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ANTROPOLOGÍA FILOSOFICA

Dr. Ervando Guevara Guevara

I. INTRODUCCIÓN
Otra de las grandes preocupaciones de la filosofía es la de reflexionar sobre la problemática
relacionada con el hombre, para lo cual, ha sistematizando una disciplina llamada Antropología
Filosófica. La Antropología filosófica plantea y pretende dar respuesta a múltiples cuestiones de un
gran nivel de complejidad, tales como: ¿De dónde venimos?, ¿Quiénes somos?, ¿Cuál es el sentido
o la finalidad de la vida del hombre?, ¿Qué es lo que diferencia al ser humano de todos los demás
animales?, ¿De qué naturaleza es el hombre?, ¿Cuál es la posición del hombre en el cosmos?, etc.
El hombre es un ser, que aparece en la naturaleza desde hace muchísimos millones de años, se
ha ido formando en un lento proceso de desarrollo histórico, ha ido creando, perfeccionando y
transmitiendo por generaciones diferentes expresiones tanto de la cultura material como espiritual.
Ha ido transformando, muchas veces de manera inconsciente al medio en el que vive, que a veces
se muestra implacable en sus respuestas y en ese intento, ha ido transformándose él mismo tanto
como individuo así como especie. Ha ido creando y desarrollando diferentes formas de organización
social, de instituciones sociales, ha ido generando conflictos, guerras, alianzas y confrontaciones
entre los pueblos. Ha generado explotación, opresión y esclavitud en diversas formas y con ello, un
agresivo proceso de cosificación, alienación y deshumanización del propio hombre. Podríamos
decir, sin temor a equivocarnos que en ese intento, ha ido construyendo su grandeza, su éxito como
producto de sus grandes hazañas, pero al mismo tiempo ha ido generando su propia infelicidad, ha
puesto en peligro su propia vida, la vida de los otros y el equilibrio del planeta en su conjunto.
La aparición de la vida en general y del hombre en particular es un gran acontecimiento en el
cosmos, puesto que es el nivel de más alto grado de complejidad que ha alcanzado la naturaleza,
pero aun así, es insignificante frente a la inmensidad del universo y en el caso de que se extinguiera,
el desarrollo del cosmos no se alteraría en absoluto; pero aun así, el hombre es el actor principal,
es el único ser que ha sido capaz de desarrollar conciencia, es el único ser capaz de darse cuenta
de la existencia del mundo y de su propia existencia; mientras que los animales viven en la
naturaleza, se alimentan, se reproducen y se desarrollan en ella, al final mueren y mueren sin darse
cuenta que han sido animales. Sin embargo, el hombre es consciente que vive en la naturaleza,
que forma parte de ella y que es capaz de conocerla y transformarla. Por tanto, el cosmos tiene
vida, el cosmos tiene consciencia, el cosmos ha desarrollado sentidos y con ello conocimientos, en
ese sentido el cosmos se auto conoce.

II. CUERPO TEMATICO


1. Etimología y concepto
EL termino antropología proviene del griego Anthropos = hombre y logos = tratado. Por tanto,
etimológicamente significa estudio o tratado del hombre.
Para SALAZAR BONDY y MIRO QUESADA (1988- Pág.27), afirman que la antropología filosófica
es una disciplina, que se encarga de analizar y profundizar acerca de la problemática del hombre y
para eso se pregunta, en primera instancia, por el origen del ser humano. Su proceso de aparición
y asentamiento en el conjunto de la realidad. Esta cuestión puede condensarse en la pregunta:
¿Cómo surgió el hombre?; por la naturaleza del ser humano, se pregunta lo que diferencia al ser
humano de todos los demás seres, cómo se define a través de su existencia histórica, etc.

En consecuencia, la antropología filosófica es una disciplina que estudia integralmente al hombre,


plantea preguntas de un alto grado de generalidad y complejidad, desde su origen, su esencia o
naturaleza, su evolución, su finalidad y la posición que ocupa en el cosmos.

2. Desarrollo histórico de la antropología filosófica


LANDWANN, M. (2002- Págs. 1, 2,3) afirma que en primer lugar, que las Ciencias Naturales
reconocen a la antropología física o somática como rama de la biología, fue fundada en la segunda
mitad del siglo XVIII por Daubenton, Blumenbach y Sommering. El nombre de Antropología se
remonta en realidad hasta los tiempos del humanismo protestante. Casmann publicó en 1596 un
libro bajo este título.

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En el siglo XIX se produjo la fundación de “Sociedades Antropológicas”. Al principio esta
Antropología Naturalista o física es una ciencia que estudia las diversas razas humanas y la
craneometría fue su método de investigación para determinar las diferencias raciales. Cuando más
tarde, ya a partir de mediados del siglo XIX, se encontraron esqueletos de hombres de épocas
geológicas antiguas, tales como el célebre hombre Neandertal, llamado “Hombre primigenius”, la
antropología física asumió la tarea de reconstruir la Historia Natural de la Humanidad desde los pre
homínidos hasta la actualidad. Pero entre tanto, se había enseñado que el parentesco, de siempre
observado, entre el hombre y los hombres-monos, los antropoides, debía explicarse en el sentido
de una génesis de la humanidad a partir del reino animal. Por eso el estudio de la genealogía del
hombre se unió también al tema de la Antropología Natural o física, ya en tiempos modernos,
algunos añaden a esta también el estudio de la herencia humana (genética).
Casmann que es considerado como uno de los fundadores del concepto de Antropología lo
considera como “Doctrina geminae naturae humanae”, es decir, como ciencia de la doble naturaleza
espiritual y corporal del hombre que en Alemania empieza a imponerse de nuevo finalizada la era
predominante naturalista.
Por el contrario, en Inglaterra, Francia y Estados Unidos equivale a Etnología añadiéndose la
prehistoria. Aquí se ocupa como el conocimiento antropológico de las razas, de la diversidad racial
de los hombres, pero no solo de sus aspectos corporales, sino también culturales.
Esta acepción no es ciertamente del todo aceptada en Alemania. El libro de Wilhelm Muhlman:
Historia de la Antropología, 1948, es principalmente, si no exclusivamente, una Historia de la
Etnología. Entonces, ¿Cuál es la diferencia entre la antropología física, etnología y antropología
filosófica?, bueno la Antropología Física y la Etnología estudian aspectos parciales relacionados
con el hombre, presuponen el conocimiento de lo que el hombre es, e investigan simplemente sus
caracteres exteriores o sus obras culturales; mientras que la antropología filosófica se hace
preguntas más complejas y profundas sobre el hombre, se pregunta por el origen, por la naturaleza
de su ser, por la diferencia con los demás seres, por la finalidad y por el lugar que ocupa en el
cosmos.

3. Enfoques filosóficos sobre la problemática antropológica:


GÁRATE CAMACHO, Inés en su obra titulada “Filosofía, Psicología y Economía (2002- Págs. 54,
55,56), afirma que el hombre ha sido objeto de investigaciones a través de la historia y se han hecho
desde diferentes enfoques o perspectivas, veamos:

3.1. Enfoque Medieval o Teocéntrico


Surge en la Edad Media fundamentalmente con la concepción teocéntrica de la realidad, Dios
aparece como el centro de todo, la óptica como se mira al hombre es Dios, la idea fundamental es
la concepción de Dios como creador de la naturaleza y el hombre como criaturas. Tiene algunas
características fundamentales:
Se desarrolla el sentido dualista de la realidad. El cosmos está dividido en tres grandes sectores:
cielo, tierra e infierno. El hombre se encuentra en la tierra, el hombre está en una continua lucha
contra dos fuerzas, las fuerzas celestiales que son fuerzas del bien y las fuerzas infernales que son
fuerzas del mal. El cielo es el lugar de la luz, de la apertura y lo bello, mientras que el infierno es el
lugar de las tinieblas, de la perdición y el sufrimiento. El hombre, con su libre albedrío, le toca
ganarse la simpatía de las fuerzas celestiales por medio de un comportamiento en base a normas
o leyes divinas, bajo el cuidado y protección del espíritu santo y tomando a Jesús como ejemplo; de
lo contrario, estará dominado por las fuerzas infernales del mal, del reino de satanás y de la
perdición eterna.
Como podemos ver, es una visión dualista de contraposición ente materia y espíritu, entre cuerpo y
alma, entre el camino del bien y del mal, en este sentido, el hombre está compuesto de cuerpo y
alma. El cuerpo es imperfecto, viene del mundo de la materia y el alma es perfecta, viene del mundo
celestial.
 El sentido de la autoridad – sumisión. En la Edad Media toda la autoridad viene de Dios, esto
permite que las relaciones entre la Iglesia y el Estado fueran más fuertes. Cuando se obedece a la
autoridad que es Dios, que lo ejerce por medio de sus representantes que son los líderes de la
iglesia, entonces las leyes estatales se interpretan como la expresión de la voluntad divina.
 El Sentido de Creación. La mentalidad teocéntrica de la Edad Media trata de hacernos
comprender la creación de acuerdo al relato Bíblico, pero desde una hermenéutica muy literal.
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Afirma que al principio solo existía el espíritu de dios y todo el mundo material que existe ha sido
creado por obra y gracia divina; en este sentido, el hombre es producto de la maravillosa creación
de dios, lo hizo perfecto, pero a causa de su desobediencia cayo en pecado.
 Sentido de Salvación. Se desarrolla una teología de la salvación, fundada sobre la gracia y la
doctrina del pecado. El hombre por su propia naturaleza es un ser pecador, imperfecto, pero dios
con su infinita bondad le da la gracia para que siguiendo los mandamientos dictados a Moisés,
alcance la salvación de su alma.

3.2. Enfoque racionalista


Según Aristóteles "el hombre es un animal racional" en consecuencia, el hombre es una realidad
por tanto, se puede definir. Esta definición está relacionada con su esencia y se expresa por el
género próximo (animal) y su diferencia específica (racional).
Como podemos ver, es una visión que tiene un sentido absoluto de realidad, de esencia y de razón.
Funciona en base al sentido de la verdad plena y absoluta, o sea, ésta no está condicionada por
ninguna circunstancia, la cual significa que la verdad sobre el hombre no procede ni es realizada
por el mismo hombre, sino que se encuentra dada en la misma realidad.
Este enfoque es mecánico y absolutista, no tiene en cuenta otros factores que han ido determinando
y configurando la naturaleza humana, la de ser histórico, ser socio-cultural, ser complejo y ser
emergente. Además, afirmar que la esencia del hombre es la se ser racional es una afirmación
atrevida, puesto que el mismo hombre ha demostrado su altísimo nivel de irracionalidad en su
proceso de desarrollo histórico. Vemos que los animales supuestamente “irracionales” matan a otros
animales y no de su misma especie, solo por dos razones: o bien porque tienen hambre o bien
porque su vida está en peligro, no matan por odio, no matan por riqueza, por creencias, poder y
lujurias.

3.3. Enfoque contemporánea (antropocéntrico).


Con el desarrollo de la ciencia y la tecnología que alcanzaron un alto grado de desarrollo en el
Renacimiento, surge el Humanismo, donde el hombre es el centro de todas las reflexiones. El
puesto que Dios ocupaba en la Edad Media ahora lo ocupa el hombre; es decir se desarrolla una
visión antropocéntrica del mundo. Afirma que el hombre es un ser en el mundo, que se ha ido
formando en un largo proceso de desarrollo histórico. Entre el hombre y el mundo existe una
auténtica relación de intencionalidad, el hombre modifica a la naturaleza a la vez, la naturaleza
modifica al hombre. El hombre es considerado como parte del cosmos, el mismo que se expresa
en la vida del hombre dándole dirección sentido. El hombre no es una criatura, todo por el contrario
es un ser creador, ha creado la segunda naturaleza gracias al desarrollo de la ciencia y la tecnología.
El hombre es un ser de relación, es un ser social, se relaciona consigo mismo, con los demás, con
la naturaleza y con el cosmos en general.

4. Problemática de la Antropología Filosófica:


4.1. Sobre el Origen del Hombre
Sobre el origen del hombre hay varias hipótesis que se han ido planteando a medida que las
investigaciones en este campo se han ido desarrollando. Tenemos:

A. Hipótesis creacionista
Parte de un enfoque idealista, su método de estudio es el metafísico, afirma que el mundo es un
mero reflejo de ideas, ideas absolutas que existen de manera apriori; es decir, que existen en algún
lugar antes que existiera el mundo físico. El fundador del Idealismo objetivo fue Platón que afirmaba
que existen dos mundos: el mundo de las ideas y el mudo de la materia. El mudo de las ideas era
perfecto, acabado, inmutable y eterno y el mundo de la materia era lo contrario al mundo de las
ideas: imperfecto, inacabado, temporal y en movimiento y que este último era creación o
consecuencia del primero. Al mundo de las ideas le llamo SER porque era perfecto y al mudo de la
materia le llamo NO SER porque estaba en movimiento.
Todas las religiones se basan necesariamente en una visión idealista del mundo, donde consideran
la existencia del hombre como manifestación de un principio espiritual, supremo, sobrenatural,
inmaterial, alma, espíritu universal, fuerza vital, razón divina, etc. Se basan en los fundamentos de
las Sagradas Escrituras, tales como la Biblia, el Corán, entre otros y que fueron escritos por las
diferentes culturas milenarias de Asia y Europa.
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Esta teoría entra en flagrante contradicción con los planteamientos hechos por la ciencia desde la
aparición de la teoría evolucionista. El creacionismo se destaca principalmente por ser un
"movimientos anti evolucionistas", plantean la idea del diseño inteligente, cuyo principal objetivo es
obstaculizar e impedir la enseñanza de la evolución biológica en las escuelas y universidades.
Según estos movimientos creacionistas, los contenidos educativos sobre biología evolutiva han de
sustituirse, o al menos contrarrestarse, con sus creencias y mitos religiosos o con la creación de los
seres vivos por parte de un ser inteligente. En oposición con esta posición, la comunidad científica
sostiene la conveniencia de diferenciar entre lo natural y lo sobrenatural, de forma que no se
obstaculice el desarrollo de aquellos elementos que contribuyen al bienestar de los seres humanos.

B. Hipótesis Evolucionista
Denominado también materialismo, naturalismo o hipótesis científica. Afirma que el mundo material
que conocemos y exploramos mediante la ciencia es real, el único mundo real es material que ha
seguido un lento proceso de desarrollo histórico, que la materia, la energía, el espacio, el tiempo y
el movimiento siempre han existido y seguirán existiendo, no se puede crear tampoco se puede
destruir, solo se puede transformar. Desde la primera y gran explosión a partir de la materia
primigenia, sometida a sus propias leyes de desarrollo, empezó la expansión del universo,
generando de esta manera las galaxias, estrellas, sistemas planetarios, la tierra, los mares y
océanos primitivos, la proteínas primitivas, albuminas, coacervados, células procariotas, eucariotas,
fitoplancton, zooplancton, bacterias, amebas, protozoarios, pececillos, peces, anfibios, vertebrados,
mamíferos, pre homínidos, homínidos que ha seguido una lógica de desarrollo a partir de la
satisfacción de sus necesidades dentro de un contexto de una naturaleza agresiva y salvaje; es
decir desde un determinismo geográfico hasta desarrollar su cerebro (reptiliano, límbico y cortical o
racional) y con ello, la organización y desarrollo de sus sensaciones (reflejos), percepciones y
representaciones del mundo material. Dichas representaciones, primero vagas nociones de los
aspectos fenoménicos, características externas, secundarias y no esenciales de las existencias
observadas y manipuladas por el hombre, luego conceptos, juicios y razonamientos cada vez más
precisos y rigurosos, dando de esta manera origen y desarrollo del conocimiento científico y de
todas las manifestaciones de la cultura tanto material como espiritual de los pueblos.
El evolucionismo es un enfoque que se basa en todo el proceso de desarrollo de la ciencia y la
tecnología, nos explica el proceso de desarrollo del hombre y de la humanidad básicamente desde
la perspectiva filogenética (como especie), nos hace comprender que el origen del hombre no está
al margen del origen de la vida en particular y de la naturaleza y del cosmos en general.
A mediados del siglo XIX, la noción de evolución revoluciono la forma de pensar de los hombres.
Se centraron cada vez más en la idea de la evolución de los organismos complejos a partir de los
organismos simples y de la evolución de la naturaleza orgánica a partir de la inorgánica. La primera
etapa de la historia de la ciencia moderna es la idea de la evolución de las especies, sobre todo al
descubrirse la célula, el átomo y al inventarse el microscopio generó una dura polémica en el campo
de la antropología filosófica.
Darwin como iniciador de esta teoría, centro su interés en la observación de la naturaleza. Fue en
el año de 1831 que se integró como científico a la tripulación del barco de la marina inglesa “HMS
Beagle”, la misma que realizo una expedición de exploración alrededor del mundo durante cinco
años. Fue en las islas Galápagos, en las costas del Ecuador que al observar las sutiles diferencias
entre los pájaros de las islas, que se dio cuenta que estas diferencias podían estar asociadas con
el hecho de que cada especie vivía en un medio natural distinto, con distinta alimentación y distinto
hábitat. Fue esa intuición genial lo que le permitió plantear todas sus ideas acerca de la evolución.
Darwin entendió que toda población tanto de vegetales como de animales está formada por
individuos ligeramente distintos unos de otros. Las variaciones que existen entre los individuos
hacen que cada uno tenga distintas capacidades para adaptarse al medio natural, reproducirse
exitosamente y transmitir sus rasgos a su descendencia. Al paso de las generaciones, los rasgos
de los individuos que mejor se adaptaron a las condiciones naturales se vuelven más comunes y la
población evoluciona. Darwin llamó a este proceso “descendencia con modificación”. Del mismo
modo, la naturaleza selecciona las especies mejor adaptadas para sobrevivir y reproducirse. Este
proceso se conoce como “selección natural”. El pensamiento de Darwin también estuvo muy
influenciado por las ideas de Thomas Malthus, que escribió que la población humana tendía a crecer
exponencialmente y con ello, a acabarse los recursos alimenticios disponibles. Esto provoca crisis

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la cual lleva a los individuos a luchar y competir entre ellos por la supervivencia.
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Las ideas de Darwin fueron publicadas en el libro El origen de las especies en el año de 1859, lo
que tuvo enorme impacto en la comunidad científica de mitad del siglo XIX. Los principales
argumentos de esta teoría son: a). Que los tipos biológicos o especies no tienen una existencia fija
ni estática sino que se encuentran en cambio constante, b). Que la vida se manifiesta como una
lucha constante por la existencia y la supervivencia, c). Que la lucha por la supervivencia provoca
que los organismos que menos se adaptan a un medio natural específico desaparezcan y permite
que los mejores adaptados se reproduzcan, a este proceso se le llama "selección natural", d). Que
la selección natural, el desarrollo y la evolución requieren de un enorme período de tiempo y que la
vida humana no pueden apreciar dichos cambios, y c). Que las variaciones genéticas que producen
el incremento de probabilidades de supervivencia son azarosas y no son provocadas ni por Dios ni
por la tendencia de los organismos a buscar la perfección.

C. Hipótesis Mixta
Es una hipótesis que trata de conciliar la tesis creacionista con la evolucionista. Afirma que el
hombre tiene un origen divino. Sin embargo, Dios no creó al hombre desde la eternidad, sino que
creo primero al mundo que evoluciona permanentemente hasta lograr un determinado fin o un
determinado “destino”. El hombre es el paso previo a la consumación de todos los planes divinos,
es la manifestación inteligente de ese plan, y la encarnación de Jesucristo es la “prueba” de ello.

4.2. Sobre la naturaleza del hombre


Sobre la naturaleza del hombre, recogiendo las ideas de SALAZAR BONDY, Augusto y MIRO
QUESADA, Francisco en su libro titulado Introducción a la Filosofía (1988), afirman que sobre este
problema hay varios planteamientos.
Desde el punto de vista de las Ciencias Naturales, el hombre es un ser natural, biológico, que forma
parte del engranaje del universo en su conjunto. El ser humano, es un ser constituido de acuerdo a
las leyes que rigen el conjunto entero de la naturaleza. La Biología la considera como una especie
incluida dentro del orden zoológico de los primates. El hombre actual es el Homo Sapiens, aparece
aproximadamente hace 20,000 años en la era cuaternaria.
Los principales rasgos biológicos son: posición vertical erecta, constitución y uso de la mano como
órgano de prensión, cara pequeña en relación con el cráneo, un cerebro excepcionalmente grande
y desarrollado, órganos de fonación especial, capaces de detectar, aprehender o reflejar
multiplicidad de cualidades de las existencias materiales. Su entidad dinámica obedece a su lento
proceso de maduración y desarrollo, su capacidad cognoscitiva y comunicativa le dan una
originalidad biológica y una actitud diferente frente al universo. El hombre está formado de los
mismos elementos que forman las demás existencias del mundo material (carbono fósforo, calcio,
potasio, hierro, etc.), para poder sobrevivir necesita del concurso los demás miembros de su
especie, necesita de los demás seres vivos, de la radicación solar, del oxígeno, agua, alimentos, de
un ambiente no contaminado, etc. Es decir, de la interrelación dialéctica con los demás hombres y
con la naturaleza en su conjunto.
El hombre es considerado como una unidad biológica en su dimensión natural, donde todo cambio
no ha ocurrido como producto de la casualidad y del azar. Todo por el contrario, ha ocurrido por una
interrelación ininterrumpida de una serie de causas y efectos, de factores que posibilitan y frenan
su desarrollo. La posición erecta, por ejemplo es la consecuencia de la necesidad de orientarse y
sobrevivir en un proceso migratorio en busca de alimentos en épocas de sequía y es la causa a la
vez, de la liberación de las extremidades delanteras y la conversión en manos, las manos a la vez,
es la causa de la disminución de las mandíbulas, pues ahora ya no necesita alcanzar el alimento
con las mandíbulas, lo puede llevar con mucha facilidad con las manos a la boca, el aligeramiento
de las mandíbulas ha permitido el crecimiento y la versatilidad del cráneo en la medida necesaria
para el desarrollo del cerebro y este a su vez fue facilitando el desarrollo del órgano fonológico
para el lenguaje articulado, dando paso a la comunicación oral, al desarrollo del pensamiento luego
de la escritura y todo el desarrollo de la ciencia y la filosofía.
El hombre es el animal más indefenso de todos los animales superiores, por tanto necesita del
cuidado y la protección de la madre y de las generaciones adultas, no sería capaz su sobrevivencia
y desarrollo sin el concurso de estas. El hombre es el animal de la infancia más larga, pues su
maduración dura mucho y se extiende a todas las funciones orgánicas del individuo. Biológicamente
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el desarrollo del hombre no sigue al sistema muscular como en los demás animales, sino
fundamentalmente al sistema nervioso, teniendo como órgano fundamental al cerebro que necesita
un largo proceso de maduración.
Esta inmadurez y debilidad del infante humano es superada en la interrelación, primero con la
madre, luego con los demás miembros de la familia y de la sociedad en su conjunto en su lucha por
la vida en una sociedad dinámica, sin la cual el niño no podrá sobrevivir; ese proceso se llama
educación gracias a la cual alcanzara su maduración.
El Lenguaje articulado es una facultad innata que se ha ido desarrollando en los seres humanos
gracias a la práctica social, siendo una capacidad biológica del hombre, gracias al cual es posible
formular, combinar e interpretar por medio de símbolos universales situaciones concretas de la vida;
desarrollando de manera ilimitada las funciones del pensamiento no intuitivo, permitiendo la
hegemonía y su expansión en el mundo. Coordinando con el uso de la mano, este poder simbolizado
del lenguaje hace al hombre apto para crear objetos, combinarlos, eficientemente y enriquecer lazos
entre individuos de la especie. Por el lenguaje del hombre funda la cultura y con ello el desarrollo
de la sociedad.
Pero desde la perspectiva de las ciencias sociales sabemos también que la naturaleza del hombre
no solo se reduce a ser un ser bilógico, natural u objetivo, sino que sobre esa base material:
anatómica, neurofisiológica, bioquímica y genética se levanta todo una estructura compleja de un
mundo subjetivo, de mente, de conciencia, de espiritualidad que surge y se desarrolla a partir de su
lucha por sobrevivir como especie. La vida psíquica del hombre es de naturaleza compleja, está
formado por la capacidad que ha ido desarrollando para conocer su entorno, para llevar a cabo el
proceso de abstracción del mundo y transformarlo en imágenes cognitivas llevando a cabo una serie
de procedimientos, operaciones y estrategias cognoscitivas. Pero el hombre no solo se reduce a
racionalidad, a intelecto, a cognición; sino que conjuntamente con ello, ha ido desarrollando
sentimientos, emociones, paciones, voluntad, actitudes, fantasías, imaginaciones, creatividad, etc.
En consecuencia, el hombre es una unidad dialéctica de materia y conciencia, de cuerpo y alma o
espíritu, de cerebro y mente.
Frente a esta situación, la antropología filosófica se ha preguntado ¿Cuál es la naturaleza del
hombre? o en otros términos ¿Cuál es el elemento fundamental y determinante del hombre?

A. El espiritualismo, idealismo o subjetivismo


Se interesa por su mundo interior, su capacidad consciente, reflexiva, su racionalidad y su lenguaje.
Pone en relieve sus funciones psíquicas, su vida mental, su ética como manifestación de su ser, su
voluntad, su libertad y su personalidad. El hombre como ser espiritual constituye una realidad
plenamente desarrollada, tiene capacidad creativa, con lo cual todo lo transformador universal, es
un ser libre por naturaleza. Es un ser social porque se interrelaciona constantemente con sus
semejantes; utilizando el lenguaje como la mejor forma de comunicación consigo mismo y con los
demás. Desde este punto de vista, lo propio del hombre como individuo y comunidad es el espíritu;
la persona singular puede ser llamada por eso espíritu subjetivo, y sus obras, sus símbolos,
constituyen formas del espíritu objetivo.
Esta tesis afirma que la distinción entre el hombre y los demás animales no es puramente de grado
sino que en el hombre hay un principio que le pertenece única y exclusivamente a él, por tanto hay
una separación radical entre el hombre y el animal. El principio que diferencia al hombre puede
concebirse de distintas maneras: si se afirma que es la razón se denomina racionalismo
antropológico. Este afirma que el hombre es un ser racional. Las variedades históricas son:
La concepción clásica determinada primordialmente por la visión de lo exterior, el hombre es una
cosa más, pero con un carácter muy singular que lo coloca por encima de todas las demás cosas
en cuanto las conoce. Pero el hombre no se agota en la esfera de lo racional, ni en la de lo anímico.
El hombre es un ente doble de cuerpo y alma son sus integrantes. La concepción moderna que
parte del yo como ser pensante, como ser autónomo. La concepción idealista que tiene un profundo
interés por el hombre, pero no como ser integral, sino por su vida superior, por el espíritu, no como
producto del desarrollo histórico sino como manifestación de un espíritu universal, omnicomprensivo
y trascendente.

B. El naturalismo, vitalismo o sensualismo


Afirma que no hay una diferencia esencial entre el hombre y el animal, sino que la diferencias es
solo de grado, de modo que la vida superior del hombre resulta ser una forma más desarrollada,
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perfeccionada o evolucionada que la que tienen los animales. Que las formas más altas de la vida
humana, el desarrollo del pensamiento, lenguaje, arte, etc. no son más que los resultados genéticos
de procesos inherentes a las manifestaciones más elementales. Las dos variantes de esta teoría
son: La concepción mecánico-formal de tendencia materialista mecanicista que reduce toda la
complejidad de los fenómenos vitales, psíquicos y espirituales a fenómenos neurofisiológicos,
bioquímicos y genéticos. Además, considera que todas las formas de los fenómenos psíquicos son
formas más complicadas de los datos sensibles obtenidos del mundo exterior por medio de los
sentidos y la concepción vitalista que explica al hombre en su integridad por la vida misma, afirma
que el hombre se convierte en el último producto de la evolución vital. Esta concepción se diversifica
según lo que se considere como decisivo en la variedad de los impulsos vitales. Algunos le dieron
importancia a los impulsos nutritivos, otros a los impulsos de poder y otros a los impulsos sexuales.
En conclusión, el Naturalismo, vitalismo y sensualismo es una visión mecánica, unilateral, subjetiva
y reduccionista de la naturaleza del hombre, al pretender explicar toda la complejidad del hombre
solo a algunos aspectos que si bien es cierto, sirven de base para su constitución, pero que jamás
se reduce solo a ello.
Entonces, ¿Cuál de estas posiciones tiene la razón?, ¿Pueden reducirse toda lo complejidad del
hombre a lo meramente natural, biológico y objetivo como piensan los naturalistas? ¿Pueden
afirmarse que el ser del hombre es esencialmente espiritualista como afirman los idealistas? En
caso de no aceptar ni una ni otra posición, ¿Cómo explicar la existencia de ambos tipos de
caracteres en el hombre? El reto de la antropología filosófica es dar unas respuestas satisfactorias
a estas interrogaciones tan importantes.
Cuando tratamos de entender la complejidad de la realidad, muchas veces adoptamos posiciones
extremas y excluyentes, luego que esto nos conduce a conclusiones evidentemente erróneas,
adoptamos la posición extrema opuesta que resuelve algunos problemas, pero crea otros.
Esto es lo que pasa con el Naturalismo y Espiritualismo. Ambas son posiciones extremas,
unilaterales y excluyentes, ambas olvidan aspectos muy importantes y evidentes de la realidad
humana.

C. Critica al espiritualismo y al naturalismo.


El espiritualismo olvida que hay una innegable continuidad biológica entre el hombre y sus
antecesores en la evolución de la vida. No toma suficientemente en cuenta que los caracteres
espirituales humanos presuponen una determinada base corporal, que solo aparecen allí donde
esta base se da y que dejan de presentarse cuando ella no existe.
Olvida que no tenemos la experiencia de ninguna conciencia, reflexión, lenguaje y cultural que no
estén soportados por estructuras biológicas. No toma en cuenta que un ser puramente espiritual es
inexistente e incapaz de actuar sobre el mundo real, característica que es esencial en el vivir
humano.
Si la evolución biológica no significa nada para el hombre, ¿Cómo explicarse el hecho de que el
proceso entero de la evolución conduce paso a paso a la aparición y desarrollo del ser humano?,
¿Cómo explicarse la existencia de estos caracteres en especies que son los ancestros del ser
humano moderno? Si la maduración corporal del hombre no está íntima y esencialmente ligada con
sus rasgos espirituales, ¿Qué sentido tiene este hecho tan importante biológicamente? Todos estos
aspectos resultarían pues apéndices inútiles de la realidad humana, un gran lujo o un enorme error
de la naturaleza, es decir, fenómenos incomprensibles.
En cambio el naturalismo si toma todos estos rasgos comunes al hombre y al animal, trata de
explicar todos los fenómenos de acuerdo a las leyes físicas y biológicas, supera estos problemas.
Pero comete otros graves erróneos. Confunde la continuidad biológica con la continuidad en todo
orden de cosas y olvida las diferencias esenciales que existe entre los fenómenos determinables
físicamente, es decir, externamente. No repara hechos evidentes, como la diferencia que hay entre
cerebro y conciencia, entre conexiones de neuronas y reflexión racional, entre actividad fisiológica
e intencionalidad espiritual.
No podemos aceptar estas posiciones extremas, igualmente equivocadas en cuanto excluyente y
unilaterales. Debemos intentar por tanto una concepción integradora del hombre como realidad
natural-espiritual; sin duda ella presentara también dificultades como ocurre en toda teoría filosófica,
pero menores que las que acabamos de considerar, puesto que tomara en cuenta los datos
efectivos de la experiencia humana que son: la necesidad del cuerpo para la existencia del hombre,
la preparación biológica de la especie humana y la estrecha conexión que la obra del hombre
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mantiene con la realidad material, y en suma todos los demás fenómenos naturales de la realidad
humana.
De otro lado tenemos la conciencia reflexiva y racional, la capacidad creadora del lenguaje y el arte,
como la sociabilidad y la cultura. Ahora cómo vamos a armonizar estos datos, como se conjugan y
complementa mutuamente para la comprensión real y objetiva de la naturaleza humana.

5. El hombre en el Cosmos
El mismo SALAZAR BONDY, A y MIRO QUESADA, F. (1988) en las paginas 40, 41, 42 plantean la
pregunta ¿Cuál es nuestra posición en el conjunto de la realidad? y ¿Cuál es el puesto del hombre
en el universo? y afirman que el hombre no ha creado el universo, tampoco conoce más que una
parte ínfima del él, por tanto el hombre es un ser limitado, sujeto por su base biológica a la
naturaleza y al cual, el universo desborda en todas las direcciones, encierra múltiples misterios que
aún no se pueden comprender.
El Hombre es un ser natural, biológico y objetivo pero sobrepasa a la propia naturaleza, no se reduce
a ella. Para comprender la aparición del hombre, no basta decir que el hombre viene después de
cualquier tipo de animal, ya que el hombre es un ser emergente de la naturaleza. Esto significa tanto
que nace de la naturaleza cuanto que sobrepasa y es superior a la propia naturaleza originaria.
El hombre es un habitante de la tierra, un ser confinado por nacimiento en un lugar del mundo; pero
es un ser que gracias al pensamiento racional y a la imaginación artística, rompe todas las fronteras
especiales y que gracias al desarrollo de la ciencia y la tecnología que él sin auxilio alguno ha
inventado, se muestra capaz de abandonar físicamente su propio hábitat terrestre.
El hombre está confinado en un momento del tiempo cósmico; pero por su ser histórico explora el
pasado del mundo, se proyecta al futuro para preverlo, conserva y acumula todos sus instantes,
enriqueciendo en cada paso su realidad y salvándose así de la fugacidad temporal. Es cierto que el
cosmos los desborda en toda las direcciones; pero es cierto también que el hombre está en
expansión, y así como en su corto pasado ha colonizado totalmente la tierra; cosa que ningún animal
jamás ha llego hacerlo, ahora está en disposición de penetrar cada vez en el universo del cual forma
parte.
El hombre no ha creado al mundo objetivo, al cosmos, al universo; pero se está creando
indefinidamente a sí mismo a partir de rudimentarios datos iníciales. Ha creado un universo de
cultura sobre la naturaleza terrestre que por el pensamiento, el lenguaje y la imaginación crea y
recrea constantemente el mundo cultural. Es decir, ha creado una segunda naturaleza.
El hombre como animal está sujeto y limitado por la naturaleza, pero en esto su condición es
incomparable con la de ningún animal u otro ser del mundo, pues él trasciende las limitaciones, se
libera a cada paso de las sujeciones físicas, elige y decide sus metas e ideales.
En conclusión, la posición del hombre en el cosmos es pues singular y especial, propia y única de
él. Es un ser del mundo, terrestre, es parte del cosmos, viene de la tierra y al final de sus días
regresa nuevamente a la naturaleza; pero es el ser superior, es el más evolucionado, es el ser que
está en proceso de formación, cambio y desarrollo; es decir, es un ser emergente, cuya naturaleza
aún no se acaba de constituir de manera definitiva, y al parecer nunca terminará. El hombre no es
un ser perfecto, pero es perfectible y en ese propósito cumple su rol especial la educación como
proceso de formación y desarrollo humano. Está ligado a la tierra, pero la supera por su capacidad
racional para conocerla, crearla y transformarla, por el desarrollo pleno de su conciencia que es
capaz de acelerar, atenuar o cambiar de rumbo os acontecimientos. Es el animal que ha
sobrepasado al mundo donde vive y se ha sobrepasado a sí mismo. Es, en fin, la culminación de
un proceso largamente preparado por la vida terrestre, con la que, sin embargo, no se cierra sino
que más bien abre la verdadera historia de la vida.

III. CONCLUSIONES GENERALES:


1). La antropología filosófica es una disciplina que se encarga de estudiar integralmente al hombre,
plantea preguntas de un alto grado de generalidad y complejidad, desde su origen, su esencia o
naturaleza, su evolución, su finalidad y la posición que ocupa en el cosmos.
2). La Antropología Filosófica debe determinar el sentido de la vida tomando en cuenta los aspectos
de la realidad: Biológica, material, histórica y cultural.
3). Gracias al conocimiento de la Antropología Filosófica podemos comprender y reflexionar acerca
la existencia del hombre en la tierra y así nos ayudara a conocer, entender y comprender sobre este
problema filosófico.
8
4). El hombre es un medio e instrumento que produce los fenómenos de la alineación en el plano
de las relaciones humanas y a los procesos de la cosificación en las relaciones humanas (el interés
y la utilidad).
5). El ser humano tiene que tener en cuenta sus dimensiones de subsistencia para el desarrollo
orgánico de su ser como: Biológico (comer, vestido, habitación,) Espiritual (desarrollo y fomento de
nuestra interioridad), Social (el hombre es un ser capacitado para entrar en relación con los otros, y
consigo mismo), Racional (el ser humano está concedido de unas capacidades intelectivas, piensa,
estudia, profundiza, analiza, etc.) y Psicológico (afectividad, instintos, emotividad, voluntad).

IV. BIBLIOGRAFIA:
SALAZAR BONDY, Augusto y MIRO QUESADA, Francisco, (1988), Introducción a la Filosofía y
Lógica, 1° Edición, Lima – Perú.
WOODS, Alan y GRANT, Ted, (2002), Razón y Revolución, 2° Edición-Paginas 470
CAMACHO GÁRATE, Inés, (2002), Filosofía, Lógica, Psicología y Economía, 1° Edición- Paginas
510
LANDMANN, Michael, (2002), Antropología Filosófica, 1° Edición- Páginas 294

ANTROPOLOGIA FILOSÓFICA ENFOQUE DIALECTICA

I. INTRODUCCION:
El enfoque dialectico hace un análisis integral de la problemática del hombre, la sociedad, la cultura
y la educación. Al hombre no se le puede entender de manera parcial, unilateral y aislada, tiene que
entenderse en sus múltiples relaciones e interrelaciones con otros seres humanos y con el medio
del cual viene y vive; es decir, como un ser multidimensional, complejo, histórico-social-cultural y
emergente.
Desde esta perspectiva, el hombre tiene un componente físico, material o biológico que es la
condición básica y fundamental sobre la cual se forma, estructura y desarrolla el componente
psíquico, subjetivo o espiritual. Y esto lo hace, con el concurso activo de las múltiples relaciones e
interrelaciones que establece con los demás miembros de su familia, comunidad y sociedad en su
conjunto. El mismo que se da en un largo proceso de perfeccionamiento y desarrollo progresivo y
regresivo a la vez, de humanización y deshumanización, de cosificación y concientización, tanto
como individuo (ontogenético), así como especie (filogenético).
El presente trabajo nos muestra aquellos cambios trascendentales en la evolución del hombre,
desde el origen de la vida, pasando por aquellas épocas que vivía en cavernas, se alimentaba de
hierbas, frutos y miel silvestre en las épocas más primitivas del paleolítico hasta llegar a ser un ser
racional, pensante, consciente, capaz de realizar las más grandes hazañas nunca antes vista en la
tierra, un ser completamente distinto a los demás seres que habitan la tierra.
Además, como parte de este complicado proceso histórico, la división de la sociedad en distintas
clases sociales, el proceso de formación y desarrollo de las distintas formas de organización social,
el desarrollo de la cultura tanto material como espiritual, el proceso de cosificación, explotación,
instrumentalización y alienación; es decir el proceso de deshumanización y sometimiento de unos
sobre los otros y todas las consecuencias que de ello derivan: guerras imperialistas, guerras de
liberación nacional, guerras fratricidas, genocidios, violencia generalizada, racismo, machismo,
discriminación, feminicidios, secuestros, exclusión, etc.

II. CUERPO TEMATICO


2.1. Sobre el origen del Hombre (hombre como ser histórico).
Como ya lo hemos visto en temas anteriores, el origen del hombre no se le puede analizar de
manera aislada, al margen del origen de los animales, de la vida, de la tierra, del sistema planetario
solar, de la galaxia y del universo en su conjunto.
Además, tenemos que partir de todos los conocimientos que la ciencia y la filosofía han logrado en
su proceso de desarrollo histórico. Tenemos que partir aceptando los principios básicos y
fundamentales que han permitido a la ciencia moderna reconstruir la realidad por medio de las
teorías científicas.
Según la física moderna al principio existía la materia, la energía, el espacio, el tiempo y el
movimiento sometidos a sus propias contradicciones; es decir, a su propia dinámica de desarrollo,
9
a sus propias leyes objetivas. Es así como el universo empieza su proceso de expansión generando
de esta manera las galaxias, las estrellas, los cometas, los asteroides, los satélites y todo cuanto
cuerpo celeste existe en la infinitud del universo. El sol que es una estrella ni muy grande ni muy
pequeña, se encuentra formando parte, al igual que otras miles de millones de estrellas de nuestra
galaxia llamada Vía Láctea, por el color lechoso como se observa en una noche despejada desde
la tierra.
El sol ya estrella envejecida por el color de luz con la que brilla, rojiza amarillenta bota lenguas de
fuego a cientos de miles de kilómetros de su núcleo formando la corona, al principio cuando era
estrella súper nova, las lenguas de fuego tenían enorme potencia que al ser arrojadas desde su
centro se alejaban tanto, formando conglomerados de materia y energía que ya no era posible su
retorno al punto de partida, formándose de esa manera los planetas primitivos y los demás cuerpos
celestes sometidos a las leyes de la gravedad y del electromagnetismo formaron el sistema
planetario solar.
La tierra que se desprende del sol en estado incandescente hace aproximadamente 5,000 millones
de años, sometida a la gravedad empieza a enfriarse y tomar su forma geoidal gracias al movimiento
de rotación sobre su eje, no tenía hidrosfera, ni atmosfera solo era una masa caliente de materia y
gases tóxicos que se enfriaba lentamente. Cuando estaba lo suficientemente fría, los distintos
átomos se iban combinando de manera indistinta los unos con los otros formando de esta manera
una atmósfera primitiva. Ya en la atmósfera primitiva se siguen dando una serie de combinaciones
cada vez más selectivas y complejas. Se une por ejemplo el hidrogeno con el oxígeno dando como
resultado el agua, las moléculas de agua al ras del suelo se calientan con facilidad, pierden peso y
se elevan; al elevarse se enfrían, recuperan su peso y nuevamente caen, originándose las lluvias
que al principio eran torrenciales, pero al estar la tierra aún muy caliente, se evaporaban con
facilidad y así sucesivamente formándose el ciclo del agua.
Cuando la tierra estaba lo suficientemente fría, ya no se evaporaba todo lo que se precipitaba, lo
restante se fue acumulando en las grandes depresiones de la tierra en formación, originando de
esta manera los mares, océanos, lagos, ríos y riachuelos primitivos.
Ya en el fondo de estos mares y océanos primitivos se siguieron dando las distintas combinaciones
cada vez más complejas, selectivas y especializadas, generando de esta manera la formación de
distintos compuestos carbonatados, tales como los hidrocarburos, las proteínas primitivas hace
aproximadamente 2,300 millones de años, luego surgen las las albúminas, los coacervados hasta
dar origen a las colonias coloidales y con ello a las primeras células llamadas procariotas; es decir,
unas células primitivas e incompletas sin núcleo definido, por tanto sin ADN y sin ARN.
Hubo que transcurrir miles de millones de años para que se formara las células más desarrolladas
a partir de las células primitivas, células con núcleo definido; es decir con ADN y ARN llamadas
células eucariotas. Sabemos que en el ADN esta la carga genética y cromosómica que permite el
proceso de bipartición y multiplicación de las células, de una célula madre se generan dos células
hijas con su respectiva herencia genética en un proceso que se le llama meiosis y mitosis.
Ya con la célula formada, con la capacidad de reproducirse y seguir evolucionando se origina los
primeros organismos autótrofos (producen su propio alimento) como las algas azules, verdes y todo
el fitoplancton que se desarrolló en los mares, ríos y lagos; con ello el desarrollo de los organismos
heterótrofos (se alimentan de otros organismos) como el zooplancton, con ello los virus, bacterias,
amebas, protozoarios, pececillos, peces y vertebrados de esqueleto cartilaginoso. Unos se
quedaron en el agua (acuáticos), otros salieron a tierra firme (terrestres) y otros salieron para cumplir
determinadas funciones luego regresaron al agua (anfibios).
Los animales terrestres, gracias al clima y a la variedad de su alimentación, osificaron su esqueleto,
cambiaron sus escamas por piel gruesa y resistente, unos (reptiles) y por plumas que lo protegieran
de la inclemencia del tiempo, otros (aves), por patas sus aletas unos y por alas para poder
desplazarse otros. Sofisticaron su proceso reproductivo, unos se convirtieron en vivíparos, otros en
ovíparos y otros en ambos a la vez como el ornitorrinco.
Los vivíparos desarrollaron sus glándulas mamarias para poder alimentar a sus crías, luego se
desarrollan los primates, entre los más desarrollados los Pliopithecus de los cuales se derivan, los
Ramapithecus por un lado y los Antrolopithecus por otro. De los primeros se derivan el gorila, el
orangután y el chimpancé y de los segundos el Neandertal, Cromañón, Homo Sapiens y el hombre
moderno llamado Homo Sapiens Sapiens.
Engels (1978), ha desarrollado una hipótesis retrospectiva sumamente interesante que nos permite
tener una idea aproximada de como fue el proceso evolutivo del hombre. Afirma que en una época
10
aún no determinada por los geólogos, en una zona hoy desaparecida del Océano Indico, vivían una
especie de monos antropomorfos sumamente desarrollados, tenían barba, abundante pelaje, orejas
puntiagudas y vivían en la copa de los arboles formando manadas. Los cambios climáticos,
especialmente las sequías, los árboles se convirtieron en una trampa mortal. Se vieron obligados
nuestros peludos antepasados a bajar y migrar en busca de alimentos. Como cuadrúpedos la
migración era lenta y penosa, no tenían una orientación precisa sobre la dirección a seguir, los
predadores estaban al acecho y se vio en la obligación de ponerse de pie, a erguirse para poder
mirar el horizonte y seguir una dirección un poco “más segura”.
Al principio lo hizo por curiosidad y luego por necesidad, pero lo hizo. Creando o convirtiendo las
patas delanteras en manos las mismas que ahora cumplían funciones diferentes a los pies.
Ya con las patas delanteras libres ahora convertidas en manos, al principio toscas, rudimentarias,
primitivas, pero manos al fin, las usaba para coger piedras, empuñar garrotes y usarlos para su
defensa o ataque de los predadores.
Mediante la práctica permanente, la mano se fue refinando, el dedo pulgar se ubicaba cada vez
más en oposición a los demás dedos, manipulaba variedad de objetos, experimentaba con la
naturaleza y como la mano esta unidad a los ojos y los ojos al cerebro (ley de la correlación del
crecimiento y desarrollo), este antiguo pariente nuestro fue desarrollando cada vez más nuevas
capacidades, habilidades y destrezas.
En este proceso de lucha permanente con la naturaleza, no lo pudo hacer solo, su sobrevivencia
sólo pudo ser posible, gracias a que lo hizo en grupo, por lo que surge la necesidad de decirse algo,
de comunicarse, surgiendo de esta manera, gracias al desarrollo de todo su sistema fonológico el
desarrollo del lenguaje articulado.
En este proceso de experimentar con la naturaleza, descubre la dureza de la piedra y que al ser
percutada con otra, la rompe y la convierte en un filudo cuchillo con el cual podía hacerse daño el
mismo. Entonces, hace una complicada inferencia para su nivel de desarrollo: la piedra rompe la
piedra, la piedra rota rompe la mano y si la piedra rota rompe la mano, luego puede romper otras
cosas más. En efecto, lo pone en práctica y ahora puede romper la piel de cualquier animal que
estuviese a su alcance y llevar con mucha facilidad la carne a la boca.
Con el consumo de la carne primero cruda, luego cocida con el descubrimiento o invento del fuego
después, más la práctica permanente de sobrevivencia en un mundo natural y salvaje, mas con la
posibilidad de poder comunicarse entre ellos, el cerebro tuvo todas las condiciones y posibilidades
tanto externas como internas para seguir desarrollándose. En efecto, el Neandertal ya tenía la
posibilidad de hacer finas abstracciones, elaborar nociones, conceptos, juicios y complicados
razonamientos, conjuntamente desarrolló sus sentimientos (afecto, odio, apego rechazo, etc.),
emociones (tristeza, alegría, etc.), estados de ánimos (optimista, pesimista, etc.), su voluntad,
predisposición para hacer las cosas, sus temores, rechazos, angustias y traumas; es decir toda su
vida psíquico o espiritual.

2.2. Sobre la naturaleza humana.


La naturaleza humana es multidimensional y compleja hay que entenderlo como un ser natural,
biológico (anatómico, neurofisiológico, bioquímico, genético y endocrinológico); como un ser
psíquico (cognitivo, afectivo-valorativo y volitivo) y como un ser social (comunicativo, lúdico, laboral,
moral, político, artístico y sexual).
Por otro lado hay que entenderlo como un ser histórico, al igual que el universo, la galaxia, el sol, la
tierra y la vida misma. El hombre no es otra cosa más que la proyección de la vida, es un animal
superior que ha desarrollado conciencia, vida psíquica o espiritual y que ha llegado a darse cuenta
de su propia existencia, de la existencia de los demás seres humanos y de las existencias de
manera general, de su imperfección, de su fragilidad, de su miseria, de su dependencia, pero
también de su grandeza, de sus capacidades y posibilidades de enseñorearse en la naturaleza
como el ser más desarrollado del cosmos; es decir como un ser emergente.

A. El hombre como ser natural, bilógico.


Dentro de esta lógica de reconstrucción del pasado de la humanidad es que la ciencia ubica al
hombre dentro de la taxonomía biológica. Veamos:
 Reino. Es la clasificación más amplia y general que la ciencia hace de todos los seres: mineral,
vegetal, animal, protista, mónera y fungí. El hombre se ubica en el reino animal

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 Grado. Es la sub clasificación de los reinos: protozoarios o animales unicelulares metazoarios o
pluricelulares. El hombre naturalmente pertenece al grado de los metazoarios.
 Filo. Es la sub clasificación de un grado. Dentro de los metazoarios se reconocen varios filos. El
hombre pertenece al filo de los mamíferos y a la subclase de los euterios o mamíferos placentarios.
 Orden. Es la sub clasificación principal de una clase o subclase, que a su vez se divide en
subórdenes. El hombre, junto con las tupayas, los lémures, tarsos, monos y antropoides, pertenecen
al orden de los primates.
 Familia. Es la subdivisión de un orden o suborden. Simpson divide el suborden de los
antropoides en las superfamilias de los hominoides, cercopitecidos o monos del viejo mundo y los
cuboides o monos del nuevo mundo. La superfamilia de los hominoides consta de dos familias:
homínidos y pungidos (chimpancé, gorila y orangután).
 Género. Es la subdivisión de una familia, A pesar de las discrepancias, se está de acuerdo en
que todos los hombres modernos pertenecen a un solo género denominado homo.
 Especie. Es la subdivisión de un género. La especie humana actual con algunas formas
extinguidas como el Neanderthal, por ejemplo pertenecen a los sapiens.
 Raza o variedad. Una raza o variedad comprende a los individuos que presentan el mayor
número de rasgos homólogos. De todos modos, en el caso del hombre una raza es una entidad
biogenética inestable, identificada por determinadas características hereditarias y a veces solo por
prejuicios que nada tienen que ver con la naturaleza misma del hombre.

Como acabamos de ver, el hombre pertenece al orden de los primates y se ha ubicado allí, por las
siguientes características: tiene un cerebro relativamente grande con corteza y muchos pliegues,
patas o manos delanteras flexibles con cinco dedos, dedos provistos de uñas en lugar de garras.
Estas características, fundamentalmente la mano pentadáctil y prensil, adaptada para hacer o
sujetar, y la visión estereoscópica muy desarrollada, además de determinados hábitos, orientaron
la evolución hacia un camino que habría de conducir a la aparición del hombre.
Si bien la tupayas y los lémures, los primates más primitivos, dieron lugar a los tarsios, son
completamente diferentes y son los tarsios los que se hallan, definitivamente, en el camino hacia
los simios.
En el Eoceno superior, vivió un animal más evolucionado que el tarsio, el Amphipithecus, el cual
tenía una vaga semejanza con el mono. Diez millones de años después se destaca otro más
evolucionado, el Oligopithecus, es este el candidato de más edad que puede incluirse en el linaje
de los monos del viejo mundo.
Fue el más primitivo de los monos del viejo mundo (cercopitecidos) el que desarrollo una rama
progresiva que avanzó desde el pitecoide hasta la etapa de los hominoides.
En Fayum (Egipto) se han encontrado los restos del paraphitecus, pequeño simio con
características aun tarsoides y del propliopithecus, ya más evolucionado con dientes parecidos a
los del gibón. Se supone que desde estos primates la evolución se separó en dos líneas diferentes:
la línea de los monos del viejo mundo y la línea de los hominoides, en la que figuran los grandes
monos antropomorfos (chimpancé, orangután, gorila y el hombre).

B. El Hombre como un ser social.


Como acabamos de ver, el hombre es un ser natural porque es producto de una larga evolución
biológica, viene de los pre homínidos, que fueron cuadrúpedos y por medio del proceso de
bipedación, de la liberación de las extremidades delanteras y la conversión en manos, el uso de la
piedra, palos y garrotes para usarlo como armas de defensa, el consumo de la carne cruda luego
cocida por el descubrimiento o el invento del fuego, trajo consigo el aumento y desarrollo tanto
cuantitativo como cualitativo su cerebro y con esto el desarrollo de todo su mundo psicológico o
espiritual; pero aun así, el hombre no hubiera podido alcanzar la condición humana si se hubiera
encontrado aislado de los demás miembros de su familia o comunidad. En este sentido, es parte de
la naturaleza del hombre el de vivir en sociedad. La socialización fue y es otra condición
indispensable de la evolución humana.
La socialización del hombre está sustentada en una serie de factores, tales como: de todas las
especies de animales superiores el hombre es el menos dotado de la naturaleza para poder
sobrevivir de manera independiente. Al nacer, no puede caminar, hablar, coger objetos, etc. Es
decir, necesita de la madre para poder existir, sin ella o en todo caso de los adultos sería imposible
su sobrevivencia; el niño aprende a sobrevivir, gracias a la imitación de conductas que hace de los
12
adultos; es decir, los niños necesitan ser criados o educados para lograr cohesionar al grupo y
desarrollar todo su potencial como ser humano, es la etapa más importante del proceso de
socialización. La sobrevivencia de los hombres como especie hubiese sido imposible de manera
aislada, necesita vivir en grupo para la búsqueda de alimento y para su propia protección y los
mecanismos de la reproducción de la especie también necesitan de vivir en grupo.

C. El Hombre es un ser Cultural


En el proceso de hominización el hombre ha inventado todo tipo de instrumentos, utensilios,
herramientas, etc.; es decir la técnica que es la base de la cultura material, pero al mismo tiempo
ha ido desarrollando distintas formas de pensamientos a partir de su capacidad cognitiva; es decir,
la capacidad de hacer abstracciones a partir de la observación, manipulación y experimentación con
las existencias materiales. Ha ido desarrollando su capacidad de descripción, comparación,
generalización, delimitación, clasificación, división, etc. con ello ha ido elaborando imágenes
racionales, primero nociones vagas a cerca del mundo, luego conceptos, juicios e ilaciones
cotidianas para después terminar elaborando complicadas inferencias y sistematizando cuerpos
teórico-conceptuales en el campo de cada una de las diferentes ciencias. Pero, el conocimiento o
pensamiento lógico no ha surgido solo, sino íntimamente ligado al pensamiento especulativo, al
mito, a la magia, a la religión, etc. que se convirtieron en tradiciones, costumbres y modos de vida
de los pueblos en su proceso de desarrollo histórico; es decir, el desarrollo de toda su cultura
espiritual.
D. Razas y Racismo
La antropología cultural como ciencia investiga el origen, desarrollo y sentido interno de cada
cultura, su objetivo principal es el estudio de las etnias, por lo que también se llamaba etnología o
etnografía. La etnología se encarga del estudio de tales datos, describiendo, explicando e
interpretando, desde la perspectiva de una teoría global y la etnografía recoge y procesa los datos
culturales, propio de un colectivo humano.
Dentro de esta perspectiva es importante analizar las razas y el racismo como fenómeno
económico, social y cultural que muchas veces atiza el desarrollo de posiciones encontradas que
generan grandes confrontaciones entre los pueblos y etnias.
Todos los seres humanos pertenecemos a una sola especie; entendiéndose por especie, de manera
muy general, un tipo de organismos de morfología análoga que posee la capacidad de entrecruzarse
y producir descendencia fecunda. No obstante, los miles de millones de seres humanos que
poblamos la tierra componemos un asombroso conglomerado de pueblos diferentes, pero que
dichas diferencias no son esenciales sino solamente secundarias, tales como el color de la piel, las
fisonomía física, la estatura, el color del cabello, el lenguaje, el nivel de desarrollo de su economía,
etc.
Pero las diferencias observables entre los diversos grupos humanos, cualesquiera que sean, no
afectan la estructura ni los rasgos básicos o fundamentales que tenemos en común, todos tenemos
los mismos rasgos esenciales: ser históricos, sociales, culturales y emergentes. Así pues la
humanidad actual es uniforme en lo que se refiere al conjunto estructural básico y multiforme en lo
que concierne a numerosos rasgos secundarios. Comprendido de esta manera el primer significado
de las diferencias, se puede definir la raza como el conjunto de caracteres biológicos, morfológicos
y genéticos comunes a un grupo humano, que lo diferencian de otros grupos y que se transmite a
su descendencia mientras el grupo permanezca aislado.
Se habla de raza blanca, amarilla y negra simplemente por sus caracteres más salientes, en este
caso el color de la piel que son los más perceptibles; tal calificación es inexacta lo prueba el solo
hecho de que la población del norte de la India, por ejemplo, es típicamente caucásica en todo
menos el color. Los Bosquimanos-hotentones de África figuran clasificados como negros a pesar
que el color de su piel es tan amarilla como el de los mongólicos. Por otra parte se confunde a
menudo la noción de raza con otro tipo de agrupaciones, así se habla de raza japonesa, judía o
aria sin tener en cuenta que el pueblo japonés es una nacionalidad. También hay que tener en
cuenta el hecho que no existe raza pura.
En la actualidad nadie discute que todos los hombres somos miembros de una misma especie,
aunque los fósiles humanos encontrados son tan diferentes en muchos aspectos a los esqueletos
del hombre actual. La comunidad científica es de consenso que la diversidad de razas que ahora
se advierte es posterior a la aparición del Homo Sapiens.

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Las razas no debería ser un problema, pero hay quienes se preocupan por encontrar fundamentos
científicos que permitan distinguir y clasificar las distintas razas humanas, claro que hasta el
momento no se ha podido establecer criterios objetivos o una referencia significativamente válida
para clasificar “racionalmente” a los seres humanos.
Claro que hay muchísimos rasgos que se podrían usar para diferenciar a los grupos humanos por
sus características físicas, pero todos ellos, resultan muy relativos. Por ejemplo, el color de la piel
(blanco, amarillo, negro, cobrizo, etc.) que es el más usado, tiene infinitas gamas y no puede
establecer límite para cada una. Lo mismo sucede con el tamaño y la forma del cráneo, la textura
y el color del cabello que resultan muchas veces tan contradictorias. Los nórdicos europeos con el
color y el pelo de otras razas.
En realidad ningún grupo humano posee rasgos propios o característicos esenciales que permitan
diferenciarlos de los demás; pero hay una infinita variabilidad de caracteres físicos, sociales y
culturales que nos permite afirmar que no hay dos seres humanos, ni dos familias, ni dos
poblaciones iguales. Tampoco se puede utilizar para el efecto los tipos de sangre, puesto que en
todas las poblaciones se encuentran los mismos componentes; lo único que puede variar son las
secuencias, pero también de un modo muy relativo.

 Racismo y problemas raciales:


Como podemos observar todos los hombres, las familias y los pueblos no son iguales en sus
aspectos secundarios, fenoménicos o no esenciales. Se diferencian en sus costumbres, tradiciones,
modos de vida, creencias religiosas, etc. Pero, como sabemos ha existido desde tiempos muy
antiguos el prejuicio de que hay pueblos y razas superiores e inferiores, generando de esta manera
fuertes luchas y antagonismo raciales.
Como ya hemos explicado líneas antes, las razas son el resultado de los diferentes cambios
climáticos y alimenticios generados por las grandes migraciones humanas en su intento de poblar
la tierra y el racismo surge como resultado del control, dominio y explotación de los recursos
materiales y luego humanos de un pueblo por otro. Por tanto, el racismo es la justificación
etnocentrista del control, dominio y explotación, primero del espacio geográfico y de sus recursos
materiales y luego de los seres humanos como fuerza laboral.
Las diferencias entre individuos, familias o comunidades no generan prejuicios raciales por si solos,
esto ocurre solo cuando hay algún tipo de interés económico de control, dominio y explotación.
Aristóteles admitía la idea de que ha hombres que nacen con alma y otros no lo tienen y que los
hombre que nacen con alma son los llamados a gobernar y los que no tienen alma deben sostener
el desarrollo de la sociedad, por tanto, ciertos pueblos nacen para ser libres y otros para ser
esclavos. Esta idea sirvió de base al teólogo español fray Gines de Sepúlveda para justificar la
esclavitud de los indios americanos, a los cuales por no figurar en las sagradas escrituras se les
califico de seres “irracionales, inferiores y perversos”. Aunque la esclavitud de los indios fue
oficialmente breve en las colonias españolas, su sojuzgamiento, explotación y aniquilamiento de los
siglos posteriores se cristalizaron en el enorme prejuicio racial que mantuvieron los conquistadores
hispanos y que heredaron, para su provecho, sus descendientes republicanos la estratigrafía social
de América latina, si bien implícitamente económica, ha estado basada desde la colonia en la
discriminación racial.
La explotación por los europeos de la agricultura y la manufactura en las tierras americanas condujo
a practicar la esclavitud y el ominoso comercio de los negros, quienes eran habitualmente casados
en sus aldeas africanas. Hubo muchos autores que con el propósito de mantener la esclavitud
trataron de justificarla teóricamente proclamando que el negro era inferior de raza.
Josiah Priest, publico en 1852 “Bible defence of slavery” obra en la que, como en la de C Carrol,
publicada ya en 1900, The neger as a beast or in the image of god se afirma y se pretende mostrar
pruebas bíblicas y científicas de que el negro no pertenece a la familia humana y se afirma que
todas la investigaciones científicas muestran la evidencia de su constitución propiamente simiesca.
El prejuicio contra el negro en los Estados Unidos es todavía el más grande problema social de este
país, aunque ,como dice Ashley Montagu, ya no se halla sustentado en los intereses esclavistas de
épocas pasadas, sino en realidades que pertenecen al campo de la mitología, sus causas tienen
connotaciones esencialmente económicas. Pero parece mentira, quienes con más insistencia
recuerdan y hacen prevalecer el criterio de discriminación hacia los negros son los blancos de
condición modesta, son ellos los primeros en tener competencia negra en el terreno económico, y

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no disponiendo de otro argumento para justificar su orgullo ante ellos, recurren al color de la piel,
dando así una desmesurada importancia a la pigmentación.
En Sudáfrica el problema es muy similar y aun peor, si tenemos en cuenta la propia posición oficial
del gobierno y del estado frente a los aborígenes negros.
El antisemitismo como prejuicio racial y política adoptada por algunos, tiene una larga historia, cuya
trágica expresión de barbarie se dio en la civilizada Alemania Nazi, con el exterminio de seis millones
de judíos, el hecho de que muchos judíos puedan ser fácilmente identificados se debe, a sus
costumbres, a su lengua, religión e inclusive a sus gestos y a su sinnúmero de semejanzas externas,
producto de la cultura y no de los rasgos físicos heredados.
La pretendida existencia de la raza judía solo estuvo sustentada por el mito del racismo de la
absurda superioridad de la “raza aria” de sangre azul.

E. Cosificación y alienación del hombre.


Marx en el “Capital” desarrolla por primera vez en la historia la categoría de cosificación del hombre
y esto se da, según la teoría Marxista en la base económica de la sociedad. Al desarrollarse los
instrumentos de trabajo, esto trae consigo el aumento de la producción y al aumentar la producción,
esto permite que se genere un excedente en la producción. Dicho excedente, trae consigo la primera
gran división social del trabajo, donde unos se dedican a cuidar el excedente, que generalmente
eran los más ancianos, las mujeres y los niños y otros se dedican a seguir produciendo. Pero, ese
excedente era un botín muy apetitoso, sobre todo para otras tribus que no se habían establecido en
tierras fértiles, lo cual permitía que ataquen, maten a los cuidadores y fuguen con el producto.
La tribu atacada se ve en la necesidad de reforzar la seguridad, para lo cual se seleccionan los
individuos más aptos para ejercer la función de guerrero y quedarse junto al patriarca y su familia a
velar por la seguridad del excedente y de la población que se quedaba en la aldea, de esta manera
surge el germen del Estado como institución y la creación de la clase guerrera como fuerza de
seguridad del patriarca.
El patriarca y su familia toman conciencia del rol que le toca desempeñar como futura clase
dominante, además de los privilegios que dicha función les da y la manera menos esforzada de
vivir, por lo que se dedican a organizar la sociedad bajo sus propios intereses, generando de esta
manera un conjunto de ideas (ideología), ligadas y orientadas a mantener y fortalecer su privilegiada
posición social; para lo cual, se selecciona los hombres y mujeres con ciertas habilidades, lo que
trae consigo la posterior formación y desarrollo de la clase sacerdotal o religiosa.
Como podemos ver, el poder económico se iba concentrando en unos pocos miembros de la
sociedad, el patriarca y su familia al principio, castas completas después, siempre ligadas al poder
religioso encargado de justificar su función y de la clase de los guerreros encargados de velar por
la seguridad y el desarrollo del Estado como institución. Por otro lado, la clase trabajadora
encargada de seguir produciendo más riqueza para el mantenimiento y desarrollo de la sociedad.
De la propiedad privada de los medios de producción (instrumentos y objeto de trabajo) la sociedad
queda dividida en dos clases con intereses antagónicos e irreconciliables. Por un lado, los dueños
de los bosques, los ríos, los lagos, las tierras fértiles, los pastizales y las herramientas
indispensables para producir bienes que satisfagan las necesidades de la población y por otro, los
dueños solo de su fuerza para el trabajo, de su energía, de su vida y lógicamente de su prole (hijos).
Los instrumentos de trabajo (pala, machete, hacha, etc.) por si solos no hacen el trabajo, necesitan
que alguien le den energía para poder transformar el objeto de trabajo, esa energía no venia del
dueño de los medios de producción sino generalmente de los dueños de la fuerza de trabajo; es
decir, de aquellos hombres que habían quedado sin el derecho a la propiedad de los mismos y que
para seguir viviendo se veían en la obligación de vender lo único que tenían, su fuerza, su energía,
su vida; primero la de ellos, luego la de sus hijos.
Es en estas circunstancias que la clase trabajadora quedó incorporada al proceso productivo, no
por su propia voluntad sino por necesidad de sobrevivencia, pero no como elemento directriz y
decisorio, sino solo como fuerza laboral; generando de esta manera, la renuncia del trabajador a su
condición humana, a ser considerado como cosa que se puede desechar, como recurso no
renovable, como apéndice de la producción (cosificación) y con ello, la pérdida de su voluntad, de
su libertad, de su autonomía, de su capacidad de decisión, de su dignidad, de su honor que es parte
de la esencia del hombre (alienación).
Es bajo esta lógica que se genera por un lado, la cosificación y por el otro lado la alienación del
hombre, pero no de los hombres de manera general, sino de la clase que servía para dar el soporte
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económico a la sociedad. Dicho proceso se iba incrementando a medida que la sociedad y el Estado
se iban fortaleciendo. Con la aparición del esclavismo como forma de organización social, la masa
trabajadora, la fuerza laboral ni siquiera era dueña de su propia vida, era el esclavista o dueño del
esclavo el que podía disponer de ella, los esclavos eran considerados como animales, como bestias
de carga cuya función era producir riqueza que iba a parar en las manos de la clase parasitaria. Es
en este contexto económico-social que aparece la filosofía, la ciencia y la religión y el pensamiento
de Aristóteles que afirmaba que hay hombres que nacen con alma y hay hombres que nacen sin
ella y que la organización de la sociedad debe estar bajo la dirección de los hombres que nacen
con alma; es decir de la clase con poder.
En el feudalismo que se basaba fundamentalmente en la tenencia de la tierra, la situación de la
masa trabajadora no mejoró sustantivamente, al parecer solo cambio el nombre, en vez de llamarse
esclavo, ahora paso a llamarse siervo y en el capitalismo este siervo paso a llamarse proletario.
El esclavo, el siervo y el proletario que en esencia es la misma clase social, la que ha soportado y
sigue soportando económicamente el desarrollo de la sociedad, quedó relegada de su condición
humana. Fue reducida a ser considerada solo como fuerza laboral, como masa trabajadora con el
agravante en la sociedad de hoy, que ni siquiera hay fuentes de trabajo y que el mercado con el
desarrollo de la ciencia y la tecnología puede disponer a su antojo de la propia vida del trabajador,
reduciéndolo de esta manera, a ser considerado como simple apéndice, como mercancía, como
recurso humano que se compra y se vende según la necesidad del mercado.
Es en esta situación que Marx habla de cosificación, instrumentalización o mecanización del
hombre, se da en el plano económico, en el plano de la producción de los bienes materiales y como
consecuencia en el plano de las ideas se da el fenómeno de la alienación.
Denominó alienación a las distorsiones que causaba la estructura de las sociedades de clases,
especialmente el capitalismo en la naturaleza humana específicamente en la clase trabajadora.
Entonces, la alienación es pues, un fenómeno ideológico que se da como consecuencia de la
cosificación del hombre en la producción. Consiste en que los hombres no piensan de acuerdo a
sus propias necesidades, a su propia realidad sino que asume el pensamiento de los miembros de
otra clase social, generalmente de la clase dominante. La alienación es una forma de aceptación
de la ideología dominante, de su forma de pensar, de su forma de vivir, de su forma de comportarse,
de sus tradiciones, costumbres, su moda, etc., Permite que los dominados acepten de manera
“natural” sus condiciones de vida, permite la adaptación al statu quo de la sociedad. Es un
mecanismo que permite ser “felices” dentro de la miseria, desarrolla personas que no son dueñas
de sí mismos, ni responsables en última instancia ni de sus acciones ni de sus pensamientos. Por
tanto, la cosificación se da en el plano económico y la alienación en el plano ideológico, genera una
clase social completamente enajenada que no se pertenece, no es dueña de sí misma, no toma sus
propias decisiones, desarrolla un espíritu sumiso, paternalista, de necesidad de protección, no tiene
conciencia ni su rol como individuos ni como clase social y vive para estar al servicio de los demás.
Para Marx la enajenación es la condición en la que vive la clase oprimida en toda sociedad de
explotación; es decir, en toda sociedad que admite la propiedad privada de los medios de
producción. Son los dueños de los medios de producción; es decir, la lógica del capital y las leyes
del libre mercado los que imponen sus condiciones de vida a toda la sociedad.
El fenómeno de la alienación afecta a los seres humanos en el plano individuos así como en el plano
social. En el plano individual hay una deformación mental del hombre, la cual se puede presentar
como una perturbación o anulación de su personalidad, confusión en su razonamiento, excitación
psicomotora, incoherencia en el pensamiento, perplejidad, alucinaciones y hasta ansiedad y
frustración. Ansiedad por consumir irracionalmente todo lo que se pone de moda, por imitar en su
comportamiento a otros miembros que no son de su clase social y frustración porque lo que quiere
consumir no está a su alcance, lo cual puede desencadenar en el desarrollo de conductas agresivas
y delincuenciales sobre todo en los jóvenes.
En el plano social va de la mano con la manipulación colectiva (psicosociales), con la anulación de
la capacidad de indignarse y protestar frente a hechos delictuosos, con la pérdida de la dirección,
sentido y horizonte que deben desarrollar todos los pueblos, con el desarrollo de las utopías y
sueños colectivos, con la perdida y aniquilación cultural, de su memoria colectiva, de su pasado
histórico, de su música, de sus tradiciones y costumbres; es decir de su identidad cultural. Un pueblo
alienado es fácil de ser entrenado, adiestrado, manipulado y dominado con el propósito de
desarrollas sus aptitudes y capacidades pero como algo independiente de ellos mismos para ser

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usados como fuerza de trabajo, como recursos humanos, como apéndice de la maquina al servicio
del capital y del mercado.
Vemos pues, que la alienación es un proceso mediante el cual un individuo es aleccionado
directamente a su subconsciente por medio de un proceso morboso inintencionado, para llegar a
creer algo, o fijar determinadas asociaciones mentales, generalmente con un propósito específico,
la de desubicarlo de su contexto histórico social y usarlo para otros fines.
De esto se infiere, que la educación como proceso de formación y desarrollo de los seres humanos
es crucial para el proceso de desalienación; es decir, del desarrollo pleno de su conciencia tanto
como seres individuales así como seres colectivos. El desarrollo de la conciencia filosófica, histórica,
ecológica, política, moral y estética para darle dirección y sentido a las vidas de los individuos y de
los pueblos como naciones en desarrollo en el contexto de la globalización.
Por otro lado, el mismo Marx predice el futuro de la sociedad en base al descubrimiento de sus
leyes de desarrollo y afirmó que esta situación podría cambiar sólo con la abolición de dicha forma
de propiedad. Podemos corroborar la validez de dichos planteamientos si analizamos el fenómeno
de la cosificación y la alienación en la sociedad esclavista. El esclavo no se pertenecía a sí mismo
sino a su dueño, era considerado un ser inferior, un ser sin alma, sin sentimientos, sin emociones,
incapaz de tomar sus propias decisiones. El amo podía disponer a su voluntad del esclavo, de su
cuerpo, de su sexualidad, de su mente, de su personalidad, de sus habilidades y hasta de su propia
vida; podía usarlo como fuerza laboral, como trabajador doméstico, como elemento de diversión,
como gladiador o como a su malsana voluntad se le ocurriera.
Según Marx, lo mismo ocurre en el sistema de producción capitalista: aquí el hombre se hace cosa,
mercancía, usada por el empresario, es sólo un instrumento más en la cadena de producción de
bienes y generación de servicios. La propiedad privada de los medios de producción convierte a la
ganancia (generación de capital) en el fin supremo de la sociedad, son las leyes del mercado las
que deben gobernar, la lógica del capital se impone, subordinando a toda la condición humana al
cumplimiento de dicho fin. En este sentido, la propiedad privada cosifica y aliena al hombre porque
no lo trata como fin en sí mismo, sino como mero medio o instrumento para la producción.
La cosificación del hombre se da en el plano de la producción como consecuencia de la estructura
socioeconómica que descansa en la propiedad privada, pero no se agota en ella, pues también se
expresa en el plano de la superestructura en forma de alienación religiosa, política, e intelectual.
En este sentido, podemos entender toda la propuesta filosófica de Marx como el intento de crear
una filosofía que permita comprender las causas de la cosificación, alienación y deshumanización
del hombre, que ha generado todos los males de la sociedad moderna: avaricia, individualismo,
egoísmo, violencia, guerras, asesinatos, feminicidios, etc. En última instancia, el sufrimiento de la
humanidad entera y, claro que propone también encontrar su solución. La construcción de una
nueva sociedad con un nuevo orden, donde las relaciones sociales de producción no sean
contradictorias de manera antagónica.

 Tipos de Alienación:
Se pueden distinguir varios tipos de alienación: económica, filosófica, religiosa, científica, política,
moral y estética.
Como ya lo hemos analizado anteriormente, en el plano económico se da la cosificación del hombre.
Es en las relaciones sociales de producción que la clase trabajadora se ve obligada a renunciar a
su condición humana y se convierte en víctima del propio hombre por medio de la explotación. Los
medios de comunicación masiva en manos de la clase dominante usa de manera maravillosa por
medio de la publicidad la manipulación de las necesidades y las conciencias de la población,
creando muchas veces necesidades que realmente no las tienen, generando de esta manera el
consumismo. Compramos lo que la publicidad dicta, sin hacer una evaluación racional de su utilidad.
El consumo generalmente se relaciona con el bienestar, el estado de confort, con el placer, con la
felicidad, el progreso y desarrollo y muchas veces se compra productos que cada vez son más
costosos y descartables.
Las investigaciones hechas en la década del 60 confirmaron que para desarrollar una economía
como la norteamericana en ese entonces, capaz de producir por encima de las necesidades de sus
consumidores, se desarrolló toda una estrategia y una serie de técnicas de marketing, que apelaba
fundamentalmente a la emocionalidad de las personas. Ese manejo emocional para estimular el
consumo va desde la elaboración de piezas comunicacionales que asocian los productos a otro tipo
de emociones (perfumes con envases de formas eróticas, automóviles con imagen asociada al
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poder y al éxito, hipertrofia del concepto “limpieza” para vender más productos detergentes, etc.)
hasta la manipulación oculta de la publicidad subliminal (hoy prohibida en muchos países),
atravesando todo tipo de otras formas intermedias. De esta manera los medios utilizan gatillos
emocionales y manipulan el sentir del público en aras de estimular el consumo de productos.
La alienación filosófica consiste en la alteración y deformación de la conciencia de los individuos y
de los pueblos, pretendiendo dar explicaciones distintas a lo que realmente son en realidad, juegan
maravillosamente con la polarización entre el bien y el mal, entre dios y el diablo, entre el cielo y el
infierno, haciéndonos creer que somos seres inferiores, indefensas criaturas concebidas como
producto del pecado, obligándonos a pedir perdón por algo que no hemos cometido, a vivir en
sufrimiento, en resignación, consagración en este valle de lágrimas, generando de esta manera, la
pérdida de nuestra autonomía, nuestra libertad, nuestra autoestima y de nuestra propia
personalidad como seres humanos. Negándole de esta manera, a la filosofía su propia esencia; la
de ser concepción del mundo y de la vida. La filosofía pretende dar una explicación total,
omnicomprensiva y totalizadora de los fenómenos de la naturaleza, de la sociedad y de la propia
vida espiritual de la sociedad. La filosofía se apoya en el desarrollo de la ciencia, por eso se dice
que la filosofía es concepción científica del mundo y de la vida, es la que le da dirección y sentido a
la vida de los hombres y de los pueblos para lograr insertarse en el proceso infinito de
perfeccionamiento y humanización (tehelos filosófico).
La filosofía también es ontológica, altamente problematizadora, critica y cuestionadora. Desarrolla
las más altas capacidades del ser humano, enseña a poner en tela de juicio, en duda las supuestas
verdades que muchas veces son impuestas por la clase dominante. Se cuestiona permanentemente
el estado de las cosas, el statu quo de la sociedad, desarrolla el pensamiento divergente y busca
respuestas y propone alternativas diferentes a las oficiales.
Entonces, la alienación filosófica consiste en asumir de manera acrítica el pensamiento filosófico de
la clase dominante, que básicamente es el pensamiento occidental, pensamiento y racionalidad
europea, donde hay un divorcio y lucha frontal entre hombre y naturaleza. El hombre, según esta
concepción es una criatura imperfecta creada por un ser superior (formas puras, mundo de las
ideas, espíritu universal, Dios), está en este mundo para dominar a la naturaleza, tiene someterla
para adecuarla a la satisfacción de sus necesidades. De lo que se infiere, que dicha racionalidad
ha llevado al desarrollo de la ciencia y la tecnología moderna que está poniendo en peligro la vida
no solo del hombre sino de las distintas especies y del ecosistema en su conjunto. Ignoramos que
hay una riquísima cosmovisión andino-amazónica donde no hay un divorcio entre hombre –
naturaleza. El hombre es proyección de la naturaleza, de la tierra, de la Pachamama, es parte de
ella, por tanto tiene que desarrollarse sin causar efectos negativos en ella y lo logra en armonía con
los Apus, la Qocha, la Quilla y el Inti como ser creador, protector y armonizador del cosmos.
La alienación científica, al igual que la filosófica altera y deforma la racionalidad del hombre y de los
pueblos. Nos quieren hacer creer que en nuestros pueblos originarios no se desarrolló ni ciencia ni
filosofía, alterando, deformando y muchas veces borrando nuestra conciencia histórica.
Haciéndonos creer que fuimos unos pueblos salvajes, que usábamos plumas y que no teníamos
alma y éramos crueles; por lo tanto, tenían que catequizarnos, cristianizarnos y humanizarnos;
afirma que fueron ellos los que nos trajeron la ciencia, la cultura y la civilización.
Ignoran que en esta parte del mundo se desarrollaron grandes civilizaciones que supieron
conquistar el espacio andino, el más inhóspito del planeta, desarrollaron una gran agricultura con
rotación de cultivos, conservación de suelos, almacenamiento y conservación de productos
agrícolas para épocas de sequias o desastres, construcción de grandes acueductos y canales de
irrigación, construcción de grandes fortalezas, templos y ciudadelas, observatorios astronómicos en
base a una sólida organización social y política en armonía con el sol, la luna, los Apus, la
Pachamama y el cosmos en general.
La alienación política consiste en deformar, tergiversar, manipular y anular el nivel de conciencia
política de los hombres y de los pueblos oprimidos. Las clases dominantes usan todos los medios
a su alcance, “académicos”, “políticos”, “ideólogos” oficiales que lo difunde como propaganda a
través de los medios de comunicación masiva en manos de ellos y los foros internacionales para
desprestigiar todo tipo de ideología y formas de organización que atente contra sus intereses. Lo
pintan como los “malos”, los “enemigos de la libertad y la democracia” y va variando de acuerdo a
quienes se oponen a los intereses de los países hegemónicos. Afines de la segunda guerra mundial
Japón era el país bárbaro, agresor, en la llamada guerra fría el enemigo era el “Comunismo
Internacional” encabezados por la Ex – URSS y la China Comunista, en estos tiempos son los
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Musulmanes son los “malos”, Sadam Husein, Osama Bin Lade, Etc. el eje del mal, el terrorismo
internacional.
La conciencia política es connatural al hombre, es la capacidad que tenemos los seres humanos
para organizarnos en busca del bien común. Cada clase social se organiza y lucha por sus intereses.
El bien común se logra con el poder político; es decir, el manejo del Estado como órgano de poder
para trabajar no por intereses personales ni de pequeños grupos sino de la población en general.
Se hace con ideología y programa de acción en la perspectiva de un proyecto de mediano y largo
plazo en el contexto de un mundo globalizado.
La alienación moral consiste en manipular, deformar, tergiversar y anular la conciencia moral de las
clases y pueblos oprimidos. Afirman que el hombre por su propia naturaleza es un ser egoísta, avaro
e individualista, que no hay principios morales universalmente válidos; por tanto, la moral es relativa,
depende en qué circunstancias se da.
La conciencia moral es la capacidad que tenemos los seres humanos para discernir el bien del mal.
El bien es todo aquello que engrandece y humaniza al hombre como ser individual y social y el mal
es todo aquello que atenta contra ese proceso de desarrollo y humanización del hombre. El hombre
es un fin en sí mismo y no debe ser instrumentalizado, cosificado ni alienado. La conciencia moral
se construye en base a los valores morales, la dignidad, el honor, la libertad, la justicia, solidaridad,
etc. Los valores morales regulan las relaciones del hombre consigo mismo, con los demás hombres,
seres vivos y ecosistema en general. Es la base de la conciencia ecológica.
La alienación estética consiste en manipular deformar, tergiversar y anular la conciencia estética de
las clases y pueblos oprimidos. La clase dominante impone sus valores artísticos, tergiversa,
deforma y mercantiliza los valores estéticos de belleza. Resalta solo la forma sin tener en cuenta el
contenido o el mensaje de la obra de arte. La belleza se expresa en diversas modalidades artísticas,
la danza, canto, coreografía, música, pintura, fotografía, cine, arquitectura, etc.
La conciencia artística o estética es la capacidad que tenemos los seres humanos de sentir placer
estético por las expresiones de belleza. La belleza se expresa en las diversas modalidades
artísticas, la belleza es la conjunción de las partes para constituir un todo armónico.
En la alienación estética la clase dominante va imponiendo patrones de conducta que están
sustentados en un sistema de valores ajeno al receptor. Usando los medios de comunicación,
bombardeando con propaganda lentamente van cambiando los hábitos de la población. Estos
patrones de comportamiento están asociados al sistema de hábitos relacionado con el cerebro
básico, se van haciendo parte de cada individuo o grupo social y condicionan su percepción del
mundo, a la vez que les van estableciendo un nuevo sistema de valores o generalmente de
antivalores que alteran y denigran la condición humana. Los cambios se producen en todos los
niveles de captación de la realidad, por ejemplo la imposición de patrones estéticos. En lo más
superficial la industria cosmética impone patrones de “belleza”, “juventud” y “éxito”, o aumenta en
forma exponencial en el mundo el uso de la cirugía “estética” para acercar los cuerpos a los patrones
impuestos desde el Norte. Pero aún más allá, basta apreciar un ejemplo (que otras veces hemos
utilizado) que es paradigmático. Analicemos la estética de los “noticieros” de TV a nivel mundial.
Cuando vemos que los canales árabes, o los chinos utilizan no sólo la estética de los espacios y la
gráfica, sino también los patrones de vestimenta y aspecto de los periodistas con “modelos”
impuestos desde los países centrales; percibimos hasta qué punto la transculturización producida
por la alienación está funcionando. Aún aquellos medios que intentan ser “alternativos”, dar una
respuesta a esa visión hegemónica, caen en la “naturalidad” de esos patrones estéticos.
En un nivel aún más profundo, estos cambios se manifiestan en lo cotidiano de la vida. Tendemos
a actuar en nuestras relaciones con los demás, en nuestras relaciones sociales, en nuestros
haceres diarios, no de acuerdo a los patrones y valores que nuestras sociedades crean, sino con
los hábitos que vemos, oímos y percibimos en el constante bombardeo mediático. Así, vamos
perdiendo nuestra identidad personal y nuestra identidad cultural, sustituyéndolas por formas
impuestas a través de los medios. Tendemos a pensar y a actuar como los medios nos proponen,
aceptando como natural un modo de vida que nos es ajeno.
Lo más curioso, cuando podemos verlo desde fuera, es saber que ese modo de vida, esa
cosmovisión que los medios presentan globalmente como el “modo de vida”, en la realidad
corresponde (siendo generosos) al 15 o 18% de los habitantes del planeta. Con cifras de la
UNESCO, la mitad de la población mundial nunca ha hecho una llamada telefónica en su vida. Estos
son los excluidos, a los cuales a pesar de todo el sistema de medios trata de influir. En medio queda
una masa del orden del 30% de la población del planeta que es el receptor directo de la alienación.
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III. CONCLUSIONES:
Inferir conclusiones generales (tarea)
IV. BIBLIOGRAFIA
4.1. Kosiv Luria, El hombre nuevo, I edición
4.2. Beorlegui Carlos, Antropología filosófica ,I edición
4.3. Ember Carlos, Antropología cultural, I edición
4.4. Harris Marvin, El desarrollo de la teoría antropológica, I edición
4.5. Silva Santisteban Fernando, Antropología, concepto y nociones generales, I edición
4.6. Bloch, Maurice, Análisis marxistas y antropología social, I edición
4.7. Adamson Hoebel, Antropología, I edición
4.8. Miguel Bueno, Principios de antropología, I edición
4.9. Engels, El trabajo en la transformación del mono en hombre, I edición

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