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I. INTRODUCCIÓN
Otra de las grandes preocupaciones de la filosofía es la de reflexionar sobre la problemática
relacionada con el hombre, para lo cual, ha sistematizando una disciplina llamada Antropología
Filosófica. La Antropología filosófica plantea y pretende dar respuesta a múltiples cuestiones de un
gran nivel de complejidad, tales como: ¿De dónde venimos?, ¿Quiénes somos?, ¿Cuál es el sentido
o la finalidad de la vida del hombre?, ¿Qué es lo que diferencia al ser humano de todos los demás
animales?, ¿De qué naturaleza es el hombre?, ¿Cuál es la posición del hombre en el cosmos?, etc.
El hombre es un ser, que aparece en la naturaleza desde hace muchísimos millones de años, se
ha ido formando en un lento proceso de desarrollo histórico, ha ido creando, perfeccionando y
transmitiendo por generaciones diferentes expresiones tanto de la cultura material como espiritual.
Ha ido transformando, muchas veces de manera inconsciente al medio en el que vive, que a veces
se muestra implacable en sus respuestas y en ese intento, ha ido transformándose él mismo tanto
como individuo así como especie. Ha ido creando y desarrollando diferentes formas de organización
social, de instituciones sociales, ha ido generando conflictos, guerras, alianzas y confrontaciones
entre los pueblos. Ha generado explotación, opresión y esclavitud en diversas formas y con ello, un
agresivo proceso de cosificación, alienación y deshumanización del propio hombre. Podríamos
decir, sin temor a equivocarnos que en ese intento, ha ido construyendo su grandeza, su éxito como
producto de sus grandes hazañas, pero al mismo tiempo ha ido generando su propia infelicidad, ha
puesto en peligro su propia vida, la vida de los otros y el equilibrio del planeta en su conjunto.
La aparición de la vida en general y del hombre en particular es un gran acontecimiento en el
cosmos, puesto que es el nivel de más alto grado de complejidad que ha alcanzado la naturaleza,
pero aun así, es insignificante frente a la inmensidad del universo y en el caso de que se extinguiera,
el desarrollo del cosmos no se alteraría en absoluto; pero aun así, el hombre es el actor principal,
es el único ser que ha sido capaz de desarrollar conciencia, es el único ser capaz de darse cuenta
de la existencia del mundo y de su propia existencia; mientras que los animales viven en la
naturaleza, se alimentan, se reproducen y se desarrollan en ella, al final mueren y mueren sin darse
cuenta que han sido animales. Sin embargo, el hombre es consciente que vive en la naturaleza,
que forma parte de ella y que es capaz de conocerla y transformarla. Por tanto, el cosmos tiene
vida, el cosmos tiene consciencia, el cosmos ha desarrollado sentidos y con ello conocimientos, en
ese sentido el cosmos se auto conoce.
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En el siglo XIX se produjo la fundación de “Sociedades Antropológicas”. Al principio esta
Antropología Naturalista o física es una ciencia que estudia las diversas razas humanas y la
craneometría fue su método de investigación para determinar las diferencias raciales. Cuando más
tarde, ya a partir de mediados del siglo XIX, se encontraron esqueletos de hombres de épocas
geológicas antiguas, tales como el célebre hombre Neandertal, llamado “Hombre primigenius”, la
antropología física asumió la tarea de reconstruir la Historia Natural de la Humanidad desde los pre
homínidos hasta la actualidad. Pero entre tanto, se había enseñado que el parentesco, de siempre
observado, entre el hombre y los hombres-monos, los antropoides, debía explicarse en el sentido
de una génesis de la humanidad a partir del reino animal. Por eso el estudio de la genealogía del
hombre se unió también al tema de la Antropología Natural o física, ya en tiempos modernos,
algunos añaden a esta también el estudio de la herencia humana (genética).
Casmann que es considerado como uno de los fundadores del concepto de Antropología lo
considera como “Doctrina geminae naturae humanae”, es decir, como ciencia de la doble naturaleza
espiritual y corporal del hombre que en Alemania empieza a imponerse de nuevo finalizada la era
predominante naturalista.
Por el contrario, en Inglaterra, Francia y Estados Unidos equivale a Etnología añadiéndose la
prehistoria. Aquí se ocupa como el conocimiento antropológico de las razas, de la diversidad racial
de los hombres, pero no solo de sus aspectos corporales, sino también culturales.
Esta acepción no es ciertamente del todo aceptada en Alemania. El libro de Wilhelm Muhlman:
Historia de la Antropología, 1948, es principalmente, si no exclusivamente, una Historia de la
Etnología. Entonces, ¿Cuál es la diferencia entre la antropología física, etnología y antropología
filosófica?, bueno la Antropología Física y la Etnología estudian aspectos parciales relacionados
con el hombre, presuponen el conocimiento de lo que el hombre es, e investigan simplemente sus
caracteres exteriores o sus obras culturales; mientras que la antropología filosófica se hace
preguntas más complejas y profundas sobre el hombre, se pregunta por el origen, por la naturaleza
de su ser, por la diferencia con los demás seres, por la finalidad y por el lugar que ocupa en el
cosmos.
A. Hipótesis creacionista
Parte de un enfoque idealista, su método de estudio es el metafísico, afirma que el mundo es un
mero reflejo de ideas, ideas absolutas que existen de manera apriori; es decir, que existen en algún
lugar antes que existiera el mundo físico. El fundador del Idealismo objetivo fue Platón que afirmaba
que existen dos mundos: el mundo de las ideas y el mudo de la materia. El mudo de las ideas era
perfecto, acabado, inmutable y eterno y el mundo de la materia era lo contrario al mundo de las
ideas: imperfecto, inacabado, temporal y en movimiento y que este último era creación o
consecuencia del primero. Al mundo de las ideas le llamo SER porque era perfecto y al mudo de la
materia le llamo NO SER porque estaba en movimiento.
Todas las religiones se basan necesariamente en una visión idealista del mundo, donde consideran
la existencia del hombre como manifestación de un principio espiritual, supremo, sobrenatural,
inmaterial, alma, espíritu universal, fuerza vital, razón divina, etc. Se basan en los fundamentos de
las Sagradas Escrituras, tales como la Biblia, el Corán, entre otros y que fueron escritos por las
diferentes culturas milenarias de Asia y Europa.
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Esta teoría entra en flagrante contradicción con los planteamientos hechos por la ciencia desde la
aparición de la teoría evolucionista. El creacionismo se destaca principalmente por ser un
"movimientos anti evolucionistas", plantean la idea del diseño inteligente, cuyo principal objetivo es
obstaculizar e impedir la enseñanza de la evolución biológica en las escuelas y universidades.
Según estos movimientos creacionistas, los contenidos educativos sobre biología evolutiva han de
sustituirse, o al menos contrarrestarse, con sus creencias y mitos religiosos o con la creación de los
seres vivos por parte de un ser inteligente. En oposición con esta posición, la comunidad científica
sostiene la conveniencia de diferenciar entre lo natural y lo sobrenatural, de forma que no se
obstaculice el desarrollo de aquellos elementos que contribuyen al bienestar de los seres humanos.
B. Hipótesis Evolucionista
Denominado también materialismo, naturalismo o hipótesis científica. Afirma que el mundo material
que conocemos y exploramos mediante la ciencia es real, el único mundo real es material que ha
seguido un lento proceso de desarrollo histórico, que la materia, la energía, el espacio, el tiempo y
el movimiento siempre han existido y seguirán existiendo, no se puede crear tampoco se puede
destruir, solo se puede transformar. Desde la primera y gran explosión a partir de la materia
primigenia, sometida a sus propias leyes de desarrollo, empezó la expansión del universo,
generando de esta manera las galaxias, estrellas, sistemas planetarios, la tierra, los mares y
océanos primitivos, la proteínas primitivas, albuminas, coacervados, células procariotas, eucariotas,
fitoplancton, zooplancton, bacterias, amebas, protozoarios, pececillos, peces, anfibios, vertebrados,
mamíferos, pre homínidos, homínidos que ha seguido una lógica de desarrollo a partir de la
satisfacción de sus necesidades dentro de un contexto de una naturaleza agresiva y salvaje; es
decir desde un determinismo geográfico hasta desarrollar su cerebro (reptiliano, límbico y cortical o
racional) y con ello, la organización y desarrollo de sus sensaciones (reflejos), percepciones y
representaciones del mundo material. Dichas representaciones, primero vagas nociones de los
aspectos fenoménicos, características externas, secundarias y no esenciales de las existencias
observadas y manipuladas por el hombre, luego conceptos, juicios y razonamientos cada vez más
precisos y rigurosos, dando de esta manera origen y desarrollo del conocimiento científico y de
todas las manifestaciones de la cultura tanto material como espiritual de los pueblos.
El evolucionismo es un enfoque que se basa en todo el proceso de desarrollo de la ciencia y la
tecnología, nos explica el proceso de desarrollo del hombre y de la humanidad básicamente desde
la perspectiva filogenética (como especie), nos hace comprender que el origen del hombre no está
al margen del origen de la vida en particular y de la naturaleza y del cosmos en general.
A mediados del siglo XIX, la noción de evolución revoluciono la forma de pensar de los hombres.
Se centraron cada vez más en la idea de la evolución de los organismos complejos a partir de los
organismos simples y de la evolución de la naturaleza orgánica a partir de la inorgánica. La primera
etapa de la historia de la ciencia moderna es la idea de la evolución de las especies, sobre todo al
descubrirse la célula, el átomo y al inventarse el microscopio generó una dura polémica en el campo
de la antropología filosófica.
Darwin como iniciador de esta teoría, centro su interés en la observación de la naturaleza. Fue en
el año de 1831 que se integró como científico a la tripulación del barco de la marina inglesa “HMS
Beagle”, la misma que realizo una expedición de exploración alrededor del mundo durante cinco
años. Fue en las islas Galápagos, en las costas del Ecuador que al observar las sutiles diferencias
entre los pájaros de las islas, que se dio cuenta que estas diferencias podían estar asociadas con
el hecho de que cada especie vivía en un medio natural distinto, con distinta alimentación y distinto
hábitat. Fue esa intuición genial lo que le permitió plantear todas sus ideas acerca de la evolución.
Darwin entendió que toda población tanto de vegetales como de animales está formada por
individuos ligeramente distintos unos de otros. Las variaciones que existen entre los individuos
hacen que cada uno tenga distintas capacidades para adaptarse al medio natural, reproducirse
exitosamente y transmitir sus rasgos a su descendencia. Al paso de las generaciones, los rasgos
de los individuos que mejor se adaptaron a las condiciones naturales se vuelven más comunes y la
población evoluciona. Darwin llamó a este proceso “descendencia con modificación”. Del mismo
modo, la naturaleza selecciona las especies mejor adaptadas para sobrevivir y reproducirse. Este
proceso se conoce como “selección natural”. El pensamiento de Darwin también estuvo muy
influenciado por las ideas de Thomas Malthus, que escribió que la población humana tendía a crecer
exponencialmente y con ello, a acabarse los recursos alimenticios disponibles. Esto provoca crisis
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la cual lleva a los individuos a luchar y competir entre ellos por la supervivencia.
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Las ideas de Darwin fueron publicadas en el libro El origen de las especies en el año de 1859, lo
que tuvo enorme impacto en la comunidad científica de mitad del siglo XIX. Los principales
argumentos de esta teoría son: a). Que los tipos biológicos o especies no tienen una existencia fija
ni estática sino que se encuentran en cambio constante, b). Que la vida se manifiesta como una
lucha constante por la existencia y la supervivencia, c). Que la lucha por la supervivencia provoca
que los organismos que menos se adaptan a un medio natural específico desaparezcan y permite
que los mejores adaptados se reproduzcan, a este proceso se le llama "selección natural", d). Que
la selección natural, el desarrollo y la evolución requieren de un enorme período de tiempo y que la
vida humana no pueden apreciar dichos cambios, y c). Que las variaciones genéticas que producen
el incremento de probabilidades de supervivencia son azarosas y no son provocadas ni por Dios ni
por la tendencia de los organismos a buscar la perfección.
C. Hipótesis Mixta
Es una hipótesis que trata de conciliar la tesis creacionista con la evolucionista. Afirma que el
hombre tiene un origen divino. Sin embargo, Dios no creó al hombre desde la eternidad, sino que
creo primero al mundo que evoluciona permanentemente hasta lograr un determinado fin o un
determinado “destino”. El hombre es el paso previo a la consumación de todos los planes divinos,
es la manifestación inteligente de ese plan, y la encarnación de Jesucristo es la “prueba” de ello.
5. El hombre en el Cosmos
El mismo SALAZAR BONDY, A y MIRO QUESADA, F. (1988) en las paginas 40, 41, 42 plantean la
pregunta ¿Cuál es nuestra posición en el conjunto de la realidad? y ¿Cuál es el puesto del hombre
en el universo? y afirman que el hombre no ha creado el universo, tampoco conoce más que una
parte ínfima del él, por tanto el hombre es un ser limitado, sujeto por su base biológica a la
naturaleza y al cual, el universo desborda en todas las direcciones, encierra múltiples misterios que
aún no se pueden comprender.
El Hombre es un ser natural, biológico y objetivo pero sobrepasa a la propia naturaleza, no se reduce
a ella. Para comprender la aparición del hombre, no basta decir que el hombre viene después de
cualquier tipo de animal, ya que el hombre es un ser emergente de la naturaleza. Esto significa tanto
que nace de la naturaleza cuanto que sobrepasa y es superior a la propia naturaleza originaria.
El hombre es un habitante de la tierra, un ser confinado por nacimiento en un lugar del mundo; pero
es un ser que gracias al pensamiento racional y a la imaginación artística, rompe todas las fronteras
especiales y que gracias al desarrollo de la ciencia y la tecnología que él sin auxilio alguno ha
inventado, se muestra capaz de abandonar físicamente su propio hábitat terrestre.
El hombre está confinado en un momento del tiempo cósmico; pero por su ser histórico explora el
pasado del mundo, se proyecta al futuro para preverlo, conserva y acumula todos sus instantes,
enriqueciendo en cada paso su realidad y salvándose así de la fugacidad temporal. Es cierto que el
cosmos los desborda en toda las direcciones; pero es cierto también que el hombre está en
expansión, y así como en su corto pasado ha colonizado totalmente la tierra; cosa que ningún animal
jamás ha llego hacerlo, ahora está en disposición de penetrar cada vez en el universo del cual forma
parte.
El hombre no ha creado al mundo objetivo, al cosmos, al universo; pero se está creando
indefinidamente a sí mismo a partir de rudimentarios datos iníciales. Ha creado un universo de
cultura sobre la naturaleza terrestre que por el pensamiento, el lenguaje y la imaginación crea y
recrea constantemente el mundo cultural. Es decir, ha creado una segunda naturaleza.
El hombre como animal está sujeto y limitado por la naturaleza, pero en esto su condición es
incomparable con la de ningún animal u otro ser del mundo, pues él trasciende las limitaciones, se
libera a cada paso de las sujeciones físicas, elige y decide sus metas e ideales.
En conclusión, la posición del hombre en el cosmos es pues singular y especial, propia y única de
él. Es un ser del mundo, terrestre, es parte del cosmos, viene de la tierra y al final de sus días
regresa nuevamente a la naturaleza; pero es el ser superior, es el más evolucionado, es el ser que
está en proceso de formación, cambio y desarrollo; es decir, es un ser emergente, cuya naturaleza
aún no se acaba de constituir de manera definitiva, y al parecer nunca terminará. El hombre no es
un ser perfecto, pero es perfectible y en ese propósito cumple su rol especial la educación como
proceso de formación y desarrollo humano. Está ligado a la tierra, pero la supera por su capacidad
racional para conocerla, crearla y transformarla, por el desarrollo pleno de su conciencia que es
capaz de acelerar, atenuar o cambiar de rumbo os acontecimientos. Es el animal que ha
sobrepasado al mundo donde vive y se ha sobrepasado a sí mismo. Es, en fin, la culminación de
un proceso largamente preparado por la vida terrestre, con la que, sin embargo, no se cierra sino
que más bien abre la verdadera historia de la vida.
IV. BIBLIOGRAFIA:
SALAZAR BONDY, Augusto y MIRO QUESADA, Francisco, (1988), Introducción a la Filosofía y
Lógica, 1° Edición, Lima – Perú.
WOODS, Alan y GRANT, Ted, (2002), Razón y Revolución, 2° Edición-Paginas 470
CAMACHO GÁRATE, Inés, (2002), Filosofía, Lógica, Psicología y Economía, 1° Edición- Paginas
510
LANDMANN, Michael, (2002), Antropología Filosófica, 1° Edición- Páginas 294
I. INTRODUCCION:
El enfoque dialectico hace un análisis integral de la problemática del hombre, la sociedad, la cultura
y la educación. Al hombre no se le puede entender de manera parcial, unilateral y aislada, tiene que
entenderse en sus múltiples relaciones e interrelaciones con otros seres humanos y con el medio
del cual viene y vive; es decir, como un ser multidimensional, complejo, histórico-social-cultural y
emergente.
Desde esta perspectiva, el hombre tiene un componente físico, material o biológico que es la
condición básica y fundamental sobre la cual se forma, estructura y desarrolla el componente
psíquico, subjetivo o espiritual. Y esto lo hace, con el concurso activo de las múltiples relaciones e
interrelaciones que establece con los demás miembros de su familia, comunidad y sociedad en su
conjunto. El mismo que se da en un largo proceso de perfeccionamiento y desarrollo progresivo y
regresivo a la vez, de humanización y deshumanización, de cosificación y concientización, tanto
como individuo (ontogenético), así como especie (filogenético).
El presente trabajo nos muestra aquellos cambios trascendentales en la evolución del hombre,
desde el origen de la vida, pasando por aquellas épocas que vivía en cavernas, se alimentaba de
hierbas, frutos y miel silvestre en las épocas más primitivas del paleolítico hasta llegar a ser un ser
racional, pensante, consciente, capaz de realizar las más grandes hazañas nunca antes vista en la
tierra, un ser completamente distinto a los demás seres que habitan la tierra.
Además, como parte de este complicado proceso histórico, la división de la sociedad en distintas
clases sociales, el proceso de formación y desarrollo de las distintas formas de organización social,
el desarrollo de la cultura tanto material como espiritual, el proceso de cosificación, explotación,
instrumentalización y alienación; es decir el proceso de deshumanización y sometimiento de unos
sobre los otros y todas las consecuencias que de ello derivan: guerras imperialistas, guerras de
liberación nacional, guerras fratricidas, genocidios, violencia generalizada, racismo, machismo,
discriminación, feminicidios, secuestros, exclusión, etc.
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Grado. Es la sub clasificación de los reinos: protozoarios o animales unicelulares metazoarios o
pluricelulares. El hombre naturalmente pertenece al grado de los metazoarios.
Filo. Es la sub clasificación de un grado. Dentro de los metazoarios se reconocen varios filos. El
hombre pertenece al filo de los mamíferos y a la subclase de los euterios o mamíferos placentarios.
Orden. Es la sub clasificación principal de una clase o subclase, que a su vez se divide en
subórdenes. El hombre, junto con las tupayas, los lémures, tarsos, monos y antropoides, pertenecen
al orden de los primates.
Familia. Es la subdivisión de un orden o suborden. Simpson divide el suborden de los
antropoides en las superfamilias de los hominoides, cercopitecidos o monos del viejo mundo y los
cuboides o monos del nuevo mundo. La superfamilia de los hominoides consta de dos familias:
homínidos y pungidos (chimpancé, gorila y orangután).
Género. Es la subdivisión de una familia, A pesar de las discrepancias, se está de acuerdo en
que todos los hombres modernos pertenecen a un solo género denominado homo.
Especie. Es la subdivisión de un género. La especie humana actual con algunas formas
extinguidas como el Neanderthal, por ejemplo pertenecen a los sapiens.
Raza o variedad. Una raza o variedad comprende a los individuos que presentan el mayor
número de rasgos homólogos. De todos modos, en el caso del hombre una raza es una entidad
biogenética inestable, identificada por determinadas características hereditarias y a veces solo por
prejuicios que nada tienen que ver con la naturaleza misma del hombre.
Como acabamos de ver, el hombre pertenece al orden de los primates y se ha ubicado allí, por las
siguientes características: tiene un cerebro relativamente grande con corteza y muchos pliegues,
patas o manos delanteras flexibles con cinco dedos, dedos provistos de uñas en lugar de garras.
Estas características, fundamentalmente la mano pentadáctil y prensil, adaptada para hacer o
sujetar, y la visión estereoscópica muy desarrollada, además de determinados hábitos, orientaron
la evolución hacia un camino que habría de conducir a la aparición del hombre.
Si bien la tupayas y los lémures, los primates más primitivos, dieron lugar a los tarsios, son
completamente diferentes y son los tarsios los que se hallan, definitivamente, en el camino hacia
los simios.
En el Eoceno superior, vivió un animal más evolucionado que el tarsio, el Amphipithecus, el cual
tenía una vaga semejanza con el mono. Diez millones de años después se destaca otro más
evolucionado, el Oligopithecus, es este el candidato de más edad que puede incluirse en el linaje
de los monos del viejo mundo.
Fue el más primitivo de los monos del viejo mundo (cercopitecidos) el que desarrollo una rama
progresiva que avanzó desde el pitecoide hasta la etapa de los hominoides.
En Fayum (Egipto) se han encontrado los restos del paraphitecus, pequeño simio con
características aun tarsoides y del propliopithecus, ya más evolucionado con dientes parecidos a
los del gibón. Se supone que desde estos primates la evolución se separó en dos líneas diferentes:
la línea de los monos del viejo mundo y la línea de los hominoides, en la que figuran los grandes
monos antropomorfos (chimpancé, orangután, gorila y el hombre).
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Las razas no debería ser un problema, pero hay quienes se preocupan por encontrar fundamentos
científicos que permitan distinguir y clasificar las distintas razas humanas, claro que hasta el
momento no se ha podido establecer criterios objetivos o una referencia significativamente válida
para clasificar “racionalmente” a los seres humanos.
Claro que hay muchísimos rasgos que se podrían usar para diferenciar a los grupos humanos por
sus características físicas, pero todos ellos, resultan muy relativos. Por ejemplo, el color de la piel
(blanco, amarillo, negro, cobrizo, etc.) que es el más usado, tiene infinitas gamas y no puede
establecer límite para cada una. Lo mismo sucede con el tamaño y la forma del cráneo, la textura
y el color del cabello que resultan muchas veces tan contradictorias. Los nórdicos europeos con el
color y el pelo de otras razas.
En realidad ningún grupo humano posee rasgos propios o característicos esenciales que permitan
diferenciarlos de los demás; pero hay una infinita variabilidad de caracteres físicos, sociales y
culturales que nos permite afirmar que no hay dos seres humanos, ni dos familias, ni dos
poblaciones iguales. Tampoco se puede utilizar para el efecto los tipos de sangre, puesto que en
todas las poblaciones se encuentran los mismos componentes; lo único que puede variar son las
secuencias, pero también de un modo muy relativo.
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no disponiendo de otro argumento para justificar su orgullo ante ellos, recurren al color de la piel,
dando así una desmesurada importancia a la pigmentación.
En Sudáfrica el problema es muy similar y aun peor, si tenemos en cuenta la propia posición oficial
del gobierno y del estado frente a los aborígenes negros.
El antisemitismo como prejuicio racial y política adoptada por algunos, tiene una larga historia, cuya
trágica expresión de barbarie se dio en la civilizada Alemania Nazi, con el exterminio de seis millones
de judíos, el hecho de que muchos judíos puedan ser fácilmente identificados se debe, a sus
costumbres, a su lengua, religión e inclusive a sus gestos y a su sinnúmero de semejanzas externas,
producto de la cultura y no de los rasgos físicos heredados.
La pretendida existencia de la raza judía solo estuvo sustentada por el mito del racismo de la
absurda superioridad de la “raza aria” de sangre azul.
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usados como fuerza de trabajo, como recursos humanos, como apéndice de la maquina al servicio
del capital y del mercado.
Vemos pues, que la alienación es un proceso mediante el cual un individuo es aleccionado
directamente a su subconsciente por medio de un proceso morboso inintencionado, para llegar a
creer algo, o fijar determinadas asociaciones mentales, generalmente con un propósito específico,
la de desubicarlo de su contexto histórico social y usarlo para otros fines.
De esto se infiere, que la educación como proceso de formación y desarrollo de los seres humanos
es crucial para el proceso de desalienación; es decir, del desarrollo pleno de su conciencia tanto
como seres individuales así como seres colectivos. El desarrollo de la conciencia filosófica, histórica,
ecológica, política, moral y estética para darle dirección y sentido a las vidas de los individuos y de
los pueblos como naciones en desarrollo en el contexto de la globalización.
Por otro lado, el mismo Marx predice el futuro de la sociedad en base al descubrimiento de sus
leyes de desarrollo y afirmó que esta situación podría cambiar sólo con la abolición de dicha forma
de propiedad. Podemos corroborar la validez de dichos planteamientos si analizamos el fenómeno
de la cosificación y la alienación en la sociedad esclavista. El esclavo no se pertenecía a sí mismo
sino a su dueño, era considerado un ser inferior, un ser sin alma, sin sentimientos, sin emociones,
incapaz de tomar sus propias decisiones. El amo podía disponer a su voluntad del esclavo, de su
cuerpo, de su sexualidad, de su mente, de su personalidad, de sus habilidades y hasta de su propia
vida; podía usarlo como fuerza laboral, como trabajador doméstico, como elemento de diversión,
como gladiador o como a su malsana voluntad se le ocurriera.
Según Marx, lo mismo ocurre en el sistema de producción capitalista: aquí el hombre se hace cosa,
mercancía, usada por el empresario, es sólo un instrumento más en la cadena de producción de
bienes y generación de servicios. La propiedad privada de los medios de producción convierte a la
ganancia (generación de capital) en el fin supremo de la sociedad, son las leyes del mercado las
que deben gobernar, la lógica del capital se impone, subordinando a toda la condición humana al
cumplimiento de dicho fin. En este sentido, la propiedad privada cosifica y aliena al hombre porque
no lo trata como fin en sí mismo, sino como mero medio o instrumento para la producción.
La cosificación del hombre se da en el plano de la producción como consecuencia de la estructura
socioeconómica que descansa en la propiedad privada, pero no se agota en ella, pues también se
expresa en el plano de la superestructura en forma de alienación religiosa, política, e intelectual.
En este sentido, podemos entender toda la propuesta filosófica de Marx como el intento de crear
una filosofía que permita comprender las causas de la cosificación, alienación y deshumanización
del hombre, que ha generado todos los males de la sociedad moderna: avaricia, individualismo,
egoísmo, violencia, guerras, asesinatos, feminicidios, etc. En última instancia, el sufrimiento de la
humanidad entera y, claro que propone también encontrar su solución. La construcción de una
nueva sociedad con un nuevo orden, donde las relaciones sociales de producción no sean
contradictorias de manera antagónica.
Tipos de Alienación:
Se pueden distinguir varios tipos de alienación: económica, filosófica, religiosa, científica, política,
moral y estética.
Como ya lo hemos analizado anteriormente, en el plano económico se da la cosificación del hombre.
Es en las relaciones sociales de producción que la clase trabajadora se ve obligada a renunciar a
su condición humana y se convierte en víctima del propio hombre por medio de la explotación. Los
medios de comunicación masiva en manos de la clase dominante usa de manera maravillosa por
medio de la publicidad la manipulación de las necesidades y las conciencias de la población,
creando muchas veces necesidades que realmente no las tienen, generando de esta manera el
consumismo. Compramos lo que la publicidad dicta, sin hacer una evaluación racional de su utilidad.
El consumo generalmente se relaciona con el bienestar, el estado de confort, con el placer, con la
felicidad, el progreso y desarrollo y muchas veces se compra productos que cada vez son más
costosos y descartables.
Las investigaciones hechas en la década del 60 confirmaron que para desarrollar una economía
como la norteamericana en ese entonces, capaz de producir por encima de las necesidades de sus
consumidores, se desarrolló toda una estrategia y una serie de técnicas de marketing, que apelaba
fundamentalmente a la emocionalidad de las personas. Ese manejo emocional para estimular el
consumo va desde la elaboración de piezas comunicacionales que asocian los productos a otro tipo
de emociones (perfumes con envases de formas eróticas, automóviles con imagen asociada al
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poder y al éxito, hipertrofia del concepto “limpieza” para vender más productos detergentes, etc.)
hasta la manipulación oculta de la publicidad subliminal (hoy prohibida en muchos países),
atravesando todo tipo de otras formas intermedias. De esta manera los medios utilizan gatillos
emocionales y manipulan el sentir del público en aras de estimular el consumo de productos.
La alienación filosófica consiste en la alteración y deformación de la conciencia de los individuos y
de los pueblos, pretendiendo dar explicaciones distintas a lo que realmente son en realidad, juegan
maravillosamente con la polarización entre el bien y el mal, entre dios y el diablo, entre el cielo y el
infierno, haciéndonos creer que somos seres inferiores, indefensas criaturas concebidas como
producto del pecado, obligándonos a pedir perdón por algo que no hemos cometido, a vivir en
sufrimiento, en resignación, consagración en este valle de lágrimas, generando de esta manera, la
pérdida de nuestra autonomía, nuestra libertad, nuestra autoestima y de nuestra propia
personalidad como seres humanos. Negándole de esta manera, a la filosofía su propia esencia; la
de ser concepción del mundo y de la vida. La filosofía pretende dar una explicación total,
omnicomprensiva y totalizadora de los fenómenos de la naturaleza, de la sociedad y de la propia
vida espiritual de la sociedad. La filosofía se apoya en el desarrollo de la ciencia, por eso se dice
que la filosofía es concepción científica del mundo y de la vida, es la que le da dirección y sentido a
la vida de los hombres y de los pueblos para lograr insertarse en el proceso infinito de
perfeccionamiento y humanización (tehelos filosófico).
La filosofía también es ontológica, altamente problematizadora, critica y cuestionadora. Desarrolla
las más altas capacidades del ser humano, enseña a poner en tela de juicio, en duda las supuestas
verdades que muchas veces son impuestas por la clase dominante. Se cuestiona permanentemente
el estado de las cosas, el statu quo de la sociedad, desarrolla el pensamiento divergente y busca
respuestas y propone alternativas diferentes a las oficiales.
Entonces, la alienación filosófica consiste en asumir de manera acrítica el pensamiento filosófico de
la clase dominante, que básicamente es el pensamiento occidental, pensamiento y racionalidad
europea, donde hay un divorcio y lucha frontal entre hombre y naturaleza. El hombre, según esta
concepción es una criatura imperfecta creada por un ser superior (formas puras, mundo de las
ideas, espíritu universal, Dios), está en este mundo para dominar a la naturaleza, tiene someterla
para adecuarla a la satisfacción de sus necesidades. De lo que se infiere, que dicha racionalidad
ha llevado al desarrollo de la ciencia y la tecnología moderna que está poniendo en peligro la vida
no solo del hombre sino de las distintas especies y del ecosistema en su conjunto. Ignoramos que
hay una riquísima cosmovisión andino-amazónica donde no hay un divorcio entre hombre –
naturaleza. El hombre es proyección de la naturaleza, de la tierra, de la Pachamama, es parte de
ella, por tanto tiene que desarrollarse sin causar efectos negativos en ella y lo logra en armonía con
los Apus, la Qocha, la Quilla y el Inti como ser creador, protector y armonizador del cosmos.
La alienación científica, al igual que la filosófica altera y deforma la racionalidad del hombre y de los
pueblos. Nos quieren hacer creer que en nuestros pueblos originarios no se desarrolló ni ciencia ni
filosofía, alterando, deformando y muchas veces borrando nuestra conciencia histórica.
Haciéndonos creer que fuimos unos pueblos salvajes, que usábamos plumas y que no teníamos
alma y éramos crueles; por lo tanto, tenían que catequizarnos, cristianizarnos y humanizarnos;
afirma que fueron ellos los que nos trajeron la ciencia, la cultura y la civilización.
Ignoran que en esta parte del mundo se desarrollaron grandes civilizaciones que supieron
conquistar el espacio andino, el más inhóspito del planeta, desarrollaron una gran agricultura con
rotación de cultivos, conservación de suelos, almacenamiento y conservación de productos
agrícolas para épocas de sequias o desastres, construcción de grandes acueductos y canales de
irrigación, construcción de grandes fortalezas, templos y ciudadelas, observatorios astronómicos en
base a una sólida organización social y política en armonía con el sol, la luna, los Apus, la
Pachamama y el cosmos en general.
La alienación política consiste en deformar, tergiversar, manipular y anular el nivel de conciencia
política de los hombres y de los pueblos oprimidos. Las clases dominantes usan todos los medios
a su alcance, “académicos”, “políticos”, “ideólogos” oficiales que lo difunde como propaganda a
través de los medios de comunicación masiva en manos de ellos y los foros internacionales para
desprestigiar todo tipo de ideología y formas de organización que atente contra sus intereses. Lo
pintan como los “malos”, los “enemigos de la libertad y la democracia” y va variando de acuerdo a
quienes se oponen a los intereses de los países hegemónicos. Afines de la segunda guerra mundial
Japón era el país bárbaro, agresor, en la llamada guerra fría el enemigo era el “Comunismo
Internacional” encabezados por la Ex – URSS y la China Comunista, en estos tiempos son los
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Musulmanes son los “malos”, Sadam Husein, Osama Bin Lade, Etc. el eje del mal, el terrorismo
internacional.
La conciencia política es connatural al hombre, es la capacidad que tenemos los seres humanos
para organizarnos en busca del bien común. Cada clase social se organiza y lucha por sus intereses.
El bien común se logra con el poder político; es decir, el manejo del Estado como órgano de poder
para trabajar no por intereses personales ni de pequeños grupos sino de la población en general.
Se hace con ideología y programa de acción en la perspectiva de un proyecto de mediano y largo
plazo en el contexto de un mundo globalizado.
La alienación moral consiste en manipular, deformar, tergiversar y anular la conciencia moral de las
clases y pueblos oprimidos. Afirman que el hombre por su propia naturaleza es un ser egoísta, avaro
e individualista, que no hay principios morales universalmente válidos; por tanto, la moral es relativa,
depende en qué circunstancias se da.
La conciencia moral es la capacidad que tenemos los seres humanos para discernir el bien del mal.
El bien es todo aquello que engrandece y humaniza al hombre como ser individual y social y el mal
es todo aquello que atenta contra ese proceso de desarrollo y humanización del hombre. El hombre
es un fin en sí mismo y no debe ser instrumentalizado, cosificado ni alienado. La conciencia moral
se construye en base a los valores morales, la dignidad, el honor, la libertad, la justicia, solidaridad,
etc. Los valores morales regulan las relaciones del hombre consigo mismo, con los demás hombres,
seres vivos y ecosistema en general. Es la base de la conciencia ecológica.
La alienación estética consiste en manipular deformar, tergiversar y anular la conciencia estética de
las clases y pueblos oprimidos. La clase dominante impone sus valores artísticos, tergiversa,
deforma y mercantiliza los valores estéticos de belleza. Resalta solo la forma sin tener en cuenta el
contenido o el mensaje de la obra de arte. La belleza se expresa en diversas modalidades artísticas,
la danza, canto, coreografía, música, pintura, fotografía, cine, arquitectura, etc.
La conciencia artística o estética es la capacidad que tenemos los seres humanos de sentir placer
estético por las expresiones de belleza. La belleza se expresa en las diversas modalidades
artísticas, la belleza es la conjunción de las partes para constituir un todo armónico.
En la alienación estética la clase dominante va imponiendo patrones de conducta que están
sustentados en un sistema de valores ajeno al receptor. Usando los medios de comunicación,
bombardeando con propaganda lentamente van cambiando los hábitos de la población. Estos
patrones de comportamiento están asociados al sistema de hábitos relacionado con el cerebro
básico, se van haciendo parte de cada individuo o grupo social y condicionan su percepción del
mundo, a la vez que les van estableciendo un nuevo sistema de valores o generalmente de
antivalores que alteran y denigran la condición humana. Los cambios se producen en todos los
niveles de captación de la realidad, por ejemplo la imposición de patrones estéticos. En lo más
superficial la industria cosmética impone patrones de “belleza”, “juventud” y “éxito”, o aumenta en
forma exponencial en el mundo el uso de la cirugía “estética” para acercar los cuerpos a los patrones
impuestos desde el Norte. Pero aún más allá, basta apreciar un ejemplo (que otras veces hemos
utilizado) que es paradigmático. Analicemos la estética de los “noticieros” de TV a nivel mundial.
Cuando vemos que los canales árabes, o los chinos utilizan no sólo la estética de los espacios y la
gráfica, sino también los patrones de vestimenta y aspecto de los periodistas con “modelos”
impuestos desde los países centrales; percibimos hasta qué punto la transculturización producida
por la alienación está funcionando. Aún aquellos medios que intentan ser “alternativos”, dar una
respuesta a esa visión hegemónica, caen en la “naturalidad” de esos patrones estéticos.
En un nivel aún más profundo, estos cambios se manifiestan en lo cotidiano de la vida. Tendemos
a actuar en nuestras relaciones con los demás, en nuestras relaciones sociales, en nuestros
haceres diarios, no de acuerdo a los patrones y valores que nuestras sociedades crean, sino con
los hábitos que vemos, oímos y percibimos en el constante bombardeo mediático. Así, vamos
perdiendo nuestra identidad personal y nuestra identidad cultural, sustituyéndolas por formas
impuestas a través de los medios. Tendemos a pensar y a actuar como los medios nos proponen,
aceptando como natural un modo de vida que nos es ajeno.
Lo más curioso, cuando podemos verlo desde fuera, es saber que ese modo de vida, esa
cosmovisión que los medios presentan globalmente como el “modo de vida”, en la realidad
corresponde (siendo generosos) al 15 o 18% de los habitantes del planeta. Con cifras de la
UNESCO, la mitad de la población mundial nunca ha hecho una llamada telefónica en su vida. Estos
son los excluidos, a los cuales a pesar de todo el sistema de medios trata de influir. En medio queda
una masa del orden del 30% de la población del planeta que es el receptor directo de la alienación.
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III. CONCLUSIONES:
Inferir conclusiones generales (tarea)
IV. BIBLIOGRAFIA
4.1. Kosiv Luria, El hombre nuevo, I edición
4.2. Beorlegui Carlos, Antropología filosófica ,I edición
4.3. Ember Carlos, Antropología cultural, I edición
4.4. Harris Marvin, El desarrollo de la teoría antropológica, I edición
4.5. Silva Santisteban Fernando, Antropología, concepto y nociones generales, I edición
4.6. Bloch, Maurice, Análisis marxistas y antropología social, I edición
4.7. Adamson Hoebel, Antropología, I edición
4.8. Miguel Bueno, Principios de antropología, I edición
4.9. Engels, El trabajo en la transformación del mono en hombre, I edición
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