Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Las cosmogonías griegas narran el origen del mundo que parte del caos, para que en un
acto de creación divina se imponga el orden. Esta acción marcará el principio del ser y del
bien para el pensamiento griego, en donde el ser no puede ser lo informado porque
el mal se acerca a la carencia de límite. Esta visión la recoge Hesíodo en su Teogonía y
también Platón en el relato del demiurgo presente en el Timeo. Cabe destacar que en las
cosmogonías griegas el orden se va imponiendo de una manera violenta, por las luchas
entre los dioses, mientras que en la cosmogonía judeocristiana el orden surge por el poder
de la Palabra de Dios.
Cosmogonía judeocristiana
En la cosmogonía judeocristiana, el origen del mundo está presente en el Génesis (el primer
libro de la Biblia), que relata cómo Dios empezó a crear el mundo «en un principio». La
teología cristiana utiliza el término ex nihilo para sustentar y referirse a la creación
universal partiendo de la nada como lo podemos ver en el Génesis 1 Reina-Valera 1960 -La
creación:
1. En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba desordenada y
vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía
sobre la faz de las aguas. 3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. 4 Y vio Dios que la luz era
buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. 5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas
llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día. (DIAPOSITIVA)
La creación es un proceso que tiene lugar con un principio: 'Hágase la luz', y luego
separación de: la tierra de los cielos, la tierra de las aguas, la luz de la oscuridad. Es decir,
se procede por separación de componentes partiendo del caos primigenio.
Con el término Generación del 27 se denomina a una constelación de escritores y
poetas españoles (a las mujeres de esta generación también se les conoce como Las
Sinsombrero) del siglo XX que se dio a conocer en el panorama cultural alrededor
de 1927,1 con motivo del homenaje a Luis de Góngora organizado en ese año por José
María Romero Martínez en el Ateneo de Sevilla con motivo del tercer centenario de su
muerte, en el que participaron muchos de sus miembros más conocidos, dentro de la "Edad
de Plata" de la literatura española, época en que coincidieron en plena producción durante
la Segunda República esta brillante promoción junto a otras dos no menos
brillantes: Generación del 98 y Novecentismo.
HISTORIA
En esta situación de continua renovación y cambios sociales y políticos, empiezan a
aparecer jóvenes escritores, poetas en su mayoría, con características propias difíciles de
encuadrar en los grupos existentes, pero se van uniendo en algunos lugares clave: entran en
contacto con la tradición literaria española a través del Centro de Estudios Históricos y con
las vanguardias artísticas y culturales a través de las actividades de la Residencia de
estudiantes.31
Así mismo asisten a las redacciones de algunas publicaciones comunes como la Revista de
Occidente dirigida por José Ortega y Gasset o La Gaceta Literaria (dirigida por Ernesto
Giménez Caballero), pero también en otras más como: Litoral (Málaga, 1926, impresa
por Manuel Altolaguirre y Emilio Prados); Verso y Prosa (que viene del Suplemento
Literario del diario murciano La Verdad -1923 a 1925-, que mantenían el redactor José
Ballester Nicolás y Juan Guerrero Ruiz. Murcia, 1927, dirigida por Juan Guerrero
Ruiz y Jorge Guillén);Mediodía (Sevilla); Meseta (de Valladolid); Cruz y Raya (dirigida
por José Bergamín, Madrid, 1933); Carmen (creada por Gerardo Diego en Santander en el
año 1927, que tenía un suplemento festivo llamado Lola); Octubre (revista dirigida
por Rafael Alberti) y Caballo Verde para la poesía (Madrid, 1935. Dirigida por Pablo
Neruda).14
Pese a todo, este grupo se caracteriza porque cada uno de sus miembros posee una
personalidad tan acusada que es capaz de transformar las influencias o lecciones de
cualquier modelo en propia sustancia personalizada totalmente diferente a la de los demás
integrantes del mismo. Por ello no se puede hablar ni de comunidad de estilo ni de escuela
entre ellos. Por eso hay muchos autores que prefieren referirse a ellos como "grupo del 27".
Hasta 1927. Esta primera etapa se caracteriza por el influjo de las primeras
vanguardias, lo cual les hace priorizar los logros estéticos, con gran utilización del
verso libre. Así, en esta etapa se mezclan rasgos de la poesía pura y conceptual de Juan
Ramón Jiménez, rasgos del vanguardismo anterior, y, por último, rasgos provenientes
de la poesía tradicional recopilada en canciones, romances, que ejerció influencia sobre
ellos, al tiempo que también se dejaron influir por autores clásicos como Góngora.123
De 1927 hasta la guerra civil (1936). Se caracteriza fundamentalmente esta etapa por
aparecer en los autores una cierta preocupación por el ser humano y por ciertas
situaciones sociales en las que se ve inmerso. Se puede decir que se inicia un proceso
de rehumanización, que coincide con la irrupción del Surrealismo; lo que da pie a la
aparición en la poesía de bellas, aunque inquietantes imágenes, en muchas ocasiones
semejantes a las oníricas.123