La curva de declinación de producción es una curva que simula
el comportamiento de la producción del yacimiento, la cual puede ser logarítmica,
exponencial, etc.
El soporte técnico empleado por la empresa Ryder Scott para la determinación de las
reservas actuales contempla una metodología más exhaustiva de cálculo con siete
parámetros: Perforación de nuevos pozos, datos adquiridos durante el desarrollo del
campo, historial de producción, pruebas de potencial, datos de presiones, comportamiento
de reservorios y datos y estudios geológicos.
Al 31 de diciembre de 2013 las reservas probadas de gas natural alcanzan a 10.45 TCF,
las probables a 3.50 TCF y las posibles a 4.15 TCF.
Las reservas certificadas garantizan hasta el año 2025 los requerimientos del mercado
interno, la exportación y la industrialización. Totalmente tenemos garantizado el gas
probado hasta el 2025 y estamos convencidos de acuerdos a informaciones preliminares
(esperaremos los estudios) que Bolivia tiene garantizado hidrocarburos para mucho tiempo.