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XIX Congreso Geológico Argentino, Junio 2014, Córdoba

       
 
LA POLISEMIA DE LAS GEOCIENCIAS Y SUS CONSECUENCIAS PEDAGÓGICAS

Héctor L.Lacreu

Departamento de Geología, Facultad de Ciencias Físico Matemáticas y Naturales, Universidad Nacional de San Luis.
E-mail: lacreu@gmail.com

En la educación Primaria, Secundaria y en la Formación Docente de la Argentina, la enseñanza de la Geología


está incluida en espacios curriculares denominadosCiencias de la Tierra o su contracción Geociencias. Sin
embargo, estos últimos términos son polisémicos según sean empleados en el ámbito científico o en el
pedagógico.Así, en el ámbito científicolas Geocienciasincluyen a las disciplinas que reconocen a la Geología
como origen ya que en sus marcos teóricos, en mayor o menor medida, está presente su impronta como ciencia
histórica,así como los métodos para la reconstrucción espacio-temporal de los sucesos del pasado de nuestro
planeta. Algunas de sus disciplinas se diferenciaron debido a la delimitación de objetos de estudio más
específicosy el consiguiente desarrollo de nuevos marcos teóricos y metodológicos singulareso compartidos con
otras disciplinas. Tal es el caso de Hidrogeología, Neotectónica, Geotecnia yVolcanología, que se agregan a las
ya tradicionales: Mineralogía, Geomorfología, Petrologías, etc. Otras con un alto grado de madurez, dieron lugar
a la creación de carreras universitarias como es el caso de Paleontología, Geoquímica y Geofísica, jerarquizando
así al amplio campo de las geociencias. En el ámbito pedagógico, el campo de las Geociencias se constituye
obviamente con la Geología junto con sus principales disciplinas y, además, incluye a otras como Astronomía,
Climatología, Meteorología,Geografía, etc. Esta ampliación del campo suele considerarse como una distorsión
epistemológicacuando es analizada en elámbito geológico, cuando en realidadse la debe analizar dentro del
ámbito de la educación. En este último espacio es posible admitir que no es necesariala existencia de una
correspondencia cuasi mimética con el campo científico, pero si éste fuera el criterio a adoptar, debería ser de
aplicación general a todos los profesorados disciplinares, cosa que no se percibe en la Argentina. En efecto, en el
ámbito educativo suele incluirse dentro de las Geociencias la enseñanza de fenómenos astronómicos, climáticos
y meteorológicos.
Considerando este problema, en lugar de organizarla enseñanza pre-universitaria por disciplinas, se podría
implementar conforme a otros criterios como los propuestospor el Comité “EarthSystemSciences” (ESS) creado
por el gobierno de Estados Unidos de Norteamérica en 1988,con el fin de renovar la naturaleza de la
investigación de las Ciencias de la Tierra. Dicho comité,propuso que “en lugar de un abordaje disciplinar del
estudio de la atmósfera, de la biosfera, de la hidrosfera, de la litosfera, del sistema solar y del universo, se hiciera
un abordaje interdisciplinar en el que los físicos, químicos, biólogos, geólogos y otros científicos de muchas
disciplinas diferentes, incluyendo las Ciencias Sociales, pudieran trabajar conjuntamente para comprender cómo
funciona cada uno de los sistemas terrestres, cómo interactúan y cómo los humanos podemos afectarlos”(Mayer,
2001:171). El ESS aporta una base conceptual para el currículum internacional de Educación Científica pre-
universitaria y también proporciona una caracterización global de alfabetización científica.Sobre la base de
dichos fundamentos, en la Universidad de Ohio y de Colorado, en 1995, se desarrolló el proyecto
“EarthSystemEducation” (ESE) en el cual se incorporan aspectos de la cultura oriental a fin de proponer una
comprensión del hombre como parte de la naturaleza y no como su apropiador. Cabe señalar que dicho proyecto
no se aplicó en toda su extensión, pero se lograron diferentes niveles de desarrollo en la integración de
disciplinas científicas mediante el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) y el uso de estrategias de análisis de
casos. Se destaca que dicha propuesta, desdibuja incluso los tradicionales límites entre ciencias naturales y
sociales, lo cual puede ser un camino razonable para la formación de ciudadanos, principal objetivo de la
enseñanza pre-universitaria. Un proyecto de esa naturaleza requierede un profundo cambio en la formación de
docentes y en los diseños curriculares, temas que exceden el marco de este trabajo.
La escasa presencia de la Geología en la educación en Latinoamérica, parece tener sus raíces en la decisión de un
comité de científicos estadounidenses que en 1893 propuso el currículum de ciencias para su país, integrado por
Biología, Física, Química y Geografía Física, que luego fue suprimida(Anguita, 1994:16). Curiosamente, dicha
prescripción del siglo XIX, aún tiene vigencia en nuestro sistema educativo (CFE Res. 180-12).
Posteriormente, la Geología con diversa intensidad, fue parte del currículo en la educación primaria y secundaria
de Estados Unidos e Inglaterradonde se crearon asociaciones de profesores de Geología que, luego de un tiempo,
cambiaron las denominaciones de Geología por Geociencias. En Estados Unidos la primera denominación se
mantuvo durante 45 años, hasta 1996, año en que su asociación cambió su nombre por el actual
“NationalAssociation of GeoscienceTeachers” (NAGT), debido a la necesidad de “cubrir una parte más amplia
de la ciencia que la sola geología. Aunque el énfasis abrumador en los últimos años ha estado en la geología
como tal, numerosos artículos han abordado temas como la geoquímica, oceanografía, geofísica, astronomía,
planetología, meteorología y la historia y filosofía de la ciencia. Entonces el cambio de denominación se realiza

 
 
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para reflejar al conjunto de las geociencias” (Shea, 1995). En Inglaterra, en 1989, luego de 22 años se adoptó la
actual denominación“EarthSciencesTeachers” (ESTA)argumentando que: “-a- La moderna geología es sólo una
de las especialidades científicas que nos sirven para comprender la Tierra. Junto a ella, la geofísica y la
geoquímica han crecido hasta convertirse en ciencias separadas; y la meteorología, la climatología y la
oceanografía (lo que los anglosajones suelen llamar conjuntamente ciencias de la Tierra fluida) son
indispensables para comprender muchos procesos geológicos. Así pues, las ciencias de la Tierra, son mucho más
que Geología. –b- Este concepto ampliado es imprescindiblepara poner en contexto muchos de los problemas
actuales relacionados con la Tierra, y específicamente los problemas ambientales. –c- En el aula de secundaria,
una especialización muy estrecha (como la que se derivaría de la geología clásica) podría disuadir a los alumnos
de seguir una carrera científica (Anguita, 1994:16-17). En España, desde 1980 bianualmente se realizan los
“Simposios de Enseñanza de la Geología” y en 1991 se creó la Asociación Española para la Enseñanza de las
Ciencias de la Tierra (AEPECT) que, desde el año siguientepublicó su revista con esta nueva
denominación(Anguita, 1994:17).
Cabe señalar que pese a la exclusión propuesta en 1893, la Geología fue incorporada como disciplina en la
enseñanza pre-universitaria y sus profesores,además también enseñaron y publicaron experiencias e
investigaciones educativas sobre todos los campos, haciéndose cargo de resolver, porpropia cuenta,la
distorsiónexistente en la enseñanza de las Ciencias Naturales, que no fueron resueltas por las autoridades
educativas. En interpretación del autor, dicho incremento de contenidos extra geológicos obedeció a la
responsabilidad de los profesores que decidieronproponer nuevas estrategias para mejorar los aprendizajes sobre
el funcionamiento de los sistemas naturales en su propio ámbito de ocurrencia. Este acercamiento al trabajo en el
terreno y los estudios de sistemas abiertos, junto a la convivencia con la incertidumbre se trata de una situación
habitual en la praxis geológica. Por otra parte, se ha señalado que especialmente durante la guerra fría (1953-
1962), hubo una preeminencia de la enseñanzade los fenómenos físicos, químicos y biológicos en laboratorio,
con variables controladas y se ignoraba el estudio efectivo de cómo dichos procesos básicos actuaban dentro de
sus dominios naturales: el sistema Tierra, de la cual ellos son partes funcionales (Mayer,2001:172).
La precedente exposición,intenta promover la reflexión sobre nuevas estrategias para la enseñanza de las
Ciencias Naturales en los diferentes niveles. Habida cuenta de la opción argentina por la formación disciplinar
para los profesores de Ciencias Naturales, sólo en las disciplinas de Biología, Física y Química, cabe reiterar
(Lacreu, 2013) que la ausencia de espacios curriculares de Geociencias promueve un analfabetismo geocientífico
en la mayoría de los alumnos de la Educación Secundaria Obligatoria. Aunque sea opinable, ya es un hecho la
adopción de la denominación de Geocienciaspara un espacio curricular que abarcará principalmente contenidos
geológicos. En dicho espacio podrán incluirse otros contenidos afines que en cada jurisdicción se consideren
necesarios, preservando la identidad epistemológica de las disciplinas y sus didácticas específicas.
Además, cabe señalar la existencia de un amplio consenso acerca de que la Geología debe formar parte
indisoluble de la enseñanza de las Ciencias Naturales, especialmente en la educación secundaria argentina, sin
discriminar a las orientaciones diferentes del Bachillerato en Ciencias Naturales. Esta universalización es materia
de decisiones políticas, sustentada con los necesarios acuerdos gremiales y con la activa cooperación de los
geólogos y especialmente de las instituciones universitarias en las que ellos se desempeñan.
La denominación de Geociencias impide la creación de profesorados universitariosen los que una buena parte de
sus materias sean idénticas a las de las carreras de Geología, como ocurre con los profesorados de Biología,
Física y Química. Sin embargo, esta aparente dificultad puede convertirse en una oportunidad para que las
Geociencias se constituyan en el ámbito de enseñanza más propicio en el que los estudiantes estén en contacto
directo con la naturaleza y sus fenómenos y lograr la integración de las otras disciplinas, promoviendo de este
modo la “naturalización”de la enseñanza de las Ciencias Naturales.

Anguita, F. 1994. Geología, Ciencias de la Tierra, Ciencias de la Naturaleza: Paisaje de un Aprendizaje Global. Enseñanza de
las Ciencias, 12 (1): 15-21, Barcelona, España.
CFE Res. 180-12. Ciencias Naturales. Núcleos de Aprendizajes Prioritarios del Campo de Formación General. Ciclo
Orientado. Educación Secundaria.<http://www.me.gov.ar/consejo/resoluciones/res12/180-12_02.pdf>
Lacreu, H. L. 2013. “Aciertos, distorsiones y falacias en la enseñanza de las ciencias naturales en la formación general de la
educación secundaria obligatoria de argentina” Conferencia invitada para el evento “Interfaces Geociências e Ensino: 40
anos de experiências (1973-2013)”, 23-08-2013,Campinas, Brasil.
Mayer, V. J. 2001. Aalfabetização global emciências no currículo da escola secundaria. En:Geociências nos currículos dos
ensino básico e secundario: 167-190 (Coord. Luís Marques, João Praia), Universidad de Aveiro, 329 p., Portugal.
Shea, J. H. 1995. Forty-Fiveyears of theJournal of Geological Education. Journal of Geological Education, 43 (5):450.

 
 
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