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Introducción
Enfrentar la redacción de un nuevo texto es siempre un acto que intimida. Sobre todo si ese texto va
dirigido hacia amigos, profesores y colegas de la Universidad para la cual uno trabaja. Estoy seguro de
que coincidimos en que los académicos somos un público difícil de complacer. Por eso he decidido
escribir este documento de referencia de manera deliberadamente personal y con algún grado de
informalidad. Este enfoque no pretende ser una falta de consideración, sino más bien, un acto de
cercanía hacia ustedes.
El tema que nos convoca durante esta jornada es la gestión del conocimiento. El tema tiene tanto de
ancho como de largo. En la Era de la Información mucho se habla acerca de la gestión del conocimiento,
pero me temo, que muy pocas personas son capaces de formular con certeza un concepto. La verdad, es
que incluso los mismos expertos en el tema aún no se ponen de acuerdo en una conceptualización
unificada. No obstante, para efectos de ofrecer una noción, me permito citar a Rodríguez (2006), quien
define la gestión del conocimiento como un conjunto de procesos sistemáticos que incluye identificar,
captar, desarrollar, compartir y utilizar el conocimiento de una organización con el fin de generar una
ventaja competitiva tanto para las personas como para la organización. Aunque, en mi criterio, una
definición más puntual y más práctica de lo qué es la gestión del conocimiento la ofrece Karl Sveiby,
citado por Valhondo (2010), quien dice: “La gestión del conocimiento es el arte de crear valor a partir de
los activos intangibles de una organización”. Los activos intangibles de una empresa son el capital
humano, el capital relacional y el capital estructural. Veamos en que consiste cada uno:
El capital humano hace referencia a los elementos intangibles y establece varios indicadores para estos
elementos como por ejemplo: la satisfacción del personal, el tipo de personal, las competencias de las
personas, el liderazgo, la estabilidad laboral y la capacidad de innovación, entre otros.
Por su parte, el capital relacional se refiere a indicadores relacionados con bases de clientes, lealtad de
los clientes, satisfacción de los mismos, procesos de apoyo al cliente, proximidad de los mercados, el
posicionamiento de marca, la reputación corporativa, número de alianzas estratégicas, relaciones con los
proveedores y capacidad de mejorar estas relaciones, por mencionar algunos.
Y finalmente, el capital estructural comprende elementos que se puedan medir a través de indicadores
de cultura organizacional, filosofía corporativa, lineamientos estratégicos, estructura de la organización,
propiedad intelectual, tecnología de procesos y productos, estrategias para captar el conocimiento,
procesos de transmisión y comunicación del conocimiento, procesos de innovación y TIC, solo por
nombrar algunos.
Una visión más amplia de aquello que constituye los activos intangibles de una organización, bajo la
denominación de capital intelectual se puede encontrar en Jurczak (2008). De dónde tomo la siguiente
figura ilustrativa.
Figura 1. Components of intellectual capital
Fuente: Jurczak (2008). Intellectual capital: measurement methods.
Ahora bien, el concepto de la gestión del conocimiento se ha abordado tradicionalmente desde tres
perspectivas, dependiendo de la disciplina que trate de explicarla. Estás son:
2. la gestión del conocimiento como un modelo sociocultural que se centra en el desarrollo de una
cultura corporativa proclive a los procesos de gestión del conocimiento.
3. La gestión del conocimiento que se destaca por el desarrollo y gestión de sistemas y herramientas
tecnológicas.
Cabe anotar que las tres miradas son importantes, pero cada organización debe determinar cuál es el
modelo de gestión de conocimiento que más se ajusta a sus necesidades. En realidad una aplicación de
la gestión del conocimiento efectiva se compone de una mezcla acertada de las tres perspectivas recién
enunciadas.
En lo que sí parece haber un consenso por parte de los teóricos es en que el proceso de gestión del
conocimiento no es solo un fin deseable para una institución, sino que es más un camino efectivo para el
logro de sus objetivos. Esto es igual de válido tanto para los objetivos estratégicos comunes a todas las
empresas: rentabilidad, crecimiento y supervivencia (Sallenave, 2002), como para referirse a los
objetivos que derivan de los lineamientos filosóficos propios, tales como los aspectos misionales
corporativos, por ejemplo.
Manos a la obra
Me he propuesto ser muy concreto en este texto, así que mejor entremos en materia. En primer
término, se hace necesario establecer diferencias entre la información y la comunicación. El
conocimiento es más que la información porque éste tiene un rango mayor de aplicabilidad que la
información, la cual representa más un conocimiento instrumental. Y es que el conocimiento está
relacionado con la estructura cognitiva de la sociedad. Esta es, a su vez, una de las mayores limitantes
de la teoría de la nueva producción de conocimiento, una tesis que reduce el conocimiento a la
aplicación de la información. El conocimiento no es solo un asunto de experticia. Al hablar de
conocimiento, también se involucra la capacidad de una sociedad para aprender, y de la capacidad
cognitiva relacionada con la producción de modelos culturales y de innovación institucional (Delanty,
2001).
En relación con el conocimiento, Nonaka y Takeuchi (1995) proponen dividirlo en dos tipos: el
conocimiento explícito y el conocimiento tácito. Al primero, se le reconoce porque se puede transmitir a
partir del lenguaje formal, se puede sistematizar y es fácil de expresar en palabras y números. El tácito,
por otra parte, es un conocimiento que reside en la mente de los individuos y que generalmente no
puede instrumentalizarse. Este último tipo de conocimiento es de difícil codificación, formalización y
transmisión porque proviene de las experiencias individuales. La conversión del conocimiento tácito al
conocimiento explícito es justamente el objeto de la gestión del conocimiento. En palabras de García-
Tapial (2004), las instituciones deben ofrecer el contexto apropiado para que sus miembros generen
conocimiento, de tal forma que este conocimiento se integre y distribuya en las organizaciones hasta que
finalmente, se transforme en un conocimiento corporativo.
Por supuesto, existen otros modelos de gestión de conocimiento, pero en su mayoría, se refieren a un
proceso de transformación del conocimiento individual en conocimiento colectivo en las instituciones.
Beckman (1997), por ejemplo, establece un modelo de gestión del conocimiento que pasa por siete
etapas: identificar, recolectar, seleccionar, almacenar, compartir y aplicar la información para terminar
con el desarrollo de nuevos productos, servicios y procesos.
El modelo que propone Beckman es una guía práctica para la implementación de la gestión del
conocimiento en cualquier tipo de organización. El objetivo de este modelo es desarrollar de manera
efectiva la gestión del conocimiento en las empresas. Los componentes propuestos se explican con
mayor claridad de la siguiente manera:
En caso de que algunos de ustedes quisieran revisar otros modelos de gestión del conocimiento, quisiera
compartirles aquellos que ha reseñado Rodríguez (2006) bajo un criterio de proximidad, pertinencia e
importancia para sus investigaciones. Estos son: The 10-Step Road Map (A Tiwana, 2002), Modelo de GC
desde una visión humanista (R. de Tena, 2004), Modelo de implantación de GC en una organización
escolar (Durán, 2004) y la Gestión del conocimiento en educación (Sallis y Jones, 2002). La invitación es
a ampliar lo expresado en este documento con estas aproximaciones complementarias a la gestión del
conocimiento.
La UCO
Considero que para terminar esta mirada de aproximación a la gestión del conocimiento, nada mejor
que imaginar a nuestra universidad inmersa en este proceso, y para ilustrar este ejemplo, he tomado
elementos de una propuesta de investigación sobre innovación académica que se basa en la gestión del
conocimiento aplicada a la Universidad Católica de Oriente (Vásquez, Ospina y Carmona, 2014).
La ausencia de un sistema de innovación académica que permita un ciclo constante del conocimiento en
la Universidad trae como consecuencia que la Institución carezca de un enfoque más innovador que
redunde en nuevos productos, servicios y mejora de procesos académicos al ritmo que a todos nosotros
nos gustaría.
De continuar esta problemática, es de esperar que la UCO pierda en términos de competitividad. Esto
último es especialmente preocupante si se tiene en cuenta que la proyección de otras instituciones de
educación superior a lo largo y ancho del planeta ha superado el alcance geográfico de sus campus y que
cada vez más el sector de la educación requiere instituciones capaces de ofrecer iniciativas académicas
más acordes con los cambios rápidos.
Un sistema de innovación académica para la UCO permite compartir el conocimiento a través de toda la
comunidad universitaria, de tal forma que sus miembros o los grupos conformados en su interior
compartan el conocimiento de manera clara y dentro de un contexto que les sirva tanto para tomar
decisiones como para desarrollar procesos innovadores.
El beneficio de desarrollar procesos de gestión del conocimiento redunda en los mismos públicos de
interés de la institución, entre ellos estudiantes, profesores, administrativos, instituciones cooperantes,
gobiernos locales y mesas de trabajo regionales, entre otros. Puesto que se parte de los fenómenos
académicos para desarrollar respuestas claras a las problemáticas del entorno.
Adicionalmente, los nuevos proyectos académicos, bajo un sistema de innovación académica basada en
la gestión del conocimiento, tendrían un origen más endógeno y contextual, a diferencia de algunos
procesos que aún con la mejor de las intenciones son réplicas de las buenas experiencias de otras
instituciones. Con esto no quiero decir que desconozca los desarrollos externos a la Universidad, sino
que creo que la UCO puede ser mucho más efectiva si logra planificar desde sus grandes fortalezas de
capital intelectual su propia oferta académica, de investigación y de extensión y proyección social.
Verdaderamente, creo que el conocimiento generado en la UCO a través de sus diferentes procesos es
susceptible de ser almacenada, compartida, fortalecida y devuelta a la región en forma de nuevos
productos, servicios y procesos. Esto, siempre y cuando logremos desarrollar un sistema efectivo de
innovación al interior de la institución que permita gestionar el conocimiento como una herramienta de
competitividad en la organización. Vamos bien, pero nos falta un poco más de gestión del conocimiento.
Finalmente, estimados amigos, docentes y colegas, en la UCO tenemos un potencial inmenso. Entre
todos sumamos una fuente sorprendente de conocimientos, experiencias y valores propios. Pero, si
sumamos únicamente como individuos o como unidades de gestión y no como una comunidad de
conocimiento, nos arriesgamos a ver desarrollarse nuestra universidad de forma constante, pero
infortunadamente, muy lenta para las exigencias de la Era de la Información que actualmente nos exige
una dinámica más intensa. En cambio, si democratizamos interna y externamente el conocimiento, si
establecemos sinergias estratégicas, si aprovechamos nuestro potencial de relacionamiento de manera
aditiva, si desplegamos nuestra infraestructura tecnológica y si adoptamos una cultura organizacional
propicia para ser verdaderos gestores del conocimiento, no solo la institución crecerá a un ritmo
enérgico y saludable, sino que nosotros también, cuando llegue el tiempo de resumir, habremos crecido
ineludiblemente como personas, como profesionales, y lo más importante, como verdaderos maestros.
Referencias bibliográficas
Delanty, Gerard (2001). Challenging Knowledge. The University in the Knowledge Society. Buckingham /
Filadelfia: Society for Research into Higher Education & Open University Press.
Flores, P., (2010). Capital Intelectual: Conceptos y Herramientas, Nota Técnica CSC2001-01. Recuperado
de http://www.buenastareas.com/ensayos/Capital/168416.html
Jurczak, Jolanta (2008). Intellectual capital: measurement methods. Economics and organization of
enterprise. Vol 1(1); p. 37-45. Institute of Organization and Management in Industry.
Nonaka, Ikujiro y Takeuchi, Hirotaka (1995). The knowledge creating company. New York: Oxford
University Press.
Rodríguez Gómez, David (2006). Modelos para la creación y gestión del conocimiento: una aproximación
teórica. Educar, 37. Recuperado de www.raco.cat/index.php/educar/article/viewFile/58019/
68087
Sallenave, Jean-Paul (2002). La gerencia integral: no le tema a la competencia, témale a la
incompetencia. Bogota: Norma.
Vásquez, Carlos E., Henao, Mary Estela y Carmona, John (2014). Diseño de un sistema de innovación
académica para la UCO: propuesta de investigación para el grupo de gestión del conocimiento.
Rionegro: Universidad Católica de Oriente. (En prensa).
Encuesta
GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO UCO
La encuesta se aplicó a 31 docentes participantes en el proceso de Formación del Maestro Uconiano que
se llevó a cabo durante el 2014. El instrumento se aplicó el 29 de octubre del mismo año, durante el
módulo Gestión del Conocimiento.
2. Elija dos personas de nuestra comunidad académica que Ud. considera que poseen conocimiento que
podría ser útil tanto para usted, como para la Universidad, si se pudiera hacer explícito.
3. En su concepto, ¿cuáles son las luces y las sombras en la gestión del conocimiento en la UCO?
Luces Sombras
Proyección social y académica Poco flujo de información
Grupo Gestión del Conocimiento Convenios para educación a distancia
Inicio de proceso de construcción del sistema de No existe amplio reconocimiento
gestión del conocimiento Mal ambiente laboral que impide mantener la
Inversión en capacitación experiencia y el conocimiento de los docentes
Generación de espacios Poca motivación
Propuestas a desarrollar Bajos recursos (destinación)
Iniciativas de desarrollo de programas No hay transferencia de conocimiento
Muchos saberes y capacidades Particularismos e individualismos
Tecnología de apoyo Poca descarga académica para investigación
Universidad en crecimiento Limitación de recursos didácticos para las clases
Ubicación en una región de alto crecimiento La formación es muy personal
Capacitaciones El potencial no se desarrrolla efectivamente
Gran potencial humano Falta un mayor conocimiento de las necesidades y
Se ofrece un contexto que presenta grandes retos potencialidades
Aumento en el uso de las TIC Poco flujo de proyectos interfacultades para la
Excelente capital humano formulación de proyectos de impacto regional
Esfuerzo por apoyar las cualificaciones de los Indeterminación del tiempo que requieren los
docentes investigadores procesos relacionados con la gestión del
Hay mucha producción, publicaciones conocimiento
Apoyo institucional Pocos procesos de sistematización
Proyección con la región Deficiente divulgación
Disponibilidad Deficiente organización del conocimiento
Recursos Falta optimizar los factores
Deseos de mejorar Implementación de estrategias
Trabajo en equipo Falta capacitación en OVAS
Sentido de pertenencia docente Falta articulación de las dependencias
Oportunidades de capacitación Falta involucramiento en los asuntos de la región,
Personal amable y capacitado desde la práctica y la realidad, más que desde el
Motivación a los clientes sueño.
Existen los primeros ejercicios de integración Falta de comunicación efectiva
Grupos de investigación Articulación de procesos
Convocatorias de investigación No hay una cultura de la gestión del conocimiento
Iniciativas de internacionalización No hay incentivos
Confianza en las personas Desconocimiento del capital intelectual
Capital diverso El que sabe algo es al que más utilizan
Capacidad de aprendizaje No hay sistematización del conocimiento
Dinámica institucional Algunos se “roban” las ideas de otros
Calidad y calidez de la gente Falta conocimiento del tema
Grupo humano conocedor del proceso Falta involucrar más personas y facultades
Una estructura organizada Desconocimiento de la metodología
Bases de datos organizacionales Articulación de procesos
Interrelación de saberes Falta comunidad educativa (áreas)
Descubrir otros aprendizajes Poco conocimiento del grupo
Confrontar los saberes y desaprender Falta identificación
Infraestructura No hay procesos, personas y software dedicado a
Filosofía institucional este tema
Mucho conocimiento reunido Falta comunicación efectiva entre las facultades y
Hay inquietud al respecto a veces entre los programas.
Personas capacitadas para crear software Desarticulación de los procesos, se duplican
Saberes diversos, diversificación del conocimiento actividades
Existe una UGC que lidera estos procesos Burocracia
Cantidad de insumo para la gestión del Soporte tecnológico
conocimiento Apoyo directivo
Existencia de medios y capacidades para hacerlo Renovación generacional sin experiencia
La UCO produce conocimiento Poco tiempo disponible
Mucho talento Desmotivación
Amor por lo que se hace Pocas estrategias institucionales
Sentido de pertenencia Informalidad
Procesos sistemáticos Temor a compartir información
Existe gente capacitada Sistema unificado
Voluntad para comenzar No hay políticas claras
No se socializa
No hay inventario del conocimiento en la UCO
4. Desde su punto de vista, ¿qué conocimiento debería capitalizar la Universidad Católica de Oriente
para ser más competitiva? Marque una X junto a la más importante.
5. Comentarios
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