Te has preguntado, ¿por qué se dice que la comunicación es un proceso?, cuando nos referimos a procesos, inmediatamente viene a nuestra mente, una serie de pasos a cumplir para determinado fin, por ejemplo para producir determinado producto y cada producto posee diferente proceso. Consultando al diccionario de la real academia, define proceso como; “Conjunto de las fases sucesivas de un fenómeno natural o de una operación artificial”, ajustándolo al tema, la comunicación cumple o debería cumplir con una serie de pasos o etapas, del mismo modo, dependiendo del tipo de comunicación poseerá un determinado proceso. Partiendo de los supuestos anteriores, en el presente ensayo hablaremos de la comunicación como proceso lineal, así como los modelos de la comunicación de acuerdo a la actuación del emisor y el receptor. Es importante señalar que en el ensayo anterior definimos los conceptos básicos de la comunicación, en tal sentido asumimos los mismos como entendidos y conocidos. La comunicación lineal básicamente consiste en que el emisor codifica y envía la información o mensaje al receptor y éste, lo interpreta. Es unidireccional, es decir va en una sola dirección, del emisor al receptor, sin oportunidad de que haya retroalimentación o Feedback, esto da a entender que es el emisor quien pretende controlar o influir en las acciones del receptor, caracterizando así la autoridad como elemento efectivo de este proceso. Además, este tipo de comunicación tiene como una de sus intenciones el alojamiento del mensaje en la mente del receptor, con el propósito de crear una reacción, reflejada en un deseo de placer y satisfacción, podemos ver esa estrategia en el ámbito publicitario, cuyo fin es causar una necesidad de adquisición de los productos. Demostrando así el papel pasivo, (no cuestiona), que cumple el receptor al absorber la información, activando el imaginario más el deseo, a través de la codificación de la información en imágenes o palabras placenteras escritas o dichas. Además de describir estos aspectos, el receptor, a pesar de su carácter pasivo y carente de posibilidad de retroalimentación, debe evitar los prejuicios que entorpezcan la efectividad del mensaje recibido, de igual forma el emisor debe ser muy hábil y usar técnicas y/o herramientas para alcanzar una recepción efectiva. Para cumplir tales procedimientos se recomienda: Un lenguaje claro, bien expresad, comprensible ajustado al receptor. Además, usar la comunicación como un proceso efectivo, que logre el objetivo de satisfacer la necesidad tanto del emisor como del receptor. Por otro lado el emisor debe valerse tanto de la información de los canales formales como los informales para lograr una mensaje veraz a transmitir.