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El mensaje no se reduce a una sucesión de unidades por identificar

separadamente; no es una suma de signos la que produce el


sentido; por el contrario, es el sentido concebido globalmente el que
se realiza y se divide en signos particulares que son las palabras.
Emile Benveniste

Abordaje de los textos explicativos y argumentativos


Siempre que nos comunicamos seleccionamos diferentes
estrategias que nos permiten lograr nuestro objetivo con diferentes
grados de eficacia. Cuando elegimos comunicarnos a través de la
palabra escrita las estrategias se amplían por una parte y se
restringen por otra. Debemos considerar aspectos que en otras
situaciones de comunicación no son tenidos en cuenta, como por
ejemplo cuando hablamos lo hacemos de forma mucho más fluida
que cuando escribimos. Esto resulta muy sencillo de entender para
nosotros los docentes que muchas veces tenemos que producir
algún tipo de texto y sobre todo debemos leer las producciones de
nuestros alumnos y es allí donde se producen las mayores
complicaciones.
El lenguaje se halla estructurado por una serie de normas y
reglas que hacen que este código pueda ser comprensible por todos.
Pero no implica que el lenguaje no se modifique a través del tiempo
y, obviamente, esta modificación es realizada por el hombre; pero
debe ser consensuada por la comunidad, caso contrario cae en saco
roto y no logra circular como algo novedoso. También es importante
dejar en claro que la forma que cada uno de nosotros utiliza al
comunicarse (la elección de las palabras, los tonos, los modismos,
etc.) hace que esa comunicación sea original.
Para estudiar el lenguaje Saussure distinguía entre lengua y
habla: la primera social en su esencia e independiente del individuo y
la segunda, individual. La primera, un producto que el individuo

1
interioriza pasivamente y la segunda, un acto de voluntad y de
inteligencia, de creación.
Esto significa que si bien nos movemos con cierta libertad en
el uso del código de la lengua estamos también limitados por una
estructura que condiciona y da forma a nuestros pensamientos.
Podemos expresar solamente lo que podemos pensar; si no
preguntémonos cuantas veces nos sucedió (a nosotros y a nuestros
alumnos) la situación de querer decir algo o sentir algo y no
encontrar las palabras que puedan definir lo más cercanamente
posible esa idea o ese sentimiento; o bien encontrar un texto, ya sea
un poema, una editorial periodística, una novela o un tratado de
filosofía, y encontrar que las palabras allí escritas expresan
claramente nuestros pensamientos.
Lograr que los alumnos conozcan las estructuras de los
distintos tipos textuales permitirá que puedan avanzar más
cómodamente en la a veces dificultosa tarea de comprender y de
producir mensajes.

2
Acerca del concepto de texto
El presupuesto inicial en el que se funda el concepto de TEXTO
es el principio objetivo que no hablamos por frases sino
mediante textos. Cabe, pues, preguntarse qué es un texto, qué
extensión del discurso se considera texto, qué es lo que
determina que a una extensión del discurso se lo llame texto.
El texto, como unidad teórica, no tiene una extensión prefijada.
Puede ser tan sólo una palabra, como por ejemplo “hola”, como
toda una novela; o toda una obra. Todos ellos coinciden en ser
textos, precisamente por su clausura y autonomía,
independientemente de su extensión, pues ésta depende de la
intención comunicativa del hablante.
Los términos claves en la delimitación y definición del texto son
COHERENCIA y COHESIÓN.

La coherencia es el resultado de una construcción que


realizan intérpretes mediante sus competencias (lingüísticas,
culturales, ideológicas, etc.), orientados por el locutor mediante
determinados indicios. La coherencia define lo que el texto es en
relación con un contexto. En los actores sociales, los usuarios del
lenguaje, se da una competencia textual, que los hace capaces de
percibir la coherencia de un texto, aún en aquellos que en principio
parecieran no tenerla. Un texto aparentemente incoherente en su
nivel de manifestación de superficie, puede ser coherente en otro
nivel más profundo. Es decir que la competencia textual sería la
capacidad de captar o atribuir la coherencia de los textos, a veces en
forma más o menos independiente de su forma lingüística.
La competencia textual puede ser concebida como una
especie de mecanismo de generación de coherencia aún allí donde
en apariencia no la hay. Cuando, por ejemplo, leo: Llevaré el
paraguas. Llueve, supondré espontáneamente: Llevaré el paraguas
porque llueve, aún cuando de ningún modo esa relación halla sido
formulada lingüísticamente.

3
Por su parte la cohesión es la relación entre los elementos de
un texto, es decir de significados. Existe cohesión, cada vez que para
comprender un elemento del discurso necesitamos relacionarlo con
otro que apareció antes o que va a aparecer después.
Por ejemplo: Ben Johnson robaba manzanas y corría.
Posiblemente los fruteros se maravillaban de verlo volar.
Para comprender este texto necesitamos relacionar varias
cosas de la segunda oración con elementos de la primera: debemos
saber que los fruteros venden manzanas y no zapatos, y también
que, lo se refiere a la misma persona que Ben Johnson. Estas
relaciones son cohesivas.

EN LA COHESIÓN LAS RELACIONES


QUE INTERESAN SON LAS QUE SE
ESTABLECEN ENTRE LAS ORACIONES
(RELACIONES SEMÁNTICAS) Y NO LAS
QUE SE DAN AL INTERIOR DE LAS
ORACIONES (RELACIONES SINTÁCTICAS)

LA COHESIÓN ES UNA
RELACIÓN SEMÁNTICA
(DE SENTIDO) QUE
GENERA TEXTURA.

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Por repetición
Tipos de Cohesión
Por sustitución Por pronombres
Por sinónimos
Por elipsis

Por repetición
Cuando en un texto aparece la repetición, debemos buscar su valor
expresivo. La repetición puede tener como finalidad un plus de significado,
una connotación determinada.
Por ejemplo: Un texto es una construcción teórica. El texto para ser texto
debe tener coherencia.
Por sustitución
a) Por pronombres
En la lengua hay elementos que no pueden ser interpretados por sí
mismos, necesitan de otros términos para completar su significado. Es
el caso de los PRONOMBRES.
Estos ítems indican que la información que los completa debe
buscarse en otro lugar que ellos mismos. Ese otro lugar puede ser el
contexto o el texto.
Si señalan hacia fuera del texto (deícticos1 enunciativos o exofóricos)
no son elementos cohesivos, sino que ligan al texto con el contexto de
situación.
Ej: “-Ven aquí-“ Donde aquí es el lugar desde donde el emisor habla.
Si el pronombre señala hacia otro ítem del texto, la relación es
COHESIVA y puede ser ANAFÓRICA o CATAFÓRICA. En estos
casos, se dirá que el pronombre es un deíctico catafórico o anafórico.

1
Deíctico viene de “deixis”: señalar, señalamiento.

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Ejemplo:
Juan se escapaba de un algodonal. Allí cerca lo alcanzaron. Su madre
no sabe nada.
Allí = deíctico anafórico (algodonal)
Lo = deíctico anafórico (Juan)
Su = “ “ (de Juan)
Los pronombres pueden ser personales, posesivos, comparativos,
adverbiales, demostrativos.

b) Por sinónimos
En este caso la cohesión se produce entre un ítem (a) y otro ítem (b)
que sustituye al primero y es sinónimo del mismo. La sustitución
sinonímica es siempre TEXTUAL a diferencia de la sustitución
pronominal que puede referirse a un elemento del contexto y por lo
tanto no ser cohesiva.
Entre los sinónimos distinguimos:
Los hiperónimos
Los hipónimos

Hiperónimos
Nombran una clase mayor de objetos dentro de la cual está incluido el
objeto mencionado.
Ejemplo:
María miró con tristeza el plato roto. Era una vajilla finísima que le
había regalado su madre.

Hipónimos
Nombran un objeto particular perteneciente a la clase nombrada en
primer término.
Ejemplo:
A los felinos no les sienta el encierro. El puma se paseaba enfurecido.

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c) Por elipsis
Hay información que falta. Hay un vacío en la oración que debe
llenarse para poder interpretarla. Puede faltar el sujeto, el objeto
directo, el verbo y ese espacio debe ser llenado con un ítem anterior.
Ejemplo:
Tu compañero aprobó. Es muy estudioso. (Tu compañero).
- ¿A dónde fuiste?
- Al cine. (Fui)
- ¿Cómo te llamás?
- Pedro. (Me llamo)

ACTIVIDADES 1 y 2: Coherencia y Cohesión

FUNCIONES DEL LENGUAJE

Esquema de Jakobson

Se ha hecho tradicional comenzar cualquier reflexión sobre el


problema de la comunicación verbal recordando cómo Roman
Jakobson encara su funcionamiento a partir de la enumeración los
diferentes elementos constitutivos del circuito de la comunicación:
emisor, receptor, mensaje, código, referente, canal. 2
Según cuál sea el factor sobre el que se pone el acento
durante la comunicación, se originan diferentes funciones del
lenguaje, todas ellas íntimamente relacionadas con la intencionalidad
del hablante.
2
Jacobson, Roman, “Lingüística y poética”, en Ensayos de lingüística general, Barcelona,
Planeta, 1983.

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Referente
La abeja es un insecto himenóptero
Función informativa o referencial

Emisor Mensaje Receptor


¡Ay, me picó! Soy una gota de No te acerques a la
¡Cómo me duele el aguijón! miel con alas. colmena sin protección.
Función emotiva o expresiva Función poética Función conativa o
apelativa

Contacto Código
-Aquí, listos para el Abeja es un sustantivo
informe sobre las abejas. común, individual.
Cambio. Función metalingüística
Función fática

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La función informativa o referencial está centrada en el
referente. El emisor transmite datos de la realidad o ideas en
general. Hace prevalecer los signos de la mente lógica, la precisión
intelectual, el lenguaje unívoco; no pasible de interpretaciones
subjetivas.

La función emotiva o expresiva está centrada en el emisor,


que expresa sus sentimientos, puntos de vista, valoraciones u
opiniones, ante algo que lo conmueve.

La función poética está focalizada en el mensaje. El emisor


se propone potenciar el mensaje, abrirlo hacia múltiples significados
y sugerencias. Hace prevalecer relaciones inusitadas entre los
signos.

La función conativa o apelativa se centra en el receptor. El


emisor interpela al receptor para convencerlo, rogarle, prohibirle,
persuadirlo, aconsejarle, sugerirle.

La función fática focaliza la atención en el canal entre emisor


y receptor. Busca establecer y mantener el contacto con el receptor.

La función metalingüística está centrada en el código. El


emisor considera necesario verificar si está usando el mismo código
que el receptor, o también cuando se elabora una definición o
explicación acerca del lenguaje. Se pone de manifiesto cada vez que
convertimos el lenguaje mismo en objeto del mensaje.

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ACTIVIDAD 3: Funciones del lenguaje

Tipos textuales
A fines de lograr una mejor comprensión se han establecido
diferentes tipologías que reflejan nuestras propias estructuras como
usuarios de una lengua. Los textos han sido agrupados a partir de la
identificación de ciertos rasgos percibidos como comunes, por esto
encontramos textos literarios, textos periodísticos, textos de
información científica, textos epistolares, textos humorísticos, textos
publicitarios.
La búsqueda de criterios de clasificación se convierte en una
tarea difícil por la cantidad clasificaciones realizadas por diferentes
autores. Elegimos la clasificación de Kaufman y Rodríguez (1993),
quienes destacan como criterios pertinentes para la clasificación las
funciones del lenguaje y las tramas que predominan en la
construcción de los textos.

La trama de los textos


Si clasificáramos los textos únicamente en razón de la función
del lenguaje que predomina en cada uno de ellos no podríamos
distinguir convenientemente las diversas variedades de textos que
circulan en la sociedad; porque muchas veces los textos se
configuran de distintas formas para manifestar las mismas funciones
del lenguaje o los mismos contenidos. Por lo tanto otro criterio de
clasificación adecuado para cruzar con el de las funciones, podría ser
el referido a las distintas maneras de “entrelazar los hilos”, de
entramar. Estos “tejidos” son las tramas: narrativa, conversacional,
argumentativa, descriptiva .

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Función Informativa Expresiva Literaria Apelativa
Trama
Definición Poema Aviso
Descriptiva Nota de Folleto
enciclopedia
Informe de Afiche
experimentos
Receta
Instructivo

Artículo de opinión Aviso


Argumentativa Monografía Folleto
Carta
Solicitud
Noticia Carta Cuento Aviso
Narrativa Biografía Novela Historieta
Relato histórico Poema
Carta Historieta
Reportaje Obra de Aviso
teatro
Conversacional Entrevista

La explicación y la argumentación
Pese a sus diferencias, tanto los discursos explicativos como
los argumentativos se caracterizan por la exposición razonada ya sea
de la solución a un problema o de la fundamentación de una opinión.
Este despliegue discursivo del razonamiento constituye el entramado
común a ambos tipos. Por eso, más allá de su pertenencia genérica,
los discursos razonados considerados individualmente pueden tender
al polo expositivo-explicativo o hacia el argumentativo. En los
primeros abundan las secuencias descriptivas y explicativas, y en los
otros, las secuencias argumentativas.
De todas formas siempre se habla de predominio de función
ya que en los hechos encontramos que puede incluirse una narración

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en el desarrollo de la explicación de un hecho o una descripción en
una argumentación.
Muchos de los géneros discursivos que circulan en el medio
educativo se integran al género expositivo-explicativo: clases,
exposiciones orales, manuales de diferentes ciencias, informes de
experiencias, etc.
En cambio en el ámbito periodístico, jurídico, y político hay
presencia masiva de textos argumentativos: discursos ante el
parlamento, intervenciones en debates, discursos conmemorativos,
notas editoriales, acusación o defensa en un juicio, ensayos. Es así
como suelen explicarse las propiedades de la luz o la intensidad de
un sismo, mientras que las diferentes tesis sobre, por ejemplo, la
legalización del aborto o sobre los rumbos que ha de tomar una
política económica son generalmente objeto de discursos
argumentativos.

Lo expositivo-explicativo
Los discursos que pueden incluirse en el extremo del polo
expositivo-explicativo se presentan como la exposición de un saber
construido en otro lado, legitimado ya socialmente.
Por ejemplo:

A raíz de las investigaciones metodológicas de fines de siglo y


lo que va del presente, la concepción clásica (del pensamiento
matemático) ha sido sustituida por una concepción unitaria que
reduce todas las nociones matemáticas, primero, a la de número
entero, y luego en una segunda etapa a la noción de conjunto.

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Según esta concepción, las estructuras matemáticas se
convierten, propiamente hablando, en los únicos objetos de las
matemáticas.1

O bien se presenta como saber teórico referido al ámbito de


los hechos o acontecimientos que asume la forma de un juicio
constatado por un observador.
Por ejemplo:

Recientemente hemos obtenido pruebas experimentales


concluyentes de que no hay muelas cariadas sin bacterias y sin
alimentos para ellas. En los laboratorios esterilizados de la
Universidad de Notre Dame y la Universidad de Chicago, los
animales sin microorganismos orales no tienen caries. Mientras que
los animales en circunstancias normales tienen un promedio de más
de cuatro caries cada uno, las ratas esterilizadas no muestran ningún
signo de caries.3

En este caso el uso del nosotros ubica al enunciador como


miembro de una comunidad científica que lo respalda.
Todos estos ejemplos citados tienden a borrar las huellas del
sujeto enunciador (las marcas valorativas, afectivas o apreciativas) e
instaurar una distancia que genere efecto de objetividad.
Por ejemplo:

Si el alimento está limitado y las especies tienden a aumentar


geométricamente o exponencialmente, debe llegar un momento
en que haya más candidatos a alimentarse que alimento disponible.

1
Bourbaki, N: Las grandes corrientes del pensamiento matemático, Bs. As., Eudeba, 1962.
3
2 Introducción a la lógica, Bs. As., Eudeba, 1976.

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Según Darwin, en la naturaleza debe existir violencia, y ello
sería luego utilizado por ciertos filósofos como Nietzsche o Sorel
para encontrar una justificación naturalista de la guerra.

En este ejemplo se puede observar cómo el enunciador toma


distancia de su enunciado a la vez que autoriza su discurso mediante
el empleo de lenguaje técnico y la cita de diferentes autores que
avalan sus consideraciones y son índices de su rigor científico.
En síntesis, se trata de discursos que se proponen informar y
en los que la dimensión cognitiva es central.

En la mayoría de los textos expositivos-explicativos, el objetivo


del emisor es hacer comprender algo a su receptor, porque se
supone, es él quien más sabe sobre ese tema.

El texto expositivo-explicativo tiene dos funciones: hacer


comprender un conocimiento o demostrar que se tiene ese
conocimiento.

El texto expositivo-explicativo es un tipo textual producido por


un emisor con determinadas competencias en el que se transmite un
saber especializado.

Interrogantes explícitos e implícitos


E l texto expositivo-explicativo es la respuesta a un
interrogante, el cual puede aparecer en forma explícita o implícita.
Interrogante explícito: Está presente en el texto; es la
pregunta de la que parte la explicación.
Por ejemplo:

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¿Qué es la escritura?
La escritura es un código o sistema de signos gráficos que
permite la representación visual del enunciado. Es decir, no cualquier
marca gráfica aislada constituye escritura; para que haya escritura es
necesario un código, un sistema de signos a través del cual se
representa lo que se dice. A partir de esta conceptualización, se ha
podido diferenciar en las primeras manifestaciones, la escritura de
los dibujos.
La escritura y sus formas discursivas. Maite Alvarado y Alicia
Yeannoteguy, Ed. Eudeba, Bs. As., 1999.

Interrogante implícito: No aparece en el enunciado del texto,


sino que es el oyente o lector quien lo reconstruye.
Por ejemplo en el siguiente texto se responde al interrogante
implícito: ¿Cuáles fueron las primeras formas de transporte que
utilizó el hombre?
Tracción a sangre
La primera forma de llevar cargas fue echárselas en la
espalda. Cuando el hombre domesticó algunos animales, encontró
una forma de aliviar su trabajo y trasladarse más rápido.
Los primeros animales de carga quizás fueron perros, fáciles
de adiestrar y muy buenos tirando trineos.
Un pueblo asiático (los hititas) aprendió a usar el caballo,
excelente para llevar cargas y montar. Otros pueblos también usaron
camellos, dromedarios, elefantes ,burros, renos y llamas.
Revista AZ Diez N° 56, Bs. As., 1996

Actividad N° 4 Interrogantes implícitos y explícitos

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Lo argumentativo

Los textos predominantemente argumentativos tienden a la


construcción de nuevos conceptos a partir del propio desarrollo
discursivo. En ellos el sujeto se manifiesta y confronta su opinión con
la de otros. Esta dimensión dialógica del discurso argumentativo se
pone en evidencia porque el sujeto enunciador deja sus huellas a
partir de marcas valorativas, apreciativas o afectivas y no se esfuerza
por lograr objetividad.
Por ejemplo:

¿En cuál de los diversos sentidos que asignamos a la


palabra democracia queremos que ésta sea una sociedad
democrática? Permítanme contraponer dos concepciones de
democracia. En una, el público puede participar de una manera
significativa en el manejo de sus propios asuntos, y los medios de
información son abiertos y libres. Si uno busca la palabra democracia
en el diccionario obtendrá más o menos esa definición.
Una concepción alternativa de democracia es que el público
debe ser excluido del manejo de sus propios asuntos y los medios de
información deben ser rígida y estrictamente controlados. Esta
podría sonar como una concepción extravagante de democracia,
pero sin embargo es la que prevalece, no solo en los hechos sino
también en la teoría. Hay una larga historia de este punto de vista
que comienza en las primeras revoluciones democráticas de la
Inglaterra del siglo XVII...3
Para convencer al destinatario de sus juicios sobre la función
de los medios masivos en las democracias actuales, el argumentador
despliega diferentes estrategias. En Primer lugar, el texto se abre con

3
Noam Chomsky

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una pregunta que, como tal, involucra al lector a pensar sobre la
democracia que “queremos”.
La formulación de esta pregunta difiere de las que dominan en
el discurso explicativo-expositivo. Estas últimas suelen ser más
neutras y están orientadas a aclarar alguna cuestión que el lector
desconoce.

Por ejemplo:
¿Qué es la fenomenología? (...) La fenomenología es el
estudio de las esencias, y según ella, todos los problemas se
resuelven en el estudio de las esencias. 4

En cambio, en el texto argumentativo anterior la pregunta del


enunciador compromete al lector. Usa la primera persona del plural
para incluir al destinatario (¿qué sentido le asignamos a la
democracia que queremos / usted y yo?) y así presentar sus
inquietudes como compartidas.

4
Merleau-Ponty, Fenomenología de la percepción, Barcelona, Planeta, 1985.

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Los dos polos
El siguiente cuadro esquematiza las características de los
polos expositivo-explicativo y argumentativo.

Polo expositivo-explicativo Polo argumentativo


Se presenta como un saber Se presenta como la construcción
construido en otro lado, legitimado de nuevos conceptos a partir del
ya socialmente o como un saber propio desarrollo discursivo.
teórico.

Tiende a borrar las huellas del sujeto El sujeto se manifiesta y confronta


y a instaurar una distancia que genere su opinión con la de otros.
el efecto de objetividad.
Las fronteras entre discurso citante y Aparecen distintas formas de
discurso citado son nítidas. contaminación de voces.
Se propone informar. Se propone persuadir.
La dimensión cognitiva es central. A la dimensión cognitiva se agrega
la emocional.

Los orígenes de la argumentación


La retórica aristotélica
El término retórica es empleado ya en la Antigüedad para
aludir el arte de hablar con propiedad o correctamente que
diferenciaban del arte de discutir o debatir en público, al que
llamaban dialéctica. Lo cierto es que la retórica nació vinculada a la
argumentación: el hablar con propiedad refería en realidad a tener un
dominio conciente y controlado sobre el propio discurso, de modo de
lograr un efecto persuasivo sobre el receptor.
Nos remontamos al siglo V a.C., en el marco de un gobierno
despótico en Sicilia. Luego de la caída de los tiranos (Gerón y su
sucesor Gelón I), muchos ciudadanos emprendieron juicio sobre las
autoridades por las expropiaciones y deportaciones que habían sido
dictadas. Se hizo entonces necesario ejercitarse ante los jurados
populares para convencerlos de la justicia de sus reclamos. Esta
situación fue propicia para estudiar los mecanismos de debate, de

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argumentación, convencimiento y persuasión; mecanismos que,
rápidamente, se convirtieron en objeto de enseñanza.
Corax y Tisias compusieron el primer método razonado para
hablar ante un tribunal, el primer tratado de argumentación, un
resumen de los mejores argumentos para encarar los procesos y
salir airosos.
Otro momento muy importante en la historia del discurso
argumentativo es la aparición de los sofistas, entre el siglo V y
principios del IV a. C., que desarrollan en Atenas las enseñanzas de
Corax y Tisias.
Protágoras, uno de los principales sofistas, trabaja un
concepto clave: la antítesis, es decir la técnica de la contradicción.
Este filósofo sostenía que la excelencia del decir tiene, en sí misma,
una eficacia demostrativa capaz de transformar el discurso más débil
en el más potente.
En Grecia, se hacían competiciones retóricas, concursos de
virtuosismo argumentativo, basados en el uso de las técnicas de
Protágoras. Estos usos indignaban a los enemigos de los sofistas, en
especial a Platón, que les reprochaba no buscar sino limitarse a
poner dificultades al adversario haciendo evidente las debilidades
internas de la argumentación.
Se demuestra así como un argumento puede tratarse desde
distintos puntos de vista y la relatividad y lo opinable de las
cuestiones humanas.
Platón condena la retórica de los sofistas, a la que entiende
como un mero ejercicio formal de persuasión, que no repara en los
temas sobre los que se aplica, dedicada a distraer a la multitud
mediante la seducción de su elegancia y de sus sonoridades.
Se trataba de una disciplina que se había propuesto manejar
todos los usos de la palabra pública. Hubo retórica porque existió

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elocuencia pública. La palabra fue el arma destinada a influir en al
pueblo, ante el tribunal, ante la asamblea o también frente al elogio.
Desde que a partir del 450 a.C. la retórica pasa a Atenas sus
principales representantes son: Gorgias, Platón y fundamentalmente
Aristóteles. Todos los elementos que didácticos que alimentan los
manuales clásicos provienen de la retórica aristotélica.
En Aristóteles retórica es el arte de la comunicación cotidiana,
del discurso en público, que se opone a poética que constituye el
arte de la evocación imaginaria.

El proceso argumentativo
En su libro El Arte de la Retórica, Aristóteles diferencia cinco
tiempos para componer el discurso. Es importante destacar que los
que siguen son conceptos que las modernas teorías sobre la
argumentación recuperan de la teoría clásica. Las cinco operaciones
son: La inventio, la dispositio, la elocutio, el actio y la memoria.

1) La invención (inventio), que constituye la definición del que


decir, la búsqueda de argumentos a favor de una tesis, de una
posición. Más que inventar se refiere a hallar lo que conviene a
los propósitos del orador. De la inventio parten dos líneas, una
lógica y otra psicológica. La primera intentar convencer, la otra
emocionar.
2) La disposición (dispositio) de los argumentos. Es decir
establecer cuál va a ser el plan el encadenamiento, la
progresión. Es el orden de las partes del discurso.
3) La elocución (elocutio). Consiste en poner palabras a los
argumentos, conferir una forma lingüística a las ideas.
Constituye la búsqueda de figuras a través de las cuales se
presentan los argumentos.

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4) La actuación (actio). Se refiere a la representación del discurso
frente al auditorio.
5) La memoria. Memorización del discurso para ser pronunciado
oralmente.
Estas dos últimas operaciones por lo general no son tomadas
en cuenta porque corresponden a la oratoria, es decir, al
discurso argumentativo oral.

La producción de textos argumentativos en la escuela


¿Por qué consideramos que es necesario trabajar con el texto
argumentativo desde edades tempranas?
Saber argumentar es lo que permite tanto defender posiciones
frente a otros como descifrar los mensajes provenientes de contextos
en los que se intenta influir en nuestra conducta.
Los textos argumentativos cumplen básicamente con la
función apelativa, porque el emisor quiere llevar al receptor a
asumir determinada actitud sobre algo o a realizar una acción.
Opinar no es lo mismo que argumentar. Opinar es manifestar
una idea sobre algo a partir del gusto o de decisiones personales, o
sea, mostrar lo que se cree o se siente.
 No creo que Juan sea bueno. No sé por qué, pero me
parece un mal bicho.
 A mí me gusta ese candidato.
Para que haya verdadera argumentación, para convencer o
persuadir a los demás, no alcanza con exponer una idea, sino que se
deben dar las razones para creer en ella.
 No creo que Juan sea bueno. Cada vez que lo miro pone
cara de “yo no fui”, como si se sintiera culpable. Entre los
compañeros de oficina tiene fama de soplón y de poco
solidario.

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 A mí me gusta ese candidato. Es sobrio, correcto, nada de
esos que andan mostrándose como vedettes en la
televisión. Lo respalda un partido político que respeto
mucho, del que no cualquier puede ser candidato. Me
parece que lo voy a votar.
Lo que no hace falta comprobar, de lo que no hay que
convencer a nadie porque ya está instalado como saber en una
comunidad, tampoco puede constituir, por sí mismo, argumentación.
Algunos de esos saberes se conocen por experiencia o sentido
común: otros son estereotipos llamados también lugares comunes.
El problema de los lugares comunes es que tienden a llenarse
siempre con los mismos contenidos, lo cual derivó en el uso
peyorativo del término “lugar común” para designar un cliché. Pero
dentro de la retórica y de la teoría de la argumentación, los lugares
comunes tienen un significado muy distinto. Porque precisamente son,
lugares comunes a todos los temas, lugares utilizables en cualquier
campo del saber. En cambio los “lugares propios” o específicos son
los aptos para buscar los argumentos específicos de las disciplinas
particulares.
Perelman y Olbrechts-Tyteca clasifican los lugares comunes de
esta manera:
De la cantidad: el valor de algo está dato por razones
cuantitativas. La defensa de lo popular se hace desde este lugar. Esto
se puede ver en el arte (el arte popular opuesto al de vanguardia) y la
política. El discurso publicitario acude frecuentemente a este lugar: la
película es buena porque la vieron multitudes o, incluso, porque su
presupuesto es el mayor de la historia del cine.
De la cualidad: exalta el valor de lo único, de lo original, de lo
distinto. El monoteísmo (un solo dios verdadero, varios son falsos
dioses) se funda también en la valoración positiva de lo único.

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Del orden: afirma la preeminencia de las causas, de los
principios, o la del fin, de los objetivos. En “El fin justifica los medios”,
el pragmatismo versus el principismo. En “La sangre derramada no
será negociada” se indica que se privilegian los principios a los
objetivos, a los fines. El mérito que, en una sociedad competitiva, se
otorga al llegar primero, a ser el primero en algo, es también un
argumento extraído del lugar del orden.
De lo existente: este lugar propone que lo que existe, lo real
tiene más valor que lo posible. El discurso contra las utopías es
tomado desde este lugar. “Más vale pájaro en mano que cien
volando”. En el campo de la filosofía el empirismo se justifica en el
lugar de lo existente.
De la esencia: el reconocimiento de un individuo que resume
en sí todas las características requeridas del tipo que representa.
Otelo es el prototipo del celoso, Marylin Monroe es la encarnación del
sex-symbol femenino.

Actividad N° 5: Los lugares comunes

La estructura de la argumentación

En los textos argumentativos el emisor sostiene una tesis. Las


razones o argumentos por medio de los cuales defiende su opinión
constituyen la demostración. Tesis y demostración son los dos
elementos básicos de un texto argumentativo.

La tesis
Se trata de un enunciado breve a partir del cual se estructura
toda la argumentación; consiste en la expresión mínima de lo que se
quiere demostrar. Por ej.:

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 La pasión desmedida por el fútbol ha enfermado a nuestra
sociedad.
 La desaparición de las amonestaciones no mejora la convivencia
en las escuelas.
La tesis está constituida por una oración bimembre aseverativa. Por
ejemplo, leemos el siguiente texto:

“Nada puede sustituir a la literatura, como nada sustituye a la


presa escrita. La prensa escrita puede cambiar de forma, pero
uno necesita que la prensa escrita le confirme lo que ve en
televisión o lo que oye en la radio. Por alguna razón, los
grandes consumidores del periodismo deportivo son aquellos
que han visto los partidos los domingos. La revista The New
Yorker trae en su último número una serie de artículos escritos
por intelectuales americanos que desnudan el alma de Lady Di
de una forma que jamás hubiese sido posible en la televisión o
en la radio.”
Tomás Eloy Martínez, Viva, 28-01-98.

Luego de su lectura vemos claramente que la tesis del mismo podría


ser: La literatura y la prensa escrita no serán sustituidas por otros
medios.

La demostración
En la demostración se esgrimen argumentos, se defienden
posiciones. Los argumentos constituyen la serie de razones que el
emisor presenta para convencer al otro de que la tesis es verdadera.

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Si volvemos al texto de Tomás Eloy Martínez, podemos decir
que los argumentos que esgrime para demostrar su tesis son los
siguientes:
 La gente necesita que la prensa escrita le confirme lo que ve en
televisión o lo que oye en la radio.
 Los grandes consumidores del periodismo deportivo son aquellos
que han visto los partidos del domingo.
 Se han escrito cosas sobre Lady Di que nunca se hubieran podido
expresar por televisión o por radio.

Las estrategias argumentativas

Como ya vimos en los textos argumentativos el emisor parte de


una tesis, que defiende en la demostración por medio de una serie de
argumentos. Los recursos o estrategias constituyen la forma en la que
estos se exponen.
Los recursos más comunes, algunos de los cuales los textos
argumentativos comparten con los expositivo-explicativos, son:

1. Establecimiento de causa y consecuencias. El emisor de un texto


argumentativo demuestra que su tesis no es una simple opinión
infundada, sino que es la consecuencia lógica de otras ideas o
hechos.
Entre los motivos atribuibles al descubrimiento de América,
podemos encontrar los siguientes:
 Los mercaderes europeos llegaban hasta las costas de
África en el mar Mediterráneo e intercambiaban productos
con los mercaderes musulmanes que venían de Asia.

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 Los europeos vendían telas y compraban perfumes y
especias que se utilizaban para conservar las carnes y
preparar remedios.
 Los musulmanes interrumpieron la ruta por el Mar
Mediterráneo.
Por entonces los europeos no conocían todo el mundo y
tampoco se sabía cómo era la forma de la Tierra. Interesado
por estos problemas, Colón pensó que podía llegar a las Indias
por una nueva ruta.

2. La ejemplificación. Se trata de una forma de ilustrar a través de una


muestra típica o sobresaliente de un hecho o idea.
La cantidad de agua que hay en nuestro planeta es siempre la
misma, pero va circulando y transformándose constantemente
en su continuo pasaje por el ecosistema. Por ejemplo: el agua
líquida que nuestro cuerpo elimina a través de la transpiración,
se evapora por acción del calor y pasa a formar parte del
ambiente como vapor de agua.

3. La cita de autoridad. Es el enunciado de un autor prestigioso que


son su voz avala la tesis
Hay datos que opacan el optimismo. Las mujeres son el 70 por
ciento entre los pobres del mundo –el “hombre más pobre es
una mujer y vive en África”, según una frase del epistemólogo
holandés Teun Van Dijk-...
O. Viglieca, Clarín, 07-03-99

4. La definición. Es un enunciado breve en el que se delimita el


significado de una palabra. No se trata necesariamente de una
definición del diccionario, porque lo importante es el significado que
la palabra en cuestión tiene para el que la argumenta.

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La conciencia colectiva es el conjunto de creencias y
sentimientos que son comunes al término medio de la sociedad
y constituye un sistema que tiene vida propia, esas creencias
fueron y continúan siendo alimentadas por los prejuicios y el
sexismo, que desde el inicio de la vida, marcan diferencias
discriminatorias entre los varones y las mujeres.
Eva Giberti

5. La pregunta retórica. El emisor finge preguntar al receptor pero el


mismo la responde o deja sin responder. Tiene dos funciones
básicas: por un lado, sirve para anunciar un tema o cuestión, por
otro, permite implicar al receptor dentro del curso del razonamiento y
apelar a sus puntos de vista.
Al permitir conservar el discurso, la escritura hace posible una
comunicación diferida y a distancia. ¿Qué implicancias tiene
esto? Primero, la necesidad de representarse mentalmente al
destinatario...
Maite Alvarado

6. La analogía. Se compara el tema con otro, con el que comparte


ciertos rasgos. En función de estos, ambos temas son considerados
iguales y la conclusión válida para uno lo es también para otro.
Existe una figura generalizada que piensa que la mujer debe
ser puesta en un altar. Y esa idea no es inocente: las estatuas
de los santos en los altares están solas y mudas; así es como
muchos quieren que estén las mujeres.

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7. Las imágenes. Tradicionalmente no fueron consideradas como
estrategias argumentativas, sin embargo en nuestra civilización
mediática son un recurso efectivo a la hora de sostener una idea. En
general, las imágenes no bastan solas sino que deben ser aclaradas
por un epígrafe.

Actividad 6: Las estrategias argumentativas

La refutación
Si la argumentación es una guerra verbal y hay posiciones que
defender, si en una discusión se gana o se pierde, significa que hay un
adversario.
La refutación consiste en emplear argumentos para cuestionar
la opinión de otros. Esto no implica que se lucha directamente contra
una persona o grupo particular, sino contra las ideas o posturas de ese
grupo.
Existen dos tipos de refutación:
 Refutación ad rem (sobre la cuestión): se discuten las ideas por medio de
distintos mecanismos: continuar el razonamiento del opositor y llevarlo al
absurdo, invalidar los datos que el oponente usa como argumentos, señalar
que su forma de razonar es incorrecta.
Ejemplo:
El gobierno de Menem implantó en la Argentina una situación de
autentificación de la hipocresía. Él lo dijo y se ufanó de haberlo dicho, “si
yo hubiera dicho todo lo que iba a hacer nunca me hubieran votado”.
Podría interpretarse que cuando dijo salariazo y revolución productiva
quiso decir convertibilidad.
Entrevista a José Eliaschev, revista 3ros. en el mundo, 2002

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 Refutación ad hominem (sobre el hombre): se señala que la opinión del
oponente no debe ser considerada porque él es deshonesto, incapaz, poco
inteligente, etc.

Ejemplo:
No me parece que lo de Carrió sea un planteo serio. Creo que hay
que diferenciar las reacciones emocionales de las políticas.(...)
Entrevista a José Eliaschev, revista 3ros. en el mundo, 2002

Actividad 7: La Refutación

El uso de conectores en la argumentación

Los conectores son palabras o construcciones útiles para


relacionar las partes de un tema y para hacer evidentes las relaciones
que el emisor desea establecer entre los argumentos. Se trata, en su
mayor parte, de conjunciones, adverbios, frases prepositivas o
adverbiales. Los más usados son:

Causales y consecutivos: establecen relaciones de causa y


consecuencia.
- porque - por lo tanto
- por eso - por eso
- dado que - en consecuencia
- puesto que - por consiguiente
- ya que

Ordenadores: marcan la distribución de la información.


- en primer término / lugar / instancia - finalmente

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- en segundo término /lugar / instancia - para terminar
- para comenzar - por último
- primero - por otro lado
- para continuar - por otra parte

Anafóricos: indican cuál es el tema que se desarrolla en esa parte del


texto, en relación con algo que se dijo antes.
- en relación con - con respecto a
- respecto de - al respecto
- en lo que atañe a

Aditivos: indican el agregado de ideas, datos, puntos de vista.


-y - además
- ni - del mismo modo
- de igual manera - asimismo

Opositivos: en los textos argumentativos son indicios de una


refutación. Primero se desarrolla la postura ajena, luego por medio de
esas palabras se señala que la propia es diferente.
- pero - sin embargo
- con todo - no obstante

Concesivos: también son el indicio de una refutación. Sirven para


expresar una objeción a la postura ajena, aunque no se la niega por
completo, como ocurre con los opositivos.
- aunque - si bien
- por más que - a pesar de
- no obstante - de todos modos
- de todas maneras

El uso de los distintos conectores también implica una toma de


posición, una forma de pensar, una tesis.
Por ejemplo:
Es feliz

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Álvarez es rico, así que
Es avaro

su familia está contenta


Juan estudia, por lo tanto
es insoportable

Estos enunciados plantean distintas opciones basados en ideas


diferentes. Por ejemplo Álvarez es rico, por lo tanto es feliz se basa en
la idea de que la riqueza produce felicidad, mientras Álvarez es rico,
por lo tanto es avaro se basa en la idea de que los ricos son avaros.

Actividad N° 8: Los conectores

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Actividad N° 8: Los conectores

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