mente han reformado las estructuras sociales. Esto es más im-
,
portante que las leyes.
Países prohibicionistas como los Estados Unidos, Finlan-
dia, etc., han logrado un índice muy bajo de prostitución so-
cial; en cambio, países abolicionistas como Francia, Italia y
otros no han logrado reducir el fenómeno.
La experiencia demuestra que no es ni el reglamentaris-
mo ni el prohibicionismo, ni el abolicionismo legales, lo que
destruye la prostitución, sino la organización total de la so-
ciedad, de la cual la ley es solo un aspecto. Colombia será
impotente para liquidar esta lacra, cualquiera que sea el
tipo de legislación que adopte, mientras esté organizada den-
tro de estructuras políticas, económicas, sociales, sicológicas
y religiosas arcaicas, la prostitución existirá abierta o clan-
destinamente. Las estructuras son las podridas y contagian
a los individuos, no éstos a las estructuras.
El mayor número de prostitutas quiere salirse de esa
profesión, pero las barreras sociales son infranqueables! Mu-
chas jóvenes no quieren ir a la prostitución, la miran con
horror, pero las clases sociales y las vallas culturales las pre-
cipitan en ella. Luego se quiere exterminar el efecto con leyes,
cuando las causas permanecen intocables.
La prostitución en Colombia es predominantemente de
tipo social, y solo con un cambio radical de las armaduras
económico-sociales podrá destruírse. La prostitución sito-bio-
lógica o de origen ninfómana aún es mínima en nuestro am-
biente, y ella será de la incumbencia del "visitador social",
del siquiatra o el genecista, a nivel individual; pero la pros-
titución social como la colombiana es función del tipo de ar-
quitectura social. La enfermedad está en la sociedad, NO en
el individuo, y así los diagnósticos y los tratamientos deben
ser sobre la sociedad y no sobre los individuos ni sobre el fe-
nómeno en sí.
La prostitución en Colombia es consecuencia necesaria
de la estratificación social y directamente proporcional a
ella.
El rico prostituye a la mujer pobre; el más poderoso a la
menos poderosa; el hacendado a la hija del agregado y del
arrendatario; el más educado a la más ignorante; el hombre
más poderoso legal y culturalmente a la menos poderosa
ante la ley y en desventaja cultural; la mujer más fuerte
(prostituta vieja) a la más joven; el señor de la casa y su
hijo (señorito) a la pobre sirvienta; el proxeneta a la joven
164
inocente e inexperta; el jefe ed oficina a su secretaria, etc.
etc. Así, la prostitución es fundamentalmente secuela de las
grandes diferencias sociales, económicas, culturales, etc., o
sea un problema de estructuras.
Mientras éstas no cambien (lo que implica un proceso
revolucionario en ellas), la prostitución no se acabará. Es-
tudios, programas, leyes, instituciones, castigos, etc., podrían
disminuírla un poco o cambiarle su fisonomía, pero JAMAS
lograrán suprimirla. La prostitución no se acabará mientras
no lleguemos a una sociedad más igualitaria en todos los as-
pectos.
V—Modelo de cambio
De los análisis realizados en los capítulos V y VI y lo que
se leva del VIL se concluye que el fenómeno de la prostitu-
ción en Colombia es extraordinariamente complejo y de ca-
racterísticas graves.
Es, ante todo, un proceso a través del cual la mujer in-
advertidamente se inicia, se la predispone, se la determina
y se la ata al vicio; proceso en el cual influyen factores aso-
ciados con valores culturales, metas, medios, normas, sancio-
nes, status, roles, estructuras de poder, etc.
Por otro lado, la conducta sexual masculina está deter-
minada por factores culturales asociados con la estructura
y calidad de los valores sexuales, la estructura de poder, etc.
La conducta sexual masculina es una consecuencia de
las distancias sociales, de los valores socio-culturales propios
de los estratos sociales. En otras palabras, la desviación sexual
en el hombre colombiano es fruto de las piramidales estruc-
turas culturales, religiosas, políticas, económicas y educacio-
nales.
El proxenetismo nace y se robustece favorecido por la
diferenciación de poder y la falla en las normas y sanciones
socio-legales existentes. Su proceso está asociado con la dife-
renciación estructural.
En muchos casos se ha visto la implicación de las mis-
mas autoridades. En las ciudades sobre el río Magdalena,
sobre todo, hay relación directa entre la prostitución y los
ingresos fiscales municipales. La solidez económica munici•
pal depende de la floración de cantinas, cabarets y casas de
lenocinio, a través de los impuestos y multas por su funcio-
namiento.
165
 En esta forma la prostitución es una secuela de las ins-
tituciones: fallas en la estructura de valores familiares, en
la gran sociedad, falla de las instituciones económicas, edu-
cacionales, legales, administrativas y fiscales. La familia, la
Iglesia y el Estado en todos sus niveles han cooperado a su
formación.
El problema de la prostitución es, en último término, un
fenómeno de disfuncionalidad estructural. La sociedad con
sus armaduras es la enferma. La prostitución es apenas una
consecuencia.
La disfunción de las instituciones y la interrelación de
éstas entre sí, más que los individuos y sus relaciones, son la
causa de los desajustes sociales expresados en la prostitución.
Las estructuras son las relaciones entre las posiciones de los
diversos elementos del sistema. Las funciones son las nece-
sidades satisfechas por las instituciones.
En el caso de la prostitución, la mayoría de las institu-
ciones, tales como la educacional, la económica, la cultural,
etc., presentan figuras piramidales agudas que favorecen una
desigual distribución de las oportunidades y del poder, faci-
litando la explotación vertical. En cuanto a las funciones, se
observa que las instituciones tradicionales no son aptas para
satisfacer necesidades a todos los miembros del sistema, favo-
reciendo al tipo de estructuras tradicionales.
El esquema estructural-funcional dentro del cual se ha
analizado la prostitución en Colombia, no es el clásico o tra-
dicional en donde la función es definida coma tal cuando
conlleva el sostenimiento del statu quo o de las estructuras
tradicionales o el equilibrio de la sociedad. Un tal funciona-
lismo es precisamente la causa de la marginalidad en gene-
ral o de la prostitución en este caso.
Esta manera de interpretar el funcionalismo social es
una forma farisaica, donde se puede decir que los árboles no
dejan ver la selva.
El verdadero funcionalismo es otro. Es aquel en donde
las instituciones y sus estructuras son un medio, no un fin.
Es aquel en donde la funcionalidad de las instituciones tie-
ne relación con principios filosóficos fundamentales, tales
como "la igualdad de oportunidades para cada miembro de
la sociedad". Una estructura es funcional en este caso NO
porque sostiene el equilibrio tradicional, sino porque maxi-
miza la igualdad de derechos y deberes. Aquí el bienestar in-
166
dividual y colectivo es el fin, y las instituciones y sus estruc-
turas, un medio.
El verdadero funcionalismo ha de mirarse desde el hom-
bre (para quien la sociedad es un medio) hacia las formas
estructurales, y no viceversa.
El hombre, cuyos derechos y deberes son inalienables, es
la constante que debe dominar el tipo de forma social, y no
al contrario.
Concebido así el sistema social con concepto de cambio,
se convierte en dinámica positiva, en algo para lo cual el
conglomerado social y los líderes a cuyo cargo está la toma
de decisiones, deben saber aplicar sin temores.
Las formas sociales son creadas por el hombre y deben
ser sujetas a revisión constante para que el hombre no se
convierta en esclavo de sus obras. La funcionalidad o razón
de ser se justifica en cuanto aumentan las facilidades socie-
tales al mayor número de miembros.
Dentro de este marco de análisis, la estructura social
colombiana, por ejemplo, que conlleva la explotación econó-
mica y sexual de grupos marginados femeninos, es funcio-
nal (dentro del concepto clásico) para el mantenimiento de
dicha explotación de los pobres por los poderosos.
A esta conclusión se llega porque se parte del supuesto
teórico de que la estructura social es el fin y no el medio, y
de que el hombre (en este caso los marginados) debe vivir
para las estructuras.
Lo mismo se podría decir de la educación institucionali-
zada. El funcionalismo clásico lleva a la conclusión de que
la prostitución es funcional para mantener los privilegios y
la "dignidad de las mujeres buenas".
Por este raciocinio, la prostitución es un fruto natural.
El análisis de la funcionalidad institucional debe partir de
paramentos más profundos como son la dignidad humana, el
derecho de cada ser de desarrollar sus capacidades, el dere-
cho de cada ser de libertarse de ataduras prejuiciadas. La
maximización de las oportunidades y su distribución equi-
tativa debe ser la medida para determinar la funcionalidad
de las estructuras societales, la razón de ser de éstas y por
consiguiente, la velocidad y las dimensiones del cambio.
r El papel del sociólogo es la identificación de estas fallas
estructurales, medidas dentro de las fronteras de la dignidad
167
 y derechos humanos, y no defender las existencias estructu-
rales desconociendo los valores humanos.
En el caso de la oferta y la demanda sexual, típicas de la
prostitución colombiana, no admite otra explicación racio-
nal sino el que son un corolario del tipo de estructuras que
caracterizan las nuestras, para las que son funcionales, pero
profundamente lesivas de la dignidad humana y de los de-
rechos de las jóvenes prostitutas al disfrute de iguales opor-
tunidades a las de las capas sociales altas, para librarse de
las redes denigrantes que las aprisionan.
Si el fenómeno de la prostitución es un lógico producto
de las estructuras y funciones sociales, con detrimento de los
derechos humanos, lógicamente también su conjuración no
podrá lograrse sino mdiante un cambio en los paramentos de
análisis social que llevará al cambio de las estructuras so
ciales.
-
Si aún creemos que las estructuras son sagradas, into-
cables, o apenas transformables, estamos colocando a los
hombres como sus mezquinos súbditos y toda la sociedad se-
guirá enferma.
Por el contrario, si creemos que la igualdad de oportuni-
dades y deberes son la piedra angular de nuestra sociedad,
las instituciones se convertirán en sus fieles servidores, y el
cambio de estructuras en las instituciones, en los valores,
creencias, metas, medios, leyes, sanciones, poder, etc., serán
objetivos normales.
En el capítulo I se dio información general sobre el fe-
nómeno en varias ciudades, así como información sobre la
relación de la prostitución con otros fenómenos, tales como
las enfermedades venéreas, la explotación económica, la de-
lincuencia y las distintas formas de ejercer la prostitución.
Dicha información general marcó las pautas para el de
lineamiento del marco de análisis de la prostitución en Puer--
to Berrio, estudio que viene a ser un caso más o menos re-
presentativo de lo que es la estructura del fenómeno a nivel
nacional.
En elI,Capítulo IV y con base en las informaciones del
Capítulo
se diseñó el modelo de análisis.
El modelo de Sistema Social, con la interacción compleja
entre elementos y procesos sistemales, se creyó el mejor mar-
co de referencia para el entendimiento del complejo fenóme-
no de la prostitución.
168
La prostitución de origen rico-biológico se descartó por
haber identificado en investigaciones previas, mínimos por-
centajes de prostitutas ninfómanas, propias de culturas más
desarrolladas social y económicamente. El análisis se enfoca
hacia la prostitución de origen social, de ahí la relevancia del
concepto del sistema social adoptado.
Dentro de este marco, la prostitución se vio como un sis-
tema de oferta y demanda, determinadas ambas por múlti-
ples factores de origen cultural social, económico, sicológi-
co, etc.
La oferta sexual fue analizada como un proceso de múl-
tiples pasos, a través del cual la joven, que no es ni quiere
ser prostituta, se ve primero predispuesta por una serie de
factores multidimensionales, luego otros que la determinan
y, finalmente, otros que la atan a la prostitución.
La demanda sexual fue examinada dentro del marco de
sistema y estructura de valores culturales, unos generales,
otros subculturales, que instigan la desviada demanda sexual.
El proxenetismo, como sub-sistema, aparece como un ingre-
diente coadyuvante y a veces condición necesaria para la
configuración de la prostitución, hipótesis que en su mayoría
fueron confirmadas en el Capítulo V.
En el Capítulo VI, al identificar que la mayoría de las
mujeres investigadas mantiene actitudes desfavorables al
vicio y favorables al cambio, se confirmó la hipótesis de que
nuestra prostitución es de origen socio-estructural y no pa-
tológico.
Finalmente, al comienzo de este Capítulo se hizo un
análisis de los diferentes sistemas universalmente usados
para el control de la prostitución, examen realizado también
sobre las experiencias colombianas, para llegar a la conclu-
sión de que el abolicionismo es la actitud ideal más común en
todas las culturas, pero que el abolicionismo legalista no con-
lleva necesariamente la abolición real del fenómeno social. La
abolición real es el fruto de cambios radicales en las estruc-
turas societales, tendientes a una efectiva distribución de
oportunidades y obligaciones entre los dos sexos y en todos
los niveles de la sociedad.
Si tales nivelaciones no aparecen, la prostitución segui-
rá, pese a las oraciones y anatemas, leyes y contraleyes de
una sociedad capitalista, burguesa y decadente.
169
 Por otra parte, la observación personal de la conducta
sexual en culturas donde el fenómeno de la prostitución so-
cial es nulo o mínimo, tales como Israel, los Países Escandi-
navos, los Estados Unidos, y el estudio de las estructuras so-
ciales de Rusia, China y Cuba, ponen de manifiesto que la
organización social de tales sociedades es ambiente negativo
al desarrollo de este trauma nuestro.
En primer lugar, la liberación social, política, económi-
ca, jurídica y sicológica de la mujer es una realidad; su sta-
tus en todos los aspectos es igual al del hombre, y puede ne-
gociar con él, aun en el amor, de igual a igual.
En segundo lugar, esas culturas han logrado separar el
sexo del factor económico; las relaciones de amor entre los
sexos son más románticas y por consiguiente más normales,
estables y sinceras.
En tercer lugar, los tabúes sexuales han sido suspendi-
dos, mucho tiempo ha por varios países, en tal forma que des-
de temprana edad ambos sexos obtienen una información
científica acerca de la anatomía y biología sexual al lado
del conocimiento anatómico y biológico de las manos, los ojos,
el corazón, etc., conocimiento que es base fundamental para
la educación sexual.
En cuarto, la educación sexual está orientada a ver en la
vida sexual un fenómeno integral relacionado con la pro-
creación, pero también dentro de un marco de responsabili-
dad frente a la comunidad, y luego factor determinante del
psique y de las relaciones puramente sociales de los dos com-
prometidos.
Bijn sabidas son las normas de educación sexual judías
dentro de los Kibutz y Moshav. Los tabúes sexuales no exis-
ten. Niños de ambos sexos se
desarrollan, crecen, se educan
compartiendo indiscriminadamente todos los servicios: co
medores, dormitorios, alcobas, baños, salones de clase, rope--
ros y aun ropa, hasta los 18 años. No hay secretos sexuales,
ni misterios en el suministro de información biológica del
sexo. La ética observada no es nunca inferior a la nuestra.
En forma diferente, pero con el mismo contenido, la
educación y los valores sexuales de los escandinavos van pa-
sando de generación a generación. En Oslo se puede observar
durante el verano parques públicos donde niños de ambos
sexos menores de 12 años, completamente desnudos compar
- Una gráfica ayuda a ilustrar la tesis:
170
ten juegos, deportes y otras actividades sociales bajo la su-
pervisión de adultos.
La educación es mixta a lo largo de todos los niveles, y
la información bio-sexual sin tabúes.
Tanto en Israel como en estos países, mujeres y hombres
gozan de las mismas oportunidades y están obligados a las
mismas responsabilidades. Bien conocido es el principio eco-
nómico kibutziano: "cada uno aporta según sus capacidades
y recibe según sus necesidades".
En menor grado, pero con iguales consecuencias en la
vida sexual, normas de socialización sexual como oportunida-
des existen en los Estados Unidos.
Rusia, por su parte, con la revolución y la supresión de
la propiedad privada, logró superar la economía del sexo. El
sexo se convirtió en un acto puramente fisiológico, separado
de los demás factores. Ningun país ha mostrado en los últi-
mos cuarenta años tanta flexibilidad para corregir su legis-
lación sexual como Rusia. Desde el amor puramente libre,
igualitario y sin control, de comienzos de la revolución, hasta
la reintegración del matrimonio legal de hoy. Libertad de in-
formación, ausencia de mitos, secretos y tabúes. Sin embar-
go, el nivel moral sexual de Rusia está muy por encima de
nuestros estándares.
Paralelas a las normas anteriores, dichos países han es-
tablecido leyes y castigos fuertes para las personas compro-
metidas de alguna manera en prostitución, normas que son
aplicadas de manera efectiva. En esta forma la prostitución
no existe porque sus causas han sido conjuradas.
Estos factores corresponden exactamente a los identifi-
cados durante la investigación como responsables de la pros-
titución colombiana, y que podría reducirse a factores rela-
cionados con: 1) la conducta sexual; 2) la peyorativa situa-
ción socio-económica de la mujer; y 3) la carencia de normas
y sanciones adecuadas y efectivas para los participantes en
prostitución.
De este grupo de factores, quizá el menos importante es
el último.
Un intento de suprimir, o por lo menos disminuir el fe-
nómeno en Colombia debe necesariamente abarcar cambios
fundamentales y simultáneos en las tres áreas de factores
anotados.
171
 DIAGRAMA DE INTERACCION DE FACTORES
lores que está afectando el modo de expresión sexual del
hombre colombiano, o determinantes de la demanda sexual.
IGUALDAD DE DERECHOS Y
Los primeros valores están localizados en las institucio-
OBLIGACIONES ENTRE SEXOS. nes familiares, y los segundos en la cultura general.
AMPLIACION DE OPORTUNIDADES
PARA LA MUJER.
Las alternativas propuestas parecerán heterodoxas mu-
chas veces para líderes religiosos y para adultos socializados
por siglos en una cultura sexual que se cree la mejor, pero
II que tan errónea, perjudicial y negativa ha sido, que nuestra
MAYORES CONOCIMIENTOS CONDUCTA SEXUAL
cultura es la más desorganizada sexualmente y la de conduc-
Y MAS FLEXIBILIDAD EN FUNCIONAL. (NO ta sexual más baja comparada con otros países con mayores
CODIGO SEXUAL. PROSTITUCION). libertades sexuales•
El primer cambio debe ser una revisión total de la posi-
ción cultural negativa de la sociedad, reafirmada por la Igle-
NORMAS Y SANO ONES SEVERAS
sia, y que llena de prejuicios casi todo lo relacionado con el
Y EFECTIVAS PARA LOS PARTI- -1 sexo. Por ejemplo, el enseñar que mientras menos se hable
CIPANTES EN LA PROSTITUCION. de sexo menos ocasiones hay de pecar, pues casi todo lo re-
lacionado con él lleva al pecado, ya que en ese aspecto no
TAMBIEN SE PODRIA EXPRESAR EN FORMA DE ECUACION: hay parvedad de materia.
1
Tal actitud crea anticuerpos sicológicos sociales que lle-
2
MAYOR CONOC.
3 = o van al latino —hombre y mujer— a vivir hablando confi-
Y FLEXIBILIDAD.
IGUAL. DERECH.
Y AMPL1. OPORT.
LEYES Y NORMAS NO PROSTI- dencialmente y en forma maliciosa de la vida sexual. La
EFECTIVAS. TUCION. creación de tabúes, misterios, curiosidades sexuales propias
de nuestra cultura son fruto de tal posición, tabúes y pre-
Fácilmente se ve que los tres grupos de factores deben juicios que llevan a la desviación sexual. El sexo no debe te-
estar interrelacionados recíprocamente, como condición ne- ner misterios ni tabúes porque su existencia y función están
cesaria y puficiente para lograr la desaparición del fenóme- al mismo nivel del tacto, el oído, la lengua, el aparato diges-
no. tivo, etc.
Cualquier acción dirigida sobre un solo grupo de facto- Por otro lado, con semejantes tabúes se quiere establecer
res será inoperante. Al mismo tiempo, se establecen priorida- la fuente del pecado en objeto creado por Dios y no en el in-
des: Fundamentalmente se requieren mayores conocimientos dividuo o en la sociedad. Interpretación aberrante.
y libertad en los valores sexuales de la sociedad, luego debe El sexo es parte fundamental de la vida, y tan natural
venir la independencia femenina acompañada de mejores como el comer, el dormir, el hablar, el pensar, facultades que
oportunidades económicas y sociales, y finalmente las nor- lejos de ser secretas, deben ser objeto de estudio y de cono-
mas y sanciones más drásticas y efectivas. cimiento fundamental para todos. La cultura y la religión
A continuación se esbozan los puntos principales en cada han vuelto farisaica la conducta del hombre.
uno de los tres niveles expuestos: Consecuencialmente, el estudio de la anatomía y biolo-
a) Cambios en el código sexual cultural: gía sexual como parte fundamental del ser humano debe
tener un puesto primordial o igual a cualquier otro tipo de
La finalidad principal de los cambios sugeridos aquí es estudios y en las mismas condiciones.
lograr la desaparición de los dos tipos de factores: Primero, La rectificación de la escala de valores frente al sexo
los llamados remotos o predisponentes de la prostitución, debe sufrir modificaciones fundamentales de acuerdo con los
responsables de la iniciación de la carrera prostitucional en preceptos científicos y a pesar de las posiciones apriorísticas
la mujer, y segundo, lograr cambios, en la estructura de va- de moralistas, prejuiciados y tradicionalistas.
172
173
 La educación sexual tradicional se ha fundado en nues-
tra cultura sobre bases casi exclusivamente religiosas, tales
como:
1) Toda vista, conversación, estudio o imaginación rela-
tiva al sexo es pecaminosa o por lo menos peligrosa, anti-éti-
ca, impropia, manifestante de gusto relajado o de bajo nivel
ético de la persona, sistema éste que identifica como pecami-
noso el objeto y no la intención del individuo.
2) Se habla mucho en las clases de religión de "no exis-
tir parvedad de materia" respecto a palabras, obras o pensa-
mientos sexuales, lo que predispone a crearse una conciencia
de continua y grave ofensa a Dios, y un hondo sentido de
culpabilidad.
3) Una educación sexual sobre bases "miedo", "pecado",
"temor": el sexo como cosa "maldita", los órganos sexuales
como impúdicos, la pérdida de la virginidad física como "la
peor desgracia", etc.
4) Una educación basada en la segregación sexual, ha-
ciendo aparecer a la mujer como "fuente de pecado, tenta-
ción o causa de perdición".
5) Haciendo creer a padres de familia que mientras me-
nos sepan los jóvenes de la vida sexual, más inocentes, santos
y castos serán.
Las consecuencias negativas de dichos sistemas están a
la vista.
El hombre de nuestro ambiente al llegar a la plenitud de
su vida cree en tales enseñanzas como ideales, como teoría
irrealizable, por eso su conducta es diferente; o no cree en
tales enseñanzas y se convierte en libertino, destruyendo
todo concepto ético-social. Para otros, tales creencias son ol-
vidadas, pero nunca pueden llegar a la perfección. Ese es el
masturbador, el acomplejado, que quiere mantener una alta
moral, pero vive cayendo, cuando no es el hombre educado
bajo el influjo del miedo, que aborrece el pecado, huye de él,
pero en su huida cae. Es el hombre que lleno de tabúes y com-
plejos, vive obsesionado por el sexo, porque la sociedad no le
ha permitido conocer la anatomía y biología sexuales.
La debilidad de la mujer latina es la consecuencia del
sistema educativo. Ella vive del misterio de su propia intimi-
dad sexual, temerosa, con un falso pudor que la constriñe
ante la sociedad; frente al público parece recatada, pero en
un primer momento de intimidad con el hombre se entrega
y cae mucho más fácilmente que la mujer sajona. La sajona
174
es más racional, y por consiguiente más estable y más se-
gura de sí; la latina, más sentimental y sensible ante la me-
nor impresión.
Para otros hombres, la ignorancia y falta de educación
sexual los convierte en "Don Juanes" tratando de mostrar su
machismo a través de la coquetería frívola, sin propósitos,
sin entrega o búsqueda de algo de "valor".
Para otros hombres y mujeres, es la destrucción de su
vida física por la contaminación de venéreas y pulmonares
ylo la proliferación de hijos a quienes no pueden ni criar ni
educar.
Todavía muchos se escandalizan cuando ven juntos
"sexualidad" y "educación", como lo hicieron las generacio-
nes pasadas; hoy la educación sexual es un hecho universal.
Tanto la instrucción sexual que se dirige al conocimien-
to de lo anatómico, biológico y fisiológico del sexo, como la
que se relaciona con el comportamiento sexual del individuo,
están universalmente incluidas en los programas curricula-
res y extracurriculares de los sistemas de socialización.
La vida síquica interna —conocimiento, tendencias y
sentimiento— junto con la actividad externa son materia de
educación sexual.
La sexofobia tradicional se debió a que el sexo se veía
como objeto obsceno, y la sociedad se hacía la ilusión de de-
fender con la ignorancia la pureza de los jóvenes, lo que más
bien llevó a sus desviaciones.
Las investigaciones reportadas aquí señalan que el 98%
de las encuestadas han sido iniciadas al azar, esto es, mal ini-
ciadas en la vida sexual. La niñez y la juventud están reci-
biendo permanente información y estímulos erotizantes del
exterior: televisión, radio, prensa, revistas, amigos, etc., con-
virtiendo esta sociedad en más provocadora del sexo que
otras sociedades pasadas.
El puritanismo y la hipocresía educacional deben pasar,
y de hecho pasaron ya, a la historia. La educación sexual ba-
sada en advertencias morales, anatemas, idealizaciones fan-
tasmagóricas, logran el control sexual hasta la pubertad, pero
desencadenan anomalías sexuales en la juventud y adultez.
Preparar para el amor es preparar para la vida, para el
desarrollo pleno del hombre, y es sentar las bases para una
unión familiar estable y una sociedad funcional. La ignoran-
cia y las fallas de educación sexual solo llevan a la desvia-
175

ción del objetivo normal. La castración sicológica e imagina-
ria, como la física, solo lleva a la mutilación de la personali-
dad.
Los padres al ser interrogados por sus hijos sobre fenó-
menos sexuales sienten miedo o repugnancia de contestarles,
fruto ésto de la miope visión de sus funciones e ignorancia
crasa del asunto.
La educación sexual es tan importante, y más aún, que
la educación técnica en la vida moderna. Para demostrarlo
tenemos un ejemplo empírico: unas reflexiones sobre la sig-
nificación o insignificancia del acto sexual, ejemplo que ser-
virá para un análisis somero acerca del proceso que sigue la
sexualidad en cada individuo, proceso que debe tenerse muy
en cuenta para la educación sexual. De López Ibor, siquia-
tra, tomamos la cita:
"Dicho acto es un 'gesto' un gesto sico-fisiológico pero
gesto al fin y al cabo. ¿Y qué es un gesto? Una manera muy
visible de cómo mi 'yo' se dirige a otro. El acto sexual es un
`ademán', y por cierto, altamente 'expresivo'. No se trata de
una bestialidad sino de una personalidad —aceptemos el vo-
cablo en este significado— por cuanto quienes se expresan
son 'personas'.
"El acto sexual pasa a ser algo 'insignificante' —nada
significa— en la prostitución, por ejemplo, pues no hay un
`dirigirme a otro'; ya no es un 'gesto' en tal circunstancia
sino un coito, el 'otro' no es una persona que intenta comu-
nicarse, sino una fisiología que procura descargarse. Por el
contrario, el acto sexual personalizado —al nivel de 'la per-
sona'— es un comunicarse, muy humano y muy entero, de
dos seres personales.
"La sexualidad aparece así como aquello que se pone al
servicio del otro; sirve para romper el egoísmo. A esta luz
aparece de manera meridiana que la 'procreación' no agota
ni con mucho los fines de la sexualidad. Muchos coitos son
infecundos y no obstante no son absurdos; adquieren sentido
dentro de la dinámica de una relación personal" (34, p. 301).
Con el fin de ayudar a padres y educadores a conocer el
proceso y sentido de la sexualidad, se esboza en forma resu-
mida el esquema ofrecido por Oswald Schwarz (y reportado
por López Ibor) (34, pág. 302) :
"El recién nacido tiene la líbido por todo el cuerpo —fa-
se narcisista— y todos sus placeres y displaceres los vive en
toda la extensión de su ser.
176
"La fase oral se sitúa entre los 6 y 12 meses. El placer se
centra en los labios, en la succión.
"Aparece luego la fase anal hacia los dos años, y las sen-
saciones de placer las obtiene el pequeño defecando y rete-
niendo las heces. Entre los dos y los cuatro años el niño ex-
perimenta una ternura especial para con las personas que
trata a diario, con afectos, celos, etc.
"Alrededor de los cuatro años se sitúa en la fase fálica,
en la que el pequeño toma interés por sus genitales, con los
que manipula obteniendo así placer.
"La experiencia sucesiva del sexo que va recorriendo el
niño termina con la fase genital de los cinco a los siete años.-
Hasta aquí viene la primera etapa sexual antes de la pu
bertad.
"Con la pubertad asoma la siguiente etapa sexual y que
se manifiesta con la masturbación. Las hormonas sexuales
hipersexualizan todo el organismo. El púber al descubrirse,
por la conciencia sexual que adquiere, se repliega sobre sí
mismo sexualmente, se emboba consigo mismo —narcisismo—
y se masturba . Aún no tiene carga para salir afuera. La mas--
turbación es una forma sexual merfecta,
ip inmadura, ence
rrada en el mismo sujeto y propia de la edad púber.
"En seguida puede aparecer como una etapa, el período
de mayor proclividad a la homosexualidad, ocasionado por la
intervención de personas de alto significado afectivo. Se tra-
ta de una ternura erótica que fácilmente puede generalizarse,-
convirtiéndose en una prolongación del período de masturba
ción. Estas etapas evolutivas son corrientes.
"En seguida viene una etapa llamada generalmente `de
la prostitución' , caracterizada por el `donjuanismo' el pe-
lling norteamericano, la bestialidad en las áreas rurales. Se
manifiestan 'intensas ganas de' , sin que necesariamente se
llegue al acto.
"Don Juan es todavía un adolescente, no maduro aún, al
que su escasa virilidad no le permite amar a una mujer y se
agota en las mujeres. La penúltima antes de llegar a la total
maduración sexual es el 'queridismo' .
"La persona se asocia e identifica con alguien que tiene
nombre propio, se descubre el sentido de 'pertenencia a' una
persona. El 'queridismo' es un balbuceo amoroso, un apuntar
al amor; la fidelidad es infantil y no completa. En esta etapa
el individuo del otro sexo interesa solo parcialmente y no en
todas sus dimensiones.
177
12 - PROSTITUCION
 "Finalmente, en la evolución sexual del individuo se de-
sarrolla la etapa del 'amor pleno' .
"No es cuestión de un punto de llegada, de un lugar de
reposo, sino de un modo distinto de comenzar a vivir la sexua-
lidad. Se sospecha que son muy pocas las parejas que llegan
a esta etapa final. La falta de conocimiento y educación sexual
es el obstáculo. El que se esté casado y se cumplan los debe-
res no implica amor pleno. Una cosa es la madurez antropo-
lógica, otra la madurez sexual. La gracia obtenida a través
del sacramento del matrimonio no conlleva cambios en la
sicología sexual de los cónyuges, ni desarrolla la mudanza
humanizadora del acto sexual. Pueden ser casados dos adul-
tos y sin embargo hallarse en la etapa de la prostitución o
del queridismo. Esto explica la frecuencia de los prostíbulos
por parte de los casados. Por otra parte, se puede dar amor
pleno fuera del matrimonio, cuando éste registra incompa-
tibilidades sexuales. El amor pleno no lo experimenta la per-
sona sino otra sola a quien consagra, si le es posible, su per-
sona sexual o su fidelidad. Hallada ésta, las leyes poco valen,
y no se obtendrá sino con base en el amor, el cariño y la ex-
periencia sexual.
"El amor pleno pide una cierta mística para expresar-
se; pide el amor pleno una promesa, una entrega sin limita-
ciones, un tomarse y tomar a 'otro' en serio, una promesa
pública y comprometedora antes que todo.
"La entrega del 'yo' hacia el otro es tan completa, que
pensar en divorcio es inconcebible, sería reírse del otro, lo
que es imposible.
"El amor pleno hace desaparecer las barreras del 'yo' y
`tú' y parece que la propia identidad se desvanece en el otro;
es una situación trascendente, donde se vive más el ser para
otro que el ser para sí.
"La amistad, la ternura y la sexualidad son los tres pi-
lares del amor pleno o madurez sexual, donde desaparece el
objeto sexual para aparecer el fin sexual.
"La descripción anterior se ha hecho con el fin de evitar
el riesgo de que niños y niñas avancen hacia la sexualidad
adulta sin habérseles dado información y educación cientí-
fica, adecuada y suficiente para evitarles traumas y desvia-
ciones perjudiciales".
La ruptura de los tabúes, prejuicios y tradiciones nega-
tivas, causantes de problemas sexual-sociales, logrando una
educación sexual positiva a la sociedad y de modo especial a
178
las instituciones respectivas, debe embarcarse en campañas
efectivas de educación sexual en todas las dimensiones so-
ciales. Algunas de tales campañas podrían ser:
1) La institucionalización de la coeducación en forma
obligatoria y a lo largo de todo el período educativo, desde el
pre-kinder hasta la universidad. Ese acercamiento disminui-
rá la malicia sexual.
2) La entrega de información y conocimientos de la
anatomía y biología sexuales de ambos sexos, y a ambos
sexos, aunque en forma metodológica, pero antes de que los
jóvenes lleguen a la pubertad y por consiguiente antes de
que éstos despierten a la vida sexual llenos de ignorancia y
tabúes, que los llevan a la perversidad por la curiosidad.
En esta forma, en el período de la inocencia obtendrán
los conocimientos científicos sexuales en una forma neutra
e igualmente inocente, capacitándolos para recibir las pri-
meras orientaciones de educación sexual al despertar a la
adolescencia.
3) El establecimiento de la educación sexual intracurri-
cular para los educandos desde los últimos años de la escue-
la primaria, secundaria y superior. En la primaria, con én-
fasis en los aspectos fisiológicos del sexo. En la secundaria
y superior, en forma progresiva se enfatizará sobre las di-
mensiones sicológicas, sociales, sanitarias de la función y
ejercicio del sexo, tales como: la función del sexo en la per-
sonalidad, relaciones prematrimoniales y matrimoniales, éti-
ca natural y religiosa del sexo, enfermedades venéreas, pla-
nificación familiar, métodos anticonceptivos, responsabilidad
religiosa y moral frente a los hijos, responsabilidad social en
la vida sexual, sexo y normas legales, etc., etc.
Clarificar el concepto de la virginidad es importante. La
distinción entre virginidad anatómica y moral ayudará al
hombre a discernir que aquella muy poco o nada tiene que
ver con la fidelidad ansiada por el hombre- La fidelidad es
función del amor y la satisfacción sexual, y la virginidad fí-
sica nada tiene que ver con esto.
Tales informaciones podrían crear desajustes en el perío-
do de transición, desajustes normales debido -a la falta de pro-
fesores capacitados, pero nunca superiores a los males pre-
sentes.
Sin embargo, los resultados en las generaciones venide-
ras serán altamente positivos: católicos convencidos, con base
en conocimientos suficientes, y ciudadanos más responsables
sexualmente frente a la sociedad y a sí mismos.
179
1'
La ignorancia ha sido fuente de irresponsabilidad. Sico-
lógicamente es sabido que la ignorancia sexual lleva a la ob-
sesión sexual. Conducta ésta observada en la cultura latina.
La información sexual en la forma expuesta producirá efec-
tos contrarios. La ignorancia en que se mantiene a los niños
y jóvenes so pretexto de conservar la "inocencia" es un error
pedagógico y moral.
La información y educación sexual ordenadas y científi-
camente dadas a lo largo de la niñez y de la juventud condu-
cirán a la etapa final del amor pleno, de la unión del elemento
físico y del elemento emocional de la sexualidad, en la unión
personal y mutua entrega de la unión única y estable.
Y no se diga que una amplia información sexológica
lleva a la inmoralidad social, como en nuestro ambiente se
sindica a países de mayor libertad sexual. La educación sexual
no implica necesariamente una baja en el número de rela-
ciones sexuales a lo largo de la vida del individuo, sino la re-
moción de los traumas sito-sociales que el mal uso de las re-
laciones sexuales conlleva. Tampoco la libertad sexual (ame-
ricana, sajona, rusa, etc.) es sinónimo de prostitución. ¡No!
Las relaciones sexuales dentro del marco de libertad
sexual se realizan: 1) por amistad personal; 2) no hay dinero
"per se" envuelto; 3) se puede realizar con distintas personas
pero en forma espaciada (semanalmente y no en una sola
noche 5 ó 10 tipos) ; 4) No se vive de tales relaciones sexuales;
y 5) se usan defensas contra implicaciones sociales y sani-
tarias.
4) La educación sexual prematrimonial y postmatrimonial
debe ser objeto de cambio, ya que por lo menos la mitad de
la clientela de la prostituta la constituyen hombres casados,
y una buena porción de prostitutas son casadas. Los motivos:
insatisfacción, incompatibilidad sexual, etc., problemas de
desajuste sexual entre esposos, provenientes de ignorancia
biológica del sexo y sus repercusiones en la realización de los
actos conyugales, y consecuencialmente en la estabilidad y
fidelidad matrimoniales.
En otro lugar se comenta el concepto de biólogos y si-
quiatras sobre la baja calidad de los actos sexuales del latino,
comparados con la del sajón. Aquél tiende a saciarse biológi-
camente, éste busca la satisfacción biológica y espiritual.
El nivel de entrega del "yo" al "otro" en el latino es muy
bajo; es muy egoísta, busca "mi placer", no la felicidad de
"nosotros", como la busca la cultura sajona.
180
El latino en cierta forma es indiferente al acto sexual con
su esposa o con una prostituta, y eso lo lleva a la infidelidad;
el sajón es más fiel, y sus actos sexuales tienen un sentido
más elevado, de mayor intensidad con la esposa que con otra
mujer. El latino está obsesionado por el sexo: cuadros de des-
nudos, conversaciones en cafés, lecturas obscenas, deleitán-
dose en las formas de toda mujer que pasa, tratando de mirar
piernas y sexo en buses, oficinas, reuniones sociales, etc. En
tales descargas continuas disminuye la intensidad del acto
sexual con su mujer o con cualquiera.
El hombre latino común no concibe el placer sexual en su
mujer. El placer en la mujer es tenido como signo de mujer
"mala", "peligrosa" o "infiel", lo que impide que el hombre sa-
tisfaga a su esposa exponiéndola a la infidelidad, prostitución,
separación matrimonial por "incompatibilidad sexual".
Todos estos factores hacen que el hombre de nuestro am-
biente busque la dispersión sexual, frívola, disociante y trau-
mática para la sociedad como es la prostitución, al mismo
tiempo que arroja a mujeres insatisfechas sexual, social y si-
cológicamente al vicio nefando.
Una campaña de información y educación sexual para
casados o próximos a contraer matrimonio es fundamental
como preventivo de la prostitución.
Esa vida sexual, de consuno, frívola, de extensión más
que de intensidad, propia del matrimonio colombiano o latino,
debe sufrir un cambio para lograr una mayor fidelidad y es-
tabilidad conyugales, lo que prevendrá el patrocinio de la pros-
titución.
El sexo en general y de modo especial el acto sexual debe
significar algo sublime, profundo, romántico e intenso en su
placer para que pueda convertirse en catalizador de volunta-
des y exclusión de otras experiencias. Si la comida del hogar
es la mejor, ninguno sentirá la tentación de perderla. Si en
el hogar hay buen ambiente para el esposo, éste pocos deseos
tendrá dé visitar el ajeno.
Pocos esposos en nuestro medio conocen a fondo funcio-
nes tan vitales para la felicidad individual y recíproca como
la que juega el orgasmo en el acto sexual. Veamos lo que dice
un profesor de siquiatría:
"En realidad, la razón de que se desee llegar al orgasmo
simultáneo está en un hecho psicodinámico y no en un hecho
biológico o técnico del arte de amar El fundamento del orgas-
181
mo simultáneo estriba en que el acto sexual globalmente con-
siderado, y especialmente el coito, son básicamente un acto
dual, recíproco y social. Por lo tanto, exige, por definición
casi, la íntima cooperación de los dos cónyuges.
"El coito no es en absoluto la satisfacción de una necesi-
dad instintiva y genital (esto lo será en todo caso la mastur-
bación) ; es fundamentalmente un acto esencial de relación
interhumana. En cuanto acto social, es el coito un intercam-
bio interpersonal de tensiones emocionales. Suscita, por lo
tanto, un contagio recíproco y exige una sincronización emo-
cional y afectiva. Inclusive, esta sincronización del orgasmo
simultáneo tiene una explicación más allá de la sicología...
"El orgasmo simultáneo es como la sístole de 'nosotros'
que forman los dos cónyuges en el clímax de su actividad
sexual. Esto tiene honda antropología y metafísica: En esta
fase de su relación sexual se han borrado las barreras entre
el 'yo' y el 'tú' y solo vive el 'nosotros', poniéndose cada uno
fuera de sí, o también abarcándose de un modo recíproco en
su totalidad interhumana. Los cónyuges desean este tipo de
orgasmo, a través del cual sentirán en su propia carne, como
fiel resonancia de la mutua donación de sí mismos, la pleni-
tud, hacia la cual el hombre no puede menos de dirigir sus
pasos mientras camine por este mundo-
"El orgasmo simultáneo está muy lejos del juego erótico,
pues en realidad como síntesis y meta de la vida, es algo muy
importante, como todo lo que es raíz y fundamento de la na-
turaleza humana". (34, pp. 146-148).
Esta es la meta del amor pleno de que se habló antes, fruto
de la trilogía: amor, ternura y sensualidad, el que un mínimo
porcentaje de matrimonios ha logrado en el ambiente nues-
tro, carente de información y educación sexual. Si se hubiera
logrado, ínfimo sería el porcentaje de infidelidades y pequeño
el número de hombres y mujeres casados que frecuentan la
vida de prostitución.
La vida sexual de la mayoría de nuestros esposos es frí-
vola, puramente biológica, unilateral, egoísta; por eso busca
el hombre a la ramera: porque no encuentra diferencia. Para
que el matrimonio llegue a esa cima, se le debe informar, ins-
truir y educar, aunque resulte paradójico, en la biología y
técnicas del acto sexual, su sentido psíquico, social y espi-
ritual.
¿Qué se aspira con la educación sexual? Que la sociedad
se civilice en el hondo sentido de la vida sexual, que hombres
y mujeres superen los tabúes en tan importante aspecto de la
182
vida humana; que sea más racional en relación con el fenó-
meno sexo, se responsabilice frente a su actividad y separe
el sexo de los aspectos económicos, encauzándolo hacia el be-
neficio de los individuos y de la sociedad.
El gran problema radica en la incapacidad de la misma
sociedad para cumplir esta misión. Los mismos tabúes han
impedido la capacitación de personal idóneo: la estructura-
ción ideológica de programas, la escogencia de la metodolo-
gía; la capacitación de personal idóneo, es un problema y una
limitación inquietante y debe ser la función de instituciones
especializadas. Porque, ¿está el médico colombiano capacita-
do para educar en esa área? ¿Lo está la trabajadora social?
¿Lo estará el siquiatra, el sacerdote, el maestro? Hay sospe-
chas negativas- Pero se debe comenzar, y alguna institución
científica habrá de responsabilizarse de los estudios, progra-
mación y ejecución.
Los valores culturales identificados como responsables de
estimular la disfuncional demanda sexual, tales como la pe-
dofilia, la himenofilia, el machismo, la doble moral, la poligi-
nia, así como los factores familiares de la himenolatría, la ig-
norancia sexual ylo la carencia de normas en el sector ne-
groide, están profundamente internacionalizados a través de
la socialización familiar e indoctrinamiento de las institucio-
nes, y no podrán ser removidos sino mediante campañas de
reeducación intensas y a través de todos los medios posibles
en forma científica y planeada para contrarrestar la masiva
información sexual desviada que toda la población está reci-
biendo a través de la comunicación de masas.
Niños, jóvenes y adultos de ambos sexos, solteros y casa-
dos, necesitan esta educación. Los padres de familia deben ser
instruidos debidamente, tanto para su propio provecho como
para que sean los primeros educadores de sus hijos. Parro-
quias, hospitales, centros de higiene y de salud, clínicas, co-
legios y escuelas, y todas las instituciones de interés especial,
deberán convertirse en agentes de educación sexual, mediante
clases regulares, conferencias, seminarios, películas, divulga-
ción bibliotecaria, etc.
Solo así se podrá librar a la sociedad de traumas nefan-
dos, y preparar dentro de una responsabilidad consciente y
libremente aceptada, a la juventud para las desmedidas li-
bertades sexuales que se están difundiendo en el mundo.
Finalmente, podría decirse que la educación sexual en-
vuelve una política constante y universal o a largo plazo;
183
 ha privado a la sociedad de ideas, inteligencia y actividades
altamente beneficiosas. El cerebro humano no tiene sexo. To-
do esto al amparo y bajo el amparo de las instituciones ecle-
siásticas!
Hoy ante el macabro hecho de más de 150.000 prostitutas
y 240.000 hijos de ellas, la Iglesia como el Estado deben darse
un "mea culpa" y cambiar sus actitudes y acciones frente a
este fenómeno. Si Cristo no solo defendió sino que ayudó a la
mujer pecadora, ¿la Iglesia de hoy querrá ser más santa que
El?
¿Y qué está haciendo el poder público por la reivindica-
ción de la mujer colombiana?
Es paradójico el hecho de que se necesitara una mano
fuerte para reconocerles el derecho al voto en 1954, contra
las actitudes negativas de los influyentes "padres de la pa-
tria".
Vino el voto, ¿y qué? Por una parte solo se les ha querido
organizar con fines electoreros, por otra, muy poca oportuni-
dad representativa se les ha otorgado en los cuerpos colegia-
dos (entre 204 representantes hay 7 y de 108 senadores hay 3),
donde podría influirse para un cambio en su favor; por otro
lado, los intentos realizados por las representantes de la mu-
jer, para combatir las desigualdades o discriminaciones con
base en el sexo, han sido silenciados por la gran prensa o por
los grupos de presión (2). Los movimientos feministas aún
son muy débiles para lograr la abolición de la situación escla-
vizante femenina colombiana. La suerte reivindicatoria de la
mujer está en manos de la misma mujer: son mayoría en el
país; las clases privilegiadas femeninas no pueden declinar
las obligaciones anexas a sus privilegios económicos, educa-
cionales y políticos.
Cadl mujer debe sentirse líder, cooperando a su alcance,
en la estructuración de esquemas ideológicos, programas de
acción, cuadros de ejecución y campañas de concientización
femenina, a lo largo y ancho de la nación. ¿Dónde están las
egresadas de la Universidad? ¿Qué están haciendo las jueces,
las abogadas, las economistas, las sociólogas, las visitadoras
sociales, las profesoras, etc.? ¿Cuándo habrá unidad de este
material humano —unión en el comando— rebeldía ideológica
e impacto en la acción?
b) Dentro de la nivelación de derechos y elevación de
oportunidades para la mujer, no pueden olvidarse aquellos de
orden socio-económico. La investigación demostró que las ne-
186
cesidades económicas determinan en una gran mayoría la
entrada de las jóvenes a la prostitución.
La gran mayoría de prostitutas son iletradas o de baja
literacidad, impreparadas para desempeñar un oficio produc-
tivo; en su mayoría son campesinas pobres, obreras pobres,
sirvientas, hijas de obreros, esto es, mujeres de mínimas opor-
tunidades de ascenso social y de limitados recursos econó-
micos.
La desaparición de vallas tan profundas y de barreras
tan fuertes no podrá superarse en nuestra sociedad sino me-
diante una revolución. La llamada "democracia" actual gas-
tará 50 años para erradicar la miseria y la pobreza de los 13
millones de personas de los campos y barrios marginados.
Solo un cambio rápido• drástico, simultáneo e intercorrelacio-
nado de las estructuras sociales podría erradicar los obstácu-
los del ascenso social y la aguda pirámide estratificadora de
los beneficios sociales.
Frente al caso de la prostitución, por lo menos para los
segmentos de la población más expuestos, deberán recibir
atención inmediata, en términos de:
Más y mejores programas de educación, orientados hacia
la capacitación, para los barrios pobres y para las áreas rura-
les más expuestas a la migración.
Localización de industrias rurales, a la par que elevación
del nivel de vida campesina para evitar migración de jóvenes.
Mejor educación agraria para la mujer, a fin de que pueda
obtener una renta más satisfactoria.
Establecimiento de bolsas de empleo y de residencias
económicas para niñas sin padres, o emigradas del campo,
ojalá en llave con los centros de capacitación industrial.
Mejoramiento de viviendas en campos y barrios pobres
para evitar el hacinamiento, causa de iniciación sexual.
Elevación y nivelación de sueldos para hombres y muje-
res en los mismos oficios.
Intensificación del servicio social y de mejoradoras de
hogar para fábricas, barrios pobres y áreas rurales.
Ampliación de fuentes de empleo para absorber la mano
de obra femenina.
Un caso más concreto: el servicio doméstico se seguirá ne-
cesitando. Cada día más mujeres abandonan el hogar para
entrar a la fuerza del trabajo. Cada día más familias se van
desintegrando y sus miembros independizándose. Estos fac-
187
 tores hacen que un nuevo tipo de trabajo, continuo o por
horas y muchas veces especializado, se esté necesitando. La
joven sirvienta tradicional deberá prepararse para estas
nuevas funciones.
Instituciones encargadas de prestar este entrenamiento
deberán ser organizadas. Hoy se necesita una joven entrena-
da a nivel regular en dietética, enfermería, puericultura,
economía doméstica, etc., funciones que deben realizarse
mientras la madre de familia trabaja en la oficina. Esto ele-
varía el nivel social y técnico del nuevo servicio doméstico y
consiguientemente su status económico.
La reglamentación del servicio doméstico es una necesi-
dad para elevar su condición: el 'establecimiento de contrato
de trabajo, sus condiciones y horario, sueldo, etc., son ape-
nas partes de la reivindicación de este gremio sufrido y
abandonado al despotismo de las amas de casa, a la "cari-
dad" de una buena 'señora, cuando no al basurero sexual de
patrones, hijos, policías y choferes.
Lo mismo podría hacerse con otros gremios femeninos
pobres.
Instituciones y personas han venido trabajando con
buena voluntad en los terminales de buses y trenes, tratan-
do de ayudar a las jóvenes recién llegadas a las capitales.
Sin embargo, el remplazo al proxenetismo en todas sus ra-
mas debe ser organizado de modo especial en las ciudades de
mayor atracción, a través del DAS.
Ita madre soltera, otra fuente de prostitución, debe ser
protegida. La ley sobre paternidad responsable merece una
campaña de divulgación a nivel nacional y una aplicación
ejemplarizante para que no se convierta en lo que llegan a
ser todas nuestras leyes: letra muerta.
2) Medidas de rehabilitación. La abolición de la pros-
titución encierra medidas preventivas, como las campañas
de educación sexual, la nivelación de derechos en ambos
sexos, la ampliación de las oportunidades para los grupos
femeninos más deprimidos económicamente, pero también la
rehabilitación de las jóvenes actualmente dentro del fenó-
meno•
Las investigaciones han demostrado que tan solo un
bajo porcentaje de prostitutas entrevistadas prefería perma-
necer en ese oficio. Ellas serán las ninfómanas o prostitutas
de origen sico-biológico. Las investigaciones se han realiza-
do más entre estratos bajos. Las prostitutas de niveles socio-
188
culturales más altos es muy posible que acusen, en un por-
centaje superior, características de este tipo. Desde el punto
de vista sico- patológico, el tratamiento de este fenotipo es
función del siquiatra, ginecólogo, sicólogo ylo trabajador so-
cial, a nivel individual.
A la prostituta de cultura superior e ingresos altos es
muy difícil rehabilitarla porque fuera de la prostitución, im-
probablemente encontrará un oficio tan remunerativo. Hay
mujeres de este ambiente que pueden ganarse hasta $ 20.000
mensuales, entre dinero efectivo y especies, etc. ¿En qué otra
posición lograría sueldo y comodidades similares?
Para las prostitutas de clases bajas y no ninfómanas,
las posibilidades de recuperación social y económica serán
más fácilmente obtenibles•
Socialmente frustradas, con percepción de bajo status,
conscientes de su ostracismo social, pero con altas aspira-
ciones de ascenso y motivadas por un cambio de ocupación,
las posibilidades de cambio por parte de ellas son altamente
positivas; lo importante es que la sociedad responda genero-
samente a dichas expectaciones.
Según la evidencia arrojada por las investigaciones, hay
un deseo de cambio de ocupación, con preferencia hacia la
rama industrial o a la capacitación para el comercio, ambi-
ción de entrenamiento especial y cierta tendencia de migra-
ción a otras ciudades para integrarse a las fuerzas de tra-
bajo, garantizando el anonimato de su previa ocupación. Es-
ta información sugiere que:
1. Mientras más rápidos, numerosos y adecuados siste-
mas de rehabilitación (capacitación para el trabajo) se
ofrezcan, más prontamente la mayoría de las hoy rameras
serían obreras, empleadas, jefes de hogar o empleadas cali-
ficadas del servicio doméstico, etc. Esto es, serían producto-
ras y no consumidoras.
2. La institucionalización de sistemas de capacitación y
entrenamiento deberá contemplar:
a) La identificación, coordinación y10 fusión de todos
los centros existentes del país, oficiales y privados, dedicados
en alguna forma a la ayuda de mujeres caídas. La prolifera-
ción de institutos (solo en Bogotá se pueden identificar al-
rededor de 400 dedicados a la asistencia social general) or-
ganizados con visión parroquialística, conlleva ineficacia y
altos costos. La integración subsanará en parte tales carac-
terísticas•
189

b) Niveles académicos distintos, desde programas para
analfabetas hasta bachilleres.
c) Diferenciación en el tipo de entrenamiento, acomo-
dándolo a las aspiraciones y motivaciones sito-sociales de las
entrenadas.
d) Ubicación de los centros de entrenamiento en luga-
res estratégicos. Dentro o cerca de las zonas de mayor inci-
dencia de prostitución, para facilitar a las muchachas la
asistencia a los centros de docencia de día, y de noche a su
oficio ylo cuidar de sus hijos, de modo que la readaptación
sea más gradual.
I; e) Establecimiento de sistemas migratorios para las
prostitutas después o antes de su entrenamiento, para ga-
rantizar su anonimato.
f) Localización de fuentes de trabajo para mujeres ya
entrenadas. Las bolsas de empleo jugarán un papel muy im-
portante.
g) Institucionalizar sistemas de protección a los niños
hijos de las entrenadas, período crítico para ellos•
h) En muchos casos no habrá necesidad de crear nue-
vas instituciones: las ya existentes, como el Sena, los llama-
dos reformatorios, las casas de protección de madres solte-
ras, las instituciones de beneficencia, las casas ya existentes
para la recuperación de mujeres delincuentes o prostitutas,
podrían, con reformas, ser fuentes de ayuda invaluable.
i) Estos programas deberán cobijar las ciudades y áreas
más álgidas de la nación, en forma coordinada y relacionada
con instituciones interesadas en el problema, tales como las
universidades, la Iglesia, las entidades encargadas de pro-
tección infantil, salud y educación de la comunidad.
c) Normas y sanciones apropiadas
Aunque en nuestro sistema de organización social las
normas legales no afectan extraordinariamente, sin embar-
go, los instrumentos legales pueden ayudar en un momento
dado a la prevención y control del fenómeno, y eventual-
mente a su erradicación.
El análisis sobre la relación entre sistemas legales fren-
te a la prostitución y la desaparición de ésta, demostró que
no hay una alta correlación entre sistemas legales y aboli-
ción de hecho del fenómeno. Si bien_ la mayoría de los países
donde la prostitución no existe, tienen la tendencia a ser le-
galmente abolicionistas, por otro lado la mayoría de los paí-
190
ses abolicionistas no han logrado en muchos años hacer de-
saparecer el fenómeno. Antes se nota aumento en varios de
ellos. Así, la desaparición de la prostitución es más función
de la igualdad de oportunidades y elasticidad de éstas para
ambos sexos, que de preceptos legales sobre la prostitución.
Sin embargo, nuestra sociedad debe legislar en alguna
forma sobre la prostitución.
De los tres métodos más comunes: el abolicionismo, el
prohibicionismo y la tolerancia reglamentada, el primero, sin
ser el más efectivo, es el más aceptado universalmente y qui-
zá la fórmula teórica que expresa el ideal de las sociedades.
Como se vio, la mayor parte de las entidades y personas
interesadas en lograr una legislación más severa sobre la
prostitución, han sido partidarias del abolicionismo para
toda la República (casi todas son idealistas, pues por una
parte han hecho sus propuestas a priori, sin base científica,
y por otra, han sido directamente influidos por las teorías-
francesas, sin un estudio comparativo de las estructuras so
ciales de ambas culturas) .
En cuanto a los dos últimos sistemas, han sido igual-
mente usados en el mundo. En Colombia ha predominado la
tolerancia reglamentada.
Con base en el conocimiento de las estructuras colom-
bianas, tan propicias a la proliferación del fenómeno, en la
inoperancia de nuestras leyes en cumplir su cometido, y en
el convencimiento de que la abolición de la prostitución no
está directamente en éste o aquél tipo de leyes sino en el
cambio radical, simultáneo y rápido de las estructuras de
desigualdad sicológica, social, cultural y económica, ningún
sistema legal específico sobre prostitución será recomenda-
ble como el más eficaz.
Por otra parte es evidente la pluralidad de sub-culturas
en Colombia frente a la conducta sexual, y el relativismo
cultural o diferenciación de relación entre grupos y hechos
sexuales.
Virginia de Pineda (48) ilustra esta afirmación al ana-
lizar los complejos culturales: andino o americano, santan-
dereano o neo-hispánico, negroide o litoral fluvio-minero y
antioquerio.
Este pluralismo y relativismo cultural tiene efectos di-
ferentes sobre la prostitución, como se observa por la dife-
rencia en la aparición y caracterización del fenómeno en las
diferentes sub-culturas nacionales. Una legislación general,
191
 de cualquier tipo, desconociendo estas diferenciaciones cul-
turales, no es aconsejable por lo inoperante.
Más funcional podrá ser el establecimiento de leyes: 1)
Que tengan en cuenta el grado de culpabilidad de las dife-
rentes personas y sistemas que hacen posible la prostitución;
y 2) El grado de complicidad de la prostitución en cada área
o sub-cultura del país.
En el primer caso: el proxenetismo es el más culpable.
El hombre que usa la prostitución es más culpable que la
mujer.
En el segundo caso, la prostitución es más aguda y com-
pleja en ciudades capitales, luego en ciudades medianas, y
poca (a veces nula) en poblaciones pequeñas y áreas rura-
les. Más en los complejos culturales de tendencia antioqueña
que en otros.
Con esto en la mente, se podría legislar dentro de un
énfasis abolicionista para el proxenetismo y la demanda
sexual, como factores más responsables; y en cuanto a áreas,
aplicar el abolicionismo en aquellas regiones donde es más
fácil impedir la prostitución o controlarla, como son las pe-
queñas ciudades, poblaciones y áreas rurales.
En las ciudades grandes: Bogotá, Medellín, Cali, Mani-
zales, Pereira, Armenia etc., el abolicionismo sería por ahora
muy difícil de realizar si no se identifica plenamente el nú-
mero de prostitutas, y mediante un proceso de capacitación,
se van readaptando poco a poco. En el complejo antioqueño,
además, será muy difícil disminuir la prostitución si la cam-
paña no va acompañada de un relajamiento en los conceptos
de "virginidad", fomento del matrimonio temprano y con-
trol de la poliginia cultural.
Una legislación general cuya meta sea lograr lo más
pronto la abolición del problema, pero con flexibilidad para
el análisis y tratamiento de cada caso, será más real y por
consiguiente más efectiva. Esto implica la creación tempo-
ral de un Comité de estudio del fenómeno a nivel nacional,
que recomiende acción más concreta para cada caso y as-
pecto del fenómeno. Tentativamente se podría sugerir una
legislación del sentido siguiente:
1. El proxenetismo. Todo el peso de la ley debe recaer
sobre el proxenetismo, celestinaje, seducción, trata de blan-
cas, etc. Todo este tipo de proxenetismo debe ser convertido
en crimen de primera categoría. Las penas deben ser lo más
fuerte de la cárcel hasta la confiscación de los bienes obte-
192
1
nidos por el ejercicio del oficio, de acuerdo con la edad del
explotado y la magnitud del negocio. No es admisible que
una mujer tenga en Bogotá diez casas de prostitución y re-
caude millones por este concepto. Castigos debe haber tam-
bién para quien arriende un inmueble a sabiendas de que
va a ser usado con este fin. Cualquier persona y cualquier
autoridad deberá denunciar todo tipo de proxenetismo que
observe.
2. Control de cantinas y cabarets, etc. La libertad que
tiene cualquier persona, hombre o mujer, de establecer una
cantina cuando, como y donde quiere, mantenerla en servi-
cio las 24 horas, si le place, reclutar el personal de servicio
que le parezca, es un factor determinante de la prostitución-
El proxenetismo, la pérdida de niñas, el aumento de crí-
menes, la explotación humana, etc., crece y se propaga bajo
el nombre de la democracia y de la ley. Muchas veces los
acuerdos municipales están hechos para estimular estos fe-
nómenos. Un mínimo impuesto a cabarets en Barrancaber-
meja por funcionar después de la medianoche, estimula la
explotación humana, la proliferación de tales establecimien-
tos y el engorde fiscal. ¿Esto es libertad, democracia?
i Las 67.000 cantinas que la Policía acaba de denunciar
en Colombia son una vergüenza en nombre de la libertad!
El hecho de que el 87% de estos establecimientos funcione
sin licencia es una falla incalificable de la ley.
Es bien sabido que un alto porcentaje de tales estableci-
mientos funcionan las 24 horas del día, o hasta bien entra-
da la mañana, sobre todo en climas cálidos. ¿Es esto ético
o siquiera tolerable en un país pobre, desmoralizado?
Los países desarrollados mantienen un fuerte control
en este ramo, y los países socialistas han logrado acabar con
el sistema de cantinas; pero nuestros gobernantes lo fomen-
tan porque directa o indirectamente las pingües ganancias
fluyen hacia su bolsillo.
Si honestamente se pretende disminuir la prostitución,
el sistema de funcionamiento de cantinas debe sufrir serias
modificaciones:
a) No puede funcionar cantina sin licencia.
b) Las cantinas, bares, clubes, etc., deben ser clasifica-
dos.
c) En ellos no se debe admitir empleados menores de
18 años.
d) Se debe reducir el número de estos establecimien-
tos.
193
13 - PROST1TUCION

e) Se debe limitar el número de tragos o de botellas de
cerveza que a cada cliente puede vender la cantina.
f) El cierre de cierto tipo de cantinas debe coincidir
1 con el de las oficinas; otras quizá pueden cerrar a las 10 y
otras a las 12, hora final de funcionamiento.
Solo con un control estricto de estos establecimientos
podrán disminuírse el alcoholismo, la prostitución y otros
crímenes.
3. En cuanto a la demanda: Quien busca y paga la
prostitución es autor y patrocinador de ella. Con su irres-
ponsabilidad es el más responsable. La legislación debe con-
siderar dos cosas: primero, el relajamiento de las normas se-
xuales modales o ideales tradicionales, y segundo, fuertes pe-
nas a la infidelidad y al uso consuetudinario de la prostitu-
ción.
El primer aspecto incluirá el establecimiento del ma-
trimonio civil y el divorcio civil. Esta medida, lejos de llevar
a la corrupción, como teóricamente se afirma, llevará a la
fidelidad sexual. Los esposos con incompatibilidades podrán
separarse y volver a casarse, evitando la infidelidad, la poli-
ginia de hecho, y por tanto, el fomento de la prostitución.
Nadie puede violentar la conciencia de otro e imponerle un
sistema de vida. El matrimonio civil debe existir en forma
normal para aquellos que no quieren el religioso. Para la
moral pública es mejor una unión legal estable que un matri-
monio católico desgraciado que fomenta la poliginia de he-
cho, la prostitución y el abandono de mujer e hijos.
Habiendo libertad matrimonial, la infidelidad, el uso de
la prostitución por parte del hombre, la irresponsabilidad pa-
ternal, etc., serán más controlables, punibles y consecuen-
cialmente avorables al incremento de la moral social.
Esta será una forma más efectiva de control social. La
esposa e hijos podrán ser más efectivos en el control del hom-
bre que frecuenta el prostíbulo, que la misma sociedad.
4. Enfermedades venéreas. Su prevención y control de-
berá incluir tratamiento gratis a través de sistemas fácil-
mente accesibles, pero bajo la obligación de dar secreta in-
formación de la persona contaminadora, y castigo para el
enfermo que trate de autodiagnosticarse o demorar su tra-
tamiento.
5. La prostituta. La mujer sorprendida o identificada
como prostituta deberá presentarse ante una oficina de re-
cuperación, encargada de estudiar el caso. Personal técnico
examinará la vida de la comprometida, tratará de investigar
194
si la acusada es prostituta ninfómana o sito-biológica, en
cuyo caso la enviará obligatoriamente a recibir tratamiento de
del siquiatra o el ginecólogo. Si la prostituta
del
origen social, obligatoriamente deberá recibir entrenamiento
para su recuperación social.
Si rehusare recibir entrenamiento, se le aplicará casti-
go: deportación a otro pueblo o arresto por determinado pe-
ríodo.Las sanciones punitivas deben ser fuertes Si se trata
de adultas renuentes a la recuperación.
¿Las normas anteriores, referentes al control pre-prosti-
eno
tutas, sí podrán ser efectivas en ciudades donde el fenóm áreas
es protuberante pero difuso, a lo largo y ancho de las
metropolitanas?
Es bastante dudoso. En tales circunstancias, un sistema
prohibicionista o reglamentarista podría dar mejores resul-
tados como técnica para lograr un poco más tarde su abo-
lición.
Esto no implicaría la aceptación de la prostitución, sino
que la reglamentación sería vista como metodología para lo-
grar la completa identificación del fenómeno y sus caracte-
de
rísticas, a efecto de poder establecer mejores controles des-
oferta, demanda y proxenetismo, facilitando así un poco
pués la aplicación de las leyes abolicionistas generales con
mayor rigor y eficacia.
La presentación de una ley al Congreso o a las uí asam-
bleas necesitaría una elaboración más detallada. Aq solo
se han insinuado las características más salientes de una
posible legislación sobre este fenómeno de desviación sexual.
se debe advertir que
Para concluir este Capítulo VII,
su propósito fue el de establecer sugerencias de cambio ten-
dientes a la erradicación de la prostitución.
Los cambios deben realizarse en el código de conducta
sexual tradicional y en las estructuras sociales para lograr
la reivindicación social y económica de la mujer, con miras
a colocarla en igualdad de condiciones con el varón, y final-
mente, en las normas legales que rigen la prostitución.
Cambios en uno solo de los aspectos anteriores muy poco
contribuirán a la abolición de la prostitución; únicamente
cambios simultáneos y radicales en los tres niveles analiza-
dos, serán efectivos.
d) Sugerencias para Puerto Berrío
En relación con Puerto Berrío, dos tipos de remedios se
sugieren: uno de control y otro de prevención.
195
1) Proyectos de control:
Para hacer efectivo un control sobre el complejo fenó-
meno de la prostitución, es indispensable la inmediata reubi-
cación de la llamada zona de tolerancia.
Como se vio, esta zona está localizada en el mismo co-
razón de la ciudad, permitiendo su integración con todos los
demás aspectos de la sociedad. La prostitución es perfecta-
mente aceptada aunque con status bajo, y la prostituta par-
ticipa de la actividad común de la sociedad en tal forma,
que ella está presente en todas partes, y toda la sociedad li-
bre u obligatoriamente, cruza la zona de tolerancia.
La creación de un barrio especial, a una distancia pru-
dencial del centro de la ciudad, en la zona sur-occidental,
será el primer paso, y paso fundamental en la lucha por la
erradicación de esta enfermedad social.
Esta medida corresponde a una necesidad sentida por
la comunidad. Ella permitirá la identificación y control de
los lugares y mujeres entregados a la prostitución; por otra
parte, se pone cierta restricción a la demanda sexual, ya que
no todos los hombres podrán hacer un viaje especial a las
zonas de tolerancia y, finalmente, la realización del fenóme-
no no será accesible a los sectores no interesados, ni a los
niños ni jóvenes que obligatoriamente viven en el barrio o
en sus inmediaciones.
No se puede olvidar que el traslado del barrio de tole-
rancia del centro de la ciudad a un barrio más distante es-
tará entorpecido por la acción política de las personas vincu-
ladas al negocio.
Se estableció que el 90% de las cantinas pertenecen a
propietarios sin poder político en la comunidad; sin embar-
go, las 'roscas electoreras de los propietarios con jefes políti-
cos convierten a los propietarios en un grupo muy fuerte de
presión municipal. Se recordará que el número de cantinas
puede llegar a 500, equivalente a casi otros tantos propieta-
rios.
Al parecer, solo hay tres personas con influencia, tanto
frente a la comunidad como al grupo de cantineros. Su in-
fluencia proviene de que fuera de las cantinas tienen otros
negocios de importancia. De esos personajes se identificaron
dos, quienes rotundamente se oponen a cualquier política so-
bre cantinas.
También hay ciertos vínculos sentimentales entre hom-
bres de cierto prestigio comunitario y ciertas prostitutas que
pudieran llamarse de prestigio dentro del grupo. Estos hom-
196
bres han abandonado de facto a su esposa y socarronamente
viven con las damiselas sosteniéndolas emocional y económi-
camente.
Es bastante probable que varios líderes políticos, sobre
todo entre los miembros del Concejo, vinculados política,
social o económicamente con los negocios o negocian-
tes de la prostitución, se opongan al traslado, ya que su inte-
rés es mantener el electorado, que es indudablemente fuerte
en este sector•
Los anteriores factores deben tenerse en cuenta durante
la acción de relocalización de la zona de tolerancia, para neu-
tralizar o disminuir el efecto negativo en el proceso de cambio.
2) Medidas preventivas.
El primer plan a establecerse será en la estructura de la
tenencia de la tierra, con el fin de ofrecer fuentes de trabajo
y una estabilidad sicológica, económica y geográfica a los flo-
tantes trabajadores de las haciendas actuales. Ya se vio cómo
la concentración de la tenencia de la tierra en pocos grandes
latifundistas, y el reclutamiento de obreros bajo el sistema de
contrato o por una o máximo tres semanas, favorece el des-
empleo manteniendo constante en la ciudad una masa flo-
Á tante de hombres sin ocupación, pero visitantes asiduos de
cantinas y prostíbulos, estimulando la demanda sexual a lo
largo y ancho de la ciudad, demanda estimulada porque el
segmento de hombres flotantes son en su mayoría solteros,
ya que las condiciones de trabajo no les permiten constituir
una familia permanente. Los sueldos bajos y la inestabilidad
del trabajo se lo impiden.
Por otra parte, el proyecto de parcelación de la hacienda
"La Pizarra", de propiedad de los Duque, más que alivio de
penas ha creado intranquilidad en la ciudad, ya que las par-
celas fueron adjudicadas a personas con recursos o de clase
media, mientras que los obreros rasos de las haciendas, los
más necesitados para su estabilización, no fueron tenidos en
cuenta.
Solamente "Sebastopol" con 2.617 hectáreas y cuyos due-
ños fuera de ser ausentistas tienen varias haciendas más, po-
dría albergar alrededor de 100 familias, con un promedio de
25 hectáreas por familia. La tierra, que en su mayor parte es
tractorable, se prestaría para organizar cooperativas agríco-
las mecanizadas para una explotación intensiva•
Desde un punto de vista de justicia social, los actuales
explotadores de tales haciendas no deben reclamar indemni-
zación. Ellos tomaron la posesión por asalto, le han sacado
197
 provecho merced a la explotación de los humildes, personal-
mente muy poco esfuerzo le han consagrado, y si alguna in-
versión han hecho, la han recuperado con creces.
Esas tierras deben pasar a manos de la comunidad, y su
uso, a las de personas que las exploten personalmente. Así ha-
brá mucha más ocupación, más estímulo para el trabajo en el
grupo de hombres desocupados del puerto y, por consiguien-
te, menos incidencia de la prostitución. CONCLUSION
El SENA puede establecer allí una agencia de entrena-
miento agrícola para la capacitación de toda la fuerza huma- La investigación realizada en Puerto Berrío, aunque es un
na, potencial para la agricultura intensiva de la región, así caso concreto, puede tomarse como representativa del gran fe
como el adiestramiento de las prostitutas para el desempeño nómeno de la prostitución en Colombia. La semejanza entre-
de trabajos de fábrica y oficina, que pudieran ingresar a fá los datos de Bogotá, Medellín y Puerto Berrío así lo sugiere.
bricas que eventualmente se establezcan en la región. -
Los datos empíricos demostraron la gran mayoría de las
La localización de fábricas en la ciudad debe ser conside- hipótesis establecidas en el marco teórico de análisis; hipó-
rada en un proyecto de reajuste social. Puerto Berrío está tesis que fueron estructuradas en base a conocimientos pre-
conectado con el sur y el norte del río Magdalena, así como vios a la investigación y que denunciaban el fenómeno de la
con los Santanderes y Antioquia, situación que facilitaría la prostitución como función de las estructuras sociales exis-
traída y llevada de material y servicios de todas partes y a tentes.
todos los lugares.
Muchos otros planes podrían ser sugeridos, pero con la Ha quedado al descubierto lo negativas que han sido cier-
investigación de los aquí analizados será suficiente para re- tas instituciones para la salud de la sociedad, lo ineptas para
dimir al puerto de muchas de sus debilidades económicas, so- integrar
les a la gran sociedad a las jóvenes de los estratos socia-
de base.
ciales y síquicas, y con la ciudad, la patria entera.
La Iglesia, con su puritanismo sexual, idealísticoleos
de la realidad biológica humana, ha contribuido a lay
ción de complejos culturales, que llevan al hacinamiento, crea-
re-
chazo y ostracismo social a ungrupo de niñas nacidas por lo
general en los mejores hogares y que luego de caídas, la mis-
ma Iglesia las repudia con los peores epítetos. Cristo defendió
a la pecadora en el templo y tuvo actitudes de bondad con la
Samaritana en el pozo de Siquem. La Iglesia católica no solo
ha olvidado a este segmento humano, el más necesitado, sino
que no ha cambiado su enseñanza moral-sexual, inadecuada
y causante
venes directa o indirectamente de inducir a muchas jó-
al lenocinio.

En la Constitución sobre la Educación Cristiana, el Con-

cilio Vaticano II, claramente habla de una sana educación
sexual, afirmando que la niñez y la juventud "a medida que
avanzan en edad... deben recibir una educación sexual posi-
tiva y prudente". De esto se colige que el sexo es bueno y santo
4.1 y debe ser integrado en la plenitud de la vida del hombre, no
...Esperan de la sociedad educación, ocupación decorosa y redención precisamente
vés a través de la ignorancia y el secreto sino a tra-
del pleno conocimiento.
social...
 na, que ha creado y permitido la explotación miserable de ese
Consecuente con tales principios, la Conferencia Episcopal grupo de jóvenes, la esclavitud de cristianos y la segmenta-
de los Estados Unidos autorizó en 1968 un programa de ins- ción de la mujer en dos grupos: las santas, las dignas, ejem-
trucción sexual sistemática para las Escuelas Católicas. En plares, ángeles del hogar, y las otras: las malditas, las sucias,
1969 la Asociación Nacional Católica publicó el primer texto las despreciables por el solo hecho de carecer de recursos y
"Educación Sexual" cuya distribución en 50 diócesis alcanzó hacer feliz al hombre!
en el mismo año a 18.000 ejemplares.
¿Qué tipo de sociedad es ésa?
Es hora para la Iglesia colombiana de cambiar actitudes
frente a las jóvenes caídas, así como los métodos de enseñanza
ético-sexual.
La educación institucionalizada en el país y la sociedad
colombiana han demostrado ineptitud e impericia en capaci-
tar social y sicológicamente a los miembros más humildes de
la sociedad.
Esta grave falla ética estigmatizará:
A los dirigentes educativos si no institucionalizan y llevan
a la práctica sistemas de enseñanza en puntos fundamentales
de la vida humana como es la biología sexual, sus implicacio-
nes funcionales y disfuncionales en la sociedad, dentro del mar-
co de un realismo científico.
A las instituciones dedicadas al bienestar social, tales como
las comunidades religiosas, las asociaciones filantrópicas y
caritativas, las instituciones científicas, como la Asociación de
Medicina, etc., las cuales se han dedicado a conservar los pri-
vilegios de las clases altas y/o a aplicar paliativos a los proble-
mas sociales sin atacar a fondo sus causas•
A los legisladores ignorantes, ineptos para afrontar pública
y valientemente el análisis de la problemática social para el
establecimiento de leyes de prevención y control y para la es-
tructuración de programas tendientes a la extinción de la en-
fermedad social. Quizá la participación en los beneficios sexua-
les y económicos los ha hecho más bien cómplices que médi-
cos sociales.
A la mujer en general, por la falta de sensibilidad social
para evaluar la degradación a que ha sido sometido por el
hombre un grupo honesto de su sexo, y por la falta de solida-
ridad y valentía para reivindicar los derechos de las mujeres
oprimidas.
A la sociedad católica, democrática, basada en los princi-
pios del amor fraterno y la igualdad social, estructurado so-
bre el principio filosófico de la dignidad de la persona huma-
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