Simposio 6: Ciencias de la Tierra, Educación y Sociedad.

XIV Congreso Geológico Chileno, La

Serena, 4-8-10-2015, Chile. Volumen Especial, en prensa

Taller de Enseñanza de la Geología en el Campo

“Historias del paisaje de la Quebrada del Culebrón”
Hector L. Lacreu* y Mauricio Compiani**
* Universidad Nacional de San Luis , Argentina <lacreu@gmail.com>
** Universidad de Campinas, Brasil <compiani@ige.unicamp.br>

Resumen. El taller propone innovaciones sobre la

enseñanza de la geología en el campo, bajo una
metodología de investigación escolar para conocer la
historia geológica y ambiental del entorno cercano a los
alumnos. Se utiliza el paisaje local, como objeto de estudio
y como recurso didáctico para el desarrollo de
metodologías científicas y construcción de conocimientos
sobre las interacciones complejas entre naturaleza y
sociedad. El enfoque es propio de las Geociencias y está
orientado especialmente para la formación de la escuela
primaria.
Palabras Claves: Simposio, Educación, Paisaje,
Enseñanza de campo, Investigación escolar
1 Introducción
La presente contribución procura compartir las
experiencias y las diferentes alternativas consideradas
durante el proceso de planificación del “Taller de
enseñanza de la Geología en el campo” realizado el 07-
10-2015 en el marco del 1er Simposio de “Educación y
Sociedad” que tuvo lugar durante el XIV Congreso
Geológico Chileno en octubre de 2015 en la ciudad de La
Serena. Especialmente se explicitan algunos criterios
pedagógicos tenidos en cuenta para la selección de las
actividades y sus consignas.
La planificación del taller se puede sistematizar en tres
etapas durante las cuales se mantuvo un activo intercambio
epistolar entre todos los involucrados. Se espera que estos
registros sean de utilidad para motivar y perfeccionar la
realización de nuevos talleres de enseñanza de la Geología
en el Campo.
2 Etapas de la Organización
Etapa 1: Propuesta y análisis de pertinencia y
oportunidad.
Esta etapa se caracterizó por el fructífero intercambio de e-
mail con la finalidad de acordar por un lado, la temática y
la selección de sitios para su realización, y por otro la del
perfil de los asistentes, la disponibilidad de apoyo
logístico, la duración y el momento más propicio para la
concreción del taller.
En relación con la temática se consideró muy importante
ofrecer una actividad que permitiera reflexionar y
cuestionar los conceptos y prácticas tradicionales sobre
enseñanza de la Geología en los niveles preuniversitarios.
A tal efecto se propuso abordar la temática de la “historia
del paisaje” de alguna región próxima a la sede del
congreso que ofreciera adecuadas condiciones de
complejidad geológico – ambiental.
El sitio seleccionado fue la Quebrada del Culebrón, en la
cual la geología es sencilla ya que se trata de una
plataforma marina de abrasión elevada disectada por la
erosión fluvial que dejó al descubierto las laderas del valle,
donde puede observarse una sucesión de estratos marinos
horizontales compuestos por una alternancia de areniscas
y conglomerados con presencia de abundantes restos
pelecípodos fósiles. Esta quebrada posee un fondo plano
con un canal fluvial activo, meandriforme cuya llanura de
inundación se encontraba en parte con vegetación natural y
en parte con cultivos artesanales.
Por otro lado, en este ámbito se reconoció la acción
antrópica, representada por una cantera de áridos y por la
urbanización de la propia plataforma de abrasión, ubicada
al norte de la quebrada. Además, como resultado de la
urbanización se produjeron canalizaciones artificiales de
aguas de lluvia que fueron disparadoras de procesos típicos
de erosión retrocedente y el desarrollo de pequeños
abanicos aluviales. Otro efecto colateral estuvo
representado por la acumulación de desechos domiciliarios
y de obras de construcción.
Las características megascópicas antes mencionadas, en
una primera aproximación pudieron determinarse mediante
Google Earth. Los detalles se completaron durante una
exploración de campo previa la realización del taller.
Cabe señalar que además de este sitio, también fueron
considerados otros dos. Uno era el de la localidad de Punta
Teatinos al norte de La Serena y otras quebradas hacia El
Romeral, donde hay secciones que podrían mostrar
principalmente sedimentos. Sin embargo, en ninguno de
estos sitios se preveía la existencia de algún contacto de los
sedimentos con un basamento intrusivo que era una de las
expectativas que hubiesen permitido profundizar las
explicaciones sobre la historia geológica representada por
una inconformidad. Dicha posibilidad se podría haber
logrado visitando alguna localidad del valle del Elqui, pero
ello implicaba mayores distancias y tiempos de recorridos,
lo que atentaba contra el trabajo en profundidad.
Finalmente, se optó por la citada Qda. del Culebrón para
concentrar en ella el trabajo durante el tiempo disponible.
En cuanto a la oportunidad y duración, luego de analizar
diferentes alternativas se resolvió incluirlo como propuesta
intra congreso, al finalizar las sesiones de exposición de
trabajos del propio Simposio. Esta decisión debería
revisarse para el futuro ya que hubo superposición parcial
con otras actividades, lo cual derivó en un acortamiento
del trabajo resintiendo algunos aspectos metodológicos que
se comentarán más adelante.
Etapa 2: Diseño metodológico
Esta etapa se caracterizó por intercambios en los que se
pusieron en tensión diferentes aspectos metodológicos que
podrían resumirse en dos enfoques:
a) un trabajo tradicional, de carácter demostrativo e
informativo orientado al empleo de los elementos del
paisaje como recursos didácticos para ayudar a explicar y
facilitar la comprensión de nuevos conceptos geológicos
relacionados a materiales y procesos, observando los
materiales “in situ”
b) Un trabajo innovador, de carácter investigativo en el
cual sería posible el tratamiento de conceptos geológicos,
pero aplicados a la reconstrucción de la historia geológica
de la región, la que se complementaría con la historia
antropogénica, permitiendo avanzar sobre los procesos que
facilitaron unas y otras, así como sus interacciones.
Durante estas elucubraciones se tuvo en cuenta
experiencias didácticas de campo anteriores, destinadas a
la difusión realizadas por José Luis Antinao, quien
manifestó su satisfacción por haber podido acercar la
mecánica de pensamiento geológico a públicos de
diferentes tipos, usando sitios del Cuaternario donde fue
posible observar procesos actuales e históricos y generar
discusión sobre cómo estos procesos pueden expresarse en
depósitos y rocas más antiguas.
Por otra parte, durante el intercambio virtual preparatorio y
ante las diversas alternativas posibles Sergio Rivano,
sugirió atinadamente “no atosigar a los participantes”
criterio que obtuvo una inmediata adhesión de todos los
colaboradores.
En la propuesta original del Taller, Mauricio Compiani y
Hector Lacreu propusieron un dispositivo que preveía
aproximadamente 9 hs de trabajo siguiendo el siguiente
esquema
a) Discusión previa a la salida y planificación del trabajo.
(Duración 2-3 hs?)
b) Traslado y trabajo de campo (Duración 4-5 hs?)
c) Regreso y reunión para balance y cierre de lo realizado
(Duración 2 hs?)
A continuación se describen algunas de las finalidades y
estrategias pedagógicas subyacentes en el programa
incluido en el Anexo, que requerían una mayor duración.
Esta descripción, constituye un marco de referencia
mínimo para aprovechar los aprendizajes de esta
experiencia piloto a fin de reflexionar sobre los resultados
y de ese modo optimizar la organización de futuros
talleres.
Para el diseño metodológico se estimó que habría una
participación razonable de profesores de enseñanza
primaria a la que se sumarían profesores de Parvulario,
algunos de enseñanza secundaria y de universidad. Bajo
estas circunstancias, se esperaba poder constituir 3-4
grupos con 5-6 participantes cada uno, con diferentes
grados de conocimientos geológicos a fin de promover el
intercambio y el desafío de la formulación de preguntas
por parte de quienes tenían menos formación y la
necesidad de hallar respuestas “comprensibles” por parte
de los más informados.
Antes de la salida de campo (ver programa en el Anexo) se
propondría la constitución de los grupos con la consigna de
que trabajasen como un equipo de investigación y se
discutieran los objetivos del trabajo, así como las posibles
metodologías a desarrollar, tomando como referencia los
trabajos de Compiani & Carneiro (1993) y Lacreu (2012).
Para el trabajo de campo se previó que las tareas de cada
grupo se desarrollasen en lugares diferentes, dentro del
mismo ambiente geológico, a fin de posibilitar el trabajo
autónomo, la discusión profunda y la elaboración de
conclusiones emergentes de la contratación de las hipótesis
elaboradas previamente, con las observaciones de campo.
De este modo dichas hipótesis serían ratificadas,
rectificadas, rechazadas y/o reemplazadas por otras no
previstas. Estas actividades y las conclusiones estarían
animadas por los responsables, con la mínima intervención
posible, a fin de que los participantes se sintieran en
libertad de exponer sus propias concepciones (ideas
previas).
Finalmente, las actividades previstas para la etapa post-
campo (ver Anexo) permitirían contrastar las diversas
interpretaciones, y propiciar la emergencia de eventuales
errores conceptuales y/o metodológicos, con la finalidad
de aprovechar esta oportunidad para esclarecer algunos
conceptos. Además, en esta etapa, se esperaba promover el
debate entre los grupos con el objetivo de llegar a
establecer una única columna geo-socio-estratigráfica, lo
cual sería una instancia de “negociación” que permitiría
poner en acción el concepto de “construcción social de la
ciencia”.
De este modo, al finalizar el taller, además de alcanzar el
objetivo general propuesto, durante su desarrollo se previó
el esclarecimiento de algunos contenidos conceptuales y
metodológicos involucrados en todo el proceso de
construcción de un conocimiento (teoría), sobre la
Quebrada del Culebrón, antes inexistente para los
participantes.
Etapa 3: Desarrollo del taller.
Por cuestiones administrativas, no fue posible disponer de
las 7-9 horas de trabajo previstas en el programa original y
hubo que reorganizar las actividades para la mitad del
tiempo previsto. A continuación se describen
sintéticamente las actividades realizadas y se mencionan
algunos aspectos que quedaron pendientes a fin de que esta
experiencia ayude para la planificación de futuros Talleres.
Actividades pre-campo.
Se realizó una breve presentación en grupo total, de las
estrategias didácticas para los trabajos de campo, pero
faltó tiempo para una reflexión crítica intergrupal que
permitiese cotejar las propuestas con las prácticas
habituales de los participantes. Por otra parte, las
actividades grupales de fotointerpretación y formulación
de hipótesis de trabajo acerca de las geoformas y
materiales que podrían encontrarse, se desarrollaron con
mucho compromiso, curiosidad y entusiasmo de todos los
participantes. Sin embargo, el escaso tiempo disponible y
la falta de comodidad (mesas, sillas, pizarra, etc.)
conspiraron para lograr un adecuado cierre de esta etapa
preparatoria.
Cabe señalar que la mayoría de los profesores de primaria
inscriptos no pudieron participar debido a razones
burocráticas para la obtención de los permisos
correspondientes. Esta circunstancia, obligó a replantear
algunas estrategias ya que los principales contenidos de
Geología están incluidos en los currícula de la enseñanza
primaria, pero no del parvulario ni del secundario.
Actividades en el campo
El trabajo de campo se organizó con dos grupos con
conocimientos geológicos heterogéneos. Uno de los cuales
incluyó profesores de parvulario y de universidad y el otro
investigadores, profesores de secundaria y de universidad.
Estas circunstancias constituyeron un verdadero desafío,
tanto para los coordinadores como para los integrantes por
cuanto hubo que hacer un esfuerzo para que los “expertos”
fueran pacientes con los “novatos”, adecuasen el lenguaje
y escogiesen los contenidos mínimos necesarios.
Se priorizaron aspectos metodológicos, como por ejemplo
contrastar las hipótesis (geoformas y materiales), antes
formuladas con las que cada grupo observaba en el terreno.
Además, se propuso la realización de observaciones
cambiando de escalas. Para ello, las consignas fueron
dibujar los afloramientos a cierta distancia para tener una
visión de conjunto (escala pequeña) que permitiese el
reconocimiento de todas las unidades litológicas presentes
para recién luego aproximarse a fin de reconocer detalles
(escala grande) de cada unidad, es decir tipo y
composición de los materiales, que en esta ocasión fueron
areniscas y conglomerados, con importante contenido
fosilífero. La alternancia de estos sedimentos ofreció la
posibilidad de relacionar los sedimentos con el ambiente
marino y atribuir la diferentes granulometrías a la
profundidad (energía) cambiante del ambiente de
sedimentación.
De igual modo se planteó el dilema representado por la
existencia de estratos horizontales en una región
tectónicamente activa. Ello fue motivo de una interesante
discusión entre los expertos, con alguna participación de
los novatos. Sin embargo, en razón de la falta de datos
regionales y de mayor información, la resolución de ese
dilema quedó como una tarea pendiente.
Por otra parte, fue muy interesante la visita a la margen
norte de la quebrada, colindante con una urbanización, en
donde se pudieron observar geoformas (mini abanico
aluvial) y pequeños coluvios provocados por la
canalización deficiente de las aguas pluviales y el desecho
de residuos domiciliarios. De esta manera fue posible
reflexionar sobre la interacción de la sociedad y la
naturaleza y documentar un muy buen ejemplo a ser
empleado por los docentes en sus clases y en sus
concepciones acerca de las problemáticas ambientales.
El reducido tiempo disponible y el fuerte viento,
dificultaron la concreción de registros exhaustivos y la
realización de un debate intergrupal para alcanzar alguna
conclusión parcial sobre la interpretación de los procesos
generadores de las geoformas y materiales reconocidos así
como de su secuencia temporal.
Actividades post-campo
Finalizado el trabajo de campo, varios de los participantes
debieron retirarse quedando reducido el grupo para la
discusión y el balance final de los resultados obtenidos. En
estas nuevas condiciones, se mantuvo un interesante
intercambio en el que se expusieron varias reflexiones
referidas a temáticas pedagógicas y epistemológicas.
En este sentido, se valoraron las reflexiones sobre la
metodología, especialmente para fortalecer procesos de
enseñanza y aprendizaje en los cuales los contenidos no
sólo estén representados por los conceptos que enseñan los
profesores, sino que parte de dichos conocimientos, como
los de la historia geológico-ambiental de una región,
pueden ser construidos por los propios alumnos. De este,
modo se ofrece una perspectiva diferente de la ciencia y de
su enseñanza. La idea es que los participantes del Taller
asuman el papel de investigadores y que esta experiencia
pueda ser comprendida como una posible metodología de
enseñanza orientada a las investigaciones escolares. En
esta metodología, se crean una serie de nuevas relaciones
entre alumnos y profesores a través de compartir la tarea
investigativa.
Por otra parte se analizó superficialmente el estado de la
enseñanza de la Geología en los niveles preuniversitarios,
señalándose, por un lado la incipiente dedicación horaria
en la formación de los profesores y consecuentemente la
reducida presencia curricular en la enseñanza primaria y
menor aún en la secundaria. No hubo oportunidad de
profundizar sobre estos aspectos y tan sólo se apuntaron
algunas de las posibles razones de esta falta de atención a
la enseñanza de una de los cuatro pilares de las Ciencias
Naturales, recomendándose la lectura de los trabajos de
Compiani (2005) y Lacreu (2012b).
Además hubo un reconocimiento a la conveniencia de
propiciar nuevos talleres con mayor disponibilidad de
tiempo, y especialmente valorar la experiencia en la Qda.
del Culebrón para adoptarla como un geositio didáctico.
En efecto, este geositio podría utilizarse para futuras
actividades de formación de docentes y a la vez para que
ellos pudiesen trabajar con los alumnos de enseñanza
primaria. Cabe señalar que se estimó conveniente la
localización de nuevos geositios en otras regiones del país.
3 Conclusiones y recomendaciones
Consideramos que el Taller de enseñanza de la Geología en
el campo constituyó una experiencia innovadora tanto en el
sentido de su planificación como de su desarrollo. En
cuanto a este último una primera conclusión es que los
participantes, especialmente los “novatos” lograron
comprender algunos nuevos conceptos geológicos y una
metodología de investigación educativa que les permitió
construir nuevos conocimientos.
Una segunda conclusión es que la estrategia propuesta para
el trabajo de campo logró motivar tanto a los asistentes
“novatos” como a los “expertos” por cuanto, en lugar de
realizar una visita demostrativa/informativa, se planteó un
problema para el que ninguno de los asistentes, incluidos
los coordinadores, tenían respuesta. Esta metodología de
resolución de problemas demuestra ser muy potente,
destacándose que comenzó con la formulación de un
problema casi obvio: ¿Cuál es la historia del paisaje de la
Quebrada del Culebrón?
En tercer lugar se concluye que resultó enriquecedor
expandir la idea de enseñanza de la Geología para pensar
en las Geociencias ya que se han incluido algunos
contenidos climatológicos y paleontológicos. También se
tuvo en cuenta que el paisaje fue modificado por cambios
que obedecen a procesos resultantes de las interacciones
entre la sociedad y la naturaleza. De este modo, el estudio
de un geositio próximo a una urbanización se constituye en
un elemento motivador porque le otorga sentido a los
aprendizajes que se proponen a los alumnos. Como telón
de fondo hay una concepción de escuela como productora
de conocimientos socialmente válidos sobre el entorno
local, o sea, una articulación entre saberes locales y saberes
escolares para la construcción de miradas y conocimientos
complejos sobre los lugares en los que viven tanto los
alumnos como los profesores y la propia comunidad.
Finalmente, se recomienda que los futuros talleres puedan
disponer de mayor tiempo para facilitar los intercambios y
reflexiones, permitiendo un mayor involucramiento por
parte de los asistentes. Además, es importante que los
asistentes, en lo posible, pertenezcan a un mismo colectivo
de profesores dado que tendrán experiencias, intereses en
común, además de un nivel conocimientos que les permita
favorecer el diálogo fructífero entre ellos. En todo caso,
podrían planificarse diferentes talleres para que cada uno
tenga en cuenta los contenidos y las estrategias
pedagógicas más convenientes para cada nivel educativo.
4 Agradecimientos
Se agradece a todos los integrantes del Grupo Educación
SGCH y muy especialmente a Pamela Jara, coordinadora
del Simposio por la pronta y entusiasta acogida a la
propuesta de realización de un taller de enseñanza de la
geología en el campo. De igual modo se agradece las
invalorables contribuciones geológico, didácticas y
logísticas de José Luis Antinao y Sergio Rivano, que
hicieron posible la concreción del Taller.
Este agradecimiento se hace extensivo a todo/as los/as
participantes cuyo interés y compromiso permitió generar
un cálido y constructivo ambiente de mutuos aprendizajes.
5 Bibliografía
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1/2:90-98
<http://www.raco.cat/index.php/ECT/article/view/88098/1
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Compiani, Mauricio, 2005. Geologia/Geociências no
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<http://ppegeo.igc.usp.br/scielo.php?pid=S1676-
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Lacreu, Hector L. 2012. Recursos virtuales para la
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https://www.google.com.ar/webhp?sourceid=chrome-
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8#q=Recursos+virtuales+para+la+interpretaci%C3%B3n+
geol%C3%B3gica+del+paisaje.+XVII+Simposio+AEPEC
T%2C+Huelva%2C+Espa%C3%B1a+academia
Lacreu, Hector L. 2012b. Raíces políticas del
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<https://www.academia.edu/2601938/Ra%C3%ADces_pol
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