Sr. Director: Me dirijo a Ud. a los fines de solicitarle tenga a bien publicar las siguientes líneas en la sección "Carta de lectores".- La historia como ciencia, aspira a comprender lo mejor posible el pasado, y para ello es fundamental poder conocer con suficiente certeza los hechos relevantes en cada momento. La política, en cambio, muchas veces emplea un lenguaje tendencioso, seductor, y no pocas veces mentiroso (los Kirchner son un ejemplo cabal de esto último) tergiversando los hechos según su conveniencia.- Durante la última campaña electoral, algunos sujetos de antigua simpatía “joguista”, buscando congraciarse con el actual caudillo provincial, atacaron con saña y malicia a los productores agropecuarios, atribuyéndole el genocidio de indígenas, la explotación de peones y hasta la aniquilación del medio ambiente. Obviamente que se trata de imputaciones sin ningún aval histórico, que tergiversan la historia para fines políticos muy menores.- Estos hechos son graves, pero intrascendentes, ya que provienen de personajes absolutamente marginales y sin ningún prestigio intelectual.- Sin embargo, si me pareció especialmente grave, una nota aparecida recientemente en este matutino, escrita por una profesora de historia, que invocando la obra de Felipe Pigna, repite pseudo-análisis históricos sobre la conquista del desierto emprendida por Roca, la ocupación de las superficies conquistadas en la Patagonia y la explotación de las mismas en los años posteriores, repitiendo ideas que fueron descartadas hace años.- En el mundo académico Felipe Pigna no goza del ningún prestigio, y mereció agudas críticas de personas como Luis Alberto Romero, uno de los más destacados historiadores vivientes del país, por los graves errores de concepto y la aviesa manipulación de los datos que hace Pigna en sus obras.- La versión “revisionista” de la conquista del desierto y de la incorporación de las tierras a la explotación agrícola-ganadera, que la describía como un genocidio en provecho de latifundistas que supuestamente vivían de la renta cobrada a pobres inmigrantes; ha sido superada por estudios mucho mas serios en las últimas décadas, por eso es asombroso que existan aun personas con pretendida vocación de enseñar historia que la defiendan.- Roberto Cortes Conde, reconocido historiador económico, en varios de sus libros, especialmente en su obra “La economía argentina en el largo plazo” (1997), explica como se fue desarrollando de manera sorprendentemente eficiente la explotación ganadera y agrícola en la segunda mitad del siglo XIX, merced en especial a la existencia de arriendos agrícolas, que permitían la continua rotación de suelos, pues dada la inexistencia de fertilizantes, a los agricultores, no les convenía ser dueños, ya que eso los ataba a una tierra. Les convenía cambiar cada tanto en busca de tierras vírgenes, y a los propietarios eso le servia para ir implantando pasturas.- La impresionante obra dirigida por Osvaldo Barsky titulada “Historia del capitalismo agrario pampeano” (2003-2009), a lo largo de sus cinco tomos, analiza la importancia que tuvo al principio que las explotaciones rurales se desarrollen en grandes superficies, ya que de ese modo se reducían los gastos de cría, al poder tener abundante pastura a bajo costo, lo cual compensaba a su vez la pérdida que representaba la absoluta falta de medios de comunicación que encarecía el transporte de la hacienda, lo que impedía la radicación de productores pequeños o medianos lejos de la zonas urbanas o portuarias.- Y por último es digno de mencionar el libro “Gringos en la pampa” (2008) de Julio Djenderedjian, que refiere el sorprendente y monumental proceso de colonización llevado a cabo a partir de 1860 en todo el país, por obra especialmente de grandes terratenientes que parcelaban sus campos y armaban asombrosos proyectos de radicación de miles de inmigrantes, que produjo, por ejemplo en Santa Fe que en 50 años se pasara de 30 pueblos a 1500 localidades en toda la Provincia.- La Argentina ha padecido durante décadas el anquilosamiento de prejuicios y necesita imperiosamente la renovación de sus ideas, y ello exige necesariamente una continua actualización de parte de aquellos que deciden enseñar a otros una ciencia, nutriéndose con esfuerzo de los avances en esa ciencia, para así contribuir al progreso superando la ignorancia.- Agradeciendo desde ya su deferencia, me despido de Ud. muy atte.-
Dr. Hugo Kulman
abogado DNI 18.246.868 José María Uriburu Nº 363 P.A - Formosa