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2ª Edición

Manual de diagnóstico
y terapéutica en

neumología
neumología 2ª Edición

Manual de diagnóstico
y terapéutica en

José Gregorio Soto Campos


Manual de diagnóstico
y terapéutica en
neumología
2ª Edición

Coordinador
José Gregorio Soto Campos
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puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a
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© 2010 NEUMOSUR
Edificio Presidente B-2, 11º C. 41011. Sevilla

Edita: ERGON
C/ Arboleda, 1. 28221 Majadahonda (Madrid)

ISBN: 978-84-8473-784-1
Depósito Legal: M-36523-2009
Autores

Alcázar Navarrete, Bernardino Arnedillo Muñoz, Aurelio


F.E.A. de Neumología. Sección de Neumología. F.E.A. de Neumología. Servicio de Neumología.
Complejo Hospitalario Ciudad de Jaén. Jaén Hospital Universitario Puerta del Mar. Cádiz

Alfageme Michavila, Inmaculada Avisbal Portillo, Nuria


F.E.A. de Neumología. Hospital Universitario Vir- F.E.A. de Neumología. Servicio de Neumolo-
gen de Valme. Sevilla gía. Hospital Universitario Virgen la Victoria.
Málaga
Álvarez Gutiérrez, Francisco Javier
F.E.A. de Neumología. Unidad de Asma. Hospi- Ayerbe García, Rut
tal Universitario Virgen del Rocío. Sevilla F.E.A. de Neumología. Servicio de Neumología.
Hospital Juan Ramón Jiménez. Huelva
Álvarez Kindelán, Antonio
Unidad de Cirugía Torácica y Trasplante Pul-
Bernal Rosique, María Salvadora
monar. Hospital Universitario Reina Sofía. Cór-
Médico de Familia. Hospital Torrecárdenas.
doba
Almería
Álvarez Merino, Juan Carlos
Laboratorio Identificación Genética. Departa- Bioque Rivera, Juan Carlos
mento de Medicina Legal y Toxicología. Uni- F.E.A. de Neumología. Hospital Infanta Margari-
versidad de Granada ta. Cabra (Córdoba)

Antona Rodríguez, María José Bravo Santervás, Juan Manuel


F.E.A. de Neumología. Servicio Neumología. Com- F.E.A. de Neumología. Hospital Alto Guadalqui-
plejo Hospitalario Universitario Infanta Cristina. vir. Andújar (Jaén)
Badajoz
Cabrera Galán, Carmen
Arenas Gordillo, Manuel M.I.R. de Neumología. Sección de Neumología.
F.E.A. de Neumología. Hospital del SAS de Jerez. Hospital del SAS de Jerez. Jerez de la Frontera
Jerez de la Frontera (Cádiz) (Cádiz)
Calvo Bonachera, José Cosano Povedano, Andrés
F.E.A. de Neumología. Servicio de Neumología. Jefe de Servicio de Neumología. Hospital Reina
Hospital Torrecárdenas. Almería Sofía. Córdoba

Canales Cid, Francisco Cosano Povedano, Javier


F.E.A. de Neumología. Hospital Alto Guadalqui- F.E.A. de Neumología. Hospital Reina Sofía.
vir. Andújar (Jaén) Córdoba

Cano García, José Ramón


de la Cruz Ríos, José Luis
Unidad de Cirugía Torácica y Trasplante Pulmo-
Jefe del Servicio de Neumología. Hospital Uni-
nar. Hospital Universitario Reina Sofía. Córdoba
versitario Carlos Haya. Málaga
Carboneros de la Fuente, Francisco J.
F.E.A. de Neumología. Sección de Neumología. de la Fuente Cañete, Ana
Hospital de Jerez. Jerez de la Frontera (Cádiz) F.E.A. de Neumología. Servicio de Neumología.
Hospital Universitario Virgen de las Nieves. Gra-
Carmona Bernal, Carmen nada
F.E.A. de Neumología. Médico Adjunto de la Uni-
dad de Sueño. Unidad Médico-Quirúrgica de del Castillo Otero, Daniel
Enfermedades Respiratorias. Hospital Universi- F.E.A. de Neumología. Sección de Neumología.
tario Virgen del Rocío. Sevilla Hospital del SAS de Jerez. Jerez de la Frontera
(Cádiz)
Casas Maldonado, Francisco
F.E.A. de Neumología. Servicio de Neumología.
Díaz Baquero, Alicia
Hospital Universitario San Cecilio. Granada
Unidad Médico-Quirúrgica de Enfermedades
Respiratorias. Hospitales Universitarios Virgen
Cazorla López, M.
del Rocío. Sevilla
Sección de Oncología Médica. Hospital Juan
Ramón Jiménez. Huelva
Disdier Vicente, Carlos
Cebrián Gallardo, José Joaquín F.E.A. de Neumología. Sección de Neumología.
F.E.A. de Neumología. Unidad de Neumología. Hopital San Pedro de Alcántara. CibeRes (Ciber
Hospital Costa del Sol. Marbella (Málaga) de enfermedades respiratorias). Cáceres

Cejudo Ramos, Pilar Dorado Galindo, Antonio


F.E.A. de Rehabilitación y Medicina Física. Uni- Neumología. Hospital Universitario Carlos Haya.
dad Médico-Quirúrgica de Enfermedades Res- Málaga
piratorias. Hospital Universitario Virgen del Rocío.
Sevilla
Elías Hernández, Teresa
F.E.A. de Neumología. Unidad Médico-Quirúrgi-
Cobos Ceballos, María Jesús
ca de Enfermedades Respiratorias. Hospital Uni-
F.E.A. de Neumología. Servicio de Neumología.
versitario Virgen del Rocío. Sevilla
Hospital Reina Sofía. Córdoba

Conde Valero, Alicia Entrenas Costa, Luis Manuel


F.E.A. de Neumología. Hospital Universitario San F.E.A. de Neumología. Servicio de Neumología.
Cecilio. Granada Hospital Universitario Reina Sofía. Córdoba
Escobedo Pajares, María del Carmen García Jiménez, José Domingo
Neumología. Hospital Universitario Carlos Haya. F.E.A. de Neumología. Hospital Alta Resolucion
Málaga Utrera. Utrera (Sevilla)

Escribano Dueñas, Ana Milagrosa García Jiménez, José María


F.E.A. de Neumología. Sección de Neumología. F.E.A. de Neumología. Unidad de Neumología.
Hospital Costa del Sol. Marbella (Málaga) Hospital Costa del Sol. Marbella (Málaga)

García López, Paulina


Espíldora Hernández, Francisco
F.E.A. de Neumología. Hospital Torrecárdenas.
Servicio de Neumología. Hospital Universitario
Almería
Carlos Haya. Málaga

García Montesinos, Rafael


Espinosa Jiménez, Dionisio F.E.A. de Neumología. Hospital Universitario Vir-
Unidad de Cirugía Torácica y Trasplante Pul- gen de la Victoria. Málaga
monar. Hospital Universitario Reina Sofía. Cór-
doba
García Polo, Cayo
F.E.A. de Neumología. Servicio de Neumología.
Falces Sierra, Armando Hospital Universitario Puerta del Mar. Cádiz
F.E.A. de Neumología. Hospital de La Línea. La
Línea de la Concepción (Cádiz) García Rueda, Marcos
F.E.A. de Neumología. Responsable Unidad de
Fernández Aguirre, María del Carmen Apoyo para la Atención al Tabaquismo. Servicio
Servicio de Neumología. Hospital Universitario de Neumología. Hospital Regional Universitario
Virgen de la Victoria. Málaga Carlos Haya. Málaga

Fernández Guerra, José García Vera, Joaquín


F.E.A. de Neumología. Unidad de Neumología. F.E.A. de Neumología. Sección de Neumología.
Hospital Costa del Sol. Marbella (Málaga) Hospital de Jerez. Jerez de la Frontera (Cádiz)

Gaspar García, Inmaculada


Gallego Borrego, Javier
F.E.A. de Neumología. Unidad de Neumología.
M.I.R. de Neumología. Hospital Universitario Vir-
Hospital Costa del Sol. Marbella (Málaga)
gen de Valme. Sevilla

Gil Muñoz, Francisco Luis


Gallego Jiménez, P. Sección de Neumología. Hospital Juan Ramón
Sección de Oncología Médica. Hospital Juan Jiménez. Huelva
Ramón Jiménez. Huelva
González Vergara, Demetrio
García de Vinuesa Broncano, Germán M.I.R. de Neumología. Unidad Médico-Quirúr-
Jefe de Sección de Neumología. Hospital de gica de Enfermedades Respiratorias. Hospital
Mérida. Mérida (Badajoz) Universitario Virgen del Rocío. Sevilla

García de Vinuesa Calvo, Germán Granados Valverde, Encarnación


F.E.A. de Neumologia. Hospital de Mérida. Méri- Sección de Neumología. Hospital Médico-Qui-
da (Badajoz) rúrgico. Jaén
Gutiérrez Lara, José Antonio Jurado Gámez, Bernabé
F.E.A. de Neumología. Hospital Infanta Cristina. F.E.A. de Neumología. Servicio de Neumología.
Badajoz Unidad de Trastornos Respiratorios del Sueño.
Hospital Universitario Reina Sofía. Córdoba
Hernández Borje, Jacinto
F.E.A. de Neumología. Hospital Infanta Cristina. Jurado García, J.C.
Badajoz Facultad de Ciencias de la Salud. Fisioterapia
UCAM
Hernández Martínez, Antonio
F.E.A. de Neumología. Unidad de Neumología. Laserna Martínez, Elena
Hospital San Juan de Dios del Aljarafe F.E.A. de Neumología. Hospital Comarcal de Inca.
Inca (Mallorca)
Hidalgo Ramírez, Miguel
F.E.A. de Neumología. Hospital Infanta Margari- Levy Naón, Alberto
ta. Cabra (Córdoba) F.E.A. de Neumología. Hospital Universitario Vir-
gen de la Victoria. Málaga
Hidalgo Sanjuán, María Victoria
F.E.A. de Neumología. Servicio de Neumología. Linde de Luna, Francisco
Hospital Universitario Virgen la Victoria. Málaga Servicio de Neumología. Hospital Universitario
Virgen de la Victoria. Málaga
Ignacio García, José María
F.E.A. de Neumología. Área de Gestión Sanita- López López, María
rio Serranía de Málaga. Ronda (Málaga) Neumología. Hospital Médico-Quirúrgico. Jaén

Illana Wolf, Jennifer López-Campos Bodineau, José Luis


M.I.R. de Cirugía Torácica. UGC. Cirugía Toráci- F.E.A. de Neumología. Unidad Médico-Quirúrgi-
ca y Trasplante Pulmonar. Hospital Universitario ca de Enfermedades Respiratorias. Hospital Uni-
Reina Sofía. Córdoba versitario Virgen del Rocío. Sevilla

Inoriza Rueda, A. Lorente Acosta, José Antonio


Sección de Oncología Médica. Hospital Juan Director - GENYO. (Pfizer - University of Grana-
Ramón Jiménez. Huelva da & Andalusian Government Center for Geno-
mics & Oncology) Departamento de Medicina
Jiménez Catena, Isabel Legal. Universidad de Granada
D.U.E. Hospital Alto Guadalquivir. Andújar (Jaén)
Lorenzo Cruz, Manuel
Jiménez Escobar, Pilar Jefe Sección de Neumología. Hospital Univer-
Neumología. Hospital Universitario Carlos Haya. sitario Virgen de la Arrixaca. Murcia
Málaga
Luna del Castillo, Juan de Dios
Jiménez Gallego, Pedro Profesor del Departamento de Bioestadística.
Oncología Médica. Hospital Juan Ramón Jimé- Universidad de Granada
nez. Huelva
Marín Sánchez, Francisco
Jurado Díaz, Carmen F.E.A. de Neumología. Unidad de Neumología.
D.U.E. Centro de Salud San Fernando. Badajoz Hospital Virgen de la Victoria. Málaga
Marín Torrado, José Antonio Navas Vázquez, Salvador
M.I.R. de Neumología. Hospital Infanta Cristina. Jefe de Sección de Neumología. Hospital de
Badajoz Jerez. Jerez de la Frontera (Cádiz)

Márquez Martín, Eduardo Navascués Martínez, Emilia


F.E.A. de Neumología. Unidad Médico-Quirúrgi- F.E.A. de Neumología. Hospital Universitario San
ca de Enfermedades Respiratorias. Hospital Uni- Cecilio. Granada
versitario Virgen del Rocío, Sevilla
Olmedo Rivas, Cinta
Márquez Pérez, Francisca-Lourdes F.E.A. de Neumología. Unidad de Neumología.
F.E.A. de Neumología. Servicio Neumología. Com- Hospital San Juan de Dios del Aljarafe
plejo Hospitalario Universitario Infanta Cristina.
Badajoz Olveira Fuster, Casilda
F.E.A. de Neumología. Servicio de Neumología.
Martín Villasclaras, Juan José Unidad de Fibrosis Quística y Bronquiectasias.
F.E.A. de Neumología. Hospital Universitario Car- Hospital Universitario Carlos Haya. Málaga
los Haya. Málaga
Ortega Ruiz, Francisco
Maza Ortega, Carmen F.E.A. de Neumología. Unidad Médico-Quirúrgi-
F.E.A. de Neumología. Hospital de Puerto Real. ca de Enfermedades Respiratorias. Hospital Uni-
Cádiz versitario Virgen del Rocío, Sevilla

Medina Gallardo, Juan Francisco


Otero Candelera, Remedios
F.E.A. de Neumología. Hospital Virgen del Rocío.
F.E.A. de Neumología. Área Hospitalaria Virgen
Sevilla
del Rocío. Sevilla

Merino Sánchez, Mercedes


Padilla Galo, Alicia
F.E.A. de Neumología. Hospital Puerta del Mar.
F.E.A. de Neumología. Servicio de Neumología.
Cádiz
Hospital Costa del Sol. Marbella (Málaga)
Molina Ortiz, Estefanía
M.I.R. de Neumología. Hospital Universitario Palacios Gómez, Leopoldo
Infanta Cristina. Badajoz D.U.E. Enfermero de Enlace. Distrito Sanitario de
Huelva
Montaño Periáñez, Álvaro
Oncología Médica. Hospital Juan Ramón Jimé- Peñalver Mellado, Carlos
nez. Huelva F.E.A. de Neumología. Hospital Universitario Vir-
gen de la Arrixaca. Murcia
Moreno Casado, Paula
Unidad de Cirugía Torácica y Trasplante Pul- Pereira Vega, Antonio
monar. Hospital Universitario Reina Sofía. Cór- F.E.A. de Neumología. Hospital Juan Ramón Jimé-
doba nez. Huelva

Muñoz Cabrera, Luis Pérez Chica, Gerardo


F.E.A. de Neumología. Servicio de Neumología. F.E.A. de Neumología. Sección de Neumología.
Hospital Reina Sofía. Córdoba Hospital Médico-Quirúrgico. Jaén
Pérez Fernández, Antonio Manuel Rodríguez Portal, José Antonio
F.E.A. de Neumología. Sección Neumología. Hos- F.E.A. de Neumología. Unidad Médico-Quirúrgi-
pital de Mérida. Badajoz ca de Enfermedades Respiratorias. Hospitales
Universitarios Virgen del Rocío. Sevilla
Pérez Grimaldi, Francisco
M.I.R. de Neumología. Sección de Neumología. Rodríguez Ruiz, Francisca
Hospital de Jerez. Jerez de la Frontera (Cádiz) D.U.E. de Neumología. Hospital de Jerez. Jerez
de la Frontera (Cádiz)
Quintana Gallego, Esther
F.E.A. de Neumología. Unidad Médico-Quirúrgi- Rojas Villegas, Josefa
ca de Enfermedades Respiratorias. Hospital Uni- Técnico de la Unidad de Tabaquismo. Distrito
versitario Virgen del Rocío. Sevilla Jerez Costa Noroeste. Jerez de la Frontera (Cádiz)

Redel Montero, Javier Romero Palacios, Pedro José


F.E.A. de Neumología. Servicio de Neumología. Neumólogo. Profesor del Departamento de
Hospital Universitario Reina Sofía, Córdoba Medicina de la Universidad de Granada

Reina Zoilo, Juan José Romero Romero, Beatriz


Sección de Oncología Médica. Hospital Juan F.E.A. de Neumología. Unidad de Neumología.
Ramón Jiménez. Huelva Hospital San Juan de Dios del Aljarafe

Reyes Núñez, Nuria Ruiz García, Aránzazu


F.E.A. de Neumología. Hospital Universitario Vir- F.E.A. de Neumología. Unidad de Sueño. Unidad
gen de Valme. Sevilla Médico-Quirúrgica de Enfermedades Respira-
torias. Hospital Universitario Virgen del Rocío.
Rodríguez Becerra, Eulogio Sevilla
Jefe de Sección de Neumología. Unidad Médi-
co-Quirúrgica de Enfermedades Respiratorias. Sáez Roca, Germán
Hospitales Universitarios Virgen del Rocío. F.E.A. de Neumología. Servicio de Neumología.
Sevilla Hospital Universitario Virgen de las Nieves. Gra-
nada
Rodríguez Blanco, Ignacio
F.E.A. de Neumología. Servicio de Neumología. Salvatierra Velázquez, Ángel
Hospital Universitario Infanta Cristina. Badajoz. Jefe Servicio y Director UGC. Cirugía Torácica y
Trasplante Pulmonar. Hospital Universitario Reina
Rodríguez Jiménez, Alberto Sofía. Córdoba
Sección de Oncología Médica. Hospital Juan
Ramón Jiménez. Huelva Sánchez Armengol, Ángeles
F.E.A. de Neumología. Unidad de Sueño. Unidad
Rodríguez Martínez, Raquel Médico-Quirúrgica de Enfermedades Respira-
M.I.R. de Neumología. Hospital Universitario Vir- torias. Hospital Universitario Virgen del Rocío.
gen de la Victoria. Málaga Sevilla

Rodríguez Matute, Consolación Sánchez Gascón, Fernando


F.E.A. de Neumología. Servicio de Neumología. Jefe Servicio de Neumología. Hospital Univer-
Hospital San Juan de Dios. Sevilla sitario Virgen de la Arrixaca. Murcia
Sánchez Gómez, Jesús Fernando Serrano Merino, J.
F.E.A. de Neumología. Hospital Clínico Univer- D.U.E. Servicio de Neumología. Unidad de Tras-
sitario de Puerto Real (Cádiz) tornos Respiratorios del Sueño. Hospital Uni-
versitario Reina Sofía. Córdoba
Sánchez Osuna, Lourdes
F.E.A. de Neumología. Hospital Infanta Margari- Soto Campos, José Gregorio
ta. Cabra (Córdoba) F.E.A. de Neumología. Sección de Neumología.
Hospital de Jerez. Jerez de la Frontera (Cádiz)
Sánchez Quiroga, María de los Ángeles
F.E.A. de Neumología. Sección de Neumología. Tabernero Huguet, Eva
Hospital Juan Ramón Jiménez. Huelva F.E.A. de Neumología. Hospital Santa Marina.
Bilbao
Sánchez Rodríguez, Inmaculada
Valenzuela Mateo, Francisco
Sección de Neumología. Hospital Juan Ramón
F.E.A. de Neumología. Hospital del SAS de Jerez.
Jiménez. Huelva
Jerez de la Frontera (Cádiz)

Santiago Villalobos, Rocío


Vaquero Barrios, José Manuel
Servicio de Neumología. Hospital San Juan de
F.E.A. de Neumología. Servicio de Neumología.
Dios. Sevilla
Hospital Universitario Reina Sofía. Córdoba

Santos Luna, Francisco Vargas Muñoz, A.


F.E.A. de Neumología. Unidad de Trasplante en D.U.E. Servicio de Neumología. Unidad de Tras-
HAP. Servicio de Neumología. Hospital Reina tornos Respiratorios del Sueño. Hospital Uni-
Sofía. Córdoba versitario Reina Sofía. Córdoba

Sanz Cabrera, Amparo Vargas Romero, Javier


M.I.R. de Neumología. Hospital Universitario F.E.A. de Radiodiagnóstico. Servicio de Radiolo-
Infanta Cristina. Badajoz gía. Hospital de Jerez. Jerez de la Frontera (Cádiz)

Segado Soriano, Alejandro Velasco Garrido, José Luis


F.E.A. de Neumología. Hospital Infanta Margari- F.E.A. de Neumología. Servicio de Neumología.
ta. Cabra (Córdoba) Hospital Universitario Virgen la Victoria. Málaga
Agradecimientos

A José Antonio Córdoba, Pedro Ribelles, Julio Carmona, Manolo Vergara, Rafael Ruiz, Pablo Pons, Rosa-
lina Gómez y Miguel Ángel Gavilán por su confianza y apoyo incondicional. También a todos los autores
que han participado en la obra y a nuestras secretarias Mª José e Inma por su labor callada y pocas
veces reconocida.
Por último o tal vez debiera decir en primer lugar para mí, a Pepa mi mujer, a la que nunca estaré sufi-
cientemente agradecido y sin la que sin duda no hubiera sido posible embarcarme en ningún proyecto y
mucho menos llevarlo a cabo con éxito, y a mis hijos Pilar y J. Gregorio, con el deseo de que en un futu-
ro utilicen este Manual en sus inicios como profesionales y, ¿por qué no?, participen en él posteriormen-
te como futuros autores.

José Gregorio Soto Campos


Prólogo

Han pasado más de 3 años desde la primera edición del Manual de Diagnóstico y Terapéutica en
Neumología. Teniendo en cuenta la magnífica acogida que tuvo aquel primer proyecto, es para mí un
motivo de orgullo y satisfacción como presidente de la sociedad NEUMOSUR prologar este segundo pro-
yecto.
No sólo es una segunda edición del manual, sino que realmente se ha vuelto a escribir en su totali-
dad, conservando la estructura básica de temas, autores y calidad del anterior.
Hay que destacar que en este nuevo manual han participado un mayor número de autores (más de
140), de las Comunidades de Andalucía, Extremadura y Murcia. Además de la colaboración de neumó-
logos y cirujanos de tórax, han contribuido también especialistas en Radiología, D.U.E., y otros expertos en
especialidades como bioestadística, fisioterapia o medicina legal. Se ha ampliado el número de capítulos
en relación al anterior manual hasta un total de 56. Por lo tanto se puede afirmar que este nuevo manual
recoge con elevada calidad y pragmatismo la experiencia y conocimiento de los especialistas en patología
torácica de nuestras comunidades.
Como indiqué al prologar la primera edición, considero que este libro continuará siendo un manual
de referencia en nuestra especialidad y se actualizará en próximas ediciones.
Felicitar nuevamente a todos los autores y especialmente al coordinador de la obra, Dr. Soto Campos,
por la ilusión, tenacidad y el inmenso trabajo que ha desarrollado. Creo que todos somos conscientes de
que sin esa labor no hubiera sido posible la realización de este gran proyecto.

Francisco Javier Álvarez Gutiérrez


Presidente de NEUMOSUR
Prólogo

Decía un famoso abogado, al prologar el libro de un no menos famoso juez, que prologar es más difí-
cil que epilogar, y continuaba diciendo que, generalmente, los prólogos sobran porque casi todos suelen
ser inanes, convencionales, aburridos o pretenciosos.
Como el inicio de este prólogo ya suena a pretencioso, intentaré que la continuación no sea aburrida,
convencional o inane, palabra, por cierto, puesta de moda al referirse un conocido locutor a un no menos
conocido director.
Y, para “aliviarme en la suerte”, haré un poco de epílogo y otro poco de prólogo.
No me parece inútil el contar cómo hace unos años, cuarenta para ser exacto, cuando el Servicio de
Medicina Interna estaba compuesto por un Jefe de Servicio y dos adjuntos, ni en los mejores sueños, pude
imaginar una Unidad de Respiratorio con ocho facultativos, tres médicos residentes, una sala de hospita-
lización con veintiséis camas, salas de exploraciones y consultas.
Eso sí, desde los primeros años, en que se trabajaba con el ureómetro de Van Slyke, las radiografías
se revelaban a mano, y hablar del Adjunto de guardia o de “la UCI”, Hematología, marcapasos, fibrosco-
pias, TAC, Eco, RM, PET, etc., no era posible porque no existían, se ha pasado a veces, de una exhaustiva
exploración clínica, a solicitar alguna técnica y a ver qué pasa.
Cuando, con el paso de los años, el Servicio de Medicina aumentó de forma progresiva el número de
médicos, gracias al trabajo y tesón de nuestro Jefe del Servicio de Medicina Interna, don Luis Rodríguez
Novoa, tuvimos la suerte de que tres de ellos tenían el título de neumólogo, por lo que, aunque de mane-
ra no oficial y gracias a la libertad de acción que nos proporcionaba don Luis, iniciamos nuestra andadu-
ra como Unidad de Neumología, allá por el año 1976 o quizás un año antes.
Para no ser aburrido, podría contar anécdotas pero sólo mencionaré dos, como aquella en que, al
pasar sala, le preguntó el médico a la enfermera: ¿el paciente está con Dogmatil? y, rápidamente, contes-
tó el citado enfermo: ¡No, no, yo estoy con Don Miguel; (su médico de siempre)! O aquella en que el
médico le indicaba a un paciente: ¡siéntese aquí!, al tiempo que se agachaba a recoger su bolígrafo del
suelo. Naturalmente, el paciente se le sentó en la espalda.
Por cierto, mi agradecimiento a don Luis, ya que me enseñó, no sólo Medicina, sino a saber tratar con
el paciente y más aún con el médico.
Cuando la unidad pasó oficialmente a una Sección de Neumología, por los ochenta, empezaron a lle-
gar gente nueva con empuje y qué empuje. Se inició otra medicina aparte de la rutinaria asistencial, publi-
caciones, congresos, cursos, el nacimiento de nuestra Jornada Neumológica jerezana, el conseguir la docen-
cia y, sobre todo, el nacimiento de nuestro Manual de diagnóstico y terapéutica en Neumología, del que,
y como ya vaticinó nuestro presidente, Francisco Álvarez, en el prólogo de la primera edición y hace sólo
tres años, ahora redacto el prólogo/epílogo, de la segunda edición en la que han participado ya 140 auto-
res, médicos, enfermeros, técnicos o estadistas.
Sí es convencional, pero imprescindible y como resumen de todos los años que han llevado al naci-
miento de esta edición, reiterar mi agradecimiento a Luis Rodríguez Novoa por lo ya citado, a nuestro inol-
vidable Fernando Sánchez Gascó, por la amistad que nos profesó y las ayudas que nos dio y, cómo no, a
Gregorio por ser tan vitalista como el primer día que lo conocí.

Salvador Navas Vázquez


Jefe de la Sección de Neumología
Hospital General de Jerez
Índice

I. PROCEDIMIENTOS

1. Nuevas tecnologías y aplicación a la Neumología


E. Quintana Gallego, J.L. López-Campos Bodineau . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3

2. Análisis bioquímicos aplicados a enfermedades respiratorias


J. García Vera, J.G. Soto Campos, D. del Castillo Otero, S. Navas Vázquez . . . . . . . . . . . . . . . . 11

3. Aspectos básicos en radiología de tórax


J. Vargas Romero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23

4. TC, RM, PET en las enfermedades torácicas


J.D. García Jiménez, A. Arnedillo Muñoz, C. García Polo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53

5. La ecografía como técnica neumológica


M. Arenas Gordillo, D. del Castillo Otero, F. Valenzuela Mateo, F. González Grimaldi,
F. Rodríguez Ruiz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63

6. Exploración funcional respiratoria: aplicación clínica


G. García de Vinuesa Broncano, G. García de Vinuesa Calvo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73

7. La prueba de ejercicio cardiopulmonar en Neumología


F. Ortega Ruiz, P. Cejudo Ramos, E. Márquez Martín . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89

8. Calidad de vida aplicada a la Neumología


T. Elías Hernández, D. González Vergara . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105

9. Broncoscopia diagnóstica
I. Alfageme Michavila, N. Reyes Núñez, J. Gallego Borrego, M. Merino Sánchez . . . . . . . . . . . . . 115

10. Broncoscopia intervencionista terapéutica


C. Disdier Vicente, J. Cosano Povedano, L. Muñoz Cabrera, A. Cosano Povedano . . . . . . . . . . . 129
11. Toracoscopia médica y procedimientos terapéuticos
B. Romero Romero, C. Olmedo Rivas, A. Hernández Martínez, E. Laserna Martínez . . . . . . . . . . 147

12. Rehabilitación respiratoria


P. Cejudo Ramos, F. Ortega Ruiz, E. Márquez Martín . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155

13. Ventilación mecánica no invasiva


D. del Castillo Otero, C. Cabrera Galán, M. Arenas Gordillo, F. Valenzuela Mateos . . . . . . . . . . . 167

14. Polisomnografía, poligrafía, oximetría. Requisitos e interpretación de los resultados


A. Sánchez Armengol, C. Carmona Bernal, A. Ruiz García . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187

15. Evaluación preoperatoria en respiratorio


J.M. Vaquero Barrios, A.M. Escribano Dueñas, J. Redel Montero, F. Santos Luna . . . . . . . . . . . . 199

16. Genética de las enfermedades respiratorias


P.J. Romero Palacios, J.A. Lorente Acosta, J.C. Álvarez Merino, J.D. Luna del Castillo . . . . . . . . . 209

II. SÍNDROMES

17. Valoración del paciente con insuficiencia respiratoria aguda y crónica


A. Arnedillo Muñoz, C. García Polo, J.D. García Jiménez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225

18. Estudio del nódulo pulmonar solitario


A. Conde Valero, E. Navascués Martínez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 233

19. Manejo del paciente con hemoptisis


P. García López . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 243

20. Valoración del paciente con disnea. Escalas de medición


G. Sáez Roca, A. de la Fuente Cañete . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 253

21. Dolor torácico


M.V. Hidalgo Sanjuán, M.C. Fernández Aguirre, F. Linde de Luna, R. Rodríguez . . . . . . . . . . . . . . 267

22. Estudio del paciente con tos crónica


J.L. Velasco Garrido, M.C. Fernández Aguirre, M.V. Hidalgo Sanjuán, N. Avisbal Portillo . . . . . . . 275

23. Valoración del paciente con rinitis


J.M. Bravo Santervás, F. Canales Cid, I. Jiménez Catena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 283

24. Manejo del paciente con derrame pleural


R. García Montesinos, R. Rodríguez Martínez, F. Linde de Luna, A. Levy Naón . . . . . . . . . . . . . . 295

25. Excesiva somnolencia diurna. Valoración


B. Jurado Gámez, J. Serrano, J.C. Jurado García, A. Vargas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 305

III. PATOLOGÍA

26. Patología traqueal


A. Álvarez Kindelán, P. Moreno Casado, J.R. Cano García, D. Espinosa Jiménez . . . . . . . . . . . . . 315
27. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Tratamiento del paciente estable
J. Fernández Guerra, F. Marín Sánchez, J.M. García Jiménez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 321

28. EPOC. Tratamiento de las exacerbaciones


F.L. Márquez Pérez, M.J. Antona Rodríguez, A.M. Pérez Fernández, G. García de Vinuesa . . . . . 333

29. Tabaquismo. Terapia farmacológica e intervención psicológica


M. García Rueda, J. Rojas Villegas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 345

30. Asma: tratamiento basal. Asma difícil de tratar


L.M. Entrenas Costa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 355

31. Manejo de la agudización asmática. Asma de riesgo vital


A. Pereira Vega, I. Sánchez Rodríguez, F.L. Gil Muñoz, M.A. Sánchez Quiroga . . . . . . . . . . . . . . . 367

32. Fenotipos asmáticos. Identificación y manejo


F.J. Álvarez Gutiérrez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 379

33. La educación en pacientes con asma y EPOC


J.M. Ignacio García, L. Palacios Gómez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 395

34. Enfermedades intersticiales difusas del pulmón. Fibrosis pulmonar idiopática


J.A. Rodríguez Portal, A. Díaz Baquero, E. Rodríguez Becerra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 403

35. Enfermedades intersticiales difusas del pulmón. Sarcoidosis, eosinofilias,


histiocitosis X, microlitiasis alveolar, linfangioleiomiomatosis
A. Segado Soriano, L. Sánchez Osuna, J.C. Bioque Rivera, M. Hidalgo Ramírez . . . . . . . . . . . . . 415

36. Manifestaciones pulmonares de las enfermedades del tejido conectivo. Enfermedades


intersticiales difusas del pulmón secundarias: alveolitis alérgica extrínseca. Vasculitis
A. Falces Sierra, C. Maza Ortega . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 427

37. Bronquiolitis
R. Ayerbe García . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 439

38. Enfermedades pulmonares ocupacionales


F. Casas Maldonado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 451

39. Enfermedad tromboembólica venosa. Profilaxis


C. Rodríguez Matute, R. Santiago Villalobos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 461

40. Enfermedad tromboembólica venosa. Diagnóstico y tratamiento


R. Otero Candelera, D. González Vergara . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 471

41. Hipertensión arterial pulmonar


J.F. Sánchez Gómez, E. Tabernero Huguet . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 487

42. Neumonía adquirida en la comunidad


J.J. Martín Villasclaras, A. Dorado Galindo, P. Jiménez Escobar, M.C. Escobedo Pajares . . . . . . . 499
43. Neumonía nosocomial
B. Alcázar Navarrete . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 511

44. Manejo de las infecciones respiratorias en el paciente inmunodeprimido


G. Pérez Chica, M. López López, B. Alcázar Navarrete, E. Granados Valverde . . . . . . . . . . . . . . . 521

45. Tuberculosis. Estudio convencional de contactos. Profilaxis y tratamiento


de la infección latente
I. Rodríguez Blanco, C. Jurado Díaz, A. Sanz Cabrera, E. Molina Ortiz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 533

46. Tuberculosis. Diagnóstico y tratamiento


J. Calvo Bonachera, M.S. Bernal Rosique, J.F. Medina Gallardo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 541

47. Enfermedad por micobacterias ambientales. Micosis pulmonares. Aspergilosis


J. Hernández Borje, J.A. Gutiérrez Lara, J.A. Marín Torrado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 555

48. Fibrosis quística del adulto


A. Padilla Galo, F.J. Carboneros de la Fuente, I. Gaspar García . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 581

49. Valoración y tratamiento del paciente con bronquiectasias no FQ


C. Olveira Fuster, F. Espíldora Hernández, A. Padilla Galo, J.L. de la Cruz Ríos . . . . . . . . . . . . . . . 595

50. Cáncer de pulmón. Estadificación. Tratamiento quirúrgico


A. Salvatierra Velázquez, J.R. Cano García, P. Moreno Casado, D. Espinosa Jiménez,
J. Illana Wolf . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 611

51. Cáncer de pulmón. Tratamientos quimioterápico y radioterápico


J.J. Reina Zoilo, P. Jiménez Gallego, A. Rodríguez Jiménez, A. Montaño Periáñez . . . . . . . . . . . . 623

52. Cáncer de pulmón. Manejo del paciente terminal. Medidas paliativas


C. García Polo, J.D. García Jiménez, A. Arnedillo Muñoz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 635

53. Mesotelioma pleural maligno


A.M. Escribano Dueñas, J.M. Vaquero Barrios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 649

54. Manejo del pulmón metastásico


M. Cazorla López, A. Rodríguez Jiménez, J.J. Reina Zoilo, A. Inoriza Rueda,
P. Gallego Jiménez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 657

55. Neumotórax
C. Peñalver Mellado, M. Lorenzo Cruz, F. Sánchez Gascón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 665

56. Paciente subsidiario de trasplante pulmonar. Manejo del enfermo trasplantado


F. Santos Luna, J. Redel Montero, J.M. Vaquero Barrios, M.J. Cobos Ceballos . . . . . . . . . . . . . . . 675

Índice de materias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 687


Asma: tratamiento basal. Asma difícil de tratar 357

Se encuentran posicionados en todos los esca- Los efectos secundarios de este tratamiento
lones de tratamiento de la enfermedad. Desde el son en general infrecuentes y principalmente loca-
inicial, como alternativa al tratamiento con gluco- les, aunque se recomienda su administración bajo
corticoide inhalado y en los restantes, como opción control médico especializado.
a añadir, ya que han demostrado poder reducir las
dosis necesarias de glucocorticoides inhalados mejo- Medicación de rescate
rando el control(9).
Agonistas beta-2 de acción rápida
Glucocorticoides sistémicos Ejercen su acción broncodilatadora relajando
Su mecanismo de acción es similar al de los el músculo liso de la vía aérea al estimular el recep-
inhalados, aunque por vía sistémica pueden alcan- tor beta-2, aumentando así el tono simpático.
zar un número mayor de dianas terapéuticas. Su Principios activos: salbutamol y terbutalina. La
papel como medicación de control queda restrin- vía de administración de elección es la inhalada ya
gido debido a los importantes efectos secundarios que por ella tienen efecto comparable a la oral y
y una vez agotadas otras posibilidades de medi- provocan significativamente menos efectos secun-
cación de tercera línea como antagonistas de los darios.
receptores de los leucotrienos y teofilina retardada. Están indicados para revertir la broncocons-
tricción episódica, para yugular las exacerbaciones
Teofilinas y para la prevención de síntomas desencadenados
Actualmente, y a la espera de la comercializa- por el esfuerzo. Deben prescribirse a demanda y
ción de los inhibidores de la fosfodiesterasa-4, sólo no a dosis pautada. Un aumento de sus necesi-
están recomendados los preparados de liberación dades puede indicar inicio de pérdida del control
sostenida, con efecto broncodilatador menor que de la enfermedad. Su uso continuo puede provo-
los agonistas beta-2 de acción prolongada, como car tolerancia al efecto broncodilatador, incluso en
una de las opciones a añadir de tercera línea en el presencia de un tratamiento con glucocorticoides
asma persistente grave(2). inhalados.
El receptor beta-2 presenta un polimorfismo
Omalizumab genético cuyo papel en el desarrollo de tolerancia
Los anticuerpos monoclonales anti-IgE consti- o respuesta al fármaco está aún por determinar.
tuyen una nueva opción en el tratamiento del asma Los efectos secundarios que presentan son simila-
que ha demostrado efecto beneficioso cuando el res a los descritos para los de acción prolongada.
mecanismo fundamental implicado es la IgE(1).
Omalizumab reduce las exacerbaciones y las hos- Anticolinérgicos
pitalizaciones, a la vez que mejora los niveles de Bloquean el efecto de la acetilcolina que libe-
obstrucción y la calidad de vida. La indicación actual ran las terminaciones colinérgicas de la vía aérea
para su uso es en asma no controlada a pesar de induciendo broncodilatación al disminuir el tono
tratamiento correcto con glucocorticoides inhala- vagal.
dos y agonistas beta-2 inhalados a dosis altas en Preparados: bromuro de ipratropio y bromu-
pacientes mayores de 12 años sensibilizados al ro de tiotropio, ambos exclusivamente por vía inha-
menos a un alérgeno perenne y con IgE sérica entre latoria. No está establecido su papel como medi-
30 y 700 UI/ml. Hay guías de tratamiento que, cación de control en el manejo a largo plazo del
en caso de estar indicado, lo recomiendan antes asma estable, aunque el ipratropio sí mejora leve-
que los glucocorticoides orales(10), por lo que cabe mente, pero con significación estadística, la función
esperar que su posición definitiva en el tratamien- pulmonar cuando se da nebulizado junto con ago-
to vaya definiéndose conforme crezca la experien- nistas beta-2 en las crisis, disminuyendo las hospi-
cia de su uso. talizaciones(11).
358 L.M. Entrenas Costa

Tabla II. Clasificación del asma en función de la gravedad

Síntomas diurnos Síntomas nocturnos Función pulmonar

Persistente grave Continuos Frecuentes FEV1 o PEF < 60%


Crisis frecuentes Variabilidad > 30%
Actividad habitual muy alterada

Persistente moderada Diarios > 1/semana FEV1 o PEF 60-80%


Afectan actividad y sueño Variabilidad > 30%

Persistente leve > 2 días/semana pero no a diario > 2 veces/mes FEV1 o PEF 80%
Variabilidad 20-30%

Intermitente 2 días/semana 2 veces/mes FEV1 o PEF 80%


Variabilidad < 20%

Basada en las referencias 1 y 2.

Efectos secundarios: en general, leves. Seque- rios, algunos autoadministrados, validados al cas-
dad bucal y mal sabor como más significativos. tellano, o en periodo de serlo, que miden diferen-
tes aspectos de la enfermedad, incluyendo algunas
Tratamiento escalonado veces la función pulmonar.
A la hora de instaurar tratamiento, podemos Si el paciente se encuentra en situación de con-
encontrarnos con dos situaciones. En primer lugar, trol (Tabla III), puede optarse por mantener la medi-
el paciente no tiene previamente, por lo que debe cación que tenga, aunque lo recomendado, en espe-
decidirse con qué fármaco o combinación de fár- cial si la situación se mantiene estable en los últi-
macos iniciamos la medicación. Lo recomendado mos tres meses, es intentar descender la medica-
en este caso es retomar la clasificación basada en ción controladora hasta alcanzar la dosis mínima
la gravedad (Tabla II), que nos permite colocar eficaz capaz de mantener el control. Si el asma está
fácilmente a cada paciente en un escalón de gra- parcialmente controlada, puede considerarse incre-
vedad determinado, el más grave del que cum- mentar el tratamiento, siempre ponderando los fac-
pla al menos un criterio. Cada escalón lleva apa- tores que hacen referencia a las preferencias del
rejado un fármaco o combinación de los mismos paciente, seguridad y costo de la medicación. Por
(Figura 1). Esta recomendación puede ser válida último, en situación de asma no controlada, debe
para el tratamiento inicial que será siempre varia- incrementarse la medicación hasta intentar lograr
do en función del grado de control que alcance- el control puesto que esta situación puede evolu-
mos con él. cionar hacia una exacerbación.
Si el paciente ya está realizando tratamiento, El tratamiento se escalona en seis etapas(1)
debe establecerse su grado de control. Para ello (Tabla IV), anteponiendo siempre a la instauración
existen criterios de control basados en las reco- de cualquier fármaco la educación, el control
mendaciones de expertos(1) (Tabla III). Además, ambiental (incluyendo la abstinencia del tabaco) y
pueden utilizarse diferentes herramientas para medir el tratamiento de las comorbilidades conocidas.
el grado de control del asma como el Asthma Con- Los agonistas beta-2 adrenérgicos de acción
trol Test(12) (http://www.asthmacontrol.com), Asthma rápida ocupan, en cualquiera de los escalones, el
Control Questionnaire(13) (http://www.qoltech.co.uk/ puesto de medicación de rescate empleada a
Asthma1.htm), Asthma Therapy Assessment Ques- demanda cuando sea necesario para revertir los
tionnaire(14) (http://www. ataqinstrument.com) o síntomas episódicos. Además, constituyen la única
Asthma Control Scoring System(15). Son cuestiona- medicación recomendada en el escalón primero,
Asma: tratamiento basal. Asma difícil de tratar 359

Persistente grave
Medicación diaria:
• Corticoides inhalados – Antileucotrieno
dosis alta en 4 tomas – Teofilina retardada
+ β2 de acción retardada – Corticoide oral
+ 1 o más (si es necesario)
Rescate: β2 agonista de acción rápida

Persistente moderada
Medicación diaria:
• Corticoides inhalados • + Antileucotrieno
dosis medias + (descender dosis
agonistas β2 de acción corticoide inhalado)
retardada
Rescate: β2 agonista de acción rápida

Persistente leve
Medicación diaria:
• Corticoides inhalados • Antileucotrienos
dosis baja cada
12 ó 24 horas
Rescate: β2 agonista de acción rápida

Intermitente
Medicación diaria:
• Ninguna
Rescate: β2 agonista de acción rápida

Figura 1. Tratamiento escalonado del asma en función de la gravedad (basada en las referencias 1 y 2).

Tabla III. Clasificación del asma en función del grado de control

Controlada Parcialmente
Características (todo) (alguno/semana) No controlada

Síntomas diurnos No Más de dos veces


(2 o menos/semana) en semana

Limitación de actividades No Alguna


Tres o más características de parcialmente
Síntomas nocturnos No Alguno
controlada en cualquier semana
Medicación de rescate No Más de dos veces
(2 o menos/semana) en semana

Función (PEF/FEV1) Normal < 80%

Exacerbaciones No Una o más al año Una en cualquier semana

Basada en la referencia 1.

donde no es necesario ningún controlador. En este A partir del escalón segundo, aparece la medi-
escalón, debe considerarse iniciar tratamiento antiin- cación antiinflamatoria. En éste, debe elegirse entre
flamatorio si el paciente precisa rescate más de dos una de las dos opciones sugeridas, glucocorticoide
veces en semana. inhalado a dosis baja, o antileucotrieno.
360 L.M. Entrenas Costa

Tabla IV. Tratamiento en función del grado de control

Educación, control ambiental y tratamiento de las comorbilidades

1 2 3 4 5 6
Otras opciones Elección
Medicación de control

GCI dosis bajas GCI dosis bajas GCI dosis medias GCI dosis altas GCI dosis altas
+ LABA + LABA + LABA + LABA + corticoides

ALT • GCI dosis medias GCI dosis medias Añadir: Añadir:


• GCI dosis bajas + ALT • ALT • ALT
+ ALT • Teofilina • Teofilina
• Omalizumab • Omalizumab

Rescate Agonistas beta-2 de acción rápida

GCI: glucocorticoide inhalado; ALT: antagonista de los receptores de los cisteinil leucotrienos; LABA: agonista beta-2 de acción
prolongada.
Modificado de las referencias 1 y 2.

A partir del tercer escalón, aparece como dosis ni de cuándo realizar los cambios, aunque
opción recomendada el tratamiento combinado sí pueden aconsejarse diferentes pautas según el
de glucocorticoide inhalado-agonista beta-2 de tratamiento que se esté realizando. En el caso de
acción prolongada, En el tercer escalón, la dosis usar sólo glucocorticoides inhalados, cada 3 meses
de glucocorticoide recomendada es baja, para ir puede bajarse la dosis en un 50%(16) o utilizarlos
incrementándose de manera progresiva hasta el cada 24 horas(17). Cuando se está utilizando una
último escalón donde se suman los glucocorticoi- combinación de glucocorticoide inhalado y agonista
des orales. beta-2 de acción prolongada, parece que la opción
En los dos últimos escalones, debe de aña- más recomendada para no perder el control es des-
dirse además una o varias de las siguientes opcio- cender la dosis de glucocorticoide, manteniendo el
nes: un antagonista de los receptores de los leu- beta-2(18). No existe evidencia publicada para hacer-
cotrienos, teofilina retardada o bien omalizumab en lo, pero las recomendaciones que figuran en las
el caso de existir unos niveles de IgE sérica entre guías indican que el tratamiento antiinflamatorio
30 y 700 junto con sensibilización a un alérgeno podría suspenderse tras un año de mantener el
perenne. control con dosis bajas(1).
El tratamiento inicialmente instaurado deberá
seguir ajustes periódicos en función del curso clí- ASMA DE CONTROL DIFÍCIL
nico para conseguir el control con la mejor relación Puede definirse como el asma que persiste con
costo/seguridad. Por ello, tan importante es esta- un nivel de control insuficiente a pesar de mante-
blecer el nivel de control al inicio, como monitori- ner tratamiento adecuado para su nivel de grave-
zar al paciente de manera periódica para realizar dad(19). Se desconoce con exactitud su prevalencia,
los ajustes de medicación requeridos a fin de man- citándose la cifra del 5%(20).
tener el control. Es de vital importancia programar La Guía Española para el Manejo del Asma
las visitas periódicas en periodo de estabilidad clí- (GEMA)(2) distingue entre el asma de control difí-
nica y no dejar que sea la aparición de síntomas, o cil verdadera y falsa, que aglutina otras causas dis-
la exacerbación, las que marquen la frecuencia de tintas de la enfermedad y que son las responsables
las visitas. de originar la mala respuesta terapéutica.
Sin embargo, no hay muchos datos disponi- Los criterios para su diagnóstico se basan en
bles sobre la duración óptima de una determinada las recomendaciones de la Sociedad Europea(21):
Asma: tratamiento basal. Asma difícil de tratar 361

• Criterios mayores: to. A la cabeza de este apartado, los proble-


– Uso de esteroides orales continuos o más mas rinosinusales y el reflujo gastroesofági-
de 6 meses en el último año. co. Con frecuencia, el asma y la rinitis coe-
– Uso de glucocorticoides inhalados a dosis xisten en el mismo paciente(2). Datos epide-
altas junto con otro fármaco. miológicos indican que entre el 30 y el 99%
• Criterios menores: de los pacientes con asma tienen síntomas
– Necesidad diaria de agonista beta-2 de acción nasales y entre el 15 y 40% de los pacien-
rápida de rescate. tes con rinitis tienen asma. Recientemente,
– FEV1 < 80%, o variabilidad de pico de flujo se ha propuesto el término de enfermedad
> 20%. de la vía respiratoria única o síndrome de
– Una o más visitas a urgencias el último año. asma y rinitis alérgica combinadas, pero sin
– Tres o más ciclos de glucocorticoides orales que cuente con consenso definitivo(22). La
en el último año. poliposis nasosinusal se asocia con frecuen-
– Episodio de asma de riesgo vital previo. cia al asma. Su incidencia oscila entre el 10-
– Deterioro rápido y progresivo de la función 15% de los asmáticos, pero puede llegar
pulmonar. hasta el 36-96% de los que simultáneamente
El diagnóstico se establece cuando se cum- presentan intolerancia a salicilatos u otros
plen los dos criterios mayores, o uno mayor y dos antiinflamatorios no esteroideos(23). La exis-
menores. tencia de una sinusitis se asocia con aumen-
to de los síntomas de asma. De hecho, hay
Falso asma de control difícil trabajos que han detectado que en más del
Constituyen el grupo más numeroso de pacien- 80% de las agudizaciones que precisan con-
tes y suele responder a una o varias de las siguien- sultar a urgencias existen anomalías radioló-
tes circunstancias: gicas de los senos paranasales. Entre los
• El diagnóstico del asma es erróneo: el cua- pacientes con asma bronquial, la prevalen-
dro clínico del asma bronquial es lo suficien- cia de reflujo gastroesofágico oscila, depen-
temente inespecífico como para que pueda ser diendo de las series y del método de diag-
confundido con otra patología, incluso no neu- nóstico entre el 15 y el 72%(24), condiciona
mológica (como la disfunción ventricular izquier- un aumento de los síntomas y de la varia-
da). En este apartado cabe incluir a las deno- bilidad de los flujos espiratorios así como un
minadas pseudoasmas, es decir, alteraciones deterioro del control del asma. Algunos
de la vía aérea superior, como la disfunción de pacientes muestran una clara correlación
cuerdas vocales, tumores, cuerpos extraños, entre la presencia de síntomas de reflujo y
malacias traqueales, etc. que cursan con obs- el empeoramiento de la enfermedad, pero
trucción. Ante un asma de control difícil siem- no existe evidencia de que el uso de inhibi-
pre debe cuestionarse el diagnóstico clínico de dores de la bomba de protones mejore el
asma y corroborarlo mediante la demostración asma o su sintomatología(25), pero algunos
de la existencia de una obstrucción reversi- subgrupos de pacientes, no identificables a
ble, variabilidad de flujos o hiperreactividad priori, sí pueden mostrar beneficio al ser tra-
bronquial. tados del reflujo. En este apartado además
• Hay realmente un asma, pero además se dan debe descartarse la existencia de bron-
otras circunstancias: quiectasias, ansiedad, hipertiroidismo, etc.
– Otra enfermedad coexistente la agrava y ha – Existen factores que impiden el control: bien
pasado desapercibida al tener síntomas que hay exposición continua a un alergeno
total o parcialmente coinciden con los del doméstico u ocupacional, bien mantiene tra-
asma, por lo que permanece sin tratamien- tamiento con fármacos desencadenantes
362 L.M. Entrenas Costa

como beta-bloqueantes (incluso oculares)


o ácido acetilsalicílico u otro antiinflamato- ¿Es asma?

rio no esteroideo. La prevalencia del asma


inducida por aspirina es variable según la Considerar otros
Sí No
diagnósticos
serie consultada. Los valores más altos se
dan cuando se utilizan pruebas de provo- ¿Sólo es asma?
cación oral para detectarla y puede estimarse
entre el 14 y el 29% en adultos y entre el Valorar
Sí No
0 y el 14% en niños. Son frecuentes los póli- comorbilidades
pos en la exploración de las fosas nasales.
¿Cumple el tratamiento?
La intolerancia se manifiesta por la aparición
de una exacerbación del asma junto con fre-
Programa
cuente rinorrea, enrojecimiento conjuntival Sí No
educativo
y cutáneo en cara y cuello a los pocos minu-
tos de ingerir aspirina(26). El broncoespasmo ¿Hay agravantes?
así inducido suele ser grave, pudiendo acom-
pañarse de shock, pérdida de conciencia e Sí No
Criterios
diagnósticos
incluso parada respiratoria. La reacción
depende, no sólo de factores individuales, Tratamiento
sino también del propio medicamento
(potencia anticiclo-oxigenasa) y de la dosis Figura 2. Algoritmo diagnóstico para el asma de control difí-
cil (modificado de la referencia 19).
administrada. No existe prueba de labora-
torio diagnóstica, excepto el test de provo-
cación con aspirina oral o inhalada. El oral Actitud diagnóstica
es peligroso, pero la provocación bronquial Para llevar a cabo el diagnóstico de asma de
es menos sensible. El desarrollo de intole- control difícil, debe seguirse un protocolo reglado,
rancia a la aspirina implica su permanencia pero no existe consenso internacional. La GEMA(2)
de por vida, debiendo recomendarse su evi- propone una aproximación diagnóstica y la Socie-
tación, la de cualquier otro producto que la dad Española de Neumología y Cirugía Torácica
contenga, así como otros analgésicos que (SEPAR) ha publicado una normativa de manejo
inhiban la ciclooxigenasa. Estos pacientes del asma de control difícil(19) basada en diferentes
suelen presentar sensibilidad cruzada con consensos y revisiones(2,20,21). Los autores propo-
otros antiinflamatorios no esteroideos que nen un proceso diagnóstico estructurado a lo largo
también pueden desencadenar asma en una de un mínimo de 3 visitas, pero que a veces debe
proporción variable de los intolerantes a la extenderse en el tiempo hasta confirmar el diag-
aspirina. El 98% no suelen tolerar ibuprofe- nóstico (Figura 2).
no, el 100%, naproxeno y el 93%, diclofe-
naco, mientras que para el que el paraceta- Primera visita
mol sólo muestran intolerancia una baja pro- • Debe realizarse de nuevo toda la historia clíni-
porción, en torno al 7%. ca, empezando por síntomas, crisis, desenca-
– Incumple la medicación. Quizá deba ser por denantes, incluyendo historial exposicional
su frecuencia el primero en sospecharse, pero (doméstico y laboral) y comorbilidad, espe-
también es el más difícil de demostrar feha- cialmente dirigida a patología rinosinusal y reflu-
cientemente. Otro factor no despreciable den- jo gastroesofágico.
tro de este apartado es el mal manejo de dis- • Exploraciones complementarias:
positivos inhalatorios. – Radiografía de tórax en dos proyecciones.
Asma: tratamiento basal. Asma difícil de tratar 363

– Curva flujo-volumen, con prueba de bron- el tratamiento ajustado al nivel de gravedad, así
codilatadores. Si es normal y los broncodi- como la estrategia educativa.
latadores son negativos, plantear provocación
bronquial inespecífica o monitorización domi- Tercera visita (1-3 meses después)
ciliaria del pico de flujo. En este punto, debe Valorar la respuesta, espirometría con bron-
plantearse descartar la existencia de alguna codilatadores y evaluación del registro domicilia-
forma de pseudoasma, especialmente si rio de pico de flujo. Resultados de lo solicitado.
hubiera alteraciones de la rama inspiratoria Seguir algoritmo diagnóstico (Figura 2) para con-
de la curva flujo-volumen. firmar que se trate de un verdadero asma de con-
• Descartar ansiedad-hiperventilación, incluso uti- trol difícil.
lizando para ello estudio psicológico con cues- Programar tratamiento y seguimiento.
tionarios específicos.
• Iniciar el proceso educativo, especialmente Tratamiento
adiestramiento en el uso de inhaladores y deter- Para el escalón de asma persistente grave, las
minación domiciliaria del pico de flujo. normativas sólo aspiran a conseguir los mejores
• Clasificar la gravedad del asma (Tabla II) e ins- resultados posibles con el mínimo de efectos
taurar el tratamiento estimulando el cumpli- secundarios(1,2) pero en ninguna de ellas suelen
miento. figurar recomendaciones específicas para el trata-
miento del grupo de pacientes con asma de con-
Segunda visita (7-30 días después) trol difícil.
Valoración de la evolución, respuesta al trata- El esquema ideal debería seguir las siguien-
miento, cumplimiento, registro domiciliario de pico tes recomendaciones(19):
de flujo y realización de espirometría con bronco- • Intentar incentivar el cumplimiento lo máxi-
dilatadores. En caso de persistir con la sospecha de mo posible. Investigar y corregir comorbilida-
un verdadero asma de control difícil y no se pudie- des, como reflujo o alteraciones rinosinusales,
ra demostrar que fuera uno falso, o de enferme- o exposición a desencadenantes (domésticos
dades con síntomas similares, realizar: o laborales).
• Exploración funcional con determinación de • Tratamiento médico necesario para intentar
volúmenes estáticos y difusión. conseguir, al menos, una situación de control
• Analítica que incluya inmunoglobulinas, IgE, p- parcial, comenzando incluso con ciclo de este-
ANCA y hormonas tiroideas. roides orales (40 mg/día de prednisolona
• Estudio de alergenos mediante prick-test o RAST. durante 15 días). Si al retirarlos, o durante el
• Tomografía axial computarizada realizada con mismo, no hay control, añadir: teofilina retar-
técnica de alta resolución. dada, antagonista de los receptores de los leu-
• Estudio de reflujo, recurriendo incluso a pHme- cotrienos, anticolinérgicos o esteroides orales.
tría de 24 horas. La combinación más eficaz es imprevisible y
• Test del sudor. dependerá de cada paciente. Prever trata-
• Fibrobroncoscopia. miento para la osteoporosis. Considerar trata-
• Estudio de senos paranasales con TAC y con- miento con omalizumab si cumple indicacio-
sulta a otorrinolaringología, si fuera preciso. nes para ello.
• Estudio psiquiátrico. • Si no hubiera respuesta a los corticoides ora-
En este punto, el estudio debe comenzar por les deben investigarse varias posibilidades:
las pruebas menos agresivas, reservando las más – Farmacocinética alterada: existen trastornos
invasivas para el caso de que, una vez recibidas las digestivos que condicionan una absorción
primeras, todavía permanezca sin establecerse el incompleta; hay problemas enzimáticos que
diagnóstico definitivo. Debe seguir manteniéndose impiden el paso de prednisona a predniso-
364 L.M. Entrenas Costa

lona (forma activa) o algún otro fármaco con- 6. Shrewsbury S, Pyke S, Britton M. Meta-analysis of incre-
comitante induce el citocromo P450, con lo ased dose of inhaled steroid or addition of salmeterol
in symptomatic asthma (MIASMA). BMJ 2000; 320:
cual, hay un metabolismo incrementado de
1368-73.
los glucocorticoides.
7. Greening AP, Ind PW, Northfield M, Shaw G. Added sal-
– Resistencia: en pacientes con FEV1 menor meterol versus higher-dose corticosteroid in asthma
del 70% del teórico y respuesta broncodi- patients with symptoms on existing inhaled corticoste-
latadores, si tras un ciclo de 40 mg/día de roid. Allen & Hanburys Limited UK Study Group. Lancet
prednisona o prednisolona en dos tomas dia- 1994; 344: 219-24.
rias y de dos semanas de duración no hay 8. Rabe KF, Pizzichini E, Stallberg B, Romero S, Balanzat
respuesta, puede duplicarse la dosis otras AM, Atienza T et al. Budesonide/formoterol in a single
inhaler for maintenance and relief in mild-to-moderate
dos semanas. Si no existe respuesta tampo-
asthma: a randomized, double-blind trial. Chest 2006;
co, nos encontramos ante una auténtica resis- 129: 246-56.
tencia a los glucocorticoides. En caso de que
9. Laviolette M, Malmstrom K, Lu S, Chervinsky P, Pujet JC,
tras esta segunda dosis haya sólo una res- Peszek I et al. Montelukast added to inhaled beclome-
puesta parcial, nos encontramos una res- thasone in treatment of asthma. Montelukast/Beclo-
puesta alterada, pero no ausente. Cualquier methasone Additivity Group. Am J Respir Crit Care Med
tipo de respuesta conlleva una bajada de la 1999; 160: 1862-8.
dosis hasta conseguir la mínima eficaz en 10. National Asthma Education and Prevention Program
toma única matutina, preferiblemente de (NAEPP). Expert panel report 3. Guidelines for the diag-
nosis and management of asthma 2007. Disponible en
prednisona.
www.nhlbi.nih.gov/guidelines/asthma/asthgdln.htm.
• No hay estudios suficientes como para reco-
11. Rodrigo G, Rodrigo C, Burschtin O. A meta-analysis of
mendar tratamientos con intención de dismi- the effects of ipratropium bromide in adults with acute
nuir la dosis de glucocorticoides orales (ciclos- asthma. Am J Med 1999; 107: 363-70.
porina, metotrexato, sales de oro, colchicina, 12. Nathan RA, Sorkness CA, Kosinski M, Schatz M, Li JT,
cloroquina, dapsona...). Marcus P et al. Development of the asthma control test:
• Planear un seguimiento estrecho, personaliza- a survey for assessing asthma control. J Allergy Clin Immu-
do, con planes de actuación escritos y mane- nol 2004; 113: 59-65.
jo práctico basado en picos de flujo o síntomas. 13. Juniper EF, Buist AS, Cox FM, Ferrie PJ, King DR. Valida-
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31
Manejo de la agudización asmática.
Asma de riesgo vital
A. Pereira Vega, I. Sánchez Rodríguez, F.L. Gil Muñoz, M.A. Sánchez Quiroga

MANEJO DE LA AGUDIZACIÓN ASMÁTICA Confirmar que realmente nos


encontramos ante una crisis asmática
Introducción Es preciso realizar un adecuado diagnóstico
La novedad más importante de la última revi- diferencial con una serie de patologías que pue-
sión de la GINA-2006 hace referencia al “control den simular o incluso complicar una agudización
de asma”, refiriéndose como tal al control de las asmática (insuficiencia cardiaca congestiva, EPOC
manifestaciones clínicas de la enfermedad así como agudizada, TEP, obstrucción de vía aérea superior,
a la estabilidad funcional y la mínima utilización o aspiración de cuerpo extraño, disfunción de cuer-
evitación de la medicación de rescate, entre otros(1). das vocales o incluso una crisis de ansiedad). De
Sin embargo, en determinadas ocasiones el asma tal manera que, en pacientes que consultan por
“se descontrola” dando lugar a lo que conocemos disnea y no tienen historia conocida de asma, o
como crisis, exacerbación o agudización asmática. bien, no mejoran con el tratamiento administra-
Se define como tal al episodio de broncoespasmo do, siempre debemos tener presentes estas pato-
que se manifiesta con un aumento progresivo de logías.
la disnea, tos, sibilancias y opresión torácica aso-
ciados a la disminución del flujo espiratorio (FEV1 Evaluar de forma correcta la gravedad
o PEF). Es un evento potencialmente grave si no de la crisis
se evalúa y trata de forma adecuada, de ahí la impor- Es fundamental detectar en un primer tiempo
tancia de realizar una correcta detección y evalua- si el paciente presenta criterios de paro respirato-
ción de la misma. Los objetivos del tratamiento rio inminente o extrema gravedad, que nos obli-
pasan, no sólo por aliviar la obstrucción al flujo aéreo garía a contactar de forma inmediata con un cen-
y la hipoxemia lo más rápidamente posible, sino tro hospitalario donde deberá ingresar en una uni-
por planear la prevención de recaídas futuras. dad de cuidados intensivos (UCI) para control y
tratamiento. La gravedad de la crisis asmática se
Actitud inicial ante la sospecha determina según la intensidad de la sintomatolo-
de una crisis asmática gía, la necesidad de medicación de rescate, la alte-
La evaluación de una crisis asmática indepen- ración de la función pulmonar expresada con el
dientemente del medio en que nos encontremos FEM y las alteraciones gasométricas, todo ello
pasa inicialmente por estos tres aspectos(2). acompañado de mayor o menor repercusión orgá-

367
368 A. Pereira Vega, I. Sánchez Rodríguez, F.L. Gil Muñoz, M.A. Sánchez Quiroga

Tabla I. Clasificación de la crisis asmática según gravedad

Leve Moderada Grave Riesgo vital

Síntomas Tos, sibilancias, disnea a moderados Disnea de reposo, Cianosis


esfuerzos, habla sin dificultad habla entrecortada

Nivel de conciencia Pueden estar agitados Suelen estar agitados Confusión o coma

Uso de musculatura No Suele aparecer Habitual Movimientos


accesoria paradójicos del tórax

Frecuencia respiratoria Puede estar Incrementada > 25 rpm en adultos


incrementada > 40 rpm en niños

Frecuencia cardiaca < 110 lpm > 110 lpm en adultos Bradicardia
> 120 lpm en niños

Auscultación (sibilancias) Moderadas Abundantes Abundantes y fuertes Silencio auscultatorio

Uso de medicación Incrementado pero con respuesta Excesivo y sin respuesta


de rescate

Función pulmonar
• FEM > 70% 50-70% 33-50% No registrable o < 33%
• Variabilidad ≤ 20% 20-30% > 30%

SatO2 con FiO2 0,21 > 95% 92-95% < 92% < 92%
(pulsioximetría)

PaO2 Normal > 60 mmHg < 60 mmHg

PaCO2 < 45 mmHg < 45 mmHg > 45 mmHg

nica (Tabla I). Esto es importante no sólo para apli- Manejo de la agudización asmática
car las pautas terapéuticas adecuadas en cada caso, Una vez realizada una correcta evaluación del
sino también para establecer en qué medio debe tipo de crisis y teniendo clara la ubicación del
ser manejada la crisis. Si nos encontramos ante paciente, fundamentalmente en función del nivel
una crisis leve, podemos intentar un tratamiento a de gravedad, debemos realizar una buena historia
nivel extrahospitalario (domicilio del paciente o clínica que nos indique las exploraciones comple-
Atención Primaria), siempre que se disponga de mentarias necesarias y con ello el tratamiento idó-
los medios necesarios para su traslado si la res- neo que hemos de aplicar. De esta forma, a todo
puesta no es adecuada, mientras que la modera- paciente que solicita atención urgente por una agu-
da-grave debe ser manejada en la urgencia de un dización asmática se le debe realizar una anam-
área hospitalaria. nesis y exploración física dirigida, una medición de
PEF (para determinar el grado de obstrucción) y
Detectar a los pacientes con asma una pulsioximetría basal (para valorar el intercam-
de riesgo vital bio gaseoso).
Independientemente del nivel de gravedad de
la crisis actual hay que identificar a los pacientes Anamnesis y exploración física dirigida
que presentan una serie de factores que predis- (Tabla II)
ponen a desarrollar crisis asmáticas de riesgo vital, Realizaremos una serie de preguntas enfo-
tal como se explicará detenidamente en la segun- cadas a valorar el tipo de asma ante el que nos
da parte de este capítulo. encontramos, si existen factores desencadenan-
Manejo de la agudización asmática. Asma de riesgo vital 369

Tabla II. Historia clínica dirigida Pruebas complementarias


Utilizaremos los valores de PEF y SatO2 con una
Ananmesis doble finalidad, diagnóstico inicial y control evolu-
• Inicio de los síntomas: ¿cuándo comenzó? tivo como dato de respuesta al tratamiento(2). En
• Desencadenante: ¿relaciona su disnea con algo? función de los valores de PEF se establecen los
– ¿Estacionalidad? siguientes grados de obstrucción: leve, moderado,
– ¿Tiene mascotas en casa? grave y muy grave (leve: > 70% del valor teórico
– ¿En qué trabaja? y ¿Ha cambiado de trabajo? o > 300 L/min; moderado: 50-70% o 150-300
– ¿Ha tomado AAS, otro AINE o betabloqueantes? L/min; grave: 30-50% o < 150 L/min; muy grave:
– ¿Tiene sintomatología catarral? < 30% del valor teórico). El resto de exploraciones
– ¿Ha realizado ejercicio físico? complementarias se realizarán en casos seleccio-
– ¿Se ha administrado hoy inmunoterapia? nados y de forma dirigida:
– ¿Ha abandonado el tratamiento? • Analítica básica: hemograma si hay fiebre o
• Tratamiento previo a la crisis y el que realiza sospecha de infección pulmonar y bioquímica
habitualmente: para determinación de niveles de potasio ante
– ¿Ha recibido algún tratamiento antes de venir aquí?: la toma de beta-2 adrenérgicos a dosis altas
broncodilatadores, corticoides sistémicos… así como enzimas cardiacas si se sospecha car-
• Hay que preguntar también acerca de: diopatía como causa de la descompensación.
– ¿En qué medio le diagnosticaron el asma? • Gasometría arterial: si la saturación arterial de
– ¿Qué tipo de asma tiene? oxígeno (SatO2) es < 92%, si el PEF es < 50%,
– ¿Ha precisado en alguna ocasión ingreso por asma? si no existe mejoría a pesar del tratamiento o
– ¿Ha precisado en alguna ocasión ingreso en UCI si existen signos y síntomas de gravedad o fati-
por asma? ga para evaluar el nivel de PaCO2 y pH.
• Electrocardiograma: no es necesario de ruti-
Exploración física
na salvo monitorización cardiaca en pacientes
• Aspecto general
mayores y aquellos con patología cardiaca aso-
• Signos de atopia
ciada.
• Signos de corticoterapia prolongada
• Radiografía de tórax: no de rutina pero indi-
• Datos de IC derecha
cada ante sospecha de patología cardiopul-
• Sudoración
monar que complique la crisis asmática (neu-
• Cianosis
monía o atelectasia), si el paciente va a ser hos-
• Nivel de consciencia
pitalizado o si no hay mejoría con el tratamiento
• Habla
administrado para descartar patologías asocia-
• Uso de musculatura accesoria
das de difícil diagnóstico.
• Asimetría en la auscultación pulmonar
• Pulsos periféricos
Tratamiento
• Tensión arterial
En este punto diferenciamos el manejo de la
• Pulso paradójico
crisis asmática en función del ámbito donde nos
• Frecuencias cardiaca y respiratoria
encontremos, tanto por las características de la cri-
sis como por razones obvias de disponibilidad de
medios y recursos que aseguren una buena aten-
tes, características de agudizaciones previas y ción del paciente(1).
datos objetivos exploratorios que nos indiquen el
estado del paciente. Todo ello con el fin de adop- Extrahospitalario
tar la pauta terapéutica más adecuada en cada Las exacerbaciones más leves, definidas como
caso(3). una reducción en el pico flujo de menos del 20%,
370 A. Pereira Vega, I. Sánchez Rodríguez, F.L. Gil Muñoz, M.A. Sánchez Quiroga

despertares nocturnos y aumento del empleo de trucción al flujo aéreo con diversos broncodilata-
un β2-agonista de acción corta pueden tratarse dores, reducir la inflamación de la vía aérea utili-
generalmente en un centro de atención primaria. zando corticoides sistémicos(6), sin olvidar la pre-
Se administrarán: vención de recaídas. Para ello disponemos de los
siguientes tratamientos:
Broncodilatadores
En las exacerbaciones de leves a moderadas, Oxigenoterapia
la administración repetida de β2-agonistas inhala- La hipoxemia asociada a hipocapnia y alcalo-
dos de acción rápida (2-4 inhalaciones cada 20 sis es la alteración más frecuente de los gases san-
minutos en la primera hora) es el mejor método guíneos en la agudización asmática. Se produce por
para revertir la obstrucción. Tras la primera hora, desequilibrio en la relación ventilación/perfusión y
la dosis del β2-agonista dependerá de la gravedad puede corregirse con flujos de oxígeno moderados
de la exacerbación. Las leves responden con 2-4 (FiO2, 0,28-0,32), habiéndose demostrado que el
inhalaciones cada 3-4 horas; las moderadas requie- uso de oxígeno a alto flujo, no sólo no es benefi-
ren 6-10 inhalaciones cada 1-2 horas. Si no obje- cioso, sino que puede resultar perjudicial al aso-
tivamos respuesta con el tratamiento administrado ciarse a cierto grado de hipercapnia(6). Nuestro obje-
o existen dudas, debe remitirse al paciente a un tivo debe ser mantener una SatO2 > 92% (> 95%
centro hospitalario. Respecto al sistema de inhala- en niños). Aunque no está recogido en las guías
ción a utilizar, la administración del broncodilatador clínicas actuales, se aconseja la humidificación de
por medio de un MDI, idealmente junto a un espa- la mezcla de oxígeno y aire inspirado ya que la des-
ciador, es la medida más costo/efectiva, frente al hidratación que ocurre durante una crisis puede
uso del nebulizador(4). No se precisan medica- agravar el broncoespasmo(7).
mentos adicionales si el β2-agonista inhalado de
acción rápida produce una respuesta completa (PEF Broncodilatadores
> 80% del previsto o mejor personal) y la respuesta • β2-agonistas adrenérgicos: constituyen el tra-
se prolonga durante 3-4 horas. tamiento de elección en la agudización asmá-
tica por su eficacia y rapidez de acción (evi-
Corticoides dencia A). Salbutamol y terbutalina son los más
Deben utilizarse glucocorticoides orales (0,5- utilizados, siendo la vía inhalada la más ade-
1 mg de prednisona/kg o su equivalente durante cuada. Dosis recomendadas: salbutamol, 2,5-
un periodo de 24 horas), si la exacerbación tiene 5 mg nebulizados o 4 puffs de inhalador pre-
lugar después de adoptar otras opciones de trata- surizado IP (0,1 mg/inhalación) y terbutalina,
miento corto pautadas cuando se pierde el control 10 mg nebulizados o 4 puffs de IP (0,25
del asma. En este caso si el paciente no respon- mg/inhalación). Se recomienda administrar tres
de al tratamiento broncodilatador, debemos deri- dosis consecutivas cada 30 minutos en fun-
var al paciente a un centro hospitalario. ción de respuesta y, en casos graves, nebuli-
Si el paciente es dado de alta se establecerá zación continua de salbutamol a ritmo de 10
un plan escrito de tratamiento. mg/h. Aunque el grado de broncodilatación
obtenido con dosis equiefectivas de β2 en IP
Hospitalario o nebulizado es similar (evidencia A), los β2
Las exacerbaciones graves de asma son una administrados mediante IP con cámara espa-
emergencia médica que puede poner en peligro la ciadora permiten una broncodilatación más
vida del paciente, por lo que es más seguro tra- rápida, más profunda y con menos efectos
tarlas en urgencias. Objetivos terapéuticos que se secundarios que los administrados por vía nebu-
plantean(5): asegurar una adecuada oxigenación lizada. El formoterol, broncodilatador de acción
arterial mediante la oxigenoterapia, revertir la obs- prolongada, tiene efecto rápido de inicio y dura-
Manejo de la agudización asmática. Asma de riesgo vital 371

dero, habiendo demostrado ser igualmente siva y costosa. Las corticoides requieren por lo
efectivo sin aumentar los efectos colaterales, menos 4 horas para producir mejoría clínica.
aunque es considerablemente más caro. Pro- Dosis recomendada, 100-200 mg de hidro-
porciona soporte y garantías rápidas en com- cortisona o 40-60 mg de metilprednisolona.
binación con budesónida en las exacerbacio- • Corticoides inhalados: son eficaces como
nes de asma(8). parte del tratamiento de las exacerbaciones de
• Anticolinérgicos: la asociación de β2 y bro- asma. En un estudio la combinación de dosis
muro de ipratropio mejora el efecto bronco- altas de corticoides inhalados y de salbutamol,
dilatador (evidencia A). Dosis recomendada: en asma aguda, proporcionó mayor bronco-
0,5 mg de bromuro de ipratropio nebulizado. dilatación que el salbutamol solo (evidencia B)
No son una alternativa a los β2-agonistas pero y mostró mayor ventaja que agregar corticoi-
sí parece razonable su empleo combinado. des sistémicos en todos los parámetros. Son
Tanto en adultos como en niños han demos- tan eficaces como los orales en la prevención
trado efecto adicional con mínimos efectos de recaídas, de tal manera que los pacientes
secundarios, disminuyendo las tasas de hos- dados de alta de urgencias con prednisona y
pitalización, mejorando la función pulmonar y budesónida inhalada, tienen un índice más bajo
reduciendo costes(5). de recaídas que los tratados sólo con predni-
• Teofilinas: papel mínimo en el tratamiento de sona (evidencia B). Una dosis alta de corti-
la agudización asmática con un efecto bron- coide inhalado (2,4 mg al día de budesónida,
codilatador menor que el de los β2-agonis- en cuatro dosis) alcanza una cifra similar a 40
tas. Aunque no se ha demostrado ventaja cuan- mg orales de prednisona diaria (evidencia A).
do tras la valoración inicial no se evidencia res-
puesta al tratamiento, puede asociarse la ami- Otros
nofilina (5 mg/kg durante 20 minutos) tenien- • Sulfato de magnesio: no se recomienda de
do presente la posibilidad de efectos secun- forma rutinaria. Indicado tan sólo en crisis gra-
darios graves, sobre todo cardiacos. ves que no han respondido a un tratamiento
• Epinefrina (adrenalina): indicada en el trata- previo correcto (evidencia A). Se administran en
miento de la anafilaxia y del angioedema por dosis única intravenosa de 2 g en 20 minutos(5).
vía subcutánea o intramuscular, pero no de • Terapia con helio/oxígeno (heliox): transfor-
forma rutinaria en las exacerbaciones de ma el flujo turbulento en laminar, disminuyen-
asma(2). do así la resistencia de la vía aérea, y por tanto,
el trabajo respiratorio. Sin embargo, en la actua-
Corticoides lidad no puede indicarse de rutina en la agudi-
Tienen como objetivo reducir la inflamación de zación asmática, precisándose más estudios para
la vía aérea. Podemos administrarlos por diferen- poder sentar una indicación en firme de esta téc-
tes vías(1). nica, tal como pone de manifiesto una revisión
• Corticoides sistémicos: aceleran la resolución de la Cochrane publicada en 2006(2,5).
de las exacerbaciones por lo que deben ser uti- • Antileucotrienos, actualmente se precisan más
lizados en todas ellas excepto en las más leves estudios que evalúen su papel en la crisis asmá-
(evidencia A), especialmente si la dosis inicial tica.
inhalada del tratamiento con β2-agonistas de
acción rápida fracasa en alcanzar una mejo- Tratamiento de la causa desencadenante
ría, el paciente ya tomaba corticoides orales y El tratamiento de la causa de la crisis en el caso
las exacerbaciones anteriores requirieron cor- de que se conozca, antibioterapia si se trata de una
ticoides orales. La vía oral, tan eficaz como la neumonía, drenaje torácico si el neumotórax fue la
intravenosa, es preferida por ser menos agre- causa de descompensación…
372 A. Pereira Vega, I. Sánchez Rodríguez, F.L. Gil Muñoz, M.A. Sánchez Quiroga

Historia y exploración Confusión, coma


Valoración

Nivel de conciencia Bradicardia, hipotensión


Frecuencia respiratoria-cardiaca Tórax silente
Auscultación Cianosis
Pulsioximetría SatO2 < 92%
PEF o FEV1 PEF < 33%

> 70% > 50-70% < 50%


Leve Moderada Grave Riesgo vital
Salbutamol 5 mg nebulizado Salbutamol 5 mg + bromuro de ipratropio 0,5 mg nebulizados
(4 pulsaciones/10 min) Hidrocortisona i.v. 200 mg o equivalentes
Oxígeno 40-60% si SatO2 < 92% UCI
Tratamiento

Mejoría clínica
y PEF mantenida Repetir PEF Salbutamol 5 mg cada 30 minutos (hasta 3 veces)
en 60 minutos cada paso
Gases arteriales
(SatO2 < 92%)
Sulfato de magnesio i.v. 1-2 g en 20 minutos
Rx de tórax
Aminofilina i.v.
Asegurar fluidoterapia

No mejora

> 70% Alta > 50-70% < 50% Ingreso

Glucocorticoides inhalados en dosis altas Salbutamol 5 mg + bromuro de ipratropio 0,5 mg cada 4-6 horas
Decisión

AA-B2-AL y rescate Hidrocortisona i.v. 100 mg o equivalente cada 6 horas


40-60 mg prednisona o equivalente oral Oxígeno 40-60% si SatO2 < 92%
Plan escrito de tratamiento Control PEF y gases a las 2 horas si precisa
Control médico en 24-48 horas

Figura 1. Algoritmo de manejo de la crisis asmática en urgencias (basado en la GEMA). AA-B2-AL: agonista adrenérgico-beta
de larga duración; PEF: flujo espiratorio máximo; SatO2: saturación de oxihemoglobina; FEV1: volumen espiratorio forzado en
el primer segundo.

Ventilación mecánica no invasiva (VMNI) condiciones individuales de cada paciente. Para ello,
De todos es conocido el beneficio del soporte se utilizan una serie de criterios que, si bien están
ventilatorio no invasivo con presión positiva en la basados en recomendaciones de expertos, no se
agudización de la EPOC, pero no ocurre lo mismo dispone en la actualidad de evidencia científica que
en la crisis asmática donde aún disponemos de los avalen, de ahí la importancia de la valoración
pocos estudios al respecto. Éstos apuntan a que su individual de cada paciente(2).
uso puede mejorar la disnea, reducir los valores de
la PaCO2 y mejorar la función pulmonar. Sin embar- Criterios de alta hospitalaria
go, la British Thoracic Society no recomendaba • Mejoría significativa de los síntomas por lo que
en 2002 el uso de la VMNI en el fracaso respira- ingresó el paciente.
torio agudo de las exacerbaciones asmáticas(9). • No necesita medicación de rescate y los bron-
En la Figura 1 se presenta uno de los modelos codilatadores se administran con frecuencia no
propuestos de algoritmo de manejo de la crisis inferior a 4 horas.
asmática en urgencias (basado en la guía GEMA). • El paciente puede deambular sin disnea.
• La exploración física es normal o casi normal.
Actitud final ante una crisis asmática • PEF > 70% y SatO2 > 90%.
La decisión final acerca de la ubicación más • No precisa medicación intravenosa.
adecuada del paciente una vez finalizado su aten- • Realiza de forma correcta la técnica de inha-
ción urgente va a depender, por una parte, de la lación.
respuesta clínica y funcional pero, por otra, de las • Dispone de un plan escrito de tratamiento.
Manejo de la agudización asmática. Asma de riesgo vital 373

Al alta el tratamiento debe incluir, β2-agonis- Concepto


tas de acción prolongada, β2-agonistas de rápida Aunque la gran mayoría de los pacientes asmá-
acción, corticoides inhalados a dosis altas y este- ticos van a presentar durante su evolución crisis de
roides orales (40 mg de prednisona al día o equi- intensidad de leve a moderada, con una adecuada
valente). respuesta al tratamiento, esto no ocurre siempre
así. Existe un pequeño porcentaje de pacientes
Criterios de ingreso hospitalario asmáticos expuestos a padecer agudizaciones de
Si no cumple los criterios de alta. tal gravedad que supongan un peligro potencial
para sus vidas(11).
Criterios de ingreso en UCI Clásicamente, a este asma potencialmente mor-
Si cumple alguno de estos criterios debe al tal se le conoce en el mundo anglosajón como fatal
menos plantearse su ingreso en una unidad de cui- asthma o near-fatal asthma que, aplicado a nues-
dados intensivos. tro entorno, hace referencia a asma mortal o casi
• Necesidad de intubación y ventilación mecá- mortal, respectivamente. Si englobamos ambos tér-
nica. minos, es más adecuado hablar de asma de ries-
• Deterioro progresivo del nivel de conciencia. go vital (ARV) o potencialmente fatal. Muchas son
• Parada cardiaca y/o respiratoria. las definiciones que de estos procesos se han dado,
• Insuficiencia respiratoria global a pesar de oxi- pero quizás la más útil sea la elaborada por Sears
genoterapia en concentraciones altas (FiO2 > y Rea, que nos propone una definición bastante
50%): pH < 7,30; PaCO2 > 45 mmHg; PaO2 objetiva permitiendo realizar comparaciones entre
< 60 mmHg. las diferentes series descritas de asma de riesgo
vital. Así, podemos definir ARV desde dos puntos
ASMA DE RIESGO VITAL de vista clásicos, clínico y funcional:
• Clínico: crisis asmática de tal intensidad que, o
Introducción bien ocasiona la muerte de los pacientes, o les
A pesar de los continuos avances que se están produce ataques tan graves, que llegan a com-
produciendo en el conocimiento de la enferme- prometer sus vidas.
dad asmática en los últimos años, no es infre- • Funcional: exacerbación grave que cursa con
cuente encontrarnos con algunas situaciones en una hipercapnia superior a 50 mmHg y/o una
las que el clínico tiene dificultades para controlar acidosis inferior a pH 7,30, tanto si el pacien-
de manera adecuada esta enfermedad(10). Esto te precisa, o no, ventilación mecánica para su
puede ocurrir, bien por los motivos expresados en tratamiento.
el capítulo anterior en el asma de control difícil, o
en pacientes que presenten crisis de tal gravedad Datos epidemiológicos
que puedan poner en peligro su vida. En este apar- La elevada prevalencia de la enfermedad y el
tado nos centraremos en analizar las principales incremento de su incidencia y morbimortalidad en
características de aquellos pacientes con riesgo los últimos años justifican la consideración del asma
de sufrir crisis de asma potencialmente mortales, como un problema sociosanitario de primera mag-
haciendo hincapié en los principales factores rela- nitud. Existe una gran variabilidad en las tasas de
cionados con el riesgo de padecerlas y en las dife- prevalencia descrita debido a diferentes causas (falta
rentes formas de presentación clínica que pode- de uniformidad de criterios diagnósticos, diversidad
mos encontrarnos. Finalmente, insistiremos en la metodológica empleada y variabilidad ambiental,
necesidad de mantener un estrecho control de entre otras)(10). Respecto al ARV, los datos epide-
estos pacientes basándonos en las medidas de miológicos disponibles en España son muy esca-
prevención y aspectos educacionales de los mis- sos. La tasa de mortalidad en nuestro país se sitúa
mos. en un nivel intermedio respecto a los países de
374 A. Pereira Vega, I. Sánchez Rodríguez, F.L. Gil Muñoz, M.A. Sánchez Quiroga

nuestro entorno. Rodrigo et al(11) indican que la tasa Tabla III. Causas favorecedoras de episodios de asma
por millón de habitantes año era de 10,1 en hom- de riesgo vital
bres y de 13,2 en mujeres y Morell et al(12) encuen-
Deficiencias en la actuación del personal o del
tran que entre las exacerbaciones asmáticas regis-
equipo sanitario
tradas en una amplia zona de Barcelona, el 3% de
• Retraso por parte del médico en establecer el
ellas correspondían a crisis de ARV. Actualmente la diagnóstico de crisis asmática
mayoría de las muertes relacionadas con asma ocu- • No reconocimiento de la gravedad de la exacerbación
rren en la comunidad (domicilio, lugar de trabajo • Deficiencia en el manejo terapéutico de la crisis
o durante el traslado al hospital), siendo la hipo- • Retraso en la llegada del paciente al hospital por
xia cerebral como resultado de la parada cardio- demora de la ambulancia
rrespiratoria la causa de muerte más frecuente- • Retirada precoz de los esteroides orales tras la
mente comunicada. En este sentido hay que des- agudización
tacar la puesta en marcha del programa AIRE, para • Insuficiente tratamiento antiinflamatorio entre las
tener localizados a pacientes con asma severa o exacerbaciones
antecedentes de crisis de ARV y poderles dar aten- • Administración de un antiinflamatorio no esteroideo
ción “inmediata” a nivel extrahospitalario. En los (AINE)
pacientes que llegan al hospital por crisis de ARV y • Abuso de fenoterol inhalado o nebulizado a altas dosis
son ingresados en UCI recibiendo ventilación mecá- • Falta de control médico periódico o frecuentes
nica (VM), la mortalidad es baja(13) y parece rela- cambios del mismo
cionarse con los cambios en el manejo de la VM y • Falta de control periódico de la función pulmonar
los cambios en la terapia crónica del asma. • No instauración de planes de autocontrol

Deficiencias o particularidades del paciente


Principales factores de riesgo asociados • Alteraciones psico-psiquiátricas como actitudes de
Es de vital importancia identificar precozmen- negación de la enfermedad, depresión, ansiedad,
te los factores de riesgo implicados en la aparición alexitimia…
de las crisis ARV, ya que muchos de ellos pue- • Incumplimiento o abandono del tratamiento pautado
den ser evitados con un adecuado control. En los • Incumplimiento del plan de autocontrol instaurado
diferentes estudios epidemiológicos realizados al • Falta de reconocimiento de la gravedad de la crisis

respecto, son muchos y muy variados los factores • Problemas psicosociales como enolismo y paro laboral
• Retraso en solicitar ayuda o acudir al hospital
que se han visto relacionados con el riesgo de
• Hábito tabáquico
padecer ARV. Si se analizan desde un punto de
vista práctico, pueden clasificarse en tres grupos Enfermedad asmática especialmente grave
en función del “presunto culpable” que las des- • Variabilidad de función pulmonar
encadena (personal sanitario, paciente y enfer- • Necesidad de múltiples medicamentos para controlar
medad)(14). En la Tabla III se recoge de forma por- su enfermedad

menorizada dichas causas. En los niños los facto- • Elevado absentismo laboral y escolar
• Frecuentes ingresos hospitalarios
res de riesgo son similares a los de los adultos,
• Incremento de visitas a su médico en los últimos 12
añadiendo el género masculino y la duración del
meses
asma(15). Aunque algunos estudios han relacio-
• Episodios de crisis de asma casi mortal que
nado el uso de la combinación salmeterol y fluti-
precisaron ventilación mecánica
casona con crisis de ARV, no parecen haberse con-
firmado estos datos(16).

Diagnóstico de sospecha da valoración inicial en cualquier proceso patoló-


Nunca debemos subestimar la gravedad poten- gico es importante, pero en las probables crisis de
cial de una crisis asmática. Realizar una adecua- ARV cobra aún mayor importancia, debido a que
Manejo de la agudización asmática. Asma de riesgo vital 375

Tabla IV. Crisis asmática con riesgo vital Tabla V. Pacientes en riesgo de padecer ARV

• Los pacientes están agitados • Ingresos hospitalarios o vitas a urgencias en los 12


• Nivel de conciencia alterado meses previos
• Fatiga, cianosis y bradicardia • Antecedentes de crisis severas
• Trabajo respiratorio intenso y “silencio auscultatorio” • Necesidad previa de ingreso en UCI o de soporte
• El FEM si es posible realizarlo puede estar por debajo ventilatorio (VM)
del 33% • Reciente uso de corticoides orales
• Múltiples fármacos para su tratamiento
• Pacientes no cumplidores de la medicación habitual
se ha demostrado que la mayoría de las muertes • Bajo nivel psicosocial
por asma están asociadas a fracasos iniciales en • Abuso de beta 2 agonistas inhalados
el reconocimiento de la severidad de la crisis. Es • Pobre respuesta al tratamiento inicial de la crisis
fundamental realizar una valoración rápida y pre-
• Pacientes asmáticos con intolerancia a la aspirina
cisa de una serie de parámetros que nos permiti-
rán encuadrar el tipo de crisis ante la que estamos.
Por ello, si el paciente presenta algunos de los
datos clínicos y fisiopatológicos que aparecen en Subagudas
la Tabla IV, deberemos considerar que estamos Con una instauración más lenta (generalmen-
ante un ataque de asma que puede comprome- te, más de 6 horas o incluso días), con comienzo
ter la vida del enfermo. Basándonos en una serie gradual y lenta respuesta al tratamiento y son más
de criterios podemos identificar a los pacientes en frecuentes en individuos con asma crónica severa.
riesgo de sufrir crisis más severas y con mayor fre- Se asocia a una inflamación eosinófila. En su mayo-
cuencia (Tabla V). ría suelen ser consecuencia de errores médicos,
incumplimiento del paciente, o por la propia natu-
Clasificación raleza muy grave del asma que presentan algunos
Desde un punto de vista clínico, las crisis de de estos pacientes.
asma de riesgo vital pueden manifestarse funda-
mentalmente de dos formas. Según esto, se han Formas clínicas especiales
identificado dos distintos fenotipos de crisis de En ocasiones las crisis de ARV pueden mani-
ARV(17): festarse clínicamente de forma independiente. Es
lo que conocemos como perfiles clínicos o subti-
Aguda pos de ARV(14,17). Dentro de los más frecuentes des-
Caracterizadas por su rápida instauración (gene- tacamos:
ralmente menos de 3-6 horas) en pacientes con
asma estable y con buena respuesta al tratamien- ARV relacionado con sensibilización a
to broncodilatador en la mayoría de los casos. Exis- determinados ácaros (Alternaria alternata)
te un predominio de la inflamación neutrofílica. Está descrita en la bibliografía la existencia de
Parecen relacionarse con una exposición masiva asociaciones entre niveles elevados de diferentes
a alergenos y con el estrés emocional y, a su vez, ácaros y epidemias de crisis asmáticas. En nues-
pueden ser subclasificadas en: tro país, un estudio multicéntrico de ARV puso de
• Epidémica: producidas por soja u otros aler- manifiesto que los pacientes sensibilizados a la
genos. Alternaria alternata presentaban crisis de asma con
• Esporádica: ocasionadas por la ingesta de unas características clínicas específicas y diferentes,
AINES, sulfitos, comidas, inhalación de aler- cuando se comparaban con las crisis de los pacien-
genos o ser de causa desconocida. tes no sensibilizados. Eran más jóvenes, su estan-
376 A. Pereira Vega, I. Sánchez Rodríguez, F.L. Gil Muñoz, M.A. Sánchez Quiroga

cia hospitalaria fue menor, presentaron una mayor Psicopatología


proporción de muertes o secuelas neurológicas gra- Factores psicopatológicos como la ansiedad,
ves y estaban polisensibilizados a múltiples aler- desórdenes depresivos o alteraciones de la perso-
genos(11). nalidad pueden predisponer a un ARV(21) y se han
relacionado con el mantenimiento de conductas
Alteraciones en el control inapropiadas en las crisis agudas de asma dando
de la ventilación lugar a un pobre reconocimiento de la intensidad
Un factor importante que predispone a sufrir de la crisis. Múltiples estudios han mostrado com-
crisis de ARV es la alteración en la percepción de portamientos psicológicos peculiares en pacientes
la disnea. Muchos son los estudios realizados al res- con antecedentes de crisis de ARV, en comparación
pecto(18,19), en uno de ellos se ponía de manifies- con la población sana o asmática sin anteceden-
to que, aproximadamente el 26% de los individuos tes de asma potencialmente fatal. Se está incorpo-
que habían sido etiquetados de asma, presentaban rando el concepto de alexitimia(22) (dificultad para
una percepción de la disnea reducida al compa- percibir y expresar sensaciones físicas y emociones),
rarlos con los individuos sanos equiparados. En relacionándose con el ARV al limitar la capacidad
estos pacientes “hipoperceptores” se evidenció un para percibir la intensidad de una crisis asmática así
número significativamente mayor de visitas a urgen- como en el retraso en solicitar ayuda médica. Estos
cias, de hospitalizaciones, de crisis de asma casi pacientes solían ser “mayores”, tenían menor nivel
mortal y de muertes durante el periodo de segui- educacional, mayor morbilidad psiquiátrica, mayor
miento(19). De ahí la importancia de identificar pre- porcentaje de asma severa persistente y mayor
cozmente a estos pacientes proporcionándoles pla- número de exacerbaciones severas previas.
nes de autocontrol y realizando un seguimiento
más estricto. Pronóstico
A corto plazo es muy variable, dependiendo
Asma de instauración súbita o brittle fundamentalmente de la intensidad y rapidez con
asthma(20) que se instaura la crisis. La mayoría de las muertes
Como hemos indicado en la clasificación del suelen ocurrir en el medio extrahospitalario. En caso
ARV, se describe como ataques fulminantes de asma de precisar soporte ventilatorio inmediato la mayo-
con instauración en el plazo inferior a 2-3 horas y ría de las muertes descritas en estos casos van a
con una serie de características clínicas y fisiopato- depender de la propia ventilación mecánica(14,23)
lógicas diferentes (desencadenados por alergenos aunque, como hemos indicado previamente(13),
respiratorios, ejercicio y estrés psicosocial como cau- la mortalidad de los asmáticos en VM es cada vez
sas más frecuentes, obstrucción de la vía aérea más menor. Si el paciente sobrevive a la crisis aguda, el
grave pero con mejor respuesta al tratamiento y pronóstico a medio plazo es malo, con una mor-
menor duración de la hospitalización y, finalmen- talidad en el primer año del 10% y un riesgo de
te, con un mecanismo patogénico específico media- sufrir una segunda crisis del 60%. A pesar de este
do por neutrófilos). Es rara y se caracteriza por una panorama tan ensombrecedor, no todo es tan nega-
amplia variabilidad en el peak flow y unas crisis de tivo, ya que con un adecuado plan de tratamiento
asma aguda impredecibles en pacientes con trata- y programas de educación adecuados, el pronós-
miento médico completo y asma “aparentemen- tico mejora de forma considerable con un riesgo
te controlada”. La atopia, el sexo femenino y los fac- de sufrir una nueva crisis en torno al 9%.
tores psicosociales son factores asociados con el
brittle asthma. Otros posibles factores implicados Prevención y tratamiento
son la deficiencia nutricional, reducción de la acti- El mejor tratamiento del ARV pasa por la pre-
vidad antioxidante y bajos niveles de subclases vención de nuevas crisis en aquellos pacientes con
de IgG. antecedentes o con riesgo de padecer asma poten-
Manejo de la agudización asmática. Asma de riesgo vital 377

cialmente fatal. Por ello, es fundamental identificar 10. Verea Hernando V et al. Asma difícil y de riesgo vital.
de forma precoz a aquellos sujetos que se encuen- Monografía de asma. Neumomadrid; 2001. p. 151-
74.
tran en riesgo, con el fin de aplicar una serie de medi-
11. Rodrigo GJ et al. Asma fatal o casi fatal: ¿entidad clíni-
das que incluyen aspectos, no sólo farmacológicos,
ca o manejo inadecuado? Arch Bronconeumol 2004;
sino planes de educación y autocontrol del asma. 40 (1): 24-33.
Entre las medidas educativas se incluyen: promo-
12. Morell F, Genover T, Muñoz X et al. Tasa y características
ver la adhesión al tratamiento, intentar evitar aler- de las crisis asmáticas (ASMAB I). Arch Bronconeumol
genos y fármacos desencadenantes (AINES), esta- 2008; 44 (6): 303-11.
blecer planes de autotratamiento y, en algunos casos, 13. Kao CC, Jain S, Guntupalli KK, Bandi V. Mechanical ven-
la utilización del medidor de PEF domiciliario. Otras tilation for asthma: A 10-year experience. J Asthma 2008;
medidas serían el instaurar tratamiento antiinfla- 45 (7): 552-6.
matorio preventivo (corticoides), si no lo tuviera, y 14. Plaza Moral V. Asma Fatal (o de riesgo vital). Depar-
solicitar ayuda psicológica o psiquiátrica, si precisa. tament de Pneumologia. Hospital de la Santa Creu i
Sant Pau. Barcelona: Urgencias Respiratorias; 2004.
p. 1-6.
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32
Fenotipos asmáticos.
Identificación y manejo
F.J. Álvarez Gutiérrez

INTRODUCCIÓN. DEFINICIÓN. dos por el botánico y genetista danés Wilhel Johann-


FENOTIPOS DE ENFERMEDADES sen en 1910(1). Desde entonces, este término ha
INFLAMATORIAS DE LA VÍA AÉREA sido interpretado para designar un grupo de orga-
Hoy conocemos cómo el asma bronquial es nismos cuya apariencia externa parece pertene-
una enfermedad mucho más compleja de lo que cer a un tipo concreto(2).
inicialmente se consideraba. De tal manera, que Cada característica fenotípica va a depender en
actualmente no se habla de una sola enfermedad, mayor o menor grado de la herencia genética y de
sino de un síndrome que incluye entidades noso- los factores ambientales.
lógicas que pueden presentar características comu- En lo referente a las enfermedades inflama-
nes diferenciales. Además, y esto es lo más impor- torias u obstructivas de la vía aérea, no existen lími-
tante, estas variantes pueden tener implicaciones tes precisos y desde luego supera ampliamente
terapéuticas y pronósticas. el clásico binomio asma/EPOC. Así, es conocido
El término fenotipo, según el diccionario de cómo existen múltiples solapamientos e interrela-
la Real Academia Española de la Lengua, hace refe- ciones entre estas entidades, como queda expues-
rencia a la “Manifestación visible del genotipo en to en la Figura 1, recogida del ya clásico trabajo de
un determinado ambiente”. Por otro lado, el Oxford Wardlaw et al.(3).
Medical Dictionary lo define como “las caracterís- En este mismo trabajo se indica cómo distintos
ticas observables de un individuo, que resultan estímulos desencadenantes (alérgenos, productos
de la interacción entre los genes que posee (geno- químicos, tabaco, infecciones bacterianas y víricas o
tipo) y el ambiente”. Como se puede apreciar, en polucionantes atmosféricos…) pueden originar reac-
ambas definiciones se destaca el hecho de que ciones inflamatorias eosinofílicas o neutrofílicas
el fenotipo incluye características observables o “puras” en los extremos, y toda la gama posible
detectables en un individuo y que es el resultado de alteraciones entre estas situaciones. Esto puede
de la interacción entre la carga genética del sujeto reflejar el grado de activación del sistema inmune
y la interacción con los factores ambientales. innato (Th1) y adaptativo (Th2). El tipo de estímu-
Desde hace un siglo el término fenotipo ha ser- lo desencadenante, la susceptibilidad del huésped
vido para clasificar los organismos en grupos dife- y la magnitud de la inflamación van a determinar la
rentes, según diversas características. Tanto el tér- anomalía fisiopatológica que da lugar a los 5 feno-
mino fenotipo como el de genotipo fueron acuña- tipos generales descritos por este autor(3): fenoti-

379
380 F.J. Álvarez Gutiérrez

Síndrome de
hiperventilación Tos crónica
BE

Enfisema

ASMA
Asma EPOC
infecciosa OFsT

ABPA
FQ BO
Sibilancias
virales
(niños)
Bronquiectasias

Figura 1. Interrelaciones entre las diferentes enfermedades inflamatorias de la vía aérea (modificado de referencia 3). ABPA:
aspergilosis broncopulmonar alérgica; FQ: fibrosis quística; BE: bronquitis eosinofílica; BO: bronquiolitis obliterante; OFsT: obs-
trucción fija sin tabaquismo.

po asma (caracterizado por obstrucción variable al poner de herramientas matemáticas que proporcio-
flujo aéreo y sibilancias), el fenotipo bronquitis (tos nen una información integrada de estas variables e
no productiva), fenotipo agudizaciones graves (dete- interacciones y que nos ayuden a prever la proba-
rioro de la función pulmonar rápido e incontrolado), bilidad de la persistencia de la enfermedad, el pro-
fenotipo obstrucción fija (obstrucción al flujo aéreo nóstico o la respuesta al tratamiento.
a pesar de un tratamiento apropiado) y el fenoti-
po bronquiectasias (tos productiva con dilataciones IDENTIFICACIÓN DE TIPOS DE FENOTIPOS
objetivables del árbol bronquial). Estos fenotipos no Y SUBFENOTIPOS EN EL ASMA
son excluyentes entre sí, pudiendo darse más de
un fenotipo en el mismo paciente en un momen- Perspectiva histórica
to dado, o en diferentes momentos a lo largo de Al comienzo del siglo XX, Rackemann et al.(6)
la evolución de su enfermedad (Figura 2). propusieron clasificar el asma en “extrínseca” e
Otra circunstancia a considerar en el caso del “intrínseca” basándose en la etiología. Estos dos
asma bronquial es que, a diferencia de otras pato- fenotipos se han utilizado de forma generalizada
logías causadas por una anomalía genética única (por hasta hace poco tiempo. Posteriormente se aña-
ejemplo, fibrosis quística) o con patrón de herencia dieron otros fenotipos relacionados con la causa
que puedan explicarse con modelos mendelianos desencadenante, como el asma inducida por ácido
sencillos, en esta enfermedad participan múltiples acetilsalicílico u ocupacional. En los años 70, Tur-
genes(4). Así, y a modo de ejemplo, se relacionaron ner-Warwick(7) describieron a subgrupos de pacien-
en el año 2006 casi 120 genes distintos con el de- tes con asma caracterizados por distintas formas
sarrollo de asma o alergia(5). El fenotipo final depen- de obstrucción, incluyendo el “asma lábil” y “asma
derá, por tanto, de las pequeñas acciones aditivas de irreversible”. Posteriormente Ayer y cols.(8) recono-
estos genes particulares combinadas y moduladas cieron dos subgrupos de asma lábil, según la natu-
por factores del entorno(4). Las posibles interaccio- raleza de la exacerbación. El concepto de “asma
nes genético-ambientales son, por tanto, incalcula- irreversible” persistió con la descripción de una
bles. Es necesario que en el futuro podamos dis- minoría de pacientes que presentaban un descen-
Fenotipos asmáticos. Identificación y manejo 381

Eosinofílico Neutrofílico

Tipo
celular

Inductor Alérgenos ¿? ¿? Químicos Tabaco Bacterias Virus ¿? Polución


bajo pm

Síndromes Asma Asma BE Asma EPOC Bronquiectasias Tos, Asma Bronquiolitis


extrínseca intrínseca ocupacional sibilancias intrínseca
(no eosinófica)

INFLAMACIÓN BRONQUIAL

Asma like Bronquitis Agudizaciones Obstrucción fija Bronquiectasias


(HB, obstrucción (tos no productiva) graves del flujo aéreo
variable

Infiltración Inflamación Inflamación Hipertrofia Dilatación


mastocitaria de epitelio y eosinofílica del MLVA de la vía aérea
del MLVA submucosa grave

Figura 2. Heterogeneidad de las enfermedades de la vía aérea en función del estímulo desencadenante, patrón de inflama-
ción generado y alteración fisiopatológica resultante (modificado de referencia 3). BE: bronquitis eosinofílica; EPOC: enferme-
dad pulmonar obstructiva crónica; HB: hiperreactividad bronquial; MLVA: músculo liso vía aérea.

so acelerado de la función pulmonar que llevaba a En las siguientes páginas se analizarán estos feno-
la obstrucción crónica al flujo aéreo (OCFA)(9). Por tipos o “formas de expresión” de la enfermedad asmá-
otra parte, las guías más recientes de manejo del tica. Se utilizará el esquema indicado por Wenzel(10),
asma han categorizado esta enfermedad depen- al que se añadirán aquellos que se han propuesto en
diendo de la gravedad inicial (basada en criterios las últimas publicaciones. Se describirán las caracte-
clínicos y funcionales) previa al tratamiento así como rísticas generales de cada uno de ellos, así como la
el grado de control alcanzado una vez instaurado repercusión que pueden tener en la actitud terapéu-
el tratamiento. Más recientemente se han unido tica y pronóstico del paciente. Inicialmente se refle-
ambos conceptos, estimándose la gravedad según jarán los fenotipos de el adulto y, al final, algunas carac-
la cantidad de tratamiento requerida para conse- terísticas fenotípicas específicas de la infancia.
guir el mejor control posible de los síntomas y la
función pulmonar. En los últimos años se han pro- Fenotipos y subfenotipos del asma
puesto, además, métodos alternativos de clasifica- en el adulto
ción del asma basados en diferentes fenotipos. Así,
en la reciente, pero ya clásica, revisión de Wenzel(10) Fenotipos basados en características
se proponen tres categorías de fenotipos depen- clínicas y funcionales (Tabla I)
diendo de: criterios clínicos o fisiopatológicos; los
relacionados con factores o estímulos desencade- Edad de comienzo
nantes y, por último, definidos por factores pato- La edad de comienzo de la enfermedad puede
biológicos (inflamatorios). definir diferentes fenotipos. Así, se pueden dife-
382 F.J. Álvarez Gutiérrez

Tabla I. Categorías potenciales de asma del adulto en función de los fenotipos clínicos/fisiológicos

Fenotipos clínicos o fisiológicos Características fenotípicas más destacadas

Edad de comienzo Inicio precoz (< 12 años), más probabilidad etiología alérgica, más eczema, mejor
evolución funcional antecedentes familiares asma

Nivel de gravedad/control Asma grave: < atopia, < función pulmonar, historia de neumonía, frecuentes
exacerbaciones graves

Predisposición a exacerbaciones OCFA, tabaquismo, sinusitis crónica, RGE, obesidad, intolerancia a AINES,
disfunción psicosocial (ansiedad, depresión, dificultades para acceder a los
cuidados sanitarios), inadecuado control de su asma
• Exacerbación casi-fatal Pobre control del asma, no cumplimiento de la medicación y escaso uso de
esteroides inhalados

Resistente a esteroides Puede darse en todos los grados de severidad, más frecuente en graves. Ausencia
eosinófilos, aumento neutrófilos

Persistencia OCFA-remodelado Comienzo en edad adulta, sexo masculino, etnia negra, tabaquismo actual o
pasado, sensibilidad al ácido acetilsalicílico y larga duración de la enfermedad

Otros fenotipos propuestos recientemente:


• Reversibilidad obstrucción-HRB BR positiva: mayores niveles posteriores de FEV1. BR persistente a pesar del
tratamiento: peor pronóstico (menor FEV1) y peor evolución clínica
Grado HRB infancia relación con peor pronóstico posterior
• Atrapamiento aéreo Forma de asma grave. Factores relacionados: mayor duración del asma, historia de
neumonía, altos niveles de neutrófilos en la vía aérea, descenso FEV1/FVC y atopia
• Obesidad Peor control de la enfermedad, más síntomas, formas más graves

OCFA: obstrucción crónica al flujo aéreo; RGE: reflujo gastroesofágico; AINES: antiinflamatorios no esteroideos; BR:
broncorreversibilidad (prueba broncodilatadora); FEV1: volumen espiratorio forzado en el primer segundo; HRB:
hiperreactividad bronquial; FEV1/FVC: relación FEV1 y capacidad vital forzada (FVC).

renciar a pacientes con inicio precoz de la enfer- Gravedad del asma/grado de control
medad (definido de forma arbitraria como inicio Desde hace años las guías de tratamiento han
antes de los 12 años de edad), que muestran con propuesto categorizar el asma en cuatro niveles de
mayor probabilidad sensibilidad alérgica y respuesta gravedad (intermitente, persistente leve, modera-
clínica a estos desencadenantes en relación a do o grave), dependiendo de los síntomas, el uso
pacientes con inicio tardío. Los pacientes con incio de medicación y la función pulmonar. Posterior-
precoz tienen más antecedentes familiares de asma mente algunas publicaciones han sugerido que
y personales de otras enfermedades atópicas (der- estas definiciones no son adecuadas para predecir
matitis, eccema). Suelen presentar una enferme- el curso de la enfermedad o la respuesta al trata-
dad más homogénea que los pacientes con comien- miento. Por estas razones en los últimos años las
zo tardío, debido a que en estos últimos contribu- clasificaciones se han centrado en los niveles de
yen más factores (sensibilidad múltiple, infeccio- control, ajustando y modificando el tratamiento para
nes, etc.) como desencadenantes de síntomas(10). conseguir el mejor control posible. Recientemente
Se ha indicado que incluso, a pesar de una mayor se ha sugerido unir ambas cuestiones y mantener
duración de la enfermedad, los pacientes con ini- la clasificación de gravedad pero definiendo ésta
cio precoz del asma presentan mejor función pul- según la intensidad de tratamiento requerida para
monar que aquellos con asma de inicio tardío(11). conseguir un buen control(12).
Fenotipos asmáticos. Identificación y manejo 383

En cualquier caso se ha sugerido que en for- En definitiva, las características generales des-
mas más severas de la enfermedad (a diferencia critas para este fenotipo son: obstrucción irrever-
de formas leves) pueden existir características espe- sible al flujo aéreo, tabaquismo, inadecuado con-
cíficas como menos antecedentes de atopia, menor trol del asma, no cumplimiento de la medicación
función pulmonar y antecedentes de neumonía. de control o las estrategias de prevención, ante-
Además, se puede reconocer un subfenotipo espe- cedente de frecuentes visitas a urgencias u hospi-
cífico de asma severa en pacientes con más gra- talizaciones en los 12 meses previos, excesiva
ves y frecuentes exacerbaciones. En los estudios dependencia de los fármacos broncodilatadores a
de cohortes realizados en Europa este tipo de asma demanda, hipersensibilidad inmediata a algunos
severa predomina en mujeres, mientras que estos alimentos, presencia de comorbilidades, como sinu-
hallazgos no se han reproducido en los estudios sitis crónica, reflujo gastroesofágico, obesidad, exa-
realizados en EE.UU. Se han propuesto algunos bio- cerbaciones por AINES o disfunción psicosocial
marcadores pulmonares y genes para distinguir for- (ansiedad, depresión, dificultades para acceder a
mas leves o severas de asma (TGFβ, IL-11, TNFα, los cuidados sanitarios)(15,16).
IL-8). Sin embargo aún no contamos con marca- Algunos asmáticos incluidos en este grupo pre-
dores validados que puedan distinguir ambos feno- sentan un subfenotipo con episodios “casi-fatales”
tipos o que puedan predecir la progresión de la de asma caracterizados por fallo respiratorio agudo
enfermedad. que requiere ventilación mecánica y tratamiento en
UCI. Estos pacientes no pueden diferenciarse por
Predisposición a frecuentes exacerbaciones características cómo función pulmonar, hiperreac-
La mayoría de pacientes con asma pueden tividad bronquial, duración del asma, género, taba-
tener al menos una exacerbación moderada-seve- quismo, etnia o prevalencia de atopia (aunque sí
ra, pero sólo algunos están predispuestos a fre- pueden presentar sensibilidad alergénica a Alter-
cuentes exacerbaciones. Así, en un estudio reali- naria y Cladosporium)(17). Por el contrario, factores
zado en EE.UU.(13) que incluyó a 3.151 pacientes que sí se han relacionado con los episodios de asma
atendidos en 83 servicios de urgencias por asma “casi-fatal” son mantener un inadecuado control del
aguda, el 73% tenían el antecedente de al menos asma, no cumplir la medicación y el escaso uso de
una visita por agudización en el año previo y hasta esteroides inhalados(15). Por lo tanto la intervención
un 21%, seis o más visitas. Estos pacientes con con programas de educación que incluyan el cum-
mayor número de exacerbaciones pueden tener plimiento de la medicación (sobre todo de este-
una función pulmonar normal, baja, o bien mostrar roides inhalados) puede reducir estos episodios.
significativas fluctuaciones entre las exacerbaciones.
No obstante, es característico que pacientes con Resistencia a esteroides. Asma refractaria
exacerbaciones más severas tengan una función Más de un 10% de pacientes con asma mues-
pulmonar previa baja. En la base de datos de asma tran escasa respuesta al tratamiento con esteroi-
grave esponsorizada por la National Heart Lung des, presentando frecuentes exacerbaciones y sín-
and Blood Institute (NHLBI)(14), este fenotipo de tomas continuados que limitan su calidad de vida(18).
asmáticos con frecuentes exacerbaciones supusie- Se ha objetivado que la pobre respuesta al trata-
ron más del 40% de los pacientes con asma seve- miento con esteroides es más frecuente en pacien-
ra. Además, en el análisis de regresión logística tes con asma grave, pero puede darse en todos los
de los datos los factores independientes que con- niveles de severidad de la enfermedad(10). Un por-
tribuyen al fenotipo de exacerbaciones graves inclu- centaje de estos pacientes pueden tener inflama-
yeron un bajo FEV1, asma de comienzo precoz, ción persistente debido a alteraciones en la vía
raza africana, e historial de exacerbaciones en rela- de la histona desacetilasa, o bien a otros factores,
ción a antiinflamatorios no esteroideos (AINES) o cómo interferencias con el factor de transcripción
previamente a la menstruación(10). o mal funcionamiento en el receptor corticoideo β.
384 F.J. Álvarez Gutiérrez

Otros pacientes pueden no responder debido a que sensibilidad al ácido acetilsalicílico y larga duración
tienen un tipo de inflamación diferente. En este de la enfermedad. Por el contrario, fueron factores
sentido se ha sugerido cómo la ausencia de eosi- protectores la etnia hispana, un alto nivel de edu-
nófilos o un aumento en el número de neutrófilos cación, el sexo femenino, y algunos factores pre-
en el esputo son predictores de mala respuesta a dictivos de tener exacerbaciones alérgicas, como
los esteroides. Así pues, el elevado número de neu- historia familiar de dermatitis atópica, presencia de
trófilos en el esputo que puede encontrarse en mascotas en casa o sensibilidad a ácaros. Estos
asmáticos fumadores puede ser un factor que expli- datos apuntan a una predisposición genética para
que la menor respuesta a los esteroides en estos el remodelado, como es el polimorfismo en el gen
pacientes. Un fenotipo relacionado con este grupo ADAM33, con interacción de estos factores ambien-
de pacientes es el asma refractaria, en la que per- tales.
siste la dificultad para el control a pesar de un tra-
tamiento adecuado(19). Se ha descrito cómo la con- Otros fenotipos clínicos-funcionales
centración de óxido nítrico (ON) alveolar es signi- nuevos propuestos
ficativamente mayor en pacientes con asma refrac-
taria y que estos valores se reducen tras el trata- Respuesta broncodilatadora.
miento con esteroides orales (y no con inhalados), Hiperreactividad bronquial.
lo que sugiere que este tipo de asma puede carac- Atrapamiento aéreo
terizarse por una inflamación en la vía aérea más Recientemente se han propuesto otros fenoti-
distal, que haría necesarios tratamientos vía sisté- pos clínicos o funcionales. Así, la respuesta bron-
mica o con depósito pulmonar más periférico. codilatadora, medida por el grado de reversibilidad
del FEV1 tras la inhalación de agonistas β2 adre-
Obstrucción crónica al flujo nérgicos (broncorreversibilidad –BR–), puede ser
aéreo-remodelado un importante fenotipo. Estudios previos sugieren
Aunque el asma se caracteriza por ser una obs- cómo en niños asmáticos el grado de BR puede
trucción reversible de la vía aérea, algunos niños ser un predictor positivo de presentar niveles con-
y adultos son susceptibles de desarrollar una obs- servados de función pulmonar en el futuro. Asi-
trucción crónica irreversible o fija (OCFA) como mismo, en adultos también se ha observado cómo
resultado del remodelado. Las características que una medida de BR positiva se asocia con menor
se objetivan en el asma difieren a las que pue- descenso del FEV1 posteriormente, comparados
den objetivarse en la EPOC. Así, el asma se carac- con aquellos que no la tienen. Estos resultados pro-
teriza por la presencia de más eosinófilos, menos bablemente son debidos a que esta BR positiva
neutrófilos, aumento de la relación CD4/CD8, engro- puede estar relacionada con la ausencia de remo-
samiento de la membrana basal reticular, la pre- delado significativo y una mejor respuesta a los este-
sencia de hipertrofia del músculo liso en la vía aérea roides (pacientes respondedores). Sin embargo,
proximal y el aumento de vasos sanguíneos. Por el cuando esta respuesta broncodilatadora se man-
contrario, no se objetivan los cambios habituales tiene a lo largo del tiempo a pesar de un tratamiento
de la EPOC, como pueden ser el enfisema(20). Usan- correcto, se asocia con resultados clínicos pobres
do los datos de 4.756 pacientes con asma severa y descenso progresivo del FEV1. Esto es debido a
o difícil de tratar, Lee et al.(21) examinaron las carac- que puede identificar a un grupo de pacientes “no
terísticas demográficas y clínicas asociadas a OCFA. respondedores” al tratamiento(22).
Entre los 1.017 pacientes con asma grave exami- También se ha relacionado en niños asmáticos
nados sólo el 60% tenían OCFA. El riesgo de pre- el grado de hiperreactividad bronquial (HRB), con
sentar esta obstrucción se asoció de forma signifi- la persistencia y severidad de los síntomas, por tanto,
cativa con el comienzo en la edad adulta, sexo mas- con un peor pronóstico de la enfermedad en el
culino, etnia negra, tabaquismo actual o pasado, futuro. Asimismo se ha indicado cómo el grado de
Fenotipos asmáticos. Identificación y manejo 385

HRB es peor en mujeres postpuberales con asma, al tratamiento o bien una enfermedad más grave(25).
en relación a hombres, posiblemente debido a la Aunque en el asmático obeso pueden encontrar-
mediación de factores hormonales(23). se alteraciones en los volúmenes pulmonares, no
Por último, muy recientemente se ha propuesto parecen relacionarse directamente con la HRB o
el fenotipo asma con atrapamiento aéreo, definido los tests de control clínico. Estos datos sugieren que
fisiológicamente como un aumento en el volumen estos cambios funcionales no tienen influencia sig-
residual (RV) o por la relación volumen resi- nificativa en la severidad del asma. Otros factores
dual/capacidad pulmonar total (RV/TLC). Actual- que pueden explicar esta relación entre obesidad-
mente se puede hacer una cuantificación objetiva severidad del asma puede ser la elevación de mar-
de este atrapamiento aéreo usando la tomografía cadores de inflamación sistémica como la PCR o el
computarizada con multidetector de imagen fibrinógeno en sangre(25). No obstante, en un estu-
(MDCT) y análisis cuantitativo posterior. Usando dio reciente que evalúa a 136 pacientes con asma
este sistema Busacker et al.(24) han sugerido un de control difícil, se describe cómo la obesidad está
fenotipo que puede identificar a pacientes con una inversamente relacionada con la eosinofilia en el
enfermedad más grave. Así describen que estos esputo y los niveles de óxido nítrico exhalado (ONe),
pacientes presentan de forma significativa más ante- mientras se relaciona de forma positiva con la dis-
cedentes de hospitalizaciones, ingresos en UCI o minución de volúmenes pulmonares o la presen-
tratamiento con ventilación mecánica por agudiza- cia de comorbilidades como son el reflujo gastro-
ciones graves de asma. En el análisis multivariante esofágico o el síndrome de apneas del sueño
los factores independientes de riesgo asociados (SAOS). Esto sugiere que es más importante tratar
con este fenotipo fueron la mayor duración del estas comorbilidades, dado que pueden estar en
asma, historia de neumonía previa, altos niveles de la base de la falta de control, que intensificar el tra-
neutrófilos en la vía aérea, descenso de la relación tamiento antiinflamatorio(26).
FEV1/FVC y atopia.
Fenotipos relacionados con el tipo
Obesidad de estímulo/factor de riesgo
En los últimos años se ha estudiado la relación o desencadenante (Tabla II)
entre asma-obesidad y si ésta última condición
pudiera diferenciar un fenotipo distinto de la enfer- Alérgenos medioambientales: fenotipo
medad. Algunas observaciones sugieren que el alérgico
asma en sujetos obesos tiene características dife- La sensibilidad alérgica es un factor de riesgo
rentes a personas con peso normal. Así, es un hecho que da lugar a uno de los fenotipos más frecuen-
conocido cómo la pérdida de peso se asocia a una tes de asma. Puede presentarse a cualquier edad,
reducción de los síntomas asmáticos, incluso sin aunque es más común su inicio en la infancia pre-
mejoría en la HRB. Por el contrario, la obesidad coz. El sustrato patogénico ha sido ampliamente
es un factor de riesgo para presentar asma e incre- estudiado, conociéndose la relación sobre todo con
menta la prevalencia de síntomas asmáticos. Se ha las células T helper tipo 2 (Th2). Recientemente se
indicado cómo el fenotipo de asma severa es más ha indicado que la respuesta de células T helper
prevalente en pacientes con sobrepeso compara- tipo 1 (Th1) también puede estar involucrada, sobre
do con los normales, y que el índice de masa cor- todo en formas más graves de la enfermedad. Ade-
poral (BMI) puede estar directamente relacionado más, más de 100 genes se han visto relaciona-
con la gravedad del asma. Además, estudios más dos con el asma alérgica, aunque la relación entre
recientes han mostrado que los obesos presen- estos genes y la enfermedad es compleja, estan-
tan peor control de la enfermedad a pesar del tra- do modulada por los factores ambientales(18). La
tamiento correcto, lo que indica que puede tratar- historia familiar de asma y la exposición temprana
se de un fenotipo diferente con menor respuesta a los alérgenos pueden ser factores importantes
386 F.J. Álvarez Gutiérrez

Tabla II. Categorías potenciales de asma del adulto en función de los fenotipos relacionados con factores de ries-
go y desencadenantes

Factores de riesgo y desencadenantes Características fenotípicas más destacadas

Alérgenos medioambientales Asma alérgica: historia familiar de asma y la exposición temprana a los
alérgenos, mejor función pulmonar globalmente, aunque mayor número de
exacerbaciones en relación al asma no alérgica
Asma no alérgica: inicio en la edad adulta, predomino en mujeres, mayor
nivel de gravedad, mayor frecuencia de sinusitis y poliposis nasal

Antiinflamatorios no esteroideos Características clínicas distintivas: empeoramiento de los síntomas en


respuesta a AINES; inicio en la edad adulta; rinosinusitis crónica grave y
poliposis nasal
Otras características frecuentes: predominio en mujeres; asma grave, más
severa obstrucción funcional, pobre respuesta a los esteroides, anosmia y no
atopia. Hallazgos: elevación de eosinófilos en sangre y tejidos, elevación de la
concentración de cistenil leucotrienos en orina y pulmón. Indicación tratamiento
antileucotrienos

Ocupacionales o irritantes Subfenotipos: 1) sensibilización Inmunológica moléculas alto peso molecular;


2) moléculas bajo peso molecular; 3) respuesta rápida no inmunológica a
irritantes químicos

Tabaquismo Peor control de la enfermedad, utilización más frecuente de recursos


sanitarios (mayor número de exacerbaciones, frecuentación a urgencia e
ingresos hospitalarios) y mayor velocidad de descenso de la función
funcional. Menos sensibles al tratamiento con esteroides, posible mayor
efecto de antileucotrienos (montelukast)

Menstruación Relacionado con cambios hormonales previos a menstruación- aumento de


inflamación. Mecanismos no totalmente aclarados. Puede provocar síntomas
graves

Ejercicio físico Incluye broncoespasmo provocado por el esfuerzo y asma crónica.


Frecuente en atletas de élite. Provocado por hiperventilación (aire seco y frío)
–reacción inflamatoria–. Tratamiento: β2 agonistas de rápida acción inhalados
o montelukast (efectividad más variable)

AINES: antiinflamatorios no esteroideos.

para el inicio del asma alérgica, aunque los meca- de gravedad, mayor frecuencia de sinusitis y poli-
nismos por los cuales sólo algunos niños desarro- posis nasal. Estudios poblacionales la han relacio-
llan asma, mientras otros desarrollan manifesta- nado también con rinitis previa, antecedentes de
ciones alérgicas no respiratorias, no son conocidos tabaquismo y distintos factores genéticos(20). Sin
aún(10). Este fenotipo puede relacionarse con una embargo algunos estudios sugieren que los pro-
mejor función pulmonar globalmente, aunque los cesos inflamatorios en el asma atópica y no ató-
pacientes pueden presentar un número mayor de pica son similares, con la presencia de Th2, cito-
exacerbaciones en relación al asma no alérgica(10). quinas pulmonares o IgE en ambos. Estos estudios
Las características del asma no alérgica (clásica- cuestionan la idea de una heterogeneidad de los
mente denominada “intrínseca”) son el inicio en la fenotipos del asma, debido a que la patobiología
edad adulta, predomino en mujeres, mayor nivel puede ser similar. Actualmente se incluyen en el
Fenotipos asmáticos. Identificación y manejo 387

fenotipo de asma alérgica a pacientes con historia oxigenasa-2, prostaglandina E2 y metabolismo de


de síntomas relacionados con alérgenos objetiva- lipoxina(18). La prevalencia de este fenotipo en adul-
dos por medidas de IgE específicas o tets cutáne- tos con asma oscila del 10-20%. Las características
os positivos. Sin embargo la negatividad de estas clínicas más importantes incluyen el empeoramiento
pruebas no excluye necesariamente la presencia de los síntomas en respuesta a AINES; inicio en
de sensibilización alérgica, debido a que algunos la edad adulta; rinosinusitis crónica grave y poli-
pacientes pueden tener respuesta mediada por IgE posis nasal. Otras características clínicas que pue-
a uno o más alérgenos no incluidos en las baterías den encontrarse frecuentemente es el predominio
de estudio habitual(20). Por otro lado, se ha descri- en mujeres; pobre respuesta a los esteroides, lo
to cómo un número no despreciable de pacientes que hace necesaria una mayor dosis de estos fár-
pueden presentar niveles de IgE total elevados, aun macos; asma habitualmente de moderada a grave
con tests cutáneos negativos e IgE especificas bajas con tendencia a la OCFA, anosmia e inexistencia de
(clasificados, por tanto, como asmáticos no alérgi- atopia(10,20). Entre los hallazgos se encuentra aumen-
cos). El incremento de los niveles de IgE puede ser to de eosinófilos en sangre y tejidos e hiperpro-
un factor de riesgo independiente en relación al ducción de cistenil leucotrienos, con elevación de
hallazgo de un alérgeno específico. Así, los nive- la concentración de estas sustancias en orina o pul-
les de IgE total pueden reflejar la intensidad de la món. La asociación con elevados niveles de leu-
respuesta inmune mediada por Th2 y la severidad cotrienos predicen la buena respuesta a los anti-
del asma aun en ausencia de IgE específica ele- leucotrienos, aunque no todos los pacientes res-
vada(20). Por estos motivos los niveles de IgE total ponden a estos fármacos(10).
no deben usarse como predictores de sensibiliza-
ción alérgica, exacerbación asmática debida a alér- Ocupacionales o irritantes
genos o respuesta a terapias anti IgE (omalizumab) Este fenotipo de asma se ha descrito en más
o inmunoterapia. Por el contrario, no todos los del 15% de pacientes con asma de inicio en edad
pacientes con asma alérgica diagnosticados con adulta. A su vez pueden distinguirse tres subfeno-
tests de sensibilidad específicos responden a estos tipos, dependiendo de su patogénesis: 1) desarrollo
tratamientos(10). Todos estos datos sugieren que de una sensibilización mediada inmunológicamente
son necesarios estudios epidemiológicos amplios al agente causal, usualmente de alto peso mole-
que aporten más información sobre las caracterís- cular. Este subfenotipo tiene similitudes con el asma
ticas clínicas definitorias de este fenotipo y el hallaz- alérgica, con presencia de anticuerpos IgE; 2) desa-
go de otros biomarcadores que identifiquen a los rrollo de una respuesta mediada inmunológica-
pacientes que van a responder mejor a estos tra- mente a moléculas de bajo peso molecular, en la
tamientos. cual no se objetiva constantemente una respuesta
mediada por IgE; 3) desarrollo de una respuesta
Ácido acetilsalicílico y antiinflamatorios no inmunológica de rápido inicio tras la exposición
no esteroideos (AINES) a altas concentraciones de irritantes químicos en el
Es uno de los fenotipos clínicos mejor defini- puesto de trabajo(27). La inflamación de la vía aérea
dos, aunque la patogénesis permanece aún poco puede ser similar en ambos subfenotipos inmu-
conocida. Se ha señalado la existencia de muta- nológicos (1 y 2) y está caracterizada por la pre-
ciones en la vía de la síntesis de leucotrienos, aun- sencia de eosinófilos, linfocitos, mastocitos y el
que también se ha sugerido que algunos factores engrosamiento de la membrana basal reticular. En
ambientales (quizás víricos) pueden estar también contraste, el subfenotipo de asma ocupacional cau-
implicados(10). Se han descrito niveles elevados de sada por irritantes químicos (3) presenta como cam-
cistenil leucotrienos y de la expresión de recepto- bios patogenéticos más importantes la fibrosis bron-
res para estas sustancias. En estudios más recien- quial, denudación epitelial y exudados fibrinohe-
tes, se han sugerido también alteraciones en la ciclo- morrágicos en la submucosa, sin inflamación eosi-
388 F.J. Álvarez Gutiérrez

nofílica. Aunque la sintomatología puede disminuir sarrollo de broncoconstricción en pacientes con


si el paciente discontinúa pronto la exposición al asma o es una respuesta patológica objetivada sólo
agente causal, cuando el proceso se ha estableci- en algunos pacientes, como una forma especial de
do ambos mecanismos inmunológicos pueden con- enfermedad. Así, es conocido cómo los asmáti-
tinuar independientemente de la exposición(27). cos pueden presentar síntomas durante la realiza-
ción de un ejercicio físico como expresión de un
Tabaquismo mal control de la enfermedad. Sin embargo, el bron-
El tabaquismo activo en pacientes con asma coespasmo inducido por el ejercicio (BIE) serían
se asocia con peor control de la enfermedad, uti- episodios asociados a la realización de esfuerzos
lización más frecuente de recursos sanitarios (mayor en cuya patogenia se han implicado mecanismos
número de exacerbaciones, frecuentación a urgen- cómo la pérdida de calor o agua del pulmón (aire
cia e ingresos hospitalarios) y descenso acelerado seco y frío), con un aumento de la osmolaridad en
de la función pulmonar. Los asmáticos fumadores la vía aérea secundaria a hiperventilación. Esto se
responden peor al tratamiento con esteroides. Las asocia con una respuesta inflamatoria, objetiván-
causas de esta disminución de la sensibilidad pue- dose aumento de eosinófilos, mediadores de la
den ser una mayor inflamación no eosinofílica inflamación, como proteína catiónica del eosinófi-
(aumento de neutrófilos en esputo), reducción de lo, lipoxina A4, fosfolipasa A2, etc., así como un
la actividad de la histona desacetilasa o deterioro aumento de la permeabilidad microvascular, que
en la función del receptor esteroideo(28). Resulta- puede representar un papel esencial en la induc-
dos preliminares sugieren que los antagonistas ción de esta inflamación(30).
de receptores de leucotrienos (sobre todo monte- Recientemente Weiler et al.(31) han definido el
lukast) pueden tener un efecto beneficioso mayor AIE como los síntomas provocados por el esfuerzo
en pacientes fumadores con asma leve(29). Así pues, y asma crónica. Así, el BIE puede provocar síntomas
aunque el cese del tabaquismo es siempre una con el esfuerzo, asma o ambos. Se ha demostrado
medida prioritaria de salud pública, en el caso de que esta forma de asma es más frecuente en atle-
pacientes con asma es, si cabe, de aún mayor tras- tas de élite comparado con la población general. Así,
cendencia el empleo de todas las medidas de des- en un estudio que utilizó hiperventilación voluntaria
habituación para conseguir ese objetivo. eucápnica en una cohorte de atletas, en el 39%
se objetivó BIE. Incluso se ha descrito la existencia
Menstruación de BIE en personas sin síntomas de broncoespas-
Ocurre en una proporción relativamente baja mo, similar a los pacientes “hipoperceptores” con
de mujeres con asma, y puede presentarse en for- asma(30). Estudios recientes que evalúan los efectos
mas graves. Está relacionado con los cambios hor- de la actividad física en la función inmune han pro-
monales que acontecen previamente a la mens- porcionado información adicional del papel de la
truación, los cuales pueden provocar un incremento inflamación en el BIE. En este sentido se ha descri-
en la inflamación en mujeres susceptibles. Sin to una relación entre el ejercicio físico y la HRB, sugi-
embargo los mecanismos exactos no están total- riéndose una relación entre la actividad física y el
mente aclarados. En este sentido, dependiendo del desarrollo de asma o BIE(32). En cuanto a las medi-
entorno, ambas hormonas implicadas (estrógenos das terapéuticas, los β2 agonistas inhalados de corta
y progesteronas) tienen potencialmente efectos pro acción previos a la realización del esfuerzo conti-
o antiinflamatorios(10). núan siendo los fármacos de primera línea, habién-
dose indicado también efectividad, aunque más varia-
Ejercicio físico ble, de montelukast. Además, pueden ser impor-
El asma inducida por esfuerzo (AIE) es otro tantes las medidas preventivas no farmacológicas,
fenotipo citado frecuentemente, pero no está total- como el calentamiento muscular intenso, ambien-
mente aclarado hasta qué punto representa el de- te cálido y húmedo, inspirar por la nariz, etc.
Fenotipos asmáticos. Identificación y manejo 389

Tabla III. Categorías potenciales de asma del adulto en función de los fenotipos relacionados con inflamación según
estudio de esputo*

Asma no eosinofílica Asma eosinofílica


Contaje de eosinófilos normal (< 1,9%) Contaje de eosinófilos elevado

Contaje de Paucigranulocítica Eosinofílica


neutrófilos • Asma bien controlada o intermitente • Asma típica, frecuentemente asociada a enfermedad atópica
normal (< 61%) • Considerar diagnóstico alternativo • Puede indicar inadecuado tratamiento con esteroides

Contaje Neutrofílica Mixta granulocítica


neutrófilos • Infección aguda (viral o bacteriana) • (Grave) exacerbaciones de asma
elevado • Infección crónica (Chlamydia, adenovirus) • Asma refractaria
• Polucionantes ambientales (NO2, ozono)
• Antígenos ocupacionales
• Exposición a endotoxinas
• Obesidad

*Modificada de referencia 38.

Fenotipos inflamatorios (Tabla III) puede indicar un inadecuado tratamiento con este-
roides. No obstante, no todos los pacientes con
Eosinofílico asma grave tienen eosinófilos en la vía aérea. De
El asma eosinofílica es el fenotipo mejor estu- hecho se pueden describir distintos subgrupos de
diado. Estas células se han detectado tanto en espu- pacientes con y sin eosinofilia. El número de lin-
to, lavado broncoalveolar (BAL), como en biopsias focitos (CD3+, CD4+, CD8+), mastocitos y macró-
bronquiales en más del 50% de pacientes con fagos pueden estar más elevados en el subgrupo
asma. Se pueden encontrar tanto en casos de asma de asma grave con eosinofilia que en el grupo sin
leve-moderada como severa. Presenta característi- eosinofilia. Además en el asma eosinofílica encon-
cas clínicas y patológicas diferentes a la inflamación tramos frecuentemente un engrosamiento de la
no eosinofílica. membrana basal subepitelial, mientras que los
Los eosinófilos, y sus mediadores (por ejem- pacientes con inflamación no eosinofílica presen-
plo, la proteína catiónica del eosinófilo) pueden tan un grosor similar que en personas sanas(33). Este
aumentar en el asma grave. La inflamación eosi- engrosamiento de la membrana basal parece cons-
nofílica mantenida en el asma severa se suele aso- tituir una característica anatomopatológica distinti-
ciar con el comienzo tardío de la enfermedad y la va de este tipo de inflamación.
sensibilidad al ácido acetilsalicílico, mientras en casos La identificación de este fenotipo se ha reali-
leves-moderados se asocia al asma atópica. Sin zado de forma tradicional con el análisis de eosi-
embargo, aunque esta inflamación se objetive ini- nófilos en el esputo o por biopsias bronquiales. Sin
cialmente en una proporción significativa de casos embargo más recientemente se ha propuesto la
de asma leve y moderada, es menos frecuente medida de óxido nítrico exhalado (ONe) para iden-
encontrar casos de inflamación eosinofílica per- tificarlo. Esta medida generalmente se correlaciona
sistente. Esto puede ser debido a que la respues- bien con el número de eosinófilos en el esputo o
ta al tratamiento con esteroides inhalados es mejor biopsias.
que en los casos de asma grave. Así pues, pacien- Se ha indicado cómo se puede encontrar infla-
tes con inflamación eosinofílica mantenida pre- mación eosinofílica en pacientes con asma de
sentan más síntomas, peor control de la enferme- moderada a severa incluso en mayor proporción
dad y mayor riesgo de exacerbaciones(10). También de lo inicialmente sugerido, debido a que esta infla-
390 F.J. Álvarez Gutiérrez

mación podría presentarse en la porción distal del que se excluyan otras causas alternativas (se exclu-
pulmón, no accesible a los métodos habituales de yen fumadores de más de 20 paquetes/año, OCFA,
medida(10). Así, algunos estudios muestran que alre- bronquiectasias demostradas en tomografías com-
dedor del 50% de pacientes previamente identifi- putarizadas de alta resolución, etc.)(38). Al menos
cados como inflamación no eosinofílica presenta- un 25% de pacientes con asma sintomática no tra-
ban realmente eosinófilos en la vía aérea periféri- tada y hasta un 50% de pacientes con asma tra-
ca. Estos hallazgos apoyan otros en los que se han tada con altas dosis de corticoides inhalados tienen
estudiado los valores de ONe alveolar (ONe medi- un número normal de eosinófilos en el esputo. His-
do a elevados flujos) en el asma refractaria al tra- tológicamente la inflamación no eosinofílica se carac-
tamiento con esteroides. Así, aunque no se eleva- teriza por la ausencia de eosinófilos en la submu-
ron los valores de ONe a flujo habitual (50 ml/seg) cosa, un número menor de linfocitos CD3+, macró-
y, por tanto, procendente de vía aérea proximal, por fagos y un grosor normal de la membrana basal
el contrario, sí se encontraron niveles significativa- subepitelial, en relación con la inflamación eosino-
mente elevados del ONe alveolar. Estos niveles de fílica. Por otro lado, comparando ambos grupos de
ONe alveolar se correlacionan con el número de pacientes, aquellos con inflamación no eosinofílica
eosinófilos en BAL, pero no con el número de eosi- es más probable que sean mujeres, con comien-
nófilos en esputo o biopsia bronquial. Todos estos zo de los síntomas en edades medias de la vida y
hechos sugieren la importancia de la inflamación sin atopia. Además se ha descrito más frecuente-
eosinofílica en vía aérea periférica. Esta inflamación mente en asmáticos fumadores, en pacientes con
distal puede ser una de las causas de insensibili- asma ocupacional sensibilizados con moléculas de
dad al tratamiento con esteroides inhalados(34). bajo peso, en el asma de atletas de élite o de
Por último, otra cuestión a destacar es que la pacientes obesos. Globalmente presentan menor
cuantificación de eosinófilos en esputo inducido número de exacerbaciones en relación al asma eosi-
puede ser eficaz como marcador de respuesta a nofílica y pueden ser menos severas(38). Dentro de
esteroides, útil como instrumento para la reducción estas formas no eosinofílicas podemos distinguir la
del tratamiento esteroideo y como marcador del inflamación neutrofílica y las formas paucigranulo-
control en el asma(35). Así hay, al menos, 2 grandes cíticas.
estudios(36,37) que han evaluado el uso de esta medi- La relación de asma neutrofílica con un feno-
da como guía para tomar las decisiones en el tra- tipo clínico concreto es menos clara que para la
tamiento, en relación con la estrategia convencio- inflamación eosinofílica. Por otro lado, cabe subra-
nal basada en los síntomas, uso de β2 de rescate yar que las formas de asma eosinofílica y neutro-
o espirometría. Entre los resultados destaca que fílica no son mutuamente excluyentes, no encon-
reducir el número de eosinófilos en el esputo en trándose relación inversa en el número de ambas
menos del 2 ó 3% puede reducir las exacerba- células(33). Se han descrito factores externos que
ciones de asma y las hospitalizaciones más que pueden estar relacionados con la inflamación neu-
la estrategia convencional. trofílica cómo tabaquismo, exposiciones ocupacio-
nales a irritantes e infecciones. Puede objetivarse
No eosinofílico: fenotipos neutrofílico, más comúnmente en pacientes con asma grave,
paucigranulocítico habiéndose descrito la presencia de neutrófilos en
Los límites superiores de contaje de eosinófi- autopsias de pacientes que han fallecido poco tiem-
los en el esputo que pueden distinguir la inflama- po después del inicio de una exacerbación severa.
ción no eosinofílica propuestos han sido diferen- Sin embargo la presencia de estas células no indi-
tes, oscilando desde un 1,9 al 3%. Recientemen- can necesariamente que sean la causa de la seve-
te se ha sugerido como criterios para el diagnósti- ridad de la agudización, habiéndose sugerido que
co un nivel menor de 1,9% de eosinófilos en el las proteasas neutrofílicas pueden tener un impor-
esputo en dos o más determinaciones, siempre tante papel en la digestión de los tapones muco-
Fenotipos asmáticos. Identificación y manejo 391

sos que ocluyen la vía aérea(39), pudiendo ser una causas diferentes al asma como bronquiolitis, fibro-
forma de defensa fisiológica. Además, la asociación sis quística, enfermedad cardiaca o pequeñas vías
de inflamación neutrofílica con asma grave puede aéreas congénitas, síndromes de aspiración, etc.
deberse a que las altas dosis de esteroides dismi- Desde hace años se han descrito diferentes
nuyen la apoptosis de neutrófilos, lo que aumenta perfiles evolutivos de las sibilancias de la infancia
su número en la vía aérea(10). Se ha descrito aso- como posibles fenotipos de asma infantil.
ciación de esta inflamación con aumentos en la IL- Uno de los estudios longitudinales de asma
8, elastasa neutrofílica y moléculas de alto peso que comenzó en Melbourne en 1967 cambió el
molecular de matriz metaloproteinasa 9. La activa- paradigma de la diferenciación entre sibilancias en
ción de estas enzimas puede modificar la estruc- la primera infancia en el asma y la bronquitis sibi-
tura de la vía aérea(10). Se ha descrito que este feno- lante, argumentando que éstas eran parte del
tipo se asocia con descenso del FEV1 y no se apre- mismo espectro de enfermedades(40). Estudios de
cia mayor HRB, tras provocación con metacolina(33). seguimiento posterior de niños con bronquitis sibi-
Generalmente en este fenotipo inflamatorio los lantes han sugerido que esta entidad tiene distin-
esteroides son menos efectivos que para la infla- tas características, consecuencias clínicas y fisioló-
mación eosinofílica. gicas y pueden estar más estrechamente relacio-
Se ha descrito un aumento de neutrófilos y nadas con la enfermedad pulmonar obstructiva cró-
elastasa neutrofílica en pacientes con exacerbación nica que con el asma. Un concepto análogo a la
aguda, lo que sugiere una causa infecciosa (posi- bronquitis sibilante surgió en los años 90 del exten-
blemente, vírica) como mecanismo inicial desen- so estudio de cohorte de Tucson(41), uno de los más
cadenante de la agudización. También se ha suge- importantes hitos en el conocimiento del asma
rido la infección crónica por gérmenes como infantil. El seguimiento estableció tres fenotipos de
Chlamydia pneumoniae o Mycoplasma pneumo- sibilancias durante los seis primeros años de vida:
niae en asmas graves con predominio de neutró- 1) sibilancias precoces transitorias (que comienzan
filos en la vía aérea, pudiendo ser una línea de inves- antes de los 3 años y remiten a los 6 años); 2) sibi-
tigación futura muy interesante(38). lancias de comienzo tardío (no presente a los tres
Por último, existe un grupo de asmáticos con años pero sí a los 6 años) y; 3) sibilancias persis-
un número normal de eosinófilos, neutrófilos y lin- tentes (sibilancias en los primeros tres años que
focitos en el esputo. Este grupo puede incluir a persisten a los 6 años). Tras continuar el segui-
pacientes con asma bien controlada o intermiten- miento de esta cohorte los investigadores pudie-
te(38). Por el contrario, algunos pacientes de este ron redefinir sus ideas en relación a estos fenoti-
grupo permanecen sintomáticos a pesar del uso pos de sibilancias precoces y finalmente las con-
de esteroides a altas dosis, sugiriéndose la contri- ceptualizaron en(42): 1) sibilancias transitorias en la
bución de otros tipos de células o patología. Qui- infancia asociadas con función pulmonar reduci-
zás pudiera estar causada por la activación de célu- da precozmente tras nacimiento y caracterizada por
las residentes como mastocitos, células epiteliales episodios de sibilancias en el contexto de infec-
o células de músculo liso(10). Desafortunadamente ciones respiratorias víricas, con resolución en los
no se han identificado marcadores biológicos para años preescolares; 2) sibilancias no atópicas ini-
este fenotipo. ciadas en la infancia, que persisten en infancia media
y con ausencia de sensibilización alérgica y; 3) asma,
Fenotipos específicos de la infancia asociada a función normal precozmente tras naci-
La tos y sibilancias son síntomas muy comu- miento, historia familiar positiva y antecedente per-
nes en los primeros años de vida. Es conocido cómo sonal de atopia. Sin embargo el paradigma de Tuc-
las sibilancias constituyen un síntoma cardinal del son proporciona una descripción incompleta de
asma, pero más de la mitad de los casos en el pri- la totalidad de enfermedades sibilantes de la infan-
mer año de vida pueden deberse también a otras cia precoz y tiene datos que no son consistentes
392 F.J. Álvarez Gutiérrez

Tabla IV. Sistemas de clasificación de fenotipos de CONCLUSIONES


asma en niños* En definitiva, tanto en niños como en adul-
tos, pueden describirse distintas formas de pre-
Procedimientos basados en características clínicas
sentación del asma bronquial, con características
• Basado en síntomas:
clínicas-funcionales, anatomopatológicas, respues-
– Edad de inicio
– Historia natural
ta al tratamiento y pronóstico que pueden ser dife-
– Gravedad
rentes. La conjunción de factores ambientales y
• Definido por desencadenantes: genéticos en cada individuo es fundamental para
– Alérgico vs. no alérgico la constitución de estos fenotipos. Estas formas de
– Inducido por ejercicio expresión del asma pueden modificarse a lo largo
– Desencadenante viral vs. desencadenante múltiple del tiempo, por lo que todas características (clíni-
sibilancias cas, trasfondo ambiental, respuesta al tratamiento)
• Respuesta al tratamiento deben ser evaluadas en cada momento concreto.
– Respuesta a los esteroides Además, aunque se pueden reconocer diferentes
Procedimientos basados en características fenotipos de la enfermedad dependiendo de cri-
terios clínicos, fisiológicos, tipo de desencadenan-
fisiopatológicas
tes o patobiología subyacente, aún no han sido
• Test anatomopatológicos (biopsia, esputo inducido y
identificados biomarcadores de cada uno de ellos
lavado broncoalveolar)
que puedan determinarse habitualmente para su
– Eosinofílica
– Neutrofílica
clasificación en una entidad biológica concreta. Junto
• Marcadores no invasivos de inflamación de la vía
a estos biomarcadores, posiblemente dispongamos
aérea en el futuro de herramientas matemáticas, con el
– Óxido nítrico exhalado análisis de cluster, como técnicas objetivas que nos
– Condensado de aire exhalado clasifiquen en grupos más homogéneos todas las
• Test de función pulmonar posibles variables que se pueden presentar en esta
– Obstrucción de la vía aérea fija vs. broncodilatador patología. El objetivo sería identificar aquella com-
reversible binación de factores que generen fenotipos clara-
– Hiperrespuesta bronquial al ejercicio, aire frío, mente delimitados como variaciones de la misma
estímulos químicos enfermedad.
*Modificada de referencia 44.
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33
La educación en pacientes
con asma y EPOC
J.M. Ignacio García, L. Palacios Gómez

INTRODUCCIÓN nen diseños parecidos (técnicas de modificación


La educación para la salud, en las enferme- de conductas, información sobre conceptos gene-
dades crónicas, es una herramienta fundamental rales de enfermedad, uso de fármacos, enseñanza
para disminuir la morbilidad y mejorar la calidad de de técnica, sistemas de registros, etc.), una vez dise-
vida de los pacientes; existen actualmente, evidencia ñados e implantados en los pacientes, precisan ser
sobre su utilidad en muchas enfermedades cróni- evaluados y medidos sus resultados. En caso de
cas(1-6). que, en cualquiera de sus diferentes fases de
La educación, en el asma bronquial, intenta implantación, no se consiga el objetivo estableci-
enseñar una serie de conceptos y habilidades que do, el programa se modificará de forma individua-
tienen como objetivo conseguir que los pacientes lizada y consensuada con el paciente, hasta con-
cooperen en su tratamiento y reduzcan su ansie- seguir el objetivo marcado que debe ser el de vivir
dad ante la enfermedad. Con las maniobras edu- una vida normal con asma(6-7).
cativas, intentamos mejorar la comunicación entre Una vez implantado el programa, el paciente
los pacientes y los profesionales implicados en su acudirá a revisiones periódicas que servirán para
mantenimiento y, con ello, inducir cambios con- reforzar la información, revisar el uso correcto de la
ductuales en los pacientes con el objetivo de que medicación, revisar el plan de autocontrol, vigilar el
mejoren, su morbilidad y calidad de vida, a corto y cumplimiento terapéutico, así como solucionar los
largo plazo(5-15). problemas que pudieran hacer fracasar el control
de la enfermedad. Hoy en día, sabemos que la infor-
¿EN QUÉ CONSISTE LA EDUCACIÓN? mación se pierde con el transcurso del tiempo y
La educación va más allá de enseñar a inha- que, con revisiones periódicas, conseguimos man-
lar o monitorizar a los pacientes; va a consistir en tener los beneficios conseguidos(19,20).
la aplicación de un programa que combina ense-
ñanza, consejos y técnicas de modificación de com- PROGRAMAS EDUCATIVOS EN ASMA
portamiento que conllevan a un proceso interacti- Un programa educativo para el paciente con
vo que permitirá al paciente adquirir conocimien- asma debe constar de:
tos, habilidades y actitudes que le harán partícipe • Una guía de contenidos en la que se indique
activo del mantenimiento de su enfermedad(16-18). cuáles son las enseñanzas y habilidades que
Si bien todos los programas en su fase inicial tie- el paciente precisa conocer y manejar.

395
396 J.M. Ignacio García, L. Palacios Gómez

• Una guía metodológica en la que se descri- sencadenantes específicos de asma en caso de que
ba cómo el profesional debe educar. al paciente se le detectara algún tipo de alergia:
polinosis, los ácaros del polvo, la proliferación de
Guía de contenidos para los pacientes hongos y/o la exposición a epitelios de animales
con asma domésticos.
Un programa educativo para el paciente con Aunque las medidas de evitación alergénica,
asma le permitirá adquirir destreza en las siguien- por ejemplo, ácaros, han sido consideradas por
tes habilidades(4,7): muchos autores como inefectivas, existe ya publi-
• Información general sobre el asma y su trata- cado algún programa educativo que demuestra su
miento. utilidad para disminuir la morbilidad cuando se apli-
• Medidas de control ambiental. ca de una forma estructurada(1).
• Reconocimientos de desencadenantes y forma
de evitarlos. Uso correcto de inhaladores
• Uso correcto de inhaladores. y enseñanza de técnica inhalatoria
• Información sobre uso y utilidad de medica- La mejor forma de administrar medicamentos
mentos. en el asma es por vía inhalada; por esta vía de
• Información sobre manejo, uso y utilidad de administración del medicamento, se consiguen
medidores (flujo espiratorio máximo –FEM–), efectos más rápidos y potentes, así como muy
en caso de que el médico y su educador deci- pocos efectos secundarios. Un programa educa-
dan utilizar esta herramienta de trabajo. tivo diseñado para el paciente con asma entre-
• Información sobre cómo controlar las des- nará al paciente en el aprendizaje de la correcta
compensaciones del asma en el domicilio. técnica inhalatoria. El paciente elegirá, si es posi-
ble, su sistema de inhalación y utilizará, en con-
Información general sobre el asma senso con su médico o educador, el más adecuado
y su tratamiento para tomar los diferentes medicamentos que tiene
Este apartado deberá incluir, de una forma prescritos.
breve y concisa, información sobre qué es el asma,
cómo son los bronquios del paciente con asma, Información sobre uso y utilidad
cuáles son los síntomas del asma, qué ocurre de medicamentos
durante la crisis de asma, cuáles son las situacio- Desde el punto de vista farmacológico, en el
nes que pueden favorecer la aparición de una cri- asma se utilizan dos tipos de medicamentos:
sis de asma. • Broncodilatadores que, como su nombre
indica, relajan la musculatura lisa bronquial
Medidas de control ambiental e intentan, por diversos mecanismos, aliviar
Los educadores responsables de implantar un los síntomas de asma y mejorar la calidad de
programa educativo para el asma deberán informar vida.
a los pacientes sobre los desencadenantes, ines- • Antiinflamatorios que actúan, desde el punto
pecíficos y específicos, que el paciente debería evi- de vista etiopatogénico, para controlar la infla-
tar para disminuir el riesgo de presentar una crisis mación existente en el bronquio.
de asma. Estas medidas deberán incluir: consejos Desde los puntos de vista clínico y práctico, es
para la evitación activa y pasiva del humo del taba- muy importante que el paciente entrenado apren-
co; evitación de compuestos químicos capaces de da a diferenciar entre fármaco rescatador de sín-
descompensar el asma: betabloqueantes, AAS y tomas y fármaco controlador de la enfermedad
otros antiinflamatorios no esteroideos, en pacien- a largo plazo. El educador informará a los pacien-
tes con intolerancia a analgésicos; IECAS, en pacien- tes sobre el uso y utilidad de los fármacos que su
tes susceptibles; normas sobre evitación de de- médico le haya prescrito (Tabla I).
La educación en pacientes con asma y EPOC 397

Tabla I. Información sobre uso y utilidad de medicación antiasmática

Broncodilatadores
• Simpaticomiméticos de vida media corta beta 2 agonistas, tipo salbutamol, terbutalina
– Son medicamentos broncodilatadores con acción rápida, son útiles para el control de los síntomas agudos de la
enfermedad
– No son útiles para controlar el asma a largo plazo
– El aumento, en las necesidades diarias de este tipo de medicamento significa descompensación de su enfermedad y,
consecuentemente, que el paciente deberá acudir a su médico o bien modificar su terapia según recomendación
terapéutica prescrita
• Simpaticomimético con efecto dual vida media corta y larga, formoterol
– Es un broncodilatador de larga vida media que inicia efecto en muy pocos minutos, motivo por el que se puede
utilizar también como medicamento rescatador de síntomas siempre que se use asociado a esteroide inhalado
– Es un fármaco seguro que, a dosis alta (hasta 10-12 inhalaciones por día), produce escasos efectos adversos
– No se debe nunca sobrepasar la dosis de 12 inhalaciones de 4,5 µg en un solo día. No se debe administrar como
monoterapia en asma crónica
• Simpaticomiméticos de vida media larga, tipo salmeterol
– Es un broncodilatador de larga vida media. No se debe administrar como monoterapia en asma a largo plazo. Se
debe utilizar siempre asociado a esteroides inhalados
– No debe ser utilizado para calmar los síntomas agudos del asma, que deben ser tratados con salbutamol o
terbutalina
– No se debe incrementar la dosis de este medicamento sin la autorización de su médico. Son fármacos seguros y con
escasos efectos adversos a la dosis recomendada

Antiinflamatorios
• Esteroides inhalados, tipo beclometasona, budesónida, fluticasona
– Son medicamentos antiinflamatorios
– Se deben utilizar, siempre, después de los broncodilatadores o junto a ellos si se utilizan en un solo dispositivo
– No calman los síntomas agudos de asma, dado que no tienen efectos rescatadores de síntomas
– Deben tomarse regularmente si quiere normalizar su asma a largo plazo
– Son seguros y con escasos efectos adversos

Información sobre manejo, uso y meros, educadores y pacientes) a diseñar el mejor


utilidad de medidores de pico de flujo plan para controlar el asma del paciente en el domi-
El medidor de flujo espiratorio máximo es un cilio(8).
aparato que mide la fuerza con la que el paciente
expulsa el aire de sus pulmones. En caso de que Información sobre cómo controlar
el paciente realice una maniobra correcta soplan- las descompensaciones de asma
do, lo más fuerte posible, desde su capacidad pul- en el domicilio
monar total, su medida reflejará el grado de obs- En los últimos años las guías de práctica clíni-
trucción existente a la salida de aire de los pul- ca han defendido que los pacientes con asma
mones. Los programas educativos de autocontrol deben ser entrenados para modificar su terapia en
que incorporan el medidor de flujo máximo para caso de descompensación de su enfermedad. El
monitorizar el asma en el domicilio del paciente, paciente educado será entrenado a cambiar su tera-
pretenden que este aparato sea una herramienta pia siguiendo las instrucciones de las Tabla II y III
de trabajo que ayude al equipo (médico, enfer- y de la Figura 1.
398 J.M. Ignacio García, L. Palacios Gómez

Tabla II. Descripción de tarjetas tipo Credit Card uti- Tabla III. Descripción del código de color en pacien-
lizadas en pacientes en autocontrol domiciliario con tes en autocontrol domiciliario con medidores de flujo
síntomas clínicos espiratorio máximo (FEM)

Color verde (asma bien controlada) Color verde (asma bien controlada)
• No tiene tos o sibilancias • FEM superior al 70% del teórico o del máximo
• Puede realizar ejercicio fácilmente alcanzado por el paciente en situación de estabilidad
• Raramente requiere una dosis extra de medicación Color amarillo (descompensación moderada)
con efecto rescate • FEM comprendido entre el 50-70% del teórico o del
Color amarillo (descompensación moderada) máximo alcanzado por el paciente en situación de
• Aumento en las necesidades de medicación rescate estabilidad
(> 4-5 dosis en semana), o Color rojo (descompensación grave)
• Disturbios en el sueño por asma, o • FEM comprendido entre el 30-50% del teórico o del
• Estar sufriendo un catarro y aumentar las máximo alcanzado por el paciente en situación de
necesidades de medicación rescate, o estabilidad
• Disminuye su capacidad de ejercicio
Color rojo más intenso (descompensación muy grave)
Color rojo (descompensación grave) • FEM inferior al 30% (flujo espiratorio máximo inferior
• Nota muy poca mejoría con su inhalador a 150-200 lpm)
convencional (medicación rescate), o
• Aumenta la disnea a pesar del incremento
terapéutico de la fase amarilla en pacientes tratados
con terapia con dosis ajustable (fase amarilla)
• Frecuencia respiratoria > 35 rpm, frecuencia
cardiaca > 120 latidos por minuto.
Color rojo más intenso (descompensación muy grave)
• Ataque repentino de asma, o
Guía metodológica
• No responde a medicación con efecto rescate, o
Educar es un proceso que requiere una moti-
• Disnea de mínimo esfuerzo (con el habla), o
vación y preparación específica de los profesiona-
• Empeoramiento de síntomas a pesar del tratamiento
de la fase roja
les, los cuales deben poseer un conocimiento y
• Desmayo, miedo con sensación de muerte inminente
dominio de las distintas estrategias educativas que
les facilite los procesos de transmisión-adquisición
de contenidos, sin olvidar que debe ser adaptado
a las características personales de cada paciente,
Información sobre cuándo acudir a sus déficit, habilidades, conocimientos previos, situa-
urgencias en caso de descompensación ción personal y, sobre todo, a su motivación, pues
Los pacientes acudirán a urgencias cuando pre- cualquier intervención educativa es más eficaz si la
senten algunos de los siguientes signos o síntomas: persona desea aprender y encuentra ventajas en
• Ataque repentino de asma. ello(16-18).
• No responde a medicación con efecto res- El objetivo de estas líneas, por tanto, no es ela-
cate. borar un instrumento para realizar educación en
• Disnea de mínimo esfuerzo (con el habla). pacientes de modo fácil y simple, sino proporcio-
• Empeoramiento de síntomas a pesar del tra- nar ciertas técnicas de modificación-ensayo de con-
tamiento de la fase roja (tarjeta de autocon- ducta que transmitidas al paciente puedan resul-
trol). tarles útiles para adecuar sus estilos de vida a las
• Desmayo, miedo con sensación de muerte necesidades de salud.
inminente. Un programa educativo para el asma debe
• Una caída en el FEM a menos del 30% (flujo constar de un guía metodológica en la que se des-
máximo < 150-200 lpm). criba cómo el profesional debe educar. El educa-
La educación en pacientes con asma y EPOC 399

TARJETA DE AUTOCONTROL PARA EL ASMA


Nombre: ___________________________________________________________ Fecha: _____/_____/_____

PICO DE FLUJO TRATAMIENTO

1 Mejor = Tratamiento programado

Doblar dosis de ........................................................ y


2 % = utilizar .......................................................................... a
demanda para controlar síntomas

Iniciar esteroides oral .............................................


3 % = y contactar con su médico

Acudir a urgencias y/o contactar urgentemente


4 % = con su médico

©UNIDAD DE NEUMOLOGÍA H.G.H. Serranía de Ronda 1996

SÍNTOMAS TRATAMIENTO
Asma controlado Tratamiento programado

Disturbios en el sueño por asma y/o Doblar dosis de ........................................................ y


aumento en las necesidades de utilizar .......................................................................... a
β2 agonistas inhalados demanda para controlar síntomas

Incremento en la disnea y/o pobre Iniciar esteroides oral .............................................


respuesta al paso 2 y contactar con su médico

Acudir a urgencias y/o contactar urgentemente


Ataque severo
con su médico

Teléfono de contacto:

Figura 1. Tarjetas tipo Credit Card.

dor deberá estar entrenado en la implantación de menos, beneficiosa y es necesario saber ade-
programas educativos y para ello deberá utilizar una cuar dicha información a las características del
guía metodológica en la que se tengan en cuenta sujeto (nivel de instrucción, edad, nivel cultu-
los siguientes apartados: ral, déficit sensoriales, etc.).
• Instruir: significa “dotar al sujeto de los cono-
El significado de las palabras cimientos y habilidades necesarios sobre algo”.
Desde el punto de vista educativo muchos pro- Atendiendo a estas dos definiciones, un suje-
fesionales creen que instruir, educar o enseñar es to puede estar perfectamente informado sobre
sinónimo de informar. cómo utilizar un determinado dispositivo de inha-
• Informar: significa “dar una noticia sobre algo.” lación y carecer de la habilidad, instrucción o des-
Informar es una tarea no siempre fácil y, mucho treza necesarias para utilizarlo(17).
400 J.M. Ignacio García, L. Palacios Gómez

La importancia de la comunicación el paciente en el proceso y que la comunicación


Estudios realizados sobre la comunicación en debe ser algo bidireccional(9,16,17). En ocasiones, el
el ámbito sanitario establecen que, aproximada- estatus que algunos profesionales sanitarios juegan
mente un 40% de los pacientes, no se adhieren al hacen de la comunicación con sus pacientes algo
tratamiento, debido a una deficiente comunicación unidireccional que no les permite mantener una
con los profesionales sanitarios. Esto nos obliga, en interacción satisfactoria y eficaz; por ello, debemos
cualquier proceso educativo, a establecer una ade- tener en cuenta, durante la entrevista, ciertos ele-
cuada interacción con el paciente(6-7,16-18). Sin embar- mentos que sabemos que facilitan o dificultan la
go, existen factores que pueden interferir en el éxito comunicación; entre ellos, encontramos factores
o fracaso del proceso educativo. Dichos factores como: mantener una mirada adecuada y no perder
podrían clasificarse en dos grupos: el contacto visual; analizar los comportamientos ver-
bales y no verbales; dar oportunidad para que expre-
Factores dependientes del paciente que
sen sus dudas, temores, etc.; no dar por hecho que
pueden limitar o interferir en el proceso
lo transmitido es comprendido; no omitir informa-
de comunicación-aprendizaje
ción, por muy obvia que nos parezca; evitar el uso
atendiendo a las siguientes áreas
de tecnicismos; dejar que el paciente ofrezca retro-
• Área funcional: evaluar la existencia de limi-
alimentación; saber utilizar técnicas asertivas y de
taciones funcionales en el paciente que pue-
negociación; proponer hacer, no imponer hacer, etc.
dan limitarle, por ejemplo, el uso de dispositi-
vos de inhalación.
El manejo efectivo del régimen
• Área cognitiva-perceptual: evaluar en el pacien-
terapéutico
te si presenta problemas o alteraciones sen-
Se entiende como manejo efectivo del régi-
soperceptivas, problemas de comprensión,
men terapéutico “aquella situación en la que la per-
expresión, lenguaje incoherente, utiliza otro idio-
sona integra en su vida cotidiana el programa de
ma, nivel de instrucción-estudios, etc.
tratamiento de la enfermedad y sus secuelas, de
• Área rol-relaciones: evaluar si su asma le está
forma que resulta adecuada para alcanzar los obje-
suponiendo un impacto en su vida social, su
tivos de salud fijados”(18).
vida familiar, en su trabajo; evaluar su grupo
Este “régimen terapéutico” engloba, no sólo el
social de referencia (es importante tenerlo en
uso de la medicación sino el conjunto de activida-
cuenta a la hora de motivar al paciente y comu-
des, hábitos y estilos de vida que se consideran ade-
nicarnos con él).
cuados a la situación de salud. Debemos recordar
• Percepción del manejo de la salud: evaluar
que incrementar los conocimientos del paciente,
el nivel de conocimientos previos sobre el tema,
sobre la medicación o enfermedad, no incremen-
si acepta su estado de salud, creencias rela-
ta la adhesión al régimen terapéutico, a no ser que
cionadas con el asma, expectativas, nivel de
se le enseñe a implementar estos conocimientos
motivación (es muy importante y elemento
dentro de su quehacer diario y de acuerdo, dentro
fundamental, pues, sin ella, cualquier proceso
de lo terapéuticamente aceptable, a sus costum-
educativo resultaría ineficaz).
bres, estilos de vida, creencias, valores, expectativas,
En definitiva, se trata de hacer sentir al pacien-
etc. Se trataría, por consiguiente, de “ensayar”, en el
te que sus situaciones individuales, sus creencias,
paciente, aquellas habilidades (como el uso de dis-
sus valores, sus sentimientos y emociones, están
positivos de inhalación) y conductas (como evitar
siendo considerados, pues esto ayudará a que el
desencadenantes) adecuadas a su situación de salud
paciente se implique en el proceso(18).
para que lleguen a convertirse en hábitos.
Factores dependientes del profesional Aunque existen diferentes tipos de estrategias
Los profesionales que se dedican a la educa- educativas, en este capítulo nos centraremos en el
ción deben tener presente el papel activo que juega procedimiento de entrenamiento en habilidades,
La educación en pacientes con asma y EPOC 401

por ser, a nuestro entender, el que mejor puede objeto de entrenamiento. Es decir, decimos al
conseguir modificaciones conductuales en nues- paciente qué es lo que ha hecho bien y qué es lo
tros pacientes. que puede mejorar. No decirle qué ha hecho mal,
pues la persona se desmotiva. El objetivo funda-
El entrenamiento en habilidades mental de este apartado es modelar la conducta
Se define como “el conjunto de técnicas cuya del paciente y motivarlo; es decir, que la persona
aplicación se orienta a la adquisición de aquellas sepa de las conductas que ha realizado, cuáles
habilidades que permitan al paciente mantener con- ha hecho bien y cuáles debe mejorar.
ductas satisfactorias en su ámbito real de actuación
y de acuerdo a sus necesidades de salud”(6). El Refuerzo
entrenamiento engloba los siguientes procesos: Consiste en proporcionar al paciente la moti-
vación necesaria para que afronte las mejoras que
Instrucciones hayan logrado y continúen, de forma eficaz, los
Se define como explicaciones claras y conci- entrenamientos.
sas, centradas en la conducta que va a ser objeto Lo importante es tener previsto qué tipo de
de entrenamiento en cada sesión. Los objetivos de refuerzo vamos a utilizar, haciendo siempre buen
las instrucciones son guiar al paciente en la ejecu- uso del autorrefuerzo. La respuesta que se refuer-
ción y centrar su atención en la conducta objeto de za se repite (R-R-R); es decir, si queremos que un
ensayo; debe incluir información específica sobre paciente mantenga una determinada conducta, es
los componentes adecuados para que el pacien- preciso reforzar y “aplaudir” cada paso que dé pues,
te no se confunda, explicaciones claras de los mis- de esta forma, lo estaremos motivando(6,7,16-18). Los
mos y razones que justifiquen la importancia de objetivos del refuerzo son fundamentalmente: mejo-
dichas conductas, así como la necesidad de eje- rar la ejecución de los ensayos, aumentar el núme-
cutarlas es imprescindible hacer ver al paciente la ro de respuestas correctas y mantener los logros
importancia del aprendizaje. alcanzados.

Modelado Generalización
Es la exhibición, por parte del modelo (edu- Se refiere a la manifestación de los compor-
cador), de patrones adecuados de los comporta- tamientos aprendidos en condiciones distintas a las
mientos que son objeto de entrenamiento, en pre- que guiaron el entrenamiento inicial. Los objetivos
sencia del paciente que es entrenado. Es decir, el fundamentales de este apartado son el manteni-
paciente ve cómo alguien que hace de modelo eje- miento y la generalización en la vida real del pacien-
cuta la conducta. te de la conducta aprendida(6,7,16-18).

Ensayo de conducta LA EDUCACIÓN EN PACIENTES CON EPOC


Consiste en la práctica, por parte del paciente, La experiencia, por el momento, es limitada por
de los comportamientos objetivos de cambio y su complejidad(21). El objetivo es el mismo, la forma
observados en el modelo. El objetivo fundamental, de llevarlo a la práctica es diferente, dado que son
en este apartado, es el de adquirir y afianzar las otros los factores implicados en su mantenimien-
conductas que no poseía, así como perfeccionar e to. En la EPOC la guía de contenido debe permitir
incrementar las conductas que poseía. al paciente adquirir destrezas en: técnicas de fisio-
terapia respiratoria, enseñanza de técnica inhalato-
Retroalimentación ria, plan de acción ante una exacerbación, adop-
Consiste en proporcionar información correcta tar un estilo de vida sano en el que se incluirán
y útil al paciente acerca de la actuación que ha rea- aspectos nutricionales, deshabituación tabáquica,
lizado en el ensayo, en relación a las conductas incrementar de forma lenta y progresiva la capaci-
402 J.M. Ignacio García, L. Palacios Gómez

dad de ejercicio del paciente, hábitos de sueño, 10. Griffiths C, Foster G, Barnes N, Eldridge S, Tatre H, Begum
sexualidad y control de emociones, así como una S et al. Specialist nurse intervention to reduce unsche-
duled asthma care in deprived multiethnic area: the east
correcta prescripción y educación en oxigenotera-
London randomised controlled trial for high risk asthma
pia en aquellos pacientes que lo precisen. La edu- (ELECTRA). BMJ 2004; 328: 144-52.
cación se aplicará con el mismo diseño indicado 11. Clark NM, Gong M, Schork MA, Kaciroti N, Evans D, Roloff
en la guía metodológica del asma D et al. Long-term effects of asthma education for physi-
cians on patient satisfaction and use of health servi-
RESUMEN ces. Eur Respir J 2000; 16: 15-21.
“La finalidad de cualquier proceso educativo 12. Cabana MD, Slish KK, Evans D, Mellins RB, Brown RW, Lin
no es informar sino generar en el paciente los cono- X et al. Impact of physician asthma care education on
patient outcomes. Pediatrics 2006; 117 (6): 2149-57.
cimientos, habilidades y actitudes que le permitan
13. Partridge MR, Caress AL, Brown C, Hennings J, Luker
adecuar sus estilos de vida a la situación de salud
K, Woodcock A et al. Can lay people deliver asthma self-
que presenta, haciéndole tomar un papel activo management education as effectively as primary care
en el proceso como principal benefactor. Las uni- based practice nurses? Thorax 2008; 63 (9): 778-83.
dades de educación que aplican estas estrategias 14. Bhogal SK, Zemek RL, Ducharme F. Written action plans
son útiles para mejorar la morbilidad y, la cali- for asthma in children. Cochrane Database of Systema-
dad de vida de estos pacientes.” tic Reviews 2006, Issue 3. Art. No.: CD005306. DOI:
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ratory flow monitoring on an asthma self-management tion for patients with chronic obstructive pulmonary dise-
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education. Chron Respir Dis 2006; 3: 29-37. CD002990.pub2.
34
Enfermedades intersticiales
difusas del pulmón.
Fibrosis pulmonar idiopática
J.A. Rodríguez Portal, A. Díaz Baquero, E. Rodríguez Becerra

DEFINICIÓN do por un conjunto de entidades que, a pesar de


Las enfermedades intersticiales difusas del pul- ser idiopáticas, presentan una clínica e histolo-
món (EPID) constituyen un grupo muy heterogé- gía bien definidas.
neo de afecciones que tienen manifestaciones clí-
nicas, radiológicas y funcionales comunes, en las EPIDEMIOLOGÍA
cuales las principales alteraciones anatomopato- Existen pocos datos sobre la epidemiología de
lógicas afectan a estructuras alveolointersticiales, es las enfermedades intersticiales y los datos que hay
decir, afectan al epitelio, las paredes alveolares, al acerca de la incidencia y prevalencia son muy varia-
endotelio capilar y al tejido conjuntivo (perilinfáti- bles. En España la incidencia de EPID estimada
co y perivascular) comprendido entre los septos y es de 7,6 casos/100.000 habitantes, siendo la más
situado en el tejido peribronquial y peribronquio- frecuente la fibrosis pulmonar idiopática (FPI), con
lar(1). una incidencia de 1,6 casos/100.000 habitantes.
Estos datos son superponibles a los obtenidos en
ETIOLOGÍA Y CLASIFICACIÓN Andalucía (estudio RENIA)(3).
Se conocen más de 150 entidades que se pue-
den agrupar en EPID, aunque sólo es posible iden- PATOGENIA
tificar el agente causal en aproximadamente un ter- La mayoría de las EPID tienen una patogenia
cio de los casos. Según el consenso de la Ameri- similar. Las teorías aceptadas en el pasado soste-
can Thoracic Society (ATS) y la European Respi- nían que, como consecuencia de la acción de un
ratory Society(2) se distinguen tres grupos de EPID agente causal (conocido o no), se producen lesio-
(Tabla I). El primer grupo está constituido por neu- nes a nivel del epitelio alveolar, activando las célu-
monías intersticiales idiopáticas, es decir, de causa las inflamatorias (macrófagos, neutrófilos, eosinó-
desconocida. El segundo grupo, incluye a las EPID filos, mastocitos, linfocitos) y células parenquima-
de causa conocida o asociadas a otras enfer- tosas (fibroblastos, células epiteliales) que secre-
medades, incluyendo las asociadas a enfermeda- tan mediadores celulares (citocinas, radicales
des del colágeno, ocasionadas por fármacos, pol- libres…) que actúan de forma autocrina y/o para-
vos orgánicos (alveolitis alérgica extrínseca), polvos crina entre sí, dando lugar a inflamación alveolar
inorgánicos (neumoconiosis) y las asociadas a enfer- crónica (alveolitis) y a la aparición de fibrosis pul-
medades hereditarias. El tercer grupo está forma- monar. En el caso de la FPI los estudios recientes

403
404 J.A. Rodríguez Portal, A. Díaz Baquero, E. Rodríguez Becerra

Tabla I. Clasificación de las enfermedades pulmona- intersticio pulmonar, la predisposición genética y


res intersticiales difusas (EPID) factores hereditarios(6).
Neumonías intersticiales idiopáticas
MÉTODOS DIAGNÓSTICOS
• Fibrosis pulmonar idiopática
El diagnóstico de las EPID requiere una meti-
• Neumonía intersticial aguda
• Neumonía intersticial no específica
culosa y sistemática aproximación multidisciplinar,
• Bronquiolitis respiratoria con enfermedad pulmonar
es decir, la combinación de la información clínica,
intersticial radiológica e histológica(7,8).
• Neumonía intersticial descamativa
• Neumonía organizada criptogenética Anamnesis
• Neumonía intersticial linfocítica Una buena anamnesis puede orientar hacia el
diagnóstico de alguna entidad en concreto y puede
De causa conocida o asociada
• Asociadas a enfermedades del colágeno
resultar muy útil en el diagnóstico diferencial. Debe
• Neumoconiosis
ir dirigida a averiguar:
• Inducida por fármacos y radioterapia
• Neumonitis por hipersensibilidad (alveolitis alérgica Historia laboral/ocupacional
extrínseca) De interés en las neumopatías intersticiales por
• Asociadas a enfermedades hereditarias inhalación de polvos inorgánicos (neumoconiosis)
(neurofibromatosis, síndrome de Hermansky-Pudlak, u orgánicos (neumonitis por hipersensibilidad). Tam-
hipercalciuria hipercalcemia…) bién debe investigarse la utilización de fármacos
Primarias o asociadas a otras enfermedades no
(amiodarona, nitrofurantoína, citostáticos) o trata-
bien definidas mientos que sean potencialmente tóxicos para el
• Sarcoidosis pulmón, como la radioterapia.
• Proteinosis alveolar
• Microlitiasis alveolar Factores de riesgo
• Linfangioleiomiomatosis • Tabaco. Algunas entidades ocurren con más
• Eosinofilias pulmonares frecuencia en fumadores, como son la neu-
• Histiocitosis pulmonar de células de Langerhans monía intersticial descamativa (NID), la bron-
(histiocitosis X) quiolitis respiratoria con enfermedad pulmonar
• Amiloidosis intersticial (BR/EPID) y la histiocitosis X. No ha
• Otras EPID resultado ser un factor de riesgo para la FPI.
Los fumadores son menos susceptibles a pre-
sentar sarcoidosis o neumonitis por hipersen-
consideran que la inflamación constituye un fenó- sibilidad. Una historia de tabaquismo puede
meno secundario. Las nuevas teorías postulan que orientar hacia la coexistencia de enfermedad
el acontecimiento principal en el desarrollo de la pulmonar obstructiva crónica.
FPI sería la lesión celular del epitelio alveolar, lo que • Edad y sexo. Algunas EPID son más frecuen-
estimularía la proliferación de fibroblastos y el de- tes entre los 20-40 años de edad, como es
sarrollo de la fibrosis(4,5). Esto explicaría en cierto el caso de la sarcoidosis y la histiocitosis X. Por
modo la ineficacia de los tratamientos antiinflama- el contrario la mayoría de los pacientes con FPI
torios basados en el uso de los corticosteroides. tienen más de 55 años. La linfangioleiomio-
No todas las EPID conducen a la fibrosis pul- matosis (LAM) ocurre exclusivamente en muje-
monar, existen ciertos factores que modulan la evo- res de edad fértil.
lución de la alveolitis hacia la fibrosis pulmonar. • Ocupación, hobbies, viajes, entorno. Histo-
Entre ellos cabe destacar la naturaleza del agente ria de exposición, su duración y si realizó pro-
etiológico, la integridad de la membrana basal del tección respiratoria.
Enfermedades intersticiales difusas del pulmón. Fibrosis pulmonar idiopática 405

• Antecedentes familiares. El 5% de las FPI mación de la supervivencia; con la DLCO inferior al


pueden ser familiares. La microlitiasis alveo- 39% y la DLCO inferior al 35% la esperanza de vida
lar, la esclerosis tuberosa, la neurofibromatosis es de 2 y 1 año, respectivamente.
son ejemplos de EPID con historia hereditaria. En la FPI un descenso desde el valor basal
• Tratamientos previos. Quimioterapia, radiote- superior al 10% de FVC o mayor del 15% de DLCO
rapia. Existe una amplia lista de fármacos capa- en los 6-12 primeros meses está relacionado con
ces de provocar enfermedad intersticial. una mayor mortalidad.
• Consumo de drogas. La desaturación durante y/o después del test
• Síntomas de enfermedades sistémicas. de la marcha de los 6 minutos, así como una dis-
• Factores de riesgo para VIH, por posibles tancia recorrida pequeña (< 250 metros), en el
enfermedades oportunistas. momento del diagnóstico, son signos de mal pro-
nóstico, con alto poder predictivo de mortalidad. En
Manifestaciones clínicas fases avanzadas de la enfermedad se desarrolla
Los síntomas fundamentales son la disnea de insuficiencia respiratoria hipoxémica y cor pulmo-
esfuerzo progresiva y tos, habitualmente seca. Los nale.
signos más frecuentes son los crepitantes inspira-
torios tipo velcro y las acropaquias, aunque no están Radiología
presentes en todos los pacientes.
Radiografía simple de tórax
Exploración pulmonar respiratoria Nos permite valorar la distribución de las lesio-
Representa un elemento fundamental en el nes, monitorizar su evolución y diagnosticar la apa-
momento del diagnóstico, valoración de la evolu- rición de complicaciones.
ción y del pronóstico de la enfermedad. En la mayoría de los pacientes con clínica, exis-
A todo paciente con sospecha de EPID, se le ten alteraciones radiológicas, pero existe un 10%
debe realizar una espirometría, volúmenes, difu- de pacientes con radiografías normales. Los patro-
sión de CO (DLCO) y valoración del intercam- nes radiológicos relacionados con EPID son: vidrio
bio gaseoso. El patrón espirométrico más frecuente deslustrado, nodulillar, reticular, reticulonodular y
es el restrictivo con DLCO reducida. En las EPID el pulmón en panal de abeja, que suelen afectar de
descenso de la capacidad vital (FVC) es habitual- forma difusa a ambos hemitórax y acompañarse
mente mayor que el de la capacidad residual fun- de disminución del tamaño de los campos pul-
cional (FRC) y que el del volumen residual (RV), monares. Algunas EPID pueden cursar con un patrón
por lo que la capacidad pulmonar total (TLC) suele alveolar: neumonía intersticial aguda, neumonía
estar menos reducida que la FVC y la relación intersticial no específica, proteinosis alveolar, neu-
RV/TLC suele estar aumentada. Existen algunas monía intersticial descamativa (NID), neumonía
excepciones, pudiendo encontrar un patrón obs- organizada criptogénica (NOC), neumonía intersti-
tructivo en sarcoidosis o si coexiste enfermedad cial linfoide (NIL), alveolitis alérgica extrínseca y
pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y un patrón eosinofilias pulmonares.
mixto en histiocitosis X y linfangioleiomiomatosis.
El nivel de DLCO, en el momento del diag- Tomografía computarizada de alta
nóstico, es el parámetro más sensible en la detec- resolución (TCAR)
ción precoz de la afectación intersticial y resulta muy Es más sensible que la radiografía simple para
útil en la monitorización de la enfermedad. La DLCO el diagnóstico de las alteraciones del intersticio
está normalmente disminuida y si es inferior al 40% (94%, frente a la radiografía convencional 80%).
respecto al valor de referencia indica enfermedad Permite la detección de la enfermedad en pacien-
avanzada. La DLCO es el mejor parámetro para valo- tes con radiografía normal. La mayoría de los pacien-
rar la gravedad, permitiéndonos realizar una esti- tes con clínica sugestiva de EPID, tienen imágenes
406 J.A. Rodríguez Portal, A. Díaz Baquero, E. Rodríguez Becerra

de TCAR anormal, pero su normalidad no excluye Tabla II. Alteraciones de las radiografías de tórax en
una EPID en todos los casos. Es útil para valorar las EPID
la distribución, extensión y naturaleza de las lesio-
Afectación predominante en los campos
nes, por lo que puede ser usada como guía para
pulmonares inferiores
valorar la localización del sitio óptimo para realizar
• Fibrosis pulmonar idiopática
el lavado broncoalveolar y/o la biopsia pulmonar. • EPID asociadas a enfermedades del colágeno
Las imágenes reticulares son indicativas de fibrosis, • Neumonía intersticial no específica
y las imágenes en vidrio deslustrado, de inflama- • Asbestosis
ción. No obstante, cuando las imágenes en vidrio
Afectación predominante en los campos
deslustrado van acompañadas de imágenes reti-
pulmonares superiores
culares, pueden representar conglomerados de
• Silicosis
fibrosis y no inflamación.
• Alveolitis alérgica extrínseca
En la FPI, histiocitosis X, asbestosis y la linfan-
• Sarcoidosis
gioleiomiomatosis, los hallazgos de la TCAR se con-
• Histiocitosis X
sideran prácticamente diagnósticos. En otras enti- • Neumonía eosinófila
dades clínicas, los hallazgos de la TCAR son orien-
Adenopatías hiliares o mediastínicas
tativos de algunas entidades (Tabla II).
• Frecuentes: sarcoidosis
• Infrecuentes: neumonía intersticial linfocítica,
Análisis de sangre
amiloidosis
Ante la sospecha de una EPID, se debe reali-
• Calcificaciones en cáscara de huevo: silicosis,
zar una analítica general, incluyendo: funciones renal
sarcoidosis
y hepática, hemograma, reactantes de fase aguda,
anticuerpos antinucleares y factor reumatoideo. Derrame y/o engrosamiento pleural
Los hallazgos en los análisis sanguíneos tienen • Linfangioleiomiomatosis
• Neumonitis por fármacos
interés en el diagnóstico de algunas EPID (Tabla III).
• Sarcoidosis
La enzima de conversión de angiotensina (ECA),
• Neumonitis por radioterapia
así como la hipercalciuria, pueden estar elevadas en
• Enfermedades del colágeno
algunas EPID, especialmente en la sarcoidosis. En
• Asbestosis
dicho caso, ha sido utilizada para valorar la actividad
de la enfermedad, con resultados controvertidos. Tamaño de los campos pulmonares normales o
aumentados
Lavado broncoalveolar • Histiocitosis X

El análisis celular e inmunocitoquímico del lava- • Linfangioleiomiomatosis


• Enfisema pulmonar asociado
do broncoalveolar (BAL) es de gran interés en la
• Sarcoidosis
valoración diagnóstica de las EPID. Su práctica seria-
• Alveolitis alérgica extrínseca
da no ha demostrado ser de utilidad en la valora-
• Neurofibromatosis
ción del pronóstico o respuesta al tratamiento. El
valor diagnóstico del LBA, en la mayoría de los casos, Líneas B de Kerley
va a ser orientativo (Tabla IV), aunque en alguna • Linfangioleiomiomatosis
ocasión podría evitar la realización de la biopsia pul- Neumotórax
monar. • Histiocitosis pulmonar de células de Langerhans
• Linfangioleiomiomatosis
Biopsia pulmonar • Calcinosis subcutánea
La biopsia transbronquial realizada mediante • Esclerosis sistémica
fibrobroncoscopia puede permitir el diagnóstico de • Dermatomiositis
algunas EPID: sarcoidosis, alveolitis alérgica extrín-
Enfermedades intersticiales difusas del pulmón. Fibrosis pulmonar idiopática 407

Tabla III. Alteraciones analíticas

Alteración analítica Enfermedades

Eosinofilia Eosinofilia pulmonar

Aumento de la LDH Proteinosis alveolar

Hipercalciuria, hipercalcemia Sarcoidosis

Enzimas musculares anticuerpo anti-Jo1 Dermatomiositis, polimiositis

Factor reumatoide Artritis reumatoide

Anticuerpos antinucleares (ANA, ADN nativo) Lupus eritematoso sistémico


ANCA Enfermedad de Wegener

Anticuerpos: anti-ENA, Scl-70, anticentrómero Esclerosis sistémica

Precipitinas séricas Neumonitis por hipersensibilidad

Tabla IV. Valor clínico del LBA en las EPID

Valor diagnóstico
• Proteinosis alveolar: material proteináceo PAS positivo y alcián blue negativo; cuerpos lamelares en microscopía
electrónica
• Histiocitosis pulmonar de células de Langerhans, células CD1+ > 5%, gránulos de Birbeck en microscopia electrónica
• Eosinofilias pulmonares: eosinofilia

Valor orientativo
• Sarcoidosis: linfocitosis, cociente linfocitos T CD4+/CD8+ > 3,5
• Alveolitis alérgicas extrínsecas: linfocitos, mastocitos, inversión del cociente linfocitos T CD4/CD8
Linfocitos con fenotipo CD3+/CD8+/CD56+/CD57+/CD16-
• Fibrosis pulmonar idiopática: neutrofilia con o sin eosinofilia
• Asbestosis: neutrofilia con o sin eosinofilia, cuerpos de asbesto
• Neumonitis inducida por fármacos: inversión del cociente linfocitos CD4+/CD8+
• Neumonía organizada criptogenética: linfocitosis e inversión del cociente linfocitos T
• Neumonía intersticial descamativa, bronquiolitis respiratoria/EPID: macrófagos pigmentados

seca, histiocitosis X, amiloidosis, linfangioleiomio- implicar desde los puntos de vista diagnóstico y
matosis, proteinosis alveolar, NOC, eosinofilia pul- terapéutico. Deben tomarse muestras de al menos
monar y algunas neumoconiosis. dos áreas diferentes, preferiblemente de distintos
El diagnóstico definitivo requiere en muchos lóbulos(9).
casos el estudio histopatológico del parénquima
pulmonar. En ausencia de contraindicaciones se Pauta diagnóstica
debe practicar una biopsia pulmonar (videotora- El enfoque secuencial del diagnostico de las
coscopia o abierta) en los pacientes con una NII EPID se representa en la Figura 1.
que no muestran el patrón clínico y radiológico clá-
sico de la FPI. Su indicación debe valorarse en cada TRATAMIENTO
caso en particular, ya que dependerá del estado Los objetivos fundamentales del tratamiento
clínico del paciente y de las ventajas que pueda consisten en:
408 J.A. Rodríguez Portal, A. Díaz Baquero, E. Rodríguez Becerra

• Tratar las complicaciones. Por ejemplo, los


Anamnesis, exploración física pacientes con hipertensión pulmonar podrían
beneficiarse del uso de vasodilatadores, como
Estudios complementarios: son sildenafilo, iloprost y de la oxigenoterapia.
• Radiografía de tórax, análisis
sanguíneos, PFR, otros
• TACAR SEGUIMIENTO
• Fibrobroncoscopia
Con el objetivo de valorar la evolución de las
EPID y la respuesta al tratamiento, la ERS y la ATS
Diagnóstico Sin diagnóstico han elaborado unos criterios de consenso para la
sarcoidosis y la FPI, que pueden ser aplicados a las
Biopsia pulmonar
otras EPID (Tabla V).
A título orientativo, se recomienda realizar:
• Control trimestral:
Figura 1. Pauta diagnóstica de las EPID.
– Valoración de la sintomatología.
– Radiografía de tórax.
• Evitar la exposición al agente causal, esto sólo – Exploración funcional respiratoria (espiro-
es posible cuando es conocido. metría forzada, volúmenes pulmonares, DLCO
• Suprimir el componente inflamatorio de la y gasometría arterial basal).
enfermedad. Los fármacos utilizados son los • Control anual:
glucocorticoides e inmunosupresores. La dosis – TCAR.
y duración varían según el tipo de EPID. – Pruebas de esfuerzo.

Tabla V. Criterios evolutivos en el seguimiento de la FPI

Valor
• La evolución favorable y/o la buena respuesta al tratamiento se definirá por dos o más de los siguientes criterios:
– Disminución del grado de disnea o de la tos
– Disminución de las alteraciones en la radiografía de tórax y/o TCAR
– Mejoría de las alteraciones funcionales, definida por uno de estos criterios:
- Aumento superior al 10% en la FVC
- Aumento superior al 15% en la DLCO
- Disminución (A-a)O2 menor de 10 mmHg

Estabilización
• Definida por dos o más de los siguientes criterios:
– Cambio en la FVC inferior al 10%
– Cambio en la DLCO inferior al 15%
– Cambio (A-a)O2 inferior a 10 mmHg

Empeoramiento
• La evolución desfavorable se definirá por dos o más de los siguientes criterios:
– Incremento del grado de disnea o de la tos
– Aumento de las alteraciones en la radiografía de tórax y/o TACAR, especialmente la aparición de imágenes en panal
de abeja o signos de hipertensión pulmonar
• Deterioro de las alteraciones funcionales, definida por uno de estos criterios:
– Disminución superior al 10% en la FVC
– Disminución superior al 15% en la DLCO
– Aumento (A-a)O2 superior a 10 mmHg
Enfermedades intersticiales difusas del pulmón. Fibrosis pulmonar idiopática 409

Tabla VI. Criterios diagnósticos de la FPI

En pacientes con la presencia de neumonía intersticial usual en la biopsia pulmonar, deben cumplirse los
siguientes criterios:
1. Exclusión de otras causas conocidas de EPID
2. Alteraciones en la exploración funcional respiratoria: alteración ventilatoria restrictiva y/o alteración del intercambio de
gases; aumento de (A-a)O2 en reposo o en las pruebas de esfuerzo o disminución de la DLCO
3. Alteraciones típicas de la enfermedad en la radiografía de tórax o TACAR

En los pacientes sin biopsia pulmonar, deben cumplirse los siguientes 4 criterios mayores y 3 de los menores:
• Criterios mayores
1. Exclusión de otras causas conocidas de EPID
2. Alteraciones en la exploración funcional respiratoria: alteración ventilatoria restrictiva y alteración del intercambio de
gases; aumento de (A-a)O2 en reposo o en las pruebas de esfuerzo o disminución de la DLCO
3. Alteraciones típicas de la enfermedad en la TACAR
4. Ausencia de alteraciones en la biopsia transbronquial o en el lavado broncoalveolar que indiquen un diagnóstico
alternativo
• Criterios menores
1. Edad superior a los 50 años
2. Disnea de esfuerzo de comienzo insidioso, no explicada por otra causa
3. Duración de los síntomas superior a 3 meses
4. Estertores crepitantes bibasales, inspiratorios y persistentes

NEUMONÍAS INTERSTICIALES • Se han definido una serie de criterios que per-


IDIOPÁTICAS miten realizar el diagnóstico sin disponer de
Constituyen un grupo de enfermedades de etio- biopsia pulmonar con una sensibilidad del 90%
logía desconocida con características específicas. (Tabla VI). La presencia de NIU en el examen
histopatológico no es sinónimo de FPI. Existen
Fibrosis pulmonar idiopática otras enfermedades que pueden presentar esta
Se trata de un tipo de EPID con manifestación misma histopatología, tales como enferme-
histológica de neumonía intersticial usual (NIU). Es dades del colágeno, EPID asociada a fármacos,
la EPID más frecuente. Su etiología es desconocida. alveolitis alérgica extrínseca, asbestosis o el sín-
drome de Hermansky-Pudlak.
Características clínicas
Suele presentarse a partir de los 50 años, con Pronóstico
un inicio insidioso, en forma de disnea progresiva Es bastante malo, con una mortalidad del 50%
y tos seca. En la exploración física encontraremos a los 3-5 años del diagnóstico.
crepitantes tipo velcro en el 90% y acropaquias en
el 20-50% de los casos. Existe una forma de fibro- Tratamiento
sis pulmonar familiar que afecta a dos o más miem- Actualmente no disponemos de tratamientos
bros de una misma familia, con unas característi- que modifiquen el pronóstico de la enfermedad. El
cas similares pero de inicio más precoz. tratamiento con glucocorticoides (GC), de forma
• Los estudios radiológicos muestran infiltrados aislada o asociados a inmunosupresores (IS), ha
reticulares periféricos más marcados en bases sido el tratamiento más empleado en la FPI duran-
asociados con panalización y pérdida de volu- te muchos años. Esta indicación se basa en que
men de lóbulos inferiores y extensa distorsión diversos estudios han observado una mejoría sub-
arquitectural. jetiva en el 42-57% de los pacientes después del
410 J.A. Rodríguez Portal, A. Díaz Baquero, E. Rodríguez Becerra

Tabla VII. Tratamiento de la FPI los fibroblastos y la síntesis de colágeno, sin


embargo no ha demostrado eficacia terapéu-
Glucocorticoides (prednisona) tica(15).
• 0,5 mg/kg/día, v.o., 4 semanas • Pirfenidona. Este fármaco se encuentra en fase
• 0,25 mg/kg/día, 8 semanas
de ensayo clínico. Inhibe la producción de TNF-
• Disminuir la dosis hasta 0,125 mg/kg/7 días 0,25
α, TGF-β y PDGF, disminuyendo la proliferación
mg/kg/días alternos
de fibroblastos y la síntesis de colágeno in vitro
Asociar azatioprina o ciclofosfamida y mejora la fibrosis pulmonar inducida por ble-
• Azatioprina (2-3 mg/kg/día)
omicina en modelos animales(16).
• Dosis máxima: 150 mg/día
• Otros fármacos con efecto antifibrótico están
• Dosis inicial: 25-50 mg/día
• Incrementar la dosis de 25-50 mg cada 1-2 semanas
en fase de investigación. Por ejemplo: fárma-
• Ciclofosfamida (2 mg/kg/día) cos antifactor de necrosis tumoral alfa, los cua-
• Dosis máxima: 150 mg/día les no han demostrado efectividad; inhibido-
• Dosis inicial: 25-50 mg/día res de la enzima conversora de angiotensina
• Incrementar la dosis 25-50 mg cada 1-2 semanas (IECA), bloqueantes del receptor II de la angio-
N-acetilcisteína tensina (ARAII).
• 600 mg 3 veces al día • Antagonistas de la endotelina-1, la cual tiene
un efecto vasoconstrictor y estimula la prolife-
ración de fibroblastos y la síntesis de matriz
tratamiento con corticoides, aunque sólo en 12- extracelular. En la actualidad en fase de ensa-
25% de los casos se ha objetivado una respuesta, yo clínico. Un ejemplo de este tipo de fárma-
definida ésta por una mejoría funcional y radiológi- cos es el bosentán.
ca. A esta pauta de tratamiento habría que añadir • Sildenafilo (inhibidor de la fosfodiesterasa) y
la N-acetilcisteína a dosis de 600 mg 3 veces al día el epoprostenol disminuyen las resistencias
ya que ha demostrado que este tratamiento redu- vasculares pulmonares por lo que podría con-
ce el deterioro de la función pulmonar a medio plazo templarse su uso en pacientes con hiperten-
con respecto al placebo más glucocorticoides e sión pulmonar asociada a la FPI.
inmunosupresores(14). No hay evidencias de que
este tratamiento modifique la mortalidad o la espe-
ranza de vida. La pauta de tratamiento recomen- Neumonía intersticial no específica
dada por la ERS/ATS queda reflejada en la Tabla VII. (NINE)
La duración del tratamiento es variable, reco- Hace algunos años comenzó a observarse que
mendándose una pauta inicial de 3 meses, conti- algunas biopsias de pacientes con enfermedad pul-
nuándolo si existe mejoría o estabilización de la monar intersticial difusa no encajaban en ningún
enfermedad. Pacientes con poca sintomatología patrón histológico bien definido de la clasificación
pueden permanecer estables durante largos perio- clásica de neumonías intersticiales, a esto se le
dos sin tratamiento, por lo que se puede optar por denominó neumonía intersticial no específica
no iniciarlo hasta que se observe una progresión (NINE). Katzenstein dividió la NINE en tres grupos
de la enfermedad(10,11). inicialmente basándose en la intensidad del infil-
En caso de mala tolerancia a corticoides e inmu- trado inflamatorio y de la fibrosis presente en las
nosupresores, la colchicina a dosis de 0,6-1,2 biopsias pulmonares. Grupo I: inflamación inters-
mg/día puede ser una alternativa terapéutica(12,13). ticial predominante; grupo II: inflamación y fibrosis,
y grupo III: fibrosis predominante. En el estudio ini-
Otras alternativas terapéuticas: cial el 39% de los pacientes presentaban enfer-
• Interferón gamma-1b (INF-γγ). Reduce la medades asociadas, como conectivopatías (16%),
expresión de TGF-β e inhibe la proliferación de daño alveolar difuso en resolución o exposición a
Enfermedades intersticiales difusas del pulmón. Fibrosis pulmonar idiopática 411

varios agentes ambientales. Posteriormente se ha y disnea progresivas, a menudo síntomas sistémi-


comprobado que resulta de utilidad utilizar única- cos como fiebre, astenia y pérdida de peso. En algu-
mente dos grandes grupos, la NINE celular y la NINE nos casos el inicio puede ser agudo en forma de
fibrosa. insuficiencia respiratoria grave. La BOOP puede estar
El 50% de los pacientes presentan síntomas originada por numerosas causas y puede ser un
sistémicos y el 30%, acropaquias. El 60% de los hallazgo en diferentes entidades, como la neumo-
casos son de origen idiopático. nía por hipersensibilidad, la neumonía intersticial
no específica, la neumonía eosinófila o la histioci-
Hallazgos radiológicos tosis de células de Langerhans. Por otra parte, una
Los pacientes muestran una afectación bilate- amplia variedad de agentes infecciosos, tóxicos, pro-
ral más intensa en lóbulos inferiores en forma de cesos inflamatorios y enfermedades del coláge-
atenuación en vidrio deslustrado en áreas sub- no, como artritis reumatoide, lupus eritematoso sis-
pleurales. Líneas irregulares asociadas con bron- témico, polimiositis y enfermedad de Sjögren pue-
quiectasias por tracción y panalización poco fre- den originar BOOP. Es el componente más habi-
cuente. En los casos de NINE de tipo fibroso puede tual de la neumonía obstructiva por neoplasia bron-
existir un patrón en TCAR semejante al panal y en copulmonar y puede aparecer en relación con bron-
estos casos sólo la visión directa de las lesiones coaspiración. Casos de BOOP también se han visto
patológicas puede hacer una distinción con el patrón en pacientes con neoplasias hemo-linfoides, en
correspondiente de la FPI. El pronóstico depende pacientes tratadas con radioterapia por cáncer de
del grado de inflamación, aunque suele ser mejor mama, en relación con fármacos, como sales de
que el de la FPI. El tratamiento se basa en la admi- oro y amiodarona y como complicación a la inha-
nistración de glucocorticoides (prednisona), por vía lación de cocaína. En las imágenes radiológicas, se
oral a dosis de 1 mg/kg de peso (máximo, 80 mg), pueden apreciar consolidaciones uni-bilaterales, en
durante un mes, disminuyendo la dosis a razón de ocasiones migratorias y recidivantes. En el TCAR se
10 mg cada 15 días, hasta 20 mg/día, manteniendo observan áreas de consolidación del espacio aéreo
esta dosis durante dos semanas y posteriormente en el 90% de los pacientes. En el 15% pueden
se disminuirá de forma progresiva hasta 5-10 mg aparecer grandes nódulos, con márgenes irregu-
en días alternos hasta la resolución de la clínica y lares y broncograma aéreo. En menos del 5%
estabilización de pruebas funcionales. Si no hay res- puede haber cavitación o derrame.
puesta a los glucocorticoides, se añadirá azatiopri- Para el diagnóstico, se requiere la asociación
na, a las mismas dosis utilizadas en la FPI. El pro- de los datos clínico-radiológicos descritos previa-
nóstico es más variable que en la FPI y depende mente con la demostración histopatológica de neu-
fundamentalmente de la extensión de la fibrosis. monía organizada en una muestra de biopsia pul-
La mayoría permanecen estables o mejoran con el monar. El hallazgo característico es la presencia de
tratamiento aunque una minoría (generalmente yemas de tejido de granulación de aspecto mixoi-
aquellos que muestran un patrón fibroso en la ana- de en las luces de vías aéreas pequeñas, exten-
tomía patológica) progresan. diéndose a conductos alveolares y alvéolos. Su pro-
nóstico es bueno. Sin embargo la enfermedad reci-
Neumonía organizada criptogenética diva en un 50-60% de los casos y se ha observa-
(NOC) do un subgrupo de pacientes con curso agudo y
Constituye un proceso fibrosante activo que mala evolución, que requieren ventilación mecáni-
afecta preferentemente a bronquiolos distales, con- ca. Entre los casos con mayor riesgo estarían los
ductos alveolares y alveolos peribronquiales. Clási- secundarios a enfermedad inmunológica, del colá-
camente conocida como bronquiolitis obliterante geno, a fármacos y factores ambientales. Para el
con neumonía organizada (BOOP o BONO). La tratamiento se administran glucocorticoides a dosis
enfermedad presenta un inicio subagudo, con tos similares a las utilizadas en la NINE.
412 J.A. Rodríguez Portal, A. Díaz Baquero, E. Rodríguez Becerra

Neumonía intersticial aguda (NIA) Ha sido relacionada con la neumonía intersticial


La NIA es una forma rápidamente progresiva y descamativa (NID) y, de hecho, cualquier discusión
distinta de NII. Es una entidad caracterizada por la pre- acerca de la NID debe incluir también a la BR. Inclu-
sencia de daño alveolar difuso (DAD) en el parén- so se ha propuesto el término enfermedad inters-
quima pulmonar. El inicio de los síntomas es insidio- ticial pulmonar asociada al tabaco para agrupar
so, a veces como un síndrome seudogripal que puede ambas entidades. Ésta es una lesión histopatológi-
evolucionar a insuficiencia respiratoria grave con nece- ca que se encuentra en pacientes fumadores, carac-
sidad de ventilación mecánica. Fueron Hamman y terizada por la presencia de macrófagos cargados
Rich los que describieron inicialmente a cuatro pacien- de un fino pigmento en el interior de los bronquiolos
tes previamente sanos con insuficiencia respiratoria respiratorios de primero y segundo orden. Rara-
de instauración aguda que en la autopsia mostraron mente es sintomática y usualmente se asocia con
fibrosis pulmonar difusa no encuadrable en ningu- una disfunción de pequeñas vías aéreas. Sin embar-
na de las categorías descritas por Liebow. No fue hasta go, en casos poco frecuentes se presenta en forma
los años 90 en que Olson equiparó los casos de Ham- de enfermedad intersticial con sintomatología pul-
man y Rich con la descripción de la NIA. Los estudios monar evidente y anomalías de las pruebas de fun-
radiológicos muestran infiltrados alveolares bilatera- ción respiratoria y radiológicas. Es entonces cuan-
les e imagen en vidrio deslustrado. La mayoría de los do hablamos de la BR-EPIP. El cuadro clínico es
pacientes cumplen los criterios diagnósticos clínicos similar a otras EPID, aunque poco llamativo. A nivel
de SDRA: aparición aguda, PaO2/FiO2 igual o menor radiológico se aprecia un engrosamiento de las
de 200 mmHg, condensación pulmonar bilateral paredes bronquiales e imágenes en vidrio deslus-
en la radiología y presión capilar en cuña menor de trado. El TCAR encuentra nódulos centrolobulilla-
18 mmHg (cuando se puede acceder a ella) y si no res, atenuación con vidrio deslustrado y engrosa-
ninguna evidencia clínica de hipertensión en aurícu- miento de las paredes de las vías aéreas. Pueden
la izquierda. El pronóstico de la enfermedad es malo, existir áreas hiperlucentes debido a atrapamiento
con una supervivencia del 50% a los dos meses aéreo. Estos hallazgos, o similares, pueden encon-
del diagnóstico. El diagnóstico debe establecerse por trarse en individuos fumadores asintomáticos, aun-
biopsia pulmonar. En los diferentes estadios de su que los cambios son más acentuados en los pacien-
evolución, la NIA debe ser diferenciada del DAD sobre tes sintomáticos. En el LBA se aprecian macrófagos
una NIU (fase acelerada), de un DAD en pacientes hiperpigmentados. El diagnóstico debe realizarse
con colagenosis, SDRA (DAD de causa conocida), por biopsia pulmonar. Con el abandono del taba-
infección (Pneumocystis jiroveci y CMV, sobre todo), co, prácticamente se consigue la curación de la
neumonitis inducida por fármacos, neumonitis por enfermedad sin secuelas. Si persisten los síntomas
hipersensibilidad y neumonía eosinófila. No existe tra- se deben administrar glucocorticoides igual que en
tamiento probado y la mortalidad es alta (> 50%). la NINE.
La mayoría de las muertes ocurren entre 1 y 2 meses
de la aparición de la enfermedad. Los supervivientes Neumonía intersticial descamativa
pueden evidenciar recidivas y enfermedad pulmonar (NID)
intersticial difusa crónica progresiva. En el tratamien- El nombre se originó en la creencia de que la
to se administran dosis altas de glucocorticoides intra- característica fundamental de este tipo de lesiones
venosos (100-250 mg/día). era la “descamación” de las células epiteliales. Sin
embargo, ahora se conoce que en realidad se trata
Bronquiolitis respiratoria asociada de agregados de macrófagos intraalveolares. Se la
con enfermedad pulmonar intersticial considera como la fase avanzada de la BR/EPID,
difusa (BR/EPID) debido a su asociación con el tabaco y a la simili-
Está directamente relacionada con el tabaco, tud de los hallazgos anatomopatológicos. Existen
aparece en fumadores de más de 30 paquetes/año. raros casos en no fumadores, aunque queda por
Enfermedades intersticiales difusas del pulmón. Fibrosis pulmonar idiopática 413

demostrar la exposición a otros agentes ambien- torio, puede existir anemia ligera y disproteinemia
tales e incluso al tabaquismo pasivo. Las manifes- en la forma de un incremento policlonal de gamma-
taciones clínicas son similares a otras EPID, sin sín- globulinas o un pico monoclonal de IgG o IgM hasta
tomas sistémicos y en un 50% pueden existir acro- en un 80% de los pacientes. La presencia de estas
paquias. El diagnóstico diferencial histológico debe alteraciones en el proteinograma son indicadoras
hacerse con muchas patologías intersticiales pul- de la posibilidad de una enfermedad linfoprolife-
monares que muestran agregados histiocitarios rativa. Puede asociarse a otras enfermedades autoin-
intraalveolares. Por otra parte, muchos pacientes munes. Radiológicamente existen dos patrones:
con otras patologías respiratorias son además fuma- basilar, con componente alveolar, y difuso, con pana-
dores y por tanto susceptibles de presentar este lización asociada. La TCAR suele mostrar un patrón
patrón lesional. La fibrosis peribronquiolar junto en vidrio deslustrado. Pueden observarse cavida-
con la hiperplasia neumocitaria puede simular una des quísticas perivasculares o panalización peri-
NIU. Sin embargo, los cambios intersticiales en el vascular. Patrón reticular en el 50% de los casos.
caso de la NID son más difusos y uniformes y care- Pueden existir nódulos y consolidación. El 70% res-
cen de focos fibroblásticos y de panalización. Otras ponden a glucocorticoides. El 20-30% de los casos
patologías con las que es preciso realizar el diag- evolucionan a fibrosis pulmonar.
nóstico diferencial es con la histiocitosis pulmonar
de células de Langerhans, asbestosis, neumoco-
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35
Enfermedades intersticiales difusas
del pulmón. Sarcoidosis, eosinofilias,
histiocitosis X, microlitiasis alveolar,
linfangioleiomiomatosis
A. Segado Soriano, L. Sánchez Osuna, J.C. Bioque Rivera, M. Hidalgo Ramírez

SARCOIDOSIS diferentes grupos raciales y étnicos, así la sarcoi-


dosis resulta más grave en los afroamericanos, mien-
Definición tras que en los caucasianos es más probable una
La sarcoidosis es una enfermedad multisisté- presentación asintomática. La mortalidad global de
mica de etiología desconocida que se caracteriza la sarcoidosis es del 1-5%. Agrupaciones espacia-
por la presencia de granulomas epitelioides no casei- les curiosas de la enfermedad han sugerido una
ficantes en uno o más órganos. Compromete fun- transmisión persona a persona o una exposición
damentalmente al pulmón y ganglios linfáticos del común a un agente ambiental. Algunos estudios
tórax, con menor frecuencia a ojos y piel y en oca- han observado una agregación estacional en invier-
siones a otros órganos(1). Conceptualmente, ade- no y principios de primavera. Hay numerosas des-
más de su etiología desconocida, se incluyen cinco cripciones de brotes familiares de sarcoidosis. El
datos relevantes, que permiten sugerir una defini- análisis del antígeno leucocitario humano (HLA) en
ción operativa: es un proceso multisistémico, con familias afectadas sugiere que la forma de heren-
predomino de la afectación pulmonar, de carácter cia del riesgo para la sarcoidosis es probablemen-
granulomatoso, en ausencia de vasculitis y media- te poligénica(3,4). El hallazgo más destacable fue la
do inmunológicamente. Su curso es variable, desde relación con una sección en el brazo corto del cro-
asintomático con resolución espontánea hasta la mosoma 6. En otro nivel, los polimorfismos del
progresión de la enfermedad con fallo orgánico e TNF-alfa pueden condicionar la forma clínica o gra-
incluso muerte(2). vedad(3). En Europa y en Estados Unidos se han
descrito cifras de prevalencia entre 10 y 40 casos
Epidemiología por 100.000 habitantes. En España se estima que
La enfermedad muestra una predilección per- la incidencia es de 1,36/100.000 habitantes(5), sien-
manente por los adultos menores de 40 años, do la segunda causa de enfermedad intersticial por
alcanzando un pico entre los 20-29 años. En Japón detrás de la fibrosis pulmonar idiopática(3). La sar-
y Escandinavia se observa un segundo pico de inci- coidosis que cursa con eritema nudoso es clara-
dencia en mujeres mayores de 50 años. Existe una mente más frecuente en mujeres con una relación
heterogeneidad significativa en la prevalencia, pre- 3:1 pero en el conjunto de casos la frecuencia
sentación y gravedad de la enfermedad entre los entres ambos sexos es parecida. En Europa se afec-

415
416 A. Segado Soriano, L. Sánchez Osuna, J.C. Bioque Rivera, M. Hidalgo Ramírez

ta más a la raza blanca y en Estados Unidos la mayo- de inclusiones en el seno de los granulomas y de
ría son de raza negra. Es mas frecuente en no fuma- los histiocitos, como los cuerpos asteroides, los de
dores. Schaumann y los conoides. También pueden obser-
varse partículas birrefringentes de oxalato cálcico
Etiología en el seno de los granulomas. En los casos en que
La etiología de la sarcoidosis permanece des- la enfermedad progresa puede conducir a fibrosis
conocida. Tres líneas apoyan la teoría de que esta con proliferación de células mesenquimales y depó-
enfermedad se manifiesta en individuos genética- sito de productos de tejido conectivo. En algunos
mente susceptibles como resultado de la exposi- casos los granulomas se sitúan alrededor de las
ción a agentes ambientales específicos: 1) los estu- arteriolas y las vénulas, deformándolas sin ocluirlas
dios epidemiológicos; 2) la respuesta inflamatoria ni invadirlas pero pueden inducir a pensar en vas-
en la sarcoidosis, con un perfil inmunológico inicial culitis(2).
de células T helper tipo 1 (Th1) desencadenada
por un antígeno que lleva al desarrollo de un gra- Características clínicas y radiológicas
nuloma no caseificante; y 3) la implicación de estu- La forma de presentación es muy variable,
dios que hacen referencia al receptor de células T puede ser asintomática, aguda o crónica(6). Los
(RCT). La lista de posibles agentes ambientales pacientes pueden estar asintomáticos (30-60%),
aumenta continuamente; se han implicado agen- presentando sólo adenopatías hiliares y mediastí-
tes infecciosos como virus, micobacterias, mico- nicas o también afectación parenquimatosa; o pre-
plasma, Yersinia enterocolitica; agentes inorgáni- sentar manifestaciones clínicas sistémicas relacio-
cos, como aluminio, circonio, talco, berilio, y orgá- nadas con el órgano afectado. El prototipo de sar-
nicos (polen de pino). Sólo el berilio y sus sales coidosis aguda es el síndrome de Löfgren, que con-
han demostrado producir granulomas similares a siste en fiebre, artralgias principalmente en tobillos,
los encontrados en la sarcoidosis. eritema nodoso y adenopatías hiliares bilaterales
simétricas con o sin adenopatías paratraqueales
Patogenia derechas. Otra forma de presentación aguda menos
Las alteraciones inmunológicas en la reacción frecuente es el síndrome de Heerfordt (uveítis ante-
sarcoidea temprana se caracterizan por la acumu- rior, parotiditis, parálisis facial, fiebre). Alrededor de
lación de linfocitos T CD4 positivos activados y de un tercio de los pacientes presentan síntomas cons-
macrófagos en localizaciones de inflamación man- titucionales de varias semanas de evolución, como
tenida. El perfil inmunológico de las células del infil- fiebre, fatiga, pérdida de peso y sudoración noc-
trado sarcoideo sugiere que: 1) los granulomas se turna a menudo acompañados de síntomas res-
forman en respuesta a un estímulo antigénico per- piratorios. La sarcoidosis crónica, con frecuencia
sistente, que induce una respuesta inmune local recidivante, se caracteriza sobre todo por síntomas
de perfil oligoclonal mediada por linfocitos Th1 y relacionados con los órganos afectados. Las mani-
2) como consecuencia los macrófagos liberan festaciones clínicas y su frecuencia se represen-
mediadores inflamatorios lo que conduce a una tan en la Tabla I.
acumulación local de linfocitos Th1, contribuyendo Las complicaciones de la sarcoidosis intratorá-
al desarrollo de granuloma. El granuloma sarcoideo cica son: afectación vascular pulmonar, angeítis
típico, no caseificado, está constituido por un agre- necrotizante sarcoidea (considerada como un varian-
gado de células epiteloides de origen histiocitario, te de las sarcoidosis, caracterizada por confluen-
salpicado por algunas células multinucleadas gigan- cia de granulomas no caseificantes asociados con
tes de tipo Langerhans, algunos linfocitos y otras vasculitis granulomatosa que afecta a arterias y vena,
células inflamatorias. Sus bordes son generalmen- con buen pronóstico), estenosis bronquial, afec-
te bien delimitados y a menudo están rodeados tación pleural y micetomas. Hay casos de sarcoi-
por una zona de fibroblastos. Puede haber una serie dosis en hepatitis C al tratarla con interferón y hay
Enfermedades intersticiales difusas del pulmón… 417

Tabla I. Manifestaciones clínicas de la sarcoidosis

Órgano Frecuencia (%) Manifestaciones clínicas

Pulmón > 90 Asintomáticos, síntomas de EPID, hiperreactividad bronquial (20%), tos,


disnea y dolor torácico

Nariz y senos 2-18 Obstrucción nasal, destrucción palatina

Sistema linfático 30 Adenopatías generalizadas o localizadas

Hígado < 10 Sin síntomas (40-70%), hepatomegalia (< 20), alteraciones de función
hepática (colestasis) e hipertensión portal

Bazo Raro Esplenomegalia (< 5%) sin síntomas

Corazón 5-10 Arritmias, alteraciones de la conducción, miocardiopatía, insuficiencia cardiaca

Ojos 20-35 Uveítis anterior (aguda), uveítis posterior (crónica), coriorretinitis, neuritis
óptica, glaucoma, conjuntivitis

Piel 25 Eritema nudoso (agudo), alopecia, lupus pernio (crónico)

Síndrome nervioso < 10 Parálisis facial (síndrome de Heerfordt), meningitis aséptica, masa cerebral,
polineuropatía, diabetes insípida, mononeuritis múltiple

Riñón y metabolismo 2-10 Hipercalcemia, hipercalciuria, nefrolitiasis, nefrocalcinosis

Glándulas salivales 6 Parotiditis (síndrome de Heerfordt)

Osteoarticular <5 Artralgias, lesiones quísticas, óseas, poliartritis, miopatía

Tabla II. Estadios de la sarcoidosis pulmonar

Estadio Alteraciones radiográficas Frecuencia (%)

0 Normal 5-10
I Adenopatías hiliares bilaterales con o sin adenopatías paratraqueales derecha 50
II Estadio I más infiltrados pulmonares 25

III Infiltrados pulmonares sin afectación ganglionar 15

IV Fibrosis (panal de abejas), retracción hiliar, bullas, quistes 5-10

pacientes VIH que al ser tratados presentan sar- Los dos hallazgos más característicos de la radio-
coidosis de novo(2). grafía de tórax son las adenopatías hiliares simé-
La hipertensión pulmonar arterial (HAP) puede tricas acompañadas de infiltrado intersticial nodu-
ocurrir en el 1-5% de los pacientes con sarcoido- lar, éstos sirven para la estadificación de la enfer-
sis; y en su tratamiento el papel de los vasodilata- medad (Tabla II). La radiografía de tórax es anó-
dores no está del todo establecido aunque se ha mala en el 95% de los casos, en el 5-10% puede
conseguido repuesta en algunos casos(7). La afec- mostrar un estudio sin alteraciones al comienzo de
tación pleural clínicamente significativa aparece en la enfermedad. La linfadenopatía es la manifesta-
el 2-4% de los pacientes con neumotórax como ción más frecuente (80%); puede ser bilateral
consecuencia de rotura de bullas o necrosis de gra- hiliar/paratraqueal, los ganglios se pueden calcifi-
nulomas subpleurales. car a veces en forma de cáscara de huevo. A los
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dos años pueden desaparecer, pero pueden per- cidad del 94%. La gammagrafía pulmonar con Ga67
sistir durante muchos años. La afectación pulmo- no tiene interés para la evaluación de la enferme-
nar puede aparecer en forma de: opacidades reti- dad. La PET detecta aumento de la actividad meta-
culonodulares (90%), sobre todo apicales, nódu- bólica en paciente con sarcoidosis pulmonar y
los grandes en el espacio aéreo con broncogra- puede jugar un papel en la identificación de activi-
ma aéreo (sarcoidosis alveolar),y crónica en forma dad extrapulmonar (p. ej., cardiaca). Se acepta un
de fibrosis en las zonas media y superior del pul- diagnóstico de alta probabilidad en las siguientes
món. Otras manifestaciones radiológicas pueden situaciones: a) síndrome de Löfgren y b) cuadro cli-
ser la formación de quistes en el lóbulo superior, nicorradiológico compatible con un cociente
linfadenopatías atípicas y enfermedad unilateral con CD4/CD8 ≥ 3,5 en el LBA(4).
lesiones cavitarias o derrame pleural. La TACAR es La respuesta a las pruebas cutáneas de hiper-
orientativa para el diagnóstico, ya que confirma la sensibilidad retardada está disminuida durante los
presencia de adenopatías y, cuando hay infiltrados periodos de actividad. Una enzima conversora de
pulmonares, son característicos los patrones nodu- angiotensina ligeramente elevada nunca es diag-
lillar y reticulonodulillar de distribución subpleural nóstica, se encuentra elevada en el 30-80% de
y broncovascular. Los granulomas sarcoideos tie- pacientes y puede ser un marcador de la carga total
nen una distribución típica a lo largo de los haces de granulomas. A todos los pacientes se recomienda
broncovasculares y subpleurales, lo que se conoce realizar hemograma, bioquímica con calcio, enzi-
como distribución perilinfática, de predomino en mas hepáticas, creatinina, BUN, análisis de orina,
campos medios y superiores. También podemos ECG, examen oftalmológico, tuberculina.
encontrar nódulos grandes, aérea de opacidades La exploración funcional respiratoria es útil para
en vidrio deslustrado, afectación de la vía aérea, determinar el grado de afectación funcional, el pro-
masas o conglomerados de predominio superior. nóstico y el seguimiento y la valoración del trata-
Las enfermedades con las que hay que hacer un miento. Lo más característico es la existencia de un
diagnóstico diferencial radiológico son la linfangitis patrón restrictivo y una disminución más modera-
carcinomatosa, silicosis y neumoconiosis del mine- da de la difusión.
ro de carbón.
Pronóstico
Diagnóstico Es muy variable, con una tendencia de la enfer-
El diagnóstico de sarcoidosis necesita un cua- medad a regresar o aumentar, tanto espontánea-
dro clínico compatible, la demostración histológica mente como en respuesta al tratamiento. En el sín-
de un granuloma no caseificante y la exclusión de drome de Löfgren la remisión espontánea se obser-
otras causas que pueden ocasionar enfermedades va en el 85% de los casos. En la sarcoidosis pul-
granulomatosas, como infecciones por micobacte- monar el pronóstico depende del estadio radio-
rias, hongos, enfermedades autoinmunes o tras- gráfico: estadio I, remisión en el 85% de los casos
torno por inhalación. en los dos años siguientes al diagnóstico; en el esta-
Se debe valorar la extensión y gravedad de la dio II, en el 40-70%; en el estadio III, en el 10-20%;
afectación de órganos, si la enfermedad es estable estadio IV, en el 0%. Los factores de mal pronós-
o progresiva. En presencia de un cuadro clínico tico incluyen: lupus pernio, uveítis crónica, edad de
compatible, el primer paso es elegir la zona para inicio > 40 años, hipercalcemia crónica, nefrocal-
practicar la biopsia. La biopsia transbronquial es la cinosis, raza negra, sarcoidosis pulmonar progresi-
más útil para la demostración de los granulomas va, afectación de la mucosa nasal, lesiones óseas
por su alta sensibilidad (80-90%). El LBA mues- quísticas, neurosarcoidosis, afectación miocárdica
tra linfocitosis con aumento del cociente linfocitos e insuficiencia respiratoria crónica(4).
T CD4/CD8. Un cociente CD4+/CD8+ > 3,5 es Se aconseja seguir la evolución hasta tres años
muy característico de sarcoidosis con una especifi- después de la remisión o de la finalización del tra-
Enfermedades intersticiales difusas del pulmón… 419

Tabla III. Tratamiento: fármacos alternativos a los glucocorticoides

Fármaco Dosis Indicaciones

Antipalúdicos
• Cloroquina 250-750 mg/día (2 meses) y luego Sarcoidosis cutánea grave
250 mg/día (< 4 meses) Neurosarcoidosis
• Hidroxicloroquina 200-400 mg/día (< 9 meses) Sarcoidosis pulmonar

Inmunodepresores
• Metotrexato 10-25 mg/semana Reducción de la dosis de glucocorticoides
• Azatioprina 50-150 mg/día (máx. 3 mg/kg) Sarcoidosis crónica refractarias a glucocorticoides
• Ciclofosfamida 50-150 mg/día (máx. 3 mg/kg)

tamiento, ya que en el 10% de los casos se obser- tener la dosis efectiva. Los glucocorticoides inhala-
va recidiva. dos están indicados en la hiperreactividad bronquial
y como terapéutica de mantenimiento en pacien-
Tratamiento te con sarcoidosis leve tratados inicialmente con
El tratamiento inicial consiste en la administra- corticoides orales.
ción de glucocorticoides. No existe consenso res- En la sarcoidosis pulmonar crónica y en la extra-
pecto al inicio, duración, dosis e indicaciones. No pulmonar grave se han utilizado otros fármacos
obstante, como resultado de estudios controla- como antipalúdicos (de primera línea en sarcoido-
dos se deducen pautas más o menos uniformes. sis cutánea y nasal grave e hipercalcemia) e inmu-
Los esteroides orales mejoran la radiografía del nosupresores, sobre todo metotrexato y azatiopri-
tórax, síntomas y espirometría durante más de 6- na, que también se han usado como ahorradores
24 meses. No hay ningún dato más allá de los 2 de corticoides(9). Pero existen pocas pruebas en
años que indique si modifican la progresión de la ensayos clínicos controlados de que los fármacos
enfermedad a largo plazo(8). Su indicación está bien citotóxicos e inmunosupresores sean beneficiosos.
definida en la sarcoidosis extrapulmonar grave, prin- Fármacos más recientes, como el infliximab y la tali-
cipalmente en las afecciones cardiaca, neurológi- domida, han demostrado un efecto prometedor(10).
ca, ocular, hepática, muscular, cutánea e hipercal- En la Tabla III se especifican las dosis recomenda-
cemia. En la sarcoidosis pulmonar en el estadio I das de estos fármacos.
no está indicado el tratamiento. En los estadios II y El trasplante pulmonar es el último recurso para
III se instaura tratamiento si hay sintomatología y/o pacientes que acaban desarrollando insuficiencia
alteraciones funcionales respiratorias; si no existe respiratoria; el parámetro que mejor sugiere un mal
sintomatología o alteraciones funcionales, el trata- pronóstico es la hipertensión pulmonar(7). Se han
miento debe iniciarse a los 6 meses del diagnós- descrito casos de recurrencias de sarcoidosis en los
tico si persisten los infiltrados intersticiales o cuan- pulmones trasplantados.
do existan signos de progresión de la enfermedad.
En el estadio IV deben tratarse todos los pacientes. EOSINOFILIAS PULMONARES (EP)
La dosis inicial es de 30-40 mg/día de prednisona
durante un mes, que se disminuye de forma pau- Introducción
latina hasta una dosis de 7,5-10 mg/día en un perio- Las EP agrupan un conjunto heterogéneo de
do de 6 meses. Es recomendable que la duración enfermedades que tienen en común la asociación
del tratamiento sea de al menos 12 meses. En el de infiltrados pulmonares y eosinofilia en sangre
estadio IV la dosis inicial es de 1 mg/kg. Las recaí- periférica o en pulmón. Las principales entidades
das obligan a modificar o reiniciar la pauta y man- nosológicas se recogen en la Tabla IV.
420 A. Segado Soriano, L. Sánchez Osuna, J.C. Bioque Rivera, M. Hidalgo Ramírez

Tabla IV. Clasificación de las eosinofilias pulmonares Idiopáticas

Idiopáticas Eosinofilia pulmonar simple o


• Eosinofilia pulmonar simple (síndrome de Löffler) síndrome de Löffler
• Neumonía eosinófila crónica Es una alteración que puede afectar a cualquier
• Neumonía eosinófila aguda
edad, de causa oculta en un tercio de los pacien-
• Síndrome hipereosinofílico
tes y relacionada en los 2/3 restantes con exposi-
De causa conocida ción a fármacos o parásitos (Ascaris lumbricoides).
• Parásitos (Ascaris lumbricoides, Toxocara) Cursa con escasa o nula clínica, predominando la
• Fármacos tos seca, disnea, febrícula y a veces hemoptisis aun-
• Hongos (aspergilosis broncopulmonar alérgica) que autolimitada entre 1-2 semanas(11). En la ima-
• Asociadas a vasculitis: gen radiográfica se observan infiltrados alveoloin-
– Síndrome de Churg-Strauss
tersticiales que a veces se agrupan parahiliarmen-
– Granulomatosis de Wegener
te(12). Se produce eosinofilia sanguínea, que suele
– Panarteritis nudosa
ser más elevada tras los síntomas respiratorios y
• Otras:
también en el esputo.
– Asociadas a enfermedades infecciosas
Tiene buen pronóstico, con resolución del infil-
(histoplasmosis, coccidiomicosis)
trado y la eosinofilia en pocas semanas, sin que se
– Asociadas a neoplasias (enfermedad de Hodgkin)
requiera habitualmente tratamiento con corticoides.
Para la parasitosis por Ascaris se usa mebendazol
(100 mg/2 veces al día/3 días) o piperazina (4 g
La clínica varía, desde formas paucisintomáti- en dosis única)(11).
cas en las que predominan síntomas como fie-
bre, sudoración, disnea, tos seca o pérdida de peso, Neumonía eosinófila crónica
hasta otras de progresión hacia la insuficiencia res- Se trata de una entidad de causa desconocida
piratoria fatal. que afecta predominantemente a mujeres de media-
La exploración complementaria evidencia en na edad, no fumadoras y con antecedentes se asma
la mayoría de pacientes cifras por encima de en más del 50% de los casos(11,12), atopia en 2/3
350/uL de eosinófilos en sangre, un descenso de de ellos(13) y rinitis alérgica y/o poliposis nasal. La
la transferencia de CO y un patrón ventilatorio res- clínica es subaguda o crónica con malestar general,
trictivo en la espirometría excepto en la enferme- fiebre, disnea, sibilancias, tos o pérdida de peso. En
dad de Churg-Strauss y la aspergilosis broncopul- la Rx de tórax se dibujan infiltrados pulmonares bila-
monar alérgica (ABPA) en las que es de tipo obs- terales periféricos en campos superiores y medios
tructivo. Tanto la radiografía (Rx) de tórax como a modo de “negativo” del edema agudo de pulmón
la TAC de alta resolución (TACAR) muestran infil- en un 50% de pacientes e incluso derrame pleural
trados alveolares multifocales distribuidos por la bilateral. En la TAC se pueden observar además ade-
periferia del pulmón, recurrentes y de predominio nopatías mediastínicas en la mitad de los casos(12,14).
en lóbulos superiores. Están elevadas las cifras de IgE y hay leucocitosis
Las cifras elevadas de eosinófilos también se con eosinofilia en un 90% y en el esputo en un
pueden obtener en casos de actividad de la enfer- 50% de pacientes(13,14). Las pruebas funcionales res-
medad en el lavado broncoalveolar (BAL) duran- piratorias expresan un patrón ventilatorio restrictivo,
te la fibrobroncoscopia. Generalmente con los hipoxemia, disminución de la difusión y aumento
hallazgos clínicos, radiológicos y del BAL es sufi- del gradiente alveolo-arterial de oxígeno.
ciente para llegar al diagnóstico y no se requiere Al diagnóstico de sospecha se llega habitual-
realizar biopsia transbronquial (BTB) salvo casos mente a través una clínica sugestiva y las lesiones
inciertos. radiográficas y a la confirmación por la eosinofilia
Enfermedades intersticiales difusas del pulmón… 421

del 30-50%(12) en el BAL y los infiltrados eosinófi- La evolución suele ser buena sin recaídas, con
los con zonas de bronquiolitis(14) en la BTB. La biop- ocasionales remisiones espontáneas y con mejo-
sia, que no es obligatoria para el diagnóstico, mues- ría funcional tras el tratamiento corticoideo. Los este-
tra acúmulo de histiocitos y eosinófilos en parén- roides se usan a dosis de 60-125 mg/6 h de pred-
quima e intersticio, con neumonía organizada y nisona o metil-prednisolona hasta la mejoría, con
fibrosis(15). El tratamiento esteroideo debe mante- mantenimiento de 40-60 mg/día durante 2-4 sema-
nerse durante largo tiempo para evitar la recidiva. nas y posterior reducción progresiva hasta la supre-
La dosis de inicio es de 40-60 mg/día para redu- sión.
cir lentamente hasta su supresión total o para dejar
la mínima dosis eficaz que evite la recaída. Síndrome hipereosinofílico idiopático
Aunque no suele ser habitual la remisión espon- Es un una forma rara de EP, de causa incierta
tánea, el pronóstico suele ser excelente con los cor- con mal pronostico sin tratamiento. Se presenta
ticoides. Sin embargo puede haber casos de pro- con un claro predominio masculino (7/1), en eda-
gresión hasta la insuficiencia respiratoria aguda grave des medias de la vida y se caracteriza por una afec-
con necesidad de ventilación mecánica. tación multiorgánica en el contexto de una consi-
derable eosinofilia en sangre periférica (> 1.500
Neumonía eosinófila aguda células/µL) durante más de 6 meses una vez des-
Es la forma más grave de las EP. De naturale- cartadas otras causas. Se apunta como posible
za idiopática, afecta a personas sanas sin predo- mecanismo fisiopatológico una alteración en la pro-
minio de sexo y suelen ser jóvenes. Se ha relacio- liferación clonal de eosinófilos o linfocitos(13,15,16).
nado este síndrome con el inicio del consumo de La afectación pulmonar, observada hasta en un
tabaco y con la exposición al polvo de renovación 40-50% de los casos(12-14), se manifiesta con tos
de interiores o incluso al que se produjo tras el ata- seca, malestar general, sudoración nocturna y pér-
que al World Trade Center de Nueva York(15). Los dida de peso que puede evolucionar hacia distrés
afectados de forma aguda debutan con síntomas respiratorio. Las imágenes del tórax son de infil-
como fiebre elevada, tos seca, disnea, artromial- trados nodulares bilaterales, periféricos y fugaces,
gias, dolor torácico e hipoxemia que pueden evo- signos de hipertensión pulmonar, fibrosis y derra-
lucionar a insuficiencia respiratoria que requiera me pleural. Además, en el TACAR se visualiza un
ingreso en UCI. En la auscultación se perciben cre- patrón en “vidrio deslustrado”.
pitantes secos “tipo velcro” en más del 80% de los Los eosinófilos aumentan en el BAL hasta un
casos(14) y sibilancias. 70% cuando hay afectación pulmonar. Anatomo-
Analíticamente destacan leucocitosis pero leve patológicamente los hallazgos son de infiltrados
o nula eosinofilia y un aumento considerable de la eosinofílicos intersticiales con áreas de necrosis, sin
IgE. Los eosinófilos están incrementados en un 20- vascultis y evolución hacia la fibrosis.
50% en el BAL(11,12,14) así como los linfocitos y poli- La afectación cardiaca es la mayor responsable
morfonucleares (PMN), datos muy sugestivos de de la morbimortalidad y cursa con insuficiencia car-
este diagnóstico. diaca, fibrosis endomiocárdica, miocardiopatía res-
La radiografía muestra infiltrados intersticiales trictiva, trombos intracavitarios y valvulopatías. Otras
finos, simétricos, no periféricos, con líneas B de Ker- afectaciones orgánicas son: anemia, trombocito-
ley, que se tornan en alveolo-intersticiales difusos penia, hepatoesplenomegalia, cambios neuropsi-
y confluentes. El derrame pleural bilateral es fre- quiátricos, neuropatías, accidentes vasculares cere-
cuente(13). Hay hipoxemia, un patrón ventilatorio brales, artromialgias, episodios tromboembólicos,
restrictivo y descenso de la difusión. Salvo para el insuficiencia renal, alteraciones dérmicas y gas-
diagnóstico diferencial no se precisa la toma de trointestinales.
muestra histopatológica, la cual exhibirá infiltración Sólo la mitad de los pacientes responden al tra-
eosinófila y daño alveolar difuso(14). tamiento. Se usa prednisona a dosis de 1 mg/kg/día
422 A. Segado Soriano, L. Sánchez Osuna, J.C. Bioque Rivera, M. Hidalgo Ramírez

hasta mejoría del paciente para después reducir y del parásito o sus huevos en esputo, líquido pleu-
mantener 1 año con dosis mínima en días alternos. ral, BAL o biopsia. En cuanto al tratamiento, están
Si no hay respuesta se usa hidroxiurea a dosis de contraindicados los corticoides por el riesgo de dise-
0,5 mg-1,5 g/día(12). Para los episodios trombo- minación de la infección y se usan derivados anti-
embólicos se usa anticoagulación. Se ha utilizado parasitarios específicos (mebendazol en Ascaris).
también busulfán, ciclofosfamida, azatioprina, ciclos-
porina A, interferón, vincristina, etopóxido, anti IL- MICROLITIASIS ALVEOLAR (MA)
5, trasplante de médula ósea y, recientemente, ima-
tinib. La supervivencia ha mejorado y suele ser del Definición, patogenia y epidemiología
70% a los 10 años(13). La MA es un raro desorden de oscura etiología,
caracterizado por el depósito intraalveolar de unas
De causa conocida formaciones esféricas de fosfato cálcico conocidas
como calcosferitas o microlitos, sin alteración del
Fármacos calcio o del fósforo en sangre. Puede ser esporádi-
Los fármacos representan una de las causas ca, pero un 50-70% de los pacientes presentan un
más frecuentes de EP y son múltiples los que pue- componente familiar. Se hereda un defecto enzi-
den ocasionarla. Los principales implicados son los mático local de forma autosómica recesiva(17), actual-
AINES y antibióticos(12). mente relacionado con un gen transportador del
La presentación clínica es variable, cursando fosfato sódico en las células alveolares(18,19).
desde síntomas leves como febrícula, tos y disnea, Afecta a adultos jóvenes de ambos sexos y
junto a infiltrados pulmonares fugaces, hasta agra- es muy prevalente en Turquía donde se han des-
vamiento con insuficiencia respiratoria, neumoni- crito una gran mayoría de casos.
tis, hipertensión arterial pulmonar y fibrosis. No obs-
tante, la afección suele remitir al abandonar el fár- Manifestaciones clínicas y
maco sin necesidad de corticoides. radiológicas. Diagnóstico
Hay dos síndromes destacados de eosinofilia Hay una clara disociación clínico-radiológica con
y afectación pulmonar en este apartado como son poca expresión clínica frente a una abundante
el denominado síndrome de mialgias con eosino- semiología radiológica. La clínica es de disnea, tos
filia que se produce por consumo de derivados de seca, hemoptisis o dolor torácico y en la ausculta-
L-triptófano y el síndrome de aceite tóxico secun- ción se aprecian crepitantes bibasales.
dario a la ingestión de aceite de colza adulterado. La radiología es casi patognomónica y suele ser
suficiente para el diagnóstico. Consiste en micro-
Parásitos calcificaciones en forma de “arena”, bilaterales y con
Los principales parásitos involucrados en el de- predominio en campos inferiores. Otro hallazgo
sarrollo de EP son Ascaris lumbricoides, Toxocara, muy sugestivo es el signo de la “pleura negra” (ocu-
Anquilostoma y Strongiloides, siendo el primero el pación de los bordes cardiaco y diafragmático y
más frecuente en humanos y el relacionado con aumento de la luminiscencia entre parénquima y
la etiología del síndrome de Löffler. Predomina en arcos costales(17). En la TAC además se añaden
estas infecciones la patología gastrointestinal, sien- hallazgos como opacidades en “vidrio deslustrado”
do más rara la enfermedad pulmonar que suele ser y microquistes. El diagnóstico se confirma en casos
propia de huéspedes inmunocomprometidos. Los dudosos con la presencia de microlitos en esputo,
síntomas debutan de manera insidiosa o como hiper- BAL o biopsia pulmonar.
reactividad bronquial, confundida a veces con asma
bronquial, a lo que se añaden infiltrados pulmona- Pronóstico y tratamiento
res recurrentes y eosinofilia sanguínea. Para llegar El pronóstico es variable desde escasa afecta-
al diagnóstico se necesita demostrar la presencia ción durante años hasta progresión hacia la insu-
Enfermedades intersticiales difusas del pulmón… 423

ficiencia respiratoria, el cor pulmonale o la fibro- infiltrado celular en forma de nódulos de hasta 1,5
sis. Aparte del tratamiento de sostén, se han usado cm, pobremente delimitado y con frecuencia pre-
sin éxito tratamientos como corticosteroides, difos- sentan una cavitación central. Aunque los infiltra-
fonatos, quelantes del calcio, BAL terapéutico, etc., dos nodulares pueden regresar, con más frecuen-
y solo el trasplante pulmonar en casos avanzados cia la lesión avanza, depositándose fibras coláge-
parece ser una alternativa válida. nas y apareciendo extensa fibrosis con formación
de quistes de tamaño variable.
HISTIOCITOSIS DE CÉLULAS
DE LANGERHANS (HCL) Características clínicas y radiológicas
La clínica es inespecífica. Hasta en un 25% de
Definición y epidemiología los casos cursan de forma asintomática. En los
La HCL es una enfermedad multisistémica, de pacientes sintomáticos, el curso de la enfermedad
etiología desconocida, con diversos perfiles clínicos suele ser insidioso y los síntomas más frecuentes
según edad y el grado de extensión, caracterizada son: tos no productiva, disnea, síndrome constitu-
por la proliferación monoclonal y la infiltración de cional, fiebre, dolor torácico, hemoptisis, dolores
distintos órganos por células de Langerhans (CL: óseos. El dolor torácico puede estar en relación con
célula diferenciada de la línea monocito-macrófa- la afectación granulomatosa ósea o con la presencia
go, que con microscopia electrónica muestra las de neumotórax espontáneo que aparece en un
clásicas estructuras citoplasmáticas pentalaminares 25% de los pacientes y puede ser recurrente(20-22).
denominadas cuerpos X o gránulos de Birbeck). La Entre las manifestaciones extrapulmonares se obser-
HCL engloba la forma aguda o enfermedad de Let- van: lesiones óseas osteolíticas en cráneo, costillas
terer-Siwe, que afecta a lactantes con evolución o pelvis en el 20%, cutáneas, ganglionares; un
rápidamente progresiva; la enfermedad de Hand- hallazgo infrecuente es la diabetes insípida (20%).
Schüller-Christian que aparece en la niñez-adoles- En la Rx de tórax muestra infiltrados intersticiales
cencia, caracterizada por la tríada de diabetes insí- con pequeños quistes aéreos de predominio api-
pida, exoftalmos y lesiones osteolíticas múltiples en cal, los pulmones presentan un volumen normal o
el cráneo; y la histocitosis X, también denomina- incluso aparecen hiperinsuflados. En la TACAR se
da granuloma eosinófilo o granulomatosis de CL observa la combinación de múltiples quistes y nódu-
de localización preferente pulmonar como forma los, de paredes bien definidas, con distribución difu-
tardía del adulto(20). sa de predominio en zonas medias y superiores.
La HCL pulmonar afecta a adultos jóvenes En la función pulmonar la alteración más frecuen-
(incidencia máxima entre la 2ª y la 4ª décadas). te (70-90%) es el descenso de la DLCO y patrón
La asociación con el hábito tabáquico es muy estre- obstructivo(20).
cha (más del 95% de los pacientes son o han
sido fumadores). La raza caucasiana es la más Diagnóstico
afectada. Junto a clínica y radiología, el diagnóstico tisu-
lar es indispensable, la biopsia pulmonar abierta
Histopatogenia es la prueba gold standard, aunque la broncos-
El hallazgo de células de Langerhans en el teji- copia con lavado broncoalveolar y biopsia trans-
do pulmonar es característico de la HCL pero no bronquial puede ser suficiente; la presencia de
exclusivo y es posible encontrarlas en fumadores, más de un 3-5% de células de Langerhans con-
fibrosis pulmonar y carcinoma bronquioloalveolar. firma el diagnóstico, su identificación se facilita por
En la histocitosis dichas células aparecen agrupa- tinción inmunohistoquímica para la proteína S-
das en racimos y número superior. En estadios ini- 100 y el antígeno CD1A, así como la demostra-
ciales de la enfermedad, las lesiones tienen distri- ción por microscopía electrónica de los gránulos
bución broncovascular; posteriormente aparece un de Birbeck(20).
424 A. Segado Soriano, L. Sánchez Osuna, J.C. Bioque Rivera, M. Hidalgo Ramírez

Pronóstico y tratamiento fina, sobre todo basales, de hasta 6 cm de diá-


El pronóstico es variable, puede resolverse metro. La función pulmonar es normal al inicio y
espontáneamente, permanecer estable o evolu- posteriormente patrón obstructivo o mixto con
cionar a fibrosis pulmonar. La sintomatología y las aumento de volúmenes pulmonares. Existe una dis-
alteraciones funcionales y radiográficas pueden minución de la tolerancia al ejercicio(26,27).
mejorar con el abandono del hábito tabáquico(21). Existe una frecuente asociación de hasta un
El tratamiento consiste en el abandono del tabaco. 60% de los casos con angiolipomas renales, y en
Los glucocorticoides, en las dosis recomendadas el 25% de los casos se asocia la linfangioleiomio-
para otras EPID, pueden ser eficaces en estadios matosis con la esclerosis tuberosa, caracterizada
iniciales de la enfermedad. EN estadios finales por hamartomatosis multiorgánica(25-27).
puede precisar transplante pulmonar.
Diagnóstico y pronóstico
LINFANGIOLEIOMIOMATOSIS (LM) El diagnóstico definitivo es histológico, siendo
posible en las biopsias transbronquiales. Es tam-
Definición y epidemiología bién aceptado su diagnóstico ante la clínica en una
Se trata de una enfermedad “rara”, multisisté- mujer joven con TACAR compatible y, sobre todo,
mica, de etiología no aclarada, casi exclusiva de si existe asociación con angiolipomas renales.
mujeres en edad fértil y con participación hormo- La evolución y pronóstico son variables, sien-
nal en su patogenia. Su incidencia oscila entre 1- do generalmente una lenta progresión hasta la insu-
2 casos por millón de habitantes y su prevalencia ficiencia respiratoria, no existiendo remisiones com-
es del 1% de EPID en series publicadas, como la pletas ni espontáneas ni con tratamiento, pero sí
RENIA(23,24) con un 0,67%. Aparece en la cuarta periodos más prolongados de estabilización(25,27).
década de la vida y en algún caso postmenopáu-
sico con tratamiento estrogénico. Tratamiento
No hay datos definitivos sobre el tratamiento
Etiopatogenia e histología ideal ni estudios aleatorizados. No se recomiendan
Histológicamente existe una proliferación de nie el embarazo ni los viajes en avión. La terapia hor-
células musculares lisas alrededor de bronquíolos monal no parece tener un papel claro, siendo los
terminales, arteriolas, vénulas y linfáticos, junto con mejores resultados los obtenidos con medroxipro-
presencia de lesiones quísticas difusas. La prolife- gesterona 400-800 mg al mes i.m., durante un año.
ración muscular lisa se tiñe de forma selectiva con No se recomienda el tamoxifeno, ni danazol, y la
el anticuerpo monoclonal HMB-45, lo que facilita ooforectomía no ha demostrado mejoría. Por ello
su diagnóstico, incluso en muestras de biopsia trans- otros autores propugnan medidas de mantenimiento
bronquial(25). Existe una relación con la mutación del con β2-agonistas, tratamiento de los neumotórax
gen del complejo de la esclerosis tuberosa 2 (TSC2). o quilotórax y el trasplante pulmonar en fases avan-
zadas. La supervivencia en la LAM oscila desde el
Características clínicas y radiológicas 41-90% a los 10 años del diagnóstico, correlacio-
La clínica típica es la presencia de disnea, junto nándose un peor pronóstico a la DLCO baja, peor
a la aparición de neumotórax (2/3 de los pacien- tolerancia al ejercicio y predominio de proliferación
tes lo presentan a lo largo de su evolución), y la de células frente al predominio de quistes(25-27).
presencia de tos seca persistente. Menos frecuen-
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36
Manifestaciones pulmonares
de las enfermedades del tejido
conectivo. Enfermedades
intersticiales difusas del pulmón
secundarias: alveolitis alérgica
extrínseca. Vasculitis
A. Falces Sierra, C. Maza Ortega

MANIFESTACIONES PULMONARES DE LAS Pleuritis reumatoide


ENFERMEDADES DEL TEJIDO CONECTIVO Es la manifestación clínica más frecuente (20%
de los casos –40 al 75% en necropsias–). Predo-
Las enfermedades del tejido conectivo son un mina en varones mayores de 40 años con brotes
grupo heterogéneo de enfermedades mediadas de artropatía y en pacientes con nódulos subcutá-
inmunológicamente con manifestaciones pulmo- neos. La clínica oscila desde la ausencia de sínto-
nares que pueden preceder a las sistémicas (Tabla mas hasta la típica del derrame pleural. El líquido
I). Asocian una incidencia aumentada de neumo- pleural se caracteriza por ser un exudado con pH
nías de la comunidad y secundarias a la inmuno- bajo y glucosa baja (Tabla II). Puede resolverse
depresión ocasionada por los tratamientos. Histo- espontáneamente o persistir durante semanas evo-
lógicamente se distinguen diferentes cuadros pre- lucionando a fibrotórax o seudoquilotórax.
dominando: afectación intersticial (neumonía
intersticial usual, neumonitis intersticial linfocítica, Nódulos necrobióticos (reumatoides)
bronquiolitis obliterante), vascular (hipertensión Es la única manifestación pulmonar específica
pulmonar idiopática o enfermedad tromboembóli- de la AR. Equivalen a los nódulos subcutáneos y
ca), nódulos parenquimatosos, bronquiolitis y son más frecuentes en varones con factor reuma-
derrame pleural. toide (FR) positivo. Clínicamente son asintomáti-
cos salvo que su ruptura produzca hemoptisis, neu-
ARTRITIS REUMATOIDE (AR) motórax o derrame pleural. La TC torácica muestra
Es una artropatía inflamatoria simétrica de pre- nódulos de tamaño variable, únicos o múltiples,
dominio en sexo femenino con abundantes mani- que pueden cavitarse y cambiar su localización.
festaciones extraarticulares entre las que se inclu- Debe hacerse el diagnóstico diferencial con pro-
yen diferentes procesos pulmonares: cesos malignos o infecciosos. Existe la asociación

427
428 A. Falces Sierra, C. Maza Ortega

Tabla I. Autoinmunidad en enfermedades del tejido conectivo

Artritis reumatoide Factor reumatoide +

LES ANA +: anti DNA doble cadena (ds) y anti Sm


Esclerodermia Anti Scl 70 (antitopoisomerasa I, antinucleolares y anticentrómero)
Enfermedad mixta tejido conectivo Anti RNP U1
Síndrome de Sjögren Anti Ro (SSA), anti La (SSB)
Polimiositis Anti Jo-1 y anti ribonucleoproteínas

Tabla II. Diagnóstico de las manifestaciones pulmonares

Historia clínica detallada y exámenes de laboratorio con autoinmunidad que orientarán acerca del origen del cuadro

Radiología
• Rx simple de tórax: para diagnóstico sindrómico (nódulos, EPID, derrame pleural)
• TC (TACAR). Es la prueba radiológica con más sensibilidad

Broncoscopia
• Lavado broncoalveolar (LBA): orienta el diagnóstico en la EPID y la actividad inflamatoria de la misma:
– AR: subclínica: linfocitosis, macrófagos, TNFα; sintomáticos; neutrófilos y eosinófilos
– LES: asintomáticos: alveolitis de predominio linfocítico; sintomáticos: neutrófilos
– Esclerodermia: neutrófilos y eosinófilos. Aumento de IL-1, IL-6 y TNFα
– Síndrome de Sjögren: alveolitis linfocitaria CD8 con descenso de CD4/CD8
– Hemorragia pulmonar: macrófagos con hemosiderina
– Toxicidad por fármacos: CD4/CD8 disminuido. Fórmula variable
• Biopsia transbronquial: rentabilidad baja en las EPID. Debe considerarse en el diagnóstico diferencial de nódulos
pulmonares

Biopsia pulmonar: por cirugía videoasistida o por toracotomía sobre todo en EPID

Pruebas funcionales respiratorias: patrón restrictivo con disminución de la DLCO salvo en BO que presentará patrón
obstructivo. Aumento de la DLCO si existe hemorragia alveolar

Toracocentesis: será imprescindible en el derrame pleural significativo para el diagnóstico diferencial del mismo:
Artritis reumatoide LES
Características del líquido Exudado Exudado
Células Linfocitosis Linfocitos y PMN
Nivel de proteínas Alto Alto
Nivel de LDH Alto Alto
pH < 7,20* < 7,35
Nivel de glucosa < 20 mg/dl** > 55 mg/dl
Otros parámetros FR alto FR bajo
CH50 bajo ANA (+)***
ADA CH50 bajo
Células LE muy específicas pero poco frecuentes

*Daño en la salida del CO2 del espacio pleural.


**Por un defecto en el transporte de la glucosa.
***ANA (> 1:160) es muy sugestiva de pleuritis lúpica. Los títulos de DNA de doble cadena son inespecíficos (a la inversa que
en las pruebas séricas).
Manifestaciones pulmonares de las enfermedades del tejido conectivo… 429

entre nódulos reumatoides y neumoconiosis de La neumonía es la causa más común de enfer-


varios orígenes siendo la más conocida el síndro- medad pulmonar en el LES y las infecciones en
me de Caplan (mineros del carbón). general la causa más frecuente de muerte.

Enfermedad pulmonar intersticial Pleuritis lúpica


Su frecuencia varía dependiendo del criterio Es el proceso lúpico más frecuente (45%).
diagnóstico (5% por Rx tórax hasta el 80% en biop- Puede aparecer en fases tempranas, incluso ser la
sias pulmonares). Es más frecuente en varones, manifestación inicial. De corta duración, a veces
fumadores, con FR positivo y nódulos. Los patro- tiene remisión espontánea pero con tendencia a
nes histológicos más frecuentes son la neumonía la recidiva. El líquido pleural es un exudado con
intersticial usual (NIU) y la neumonía intersticial no pH normal y glucosa normal. La presencia de célu-
específica (NINE). Se diferencia de la fibrosis pul- las con fenómeno LE es poco frecuente pero con
monar idiopática (FPI) por la existencia de infiltra- alto rendimiento diagnóstico. La presencia de ANA
do linfocítico prominente e hiperplasia linfoide junto (> 1:160) es muy sugestiva de pleuritis lúpica
con la presencia de reacciones inflamatorias agu- (Tabla II).
das, subagudas y crónicas simultáneamente en la
biopsia. El TCAR es imprescindible para el diag- Neumonitis lúpica aguda (NLA)
nóstico, determinar la extensión y el seguimiento. Es infrecuente y aparece en el contexto de gran
El pronóstico es más favorable que el de la fibrosis actividad de la enfermedad (pericarditis, artritis, nefri-
pulmonar idiopática. tis). Es la manifestación inicial del LES en el 50%
de los casos, siendo más frecuente en el periodo
Enfermedad de la vía aérea postparto. Con microscopio electrónico e inmuno-
La afectación de la articulación cricoaritenoi- fluorescencia se han objetivado depósitos de IgG,
de puede causar dificultad inspiratoria con estridor C3 y anti DNA en los septos alveolares. Clínica-
y odinofagia. Se detecta hasta en el 50% por TC. mente se presenta con disnea, crepitantes y fiebre
La afectación bronquiolar histológicamente tiene con expectoración herrumbrosa con infiltrados alveo-
un predominio linfocítico que puede limitarse a una lares basales. Los hallazgos son inespecíficos por
bronquiolitis obliterante o asociar infiltrado infla- lo que la broncoscopia sólo ayuda a excluir otros
matorio en los alveolos contiguos. procesos como cuadros infecciosos, hemorragias
alveolares o edema pulmonar. Evoluciona a menu-
Otras complicaciones do a insuficiencia respiratoria con necesidad de
Se pueden incluir cuadros como hipertensión medidas de soporte ventilatorio. La hemorragia pul-
pulmonar, enfermedad fibrobullosa apical si se aso- monar puede aparecer como complicación. El pro-
cia a espondilitis anquilopoyética (EA), infecciones nóstico es muy malo, con mortalidad del 50%.
pulmonares que son la causa de muerte del 15-
19% y bronquiectasias. La toxicidad por fármacos Enfermedad intersticial pulmonar
(sobre todo por sales de oro y metotrexato) puede Se presenta como manifestación primaria o
causar fibrosis pulmonar que mejora tras la retira- como secuela de NLA. Puede aparecer en un 15%
da del fármaco. y se asocia a enfermedad de larga evolución y a la
presencia de Ac anti Ro (+). Se caracteriza por dis-
LUPUS ERITEMATOSO SISTÉMICO (LES) nea progresiva durante meses o años. Los patro-
Las manifestaciones pleuropulmonares son nes histológicos más frecuentes son de neumonía
muy diversas, abarcando procesos lúpicos y com- intersticial usual (NIU) y neumonía intersticial no
plicaciones del propio curso de la enfermedad específica (NINE). Las alteraciones radiológicas y
(infecciones, afectación de otros órganos con mani- funcionales son similares a otras enfermedades
festaciones pulmonares, etc.). intersticiales.
430 A. Falces Sierra, C. Maza Ortega

Hemorragia pulmonar duce complicaciones hasta en el 50% de los


Se sospechará ante la aparición de anemia, casos.
hemoptisis y consolidación alveolar. Es poco fre-
cuente pero con mortalidad del 50%. En el LBA Enfermedad intersticial pulmonar
aparecerán macrófagos cargados de hemosiderina Aparece entre el 5-65% según las series y pre-
junto con un aumento de la DLCO en las pruebas cede a las manifestaciones musculares en la mitad
de función respiratoria. de los casos. La neumonitis intersticial no específi-
ca y la usual son los tipos histológicos más fre-
Enfermedad vascular pulmonar cuentes. No se relaciona con la intensidad de los
Los cuadros principales son la enfermedad síntomas musculares pero sí con los niveles de
tromboembólica venosa y la hipertensión pulmo- Ac anti Jo-1. De curso progresivo en el 60% de los
nar primaria. casos, existen formas agudas caracterizadas por
daño alveolar difuso (25%) y otras subclínicas sin
ESCLEROSIS SISTÉMICA PROGRESIVA sintomatología respiratoria (15%).
Se caracteriza por un daño microvascular que
produce una actividad inflamatoria y depósito de Otros cuadros
colágeno con fibrosis sobre todo a nivel de piel y Pueden aparecer neumonías por aspiración por
de órganos internos. Es más frecuente en muje- debilidad de la pared torácica, hipoventilación por
res de edad media. El pulmón se afecta frecuen- disfunción de los músculos respiratorios o más rara-
temente (en autopsias 70 a 100%) diferencián- mente ser una miositis paraneoplásica de carci-
dose: noma bronquial. Más infrecuentes son la hiper-
tensión pulmonar primaria y neumopatía intersti-
Fibrosis pulmonar cial secundaria a fármacos.
Es la manifestación más frecuente en forma
de neumonía intersticial no específica (NINE) con SÍNDROME DE SJÖGREN
infiltrados inflamatorios bibasales. Puede evolu- Exocrinopatía autoinmune caracterizada por
cionar a quistes en panal de abejas e hiperten- infiltración linfocítica de las glándulas exocrinas con
sión pulmonar. La supervivencia es mayor que queratoconjuntivitis seca, xerostomía y poliartritis.
la de los pacientes con fibrosis pulmonar idiopá- Predomina en mujeres (9:1). Puede ser primario
tica. o asociado a otra conectivopatía (AR, LES, escle-
rodermia). Las manifestaciones pleuropulmonares
Hipertensión pulmonar son frecuentes (1/3 pacientes) pero es difícil deter-
Puede ser primaria por proceso fibroprolifera- minar cuándo son debidas al propio síndrome de
tivo a nivel de los vasos o secundaria a la enfer- Sjögren o a la conectivopatía asociada.
medad intersticial. Se asocia a la variante CREST. • Enfermedad pulmonar intersticial. Es la forma
de afectación más frecuente caracterizada por
Otros cuadros infiltración linfocítica, neumonía intersticial lin-
Neumonías por aspiración por reflujo gastro- foide incluyendo el pseudolinfoma y linfoma
esofágico, aumento de frecuencia de adenocarci- pulmonar.
nomas y neumotórax espontáneo. El lavado broncoalveolar (LBA) muestra linfo-
citosis con o sin neutrofilia con descenso del
POLIMIOSITIS-DERMATOPOLIMIOSITIS cociente CD4/CD8.
Presenta un daño en la musculatura estriada • Disfonía, sequedad bucal o nasal, bronquiec-
por lesión autoinmune vascular perimisial o por tasias o neumonías de repetición debido a la
citotoxicidad directa de la fibra muscular pudien- sequedad glandular. Otras manifestaciones son
do afectar también a la piel. A nivel pulmonar pro- vasculitis e hipertensión pulmonar.
Manifestaciones pulmonares de las enfermedades del tejido conectivo… 431

ENFERMEDAD MIXTA DEL TEJIDO Tabla III. Tratamiento de la enfermedad intersticial


CONECTIVO
Es muy frecuente su asociación con enferme- Glucocorticoides (prednisona o su equivalente)
dad pulmonar (80%), predominando la enferme- • 0,5-1 mg/kg/día, vía oral, durante 4 a 6 semanas con

dad intersticial pulmonar y la hipertensión pulmo- posterior reducción


• 0,25 mg/kg/día durante 8 semanas
nar. La pleuritis se presenta hasta en 1/3 de los
• Reducir hasta 0,125 mg/kg de peso/día
pacientes y también son frecuentes las neumoní-
as por aspiración y la hipertensión pulmonar. Azatioprina
• 2 mg/kg/día, vía oral (máximo 150 mg)
Diagnóstico • Dosis inicial 50 mg/día, aumentando dosis 25-50 mg
El diagnóstico puede ser complejo por la varia- cada 1-2 semanas

bilidad de cuadros clínicos, porque puede ser la pri- Ciclofosfamida


mera manifestación de la conectivopatía y porque • Oral: 2 mg/kg/día. Dosis máxima: 150 mg/día
las pruebas diagnósticas sirven en muchas ocasio- • Dosis inicial: 25-50 mg/día e incrementar la dosis
nes sólo para descartar otros procesos (Tabla II). 25-50 mg cada 1-2 semanas
En la EPID la prueba radiológica más sensible • Intravenosa: 600 mg/m2/mes
es el TCAR. El lavado broncoalveolar (LBA) puede Tratamientos complementarios
orientar el diagnóstico y determina la actividad infla- • Asociar TMP/SMF (160/800) 3 veces en semana si
matoria de la misma. La biopsia transbronquial tiene inmunosupresión > 8 semanas
en general baja rentabilidad por lo que la biopsia • Calcio, vitamina D y bifosfonatos para prevención de
pulmonar por cirugía videoasistida o por toracoto- osteoporosis
mía suele ser necesaria para el diagnóstico de cer-
teza. La realización de esta última podría retrasar-
se si hubiese buena respuesta al tratamiento y esta- con algunas variantes como en la esclerosis sis-
bilidad clínico-radiológica. témica. Los corticoides son la base del mismo
En las pruebas funcionales respiratorias un junto con azatioprina y ciclofosfamida si no hay
patrón restrictivo con disminución de la DLCO será buena respuesta (Tabla III).
la forma de presentación más frecuente salvo en Existen otros tratamientos para las enferme-
bronquiolitis obliterante que será un patrón obs- dades reumatológicas, como los anticuerpos
tructivo. Un aumento de la DLCO aparecerá si exis- anti TNFα y el micofenolato de mofetilo, que
te hemorragia alveolar. parecen tener utilidad en el tratamiento de la
La toracocentesis diagnóstica será imprescin- EPID, pero faltan estudios controlados que lo
dible ante un derrame pleural significativo. confirmen.
La variabilidad de manifestaciones clínicas obli- En la neumonitis lúpica la dosis de predniso-
gará a utilizar los medios diagnósticos adecuados na será de 1-2 mg/kg/día en bolos. Existen
para cada patología. otras medidas inmunomoduladoras, como la
ciclofosfamida, plasmaféresis, o gammaglobu-
Tratamiento lina i.v. pero eficacia discutible.
En el tratamiento consideraremos: La hemorragia pulmonar se tratará con corti-
• Medidas generales. Se corregirán las com- coides a altas dosis con ciclofosfamida i.v. y
plicaciones derivadas del proceso de base, plasmaféresis.
como hipoxemia, cor pulmonale, etc., incluso En la esclerosis sistémica se recomienda cor-
con medidas de soporte vital en los casos más ticoides orales a 10 mg/día junto con ciclofos-
graves (neumonitis lúpica). famida oral o en bolo i.v. mensual. Por el alto
El tratamiento de la EPID será similar al de riesgo de infección por Pneumocystis jiroveci
las neumopatías intersticiales difusas primarias se recomienda la asociación de trimetoprim-
432 A. Falces Sierra, C. Maza Ortega

sulfametoxazol (160/800) tres veces en sema- Tabla IV. Clasificación de las vasculitis primarias
na. Algunos autores hacen la misma reco-
mendación para las conectivopatías con trata- Vasos grandes (aorta y sus ramas principales)
miento inmunosupresor crónico mayor de 8 • Arteritis de células gigantes (temporal)

semanas. • Arteritis de Takayasu

En caso de EPID evolucionada se podrá valo- Vasos de mediano calibre (arterias viscerales principales)
rar el trasplante pulmonar pero es algo infre- • Poliarteritis nodosa clásica (PAN)
cuente ya que el pronóstico es mejor que el • Enfermedad de Kawasaki
de la FPI. Vasos pequeños (vénulas, capilares y arteriolas)
• En el derrame pleural de origen lúpico se usa- • Granulomatosis de Wegener
rán inicialmente los AINES y, si no hay buena • Síndrome de Churg-Strauss
evolución, los corticoides. En la AR se utilizarán • Poliangeítis microscópica
los corticoides orales y los inductores de la remi- • Púrpura de Schönlein-Henoch
sión. • Vasculitis crioglobulinémica esencial
• La enfermedad vascular y las complicaciones • Vasculitis leucocitoclástica cutánea
pulmonares (neumonías, neumotórax, hipo-
ventilación) tendrán cada una su tratamiento
específico. de pequeño vaso. Clínicamente se caracteriza por
la afectación del tracto respiratorio superior e infe-
VASCULITIS PULMONARES rior y glomérulos renales. Se trata de una enfer-
Las enfermedades denominadas vasculitis medad poco común que suele afectar con mayor
engloban un grupo heterogéneo de procesos que frecuencia a los varones con una media de edad
tienen como sustrato común la presencia de infla- de 45 años, aunque se han descrito casos tanto en
mación de los vasos sanguíneos, asociado a necro- ancianos como en niños. Es una enfermedad seve-
sis de la pared vascular, determinando la aparición ra, incluso fatal si no se trata. Sin embargo, los tra-
de sintomatología general y el desarrollo de mani- tamientos disponibles actualmente pueden con-
festaciones orgánicas locales como consecuencia trolar la evolución e incluso curarla en muchos casos,
de la isquemia por oclusión de los vasos. Su etio- aunque las recaídas son frecuentes.
logía es desconocida, y no existe un consenso para Las manifestaciones clínicas iniciales de la enfer-
la clasificación, siendo la más habitual la de Chapel medad consisten en la afección de la vía respira-
Hill, que hace referencia al tamaño del vaso afec- toria superior (sinusitis, rinitis y otitis media; en oca-
to (Tabla IV). siones, destrucción del septo nasal con “deforma-
Existen algunas vasculitis que afectan al pul- ción en silla de montar”), en más del 90% de los
món de forma constante (granulomatosis de Wege- pacientes, asociándose a un cuadro general de aste-
ner, poliangitis microscópica, granulomatosis de nia, anorexia y pérdida de peso. En el parénqui-
Churg Strauss, granulomatosis sarcoidea necrosante) ma pulmonar se observan nódulos con elevada ten-
y otras en las que la afección pulmonar no es cons- dencia a la cavitación en un 85% de los pacientes
tante ni frecuente (periarteritis nodosa, enferme- y sus manifestaciones son tos, disnea, dolor torá-
dad de Behçet, arteritis de la temporal, arteritis de cico y hemoptisis que puede llegar a ser masiva.
Takayasu, púrpura de Schönlein-Henoch, crioglo- La afectación renal no es precoz pero ocurre en
bulinemia mixta esencial). más de un 80% de los casos, con proteinuria y
hematuria, con rápida progresión hacia la insufi-
Granulomatosis de Wegener ciencia renal terminal si no es tratada a tiempo. En
La granulomatosis de Wegener es una vascu- un 50% de los casos se ven afectados piel y/o
litis granulomatosa necrosante, de etiología desco- mucosas, siendo la manifestación más frecuente la
nocida que pertenece al grupo de las vasculitis púrpura localizada en extremidades inferiores. Menos
Manifestaciones pulmonares de las enfermedades del tejido conectivo… 433

Tabla V. Criterios diagnósticos de la ARA (American College of Rheumatology)

Granulomatosis de Wegener Granulomatosis de Churg-Strauss

• Sedimento urinario alterado (cilindros hemáticos o • Asma


> 5 hematíes/campo) • Eosinofilia en sangre periférica > 10%
• Alteraciones en la radiografía de tórax (nódulos cavitados • Mono o polineuropatía
o infiltrados) • Infiltrados migratorios en la radiografía
• Úlceras orales o secreciones nasales • Anormalidad de senos paranasales
• Inflamación granulomatosa en la biopsia • Biopsia con eosinofilia extravascular y vasculitis

La presencia de 2 o más criterios: sensibilidad del 85%, La presencia de cuatro o más criterios: sensibilidad del 85%,
especificidad del 92%. especificidad del 99%.

frecuente son las afectaciones articular, ocular, car- debe cambiar por un inmunosupresor menos
diaca y la neurológica. tóxico, como metotrexato o azatioprina.
El diagnóstico se establece por la presencia de • Fase de mantenimiento. Azatioprina (2 mg/
la clínica antes mencionada, la analítica, siendo el kg/día) o metotrexato (0,3 mg/kg/semana),
dato más importante la presencia de anticuerpos manteniéndolo al menos durante 12-24 meses
anticitoplasma de neutrófilos (c-ANCA), relaciona- tras la remisión.
do habitualmente con positividad para PR3. Este Durante el tratamiento se debe considerar la
hallazgo tiene una especificidad según algunas series profilaxis para P. jiroveci con trimetoprim sulfame-
del 95% y una sensibilidad del 73%. Sirve tanto toxazol 160/800 por vía oral 3 veces en semana,
para el diagnóstico como para una monitorización prevención de osteoporosis (calcio, vitamina D,
de la actividad de la enfermedad. Asimismo exis- bifosfonatos) y protección gástrica.
ten hallazgos inespecíficos (leucocitosis, eleva- La supervivencia a 5 años es aproximadamente
ción de VSG y anemia hemolítica). La biopsia del del 80%, obteniéndose la remisión en más del
parénquima pulmonar es la que permite identificar 75% de los pacientes. La causa más frecuente de
con mayor seguridad las lesiones anatomopatoló- muerte es la afectación renal.
gicas características de la enfermedad, siendo más
rentable la biopsia pulmonar abierta. Una clínica Poliangitis microscópica
compatible junto con la presencia de c-ANCA nos Es considerada por muchos autores como parte
permite iniciar el tratamiento aun en ausencia de del espectro clínico de la granulomatosis de Wege-
datos concluyentes en la biopsia pulmonar, que en ner. Clínicamente se diferencia en que la afectación
muchas ocasiones es inespecífica. de la vía aérea superior es menos frecuente y en
Los criterios diagnósticos fueron establecidos que puede afectar sólo al riñón. Es frecuente la afec-
por la ARA (American College of Reumatology) y tación abdominal y la presencia de púrpura. Al igual
se exponen en la Tabla V. que el Wegener, se asocia con ANCA, pero con
El tratamiento se basa en la administración de patrón perinuclear (p-ANCA). No suelen formarse
inmunosupresores y antiinflamatorios esteroideos, granulomas. El tratamiento de ambas entidades es
en dos etapas: similar.
• Fase activa de la enfermedad. Ciclofosfami-
da 2 mg/kg/día (200 mg día máximo) + pred- Granulomatosis de Churg-Strauss
nisona 0,5-1 mg/kg/día (80 mg día máximo), Es una vasculitis de arterias de pequeño y
reduciendo estos últimos semanalmente hasta mediano calibre, con granulomatosis vascular y extra-
retirar en 8-12 meses. Tras 3-6 meses de la vascular. Afecta predominantemente al pulmón y a
inducción de la remisión la ciclofosfamida se la piel, pero puede ser generalizada. Suele aparecer
434 A. Falces Sierra, C. Maza Ortega

entre la 3ª y 4ª décadas de la vida, por igual en forma espontánea, mejora la imagen radiológica,
ambos sexos. La clínica se desarrolla en 3 fases: siendo rara la recaída a diferencia de otras vasculitis.
• Fase prodrómica: asma (95%), siendo ésta
de difícil control, enfermedad atópica y rinitis Neumonitis por hipersensibilidad
alérgica.
• Fase eosinofílica: aumento de eosinófilos en Etiología y epidemiología
sangre periférica e infiltración de múltiples órga- La neumonitis por hipersensibilidad (NH) o
nos, especialmente el pulmón y el tracto gas- alveolitis alérgica extrínseca (AAE) es una enfer-
trointestinal (gastritis eosinofílica). medad pulmonar de base inmunológica produci-
• Fase vasculítica: acompañada de síntomas da por una amplia variedad de antígenos que lle-
constitucionales inespecíficos (fiebre, malestar gan al pulmón por vía inhalatoria, particularmente
general, astenia, pérdida de peso). Se afecta el antígenos orgánicos y, excepcionalmente, inorgá-
sistema nervioso, normalmente en forma de nicos (isocianatos, algunos metales) de proceden-
mononeuritis múltiple (75%). La afectación cia muy diversa. Se han descrito más de 300 antí-
renal es rara. genos diferentes causantes de NH, siendo tres los
Los test de laboratorio son similares a los de orígenes principales de las fuentes antigénicas:
la granulomatosis de Wegener, destacando la eosi- • Material orgánico humedecido: hierba segada,
nofilia periférica y la presencia de ANCA, pero con grano y forraje para el ganado (pulmón del
un patrón perinuclear (p-ANCA). granjero). Serrín de madera, bagazo de la caña
Las manifestaciones radiológicas son muy diver- de azúcar (bagazosis), destilerías de malta y
sas. Suelen aparecer infiltrados parcheados cam- cebada, esparto almacenado tras ser pasado
biantes y nódulos múltiples, que no se suelen cavi- por agua (estipatosis), corcho enmohecido
tar. En el 30% de las ocasiones aparece derrame (suberosis) y un largo etc.
pleural, que es un exudado rico en eosinófilos. • Material orgánico procedente de orina y plu-
Los criterios diagnósticos de la ARA se detallan mas de aves, principalmente de palomas, pero
en la Tabla V. también de periquitos y pavos (pulmón del cui-
El tratamiento se hace con prednisona a dosis dador de aves).
de 0,5-1,5 mg/kg al día durante 6-12 semanas o • Sistemas de acondicionamiento de aire conta-
hasta la desaparición completa de la enfermedad. minados con hongos, actinomicetos, bacterias
Posteriormente se reducen de forma muy lenta por o amebas (pulmón de los acondicionadores
lo menos durante un año. Si no hay respuesta, se de aire).
pueden asociar inmunosupresores, como la aza- La incidencia y prevalecía de la NH depende de
tioprina o ciclofosfamida a la misma dosis que en muchos condicionantes: estación del año, condi-
la enfermedad de Wegener. El pronóstico es muy ciones geográficas, proximidad a ciertas industrias y
bueno, con una tasa de supervivencia de más del otros, si bien es la frecuencia e intensidad de la expo-
70% a los 5 años. sición lo que determina el grado de enfermedad de
los individuos. La NH es de difícil diagnóstico, pudién-
Granulomatosis sarcoidea necrotizante dose confundir con infección viral o asma. El pul-
Es una enfermedad muy rara, considerada una món de granjero y el del cuidador de aves son pro-
variante de la sarcoidosis clásica, que cursa con vas- bablemente las dos variedades de NH más cono-
culitis muy llamativa. La radiografía de tórax suele cidas en todo el mundo; en España la AAE más pre-
presentar múltiples nódulos, que pueden cavitarse, valente es la inducida por esparto o estipatosis.
y adenopatías hiliares. En ocasiones puede verse una
masa solitaria imitando un carcinoma o existir un Clínica
derrame pleural. El curso de esta enfermedad es De forma clásica se admite que la enfermedad
benigno. Tras terapia con corticoides y a veces de se puede presentar en tres formas: aguda, sub-
Manifestaciones pulmonares de las enfermedades del tejido conectivo… 435

aguda y crónica en relación con la intensidad y fre- do más sensible la TACAR. En la forma aguda
cuencia de exposición al agente causal. de la enfermedad se observan opacidades en
• Forma aguda. Se produce tras inhalación espo- vidrio deslustrado y un patrón alveolar con infil-
rádica pero intensa del antígeno. Los síntomas trados micronodulares difusos. En las etapas
se producen al cabo de 4-6 horas de la inha- subagudas lo más típico es la presencia de
lación y desaparecen en un periodo de 12 nódulos centrolobulillares y el patrón en mosai-
horas o en pocos días, si cesa la exposición, co. La fase crónica se caracteriza por un patrón
con recurrencias tras la reexposición. Los sín- fibroso y pérdida de volumen con imagen en
tomas más comunes son malestar general, tos “panal de abeja”. Los hallazgos son mas evi-
seca, disnea de grado variable sin sibilancias, dentes en campos superiores, a diferencia de
fiebre que en algunos casos puede llegar a ser lo que ocurre en la fibrosis pulmonar idiopáti-
elevada, escalofríos y dolor torácico. ca.
• Forma subaguda. Ocurre tras inhalación pro- • Lavado broncoalveolar (LBA). Es la herra-
longada pero no masiva del agente causal. La mienta más útil para el diagnóstico y manejo
clínica es mas insidiosa, cursando con males- de la NH, con la búsqueda de marcadores rela-
tar general, astenia, pérdida de peso, tos seca cionados con la actividad de la enfermedad. El
(a veces también productiva), disnea, que perfil citológico consiste en un aumento del
puede llegar a ser severa e incluso requerir hos- recuento total de células con un incremento
pitalización. En la radiografía se aprecia la for- llamativo de linfocitos (> 20%), siendo ines-
mación de granulomas. pecífico pero de gran utilidad, ya que es infre-
• Forma crónica. Tanto las formas agudas como cuente entre las entidades con las que se esta-
las subagudas pueden evolucionar en un por- blece el diagnóstico diferencial. El cociente
centaje variable a la forma crónica si el pacien- CD4+/CD8+ es inferior a 1, más bajo que en
te sigue teniendo contacto con el antígeno. Se sujetos normales. El fenotipo característico es
caracteriza por una historia, en ausencia de epi- el CD3+/CD8+/CD56+/CD57+/CD10-.
sodios agudos, de tos, disnea, fatiga y pérdi- • Biopsia pulmonar. Entre los hallazgos más fre-
da de peso. En esta fase, se produce una fibro- cuentes nos encontramos con granulomas no
sis indistinguible de otras formas de fibrosis pul- caseificantes mal definidos y de pequeño tama-
monar. Esta forma de presentación puede evo- ño, infiltrados parcheados mononucleares en
lucionar desfavorablemente llegando a preci- paredes alveolares e histiocitos grandes con
sar tratamiento con oxígeno, producir hiper- citoplasma espumoso.
tensión pulmonar y fallecimiento del paciente • Función pulmonar. Lo más habitual es un défi-
por fallo respiratorio. Es este estadio la retirada cit restrictivo y una disminución de la DLCO,
de la exposición del agente causante sólo pro- aunque en pacientes con la enfermedad muy
ducirá una discreta mejoría sintomática. avanzada podemos encontrar un patrón obs-
tructivo. En un 70% de los pacientes puede
Diagnóstico existir hiperreactividad bronquial.
El primer paso para hacer un correcto diag- • Inmunología. La presencia de precipitinas habi-
nóstico de NH será la sospecha clínica, con cua- tualmente de tipo IgG indica que existe una
dros repetidos de síntomas respiratorios que se exposición al antígeno, siendo una prueba sen-
acompañan de afectación sistémica, con una his- sible pero no específica.
toria de exposición. • Provocación bronquial específica. De utilidad
limitada debido a la falta de estandarización y
Exploraciones complementarias dificultad de interpretar los resultados. Éstas
• Radiología. La radiología de tórax es insignifi- deben realizarse bajo riguroso control, siendo
cante en un gran porcentaje de los casos, sien- preferible y más segura la provocación natu-
436 A. Falces Sierra, C. Maza Ortega

Tabla VI. Criterios diagnósticos de las alveolitis alér- Pronóstico y tratamiento


gica extrínseca El pronóstico de la enfermedad es bueno si se
reconoce en un estadio temprano y se elimina la
Criterios mayores
exposición antigénica antes del desarrollo de lesio-
• Síntomas compatibles
nes radiológicas o limitación funcional. Una expo-
• Evidencia de exposición antigénica apropiada (por
historia, precipitinas)
sición prolongada de baja intensidad tiene peor pro-
• Hallazgos radiológicos compatibles
nóstico que la intermitente.
• Linfocitosis en el LBA
• Cambios patológicos compatibles Medidas preventivas
• Provocación bronquial específica positiva La profilaxis es fundamental con evitación de
la exposición antigénica siempre que ésta sea posi-
Criterios menores
ble. La NH es considerada una enfermedad pro-
• Presencia de crepitantes en bases
• Disminución de la capacidad de difusión
fesional en España, siendo importante la educación
• Hipoxemia arterial en reposo o tras ejercicio
del personal, información y adopción de las medi-
das necesarias para minimizar la inhalación (filtros,
mascarillas, sistemas de ventilación adecuados).
ral en el ambiente sospechoso frente a la pro- Suele ser suficiente en la forma aguda de la enfer-
vocación en el laboratorio, donde se realiza la medad, aunque si existen síntomas importantes se
nebulización y la inhalación del extracto anti- debe instaurar un tratamiento farmacológico.
génico previo registro de la situación basal. Para
determinar la respuesta respiratoria, se consi- Tratamiento farmacológico
derará una disminución de la FVC y del FEV1 Para la forma subaguda y crónica. Los corticoi-
igual o mayor al 15% de los valores basales, des orales aceleran la mejoría pero no suelen ser
un incremento de la frecuencia respiratoria necesarios tratamientos prolongados. Se inicia con
superior al 30% y presencia de estertores cre- dosis única de prednisona 0,5-1 mg/kg/día (60 mg
pitantes y aparición de tos y disnea. Para deter- máximo), que se mantiene durante 1-2 semanas
minar la respuesta sistémica se considerará una y se baja de forma progresiva en 2-4 semanas hasta
elevación de la temperatura igual o superior a permanecer con 20 mg, que se mantendrán 2-3
38 °C; un incremento de la frecuencia cardia- meses.
ca superior al 30% y la aparición de síntomas Algunos autores han encontrado mejoría sin-
sistémicos: artromialgias, escalofríos, quebran- tomática con el uso de corticoesteroides inhalados.
tamiento general. Se considera que ha apare-
cido una respuesta inicialmente positiva cuan- BIBLIOGRAFÍA
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medades sistémicas. En: Martín Escribano P, Ramos Seis-
otros dos parámetros sistémicos han resultado dedos G, Sanchís Aldas J, eds. Medicina Respiratoria.
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No hay ningún dato clínico o de laboratorio pre- 2. Enfermedad pulmonar intersticial asociada a trastornos
ciso en el NH, por lo que es necesario reunir una del tejido conectivo. En: Ancochea Bermúdez J, De
serie de datos para poder hacer un diagnóstico defi- Miguel Díez J, eds. Enfermedades pulmonares intersti-
nitivo. La combinación de esta serie de datos nos ciales difusas. Monografías Neumomadrid. Vol. XII. Madrid:
Ergon; 2008. p. 61-74.
lleva a contar con criterios diagnósticos que, si bien
3. Strange C, Highland KB. Intersticial lung disease in the
no son patognomónicos, la pueden sugerir. Schuy-
patient who has connective tissue disease. Clin Chest
ler y Cormier propusieron seis criterios mayores y Med 2004; 25 (3): 549-59.
tres menores de los que se precisan cuatro y dos, 4. Leslie KO, Trahan S, Gruden J. Pulmonary pathology of
respectivamente, para confirmar la enfermedad the reumatic diseases. Semin Respir Care Med 2007;
(Tabla VI). 28: 369-78.
Manifestaciones pulmonares de las enfermedades del tejido conectivo… 437

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37
Bronquiolitis
R. Ayerbe García

INTRODUCCIÓN que no tienen cartílago en su pared y que se divi-


Bronquiolitis es un término genérico que inclu- den en los bronquiolos terminales y los bronquio-
ye enfermedades inflamatorias de la pequeña vía los respiratorios. Los bronquiolos terminales son
aérea de calibre inferior a 2 mm afectando, en oca- puramente vía aérea de conducción, tienen una
siones, también al estroma del tejido conectivo inte- longitud entre 0,8 y 2,5 mm y un diámetro lumi-
grante del parénquima pulmonar que las rodea(1,3). nal constante de 0,6 mm. Los bronquiolos respi-
Generalmente es consecuencia de la inflamación del ratorios contienen alvéolos en sus paredes, pasan-
epitelio bronquiolar y del proceso reparativo acom- do de simple conducción a participar en el inter-
pañante que lleva a fibrosis, estenosis, obstrucción cambio gaseoso y su diámetro es siempre de 0,5
e incluso proliferación del tejido de granulación en las mm o menor. El acino o lóbulo pulmonar primario
vías aéreas periféricas(2). La bronquiolitis es una lesión es la unidad básica del intercambio gaseoso y está
pulmonar frecuente pero que raramente determina formado por un bronquiolo terminal y de 2 a 5
síntomas clínicos. Es, por tanto, muy inespecífica(4), generaciones de bronquiolos respiratorios, que a
de forma que podemos encontrar lesión bronquiolar su vez se abren a los ductus y sacos alveolares.
en entidades tan diversas como infecciones, reac- La unión de varios acini (aproximadamente 12)
ciones a fármacos, trasplante de órganos, enferme- constituye un lóbulo pulmonar secundario que es
dades del tejido conectivo, exposición a humos y la unidad pulmonar más pequeña separada por
gases tóxicos, además de las formas idiopáticas. La septos de tejido conectivo(1,4). La identificación de
presencia de bronquiolitis en una biopsia puede repre- este lóbulo pulmonar secundario es fundamental
sentar una enfermedad primaria o simplemente un para reconocer las alteraciones anatómicas y radio-
fenómeno secundario en el contexto de otro proce- lógicas propias de las bronquiolitis. Tiene forma
so. Así, el término “bronquiolitis”, al englobar muy dife- poliédrica, mide alrededor de 1 a 2,5 cm de diá-
rentes patologías, induce a gran confusión, mezclán- metro y su parte central está ocupada por el bron-
dose en numerosas ocasiones conceptos histológi- quiolo terminal acompañado por la arteriola pul-
cos con conceptos clínicos y conceptos funcionales. monar (haz broncovascular) mientras que en la
periferia se reconocen venas y linfáticos. En las
ANATOMÍA DE LAS VÍAS AÉREAS enfermedades bronquiolares se pueden afectar
PERIFÉRICAS todas las vías aéreas periféricas o parte de ellas y
Las vías aéreas más distales son los bronquio- también los otros constituyentes que forman el
los, vías aéreas de menos de 2 mm de diámetro intersticio del parénquima pulmonar. La distribu-

439
440 R. Ayerbe García

ción parcheada y centroacinar de las lesiones en Tabla I. Clasificación clínica de la bronquiolitis


las muestras histológicas es de ayuda importante
para diferenciarlas de otras formas de afectación Enfermedad por inhalación
difusa del pulmón(4). • Humos tóxicos
• Gases irritantes
• Polvos minerales
CLASIFICACIÓN DE LAS BRONQUIOLITIS
• Agentes aromatizantes volátiles
La confusión que existe en el tema de las bron-
quiolitis se refleja en las diferentes clasificaciones dis- Infecciones
ponibles en la práctica clínica. De todas ellas se deri- Reacciones inducidas por fármacos
van problemas conceptuales porque algunos térmi- Idiopática
nos se refieren a patrones de reacción histológica • Sin enfermedad asociada
asociados con la bronquiolitis mientras que otros – Bronquiolitis criptogenética
se refieren a síndromes clínicos. Además, el mismo – Bronquiolitis respiratoria asociada a enfermedad
término ha sido utilizado por diferentes autores para intersticial pulmonar (RB-ILD)
referirse a cosas distintas; es lo que ha ocurrido con – Neumonía organizada criptogenética
la bronquiolitis obliterante y la bronquiolitis oblite- • Asociada a otra enfermedad
rante con neumonía organizada (BONO) que, aun- – Trasplante de órganos
que con nombres similares y algunas características – Enfermedad del tejido conectivo (primaria o
anatomopatológicas compartidas, tienen caracterís- reacción a fármacos)
ticas radiológicas y clínicas muy diferentes. Por otra – Fibrosis pulmonar idiopática
parte hay que añadir que, generalmente, los patro- – Neumonitis por hipersensibilidad
nes histopatológicos de bronquiolitis son totalmente – Neumonía eosinófila crónica
inespecíficos y se pueden ver en un amplio espec- – Cirrosis biliar primaria
tro de enfermedades(1,3) y, también, una misma enfer- – Colitis ulcerosa/enfermedad de Crohn
medad puede asociarse con distintos patrones de – Vasculitis (enfermedad de Wegener)

bronquiolitis (p. ej., la bronquiolitis asociada con enfer- – Neumonitis por irradiación
– Neumonitis por aspiración
medad reumatoide puede tratarse histológicamente
– Tiroiditis crónica
de una bronquiolitis obliterante, una bronquiolitis foli-
– Síndrome del distrés respiratorio del adulto
cular o una BONO/neumonía organizada, cada una
– Panbronquiolitis difusa
de las cuales se asocia con unos elementos clíni-
cos y radiológicos diferentes). Por todo ello, difícil- Modificada de la referencia 5.
mente podemos establecer una sola clasificación que
abarque por completo las bronquiolitis.
La clasificación clínica se basa en las distintas 2. La clasificación histológica muestra una mejor
etiologías. Es útil para recordar al médico cuándo correlación con la historia natural de la enfer-
debe considerar esta posibilidad diagnóstica en pre- medad y con la respuesta al tratamiento. Esta
sencia de determinados antecedentes, en el curso clasificación distingue básicamente 2 tipos de
de otras enfermedades o ante la presencia de algu- bronquiolitis(5):
nos signos y síntomas respiratorios compatibles • La bronquiolitis constrictiva (obliterativa).
(Tabla I). • La bronquiolitis proliferativa (neumonía orga-
La clasificación histológica ha sido la más uti- nizada).
lizada en los últimos años por dos razones: En la bronquiolitis constrictiva (BC vs. BO) exis-
1. Los patrones histológicos de las bronquiolitis te una fibrosis peribronquiolar, la lesión se inicia
suelen mostrar una correlación mejor con la en el epitelio y se centra en la pared membrano-
clínica y la radiología de la enfermedad que las sa de los bronquiolos con la consiguiente este-
distintas etiologías. nosis o incluso obstrucción completa de la luz, sin
Bronquiolitis 441

Tabla II. Enfermedades asociadas a bronquiolitis cons- bución bronquiolocéntrica. Se observa en


trictiva pacientes con enfermedades infecciosas/infla-
matorias crónicas de la vía aérea, como fibro-
Receptores de trasplantes
sis quística y/o bronquiectasias, en enferme-
• Trasplante de médula ósea
dades autoinmunes, pacientes inmunodepri-
• Trasplantes cardiopulmonares/pulmonares
midos y alveolitis por hipersensibilidad. Es gene-
Enfermedades del tejido conectivo
ralmente un hallazgo histológico en un pacien-
• Artritis reumatoide
te oligosintomático.
• Esclerodermia
• Panbronquiolitis difusa, en la que destaca una
• Lupus eritematoso sistémico
infiltración por células inflamatorias de toda la
• Síndrome de Sjögren
pared del bronquio con acúmulo de macrófa-
Postinfecciosa gos espumosos en el interior de las vías aére-
• Víricas (adenovirus, influenza, parainfluenza, VSR) as periféricas y de los alvéolos.
• Mycoplasma pneumoniae
• Bronquiolitis respiratoria (del fumador), en
Inhalación tóxica la que existe una respuesta inflamatoria carac-
• Dióxido de nitrógeno terística en el interior y alrededor de los bron-
• Dióxido de sulfúrico quiolos respiratorios y que afecta a los ductus
• Amoniaco alveolares y a los alvéolos. La luz de todas las
• Cloro vías aéreas están llenas de macrófagos pig-
• Fosgeno mentados.
Fármacos La neumonía organizada (NO) se caracteriza
• Penicilamina por la existencia de exudado organizado en el inte-
• Compuestos de oro rior de las vías aéreas periféricas sin alteración de
Colitis ulcerosa la pared bronquiolar. Existe ocupación parcheada
de los espacios aéreos por masas polipoideas de
Síndrome de Stevens-Johnson
tejido conectivo organizado en bronquiolos, ductus
Idiopático
alveolares y alveolos. Esta presencia de yemas intra-
Modificada de referencia 1. luminales de tejido conectivo en los espacios aére-
os más distales se denomina neumonía organiza-
da, conocida también como BONO. Múltiples enfer-
proliferación del tejido endoluminal. Estas lesio- medades pueden tener afectación pulmonar en
nes no afectan al resto del acino y al tejido conec- forma de NO (Tabla III). La expresión clínica de la
tivo del lobulillo pulmonar secundario. Se carac- NO es muy diferente a la de la BC, asociándose
teriza por la existencia de infiltrados celulares alre- generalmente a opacidades alveolares difusas en
dedor de la vía aérea pequeña, hiperplasia del la radiografía de tórax y a una alteración ventilato-
músculo liso, bronquiolectasias y fibrosis total del ria restrictiva en las pruebas de función pulmonar.
bronquiolo. Los posibles casos de BC se resumen La clasificación radiológica es de gran utili-
en la Tabla II. Desde el punto de vista clínico se dad para el clínico ya que le permite identificar la
observa un patrón obstructivo progresivo, con radio- bronquiolitis con técnicas no invasivas. En condi-
logía variable, incluso normal. Se distinguen cua- ciones normales la tomografía axial computarizada
tro tipos de BC: de tórax con cortes finos (0,63 a 1,25 mm) (TACAR)
• Bronquiolitis celular, predomina la infiltración no permite ver los bronquiolos (estructuras de un
celular (aguda o crónica) y tiene poca reper- diámetro < 2 mm), pero la inflamación, fibrosis,
cusión clínica. dilatación y la ocupación intraluminal y peribron-
• Bronquiolitis folicular, con folículos linfáticos quiolar engruesan sus paredes haciéndolos visibles
hiperplásicos con centros germinales de distri- en la TACAR. Las cuatro imágenes típicas se resu-
442 R. Ayerbe García

men en la Tabla IV. No obstante, así como existe Tabla III. Enfermedades asociadas a neumonía orga-
una buena correlación con la histología, ésta no es nizada
tan buena con la clínica ya que, como ya se ha
Idiopática (neumonía organizada criptogenética –NOC–)
comentado con anterioridad, con frecuencia un tipo
histológico de bronquiolitis es el resultado de dife- Daño alveolar difuso/síndrome de distrés

rentes etiologías y una misma etiología puede tener respiratorio del adulto

distintas expresiones anatomopatológicas(2). Neumonitis por hipersensibilidad


De todo lo dicho se concluye que no existe una Neumonía eosinófila crónica
clasificación ideal para el uso del clínico que aúne
Enfermedades del tejido conectivo
toda la información. Por ello, la clasificación pro-
• Espondilitis anquilopoyética
puesta por Myers y Colby(6), modificada por Ruy et • Enfermedad de Behçet
al.(1,3), es la que parece más práctica (Tabla V). Dis- • Crioglobulinemia mixta esencial
tingue básicamente tres grupos de bronquiolitis: • Poliarteritis nodosa
1. Los trastornos bronquiolares primarios. • Polimiositis/dermatomiositis
2. Las bronquiolitis asociadas a enfermedades del • Artritis reumatoide
parénquima. • Esclerodermia
3. La afectación bronquiolar en las enfermedades • Síndrome de Sjögren
de las vías aéreas grandes. • Lupus eritematoso sistémico
Así pues, basándonos en la última clasificación Infecciones
pero sin olvidar todas las demás, probablemente • Infecciones por virus (herpes, adenovirus, influenza, VIH)
lo fundamental para un clínico sea sospechar el • Infecciones por bacterias (Nocardia asteroides,
diagnóstico en base a la clasificación clínica, reco- Mycoplasma pneumoniae, Legionella pneumophila,
nocer los cuatro patrones radiológicos característi- Chlamydia pneumoniae, Pseudomonas aeruginosa)
cos en la TACAR y saber distinguir la fisiopatolo- • Infecciones por protozoos (Plasmodium vivax,
gía, la evolución clínica y la respuesta al tratamien- Pneumocystis carinii)
to de la bronquiolitis primaria de aquella que acom- • Infecciones por hongos (Aspergillus)
paña a la patología pulmonar parenquimatosa(2,3). Reacciones a fármacos

Etiología inhalatoria (aerografía textil, polvo de


DIAGNÓSTICO RADIOLÓGICO
Penicillium, humo incendios)
DE LAS BRONQUIOLITIS
Las características radiológicas de las bron- Irradiación pulmonar (cáncer de mama)

quiolitis son muy variables y se relacionan con la Tiroiditis crónica


extensión de la afectación, la cronicidad del tras- Colitis ulcerosa
torno y la presencia o ausencia de alteración paren-
Aspiración de contenido gástrico
quimatosa subyacente. Con frecuencia y, sobre todo,
al principio del proceso, aunque exista lesión his- Neoplasia y síndrome mieloproliferativo
tológica subclínica, la radiografía de tórax (Rxt) Trasplante (de médula ósea, renal,
suele ser normal. En fases más avanzadas los patro- pulmonar/rechazo)
nes radiológicos a tener en cuenta serán: Granulomatosis de Wegener
• Hiperinsuflación: cuando se ha comparado el
Neumonitis obstructiva
grado de variabilidad interobservador e intraob-
servador en la interpretación en una Rxt, de los Fallo renal y cardiaco crónico

distintos datos de bronquiolitis el hallazgo de Síndrome de inmunodeficiencia común variable


hiperinsuflación ha sido el más reproducible(7). Crioglobulinemia mixta esencial
• Atenuación periférica de las marcas vascu-
lares: en relación con la reducción del calibre Modificada de referencia 1.
Bronquiolitis 443

Tabla IV. Clasificación radiológica de la bronquiolitis(2)

Patrón predominante en TACAR Patrón histológico Enfermedad(es) tipo(s)

Nódulos y líneas ramificadas Bronquiolitis celular Panbronquiolitis difusa

Árbol en brotes Bronquiolitis infecciosas; EPOC; asma

Atenuación y mosaico de perfusión Bronquiolitis constrictiva Trasplantes; artritis reumatoide; colitis


ulcerosa/enfermedad de Crohn

Vidrio esmerilado y condensación Bronquiolitis obliterativa Neumonía organizada/BONO

Combinación de patrones Bronquiolitis folicular Conectivopatías; neumonitis por


Infiltrados bronquiolocéntricos hipersensibilidad; sarcoidosis;
y parenquimatosos neumoconiosis

Tabla V. Clasificación de Myers y Colby(1,3)


cas o múltiples. Es la forma de presentación
típica de la NO.
Trastornos bronquiolares primarios • Patrón reticulonodulillar: refleja la afectación
• Bronquiolitis respiratoria de las pequeñas vías aéreas y la afectación de
• Bronquiolitis aguda los constituyentes del tejido conectivo que rodea
• Bronquiolitis constrictiva (bronquiolitis obliterativa, al bronquiolo.
bronquiolitis obliterante) Numerosos estudios de correlación radiológi-
• Bronquiolitis folicular ca y patológica han demostrado que la TACAR
• Panbronquiolitis difusa puede sugerir el patrón histológico predominante
• Enfermedad de la vía aérea por inhalación de polvos
de bronquiolitis. Por ello es, sin duda, el método
minerales
radiológico de elección para investigar la sospecha
Bronquiolitis asociadas a enfermedades del parénquima de una bronquiolitis(8-10). Los hallazgos caracterís-
• BR-ILD y neumonía descamativa ticos son:
• Neumonía organizada criptogenética (o BONO) • Engrosamiento de la pared bronquial y bron-
• Neumonitis por hipersensibilidad quiectasias periféricas.
• Otras enfermedades intersticiales (histiocitosis, • Nódulos aislados o asociados a ramifica-
sarcoidosis, fibrosis pulmonar idiopática…)
ciones: árbol en brotes: se visualiza un nódu-
Afectación bronquiolar en las enfermedades de las lo central de 2-3 mm rodeado de parénquima
vías aéreas grandes pulmonar normal o dispuesto a lo largo de rami-
• Asma ficaciones de los bronquiolos terminales y res-
• EPOC piratorios alterados, visualizándose como estruc-
• Bronquiectasias turas arbóreas centrolobulillares terminadas en
nódulos pequeños. Es el patrón típico de la
panbronquiolitis y también se ve en las inmu-
de los vasos y/o con la vasoconstricción hipo- nodeficiencias, fibrosis quística y procesos infec-
xémica. ciosos con abundante detritus en los bron-
• Bronquioloectasias: serán visibles imágenes quiolos.
sugestivas de bronquiectasias sobre todo cuan- • Atenuación en mosaico o damero de per-
do se afectan vías de mayor calibre, como en fusión: consiste en áreas de densidad y vas-
la panbronquiolitis difusa. cularidad reducidas. Este patrón es causado por
• Consolidación del espacio aéreo: se visuali- la heterogeneidad de la afectación de las vías
zan opacificaciones parcheadas periféricas, úni- aéreas. Las áreas hipodensas son el resultado
444 R. Ayerbe García

del cierre de las vías aéreas (que produce atra- la mayoría de las veces se asocia a una historia
pamiento aéreo) y la hipoxemia local (que pro- de tabaquismo dando lugar a una lesión propia y
duce vasoconstricción pulmonar). La hiper- típica de los fumadores: lesión anatómica bron-
densidad es causada por la redistribución del quiolar primaria inducida por el tabaco(12,13). Fue
flujo sanguíneo hacia el pulmón relativamente descrita por primera vez por Niewoehner(14) como
normal. un hallazgo casual en la autopsia de un fumador
• Atrapamiento aéreo al final de la espiración: joven. No obstante, hallazgos histológicos similares
se visualiza como zonas de tamaño variable, se han descrito alguna vez en pacientes no fuma-
inhomogéneas y generalmente bilaterales de dores con otro tipo de exposición inhalada(1,15).
baja densidad especialmente visibles en los La característica distintiva principal de este tras-
cortes obtenidos en espiración forzada y que torno es el acúmulo de macrófagos pigmentados
contrastan con las áreas de densidad normal en la luz de los bronquiolos respiratorios y en los
(damero o mosaico de ventilación). alvéolos, sin inflamación significativa, actividad fibro-
Pueden observarse pequeñas áreas focales de blástica o depósito de colágeno(3,4,16). No produce
hipodensidad y de atrapamiento aéreo en indivi- sintomatología y la única alteración funcional sería
duos sanos(3,5). Se puede considerar que la ate- la disminución de los flujos periféricos.
nuación en mosaico y el atrapamiento aéreo son La Rxt generalmente es normal pero en la
anormales cuando afectan a un volumen de pul- TACAR pueden verse múltiples nodulillos centroa-
món igual o mayor que un segmento pulmonar y cinares subpleurales. De hecho, la BR se sospecha
no están limitados al segmento superior del lóbu- sólo cuando se visualizan estos hallazgos en la
lo inferior o a la punta de la língula. Ambos patro- TACAR en un paciente fumador que se hace esta
nes se utilizan para la detección precoz del síndro- prueba de imagen por otro motivo. Generalmen-
me de bronquiolitis obliterante (SOB) tras trasplante te no precisa tratamiento salvo la suspensión del
pulmonar(11). hábito tabáquico.
• Vidrio esmerilado y condensación: las áreas La importancia de este tipo de bronquiolitis es
unilaterales o bilaterales de consolidación son su supuesta relación con la enfermedad pulmonar
típicas de la NO/BONO. La afectación en la TAC intersticial difusa (EPID). Se sabe que en una peque-
generalmente es más extensa que la espera- ña proporción de fumadores puede darse una EPID
da en la radiografía de tórax. La distribución de sintomática asociada a una BR (RB-EPID)(15) y, de
las lesiones generalmente es periférica y peri- hecho, en la actualidad se considera que la BR cons-
bronquial y/o subpleural con afectación más tituye el primer paso para la aparición de la enfer-
frecuente de los lóbulos inferiores. Pueden variar medad pulmonar intersticial.
desde una atenuación en vidrio esmerilado
hasta la consolidación, con tendencia a la migra- Bronquiolitis aguda (BA)
ción cambiando de localización y de tamaño, BA es el término generalmente utilizado para
incluso sin tratamiento. El tamaño de las lesio- describir una enfermedad que sufren los lactan-
nes puede variar desde pocos centímetros hasta tes y los niños menores de tres años caracterizada
afectar a un lóbulo entero. por la aparición aguda de tos, sibilantes y disnea
en el contexto de una infección viral respiratoria.
TRASTORNOS BRONQUIOLARES Tiene un carácter epidémico invernal y suele ser de
PRIMARIOS origen vírico. El virus sincitial respiratorio (VSR) es
el agente etiológico más frecuente aunque también
Bronquiolitis respiratoria (BR) se han descrito casos por otros virus, como ade-
Junto a la bronquiolitis aguda son las dos for- novirus, influenza y parainfluenza, así como por
mas de bronquiolitis más frecuentes. También se otros agentes no víricos, como Mycoplasma pneu-
conoce como “bronquiolitis del fumador”, porque moniae y especies de Chlamydia(1-4). La bronquiolitis
Bronquiolitis 445

vírica en el adulto es rara y, dado que las peque- desarrollo pulmonar, serán útiles los hallazgos de
ñas vías aéreas en el adulto contribuyen poco a las la TACAR, que mostrará lesiones difusas de la vía
resistencias pulmonares totales, el cuadro clínico aérea (bronquiectasias y bronquioloectasias) como
en adultos es mucho más leve que en los niños. respuesta al insulto viral acompañando al atrapa-
La BA en el adulto, además, con más frecuencia es miento aéreo generalizado(17).
de causa no infecciosa asociada a episodios de aspi-
ración, inhalación de tóxicos, en el contexto de una Bronquiolitis constrictiva o
afectación multisistémica en las enfermedades del bronquiolitis obliterante (BC vs. BO)
tejido conectivo, tras trasplante de pulmón o de Desde la primera descripción de BO por Lange
médula ósea y en el síndrome de Stevens-John- en 1901 en dos pacientes con lo que hoy cono-
son(1,4). cemos como “neumonía organizada criptogenéti-
Desde el punto de vista histológico las vías aére- ca” (NOC), se han descrito a lo largo de los años
as con BA muestran necrosis del epitelio respira- posteriores múltiples casos de BO describiendo
torio con infiltrado peribronquial e intraepitelial lin- condiciones clinicopatológicas muy diferentes(1).
focítico y neutrofílico. Con frecuencia se observa La alteración patológica característica de la BC
cierto grado de neumonitis intersticial acompañante, es un espectro que va desde la inflamación hasta
asociada con cierto grado variable de atelectasia la fibrosis peribronquiolar y finalmente cicatrización
e hiperinsuflación. En los casos más prolongados, con obstrucción de la luz bronquiolar(1,3). El pro-
se puede presentar evidencia de regeneración epi- ceso inflamatorio fibrosante rodea la luz (no la relle-
telial. Hay también edema y moco en el interior de na por dentro), resultando en una compresión extrín-
los bronquiolos. seca que oblitera la luz de la vía aérea. La afecta-
La Rxt con frecuencia sólo muestra hiperinsu- ción generalmente es parcheada, inhomogénea y
flación y en la TACAR pueden verse nódulos cen- sutil incluso en los pacientes severamente afecta-
troacinares mal definidos, imágenes de árbol en dos, siendo frecuente encontrar bronquiolos nor-
brotes y áreas de atenuación en mosaico. males cerca de áreas con manifiesta BO, por lo que
La mayoría de los pacientes pueden tratarse el diagnóstico puede ser difícil sin una muestra ade-
en el domicilio, pero los casos graves requieren cuada. Así, la biopsia transbronquial no suele ser
hospitalización y tratamiento de la insuficiencia res- suficiente y, generalmente, es necesaria la confir-
piratoria mediante oxigenoterapia, hidratación correc- mación diagnóstica mediante biopsia quirúrgica.
ta y tratamiento antiviral o antibiótico según la etio- Los cambios patológicos de la BC se consideran
logía. El papel de los anticolinérgicos, broncodila- irreversibles(4).
tadores y glucocorticoides sigue siendo controver- Son causas conocidas de BC las enfermeda-
tido y está por definir. des del tejido conectivo, las infecciones, inhalación
La mortalidad por BA generalmente es menor de gases y tóxicos, neumonitis por hipersensibili-
del 1%(17), pero en un pequeño número de casos dad crónica, los fármacos y los trasplantes de órga-
puede evolucionar a una BC. Ocasionalmente tras nos (Tabla II)(1,3). Recientemente se han descrito
infecciones graves por adenovirus se produce el casos de BC en los trabajadores en una planta de
síndrome de Swyer-James o MacLeod, en el cual, producción de palomitas por la exposición a dia-
además de la bronquiolitis obliterante, hay un freno cetil(18,19). Cuando no se conoce la causa hablamos
en el desarrollo normal del número de alvéolos pul- de bronquiolitis constrictiva criptogenética (BCC).
monares, a menudo asimétrico, resultando en el Es una enfermedad rara, más frecuente en muje-
característico “pulmón hiperlucente”. El tamaño final res. Clínicamente cursa con tos y sensación de dis-
del pulmón afecto dependerá de la edad en que nea de esfuerzo progresiva con evidencia funcio-
ocurrió la bronquiolitis. Para diferenciar este sín- nal de obstrucción de la vía aérea y atrapamiento
drome de otras formas de pulmón hiperclaro, como aéreo, difusión reducida y sin respuesta significati-
la atresia lobar y otras anomalías congénitas del va a la administración de broncodilatadores.
446 R. Ayerbe García

La Rxt suele ser normal o tener cierto grado de La sospecha del desarrollo de SOB se hará en
hiperinsuflación. La TACAR muestra un patrón de base a la aparición de:
atenuación en mosaico o damero de perfusión, • Disnea de esfuerzo ligero.
atrapamiento aéreo al final de la espiración y bron- • Disminución de FEV1.
quiectasias cilíndricas periféricas. • Imagen de atenuación en mosaico con atra-
En la mayoría de las ocasiones tiene un curso pamiento aéreo al final de la espiración en la
clínico progresivo con poca respuesta a los corti- TACAR.
coides. La obstrucción crónica al flujo aéreo pro- • Infecciones recurrentes del tracto respiratorio
gresiva lleva al fallo respiratorio y a la muerte. inferior. El papel de la colonización frecuente
Mención especial merece la bronquiolitis del por Pseudomonas aeruginosa en el órgano
paciente trasplantado. Es la forma de bronquio- trasplantado está por definir(22).
litis más frecuente y de mayor relevancia clínica, a Parece que la etiología del SOB podría ser por
tener en cuenta en los pacientes con trasplante mecanismos inmunes, considerándose el recha-
alogénico o autólogo de médula ósea, trasplante zo agudo (RA) uno de los principales factores de
cardiaco y trasplante de pulmón(1). Dadas las difi- riesgo para su desarrollo (ocurre en un 90% de los
cultades de realizar un diagnóstico preciso pre- pacientes que presentan un RA moderado, en un
coz a partir de muestras obtenidas por biopsia trans- 95% de aquellos con tres RA de grado leve y sólo
bronquial, se utiliza el término de “síndrome de en un 18% de los que presentan menos de tres
bronquiolitis obliterante (SOB)” para definir el cua- RA). El tratamiento del SOB es desalentador y, aun-
dro clínico de obstrucción de la vía aérea, como que hay evidencia de que la enfermedad puede
expresión del rechazo agudo o crónico en el pacien- estabilizarse después de aumentar la inmunosu-
te trasplantado y se define como una caída en el presión, es inusual recuperar la función pulmonar
volumen espiratorio forzado en el primer segun- perdida, siendo habitual el deterioro progresivo.
do (FEV1) mayor del 20% del basal, objetivado Parece que otros mecanismos no inmunes, como
en dos determinaciones realizadas con, al menos, la infección (fundamentalmente, viral), el reflujo
tres meses de intervalo. En base a la importancia gastroesofágico y aspiración y los daños en la reper-
de realizar un diagnóstico lo más precoz posible fusión del injerto, podrían intervenir en la patoge-
del SOB, la sociedad internacional del trasplante nia del síndrome(23). El tratamiento con macrólidos
de corazón y pulmón ha incluido en la clasificación y, concretamente, con azitromicina(23), parece que
la categoría de SOB potencial o estadio SOB 0-p(20). podría actuar de forma temprana con una acción
No obstante, parece que la tasa de declive del antirreflujo y antiinflamatoria y de una forma tardía
FEV1, una vez instaurado el síndrome, es variable, con una acción antimicrobiana sobre los pacientes
observándose cuadros de curso fulminante junto colonizados. Además, los estudios más recientes
con otros con un descenso lento y progresivo de demuestran una mejoría significativa en el FEV1
la función respiratoria. Lama y cols.(21) concluyen con el tratamiento con azitromicina(24), objetiván-
que probablemente la mayor caída del FEV1 se dose una reducción de la neutrofilia y de la inter-
produce en los 6 primeros meses desde el inicio leucina 8 en los pacientes respondedores.
del SOB y que el trasplante unipulmonar, el sexo
femenino y el diagnóstico previo de fibrosis pul- Panbronquiolitis difusa (PBD)
monar idiopática se asocian con una peor evolu- Es una de las enfermedades de la vía aérea
ción de la función pulmonar después de instaura- pequeña, de causa no conocida que predomina en
do el proceso. Hasta el 60% de los pacientes des- la raza asiática. Desde su descripción en la década
arrollarán un SOB dentro de los primeros 5 años de 1960, la gran mayoría de los casos se han des-
tras el trasplante de pulmón y la media de super- crito en Japón, China y Corea y en norteamerica-
vivencia tras su instauración es de 3 a 4 años nos de origen asiático. Se trata de una enfermedad
(rango de 0 a 9 años). inflamatoria bronquiolar con sinusitis crónica. Es
Bronquiolitis 447

más frecuente en hombres que en mujeres en pro- gicas y la supervivencia(3,26). La eficacia terapéutica
porción 2:1 y su máxima incidencia es entre la cuar- de estos fármacos en la PBD parece no estar en
ta y séptima décadas de la vida con una edad media relación con su actividad bactericida, habiéndose
de presentación de 50 años. demostrado su capacidad de reducir la producción
La sinusitis crónica está presente en el 75-100% de citocinas proinflamatorias, incluidas la IL-8 y la
de los casos, precediendo en años a los síntomas IL-1beta(26), con reducción en la producción de neu-
típicos de la enfermedad que son tos crónica con trófilos y de los mediadores inflamatorios asocia-
expectoración abundante purulenta, disnea de dos en las vías aéreas(1).
esfuerzo y sibilancias. Es llamativo el aumento de
aglutininas frías en el suero con serología frente a Bronquiolitis respiratoria asociada
Mycoplasma negativo. El cuadro clínico sugiere el a enfermedad pulmonar intersticial
diagnóstico de bronquiectasias y es muy frecuen- (RB-EPID)
te en la evolución de la enfermedad la colonización Como antes ya se mencionó, la BR es común
por Pseudomonas aeruginosa. No obstante se pue- en fumadores y generalmente cursa sin afectación
den establecer algunas diferencias con las bron- significativa del parénquima pulmonar. En una
quiectasias de otras etiologías, como son la menor pequeña proporción de fumadores, no obstante,
incidencia de hemoptisis, la importancia de los sín- puede objetivarse una EPID sintomática asociada
tomas de sinusitis crónica y el escaso papel del esta- a una BR. El hallazgo más característico que ayuda
filococo dorado como agente patógeno. Los crite- a su diagnóstico es la presencia de abundantes
rios diagnósticos consensuados en Japón son(2,25): macrófagos alveolares pigmentados en la luz de los
• Broncorrea purulenta persistente y disnea de bronquiolos respiratorios con ligera fibrosis inters-
esfuerzo. ticial peribronquiolar. Los cambios son parcheados
• Historia de sinusitis crónica concurrente. y la distribución bronquiolocéntrica(26). Es impor-
• Imágenes de nodulillos centroacinares bilate- tante diferenciar esta entidad de la neumonía inters-
rales difusos en la TACAR o nodulillos bilate- ticial descamativa (NID) en la que los hallazgos his-
rales mal definidos en la Rxt. topatológicos son muy similares salvo con una dis-
• Auscultación de crepitantes en ambas bases tribución de las lesiones más extensa y difusa ya
pulmonares. que, de hecho, la característica patológica principal
• FEV1/FVC < 70% y PaO2 < 80 mmHg. en la NID es la acumulación intraalveolar de macró-
• Título de hemaglutininas frías > 64. fagos pigmentados y no la descamación de célu-
Para diagnosticar la enfermedad se precisan los las epiteliales como se creía en un principio. Algu-
criterios del 1 al 3 y, al menos, dos de entre los tres nos autores consideran que la BR-EPID y la NID
restantes. representan distintas fases de una misma enfer-
Los hallazgos histológicos característicos con- medad intersticial pulmonar relacionada con el hábi-
sisten en infiltración por linfocitos, células plasmá- to tabáquico(1,3). Podrían considerarse el resultado
ticas y macrófagos espumosos en los bronquiolos de diferentes grados de respuesta al tabaco de la
respiratorios. El acúmulo de células espumosas en parte más distal de la vía aérea, aunque otros auto-
las paredes de los bronquiolos respiratorios, duc- res sugieren que se trata de entidades diferentes.
tus alveolares y alvéolos es la característica princi- Tanto la BR-EPD como la NID suelen manifes-
pal de esta enfermedad. tarse en pacientes, generalmente varones con una
La evolución es progresiva y, sin tratamiento, carga tabáquica elevada (superior a 30 paque-
el 50% de los pacientes mueren dentro de los 5 tes/año), alrededor de la cuarta o quinta décadas
años tras el diagnóstico(3). El tratamiento a largo de la vida(27). Se presenta de forma progresiva con
plazo con bajas dosis de eritromicina y nuevos tos y disnea, generalmente con síntomas leves si
macrólidos ha demostrado que mejora los sínto- lo comparamos con el mayor grado de disnea y de
mas, la función pulmonar, las alteraciones radioló- hipoxemia que suelen presentar los pacientes con
448 R. Ayerbe García

NID. Se auscultan crepitantes difusos en ambas Neumonía organizada criptogénica o


bases pulmonares hasta en un 50% de casos. Las idiopática (NOC)
acropaquias son raras y las pruebas de función pul- La forma idiopática de bronquiolitis obliteran-
monar pueden ser normales o mostrar un patrón te con neumonía organizada (BONO) se describió
mixto restrictivo y obstructivo ligero (en la NID se originalmente por Lange en 1901; no obstante,
confirman acropaquias en el 50% de los pacientes hasta la década de los 80 no se reconoce como
y se objetiva un patrón restrictivo con reducción de una entidad distinta gracias a los trabajos de Epler,
la difusión). en 1985(28). Aunque la lesión histológica es carac-
La Rxt será normal hasta en un 20% de casos terística y morfológicamente distintiva, se trata de
o podrá mostrar un patrón reticular fino o reticu- una reacción reparativa inespecífica que se puede
lonodular, similar a la radiografía de la NID, pero sin ver en múltiples contextos, como infecciones, fár-
una pérdida de volumen pulmonar significativa macos, enfermedades del tejido conectivo, neo-
como suele ser frecuente en esta última. En la plasias, sustancias inhaladas, irradiación, trasplan-
TACAR la alteración más frecuente son áreas en tes… (Tabla III). Lo más usual es no encontrar una
vidrio deslustrado (similar en NID) asociando, con forma específica, considerándose entonces idio-
frecuencia, nódulos centrolobulares y engrosamiento pática y prefiriéndose, en la actualidad, denominarla
de las paredes bronquiales. No es raro que la TACAR neumonía organizada criptogenética (NOC), dado
de estos pacientes muestre imágenes de enfisema que la neumonía organizada es el hallazgo histo-
centrolobulillar, fundamentalmente en los lóbulos lógico predominante. Se presenta en la quinta o
superiores, como corresponde a una lesión resul- sexta década de la vida, sin preferencia por sexo y
tante de la acción del humo del cigarrillo(10,13). De hasta el 50% o más de los pacientes son no fuma-
hecho, puede que no sea fácil diferenciar la sinto- dores. La duración de los síntomas antes de su diag-
matología clínica de esta entidad de la propia de la nóstico suele ser de hasta seis meses ya que debu-
EPOC incipiente, pero la edad relativamente tem- ta como un proceso gripal y a menudo simula una
prana de aparición de los síntomas, los crepitantes neumonía adquirida en la comunidad. Los sínto-
bibasales, la desproporción entre el grado de dis- mas son: tos no productiva (72%), disnea de esfuer-
nea y la escasa afectación funcional que con fre- zo (66%), pérdida de peso (57%), fiebre (51%),
cuencia es, sobre todo, restrictiva sin marcada obs- malestar general (48%), cansancio y es rara la
trucción de la vía aérea y especialmente las lesio- hemoptisis(29). La exploración suele ser normal salvo
nes de bronquiolitis presentes en la TACAR pueden la auscultación de crepitantes inspiratorios (“en vel-
ayudar a diferenciarlas(2). cro”) (74%).
El principal tratamiento, tanto de la BR-EPID El patrón histológico característico de esta enti-
como de la NID, es el abandono del tabaco, tras lo dad es la ocupación parcheada de los espacios aére-
cual parece que la enfermedad se estabiliza o, inclu- os por masas polipoideas de tejido conectivo orga-
so, se resuelve lentamente, sin progresar general- nizado en bronquiolos, ductus alveolares y alveo-
mente a una fibrosis pulmonar(1-3). Sin embargo, la los, manteniéndose preservada la arquitectura pul-
presencia de lesiones fibrosantes e irreversibles y monar.
el enfisema asociado hace que, en la mayor parte En la Rxt son característicos los infiltrados alve-
de los pacientes, el pronóstico de la enfermedad olares difusos, bilaterales en el 80% de los casos,
sea incierto. Series recientes(27) concluyen que ni en raras ocasiones unilaterales, de distribución peri-
la suspensión del tabaco ni el tratamiento con cor- férica y con frecuencia migratorios. Menos común
ticoides se asocian con una mejoría clínica signifi- es observar un patrón intersticial lineal o nodular,
cativa, de forma que sólo un 1/3 de los pacientes más frecuente en los casos asociados con enfer-
mejoran tras la suspensión del tabaco, aunque la medades del tejido conectivo y con un peor pro-
supervivencia es prolongada y no se han descrito nóstico. Alteraciones radiográficas poco frecuentes
muertes relacionadas con la BR-EPID. son la neumonía organizada focal(30), el derrame
Bronquiolitis 449

pleural, el engrosamiento pleural, la hiperinsufla- • Bronquiolitis asociada a la inhalación de pol-


ción y las cavidades pulmonares. La TACAR mues- vos minerales. Clásicamente se ha relaciona-
tra consolidación del espacio aéreo parcheado sub- do la inhalación de polvo mineral con fibrosis
pleural o peribroncovascular. También puede verse parenquimatosa (neumoconiosis), pero tam-
opacidades en vidrio deslustrado, opacidades nodu- bién produce alteraciones en las vías de con-
lares pequeñas y menos frecuente es el engrosa- ducción y en las de intercambio gaseoso. Los
miento de la pared bronquial con dilatación de polvos más frecuentemente implicados son el
las mismas. carbón, la sílice, el talco y el asbesto.
La alteración ventilatoria restrictiva es el hallaz- • Bronquiolitis asociada a conectivopatías.
go más característico con reducción de la capaci- Diferentes enfermedades del tejido conectivo
dad de difusión en más del 70% de los pacientes. se han asociado a patología bronquiolar, espe-
El lavado broncoalveolar (BAL) suele presentar en cialmente la NO y la BO (folicular o celular). El
los casos típicos linfocitosis de más del 25% con tipo de lesión más descrito es la NO, espe-
un cociente CD4/CD8 disminuido (menor de 0,9), cialmente en la artritis reumatoide y en la der-
macrófagos espumosos en cantidad mayor del matomiositis. La BO es mucho más rara, pero
20%, neutrófilos en cantidad mayor del 5% y eosi- es importante señalar que alrededor del 40%
nófilos entre el 2 y el 25%. de los pacientes no trasplantados que tienen
Los corticoides son el tratamiento de elección este tipo de bronquiolitis sufren algún tipo de
con una respuesta rápida y mejoría a las pocas conectivopatía, en particular artritis reumatoi-
semanas. Las recaídas son frecuentes tras la sus- de.
pensión de los esteroides en los tres primeros • Neumonitis por hipersensibilidad. Eviden-
meses postratamiento, mejorando al reintroducir- cias histológicas de bronquiolitis se ven en más
los. Se reconocen como factores de mal pronósti- de la mitad de los casos de neumonitis por
co: el grado de hipoxemia al diagnóstico, el retra- hipersensibilidad y se caracteriza por infiltración
so en el tratamiento y la presencia de colostasis. Se parcheada peribronquiolar de linfocitos y gra-
recomienda iniciar el tratamiento con prednisona nulomas mal definidos. En la mitad de los
a dosis de 1-1,5 mg/kg peso/día durante 1 ó 2 pacientes, la bronquiolitis se acompaña de fibro-
meses, para reducir la dosis si hay buena respues- sis intraluminal recordando la NO. La hipertro-
ta a 0,5-1 mg/kg peso/día durante 4-6 semanas fia de las fibras musculares junto a la fibrosis
más. A partir de aquí la dosis debe reducirse, en los peribronquiolar contribuye a la obstrucción del
pacientes estables o que han mejorado, de forma bronquiolo. Esta afectación bronquiolar es la
progresiva hasta la suspensión al cabo de los 6 base de la obstrucción al flujo aéreo que puede
meses. Epler(28) recomienda una duración de un encontrarse en distinto grado en todos los esta-
año con dosis entre 20 y 10 mg/día a partir del dios de esta entidad. En la TACAR se visualizan
sexto mes. Sólo en los casos en que se objetiva junto a los patrones propios de la patología
falta de respuesta a los corticoides con progresión intersticial (opacidades en vidrio deslustrado y
de la enfermedad se utilizará ciclofosfamida. patrón reticular), las imágenes características
En general el pronóstico es bueno, y más de de la bronquiolitis como el mosaico de ate-
2/3 de los pacientes, conseguirán una resolución nuación vascular, árbol en brotes, bronquio-
completa del cuadro con una supervivencia a los 5 lectasias y nodulillos subpleurales.
años superior al 70% en las formas idiopáticas y
del 44% en las formas secundarias.
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38
Enfermedades pulmonares
ocupacionales
F. Casas Maldonado

INTRODUCCIÓN ple, fiebre por humos tóxicos, fiebre por metales,


El hombre ha estado siempre expuesto a sus- bronquiolitis, daño alveolar agudo y edema pul-
tancias capaces de causar enfermedad respiratoria monar. Las EPO constituyen pues un tema de enor-
y su posible relación con diversos oficios es cono- me interés por ser causa de incapacidad, baja labo-
cida desde Hipócrates (siglo V a.C.), pero es Ramaz- ral y morbimortalidad, siendo prioritario identificar
zini quien en 1700 y 1713 (De Morbis Artificium su etiología para corregir las situaciones ocupacio-
Diatriba) describe los primeros casos de asma bron- nales que determinan su aparición.
quial por inhalación de polvo de cereales, en tra-
bajadores de molinos y limpiadores de grano, y las ETIOPATOGENIA
posibles medidas de prevención(1). Para la American Lung Association las EPO son
La enfermedad pulmonar ocupacional (EPO) la causa principal de enfermedades relacionadas
define la afectación bronquial, alveolointersticial o con el trabajo y la mayoría de ellas aparecen tras
pleural secundaria a la exposición del sujeto a mate- una exposición repetida y prolongada, aunque una
ria particulada, vapores, gases o humos en su lugar exposición intensa y única a un agente nocivo puede
de trabajo. A pesar de las mejoras en las condi- inducir lesión pulmonar. La reacción pulmonar se
ciones higiénico-sanitarias y laborales, sigue habien- relaciona con factores dependientes del agente
do trabajadores expuestos a sustancias que son inhalado y del sujeto así como de las medidas de
capaces de originar EPO. El protagonismo de los prevención personal e industrial adoptadas. Ade-
distintos agentes etiológicos ha ido cambiando a lo más, han de tenerse en cuenta factores modifica-
largo de la historia. En la actualidad asistimos a una dores, como el tabaquismo y la edad(8).
desaparición de las neumoconiosis y la exposición El tamaño y forma de las partículas, las pro-
ocupacional se ha vuelto más sutil. La incidencia piedades físico-químicas, su concentración en el
de EPO es muy diferente según el país estudiado aire ambiente y la duración de la exposición son
y depende de muchos factores. En los países de- factores dependientes del agente inhalado esen-
sarrollados el asma(2-4) y la enfermedad pulmonar ciales a la hora de evaluar sus posibles efectos sobre
obstructiva crónica (EPOC)(5-7) son las EPO más fre- el aparato respiratorio. Las partículas con un diá-
cuentes aunque también pueden aparecer otras metro de 0,5-5 µm pueden alcanzar bronquiolos
como neumonitis por hipersensibilidad, neumoco- y alvéolos teniendo mayor capacidad para origi-
niosis, síndrome de sensibilización química múlti- nar daño pulmonar. Una excepción la constituyen

451
452 F. Casas Maldonado

las fibras de amianto y las fibras minerales artifi- sensibilidad y en una gran parte de los sujetos con
ciales (contienen sílice o silicatos) ya que alcanzan asma ocupacional (AO)(4,10).
el alvéolo aunque posean una longitud de 10-30 En el estudio de las EPO es fundamental des-
µm pues su diámetro es inferior a 5 µm. En cuan- plazarse a la empresa para investigar el ambiente
to a las propiedades físico-químicas su capacidad laboral en el que se desenvuelve el trabajador y
fibrogénica y solubilidad son las más importantes(8,9). valorar las medidas de prevención personal e indus-
La forma de cuantificar la concentración ambiental trial adoptadas. Es prioritario identificar y cuantifi-
de una sustancia es diferente según se trate de car los contaminantes ambientales, con riesgo cono-
agentes químicos u orgánicos y de si se hallan en cido o no para la salud, a los que está expuesto
forma de gas, humo, vapor o materia particulada. laboralmente el sujeto. Esta tarea puede ser sen-
En general, las partículas se recogen por muestreo cilla en exposiciones a sustancias conocidas pero
gravimétrico, expresando su concentración en millo- en muchos casos, sobre todo en neumonitis por
nes de partículas por pie cúbico, mg/m3, número hipersensibilidad y AO, esta tarea suele ser ardua
de fibras/ml de aire o número de fibras recogidas y requiere un buen conocimiento de las industrias
por mm2 de un filtro en una jornada laboral de 8 y profesiones en las que se han descrito EPO y de
h. Cuando los niveles de concentración son tan los agentes causales más frecuentemente impli-
bajos que escapan al límite de detección de la cados.
microscopía óptica puede ser necesario utilizar sis- Trabajadores fumadores expuestos a materia
temas de microscopía electrónica. Las sustancias particulada de carbón, sílice, grano o algodón es
químicas pueden ser cuantificadas mediante mues- más probable que desarrollen bronquitis crónica
treo activo (bombas de aspiración) o pasivo (absor- y EPOC que aquellos no fumadores con exposi-
ción con carbón activado, silicagel u otros). En ciones similares o los fumadores no expuestos. El
EE.UU. y Europa Occidental se siguen los criterios tabaquismo aumenta el riesgo de desarrollar anti-
de la American Conference of Governamental cuerpos IgE y asma entre trabajadores selecciona-
Industrial Hygienists, que emplean el término TLV dos expuestos a alergenos potenciales en el lugar
(Threshold Limit Values) para expresar el valor lími- de trabajo, como platino y antígenos asociados a
te permitido de la concentración ambiental de un humidificadores. Los trabajadores fumadores expues-
determinado contaminante. Se admite que por tos a asbesto, radón, arsénico, humos de combus-
debajo del TLV de una determinada sustancia la tibles diesel, aminas aromáticas y sílice es más pro-
mayoría de los trabajadores expuestos no van a bable que desarrollen cáncer que los trabajadores
sufrir enfermedad. Este criterio no es válido en las no fumadores.
EPO de origen inmunológico.
En cuanto a los factores dependientes del suje- EPIDEMIOLOGÍA
to, son fundamentales el estado de los mecanis- La información para el control y vigilancia de
mos de defensa (macrófagos alveolares, aclara- las enfermedades ocupacionales puede provenir
miento mucociliar y linfático) y las variaciones indi- de diferentes fuentes:
viduales en la respuesta inmune e inflamatoria. • Notificación de casos recogidos para monitori-
La respuesta a diferentes sustancias es dosis-depen- zar las enfermedades ocupacionales (Sentinel
diente y suele precisarse una exposición larga (10- Event Notification System for Ocupational
20 años) para que aparezca enfermedad pero el Risk/Surveillance of Work related and Occu-
periodo puede ser mucho más corto debido a sus- pational Respiratory Disease, en Gran Breta-
ceptibilidad individual o exposición a concentra- ña, y Occupational Respiratory Disease Sur-
ciones masivas de partículas. En otros casos la res- veillance, promovido por la NIOSH, en EE.UU.).
puesta de los sujetos puede no ser dosis-depen- • Datos ocupacionales o de indemnizaciones
diente sino mediada por mecanismos inmunoló- recogidos en bases de datos de empresas y de
gicos, como ocurre en las neumonitis por hiper- la Seguridad Social.
Enfermedades pulmonares ocupacionales 453

• Mortalidad o morbilidad de la población estra- forma muy significativa (OR 14,1; 95% CI 9,33-
tificada por problemas respiratorios y ocupa- 21,2)(14).
ciones. Un informe de la Sociedad Madrileña de Neu-
En los países industrializados se estima que el mología y Cirugía Torácica indica que un 10% de
5-25% de los casos de asma que se inician en la los casos de cáncer de pulmón se deben a la expo-
edad adulta son atribuibles a exposición ocupacio- sición, habitualmente ocupacional, a determinados
nal, con más de 250 agentes involucrados en su agentes de probado riesgo carcinogénico y de
génesis(2-4,11). Este tipo de asma es más frecuente amplio uso aún en la actividad industrial como
en sujetos que trabajan en las industrias harineras, asbesto, níquel, cromo, arsénico, uranio, radiacio-
madereras, químicas y en aquellos que manipulan nes ionizantes y radón. Los trabajadores de la cons-
pinturas, poliuretano, etc. Poonai et al encuentran trucción, astilleros, mecánicos y pintores son los
en un grupo de 247 asmáticos enviados para estu- que tienen mayor probabilidad de exposición. No
dio un 17% de casos con AO, indicando estos auto- obstante, establecer la relación de causalidad entre
res como hecho importante el retraso de su diag- carcinoma broncopulmonar y una exposición ocu-
nóstico debido a falta de formación por parte de pacional es difícil ya que existen diferentes agen-
Atención Primaria y a factores socioeconómicos(12). tes causales implicados que pueden interactuar
Dada la importancia y alta prevalencia de esta pato- modificando su efecto (tabaco, exposiciones
logía, países como Gran Bretaña han tomado ini- ambientales y factores genéticos). Además, la neo-
ciativas para intentar reducir la incidencia del AO plasia broncopulmonar de origen ocupacional no
para el año 2010, desarrollando estrategias de con- presenta características clínicas, radiológicas o his-
trol, basadas en la aplicación de guías o recomen- tológicas diferentes a la causada por tabaquismo.
daciones dirigidas a mejorar su prevención, iden- Por ello, para establecer una relación de causalidad
tificación y tratamiento(13). es necesaria una historia de exposición ocupacio-
Un estudio del Instituto Nacional de Salud y nal a un agente cancerígeno conocido, a una dosis
Seguridad Ocupacional estadounidense (NIOSH) suficiente, con una duración mínima de unos 5
identifica las industrias y profesiones con más ries- años y un tiempo de latencia, entre el inicio de la
go de afectar al aparato respiratorio, poniendo de exposición y la presencia de la enfermedad, de 10
manifiesto que el 19% de los casos de EPOC pue- a 40 años(15).
den ser atribuibles al trabajo en las industrias con En el Reino Unido la exposición al amianto se
riesgo respiratorio destacando las de caucho, plás- considera la principal causa de mortalidad relacio-
ticos, cuero, textiles, alimentarias, agricultura y cons- nada con enfermedades ocupacionales. La entra-
trucción(5). Otros estudios publicados establecen da en vigor de la directiva comunitaria 1999/777CE
una prevalencia del 15% para bronquitis crónica ha prohibido el uso y comercialización de todo tipo
y EPOC debida exposición ocupacional(5,7). Trupin de asbesto desde el 1/1/2005. El asbesto se rela-
et al indican que un 20% de los casos de EPOC ciona con el mesotelioma pleural y el carcinoma
pueden ser atribuibles a exposición ocupacional a broncopulmonar. Los resultados de estudios epi-
vapores, gases, humos o materia particulada y que demiológicos demuestran que el 75-85% de los
esta exposición incrementa significativamente el casos de mesotelioma se asocian con anteceden-
riesgo de EPOC, de forma independiente a los efec- tes de exposición ocupacional, paraocupacional o
tos del tabaco(7). En este sentido Blanc et al., en ambiental al asbesto, existiendo un periodo de laten-
un estudio realizado en 1.202 sujetos con EPOC cia hasta la aparición del tumor de 20 a 45 años.
y 342 sujetos control indican que la exposición Estos tumores afectan a la pleura y más raramen-
ocupacional a vapores, gases, humos o materia te al pericardio o peritoneo. En el caso de la neo-
particulada se asocia con un riesgo incrementa- plasia broncopulmonar, el asbesto actúa como un
do de padecer EPOC (OR 2,11; 95% CI 1,59-2,82) cocarcinógeno y el riesgo de desarrollar neoplasia
y si además son fumadores el riesgo aumenta de se relaciona con el tiempo e intensidad de la expo-
454 F. Casas Maldonado

sición, tipo de fibra, tipo de trabajo, tabaquismo con- acceder al Observatorio de las Enfermedades Pro-
comitante y la presencia de asbestosis(15). La Agen- fesionales (http://www.seg-social.es/Internet_1/Lan-
cia Internacional para la Investigación en Cáncer zadera/index.htm?URL=8). Hay 6 grupos de EP:
(IARC) elabora informes periódicos sobre el efec- 1. EP causadas por agentes químicos.
to carcinógeno de diferentes sustancias que están 2. EP causadas por agentes físicos.
presentes en el ambiente laboral analizando las evi- 3. EP causadas por agentes biológicos.
dencias epidemiológicas y experimentales. Esta 4. EP causadas por inhalación de sustancias y
agencia clasifica a estas sustancias según su riesgo agentes no comprendidas en otros apartados.
cancerígeno en: grupo 1: riesgo probado en huma- 5. EP de la piel causadas por sustancias y agen-
nos; grupo 2A: probable riesgo en humanos, y 2B, tes no comprendidos en alguno de los otros
posibles carcinógenos en humanos. En España las apartados.
exposiciones más frecuentes se relacionan con la 6. EP causadas por agentes carcinógenos.
sílice cristalina, los humos de escape de motor die- Durante el año 2008 se han comunicado 850
sel y el radón. EP causadas por inhalación de sustancias y agen-
En España carecemos de registro oficial de la tes (grupo 4) que constituyen el 4,55% (3,27%
incidencia de enfermedades profesionales (EP) ya varones y 1,28% mujeres) del total de EP (18.700).
que no existen sistemas de registro y vigilancia epi- Se han registrado 148 casos por sílice, 6 casos por
demiológica. Los datos disponibles provienen de carbón, 44 casos por asbesto, 81 casos por otras
las estadísticas oficiales de la Seguridad Social y de neumoconiosis, 336 casos en relación con la expo-
estimaciones sobre los escasos estudios epide- sición a sustancias de alto peso molecular y 220
miológicos realizados en personal de riesgo y pobla- casos por sustancias de bajo peso molecular (Tabla
cionales. Los registros de la Seguridad Social pro- I). Las EPO están infravaloradas ya que, a las com-
porcionan información sobre el número de pen- prendidas en el grupo 4, habría que sumar aque-
siones por enfermedad profesional que son abo- llas otras causadas por agentes químicos, físicos y
nadas mensualmente, aunque no es posible iden- carcinógenos que afecten al pulmón o pleura.
tificar de qué tipo de enfermedad profesional se
trata. En Madrid se ha puesto en marcha el pro- CLÍNICA
yecto EROL (www.erolmadrid.org) para la creación La clínica en las EPO es inespecífica. Los suje-
de un banco de datos, tutelado por los Servicios de tos pueden estar asintomáticos pero habitualmen-
Salud Pública de la Comunidad de Madrid, en el te suelen presentar tos, expectoración, sibilantes
que médicos de Atención Primaria, alergólogos y y disnea. Para la graduación de la disnea es nece-
neumólogos, notifican de forma voluntaria enfer- sario el uso de escalas consensuadas, como la de
medades ocupacionales. la British Medical Research Council. También es
Desde noviembre de 2006 disponemos en necesario indagar sobre el desarrollo de malestar
España de un listado de EP(16) que consta de un general, cansancio, cefalea o fiebre. Es importan-
anexo I con 6 grupos de EP y un anexo II con otros te recoger todos los síntomas con fecha de comien-
tantos grupos de patologías con sospecha no con- zo, intervalo entre exposición y aparición, relación
firmada aún de tener un origen profesional para con la jornada laboral y, si mejora en casa, duran-
que, cuando la evidencia científica lo permita, sean te los fines de semana o en las vacaciones. En la
incluidas en el anexo I. La cumplimentación y trans- exposición a sustancias cancerígenas los síntomas
misión del parte de EP(17) se realiza mediante la pueden aparecer mucho tiempo después de haber
aplicación informática CEPROSS (Comunicación de cesado la exposición ocupacional.
Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social) En función del tipo de agente, la forma de pre-
que está disponible en la oficina virtual de la pági- sentación, la concentración ambiental y el grado de
na web de la Seguridad Social (http://www.seg- susceptibilidad individual se pueden desarrollar dife-
social.es). A través de esta página web podemos rentes enfermedades cuya causa ocupacional puede
Enfermedades pulmonares ocupacionales 455

Tabla I. Listado EP registradas en España mediante CEPROSS en 2008

Grupo Varones Mujeres Total %

1 682 323 1.005 5,37%

2 8.659 6.389 15.048 80,47%

3 230 263 493 2,64%

4 A. Polvo de sílice libre 139 9 148


B. Polvo de carbón 6 0 6
C. Polvos de amianto 43 1 44
D. Otros polvos de minerales 68 13 81
E. Metales sintetizados 12 0 12
F. Escorias de Thomas 0 0 0
G. Polvo de aluminio 1 0 1
H. Sustancias de alto peso molecular 214 122 336
I. Sustancias de bajo peso molecular 127 93 220
J. Antimonio y derivados 1 0 1
K. Berilio y sus compuestos 0 1 1
Total 611 239 850 4,55%

5 710 532 1.242 6,64%

6 53 9 62 0,33%

TOTAL EP 10.945 7.755 18.700

EP: Enfermedades profesionales; CEPROSS: comunicación de enfermedades profesionales de la Seguridad Social.


Grupos EP: 1: agentes químicos; 2: agentes físicos; 3: agentes biológicos; 4: inhalación de sustancias y agentes no
comprendidos en otros apartados; 5: de la piel causadas por sustancias y agentes no comprendidos en alguno de los
otros apartados; 6: agentes carcinógenos.

o no ser sospechada. En general, sólo en el con- bajo, epidemiólogos y toxicólogos. La relación entre
texto de un antecedente de exposición conocida a la enfermedad del trabajador y su ambiente labo-
un agente podremos emitir un diagnóstico correc- ral debe basarse en datos objetivos ya que el diag-
to. El examen físico es de escasa utilidad. No obs- nóstico de una patología ocupacional implica un
tante, realizaremos una exploración física general y cambio de trabajo, un derecho a una posible com-
buscaremos signos inflamatorios en la piel, ojos, pensación económica, una enfermedad que debe
orofaringe o nariz. Pondremos especial atención a resolverse y la posibilidad de que otros empleados
la presencia de signos de insuficiencia respiratoria la desarrollen en un futuro más o menos inmedia-
aguda (taquipnea, taquicardia, uso de musculatu- to. Por ello, para el diagnóstico de una EPO es nece-
ra accesoria de la respiración) o crónica (cianosis, sario identificar el agente causal y demostrar una
acropaquias) y realizaremos una auscultación res- relación entre éste y la enfermedad respiratoria.
piratoria valorando la presencia, localización y exten- No obstante, esto es difícil ya que la causa no suele
sión de roncus, sibilantes o crepitantes. estar presente en todos los casos, muchas veces
ésta no es única y, además, puede no generar enfer-
DIAGNÓSTICO medad en todos los casos en los que hay exposi-
El abordaje de las EPO debe ser multidiscipli- ción. La valoración de la causalidad también se com-
nario, haciéndose necesaria la participación de neu- plica dada la frecuente existencia de factores modi-
mólogos, inmunólogos, alergólogos, médicos del tra- ficadores de efecto que determinan que ante una
456 F. Casas Maldonado

exposición únicamente acabe presentando enfer- Tabla II. Datos de la historia clínica en la enfermedad
medad un subgrupo de los sujetos expuestos (sus- pulmonar ocupacional
ceptibilidad individual). La valoración adecuada de
Datos generales
una EPO debe integrar: 1) datos clínicos; 2) estu-
• Edad, peso, talla y raza
dios de imagen; 3) pruebas de función pulmonar
• Residencia habitual y nivel socioeconómico
(PFP); 4) resultados de otras pruebas diagnósticas • Hábitos tóxicos (tabaco, alcohol, drogas)
solicitadas y los estudios realizados en la empresa. • Antecedentes personales y familiares de atopia
1. Historia clínica. Debe ser exhaustiva, meticu- • Enfermedades respiratorias previas
losa y dirigida, recogiendo datos generales sobre • Tratamientos realizados y medicación actual
su residencia habitual, nivel socioeconómico,
Historia ocupacional detallada
hábitos tóxicos, antecedentes personales y fami-
• Relación cronológica de todos los trabajos anteriores
liares de atopia, enfermedades respiratorias pre-
y actividades de ocio
vias, medicación actual o previa. Realizaremos • Materiales utilizados en su trabajo y actividades de ocio
una historia ocupacional detallada con una rela- • Intensidad y duración de la exposición a cada uno de ellos
ción cronológica de todos los trabajos, inclu- • Fecha de comienzo de los síntomas e intervalo entre
yendo actividades de ocio, y preguntaremos la exposición y su aparición
sobre la presencia de agentes físicos, químicos • Medidas de prevención usadas
o biológicos potencialmente dañinos así como • Situación clínica durante la jornada laboral y si mejora
la duración e intensidad de la exposición a cada en casa, durante los fines de semana o en las vacaciones
uno de ellos. Es importante hacer un registro • Medidas de prevención utilizadas y si hay otros
de toda la sintomatología con fecha de comien- trabajadores afectados de forma similar
zo e intervalo entre la exposición y su aparición.
También indagaremos sobre la clínica duran-
te la jornada laboral y si mejora en casa, duran- variable que puede relacionarse con otros indi-
te los fines de semana o en las vacaciones. Por cadores biológicos y con los niveles de expo-
último, hay que conocer las medidas preven- sición laboral a un agente determinado. Son
tivas utilizadas y si hay otros trabajadores afec- útiles para conocer el estado de salud del tra-
tados de forma similar (Tabla II). bajador, identificar a sujetos con riesgo de apa-
2. Estudios de imagen. Los hallazgos radiológi- rición de enfermedades respiratorias, para la
cos son inespecíficos frecuentemente y depen- valoración de incapacidad laboral y en la eva-
den del tipo de exposición y del estadio evo- luación de la respuesta a un tratamiento ins-
lutivo de la enfermedad. La radiología simple taurado o tras el cese de la exposición labo-
de tórax es muy poco sensible por lo que ante ral. Las PFP deben realizarse siguiendo los cri-
una sospecha de EPO deberemos realizar una terios de calidad establecidos por las normati-
tomografía computarizada de alta resolución vas nacionales o internacionales. Se considera
(TCAR) de tórax. La TCAR puede poner de como límite inferior de la normalidad para la
manifiesto una afectación intersticial u otras mayoría de las variables el 80% del valor teó-
lesiones no evidenciables en la radiología sim- rico, aunque la normalidad la dará el histórico
ple de tórax(9). En las enfermedades por expo- de las PFP del sujeto por lo que es necesario
sición a materia particulada orgánica podemos realizarlas antes de que éste inicie su actividad
encontrar un patrón intersticial difuso o infil- laboral. La espirometría es la PFP básica, debien-
trados alveolares parcheados. do clasificarla como obstructiva, restrictiva o
3. PFP. Proporcionan información importante tanto mixta. Se considera obstructiva cuando la rela-
en estudios longitudinales de poblaciones de ción FEV1/FVC es inferior a 0,7, restrictiva si
trabajadores, como en aquellos transversales y la FVC es inferior al 80% y mixta cuando ambos
prospectivos en los que se emplean como una criterios están presentes.
Enfermedades pulmonares ocupacionales 457

Tabla III. Grados de deficiencia respiratoria

Grado 1: 0% Grado 2: 10-25% Grado 3: 26-50% Grado 4: 51-100%


No deficiencia Deficiencia corporal Deficiencia corporal Deficiencia corporal
Variables PFP corporal total total leve total moderada total grave

FVC ≥ 80% 60-79% 51-59% ≤ 50%

FEV1 ≥ 80% 60-79% 41-59% ≤ 40%

FEV1/FVC ≥ 0,70
DLCO ≥ 70% 60-69% 41-59% ≤ 40%

VO2max > 25 ml/kg/min 20-25 ml/kg/min 15-20 ml/kg/min < 15 ml/kg/min

Todos los valores hacen referencia a su porcentaje sobre los valores teóricos según edad, talla, sexo y raza de los sujetos.
PFP: pruebas de función pulmonar; FVC: capacidad vital forzada; FEV1: volumen espiratorio forzado en el primer segundo;
DLCO: capacidad de difusión para el monóxido de carbono; VO2max: consumo máximo de oxígeno.

Para el estudio de las EPO también suele ser toria y su impacto en las actividades de la vida
preciso determinar los volúmenes pulmonares diaria (Tabla III).
estáticos y la capacidad de difusión de monó- Las PFP son de gran ayuda para establecer el
xido de carbono (DLCO) corregida al volumen diagnóstico de asma relacionado con el tra-
alveolar (DLCO/VA o KCO). La medida de la bajo (ART). Deberemos sospechar ART en cual-
KCO en un sujeto que inicia una actividad labo- quier caso de asma que se inicia o que se agra-
ral está justificada en base al gran número de va en la vida adulta, debiendo diferenciar dos
tóxicos ocupacionales que producen afectación situaciones: 1) asma ocupacional (AO), que es
pulmonar. Para valorar el grado de incapacidad el asma producida por la inhalación de deter-
también necesitamos una gasometría arterial. minados agentes en el lugar de trabajo; 2) asma
Las pruebas de esfuerzo (prueba de 6 minu- agravada por el trabajo (AAT), que es el asma
tos marcha, tapiz rodante y bicicleta ergomé- ya existente que se agrava en el lugar de tra-
trica) estarán indicadas cuando las pruebas bajo. En este caso siempre hay que descartar
anteriores no sean concluyentes o cuando los un AO. El AO se define por la presencia de una
síntomas no se correlacionen con las altera- limitación variable al flujo aéreo, asociada o no
ciones observadas en las PFP(18). Las variables a hiperrespuesta bronquial e inflamación de la
más útiles determinadas en las pruebas de vía aérea, que es debida a exposición a agen-
esfuerzo son: consumo de O2, producción de tes presentes en el medio laboral y no a estí-
CO2, umbral anaeróbico, ventilación minuto y mulos que se encuentran fuera del mismo(19).
frecuencia cardiaca. Tras realizar las PFP emi- En función del mecanismo de acción y de la
tiremos un informe de evaluación de la inca- existencia o no de periodo de latencia, se dis-
pacidad laboral que deberá indicar: a) valora- tingue AO inmunológica o con periodo de laten-
ción de normalidad o anormalidad y su cuan- cia y AO no inmunológica o sin periodo de
tificación; b) si se presenta en reposo y/o ejer- latencia. El AO inmunológico puede estar
cicio; c) qué variable o variables de las PFP son mediado o no por IgE, aceptándose que agen-
las más apropiadas para la evaluación y segui- tes con alto peso molecular generan una res-
miento de la anormalidad y establecer los inter- puesta mediada por IgE y los de bajo peso
valos de tiempo adecuados para su revisión; molecular no aunque algunos, como isociana-
d) si la anormalidad se presume reversible o tos, persulfatos y metales, pueden causar asma
permanente; e) grado de deficiencia respira- por un mecanismo IgE dependiente. Su diag-
458 F. Casas Maldonado

nóstico se basa en la historia clínica y su rela- Tabla IV. Criterios para la definición de AO y SDRVA
ción con la exposición ocupacional para lo que propuestos por el ACCP
nos ayudaremos de las PFP y la demostración
Criterios AO
de sensibilización, cuando el mecanismo está
• Diagnóstico de asma
mediado por la IgE. En cuanto al AO no inmu-
• Comienzo del asma después del inicio de un trabajo
nológica o sin periodo de latencia, también • Asociación entre los síntomas de asma y el trabajo
conocido como síndrome reactivo de disfun- • Uno o más de los siguientes criterios:
ción de la vía aérea (SRDVA), generalmente se – Exposición en el lugar de trabajo a un agente de
relaciona con la inhalación de altas concentra- riesgo de provocar asma
ciones de agentes irritantes y su diagnóstico se – Cambios en el FEV1 o en el PEF en relación con el
realiza mediante criterios clínicos. Los criterios trabajo
diagnósticos para el AO y SDRVA se reflejan en – Cambios en la hiperreactividad bronquial en
la Tabla IV. Una prueba de broncoprovocación relación con el trabajo
específica positiva nos da el diagnóstico de cer- – Respuesta positiva a una prueba de provocación
teza de AO(20). bronquial
4. En trabajadores expuestos a inhalantes poten- – Relación clara entre el comienzo del asma y una
cialmente alergénicos puede ser necesaria la exposición sintomática a agentes irritantes en el
realización de estudios inmunológicos (prue- lugar de trabajo
bas cutáneas, determinación de IgE específi- Criterios de SDRVA
ca por métodos de ELISA e inmunobloting, • Ausencia de afectación pulmonar previa
estudio de inmunidad celular). Para la medi- • Presentación de los síntomas después de una única
ción de agentes químicos podemos usar téc- exposición o accidente
nicas de cromatografía de gases, cromatogra- • Exposición a gas, tabaco, humo o vapor de
fía líquida de alta resolución o de espectrofo- propiedades irritantes que se encuentre a altas
tometría. Para determinados agentes causan- concentraciones
tes de neumoconiosis, como sílice o asbesto, • Inicio de los síntomas en las 24 horas siguientes a la
las técnicas utilizadas para su cuantificación son exposición, con persistencia de los mismos al menos
la difracción de rayos-X y la microscopia elec- durante tres meses

trónica, respectivamente. En algunos casos, • Síntomas similares al asma


• Presencia de obstrucción bronquial en las pruebas de
como los isocianatos, existen equipos que per-
función pulmonar
miten una lectura directa y de forma continua,
• Presencia de hiperreactividad bronquial
al realizar el análisis simultáneamente junto con
• Exclusión de otra enfermedad pulmonar
la recogida(21). También podemos investigar
tóxicos o minerales en sangre, orina, esputo AO: asma ocupacional; SDRVA: síndrome de disfunción
o tejidos. Estos estudios pueden ser inmuno- reactiva de la vía aérea; ACCP: American College of Chest
Physicians; FEV1: volumen de flujo espiratorio forzado en
lógicos, citológicos o histológicos. Las muestras el primer segundo; PEF: pico de flujo espiratorio máximo.
pueden ser obtenidas de sangre periférica o
del pulmón mediante diferentes técnicas (lava-
do broncoalveolar, biopsia bronquial, biopsia del siglo XX. No obstante, la prevención no siem-
transbronquial, transtorácica, toracoscópica o pre es posible pues muchos sujetos pueden estar
mediante toracotomía exploradora). expuestos a un agente cuya toxicidad no es reco-
nocida laboralmente o lo es con posterioridad. Esto
PREVENCIÓN puede relacionarse con:
La aplicación práctica de medidas preventivas • Existencia de un largo periodo de latencia entre
ha constituido uno de los avances más importan- la exposición laboral y la aparición de enfer-
tes en la medicina moderna de la segunda mitad medad respiratoria.
Enfermedades pulmonares ocupacionales 459

Tabla V. Principios básicos para el control y preven- Los datos derivados de los estudios epidemio-
ción de las EPO lógicos y de los ensayos animales han sido claves
para identificar agentes ambientales y laborales que
• Sustitución del agente tóxico inhalado, por otro no
suponen un riesgo para la salud de los individuos y
tóxico o menos tóxico
en la orientación del desarrollo de las estrategias de
• Métodos eficaces de almacenamiento y transporte de
sustancias tóxicas
control. En la actualidad, sigue siendo de vital impor-
• Automatización de los trabajos en aquellas zonas de
tancia el desarrollo de estudios epidemiológicos y de
alto riesgo investigación de las enfermedades laborales. Aún hay
• Uso de sistemas de humidificación, ventilación o de que definir los riesgos para la salud procedentes de
flujo laminar que reduzcan la concentración del numerosas exposiciones laborales y solucionar inte-
agente inhalado hasta niveles aceptables en el área rrogantes importantes respecto a los mecanismos
de trabajo mediante los que muchos agentes provocan enfer-
• Uso de equipos de protección respiratoria medad respiratoria. Estos interrogantes se soluciona-
• Rotación del personal. En caso de sujetos rán mediante enfoques de investigación que integren
sensibilizados a una sustancia es necesario el cambio o potencien la colaboración entre epidemiólogos, clí-
de puesto de trabajo o incluso el cambio de trabajo nicos e investigadores. La dimensión de la patología
• Establecer programas educacionales sobre respiratoria ocupacional es preocupante, no sólo por
prevención de riesgos y deshabituación tabáquica las cifras que se conocen, sino por su infradiagnósti-
• Realizar exámenes médicos en salud para identificar co y por la aparición de nuevos agentes capaces de
a trabajadores con riesgo para EPOC o asma y generar EPO, siendo prioritario que desde los Servi-
practicar exámenes periódicos, anuales o cios de Vigilancia Epidemiológica y los Servicios de
semestrales, para los trabajadores más expuestos Salud se tomen las medidas adecuadas.
EPO: enfermedad pulmonar ocupacional; EPOC:
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460 F. Casas Maldonado

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39
Enfermedad tromboembólica
venosa. Profilaxis
C. Rodríguez Matute, R. Santiago Villalobos

INTRODUCCIÓN • Dificultad diagnóstica: la ETV adquirido en el


El tromboembolismo venoso sigue siendo una hospital por lo general es clínicamente silente.
causa importante de morbimortalidad en pacien- • La mayoría de las TVP sintomáticas asociadas con
tes hospitalizados, con alto coste y consumo de la admisión hospitalaria ocurre después del alta(4).
recursos(1). El término enfermedad tromboembóli- • La profilaxis resulta costo-beneficiosa(5) frente
ca venosa (ETV) engloba entidades clínicas como a la no aplicación de ésta teniendo en cuenta
la trombosis venosa profunda (TVP) en los miem- las estancias hospitalarias, los fármacos utiliza-
bros inferiores o superiores y su mayor complica- dos y su administración, las técnicas diagnós-
ción, el tromboembolismo pulmonar (TEP). ticas a emplear y las posibles indemnizaciones.
La necesidad de realizar tromboprofilaxis se res- • Consecuencias de la falta de prevención: TEP fatal,
palda gracias a la aportación de la literatura cientí- incremento del riesgo de recidivas, síndrome pos-
fica, al conocimiento más exhaustivo de los facto- trombótico crónico, hipertensión pulmonar.
res de riesgo de los pacientes y a la identificación Teniendo en cuenta estas consideraciones
de los efectos adversos de dicha profilaxis. Pero debemos preguntarnos a qué tipo de pacientes es
además viene apoyada, entre otros, por los siguien- necesario aplicarla. Para ello establecemos tres gru-
tes datos: pos de riesgo: los propios del paciente (Tabla I), los
• Su elevada prevalencia: tasa de ETV de derivados de intervenciones quirúrgicas (Tabla II) y
74/100.000 habitantes y año(2). . El estudio los asociados a procesos médicos (Tabla III).
VITAE(3) estimó que en el 2004 hubo en nues- Una vez establecidos estos grupos de riesgo
tro país 1.975.398 personas en riesgo, por aplicaremos la profilaxis como se recomienda en el
causa médica o quirúrgica, de sufrir una ETV. conjunto de los consensos nacionales e internacio-
• Los pacientes hospitalizados tienen al menos nales al respecto(6-8) apoyados por la disponibilidad
un factor de riesgo para ETV. El 4‰ de los hos- de las distintas opciones en cada centro sanitario.
pitalizados por cualquier causa sufrieron una
ETV durante su ingreso siendo el 74% pacien- TIPOS DE PROFILAXIS
tes médicos. La mortalidad por TEP es del
11,6% frente al 2,3% por TVP(2). El TEP es la Métodos físicos
causa de muerte hospitalaria más comúnmente Se asume que estos métodos usados como
prevenible. única forma de profilaxis son efectivos para los

461
462 C. Rodríguez Matute, R. Santiago Villalobos

Tabla I. Factores de riesgo del propio paciente

Adquiridos Congénitos Otros

Edad avanzada Déficit de antitrombina Policitemia vera


Antecedentes de ETEV Déficit de proteína C Trombocitosis
Inmovilización reciente: Déficit de proteína S HPN
• Por fractura o vendaje en EEII Factor V Leiden Síndrome nefrótico
• Por enfermedad médica (IC grado III-IV de la NYHA, Gen 20210 A de la protrombina EII
exacerbación de la EPOC, sepsis, AVCA) Disfibrinogenemias Síndrome de Behçet
Cáncer (metástasis) Hiperhomocistinemia LES
Obesidad Elevación del factor VIII Antipsicóticos
Embarazo, puerperio
Toma de estrógenos, tamoxifeno
TVS, varices
Síndrome antifosfolípido
Tratamiento antipsicótico
Cirugía mayor reciente

ETEV: enfermedad tromboembólica venosa; EEII: extremidades inferiores; IC: insuficiencia cardiaca; NYHA: New York Herat
Association; EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica; AVCA: accidente vascular cerebral agudo; TVS: trombosis venosa
superficial; HPN: hemoglobinuria paroxística nocturna; EII: enfermedad Inflamatoria Intestinal; LES: lupus eritematoso sistémico.

Tabla II. Categorías de riesgo en cirugía y recomendaciones del uso de profilaxis en la ETV

Categorías de riesgo en cirugía* Recomendaciones profilácticas

Riesgo bajo Movilización precoz persistente


• Cirugía menor (< 30 minutos)
• Paciente < 40 años
• No factores de riesgo

Riesgo moderado HBPM a altas dosis


• Cirugía menor en pacientes con factores de riesgo HNFDB/12 h
• Cirugía menor en 40-60 años
• Cirugía mayor en < 40 años sin factores de riesgo

Riesgo alto
• Cirugía menor en > 60 años HBPM a altas dosis
• Cirugía mayor en > 40 años HNFDB/8 h
• Cirugía mayor y factores de riesgo Fondaparinux

Riesgo muy alto


• Cirugía mayor en > 40 años y antecedente de ETV HBPM a altas dosis
• Cáncer HNFDB/8 h
• Trombofilia Fondaparinux
• Traumatismos graves Combinado con métodos físicos
• Fractura o artroplastia de cadera o rodilla
• Lesión medular espinal

*Modificado de Geerts WH et al.(15), Gallus et al.(16) y Nicolaides et al(17). ETV: enfermedad tromboembólica venosa.
Enfermedad tromboembólica venosa. Profilaxis 463

Tabla III. Factores de riesgo asociados con procesos y determina su vaciado en dirección proximal.
médicos Consiguen una reducción del riesgo de TVP
entre el 60-80%(9).
Neoplasia
• Bomba pedia venosa. Mejora el retorno veno-
Insuficiencia cardiaca
so al producir un aplanamiento del arco plan-
Infección aguda grave
tar, similar al que se produce con el apoyo y la
Enfermedad inflamatoria intestinal marcha.
AVCA con parálisis de MMII La octava Conferencia de Consenso del Ame-
EPOC rican Collage of Chest Physicians (ACCP)(7) reco-
Infarto agudo de miocardio mienda que se utilicen principalmente en pacien-
Diabetes mellitus tes con alto riesgo de hemorragias (grado 1A) o
Hiperhomocistinemia como complemento a una profilaxis basada en
Infección por VIH medidas farmacológicas (grado 2A), dirigiendo una
Síndrome nefrótico
especial atención a asegurar una utilización apro-
piada y un cumplimiento óptimo del dispositivo
Trombofilia
mecánico (grado 1A).
Vasculitis (Behçet, Wegener)
Traumatismo mayor
Métodos farmacológicos
Obesidad (IMC > 28)
Como medicamentos anticoagulantes cono-
cemos a un conjunto heterogéneo de fármacos
cuya utilidad clínica se basa en el enlentecimien-
pacientes de los grupos de riesgo bajo, así como to de la coagulación sanguínea a través de tres
en aquellos en los que se consideraría elevado el mecanismos de acción: la potenciación de la anti-
riesgo hemorrágico inducido por los agentes far- trombina, la interferencia en la síntesis de protea-
macológicos. Pueden utilizarse en asociación con sas dependientes de la vitamina K y el bloqueo
fármacos. Objetivo de estos métodos: prevención directo de la trombina.
de la estasis venosa.
• Medidas físicas generales. Posición de Tren- Heparina no fraccionada (HNF)
delemburg para facilitar el retorno venoso en Su acción antitrombótica se debe a la capaci-
pacientes encamados. Evitar la posición decli- dad de potenciar la actividad de la antitrombina.
ve de las piernas cuando el paciente perma- Presenta marcadas interacciones que contribuyen
nezca sentado. Deambulación precoz y per- a la variabilidad en la respuesta anticoagulante de
sistente. cada individuo. La cinética de eliminación es com-
• Vendaje elástico o medias de compresión pleja y su vida media depende de la dosis. La vía
gradual (MCG). Óptimo con un perfil de pre- de administración habitual es la endovenosa en
sión a partir de 18 mmHg en el tobillo, decre- perfusión continua mediante bomba. La adminis-
ciendo la presión en dirección al muslo. Su fun- tración discontinua da lugar a una mayor dosis dia-
ción es reducir el diámetro de las venas de las ria y a un mayor riesgo hemorrágico. La vía sub-
pantorrillas, restaurar la insuficiencia valvular, cutánea sería igualmente eficaz si se reparte la dosis
acelerar el flujo venoso y aumentar la actividad total diaria en dos-tres inyecciones.
fibrinolítica de la pared venosa.
• Compresión neumática intermitente (CNI). Heparinas de bajo peso molecular (HBPM)
Botas o polainas hinchables que generan ciclos Se obtienen a partir de la HNF mediante des-
de compresión (10 segundos cada minuto a polimerización de sus cadenas. Presentan esca-
una presión de 35-40 mmHg) que se trans- sas interacciones por lo que su biodisponibilidad
miten al sistema venoso del pie y pantorrillas es elevada, su cinética de eliminación, regular, y
464 C. Rodríguez Matute, R. Santiago Villalobos

una vida media más prolongada e independiente coagulación potenciada por la liberación de trom-
de la dosis. Son tan eficaces y seguras como la HNF boplastina a partir de los tejidos lesionados y la
y más fáciles de utilizar. Presenta una relación más hemólisis inducida en el área quirúrgica.
predecible entre la dosis y la respuesta, por lo que La tendencia en los países europeos de iniciar
pueden dosificarse según el peso sin necesidad de la profilaxis preoperatoria 12 h antes de la inter-
controles periódicos. Se administran por vía sub- vención se apoya en la mayoría de los ensayos clí-
cutánea abdominal una vez al día. Deben admi- nicos aleatorizados publicados. En cambio en Nor-
nistrarse con precaución en la insuficiencia hepáti- teamérica la tendencia es la de iniciar la profilaxis
ca grave, en la insuficiencia renal grave, en la hiper- 12 h después de la intervención(9).
tensión arterial no controlada y en la retinopatía La cirugía mayor es uno de los más importan-
hipertensiva o diabética. tes factores de riesgo para la ETV al que tendremos
que añadir los propios del paciente, adquiridos o
Anticoagulantes orales congénitos (Tabla I), el tipo de anestesia, la duración
Actúan interfiriendo competitivamente con la de la intervención y la infección postoperatoria.
vitamina K ya que poseen una similitud estructural La tromboprofilaxis reduce el riesgo de ETV
con ella. En nuestro país están comercializadas la hasta en un 60% en la cirugía general.
acenocumarina y la warfarina, siendo la primera La profilaxis con HBPM o con HNF a bajas dosis
la más empleada. Debe ajustarse la dosis utilizan- no presenta diferencia en cuanto a la eficacia y sí
do el tiempo de protrombina mediante el INR (Inter- en el riesgo de hemorragia que es dependiente de
national Normalized Ratio). Debido a la necesidad la dosis de HBPM(10). El fondaparinux es tan efi-
de monitorización con el fin de ajustar las dosis y caz y seguro como la HBPM.
obtener el nivel de anticoagulación adecuado, así En pacientes con importante riesgo de hemo-
como el riesgo potencial de complicaciones hemo- rragia se recomienda el uso combinado de fárma-
rrágicas, son poco utilizados como profilaxis pri- cos y métodos físicos al menos hasta que dismi-
maria. nuya el riesgo de hemorragia.
Para las recomendaciones de profilaxis en ciru-
Fondaparinux gía general consultar la Tabla II.
Actúa inhibiendo al factor Xa sin presentar acti- Se recomienda la profilaxis mantenida hasta el
vidad antitrombina. Es el fármaco más actual den- alta hospitalaria. Si el paciente ha sufrido una ciru-
tro de las posibilidades de profilaxis farmacológi- gía oncológica o tiene antecedentes de ETV la pro-
cas. Se administra por vía subcutánea una vez al filaxis se mantendrá, con HBPM, durante al menos
día. Debe usarse con precaución en la insuficien- 28 días tras el alta(7).
cia hepática y la renal. En caso de sobredosificación En cuanto al tipo de anestesia utilizada, algu-
el sulfato de protamina no es efectivo. nos autores sugieren que el riesgo de ETV es menor
si se emplea anestesia espinal o epidural compa-
Profilaxis en pacientes sometidos rada con la general(11). El hematoma espinal tras la
a cirugía colocación de un catéter epidural, en pacientes que
El riesgo de presentación de ETV postoperato- reciben tromboprofilaxis, es inusual(12).
ria aumenta en proporción al número de factores Recomendaciones en pacientes en los que se
de riesgo que concurran en cada paciente, la inter- utiliza punción neuroaxial, colocación o retirada de
vención practicada, la duración de la intervención, un catéter(6):
el tipo de anestesia aplicada y la inmovilización post- • Con respecto a los pacientes que recibieron
operatoria. HBPM en el preoperatorio: realizar la aneste-
Entre los mecanismos de acción que intervie- sia pasadas 12 horas de la administración de
nen en la formación de los trombos, además de la la HBPM. Administrar la siguiente dosis de
tríada de Virchow, cabe destacar la activación de la HBPM pasadas al menos 6 horas.
Enfermedad tromboembólica venosa. Profilaxis 465

Tabla IV. Dosificación de los anticoagulantes empleados en la profilaxis de la ETV

Nombre Dosis/día en riesgo Dosis/día en riesgo


genérico/comercial bajo-moderado alto

HBPM Bemiparina (Hibor®) 2.500 U 3.500 U


Dalteparina (Boxol®, Fragmin®) 2.500 U 5.000 U
Enoxaparina (Clexane®, Decipar®) 2.000 U (20 mg) 4.000 U (40 mg).
Nadroparina (Fraxiparina®) 2.850 U (0,3 ml) 3.800 U (0,4 ml) < 70 kg
5.700 U (0,6 ml) > 70 kg
Tinzaparina (Innohep®) 3.500 U (0,35 ml) 4.500 U (0,45 ml)

ACO Acenocumarol (Sintrom®)


Variable para mantener INR entre 2-3
Warfarina (Aldocumar®)

Inhibidor del FXa Fondaparinux (Arixtra®) 2,5 mg/24 h


HNF Varios en mercado 5.000 UI/12 horas 5.000 UI/8 horas

HBPM: heparina de bajo peso molecular; HNF: heparina no fraccionada; ACO: anticoagulantes orales.

• En pacientes que reciben fondaparinux se reco- En pacientes con cirugía ginecológica mayor
mienda un intervalo de 36 h entre la última por enfermedad benigna sin factores de riesgo se
dosis de este fármaco y la retirada del catéter recomienda HBPM a dosis de riesgo moderado
de analgesia y esperar 12 h hasta la adminis- (grado 1A), HNF a dosis bajas dos veces al día (grado
tración de la siguiente dosis. 1A) o CNI iniciada antes de la intervención y man-
El principio activo a utilizar, las dosis recomen- teniéndola hasta la deambulación del paciente (grado
dadas y las distintas presentaciones comerciales 1B). Si se asocian factores de riesgo para ETV se reco-
que disponemos en nuestro país quedan refleja- mienda profilaxis sistemática con fármacos a dosis
dos en la Tabla IV. de alto riesgo, CNI sola hasta el alta hospitalaria o
A pesar de que el riesgo de ETV tras el uso combinación de varios métodos (grado 1A).
de cirugía laparoscópica es desconocido, en la La complicación más frecuente y grave de la
octava conferencia de consenso se recomienda, si cirugía ortopédica es, sin duda, la enfermedad
los factores de riesgo para la ETV están presentes, tromboembólica. La incidencia de TVP sin profila-
las mismas opciones profilácticas que en la cirugía xis oscila entre el 40 y el 60% y la del TEP entre el
abierta (grado 1C). 3 y el 28%. Esta cirugía incluye la artroplastia de
La cirugía urológica suele realizarse a pacien- cadera, la cirugía por fractura de cadera y la artro-
tes que presentan factores de riesgo que aumen- plastia de rodilla siendo en esta última donde la
tan la incidencia de ETV. Se recomienda por ello el incidencia de TVP es mayor.
uso sistemático de HBPM. Otras opciones son la El fármaco más utilizado en España es la HBPM.
HNF a bajas dosis dos o tres veces al día, MCG y/o En pacientes con artroplastia de cadera pue-
CNI antes de la intervención y hasta que el pacien- den usarse(6) (grado 1A):
te inicie la deambulación (grado 1B). En pacientes • HBPM a dosis de alto riesgo 12 h antes o 12-
con múltiples factores de riesgo se recomienda la 24 h después de la intervención, o 4-6 h des-
combinación de varios métodos (grado 1C). pués de la cirugía a la mitad de la dosis de alto
La práctica de procedimientos transuretrales se riesgo con incremento a dosis plena al día
consideran de bajo riesgo por lo que la moviliza- siguiente.
ción precoz y persistente es la mejor medida pro- • Fondaparinux a 2,5 mg/día 6-8 h tras la inter-
filáctica. vención.
466 C. Rodríguez Matute, R. Santiago Villalobos

Se indicará la misma profilaxis en la cirugía por 2C) si existen múltiples factores de riesgo.
fractura de cadera. Se recomienda profilaxis para la ETV a todos
En los pacientes con artroplastia de rodilla se reco- los pacientes con lesión medular aguda (grado
mienda la misma profilaxis pero el uso óptimo de la 1A). Se recomienda profilaxis con HBPM y, como
CNI constituye una buena alternativa (grado 1B). alternativas HNF a dosis baja, más CNI. Durante
Debe mantenerse la profilaxis a esas dosis al la fase de rehabilitación se debe mantener el tra-
menos durante 10 días, recomendándose que se tamiento profiláctico con HBPM o anticoagulantes
mantenga hasta 28-35 días tras la intervención con orales (INR: 2-3).
HBPM y hasta 21 días con el fondaparinux. Los pacientes que sufren traumatismos, con
Salvo para los pacientes que presentan facto- al menos un factor de riesgo de ETV, deben recibir
res de riesgo para ETV o mantienen complicacio- tromboprofilaxis (grado 1A). Se recomienda el uso
nes, no se recomienda el uso rutinario de trombo- de HBPM tan pronto como se considere seguro,
profilaxis farmacológica tras artroscopia de rodilla y utilizando la profilaxis mecánica con CNI o MCG
sí una temprana movilización. si se retrasa el momento de utilizar éstas o si está
La profilaxis en neurocirugía está justificada al contraindicada en ese momento debido a hemo-
presentar un riesgo moderado de ETV. Los factores rragia activa o riesgo elevado de esta complicación
que aumentan el riesgo son: cáncer (sobre todo (grado 1B). La tromboprofilaxis debe mantenerse
en los meningiomas), cirugía intracraneal más que hasta el alta hospitalaria, incluyendo el periodo de
la medular, procedimientos prolongados, debilidad rehabilitación (grado 1C), o después de ésta si el
de los miembros inferiores y la edad avanzada(13). paciente presenta alteraciones graves de la movili-
Como pautas generales recomendamos: dad (grado 2C).
• Métodos físicos: son más efectivos los siste-
mas de CNI previamente a la intervención Profilaxis en pacientes con patología
(grado 1A). médica
• La HBPM postoperatoria (grado 2A) y la HNF Más del 50% de las complicaciones trombo-
a dosis bajas preoperatoria (grado 2B) pueden embólicas sintomáticas y más del 70% de los TEP
ser una alternativa a las medidas anteriores. La fatales se dan en pacientes no quirúrgicos. En los
dosis a usar son las recomendadas en cirugía pacientes hospitalizados la ETV se asocia a un mayor
mayor y en función de los factores de riesgo número de recurrencias, a más muertes debidas a
de cada paciente. TEP y a más complicaciones hemorrágicas si se
• La combinación de ambos métodos propor- comparan con los pacientes quirúrgicos(14).
ciona un grado de protección adicional supe- La escala de ponderación de riesgo más com-
rior al de ambos métodos por separado por lo pleta en nuestro medio, desarrollada para la profi-
que se recomienda en los pacientes de alto laxis de la ETV en pacientes médicos, es la guía
riesgo (grado 2B). PRETEMED (Tabla V).
En pacientes sometidos a cirugía espinal, si Tras la aplicación de esta escala identificamos
no existe factor de riesgo asociado, se recomienda los grupos de pacientes con riesgo moderado-alto
no utilizar habitualmente ninguna modalidad de (peso a partir de 4) y administramos, de forma ruti-
tromboprofilaxis, aparte de la movilización precoz naria, tromboprofilaxis salvo que exista contraindi-
y persistente. Si existen factores de riesgo asocia- caciones específicas. Generalmente debe mante-
dos se recomiendan las siguientes opciones: nerse la profilaxis mientras persista el riesgo eleva-
• HNF postoperatoria a dosis bajas (grado 1B). do o durante un tiempo prudencial después de que
• HBPM postoperatoria (grado 1B). éste cese. En los pacientes con bajo riesgo no se
• CNI perioperatoria (grado 1B). recomienda profilaxis farmacológica, siendo sufi-
• HNF a dosis bajas o HBPM combinado con ciente la movilización precoz, los movimientos pasi-
el uso óptimo de métodos mecánicos (grado vos y las MCG.
Enfermedad tromboembólica venosa. Profilaxis 467

Tabla V. Cálculo del riesgo de ETV en procesos médicos e indicación de profilaxis (guía PRETEMED)

Pesos ajustados

1 2 3

Procesos precipitantes • Embarazo/puerperio* • Neoplasia • EPOC descompensada


• Viajes en avión > 6 h • IC grado III • AVC con plejía de MMII
• Infección aguda grave • IAM
• EII activa • IC grado IV
• Mieloma + QT****
• Traumatismo de MMII sin cirugía

Procesos asociados • DM • Síndrome nefrótico


• Hiperhomocistinemia • Trombofilia**
• Infección por VIH • TVP previa***
• Parálisis de MMII • Vasculitis (Behçet, Wegener)
• TVS previa

Fármacos • Anticonceptivos hormonales • Quimioterapia


• Antidepresivos
• Antipsicóticos
• Inhibidores de la aromatasa
• Tamoxifeno-raloxifeno
• Terapia hormonal sustitutiva

Otros • Edad > 60 • Encamamiento > 4 días


• Obesidad (IMC > 28)
• Tabaquismo (> 35 cig/día)
• Catéter venoso central

Cálculo del riesgo ajustado (RA)


RA = suma de pesos según los procesos precipitantes + suma de los pesos de otras circunstancias de riesgo
Esta fórmula sólo puede aplicarse si su paciente presenta al menos un proceso precipitante o un proceso asociado con
peso ajustado ≥ 2

Recomendaciones de profilaxis de la ETV

Riesgo ajustado Recomendaciones

1-3 Considerar el uso de medidas físicas


4 Se sugiere profilaxis con HBPM
>4 Se recomienda profilaxis con HBPM

EII: enfermedad inflamatoria intestinal; IC: insuficiencia cardiaca; EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica; AVC:
accidente vásculo-cerebral; MMII: miembros inferiores; IAM: infarto agudo de miocardio; QT: quimioterapia; TVS: trombosis
venosa superficial; TVP: trombosis venosa profunda; IMC: índice de masa corporal; HBPM: heparina de bajo peso molecular.
*Peso 3 si: embarazo y trombofilia; peso 4 si: embarazo y TVP previa.
**Peso 2 si: factor V de Leyden en > 60 años, déficit de proteína S o C, déficit combinado, déficit de antitrombina III, anticuerpo
antifosfolípido; peso 1 si: factor VIII > 150% o factor V de Leyden en < 60 años.
***Peso 3 si: TVP previa espontánea; peso 5 si: TVP previa y trombofilia.
****Peso 4 si: mieloma en tratamiento con quimioterapia y talidomida.
468 C. Rodríguez Matute, R. Santiago Villalobos

Las dosis recomendadas para las distintas pre- • HBPM cuando exista paresia de EEII como con-
sentaciones farmacológicas y según el riesgo de secuencia del AVC siempre que se asocie otro
padecer ETV se encuentran en la Tabla IV. factor de riesgo.
En términos generales los pacientes médicos El riesgo de ETV en una población con cáncer
ingresados con insuficiencia cardiaca congestiva, es de 7 veces más que en la población general.
enfermedad respiratoria grave y los que estén con- Existe una predisposición a la ETV en función del
finados en cama con otros factores de riesgo adi- tipo de neoplasia: mayor en páncreas, ovario, cere-
cionales, como cáncer activo, ETV previa, sepsis, bro y linfoma. Los pacientes con cáncer sometidos
enfermedad neurológica aguda o enfermedad infla- a procedimientos quirúrgicos deben recibir profila-
matoria intestinal, recomendamos la profilaxis con xis según las recomendaciones de los actos qui-
HBPM a dosis de alto riesgo (grado 1A). Otra opción rúrgicos correspondientes ya que éstos duplican el
es la HNF a bajas dosis o el fondaparinux (grado riesgo de desarrollar TVP y triplican el de TEP mor-
1A). tal respecto a los pacientes sin cáncer en similares
En pacientes con factores de riesgo de ETV y circunstancias. Los pacientes hospitalizados por una
en quienes está contraindicada la profilaxis anti- enfermedad médica aguda deben también recibir
coagulante, recomendamos el uso de profilaxis profilaxis. No está justificada la profilaxis de ETV en
mecánica con MCG o CNI (grado 1A). pacientes no hospitalizados.
El infarto agudo de miocardio se considera La administración de profilaxis con HBPM redu-
factor de riesgo medio-alto para ETV. El tratamien- ce la incidencia de ETV en 1 de cada 10 pacientes
to hospitalario del IAM incluye la utilización de con infección aguda. Por tanto se recomienda pro-
HBPM, agentes trombolíticos y AAS, por lo que la filaxis en estos pacientes mientras permanezcan
recomendación de usar HBPM está presente en el encamados. Si no lo están se recomienda si son >
manejo de estos pacientes. de 60 años con algún otro factor de riesgo aso-
Existe una asociación entre ETV y pacientes con ciado y en menores de 60 años si coexiste algu-
insuficiencia cardiaca (IC) grado funcional III-IV na circunstancia patológica.
de la NYHA con una odds ratio de 1,9. Se reco-
mienda profilaxis con HBPM a dosis altas durante
el periodo de ingreso hospitalario en los pacientes BIBLIOGRAFÍA
1. Goldhaber SZ, Elliot CG. Acute pulmonary embolism:
con IC grado IV y a los de clase III si se asocia a
part I: epidemiology, pathophysiology and diagnosis. Cir-
otros factores como la edad > 60 años, obesidad culation 2003; 108: 2726-9.
y/o encajamiento. El fondaparinux puede ser una 2. Guijarro R, San Román CM, Perelló JI, Nuño E; Efficiency
alternativa eficaz. Group of the Internal Medicine Services of Andalusia;
El riesgo de ETV en el paciente con EPOC es Strategic Plan of the SADEMI (Andalusia Society of Inter-
mayor si se asocia a una descompensación aguda nal Medicine). A study of hospital discharges for venous
y/o se encuentra hospitalizado por lo que en estos thromboembolism in the south of Spain. An analysis of
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La incidencia de TVP en pacientes a las dos
3. Cohen AT, Agnelli G, Anderson FA, Arcelus JI, Bergqvist
semanas de un accidente cerebral vascular D, Brecht JG et al; VTE Impact Assessment Group in
(AVC) no hemorrágico es del 5,6% y la del TEP Europe (VITAE). Venous thromboembolism (VTE) in
del 1,9%. Recomendaciones en paciente con AVC Europe. The number of VTE events and associated mor-
trombótico: bidity and mortality. Thromb Haemost 2007; 98 (4):
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Enfermedad tromboembólica venosa. Profilaxis 469

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40
Enfermedad tromboembólica
venosa. Diagnóstico y tratamiento
R. Otero Candelera, D. González Vergara

INTRODUCCIÓN El abordaje del diagnóstico variará dependien-


La enfermedad tromboembólica venosa (ETV) do de la expresión clínica de la ETV, miembros infe-
es una entidad que comprende las trombosis veno- riores o repercusión pulmonar. No obstante existi-
sas profundas de miembros inferiores y superiores rán más coincidencias en cuanto a la actitud tera-
(TVP) y el embolismo pulmonar (EP) su compli- péutica.
cación potencialmente mortal. TVP y EP son con- En este capítulo desarrollaremos las claves
sideradas parte de una misma enfermedad con diagnósticas y el tratamiento de las TVP de mm.ii
manifestaciones clínicas diversas. Algunos datos y del EP.
sobre la epidemiología de la ETV son que su inci-
dencia se sitúa en torno a 1 por cada 1.000 per- DIAGNÓSTICO DE LA TROMBOSIS
sonas y año, que aumenta con la edad, llegando a VENOSA PROFUNDA (TVP)
1 por cada 100 personas y año a los 85 años. A
los 6 meses recurren aproximadamente el 7% de Sospecha clínica
los casos, más en pacientes con cáncer. La mor- Los síntomas y signos que hacen pensar en
talidad a los 30 días es del 12%, generalmente aso- una TVP son muy inespecíficos: el dolor, tumefac-
ciada a cáncer, edad avanzada o comorbilidad car- ción, edema con fóvea, enrojecimiento, impoten-
diovascular(1). La incidencia de TVP en la literatura cia funcional son datos que podemos encontrar-
varía entre 48-230/100.000 habitantes/año, cifras nos en otras entidades sin relación con la patolo-
que recogen distintos tipos de población y dife- gía trombótica venosa: rotura de quiste poplíteo,
rentes métodos de diagnóstico. La TVP suele ini- celulitis, insuficiencia venosa crónica, artrosis, etc.
ciarse en venas de la pantorrilla, pero también puede La importancia de la estratificación y ponde-
desarrollarse en válvulas y confluentes venosos de ración de la sospecha clínica viene de esa inespe-
vena poplítea, femoral o ilíaca. Puede afectar a uno cificidad clínica que lleva al uso abusivo de los recur-
o varios segmentos venosos. El EP se considera res- sos diagnósticos. En este sentido, la escala de estra-
ponsable del 3,5% anual de la mortalidad de la tificación de la sospecha clínica de las TVP más
población y del 10-25% de la mortalidad en pacien- usada y validada en diferentes trabajos ha sido la
tes hospitalarios. A pesar de la profilaxis de la ETV de Wells(2) (Tabla I). La estratificación de la sospe-
se cifra la mortalidad global por TEP en unos 20.000 cha clínica podría evitar o disminuir el número de
pacientes/año. exploraciones necesarias para excluir las TVP.

471
472 R. Otero Candelera, D. González Vergara

Tabla I. Modelo de predicción clínica de TVP (Wells) venosa como, por ejemplo, hiperecogenidad intra-
luminal, distensión venosa, ausencia completa de
Variable Puntos flujo mediante examen Doppler o Doppler-color,
Edema con fóvea 1 pérdida de respuesta en el flujo venoso a la manio-
bra de Valsalva.
Inflamación desde la raíz del miembro 1
• Las limitaciones a la exploración de los miem-
Dolor 1 bros inferiores por ecografía pueden ser debi-
Inflamación de la pantorrilla > 3 cm que el 1 das a obesidad, edema, dolor extremo a la pre-
miembro asintomático (medido a 10 cm bajo sión, férulas o diferentes mecanismos de inmo-
la tuberosidad tibial) vilización. Posibles falsos positivos en esta téc-
Circulación colateral venosa superficial 1 nica pueden ser debidos a compresiones extrín-
(no varicosa) secas de una vena por una masa pélvica u otra
Inmovilización > 3 días o cirugía en las 1
patología perivascular. Los falsos negativos pue-
12 semanas previas den ser debidos a trombosis de las venas más
distales, en la pantorrilla, o trombosis en venas
Parálisis, paresias o inmovilización reciente 1
duplicadas y también en trombosis asintomá-
de miembros inferiores
ticas. Tampoco es una técnica rentable para
Antecedente de TVP previa 1 valorar las trombosis de venas intraabdomina-
Neoplasia (en tratamiento, tratada en los 1 les, como la cava o las ilíacas. Especialmente
últimos 6 meses o en cuidados paliativos) difícil puede ser la interpretación de una eco-
Diagnóstico alternativo más probable que -2 grafía en un paciente con antecedente de TVP
la TVP y con nueva sospecha de TVP, ya que en
muchos casos persisten trombosis residuales.
Baja probabilidad: suma de menos de 1 punto.
• En TVP proximales agudas y sintomáticas la
Moderada probabilidad: suma entre 1-2 puntos (inclusive).
Alta probabilidad: suma de más de 2 puntos. sensibilidad de la ecografía venosa compresi-
Improbable: < 2; probable: > o = 2. va de miembros inferiores es de un 96% y la
(Wells PS, Anderson DR, Bormanis J et al. Value of
especificidad, de un 98%, valor predictivo posi-
assessment of pretest probability of deep-vein trombosis
in clinical management. Lancet 1997; 350: 1795-8.) tivo de 92-100% y valor predictivo negativo,
75-100%. Estos valores están referidos a tra-
bajos de nivel 1.
Técnicas ecográficas • En TVP proximales agudas y asintomáticas
Entre las técnicas por ultrasonidos para la explo- la sensibilidad baja a un 62%, especificidad del
ración venosa de los miembros inferiores existen: 97% y valor predictivo positivo del 66%, valo-
la ecografía venosa compresiva; la ecografía dúplex, res referidos a trabajos de nivel 1. Para estu-
que es la incorporación a la ecografía en modo B dios de nivel 2, la sensibilidad fue del 95%,
del examen Doppler del flujo venoso y el eco-Dop- especificidad, del 100% y valor predictivo posi-
pler color, que incorporan la imagen en color según tivo del 100%.
la dirección del flujo sanguíneo. No se ha demos- • En trombosis agudas de las venas de las
trado que las técnicas ecográficas que incorporan pantorrillas, las cuales son más pequeñas, de
función Doppler o Doppler-color sean superiores a bajo flujo y en las que las variaciones anató-
la ecografía compresiva. micas son más frecuentes que en las venas
El principal criterio diagnóstico de trombosis es proximales, el examen ecográfico es mucho
la falta de compresibilidad venosa ejercida con la más difícil. La mayor precisión en los ecógra-
presión con una sola mano a través del transduc- fos de última generación han posibilitado,
tor. Otros hallazgos ecográficos no son diagnósti- recientemente, usarlos como único test para
cos de trombosis en ausencia de incompresibilidad el diagnóstico de TVP distales con buenos resul-
Enfermedad tromboembólica venosa. Diagnóstico y tratamiento 473

tados(3). Cuando las venas han podido visua- venas pélvicas. Su empleo se reserva para casos
lizarse adecuadamente, la sensibilidad y espe- seleccionados de alta sospecha clínica. La ventaja
cificidad mejoran hasta un rango del 88-100% adicional del CT frente a la flebografía es que per-
para la sensibilidad y de un 83-100% para la mite el diagnóstico de juicios clínicos alternativos.
especificidad. Menos frecuente, aunque potencialmente útil, es
La sensibilidad de la ecografía compresiva en el empleo de la resonancia nuclear magnética
pacientes asintomáticos para detectar trombo- (RNM) para el diagnóstico de las TVP.
sis aisladas de la pantorrilla es aún más baja,
del 33 al 58%. Papel del dímero D (DD)
• En TVP recurrentes la valoración por ecogra- El dímero D es un producto de la degradación
fía es más compleja. Los síntomas sospecho- de fibrina que puede encontrarse elevado en los
sos de una recurrencia bien podrán ser debi- pacientes con enfermedad tromboembólica, pero
dos a un síndrome postrombótico. El diagnós- también en situaciones protrombóticas o inflama-
tico más seguro de recurrencia es cuando se torias. Por tanto, debido a su escasa especificidad,
tiene previamente una evaluación ecográfica la utilidad de esta prueba está en su alta sensibili-
normalizada posterior al primer episodio de dad y en su valor predictivo negativo. Las técnicas
trombosis. Sin embargo la realización rutinaria empleadas para su determinación han sido diver-
de ecografías a los 3 y 6 meses tras la antico- sas y falta una estandarización en todos los méto-
agulación no es una práctica habitual. Es difícil dos. Éste es el principal motivo por el que cuan-
distinguir el trombo agudo del crónico, sin do se habla de DD como herramienta diagnóstica
embargo parece existir una correlación en cuan- en la ETV exista una gran confusión, ya que sus
to a la distensión de la vena en el episodio resultados van a estar muy relacionados con la téc-
agudo y en la etapa de cronicidad. En el epi- nica utilizada. Existen los métodos por ensayo inmu-
sodio agudo las venas afectadas son más anchas noabsorbente ligado a enzimas (ELISA) y por la
que las normales, sin embargo en la etapa cró- aglutinación por látex, posteriormente hemos asis-
nica la vena con trombosis residual tiende a ser tido a los métodos rápidos ELISA cuantitativos y a
más pequeña. En estas situaciones quizás otros los modernos por aglutinación de látex. La deter-
marcadores biológicos, como el dímero D, podría minación del DD en los algoritmos diagnósticos (<
ser de ayuda, aunque en teoría tendría las mis- 500 ng/ml por ELISA) junto a una sospecha clíni-
mas limitaciones que para el diagnóstico de un ca baja es una buena herramienta para evitar prue-
primer episodio de TVP: su falta de especifici- bas diagnósticas objetivas que descarten el diag-
dad y el bajo valor predictivo positivo(4). nóstico reduciendo así el tiempo empleado y los
costes sanitarios(5,6).
Flebografía
Es la técnica de referencia diagnóstica de las Algoritmos diagnósticos
TVP; permite la visualización directa del trombo. Su para el diagnóstico de las TVP
carácter invasivo, el uso de contrastes yodados y el Dado lo expuesto sobre los métodos diag-
desarrollo de otras técnicas han hecho que su nósticos, el primer esquema que se plantea es
empleo haya caído en descenso. Teóricamente uti- realizar, ante una sospecha clínica de TVP, un estu-
lizada en los casos en que la exploración por eco- dio por ecografía en sus diferentes modalida-
grafía no es concluyente o es negativa a pesar de des (ecografía compresiva o eco-Doppler) de
una alta sospecha clínica. mm.ii. Si este estudio fuera negativo podríamos
repetir la exploración al cabo de 7-10 días. Este
Otras técnicas esquema tendría el inconveniente de que la
Tomografía computarizada (CT) permite la visua- mayoría de las ecografías repetidas volverían a
lización del sector infrapoplíteo, proximal, cava y ser normales.
474 R. Otero Candelera, D. González Vergara

Las opciones que se han apuntado para sim- Tabla II. Síntomas en los EP
plificar el esquema de la repetición de ecografías
han sido: Frecuencia Frecuencia
• Utilización de dímero D. En aquellos enfermos Síntoma mínima (%) máxima (%)

en los cuales el dímero D fuera normal, no Disnea 71 91


habría que repetir la ecografía seriada.
Dolor pleurítico 47 76
Sólo hay un estudio que utiliza la determina-
Taquicardia 33 55
ción de DD en el primer escalón del algoritmo
diagnóstico, en aquellos que el DD fuera nor- Fiebre 27 43
mal no realizarían ecografía de mm.ii(7). Hemoptisis 14 30
• Utilización de la probabilidad clínica pretest.
Tos 7 53
Mediante escalas clínicas validadas, la más
Shock 13 12
usada ha sido la de Wells; ante una probabili-
dad clínica baja y un primer examen ecográfi-
co normal, no se repetiría la ecografía(2).
• Combinación de probabilidad pretest y deter- los que se investiga la probabilidad clínica pre-diag-
minación de DD. Ante una baja o moderada nóstico. Cada uno de estos trabajos caracteriza a
probabilidad pretest y valor de DD normal se los pacientes dentro de una baja, intermedia y alta
exime la realización de ecografía(8). probabilidad clínica en función de la presencia o
• Utilización de una sola ecografía compresiva ausencia de diversos datos. Aunque la implanta-
de todo el sistema venoso profundo (SVP) ción de estos sistemas de valoración no supera la
incluyendo el territorio distal. Sólo tres trabajos estimación realizada por un médico experimenta-
han sugerido que una ecografía compresiva de do, son muy útiles en los servicios de urgencias,
todo el SVP normal excluye la posibilidad de generalmente atendidos por médicos en periodo
TVP sin necesidad de realizar ecografías seria- de formación. El primer trabajo de estratificación de
das(3). la sospecha clínica está basado en el cálculo de las
El algoritmo ideal es aquel que se adapte a los odds ratio de cada una de las variables recogidas
recursos y rentabilidad diagnósticos de cada área como pesos para determinar la pertenencia o no
sanitaria. al grupo de riesgo de tener TEP. La puntuación dada
para cada ítem variaba desde 1 (hemoptisis o neo-
DIAGNÓSTICO DEL EMBOLISMO plasia) a 3 (presencia de síntomas y signos de
PULMONAR (EP) TVP)(9) (Tabla III). El segundo trabajo reciente sobre
sistemas de valoración clínica de TEP es el de Wicki,
Sospecha clínica desarrollado en el Hospital Universitario de Gine-
La mayoría de las embolias pulmonares se pue- bra(10) (Tabla IV).
den presentar como una disnea inexplicada, como
dolor pleurítico y esputos hemoptoicos o como sín- Exploraciones complementarias básicas
cope e inestabilidad hemodinámica. La variabilidad • Gasometría arterial. La hipoxemia arterial es
del EP es tan inespecífica que se requieren técni- una alteración frecuente en el TEP. Suele aso-
cas de valoración clínica para acercarnos al proble- ciarse además con hipocapnia, alcalosis res-
ma de la forma más objetiva y científica posible. En piratoria y un aumento de la diferencia alvéo-
la Tabla II se resumen los signos y síntomas que lo-arterial de oxígeno. Sin embargo una PO2
podrían estar presentes en el EP. normal no descarta el diagnóstico.
En los últimos años se ha avanzado mucho en • Electrocardiograma. Las alteraciones del ECG
el área de la predicción clínica del EP, fundamen- son frecuentes en los pacientes con TEP. La
talmente con la publicación de dos trabajos en mayoría de ellas revelan: alteraciones inespe-
Enfermedad tromboembólica venosa. Diagnóstico y tratamiento 475

Tabla III. Modelo de valoración de la sospecha clíni- Tabla IV. Modelo de valoración de la sospecha clíni-
ca del EP (Wells) ca del EP (Ginebra)

Variables Puntos Variables Puntos

Síntomas y signos de TVP* 3,0 Edad 60-79 años 1

Primera posibilidad diagnóstica de TEP 3,0 Edad > 80 años 2

Taquicardia > 100/min 1,5 Historia clínica previa de TVP o TEP 2

Inmovilización o cirugía en las 4 semanas 1,5 Cirugía reciente 3


previas Taquicardia > 100/min 1
Historia clínica de TEP o TVP 1,5 PCO2 < 36 (mmHg) 2
Hemoptisis 1,0 PCO2 = 36-38,9 1
Neoplasia (en tratamiento, tratada en los 1,0 PO2 < 48,7 mmHg 4
últimos 6 meses o en cuidados paliativos) 48,7-59,9 3
Baja probabilidad: suma de menos de 2 puntos. 60-71,2 2
Moderada probabilidad: suma entre 2-6 puntos (inclusives). 71,3-82,4 1
Alta probabilidad: suma de más de 6 puntos.
Improbable: < o igual a 4; probable: > 4. Radiografía de tórax, atelectasias 1
(Wells PS, Anderson DR, Rodger M. Derivation of a simple elevación de hemidiafragma 1
clinical model to categorize patients probability of pulmonary
embolism: increasing the model’s utility with the SimpliRed Baja probabilidad: suma entre 0-4.
D-dimer. Thromb Haemost 2000; 83: 416-20.) Moderada probabilidad: suma entre 5-8.
Alta probabilidad: suma 9 o cifra mayor.
(Wicki J, Perneger TV, Junod AF. Assessing clinical probability
of pulmonary embolism in the emergency ward. Arch Intern
cíficas del segmento ST o la onda T (inversión Med 2001; 161: 92-7.)
de la onda T en las derivaciones DIII, aVF y
de V1 a V4), arritmias supraventriculares, onda
P pulmonale, hipertrofia del ventrículo derecho, ridad en aproximadamente del 10 al 15% de
desviación del eje cardiaco hacia la derecha o los casos. Las alteraciones relacionadas con epi-
bloqueo completo o incompleto de rama dere- sodios tromboembólicos son: oligohemia peri-
cha. La mayoría de ellos revelan sobrecarga férica, alteraciones de las arterias pulmonares,
ventricular derecha. El patrón característico de como el aumento de tamaño de una arteria pul-
onda S en DI, con onda Q y negatividad de la monar principal o el brusco estrechamiento del
onda T en DIII (S1Q3T3, signo de McGuinn- vaso sanguíneo obstruido en dirección distal,
White) aparece sólo en 15 al 26% de los casos. sobre elevación del hemidiafragma, consoli-
Con una sospecha clínica apropiada, las alte- dación del parénquima y pérdida del volumen,
raciones del ECG sustentan firmemente el diag- atelectasias subsegmentarias y derrame pleu-
nóstico de TEP. La reversibilidad temprana de ral. La mayor utilidad de esta técnica consiste
estas anomalías se asocia con una respuesta en la posibilidad de descartar otras enferme-
satisfactoria al tratamiento y un pronóstico favo- dades capaces de simular esta enfermedad y
rable. establecer una correlación con los resultados
• Radiografía de tórax. Hay que insistir en que obtenidos con la gammagrafía pulmonar.
una radiografía de tórax normal no descarta el
diagnóstico de TEP. Aun cuando el diagnósti- Gammagrafía pulmonar
co se sospeche por las manifestaciones clínicas Ha sido la técnica de elección como primer pro-
y se confirme mediante angiografía, la radio- cedimiento de screening durante más de 20 años.
grafía de tórax no presenta ninguna particula- Es un método seguro y no invasivo para la eva-
476 R. Otero Candelera, D. González Vergara

luación de la ventilación y perfusión regionales. Los soles, como el de 99mTc-DTPA. Su realización debe
radiofármacos de elección para la gammagrafía de ser anterior a la gammagrafía de perfusión. El diag-
perfusión son: microesferas de albúmina humana nóstico se basa en la presencia de una discordancia
marcadas con tecnecio-99m (35-60 µm) y partí- entre la ventilación y la perfusión: presencia de
culas de macroagregados de albúmina marcadas ventilación en ausencia de perfusión en un área
con Tc-99m (10-150 µm). Esta última es la más distal al émbolo obstructivo. Los hallazgos se cla-
usada, debido a su aclaramiento pulmonar más sifican en términos de probabilidad de embolia. El
rápido y su menor incidencia de reacciones adver- estudio PIOPED es el mayor estudio multicéntrico
sas. Se administra por vía intravenosa, con el pacien- y prospectivo, llevado a cabo para estudiar el papel
te en decúbito supino, para obviar la influencia de de la gammagrafía de V/Q en el diagnóstico del
la gravedad en la perfusión pulmonar, y la dosis TEP. Se han publicado varios criterios diagnósticos
oscila entre 75-150 MBq (2-4 mCi), lo que supo- para la interpretación de la gammagrafía de V/Q,
ne una radiación insignificante para el paciente. pero han sido los del PIOPED los que se asocia-
Para evaluar la perfusión pulmonar es necesa- ron con un valor predictivo positivo más alto, aun-
rio obtener como mínimo seis imágenes pulmo- que también con un mayor porcentaje de estudios
nares que incluyan las proyecciones anterior, pos- indeterminados. Estos criterios clasifican al pacien-
terior, laterales derecha e izquierda y oblicuas pos- te en varios grupos de probabilidades, desde el
teriores derecha e izquierda. El 90% del trazador punto de vista gammagráfico, de sufrir un TEP: alta,
es atrapado en los capilares pulmonares, siendo la intermedia, baja probabilidad y un cuarto grupo
distribución dependiente del flujo sanguíneo. Tras cuya gammagrafía es normal (de éstos, menos de
la inyección conseguimos el bloqueo del 0,1% un 4% tendrán angiografía positiva). En el estudio
de las arteriolas pulmonares precapilares que se PIOPED se diseñó un patrón de “alta probabilidad”
resolverá de forma espontánea en las horas siguien- que demostró tener una especificidad muy alta,
tes, sin llegar a suponer ningún riesgo apreciable pero solamente se observaba en menos de la
para el paciente, ya que existe un amplio margen mitad de los casos de TEP y, por otra parte, en casi
de seguridad. No existen contraindicaciones abso- tres de cada cuatro casos sospechados la gam-
lutas para esta prueba, siendo la hipertensión pul- magrafía fue “no diagnóstica”. Los patrones de pro-
monar severa una contraindicación relativa, que ten- babilidad de la gammagrafía se combinaron con
drá que ser valorada de forma individual en cada la probabilidad clínica para asegurar los valores pre-
caso. dictivos y únicamente resultó válida para el diag-
Es una técnica sensible pero no lo suficiente- nóstico la gammagrafía de alta probabilidad en
mente específica, ya que todas las enfermedades pacientes con probabilidad clínica alta. La utilidad
del parénquima pulmonar y algunas de las que afec- de esta técnica en pacientes diagnosticados de
tan a las vías aéreas van a provocar una disminu- EPOC es motivo de controversia. Aproximadamente
ción del flujo sanguíneo arterial en la zona afecta- el 60% de estos pacientes van a presentar una
da. Éste es el motivo por el que se recomienda en gammagrafía de V/Q de probabilidad intermedia.
determinados casos la práctica conjunta de gam- La gammagrafía de V/Q de un paciente con asma
magrafías de ventilación-perfusión (V/Q), ya que también es fácil de confundir con una embolia de
en las enfermedades del parénquima pulmonar pulmón, ya que puede provocar áreas fugaces
van a existir defectos combinados de la ventilación de hipoventilación e hipoperfusión, incluso en
y la perfusión en la misma zona, mientras que en pacientes con pocos síntomas y radiografía de tórax
la enfermedad tromboembólica hay conservación normal.
de la ventilación junto a anormalidades de la per- Hoy en día fundamentalmente se utiliza en hos-
fusión. pitales que no disponen de angioTC y como alter-
Para la gammagrafía de ventilación se pueden nativa en pacientes con antecedentes de reaccio-
usar gases radiactivos, como el xenón 133, o aero- nes adversas al contraste o con insuficiencia renal.
Enfermedad tromboembólica venosa. Diagnóstico y tratamiento 477

AngioTC exploraciones adicionales. Por supuesto que esta


La angiografía por tomografía computarizada estrategia, que no podría ser llevada a cabo por
helicoidal (angioTC) con contraste ha sido de- muchos de nuestros hospitales debido a que la téc-
sarrollada para el diagnóstico del EP desde el inicio nica no es accesible a todos los pacientes, tendría
de la década de los años 90. En muchos hospita- que pasar un análisis de coste-eficacia para poder
les ha ido desplazando a la gammagrafía pulmo- ser recomendada en la práctica clínica. Otra hipo-
nar y estableciéndose como la técnica de elección, tética ventaja es la obtención mediante RNM de
a pesar de que los primeros estudios demostraban imágenes de la perfusión pulmonar, que en defec-
que no alcanzaba una sensibilidad óptima, dada su tos de pequeños vasos subsegmentarios pasarían
escasa capacidad discriminante en vasos de peque- desapercibidos en la realización de la angiografía y
ño tamaño. Esta limitación ha ido superándose por del angioTC.
los nuevos avances tecnológicos, que permiten una La técnica de RNM utilizando el gadolinio ha
mejor visión de las estructuras vasculares (TC mul- sido la más evaluada en el diagnóstico del TEP(13).
ticorte), menor tiempo de adquisición de imagen,
capacidad para secciones más finas, y cobertura Arteriografía pulmonar
más extensa del tórax. Es la técnica más adecuada para el diagnósti-
En estudios prospectivos con series limitadas co definitivo de la TEP. Está indicada cuando hay
la sensibilidad y especificidad para vasos segmen- discrepancia entre el grado de sospecha clínica y
tarios o más centrales ha sido de alrededor del 90%, el resultado de otras técnicas no invasivas, como la
disminuyendo en vasos subsegmentarios, lo que gammagrafía de ventilación-perfusión, el angioTC
únicamente tendrá trascendencia en TEP limitado o la ecografía de miembros inferiores. Consiste
a estos vasos, sin oclusiones más centrales. No en la visualización radiográfica del árbol vascular del
se conoce la frecuencia real de esta situación, pero pulmón tras la inyección de contraste intraveno-
en los estudios publicados varía desde 6 al 22%. so. Los medios de contraste utilizados son no ióni-
No obstante, en pacientes con angioTC negativa, cos e hipoosmolares. La angiografía pulmonar puede
no anticoagulados, se han observado durante el realizarse con película radiográfica convencional o
seguimiento recidivas inferiores al 2%, similares a con la técnica de sustracción digital (angiografía de
las de la gammagrafía normal o a la arteriografía sustracción digital, ASD). La ventaja principal de la
negativa, lo que parece restar trascendencia clínica ASD consiste en la eliminación de la superposición
a los TEP exclusivamente subsegmentarios. de otras estructuras, lo que posibilita una mejor
La angioTC ha resultado tener una concordan- observación de los vasos sanguíneos pulmona-
cia interobservador sustancialmente superior, mayor res. Además permite reducir hasta en un 25% el
especificidad y la ventaja adicional de poder facili- volumen de material de contraste necesario para
tar un diagnóstico alternativo en muchos casos(11,12). obtener imágenes óptimas, es más barata, el tiem-
po empleado es menor y presenta resultados com-
Resonancia nuclear magnética (RNM) parables, e incluso superiores a los de la angiogra-
La resonancia nuclear magnética es otro méto- fía convencional.
do por el cual se puede diagnosticar una embolia El signo por excelencia para el diagnóstico de
pulmonar. A pesar de que las posibilidades de esta TEP es el defecto de llenado interpretado como
técnica en la enfermedad tromboembólica son pro- la radiolucencia intraluminal persistente, central o
metedoras, se han realizado pocos ensayos clíni- marginal, sin obstrucción completa del flujo san-
cos y con un número muy limitado de pacientes. guíneo o como un borde residual de radiolucencia
Un punto de vista atractivo en estas técnicas es la intraluminal en presencia de una obstrucción com-
posibilidad de realización en una exploración con- pleta del flujo sanguíneo en dirección distal. Los sig-
junta la angiografía pulmonar y la flebografía de nos secundarios deben interpretarse con cautela
miembros inferiores, eliminando la necesidad de ante las numerosas enfermedades que pueden
478 R. Otero Candelera, D. González Vergara

Sospecha clínica de TEP Sospecha clínica de TEP

PC pretest (escalas o empírica) PC pretest (escalas o empírica)

Baja Moderada Alta Baja Moderada Alta

DD, VIDAS o DD, VIDAS o DD, VIDAS o DD, VIDAS o


turbidimétrico turbidimétrico turbidimétrico turbidimétrico

(–) (+) (–) (+) (–) (+) (–) (+)


Individualizar Individualizar

Gammagrafía AngioTC

Alta No Normal (–) (+)


probabilidad concluyente

Ecografía venosa Ecografía venosa

(+) (–) (+) (–)

PC PC PC PC PC PC
baja moderada alta baja moderada alta

TEP excluida Arteriografía TEP excluida Arteriografía

Figura 1. Algoritmos diagnósticos en el EP estable (Uresandi et al. Arch Bronconeumol 2004; 40: 580-94).

afectar a la circulación y asociarse con perfusión Se han desarrollado diferentes estrategias diag-
arterial pulmonar no uniforme. nósticas en el EP:
• Combinación de la gammagrafía pulmonar con
Algoritmos diagnósticos en el EP pruebas no invasivas de miembros inferiores.
El mejor algoritmo diagnóstico es aquel que • Integración de la determinación del dímero D
puede ser aplicable en su totalidad en nuestro entor- como primer escalón en el algoritmo diagnós-
no y es aquel que integra técnicas de las cuales tico.
conocemos su sensibilidad y especificidad en nues- • Combinación de angioTC con pruebas no inva-
tros pacientes. Por ello, en nuestra opinión, cada sivas de miembros inferiores.
hospital debería conocer la rentabilidad diagnósti- • Ecocardiografía ante la sospecha de EP hemo-
ca de sus medios. Si, además, consideramos que dinámicamente inestable.
muchas pruebas son observadores-dependientes
y otras en las que, según la técnica de laboratorio Algoritmo del EP estable
disponible y el punto de corte, variarán sus resul- Nos referimos a los dos esquemas propuestos
tados; razones añadidas para realizar esfuerzos inter- por SEPAR en la Guía de Diagnóstico, Tratamiento
disciplinares entre los servicios afectados en el diag- y Seguimiento del Tromboembolismo pulmonar(14)
nóstico de la embolia pulmonar. (Figura 1) en la cual se exponen dos algoritmos
Enfermedad tromboembólica venosa. Diagnóstico y tratamiento 479

usando la gammagrafía pulmonar o el angioTC terapéutica urgente. La ecocardiografía es muy útil


según la disponibilidad de cada hospital. para justificar un tratamiento fibrinolítico(14) y la
Recordamos las siguientes recomendaciones ausencia de sobrecarga del ventrículo derecho des-
de la citada guía, entre paréntesis los niveles de evi- carta la posibilidad de EP. El papel de la ecocar-
dencia: diografía en situaciones de estabilidad hemodiná-
• En las áreas de urgencias y en unidades sin mica es tan sólo pronóstica y no aportaría nada al
médicos específicamente formados, es acon- diagnóstico.
sejable graduar la sospecha clínica de EP Si la situación clínica del paciente lo permite,
mediante escalas validadas [B]. se debería realizar un angioTC. Otra opción efecti-
• Para utilizar los DD es aconsejable establecer va en determinados hospitales es la arteriografía
previamente la probabilidad clínica [B]. que permite, no sólo el diagnóstico y el tratamien-
• En pacientes con probabilidad clínica alta los to con fibrinolisis local, sino otras alternativas tera-
DD negativos no excluyen el EP, por lo que no péuticas, como la fragmentación mecánica o la trom-
es útil determinarlos [B] . boembolectomía percutánea(13).
• En pacientes con sospecha de EP, tras una eco- La Figura 2 representa un algoritmo propues-
grafía venosa que confirme TVP, no son estric- to por la última guía europea en el manejo del EP.
tamente necesarias otras pruebas [B].
• La gammagrafía normal descarta el EP [A]. TRATAMIENTO
• Un patrón de “alta probabilidad” combinado En la gran mayoría de casos de EP y de TVP el
con probabilidad clínica alta confirma el EP [A]. principal tratamiento es la heparina seguida de anti-
• El resto de los patrones gammagráficos “no coagulantes orales. Actualmente la heparina de bajo
diagnósticos” o combinaciones distintas con la peso molecular (HBPM) en las TVP y de los EP
probabilidad clínica no permiten tomar deci- hemodinámicamente estables es considerada el
siones definitivas [A]. tratamiento de elección con respecto a la heparina
• Actualmente la angioTC puede sustituir a la no fraccionada (HNF).
gammagrafía pulmonar [B]. Si se opta por el tratamiento con la HNF, hay
• En las áreas de urgencias la combinación de que contemplar las siguientes consideraciones: para
probabilidad clínica baja y DD negativos por alcanzar rápidamente un nivel de anticoagulación
técnicas de alta sensibilidad descarta el EP [B]. terapéutica se recomienda comenzar con un bolo
• La combinación de probabilidad clínica, DD, i.v. de HNF de 80 UI/kg (aproximadamente 5.000
angioTC y ecografía venosa diagnóstica o exclu- UI para un paciente de peso medio) seguido de
ye el TEP en la inmensa mayoría de los casos [B]. 18 UI/kg/h (sin exceder de 1.600 UI/h) con rea-
• El ecocardiograma es útil para valorar la gra- justes posteriores para mantener un TPTA entre 1,5
vedad del TEP [B]. y 2,5 veces el límite superior de la normalidad del
Recientemente se ha publicado una guía euro- valor control.
pea de manejo en el diagnóstico y tratamiento del Las HBPM no necesitan controles hematoló-
EP(15) que coincide en gran medida por la adopta- gicos, salvo en niños, ancianos, gestantes, pesos
da por SEPAR hace algunos años. En la Tabla V se extremos e insuficiencia renal (creatina > 2 mg/ml).
resume toda la información disponible actualmen- En estos casos se controlará la actividad antifac-
te para el diseño de algoritmos diagnósticos alter- tor Xa, para mantener niveles de heparina entre 0,6
nativos, si fuera preciso. y 0,9 UI/ml. No sirven las determinaciones de TP
o TPTA. Se deberá realizar un control de plaquetas
Algoritmo diagnóstico en el EP inestable entre el 4º-7º días de tratamiento con HBPM, igual
Este proceso está unido a situaciones de shock que con las HNF. El tiempo de tratamiento con HNF
e hipotensión. El diagnóstico está condicionado y o HBPM, en el periodo agudo, debe ser manteni-
es inseparable de la necesidad de una actuación do, como mínimo, de 5-7 días. Algunos autores
480 R. Otero Candelera, D. González Vergara

Tabla V. Criterios validados para el diagnóstico de pacientes con sospecha de EP hemodinámicamente estables

Probabilidad clínica de embolia pulmonar

Criterios diagnósticos Baja Intermedia Alta

Exclusión de EP

Angiografía normal + + +

Dímero D
• Resultado negativo, prueba muy sensible + + –
• Resultado negativo, prueba moderadamente sensible + – –

Gammagrafía V/Q
• Gammagrafía normal + + +
• Gammagrafía no-diagnóstica + – –
• Gammagrafía no-diagnóstica y ecografía mm.ii negativa + + ±

TAC de tórax
• TAC normal y ecografía negativa + + ±
• TAC multidetector normal + + ±

Confirmación de EP

Angiografía diagnóstica de EP + + +

Gammagrafía V/Q de alta probabilidad ± + +

Ecografía de mm.ii diagnóstica de TVP + + +

TAC de tórax
• TAC de tórax diagnóstico de EP (defectos segmentarios) ± + +
• TAC de tórax diagnóstico de EP (defectos subsegmentarios) ± ± ±

+: no se necesitan más pruebas para excluir o confirmar un EP; –: deberían realizarse más pruebas para establecer el
diagnóstico de EP; ±: sería recomendable la realización de más pruebas.
EP: embolia pulmonar; TVP: trombosis venosa profunda; V/Q: ventilación/perfusión.
Tabla modificada de: Guidelines on the diagnosis and management of acute pulmonary embolism. Eur Heart J 2008; 29:
2276-315.

mantienen el tratamiento heparínico hasta 10-14 Esencialmente, la contraindicación al tratamiento


días dependiendo de la severidad del cuadro trom- anticoagulante es la hemorragia activa o alto ries-
bótico. En el paso a anticoagulantes orales se nece- go de complicaciones hemorrágicas; en estos casos
sitan unos 3-4 días para que éstos produzcan el hay que plantearse la colocación de un filtro de
efecto hipocoagulante deseado. Este periodo requie- vena cava, previa la realización de flebo e ilioca-
re especial atención y habrá que asegurarse de que vografía. La colocación de un filtro en vena cava
no se retira el tratamiento con heparina hasta que siempre que fuera posible debería ser con la moda-
el paciente tenga dos INR consecutivos > 2. Con lidad de filtros retirables y siempre debería ser una
el uso de las HBPM este periodo es posible reali- actuación consensuada y multidisciplinaria.
zarlo de forma ambulatoria, esto exige una correc- El periodo llamado de profilaxis secundaria es
ta infraestructura para llevar a cabo los controles aquel comprendido desde la finalización del perio-
hematológicos posteriores, dejando en manos del do agudo (generalmente, de 7 a 10 días) hasta la
hematólogo la retirada de la HBPM según los valo- retirada del tratamiento anticoagulante. General-
res de INR. mente el fármaco utilizado durante este periodo
Enfermedad tromboembólica venosa. Diagnóstico y tratamiento 481

Sospecha de EP
con hipotensión o shock

Posibilidad de TAC
No INMEDIATO Sí

Ecocardiografía AngioTC
con sobrecarga de tórax
del ventrículo derecho

TAC disponible y
No Sí
paciente estabilizado

Si el paciente
está inestable
Positivo Negativo
y no hay otros
tests disponibles

Búsqueda de Trombolisis o Búsqueda de


otras causas. embolectomía otras causas.
Trombolisis o Trombolisis o
embolectomía embolectomía
no justificada no justificada

Figura 2. Algoritmo diagnóstico en el EP inestable. Modificada de: Guidelines on the diagnosis and Management of acute
pulmonary embolism. Eur Heart J 2008; 29: 2276-315.

son los anticoagulantes orales, aunque también embólica o la persistencia de trombosis residual en
existen trabajos utilizando diversas posologías de miembros inferiores.
HBPM. Las dosis de HBPM que se deban utilizar Las medias de compresión elásticas pueden
en este periodo no están del todo clarificadas. prevenir o minimizar el síndrome posflebítico, que
Muchos autores piensan que el tratamiento anti- ocurre en mayor o menor grado en un 82% de los
coagulante debe ser individualizado, tanto para deci- pacientes que sufrieron una TVP, afección que fre-
dir las opciones de tratamiento, anticoagulantes ora- cuentemente acompaña a los embolismos pul-
les o HBPM subcutánea, cómo para decidir el tiem- monares. Las medias elásticas adecuadas, en este
po de anticoagulación, que puede ser de 3 a 6 caso, son las de compresión fuerte (40 mmHg).
meses o indefinido si persisten factores de riesgo. Otras medidas higiénico-dietéticas, como la
Es importante que el paciente, una vez supe- reducción de peso, evitar el sedentarismo o animar
rado el episodio agudo, pueda acudir a una con- a incorporar un ejercicio físico moderado diario han
sulta externa que se ocupe del seguimiento. El segui- resultado, en nuestra experiencia, beneficiosas en
miento debería estar centrado en la búsqueda de el proceso de recuperación de los pacientes.
factores de riesgo no evidentes en un principio y Recordamos las recomendaciones más desta-
que pueden condicionar futuras recurrencias una cadas en el tratamiento de la ETV según el 8º Con-
vez suspendida la anticoagulación. senso de tratamiento antitrombótico(16):
Consideraciones que finalmente condicionan • Se recomienda para el TEP agudo no masivo
el mantenimiento del tratamiento anticoagulante iniciar tratamiento con pauta corta de HBPM
son el diagnóstico de hipertensión pulmonar post- s.c., HNF i.v. o fondaparinux (grado 1A).
482 R. Otero Candelera, D. González Vergara

• En pacientes con alta sospecha clínica se podría • En pacientes con anticoagulación a largo plazo,
comenzar con el tratamiento anticoagulante el riesgo-beneficio de la continuidad del trata-
antes de la confirmación diagnóstica (grado miento debería evaluarse periódicamente
1C). (grado 1C).
• En pacientes con TEP agudo no masivo se pre- • Para pacientes con dos o mas eventos trom-
fiere la HBPM a la HNF (grado 1A) salvo en bóticos se sugiere tratamiento indefinido (grado
insuficiencia renal grave en que se recomien- 1A).
da la HNF (grado 2C). • Con el uso de anticoagulantes orales, el INR
• Se recomienda el tratamiento inicial con HBPM debe estar entre 2-3 (grado 1A).
o HNF por al menos 5 días (grado 1C). • En pacientes con TEP asintomáticos, se reco-
• No se precisan controles antiXa de forma ruti- mienda la misma pauta inicial y la misma acti-
naria (grado 1A). tud de tratamiento a largo plazo que con el TEP
• Si se utiliza HNF, se recomienda la infusión con- sintomático (grado 1C).
tinua con dosis ajustada por el TPTA corres- • En pacientes seleccionados con hipertensión
pondiente a niveles plasmáticos de heparina pulmonar crónica tromboembólica (HTPCT)
de 0,3 a 0,7 IU/ml actividad antiXa (grado 1C). con afectación vascular central, se recomienda
• En pacientes que requieran dosis diarias ele- tromboendarterectomía pulmonar (grado 1C).
vadas de HNF sin que alcancen un rango de • Se recomienda en todos los pacientes con
TPTA terapéutico se sugiere monitorización con HTPCT tratamiento con ACO a largo plazo entre
antiXa como guía de la dosis (grado 1B). 2-3 (grado 1C).
• Se recomienda la iniciación de HBPM o HNF • Para los pacientes con HTPCT, se sugiere la
junto a anticoagulantes orales el primer día de colocación de un filtro de cava antes o en la
tratamiento e interrumpirlo cuando el INR esté misma intervención de tromboendarterecto-
estable en > 2,0 (grado 1A). mía (grado 2C).
• Pacientes con factores de riesgo reversibles, se • Para los pacientes con HTPCT inoperables, se
prefiere una duración del tratamiento con ACO sugieren derivarlos a centros con experiencia
durante 3 meses (grado 1A) en lugar de perio- en hipertensión pulmonar para que puedan ser
dos más cortos. valorados para otros tratamientos alternativos
• En pacientes con TEP idiopáticos, se reco- (grado 2C).
mienda tratamiento con ACO por al menos 3
meses (grado 1A ).Tras este periodo todos los Manejo domiciliario de la ETV
pacientes deberían evaluarse en términos de Aunque la HBPM ha estado disponible desde
riesgos-beneficios para el tratamiento a más 1976, el tratamiento domiciliario se investigó por
largo plazo (grado 1C). En pacientes con un primera vez por Baker en 1988(17). A partir de esta
primer episodio de ETV, que los factores de fecha los resultados clínicos en este campo han sido
riesgo de sangrado están ausentes y que es numerosos. De un total de 29 ensayos controlados
posible la monitorización del tratamiento anti- aleatorizados, una reciente revisión Cochrane(18)
coagulante, se recomienda el tratamiento a seleccionó tres ensayos principales (Koopman, 1996;
largo plazo (grado 1A). Levine, 1996; Chong, 2005)(19-21) y otros tres más
• Para pacientes con un segundo episodio de un pequeños (Boccalon, 2000; Daskalopoulos, 2005;
episodio idiopático de ETV, recomendamos un Ramacciotti, 2004)(22-24). Teniendo en cuenta esta
tratamiento a largo plazo (grado 1A). premisa, los ensayos demostraron que los pacien-
• En pacientes con cáncer se recomienda HPBM tes tratados en el ámbito domiciliario con HBPM
para los 3-6 primeros meses (grado 1A). Estos tenían menor probabilidad de recurrencia de trom-
pacientes podrían estar anticoagulados indefi- boembolismo venoso comparado con el tratamiento
nidamente (grado 1C). hospitalario con HNF o HBPM (RR: 0,61, IC95%:
Enfermedad tromboembólica venosa. Diagnóstico y tratamiento 483

0,42-0,90). También tuvieron una mortalidad más co. Uresandi(31) desarrolló un modelo pronóstico
baja (RR: 0,72, IC95%: 0,45-1,15) y menos hemo- de complicaciones precoces a los 10 días, que es
rragias graves (RR: 0,67, IC95%: 0,33-1,36), pero más o menos el tiempo de hospitalización de
tuvieron mayor probabilidad de tener hemorragias pacientes con EP en nuestro país. Consiste en 7
leves que los pacientes hospitalizados (RR: 1,29, variables clínicas y de fácil aplicación, pero aún no
IC95%: 0,94-1,78) aunque este resultado no fue ha sido adecuadamente validado.
estadísticamente significativo. Las valoraciones pronósticas se podrían mejo-
A pesar de las limitaciones de los ensayos exa- rar incorporando marcadores, tales como los nive-
minados hay datos para poder recomendar el mane- les de troponina(32) o de péptido cerebral natriu-
jo ambulatorio de las TVP, de forma que el 8º Con- rético(33,34), parámetros ecocardiográficos(35) o hallaz-
senso del American College of Chest Physicians gos en la angioTC(36).
ACCP(16) acepta, si es posible, el tratamiento ambu-
latorio de las TVP inicialmente con HBPM subcu- Tratamiento intervencionista
tánea, con un grado de recomendación 1C; o, si es y quirúrgico en la ETV
necesario, tratamiento en el hospital con HBPM, En algunas ocasiones los tratamientos farma-
con grado de recomendación 1A, más que el tra- cológicos con HNF, HBPM o fibrinolíticos están con-
tamiento con HNF intravenosa. traindicados o la situación clínica representa un
Aunque la TVP y la EP forman parte de un grave riesgo vital inmediato y por lo tanto requie-
mismo proceso etiopatogénico, no se puede asu- re un tratamiento coadyunvante más invasivo.
mir que deban siempre ser tratadas de la misma En la ETV existen diferentes opciones tera-
forma. Los pacientes con EP tienen cuatro veces péuticas intervencionistas que van desde la colo-
más probabilidad de morir por una recurrencia trom- cación de filtros en la vena cava inferior, la embo-
boembólica(25) que los pacientes con TVP. lectomía pulmonar transvenosa con utilización de
Algunos ensayos clínicos han sugerido la posi- fibrinolíticos locales y la embolectomía quirúrgica.
bilidad de altas precoces o incluso tratamiento com- La principal indicación de los filtros de cava(37)
pleto en el domicilio en la EP, pero todos han incu- lo constituyen los embolismos pulmonares recu-
rrido en serias limitaciones para sacar conclusiones rrentes a pesar de una correcta anticoagulación y
definitivas(26,27), tamaño insuficiente de la muestra, la imposibilidad de instaurar un tratamiento anti-
estudios retrospectivos, falta de randomización. Algu- coagulante o fibrinolítico por contraindicación o
nos ensayos de pacientes ambulatorios con TVP complicaciones. El uso de los filtros en vena cava
han incluido a enfermos con EP, pero con un núme- no deja de ser un tema controvertido. Para algunos
ro siempre insuficiente para fundamentar reco- autores los filtros no han demostrado su efectivi-
mendaciones. La estratificación pronóstica de pacien- dad en reducir el tromboembolismo venoso ni
tes con EP es muy importante, tanto para decidir mejoran la supervivencia. En algunas series se ha
un tratamiento más agresivo con fibrinolíticos, como observado incluso aumento de mortalidad en los
para asegurarnos del éxito del manejo ambulato- meses siguientes a la colocación del filtro. Los fil-
rio. Se han desarrollado y validado algunos mode- tros pueden ser definitivos, temporales (deben ser
los clínicos pronósticos. El modelo pronóstico de extraídos del organismo) y recuperables (estos últi-
Ginebra(28) requiere la realización de una gaso- mos podrían llegar a ser definitivos). El modelo de
metría arterial y de una ecografía de miembros infe- los filtros recuperables son actualmente la opción
riores y el del PESI (PE severity index)(29) utiliza 11 más ventajosa, ya que muchas de las indicaciones
parámetros clínicos sin necesidad de pruebas de de filtros en cava no son permanentes y en todo
imagen o de laboratorio. Comparando estos dos caso el mismo filtro serviría para ser definitivo.
modelos, el PESI parece ser superior al de Ginebra Se recurre a la embolectomía quirúrgica cuan-
para identificar a pacientes con EP de bajo riesgo do coexiste una contraindicación al tratamiento fibri-
de complicaciones(30) a los 30 días del diagnósti- nolítico en situación de deterioro grave hemodiná-
484 R. Otero Candelera, D. González Vergara

mico o si, a pesar del tratamiento fibrinolítico, per- Entre los dispositivos clásicos destacan el embo-
siste el cuadro crítico horas después del diagnós- lectomo de Greenfield, que requiere venotomía
tico de EP. Otras circunstancias, en las que una solu- para su introducción y que pueden aspirar los trom-
ción quirúrgica podría ser planteada, son en las que bos y disminuir la presión en arteria pulmonar hasta
el uso de trombolíticos es controvertido, como en el 75% de los casos, aunque la mortalidad supe-
pacientes embarazadas o en el puerperio inme- ra el 30% a los 30 días. Se han utilizado sistemas
diato, o también si existen émbolos en cavidades rotores a muchas revoluciones por minuto monta-
cardiacas. dos sobre catéteres con escaso éxito clínico. Existe
La mortalidad de la intervención quirúrgica es otro dispositivo que consiste en un catéter de doble
muy variable, oscila entre el 11-37%, según la situa- luz con dos orificios dístales; uno inyecta suero a
ción clínica, las técnicas quirúrgicas y la anestesia gran velocidad para fragmentar los trombos, que
aplicada. se aspiran por el otro orificio. Su eficacia no ha sido
En cuanto a la trombectomía en la TVP de demostrada en el sistema venoso central ni en el
miembros inferiores, actualmente está indicada en pulmonar, sólo en las venas periféricas.
aquellos casos que cursan con isquemia venosa
en los que la oclusión es muy proximal, deriván- Otros fármacos en la ETV
dose un conflicto de drenaje grave. En esta situa- Entre los inhibidores directos de la trombina
ción la elevación de la presión intersticial de la pier- cabe destacar la hirudina y sus diferentes formas
na, sobre todo en los territorios perivasculares, sintéticas. Estos fármacos no necesitan la colabo-
es tan importante que supera lo que los cirujanos ración de la antitrombina ni de ninguna otra molé-
vasculares llaman “el factor crítico de cierre”, pro- cula para expresar su acción. Su papel se ha estu-
duciendo el colapso de la arteria y dando lugar a diado en la prevención de las TVP en cirugía orto-
una isquemia. La indicación de la trombectomía pédica de cadera con muy buenos resultados y en
venosa debe contemplar también otros aspec- la trombocitopenia tipo II inducida por la HNF o
tos, como la localización de la trombosis. Los resul- HBPM, indicación aceptada en nuestro país.
tados quirúrgicos son superiores al médico cuan- Existen otros fármacos que se unen de forma
do se trata de trombosis ileofemorales, si afecta al no covalente al centro activo de la trombina para
femoropoplíteo el procedimiento quirúrgico fraca- actuar como inhibidores competitivos, bloqueán-
sa. Este factor está muy ligado a la antigüedad, otro dolo selectivamente, como el melagatrán. Este
de los aspectos que hay que considerar. Para algu- dipéptido ha demostrado su eficacia antitrombóti-
nos autores la trombectomía no debería retrasar- ca en la prevención de la ETV. Es especialmente
se más de 8 días. interesante por la posibilidad de administración oral
Los dos principales métodos de embolectomía en forma de precursor inactivo (ximelagatrán). Esta
pulmonar transvenosa son por aspiración, los trom- forma está retirada del mercado por la posibilidad
bos son succionados con la ayuda de catéteres de hepatopatía.
anchos, o por métodos mecánicos, se utilizan caté- Otro fármaco es el argatrobán, una molécula
teres con dispositivos especiales en la punta para derivada de la L-arginina que bloquea reversible-
la pulverización o fragmentación del coágulo, a veces mente la trombina y se administra por vía intrave-
en combinación con trombolisis farmacológica in nosa en las trombocitopenias inducidas por la hepa-
situ. Las contraindicaciones a un tratamiento trom- rina tipo II.
bolítico pueden ser las mismas que para una ciru- Entre los inhibidores indirectos del factor X acti-
gía abierta. Además, no es desdeñable subrayar vado (Xa), los más importantes son los pentasa-
que la mortalidad de la embolectomía quirúrgica cáridos sintéticos, que poseen mayor actividad anti-
depende de la experiencia y cualificación de los Xa y sin efecto sobre la trombina. El primero entre
equipos quirúrgicos en este procedimiento, por otro esta clase de nuevos antitrombóticos fue el fon-
lado no muy frecuente. daparinux, demostrando su eficacia en la preven-
Enfermedad tromboembólica venosa. Diagnóstico y tratamiento 485

ción de la ETV de pacientes ortopédicos y en tra- 13. Uresandi F, Blanquer J, Conget F, de Gregorio MA, Lobo
tamiento de la TVP y del EP. Este nuevo pentasa- JL, Otero R et al. Guía para el diagnóstico, tratamiento
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41
Hipertensión arterial pulmonar
J.F. Sánchez Gómez, E. Tabernero Huguet

INTRODUCCIÓN EPIDEMIOLOGÍA, HISTORIA NATURAL


Es una enfermedad de las arterias pulmonares Y SUPERVIVENCIA
pequeñas que se caracteriza por una proliferación La incidencia y la prevalencia de la hiperten-
vascular y su remodelado. Esto implica un progre- sión arterial pulmonar idiopática es entre 16 y 26
sivo aumento de las resistencias vasculares pul- casos por millón de habitantes en países occi-
monares y al final un fallo ventricular derecho y la dentales. Es más frecuente en mujeres (ratio 1,7:1)
muerte. y la edad media de presentación es entre los 30
Tres factores son los que caracterizan los hallaz- y 40 años. En la década de los 80 la superviven-
gos patológicos: vasoconstricción, remodelado de cia media era de 2,8 años tras el diagnóstico para
la pared de los vasos y trombosis in situ. los casos de HAP idiopática, siendo menor en los
A pesar de los últimos avances en el trata- casos pertenecientes a otras categorías, donde la
miento no existe ninguno que cure la enfermedad respuesta al tratamiento es más desfavorable. En
de forma definitiva, pero en los últimos años han estudios publicados en 1997 la supervivencia actua-
aparecido opciones terapéuticas que prolongan la rial era del 68-77%, 40-56% y del 22-38% a uno,
supervivencia y mejoran la calidad de vida de estos tres y cinco años, respectivamente. El mal pro-
pacientes. nóstico estaba asociado al tipo de hipertensión,
reactividad vascular, la historia de fallo cardiaco
DEFINICIÓN derecho, clase funcional de la NYHA (New York
Elevación sostenida de la presión arterial pul- Heart Association) (Tabla I) III o IV, elevada pre-
monar mayor de 25 mmHg, con una presión media sión en aurícula derecha, disminución del gasto
pulmonar capilar enclavada y presión del ventrí- cardiaco, resistencias pulmonares elevadas y baja
culo izquierdo al final de la diástole menor de 15 saturación venosa mixta.
mmHg. En la ultima reunión mundial de expertos
celebrada en Dana Point (California, febrero-2008) CLASIFICACIÓN
se ha eliminado la condición de esfuerzo y se defi- Avalada por la Organización Mundial de la Salud
ne una nueva categoría, la hipertensión pulmonar de febrero 2008 (Dana Point) (Tabla II). Agrupán-
límite, para aquellos pacientes con HAP entre 21 y dose por clases o categorías que comparten vías
25 mmHg. patogénicas, mecanismos fisiológicos, presentación

487
488 J.F. Sánchez Gómez, E. Tabernero Huguet

Tabla I. Clase funcional NYHA Tabla II. Clasificación de la hipertensión pulmonar

I. No limitación funcional con la actividad física habitual 1. Hipertensión arterial pulmonar


II. La actividad física ordinaria puede causar disnea, • Idiopática
fatiga, dolor torácico o presíncope • Hereditaria: BMPR2, ALK1, endoglina, desconocidas
III. Marcada limitación de la actividad física. Los • Inducida por drogas y tóxicos
síntomas pueden aparecer con pequeños esfuerzos • Relacionada con: enfermedades del tejido
IV. Los pacientes pueden tener los síntomas conectivo, infección VIH, hipertensión portal,
mencionados incluso en reposo y pueden malformación congénita con comunicación
observarse signos de fallo ventricular derecho sistémica-pulmonar, esquistosomiasis, anemia
hemolítica crónica
• Hipertensión pulmonar del recién nacido
clínica y tienen opciones terapéuticas comunes 1.1. Enfermedad pulmonar venooclusiva y/o
(Figura 1). hemangiomatosis capilar pulmonar

2. Hipertensión pulmonar debida a enfermedades del


MECANISMOS MOLECULARES
corazón izquierdo
Las alteraciones más importantes en la vas-
• Disfunción sistólica
culatura pulmonar en la hipertensión arterial pul-
• Disfunción diastólica
monar son la vasoconstricción, proliferación de célu-
• Enfermedad valvular
las del músculo liso y endoteliales y la trombosis.
3. Hipertensión pulmonar causada por enfermedades
Estos hallazgos sugieren la presencia de alteracio-
pulmonares y/o hipoxia
nes en la normal relación entre factores vasodila-
• Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
tadores y vasoconstrictores; inhibidores del creci-
• Enfermedades pulmonares intersticiales
miento y factores mitogénicos y moléculas pro-
• Otras enfermedades pulmonares
trombóticas y antitrombóticas. Estos cambios son
• Enfermedades respiratorias durante el sueño
probablemente consecuencia de daño o disfunción
• Exposición crónica a grandes alturas
de las células endoteliales pulmonares (Figura 2). • Anomalías en el desarrollo

4. Hipertensión pulmonar tromboembólica crónica


Prostaciclina y tromboxano A2
(HTPTC)
Son derivados del metabolismo del ácido ara-
quidónico de las células vasculares. La prostacicli- 5. Hipertensión pulmonar sin mecanismo definido o
na es un potente vasodilatador, inhibe la activación multifactorial
plaquetaria y tiene propiedades antiproliferativas. • Enfermedades hematológicas: desórdenes

Por el contrario, el tromboxano A2 es un potente mieloproliferativos, esplenectomía


• Enfermedades sistémicas: vasculitis, sarcoidosis,
vasoconstrictor y agonista de la activación plaque-
histiocitosis, neurofibromatosis
taria. En la HAP el balance está desplazado hacia
• Enfermedades metabólicas: del tiroides, enfermedad
el tromboxano A2.
de Gaucher, por depósito de glucógeno
• Malformaciones congénitas: excluyendo el shunt
Endotelina-1
sistémico-pulmonar
Es un potente vasoconstrictor que además esti-
• Otras: obstrucción tumoral, mediastinitis fibrosante,
mula la proliferación de las células musculares de insuficiencia renal crónica en diálisis
las arterias pulmonares. Los niveles de endotelina-
1 están aumentados en la HAP.
culares lisas vasculares. Su síntesis es catalizada por
Óxido nítrico la familia de las enzimas nitro-óxido-sintasas. Se
Vasodilatador, inhibidor de la activación pla- han observado niveles disminuidos de la isofor-
quetaria y de la proliferación de las células mus- ma endotelial en la vasculatura de pacientes con
Hipertensión arterial pulmonar 489

Múltiples factores

Familiar

Asociada al VIH

Anorexígenos

Hipertensión portal

Enfermedad cardiaca congénita

Enfermedades del tejido conectivo

Idiopática

0 10 20 30 40 50

Figura 1. Prevalencia de los distintos tipos de hipertensión sobre 674 casos en el registro francés.

Factores genéticos Estímulos:


Tóxicos, isquemia,
Daño vascular pulmonar inflamación...

Disfunción CML Disfunción endotelial Cambios en la matriz,


plaquetas, citocinas
inflamatorias

Vasoconstricción Proliferación

Trombosis Inflamación

Remodelado vascular

Hipertensión

Figura 2. Etiopatogenia de la hipertensión pulmonar.

HAP, sobre todo en los pacientes del grupo idio- idiopática de HAP. La dexenfluramina aumenta la
pático. Además se han observado niveles aumen- liberación e impide la recaptación de serotonina
tados en las lesiones plexiformes de la HAP en su por las plaquetas.
forma idiopática, donde probablemente promueve
la proliferación celular endotelial. Adrenomedulina
Niveles elevados de esta sustancia se han
Serotonina detectado en pacientes con HAP y en hipertensión
Vasoconstrictor que además induce prolifera- pulmonar asociada con hipoxemia. Este factor pro-
ción e hiperplasia de las células musculares lisas. duce dilatación de los vasos pulmonares e incre-
Se han detectado niveles elevados en plasma y dis- menta el flujo sanguíneo. Es un marcador de HAP
minuidos en plaqueta en pacientes con la forma más que una causa.
490 J.F. Sánchez Gómez, E. Tabernero Huguet

Péptido intestinal vasoactivo Infección por el VIH


Potente vasodilatador sistémico. Inhibe la acti- Relacionada con la duración de la infección.
vación plaquetaria y la proliferación de células mus- Afecta al 0,5%, con una incidencia 6-12 veces
culares lisas de los vasos. mayor que en la población general. Muchos de ellos
tienen cuerpos extraños vasculares, o hipertensión
Factor de crecimiento vascular endotelial portal debido a coinfección por VHB o VHC.
En la hipoxia crónica este factor así como su
receptor están aumentados en el tejido pulmonar. Herpes virus ECHO
Es la causa del sarcoma de Kaposi. Se obser-
Ninguna de estas sustancias está implicada direc- van similitudes entre las lesiones plexiformes de
tamente en la patogénesis primaria de la enferme- estas dos patologías. Se ha encontrado este virus
dad pero existe un disbalance que favorece la vaso- en biopsias de pacientes con HAP.
constricción, la proliferación vascular y la trombosis.
Hipertensión portal
FACTORES AMBIENTALES ASOCIADOS En aproximadamente un 4% de los pacien-
tes con cirrosis y un 5,3% de los pacientes remiti-
Hipoxia dos para trasplante de hígado.
La hipoxia aguda produce vasoconstricción en
la vasculatura pulmonar, regulada en parte por la Trombocitosis y hemoglobinopatías
serotonina y la endotelina y por los cambios en la Un 20% de los pacientes con anemia hemo-
actividad de los canales de potasio que incremen- lítica crónica presentan PAPm > 25 mmHg.
tan la concentración citoplásmica de calcio. La hipo- Se ha descrito también esta enfermedad en
xemia crónica induce remodelado de la estructu- pacientes con síndrome mielodisplásico crónico
ra vascular. asociado con trombocitosis y en enfermos con beta-
talasemia.
Anorexígenos
Aminorex, fenfluramina y dexenfluramina. La Telangiectasia hemorrágica hereditaria
incidencia de HAP aumenta con el tiempo de expo- En un 15% de los pacientes con esta enfer-
sición, pero se han podido observar elevaciones de medad se observa HAP con características histo-
la presión pulmonar con sólo 3-4 semanas de su patológicas iguales a las de la HAP primaria.
utilización.
ANORMALIDADES GENÉTICAS
Estimulantes del sistema nervioso central ASOCIADAS
Cocaína y metanfetamina. Producen hipertro- Las formas familiares suponen un 6% de todos
fia de la capa media de las arterias pulmonares. los pacientes con HAP y las características son simi-
lares a las de la forma esporádica. Parece existir una
OTRAS CONDICIONES ASOCIADAS herencia autosómica dominante con una forma de
anticipación generacional.
Eslerodermia Se observan alteraciones en dos genes del
Especialmente la variante CREST, se observan receptor beta del TGF: BMPR2 (en más del 70%
cambios histopatológicos similares a los de la HAP de las formas familiares y entre el 10 y el 40%
en la mayoría de los pacientes pero sólo se obser- de la HAP idiopática), y AALK1.
va hipertensión pulmonar significativa en un 10- También son más prevalentes en pacientes con
15%. También en el lupus, enfermedad mixta del HAP ciertos polimorfismos del gen transportador
tejido conectivo y artritis reumatoide, sobre todo si de la serotonina 5-HTT que se asocia con un
se asocian a fenómeno de Raynaud. aumento en el crecimiento de las células muscu-
Hipertensión arterial pulmonar 491

Engrosamiento de la íntima
Carga genética primaria Puede ser concéntrico laminar, excéntrico y con-
céntrico no laminar.

Agentes externos Genes Engrosamiento de la adventicia


precipitantes modificadores
Se observa en casos de HTP por persistencia
de la circulación fetal del recién nacido.
Hipertensión arterial pulmonar
Lesiones complejas
Incluyen lesiones plexiformes (proliferación
Figura 3. Factores genéticos.
focal de canales endoteliales alineados por miofi-
broblastos, células de músculo liso y matriz de teji-
lares lisas vasculares. El metabolito más activo de do conectivo), lesiones con dilatación y arteritis.
la dexenfluramina, la nor-dexenfluramina, es un Además se añaden en este grupo la venopatía oclu-
potente agonista de este receptor (Figura 3). siva pulmonar y la microvasculopatía pulmonar.

PATOLOGÍA DE LA HIPERTENSIÓN Clasificación patológica de las


PULMONAR vasculopatías en la hipertensión
La HAP incluye distintas formas de hiperten- pulmonar
sión pulmonar con diferentes etiologías pero con • Arteriopatía pulmonar que afecta a arterias pre
parecidas presentación clínica y alteraciones fun- e intraacinares (arteriopatía pulmonar plexo-
cionales. Los cambios histopatológicos vasculares génica).
en todos los tipos son cualitativamente similares, – Además con cambios que afectan a venas y
con diferencias cuantitativas en la distribución y pre- vénulas.
valencia de estos cambios en distintas regiones del • Venopatía oclusiva pulmonar.
lecho vascular pulmonar. Estas variaciones topo- • Microvasculopatía pulmonar con o sin arterio-
gráficas pueden ser importantes para entender la patía y/o venopatía.
patogénesis de los subtipos de HAP. • Inclasificable.
Estos dos últimos tipos lesionales son excep-
Arteriopatía pulmonar cionales, suponen sólo unos 200 casos, no res-
ponden al tratamiento, incluso en ellas puede pro-
Lesiones constrictivas ducir edema pulmonar amenazante para la vida.
Resultado del disbalance entre proliferación y Las angiopatías con afectación exclusiva del
apoptosis de los distintos tipos celulares que con- lecho capilar comparten características morfológi-
forman las paredes vasculares, son difusas y pue- cas: hipertrofia medial, fibrosis de la íntima, lesio-
den ser hemodinámicamente importantes si afec- nes plexiformes y suelen responder bien al trata-
tan a sus propiedades vasorrelajantes o porque pro- miento.
duzcan excesiva cantidad de vasoconstrictores.
SINTOMATOLOGÍA
Hipertrofia de la capa medial Asintomática en las fases iniciales aun exis-
de las arterias pulmonares tiendo ya alteraciones hemodinámicas. La disnea
Debido a la hipertrofia e hiperplasia de las fibras de esfuerzo es el síntoma más frecuente (60%);
de músculo liso y aumento de la matriz conectiva en el momento del diagnóstico, un 63% está en
y de fibras elásticas, en la capa media de arterias clase III de la NYHA y está presente en todos los
musculares preacinares con extensión a las arterias pacientes cuando la enfermedad progresa. Debili-
intraacinares no muscularizadas. dad, fatiga con el ejercicio, dolor tipo anginoso, sín-
492 J.F. Sánchez Gómez, E. Tabernero Huguet

cope, palpitaciones, ortopnea, edemas en piernas, • Diagnóstico por ECO-2D:


distensión abdominal se pueden observar dentro – VRT< 2,8 m/seg (PAPs < 36 mmHg): se des-
del cortejo sintomático a lo largo de la presenta- carta HTP.
ción de la enfermedad. – VRT entre 2,8 y 3,4 m/seg (PAPs entre 36 y
50 mmHg): actuar en función de la clínica,
INDICACIONES DE CRIBAJE PARA HTP si la clase NYHA y test de marcha son bue-
En pacientes a los que potencialmente les nos repetir a los 6-12 meses, si son malos
beneficiaría el tratamiento de esta condición. completar evaluación.
• Historia familiar de HP o predisposición gené- – VRT > 3,4 m/seg (PAPs > 50 mmHg): con-
tica conocida (mutaciones gen BMPR2). tinuar estudio.
• Enfermedades del tejido conectivo. Además la ecocardiografía nos sirve para eva-
• Enfermedades cardiacas congénitas o shunt luar si la hipertensión pulmonar pudiera ser debi-
sistémico-pulmonar. da a enfermedades de cavidades cardiacas izquier-
• Hipertensión portal en pacientes en evaluación das, aunque no se conoce el punto de corte de
para trasplante ortotópico de hígado. lo que es HP desproporcionada para esta enfer-
• TEP no resuelto. medad: disfunción sistólica o diastólica y enferme-
• Anemia hemolítica crónica. dades valvulares.
• Otras (VIH, toma previa de anorexígenos). También nos permite valorar si es debida a
enfermedades cardiacas congénitas (shunt): mejor
EVALUACIÓN DE UN PACIENTE con ecocardiografía con contraste y/o transe-
CON SOSPECHA DE HIPERTENSIÓN sofágica (grado de recomendación B).
PULMONAR
Se ha publicado un consenso entre SEPAR y Identificación de clase
SEC sobre estándares asistenciales en esta patolo- Analíticas general y hepática, serología de enfer-
gía. Se trata de un proceso progresivo dirigido a su medades del tejido conectivo asociadas, VIH, VHB,
identificación, clasificación y evaluación. En dicho VHC, hormonas tiroideas.
proceso hay cuatro estadios: sospecha, detección, • Pruebas de función respiratoria para valorar
identificación de clase o categoría y evaluación y posible enfermedad pulmonar.
diagnóstico. • Evaluar si es debida a enfermedad trombo-
embólica con gammagrafía de ventila-
Sospecha de paciente con HTP ción/perfusión (grado de recomendación B),
Historia clínica, síntomas, factores de riesgo, angioTAC; si existe, realizar angiografía para valo-
historia familiar, exploración, Rx de tórax, EKG. rar operabilidad.
• Otras pruebas opcionales según sospecha clí-
Detección nica: estudio polisomnográfico TACAR, eco-
Si es probable, entonces realizar ecocardio- grafía abdominal.
grafía Doppler (grado de recomendación A). Hay
que tener en cuenta que: permite detectar pero no Evaluación
establecer el diagnóstico, el valor de la PAPm puede Valorar la limitación que ocasiona la HTP: clase
aumentar de forma fisiológica con la edad y que funcional NYHA, test de la marcha de los 6 minu-
pueden existir falsos negativos. tos (grado de recomendación A), además, serán
Se debe medir: dilatación del ventrículo dere- útiles para establecer pronóstico, progresión de la
cho, presión sistólica del ventrículo derecho, dilata- enfermedad y respuesta al tratamiento.
ción de la aurícula derecha, velocidad pico de regur- Valorar la hemodinámica pulmonar: cateteris-
gitación tricuspídea (VRT), a partir de la cual se cal- mo cardiaco derecho (grado de recomendación
cula la presión sistólica en la arteria pulmonar (PAPs). A): prueba de referencia para confirmar la hiper-
Hipertensión arterial pulmonar 493

tensión pulmonar, establecer diagnóstico específi- conceptivos orales con estrógenos. La oxigenote-
co y determinar la severidad. rapia domiciliaria es útil y está indicada para man-
Según el consenso SEPAR su realización está tener la saturación de O2 por encima del 90%. Los
indicada en el diagnóstico de todos los pacientes diuréticos, especialmente espironolactona, pueden
con HAP o HPTEC (categorías I y IV, respectiva- mejorar a los pacientes con fallo ventricular dere-
mente). En otras circunstancias su realización está cho. La digoxina se emplea en casos de cor pul-
justificada si de sus resultados se derivara un cam- monale, fibrilación auricular y cuando existen sín-
bio en la situación clínica del paciente o del trata- tomas de fallo cardiaco izquierdo. La utilización
miento. de tratamiento anticoagulante específico no está
En pacientes con PSAP menor de 50 mmHg basada en estudios controlados pero la predispo-
estimada por ETT se deberá individualizar la deci- sición de estos pacientes a eventos trombóticos
sión en función de la edad, la sospecha clínica y la como el fallo cardiaco, la vida sedentaria o la trom-
comorbilidad. bofilia y el hallazgo de trombosis en las autopsias
El estudio hemodinámico diagnóstico debe de estos pacientes favorecen su recomendación,
acompañarse siempre de la valoración de la res- excepto en la hipertensión portopulmonar con vari-
puesta vasodilatadora aguda, para lo cual se emple- ces esofágicas. El objetivo es mantener un INR entre
ará uno de los agentes recomendados (epopros- 1,5 y 2,5.
tenol intravenoso, óxido nítrico inhalado o adeno- En los pacientes con un test de vasorreactivi-
sina intravenosa). Se considera positiva si se pro- dad agudo positivo, entre un 10 y un 15% de todos
duce un descenso de la PAPm de 10 mmHg como los casos, pueden utilizarse bloqueadores de los
mínimo, con una PAPm final igual o inferior a 40 canales del calcio a dosis elevadas, nifedipino 120-
mmHg sin descenso del gasto cardiaco.. El resul- 240 mg/día y diltiazem 240-720 mg/día, pero sólo
tado de la prueba vasodilatadora tiene importantes en la mitad de ellos la respuesta es mantenida. No
implicaciones en el tratamiento y el pronóstico. existen trabajos randomizados que apoyen su
La biopsia pulmonar no está rutinariamente empleo y en la formas no primarias de HAP no son
recomendada debido a su riesgo excepto en casos útiles.
seleccionados en los que una lesión específica Los pacientes incluidos en el grupo I son sub-
pueda ser únicamente evaluada por el examen del sidiarios del mismo tratamiento médico y en gene-
tejido. ral pueden tener la misma respuesta, aunque en
Si hay antecedentes familiares de HAP se reco- los estudios realizados siempre responden mejor
mienda investigar posibles mutaciones del gen los las formas idiopáticas. Casi la mitad de los pacien-
BMPR2 y si se identifican realizar estudio familiar tes con EPVO desarrollan edema pulmonar al ini-
con el objeto de detectar precozmente HP en por- ciar el tratamiento específico para la HAP.
tadores asintomáticos así como valorar consejo
genético (Figura 4). Prostaglandinas
La prostaglandina I2 (prostaciclina) es un deri-
ESTRATEGIAS TERAPÉUTICAS vado del metabolismo del ácido araquidónico del
endotelio vascular. Produce relajación de la mus-
Recomendaciones generales y terapia culatura lisa vascular estimulando la producción de
básica AMP cíclico (c-AMP), inhibe el crecimiento de las
Realizar tareas físicas apropiadas a su capaci- células musculares lisas e inhibe la agregación pla-
dad física aconsejando sobre los síntomas que pue- quetaria.
den aparecer para evitar cuadros sincopales. Ya que
el embarazo puede suponer un estrés sobre el sis- Epoprostenol (prostaciclina sintética)
tema cardiovascular debe evitarse con medidas de Se utiliza desde principios de los 80 y la ausen-
contracepción seguras y efectivas, evitar los anti- cia de respuesta hemodinámica en el test de vaso-
494 J.F. Sánchez Gómez, E. Tabernero Huguet

Sospecha de HAP:
Historia clínica (síntomas,
factores de riesgo, historia
familiar, exploración, EKG)
No

No más ¿Es probable HAP? No


VRT, PSVD, DVD, disfunción VD
evaluaciones Ecocardiografía

Valorar disfunción sistólica y diastólica y enfermedad


¿Es debida a enfermedad de
valvular: tratamiento apropiado y si es necesaria
cavidades izquierdas?: eco
evaluación posterior: cateterismo derecho

Valorar enfermedades cardiacas congénitas ¿Morfología anormal?, ¿shunt?: cirugía y tratamiento


Eco con contraste o transesofágica médico. Otras pruebas evaluadoras si son necesarias

Esclerodermia, lupus, otras, VIH. Tratamiento


¿Es debida a enfermedad del
de la HAP. Otras evaluaciones si son
tejido conectivo o VIH?: serologías
necesarias, incluido cateterismo derecho

¿Sospecha de embolismo pulmonar Si se confirma, ¿es operable?


crónico?: gammagrafía V/Q Angiografía pulmonar

Definición anatómica: TAC, RNM


Tromboendarterectomía o tratamiento
médico, anticoagulación

Diagnóstico de enfermedad pulmonar, hipoxemia


¿Es debida a enfermedad pulmonar
o transtorno del sueño: tratamiento médico,
o hipoxemia?: pruebas de función
oxígeno, ventilación no invasiva. Evaluación
pulmonar, pulsioximetría
posterior con cateterismo derecho si es necesario

¿Qué limitación provoca la HAP?: Establecer nivel basal, pronóstico y para


clase funcional NYHA, test de la documentar progresión y respuesta al
marcha de los 6 minutos tratamiento. Realizar de forma seriada

Documentar presiones en aurícula derecha y arteria


pulmonar. Presión pulmonar capilar enclavada.
Gradiente transpulmonar, gasto cardiaco, resistencia
¿Cómo es exactamente la
vascular pulmonar, saturación venosa mixta de O2,
hemodinámica pulmonar?:
respuesta a vasodilatadores. Confirmar HAP
cateterismo derecho
(idiopática si no existen otras causas). Valorar
investigación genómica y consejo genético
si es familiar

Figura 4. Evaluación de un paciente con sospecha de hipertensión arterial pulmonar.

rreactividad no presupone su falta de respuesta en supervivencia de los pacientes. Además, mejora los
el tratamiento a largo plazo. De hecho es el trata- síntomas, la capacidad de ejercicio y respuesta de
miento del que se dispone más experiencia clínica las variables hemodinámicas tanto en pacientes
y más evidencia científica, habiendo demostrado con la forma primaria de la HAP como en las for-
en ensayos clínicos controlados una mejora en la mas asociadas a esclerodermia.
Hipertensión arterial pulmonar 495

Las limitaciones con esta droga son que tiene veces al día. Hay ensayos controlados en los que se
una vida media de 3 minutos, se inactiva con pH ha demostrado un aumento de la capacidad de ejer-
bajo, debe administrarse por un catéter central de cicio en pacientes con la forma primaria de HAP,
forma continua con bomba de infusión. Los efec- que no fue mantenida más allá de los primeros 6
tos secundarios más frecuentes son dolor mandi- meses. Los efectos adversos más frecuentes son los
bular, cefalea, náuseas, enrojecimiento cutáneo, ligados a la vasodilatación sistémica que produce.
diarrea que están relacionados con la dosis y sue-
len ser aceptablemente tolerados. El mayor riesgo Antagonistas de los receptores
lo supone la sepsis relacionada con el catéter (0,1- de la endotelina-1 (ERA)
0,6/paciente y año). También pueden llevar a peli- La endotelina 1 activa receptores ETA, que cau-
gro para la vida el fallo de la bomba o la desloca- san vasoconstricción y proliferación vascular y ETB,
lización del catéter. que produce un aclaramiento de la endotelina y
aumenta la síntesis de óxido nítrico y prostaciclina
Teprostinil por las células endoteliales.
Análogo sintético de la prostaciclina, con vida
media entre dos y tres horas por lo que se puede Bosentan
administrar por vía subcutánea en infusión conti- Es un antagonista dual de los receptores de
nua. Existe un ensayo clínico controlado sobre 470 la endotelina y se administra por vía oral. Existen
pacientes en el que se observó una mejoría en la ensayos clínicos controlados en los que se demues-
capacidad de ejercicio, eventos clínicos y paráme- tra una mejoría de la capacidad de ejercicio, de las
tros hemodinámicos. En el 85% de los casos se variables hemodinámicas, y de la clase funcional a
produce dolor local en el punto de infusión, con lo largo plazo en pacientes con HAP primaria y con
que se debe disminuir la dosis y lleva hasta en un esclerodermia. Se han publicado estudios en pacien-
8% a la interrupción del tratamiento. Puede ser uti- tes en clase funcional II. Es metabolizado en el híga-
lizado por vía intravenosa. Pacientes que han teni- do y puede producir un aumento de la ALT, dosis
do complicaciones graves con epoprostenol pue- dependiente. Con las cantidades utilizadas, 125 mg
den ser tratados con esta sustancia. dos veces al día, se produce una elevación hasta 8
veces de la ALT en entre un 3 y un 7% de los
Iloprost inhalado pacientes. Se recomienda un control mensual de
Es un análogo de la prostaciclina con vida media las enzimas hepáticas. No se han detectado lesio-
de 20 minutos que se administra por vía inhalada. nes hepáticas permanentes o fallo hepático en más
Existe un ensayo controlado con 207 pacientes en de 12.000 pacientes tratados con esta sustancia.
los que se observó una mejoría en el test de la mar- También se ha utilizado en niños y en pacientes
cha de los 6 minutos y de la clase funcional de la con síndrome de Eisenmenger.
NYHA. El mayor inconveniente proviene de su vida
media corta por lo que debe inhalarse entre 6 y 12 Sixtasentan y ambrisextan
veces al día. Los efectos secundarios más frecuentes Bloqueadores selectivos del receptor de la
son la tos y los síntomas ligados a la vasodilatación endotelina 1 ETA, mientras mantiene los efectos
sistémica que produce. También puede ser admi- positivos de los receptores ETB. Ya existen estudios
nistrado por vía intravenosa. amplios con estas drogas que demuestran su efec-
tividad aunque parece que también pueden pro-
Beraprost ducir hepatitis.
Es el único análogo de la prostaciclina oral que
se utiliza. Alcanza su pico de concentración sérica Inhibidores de la fosfodiesterasa V
en 30 minutos y tiene una vida media de 40 minu- El sildenafilo produce un efecto vasodilatador,
tos. La dosis utilizada suele ser de 80 mg cuatro mejorando la actividad del óxido nítrico endóge-
496 J.F. Sánchez Gómez, E. Tabernero Huguet

Anticoagulantes orales (B)/HAPi Medidas generales de soporte Evitar ejercicio físico excesivo (A)
Oxígeno (A) Evitar embarazo (A)
Diuréticos (A) Soporte psicosocial (C)
Digoxina (A) Enviar a experto (A) Prevención de infecciones (A)
Rehabilitación supervisada (C)

Test de vasorreactividad aguda


(A) para HAPi, (C) para HAPa
Vasorreactividad No vasorreactividad

Clases I-III Clases II Clase III Clase IV


Calcioantagonistas (B) ARE (A) o PDE-5I (A) ARE o PDE-5I (A) Epoprostenol i.v. (A)
Iloprost inhalado (A) Iloprost i.v. (C)
No Teprostinil s.c. (B) Teprostinil i.v. (C)
Respuesta mantenida Epoprostenol i.v. (A) Teprostinil s.c. (B)
(clases I y II) Iloprost i.v. (C) ARE (B)
Teprostinil i.v. (C) PDE-5I (B)
Beraprost (C)

Continuar
Calcioantagonistas Respuesta clínica inadecuada

Terapia combinada

Respuesta clínica
Septostomía (B) y/o
trasplante pulmonar (B)

Prostanoides
(B) + + (B) + (B)
PDE-5I ARE

Figura 5. Algoritmo de tratamiento de la hipertensión pulmonar. Entre paréntesis, nivel de evidencia. ARE: antagonistas de los
receptores de endotelina; PDE-5I: inhibidores de la fosfodiesterasa; HAPi: HAP idiopática; HAPa: HAP asociada a conectivopa-
tías, fármacos. Respuesta clínica inadecuada: aumentar clase funcional o mantenerse en la misma con deterioro hemodiná-
mico en reposo, test de la marcha < 350 m.

no, a través del GMP-c, impidiendo la ruptura de Terapia combinada


éste por la fosfodiesterasa V. Existen algunos ensa- Es una posibilidad atrayente ya que los distin-
yos controlados a dosis de 20 mg/8 h donde se tos fármacos actúan por mecanismos diferentes.
demuestra su eficacia en la mejoría de paráme- La adición de bosentan o sildenafilo a terapias ya
tros cardiovasculares y capacidad de ejercicio. Exis- existentes parece que mejora los parámetros de
ten estudios en marcha para valorar su efecto adi- efectividad y ya han aparecido estudios con peso
tivo a otros tratamientos. El tadalafilo es otro inhi- para afirmarlo. Aunque en este momento no se dis-
bidor con mayor potencia y existen estudios en pone de información sobre la combinación más
curso. efectiva, se considera indicada la terapia combi-
nada si con monoterapia no se consigue un acep-
Óxido nítrico table control de la enfermedad (Figura 5).
Vasodilatador endógeno, que relaja la muscu-
latura lisa vascular. Indicaciones de cirugía
Se administra por vía inhalada. No existen estu- Los pacientes en clases III y IV y aquellos que
dios de uso continuado. tienen mal pronóstico a pesar del tratamiento médi-
Hipertensión arterial pulmonar 497

co deben ser referidos para evaluación de tras- edema pulmonar con el tratamiento; el trasplan-
plante bipulmonar (TB) o cardiopulmonar (TCP) te pulmonar se considera el tratamiento de elec-
(evidencia A-B). Otra posibilidad es considerar la ción.
septostomía atrial (evidencia C). En los casos de El diagnóstico de hipertensión pulmonar trom-
HAP con tromboembolismo crónico que sean cata- boembólica se establece por la presencia de fenó-
logados de operables el procedimiento de elec- menos trombóticos pulmonares e HP tras más de
ción es la tromboendarterectomía (evidencia B). 3 meses de tratamiento anticoagulante correcto.
En adultos con lesiones congénitas simples el tra- En estos pacientes es preciso determinar si las lesio-
tamiento consistiría en su reparación y TB (evi- nes trombóticas tienen una localización proximal o
dencia C), si las lesiones son complejas habría que distal. Para ello la prueba radiológica de referen-
realizar el TCP. cia es la angiografía pulmonar selectiva. En la enfer-
medad tromboembólica crónica proximal la trom-
Hipertensión pulmonar en pacientes boendarterectomía es el tratamiento de elección y
con patología respiratoria en la distal se puede valorar el bosentan o silde-
En los pacientes con trastornos respiratorios nafilo.
durante el sueño, el tratamiento debe ser CPAP o En los pacientes con HP asociada a cardiopa-
ventilación no invasiva y, si hiciera falta, añadir oxi- tía izquierda (30-40%) y que es la forma más fre-
genoterapia. Los pacientes con EPOC raramente tie- cuente de HP, la elevación de la PSAP en el eco-
nen cifras de presión arterial pulmonar por encima cardiograma no constituye por sí misma una indi-
de 50 mmHg, si esto ocurre habrá que valorar si cación de estudio hemodinámico. El cateterismo
existen otras enfermedades asociadas. El diagnós- derecho se realizará cuando haya dudas diagnósti-
tico mediante ecocardiografía de HAP, es muchas cas sobre si la HP detectada en el ecocardiograma
veces poco fiable, sobreestimando las cifras en más es HAP (HP precapilar) o HP asociada con enfer-
del 50% de los casos. Aparte de los tratamientos medad cardiaca izquierda (HP poscapilar), gene-
habituales en la EPOC avanzada no hay estudios ralmente pacientes con función sistólica normal y
que hayan avalado de forma clara el uso de nuevos únicamente disfunción diastólica del ventrículo
fármacos, incluso pueden ser perjudiciales. Hay algu- izquierdo. El tratamiento es el de la enfermedad
nos estudios, en los que el uso de análogos de la subyacente ya que no se han objetivado claramente
prostaciclina y sildenafilo mejoran a los pacientes beneficios del tratamiento específico.
con fibrosis pulmonar idiopática que tienen HAP.
SEGUIMIENTO
Tratamiento en otras formas Se recomienda valoración de la situación fun-
de hipertensión arterial pulmonar cional y tolerancia al ejercicio a los tres meses de
Superponible a la HAP idiopática en: asocia- iniciar el tratamiento, ya que es predictivo de la evo-
da a enfermedades del tejido conectivo y a car- lución a largo plazo. Son indicadores de respuesta
diopatías congénitas (evidencia A) y en la inducida favorable el alcanzar una clase I-II, recorrer más de
por tóxicos. 380 m en el test de 6 minutos y un consumo pico
En la asociada al VIH, puede ir bien la terapia de oxígeno mayor de 10 ml/kg/min. Se recomienda
estándar y la terapia antirretroviral de alta actividad. repetir ecocardiografía cada 6 meses.
En la hipertensión portopulmonar existen pro-
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42
Neumonía adquirida
en la comunidad
J.J. Martín Villasclaras, A. Dorado Galindo, P. Jiménez Escobar,
M.C. Escobedo Pajares

INTRODUCCIÓN estos pacientes. Recientemente se ha publicado


La neumonía es un proceso inflamatorio agudo una guía conjunta de las dos sociedades america-
del parénquima pulmonar de origen infeccioso. Los nas más implicadas en este problema con niveles
microorganismos llegan al pulmón la mayoría de de evidencia y grados de recomendación: nivel I
las veces por microaspiraciones de secreciones oro- (alto) representan trabajos bien diseñados, con-
faríngeas, pero también pueden hacerlo por inha- trolados y randomizados; nivel II (moderado), tra-
lación de aerosoles contaminados, vía hemática, bajos bien diseñados, controlados, pero sin rando-
por contigüidad o macroaspiración. Coincide con mizar, incluyendo estudios de cohortes de pacien-
una alteración de nuestros mecanismos de defen- tes, series de pacientes y estudios caso-control; y
sa (mecánicos, humorales o celulares) o con la lle- nivel III (bajo), casos estudios y opiniones de exper-
gada excesiva de gérmenes que sobrepasan nues- tos(1). En nuestro país disponemos de varias guías
tra capacidad normal de “aclaramiento”. en las que también se aplican los niveles de evi-
Puede afectar a pacientes inmunocompeten- dencia científicos que la apoyan(2,3).
tes o inmunodeprimidos y puede ocurrir fuera del Las NAC tienen una incidencia que oscila entre
hospital o dentro de él (nosocomial), originando 3 y 13 casos por 1.000 habitantes y año, siendo
manejos y actitudes terapéuticas muy diferentes. en nuestro país de 1,62 y estimándose que un
Nosotros consideraremos las neumonías adquiri- médico de familia puede ver entre 6 y 10 casos
das en la comunidad (NAC) o extrahospitalarias en al año. Es más frecuente en invierno, en mayores
pacientes inmunocompetentes, incluidos los infec- de 65 años y en varones. Ingresan alrededor de un
tados por VIH (no SIDA), y en los capítulos siguien- 25%, y de los pacientes que acuden a urgencias,
tes se tratarán los otros tipos de neumonías. lo hacen un 61%, de los que cerca de un 9% lo
Las NAC representan un problema de salud harán en una unidad de cuidados intensivos (UCI);
importante a nivel mundial que motiva que las prin- la estancia media es de 11,7 días y ocasiona un
cipales sociedades relacionadas con el problema promedio de inactividad de 23 días(4). La morta-
publiquen de manera periódica recomendaciones lidad en pacientes ambulatorios es del 5%, si ingre-
o guías clínicas para facilitar su manejo y tratamiento. san en el hospital ronda el 14% y puede llegar al
La implementación de estas guías ha mostrado una 36% si lo hace en la UCI(5).
disminución de la mortalidad, de los ingresos hos- Los agentes etiológicos varían según consi-
pitalarios y de la duración de la hospitalización en deremos las NAC en pacientes ambulatorios, ingre-

499
500 J.J. Martín Villasclaras, A. Dorado Galindo, P. Jiménez Escobar, M.C. Escobedo Pajares

sados en planta o en la UCI, pero el Streptococcus Tabla I. Etiología de la NAC en Europa(6)


pneumoniae sigue siendo con diferencia el germen
más frecuente en todas las series y el que conlleva Microorganismos Comunidad Hospital UCI
mayor mortalidad (Tabla I). En pacientes ambulato- (nº de estudios) (9) (23) (13)

rios le siguen Mycoplasma pneumoniae, virus y Streptococcus pneumoniae 19 26 22


Chlamydia pneumoniae; en pacientes ingresados
Haemophilus influenzae 3 4 5
en planta se añaden las enterobacterias y la Legio-
Legionella sp 2 5 8
nella, y es más frecuente el Haemophilus influen-
zae; y en los ingresados en UCI, tras el neumoco- Staphylococcus aureus 0,2 1 8
co surgen la Legionella, las enterobacterias y el Moraxella catarrhalis 0,5 2
Staphylococcus aureus como más frecuentes. No se
Enterobacterias 0,4 3 7
identifican gérmenes en un 40-60% de los casos(6).
Mycoplasma pneumoniae 11 7 2
En nuestro país existen algunas diferencias regio-
nales con mayor incidencia de Legionella en el área Chlamydia pneumoniae 8 7
mediterránea y de Coxiella burnetti en el norte. Chlamydia psittaci 1 2 1
Algunos datos epidemiológicos, como facto-
Coxiella burnetii 1 1 0,2
res ambientales, laborales o del propio huésped,
Virus 12 11 5
pueden ser de ayuda al sugerir determinados agen-
tes implicados en las NAC(1-3) (Tabla II). Otros microorganismos 2 2 7

No identificados 50 44 41
DIAGNÓSTICO
Los datos se presentan en %.

Diagnóstico clínico
El diagnóstico clínico de neumonía se basa en más solapada, sin escalofríos, con tos seca o poco
la presencia de fiebre, síntomas respiratorios varia- productiva y predominio de síntomas extrapulmo-
bles y un infiltrado en la radiografía de tórax o cual- nares (artromialgias, cefalea, vómitos, diarreas) con
quier otra técnica de imagen (nivel III). auscultación variable puede asociarse a Mycoplas-
La fiebre aparece en la mayoría de los pacien- ma pneumoniae, Chlamydia, Coxiella y virus; y un
tes, la mayor parte de los cuales tienen taquipnea, cuadro mezcla de los dos anteriores, puede verse
crepitantes en la auscultación y en sólo un tercio con la Legionella, donde es frecuente la presencia
de ellos, signos de consolidación. de hiponatremia, hipofosfatemia y hematuria.
Los síntomas respiratorios son inespecíficos: La radiografía de tórax, posteroanterior y late-
tos, expectoración, disnea y dolor pleurítico son los ral, es imprescindible para establecer el diagnósti-
más frecuentes. Los ancianos pueden tener menos co, porque síntomas parecidos pueden apreciarse
síntomas o ser menos severos que los jóvenes y en bronquitis aguda y otras enfermedades no infec-
en ellos no es infrecuente que se presenten como ciosas. Las alteraciones radiológicas deben ser de
un cuadro confusional agudo. En personas jóvenes nueva aparición y podemos observar una conden-
y sin comorbilidades se ha señalado la utilidad de sación alveolar única, parcheada (bronconeumo-
distinguir entre neumonía “típica” y “atípica”(2), sugi- nía) o infiltrados intersticiales. Aunque ni las alte-
riéndose como datos de neumonía “típica” (neu- raciones radiográficas ni el cuadro clínico nos per-
mocócica): fiebre de presentación aguda con esca- miten conocer de manera fiable la etiología de la
lofríos, expectoración herrumbrosa o mucopuru- NAC (nivel II), algunos hallazgos radiológicos pue-
lenta, dolor pleurítico, herpes labial, semiología de den sugerir una etiología específica (tuberculosis,
condensación (soplo tubárico), leucocitos > 10.000 absceso), detectar procesos asociados (obstrucción
o < 4.000 y condensación lobar en la radiografía endobronquial), o valorar la gravedad (afectación
de tórax con broncograma aéreo; una presentación multilobar, derrame pleural). La disociación clínico
Neumonía adquirida en la comunidad 501

Tabla II. Datos epidemiológicos de interés en las NAC(1-3)

Condición Patógeno

Exposición a aire acondicionado, estancias Legionella pneumophila


en hotel u hospital

Residentes en asilos/residencias 3ª edad S. pneumoniae, enterobacterias, H. influenzae, S. aureus, anaerobios,


Chlamydia pneumoniae, M. tuberculosis, P. aeruginosa

Residentes en prisiones S. pneumoniae, M. tuberculosis

Epidemia de gripe en la comunidad Virus influenza, S. pneumoniae, S. aureus, Streptococcus pyogenes,


H. influenzae

Contacto con aves Chlamydia psittaci

Contacto con conejos Francisella tularensis

Contacto con animales de granja, productos Coxiella burnetti


de animales o gatas parturientas

Anciano S. pneumoniae, H. influenzae, enterobacterias

Alcoholismo S. pneumoniae (incluido neumococo resistente), anaerobios, Acinetobacter,


enterobacterias, M. tuberculosis

Diabetes mellitus S. pneumoniae, S. aureus, Legionella

EPOC/fumadores S. pneumoniae, H. influenzae, P. aeruginosa, Moraxella catharralis,


Legionella, Chlamydia pneumoniae

Bronquiectasias, FQ P. aeruginosa, Burkholderia cepacia, S. aureus

Obstrucción de la vía aérea Anaerobios, S. pneumoniae, H. influenzae, S. aureus

Esplenectomía S. pneumoniae, H. influenzae

Enfermedad periodontal Polimicrobiana (aerobios y anaerobios)

Alteración del nivel de conciencia Polimicrobiana (aerobios y anaerobios)


Aspiración de gran volumen Anaerobios, neumonitis química

Tratamiento antibiótico previo S. pneumoniae resistente, enterobacterias, P. aeruginosa

Tratamiento prolongado corticoideo Legionella, Nocardia sp, Aspergillus, M. tuberculosis, P. aeruginosa, S. aureus

Malnutrición P. aeruginosa

VIH + (estadio precoz) S. pneumoniae, H. influenzae, M. tuberculosis

VIH + (estadio tardío) Los de arriba más: P. jiroveci, Cryptococcus

ADVP S. aureus, anaerobios, M. tuberculosis, P. jiroveci, S. pneumoniae

ADVP: adicción a drogas vía parenteral; EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica; FQ: fibrosis quística; VIH: virus de
inmunodeficiencia humana.

radiológica se ha observado en algunas neumonías con sospecha de neumonía, pero con Rx de tórax
“atípicas” y una radiografía normal puede verse en negativa, deben tratarse como tal y repetir la placa
pacientes con P. jiroveci (antes P. carinii), deshi- en 24-48 horas(1).
dratados, neutropénicos y en las primeras 24 horas El laboratorio general nos ayuda a completar
de su instauración(7). Los pacientes hospitalizados la valoración del paciente y a decidir dónde reali-
502 J.J. Martín Villasclaras, A. Dorado Galindo, P. Jiménez Escobar, M.C. Escobedo Pajares

zaremos el tratamiento (ambulatorio o ingresado). requieren medios especiales y tienen creci-


Solicitaremos hemograma, bioquímica general y miento lento.
pulsioximetría; si la SpO2 es < 92% o existen datos • Los hemocultivos son poco sensibles (4-18%)
de severidad, es necesario hacer una gasometría pero específicos y su rentabilidad se reduce a
arterial (nivel III). En pacientes ambulatorios estas la mitad si existe toma previa de antibióticos, dis-
determinaciones son opcionales, recomendándo- cutiéndose hoy día su relación coste-eficacia(9).
se si existe enfermedad cardiorrespiratoria y a todos El neumococo es el germen aislado en más de
los que acuden al hospital. la mitad de los casos. Un hemocultivo positivo
tiene valor etiológico y pronóstico (nivel II).
Diagnóstico microbiológico • Los estudios serológicos tienen valor epide-
El diagnóstico microbiológico se obtiene apro- miológico, son sensibles y específicos, pero tar-
ximadamente en el 60% de los pacientes inclui- díos, siendo poco útiles para el diagnóstico pre-
dos en ensayos clínicos y sólo en el 20% de los coz. Necesitan la seroconversión (elevación 4
casos de nuestra práctica diaria. Los procedimien- veces el título inicial en fase de convalecencia,
tos diagnósticos no son necesarios en los pacien- generalmente a los 21 días). Habitualmente se
tes ambulatorios porque la antibioterapia empíri- estudia Legionella pneumophila, Mycoplasma
ca es casi siempre efectiva(8); en los pacientes ingre- pneumoniae, Chlamydia pneumoniae y Coxie-
sados es una práctica habitual que, antes de iniciar lla burnetti, detectándose a veces la presencia
la antibioterapia y sin retrasar su aplicación, solici- de IgM en la primera semana. No se reco-
temos tinción de Gram y cultivo de esputo o aspi- mienda de manera habitual (nivel III).
rado bronquial, dos hemocultivos, antígenos uri- • Antígenos urinarios: la detección del antíge-
narios de neumococo y Legionella y, si existe líqui- no neumocócico por inmunocromatografía es
do pleural, toracocentesis(2,3); sin embargo, la utili- una técnica sencilla y rápida (15 minutos), que
dad de algunos de estos test es controvertida, reco- tiene una sensibilidad del 50-80% y una espe-
mendándose su petición en función de las carac- cificidad mayor del 90%; tras el alta pueden
terísticas de los pacientes y la severidad de la enfer- detectarse antígenos durante varias semanas.
medad(1). La detección del antígeno de Legionella sero-
grupo 1 tiene una sensibilidad del 70-90% y
Procedimientos no invasivos una especificidad de casi el 99%, necesitando
• La tinción de Gram y el cultivo del esputo o de concentrar la orina, por lo que su resultado
aspirado bronquial reciente (de menos de 30 es más tardío (2 horas). La excreción del antí-
minutos) antes de iniciar el tratamiento anti- geno ocurre en el primer día y continúa duran-
biótico, en muestras de calidad (< 10 células te semanas.
epiteliales y > 25 leucocitos polimorfonuclea- • El líquido pleural se detecta en el 30-50% de
res/campo), pueden ser muy útiles para el ini- las neumonías. Siempre que ocupen más de
cio de la antibioterapia empírica (nivel III), sobre 1 cm en la radiografía en decúbito lateral se
todo si se sospecha un patógeno resistente o hará toracocentesis para descartar la presencia
poco habitual (nivel II). El punto de corte para de un empiema, que es la segunda causa de
distinguir infección de colonización en las mues- fallo terapéutico precoz en las NAC. Enviare-
tras expectoradas o tras aspirado traqueal en mos una muestra para tinción de Gram, Ziehl,
cultivos cuantitativos es de 106 UFC/ml. Se cultivos bacterianos aerobios y anaerobios
puede obtener un diagnóstico específico (opcionalmente, para micobacterias y hongos)
mediante tinciones para P. jiroveci o M. tuber- y detección de antígeno neumocócico; estudio
culosis en pacientes con clínica apropiada, y bioquímico (glucosa, LDH, proteínas, PH, ADA)
con el cultivo si se aísla Mycobacterium tuber- y determinación del número de leucocitos y su
culosis o Legionella pneumophila, aunque fórmula.
Neumonía adquirida en la comunidad 503

• Las técnicas de reacción en cadena de la medida patógenos no sospechados y diagnós-


polimerasa (PCR) que identifican fragmentos ticos alternativos(11), siendo particularmente útil
de ADN de los patógenos habituales en mues- para la detección de P. jiroveci, micobacterias,
tras de sangre, esputo, orina o líquido pleural Citomegalovirus, Nocardia y hongos.
no son de uso generalizado y no se reco- • La punción transtraqueal se dejó de hacer
miendan para la práctica diaria (nivel III). porque disponemos de otras técnicas menos
molestas y con mayor rentabilidad.
Procedimientos invasivos • La biopsia pulmonar se considera excepcio-
Las técnicas invasivas se consideran si no hay nalmente en las neumonías con mala evolu-
mejoría a las 72 horas del tratamiento empírico apa- ción si con las técnicas anteriores no se obtie-
rentemente correcto, o al ingreso en pacientes con ne un diagnóstico o si se sospecha una enfer-
neumonía grave para intentar hacer un diagnósti- medad no infecciosa asociada.
co precoz, aunque en estos casos el diagnóstico
etiológico no mejora el pronóstico(10). VALORACIÓN DE LA GRAVEDAD.
• La punción transtorácica (PTT) con aguja fina CRITERIOS DE INGRESO
es una técnica sencilla, barata, rápida y bien
tolerada que no necesita de medios ni perso- Escalas pronósticas
nal especializados, tiene pocas complicaciones: Tras el diagnóstico clínico de NAC valoraremos
neumotórax (< 10%) y hemoptisis (1-5%) y la gravedad del cuadro para decidir el lugar del tra-
se puede realizar a la cabecera de la cama. No tamiento (ambulatorio, hospitalizado en planta o
se hace en pacientes con ventilación mecáni- UCI), y la pauta terapéutica más adecuada.
ca. Es la técnica más específica de todas En la NAC se han identificado una serie de fac-
(100%). Su sensibilidad varía entre el 33 y tores de riesgo que aumentan la probabilidad de
80% según el tipo de pacientes, uso de anti- muerte o de tener una evolución complicada; como
biótico, radioscopia e investigación de antíge- ninguno de ellos son lo suficientemente sensibles
nos bacterianos(11). y específicos como para predecir esta situación, se
• La fibrobroncoscopia es la técnica más emple- ha recurrido a modelos multivariantes conocidos
ada porque generalmente estos pacientes están como escalas o índices pronósticos, para ayu-
intubados y tiene menos riesgos que la PTT, darnos en la toma de estas decisiones. Las dos esca-
siendo más sensible y menos específica que las más utilizadas son la escala PSI (Pneumonia
ella. Necesita de medios y personal especiali- Severity Index) y la CURB65, ambas con limitacio-
zados y es más molesta en pacientes con neu- nes, pero se complementan, por lo que a juicio de
monía y no intubados. Disponemos del cepillo los expertos se deben usar conjuntamente(12).
protegido y del lavado broncoalveolar para rea- La escala PSI o de Fine clasifica a los pacien-
lizar cultivos cuantitativos, que con un punto de tes en 5 grupos atendiendo a la puntuación obte-
corte de 103 y 104 UFC/ml discrimina coloni- nida tras la suma de 20 variables: demográficas,
zación de infección, respectivamente. El cepi- comorbilidades, hallazgos de la exploración física y
llado bronquial tiene una sensibilidad entre 54 alteraciones del laboratorio o radiológica(13) (Tabla
y 85% con una especificidad bastante alta ≥ III). En razón a la probabilidad de muerte de cada
85%. El lavado broncoalveolar tiene menor sen- grupo se aconseja el lugar más idóneo de trata-
sibilidad que el cepillado, pero con igual espe- miento: ambulatorio (grupos I y II), observación 24
cificidad, y la identificación de más de un 2-4% horas en urgencias (grupo III) e ingreso hospitala-
de microorganismos intracelulares predice un rio (grupos IV y V). Esta escala validada es espe-
resultado positivo de los cultivos cuantitativos; cialmente útil para detectar a pacientes con bajo
parece ser la técnica preferida en la neumonía riesgo de mortalidad que podrían tratarse de mane-
de evolución tórpida porque aporta en mayor ra ambulatoria (nivel I). Tiene como inconvenien-
504 J.J. Martín Villasclaras, A. Dorado Galindo, P. Jiménez Escobar, M.C. Escobedo Pajares

Tabla III. Escalas pronósticas

Escala de Fine(13)
Características del paciente Puntuación

Factores demográficos:
• Edad en varones Nº de años
• Edad en mujeres Nº años – 10
• Asilo o residencia + 10
Comorbilidades:
• Enfermedad neoplásica + 30
• Enfermedad hepática + 20
• Insuficiencia cardiaca congestiva + 10
• Enfermedad cerebrovascular + 10
• Enfermedad renal + 10
Hallazgos del examen físico:
• Estado mental alterado + 20
• Frecuencia respiratoria ≥ 30/min + 20
• Tensión arterial sistólica < 90 mmHg + 20
• Temperatura < 35 °C o ≥ 40 °C + 15
• Pulso ≥ 125/min + 10
Hallazgos del laboratorio/Rx:
• PH arterial < 7,35 + 30
• BUN ≥ 30 mg/dl + 20
• Sodio < 130 mmol/L + 20
• Glucosa ≥ 250 mg/dl + 10
• Hematocrito < 30% + 10
• PaO2 < 60 mmHg + 10
• Derrame pleural + 10

Mortalidad a los 30 días según la clase de riesgo


Clase de riesgo Puntuación Mortalidad (%)

Clase I Si < 50 años y sin las comorbilidades reseñadas 0,1


Clase II < 70 0,6
Clase III 71-90 0,9-2,8
Clase IV 91-130 8,2-9,3
Clase V > 130 27,0-29,2

Escala CURB65(14)
Característica Puntuación

Confusión (desorientación en el tiempo, espacio o personal) 1


Urea sérica > 7 mmol/l 1
Frecuencia respiratoria > 30/min 1
TA sistólica < 90 mmHg o diastólica ≤ 60 mmHg 1
Edad > 65 años 1

CURB65 CRB65
Puntuación total Mortalidad (%) Puntuación total Mortalidad (%)

0 0,7 0 1,2
1 2,1 1-2 8,5
2 9,2
3 14,5 3-4 31
≥4 40
Neumonía adquirida en la comunidad 505

tes que necesita del laboratorio, parece infravalo- logía neuromuscular o deformidad importante
rar la gravedad en sujetos jóvenes y no tiene en de la caja torácica.
cuenta factores sociales que garanticen el cumpli- • Puntuación con la escala CRB65 ≥ 1 (nivel II).
miento del tratamiento y su seguimiento.
Una escala más simplificada y también valida- Criterios de ingreso en UCI
da es la escala CURB65, un acrónimo de confu- El ingreso en la UCI se considera si presenta
sión, urea (> 7 mml/L), frecuencia respiratoria (≥ cualquier criterio mayor o tres o más de los siguien-
30 rpm), presión arterial (sistólica < 90 mmHg o tes criterios menores(1) (nivel II):
diastólica ≥ 60) y edad (≥ 65 años)(14) (Tabla III). • Criterios mayores:
La confusión se puede valorar fácilmente por la des- – Necesidad de ventilación mecánica invasiva.
orientación temporoespacial o personal. Cada varia- – Shock séptico con necesidad de vasopresores.
ble se valora con un punto y, dependiendo de su • Criterios menores:
suma, existe una probabilidad de muerte: 0 puntos – Frecuencia respiratoria ≥ 30 respiraciones por
(mortalidad, 0,7%), 1 (2,1%), 2 (9,2%), 3 (14,5%), minuto.
≥ 4 (40%); se aconseja el ingreso con una pun- – PaO2/FiO2 ≤ 250.
tuación ≥ 1. Para uso ambulatorio se validó esta – Infiltrados multilobares.
misma escala sin la determinación de la urea, la – Confusión o desorientación
escala CRB65, cuya probabilidad de muerte es: 0 – Uremia (BUN ≥ 20 mg/dl).
punto (mortalidad, 1,2%), 1-2 (8,5%) y 3-4 (31%) – Leucopenia (< 4.000/mm3).
(Tabla III). La escala CURB65 es más útil para iden- – Trombocitopenia (< 100.000/mm3).
tificar a los pacientes de riesgo más elevado. – Hipotermia (< 36 °C).
En la actualidad se estudia el valor añadido a – Hipotensión que requiere líquidos intensivos.
las escalas pronósticas de la proteína C reactiva y También se considera una puntuación en la
de la procalcitonina, como marcadores de falta de escala CURB65 > 3(2) (nivel II).
respuesta o fracaso terapéutico temprano, lo que
podría influir en las decisiones de ingreso(15). TRATAMIENTO
Es importante recordar que ninguna regla per-
mite una categorización inequívoca en grupos de Antibioterapia empírica inicial
riesgo, por lo que sobre ellas, y ante la duda de hos- El tratamiento inicial de las NAC es empírico y
pitalizar a un paciente, siempre debe prevalecer dependerá de la gravedad del cuadro clínico y de la
el buen juicio clínico. etiología más probable, estableciéndose tres grupos
bien definidos según el lugar más adecuado para
Criterios de ingreso en planta tratarla: grupo 1 (domicilio), grupo 2 (hospitalizado
Teniendo en cuenta las limitaciones de las esca- en planta) y grupo 3 (UCI). Un tercer factor a tener
las pronósticas y las recomendaciones actuales(1-3), en cuenta es la resistencia local de los antibióticos.
se aceptan como criterios de ingreso hospitalario En Andalucía, la resistencia del neumococo a la peni-
los siguientes: cilina y a los macrólidos descrita en los adultos es
• Cualquier criterio de ingreso en UCI. del 23 y del 39%, respectivamente(16).
• Clases IV y V de Fine. Algunos datos clínicos pueden sugerir la pre-
• Clase III si tras un periodo de observación en sencia de neumococos resistentes a penicilina: edad
urgencias (24 h) no es favorable. superior a 65 años, EPOC, alcohólicos, inmunode-
• Indicación social: el entorno familiar o social no primidos, comorbilidades múltiples, contactos con
garantiza el cumplimiento del tratamiento o su niños en guarderías, ingreso hospitalario reciente o
evolución. tratamiento antibiótico con beta-lactámicos en los
• Presencia de factores de riesgo no considera- últimos 3 meses(2). Igualmente, otros factores pue-
dos en la escala de Fine: esplenectomía, pato- den sugerir resistencia del neumococo a las fluoro-
506 J.J. Martín Villasclaras, A. Dorado Galindo, P. Jiménez Escobar, M.C. Escobedo Pajares

Tabla IV. Tratamiento empírico inicial recomendado para las NAC(1-3)

Lugar del tratamiento Pauta NE Vía Duración

Grupo 1: Ambulatorio
• Previamente sano – Amoxicilina + macrólidoa; o I Oral 10 días
– Levofloxacino o moxifloxacinob I 7-10 días
• Con comorbilidad/es – Levofloxacino o moxifloxacino; o I Oral 7-10 días
– Amoxi/clavulánico + macrólidoa I 7-10 días
Grupo 2: Planta – β-lactámico (cefotaxima, ceftriaxona, amoxi/clavulánico I I.v. 10-14 días
o ertapenemc) + macrólidoa; o
– Levofloxacino I I.v. 10-14 días
Grupo 3: UCI – β-lactámico (cefotaxima, ceftriaxona) + levofloxacino; o I I.v. 10-14 días
– β-lactámico (cefotaxima, ceftriaxona) + macrólidoa; o II I.v. 10-14 días
– Alergia a penicilina: levofloxacino + aztreonam I.v. 10-14 días

Situaciones especiales
• Sospecha de anaerobios – Amoxi/clavulánicod; o I.v. 14 díase
– Piperacilina-tazobactamf; o I.v. 14 días
– Clindamicina + β-lactámico (cefotaxima o ceftriaxona) I.v. 14 días
• Sospecha de – β-lactámico antipseudomona (piperacilina/tazobactam, III I.v. 14 días
Pseudomonas cefepime, imipenem, meropenem) + ciprofloxacino o
aeruginosa levofloxacino; o
– β-lactámico antipseudomona + aminoglucósido + III I.v. 14 días
azitromicina; o
– β-lactámico antipseudomona + aminoglucósido + levofloxacino; III I.v. 14 días
– Alergia a penicilina: sustituir B-lactámico por aztreonam III I.v. 14 días
Sospecha de CA-MRSA – Añadir vancomicina o linezolid III

CA-MRSA: Staphylococcus aureus meticilín resistente adquirido en la comunidad; NE: nivel de evidencia; UCI: unidad de
cuidados intensivos.
aClaritromicina 10 días, azitromicina 3-5 días. bSi ha recibido antibióticos en los 3 últimos meses. cPuede resultar útil si ha

recibido antibioterapia previa (experiencia limitada). dAmoxi/clavulánico a dosis altas: 2/0,2 g/8 horas. eSi existe cavitación se
mantendrá hasta la resolución radiológica. fSi se sospecha resistencia a amoxi/clavulánico (uso reciente, hospitalización previa,
centro de crónicos).

quinolonas: EPOC, infección nosocomial, residencia cavitación), sospecha de Pseudomonas aerugi-


en asilos y exposición previa a fluoroquinolonas(17). nosa (bronquiectasias, fibrosis quística, EPOC seve-
En base a todo ello, se han establecido unas ra, corticodependencia con > 10 mg/día de pred-
recomendaciones con diferentes opciones terapéu- nisona, más de 4 ciclos de antibióticos en el último
ticas(1-3) (Tablas IV y V), que deben iniciarse tan pron- año y malnutrición), y sospecha de Staphylococ-
to como sea posible tras el diagnóstico y preferi- cus aureus meticilín resistente adquirido en la
blemente en el área de urgencias(1,18) (nivel III). La comunidad (CA-MRSA) (gripe previa, neumonía
elección de antibióticos incorrectos cuando no están cavitada sin factores de riesgo para aspiración por
indicados en pacientes ambulatorios pueden pro- anaerobios). La antibioterapia recomendada en estas
mover el desarrollo de resistencias a los mismos. situaciones se establece en la Tabla IV.
Estos aspectos generales no son aplicables a
algunas situaciones clínicas especiales: sospecha Medidas generales
de anaerobios (expectoración maloliente o ante- Todos los pacientes con NAC deben hacer repo-
cedente de aspiración y radiografía con necrosis o so, tomar líquidos abundantes y tratamiento sinto-
Neumonía adquirida en la comunidad 507

Tabla V. Dosis y vías de administración de los anti- 24 horas (Tª ≤ 37,8 °C, FR ≤ 24 rpm, FC ≤ 100 lpm,
bióticos en las NAC(1-3) TA sistólica ≥ 90 mmHg y SpO2 ≥ 90% o la pre-
via si es una EPOC o recibe oxigenoterapia en casa),
Antibiótico Vía Dosis
es capaz de tomar la medicación vía oral y tiene un
Amikacina I.v. 15 mg/kg/24 h estado mental normal (o recupera el anterior)(19).
Amoxicilina Oral 1 g/8 h El tratamiento secuencial es el paso de la anti-
Amoxi/clavulánico Oral 875/125 mg/8 h bioterapia parenteral a la vía oral manteniendo los
mismos niveles plasmáticos. Se realiza cuando se
Amoxi/clavulánico Oral 2 g/125 mg/12 h
alcanza la estabilidad clínica, con el mismo anti-
Amoxi/clavulánico I.v. 1-2 g/200 mg/8 h
biótico o grupo farmacológico y generalmente ocu-
Azitromicina Oral-i.v. 500 mg/24 h rre a los 2-4 días de iniciar el tratamiento(20). Con
Aztreonam I.v. 2 g/6 h ello se pretende dar mayor comodidad al pacien-
Cefditoreno Oral 400 mg/12 h te, manteniendo su seguridad y reduciendo los cos-
Cefepima I.v. 2 g/12 h tes y la estancia hospitalaria.
Cefotaxima I.v. 1-2 g/8 h
Alta hospitalaria
Ceftriaxona I.v. 1-2 g/24 h
Se considera cuando el paciente alcanza la esta-
Ciprofloxacino Oral 500-750 mg/12 h bilidad clínica, no tiene otros problemas médicos
Ciprofloxacino I.v. 400 mg/8-12 h que requieran hospitalización y dispone de un entor-
Claritromicina Oral 1.000 mg/24 h no adecuado para continuar el tratamiento(21).
Claritromicina I.v. 500 mg/12 h Tras la estabilización, la posibilidad de dete-
rioro clínico grave es ≤ 1%(19) y la observación duran-
Clindamicina Oral 300 mg/8 h
te 24 horas más en el hospital no supone mayor
Clindamicina I.v. 600 mg/8 h
beneficio, describiéndose el mismo número de rein-
Ertapenem I.v. 1 g/24 h gresos y mortalidad a los 30 días en sujetos obser-
Imipenem I.v. 1 g/8 h vados y no observados(22). Por otro lado, el alta con
Levofloxacino Oral-i.v. 750 mg/24 h algún parámetro de inestabilidad está ligado a mayor
Linezolid Oral-i.v. 600 mg/12 h número de reingresos o muertes(23).
Meropenem I.v. 1 g/8 h
Duración del tratamiento
Moxifloxacino Oral 400 mg/24 h
Existen pocos datos en la literatura que indiquen
Piperacilina-tazobactam I.v. 4-0,5 g/6-8 h la duración óptima en los 3 grupos establecidos, pero
Tobramicina I.v. 6 mg/kg/24 h los diferentes consensos aconsejan tener en cuenta
Vancomicina I.v. 15 mg/kg/12 h la gravedad de la neumonía, comorbilidades del
paciente, presencia de bacteriemia, evolución y el
agente etiológico, si se conoce(1-3). Las recomenda-
mático para la fiebre y el dolor torácico. Los pacien- ciones generales establecidas son: 7-10 días para las
tes ingresados pueden requerir oxigenoterapia para neumonías que hacen el tratamiento ambulatorio y
mantener una SpO2 ≥ 90% o PaO2 > 60 mmHg, 10-14 días para aquellas que lo hacen en el hospital
reposición de líquidos intravenosos, drogas vasoac- (Tabla IV); si la neumonía es causada por Legione-
tivas, ventilación mecánica no invasiva o invasiva. lla pneumophila, Staphylococcus aureus o Pseudo-
monas aeruginosa, se debe realizar tratamiento duran-
Estabilidad clínica y tratamiento te un mínimo de 2 semanas y si se trata de una neu-
secuencial monía cavitada, puede llegar a 4 semanas (nivel II).
Un paciente alcanza la estabilidad clínica cuan- Hoy día se recomienda un mínimo de cinco
do mantiene estable sus signos vitales durante días de tratamiento (nivel I), y antes de retirar la
508 J.J. Martín Villasclaras, A. Dorado Galindo, P. Jiménez Escobar, M.C. Escobedo Pajares

antibioterapia, asegurar la ausencia de fiebre duran- séptico, lo que ocurre generalmente en las prime-
te 48-72 horas y no tener más de un 1 criterio de ras 72 horas(1). Otro término descrito es la neu-
inestabilidad de los ya comentados(1,24) (nivel II). monía de lenta resolución o no resuelta, por per-
sistencia de infiltrados radiológicos más allá del mes
ASPECTOS EVOLUTIVOS DE INTERÉS de inicio del cuadro clínico.
Las causas de neumonía que no responde va-
Controles radiológicos rían según el momento de su evaluación, precoz
La resolución radiológica es más lenta que la (< 72 horas) o tardía, y pueden depender del pro-
resolución clínica y a veces puede empeorar a pesar pio sujeto o deberse a causas infecciosas o no infec-
de la mejoría sintomática. Los controles radiológi- ciosas(1,26) (Tabla VI); si la antibioterapia inicial fue
cos dependerán de la evolución clínica; si es satis- adecuada, lo más frecuente es una respuesta inade-
factoria en pacientes ambulatorios, se hará un con- cuada del huésped más que una antibioterapia inco-
trol a las 4-6 semanas de finalizar el tratamiento, rrecta o un microorganismo inhabitual. Hasta un
y en pacientes hospitalizados puede adoptarse una 44% de las neumonías que no responden son idio-
postura parecida, no recomendándose su práctica páticas(27).
sistemática al alta(2). Lo que es imprescindible en La evaluación de este problema clínico supone:
todos los casos es comprobar la “curación” radio- • Reevaluar los estudios microbiológicos ini-
lógica de la neumonía. ciales.
Recientemente se ha visto que sólo el 25% de • Rehistoriar al paciente buscando factores de
las NAC severas normalizaron la radiografía a la riesgo para gérmenes inhabituales o multirre-
semana, y que el 53% lo hicieron a las 4 semanas, sistentes (viajes, animales domésticos, fami-
la mayoría de los cuales tenían menos de 50 años liares con síntomas parecidos).
y sin enfermedad pulmonar subyacente, tardando • Exploraciones complementarias: ecocardiogra-
hasta 3 meses en normalizarse si eran mayores o fía, TAC de tórax (derrame pleural, cavitación,
tenían enfermedad pulmonar(25). tumores, absceso pulmonar, obstrucción endo-
Resoluciones en pocos días nos deben suge- bronquial, neumonía organizada criptogénica),
rir edema pulmonar, sobre todo en pacientes ancia- angioTAC (sospecha de tromboembolismo pul-
nos. La presencia de comorbilidades, bacteriemia, monar).
enfermedad multilobar o neumonía por Legione- • Obtención de nuevas muestras microbiológi-
lla pueden demorar la resolución radiológica. La cas con métodos no invasivos e invasivos y
persistencia de alteraciones radiológicas si no se valorando como final el riesgo/beneficio de una
acompaña de mejoría clínica, o el empeoramiento biopsia pulmonar por minitoracotomía o vide-
clínico en el periodo de convalecencia, nos debe otoracoscopia.
alertar de la posibilidad de patología endobronquial El tratamiento recomendado a la espera de
subyacente. los nuevos resultados debería incluir: un betalac-
támico antipseudomona (cefepime, imipenem,
Neumonía que no responde meropenem o piperacilina-tazobactam) más una
Se define como la situación en la que existe fluorquinolona intravenosa y tratamiento específi-
una respuesta clínica inadecuada a pesar del trata- co si se sospecha Pseudomonas aeruginosa,
miento antibiótico correcto. Supone el 6-15% de Staphylococcus aureus meticilín resistente o Asper-
las NAC que se ingresan y existen 2 patrones bien gillus. Si no hay respuesta, el siguiente cambio tera-
definidos: neumonía que no responde, aquella péutico se hará de acuerdo con los resultados micro-
que se demora o no alcanza la estabilidad clínica biológicos obtenidos y si estos son negativos y segui-
en 72 horas, y neumonía progresiva, la que con- mos sin mejoría, se valorará la administración de
tinúa evolucionando con deterioro clínico, fallo res- corticoides ante la posibilidad de que sea una neu-
piratorio, necesidad de apoyo ventilatorio y/o shock monía organizada criptogénica.
Neumonía adquirida en la comunidad 509

Tabla VI. Patrones y etiología de las neumonías que no responden(1)

Precoz (< 72 h) Tardía

Neumonía que no responde Respuesta normal Patógeno resistente:


• No cubierto
• Sensibilidad inapropiada
Derrame pleural/empiema
Sobreinfección nosocomial:
• Neumonía nosocomial
• Extrapulmonar
No infecciosa:
• NOC
• Diagnóstico erróneo: TEP, IC, vasculitis
• Fiebre por fármacos

Neumonía progresiva Severidad en presentación Sobreinfección nosocomial:


Patógeno resistente: • Neumonía nosocomial
• No cubierto • Extrapulmonar
• Sensibilidad inapropiada Exacerbación de comorbilidades
Infección a distancia: Enfermedad no infecciosa intercurrente:
• Derrame metaneumónico/empiema • TEP
• Endocarditis, meningitis, artritis • IAM
Diagnóstico erróneo: • Fallo renal
• TEP, aspiración, SDRA, vasculitis

SDRA: síndrome del distrés respiratorio del adulto; NOC: neumonía organizada criptogénica; IC: insuficiencia cardiaca; TEP:
tromboembolismo pulmonar.

Neumonía recurrente los 5 años siguientes a dejar de fumar (nivel I), y


Es la neumonía que aparece después de de- la vacunación antigripal, efectiva para prevenir o
saparecer la sintomatología y las alteraciones radio- atenuar la enfermedad viral.
lógicas. Las causas más frecuentes son: EPOC, bron-
quiectasias, cardiopatías, fibrosis quística e inmu- BIBLIOGRAFÍA
nodeficiencias. La reaparición en un mismo lóbulo 1. Mandell LA, Wunderink RG, Anzueto A, Barlett JG, Camp-
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ras: 1ª) Directamente contra los patógenos que la rida en la comunidad. Normativas para el diagnóstico
causan, mediante la vacunación antineumocóci- y el tratamiento de la neumonía adquirida en la comu-
ca, efectiva en la prevención de la neumonía neu- nidad. Sociedad Española de Neumología y Cirugía
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43
Neumonía nosocomial
B. Alcázar Navarrete

INTRODUCCIÓN • Residentes en hospitales de enfermos cróni-


La neumonía nosocomial (NN) incluye un varia- cos o en residencias o asilos.
do grupo de infecciones del espacio alveolar, de fre- • Receptores de medicación intravenosa, qui-
cuencia y conocimiento crecientes, caracterizadas mioterapia o cuidados de heridas en los 30
por la presencia de agentes etiológicos similares y días anteriores.
por estar asociadas al cuidado médico. En general, • Atendidos en una clínica de hemodiálisis.
las infecciones respiratorias son responsables del De estos tres grupos de infecciones respira-
22,2% de todas las infecciones nosocomiales, inclu- torias nosocomiales, sobre la que más datos dis-
yendo la neumonía nosocomial, que es responsa- ponemos es sobre la NAVM, existiendo escasos
ble del 10% de todas las infecciones nosocomia- datos en la literatura sobre la NIH y la NACM, por
les, según datos del estudio EPINE 2007(1). lo que en la mayoría de los casos se extrapolan las
La neumonía intrahospitalaria (NIH) es defi- características etiológicas y del tratamiento de la
nida como aquella neumonía que ocurre 48 horas NAVM a la NIH y NACM(2). Todas ellas comparten
o después del ingreso hospitalario, que no estaba mecanismos patogénicos comunes, siendo el más
incubándose en el momento de la admisión, o bien importante la microaspiración de bacterias que
aquella neumonía que se presenta en los 7 días colonizan la orofaringe y/o están presentes en el
inmediatos tras el alta hospitalaria. Estas neumo- estómago y senos paranasales. La colonización de
nías pueden ser tratadas en planta de hospitaliza- la orofaringe por gérmenes nosocomiales se pro-
ción convencional o bien necesitar ingreso en la duce hasta en un 60-75% de los pacientes críti-
unidad de cuidados intensivos (UCI). cos, aumentando conforme se prolonga la estan-
La neumonía asociada a ventilación mecánica cia hospitalaria.
(NAVM) se refiere a aquella neumonía que aparece
48-72 horas después de la intubación orotraqueal. NEUMONÍA ASOCIADA A VENTILACIÓN
La neumonía asociada a cuidados médicos MECÁNICA (NAVM)
(NACM) hace referencia a aquellas neumonías que A pesar de los avances realizados en el diag-
se desarrollan en pacientes: nóstico, estratificación, tratamiento y prevención de
• Ingresados en un hospital de agudos por más los pacientes con NAVM, la mortalidad relacionada
de 2 días en los 90 días anteriores al desarro- con esta infección continua siendo elevada, así
llo de la neumonía. como los costes derivados del tratamiento y el uso

511
512 B. Alcázar Navarrete

indiscriminado de antibióticos en pacientes some- Tabla I. Frecuencia de los distintos gérmenes aisla-
tidos a ventilación mecánica (VM). dos en la NAVM en España

NAVM precoz (< 4 días) NAVM tardía (> 4 días)


Epidemiología
La frecuencia de neumonías en pacientes ven- S. aureus 22,6% Ps. aeruginosa 20,7%
tilados en mucho mayor que la del resto de pacien- H. influenzae 13,7% A. baumannii 14,5%
tes hospitalizados, de forma tal que los pacientes
Ps. aeruginosa 8,8% S. aureus 8,7%
intubados tienen un riesgo relativo (RR) entre 6 y
E. coli 7,5% E. coli 7,0%
21 veces de desarrollar neumonía a lo largo de
su ingreso. Este riesgo aumenta de forma progre- S. pneumoniae 5,7% K. pneumoniae 6,9%
siva conforme aumenta la estancia hospitalaria, K. pneumoniae 4,8% Steno. maltophilia 5,2%
aumentando un 3% diario los primeros 5 días de
Modificado de referencia 3.
ventilación, del 2% diario en los días 5 al 10, y un
1% diario a partir del 10º día de ventilación.
Los últimos datos disponibles del estudio ginosa, E. coli, Acinetobacter sp, y cocos gram posi-
ENVIN-UCI (Estudio Nacional de Vigilancia de la tivos como S. aureus, particularmente, S. aureus
Infección Nosocomial en la UCI) del año 2007, resistentes a meticilina (SARM).
muestran que la NAVM es responsable del 45,2% Tal como se comentaba previamente, existen
de todas las infecciones nosocomiales de la UCI, diferencias microbiológicas entre las NAVM de ini-
con una incidencia de 6,27 neumonías por 100 cio precoz y las de inicio tardío. Las primeras se
pacientes encamados, y de 15,31 de cada 100 caracterizan por el predominio de gérmenes sen-
pacientes sometidos a ventilación mecánica(3). Su sibles a antibioterapia convencional, y menor inci-
mortalidad atribuible se sitúa entre el 35 y el 50%, dencia de aislamientos de gramnegativos, mientras
siendo esta mortalidad más elevada en aquellos que las NAVM de inicio tardío se caracterizan por
pacientes con bacteriemias por Ps. aeruginosa o el predominio de gérmenes MR (Tabla I). No obs-
Acinetobacter sp, ingresados en UCI médicas y tante, las frecuencias de aislamiento de los distin-
en aquellos con antibioterapia inicial no eficaz. tos gérmenes en la NAVM así como sus patrones
El tiempo de inicio de la NAVM es un punto de resistencia varían interhospitalariamente, así
epidemiológico importante en la valoración de estos como con la población de pacientes, el tipo de
pacientes, ya que la NAVM de inicio precoz (< 4 enfermedad responsable del ingreso y la exposi-
días desde el inicio de la VM) muestra unos pató- ción previa a antibióticos, por lo que es necesario
genos diferentes, con menor número de resisten- siempre conocer los datos referidos a nuestro cen-
cias y pronóstico mejor, que la NAVM de inicio tar- tro de trabajo.
dío (> 4 días desde el inicio de la VM), que tiene Si es fundamental conocer los gérmenes res-
peor pronóstico, suele ser causada por gérmenes ponsables de las NAVM, más importante es cono-
multirresistentes (MR) y que se asocia a una mayor cer los factores de riesgo para la adquisición de gér-
mortalidad. menes MR, tanto para las NAVM, como para la
NACM y la NIH, que están descritos en la Tabla II.
Etiología La participación de gérmenes MR en la NAVM impli-
La mayoría de las NAVM suelen ser producidas ca un peor pronóstico, con una mayor mortalidad
por bacterias de muy amplio espectro, pudiendo y estancia media más prolongada, en parte por anti-
ser polimicrobianas, y raramente producidas por bioterapia empírica inicial incorrecta y en parte por
hongos o virus en pacientes inmunocompeten- la capacidad de estos gérmenes de desarrollar resis-
tes. Los patógenos más comúnmente aislados en tencias a lo largo del tratamiento(4).
las secreciones respiratorias de los pacientes con En muchos de los pacientes intubados, es fre-
NAVM son bacilos gramnegativos, como Ps. aeru- cuente encontrar colonización bronquial por C. albi-
Neumonía nosocomial 513

Tabla II. Factores de riesgo para gérmenes multirre- lamiento) es la ruta principal de entrada de bac-
sistentes causantes de NAVM, NACM y NIH terias a la tráquea. Otros mecanismos patogénicos,
como la inhalación de aerosoles contaminados o
Tratamiento antibiótico en los 90 días previos
bien la inoculación directa, suelen ser excepcio-
Hospitalización actual de 5 días o más nales, al igual que la diseminación hematógena o
Alta tasa de resistencias antibióticas en la comunidad o la translocación bacteriana a través de la pared del
en la unidad tubo digestivo.
Presencia de factores de riesgo para NACM
• Hospitalización por > 2 días en los 90 días precedentes Métodos diagnósticos
• Residencia en asilo/residencia geriátrica El diagnóstico de la NAVM es fundamental para
• Tratamiento endovenoso domiciliario el manejo de estos pacientes ya que, por un lado,
• Diálisis crónica en los 30 días el tratamiento inicial inadecuado empeora el pro-
• Familiar con gérmenes MR nóstico de la NAVM y, por otro lado, el empleo exce-
Tratamiento con inmunosupresores sivo de antibióticos conlleva a un aumento en las
resistencias de los distintos gérmenes hospitalarios.
Adaptado de referencia 2. Sin embargo, no hay un gold standard para el
diagnóstico de la NAVM. Esto conlleva a que el pro-
cans. Clásicamente se pensaba que esta coloni- ceso diagnóstico de la NAVM implique el uso de
zación no llevaba al desarrollo de NAVM y por tanto distintos puntos de apoyo de razonamiento clínico
no se aconsejaba su tratamiento. Sin embargo, para intentar detectar la presencia de NAVM, así
actualmente se piensa que pueda existir una inter- como para poder identificar los microorganismos
relación entre la colonización por Candida sp y el responsables.
desarrollo de NAVM, especialmente la ocasionada
por Ps. aeruginosa(5). Hacen falta más estudios Diagnóstico clínico de la NAVM
para comprobar esta asociación y si puede ser Habitualmente, la evaluación diaria de los
beneficioso tratar esta colonización bronquial por pacientes sometidos a VM incluye cambios en los
Candida. signos vitales (temperatura, frecuencia respirato-
ria, etc.), cambios en la oxigenación (cociente
Patogénesis PaO2/FiO2), aparición de crepitantes en la auscul-
Para que ocurra la NAVM, es preciso un dese- tación, y el aspecto y cantidad de las secreciones
quilibrio entre los mecanismos de defensa del hués- respiratorias. Sin embargo, la mayoría de ellos pue-
ped y la capacidad de las bacterias de colonizar e den ser difícilmente valorables en la cabecera del
invadir el parénquima pulmonar. Un buen número enfermo, salvo los cambios en el aspecto de las
de factores del huésped han sido descritos como secreciones y el empeoramiento de la oxigenación.
favorecedores de la aparición de NAVM, como son En esos casos, la solicitud de una radiografía de
la gravedad de la enfermedad de base, cirugía pre- tórax (Rx) es de indiscutible necesidad. Aunque es
via, antibioterapia previa… una prueba básica en el manejo del paciente para
La mayoría de las neumonías nosocomiales, y detectar neumonía, hay múltiples causas de infil-
en particular la NAVM, son producidas por la aspi- trados pulmonares en pacientes ventilados. La radio-
ración de microorganismos de la orofaringe, que grafía de tórax no es sensible y mucho menos espe-
en pacientes hospitalizados suelen ser fundamen- cífica para detectar la NAVM(7).
talmente bacilos gram negativos a partir del 5º día Debido a la falta de un método único, Pugin y
del ingreso(6). Esta aspiración de gérmenes coloni- cols.(8) propusieron un sistema de puntuación deno-
zadores de la orofaringe o bien la fuga de micro- minado CPIS (Clinical Pulmonary Infection Score),
organismos a través del balón del tubo orotraqueal que se detalla en la Tabla III. Este sistema de pun-
(debida a una presión inadecuada del balón de ais- tuación implica el diagnóstico clínico de NAVM cuan-
514 B. Alcázar Navarrete

Tabla III. Escala de puntuación del CPIS (Clinical Pul- piratorias, que pueden obtenerse de forma no
monary Infection Score) invasiva (aspirado traqueal, minilavado broncoal-
veolar) o bien de forma invasiva mediante el
Temperatura
empleo de broncoscopia (lavado broncoalveolar
• ≥ 36,5 y ≤ 38,4 °C 0
–BAL–, o cepillado bronquial por catéter telesco-
• ≥ 38,5 y ≤ 38,9 °C 1
• < 36 o ≥ 39 °C 2
pado –CBCT–). Cada una de ellas tiene sus ven-
tajas e inconvenientes, no existiendo en la actua-
Leucocitos
lidad ningún acuerdo sobre cuáles son las más
• ≥ 4.000 y ≤ 11.000 0
indicadas. Por norma general, se prefiere comen-
• < 4.000 o > 11.000 1
zar por los aspirados traqueales con cultivos semi-
Secreciones respiratorias cuantitativos como primera estrategia diagnósti-
• Ausencia de secreciones traqueales 0 ca (10), por su rapidez para guiar inicialmente la
• Secreciones traqueales no purulentas 1 antibioterapia.
• Secreciones traqueales purulentas 2
Si bien no está claro cuál es el método diag-
Hallazgos radiográficos nóstico inicial de los pacientes con NAVM, está bien
• Sin infiltrado pulmonar 0 claro que es imprescindible que los cultivos sean
• Infiltrados parcheados o difusos 1 como mínimo semicuantitativos, siendo deseable
• Infiltrados localizados 2 que sean cuantitativos, de forma que el diagnósti-
Cociente PaO2/FiO2 co de neumonía pueda establecerse en función de
• > 240 sin distrés respiratorio del adulto (SDRA) 0 la carga bacteriana, siendo aceptado de forma glo-
• < 240 sin SDRA 2 bal como diagnóstico de neumonía el crecimiento
Cultivo del aspirado traqueal de > 104 UFC en el BAL, > 103 en el CBCT y > 106
• < 104 UFC o negativo 0 para los aspirados traqueales.
• > 104 UFC 1 El papel de cultivos seriados traqueobronquia-
• Tinción de gram positiva 1 les semicuantitativos ha visto renovado su interés
recientemente, ya que en un estudio prospectivo
Puntuación ≥ 6: neumonía asociada a VM probable.
Puntuación < 6: neumonía asociada a VM poco probable.
el empleo de cultivos seriados (2 cultivos sema-
Tomado de referencia 8. nales) detectaba hasta en un 83% los mismos gér-
menes patógenos que posteriormente aparecieron
en el BAL, con los mismos patrones de resistencia.
do su puntuación es igual o mayor a 6, y estable- De hecho, si el tratamiento de la NAVM se reali-
ce la posibilidad de retirada de antibióticos en todos zaba de acuerdo con los resultados del aspirado
aquellos casos con puntuación menor de 6 que se traqueal seriado, en el 95% de los casos el trata-
mantiene estable tras 72 horas de antibioterapia(9). miento era el correcto, frente al 68% logrado en el
De manera interesante, la puntuación de la esca- caso de seguir las recomendaciones de las guías
la CPIS se mantiene estable en aquellos pacientes clínicas(11,12).
con NAVM con peor pronóstico, y mejora a las 72
horas del inicio de antibioterapia en aquellos pacien- Información seriada
tes con NAVM de curso favorable. El diagnóstico de NAVM no debería ser un even-
to estático, sino que la información inicial debe ser
Diagnóstico microbiológico de la NAVM utilizada para comenzar el tratamiento, y debe ree-
En el diagnóstico etiológico de la NAVM surge valuarse al paciente cada 48-72 horas, tanto desde
la duda de separar las bacterias que están colo- el punto de vista del empleo del CPIS como de los
nizando las secreciones respiratorias de aque- resultados de las muestras microbiológicas. En aque-
llas que causan infección. Para ello es imprescin- llos pacientes con un CPIS ≤ 6 a los 3 días, con cul-
dible el empleo de cultivos de las secreciones res- tivos negativos y sin cambios en el antibiótico pres-
Neumonía nosocomial 515

Sospecha de NAVM/NACM/NIH

Toma de muestras microbiológicas (cuantitativa/semicuantitativa)


del árbol respiratorio

Iniciar antibioterapia en base a Figura 2 y


patrones locales microbiológicos

Evaluación a los 2-3 días (resultados de cultivos y CPIS)

¿Mejoría clínica a las 48-72 h del inicio del tratamiento?

No Sí

Cultivos negativos Cultivos positivos Cultivos negativos Cultivos positivos

Buscar: Ajustar tratamiento Considerar parar Disminuir antibióticos


• Otros patógenos Buscar: antibioterapia Tratar pacientes estables
• Complicaciones • Otros patógenos 8 días y reevaluar
• Dx alternativos • Complicaciones
• Otras infecciones • Dx alternativos
• Otras infecciones

Figura 1. Estrategia de manejo del paciente con sospecha de NAVM/NACM/NIH (modificado de referencia 2).

crito en las 72 horas previas, puede suspenderse tratadas de forma incorrecta inicialmente se
la antibioterapia sin influencia sobre la mortalidad asocian a una mayor mortalidad y estancia
o el pronóstico. media, aunque posteriormente se modifique
la antibioterapia de forma correcta(14).
Tratamiento antibiótico • Por otra parte, si bien es imprescindible cubrir
En el momento en que se sospecha la exis- todo el espectro de patógenos inicialmente, el
tencia de NAVM, las normas generales del trata- uso indiscriminado de antibióticos se asocia a
miento se basan en tres puntos fundamentales: un mayor riesgo de desarrollo de resistencias,
• El tratamiento debe iniciarse lo más pronto posi- por lo que hay que ajustar el tratamiento en
ble, ya que el retraso en el mismo se asocia base a los resultados de la microbiología a las
a un peor pronóstico de la NAVM, al igual que 72 horas de inicio del mismo.
en otras formas de sepsis(13). Como ya se ha comentado previamente, la
• El tratamiento suele ser empírico inicialmente, clave del tratamiento empírico de la NAVM se basa
y modificado según los resultados de las prue- en el momento de su aparición (NAVM de inicio
bas microbiológicas solicitadas. Por tanto, es precoz o de inicio tardío) y la posibilidad de colo-
imprescindible que la antibioterapia inicial tenga nización previa por gérmenes MR. En base a estos
en cuenta las posibilidades de gérmenes MR, datos, las últimas guías clínicas recomiendan el
para después ir escalando el tratamiento según manejo de estos pacientes en dos algoritmos, pre-
cultivos. Es importante reseñar que las NAVM sentados en las Figuras 1 y 2.
516 B. Alcázar Navarrete

Sospecha clínica de NAVM/NACM/NIH

Neumonía de comienzo tardío (> 5 días)


Factores de riesgo para gérmenes MR (Tabla 2)

Sí No

Patógenos potenciales Patógenos potenciales


• Ps. aeruginosa • S. pneumoniae
• A. baumannii • H. influenzae
• SARM • S. aureus meticilin sensibles
Antibiótico recomendado • Bacilos gram sensibles
• Cefalosporinas antipseudomónica/carbapenem Antibiótico recomendado
antiseudomónico/β lactámico con inhibidor • Cefalosporinas de 3ª generación
de β lactamasas • Fluorquinolona de 3ª generación
– Fluorquinolona antipseudomónica/aminoglucósido • β lactámico con inhibidor de β lactamasas
– Vancomicina/linezolid si hay alta incidencia
de SARM o factores de riesgo

Figura 2. Algoritmo para el inicio de la antibioterapia empírica inicial en la NAVM/NIH/NACM (modificado de referencia 2).

Por otra parte, en el momento de decidir cuál


Tabla IV. Antibióticos utilizados frecuentemente en la
es el antibiótico, tan importante como conocer su NAVM/NACM/NIH y su dosificación
espectro de actuación es fundamental conocer
las características farmacodinámicas y farmacoci- Dosis
néticas, y que el mecanismo de acción de ciertos Cefalosporinas de 3ª generación
antibióticos puede afectar a su dosificación, efi- • Cefotaxima 2 g i.v./8 h
cacia y toxicidad. Por ejemplo, agentes antimi- • Ceftriaxona 2 g i.v./24 h
crobianos como los aminoglucósidos o las fluor-
Cefalosporinas antipseudomónicas
quinolonas son bactericidas de un modo dosis • Cefepima 2 g i.v./6-8 h
dependiente, eliminando más microorganismos • Ceftazidima 2 g i.v./8 h
conforme se aumenta su concentración tisular,
β-lactámicos + inhibidores de β-lactamasas
mientras que otros antibióticos, como los β-lac-
• Piperacilina/tazobactam 4,5 g i.v./6 h
támicos o la vancomicina, actúan de modo tiem-
po-dependiente, de manera que su efecto es Aminoglucósidos
mayor cuanto más tiempo están por encima de • Gentamicina 7 mg i.v./kg/d
• Tobramicina 7 mg i.v./kg/d
la concentración mínima inhibitoria (CMI). Otra
• Amikacina 20 mg i.v./kg/d
diferencia estriba en la existencia del efecto post-
antibiótico (EPA), que consiste en la posibilidad Fluorquinolonas antipseudomónicas
de mantener el efecto bactericida aun cuando • Levofloxacino 750 mg/d
la concentración tisular sea menor de la CMI; este • Ciprofloxacino 400 mg i.v./8 h
EPA está demostrado en las infecciones por gram- Vancomicina 15 mg/kg/12 h
negativos para los aminoglucósidos y las fluor- Linezolid 600 mg/12 h
quinolonas, y no existe para los β-lactámicos, salvo
para los carbapenemes (imipenem y merope-
nem), que han demostrado tener EPA para las rísticas llevan a los distintos regímenes antibióti-
infecciones por Ps. aeruginosa(15) Estas caracte- cos que están reflejados en la Tabla IV.
Neumonía nosocomial 517

Aunque su papel está todavía por definir, la Prevención


utilización de antibioterapia inhalada o su instila- La NAVM presenta unos factores de riesgo para
ción local parecen obtener mejores resultados que su desarrollo, que pueden ser claramente divididos
el placebo en la erradicación microbiológica, aun- en factores modificables y no modificables. Los pri-
que sin efectos sobre los objetivos clínicos. Puede meros son los más interesantes en lo que se refie-
ser interesante su uso en aquellos pacientes con re a la disminución de las tasas de incidencia, y son
gérmenes resistentes a priori (en base a sus res- objetivo de las guías de prevención de la NAVM.
pectivas CMI) a la mayoría de los antibióticos sis- Como normas generales en cualquier infección, son
témicos. siempre importantes las medidas de control de infec-
La antibioterapia recomendada para el trata- ciones (desinfección de manos con alcohol, medi-
miento de la NAVM suele consistir en regímenes das de aislamiento para evitar infecciones cruza-
de combinaciones de antibióticos, en parte para das…) así como el desarrollo de bases de datos
disminuir las resistencias que se producen duran- locales con los gérmenes implicados comúnmente
te el tratamiento, en especial en la NAVM por Ps. en la NAVM, y sus patrones de resistencia locales.
aeruginosa y Enterobacter sp, y en parte también En los pacientes sometidos a VM, las medidas
para cubrir inicialmente la mayoría de los gérme- que han demostrado disminuir el riesgo de de-
nes MR implicados en la NAVM. Sin embargo, estu- sarrollo de NAVM(18) son:
dios recientes(10,16) apoyan la hipótesis de que es • Medidas referidas a la intubación y a la VM:
segura la antibioterapia en monoterapia para el tra- debe siempre evitarse la intubación y la rein-
tamiento de la NAVM, sobre todo en aquellos tubación, siendo preferible siempre el empleo
pacientes menos graves, en los que el empleo de de la ventilación mecánica no invasiva (VMNI)
monoterapia no empeora los desenlaces clínicos. y, en caso de ser precisa la VM, utilizar la vía
En aquellos pacientes con factores de riesgo para orotraqueal para la intubación y el sondaje oro-
gérmenes MR, aunque los distintos estudios no gástrico.
dejan claro qué opción es mejor, probablemente En aquellos pacientes en los que se prevea que
sea preferible utilizar una combinación de antibió- la VM va a prolongarse > 72 horas, se reco-
ticos al menos hasta que los cultivos estén dispo- mienda el drenaje de las secreciones subgló-
nibles. ticas. Del mismo modo, se recomienda el cam-
En cuanto a la duración del tratamiento, pare- bio del circuito del ventilador en cada pacien-
ce lógico intentar utilizar pautas de antibióticos lo te, y siempre que aparezcan impurezas en el
más cortas en el tiempo con la máxima eficacia, mismo, y cambiar el humidificador cada 5-7
intentando de esta forma disminuir la exposición días.
de las bacterias a antibióticos de forma innecesa- • Estrategias referidas a la posición: se reco-
ria, y de este modo prevenir el desarrollo de resis- mienda siempre intentar mantener al pacien-
tencias antibióticas. Hasta la fecha, el estudio más te en decúbito supino con el cabecero de la
reciente que ha tratado de dilucidar si el empleo cama elevado 45º siempre que sea posible, o
de cursos cortos de antibióticos puede ser una lo más cercano a esa inclinación. Se prefiere
opción en el tratamiento de la NAVM, ha demos- siempre el empleo de nutrición enteral frente
trado que el empleo de cursos cortos de antibio- a la parenteral, para disminuir las complicacio-
terapia (8 días) aumenta el tiempo libre de anti- nes derivadas de la segunda, como focos infec-
bióticos sin que aumente la mortalidad a 28 días ciosos y la dislocación de la flora intestinal.
o la recurrencia de la infección(17). Esta afirmación • Estrategias de descontaminación: actual-
debe tomarse con precaución en el caso de la mente, no hay evidencia que apoye el empleo
NAVM por Ps. aeruginosa o Acinetobacter sp, en de antibioterapia profiláctica, o el empleo de
que la decisión de parar los antibióticos debe basar- fármacos para conseguir la descontaminación
se en criterios clínicos (escala CPIS). de la cavidad oral.
518 B. Alcázar Navarrete

NEUMONÍA NOSOCOMIAL En cuanto a la etiología(21,22), parece claro que


INTRAHOSPITALARIA (NIH) los pacientes con NACM muestran diferencias en
Al contrario de lo que sucede con la NAVM, en la microbiología responsable de estos cuadros, con
la que existe tal número de estudios que muchas mayor predominio de infecciones por SARM, baci-
veces se confunde neumonía nosocomial con los gram negativos como Ps. aeruginosa, y mayor
NAVM, existen pocos datos sobre las neumonías tasa de resistencias de los gérmenes bien conoci-
nosocomiales que se producen fuera de las UCI y dos como causantes de la neumonía comunitaria.
en pacientes no ventilados, aunque los pocos de La NACM suele tener una mortalidad en una
los que se dispone hacen pensar en que tienen posición intermedia entre la neumonía comunita-
mecanismos etiopatogénicos similares, al menos ria y la NAVM, al igual que provoca mayores estan-
en lo fundamental, con algunas particularidades de cias medias que la neumonía comunitaria. Al tener
los pacientes encamados en planta de hospitaliza- una mayor participación de gérmenes MR, la anti-
ción convencional (p. ej., la menor incidencia de bioterapia empírica inicial suele ser más frecuen-
manipulaciones orotraqueales). temente incorrecta en los pacientes con NACM que
En cuanto a las pautas de tratamiento de la en los pacientes con neumonía comunitaria. Por
NIH, aunque existe una normativa española(19) que tanto, la implantación de las normativas elaboradas
difiere en la estratificación del riesgo, las pautas y para el tratamiento de la NAVM (que se aplican en
los algoritmos explicados en el diagnóstico de la su totalidad a la NACM) debe ser un objetivo a
NAVM pueden ser igualmente aplicables. alcanzar en cualquier servicio que atienda a estos
pacientes.
NEUMONÍA ASOCIADA A CUIDADOS
MÉDICOS
En los últimos años, el cambio de los sistemas BIBLIOGRAFÍA
1. Grupo de Trabajo EPINE. Sociedad Española de de Medi-
de cuidado de la salud ha trasladado gran parte del cina Preventiva, Salud Pública e Higiene. En http://
cuidado de los pacientes del hospital a la comuni- www.sempsph.com.
dad. Por este motivo, cada vez es más frecuente y 2. American Thoracic Society. Guidelines for the manage-
más compleja la atención extrahospitalaria, con un ment of adults with hospital-acquired, ventilator-asso-
número creciente de pacientes con tratamiento intra- ciated and healthcare-associated Pneumonia. Am J Res-
venoso domiciliario, ingresado en residencias o asi- pir Crit Care Med 2005; 171: 388-416.
los, o atendidos en hospitales de día o receptores 3. Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas de la
SEMICYUC. Estudio Nacional de vigilancia de la infec-
de ayuda en domicilio. Bajo el término NACM se
ción nosocomial en UCI (ENVIN- UCI). Disponible en:
incluyen aquellas neumonías que ocurren antes del http://hws.vhebron.net/envin-helics/Help/
ingreso hospitalario en aquellos pacientes en con- ENVIN_UCI_Informe_2007.pdf.
tacto estrecho con el sistema sanitario, y que, a dife- 4. Trouillet JL, Chastre J, Vuagnat A, Joly-Guillou ML, Com-
rencia de la neumonía adquirida en la comunidad, baux D, Dombret MC et al. Ventilator-associated pneu-
presentan un espectro de agentes etiológicos más monia caused by potentially drug-resistant bacteria. Am
similar a los de la NAVM que a los de la neumonía J Respir Crit Care Med 1998; 157: 531-9.
comunitaria(20), con unos factores de riesgo para su 5. Azoulay E, Timsit JF, Tafflet M et al.; for the Outcomerea
Study Group. Candida colonization of the respiratory tract
desarrollo definidos previamente (Tabla II).
and subsequent Pseudomonas ventilator-associated
En términos generales, aproximadamente un pneumonia. Chest 2006; 129: 110-7.
20% de todas las neumonías atendidas en un hos- 6. Chastre J, Fagon J. Ventilator-associated pneumonia. Am
pital son NACM. Incluyen a un grupo de pacien- J Respir Crit Care Med 2002; 165: 867-903.
tes con una edad mayor, siendo residentes de una 7. Baughman R. Microbiologic diagnosis of ventilator- asso-
residencia de ancianos cerca del 50%, y con una ciated pneumonia. Clin Chest Med 2005; 26 (1): 81-6.
mayor prevalencia de diabetes mellitus, enferme- 8. Pugin J, Auckenthaler R, Mili N, Janssens JP, Lew RD,
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Neumonía nosocomial 519

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44
Manejo de las infecciones respiratorias
en el paciente inmunodeprimido
G. Pérez Chica, M. López López, B. Alcázar Navarrete, E. Granados Valverde

INTRODUCCIÓN • Trasplante de órganos con terapia inmunosu-


La incidencia y la gravedad de la infección pul- presora asociada.
monar aumentan en los pacientes que tienen tras- • Defectos congénitos inmunitarios.
tornos en su función inmune, pudiendo afectar al Existen nuevas circunstancias que puedan modi-
30-70% de los pacientes inmunodeprimidos, y aso- ficar las perspectivas futuras de estos pacientes,
ciar una mortalidad que oscila entre el 30 y 50% entre las que destacamos: la utilización de las nue-
de los casos(1). Asimismo, los microorganismos res- vas guías de práctica clínica; el empleo protocoli-
ponsables de la infección suelen diferir de los aso- zado y sistemático del tratamiento antibiótico pro-
ciados a infección que se produce en el paciente filáctico; la innovación de nuevas técnicas micro-
inmunocompetente, siendo la etiología de la misma biológicas y el empleo de los dispositivos de ven-
ocasionada por una gran cantidad de potenciales tilación mecánica no invasiva en el manejo de la
patógenos y teniendo generalmente una respues- insuficiencia respiratoria grave.
ta clínica muy similar en todas las etiologías. Por tal
motivo, es importante la identificación precoz del PATÓGENOS CAUSANTES
germen para poder pautar y orientar el tratamien- DE INFECCIONES PULMONARES
to antibiótico a seguir. Esto no es posible en un EN INMUNODEPRIMIDOS
número elevado de casos, por tal motivo tenemos El tipo de defecto inmunológico va a predispo-
que orientarnos por otra serie de parámetros que ner a la aparición de una serie de infecciones pul-
nos permitan elegir el tratamiento empírico inicial monares. Si se conoce la alteración que induce la
más apropiado. inmunodeficiencia podría servir de orientación para
Consideramos que nos encontramos ante un predecir el tipo de infección que se va a presentar.
paciente inmunodeprimido(2,3) cuando existe: A continuación se detallan los gérmenes de
• Neutropenia (menos de 500 neutrófilos/ml). mayor incidencia en los pacientes inmunodepri-
• Terapia con fármacos inmunosupresores (inclu- midos(3-5), quedando reflejados en la Tabla I los
yendo corticoterapia a dosis elevadas). microorganismos causales de infección respirato-
• Leucemia, linfoma u otras neoplasias con tra- ria más usuales en el paciente VIH(-), mientras que
tamiento inmunosupresor. en la Tabla II se exponen los patógenos más fre-
• Infección por virus de la inmunodeficiencia cuentes en pacientes VIH(+) clasificados según
humana (VIH). el grado de inmunodepresión que presentan.

521
522 G. Pérez Chica, M. López López, B. Alcázar Navarrete, E. Granados Valverde

Tabla I. Microorganismos causales en pacientes VIH(-), dependiendo del tipo de alteración inmunitaria

Defecto de la Defecto de la Alteración de piel


Neutropenia inmunidad humoral inmunidad celular y mucosas

Bacterias Enterobacterias S. pneumoniae Legionella S. epidermidis


P. aeruginosa H. influenzae tipo B Salmonella Streptococcus
S. aureus Moraxella catarrhalis Mycobacterium BGN
S. pneumoniae Neisseria meningitidis Nocardia Corynebacterium
Streptococcus grupo viridans Listeria
BGN S. aureus

Hongos Aspergillus Pneumocystis jiroveci Pneumocystis jiroveci Candida


Candida Aspergillus
Zigometos Candida
Otros Zigometos
Cryptococcus
Hongos dimórficos y otros

Virus Virus respiratorios Virus respiratorios Virus del grupo herpes


VHS Virus respiratorios
Enterovirus

Parásitos Strongyloides stercoralis


Toxoplasma

Tabla II. Infecciones en VIH(+) según grado de inmunodeficiencia

Recuento linfocitos CD4 Tipo de infección

≥ 500 Neumonía bacteriana (40%): S. pneumoniae, Pseudomonas aeruginosa, Haemophilus


influenza, Staphylococcus aureus, Rhodococcus equi (por orden de frecuencia); tuberculosis
pulmonar (4,2%); micosis endémica y gripe

200-500 Neumonía bacteriana recurrente; neumonía por varicela

100-200 Pneumocystis (37,5%); histoplasmosis diseminada

≤ 100 Criptococosis, micobacterias atípicas, CMV, hongos (Aspergillus, Candida) y virus (herpes simple)

Tomado de Fernández-Lahera J, Fernández I, Álvarez-Sala R. Neumonía en el paciente inmunodeprimido(4).

• Bacterias. Las infecciones bacterianas son una el germen gramnegativo más comúnmente
causa muy frecuente de neumonía en pacien- asociado en pacientes VIH(+). Neumococo, S.
tes inmunodeprimidos. Los organismos gram- aureus, Streptococcus especies y Rhodococ-
negativos, como las enterobacterias y Pseudo- cus equi son entre los grampositivos los que
monas aeruginosa, son muy frecuentes en se aíslan con mayor frecuencia.
infecciones de pacientes neutropénicos; sien- • Virus. La mayor parte de las infecciones pul-
do Legionella pneumophila una causa más monares víricas pertenecen al grupo herpes,
infrecuente (se suele asociar a trasplantes de destacando dentro de ellos el Citomegalovirus
órganos sólidos). Haemophilus influenzae es (CMV), virus herpes simple (VHS), virus vari-
Manejo de las infecciones respiratorias en el paciente inmunodeprimido 523

cela zoster y virus de Epstein-Barr. La infección caso del trasplantado el tipo de trasplante, tiempo
por CMV se observa más frecuentemente en postrasplante, inmunodepresión y profilaxis reali-
receptores de un trasplante y en pacientes con zadas. En el paciente con infección por el VIH los
síndrome de inmunodeficiencia adquirida aspectos a tener en cuenta son el recuento de lin-
(SIDA) y con menos de 50 CD4. focitos CD4+, las infecciones oportunistas previas
• Hongos. La aspergilosis pulmonar es más fre- y los hábitos tóxicos.
cuente en inmunodeprimidos VIH(-), afectan- La realización de una elección sistemática, pero
do generalmente a enfermos neutropénicos o individualizada, conociendo la disponibilidad de las
con trasplante de médula ósea. Otra micosis distintas técnicas diagnósticas de cada centro, nos
frecuente en paciente VIH(-) es la infección por puede hacer modificar la estrategia diagnóstica a
Candida albicans en pacientes neutropéni- seguir.
cos o con alteración de la inmunidad celular,
diabetes mellitus, utilización de antibioterapia Diagnóstico clínico-radiológico
de amplio espectro y drogas inmunosupreso- Antes de encontrar una confirmación etiológi-
ras. Mucor es otro hongo que afecta funda- ca del germen causal, la primera valoración que rea-
mentalmente a pacientes diabéticos. lizamos atiende a criterios clínicos y radiológicos,
Pneumocystis jiroveci (P. jiroveci), antes deno- mostrando cada patógeno causal una serie de pecu-
minado Pneumocystis carinii, es el agente aso- liaridades(3-5).
ciado generalmente a pacientes VIH(+), que El tiempo de instauración de la clínica respira-
más frecuentemente causan enfermedad res- toria es un dato de interés. Una presentación aguda
piratoria en éstos, y ocasiona el 25% de las es más frecuente en infecciones bacterianas, mien-
muertes por SIDA. No obstante, gracias a la tras que una infección subaguda suele ser más
aparición de nuevos fármacos antirretrovirales, común en infecciones oportunistas. La expectora-
su incidencia ha disminuido de forma signifi- ción hemoptoica es característica de la infección
cativa(1). por Aspergillus sp. La tuberculosis se presenta gene-
• Micobacterias. Este tipo de microorganismos ralmente de forma subaguda-crónica similar a la
tiene mayor incidencia sobre los pacientes población general pero con mayor riesgo de dise-
inmunodeprimidos VIH(+). Entre el 20 y el minación.
50% de los pacientes con SIDA desarrollarán Las bacterias suelen tener un cuadro clínico
enfermedad tuberculosa. Cuando el recuento que cursa con fiebre, disnea y tos productiva. El
de CD4 es inferior a 100/mm3 las especies estudio radiológico de tórax nos pone de manifiesto
más frecuentemente aisladas son Mycobacte- la existencia de un infiltrado de predominio alveo-
rium avium intracelular (MAI) y Mycobacterium lar, de localización predominante lobar o segmen-
kansasii. taría. En los pacientes VIH(+), la evolución puede
• Parásitos. En nuestro medio, el parásito más ser más subaguda, presentando un patrón radio-
destacable es el Toxoplasma. lógico de predominio intersticial.
Dentro de los virus, CMV es el de mayor fre-
DIAGNÓSTICO cuencia de presentación, siendo un microorganis-
Ante un paciente inmunodeprimido con una mo con elevada prevalencia en los sujetos inmu-
infección respiratoria debe intentarse realizar una nocompetentes, por lo que es frecuente su reacti-
aproximación diagnóstica a la etiología de la misma, vación en los pacientes inmunodeprimidos, sobre
para lo que se requiere una conjunción ordenada todo en trasplantados y en ocasiones presentán-
de los datos de la historia clínica (antecedentes per- dose asociados con otros gérmenes oportunistas.
sonales y manifestaciones clínicas), de la explora- La clínica de presentación suele cursar con fiebre,
ción física, de la radiografía de tórax y la analítica tos y disnea, observándose en casos graves un fallo
del paciente. Además, es importante conocer en el respiratorio. En la neumonía por CMV, el patrón radio-
524 G. Pérez Chica, M. López López, B. Alcázar Navarrete, E. Granados Valverde

lógico es muy variado, presentando desde un tenue Tabla III. Patrones radiológicos más frecuentes de
infiltrado intersticial a un patrón alveolar y difuso. afectación en el paciente inmunodeprimido
El VHS suele producir cuadros de traqueo-
Difuso Nodular o cavitario Focal
bronquitis, asociando con menor frecuencia cua-
dros neumónicos. Comunes
Los hongos, en los últimos años, están oca- Pneumocystis Cryptococcus Bacterias
sionando un mayor número de infecciones en Citomegalovirus Bacterias Cryptococcus
pacientes inmunodeprimidos, sobre todo en los Micobacterias Nocardia Aspergillus sp
VIH(-). Destaca por su frecuencia y agresividad la Aspergillus Mucor
infección por Aspergillus fumigatus (sobre todo en Micobacterias

pacientes trasplantados de médula ósea y neutro- Raros


pénicos). La fiebre elevada, tos, dolor pleurítico y Cryptococcus Legionella sp Tuberculosis
la presencia previa de una infección bacteriana sue- Aspergillus sp Émbolos sépticos Virus
len ser los datos clínicos más relevantes. Desde Candida Legionella sp
el punto de vista radiológico podemos apreciar la Modificado de Pennington. Respiratory Infections:
presencia de múltiples infiltrados alveolares, par- diagnosis and management. Raven Press; 1994(2,10).
cheados, que pueden coalescer, observándose
en la TAC una densidad central con halo periféri-
co de densidad intermedia (signo del halo). En oca- avanzadas del SIDA la cavitación suele ser rara y se
siones estas lesiones pueden cavitarse. El asper- suelen apreciar imágenes radiológicas similares a
giloma no suele ocurrir en pacientes inmunode- una primoinfección.
primidos, aunque puede aparecer en pacientes con El parásito(6) más usual en nuestro medio es
alteración de la arquitectura pulmonar subyacente. el Toxoplasma, que generalmente cursa con fiebre,
P. jiroveci(6-8), germen asociado a una alteración tos improductiva y disnea. Su forma de presenta-
de la inmunidad celular que afecta con mayor fre- ción radiológica suele ser la existencia de un patrón
cuencia a pacientes VIH(+). La instauración del cua- intersticial difuso.
dro clínico suele ser insidiosa, con afectación del En la Tabla III se refleja el tipo de presentacio-
estado general, fiebre, tos generalmente impro- nes radiológicas que afectan con mayor frecuencia
ductiva y disnea progresiva. Desde el punto de vista al paciente inmunodeprimido.
radiológico la afectación puede ser muy variable,
siendo el patrón intersticial bilateral la forma de pre- Diagnóstico etiológico
sentación más frecuente, aunque puede evolucio- Se hace preciso realizar un diagnóstico de cer-
nar a formas de consolidación alveolar. teza en estos pacientes con el fin de minimizar el
Las micobacterias(8) pueden afectar a cual- riesgo de sobreinfección y establecer un pronósti-
quier paciente inmunodeprimido, siendo más fre- co. Por todo ello, se deben emplear las distintas
cuente su incidencia en pacientes VIH(+). La mico- pruebas diagnósticas en función del grado de inva-
bacteria que se aísla con mayor frecuencia es Myco- sión y la rentabilidad de las mismas, a fin de poder
bacterium tuberculosis. El cuadro clínico suele ins- elegir el mejor tratamiento antibiótico.
taurarse de forma insidiosa: malestar general, febrí- Tras una primera evaluación clínico-radiológi-
cula, tos con expectoración y disnea. La afecta- ca(3,4), está indicado en una evaluación inicial soli-
ción por micobacterias atípicas se suele presentar citar un análisis general que incluya gasometría arte-
cuando existe un mayor deterioro del sistema inmu- rial; se debe solicitar estudio microbiológico del
ne (siendo Mycobacterium avium y kansasii, las esputo (incluyendo tinción de Gram y Ziehl-Neel-
halladas más frecuentemente). La forma radiológi- sen), inmunofluorescencia, PCR y cultivo para bac-
ca más habitual de presentación es la existencia de terias, hongos y micobacterias. Este estudio micro-
infiltrados cavitados en lóbulos superiores. En fases biológico ofrece la ventaja de su fácil realización y
Manejo de las infecciones respiratorias en el paciente inmunodeprimido 525

buena disponibilidad. En el diagnóstico de neu- En el caso de obtener una mala respuesta o


monías bacterianas en pacientes con VIH tiene una un fracaso al tratamiento empírico establecido ini-
concordancia con cultivos en muestras estériles del cialmente, está indicado optar por iniciar una toma
96%, con una sensibilidad del 30-60%. En pacien- de muestras directas en las lesiones pulmona-
tes neutropénicos los criterios de purulencia para res mediante la realización de fibrobroncoscopia,
la aceptación de la muestra no son válidos por la oscilando la rentabilidad de ésta entre un 45 y
ausencia de neutrófilos(8). Aunque para el diag- el 80% (dependiendo la misma del tipo de com-
nóstico definitivo de aspergilosis pulmonar es nece- plicación y del grupo estudiado), empleando sus
saria la demostración de invasión tisular. La detec- distintas técnicas: broncoaspirado (BAS), lavado
ción de Aspergillus sp, en muestras de esputo, tiene broncoalveolar (LBA), biopsia transbronquial (BTB)
un valor predictivo positivo del 95% de enferme- y catéter telescopado con cepillo protegido. Todas
dad invasiva en el trasplante de progenitores hema- estas técnicas son complementarias aunque una
topoyéticos, y de un 56% en el trasplante de un puede estar más indicada que otra según el tipo
órgano sólido, por lo que su detección es suficien- de infección que sospechemos o busquemos. El
te para indicar tratamiento antifúngico hasta que catéter telescopado (CTT) con cultivo cuantitati-
no se demuestre otro diagnóstico. vo tiene en algunos estudios una sensibilidad supe-
En pacientes VIH(+)(8,11) el esputo inducido tras rior al LBA en el diagnóstico de neumonías bac-
la inhalación de suero salino hipertónico permite terianas. La biopsia transbronquial está especial-
realizar la identificación de Pneumocystis (utili- mente indicada en: a) diagnóstico de etiologías
zando para ello tinciones como la de plata-meta- no infecciosas, b) para la confirmación del diag-
mina, azul de toluidina o Giemsa). La rentabilidad nóstico de infecciones víricas y fúngicas, c) para
del examen de esputo oscila entre el 55-92%, sien- el diagnostico de rechazo en el trasplante pul-
do mayor si se utilizan anticuerpos monoclonales. monar.
Dentro de este nivel diagnóstico, se deben soli- En el caso de no llegar a ningún diagnóstico y
citar hemocultivos, detección en orina de antígeno observar un deterioro general del paciente, se debe
de neumococo y Legionella; así como la realiza- optar como último nivel diagnóstico la realización
ción de serología (aunque se debe tener en cuen- (dependiendo de la localización de la lesión/lesio-
ta que la capacidad de producir anticuerpos en el nes) de: punción-aspiración transtorácica con aguja
paciente inmunodeprimido está disminuida) y anti- fina guiada por TAC (PAAF) –técnica de elección en
cuerpos monoclonales para la detección de antí- las lesiones pulmonares periféricas– o biopsia pul-
genos. La recogida seriada de muestras de suero monar abierta (BPA). La punción aspirativa pul-
para la detección de galactomanano permite un monar transtorácica es una técnica con una ele-
diagnóstico precoz en paciente con alto riego de vada sensibilidad en neumonías bacterianas; es útil
aspergilosis, siendo mayor la sensibilidad y especi- en infiltrados alveolares periféricos y es la técnica
ficidad de la técnica en pacientes con trasplante de de elección en lesiones nodulares en pacientes
progenitores hematopoyéticos que en receptores neutropénicos y trasplantados. Su elevada sensibi-
de trasplante de órgano sólido (82 y 86% vs. 22 y lidad queda matizada por las complicaciones de la
84%, respectivamente). técnica. La biopsia pulmonar es el procedimiento
En el caso de que queramos obtener muestras diagnóstico que se reserva en último lugar, ante
directas de las lesiones pulmonares tenemos que la negatividad de todos los estudios. La sensibili-
tener en cuenta una serie de factores: la grave- dad es escasa en los postoperatorios inmediatos
dad de la infección, el estado del paciente, la rapi- de los receptores de pulmón, y en los infectados
dez con la que progresa, el tipo de infiltrado radio- por VIH es variable.
lógico y la disponibilidad de la técnica en el centro En la Tabla IV se detallan los distintos agentes
correspondiente y la experiencia de sus profesio- etiológicos, así como los métodos de diagnóstico
nales en realizarla. microbiológico más frecuentemente utilizados.
526 G. Pérez Chica, M. López López, B. Alcázar Navarrete, E. Granados Valverde

Tabla IV. Diagnóstico microbiológico de los patógenos más frecuentes en pacientes inmunodeprimidos

Agente Diagnóstico microbiológico

Bacterias Esputo
Hemocultivos
Orina: antígeno Legionella-neumococo
PAAF
LBA con catéter telescopado (de elección), su rendimiento
disminuye si hubo tratamiento previo

Virus
• Citomegalovirus LBA (técnica más empleada)
(más frecuente reactivación que primoinfección, • Citología (cuerpos de inclusión intracelulares)
más frecuente en trasplantados) • Cultivo
• Serología, detección de antígenos
• PCR
Antigenemia
Biopsia (cuerpos de inclusión)

Hongos Biopsia (diagnóstico de certeza) mediante


• A. fumigatus, más frecuente en VIH(-) BTB o BPA
Si no fuera posible, cultivo de LBA y esputo
• Pneumocystis, frecuente VIH (+) Esputo: rentabilidad del 50%
LBA (elección)
• Visualización de quistes o trofozoítos
• Inmunofluorescencia directa
• PCR
No crece en medios de cultivo

Micobacterias Esputo (de elección)


• M. tuberculosis, frecuente VIH(+) • Tinción con auramina (detecta 50-60%)
• Cultivo de Löwenstein-Jennsen
Broncoscopia con BAS, LBA y BTB (rentabilidad del 90%)
Prueba tuberculina con frecuencia negativa (anergia VIH+)
Detección rápida con PCR

Modificado de J, Fernández-Lahera Martínez Fernández I, Álvarez-Sala R. Neumonía en el paciente inmunodeprimido(4).

Diagnóstico diferencial aplicación dada la dificultad de diagnóstico diferen-


Ante la aparición de un infiltrado pulmonar cial en esta población. Las técnicas de reacción en
en un paciente inmunodeprimido se debe intentar cadena de la polimerasa (PCR) y la procalcitonina
hacer una aproximación diagnóstica valorando: los (PCT) están elevadas; la primera permanece ele-
datos de la historia clínica y de la exploración, la vada en los casos de infección probada o de posi-
naturaleza del proceso que conlleva la inmunode- ble infección; la PCT es más elevada en infección
presión, el momento en el que se presenta la com- probada frente a infección posible. Aunque en los
plicación, la radiología y la velocidad de desarrollo distintos estudios los datos clínicos y parámetros
del cuadro respiratorio. analíticos no han sido útiles para predecir infección,
La utilidad de los marcadores biológicos(12,13) en sin embargo, la neutrofilia en el LBA (> 15%) tiene
los pacientes inmunocomprometidos tiene una clara una sensibilidad del 84% y especificidad del 77%
Manejo de las infecciones respiratorias en el paciente inmunodeprimido 527

Tabla V. Diagnóstico diferencial de infiltrados pulmonares en el paciente inmunodeprimido

Causas infecciosas
• Bacterias (P. aeruginosa, S. aureus)
• Hongos (Aspergillus, Mucormicosis, Candida)
• Virus (CMV, varicela zoster, virus herpes simple, virus respiratorio sincitial, parainfluenza, influenza)
• Pneumocystis
• Micobacterias (M. tuberculosis y M. no tuberculosis)

Causas no infecciosas
• Edema pulmonar cardiogénico
• Tromboembolismo pulmonar
• Progresión de la enfermedad subyacente
• Toxicidad por radiación y fármacos
• Hemorragia alveolar difusa
• Bronquiolitis obliterante con neumonía organizada
• Proteinosis alveolar secundaria
• Enfermedad linfoproliferativa postrasplante
• Neoplasias
• Linfangitis carcinomatosa
• Lesión pulmonar aguda relacionada con transfusión

Modificado de Shorr AF et al. Pulmonary infiltrates in the non-HIV-infected immunocompromised patient(7).

para predecir infección incluso en pacientes con tra- humoral y de la celular) y las pautas de profilaxis
tamientos antibióticos previos. que el paciente está recibiendo. En la Tabla VI se
Los marcadores biológicos son útiles, si bien expone el tratamiento empírico inicial en base a
aún está pendiente por confirmar con estudios una serie de hallazgos clínicos y radiológicos.
de validación, como mejorar la predicción de mor- De manera general, está indicado que todo
talidad o de fracaso añadidos a las escalas, como paciente inmunodeprimido que presente en el estu-
se evalúa la respuesta al tratamiento y qué papel dio radiológico simple de tórax infiltrados pulmo-
pueden jugar en la decisión de tratamientos no anti- nares, independientemente de la situación clínica
bióticos o inmunomoduladores para mejorar el pro- existente en el momento de su valoración, debe-
nóstico de la neumonía. ría hospitalizarse para proceder a su estudio etio-
En la Tabla V quedan reflejados los diagnósti- lógico(5).
cos diferenciales que con mayor frecuencia pueden Como tratamiento empírico inicial, se puede
establecerse en el huésped inmunodeprimido(7). seguir la siguiente pauta(5):
• En el caso de clínica infectiva aguda y con-
TRATAMIENTO densación localizada: cefepima 2 g/8-12 horas
i.v. o piperacilina-tazobactam 4 g/6-8 horas o
Consideraciones generales imipenem o meropenem 1 g/8 horas i.v. +
Dada la elevada morbimortalidad que presen- amikacina 15 mg/kg/24 horas (indicado en
tan estas patologías, el inicio de una terapia anti- caso de neutropenia) o ciprofloxacino 400
biótica empírica se ha de realizar de una forma pre- mg/12 horas i.v. (añadir en caso de defecto de
coz, debiendo tener presente: antecedentes infec- la inmunidad celular) ± anfotericina B o vori-
ciosos previos, exposición ambiental reciente, tipo conazol (adición de tratamiento antifúngico si
de inmunodepresión (defecto de la inmunidad el infiltrado apareció durante el tratamiento anti-
528 G. Pérez Chica, M. López López, B. Alcázar Navarrete, E. Granados Valverde

Tabla VI. Manejo terapéutico empírico inicial

Hallazgos clínicos Agente antimicrobiano

Neutropénico febril (gramnegativos, • Betalactámico amplio espectro con actividad


Staphylococcus, hongos) antipseudomonas + quinolona o aminoglucósido
• No respuesta • Añadir glucopéptidos
• Infiltrados parcheados/difusos • Añadir anfotericina B o voriconazol o caspofungina

Trasplante de órganos sólidos


• Patrón intersticial (neumonía por Pneumocystis o CMV) • Cotrimoxazol + ganciclovir
• Infiltrado lobar (neumococo, H. influenzae, • Betalactámico amplio espectro con actividad
Staphylococcus) antipseudomonas + aminoglucósido
• Proceso difuso (Pneumocystis, virus, hongos) • Cotrimoxazol + ganciclovir + anfotericina B

Hipogammaglobulinemia (proceso bacteriano) Inmunoglobulinas i.v. + betalactámico con actividad


antipseudomonas ± macrólido

Infección VIH
• Proceso intersticial (Pneumocystis, virus) • Cotrimoxazol
• Infiltrado lobar (bacterias) • Cefalosporina 3ª generación + macrólido
• Neumonía nosocomial (gramnegativos resistentes, • Betalactámico amplio espectro con actividad
Staphylococcus) antipseudomonas + aminoglucósido

Trasplante médula ósea


• Alogénico
– Proceso intersticial • Ganciclovir + inmunoglobulinas
– Parcheado/difuso • Ganciclovir + inmunoglobulinas + anfotericina B +
betalactámicos + aminoglucósido

Modificado de Patrik J. Brennan en Pulmonary Diseases and Disorders. 2ª edition(14).

biótico, o si la imagen de la TAC es sugerente • Pseudomonas aeruginosa: cefepime (2 g/8


de infección por un hongo). horas i.v.) o ceftazidima (2 g/8 horas i.v.) o
• En el caso de presentar una imagen con infil- piperacilina-tazobactam (4 g/8 horas i.v.) o imi-
tración bilateral y difusa: cefepima 2 g/8-12 penem (1 g/8 horas i.v.) o ciprofloxacino (400
horas i.v. o piperacilina-tazobactam 4 g/6-8 mg/12 horas i.v.), asociando en cualquiera de
horas o imipenem o meropenem 1 g/8 horas los casos anteriores un aminoglucósido. La dura-
i.v. + cotrimoxazol i.v. (20 mg/kg/24 horas de ción del tratamiento será de 14 a 21 días.
trimetoprim) ± ganciclovir (en caso de sos-
pecha de infección por CMV). Paciente VIH(+)
• S. pneumoniae, Haemophilus influenzae, Pseu-
Tratamiento específico domonas aeruginosa y otros bacilos gramne-
gativos: se recomienda betalactámico con acti-
Infecciones bacterianas(4,11) vidad antipseudomonas (cefepime 2 g/8 horas
i.v.; o ceftazidima 2 g/8 horas i.v.; o piperacili-
Pacientes VIH(-) na-tazobactam; 4 g/8 horas i.v.; o imipenem 1
• Bacilos gramnegativos y enterobacterias: cef- g/8 horas i.v.) durante un mínimo de 15 días.
triaxona (1-2 g/24 horas i.v.) o cefotaxima (2 • Rhodococcus equi: la terapia antimicrobiana
g/8 horas i.v.) durante 14-21 días. más eficaz no está bien establecida, reco-
Manejo de las infecciones respiratorias en el paciente inmunodeprimido 529

mendándose fármacos con penetración intra- Paciente VIH (+)


celular durante un periodo de tiempo prolon- • CMV: ganciclovir (5 mg/kg/12 horas i.v.) duran-
gado: imipenem (500 mg/6 horas i.v.) + van- te 14-21 días. Dosis de mantenimiento: 5
comicina (1 g/12 horas i.v.), debiendo conti- mg/kg/día.
nuar durante un mínimo de dos meses más
con un macrólido y vancomicina. Infecciones por hongos
• Nocardia asteroides: cotrimoxazol (trimetoprim
10-15 mg/kg/24 horas/sulfametoxazol 50-75 Paciente VIH(-)(4)
mg/kg/24 horas) durante las 3-6 primeras • Aspergillus: con el voriconazol hay varias expe-
semanas, con reducción progresiva de dosis, riencias que han permitido ver su eficacia y
durante al menos 12 meses. seguridad, este comportamiento, la posibilidad
Cabría la opción de incorporar a este esque- de administración oral y la potencial gravedad
ma nuevos antibióticos: como el ertapenem, beta- de esta enfermedad hacen que el voricona-
lactámico de la familia de los carbapenems de zol sea el antifúngico de elección. La anfoteri-
administración parenteral y de vida media muy pro- cina B y el itraconazol han mostrado eficacia
longada, lo que permite su administración en una variable; la caspofungina también es una alter-
sola dosis diaria. Presenta elevada actividad fren- nativa. La duración del tratamiento es desco-
te a S. pneumoniae y Haemophilus influenzae. nocida y dependerá de la extensión de la lesión,
También es activo frente a M. catarrahalis, S. aureus de la respuesta al tratamiento y de la situación
sensible a meticilina, bacilos gramnegativos enté- inmunológica del paciente.
ricos, y es muy eficaz frente a anaerobios. Sin • Candida: el tratamiento está indicado cuando
embargo, su actividad frente a patógenos como hay evidencia de infección conformada por
Pseudomonas aeruginosa, Acinetobacter sp o fren- hallazgos histológicos y no por el aislamiento
te a enterococo es limitada. Según los datos dis- de Candida en muestras respiratorias.
ponibles hasta la actualidad, ertapenem sería una En pacientes estables sin riesgo de Candida
opción terapéutica en neumonía adquirida en la resistente el tratamiento de elección es el flu-
comunidad en pacientes con factores de riesgo de conazol(18). Sin embargo, en pacientes clínica-
inmunodepresión, como alcohólicos o ancianos mente inestables, como se desconoce la espe-
ingresados en residencias y en neumonías pro- cie de Candida, es mejor emplear otros anti-
ducidas por gramnegativos resistentes o anaero- fúngicos de espectro más amplio, como la anfo-
bios(14). tericina B o una equinocandina (como la cas-
Linezolid (600 mg/12 horas), antibiótico del pofungina) o voriconazol; la caspofungina y
grupo de oxazolindinonas que actúa inhibien- el voriconazol han alcanzado resultados simi-
do la síntesis de proteínas, es activo casi exclu- lares a la anfotericina B con una tolerabilidad
sivamente frente a grampositivos. Su indicación mejor. También es adecuada la utilización de
fundamental es el tratamiento de grampositivos la combinación de fluconazol (800 mg/24
multirresistentes como S. aureus o el entero- horas) más anfotericina B (0,7 mg/24 horas)
coco(16). durante los primeros 4-7 días.
• Mucor: anfotericina B.
Infecciones virales(4,6,17)
Paciente VIH(+)(4,8,11)
Paciente VIH(-) • P. jiroveci: cotrimoxazol (trimetoprim 15-20
• VHS: aciclovir (5 mg/kg/12 horas i.v.) durante mg/kg/día y sulfametoxazol 75-100 mg/kg/día),
10-14 días. durante 21 días. Es recomendable asociar al
• Varicela zoster: aciclovir (10 mg/kg/8 horas i.v.) tratamiento corticoides sistémicos (induce una
durante 10-14 días. disminución de la respuesta inflamatoria así
530 G. Pérez Chica, M. López López, B. Alcázar Navarrete, E. Granados Valverde

como los efectos de los fármacos específicos). • Toxoplasma gondii: pirimitamina (200 mg v.o.
La alternativa terapéutica es la pentamidina. La el primer día, pasando a continuación a tomar
profilaxis se realiza con cotrimoxazol (trimeto- 75-100 mg/día), más sulfadiacina (75
prim-sulfametoxazol por vía oral), o con pen- mg/kg/24 horas/día v.o.), con suplementos de
tamidina en aerosol en caso de intolerancia ácido folínico (10-20 mg/día/v.o.) durante 3-
al mismo. 6 semanas.
• Cryptococcus neoformans: anfotericina B (0,3-
0,7 mg/kg/día i.v.), asociada a 5-flucitosina (100 RESUMEN
mg/kg/día) durante 6-10 semanas. Para la fase El paciente inmunodeprimido desarrolla con
de mantenimiento o profilaxis secundaria se frecuencia una serie de alteraciones que conducen
emplea fluconazol (200 mg/24 horas). a la aparición de complicaciones pulmonares, en
su mayoría de etiología infecciosa, originando una
Infecciones por micobacterias(3,4,6,19) elevada morbimortalidad.
Aunque pueden afectar a cualquier tipo de Inicialmente el cuadro clínico es muy inespe-
paciente inmunodeprimido, su mayor incidencia se cífico, combinando la aparición de fiebre, tos, dis-
produce en pacientes VIH(+). nea, insuficiencia respiratoria y alteraciones radio-
• Mycobacterium tuberculosis: isoniacida (10 lógicas. En dos tercios de los casos el origen es
mg/kg/día, máximo 450 mg/día) más rifam- infeccioso, siendo complicado establecer un diag-
picina (10 mg/kg/día, máximo 900 mg/día) nóstico etiológico. La existencia de una infección
más piracinamida (30 mg/kg/día, máximo pulmonar en estos pacientes obliga a la hospita-
2.500 mg/día) más etambutol (25 mg/kg/día lización de los mismos para su estudio y trata-
durante dos meses), pasando a continuación miento.
a tomar isoniacida y rifampicina durante siete En primer lugar se deben utilizar métodos diag-
meses más. nósticos no invasivos (sobre todo si en el estudio
• Mycobacterium avium-complex: claritromicina radiológico simple de tórax sólo se aprecia un infil-
(500 mg/12 horas) o azitromicina (500 trado focal) realizando: estudio de esputo (Gram,
mg/día) durante 18-24 meses, más etambu- BAAR), inmunofluorescencia directa, y antígeno uri-
tol (15-25 mg/día durante 18-24 meses), más nario de Legionella y S. pneumoniae. En el caso
rifabutina (300 mg/día durante 18-24 meses). de objetivarse una mala evolución clínica (a las 48-
• Mycobacterium kansasii: isoniacida (300 72 horas del inicio del tratamiento empírico) y radio-
mg/día), más rifampicina (600 mg/día), más lógica (patrón intersticial difuso), se debe sospe-
etambutol (25 mg/kg durante 2 meses y pos- char la presencia de gérmenes oportunistas o la
teriormente pasar a 15 mg/kg) durante 18 existencia de causas no infecciosas, por lo que está
meses en el caso de pacientes inmunodepri- indicada la realización de una fibrobroncoscopia
midos VIH(-) y prolongando durante 3 meses (con lavado broncoalveolar, catéter telescopado con
más el tratamiento en el caso de VIH(+). cepillo protegido y/o biopsia transbronquial).
• Mycobacterium fortuitum: no existe un régi- El tratamiento empírico inicial debe tener cober-
men terapéutico óptimo bien definido. Entre tura antibacteriana utilizando un betalactámico de
las distintas estrategias terapéuticas empleadas amplio espectro con actividad antipseudomonas
destaca la que emplea la utilización de: macró- más quinolona o aminoglucósido, añadiendo cotri-
lidos, más quinolonas, más doxiciclina, más sul- moxazol en caso de ser el paciente VIH(+). Las
fonamidas durante 6-12 meses. posibles modificaciones y la duración del trata-
miento son variables en función de la sospecha
Infecciones parasitarias de otros gérmenes, evolución clínica y/o radioló-
Están generalmente asociadas a pacientes gica, así como la confirmación etiológica del ger-
VIH(+)(4,6,11) men causal.
Manejo de las infecciones respiratorias en el paciente inmunodeprimido 531

La utilización de la ventilación mecánica no inva- 8. Beck JM, Rosen MJ, Peavy HM. Pulmonary complica-
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45
Tuberculosis. Estudio convencional
de contactos. Profilaxis y
tratamiento de la infección latente
I. Rodríguez Blanco, C. Jurado Díaz, A. Sanz Cabrera, E. Molina Ortiz,
J.A. Marín Torrado

INTRODUCCIÓN ello, en los países con escasos recursos sanitarios


El riesgo de infección tuberculosa es muy varia- se deben centrar los esfuerzos en diagnosticar y
ble y no necesariamente requiere un contacto ínti- tratar la enfermedad y sólo cuando esto se consi-
mo y prolongado con el enfermo. La principal fuen- ga se debería pasar al estudio de contactos.
te de infección la constituye el paciente enfermo
con tuberculosis (TB) pulmonar o de vías respira- ESTUDIO CONVENCIONAL
torias altas que expulsa secreciones con bacilos. La DE CONTACTOS (ECC)
máxima capacidad de contagio la tienen los enfer-
mos bacilíferos, entendiendo como tal a aquellos Objetivos
con baciloscopia en esputo positiva (B+). Los • Diagnosticar a enfermos o infectados.
pacientes con baciloscopia negativa pero con cul- • Tratar precozmente a los enfermos y a los infec-
tivo de la muestra positivo (B- y C+) tienen menor tados que lo precisen.
capacidad infectante y los que tienen bacilosco- • Reconstruir la cadena de transmisión para inten-
pia y cultivo negativos (B- y C-) son pacientes con tar identificar el caso índice.
mínima capacidad infectante(1). En países con adecuados recursos sanitarios
Un buen programa de control de TB debe tener deben estudiarse los contactos de todas las TB,
como prioridad el diagnóstico y tratamiento precoz tanto pulmonares como extrapulmonares. También
de los enfermos, garantizando el correcto cumpli- deben estudiarse los contactos de individuos tuber-
miento terapéutico y, sólo cuando se alcanzan tasas culín positivos menores de 15 años y los contac-
de cumplimiento adecuadas, se debe profundizar tos de conversores recientes de la prueba de la
en el estudio de los contactos(2). Es fundamental tuberculina (PT), entendiendo por conversión
diagnosticar y tratar a los pacientes enfermos, y sólo reciente aquellos casos en que se ha documen-
cuando se haya conseguido esto, se debe profun- tado una positivización de la prueba en los dos últi-
dizar en el estudio epidemiológico de los contac- mos años. En los países con recursos limitados, el
tos. No tendría sentido llevar a cabo un meticulo- ECC debe centrarse como mucho únicamente en
so estudio de contactos sin estar seguros de que los contactos de pacientes con baciloscopia posi-
estamos tratando a los pacientes enfermos de forma tiva(1).
correcta, ya que sin esta premisa sería imposible Para llevar a cabo el ECC se aplica el sistema
conseguir un buen control de la enfermedad. Por de círculos concéntricos (Figura 1)(3) o de la piedra

533
534 I. Rodríguez Blanco, C. Jurado Díaz, A. Sanz Cabrera, E. Molina Ortiz, J.A. Marín Torrado

• Centros de atención primaria: deben cola-


Vivienda borar siempre que su infraestructura garanti-
ce la calidad del estudio.
• Instituciones penitenciarias: su papel es rele-
vante debido a la alta prevalencia en dicho

2º Centros lúdicos medio de coinfectados por el virus de la inmu-
3º nodeficiencia humana (VIH) y M. tuberculosis.
Trabajo/escuela
• Centros de drogodependencias: pueden
detectar a pacientes infectados y/o enfermos
en cribados iniciales, a partir de los cuales se
Contacto íntimo: diario > 6 horas
Contacto frecuente: diario < 6 horas puede desarrollar un ECC.
Contacto esporádico: no diario

Fases del ECC


Figura 1. Sistema de círculos concéntricos. Tomada del Grupo 1. Valoración y clasificación del caso índice. Es
de estudio de contactos de la UITB(1). necesario disponer de un protocolo en el que
se refleje el estado bacteriológico del pacien-
en el estanque. Se inicia la investigación por los te, características radiológicas de la enferme-
contactos de mayor riesgo (primer círculo) y se dad, síntomas y tiempo transcurrido desde la
va extendiendo el estudio por los círculos siguien- aparición de los mismos, tipo de relación man-
tes hasta que la prevalencia de infección encon- tenida con los contactos, antecedentes de tra-
trada sea la prevista para dicha población. Si en tamiento antituberculoso y factores de riesgo
algún círculo se detecta la presencia de un nuevo asociados (edad, ADVP, VIH, etc.)(1,4).
caso bacilífero, entre sus contactos debe iniciarse 2. Selección y censado de los contactos median-
un nuevo estudio en círculos concéntricos. te la realización de una historia clínica detalla-
El ECC debería realizarlo el mismo equipo sani- da en la que se refleje el lugar donde se ha
tario que diagnostica y trata el caso índice(4). El estu- mantenido el contacto y cuáles han sido las
dio implicará a los contactos con el caso índice características del mismo, la duración y la pro-
durante el periodo sintomático o durante los 3 ximidad con el caso índice. Otros factores a
meses anteriores a la primera muestra positiva. Se valorar son la edad, VIH, manifestaciones clí-
debe realizar en el ámbito familiar y/o en los con- nicas y antecedentes de vacunación con BCG
tactos diarios de más de 6 horas donde hay mayor (bacilo de Calmette-Guerin), de tratamiento
riesgo de contagio y donde el estudio es más ren- antituberculoso, de quimioprofilaxis y otras prue-
table(1,5,6). bas de tuberculina (PT) practicadas(1,4).
3. Prueba de tuberculina (PT) dentro de la pri-
Equipo encargado de realizar el ECC mera semana. Se realiza a todos los contac-
El equipo responsable debe disponer de toda tos, salvo constancia documentada de una prue-
la información referente al caso índice y de los con- ba positiva anterior. Debe realizarse mediante
tactos que hayan podido ser estudiados en otros la intradermorreacción de Mantoux con 2 U de
centros. En la práctica, podrían realizar el ECC fun- PPD RT 23 con Tween 80. Así, clasificaremos
damentalmente(1): los contactos en tuberculín positivos y en tuber-
• Centros de prevención y control de la tuber- culín negativos. No obstante, pueden existir por
culosis (antiguos dispensarios de las enfer- diversas causas falsos positivos o falsos nega-
medades del tórax): aunque cada vez quedan tivos (Tabla I)(1).
menos en funcionamiento. En los infectados mayores de 65 años y en
• Hospitales: deben disponer de unidades y con- vacunados con BCG puede que la respuesta
sultas monográficas de tuberculosis. inmunitaria esté atenuada por el paso del tiem-
Tuberculosis. Estudio convencional de contactos. Profilaxis y tratamiento de la infección latente 535

po y la PT sea negativa. En estos casos, los antí- Tabla I. Causas principales de falsos positivos y fal-
genos de la tuberculina pueden activar los lin- sos negativos en la prueba de la tuberculina para
focitos memoria causando un estímulo de la detectar la infección tuberculosa
inmunidad celular que es conocido como efec-
Falsos positivos
to booster. Otra PT realizada a la semana de la
• Vacunación con BCG (cicatriz típica habitualmente en
primera causaría una reacción positiva que no la zona del deltoides)
debe atribuirse necesariamente a una infección • Error en la interpretación (a veces debido a
reciente. En el ECC, se aconseja no repetir la sensibilidad a los componentes del PPD)
PT y basarse, en vacunados, en criterios de • Hematoma y/o infección local
induración y en las características microbioló- • Infecciones por micobacterias ambientales
gicas del caso índice. En los contactos de B+
Falsos negativos
mayores de 65 años que reaccionen con
• Factores relacionados con el individuo:
menos de 5 mm y se considere muy necesa- – Tuberculosis avanzadas, diseminadas y/o con
rio prescribir quimioprofilaxis, podría practicar- afectación de serosas
se una segunda prueba pasadas 1-2 semanas – Periodo ventana (desde exposición a positivización
desde la primera, considerándose indicativa de que suele ser de 4 a 10 semanas)
infección una induración de 5 mm o más. – VIH-SIDA
En los contactos infectados por el VIH se con- – Determinadas infecciones virales o bacterianas
siderará positiva cualquier grado de induración, – Vacunaciones con virus vivos atenuados
si bien conviene recordar que pueden tener – Terapia inmunosupresora: corticoides y otros
una PT negativa a pesar de estar infectados – Enfermedades neoplásicas, sarcoidosis,
debido a inmunosupresión. En estos casos insuficiencia renal crónica, depleción proteica grave,
puede descartarse la anergia mediante test de estrés (cirugía, quemaduras)
sensibilidad cutáneos o mediante recuento de – Recién nacidos y ancianos
linfocitos CD4. Si esto no es posible, se debe • Factores relacionados con la tuberculina y con la
asumir que se infectaron y deben recibir qui- técnica:
mioprofilaxis una vez descartada enfermedad – Almacenamiento inadecuado
activa. Los resultados de la PT deben inter- – Diluciones inadecuadas

pretarse en función de diversas situaciones(1,4) – Antígeno caducado


– Inyección de poco antígeno
(Tabla II).
– Inyección demasiado profunda
4. Radiografía de tórax a los tuberculín posi-
– Lector inexperto
tivos y a contactos íntimos de bacilíferos.
Descartar la enfermedad. Los contactos se Tomada del Grupo de estudio de contactos de la UITB(1).
clasifican en infectados, no infectados o enfer-
mos. A los individuos con PT negativa, que han
sido contactos íntimos de enfermos bacilíferos, una radiografía de tórax normal no nos des-
se les debe repetir la PT a las 8-12 semanas carta una TB, por lo que se les debe realizar
para descartar que se encontraran en periodo estudio bacteriológico. El diagnóstico de cer-
ventana. No debe tenerse en cuenta el ante- teza de TB se basa en el estudio microbiológi-
cedente de vacunación con BCG y se consi- co(1,4).
deran infectados si la PT ≥ 5 mm o si hay vesi- 5. Decidir quimioprofilaxis (QP). La QP en la TB
culación o necrosis. A todos los individuos con es un tema en constante debate y en continua
PT positiva se les practicará radiografía de tórax revisión en el que no hay consenso entre las
posteroanterior y lateral al igual que a los tuber- distintas sociedades científicas más relevantes,
culín negativos que sean contactos íntimos de lo cual implica que cada una dicte sus pro-
bacilíferos. En pacientes inmunodeprimidos, pias directrices al respecto. La American Tho-
536 I. Rodríguez Blanco, C. Jurado Díaz, A. Sanz Cabrera, E. Molina Ortiz, J.A. Marín Torrado

Tabla II. Respuestas tuberculínicas indicativas de infección tuberculosa según diversas situaciones

Situación Infección tuberculosa

No vacunados con BCG 5 mm o más

Vacunados con BCG que son contactos íntimos o frecuentes de B+ 5 mm o más

Vacunados con BCG que son contactos esporádicos de B+ o contactos 15 mm o más (entre 5 y 15 mm, a más
íntimos y frecuentes de B- induración, más probabilidad de infección)

Infectados por el VIH Cualquier induración

Virajes tuberculínicos 5 mm o más

Tomada del Grupo de estudio de contactos de la UITB(1).

racic Society (ATS) efectúa unas recomenda- duración óptima del tratamiento es entre 9 y
ciones muy amplias, abarcando a la práctica 12 meses, aunque se recomiendan 6 meses
totalidad de los grupos de riesgo de padecer de pauta diaria ya que se aumenta el cumpli-
TB e incluso a población sana(7). La British Tho- miento y se disminuye la yatrogenia. Además,
racic Society (BTS) es mucho más restrictiva hay metaanálisis que confirman que H es efi-
en sus recomendaciones(8). En cambio, la Socie- caz para prevenir la TB activa en pacientes de
dad Española de Neumología y Cirugía Torá- riesgo y que los regímenes de 6 y 12 meses
cica (SEPAR) se situaría entre ambas, pero con tienen eficacia similar(9). En coinfectados de TB
más semejanzas con la ATS, aunque algo más y VIH, la duración aconsejable es de 9 a 12
restrictiva que ésta(4). En este capítulo nos cen- meses(4,10). Hay autores que confieren una efi-
traremos en las recomendaciones de la SEPAR. cacia similar a pautas de H entre 6 y 12 meses
Hay dos tipos de QP: la primaria (QPP) y la en coinfectados por TB y VIH(11). En pacientes
secundaria (QPS). La QPP es la que se lleva a con lesiones fibróticas nunca tratadas también
cabo en pacientes con PT negativa con el fin se aconseja tratamiento preventivo con H duran-
de evitar la infección, mientras que la QPS es te 12 meses(4,12).
la que se practica en pacientes con PT positiva La quimioprofilaxis de la TB no está indicada
con el fin de evitar que desarrollen la enfer- de forma colectiva en todos los individuos infec-
medad. A la QPS también se la conoce como tados, sino que debe llevarse a cabo en los gru-
tratamiento de la infección tuberculosa (TIT). pos con mayor riesgo de enfermar o de trans-
La QPP está indicada en individuos con PT nega- mitir la TB (Tabla III)(4,13). No obstante, y a pesar
tiva que tienen alto riesgo de infección por haber de todas las situaciones recogidas en la Tabla
tenido contacto con enfermos bacilíferos, prin- III, la QP en la TB tan sólo se ha mostrado efi-
cipalmente si se trata de niños, adolescentes e caz en tres grandes grupos de riesgo como son
inmunodeprimidos. El fármaco utilizado habi- los infectados recientes y convivientes de enfer-
tualmente es isoniacida o hidracida (H), hasta mos con TB, los coinfectados TB/VIH y los por-
dos meses y medio después de interrumpir tadores de lesiones radiológicas fibróticas suges-
el contacto o de la negativización de la baci- tivas de TB residual que nunca han sido trata-
loscopia en el caso índice, excepto si se com- das con anterioridad.
prueba conversión, en cuyo caso se debe com- Para mejorar el cumplimiento del TIT, desde
pletar QPS tras descartar enfermedad activa(4). hace unos años se utilizan pautas de más corta
La QPS o TIT habitualmente también se reali- duración que asocian dos o tres fármacos y que
za con H a las mismas dosis que en la QPP han demostrado eficacia similar a la pauta larga
incluso en embarazadas y madres lactantes. La de H (Tabla IV). Las que se han mostrado efi-
Tuberculosis. Estudio convencional de contactos. Profilaxis y tratamiento de la infección latente 537

Tabla III. Indicaciones de quimioprofilaxis (tratamiento Tabla IV. Pautas de quimioprofilaxis y tratamiento de
de la infección tuberculosa)(4) la infección tuberculosa

QPP (negativos para la tuberculina) Indicación Fármacos Duración


• Jóvenes contactos íntimos de bacilíferos
QPP H 2,5 meses
• Inmunodeprimidos contactos de bacilíferos
QPS o TIT* H 6 meses
• Personas de cualquier edad, contactos íntimos de R 4 meses
bacilíferos en las microepidemias* R+H 3 meses
QPS o TIT (positivos para la tuberculina) R+Z 2 meses
• Indicaciones prioritarias: Fibróticos e infectados H 9-12 meses
– Infectados por el VIH por el VIH
– Conversores tuberculínicos** VIH+ R+Z 2 meses
– Miembros de microepidemias de cualquier edad
Resistencia a H R 4 meses
– Silicosis
– Imágenes fibróticas residuales no tratadas*** Multirresistentes** a R+H Z+E o Z+Ox 12 meses
– Menores de 35 años contactos de enfermos H: isoniacida; R: rifampicina; Z: pirazinamida; Ox:
bacilíferos ofloxacino; QPP: quimioprofilaxis primaria; QPS:
– Cualquier infectado menor de 20 años quimioprofilaxis secundaria. R generalmente no puede
utilizarse en VIH+ en tratamiento antirretroviral; R+Z no
– Pacientes en lista de espera de trasplantes puede utilizarse en embarazadas.
– Utilización de infliximab u otros anticuerpos *En casos especiales, tratamientos intermitentes.
monoclonales anti-TNF-α **También sería válido no dar nada y realizar controles
periódicos durante 2 años.
• Indicaciones a valorar individualmente: Tomada del Grupo de trabajo del área TIR de SEPAR(4).
– Mayores de 35 años contactos de enfermos
bacilíferos
caces son: rifampicina + pirazinamida durante
– Toxicomanías, incluido alcoholismo
2 meses (2RZ)(7,11); rifampicina + isoniacida
– Diabéticos
durante 3 meses (3RH)(8) o 4 meses según
– Neoplasias
otros autores(14) e incluso isoniacida + rifam-
– Tratamientos prolongados con corticoides o
picina + pirazinamida (H, R, Z) durante 2-3
inmunosupresores
meses(11). Estas pautas de más corta duración
– Insuficiencia renal crónica. Hemodiálisis
tienen su más clara indicación en coinfectados
– Desnutrición: gastrectomía, síndromes de
TB/VIH y en toxicómanos. En algunos casos
malabsorción y derivación intestinal
hay que sustituir rifampicina por rifabutina (Rb)
– Riesgo profesional: docentes y guarderías,
por su interacción con algunos antirretrovirales.
sanitarios, trabajadores con grupos de riesgo
Estas pautas cortas también estarían indicadas
(prisiones, asilos, centros de toxicómanos, etc.)
en pacientes que van a ser sometidos a tras-
– Riesgo social: asilados, reclusos, albergues,
plante, contactos de enfermos con posibles
psiquiátricos, etc.
resistencias a H, utilización de inmunosupre-
– Inmigrantes de bajo nivel económico
sores, corticoides, quimioterapia, inhibidores
*Se considera microepidemia cuando se diagnostican 3 del factor de necrosis tumoral alfa como el infli-
casos o más de TB relacionados en el espacio y el ximab, etc. El principal inconveniente de estas
tiempo, o cuando aparecen dos enfermos o más
generados por el mismo caso índice.
pautas es su mayor riesgo de toxicidad hepá-
**Personas que eran negativas para la tuberculina y han tica que a veces llega a ser grave(15).
virado a positivos en menos de dos años. A modo de resumen y como conclusiones par-
***Cicatrices pulmonares de antigua TB no tratada. Debe ticulares, pensamos que las pautas cortas de
descartarse la actividad y los cambios evolutivos.
QP se deberían utilizar en aquellos casos en
538 I. Rodríguez Blanco, C. Jurado Díaz, A. Sanz Cabrera, E. Molina Ortiz, J.A. Marín Torrado

Tabla V. Contraindicaciones del tratamiento de la infec- 9. Finalización de QPS/TIT.


ción tuberculosa 10. Cierre del estudio y evaluación global del
mismo. El cierre del estudio se efectúa si:
• Enfermedad tuberculosa activa de cualquier localización
• Se ha concluido el examen de todos los con-
• Antecedentes de TB o infección TB tratados
tactos censados.
correctamente
• Se ha concluido el estudio de los contactos
• Imposibilidad de cumplimiento y control del tratamiento
de los casos secundarios descubiertos en el
• Antecedentes de yatrogenia a los fármacos empleados ECC.
• Enfermedad hepática grave • Se ha analizado la necesidad o no de pres-
Tomada del Grupo de trabajo del área TIR de SEPAR(4). cribir quimioprofilaxis o tratamiento a cada
contacto.
• Se establece la conclusión final (curado, per-
que queramos mejorar el cumplimiento, cuan- dido, fallecido, etc.)(1).
do nos interese iniciar y finalizar el tratamien-
to lo más rápidamente posible, como podría NUEVAS TÉCNICAS DIAGNÓSTICAS
ser el caso de pacientes que estén esperando DE INFECCIÓN TUBERCULOSA
un trasplante y en aquellos casos en que se Recientemente han aparecido en el mercado
sospeche contacto con bacilos resistentes a H. nuevos test diagnósticos para la detección de infec-
En caso de utilizarlas se deben asociar al menos ción tuberculosa. Se basan en la determinación in
dos fármacos, conociendo que tiene una efi- vitro de niveles de interferón gamma (INF-γ) pro-
cacia similar a la pauta de H durante 12 meses ducido por los linfocitos T ante la estimulación por
y que la más eficaz es la que asocia rifampici- antígenos específicos de M. tuberculosis (ESAT-6,
na + pirazinamida durante 2 meses. CFP-10 y TB 7.7) que están ausentes en todas las
Las contraindicaciones para el TIT se resumen cepas que contiene la vacuna BCG y en la mayo-
en la Tabla V. ría de las micobacterias atípicas excepto M. kansa-
Una vez iniciado el TIT es aconsejable un con- sii, M. szulgai y M. marinum, con las grandes ven-
trol clínico mensual que incluirá el primer mes tajas que ello supone con respecto a la prueba de
y luego cada dos meses determinación de enzi- la tuberculina, que es mucho menos específica. Estos
mas hepáticas. Además, dichos controles ser- test se conocen como IGRAs (Interferon Gamma
virán para reforzar la adhesión al tratamiento(4). Release Assays). En la actualidad existen dos moda-
Si se sospecha incumplimiento, las pautas auto- lidades: el QuantiFERON-TB Gold (Cellestis) y el T-
administradas deberían ser sustituidas por pau- SPOT-TB (Oxford Immunotec). Ambos requieren la
tas de QPS supervisada semanal (TSS), inter- extracción de una muestra de sangre del paciente
mitente bisemanal o incluso, si fuera preciso, que hay que procesar e incubar durante un tiempo
directamente observada (TDO). con los antígenos referidos anteriormente, para más
En contagios de enfermos multirresistentes se tarde medir la producción de INF-γ.
pueden dar pautas de Z + etambutol (E) o Z El INF-γ es una de las moléculas más impor-
+ ofloxacino (Ox) o no dar nada y hacer con- tantes en el control de la tuberculosis. Es produci-
troles estrictos cada 3-6 meses durante al do por los linfocitos T CD4+, CD8+ y NK y activa
menos dos años(7). macrófagos infectados induciendo la liberación
6. Seguimiento de los contactos de riesgo no de IL-1 y TNF-α, que limitan el crecimiento de las
infectados. Segunda PT a los 2 meses del últi- micobacterias. La participación de INF-γ es impres-
mo contacto con el paciente. cindible en la respuesta inmune protectora frente
7. Descartar enfermedad tuberculosa en los a M. tuberculosis.
conversores. Como hemos comentado, existen dos tipos de
8. Retirada de QPP en los no conversores. IGRAs, con pequeñas diferencias entre ambos:
Tuberculosis. Estudio convencional de contactos. Profilaxis y tratamiento de la infección latente 539

1. QuantiFERON-TB Gold: el test se realiza incu- hay ningún protocolo sobre su utilización en el
bando 1 ml de sangre periférica anticoagulada momento de escribir este texto.
con heparina en distintos pocillos que contie- Es posible que se requieran más estudios para
nen suero salino como control negativo, fito- poder indicar su utilización de forma rutinaria en el
hemaglutinina como control positivo y los dis- diagnóstico de la infección tuberculosa e incluso en
tintos antígenos de M. tuberculosis. El periodo el de la enfermedad, donde también se tienen pues-
de incubación es de 16-24 horas a tempera- tas muchas esperanzas en estos test.
tura de 37 °C tras las cuales se determina la
concentración de INF-γ por ELISA(16). BIBLIOGRAFÍA
2. T-SPOT.TB: este test se basa en el mismo prin- 1. Grupo de Estudio de Contactos de la UITB. Documento
cipio que el anterior y se realiza de forma simi- de consenso sobre el estudio de contactos de los pacien-
lar, salvo que no utiliza sangre total, sino que tes tuberculosos. Med Clin (Barc) 1999; 112: 151-6.
requiere la separación de células mononucle- 2. Groups at Risk. Global tuberculosis programme. WHO
Report on the tuberculosis epidemic. Ginebra: WHO;
ares para su estimulación, y la concentración
1996.
de INF-γ se determina por ELISPOT en lugar de
3. Iseman MD, Bentz RR, Fraser RI, Locks MO, Ostrow
ELISA. Este test es más laborioso que el ante-
JH, Sewell EM. Guidelines for the investigation and mana-
rior y requiere más sangre y mayor tiempo de gement of tuberculosis contacts. Am Rev Respir Dis
preparación(17). 1976; 114: 459-63.
A la hora de interpretar los resultados de estos 4. Grupo de trabajo del área TIR de SEPAR. Normativa sobre
test podemos tener un resultado positivo (elevada la prevención de la tuberculosis. Arch Bronconeumol
producción de INF-γ), negativo o indeterminado. 2002; 38 (9): 441-51.
Ofrecen una serie de ventajas importantes con 5. Ruiz Manzano J, Parra O, Roig J, Manterola J, Abad J,
respecto a la prueba de la tuberculina: son más Morera J. Detección temprana de la tuberculosis median-
te el estudio de contactos. Med Clin (Barc) 1989; 92:
reproducibles, menos subjetivos en cuanto a su 561-3.
interpretación, no presentan reacción cruzada con
6. Vidal R, Miravitlles M, Caylá J, Torrella M, Martín N, De
la BCG, no precisan una segunda visita para reali- Gracia J. Estudio del contagio de 3.071 contactos fami-
zar su lectura, no producen efecto booster y su liares de enfermos con TB. Med Clin (Barc) 1997; 108:
resultado está disponible mucho antes. Además, 361-5.
han demostrado tener una mayor especificidad que 7. ATS. Torgeted tuberculin testing and treatment of latent TB
la prueba de la tuberculina, probablemente por dis- infection. Am Respir Crit Care Med 2000; 161: S221-47.
minuir los falsos positivos producidos por la BCG. 8. Joint Tuberculosis Commite of the British Society. Che-
En cuanto a sensibilidad, existen cifras muy dispa- motherapy and management of tuberculosis in the Uni-
ted Kingdom. Recommendations 1998. Thorax 1998;
res dependiendo de los estudios, si bien, parece
53: 536-48.
que es muy similar a la de la prueba de la tuber-
9. Smieja MJ, Marchetti CA, Cook DJ, Smail FM. Isoniazid
culina(18). Sus inconvenientes son que resultan más for preventing tuberculosis in non-HIV infected persons
caros (aunque hay estudios que indican que a la (Cochrane Review). En: The Cochrane Library, Issue 1,
larga reducen gastos con respecto a la prueba de 2003. Oxford: Update software.
la tuberculina)(19,20) y requieren un laboratorio con 10. Rose DN. Short-course prophylaxis against tuberculosis
personal adiestrado para su realización. in HIV-infected persons: a decision and cost-effective-
Las normas para la utilización de estos test son ness analysis. Ann Intern Med 1998; 129: 779-86.
distintas según los países. En EE.UU., las guías indi- 11. Wilkinson D. Drugs for preventing tuberculosis in HIV
infected persons (Cochrane Review). En: The Cochra-
can que se pueden emplear en los casos en que
ne Library, Issue 1, 2003. Oxford: Update Software.
esté indicada la prueba de la tuberculina(21), mien-
12. International Union Against Tuberculosis Commitee on
tras que las guías inglesas indican su utilización en Prophylaxis. 1982. Efficacy of various durations of iso-
caso de prueba de tuberculina positiva con vistas niazid therapy for tuberculosis: five years of follow-up in
a descartar un falso positivo(22). En nuestro país no the IUAT trial. Bull. WHO 1982; 60: 555-64.
540 I. Rodríguez Blanco, C. Jurado Díaz, A. Sanz Cabrera, E. Molina Ortiz, J.A. Marín Torrado

13, Caminero Luna JA. El tratamiento de la infección tuber- 18, Menzies D, Pai M, Comstock G. Meta-analysis: New Tests
culosa latente (TITL) en el control de la TB. Enf Emerg for the Diagnosis of Latent Tuberculosis Infection: Areas
2000; 3: 145-7. of Uncertainty and Recommendations for Research. Ann
14. Jasmer RM, Snyder DC, Chin DP, Hopewell PC, Cuth- Intern Med 2007; 146: 340-54.
bert SS, Paz EA et al. Twelve months of isoniazid com- 19. Diel R, Nienhaus A, Lange C, Schaberg T. Cost-optimi-
pared with four months of isoniazid and rifampin for per- zation of screening for latent tuberculosis in close con-
sons with radiographic evidence of previous tubercu- tacts. Eur Respir J 2006; 28: 35-44.
losis. Am J Respir Crit Care Med 2000; 162: 1648-52. 20. Wrighton-Smith P, Zellweger JP. Direct cost of three
15. CDC. Fatal and severe liver injuries associated with rifam- models for the screening of latent tuberculosis infection.
pin and pyrazinamide for latent tuberculosis infection. Eur Respir J 2006; 28: 45-50.
MMWR 2001; 50: 733-5. 21. Guidelines for Using the QuantiFERON®-TB Gold Test
16. Cellestis. QuantiFERON-TB Gold in Tube: Technical Infor- for Detecting Mycobacterium tuberculosis Infection, Uni-
mation. http://www.cellestis.com/IRM/content/aust/qtf- ted States. MMWR 2005; 54 (RR-15): 49-55.
products_tbgoldintube_techinfo.html 22. Tuberculosis: Clinical diagnosis and management of
17. T-SPOT-TB 8 An aid in the diagnosis of tuberculosis infec- tuberculosis, and measures for its prevention and con-
tion. http://www.oxfordimmunotec.com/na/downlo- trol. Clinical guideline 33. National Institute of Health
ads/TSPOT_TB_8_Well_UK_PI.pdf and Clinical Excellence (NICE), England. March 2006.
46
Tuberculosis.
Diagnóstico y tratamiento
J. Calvo Bonachera, M.S. Bernal Rosique, J.F. Medina Gallardo

INTRODUCCIÓN DIAGNÓSTICO DE LA INFECCIÓN


La tuberculosis (TBC) constituye en la actua- TUBERCULOSA
lidad en nuestro medio un problema sanitario de
primer orden. Asistimos a un incremento en su Concepto de infección y enfermedad
incidencia y a la aparición cada vez más frecuen- tuberculosa
te de cepas resistentes y multirresistentes. Los datos La infección tuberculosa es el resultado del
de incidencia y morbi-mortalidad a nivel mundial contacto de Mycobacterium tuberculosis con un
de la TBC han hecho que la OMS haya hecho de determinado individuo, dando lugar en su organis-
esta enfermedad una de sus prioridades sanitarias. mo a una respuesta inmune tipo hipersensibilidad
Aunque las bases fundamentales del diagnóstico celular retardada. Este estado de sensibilización se
y el tratamiento de esta enfermedad han variado diagnostica mediante la prueba de la tuberculina
poco en los últimos años, estamos asistiendo a la (PT). Las personas sólo infectadas no presentan ni
irrupción de nuevas técnicas diagnósticas que, síntomas, ni signos ni hallazgos radiológicos que
en los próximos años, pueden mejorar el manejo sugieran enfermedad activa. Un 10-15% de estos
de esta enfermedad. Las técnicas de diagnóstico individuos tienen riesgo de desarrollar enfermedad
in vitro de infección tuberculosa usando interferón a lo largo de su vida (infección tuberculosa latente).
gamma prometen complementar y mejorar algu- La enfermedad tuberculosa se caracteriza por
nas de las limitaciones que presenta la clásica prue- la presencia de síntomas, signos y hallazgos radio-
ba de la tuberculina. Frente al problema de las resis- lógicos que sugieren enfermedad activa. Los sín-
tencias y multirresistencias se dispone ya de méto- tomas, signos y hallazgos radiológicos dependerán
dos de detección rápida de resistencias a isonia- de la localización de la enfermedad. Nos vamos a
zida y rifampicina usando técnicas moleculares que referir en el presente capítulo exclusivamente a la
permiten orientar de forma precoz el tratamien- localización pulmonar.
to. Por otra parte, se están ensayando nuevos tra-
tamientos que probablemente permitan mejorar Diagnóstico de infección tuberculosa
el arsenal terapéutico actualmente disponible. Todos
estos avances en el diagnóstico y el tratamiento Prueba de la tuberculina
abren nuevas perspectivas para esta vieja enfer- El diagnóstico de infección tuberculosa se basa
medad. en el resultado de la prueba de la tuberculina(1).

541
542 J. Calvo Bonachera, M.S. Bernal Rosique, J.F. Medina Gallardo

Tabla I. Indicaciones de la prueba de la tuberculina Tabla II. Falsos negativos de la prueba de la tuber-
culina
• Pacientes con sospecha clínica y/o radiológica de tuber-
culosis Causas relacionadas con la persona a la que se
realiza la prueba (anergia tuberculínica)
• Convivientes y contactos de enfermos con tuberculosis
• Infecciones
• Grupos de riesgo enfermedad TBC: infectados por VIH,
– Víricas: VIH, sarampión, varicela, parotiditis
alcohólicos, drogadictos vía parenteral, enfermos de
– Bacterianas: fiebre tifoidea, brucelosis, tos ferina,
silicosis, diabetes, neoplasia, insuficiencia renal crónica,
varicela, formas graves de TBC
inmunodeprimidos, gastrectomizados, tratamientos con
– Fúngicas: blastomicosis
Ac. monoclonales anti TNF-α
• Vacunaciones con virus vivos: sarampión, parotiditis,
• Personas en riesgo de contraer y diseminar TBC:
varicela, polio
personal sanitario, personal de prisiones, maestros,
• Insuficiencia renal crónica
personal de guarderías, asilados, albergues, reclusos y
• Desnutrición grave
programas de toxicomanías
• Enfermedad de órganos linfoides
• Estudios epidemiológicos y control de programas antitu- • Sarcoidosis
berculosos • Corticoterapia y otros tratamientos inmunosupresores
• Edad avanzada
• Situaciones de estrés: cirugía, quemados...
Esta prueba pone de manifiesto un estado de hiper- Causas relacionadas con la técnica de la prueba
sensibilidad del organismo frente a proteínas del • Tuberculina empleada inadecuada: mala
bacilo tuberculoso adquirida por un contacto pre- conservación, exposición a la luz o el calor
vio con el mismo. La vacunación previa (BCG) o el • Método de administración: inyección subcutánea o
contacto previo con micobacterias ambientales demasiado superficial, cantidad de tuberculina
puede positivizar la PT. La PT está indicada en todas insuficiente
las situaciones en las que interesa confirmar o des- • Lectura del resultado: inexperiencia, error en la
cartar infección tuberculosa (Tabla I). lectura o en su registro
La PT positiva no es sinónimo de enferme-
dad tuberculosa, sólo indica contacto previo con el
bacilo tuberculoso. Al interpretar la PT tendremos que tener en
La PT se realiza, según la técnica de Mantoux, cuenta que determinadas situaciones de anergia
por administración intradérmica en cara anterior del tuberculínica o debilitación de la sensibilización a
antebrazo de 2 unidades de tuberculina PPD RT- tuberculina pueden dar lugar a falsos negativos
23. La lectura se hace a las 48 y 72 horas, midien- (Tabla II). Por otra parte, hay que tener también en
do sólo la induración, no el eritema, y expresando cuenta que tras la infección por M. tuberculosis han
el resultado en mm de induración, medida en el de transcurrir de 2 a 12 semanas para que los lin-
eje transversal del antebrazo. focitos T sensibilizados hayan pasado a la sangre y
puedan reconocer la tuberculina depositada en la
Interpretación de la prueba dermis. Durante este tiempo (periodo ventana),
de la tuberculina aunque exista infección, no se obtiene respuesta a
Se considera una PT positiva cuando se mide la PT.
una induración igual o mayor de 5 mm. En pacien- Si por ausencia de infección micobacteriana
tes vacunados con BCG se considera positiva una y/o vacunación BCG previas no existe hipersensi-
induración mayor a 15 mm. Induraciones de 5- bilidad tuberculínica, la realización de repetidos Man-
14 mm en pacientes vacunados con BCG pue- toux no induce sensibilidad a la tuberculina. Sin
den tener origen vacunal y deben ser valoradas indi- embargo, la tuberculina ejerce un estimulo o empu-
vidualmente. je (efecto booster) sobre la sensibilidad tubercu-
Tuberculosis. Diagnóstico y tratamiento 543

Tabla III. Detección del efecto booster de la tuberculina

Primer Mantoux < 5 mm


Vacunados con BCG y no vacunados mayores de 65 años

Segundo Mantoux a los 7-10 días (2º escalón)

Mantoux < 5 mm negativo Mantoux ≥ a 5 mm

Vacunados con BCG No vacunados BCG

Mantoux 5-14 mm Mantoux > 15 mm Mantoux positivo


Mantoux positivo Mantoux positivo (infección tuberculosa natural)
(de origen vacunal) (infección tuberculosa natural)

línica preexistente, de manera que posteriores PT Diagnóstico in vitro de la infección


positivas pueden interpretarse erróneamente como tuberculosa
conversión tuberculínica. En los últimos años se han desarrollado téc-
Por tanto, el efecto booster consiste en la posi- nicas de laboratorio para el diagnóstico de la infec-
tivización de la PT previamente negativa por efec- ción tuberculosa. Se han desarrollado dos tipos
to empuje de la tuberculina en pacientes vacuna- de técnicas: unas se basan en la detección del
dos o con sensibilidad disminuida a la tuberculina(2). interferón gamma (IFN-γ) liberado como respuesta
Para detectar el efecto booster se realiza una a la estimulación in vitro con antígenos específi-
segunda PT a los 7-10 días de la PT que resultó cos de M. tuberculosis de células T sensibilizadas
negativa (prueba de 2º escalón). Está PT de 2º esca- de sangre periférica (QuantiFERON) y otras miden
lón está indicada en pacientes con sensibilidad células mononucleares en sangre periféricas pro-
tuberculínica debilitada (mayores de 65 años) y ductoras de IFN-γ (T-SPOT.TB). Ambas técnicas
pacientes vacunados. El resultado de esta segun- muestran una sensibilidad similar o mayor a la PT
da PT será el que se tome como definitivo. y una especificidad mayor a PT en pacientes pre-
En resumen, cuando el resultado del Mantoux viamente vacunados de TBC(3,4). Estas técnicas
sea negativo, excluidas las situaciones de anergia, se permiten discriminar a los individuos infectados
debería sospechar que puede ser por debilitamien- por M. tuberculosis de los que han sido vacuna-
to y no por ausencia de infección en pacientes con dos con la vacuna antituberculosa y de los expues-
antecedentes de vacuna BCB o mayores de 65 años, tos a otras micobacterias. Permiten igualmente
estando indicado realizar una PT de 2º escalón, que detectar los falsos negativos por situaciones de
se interpretará de acuerdo con la Tabla III. anergia. Tienen la ventaja también de que pue-
La conversión tuberculínica consiste en la detec- den repetirse inmediatamente sin que produzcan
ción de un resultado de PT positivo en una perso- efecto refuerzo.
na con respuesta negativa previa a la tuberculina, Estas técnicas presentan también ventajas
con una variación entre ambas mayor de 6 mm, o adicionales respecto a la PT convencional ya que
15 mm en vacunados con BCG, en un período evitan la subjetividad de la interpretación, son
menor de 2 años. Supone infección reciente por más rápidas, pueden repetirse y son de fácil estan-
TBC, descartando previamente efecto booster. darización en el laboratorio. Tienen el inconve-
La interpretación de la PT dependerá, por tanto, niente de su mayor coste económico, por lo que
de la vacunación previa o no BCG y contacto pre- se precisan más estudios para valorar su eficien-
vio reciente con pacientes TBC. La PT no permite cia. Puede tener utilidad usadas de forma com-
distinguir entre infección y enfermedad porque en binada con la tuberculina en situaciones con-
ambos casos es positiva. cretas.
544 J. Calvo Bonachera, M.S. Bernal Rosique, J.F. Medina Gallardo

DIAGNÓSTICO DE ENFERMEDAD bién un curso lento de dolor torácico, disnea y sín-


TUBERCULOSA tomas generales asociados. Se deben buscar sín-
El diagnóstico de la enfermedad tuberculosa tomas de las localizaciones extrapulmonares (dis-
es microbiológico. Requiere el aislamiento y culti- fonía, dolor óseo, cefalea...). En pacientes con TBC
vo de Mycobacterium tuberculosis (MT) en mues- y SIDA predominan los síntomas generales.
tras biológicas. El contexto clínico y los hallazgos En pacientes con sospecha de TBC la explora-
radiológicos y analíticos pueden hacer sospechar ción física debe ser sistemática. Se deben explo-
el diagnóstico y poner en marcha los procedimientos rar adenopatías en territorios accesibles y lesiones
para la obtención de muestras adecuadas para el cutáneas sugestivas de TBC tales como el erite-
diagnóstico bacteriológico. ma nodoso. Se deben buscar signos característicos
de localizaciones extrapulmonares.
Manifestaciones clínicas
Los síntomas iniciales de la tuberculosis pul- Analítica
monar son insidiosos y poco expresivos en la mayor No hay ningún dato analítico que se asocie
parte de los casos, lo que puede llevar a demoras específicamente a TBC. Los pacientes con enfer-
diagnósticas de varios meses. La demora media de medad tuberculosa suelen presentar VSG elevada.
diagnóstico de TBC es de unos tres meses en nues- En casos de larga evolución podemos encontrar
tro medio, considerándose que la demora acepta- hipoproteinemia y anemia de trastornos crónicos.
ble para el diagnóstico de la TBC pulmonar no debe En las formas agudas febriles puede haber leuco-
ser superior a 3 semanas. El retraso en el diagnós- citosis neutrófila y linfocitosis en las formas sub-
tico provoca aumento de la morbilidad y las secue- agudas o crónicas. Se puede observar a veces dis-
las así como aumento de la posibilidad de contagio creto aumento de enzimas hepáticas que suele
a otras personas. No hay síntomas ni signos patog- estar asociado a síndrome tóxico. Algunas formas
nomónicos de TBC pulmonar que permitan dife- graves de TBC pueden cursar con hiponatremia por
renciarla de otras enfermedades broncopulmona- secreción inadecuada de ADH.
res. Los síntomas de enfermedad tuberculosa pue-
den ser agudos, subagudos o crónicos. Por otra parte, Manifestaciones radiológicas
se trata de síntomas inespecíficos tales como pér- No hay ningún signo ni patrón radiológico patog-
dida de peso, sudoración nocturna, astenia, anore- nomónico de TBC. Las imágenes radiológicas pue-
xia y fiebre o febrícula de evolución más o menos den sugerir el diagnóstico de TBC pero no estable-
prolongada. Más orientativos pueden resultar sínto- cerlo por sí mismas. Tampoco el pronóstico y la res-
mas respiratorios como tos, expectoración muco- puesta al tratamiento se pueden valorar decisivamente
purulenta o hemoptoica, hemoptisis, disnea o dolor por la evolución radiológica ya que la regresión de las
torácico. En pacientes adultos con síntomas respi- lesiones puede durar varios meses. La radiología de
ratorios persistentes como tos o expectoración de tórax en el diagnóstico de TBC es una técnica muy
más de 15 días de evolución que no mejora con sensible pero poco especifica. Algunas formas de TBC
tratamiento o síndrome constitucional de origen no primaria y en pacientes VIH severamente inmuno-
filiado es necesario descartar TBC pulmonar. deprimidos pueden tener radiografía de tórax normal.
La primoinfección TBC pulmonar, propia de El espectro de manifestaciones radiológicas de la TBC
niños, suele ser asintomática o dar síntomas ines- pulmonar es muy amplio aunque pueden recono-
pecíficos. cerse patrones radiológicos concretos relacionados
La TBC pulmonar del adulto suele tener un con la forma clínica de presentación(5).
curso subagudo con tos, expectoración, cuadro cons-
titucional, aunque a veces puede presentarse como Primoinfección TBC
un cuadro de inicio agudo, recordando una neu- Es la forma de presentación en niños y ado-
monía bacteriana. La localización pleural tiene tam- lescentes. Radiológicamente se caracteriza por la
Tuberculosis. Diagnóstico y tratamiento 545

presencia de pequeños infiltrados alveolares (com- de que un sujeto con Mantoux positivo padezca
plejo primario) asociados, en la mayoría de los casos, una TBC activa).
a adenopatías hiliares o muestran sólo adenopa-
tías hiliares sin afectación parenquimatosa. Diagnóstico microbiológico
El diagnóstico microbiológico de enfermedad
TBC pulmonar del adulto (secundaria) tuberculosa se establece en tres etapas sucesi-
Se caracteriza por la afectación predominante vas: 1) Demostración de bacilos ácido-alcohol resis-
en lóbulos superiores. Son características las lesio- tentes (BAAR) mediante tinciones específicas. 2)
nes cavitadas en lóbulos superiores, infiltrados cavi- El aislamiento de M. tuberculosis en cultivo puro
tados, patrón de diseminación broncógena e imá- y posterior identificación de especie. 3) En deter-
genes nodulares satélites. La presentación radioló- minados casos, estudio de sensibilidad in vitro a
gica puede ser a veces como condensación paren- fármacos antituberculosos.
quimatosa difícil de distinguir de una neumonía En relación a las micobacterias hay que tener
bacteriana de otra etiología. En pacientes VIH o dia- en cuenta dos cosas: 1) Las micobacterias requie-
béticos es más frecuente la afectación en lóbulos ren tinciones específicas para su identificación debi-
inferiores. do a la alta cantidad de lípidos de pared que pose-
en. 2) Son de crecimiento lento, por lo que los cul-
Tuberculosis miliar tivos en medios sólidos deben incubarse durante
Puede ser una manifestación de enfermedad 8 semanas.
primaria o postprimaria. El patrón radiológico típico La sospecha diagnóstica de TBC de localiza-
se caracteriza por múltiples nódulos finos de tama- ción pulmonar establecida mediante los datos clí-
ño inferior a 3 mm, predominando en lóbulos infe- nicos y radiológicos obliga a la obtención de mues-
riores. tras respiratorias adecuadas para obtener el diag-
nóstico microbiológico. La muestra más fácil, acce-
TBC en pacientes VIH sible y rentable es el esputo. Deben recogerse,
En pacientes poco inmunodeprimidos las mani- siempre que sea posible, muestras de esputo antes
festaciones son similares a las de la TBC postpri- de iniciar el tratamiento. La recogida de muestras
maria. En caso de inmunosupresión severa predo- de esputo debe hacerse según procedimientos
mina la afectación ganglionar y la diseminación estandarizados que garanticen la idoneidad de
hematógena. las mismas. Dado que la liberación de bacilos no
es continua y que se requieren cantidades de gér-
Prueba de la tuberculina menes por encima de 10.000/ml de muestra, se
La realización de la prueba de la tuberculina recomienda la obtención de tres muestras seria-
en caso de sospecha de enfermedad TBC tiene das en días sucesivos. En pacientes que no pue-
interés para conocer la existencia de contacto pre- den expectorar está indicada la obtención de espu-
vio con M. tuberculosis. Su negatividad no exclu- to inducido. En caso de no poder obtener mues-
ye enfermedad tuberculosa y su positividad no tra válida de esputo está indicada la realización de
equivale a enfermedad tuberculosa. En niños una broncoscopia para estudio microbiológico de bron-
PT positiva puede ser de gran ayuda en el diag- coaspirado, lavado bronquioalveolar y biopsias bron-
nóstico de TBC ya que, en un contexto clínico ade- quiales y transbronquiales. Si hay adenopatías acce-
cuado, una PT positiva hace muy probable la pre- sibles se debe obtener material por aspiración para
sencia de enfermedad tuberculosa. En grupos de tinción y cultivo de micobacterias y remitir biopsia
alto riesgo de padecer TBC (infectados VIH, sili- para estudio histológico y bacteriológico. En caso
cóticos, pacientes con enfermedades o fármacos de derrame pleural asociado se debe enviar mues-
inmunosupresores...) la PT positiva tiene también tra de líquido pleural y biopsias pleurales para exa-
un valor predictivo positivo alto (alta probabilidad men directo y cultivo.
546 J. Calvo Bonachera, M.S. Bernal Rosique, J.F. Medina Gallardo

Todas las técnicas microbiológicas son muy Los medios sólidos son de más lento creci-
específicas, pero su sensibilidad vendrá condicio- miento, como el medio clásico de Lowenstein-Jen-
nada por la calidad y el procesamiento de la mues- sen, que precisa 8 semanas de incubación.
tra recogida. Los medios líquidos son más rápidos. Es reco-
mendable cuantificar el número de colonias obte-
Tinción y examen microscópico nidas por cultivo.
La baciloscopia mediante la técnica de Ziehl- Métodos de cultivo líquido radiométricos (BAC-
Neelsen continúa siendo la base del diagnóstico TEC 12B): detectan automáticamente el crecimiento
y seguimiento de la TBC por ser una técnica sen- micobacteriano midiendo la cantidad de CO2 pro-
cilla, rápida, reproducible y de bajo coste, permi- ducida por la metabolización de sustratos marca-
tiendo detectar a los enfermos contagiosos. Para dos con C14. En relación con los medios conven-
el diagnóstico microbiológico de micobacterias se cionales de cultivo estos métodos son más rápidos
utilizan tinciones especiales: la clásica tinción de (15-20 días en la detección del crecimiento) y más
Ziehl-Neelsen para bacilos ácido-alcohol resisten- sensibles. Requieren manejar sustancias radioacti-
tes y la tinción de auramina. Ambas tinciones son vas. Se están utilizando técnicas de fluorimetría que
igualmente eficaces y se basan en el mismo prin- permiten obviar el inconveniente de trabajar con
cipio. La tinción de auramina es de más rápida sustancias radioactivas.
realización. La demostración de BAAR en un exa- Existen también métodos bifásicos (fase sóli-
men microscópico sólo proporciona un dato diag- da y fase líquida) no radiométricos, más sensibles
nóstico de presunción, ya que la ácido-alcohol aunque algo más lentos que el sistema BACTEC.
resistencia no es específica de M. tuberculosis. La Por último, se dispone de técnicas de hemo-
no observación de BAAR tampoco descarta el diag- cultivo para micobacterias de gran utilidad en
nóstico. La tinción y examen directo es el proce- pacientes que presentan formas diseminadas de
dimiento más fácil y rápido que se puede efec- TBC. Las técnicas más eficaces son la de lisis-cen-
tuar y puede proporcionar al clínico una confir- trifugación y técnicas radiométricas. Su uso está
mación preliminar del diagnóstico. Es un proce- indicado en pacientes VIH severamente inmuno-
dimiento con alta especificidad (superior al 95%) deprimidos y en el estudio de fiebre de origen des-
pero menor sensibilidad. La sensibilidad puede conocido.
incrementarse mediante la concentración de la Actualmente la utilización combinada de un
muestra. medio sólido y un medio líquido se considera lo
más adecuado para obtener una mayor sensibili-
Cultivo e identificación dad y rapidez.
de micobacterias La identificación de las cepas de M. tubercu-
Junto a la baciloscopia de esputo el cultivo es losis puede realizarse mediante pruebas bioquími-
la otra técnica básica para el diagnóstico de TBC. cas sencillas aunque lentas. Como la identificación
Hay que tener en cuenta que: 1) El cultivo y ais- es lenta y laboriosa, se dispone de otras técnicas
lamiento de MT da el diagnóstico de certeza. Es como sondas de ADN específicas, secuenciación
la técnica más rentable y sensible, sobre todo en de ácidos nucleicos, hibridación reversa y croma-
las formas paucibacilares, en las que las bacilosco- tografía que permiten diferenciar las distintas espe-
pias pueden ser negativas. 2) Se precisa aislamiento cies de micobacterias.
previo en cultivo para posterior identificación de
la especie. 3) La negativización de los cultivos es Nuevas técnicas de diagnóstico:
indicadora de curación. amplificación génica de ADN o ARN
Se dispone de distintos medios de cultivo: sóli- Estas técnicas que generan millones de copias
dos, líquidos radiométricos, líquidos no radiométri- de ácido nucleico específico del complejo M. tuber-
cos y bifásicos. culosis permiten establecer diagnósticos rápidos.
Tuberculosis. Diagnóstico y tratamiento 547

La sensibilidad y especificidad cuando la tinción de TRATAMIENTO DE LA ENFERMEDAD


Ziehl-Neelsen es positiva son cercanas al 100%. TUBERCULOSA
En muestras con tinción de Ziehl-Neelsen negativa
la sensibilidad oscila entre el 50 y el 80%. Se pue- Tratamiento estándar
den dar entre 1 y 5% de falsos positivos. La utili- El tratamiento de la enfermedad tuberculosa
zación de estas técnicas debe reservarse para casos tiene como premisas fundamentales, desde el punto
especiales. Estas técnicas se realizan en muestras de vista bacteriológico, las siguientes:
directas y permiten obtener el resultado en pocas 1. Es preciso asociar varios fármacos para pre-
horas(6,7). venir la aparición de resistencias. Toda mono-
terapia real o encubierta llevará ineludiblemente
Estudios de sensibilidad in vitro al fracaso y a la selección de resistencias.
(antibiograma) 2. El tratamiento tiene que ser prolongado para
Se dispone de distintos métodos sólidos y líqui- evitar la recidiva, en base a las distintas velo-
dos, radiométricos y no radiométricos, para el estu- cidades de crecimiento de las poblaciones baci-
dio de la sensibilidad in vitro. Los medios líquidos lares coexistentes.
son más rápidos. 3. La mala cumplimentación o el abandono del
Las pruebas de susceptibilidad a fármacos están tratamiento favorece la aparición de resisten-
bien estandarizadas para fármacos de primera línea, cias.
especialmente para isoniazida y rifampicina. Para Los fármacos para el tratamiento de la tuber-
fármacos de segunda línea las pruebas no están culosis se clasifican en dos grupos en función de
completamente estandarizadas y los resultados son su eficacia, potencia y efectos tóxicos:
menos fiables. • Fármacos de primera línea: de elección para
Es obligatorio realizar antibiograma en TBC grave el tratamiento de casos iniciales.
con compromiso vital, enfermos con fracaso tera- – Bactericidas: isoniazida (H), rifampicina (R),
péutico, exposición a un caso índice resistente e pirazinamida (Z) y estreptomicina (S).
inmigrantes procedentes de países con alta inci- – Bacteriostáticos: etambutol (E).
dencia de resistencia primaria y es aconsejable • Fármacos de segunda línea: son menos acti-
en pacientes con recidiva y tratamiento previo. En vos y con más efectos secundarios. Se usan
la actualidad se recomienda la realización sistemá- para las formas de TBC resistentes a los de pri-
tica de test de sensibilidad a drogas de primera línea mera línea o en situaciones clínicas especiales.
en las muestras basales positivas de todo pacien- Algunos son difíciles de conseguir y sólo deben
te con TBC, repitiéndose a los tres meses si per- ser manejados por personas expertas en tra-
siste cultivo positivo. tamiento y retratamiento de TBC.
Recientemente se han introducido pruebas de Fármacos de 2ª línea: protionamida, etionami-
detección rápida de resistencias a rifampicina e iso- da, capreomicina, kanamicina, amikacina, ácido
niazida basadas en técnicas de biología molecular. paraaminosalicílico (PAS), cicloserina, rifabutina, cla-
Estas técnicas usan muestra directa y aporta el resul- ritromicina, rifapentina, ofloxacino, ciprofloxacino,
tado en pocas horas(8). levofloxacino y moxifloxacino.
En España la tasa de resistencias primarias a
Diagnóstico anatomopatológico isoniazida se asume que está por debajo del 5%,
Estudio histológico de muestras obtenidas por aunque puede variar de una región a otra, por lo
punción-aspiración con aguja fina y biopsia. Es espe- que se recomienda, de entrada, un esquema de
cialmente útil en las formas de TBC extrapulmonar. tratamiento de seis meses de duración, los dos pri-
Los hallazgos característicos de TBC son los gra- meros meses con tres o cuatro fármacos (fase de
nulomas caseificantes, aunque debe confirmarse inducción) y posteriormente 4 meses más con dos
con cultivo microbiológico. fármacos (fase de consolidación). En la fase de
548 J. Calvo Bonachera, M.S. Bernal Rosique, J.F. Medina Gallardo

Tabla IV. Fármacos de primera elección en el tratamiento de la TBC

Fármaco Dosis diaria 2 dosis/semana Efectos secundarios Control

Isoniazida 5 mg/kg 15 mg/kg Neuritis, hepatitis, GOT, GPT


(Cemidon®) Máximo 300 mg/día Máximo 900 mg hipersensibilidad

Rifampicina (Rifaldin® 10 mg/kg 10 mg/kg Hepatitis, reacción GOT, GPT


o Rimactan®) Máximo 600 mg/día Máximo 600 mg febril, púrpura

Pirazinamida < 50 kg: 1,5 g < 50 kg: 2,5 g Hiperuricemia Ácido úrico, GOT, GPT
(Pirazinamida 51-74 kg: 2 g 51-74 kg: 3 g Hepatotoxicidad
Prodes® 250) > 75 kg: 2,5 g > 75 kg: 3,5 g

Etambutol 25 mg/kg 2 meses y 50 mg/kg Neuritis óptica, Agudeza visual, colores


(Myambutol® 400) después 15 mg/kg Máximo 3 g/día rash cutáneo
Máximo 2,5 g/día

Estreptomicina 15 mg/kg 25-30 mg/kg Lesión VIII par Función vestibular, audio-
Máximo 1 g/día Máximo 1 g metría, urea, creatinina

inducción usamos una asociación de fármacos con cuentes interacciones de los fármacos antituber-
acción bactericida, eliminando rápidamente un gran culosos con otros fármacos.
número de bacilos de multiplicación rápida. En la Es recomendable el uso de preparados que
fase de consolidación usamos fármacos con poder combinan dosis fijas de H, R, Z y E y dosis fijas de
esterilizante para eliminar los bacilos de crecimiento H y R porque mejoran el cumplimiento terapéuti-
lento e intermitente. co y evitan la monoterapia.
La pauta de tratamiento recomendada actual- En grupos de población con una alta inciden-
mente en nuestro país para casos iniciales de TBC cia de incumplidores (indigentes, alcohólicos, dro-
pulmonar consiste en la asociación de isoniazida, godependientes, presos) o situaciones con aban-
rifampicina, pirazinamida y etambutol durante los donos previos del tratamiento, es recomendable el
dos primeros meses (2HRZE) y posteriormente con- tratamiento directamente observado con pautas
tinuación con isoniazida y rifampicina durante cua- intermitentes administrando los fármacos dos o tres
tro meses más (4HR) hasta completar seis meses veces por semana o el ingreso hospitalario para
de tratamiento(9). La indicación de añadir etambu- garantizar el cumplimiento.
tol a todos los pacientes se ha establecido para cubrir La dosificación, efectos secundarios y contro-
la posibilidad de resistencia primaria elevada a iso- les de los fármacos antituberculosos de primera
niazida. El etambutol puede eliminarse del trata- línea se muestran en la Tabla IV.
miento cuando se reciba antibiograma que mues- Antes de iniciar el tratamiento para TBC debe-
tre sensibilidad a los fármacos de primera línea. mos clasificar al paciente dentro de alguna de las
Esta pauta de tratamiento de seis meses tiene siguientes situaciones:
alto poder bactericida y esterilizante, presenta esca- • Caso inicial: nunca ha recibido tratamiento o
so número de recidivas (inferior al 1-2%), tiene lo ha realizado de forma correcta durante
pocos efectos secundarios y es más económica menos de un mes. Tratamiento con pauta
que el régimen estándar de 9 meses. estándar.
Las dosis de los quimioterápicos utilizados debe- • Abandono: interrupción del tratamiento por un
rán ser ajustadas para el peso del paciente, se admi- período superior a siete días en la fase de induc-
nistraran diariamente, de una sola vez, por la maña- ción, o un mes en la fase de consolidación.
na y en ayunas. Habrá que tener en cuenta las fre- En caso de abandono se deben realizar nuevos
Tuberculosis. Diagnóstico y tratamiento 549

cultivos: 1) si son positivos, se debe reiniciar el • Si no se puede usar la isoniazida: 2 meses


tratamiento con la misma pauta; 2) si son nega- etambutol, pirazinamida y rifampicina (2 EZR)
tivos, se debe acabar el tratamiento anterior; 3) + 10 meses etambutol y rifampicina (10 ER).
si ha pasado más de un año desde el aban- • Si no se puede utilizar rifampicina: 2 meses
dono del tratamiento y los cultivos son negati- etambutol, pirazinamida e isoniazida (2 EZH)
vos, se debe realizar seguimiento bacteriológi- + 10 meses etambutol e isoniazida (10 EH).
co durante un año más, sin tratamiento, reini- • Si no se puede utilizar la pirazinamida: 2 meses
ciándolo si algún cultivo es positivo. etambutol, rifampicina e isoniazida (2 ERH)
• Recaída: aparecen dos o más cultivos positi- + 7 meses isoniazida y rifampicina (7 HR), o
vos consecutivos en un paciente que había bien 2 meses estreptomicina, rifampicina e iso-
completado el esquema terapéutico estableci- niazida (2 SRH) + 7 meses isoniazida y rifam-
da y dado de alta por curación. Cuando el picina (7 HR).
paciente ha realizado correctamente el trata-
miento no suele haber resistencias y puede Pautas no estándar por resistencias.
reinstaurarse la misma pauta de tratamiento El problema de las resistencias
previa con una duración más prolongada (9- Las resistencias a fármacos antituberculosos de
12 meses). Si el tratamiento fue irregular debe primera línea suponen ya un problema a nivel mun-
instaurarse un retratamiento con fármacos nue- dial. La OMS en su informe de 2008 estima una
vos hasta tener los resultados del antibiograma. resistencia global a rifampicina e isoniazida del 5,8%,
• Fracaso terapéutico: cultivos positivos hasta el con amplias variaciones de unos países a otros. A
cuarto mes sin descenso significativo del núme- este problema se añade la presencia cada vez más
ro de colonias, o bien cuando aparecen dos cul- frecuente en algunos países de cepas con resis-
tivos positivos, tras dos cultivos negativos con- tencia extendida a fármacos de primera línea y
secutivos, con número creciente de colonias. segunda línea (cepas con resistencia extrema). Los
Supone resistencia a los fármacos empleados. pacientes con cepas multirresistentes y sobre todo
con cepas de extrema resistencia son de difícil
Tratamiento con pautas no estándar manejo y pronóstico incierto, sobre todo si asocian
Las pautas no estándar son aquellas que con- alguna enfermedad inmunosupresora, como el SIDA.
tienen una combinación de fármacos distinta a la El fenómeno de la globalización ha dado lugar a la
indicada para los tratamientos iniciales. Las pau- presencia de estas cepas multirresistentes en nues-
tas no estándar se caracterizan por tener una dura- tro medio. Esta situación ha llevado a desarrollar
ción superior a los seis meses (entre 9 y 24 meses), nuevas técnicas de laboratorio para diagnóstico rápi-
prolongar más de dos meses la toma de piracina- do de resistencias a rifampicina e isoniazida con
mida, etambutol o estreptomicina en la fase inicial buena sensibilidad y especificidad para rifampicina
e incluir en la mayoría de las ocasiones fármacos y menor especificidad para isoniazida. El método
de segunda línea. que se ha propuesto como de referencia es el de
Usaremos pautas no estándar en las siguien- la nitrato reductasa(10). Por otra parte, las resisten-
tes situaciones: 1) Intolerancia, toxicidad, interac- cias también afectan al tratamiento ya que incre-
ciones o contraindicación de algunos de los fár- mentan de forma importante su duración y coste,
macos de la pauta estándar. 2) Resistencias incrementando igualmente su toxicidad.
Por tanto, la presencia de cepas resistentes a
Pautas no estándar por intolerancia, los antituberculosos de primera línea obligará tam-
toxicidad o contraindicación bién a modificar la pauta estándar de tratamiento.
En caso de intolerancia o contraindicación de Existen dos tipos de resistencias a los fármacos anti-
alguno de los fármacos antituberculosos de primera tuberculosos: 1) Resistencia primaria: es aquella
línea existen pautas alternativas: que presentan pacientes que nunca han recibido
550 J. Calvo Bonachera, M.S. Bernal Rosique, J.F. Medina Gallardo

Tabla V. Situaciones con mayor grado de sospecha dos hasta recibir las pruebas de sensibilidad. El retra-
de resistencias tamiento debe realizarse en centros especializados
y por personal especializado, ya que se tienen que
• Fracasos terapéuticos
utilizar fármacos de segundo nivel, con menor acti-
• Inmigrantes procedentes de países con altas tasas de
vidad antibacilar y mayor toxicidad(11,12).
resistencias
• Recaídas
Tratamiento antituberculoso
• Contactos íntimos de un paciente con TBC resistente en situaciones especiales
• Infectados por el VIH • Embarazo y lactancia: es aconsejable evitar
el embarazo durante el tratamiento. Se puede
usar la pauta habitual de tratamiento. Está con-
tratamiento antituberculoso previo. 2) Resistencia traindicada la estreptomicina. La lactancia mater-
secundaria o adquirida: se adquiere por la utiliza- na no está contraindicada durante el trata-
ción inadecuada de los fármacos antituberculosos, miento. Se recomienda administrar un suple-
con selección de cepas resistentes. mento de piridoxina a las embarazadas que
Determinadas situaciones (Tabla V) se asocian reciben H.
a mayor grado de sospecha de cepas resistentes. • Silicosis: en pacientes con silico-tuberculosis
En nuestro medio, para estudio de resistencias se recomienda un tratamiento más prolonga-
se deben solicitar pruebas para identificación y do, administrando RHZ durante 2 meses y con-
detección rápida de mutaciones asociadas a resis- tinuar con RH durante 8 a 12 meses más.
tencia a isoniazida y rifampicina en aquellos cen- • Insuficiencia renal: la R puede administrarse
tros en los que esté disponible como primer esca- a su dosis habitual en la insuficiencia renal ya
lón para diagnóstico de resistencias. Estas pruebas que su eliminación es fundamentalmente biliar.
se pueden realizar a partir de muestra directa (baci- La H puede usarse también a su dosis habi-
loscopia positiva) o a partir de cultivo positivo en tual. La dosis de pirazinamida debe reducirse
medio líquido. en casos de insuficiencia renal severa (20
Además de lo anterior se solicitará antibiogra- mg/kg/día). La mayoría de los fármacos anti-
ma convencional para los fármacos tuberculostá- tuberculosos de primera línea son dializables,
ticos de primera línea en todos los casos sobre cul- por lo que en pacientes en hemodiálisis debe
tivo positivo en medio líquido. En caso de sospe- darse la medicación antituberculosa después
cha de multirresistencia o resistencia extrema se de la diálisis. Deben evitarse estreptomicina y
debe solicitar antibiograma ampliado para fárma- etambutol porque se eliminan por vía renal.
cos de segunda línea. • Pacientes VIH+ o inmunodeprimidos: se
El tratamiento inicial se deberá modificar en recomiendan pautas más largas de tratamien-
enfermos que puedan haber desarrollado resis- to: 2 meses HRZE y 7 meses HR. Requieren
tencias por monoterapia previa con R o Z supe- un seguimiento más estrecho por mayor núme-
rior a 15 días u otros tipos de administración inco- ro de resistencias, recaídas, efectos adversos e
rrecta de la quimioterapia que permita la aparición interacciones medicamentosas. La rifampicina
de resistencias secundarias. presenta interacción farmacológica con inhi-
Hablamos de retratamiento cuando usamos bidores de proteasa y con algún inhibidor de
pautas no estándar en pacientes que cumplan cri- transcriptasa inversa. Se recomienda iniciar pri-
terios de fracaso terapéutico o tras una recidiva con mero el tratamiento de TBC con pauta están-
bacilos resistentes a algún fármaco de primera línea. dar y posteriormente tratamiento antirretroviral
El retratamiento se realizará con tres fármacos nunca si la situación clínica del paciente lo permite. Si
administrados previamente a los que se puede aña- no es posible usar rifampicina se puede susti-
dir uno o más de los “dudosos” antes administra- tuir por rifabutina.
Tuberculosis. Diagnóstico y tratamiento 551

• Hepatopatías: se puede usar la pauta están- lenta que la mejoría clínica. Se deben realizar con-
dar de 6 meses, aunque la posible toxicidad troles clínicos en el 2º, 4º y 6º meses de tratamiento,
hepática obliga a controles semanales las dos aprovechando la visita para comprobar evolución
primeras semanas y bisemanales los dos meses clínica, cumplimentación terapéutica y detectar y
siguientes. En hepatopatías con predominio de corregir errores de tratamiento y yatrogenia. Se rea-
citolisis es conveniente renunciar a Z y H y, lizará analítica con perfiles hepático, renal y ácido
en casos de colestasis sin citolisis a la R. úrico en el 2º y 4º meses. En pacientes en los que
• Corticoides: el tratamiento con corticoides sólo se detecten alteraciones analíticas o con riesgos de
se debe valorar en tres situaciones: TBC menín- yatrogenia (hepatópatas) se realizarán controles
gea, TBC miliar con estado tóxico y en la TBC analíticos cada 15 días o cada mes.
pericárdica con el fin de disminuir el riesgo El mejor método para el seguimiento de la res-
de pericarditis constrictiva. puesta al tratamiento es la evaluación bacterioló-
gica. En todos los pacientes se deberán solicitar
Control y seguimiento del tratamiento baciloscopias y cultivo de esputo al 2º, 4º y 6º meses
antituberculoso del tratamiento. En la pauta de 6 meses, el 80%
Siempre que sea posible se debe evitar la hos- de los pacientes presentan cultivo negativo al final
pitalización de estos pacientes, indicando las medi- del 2º mes de tratamiento y prácticamente la tota-
das adecuadas de aislamiento respiratorio en el lidad al final del tercer mes. Cuando los cultivos
domicilio. Las pautas de tratamiento que contienen siguen siendo positivos después de tres meses de
R y H logran a las tres semanas que la población tratamiento debe considerarse la posibilidad de fra-
bacilar quede reducida a un 1%, desapareciendo caso terapéutico o resistencia al tratamiento, debien-
prácticamente la capacidad de contagio. do remitir al paciente a un centro de referencia con
El ingreso hospitalario es necesario en: 1) com- experiencia en el tratamiento de tuberculosis.
plicaciones de la enfermedad (hemoptisis, neu-
motórax...). 2) Situaciones especiales o formas gra- Efectos adversos más frecuentes
ves de tuberculosis: desnutrición, insuficiencia res- de los fármacos antituberculosos
piratoria, tuberculosis miliar... 3) Descompensación y su manejo
de enfermedades concomitantes. 4) Yatrogenia o Los efectos secundarios y la toxicidad de los
intolerancia grave a fármacos. 5) Deficiente situa- fármacos y asociaciones que obligan a modificar el
ción socioeconómica. 6) Sospecha de mala evo- esquema terapéutico sólo se observan en el 3-5%
lución y presencia de tuberculosis resistente de pacientes con pautas cortas. La toxicidad más
El ingreso hospitalario es recomendable en: 1) frecuente es la hepatotoxicidad, que puede ser pro-
Dificultades diagnósticas. 2) Sospecha de mal cum- ducida tanto por la H y R como por la Z.
plimiento. 3) Yatrogenia o intolerancia moderada a Las toxicidades leves son relativamente fre-
fármacos. 4) Fracaso terapéutico y retratamientos. cuentes y no requieren la retirada de la medicación.
Antes de comenzar el tratamiento antituber- Las formas graves obligan a retirar fármacos o modi-
culoso debemos realizar analítica completa con per- ficar el esquema de tratamiento.
fil hepático, renal, acido úrico, hemograma y sero-
logía para VIH. Se realizará historia clínica que reco- Hepatotoxicidad
ja medicaciones concomitantes y defina la situa- Es la más frecuente y potencialmente grave. Si
ción del paciente respecto al tratamiento (trata- predomina el patrón de citolisis los fármacos res-
miento inicial, retratamiento, abandono, recaída y ponsables suelen ser la H y/o la Z, mientras que si
fracaso terapéutico) predomina la colestasis hay que pensar en la R.
Se realizarán controles radiológicos sólo en el En pacientes asintomáticos con aumento de
segundo y sexto meses de tratamiento, teniendo las transaminasas por debajo de 5 veces y/o
en cuenta que la mejoría radiológica es mucho más aumento de la fosfatasa alcalina inferior de 3 veces
552 J. Calvo Bonachera, M.S. Bernal Rosique, J.F. Medina Gallardo

Clínica y/o aumento de GOT, GPT + de 5 veces


y/o fosfatasa alcalina + de 3 veces

Retirada de fármacos
1 semana

Normalización clínica y analítica Persiste clínica y alteración analítica

Reintroducir el mismo tratamiento Citolisis Colostasis


y análisis a la semana

Cambiar H y/o Z por E o S Cambiar R por E o S


Persiste normalidad 2RES/10RE 2HEZ/16HE

Seguir tratamiento Persiste clínica

6 SECs/18 ECs

Figura 1. Manejo de hepatotoxicidad. H: isoniazida; R: rifampicina; P: piracinamida; E: etambutol; S: estreptomicina; Cs: ciclo-
serina.

los valores de referencia, no se modificará el tra- Neuritis retrobulbar


tamiento, realizándose controles analíticos sema- Se produce por el uso de etambutol. En gene-
nales y control de síntomas clínicos. ral es reversible y dosis dependiente. Los síntomas
En pacientes con síntomas de hepatitis o son disminución de la agudeza visual, visión borro-
aumento de transaminasas y fosfatasa alcalina sa, pérdida de percepción de los colores rojo y verde
superior a 3 y 5 veces, respectivamente, se supri- y escotoma central. Si aparece esta toxicidad se
mirá toda la medicación durante una semana y, debe retirar definitivamente el fármaco.
si persiste la alteración analítica, comenzaremos
a sustituir fármacos según predominio de altera- Reacciones cutáneas y
ción citolítica o colostásica. En caso de citolisis de hipersensibilidad
sustituiremos H y/o Z por E o S: 2RES/10/RE. Se pueden deber a distintos fármacos antitu-
Cuando predomina la colestasis se cambiará R berculosos. Las reacciones leves exclusivamente
por E o S: 2HEZ/16HE. Si persiste clínica o en cutáneas consisten en cuadro urticariformes que
caso de hepatitis grave se sustituirá la pauta ini- remite espontáneamente o con antihistamínicos.
cial por la tríada no hepatotóxica: etambutol, Las reacciones severas por hipersensibilidad mues-
estreptomicina y cicloserina (ESCs). En la Figura tran, además del cuadro cutáneo, afectación sis-
1 se muestra un algoritmo para el manejo de la témica (fiebre, edema periorbitario, vómitos...).
toxicidad hepática. Se trata con antihistamínicos y corticoides y puede
obligar a suspender la medicación.
Polineuropatía periférica
Producida fundamentalmente por la isoniazi- Otras reacciones adversas
da. Es rara a la dosis empleada, excepto si se aso- La estreptomicina puede ser responsable de
cia a alcoholismo, desnutrición, diabetes mellitus o ototoxicidad (vértigo y pérdida auditiva), con mayor
uremia. Se presenta con parestesias en pies y frecuencia en mayores de 60 años. La rifampicina
manos y se trata con piridoxina (vitamina B6). y la isoniazida pueden producir alteraciones hema-
Tuberculosis. Diagnóstico y tratamiento 553

tológicas (eosinofilia, trombocitopenia). La rifam- 6. ATS Workshop. Rapid diagnostic test for tuberculosis;
picina puede producir toxicidad renal, dando lugar What is the appropiate use? Am J Respir Crit Care Med
1997; 155: 1804-14.
a fallo renal agudo, hemólisis y trombocitopenia. La
piracinamida puede dar lugar a reacciones cutáneas 7. Palomino JC. Nonconventional and new methods in the
diagnosis of tuberculosis: feasibility and applicability in
por fotosensibilidad, recomendándose evitar la expo-
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sición prolongada a la luz solar.
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47
Enfermedad por micobacterias
ambientales. Micosis pulmonares.
Aspergilosis
J. Hernández Borje, J.A. Gutiérrez Lara, J.A. Marín Torrado

INTRODUCCIÓN avium, M. kansasii) se han asociado a su aisla-


Las micobacterias atípicas o ambientales (MA) miento de sistemas de agua potable. Los cambios
son aisladas de entornos naturales o asociados al de la microbiología de la linfadenitis en niños tam-
hombre, como el agua y el suelo. Pueden infectar bién apoyan estos datos (con desaparición del M.
y originar enfermedad en humanos, animales o scrofulaceum como agente causal al ser éste sen-
pájaros. El espectro de infecciones que pueden cau- sible a la cloración del agua) así como ciertas expo-
sar es muy amplio e incluye la piel, ganglios, arti- siciones ocupacionales que se han relacionado con
culaciones, pulmón, bacteriemia en pacientes con estas infecciones (piscinas, acuicultura, salas de
SIDA e infecciones nosocomiales(1,2). baños, etc.)(1,5,7,8).
Estos gérmenes incluyen especies de creci- Se han aislado de numerosas fuentes de agua
miento lento y rápido (Tabla I). A diferencia de M. natural (lagos, ríos, charcas) aunque con impor-
tuberculosis, no hay evidencias que indiquen que tantes variaciones geográficas y cambios en los tipos
exista el contagio persona-persona y hay notables de aislamientos. También se han aislado en fuen-
diferencias geográficas en la prevalencia de las dis- tes de agua potable (baños públicos, sistemas de
tintas especies de MA. Los principales factores que distribución de hospitales, centros de hemodiálisis,
predisponen para estas infecciones son la patolo- grifos). En estos casos no se ha encontrado corre-
gía pulmonar previa (30-52%), anomalías anató- lación entre la presencia de MA y otros indicadores
micas (pectus excavatum), fibrosis quística, enfer- de calidad del agua (como la presencia de coli-
medades cardiacas, gastrectomía y situaciones de formes) y nunca se han aislado de agua embote-
inmunosupresión. También se han descrito bro- llada. Estudios de ADN encuentran que los aisla-
tes familiares asociados a mutaciones en el gen del mientos de M. avium complex (MAC) en el agua
receptor γ del interferón. A pesar de lo anterior, son idénticos a los encontrados en pacientes con
en muchos casos no se encuentran factores de ries- SIDA que estuvieron expuestos a la misma. Estos
go asociados a estas infecciones(1-6). aislamientos suelen ser intermitentes en el tiempo
y son precisas múltiples muestras para demostrar
HÁBITAT DE LAS MICOBACTERIAS su presencia en algunas ocasiones. Otras MA ais-
AMBIENTALES ladas incluyen el M. kansasii, M. marinum, M. scro-
El agua es la principal fuente de infección y los fulaceum, M. malmoense y las micobacterias de
brotes de algunas de las MA más prevalentes (M. crecimiento rápido (MCR). También se han culti-

555
556 J. Hernández Borje, J.A. Gutiérrez Lara, J.A. Marín Torrado

Tabla I. Enfermedad clínica causada por micobacterias ambientales (MA)

Frecuentes Comentario Infrecuentes Comentario

Enfermedad pulmonar Enfermedad pulmonar


• M. abscessus Distribución mundial. En casos asociados a MAC • M. asiaticum Rara vez aislado
• M. avium complex Distribución mundial. MA más frecuente • M. celatum Reactividad cruzada con pruebas de DNA de MTC
(MAC) • M. chelonae
• M. kansasii EE.UU. Europa. Sudáfrica. Zonas mineras • M. fortuitum Asociado con aspiración
• M. malmoense Reino Unido. Norte Europa. Rara en EE.UU. • M. haemophilum Rara vez aislado
• M. xenopi Europa. Canadá. Rara en EE.UU. Se asocia a • M. scrofulaceum Sudáfrica. Rara en EE.UU.
seudoinfección • M. shimoidei Rara vez aislado
• M. simiae Sudoeste de EE.UU. Asociado a brotes
• M. smegmatis Rara vez aislado
• M. szulgai Rara vez aislado. No es contaminante ambiental

Linfadenitis Linfadenitis
• M. avium complex Distribución mundial. MA más frecuente en EE.UU. • M. abscessus Rara vez aislado
• M. malmoense Reino Unido. Norte de Europa (Escandinavia) • M. chelonae
• M. scrofulaceum Distribución mundial. Antes frecuente en EE.UU. • M. fortuitum
• M. genavense Difícil de aislar
• M. haemophilum Difícil de aislar
• M. kansasii Rara vez aislado
• M. szulgai Rara vez aislado

Enfermedad diseminada Enfermedad diseminada


• M. avium complex Distribución mundial. SIDA • M. abscessus Inmunodeprimidos no VIH
• M. chelonae EE.UU. Lesiones cutáneas en inmunodeprimidos no VIH • M. celatum SIDA
• M. haemophilum EE.UU. Australia. SIDA. Inmunodeprimidos no VIH • M. conspicuum SIDA. Inmunodeprimidos no VIH
• M. kansasii EE. UU. Sudáfrica. SIDA • M. fortuitum Inmunodeprimidos no VIH
• M. genavense SIDA
• M. immunogenum Raro. Asociado a brotes
• M. malmoense Reino Unido. Norte Europa. Inmunodeprimido no VIH
• M. marinum Mundial. SIDA
• M. mucogenicum Infecciones catéteres centrales
• M. scrofulaceum Rara vez aislado
• M. simiae Sudoeste EE. UU. Asociado a seudoinfección
• M. szulgai Rara vez aislado
• M. xenopi Europa. Canadá. Asociado a seudoinfección

Piel, tejidos blandos y huesos Piel, tejidos blandos y huesos


• M. abscessus Asociado a heridas penetrantes • M. avium complex Distribución mundial
• M. chelonae EE.UU. Asociado a queratitis y e. diseminada • M. haemophilum Extremidades (zonas frías)
• M. fortuitum Asociado a heridas penetrantes. Duchas • M. immunogenum Rara vez aislado. Asociado a brotes
• M. marinum Distribución mundial. Agua dulce y salada • M. kansasii Rara vez aislado
• M. ulcerans Australia. África. Trópicos. Sudeste Asia. No en EE.UU. • M. malmoense Reino Unido. Norte de Europa
• M. nonchromogenicum Tenosinovitis
• M. smegmatis Rara vez aislado
• M. szulgai Rara vez aislado
• M. terrae complex Tenosinovitis

Contaminantes
• M. gordonae MA contaminante, más frecuente
• M. haemophilum
• M. mucogenicum
• M. nonchromogenicum
• M. terrae complex

MAC: M. avium complex. Micobacterias de crecimiento rápido: M. abscessus, M. fortuitum y M. chelonae.


Enfermedad por micobacterias ambientales. Micosis pulmonares. Aspergilosis 557

vado en agua salada donde puede llegar a sobre- 1. Catéteres intravenosos: estos pacientes, sobre
vivir largos periodos de tiempo. todo los sometidos a trasplante de médula
La detección en biopelículas puede ser la causa ósea, deben evitar el contacto o contaminación
de la persistencia de las MA en sistemas de agua del catéter con agua corriente.
potable. Esta propiedad se relaciona con su capa- 2. Broncoscopios: debe evitarse el agua corrien-
cidad de infectar ciertos dispositivos y provocar te en las máquinas de lavado automático de
enfermedad en humanos (catéteres centrales, sis- estos aparatos así como en los procedimien-
temas de filtración de agua potable, etc.). En las tos de limpieza manual. El instrumento debe
últimas décadas se han descrito múltiples brotes ser finalmente lavado con alcohol.
(múltiples infecciones por MA asociadas a un cen- 3. Infecciones locales: se deben evitar los desin-
tro o a un procedimiento determinado) y seudo- fectantes cutáneos en base al cloruro de ben-
brotes (posibles brotes que se han debido a culti- zalconio pues permite el crecimiento de M. abs-
vos falsamente positivos sobre todo relacionados cessus.
con MCR). Estos aislamientos se han producido en 4. Evitar procedimientos de medicina alternativa
el agua corriente, hielo, agua corriente procesada que utilizan la inyección de sustancias desco-
para diálisis y agua destilada. nocidas o no aprobadas.
Son contaminantes habituales del suelo (M. 5. Cirugía: no usar agua corriente o hielo prepa-
avium complex, M. malmoense y M. fortuitum) y, rado con agua corriente en quirófano sobre
aunque existen pocos estudios de aislamientos en todo en cirugía cardiaca, mamoplastias o lipo-
aerosoles, éstos se consideran una de las princi- succiones. Tampoco deben lavarse con agua
pales vías de transmisión. Existen descripciones de corriente las heridas abiertas.
neumonitis por hipersensibilidad que parecen rela- 6. Recogida de esputo: no permitir que el pacien-
cionadas con la inhalación de algunas MA (traba- te beba o se enjuague la boca previamente con
jadores del metal, vigilantes de piscinas, saunas). agua corriente.
En estas situaciones las micobacterias fueron ais-
ladas del agua, por lo que se cree que la exposi- EPIDEMIOLOGÍA DE LA ENFERMEDAD
ción a aerosoles ricos en micobacterias son los res- POR MICOBACTERIAS AMBIENTALES
ponsables del cuadro(1). Tras el descubrimiento de las MA, Runyon pro-
Se han descrito numerosos aislamientos en bron- puso una clasificación basada en la morfología de
coscopios (M. avium, M. xenopi, M. chelonae) e ins- las colonias y su pigmentación. Esta clasificación ha
trumental odontológico. A pesar de haber sido ais- dado paso a otras que incluyen hallazgos clínicos
ladas en pájaros y animales, no está claro si la fuen- y epidemiológicos y que son más útiles desde el
te es el propio animal o el ambiente en el que viven. punto de vista práctico (Tabla I).
Las MA son resistentes a un gran número de No existen evidencias de la transmisión desde
antibióticos y desinfectantes. Estos hechos se deben animales infectados al hombre y diversos estudios
a su capacidad hidrofóbica, impermeabilizante y de sugieren que la transmisión persona-persona es
crecimiento lento. Son muy resistentes a los com- improbable (incluso entre pacientes con fibrosis
puestos clorados (M. avium es 1.000 veces más quística donde se conoce la facilidad de transmi-
resistente que E. coli que es el germen empleado sión de otros gérmenes oportunistas), producién-
como estándar de la desinfección del agua pota- dose la mayoría de los casos a partir de microor-
ble). También son resistentes a los desinfectantes ganismos distribuidos en el medio ambiente. El
utilizados para esterilizar superficies e instrumen- mecanismo de transmisión es la aerosolización en
tos (benzalconio, amonios cuaternarios, compues- la afección respiratoria y la ingestión en el caso
tos fenolados y glutaraldehídos). de linfadenitis en niños y en las formas disemina-
Para evitar brotes y seudobrotes la ATS ha rea- das de pacientes con SIDA. En infecciones de par-
lizado las siguientes recomendaciones(9): tes blandas se ha descrito la inoculación directa a
558 J. Hernández Borje, J.A. Gutiérrez Lara, J.A. Marín Torrado

partir del agua y otros materiales. Se desconoce zonas más afectas por MAC se sitúan en los esta-
aún si existe un periodo de latencia tras la infec- dos atlánticos del sudeste del país y en la frontera
ción, aunque en el caso de MAC se cree que la con Canadá. Mientras, M. kansasii es más frecuente
enfermedad diseminada se produce por progresión en los estados del medio oeste y del sur. Las tasas
de la infección primaria(1-5,7-9). De hecho, estudios anuales de enfermedad se sitúan, en este país,
realizados en EE.UU. con técnicas de intradermo- entre el 2 y el 4 por 105. De éstos, entre un 50-
rreacción frente a antígenos micobacterianos de 60% de los casos corresponden a MAC, 20% a M.
MA indican que un porcentaje sustancial de la pobla- kansasii y un 10% a las MCR (más del 80% de
ción está previamente infectada de forma asinto- la patología pulmonar corresponde a M. abscessus
mática(9). y un 15%, a M. fortuitum). En Europa las tasas más
En general, en los países desarrollados se des- altas provienen de estudios realizados en Gales,
criben tasas de incidencia de entre 1 y 1,8 casos/ Escocia y Centroeuropa, fundamentalmente de la
105/año(9). Sin embargo, al no ser una enfermedad República Checa, donde M. kansasii es un germen
de declaración obligatoria los datos acerca de su endémico en las comunidades mineras de esta
incidencia y prevalencia son escasos y, en muchas zona(10-12).
ocasiones, estrechamente ligados a las posibilida- Las tasas de infección y enfermedad por MA
des de aislamiento e identificación de los labora- parecen incrementarse de forma inversa a las de
torios locales. Junto a lo anterior, el hecho de que tuberculosis en una zona determinada, especulán-
pueden ser cultivadas en fuentes ambientales rela- dose que la infección por M. tuberculosis o la BCG
cionadas con el hombre hace que su aislamiento producirían una inmunidad cruzada protectora fren-
en algunas situaciones obligue a descartar una posi- te a MA(1,7-9).
ble contaminación de la muestra estudiada. Ade- Existen numerosos factores de riesgo relacio-
más, en pacientes con patología respiratoria cró- nados con la enfermedad por micobacterias ambien-
nica la detección de estos gérmenes en muestras tales. En primer lugar la presencia de enfermeda-
respiratorias puede indicar colonización y no enfer- des coexistentes que alteran la inmunidad local,
medad. Por estos motivos es preciso relacionar los como la presencia de EPOC, neumoconiosis, bron-
resultados microbiológicos con los hallazgos clíni- quiectasias, tuberculosis previa, fibrosis postradio-
cos para valorar la posible presencia de enferme- terapia, aspiración crónica (enfermedad esofágica),
dad en un paciente determinado. Todos estos fibrosis quística, o alteraciones de la inmunidad sis-
hechos dificultan la obtención de unos resultados témica, como la infección por el VIH, el déficit de
fiables en cuanto a la frecuencia de infección y enfer- α1-antitripsina, el alcoholismo, la presencia de neo-
medad en una población determinada(1). plasias (pulmonares o extrapulmonares), la diabe-
A pesar de lo anterior, se ha descrito un tes mellitus o las alteraciones genéticas que impli-
aumento importante en la incidencia de estas mico- can defectos en la producción de interferón γ o
bacterias en los últimos años, que se ha relacio- interleuquina 12. Sin embargo, algunos estudios
nado con los siguientes factores: 1) incremento encuentran un elevado porcentaje de pacientes
en la prevalencia de la EPOC; 2) mejora de las téc- (40%) sin factores de riesgo(1,9).
nicas de diagnóstico; 3) naturaleza de los micro- Por otro lado, el lugar de residencia y el tipo de
organismos; 4) aumento del reconocimiento clí- trabajo. Su incidencia parece mayor en zonas tem-
nico de la enfermedad; 5) descripción en pacien- pladas y de costa. M. kansasii se ha encontrado con
tes inmunocomprometidos, sobre todo en infec- más frecuencia en zonas urbanas (en probable rela-
tados por el VIH(3-5,7-9). ción con su principal reservorio, que es el agua pota-
Existe una gran variabilidad geográfica, tanto en ble) mientras que MAC es más prevalente en zonas
la prevalencia de la enfermedad como de las espe- rurales. En cuanto al tipo de trabajo, las MA son más
cies responsables de las mismas, incluso en la frecuentes en zonas mineras y fuertemente indus-
misma zona a lo largo del tiempo(1). En EE.UU. las trializadas, habiéndose postulado que este hecho
Enfermedad por micobacterias ambientales. Micosis pulmonares. Aspergilosis 559

viene mediado por la mayor incidencia de neu- pia negativa no descarta la posibilidad de la pre-
moconiosis como factor predisponente en estas sencia de MA sobre todo en el caso de MCR, que
zonas(1-5). se tiñen peor con las técnicas de fluorescencia. Las
contaminaciones ambientales rara vez producen
DIAGNÓSTICO MICROBIOLÓGICO baciloscopias positivas debido al escaso número
DE LAS MICOBACTERIAS de microorganismos presentes.
AMBIENTALES(1,4,5,9,13,14) El cultivo es necesario por su mayor sensibili-
Actualmente existen catalogadas más de 125 dad, además de permitir una correcta identificación
MA(9). El notable y continuo cambio que se ha pro- de la micobacteria y la realización de pruebas de
ducido en la taxonomía de las MA se debe a la intro- sensibilidad. Previamente, las muestras no estériles
ducción de nuevas técnicas de secuenciación del deben ser homogeneizadas, descontaminadas y
DNA. El gen 16S del rRNA está muy conservado en concentradas. Estos procedimientos eliminaran la
las mismas, de tal forma que diferencias en su flora normal (bacterias, hongos) y otros contami-
secuenciación superiores al 1% definen una nueva nantes de crecimiento más rápido, aunque en casos
especie. Es muy probable que el número de espe- pueden alterar el crecimiento de la micobacteria (las
cies continúe creciendo a medida que se incre- MA, sobre todo las MCR, son más sensibles a estas
menten los estudios de este gen en aislamientos técnicas que MTC). El procedimiento más emplea-
clínicos que previamente sólo eran identificados do (N-acetilcisteína/NaOH) puede matar hasta el
con las pruebas comercializadas de DNA disponi- 33% de las micobacterias de una muestra, aunque
bles. Por tanto, este incesante incremento en la des- algunos procedimientos pueden eliminar hasta el
cripción de nuevas especies obedece a la disponi- 70% de las mismas. En muestras respiratorias muy
bilidad de sofisticadas técnicas de identificación más contaminadas, como las de pacientes con fibrosis
que a un aumento real en las especies de MA cau- quística (dónde puede existir P. aeruginosa hasta
santes de enfermedad. En todo caso, la significa- en el 80% de los casos) el aislamiento de MA es
ción clínica de la separación de estas nuevas espe- muy dificultoso(1,9,14) por lo que se recomienda
cies carece, en muchos casos, de importancia a emplear en un segundo paso ácido oxálico al 5%.
nivel diagnóstico o terapéutico. Los CDC recomiendan el empleo simultáneo
La obtención y transporte de la muestras debe de medios sólidos y líquidos de cultivo para acele-
ser ágil. En el caso de muestras no estériles es pre- rar la detección y aumentar el rendimiento de los
ciso su refrigeración para evitar el sobrecrecimien- mismos. Los medios sólidos permiten la cuantifi-
to de gérmenes contaminantes que dificultarán el cación del crecimiento (generalmente de 0 a 4+),
aislamiento de las MA y ha de valorarse la posible aspecto importante para estimar la significación clí-
contaminación de los instrumentos utilizados en la nica y la respuesta al tratamiento. El medio de Mid-
recolección de las muestras (los broncoscopios no dlebrook 7H10 o 7H11 es el medio sólido de elec-
deben limpiarse con agua corriente pues ésta puede ción debido a que ofrece mayor rapidez en la detec-
contener MA). ción del crecimiento, mejor observación de la mor-
La baciloscopia es el procedimiento inicial aun- fología de las colonias y su pigmentación y por la
que carece de una sensibilidad adecuada (22-65%). facilidad para la recuperación y cuantificación de M.
Las técnicas de tinción más utilizadas son las habi- avium complex. El medio de Löwenstein-Jensen,
tuales mediante carbón fuschina (Ziehl-Neelsen o aunque es excelente para la recuperación de M.
Kinyoun) o fluorocromos (auramina o rodamina), tuberculosis, en general es inferior al agar Middle-
recomendándose que para evitar los falsos positi- brook para M. avium complex(5,9,14). En cuanto a los
vos derivados de esta última técnica los casos dudo- medios de cultivo líquidos, poseen una mayor sen-
sos sean confirmados mediante una tinción de Z- sibilidad y rapidez en la detección del crecimien-
Neelsen (que es menos sensible pero más espe- to. Sin embargo, también tienen unas mayores tasas
cífica). Es importante recordar que una bacilosco- de contaminación, dificultad para reconocer culti-
560 J. Hernández Borje, J.A. Gutiérrez Lara, J.A. Marín Torrado

vos mixtos e incapacidad para observar la morfo- semanas). El mayor cambio en las técnicas de cul-
logía de las colonias. tivo de las especies de MA es la necesidad de incu-
Los principales medios de cultivo líquido son bar las muestras de piel o tejidos blandos a dos
los siguientes(1,4): 1) Medios líquidos tradicionales temperaturas: 35 °C y 28-32 °C. Esto se debe a
(Middlebrook 7H9). 2) BACTEC 460 TB (M7H12: que un número no desdeñable de patógenos
M7H9 modificado) con ácido palmítico marcado comunes de estos tejidos, incluyendo M. haemo-
con 14C. Está considerado como patrón de refe- philum, M. ulcerans, M. marinum y M. chelonae,
rencia del cultivo, realizando una lectura automa- crecen mejor o únicamente a bajas temperatu-
tizada por radiactividad. 3) SEPTICHECK: medio bifá- ras. Otras especies, como M. avium, subespecie
sico con un medio líquido enriquecido (M7H9) y paratuberculosis y M. genavense, precisan suple-
tres medios sólidos. Realiza una lectura visual por mentos de micobactina J(4).
turbidez y observación de colonias. Permite la recu- Los métodos actuales de identificación se basan
peración de la mayor parte de MA pero no es un en pruebas de ADN (AccuProbe; Gen-Probe Inc, San
medio rápido. 4) Micobacterial Growth Indicator Diego, CA) mediante hibridación de ácidos nuclei-
Tube (MGIT): M7H9 enriquecido que contiene un cos lo que permite una rápida identificación de la
sensor fluorescente. Realiza una lectura visual por micobacteria (2 horas) y pueden ser aplicados en
fluorescencia. 5) Los nuevos sistemas automatiza- medios sólidos y líquidos. Están basados en la detec-
dos no radiométricos de cultivo como el BACTEC ción del 16S rRNA. Existen comercializadas pruebas
9000 MB, MB Redox, MB/BacT y el ESPII son cla- para la detección de M. tuberculosis complex, MAC,
ras alternativas al sistema radiométrico BACTEC 460 M. kansasii y M. gordonae. A pesar de que este últi-
TB. Todos ellos tienen una sensibilidad compara- mo rara vez ha sido asociado con enfermedad, es
ble a este último, exceptuando el MGIT que mues- una de las MA aisladas con mayor frecuencia, por
tra un mejor rendimiento en el aislamiento de MAC lo que su aislamiento permite una rápida toma de
y otras MA (86% vs. 72%, y 69% vs. 50%, res- decisiones en el paciente con sospecha de enfer-
pectivamente). Con la excepción de los sistemas medad por MA. Tienen una especificidad del 100%
BACTEC 460 TB y el BACTEC 9000 MB, estos nue- con una sensibilidad de entre el 85 y el 100%. Hay
vos métodos no pueden utilizarse para la inocula- que señalar que no todas las subespecies de M.
ción directa de sangre. kansasii son identificadas con esta prueba, por lo
La mayoría de las micobacterias de crecimiento que puede haber falsos negativos (< 3%). Además,
lento son detectables en los medios sólidos en puede haber reacciones cruzadas entre MTC y M.
2-4 semanas, mientras que en el sistema radio- celatum. Estas pruebas no pueden emplearse sobre
métrico BACTEC lo son en 1-2 semanas. La mayo- muestras clínicas de forma directa.
ría de las MCR son detectables en 7 días en medios Otras técnicas de identificación incluyen la cro-
sólidos e incluso antes en medios líquidos. Los cul- matografía líquida de alta calidad basada en el aná-
tivos generalmente se incuban a 35-37 °C duran- lisis de los ácidos micólicos propios de cada mico-
te 6 semanas, existiendo algunas excepciones como bacteria que, aunque rápida, es muy costosa y
el M. haemophilum (tiene predilección por partes requiere personal muy experto. También es posible
distales de huesos, piel y partes blandas) que pre- emplear técnicas de PCR, el actual método comer-
cisa medios sólidos (M7H10 o L-Jensen) y añadir cializado (Inno-LiPA Mycobacteria; Innogenetics N.V.,
hemina (factor X) al medio, o bien citrato amóni- Ghent, Belgium) permite la identificación de M. tuber-
co férrico. M. genavense sólo crece en muestras culosis complex, MAC, M. avium, M. intracellulare,
de sangre cultivadas en medio BACTEC 13A y M. kansasii, M. xenopi, M. gordonae, M. scrofula-
requiere al menos 8 semanas de incubación. M. ceum y M. chelonae a partir de medios sólidos y
conspicuum, por su parte, crecerá en el medio BAC- líquidos. Una ventaja de este método es que per-
TEC a 35-37 °C, pero en medio sólido requiere mitiría detectar crecimientos múltiples en una misma
temperaturas más bajas (22 a 33 °C durante varias muestra en caso de infecciones mixtas.
Enfermedad por micobacterias ambientales. Micosis pulmonares. Aspergilosis 561

Tabla II. Criterios de la American Thoracic Society para el diagnóstico de enfermedad pulmonar por micobacterias
ambientales

Criterios clínicos Criterios radiológicos Criterios microbiológicos *

1. Síntomas y signos compatibles 1. En radiología simple de tórax: 1. Dos o más cultivos de esputo +
(tos, fiebre, pérdida de peso, • Infiltrados con o sin cavitación 2. Un aspirado bronquial o lavado
hemoptisis, disnea) con deterioro • Cavitación broncoalveolar con crecimiento
del estado clínico • Nódulos únicos o múltiples abundante o con BK +
2. Exclusión de otras enfermedades 2. En TAC de alta resolución: 3. Una BTB o biopsia pulmonar con
o tratamientos de otras patologías • Múltiples nódulos de pequeño tamaño cultivo +
que pudieran provocar un • Bronquiectasias multifocales con o sin 4. Cualquier cultivo + de una muestra
deterioro clínico pequeños nódulos pulmonares estéril

*Siempre que se cumplan uno o más de estos criterios. Estos resultados pueden ser obtenidos a lo largo de varios meses de
seguimiento. En el caso de que la biopsia encuentre inflamación granulomatosa pero el cultivo de la misma sea negativo, el
aislamiento en esputo o aspirado bronquial de MA incluso en escaso número con o sin BK + sería suficiente para establecer el
diagnóstico.
Se recomienda consultar con un experto en el tema en el caso del aislamiento de MA infrecuentes o relacionadas con
contaminación ambiental.
Los pacientes en los que se sospeche enfermedad por MA pero que no reúnen todos los criterios diagnósticos deben ser
seguidos hasta que el diagnóstico esté firmemente establecido o descartado.
Una vez establecido el diagnóstico de enfermedad por MA el inicio del tratamiento se basará en la valoración individual de los
riesgos y beneficios del mismo.
En pacientes inmunodeprimidos se aceptan los mismos criterios, con la excepción de que se considera diagnóstico un cultivo +
incluso con escaso número de colonias.
En el caso de enfermedad diseminada por MAC en pacientes con SIDA la sensibilidad de los hemocultivos alcanza el 95%. Es
posible aislar MAC de forma repetida en el esputo de pacientes con SIDA sin evidencia de enfermedad pulmonar o diseminada.
BK: baciloscopia; BTB: biopsia transbronquial.

Las nuevas técnicas de identificación basadas El término “colonización” se ha empleado para des-
en la secuenciación del gen 16S rRNA han permi- cribir el aislamiento de estos gérmenes en mues-
tido diferenciar nuevas especies. Sin embargo, en tras respiratorias sin evidencia clínica de enferme-
ocasiones estas diferencias son de tan sólo 2 nucle- dad y ha sido descrita sobre todo relacionada con
ótidos (p. ej., M. szulgai y M. malmoense) y no MAC. Incluso en estas circunstancias es muy difí-
siempre permiten un exacta caracterización de algu- cil establecer si realmente existe un bajo grado
nos aislamientos que no coinciden por completo de enfermedad o si estos aislamientos únicamen-
con las bases de datos disponibles (MicroSeq 500 te representan contaminaciones repetidas de ori-
16 S rDNA bacterial Sequencing Kit [PE Applied gen medioambiental. En 1997 la ATS(14) estableció
Biosystems, Foster City, CA])(15). una guía para el diagnóstico de enfermedad pul-
A diferencia de M. tuberculosis, las pruebas de monar por MA en base a criterios clínicos, de ima-
sensibilidad no están estandarizadas para las MA. gen y microbiológicos (Tabla II) que ha sido revi-
Sólo existen normativas disponibles para aplicar en sada recientemente(9).
el caso de MCR, M. kansasii y MAC, no existiendo
experiencia suficiente para hacer recomendaciones Manifestaciones clínicas(1,5,7-9,14)
respecto a otras MA(9,14).
Enfermedad pulmonar
MANIFESTACIONES CLÍNICAS. Es la afectación más frecuente en pacientes
CRITERIOS DIAGNÓSTICOS(1,3-5,9,14) inmunocompetentes, sobre todo en caso de MAC
Las MA, por su origen ambiental, pueden ais- y M. kansasii. Los síntomas son inespecíficos (tos,
larse en muestras respiratorias de forma habitual. hemoptisis, disnea, fiebre, sudoración, pérdida de
562 J. Hernández Borje, J.A. Gutiérrez Lara, J.A. Marín Torrado

peso), de curso crónico e indistinguibles de los pro- nicos incluyendo infecciones de la piel, osteomie-
ducidos por M. tuberculosis. En casos excepcio- litis, linfadenitis, enfermedad diseminada, menin-
nales, el paciente está asintomático. En muchos gitis, infecciones de heridas quirúrgicas e infeccio-
casos la clínica puede estar enmascarada por sín- nes protésicas. La afectación pulmonar es funda-
tomas de la enfermedad de base que suelen ser mentalmente ocasionada por M. abscessus y M.
similares (bronquitis crónica, bronquiectasias, neu- fortuitum y muy raras veces por M. chelonae.
moconiosis). Muchos laboratorios no tienen la capacidad de dife-
renciar M. abscessus de M. chelonae lo cual es
Linfadenitis periférica importante por cuanto el tratamiento es muy dife-
Sobre todo en niños de 1-5 años de edad, afec- rente. Las principales especies implicadas en pato-
tando a adenopatías de cabeza y cuello. En el 70- logía humana se recogen en la Tabla I.
80% de los casos se aísla M. avium complex. En En un elevado porcentaje de estos pacientes
Australia y EE.UU. le sigue en frecuencia M. scro- (60%) no existen factores de riesgo predisponen-
fulaceum, mientras que en el norte de Europa es tes, no son patógenos habituales en pacientes con
M. malmoense. En la población infantil, sólo el 10% SIDA y, únicamente, la aspiración crónica de con-
de las linfadenitis periféricas producidas por mico- tenido gástrico (acalasia, neumonía lipoidea) se ha
bacterias son debidas a M. tuberculosis a diferen- destacado como factor favorecedor para la enfer-
cia de lo que ocurre en adultos (90% son por M. medad pulmonar, sobre todo por M. fortuitum. Tam-
tuberculosis). Esto es de gran interés a la hora de bién se ha descrito asociado a pacientes con fibro-
establecer un tratamiento médico o quirúrgico ya sis quística en relación con bronquiectasias dise-
que, en el caso de linfadenitis localizada por MAC, minadas (M. abscessus).
el tratamiento de elección es la escisión quirúrgica Las alteraciones radiográficas son inespecíficas
(con una tasa de curación superior al 90%). predominando los infiltrados reticulonodulares en
ambos lóbulos superiores (80%) y la presencia de
Infecciones de piel, tejidos blandos cavitaciones es poco habitual (20%). Es frecuente
y huesos la aparición de bronquiectasias cilíndricas y nódu-
Fundamentalmente producidas por M. fortui- los múltiples al igual que ocurre con MAC.
tum, M. abscessus, M. marinum y M. ulcerans. Los criterios diagnósticos son similares a los
Generalmente tras lesiones traumáticas aunque empleados con otras MA si bien es importante tener
también se han descrito infecciones nosocomiales en cuenta que M. abscessus es mucho más viru-
en catéteres intravenosos o intraperitoneales, ciru- lento que M. fortuitum por lo que un aislamiento
gía de mamoplastia o bypass cardiaco. M. marinum del primero casi siempre irá asociado a enferme-
produce el llamado granuloma de la piscina, carac- dad activa, mientras que en el segundo caso inclu-
terizado por lesiones solitarias en forma pápula en so aislamientos múltiples pueden hacernos dudar
una extremidad. acerca de su significado clínico si no tenemos evi-
M. ulcerans es el causante de la “úlcera de dencias clínicas y radiográficas que señalen su capa-
Buruli”, consistente en úlceras cutáneas de curso cidad patógena en un paciente determinado(1).
crónico y progresivo. Esta enfermedad es excep-
cional fuera del continente africano. Situaciones especiales

Micobacterias de crecimiento rápido Fibrosis quística(1,8)


(grupo IV de Runyon)(1,4,7-9,16) La MA aislada más frecuentemente en el espu-
Se diferencian del resto de MA por su veloci- to de estos pacientes es MAC, aunque también se
dad de crecimiento (< 7 días) y por su resisten- han descrito casos de M. kansasii, M. abscessus
cia a la mayoría de los fármacos antituberculosos (en un 4% de los casos asociada a MAC) y M. for-
clásicos. Pueden producir numerosos cuadros clí- tuitum. Diversos estudios han encontrado una pre-
Enfermedad por micobacterias ambientales. Micosis pulmonares. Aspergilosis 563

valencia en estos pacientes de entre el 4 y el 19,5%. Los pacientes afectos por el “pulmón de sauna”
Parece incrementarse con la edad de tal forma que suelen ser más jóvenes que los afectados por las
llega a ser hasta del 40% en pacientes mayores de formas clásicas de enfermedad por MAC y presentan
40 años, aunque en los pacientes más jóvenes una sintomatología subaguda (disnea, tos y fiebre).
es más frecuente el aislamiento de M. abscessus(17). En raras ocasiones provocan un fallo respiratorio
Estos enfermos parecen tener mejor función pul- grave. Se suele aislar la MAC en esputo, BAS, BAL,
monar, menos aislamientos de P. aeruginosa y más biopsias pulmonares y en el agua de estos siste-
de S. aureus. mas. La histopatología evidencia granulomas no
El aislamiento es más dificultoso y la valoración necrotizantes (centrilobulares y broncocéntricos) y
de su capacidad patogénica es problemática, preci- neumonía organizativa o intersticial. Las alteracio-
sándose aislamientos múltiples y progresión radio- nes radiográficas incluyen infiltrados difusos de tipo
gráfica. Se han descrito lesiones radiográficas simila- nodulillar. El TACAR muestra opacidades en vidrio
res a las que presentan pacientes sin fibrosis quística deslustrado y patrón en mosaico. Para su diag-
(bronquiectasias, nódulos o consolidaciones). En gene- nóstico son precisos la presencia de criterios clíni-
ral se recomienda aplicar los mismos criterios diag- cos, radiográficos y microbiológicos al igual que en
nósticos que se utilizan en pacientes sin FQ. el caso de otras enfermedades causadas por MA.
Es preciso valorar el papel de otros copatóge- Existen controversias en cuanto a la naturaleza
nos más comunes que deben ser tratados de forma del proceso (inflamatorio, infeccioso o ambos) por
previa y evidenciar deterioro clínico o funcional lo que no existen unas directrices terapéuticas cla-
(FEV1) antes de indicar una terapéutica específica. ramente establecidas. En general, se recomienda
En casos con aislamientos repetidos en esputo pero evitar la exposición, tratamiento antibiótico, corti-
sin evidencia clínico-radiológica de progresión o sin coideo o ambos. A diferencia de otras formas de
deterioro funcional puede adoptarse una conduc- enfermedad por MAC el tratamiento antibiótico no
ta expectante con un seguimiento estrecho del debe ser tan prolongado, empleándose regímenes
paciente. Hay que monitorizar los niveles séricos de 3 a 6 meses con lo que la curación es la regla.
de los fármacos utilizados ya que se han descrito Habitualmente el pronóstico es bueno incluso sin
concentraciones subterapéuticas de los mismos. tratamiento antimicobacteriano.
Estos pacientes deben ser valorados de forma
periódica, al menos anualmente, mediante cultivos Pacientes infectados por el VIH(1,7,8,18)
para micobacterias, al igual que aquellos en los que A pesar del descenso de las infecciones por
se considere el tratamiento con macrólidos en MA tras la aparición de la terapia antirretroviral de
monoterapia como inmunomodulador. gran actividad (TARGA), éstas continúan siendo una
de las infecciones oportunistas más frecuentes en
Neumonitis por hipersensibilidad(1,7-9) pacientes con SIDA. Ocurren en pacientes sin tra-
Este síndrome se denomina “pulmón de la tamiento o en las fases iniciales del mismo, en aque-
sauna”. Se piensa que los productos clorados emple- llos que no los toleran o en los que ha fracasado.
ados en la desinfección de piscinas, espás o sau- MAC es el germen más frecuente, siendo la
nas acaban con la flora no micobacteriana, permi- inmunosupresión el factor de riesgo más impor-
tiendo el sobrecrecimiento del MAC. No se sabe si tante para la aparición de enfermedad diseminada
sólo está implicado el MAC o si existen otros cofac- (mediana de CD4 < 50 células/mm3, niveles de
tores (antígenos orgánicos o inorgánicos). Un sín- ARN del VIH > 105 copias/ml). Se ha postulado
drome similar se ha descrito asociado a la exposi- que la infección por M. bovis (BCG) o M. tuber-
ción ocupacional a los líquidos empleados en la culosis provoca inmunidad cruzada frente a este
fabricación de metales (parafinas, hidrocarburos microorganismo. La enfermedad diseminada es
aromáticos policíclicos) en relación con su conta- la presentación más frecuente, consecuencia de la
minación por M. imunogenicum. infección primaria por vía inhalatoria y sobre todo
564 J. Hernández Borje, J.A. Gutiérrez Lara, J.A. Marín Torrado

digestiva, provocando una aceleración de la infec- vo de muestras estériles (médula ósea, sangre) o
ción por el VIH al activar su replicación. La sinto- de los nódulos subcutáneos suele proporcionar el
matología es, predominantemente, de tipo gene- diagnóstico.
ral (fiebre [87%], sudoración [78%], pérdida de
peso) o digestivo (náuseas, vómitos, diarrea [47%], Alteraciones radiográficas(1,5,8,9,14,19,20)
dolor abdominal [35%]). Son frecuentes la hepa- Diversos estudios(1,19) han tratado de estable-
toesplenomegalia (24%), adenopatías abdomi- cer diferencias frente a M. tuberculosis con resul-
nales (37%) o mediastínicas (10%) y la evidencia tados dispares, si bien éstas han sido sutiles y poco
de anemia y elevación de la fosfatasa alcalina. Se discriminatorias. Es importante tener en cuenta que,
han descrito osteomielitis, pancreatitis, meningo- en la mayoría de los casos, estas alteraciones serán
encefalitis y abscesos abdominales o de partes blan- atribuidas inicialmente a M. tuberculosis o se con-
das. La afectación pulmonar ocurre en menos del siderarán lesiones de tipo residual por su lenta pro-
5% de los casos diseminados, aunque puede apa- gresión (en algunas series más del 50% de los
recer como forma aislada. Recientemente se han pacientes precisaron seguimientos muy prolonga-
descrito casos de síndrome de reconstitución inmu- dos para demostrar progresión radiográfica).
ne asociados a esta micobacteria al igual que ocu- La presencia de cavitación es frecuente (38-
rre con M. tuberculosis y que se manifiestan clíni- 88%), sobre todo en el caso de M. kansasii. Pue-
camente de forma similar(1,8,9). den ser múltiples (hasta en el 79%), suelen tener
M. kansasii es la segunda MA más frecuente- una pared fina y ser de menor tamaño que las pro-
mente aislada y también aparece en fases de avan- ducidas por M. tuberculosis. En general se afec-
zada inmunosupresión. Típicamente, se presenta tan los segmentos apicales y posteriores de lóbu-
en forma de enfermedad pulmonar aislada (> 70%) los superiores (92%), asociándose a engrosa-
y sus manifestaciones clínicas son indistinguibles mientos pleuroapicales y pérdida de volumen. La
de la tuberculosis. Las formas diseminadas son diseminación endobronquial se ha descrito hasta
menos habituales al igual que la afectación extra- en el 76% de los casos. En el caso de MAC la enfer-
pulmonar aislada (20%). medad bilateral parece ser más frecuente(1,20). Es
Otros gérmenes aislados incluyen las MCR, M. posible encontrar, aunque con menor frecuencia,
gordonae (causante de enfermedad pulmonar y lesiones en localizaciones atípicas, patrones milia-
diseminada), M. genavense (de reciente descrip- res, infiltrados intersticiales, nódulos o masas. La
ción y difícil aislamiento, produciendo enfermedad presencia de derrame pleural (5-15%) o de ade-
diseminada similar a MAC) y M. xenopi (en gene- nopatías hiliomediastínicas (5%) es poco habitual.
ral, contaminante, aunque puede provocar formas En el caso de MAC se han descrito patrones
pulmonares o diseminadas). específicos(1,20-22), como el “síndrome de Lady Win-
dermere”, que afecta sobre todo a mujeres de edad
Enfermedad diseminada en pacientes avanzada sin los factores predisponentes “clásicos”.
sin SIDA(1,5,8,9) (trasplantados, Estos pacientes suelen tener anomalías anatómi-
tratamientos inmunosupresores, cas (pectus excavatum, cifoescoliosis) o prolapso
neoplasias hematológicas) mitral (¿conectivopatía?). Las alteraciones radio-
La MA más frecuentemente implicada es MAC, gráficas incluyen la asociación de bronquiectasias
que suele presentarse como fiebre de origen des- cilíndricas, sobre todo en lóbulo medio y língula,
conocido. La enfermedad por M. kansasii, M. che- junto con pequeños nódulos centrolobulillares (<
lonae, M. abscessus y M. haemophilum general- 5 mm) y opacidades focales de mayor tamaño. La
mente se presenta como nódulos subcutáneos múl- combinación de estos hallazgos parece tener una
tiples o abscesos que pueden drenar espontáne- elevada sensibilidad (80%) y especificidad (87%)
amente. La mortalidad está relacionada con el tipo para enfermedad pulmonar por MAC, incluso si los
y la severidad de la enfermedad de base. El culti- estudios microbiológicos iniciales son negativos.
Enfermedad por micobacterias ambientales. Micosis pulmonares. Aspergilosis 565

Aunque las bronquiectasias son frecuentes en coz. De este modo los criterios actuales son menos
pacientes con MAC y con tuberculosis pulmonar, restrictivos, recomendándose iniciar el tratamiento
en el primer caso es más frecuente que afecten a incluso con un solo cultivo de esputo positivo en
tres o más lóbulos. Hallazgos similares han sido pacientes inmunodeprimidos(1,9).
descritos en la enfermedad pulmonar por M. abs- Hay que recordar que algunas especies son
cessus, incluso se han descrito infecciones mixtas rara vez patógenas y que su aislamiento en mues-
por ambas micobacterias, aunque también pueden tras respiratorias suele indicar contaminación, como
aparecer asociados otros gérmenes como P. aeru- es el caso de M. gordonae, M. terrae complex, M.
ginosa. mucogenicum y M. scrofulaceum. Otras especies
Es importante tener en cuenta que no siem- son frecuentes contaminantes del agua corriente,
pre es posible conocer con certeza si algunas de como el M. simiae y el M. lentiflavum.
estas alteraciones radiográficas son causadas por Es muy importante el seguimiento del pacien-
la MA o si la infección apareció como consecuen- te a la hora de integrar estos hallazgos. En muchos
cia de las mismas (p. ej., bronquiectasias). En cual- casos no es posible decidir si iniciar un tratamien-
quier caso, es importante tener en cuenta que el to en base a valoraciones puntuales. Es preciso esta-
diagnostico de enfermedad activa es difícil de esta- blecer de forma clara la progresión radiográfica y la
blecerse sin alteraciones radiográficas compati- clínica, lo que en ocasiones precisa de seguimien-
bles(1,9). tos prolongados (3 a 9 meses), ya que los micro-
En pacientes inmunodeprimidos, sobre todo organismos pueden aislarse de forma intermitente
en sujetos con SIDA, las alteraciones radiográficas en las muestras respiratorias por lo que suele ser
suelen ser patrones alveolares o intersticiales difu- necesario hacer entre 6 y 10 cultivos a lo largo de
sos o de localización atípica. También pueden pre- este tiempo(1).
sentar adenopatías mediastínicas o incluso radio-
grafía de tórax normal. Sólo una cuarta parte de los TRATAMIENTO(1,5,7-9,14,23) (TABLAS III Y IV)
casos muestran patrones radiográficos “clásicos”.
No es infrecuente encontrar otros copatógenos pul- M. kansasii
monares asociados (P. carinii, bacterias, etc.)(5). Únicamente está indicado probar todos los ais-
lamientos frente a rifampicina de forma rutinaria.
Hallazgos microbiológicos Las cepas salvajes suelen ser susceptibles a rifam-
Debido a su carácter ambiental, la especifici- picina (CMI < 1 µg/ml), rifabutina (< 0,5 µg/ml),
dad de las muestras respiratorias en el diagnóstico isoniazida (1-4 µg/ml), etambutol (< 5 µg/ml), etio-
de enfermedad por MA ha sido frecuentemente namida, amikacina, estreptomicina (2-8 µg/ml), cla-
cuestionado. Hay que descartar que, tanto las alte- ritromicina (< 0,25 µg/ml), ciprofloxacino (0,5-2
raciones clínicas como las radiográficas, no son cau- µg/ml), moxifloxacino (< 0,025 µg/ml) y sulfa-
sadas por una patología intercurrente (cáncer, bron- metoxazol (< 4 µg/ml). Son resistentes a pirazina-
quiectasias, tuberculosis residual). Por este motivo mida y capreomicina. Las cepas con resistencia ele-
es preciso el aislamiento de la MA en varias mues- vada a rifampicina (> 8 µg/ml) presentan resis-
tras respiratorias a lo largo del tiempo (Tabla II). Los tencia cruzada con rifabutina, no ocurriendo así con
criterios previamente establecidos por la ATS en las de resistencia intermedia (2-8 µg/ml). Las CMI
1997(14) fueron criticados por algunos autores, sobre a isoniazida son entre 10 y 50 veces superiores a
todo en el caso de M. kansasii (donde casi todos las que tiene M. tuberculosis (< 0,1 µg/ml), sien-
los aislamientos en muestras respiratorias son indi- do similares las CMI frente a etambutol.
cativos de enfermedad activa) y en pacientes muy Aunque M. kansasii es menos susceptible in
inmunodeprimidos (sobre todo en pacientes con vitro a isoniazida y estreptomicina que M. tubercu-
SIDA), en los que retrasos en el inicio del trata- losis, es susceptible a los niveles sanguíneos alcan-
miento han conllevado una elevada mortalidad pre- zados por estas drogas durante el tratamiento por
566 J. Hernández Borje, J.A. Gutiérrez Lara, J.A. Marín Torrado

Tabla III. Pautas recomendadas para el tratamiento de las principales micobacterias ambientales

M. kansasii M. avium complex M. abscessus** M. fortuitum**

Enfermedad pulmonar o diseminada Enfermedad pulmonar cavitaria no tratada • Claritromicina 500 mg/12 • Claritromicina 500
en paciente inmunocompetente o VIH previamente en pacientes no infectados por el VIH horas mg/12 horas
sin tratamiento con IP o ITINN • Claritromicina 500 mg/12 horas o +
• Rifampicina 600 mg/día o azitromicina 250 mg/día • Doxicilina 100 mg/día††
+ azitromicina 250 mg/día (o 500 mg/3 veces en semana) + o
• Isoniazida 300 mg/día + • Amikacina 10-15 mg/kg/día cotrimoxazol forte/12
+ • Rifampicina 600 mg/día (en dos dosis) horas
• Etambutol 15 mg/kg o + o
Duración: 18 meses (o 12 meses tras rifabutina 300 mg/día • Cefoxitina 200 mg/kg (12 levofloxacino 500-750
negativización del cultivo de esputo)* + g/día). Mínimo 2 semanas mg/día
• Etambutol 15 mg/kg (hasta fin de tratamiento)# o Duración: 6-12 meses
Enfermedad pulmonar o diseminada • Amikacina 15-20 mg/kg imipenem 500 mg/6-12
en paciente inmunocompetente con o horas
resistencia o intolerancia a rifampicina estreptomicina (500-750 mg/día)## Duración: 6-12 meses§
• Claritromicina 500 mg/12 horas Duración: 24 meses (o al menos 12 meses tras la
+ negativización del cultivo de esputo)¶
• Isoniazida 900 mg/día
+ Enfermedad pulmonar o diseminada en infectados
-Etambutol 25 mg/día por el VIH###
+ • Claritromicina 500 mg/12 horas
• Sulfametoxazol 1 g/8 horas o
Igual duración* azitromicina 500 mg/día
+
Enfermedad pulmonar o diseminada • Etambutol 15 mg/kg
en paciente VIH en tratamiento con +
IP o ITINN • Rifampicina 600 mg/día
• Claritromicina 500 mg/12 horas o
+ rifabutina 150-300 mg/día
• Rifabutina 150 mg/día Duración: 24 meses (o al menos 12 meses tras la
+ negativización del cultivo de esputo)¶
-Etambutol 15 mg/kg
+ Profilaxis en pacientes con SIDA (CD4 < 50
• Isoniazida 300 mg/día células/mm3)†
Igual duración o decidir en función de Azitromicina 1.200 mg/semanales
la situación inmunitaria* o
Claritromicina 500 mg/12 horas
o
Rifabutina 150-300 mg/día

*En casos de enfermedad severa se recomienda añadir estreptomicina (0,5-1 g/día) intramuscular diaria o cinco veces por semana (los 2-3 primeros meses), seguido
de su administración 3 veces en semana hasta los 6 meses (también podría emplearse amikacina).
No existe pauta de profilaxis en pacientes VIH+.
#En formas nodulares o bronquiectásicas menos avanzadas podría emplearse un régimen en 3 dosis semanales (claritromicina 1.000 mg o azitromicina 500-600 mg
+ rifampicina 600 mg + etambutol 25 mg/kg) o un régimen diario de dos fármacos (claritromicina + etambutol).
##Considerar añadir amikacina o estreptomicina los primeros meses de tratamiento (dosis diaria o 3 veces en semana) en formas fibrocavitarias avanzadas. También
podría administrarse por vía inhalatoria (tobramicina 300 mg/día, amikacina 5-10 mg/kg/día).
¶Las pautas de 12 meses se han asociado a elevadas tasas de recaídas. En pacientes con fracasos en el tratamiento se puede intentar una pauta con isoniazida (300
mg/día), rifampicina (60 mg/día), etambutol (25 mg/kg/día los dos primeros meses y posteriormente 15 mg/kg/día) y estreptomicina (750 mg/día) los 3-6 primeros
meses de tratamiento.
###Claritromicina negativiza la bacteriemia más rápidamente que azitromicina. No hay estudios de pautas intermitentes para el tratamiento de las formas diseminadas
en estos pacientes. En el caso de pacientes con SIDA sin tratamiento antirretroviral se mantendrá de forma indefinida. La duración del tratamiento en pacientes VIH + con
terapia antirretroviral se mantendrá tras 12 meses del control clínico y microbiológico de la enfermedad por MAC siempre que durante este tiempo el recuento de CD4
esté por encima de 100 células/mm3. Se reintroducirá la profilaxis secundaria cuando el recuento desciende por debajo de 100 células/mm3.
†Reducen el riesgo de bacteriemia entre el 50-60%. Se suspenderá en pacientes con respuesta a tratamiento antirretroviral y contaje de CD4 > 100 células/mm3 durante
más de 3 meses. El empleo de macrólidos provoca la aparición de cepas resistentes entre el 11-58% de los casos, este hecho no se ha observado con rifabutina.
**La utilización de estos fármacos siempre debe basarse en estudios previos de sensibilidad.
§Se recomienda emplear el macrólido asociado a amikacina y a cefoxitina o imipenem. Pauta recomendada para infecciones pulmonares. En infecciones graves no
pulmonares se recomienda un mínimo de 4 meses de tratamiento y para las infecciones óseas de 6 meses. La cirugía está indicada en caso de infección extensa, formación
de abscesos o cuando el tratamiento origine problemas.
††Pueden utilizarse uno o dos de estos fármacos. Levofloxacino puede sustituirse por moxifloxacino (400 mg/día).
IP: inhibidor de la proteasa. ITINN: inhibidores de la transcriptasa inversa no nucleósidos.
Enfermedad por micobacterias ambientales. Micosis pulmonares. Aspergilosis 567

lo que en el caso de estar clínicamente indicadas cavitaria así como el de las formas menos agresi-
se recomienda su uso a pesar de los resultados de vas (bronquiectasias y nódulos)(1,9).
las pruebas de sensibilidad. La única droga en la Actualmente se indica probar frente a claritro-
que la resistencia in vitro se ha asociado con fra- micina a todos los aislamientos iniciales no tratados
casos terapéuticos es la rifampicina. Por este moti- previamente con el fin de establecer su sensibilidad
vo se recomienda probar todos los aislamientos ini- basal guardando la cepa para valorar si aislamien-
ciales frente a esta droga, así como todos los casos tos futuros representan una recaída o reinfección
en los que se sospeche fracaso terapéutico o en por una nueva cepa(5,9,14). Prácticamente todas las
las recaídas. Si se comprueba resistencia a esta cepas salvajes son sensibles a esta droga, habien-
droga es necesario testar todos los fármacos dis- do mostrado su utilidad en el tratamiento de la enfer-
ponibles comentados con anterioridad. medad diseminada en pacientes con SIDA y de la
Sin rifampicina la negativización del esputo osci- enfermedad pulmonar en pacientes seronegativos.
la entre el 52-81% a los 6 meses de tratamiento y También es recomendable probarla en las siguien-
las recaídas superan el 10%. Con esta droga la nega- tes circunstancias: 1) pacientes que han realizado
tivización del esputo a los 4 meses es del 100%, un tratamiento previo con claritromicina; 2) pacien-
la tasa de recaídas, del 0,8% y la de fracasos, del tes con enfermedad diseminada por MAC que pre-
1,1%. Las actuales recomendaciones de la ATS(9) viamente estaban en tratamiento profiláctico con
se describen en la Tabla III. Algunos estudios(23) han claritromicina; 3) pacientes en los que se ha docu-
recomendado pautas cortas (9 meses) sólo con mentado de forma previa un fracaso en el trata-
rifampicina y etambutol, sugiriendo que la isonia- miento o la profilaxis con este antibiótico. Los aisla-
zida no es necesaria en el tratamiento. Sin embar- mientos previamente no tratados suelen tener una
go, las tasas de recaídas son elevadas con este régi- CMI ≤ 4 µg/ml y son considerados sensibles, mien-
men (12% a los 5 años). tras que las recidivas tras un tratamiento con clari-
En caso de resistencia a la rifampicina se han tromicina tienen CMI > 32 µg/ml y no responden
utilizado regímenes con estreptomicina o amika- a la misma. No es habitual encontrar cepas con sen-
cina, isoniazida a altas dosis (900 mg/día), etam- sibilidad intermedia por lo que en estos casos deben
butol (25 mg/kg/día) y sulfametoxazol (1 g/8 repetirse los estudios de sensibilidad para aclarar
horas) que se mantendría hasta 12-15 meses tras estos resultados. El empleo de azitromicina debe
la negativización de los cultivos en esputo. En esta basarse en los resultados de la sensibilidad a clari-
situación los aminoglucósidos podrían ser susti- tromicina por ser el primero difícil de probar por
tuidos por claritromicina (debido a su buena acti- su mala solubilidad y existir resistencias cruzadas
vidad in vitro), recomendándose también en pacien- entre ambos. No existen otros fármacos en los que
tes resistentes, con intolerancia a la rifampicina o se haya correlacionado de forma adecuada la sen-
con SIDA. Las nuevas quinolonas (moxifloxacino) sibilidad in vitro con la respuesta clínica por lo que
también podrían tener un papel importante en estos no deben ser probados de forma rutinaria.
casos si bien no existen estudios clínicos que las El otro fármaco esencial es la rifampicina, que
avalen. puede presentar problemas al asociarse a claritro-
En las linfadenitis en niños, el tratamiento de micina ya que disminuye las concentraciones séri-
elección es la escisión quirúrgica. cas de esta última. Estos problemas pueden sol-
ventarse empleando rifabutina que, además, tiene
Mycobacterium avium complex una CMI menor frente a MAC (pero suele presen-
A pesar de no existir firmes evidencias acerca tar más problemas de intolerancia en pautas pro-
de cuál es la mejor pauta terapéutica y de no cono- longadas y la claritromicina inhibe su eliminación
cerse la historia natural de la enfermedad pulmo- provocando niveles tóxicos), aumentando las dosis
nar por MAC no tratada, numerosas experiencias de claritromicina o sustituyendo ésta por azitromi-
clínicas apoyan el tratamiento de la enfermedad cina.
568 J. Hernández Borje, J.A. Gutiérrez Lara, J.A. Marín Torrado

Finalmente, el etambutol es el tercer fármaco IV). En cualquier caso, la gran mayoría de ellas tie-
indicado en asociación con los anteriores (en pacien- nen como base el tratamiento expresado para el
tes con SIDA disminuye la recidiva de bacteriemia complejo M. avium, con algunas variaciones espe-
junto con claritromicina). cíficas para cada especie(5).
Algunos estudios sugieren que las pautas inter- En el caso de M. marinum puede ir desde la
mitentes (tres veces por semana) son tan eficaces simple observación hasta la escisión quirúrgica. Un
como los tratamientos continuos. Otros fármacos tratamiento adecuado sería el que administrase
potencialmente activos incluyen los aminoglucó- durante 3 meses claritromicina, doxiclina, cotri-
sidos (sobre todo, amikacina), moxifloxacino, line- moxazol o rifampicina y etambutol.
zolid, cicloserina, clofamicina, etionamida o iso- M. malmoense suele ser sensible a etambu-
niazida si bien no parece que los estudios de sen- tol, rifampicina y estreptomicina. M. szulgai es sen-
sibilidad ante los mismos aporte ningún beneficio. sible a rifampicina, isoniazida, etambutol y estrep-
Es importante individualizar el tratamiento en algu- tomicina. Por último, el tratamiento recomendado
nos casos como en las formas no cavitarias con para M. xenopi debería incluir etionamida, estrep-
bronquiectasias o en pacientes muy ancianos en tomicina y etambutol o rifampicina.
que pautas de claritromicina y etambutol pueden
ser efectivas y mejor toleradas(1,9). Micobacterias de crecimiento rápido
En aquellos pacientes que muestran negativi- Deben realizarse estudios de sensibilidad en
zación de los cultivos de esputo mientras están con todo aislamiento clínico, así como en los casos
el tratamiento pero que, tras finalizarlo, vuelven a de fracaso o recaída. Los resultados estarán dispo-
mostrar cultivos positivos debe sospecharse un rein- nibles en 3-4 días y serán informados en forma de
fección por una nueva cepa de MAC más que una CMI (puntos de corte estandarizados). Los fárma-
recaída por la cepa previamente tratada. Más aún, cos a probar incluirán la amikacina, tobramicina (sólo
en los casos que han completado 10-12 meses de en el caso de M. chelonae), cefoxitina, ciprofloxa-
tratamiento con cultivos repetidamente negativos. cino, claritromicina (problemas de interpretación
Estas reinfecciones suelen ser uniformemente sen- con M. fortuitum), doxiclina, linezolid, sulfameto-
sibles a los macrólidos. En muchos casos estas rein- xazol y cotrimoxazol(1,5,9,14).
fecciones están asociadas a la patología estructural La CMI para imipenem es problemática con los
de base del paciente (p. ej., bronquiectasias). aislamientos de M. chelonae, M. abscessus y M.
En formas pulmonares localizadas, con pobre immunogenum debido a su escasa reproductibili-
respuesta al tratamiento o con resistencias, se puede dad, no ocurriendo así con M. fortuitum, M. smeg-
intentar la cirugía si la situación funcional del pacien- matis y M. mucogenicum(9).
te lo permite. También está recomendada la esci- M. abscessus suele ser sensible a claritromi-
sión quirúrgica en niños con linfadenitis cervical cina, amikacina, cefoxitina y moderadamente sen-
(tasa de curación del 95%) y en los casos en los sible a imipenem. Sin embargo, es resistente a qui-
que se presente en forma de nódulo pulmonar soli- nolonas, doxiciclina y sulfonamidas.
tario. En el caso de bronquiectasias es recomen- M. fortuitum es sensible a sulfonamidas (100%),
dable asociar pautas de higiene bronquial. quinolonas (ciprofloxacino y ofloxacino; 100%), ami-
kacina (100%), cefoxitina (50%), imipenem
Tratamiento de otras micobacterias (100%), claritromicina (80%) y a doxiciclina (50%).
de crecimiento lento La afectación pulmonar es similar a la producida por
El enfoque terapéutico de estos gérmenes varía M. abscessus y es tan frecuente como este último
enormemente, dependiendo de la especie que pro- en pacientes que presentan enfermedad gastro-
duce el cuadro clínico y de su sensibilidad antimi- duodenal crónica con vómitos de repetición.
crobiana, existiendo aún muchas lagunas sobre M. chelonae es sensible a claritromicina (100%),
cuándo, cómo y durante cuánto tiempo tratar (Tabla linezolid (90%) y tobramicina (100%) y modera-
Enfermedad por micobacterias ambientales. Micosis pulmonares. Aspergilosis 569

Tabla IV. Principales características de otras micobacterias ambientales

Especie Epidemiología Hallazgos clínicos Sensibilidad

M. genavense Nunca aislado de suelo o agua Enfermedad diseminada en SIDA Amikacina, rifamicinas, quinolonas,
Aislado en perros y pájaros domésticos estreptomicina, claritromicina (siempre
La mayor parte de aislamientos en SIDA debe estar incluido en el tratamiento)
M. gordonae Frecuentemente aislado en el ambiente (agua Etambutol, rifabutina, claritromicina,
corriente) y en laboratorios linezolid, quinolonas
Es la MA contaminante más frecuente (sobre
todo muestras respiratorias, broncoscopios)
Puede afectar a inmunodeprimidos (SIDA;
trasplantados, en tratamiento esteroideo,
neoplásicos)
M. haemophilum Precisa cultivarse a bajas temperaturas para Piel, abscesos, linfadenitis Amikacina, claritromicina,
ser aislado (28-30 °C) ciprofloxacino, rifampicina, rifabutina
Pacientes transplantados, SIDA Quirúrgico (linfadenitis)
M. immunogenum Pseudobrotes asociados con contaminación Piel, articulaciones, catéteres centrales Amikacina, claritromicina
de lavadoras de broncoscopios o líquidos
usados en la industria de metales
M. marinum Aguas almacenadas no cloradas(dulce o salada) Granuloma de las piscinas (afecta Etambutol + claritromiJcina (4-6 meses)
a piel y hueso) Cotrimoxazol, rifampicina, rifabutina
No es necesario hacer test de
sensibilidad de forma inicial
M. mucogenicum Antes se confundía con M. chelonae Catéteres centrales, diálisis peritoneal Aminoglucósidos, cefoxitina,
Su aislamiento respiratorio es casi siempre claritromicina, doxiciclina, quinolonas,
una contaminación cotrimoxazol, imipenem
M. malmoense Suelos y aguas naturales Pulmonar, linfadenitis, tenosinovitis, Isoniazida + rifampicina + etambutol +
Norte de Europa (linfadenitis en niños y cutánea, diseminada quinolona o macrólido
pulmonares)
M. scrofulaceum Polvo casa, suelo, agua Linfadenitis (niños), pulmonar, Pocos datos (hacer pruebas de
Ha disminuido notablemente tras la aplicación diseminada, piel sensibilidad de todos los aislamientos)
sistemática de cloración de aguas potables
M. simiae Israel, Cuba, Sudoeste de EE.UU. Pulmonar, intraabdominal, diseminada Claritromicina + moxifloxacino +
Aislados en agua corriente (contaminante) (SIDA) cotrimoxazol
Pacientes inmunodeprimidos o con patología Linezolid
previa pulmonar
Rara vez patógeno (21%)
M. semegmatis (MCR Rara vez causa infección Linfadenitis, celulitis, osteomielitis, Sulfonamidas, doxiciclina, imipenem,
que incluye en su infección de heridas (esternotomías), amikacina, etambutol
grupo a M. wolinskyi y catéteres centrales, mamoplastias Tratamiento similar a M. fortuitum
M. goodii) Pulmonar (neumonía lipoidea) Resistente a macrólidos
M. szulgai En raras ocasiones aislado de fuentes ambienta- Pulmonar (indistinguible de TBC), Sensible a todos los tuberculostáticos
les (siempre es patógeno) tenosinovitis, bursitis, renal, linfadenitis, Isoniazida + rifampicina + etambutol +
Enolismo, TBC previa, EPOC cutánea pirazinamida
Macrólidos, quinolonas
M. terrae (complex) Tenosinovitis crónica de la mano, Macrólido + etambutol
Incluye M. terrae, M. triviale, pulmonar (26%) Ciprofloxacino, linezolid
M. nonchromogenicum y
M. hibernae
M. ulcerans Aguas naturales de zonas tropicales ( África, Úlcera de Buruli (piel) Quirúrgico
Asia, Sudamérica) Jóvenes Claritromicina y rifampicina como
adyuvantes tras cirugía
M. xenopi Aislado en aguas salvajes, suelo, agua corriente Pulmonar, partes blandas, articulaciones Claritromicina + rifampicina+
(broncoscopios) etambutol + isoniazida
Brotes nosocomiales Es útil el moxifloxacino
Canadá, Europa (Reino Unido) Valorar cirugía en casos seleccionados
Afecta a pacientes con EPOC o como tratamiento adyuvante
570 J. Hernández Borje, J.A. Gutiérrez Lara, J.A. Marín Torrado

damente sensible a imipenem y amikacina (50 y Infecciones pulmonares por hongos.


60%, respectivamente). Es siempre resistente a Aspergilosis
cefoxitina. La pauta de tratamiento recomendada Existen más de 100.000 especies de hongos
para la enfermedad debe incluir siempre claritro- ampliamente repartidos por el mundo, pero sólo
micina y un segundo agente en función de las sen- una veintena son agentes habituales de infeccio-
sibilidades in vitro que se mantendrán 12 meses nes respiratorias en el hombre. Con excepción de
tras la negativización de los cultivos de esputo. la Candida albicans, levadura endógena, el resto
El tratamiento de estas MA es complejo ya que de los hongos son de procedencia exógena. La
presentan numerosas resistencias, necesitan con fre- mayoría son saprofitos e inofensivos, pero pueden
cuencia fármacos por vía intravenosa, con numero- volverse patógenos cuando se presentan condi-
sas toxicidades y pautas de larga duración. Por este ciones favorables en el organismo huésped, son
motivo y por su lenta progresión puede estar indi- los hongos oportunistas (Aspergillus, Pseudalles-
cada una actitud expectante en algunas circunstan- cheria, Monosporium, Mucor, Rhizopus, Penicillium,
cias (pacientes ancianos, con escasa sintomatología Candida, Cryptococcus, etc.). Otros hongos, pató-
atribuible o enfermedad no cavitaria). Por otra parte, genos per se, producen enfermedades en indivi-
es muy importante el germen causante, de forma duos sanos; son hongos de importación, como los
que las tasas de éxito son muy elevadas en el caso dimórficos procedentes de zonas endémicas de
de infecciones por M. fortuitum respecto a M. abs- América, Asia y África (Histoplasma, Blastomyces,
cessus donde es habitual el fracaso terapéutico y se Coccidioides, Paracoccidioides)(24). Aspergillus sólo
han descrito elevadas tasas de mortalidad (68%). origina un 1,1% de las infecciones fúngicas, si bien
Los regímenes recomendados quedan refleja- es considerado como el principal agente causal de
dos en la tabla III. A pesar de que estas pautas sue- neumonía fúngica de origen hospitalario(25).
len obtener buenos resultados iniciales rara vez son Su diagnóstico es, en muchos casos, proble-
curativos. Habiéndose descritos cepas de M. abs- mático. Los hongos aislados en esputo pueden ser
cessus resistentes a claritromicina lo que dificulta patógenos o simplemente comensales saprofitos.
aún más el tratamiento. En algunos casos se indi- Algunos estudios(26) han demostrado que la colo-
can pautas intermitentes (semanas o meses) con nización por Candida es habitual en muestras res-
claritromicina o azitromicina en monoterapia o aso- piratorias obtenidas por lavado alveolar (LBA), aspi-
ciada a fármacos parenterales, como forma de con- rado traqueal o en cepillos estériles de pacientes
trolar la sintomatología del paciente y enlentecer la críticos. Por estos motivos, es preciso aislar el hongo
progresión de la enfermedad. Por estas razones en muestras biópsicas obtenidas por procedimientos
la única opción curativa en el caso de enfermedad invasivos (broncoscopia, toracoscopia o toracoto-
pulmonar por M. abscessus es la quirúrgica, que mía), en muestras estériles o en la diseminación a
se indica en formas localizadas y en pacientes capa- órganos no contiguos por vía hematógena.
ces de tolerar la cirugía resectiva. En la mayor parte de las series de micosis pul-
De los nuevos fármacos es importante desta- monares el hongo más frecuentemente aislado es
car la actividad de linezolid (600 mg/12-24 horas) el Aspergillus (60%), seguido de Cryptococcus
que es muy activo frente a M. fortuitum y M. che- (20%) y de Candida (14%)(25).
lonae y parece también eficaz frente a M. absces- Existen numerosos factores relacionados con
sus (50%) asociado a claritromicina. La telitromi- el incremento en la frecuencia de micosis pulmo-
cina es efectiva in vitro frente a M. chelonae, pero nares. Entre ellos las alteraciones de la inmunidad
su actividad es variable frente a M. abscessus. celular (tratamiento esteroideo, quimioterapia o
La infección cutánea suele ser secundaria a un el SIDA), junto con procesos que se asocian a neu-
trauma o a una infección quirúrgica, resolviéndose tropenia (neoplasias hematológicas). El empleo de
muchas de ellas espontáneamente o tras desbri- antibióticos de amplio espectro en pacientes críti-
damiento quirúrgico. cos provoca el sobrecrecimiento de especies de
Enfermedad por micobacterias ambientales. Micosis pulmonares. Aspergilosis 571

Candida en el tracto gastrointestinal que, en cier- es desconocida y el factor predisponente más habi-
tos casos, pueden invadir el torrente sanguíneo. La tual es el antecedente de una cavidad residual pre-
alimentación parenteral y el empleo de catéteres via (tuberculosis [70-80%], bronquiectasias, bullas,
intravasculares, sondas urinarias y tubos torácicos quistes bronquiales, neoplasia o infarto pulmonar).
también pueden favorecer la aparición de micosis El dato patológico fundamental es la ausencia de
invasivas(27). Sin embargo, en algunos pacientes no invasión del parénquima circundante o de los vasos
es posible encontrar claros factores de riesgo pre- sanguíneos.
disponentes. Su curso clínico es variable, pudiendo perma-
La elevada mortalidad de las micosis invasivas necer años sin causar síntomas aunque es frecuente
se ha relacionado con el estado inmunitario del la aparición de hemoptisis (50-60%)(29) de severi-
paciente (enfermedad de base, recuento de neu- dad variable (por erosión vascular, endotoxinas del
trófilos), tratamiento antibiótico previo, origen noso- hongo o por fricción mecánica con la pared). La
comial, extensión radiográfica y con la presencia de mortalidad asociada a la misma oscila entre el 2 y
fallo respiratorio(25). el 14%. Otros síntomas son menos específicos y
están más asociados a la enfermedad de base,
Aspergilosis pulmonar pudiendo aparecer: dolor torácico, disnea, males-
El Aspergillus es un hongo ampliamente dis- tar general, sibilancias, fiebre, sobreinfección bac-
tribuido en el suelo asociado a restos orgánicos en teriana de la cavidad o del propio aspergiloma(30).
putrefacción, polvo y alimentos. También ha sido En la mayor parte de los casos la lesión permane-
aislado en sistemas de ventilación de hospitales ce estable, pero en un 10% puede disminuir de
incluso en medios asépticos (quirófanos). Existen tamaño o incluso resolverse espontáneamente sin
unas 200 especies pero sólo algunas son patóge- tratamiento (raras veces aumenta de tamaño).
nas para el hombre. Aspergillus fumigatus (causa Son factores de mal pronóstico: enfermedad
más del 80% de las infecciones en el hombre), de base severa, aumento de tamaño, presencia de
Aspergillus flavus y Aspergillus niger son las más inmunosupresión, incremento en el título de IgG
comunes, pero otras, como A. terreus, A. clava- específica, aparición de hemoptisis importante o
tus, A. nivens y A. nidulans también se han aso- repetida y la infección por el VIH.
ciado a patología humana. Su adquisición ocurre a Su diagnóstico suele ser casual, mostrándose
partir de reservorios inanimados mediante la inha- como una masa móvil en el interior de una lesión
lación de sus esporas. El germen crece mejor a 37 cavitada con el signo de la semiluna en la periferia
°C y el tamaño de las esporas permite su fácil depo- (estas alteraciones son mejor valoradas con la TAC).
sición en el pulmón, dando lugar a diversos sín- La pleura cercana suele estar engrosada y debe
dromes clínicos. En raras ocasiones estos cuadros tenerse en cuenta que no siempre es posible obje-
pueden evolucionar de uno a otro en el mismo tivar el movimiento de la “bola fúngica” con los cam-
paciente (p. ej., un aspergiloma puede evolucionar bios de posición. Los resultados obtenidos con la
a una aspergilosis invasiva)(28). realización de RMN nos pueden ser útiles en deter-
minados casos en los que necesitemos mayor reso-
Aspergiloma lución de imagen para identificar la lesión(31).
Es la manifestación más común (50%); tam- El cultivo de esputo es negativo hasta en el
bién conocida como “bola fúngica”, está compuesta 50% de los casos aunque los anticuerpos IgG espe-
por masas de micelios, células inflamatorias, fibri- cíficos (precipitinas) son casi siempre positivos (exis-
na, moco y restos tisulares, en el interior de una ten falsos negativos en casos de aspergiloma por
cavidad pulmonar preexistente. Aunque puede ser especies distintas a A. fumigatus o en pacientes en
producida por otros hongos (Zygomicetos, Fusa- tratamiento esteroideo). Los test cutáneos son posi-
rium), las especies de Aspergillus son las más fre- tivos en una minoría de los pacientes. Sin embar-
cuentes (sobre todo, A. fumigatus). Su incidencia go, el hallazgo de una masa dentro de una cavidad
572 J. Hernández Borje, J.A. Gutiérrez Lara, J.A. Marín Torrado

pulmonar y cultivos de esputos positivos para Asper- sis residual, fibrosis postradioterapia, neumoconio-
gillus, respalda firmemente el diagnóstico de asper- sis). También se ha descrito en pacientes modera-
giloma. En casos de resolución espontánea las pre- damente inmunodeprimidos (diabéticos, desnutri-
cipitinas se negativizan en los meses siguientes, dos, en tratamiento esteroideo, artritis reumatoide).
reapareciendo en casos de recaída. La sintomatología es inespecífica (fiebre, tos, expec-
No se recomienda tratamiento en pacientes toración, pérdida de peso), todo ello de larga evo-
asintomáticos ya que no hay claras evidencias que lución. La radiografía evidencia infiltrados fibrocavi-
indiquen que exista respuesta a los diversos trata- tarios en lóbulos superiores o segmentos apicales
mientos antifúngicos (estos fármacos no son capa- de lóbulos inferiores, en el 50% de los casos es
ces de alcanzar concentraciones eficaces en el inte- posible encontrar aspergilomas asociados y es fre-
rior de la cavidad), ni siquiera cuando se han admi- cuente el engrosamiento de la pleura adyacente.
nistrado por vía inhalatoria, endoscópica o intraca- El diagnóstico se confirma con la evidencia his-
vitaria. El itraconazol se ha probado en diversos tra- tológica de invasión tisular y el aislamiento del hongo
bajos(32) con resultados variables (en algunos se ha en cultivo, sin embargo el rendimiento de la pun-
empleado a dosis de 400 mg/día durante 6 meses ción transtorácica o de la biopsia transbronquial es
con negativización de las precipitinas). En pacien- pobre, por lo que suele aceptarse un diagnóstico
tes con hemoptisis severa están indicadas las téc- basado en los siguientes criterios:
nicas de embolización intraarterial, al menos con • Hallazgos clínicos y radiográficos compatibles.
éxitos temporales. El tratamiento quirúrgico se aso- • Aislamiento del hongo en cultivos de esputo o
cia a una elevada mortalidad (7-23%) relacionada muestras broncoscópicas.
con la enfermedad de base, neumonías, compli- • Exclusión razonable de otras etiologías (tuber-
caciones cardiacas o desarrollo de formas invasivas culosis activa, micobacteriosis, otras micosis).
de aspergilosis. También es frecuente la aparición Los anticuerpos IgG específicos son positivos
de complicaciones postoperatorias (hemotórax, fís- en más del 90% de los pacientes, al igual que las
tula broncopleural, empiema o fallo respiratorio). reacciones inmediatas con tests cutáneos.
Por todo lo anterior, se recomienda el trata- En estos casos está siempre indicado iniciar tra-
miento habitual en caso de hemoptisis moderada tamiento antifúngico. La respuesta a anfotericina B
(reposo, oxigenoterapia, antitusivos, drenaje pos- intravenosa suele ser favorable, aunque el trata-
tural). La cirugía sólo estará indicada en casos de miento de elección es el itraconazol por su vía de
hemoptisis masiva y en pacientes con una reserva administración y menor toxicidad. La cirugía sólo
cardiopulmonar aceptable. estaría indicada en formas localizadas, en casos de
intolerancia al tratamiento antifúngico, en pacien-
Aspergilosis crónica necrotizante tes con buena situación y en aquellos con enfer-
(aspergilosis semiinvasiva)(28,33,34) medad activa a pesar de un tratamiento médico
Es un proceso destructivo crónico e indolente adecuado. El pronóstico a largo plazo es incierto si
habitualmente producido por A. fumigatus. En este bien algunas series señalan que la mayoría de los
caso existe invasión tisular del pulmón afecto y pacientes (70%) sobreviven más de 2 años y que
no precisa una cavidad preexistente (aunque en la mortalidad está relacionada con causas distintas
casos puede desarrollarse un aspergiloma secun- a la micosis.
dario a la necrosis del parénquima). Se diferencia
de la aspergilosis invasiva en su curso crónico, lenta Aspergilosis invasiva(28,35,36)
evolución (meses o años) y en la ausencia de inva- Afecta a sujetos inmunocomprometidos (leu-
sión vascular o diseminación hematógena a otros cemias en aplasia [29%], trasplantados de médu-
órganos. la ósea [32%] y pulmón, neoplasias en quimiote-
Afecta a personas de edad media o avanzada rapia, tratamiento corticoideo a altas dosis, SIDA
con patología respiratoria previa (EPOC, tuberculo- [8%]). A. fumigatus es el agente causal en el 50-
Enfermedad por micobacterias ambientales. Micosis pulmonares. Aspergilosis 573

60% de casos, seguido de A. flavus. También están do pulmonar obtenido por biopsia. Las tinciones
implicados en infecciones nosocomiales (quirófa- más usadas son la plata-metenamina y el PAS. Otros
nos, UCI). La neutropenia es el factor de riesgo más hongos pueden tener una apariencia similar (Fusa-
importante, estimándose que provoca el 7,5% de rium, Scedosporium) por lo que es preciso el ais-
todas las infecciones en pacientes neutropénicos lamiento del hongo en cultivo. Aunque el aisla-
tras quimioterapia de leucemia mielógena aguda. miento en esputo puede indicar colonización, en
Este riesgo se incrementa con la duración de la neu- pacientes inmunodeprimidos puede ser la única
tropenia y se estima que llega a ser del 1% por día evidencia de aspergilosis invasiva. El aislamiento en
durante las tres primeras semanas, incrementán- esputo tiene un valor predictivo positivo de entre
dose posteriormente a un 4% por día. En raras oca- el 80-90% en pacientes con leucemia o trasplan-
siones (2%) acontece en pacientes inmunocom- te de médula ósea. Por el contrario, la negatividad
petentes o con otras patologías menos severas del esputo no excluye el diagnóstico ya que ocurre
(alcoholismo, hepatopatías crónicas, cetoacidosis en hasta el 70% de los pacientes con formas inva-
diabética o en EPOC avanzados en tratamientos sivas. Los hemocultivos rara vez conducen al diag-
esteroideos)(37). nóstico. La especificidad del LBA es del 97% pero
De inicio brusco o insidioso, con síntomas res- su sensibilidad es baja (30-50%). La biopsia trans-
piratorios inespecíficos. Algunos de éstos pueden bronquial no parece incrementar los resultados del
inducir la sospecha diagnóstica, el dolor pleurítico LBA y es una técnica peligrosa en estos pacien-
(por infartos pulmonares secundarios a la invasión tes. La biopsia pulmonar abierta es la prueba de
vascular) y la hemoptisis de severidad variable, sobre referencia, a pesar de que puede tener falsos nega-
todo en pacientes neutropénicos con trombocito- tivos y es muy arriesgada.
penia(38). Las precipitinas no son de utilidad ya que sue-
La radiografía de tórax muestra infiltrados pro- len ser negativas o de positividad tardía. Se pueden
gresivos de tipo alveolar con tendencia a la cavi- realizar pruebas para detectar antígeno circulante
tación. Las lesiones más sugestivas son las opaci- de la pared celular (galactomanano) en suero, lava-
dades redondeadas, infiltrados de base pleural y la do alveolar y orina con una elevada sensibilidad y
cavitación. La presencia de derrame es poco habi- especificidad (mediante ELISA)(40), así como la reac-
tual. La TAC de alta resolución es de gran ayuda ya ción en cadena de la polimerasa (PCR), siendo útil
que permite un diagnóstico más precoz. Los hallaz- en aquellos casos en los que el resultado sea nega-
gos más típicos son los nódulos múltiples, el signo tivo, para descartar enfermedad(41).
del halo (signo precoz mostrando una zona de baja El tratamiento es difícil y la mortalidad es muy
atenuación correspondiente a zonas hemorrágicas elevada a pesar de los nuevos avances terapéuticos
alrededor de nódulos) y, el signo de la semiluna (Tabla V). El pronóstico depende de la precocidad
aérea (secundaria a necrosis alrededor del nódulo en el inicio del tratamiento, de la presencia de dise-
que se correlaciona con recuperación de la neu- minación y de la recuperación de la inmunodepre-
tropenia y es un dato tardío)(39). A pesar de su espe- sión. El fármaco más empleado es la anfotericina B
cificidad, no son patognomónicos de aspergilosis y, aunque la duración del mismo es desconocida,
invasiva (hallazgos similares en zigomicosis y nocar- se recomienda mantenerlo hasta que desaparezca
diosis). la inmunosupresión y se objetiva una clara respuesta
En pacientes severamente inmunodeprimidos terapéutica, la cual es muy variable (20-80%). El
puede diseminarse por vía hematógena afectando itraconazol no es recomendable ya que las tasas de
al sistema nervioso central, piel, riñones, tubo diges- respuesta parcial o completa son del 39% y la de
tivo, corazón o hígado, con una mortalidad muy ele- fracasos supera el 25%. En general se recomien-
vada. da en las formas menos severas o como tratamiento
El diagnóstico se basa en la demostración de de mantenimiento tras el control de la infección con
hifas septadas ramificadas (45º) invasivas en teji- anfotericina B. Las combinaciones de anfotericina B
574 J. Hernández Borje, J.A. Gutiérrez Lara, J.A. Marín Torrado

Tabla V. Principales antifúngicos, modo de administración y pautas de tratamiento

Indicaciones Antifúngicos

Anfotericina B:
• Aspergilosis invasiva (se recomienda • B-desoxicolato (convencional)*: 0,5-1,5 mg/kg/24-48 h i.v. en 500 cc glucosado 5%
AmBisome 2,3 mg/kg/día hasta dosis (precipita con SSF) o añadida a Intralipid® 10-20% (agitar enérgicamente). Administrar en
media acumulada de 2,8 g) 2-4 h. Alcanzar dosis total en varios días (2-4). Añadir 1.000 U de heparina a la preparación y
25 mg de hidrocortisona. Iniciar con dosis de prueba de 1 mg
• Candidiasis invasiva • Liposómica (AmBisome®)†: 1-5 mg/kg/día diluir en glucosado al 5% (concentración 0,5
mg/ml). Usar dosis prueba (1 mg). Infundir en 60 minutos
• Criptococosis • Complejo lipídico § (Abelcet®): 3-5 mg/kg/día. Administrar en 500 cc de glucosado 5%
(perfusión 2,5 mg/kg/h). Usar dosis prueba (1 mg)
• Mucormicosis (se recomienda AmBisome a • Dispersión coloidal#: 3-5 mg/kg/día. Administrar en 500 cc glucosado 5% (perfusión 0,5
dosis de 2,3 mg/kg/día hasta dosis total mg/kg/h). Usar dosis prueba (1 mg)
de 3 g). Valorar asociar cirugía resectiva
Caspofungina: (Caspofungin MSD®)¶
70 mg i.v. (1er día)
50 mg/día (continuación)
Diluir en 250 cc de SSF en 60 minutos

• Candidiasis bronquial crónica, formas Fluconazol (Diflucan®)**:


pseudotuberculosas 400-800 mg/día.. Administrar diluido a un ritmo de perfusión de 200 mg/h
• Criptococosis

• Candidiasis invasivas (+ anfotericina B) Flucitosina (Ancobon® comp. de 500 mg y Ancotil® inyectables de 2,5 g)††:
37 mg/kg 6 h v.o. o i.v. (administrar en 40 minutos)

• Aspergiloma ? Itraconazol (Soporanox® cápsula de 100 g e inyectables de 250 mg)‡‡:


• Aspergilosis invasiva 200-400 mg/día 200-400 mg/día v.o. o i.v. (en dos dosis diarias)
(3-6 meses) asociado a anfotericina B en Administrar diluido en SSF en una hora
casos severos
Voriconazol (Vfend® comp. de 50-200 mg y inyectable de 200 mg)§§:
6 mg/kg/12 h (1er día). 4 mg/kg/12 h (continuación) o 200 mg/12 h v.o.
Diluir en glucosado 5% o SSF (ritmo de perfusión 3 mg/kg/h)

*La administración conjunta con flucitosina puede ser sinérgica frente a Candida y Aspergillus, mientras que con azoles puede ser antagónica. Dosis superiores
a 50 mg/día no parecen aumentar las concentraciones plasmáticas, aunque son más efectivas en micosis invasivas por hongos moderadamente sensibles.
†Dosis de 1 mg/kg se indican en tratamiento del paciente febril neutropénico sin respuesta a antibióticos, en infecciones probables por Aspergillus o por
Candida. En infecciones por hongos filamentosos, del SNC o especies de Candida distintas a C. albicans, se recomiendan dosis superiores a 3 mg/kg.
§Utilizar dosis de 5 mg/kg en hongos filamentosos, especies de Candida distintas a C. albicans o afectación del SNC.
#Aunque la dosis habitual es de 3-4 mg/kg/día al ser menos eficaz frente a Aspergillus se recomiendan dosis de 6 mg/kg/día en este caso.
¶Fungicida frente a Candida y fungistático frente Aspergillus. El Cryptococcus neoformans es resistente. Actividad variable frente a micosis endémicas (p. ej.,
Histoplasma). Muestra actividad sinérgica o aditiva con anfotericina B.
**Activo frente a Candida albicans (otras especies muestran niveles de resistencia variables), Cryptococcus neoformans y micosis endémicas. Aspergillus, Mucor,
Pseudallescheria son resistentes. La rifampicina disminuye sus niveles y aumenta los de anticoagulantes orales, ciclosporina, anticomiciales, teofilinas,
antidiabéticos, antihistamínicos y metadona.
††Activa frente a especies de Candida, Cryptococcus neoformans y algunas cepas de Aspergillus. La administración conjunta con anfotericina B o azoles es
aditiva o sinérgica frente a Cryptococcus y Candida.
‡‡Espectro similar al fluconazol incluyendo Aspergillus. Algunas especies de Candida son resistentes. Numerosas interacciones farmacológicas (similares al
fluconazol)
§§Fungicida frente a Aspergillus y fungistático frente a Candida. Activo frente a Candida, Aspergillus, Cryptococcus neoformans, Pseudallescheria y hongos
endémicos. Numerosas interacciones farmacológicas (anticomiciales, rifampicina, omeprazol, ciclosporina, anticoagulantes orales).

con otros fármacos (5-flucitosina, itraconazol, rifam- sión persistente. Los resultados son pobres en for-
picina, ketoconazol) no parecen más eficaces. mas multifocales, trasplantados de médula ósea
En cuanto a la cirugía sólo está indicada en o pacientes en ventilación mecánica. Finalmente el
casos de hemoptisis masivas o en lesiones resi- papel de los factores estimulantes de colonias como
duales localizadas en pacientes con inmuosupre- tratamiento adyuvante no está claro.
Enfermedad por micobacterias ambientales. Micosis pulmonares. Aspergilosis 575

Otra forma invasiva es la afectación pleural, que corticodependiente y en el 6% de enfermos con


es muy rara. Ocurre por contaminación de una cavi- fibrosis quística. Pueden presentar fiebre o expec-
dad pleural residual si existe fístula broncopleural. toración de tapones mucosos con abundantes
Radiográficamente puede adoptar forma de mice- Aspergillus. Radiográficamente y, junto con los infil-
toma con engrosamiento pleural o provocar un trados, pueden aparecer atelectasias segmentarias
empiema fúngico. También existe la bronquitis y/o subsegmentarias. Con el tiempo aparecen bron-
aspergilar muco-membranosa, que cursa con un quiectasias proximales (TAC) y, en casos muy avan-
síndrome obstructivo con tos, sibilancias y disnea, zados, cambios fibróticos permanentes. Anatomo-
expectorándose, en ocasiones, moldes bronquia- patológicamente puede encontrarse: neumonía
les que son cultivos puros del hongo. La broncos- eosinófila, impactación mucoide bronquial y gra-
copia suele ser diagnóstica al encontrar material nulomatosis broncocéntrica (de forma aislada o en
gelatinoso, marrón-rojizo con abundantes hongos conjunto).
y sin evidencia de invasión de la pared bronquial En las pruebas de función pulmonar, vamos
en las biopsias. Es más habitual en pacientes con a encontrar que la mayoría de los pacientes tienen
fibrosis quística, trasplante pulmonar o SIDA(24). obstrucción al flujo aéreo con una disminución
de FEV1 y un aumento del volumen residual, encon-
Aspergilosis inmunoalérgicas trándose una respuesta positiva al test broncodi-
En estas formas los antígenos del hongo que latador en menos del 50% de los pacientes. Las
coloniza el árbol bronquial de sujetos suscepti- personas con bronquiectasias o fibrosis asociada
bles induce la producción de anticuerpos IgE y IgG pueden presentar una mezcla de patrón obstruc-
responsables de reacciones de tipo I y de tipo III, tivo y restrictivo.
respectivamente. Se liberan mediadores inflama- Como datos de laboratorio, destacar la eosi-
torios que producen broncoespasmo, edema y eosi- nofilia sanguínea, aumento de IgE sérica (> 1.000
nofilia. Por otro lado, se pueden formar inmuno- U/ml), precipitinas frente a Aspergillus (90% de
complejos in situ que liberan más mediadores, los casos), pruebas cutáneas positivas, tanto inme-
pudiendo llegar a provocar un daño bronquial cró- diata mediadas por IgE (90-100% casos) como
nico y fibrosis. semitardías mediadas por IgG (30-80% casos). La
prueba más específica es la demostración de IgE e
Asma aspergilar IgG específica frente a Aspergillus (RIA, ELISA o con-
En pacientes atópicos y es similar a otros tipos trainmunoelectroforesis cruzada).
de asma extrínseca. El hongo se comporta como A pesar de todo esto, no hay ninguna prueba
un neumoalergeno a través de reacciones de hiper- específica para establecer el diagnóstico de ABPA.
sensibilidad tipo I. La principal razón para llevar a cabo el diagnóstico
es que son pacientes que van a responder a la tera-
Aspergilosis broncopulmonar alérgica pia con glucocorticoides, y la detección y tratamiento
(ABPA)(24-28,42) precoz puede reducir el riesgo de progresión a fibro-
Es una reacción de hipersensibilidad, a menu- sis pulmonar.
do en pacientes con asma atópica o fibrosis quís- Para el diagnóstico se suelen emplear una serie
tica, que ocurre cuando los bronquios son coloni- de criterios (Rosenberg)(24):
zados por Aspergillus, dando lugar a episodios repe- • Criterios mayores: asma, infiltrados cambian-
tidos de obstrucción bronquial, inflamación e impac- tes y bronquiectasias centrales, eosinofilia san-
tación mucoide que puede conducir a la formación guínea, reactividad cutánea inmediata, IgE supe-
de bronquiectasias, fibrosis, y compromiso respira- rior a 1.000 U/ml, precipitinas contra Aspergi-
torio. Cursa con asma, eosinofilia pulmonar y san- llus, IgE e IgG específica frente a Aspergillus.
guínea e infiltrados pulmonares cambiantes. Se esti- • Criterios menores: expectoración de tapones
ma que ocurre en el 7-14% de pacientes con asma de moco, impactos mucosos, eosinofilia en
576 J. Hernández Borje, J.A. Gutiérrez Lara, J.A. Marín Torrado

Tabla VI. Fases de la aspergilosis broncopulmonar alérgica y actitud terapéutica

Fases Hallazgos Actitud y comentarios

I Asma Raras veces se establece el diagnóstico en


(aguda) IgE elevada esta fase
Eosinofilia sanguínea Prednisona 0,5 mg/kg/día (2 semanas y
Infiltrados pulmonares progresiva retirada en función de evolución
IgG e IgE específica + clínica [3-6 meses])

II Descenso de IgE (no se normaliza) No tratar en función de síntomas


(remisión) Ausencia de eosinofilia
Radiografía tórax normal
Descenso de IgG e IgE específica (no desaparición)

III Similar a estadio I Similar a estadio I


(exacerbación) Seguimiento: niveles de IgE

IV IgE elevada (puede ser normal) Necesidad de tomar corticoides (prednisona


(corticodependiente) TAC: bronquiectasias centrales 15-30 mg/día) de forma crónica para evitar
exacerbaciones
Gran parte de ABPA se diagnostican en esta
fase

V Disnea, cianosis, acropaquias, cor pulmonale En raras ocasiones se llega a esta fase
(fibrótica) IgE y eosinofilia sanguínea normales o elevadas Los corticoides son ineficaces

esputo, aislamiento de Aspergillus en esputo para prevenir el daño pulmonar asociado a este
y reacción cutánea tardía. proceso. Algunos estudios han encontrado buenos
Se precisan al menos 6 de los criterios mayo- resultados utilizando itraconazol oral (200 mg/12-
res para establecer un diagnóstico de sospecha. Se 24 horas durante meses o de mantenimiento) con
debe establecer el diagnóstico diferencial con alveo- reducción de la dosis de corticoides y de los nive-
litis alérgica extrínseca, otras eosinofilias pulmona- les de IgE.
res y el asma atópica con infiltrados pulmonares.
Con posterioridad, estos criterios se han modifica- Alveolitis alérgica extrínseca
do para permitir un diagnóstico precoz antes de que En pacientes no atópicos expuestos a inhala-
se desarrollen cambios irreversibles (bronquiecta- ción masiva de esporas. Produce un cuadro de neu-
sias). Aquellos pacientes sin bronquiectasias se con- monitis por hipersensibilidad aguda o subaguda
siderarían ABPA-seropositivos y precisarían como cri- (heno mohoso [A. fumigatus], humidificadores
terios mínimos: asma, reactividad cutánea inme- domésticos [A. fumigatus, A. umbrosus], manipu-
diata, IgE > 1.000 U/ml, infiltrados cambiantes, y ladores de malta [A. clavatus]). El cuadro clínico es
niveles elevados de IgE e IgG específicas(28). similar al de otras alveolitis alérgicas. En estos casos
En cuanto a su evolución se han establecido no hay asma, ni eosinofilia, la IgE sérica es nor-
varios estadios (Paterson)(24) que definen la situa- mal y no hay colonización aspergilar del árbol bron-
ción clínica del paciente y su reversibilidad en base quial. Debido a su mecanismo patogénico es fre-
al tratamiento corticoideo: aguda; remisión, exa- cuente la presencia de precipitinas IgG y de reacti-
cerbación, asma corticodependiente y fibrótico (Tabla vidad cutánea tardía (respuestas tipos III y IV). El
VI). Los pasos entre estadios no siempre son corre- tratamiento se basa en evitar la exposición y el
lativos. Los corticoides inhalados no son eficaces empleo de corticoides en formas graves(28).
Enfermedad por micobacterias ambientales. Micosis pulmonares. Aspergilosis 577

Otras micosis pulmonares(24,25) cm (únicos o múltiples); 2) torulomas o lesiones


granulomatosas de mayor tamaño (de hasta 6 cm
Candidiasis broncopulmonar que pueden cavitarse); 3) diseminación miliar en
Se trata de un hongo levaduriforme endóge- ambos pulmones; 4) infiltrados intersticiales. La pre-
no, de distribución mundial, saprofito de la piel y el sencia de adenopatías o el derrame pleural son
tubo digestivo desde donde puede volverse inva- infrecuentes(44). Son fácilmente identificables con
sivo en situaciones especiales (tratamiento anti- tinciones especiales en los tejidos afectos (PAS,
biótico, corticoides e inmunosupresores). La espe- azul-alcián, mucicarmín). Los síntomas pueden ser
cie más frecuente es la C. albicans aunque otras agudos o subagudos (tos, hemoptisis, dolor torá-
también son potencialmente patógenas (C. tropi- cico o fiebre), en casos con afectación meníngea y
calis, C. pseudotropicalis, C. krusei o C. parapsilo- cutánea.
sis), si bien la afectación broncopulmonar por estos Su diagnóstico se basa en la detección del
últimos es rara. hongo en muestras respiratorias y su cultivo (Sabo-
Pueden ocasionar varios síndromes clínicos, raud a 30-37º). También puede emplearse el antí-
como la candidiasis crónica bronquial en casos aso- geno criptococócico en líquidos biológicos (LBA,
ciada a muguet que puede llegar a producir ulce- LCR, suero, orina) con títulos superiores a 1/8 (aglu-
raciones bronquiales. La afectación pulmonar por tinación en látex).
Candida acostumbra a ser de origen hospitalario, El tratamiento se basa en anfotericina B con
cursa en forma de neumonía primaria asociada o o sin 5-flucitosina. Esta última suele ser mal tole-
no a diseminación sanguínea y tiene una elevada rada por pacientes infectados por el VIH (pancito-
mortalidad (70%). Radiológicamente se presenta penia) por lo que suele ser sustituida por flucona-
como infiltrados bronconeumónicos y es propia de zol (400 mg/día) durante 8-10 semanas. No suele
recién nacidos y prematuros. Otras formas menos requerir tratamiento en inmunocompetentes por
frecuentes incluyen las formas pseudotuberculosas su tendencia natural a la resolución espontánea.
(con adenopatías mediastínicas) y las formas abs- Los pacientes con SIDA tienen un alto riesgo de
cesificantes o pseudotumorales(43). recaída por lo que suele indicarse tratamiento pro-
En general las formas crónicas responden a flu- filáctico con fluconazol (200 mg/día) hasta que
conazol, siendo preciso el empleo de anfotericina mejora su situación inmunológica.
B asociada o no a 5-flucitosina en los casos más
severos. Mucormicosis pulmonar
Es un hongo filamentoso de distribución uni-
Criptococosis versal que afecta a pacientes con alteraciones de
El C. neoformans es una levadura encapsula- la función fagocítica de macrófagos alveolares y
da, de distribución mundial (su hábitat es el suelo polimorfonucleares (cetoacidosis diabética, leu-
contaminado por excrementos de aves, sobre todo cemia, linfomas). La clínica es inespecífica y suele
palomas). Actualmente es una de las micosis opor- producir infiltrados uni o multifocales con ten-
tunistas más importantes, afectando a sujetos con dencia a la cavitación. Su mortalidad es muy ele-
defectos innatos o adquiridos de la inmunidad celu- vada (80%), requiriendo para el diagnóstico la
lar, síndromes linfoproliferativos, trasplantados, en presencia del hongo (hifas no septadas de pared
tratamiento inmunosupresor o a pacientes con SIDA. gruesa) en secreciones bronquiales o muestras
Penetra por el aparato respiratorio desde donde de tejidos.
puede diseminarse por vía hematógena con parti-
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48
Fibrosis quística del adulto
A. Padilla Galo, F.J. Carboneros de la Fuente, I. Gaspar García, J.J. Cebrián Gallardo

INTRODUCCIÓN seguimiento. Por ello, es necesario que los pacien-


La fibrosis quística (FQ) es la enfermedad gené- tes sean atendidos en centros de referencia y por
tica grave más frecuente en la raza blanca. Su pri- unidades multidisciplinares(4).
mera descripción clínica fue realizada por Ander- Los estudios epidemiológicos realizados en
sen en 1938(1), pero no fue hasta 1989 cuando el diferentes regiones de determinados países han
gen de la fibrosis quística fue identificado(2). mostrado resultados muy variables en la frecuen-
La FQ es causada por la alteración de un único cia de la enfermedad. Por otra parte, los estudios
gen (el RTFQ, regulador de la conductancia trans- de detección neonatal tampoco han servido para
membrana de la fibrosis quística) que se transmi- conocer la incidencia real, presentando diferencias
te según un patrón mendeliano autosómico rece- entre regiones de un mismo país, posiblemente
sivo. Su locus se encuentra, en la especie humana, debido a la distribución asimétrica del gen muta-
en el brazo largo del cromosoma 7. El gen RTFQ se do en las distintas poblaciones(5). Según lo refleja-
expresa específicamente en pulmón, páncreas, glán- do en la mayoría de las publicaciones sobre FQ, su
dulas sudoríparas, hígado, glándulas salivales, con- prevalencia en la población caucásica es de 1 en
ductos deferentes y colon, órganos afectados en la 2.500 individuos, siendo la frecuencia de porta-
FQ. El RTFQ se comporta como un canal de cloro dores de 1 cada 25. Alrededor del 25-30% de la
y las mutaciones de este gen dan lugar a un defec- población puede ser portadora asintomática de la
to en el transporte del cloro en las células epite- enfermedad.
liales de los aparatos respiratorio, hepatobiliar, gas- En la población caucásica la mutación más fre-
trointestinal, reproductor, páncreas y glándulas su- cuente en los pacientes con FQ es una pérdida de
doríparas(3). La importante morbimortalidad de esta tres pares de bases del exón 10 del gen RTFQ
enfermedad está relacionada fundamentalmente (DF508). La mutación G542X, que es la más fre-
con la afectación pulmonar y sus complicaciones. cuente después de la DF508, es entre dos y tres
Por otro lado, la prevalencia de la desnutrición en veces más frecuente en España que en el resto de
la FQ es elevada y el empeoramiento del estado la población europea. La correlación entre genoti-
de nutrición guarda una relación directa con el des- po y fenotipo es clara para la insuficiencia pancre-
censo de la función pulmonar. Se trata por tanto ática exocrina (IPE)(6) y también se ha demostrado
de una patología muy compleja que requiere ser para el grado de severidad de la enfermedad pul-
abordada de forma integral en su tratamiento y monar(7) en adultos con FQ. Resumiendo, la FQ es

581
582 A. Padilla Galo, F.J. Carboneros de la Fuente, I. Gaspar García, J.J. Cebrián Gallardo

la enfermedad letal de herencia mendeliana rece- monar y de la bronquial en los pacientes con enfer-
siva más frecuente en la población caucásica, con medad avanzada pueden dar origen a hemopti-
una incidencia muy variable según cada región o sis. Cuando existe hipoxemia grave y obstrucción
país. de las vías respiratorias, a menudo, se desarrolla
A lo largo de las últimas décadas se ha incre- hipertensión pulmonar, que produce insuficiencia
mentado notablemente la supervivencia de las per- ventricular derecha progresiva(10).
sonas con FQ(8). Esto se debe a múltiples factores, Existen formas fenotípicas con poca o nula tra-
entre los que destacan: 1) la mejora del diagnós- ducción clínica durante la infancia, que pueden
tico tanto en población pediátrica (por la mayor sen- manifestarse en la edad adulta(11). La FQ diagnos-
sibilización y el despistaje neonatal), como adulta ticada en la edad adulta difiere considerablemen-
(con un mayor diagnóstico de formas leves); 2) el te de la forma de presentación en la infancia. Apro-
tratamiento integral en unidades de FQ; 3) los avan- ximadamente el 90% de los pacientes presentan
ces recientes en la terapia antibiótica (oral, inhala- clínica respiratoria con alteración de la función pul-
da e intravenosa) y en otros tratamientos cróni- monar leve-moderada o incluso normal, y tan sólo
cos para mantener la función pulmonar; 4) la incor- un 15% tienen insuficiencia pancreática. Aunque
poración de las enzimas pancreáticas “acidorresis- la mayoría de los pacientes presentan bronquiec-
tentes” en los años 80, y 5) un correcto seguimiento tasias difusas, la colonización bronquial crónica por
nutricional(9). P. aeruginosa es menos frecuente, predominando
otros gérmenes, como H. influenzae y S. aureus.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS La aspergilosis broncopulmonar alérgica es una
Se trata de una enfermedad donde se produ- complicación frecuente de esta enfermedad, y
ce una alteración de la función de las glándulas exo- puede ser el motivo de sospecha clínica en adul-
crinas y se puede presentar bajo diferentes formas tos(12).
clínicas, algunas de ellas estrechamente relacio-
nadas con la edad del paciente. Afectación digestiva
Esta enfermedad afecta potencialmente a todos
Afectación respiratoria los órganos abdominales con función secretora. La
Se pueden afectar todos los niveles de las vías insuficiencia pancreática que produce malabsorción
respiratorias. Es la responsable de la mayor pro- de grasas y proteínas está presente en la mayoría
porción de morbimortalidad en la FQ y, junto con de los casos (85%). Se suele manifestar con depo-
la malabsorción, el modo más frecuente de pre- siciones abundantes, fétidas y con características
sentación. La padecen más del 95% de los pacien- grasas. En los pacientes con insuficiencia pancre-
tes, aunque los grados de afectación son variables. ática no tratada aparecen deficiencias de vitaminas
Los cambios pulmonares más precoces son la hiper- liposolubles, carencia calórica, retraso del desarro-
trofia de las glándulas bronquiales, seguida de tapo- llo y del crecimiento y otras manifestaciones, como
namiento mucoso y obstrucción de las pequeñas prolapso rectal en niños. Aproximadamente, el 5%
vías respiratorias. Con el paso del tiempo y la infec- de los pacientes nacen con íleo meconial. Otras
ción posterior dará lugar a la formación de bron- alteraciones son: reflujo gastroesofágico, pancrea-
quiectasias que predominan en lóbulos superiores. titis aguda recurrente, enfermedad hepática (coles-
Los tres gérmenes que colonizan con mayor fre- tasis crónica, inflamación, fibrosis e incluso cirrosis),
cuencia las vías aéreas de estos pacientes son: S. hipertensión portal, trastornos de las vías biliares
aureus, H. influenzae y P. aeruginosa. La afectación extrahepáticas y la colopatía fibrosante(13).
aguda y crónica del parénquima pulmonar produ- La malnutrición crónica y la falta de crecimiento
ce pérdida de tejido, fibrosis extensa y cambios en son problemas reconocidos en la población de
la mecánica del pulmón y de las vías respiratorias. pacientes con FQ. El empeoramiento del estado de
Las lesiones secundarias de la vascularización pul- nutrición guarda una relación directa con el des-
Fibrosis quística del adulto 583

censo de los parámetros de función pulmonar, y Alteración esquelética


se comporta como un factor predictor de morbili- La osteopenia y la osteoporosis son hallazgos
dad e incluso de mortalidad en personas con FQ(14). frecuentes en los pacientes adultos con FQ. Otras
La interacción entre estos dos factores, nutrición y alteraciones esqueléticas son el retraso en la edad
función pulmonar, posee gran relevancia porque, ósea y la osteoartropatía hipertrófica.
al descender de forma paralela, influirían sobre la
calidad de vida y el pronóstico de supervivencia del Otras
paciente. Hipertrofia de glándulas salivales, hemorragias
retinianas, etc.
Afectación de senos paranasales
En casi la totalidad de los pacientes con FQ es DIAGNÓSTICO
posible demostrar opacificación de los senos para- El diagnóstico no es fácil y sigue siendo un
nasales en las radiografías y algunos tienen sínto- tema de actualidad. Durante los últimos años
mas de sinusitis crónica. Otros problemas pue- se han modificado los criterios de diagnóstico,
den ser: poliposis nasal, anosmia, cefaleas y com- tanto los clínicos como los de laboratorio, incor-
plicaciones como el mucocele. porando nuevas pruebas diagnósticas y modifi-
cando el significado de las ya utilizadas (Figura 1
Alteraciones endocrino-metabólicas y Tabla I).
La alteración de la función endocrina del pán- En el estudio y seguimiento de los pacientes
creas es una manifestación tardía en el proceso de con FQ es fundamental la detección de la desnu-
la enfermedad. La diabetes mellitus de estos enfer- trición ya que la intervención nutricional podría, ade-
mos no corresponde a ninguno de los clásicos tipos más de mejorar los parámetros nutricionales, enlen-
1 y 2, y se denomina “diabetes mellitus relacio- tecer el descenso progresivo en la función pul-
nada con la fibrosis quística”. Raramente conduce monar(16). Como mínimo la historia clínica debe
a cetoacidosis, por lo que suele ser asintomática recoger, en adultos, el peso, el índice de masa cor-
en dos tercios de los pacientes en el momento del poral (IMC) y la pérdida de peso en el tiempo. Se
diagnóstico. Pueden desarrollar retinopatía, nefro- recomienda utilizar como criterio absoluto de des-
patía y neuropatía(15). nutrición valores de IMC < 18,5 kg/m2(9).

Afectación genitourinaria CALIDAD DE VIDA RELACIONADA


El 95% de los varones no son fértiles debido CON LA SALUD
a la azoospermia, por la ausencia congénita bilate- La medida de la calidad de vida relacionada
ral de los conductos deferentes. La esterilidad mas- con la salud (CVRS) proporciona información adi-
culina puede ser una forma de presentación en cional sobre el impacto de esta enfermedad que
adultos jóvenes como manifestación única de la no se puede obtener mediante otras pruebas pura-
enfermedad, aun con prueba de sudor negativa. mente somáticas, como las pruebas de función pul-
monar o el estado nutricional. Además, es una herra-
Afectación de las glándulas mienta útil para describir los resultados de una forma
sudoríparas comprensible tanto para los profesionales de la
La pérdida crónica de sal por el sudor y otros salud como para el paciente y su familia. Algunos
fluidos puede producir una depleción electrolítica parámetros clínicos, como el FEV1 o el índice de
grave y un síndrome pseudo-Bartter. En épocas de masa corporal, tienen valor pronóstico sobre la mor-
calor, puede ocasionar deshidratación hiponatré- bimortalidad, pero son pobres predictores de la sen-
mica y alcalosis hipoclorémica grave, que requie- sación de falta de bienestar. Para cuantificar todo
ra intervención inmediata. En ocasiones, puede ser esto es necesario un instrumento de medida váli-
la forma de debut de la enfermedad. do y de confianza. En adultos con FQ se han em-
584 A. Padilla Galo, F.J. Carboneros de la Fuente, I. Gaspar García, J.J. Cebrián Gallardo

Sospecha clínica de FQ

Prueba del sudor Estudio genético

Positivo Negativo/dudoso Negativo Positivo


(CI > 60 mmol/L) (CI < 40 mmol/L / CI = 40-60 mmol/L) (2 mutaciones de FQ)

Diagnóstico de FQ DP Diagnóstico de FQ

Normal Positivo
Se excluye FQ Diagnóstico de FQ

Figura 1. Algoritmo diagnóstico de FQ. Tomada de: Maíz L, Baranda F, Coll R, et al. Normativa del diagnóstico y el tratamiento
de la afección respiratoria en la fibrosis quística. Arch Bronconeumol 2001; 37: 316-24. DP: diferencia de potencial nasal.

TRATAMIENTO
Tabla I. Criterios de diagnóstico
El tratamiento de los pacientes con FQ debe
Presencia de uno o más criterios clínicos ser realizado en unidades especializadas por un
• Características fenotípicas: enfermedad respiratoria o equipo multidisciplinario que incluya neumólogos,
digestiva compatible o ausencia bilateral de especialistas en endocrino y nutrición, gastroente-
conductos deferentes rólogos, rehabilitadores, fisioterapeutas, psicólogos,
• Historia familiar de fibrosis quística (hermano o etc. El objetivo principal de abordaje de la afección
primo) respiratoria será intentar frenar el deterioro de la
• Cribado neonatal positivo (elevación tripsinemia función respiratoria, controlar la clínica y facilitar el
inmunorreactiva) drenaje de secreciones. El trasplante pulmonar es
Una o más pruebas que evidencien disfunción de la alternativa terapéutica en los pacientes con enfer-
la proteína reguladora de la conductancia medad pulmonar crónica en fase terminal(12).
transmembrana
• Concentración de cloro en el sudor > 60 mmol/L en Tratamiento de la agudización
dos ocasiones (Tablas II y III)
• Detección de dos mutaciones de fibrosis quística Los antibióticos, facilitar la eliminación de las
• Alteración de la diferencia del potencial nasal secreciones y el tratamiento del broncoespasmo
Tomado de: Rosenstein BJ, Cutting GR. The diagnosis of cystic
asociado constituyen la base del tratamiento de las
fibrosis: a consensus statement. Cystic Fibrosis Foundation agudizaciones(18). El objetivo del tratamiento anti-
Consensus Panel. J Pediatr 1998; 132 (4): 589-95. biótico es volver a la situación basal clínica y fun-
cional previa a la exacerbación. En la reagudización
leve-moderada debe utilizarse la vía oral siempre
pleado cuestionarios, genéricos como el SF-36, si que sea posible, con antibióticos de amplio espec-
bien no parece discriminar bien entre los distintos tro que cubran los gérmenes más comúnmente
grados de gravedad de la enfermedad ni detecta aislados en estos pacientes, habitualmente en ciclos
cambios en la CVRS cuando ésta progresa. El Cues- de 14 días de duración. En la grave se requiere tra-
tionario Respiratorio de St. George ha sido recien- tamiento intravenoso (i.v.) con uno o más fárma-
temente validado en español para población adul- cos según la sensibilidad del germen causante, a
ta con FQ(17). dosis altas durante 14 a 21 días para intentar con-
Fibrosis quística del adulto 585

Tabla II. Tratamiento antibiótico en diferentes situaciones clínicas

Comentario Tratamiento de elección Tratamiento alternativo Duración

Agudización
Empírico, cubrir 10-21 días (excepción
microorganismos con azitromicina que
previamente aislados. se recomienda
Modificar en función del durante 3 -5 días)
cultivo de esputo

• Agudización leve:
– H. influenzae Amoxicilina/clavulánico 875/125 mg/8 h v.o. Amoxicilina 1-2 g/8 h v.o.
Ciprofloxacino 750 mg/12 h v.o. o
azitromicina 500 mg/24 h v.o.
– S. aureus Cloxacilina 500-1.000 mg/6 h v.o. Amoxicilina/clavulánico 875/125 mg/8 h v.o.
– Pseudomonas Ciprofloxacino 750 mg/12 h v.o. Levofloxacino 750 mg/24 h v.o.

• Agudización grave o
sin respuesta a v.o.:
– H. influenzae Amoxicilina/clavulánico 1-2 g/8 h i.v. Ceftriaxona 2 g/24 h i.v.
– Pseudomonas Ceftazidima 2 g/8 h i.v. Imipenem 1 g/8 h o
+ piperacilina/tazobactam 4 g/8 h o
Amikacina 15-20 mg/kg/24 h i.v. aztreonam 2 g/8 h o cefepime 2 g/8 h o
+ meropenem 2 g/8 h
Tobramicina 5-10 mg/kg/24 h i.v. o o ciprofloxacino 400 mg/12 h i.v.***
amikacina 15-20 mg/kg/24 h i.v.

Colonización inicial
– Pseudomonas Ciprofloxacino 750 mg/12 h v.o. Tratamiento i.v. con dos fármacos 3 semanas
+ +
Tobramicina 300 mg/12 h inhalado o Tobramicina 300 mg/12 h inhalado o
colistimetato de sodio 1-2 mU/12 h** inhalado colistimetato de sodio 1-2 mU/12 h** inhalado
Continuar el antibiótico inhalado Continuar el antibiótico inhalado 3-12 meses

Infección bronquial crónica


– H. influenzae Amoxicilina/clavulánico 875/125 mg/8 h v.o. Ciprofloxacino 750 mg/12 h v.o. o Prolongada, depende
amoxicilina 1-2 g/8 h v.o. o del control de la
– S. aureus Cloxacilina 500-1.000 mg/6 h v.o. Amoxicilina/clavulánico 875/125 mg/8 h v.o. infección (mantener
– Pseudomonas Tobramicina 300 mg/12 h inhalado en ciclos esputo mucoso)
alternos de 28 días* o
colistimetato de sodio 1-2 mU/12 h inhalado**
– Burkholderia cepacia Cotrimoxazol (160/800 mg) 1/12 h v.o. Doxiciclina 100 mg/12 h v.o. o
tobramicina 300 mg/12 h inhalado en ciclos
alternos de 28 días*
– Stenotrophomonas Cotrimoxazol (160/800 mg) 1/12 h v.o. Doxiciclina 100 mg/12 h v.o.

Los antibióticos referidos son los más utilizados, la selección de éstos, de otros o de sus combinaciones depende del microorganismo aislado y de su antibiograma.
Las dosis referidas son las recomendadas en población adulta.
*Valorar en casos de infección bronquial de difícil control administrar ciprofloxacino oral u otro antibiótico inhalado durante los periodos de descanso.
**La dosis de colistimetato de sodio depende del tipo de nebulizador utilizado, un nebulizador con menor volumen residual como I-neb permite utilizar menor dosis
(1 mU/12 h).
***Es aconsejable reservar ciprofloxacino para su administración oral. Pueden utilizarse otras combinaciones dependiendo del antibiograma.
v.o.: vía oral; i.v.: vía intravenosa.
Tomada de: Vendrell M, De Gracia J, Olveira C et al. Normativa SEPAR. Diagnóstico y tratamiento de las bronquiectasias. Arch Bronconeumol 2008; 44 (11): 629-40.
586 A. Padilla Galo, F.J. Carboneros de la Fuente, I. Gaspar García, J.J. Cebrián Gallardo

Tabla III. Antibióticos en FQ. Vía de administración y dosis

Pauta < 50 kg Pauta > 50 kg

Ticarcilina i.v. 200-300 mg/kg/día (3-4 dosis) 2-4 g/6-8 h

Piperacilina/tazobactam i.v. 200-300 mg/kg/día (3-4 dosis) 2-4 g/6-8 h

Ticar/clavulánico i.v. o i.m. 200-300 mg/kg/día (3-4 dosis) 3 g Ticar/4-8 h

Ceftazidima i.v. o i.m. 100-150 mg/kg/día en 3 dosis 1-3 g/8 h

Cefepima i.v. o i.m. 10-150 mg/kg/día en 3 dosis 1-3 g/8 h

Aztreonam i.v. o i.m. 100-150 mg/kg/día (3-4 dosis) 1-3 g/8 h

Imipenem i.v. o i.m. 40-60 mg/kg/día (3-4 dosis) 0,5-2 g/6-8 h

Meropenem i.v. 40-60 mg/kg/día (3-4 dosis) 0,5-2 g/6-8 h

Tobramicina i.v. o i.m. 3-10 mg/kg/día (1-3 dosis) 160 mg/8 h


Inhalada 300 mg/12 h 300 mg/12 h

Amikacina i.v. o i.m. 15-20 mg/kg/día (1-3 dosis) 0,5-1 g/12 h

Cloranfenicol Oral o i.v. 70-100 mg/kg/día (en 4 dosis) 0,5-1 g/6-8 h

Rifampicina Oral o i.v. 10-20 mg/kg/día 600 mg/24 h

Ciprofloxacino Oral 20-30 mg/kg/día en 2 dosis 500-750 mg/12 h


i.v. 15 mg/kg/día en 2 dosis 400 mg/8-12 h

Levofloxacino Oral o i.v. 500 mg/12-24 h

Moxifloxacino Oral o i.v. 400 mg/12-24 h

Doxiclina Oral o i.v. 2-4 mg/kg/día en 1-2 dosis 100 mg/12 h

Minociclina Oral o i.v. 4 mg/kg/día en 2 dosis 100 mg/12 h

Cotrimoxazol Oral, i.v., i.m. 6/30-12/60 mg/kg/día en 2 dosis 160/800 mg/12 h

Vancomicina i.v. 40 mg/kg/día (2-4 dosis) 500 mg/6 h o 1 g/12 h


Teicoplanina i.v. o i.m. 10 mg/kg/día en 3 dosis 400 mg/12-24 h

Colistina i.v.o i.m. 50.000 U/kg/día en 3 dosis 2.000.000 U/8 h


Inhalada 50.000 U/kg/día (2-3 dosis) 2.000.000 U/8-12 h

seguir la máxima eficacia con la mínima inducción censo de la función pulmonar en niños y con un
de resistencias(19). Siempre debe tenerse en cuen- deterioro en la CVRS. Por esta razón los estudios
ta el riesgo de colonización por P. aeruginosa (anti- clínicos y epidemiológicos incluyen el número y
bioterapia u hospitalización reciente, enfermedad severidad de las exacerbaciones para valorar curso,
grave, aislamientos previos de Pseudomonas). La pronóstico y complicaciones de la enfermedad(20).
vía i.v. se utilizará en casos de agudizaciones gra-
ves, infección bronquial crónica por microorganis- Tratamiento de la colonización/infección
mos resistentes a los antibióticos por vía oral, falta bronquial (Tablas II y III)
de respuesta al antibiótico oral y en agudizacio- Las diferencias entre colonización inicial, inter-
nes por Pseudomonas cuando no se haya aislado mitente, crónica e infección bronquial crónica, los
con anterioridad. Las exacerbaciones que requie- microorganismos más frecuentes y el procesamiento
ren tratamiento i.v. se han asociado con un des- microbiológico de las muestras respiratorias se espe-
Fibrosis quística del adulto 587

cifican en el capítulo “Valoración y tratamiento del Tratamiento de la hiperreactividad


paciente con bronquiectasias no FQ”. La elección bronquial
del antibiótico y la vía de administración dependen Se utilizarán broncodilatadores (BCD) y CI. Los
del germen aislado en esputo, de forma repetida, BCD mejoran la movilidad ciliar y facilitan el acla-
en fase estable. ramiento de secreciones. Se recomienda la admi-
• En el primer aislamiento de P. aeruginosa en nistración de BCD de acción rápida antes de la rea-
esputo en los pacientes en fase estable se debe lización de fisioterapia y la aerosolterapia antibióti-
iniciar tratamiento (incluyendo quinolonas ora- ca(18).
les y tobramicina o colistina inhaladas)(21) ya
que puede retrasar la infección bronquial cró- Rehabilitación respiratoria
nica(22). Los pacientes deben entrar en programas de
• En pacientes con infección bronquial crónica rehabilitación respiratoria dirigidos por profesiona-
el tratamiento se basa en la administración pro- les especializados, donde se instruyan en las téc-
longada de antibiótico y en facilitar el drenaje nicas y se supervisen periódicamente, con el obje-
de secreciones. El objetivo es romper el cír- tivo de facilitar la eliminación de secreciones y mejo-
culo vicioso de infección-inflamación reduciendo rar tanto la tolerancia física como la CVRS(12). En
tanto la carga bacteriana como la respuesta pacientes con afectación pulmonar grave hay que
inflamatoria y, con ello, el volumen y la puru- asegurar que se mantenga una adecuada oxige-
lencia del esputo, el número y la gravedad de nación durante el proceso.
las agudizaciones, así como el deterioro de la • Fisioterapia respiratoria. El objetivo es facili-
función pulmonar. La elección del antibiótico tar la eliminación de secreciones y se reco-
depende del microorganismo causante de la mienda en pacientes que presentan secreción
infección y de su antibiograma. La pauta y el bronquial superior a 30 ml/día, un mínimo de
tiempo de administración dependen del con- dos veces al día, siempre después del trata-
trol de la infección. La vía de administración miento broncodilatador y antes de administrar
puede ser oral o inhalada(18,23). En el caso de antibióticos inhalados. Incluye varias técnicas
infección bronquial crónica por P. aeruginosa que pueden combinarse, sin existir suficiente
la vía de administración antibiótica más fre- evidencia acerca de cuál es la más efectiva. Se
cuentemente recomendada es la inhalada(24,25). recomienda individualizarlas para facilitar el
Los antibióticos inhalados deben administrar- cumplimiento(18).
se con nebulizadores específicos para este fin. • Ejercicio. La actividad física facilita la elimina-
ción de secreciones de la vía aérea y, en pro-
Tratamiento de la inflamación bronquial gramas supervisados, enlentece la pérdida de
El tratamiento prolongado con corticoides ora- la función pulmonar(24). Previene también la
les o ibuprofeno no está recomendado por sus efec- aparición de osteoporosis. El ejercicio físico
tos secundarios. Está indicado el uso de macróli- aeróbico mejora la tolerancia física y la CVRS.
dos en la infección bronquial crónica por Pseudo- Los pacientes con un mayor grado de entre-
monas o por otros microorganismos con control namiento físico presentan una mayor super-
clínico difícil a pesar de un tratamiento adecuado(18). vivencia. Para prescribir un programa de ejer-
El uso de azitromicina a corto plazo mejora la fun- cicio se debe valorar la capacidad funcional del
ción pulmonar, la CVRS y disminuye los marcado- paciente mediante una prueba de esfuerzo(12).
res sistémicos de inflamación(26). Se recomienda a Se recomienda practicar ejercicio de modera-
dosis de 250-500 mg, 3 días a la semana, duran- do a intenso durante 30 minutos al día, de 3
te 3-6 meses. Los corticoides inhalados (CI) se a 4 veces por semana o, en su defecto, una
deben utilizar en pacientes con clínica de hiperre- actividad física moderada todos los días, ade-
actividad bronquial(27). más de las técnicas de fisioterapia(28).
588 A. Padilla Galo, F.J. Carboneros de la Fuente, I. Gaspar García, J.J. Cebrián Gallardo

Tratamientos adyuvantes metabólico (valores de albúmina < 3 g/dl) es reco-


• Mucolíticos. La bromhexina o el manitol pue- mendable que sean, además, hiperproteicas. El
den facilitar la eliminación de secreciones(18). empleo de fórmulas altas en grasas no debe ser la
La solución salina hipertónica nebulizada y la norma. En caso de diabetes concomitante, las fór-
DNasa pueden reducir las agudizaciones en la mulas con alto contenido en ácidos grasos monoin-
FQ con afectación pulmonar leve o modera- saturados mejoran el control metabólico.
da(24).
• Vacunaciones. Se aconseja la administración Tratamiento de la IPE y la afectación
de las vacunas antigripal y antineumocócica(18). hepática
Los pacientes con IPE toleran perfectamente
Tratamiento nutricional una dieta alta en grasa si son tratados con enzimas
Debido a que las personas con FQ tienen un pancreáticas a las dosis adecuadas. Así, en la mayo-
riesgo importante de desarrollar malnutrición como ría, es posible alcanzar unos porcentajes de absor-
consecuencia de balances energéticos negativos se ción de grasa entre el 85 y el 95% de la ingesta
recomienda que su ingesta habitual aporte entre el con las nuevas formulaciones del mercado(29).
120 y 150% de las calorías recomendadas para las En caso de afectación hepática, el ácido urso-
personas sanas de su misma edad, sexo, peso y desoxicólico administrado precozmente parece retra-
talla(29). Aunque lo ideal para estimar el gasto ener- sar la evolución hacia cirrosis, aunque cuando ya
gético basal sería la calorimetría indirecta (ya que se ha instaurado debe plantearse el trasplante hepá-
las fórmulas habitualmente empleadas para per- tico asociado al pulmonar o en solitario, si el esta-
sonas sanas lo infraestiman sistemáticamente)(30), do pulmonar es satisfactorio.
a nivel práctico y para estimar los requerimientos
calóricos teóricos totales, solemos aplicar las fór- Suplementación de micronutrientes(9)
mulas convencionales aplicando factores de correc- • Vitaminas. Todos los pacientes con IPE deben
ción según la actividad física y grado de enferme- recibir suplementación con vitaminas liposolu-
dad. Debe ofrecerse consejo dietético individuali- bles A, D y E en su presentación liposoluble(29).
zado lo antes posible con el objetivo de mejorar la No obstante, se propone para todos los pacien-
ingesta calórica, sobre todo en pacientes con enfer- tes (con y sin IPE) la suplementación con vita-
medad grave o mayor riesgo de desnutrición(31). En mina E debido a su efecto protector sobre la
el tratamiento de la FQ el consejo dietético junto oxidación de las lipoproteínas y sobre la pero-
con la fortificación de la dieta habitual, utilizando xidación lipídica.
alimentos altamente energéticos (por ejemplo, • Minerales y oligoelementos. En muchos
en forma de batidos, chucherías, frutos secos, pacientes es necesario suplementar con clo-
snacks, cremas, fritos, aceite añadido a las comidas ruro sódico en situaciones de ejercicio inten-
elaboradas, etc.) pueden ser eficaces en incrementar so, fiebre, hipersudoración y/o con altas tem-
las calorías totales ingeridas(9). Es posible alcanzar peraturas. Puede ser necesaria la adición de
los requerimientos estimados en más del 75% de preparados de magnesio en pacientes tratados
los pacientes adultos sin necesidad de emplear con aminoglucósidos durante largos periodos.
(salvo de forma puntual en reagudizaciones) suple- El calcio se suplementará en caso de que la
mentos dietoterápicos(32). Se recomienda añadir dieta sea deficitaria o en presencia de osteo-
suplementos orales en personas con IMC < 20 porosis. El hierro se debe prescribir según el
kg/m2, o bien > 20 kg/m2 si están perdiendo peso hemograma y sus niveles plasmáticos. El cinc
de forma aguda (especialmente en las agudiza- también debe suplementarse si los niveles se
ciones e ingresos). Se utilizarán fórmulas poliméri- encuentran bajos; no obstante, los niveles séri-
cas e hipercalóricas, sobre todo si se requiere res- cos normales no siempre descartan un déficit,
tricción de líquidos. En situaciones de alto estrés por lo que se recomienda su uso en pacientes
Fibrosis quística del adulto 589

con IPE no controlada y si existe déficit de vita- la penicilina), sustancias inhaladas irritantes (anti-
mina A asociada. bióticos) y fisioterapia respiratoria al menos en las
• Ácidos grasos. Se ha propuesto la suplemen- primeras 24 a 48 h después del episodio. La bron-
tación dietética con diversos ácidos grasos como cofibroscopia debe realizarse siempre que sea posi-
una forma de modular la respuesta proinfla- ble para localizar el origen de la hemorragia y apli-
matoria en la FQ. Los estudios en humanos car medidas tópicas. Si la hemorragia no cesa con
han demostrado que es posible mejorar el per- la broncoscopia, debe llevarse a cabo una embo-
fil de ácidos grasos en la FQ, disminuir pará- lización selectiva de las arterias bronquiales pato-
metros inflamatorios y, en algunos casos, mejo- lógicas. La cirugía de resección pulmonar sólo está
rar parámetros clínicos relacionados con el pro- indicada cuando no es posible controlar la hemop-
nóstico de los pacientes. No obstante, son nece- tisis con lo anterior, el origen de la hemorragia está
sarios más estudios para poder realizar reco- bien localizado y existe riesgo vital.
mendaciones clínicas.
Aspergilosis broncopulmonar alérgica
Tratamiento de las complicaciones (ABPA)
pulmonares(12) La prevalencia de la ABPA en la FQ oscila entre
un 2 y un 15%. El diagnóstico es difícil en los
Neumotórax pacientes con FQ, ya que la clínica y los hallazgos
Su incidencia es de aproximadamente un 1% tanto radiológicos como de laboratorio pueden ser
al año, incrementándose con la edad y la gravedad similares a los detectados en la propia FQ. La posi-
de la enfermedad. Se recomienda un tratamiento tividad de los parámetros inmunológicos (IgE e IgG
conservador siempre que sea posible. Si es supe- frente a Aspergillus fumigatus), junto con una ele-
rior al 20% del volumen del tórax afectado o com- vación de las cifras de IgE total en un paciente con
promete la función respiratoria, hay que colocar aumento de la tos, sibilancias, infiltrados pulmo-
tubo de drenaje. En caso de persistencia o recidi- nares o con un deterioro de la función respirato-
va, es preciso resecar las bullas. La pleurodesis por ria que no responda al tratamiento convencional,
vía toracoscópica puede realizarse mecánicamen- debe valorarse esta complicación. Los esteroides
te o por láser. La toracoscopia puede ser compli- por vía oral son el tratamiento de elección, a dosis
cada por la dificultad para colapsar el pulmón, las de 0,5-1 mg/kg/día, inicialmente a diario durante
adherencias pleurales y la disminución de la elas- dos semanas y con posterioridad manteniendo la
ticidad pulmonar. La pleurodesis mecánica exten- misma dosis a días alternos durante al menos 3 a
sa o la instilación de sustancias esclerosantes debe- 6 meses según las evoluciones clínica, radiológica
rían evitarse para disminuir los riesgos en una futu- e inmunológica. En aquellos pacientes que no res-
ra cirugía del trasplante pulmonar. ponden adecuadamente a los esteroides o que pre-
sentan importantes efectos secundarios, se puede
Hemoptisis plantear el itraconazol.
Más del 50% de los pacientes presentan algún
episodio de hemoptisis que, en la mayoría de los Insuficiencia respiratoria crónica
casos, se produce en el contexto de una exacer- El tratamiento de la insuficiencia respiratoria
bación infecciosa y se solventa con su tratamiento. debe dirigirse contra los factores patogénicos de-
Es más frecuente en los adolescentes y en los adul- sencadenantes (secreciones bronquiales espesas,
tos. Además de las medidas habituales en cualquier infección endobronquial, edema e inflamación de
hemoptisis masiva, debe instaurarse tratamiento la mucosa, broncoconstricción, agotamiento mus-
antibiótico intravenoso. Se debe evitar el uso de fár- cular e insuficiencia cardiaca). Por ello debe inten-
macos que interfieran con la coagulación (antiin- sificarse el tratamiento habitual y administrar oxí-
flamatorios no esteroides, antibióticos derivados de geno con los mismos criterios que en la enferme-
590 A. Padilla Galo, F.J. Carboneros de la Fuente, I. Gaspar García, J.J. Cebrián Gallardo

dad pulmonar obstructiva crónica. Puede valorarse 10. Davis PB, Drumm M, Konstan MW. Cystic fibrosis.
la indicación de la ventilación mecánica no invasi- State of the art. Am J Respir Crit Care Med 1996; 154:
1229-56.
va en los pacientes con importantes desaturacio-
nes nocturnas de oxígeno e hipercapnia. La venti- 11. De Gracia J, Álvarez A, Mata F et al. Fibrosis quística
del adulto: estudio de 111 pacientes. Med Clin (Barc)
lación mecánica invasiva está indicada en los pacien- 2002; 119: 605-9.
tes con una insuficiencia respiratoria aguda poten-
12. Maíz L, Baranda F, Coll R et al. Normativa del diagnós-
cialmente reversible, y en aquellos pacientes en tico y el tratamiento de la afección respiratoria en la fibro-
lista de espera de trasplante pulmonar con un impor- sis quística. Arch Bronconeumol 2001; 37: 316-24.
tante deterioro respiratorio. 13. Pérez-Aguilar F, Berenguer J. Fibrosis quística y aparato
Los criterios de indicación de trasplante pul- digestivo: consideraciones fisiopatológicas, clínicas y tera-
monar son: a) FEV1 ≥ 30% del teórico, hipoxe- peúticas. Med Clin 1998; 111: 508-15.
mia y/o hipercapnia grave; b) deterioro respira- 14. Kerem E, Corey M, Kerem BS et al. The relation bet-
torio progresivo (aunque su FEV1 sea mayor del ween genotype and phenotype in cystic fibrosis -analy-
30% del teórico), evidenciado por un aumento sis of the most common mutation (DF508). N Engl J
Med 1990; 323: 1517-22.
de la frecuencia y duración de las exacerbaciones
15. Yankaskas J, Marshall BC, Sufian B et al. Cystic fibrosis
pulmonares graves; y c) complicaciones pulmo-
adult care. Consensus conference report. Chest 2004;
nares con riesgo vital, como la hemoptisis masi- 125: 1s-39s.
va recurrente.
16. Pencharz PB, Durie PR. Pathogenesis of malnutrition
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Fibrosis quística del adulto 591

Tabla IV. Monitorización del paciente con FQ

Prueba recomendada Niños Adultos (> 18 años)

Visita clínica rutinaria 3 meses o antes si indicación 3 meses o más frecuente si indicación
Evaluación multidisciplinaria Anual Anual
Educación del paciente Constante Constante
Evaluación psicosocial:
• Dirigida 3 meses o más frecuente 3 meses o más frecuente
• Detallada Anual Anual
Consejo genético Al diagnóstico o por petición Por necesidad y anterior al embarazo
Cultivo de esputo y sensibilidad 3 meses o antes si indicación 3 meses o antes si indicación
(incluidos bacterias, hongos y
micobacterias atípicas)
Pruebas de función pulmonar
• Espirometría 3 meses o según indicación 3 meses o según indicación
• Test de función pulmonar Anual Anual
• Test de ejercicio Si indicación Si indicación
Evaluación nutricional
• Talla y peso 3 meses o antes si indicación 3 meses o antes si indicación
• Circunferencia del brazo Anual
• Evaluación de consumo calórico Anual Anual
• Evaluación nutricional Anual Anual
Rx o TAC torácica Estable: Estable:
Cada 2-3 años o si está indicado por Cada 2-3 años o si está indicado por
signos o síntomas signos o síntomas
Infecciones frecuentes o disminución Infecciones frecuentes o disminución
de función pulmonar: de función pulmonar:
Al menos anualmente Al menos anualmente
Durante agudizaciones pulmonares Durante agudizaciones pulmonares
Oximetría (SatO2)
• Reposo Cada 3 meses o si está indicado Cada 3 meses o si está indicado
• Durante el ejercicio Si está indicado Si está indicado
• Durante el sueño Si está indicado Si está indicado
Pruebas de laboratorio
• Sistemático sangre Anual o antes si está indicado Anual o antes si está indicado
• Sistemático orina Anual Anual
• Función hepática Anual (repetir, si anormal) Anual (repetir, si no es normal)
• Albúmina Anual Anual
• Electrolitos y estado ácido-básico Anual Anual
• Glucosa en sangre Anual Anual
• Anticuerpos ABPA (IgE) 10-16 años: cada 2 años
• Vitaminas A y E + de 16 años: anual
• Vitamina D Anual Anual
• T. protrombina/INR Anual Anual
• Testosterona basal Anual (otoño) Anual
Anual Anual
Si está indicado Si está indicado
Evaluación menstrual A los 10 años, después anualmente Anual o antes si está indicado
Valoración desarrollo pubertad Al cumplir 10 años
Densidad ósea (DEXA scan) Basal, antes de los 18 años: antes para Basal, cada 2-5 años si es normal
valorar riesgos (esteroides, malnutrición) Anual, si factores de riesgo
Adaptada de: Cystic Fibrosis Foundation. Clinical Practice Foundation Guidelines for Cystic Fibrosis. Bethesda, MD. 1997.
592 A. Padilla Galo, F.J. Carboneros de la Fuente, I. Gaspar García, J.J. Cebrián Gallardo

Tabla V. Tratamiento global en FQ

Situación Tratamiento Programa/duración

Malabsorción Enzimas pancreáticas Todas las comidas – toda la vida


Supresión ácida Crónico - si está indicado
Suplemento vitaminas Diariamente - toda la vida
Suplemento nutricional Diariamente - si está indicado
Tubo alimentación enteral Crónico - si está indicado
Obstrucción vía aérea Fisioterapia manual Diariamente - toda la vida
Fisioterapia mecánica Diariamente - toda la vida
Mucolíticos Diariamente - crónico
Broncodilatadores Diariamente - crónico
Infección Antibióticos orales Agudo - 14 días o más
Antibióticos i.v. Agudo - 14 a 21 días
Antibióticos inhalados Agudo - 14 a 28 días
Crónico - si está indicado
Antifúngicos Agudo o crónico
Antivirales Agudo o crónico
Vacunas Anual (gripe) - habituales
Inflamación crónica Antiinflamatorios orales Diariamente - crónico
Corticoides inhalados Diariamente - crónico
Corticoides orales Diariamente - crónico
Hemoptisis Vitamina K Agudo
Radiología intervencionista Si está indicado
Neumotórax Tubo torácico Agudo, si está indicado
Pleurodesis Agudo, si está indicado
ABPA (aspergilosis Corticoides orales Crónico, si está indicado
broncopulmonar alérgica) Antifúngicos antiaspergillus Crónico, si está indicado
Patología sinusal Antibióticos orales Agudo o crónico
Terapia tópica Si está indicado
Irrigación sinusal Si está indicado
Cirugía Si está indicado
Diabetes Insulina (rápida o retard) Diariamente - crónico
Hipoglucemiantes orales Diariamente - crónico
Reflujo GE Supresión ácida Agudo o crónico
Cirugía Si está indicada
Procinéticos Crónico
Síndrome obstrucción Dieta rica en fibra Crónico - si está indicado
intestinal distal (SOID) Laxantes osmóticos Agudo o crónico
Enemas Si está indicado
Enfermedad hepatobiliar Ácido ursodesoxicólico Crónico
Vitaminas E y K Crónico
Escleroterapia Si está indicado
Cirugía Si está indicado
Osteoporosis Calcio y vitamina D Diario - crónico si está indicado
Difosfonatos Diario - crónico si está indicado
Íleo meconial Enemas Si está indicado
Cirugía Si está indicado

Adaptada de: Yankaskas J, Marshall BC, Sufian B, et al. Cystic fibrosis adult care. Consensus conference report. Chest 2004;
125: 1s-39s.
Fibrosis quística del adulto 593

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49
Valoración y tratamiento del
paciente con bronquiectasias no FQ
C. Olveira Fuster, F. Espíldora Hernández, A. Padilla Galo, J.L. de la Cruz Ríos

INTRODUCCIÓN mayor del esperado(2). Un tercio de ellos sufren al


Las bronquiectasias (BQ) son dilataciones anor- menos una exacerbación grave al año y hasta el
males e irreversibles de los bronquios con altera- 78% de los que son atendidos por una exacerba-
ción del epitelio ciliar e inflamación crónica de la ción requieren ingreso, precisando de una estan-
pared. No son una enfermedad en sí mismas sino cia hospitalaria superior a 10 días (mayor que la
el resultado final de enfermedades diferentes que estimada para pacientes con asma o EPOC). Aun-
tienen puntos de manejo en común, ya que, sea que parece resurgir el interés por esta enfermedad,
cual sea la etiología, los pacientes son susceptibles existen todavía muchas cuestiones por resolver en
de infectarse a nivel bronquial y desarrollar una res- relación a la sistemática del estudio etiológico y del
puesta inflamatoria que favorece la progresión del tratamiento(1,3-8). En esa línea, recientemente se ha
daño pulmonar. Dado que es una patología cróni- publicado la normativa SEPAR de diagnóstico y tra-
ca y progresiva, es importante establecer las estra- tamiento de las BQ (N-SEPAR/BQ) con el objeti-
tegias de manejo más efectivas para aplicarlas pre- vo de mejorar, facilitar y unificar su manejo(1).
cozmente. Suelen dividirse en BQ debidas a fibro-
sis quística (FQ), que representan un pequeño por- DIAGNÓSTICO
centaje, se controlan en unidades especializadas y
se dispone de conferencias de consenso; y BQ no Diagnóstico de bronquiectasias
FQ, que afectan a una población heterogénea, tie- Las BQ presentan un curso crónico y progresi-
nen diferentes etiologías , se controlan en consul- vo con un espectro clínico variable que depende
tas no especializadas y la investigación y el inte- de la edad, severidad y tiempo de evolución. Sue-
rés comercial han sido muy inferiores(1). En este len cursar con infecciones respiratorias de repeti-
capítulo profundizaremos en el manejo de las BQ ción, y entre estos episodios pueden estar asinto-
no FQ. máticos o presentar expectoración crónica, que
La prevalencia no es conocida y varía en dife- puede ser mucosa, mucopurulenta o purulenta.
rentes poblaciones; en Estados Unidos se ha esti- Otros síntomas, como expectoración hemoptoica
mado en 53 casos por 100.000 adultos, gene- o hemoptisis recidivante, disnea, hiperreactividad
rando un coste anual medio por paciente ligera- bronquial (HRBI), dolor torácico, astenia y pérdi-
mente superior al de la enfermedad pulmonar obs- da de peso, tienen una frecuencia variable en las
tructiva crónica (EPOC), con un impacto sanitario distintas series publicadas dependiendo de la edad

595
596 C. Olveira Fuster, F. Espíldora Hernández, A. Padilla Galo, J.L. de la Cruz Ríos

y de la evolución de la enfermedad(9). Deben sos- Tabla I. Signos de bronquiectasias en TCAR


pecharse especialmente si no hay exposición tabá-
quica. La exploración física puede ser normal o reve- Signos directos
lar a la auscultación grados variables de crepitan- • Dilatación bronquial* **

tes, roncus y/o sibilancias. Pacientes con enferme- – Índice broncoarterial mayor que 1* **
• Anormalidades del contorno bronquial* **
dad avanzada pueden presentar acropaquias, caque-
– Signo del anillo de sello (corte transversal)
xia o signos de insuficiencia respiratoria o cor pul-
– Raíl de tranvía (horizontalmente al corte)
monale. Funcionalmente (PFR) el hallazgo habitual
– Ristra de perlas (horizontalmente al corte)
es la obstrucción progresiva al flujo aéreo, poco
– Quistes arracimados
reversible tras tratamiento broncodilatador (la HRBI
• Falta de afilamiento bronquial más de 2 cm distal a la
es más frecuente en las secundarias a asma, asper-
bifurcación**
gilosis broncopulmonar alérgica [ABPA] y reflujo gas- • Visualización de bronquios periféricos* **
troesofágico). Suelen asociarse a sinusitis, espe- – A menos de 1 cm de la pleura costal
cialmente las debidas a FQ, discinesia ciliar prima- – En contacto con la pleura mediastínica
ria (DCP), inmunodeficiencias primarias, síndrome
Signos indirectos
de Young, síndrome de las uñas amarillas o pan-
• Engrosamiento peribronquial* **
bronquiolitis difusa(1,3,8-10).
• Impactos mucoides* **
Dado que el concepto de BQ es eminente-
• Estructuras tubulares o en forma de Y* **
mente morfológico, las técnicas de imagen juegan • Opacidades redondeadas o ramificadas (cortes
un papel fundamental en su identificación. Todo tranversales)* **
paciente con sospecha clínica de BQ deberá reali- • Niveles hidroaéreos**
zarse una radiografía de tórax aunque esta prue- • Patrón en mosaico*
ba muestra escasa sensibilidad (depende de la téc- • Nódulos centrolobulillares, nódulos en árbol en brote*
nica empleada, del observador y de la gravedad), • Áreas focales de atrapamiento aéreo*
aporta imágenes inespecíficas y poca información • Atelectasias/consolidación*
sobre la extensión de la enfermedad. La tomogra-
*Hallazgos más frecuentes.
fía computarizada de alta resolución (TCAR) tiene **Hallazgos más útiles para el diagnóstico diferencial.
una sensibilidad y especificidad mayor del 90% TCAR: tomografía computarizada de alta resolución.
para el diagnóstico de BQ, así como para valorar su Tomada de Webb WR, Muller NL, Naidich DP. Airways dise-
ases. En: High resolution CT of the lung. Third edition. Phi-
extensión y morfología (cilíndricas, varicosas o quís- ladelphia: Lippincott Williams & Wilkins; 2001. p. 467-546.
ticas). Para el estudio de las BQ se recomienda el
protocolo descrito por Grenier(3,11) cuya principal
ventaja es la adquisición de imágenes de alta reso- gen radiológica de dilatación bronquial sin engro-
lución con una baja exposición a radiación (las imá- samiento de la pared ni síntomas específicos de
genes se obtienen usando 1 mm o 1,5 mm de coli- hipersecreción bronquial) que suelen ser secun-
mación a intervalos de 10 mm, en inspiración máxi- darias a otra patología pulmonar (generalmente
ma y con un algoritmo de reconstrucción de alta intersticial) y que requieren un manejo diferente(8).
resolución). Cortes obtenidos en espiración pue- Se han propuesto diferentes escalas o sistemas de
den ayudar a valorar el atrapamiento aéreo y las puntuación para la evaluación de los hallazgos del
alteraciones en la pequeña vía aérea. Los criterios TCAR. La más utilizada es la escala de Bhalla(12),
descritos por Naidich(3,11) para la identificación de dado que valora de forma detallada la extensión y
las BQ por TCAR siguen estando vigentes (Tabla I). gravedad de la enfermedad, tiene una buena con-
El signo fundamental es la demostración de la dila- cordancia interobservador y se correlaciona bien
tación bronquial tomando como patrón de refe- con la clínica y la función pulmonar (Tabla II). Las
rencia el diámetro de la arteria bronquial adya- nuevas técnicas de TC helicoidal y multidetector
cente(3,11). Se excluirían las BQ por tracción (ima- proporcionan ventajas para diseñar protocolos espe-
Valoración y tratamiento del paciente con bronquiectasias no FQ 597

Tabla II. Sistema de puntuación de Bhalla

Puntuación

Parámetro 0 1 2 3

Gravedad de las bronquiectasias Ausentes Leve: diámetro de la luz Moderado: luz 2-3 veces Grave: luz > 3 veces
ligeramente mayor que mayor que el diámetro que el diámetro del vaso
el diámetro del vaso del vaso
adyacente

Engrosamiento peribronquial Ausente Leve: engrosamiento de Moderado: engrosamiento Grave: engrosamiento de


la pared igual al diámetro de la pared mayor y hasta la pared mayor del doble
del vaso adyacente el doble del diámetro del vaso del diámetro del vaso

Extensión de las bronquiectasias Ausentes 1-5 6-9 >9


(nº de segmentos BP)

Extensión de los tapones de moco Ausentes 1-5 6-9 >9


(nº de segmentos BP)

Saculaciones o abscesos Ausentes 1-5 6-9 >9


(nº de segmentos BP)

Generaciones de divisiones Ausentes Hasta la 4ª generación Hasta la 5ª generación Hasta la 6ª generación


bronquiales afectas y distalmente
(bronquiectasias/tapones)

Nº de bullas Ausentes Unilateral (no > 4) Bilateral (no > 4) >4

Enfisema (nº de segmentos BP) Ausente 1-5 >5

Colapso/condensación Ausentes Subsegmentario Segmentario/lobar

Calcular la puntuación según esta tabla. Añadir la letra P si existen tapones de moco (plugging) y T si existe engrosamiento peribronquial
(thickennning). Restar el resultado de 25 para determinar la puntuación del paciente. Esta última puede usarse con el puntaje clínico de
Schawchman-Kulczycki modificado por Doershuk.
Tomada y traducida de: Bhalla M, Turcios N, Aponte V, Jenkins M, Leitman BS, McCauley DI et al. Cystic fibrosis: scoring system with thin-section
CT. Radiology 1991; 179: 783-8.

cíficos para el diagnóstico y seguimiento de la pato- broncomegalia, obstrucción bronquial o enfisema


logía de la vía aérea: requieren menos tiempo de por déficit de α-1antitripsina. Las BQ debidas a
apnea, pueden reconstruirse las imágenes en dis- tuberculosis predominan en campos superiores y
tintos planos y estimar cuantitativamente el volu- en la ABPA son centrales. La presencia de múltiples
men pulmonar; sin embargo, las dosis de radiación nódulos pequeños asociados, de predominio en
son mayores, requiere más tiempo y esfuerzo para língula y lóbulo medio, sugieren infección por mico-
el post-procesamiento y valoración del estudio y bacterias no tuberculosas (MNT)(1,3,4,11,13).
hasta el momento no existen protocolos valida-
dos(3,11). Actualmente, en la práctica clínica habitual, Diagnóstico etiológico
la TCAR (sin contraste, con cortes de 1 mm a inter- Las BQ son la consecuencia final de gran varie-
valos de 10 mm, en inspiración máxima) es la téc- dad de procesos patológicos y su espectro etio-
nica de elección para el diagnóstico de las BQ(1). lógico ha cambiado con el tiempo (Tabla III). En
La TCAR puede sugerir la etiología en casos de mal- los países desarrollados las BQ secundarias a infec-
formaciones congénitas, situs inversus, traqueo- ciones son cada vez menos frecuentes (menor
598 C. Olveira Fuster, F. Espíldora Hernández, A. Padilla Galo, J.L. de la Cruz Ríos

Tabla III. Etiología de las bronquiectasias

Post-infección
• Bacterias: neumonía necrotizante
• Micobacterias: tuberculosis, micobacterias no tuberculosas
• Virus (adenovirus, sarampión)
• Hongos

Obstrucción bronquial
• Intrínseca: estenosis cicatricial, broncolitiasis, cuerpo extraño, tumor
• Extrínseca: adenopatías, tumor, aneurisma

Inmunodeficiencias
• Primarias:
– Déficits de Ac (agammaglobulinemia, inmunodeficiencia común variable, déficit de activación de deaminasa citidina
inducida, déficit de Ac con inmunoglobulinas normales...)
– Inmunodeficiencias combinadas (déficit TAP…)
– Otras (síndrome de Wiskott-Aldrich, síndrome de hiper-IgE, disfunción de los neutrófilos…)
• Secundarias: quimioterapia, trasplante, neoplasias hematológicas, VIH

Alteración escalera mucociliar


• Fibrosis quística
• Discinesia ciliar primaria
• Síndrome de Young

Neumonitis inflamatoria
• Aspiración, reflujo gastroesofágico
• Inhalación tóxicos (drogas, gases…)

Anormalidad del árbol traqueobronquial


• Traqueobroncomegalia (síndrome de Mounier-Kuhn)
• Defectos del cartílago (síndrome de Williams-Campbell)
• Secuestro pulmonar
• Traqueobroncomalacia
• Bronquio traqueal

Asociadas a otras enfermedades


• Enfermedades sistémicas: artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, síndrome de Sjögren, síndrome de Marfan,
policondritis recidivante, espondilitis anquilosante, sarcoidosis
• Enfermedad inflamatoria intestinal: colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn
• Otras enfermedades respiratorias: asma, EPOC, síndrome de Swyer-James
• Déficit de α-1antitripsina, síndrome de las uñas amarillas

Aspergilosis o micosis broncopulmonar alérgica

Panbronquiolitis difusa

Etiología no conocida

Ac: anticuerpos; VIH: virus inmunodeficiencia humana.


Tomada de Vendrell M, de Gracia J, Olveira C, Martínez MA, Girón R, Máiz L et al. Normativa SEPAR: diagnóstico y tratamiento
de las bronquiectasias. Arch Bronconeumol 2008; 44 (11): 629-40.
Valoración y tratamiento del paciente con bronquiectasias no FQ 599

incidencia de TBC, mejoras en la terapia antibió- FISIOPATOLOGÍA


tica e inmunoterapia) y es mayor el porcentaje de La fisiopatología de las BQ se explica median-
pacientes con una enfermedad subyacente que te la hipótesis del círculo vicioso de Cole en la que
los predispone a inflamación persistente en el árbol una agresión inicial sobre la vía aérea compro-
bronquial y a infecciones crónicas o recurrentes. mete el aclaramiento mucociliar impidiendo la eli-
La frecuencia de cada una de ellas así como el por- minación del moco y permitiendo el contacto pro-
centaje de BQ consideradas idiopáticas (26-53%) longado de las bacterias con el epitelio, lo que
varía sustancialmente en las series publicadas provoca una respuesta inflamatoria crónica con
dependiendo de la edad y procedencia geográfi- liberación de proteasas que producen daño epi-
ca de los sujetos analizados y del protocolo diag- telial y mayor alteración del aclaramiento muco-
nóstico utilizado(1,3-5,10,13-15). En países en vías de ciliar. Localmente, las secreciones respiratorias pre-
desarrollo las infecciones siguen siendo la causa sentan un incremento de neutrófilos, del conte-
principal debido a las peores condiciones socio- nido de elastasa, mieloperoxidasa, factor de necro-
sanitarias(4,10,15). Actualmente está claramente jus- sis tumoral-α (FNT-α), interleukina 6 y 8, inter-
tificada la búsqueda sistemática de las causas con leukina-1α, interleukina-1β y factor estimulador
un protocolo extenso de pruebas diagnósticas ya de colonias de granulocitos. El reclutamiento de
que varios estudios han demostrado que estable- neutrófilos en pacientes con BQ está mediado
cer la etiología tiene importantes implicaciones clí- fundamentalmente por la interleukina-8, FNT-α y
nicas con mejoras en el tratamiento y el pronós- por el leucotrieno B4 (LTB4) siendo especialmente
tico(1,3,4,10,13-15). El estudio etiológico y por tanto la potente esta acción quimiotáctica en los periodos
elección de las pruebas diagnósticas estará dirigi- de agudización. El acúmulo de neutrófilos en la
do por la historia clínica y/o los datos suministra- luz bronquial es responsable de la purulencia del
dos por la TCAR. Sin embargo, no es fácil deter- esputo (más verde cuantas más células inflama-
minar qué pruebas diagnósticas deben realizarse torias contenga). El aumento de neutrófilos y de
y no todas están disponibles en centros no espe- mediadores inflamatorios (IL-8) en las secrecio-
cializados. En la Figura 1 se muestra el algoritmo nes respiratorias de los pacientes con BQ se rela-
diagnóstico propuesto por la N-SEPAR/BQ(1). Las ciona con la extensión de la superficie bron-
causas que siempre hay que descartar ante unas quiectásica afectada y con el incremento del volu-
BQ sin orientación etiológica clara son: las inmu- men de esputo y del recuento bacteriano. Los
nodeficiencias con déficit de producción de anti- mediadores inflamatorios disminuyen tras el tra-
cuerpos (Ac), reflujo gastroesofágico, ABPA, infec- tamiento antibiótico (ATB) y aquellos pacientes
ción por MNT, FQ, DCP, déficit de α-1antitripsina con un esputo menos purulento en fase estable
y enfermedades asociadas ya que requieren un tienen un periodo más largo hasta la siguiente exa-
manejo específico. Por ello, antes de clasificar unas cerbación. También se han detectado alteraciones
BQ como idiopáticas, si no existe una sospecha clí- sistémicas de los mediadores de la inflamación y
nico-radiológica que oriente sobre la causa y por durante las exacerbaciones se produce un aumen-
tanto de las pruebas específicas a realizar, habrá to de la proteína C-reactiva (PCR), la IL-6 o el fibri-
que hacer un estudio etiológico, como mínimo, nógeno que disminuyen con la resolución del epi-
con: analítica general, cultivos de esputo, PFR, estu- sodio. La PCR parece ser el parámetro que mejor
dio inmunológico completo, test del sudor, IgE total, se correlaciona con los períodos de agudización
prick cutáneo, estudio del aclaramiento mucociliar y podría utilizarse para el seguimiento de los
(según la técnica disponible en el centro: gam- pacientes y la predicción de las exacerbaciones.
magrafía motilidad ciliar –99m Tc albúmina coloi- En los pacientes con BQ el aumento de los mar-
dal– o prueba de la sacarina u óxido nítrico nasal), cadores sistémicos de la inflamación se correla-
α-1antitripsina y factor reumatoide(1,3,4,10,13-15) (Figu- ciona con el deterioro de la función pulmo-
ra 1, Tabla III). nar(1,3,7,16,17).
600 C. Olveira Fuster, F. Espíldora Hernández, A. Padilla Galo, J.L. de la Cruz Ríos

Tos productiva crónica


Infecciones respiratorias de repetición, hemoptisis recidivante, Rx de tórax sugestiva

TC alta resolución
Cultivo esputo (bacterias, micobacterias, hongos) + PFR + análisis de sangre

Malformaciones congénitas, traqueobroncomegalia,


situs inversus, obstrucción bronquial

Historia clínica etiológica


• Historia familiar
• Edad de aparición de los síntomas
• Antecedente de infección (sarampión, tos ferina, adenovirus, micobacterias, neumonía, neumonía
necrotizante...) con aparición de clínica respiratoria posterior
• Susceptibilidad a infección: otitis, sinusitis, meningitis, neumonías de repetición, diarreas...
• Enfermedades asociadas: intestinales, sistémicas, asma, EPOC...
• Inhalación de tóxicos
• Aspiración: reflujo gastroesofágico, disfagia neuromotora
• Factores de riesgo inmunodeficiencia secundaria: VIH, quimioterapia, trasplante, neoplasia hematológica
• Infertilidad
• Pancreatitis recurrente
• Clínica de hiperreactividad bronquial
• Atopia

Sospecha clínica Pruebas diagnósticas


• Inmunodeficiencia: infecciones de repetición, Estudio inmunológico:
rinosinusitis • Inmunoglobulinas, subclases IgG, producción de
Ac específicos (virus, vacunas: neumococo/Hib)
• Función de neutrófilos
• Subpoblaciones y función linfocitarias
• VIH
• FQ: historia familiar, sinusitis, infertilidad, diabetes, Prueba del sudor*, estudio genético, DPN,
pancreatitis, IPE, colonización bronquial S. aureus espermiograma, elastasa fecal
• ABPA: HRBI, BQ centrales IgE total, prick Aspergillus, precipitinas y rash a Aspergillus
• Déficit α-1antitripsina: enfisema, hepatopatía, α-1antitripsina, fenotipo
historia familiar
• DCP: otitis, rinosinusitis, infertilidad, dextrocardia Aclaramiento mucociliar (sacarina/seroalbúmina marcada).
Batido ciliar, ultraestructura ciliar. Óxido nítrico nasal.
Espermiograma
• Reflujo gastroesofágico: pirosis, HRBI pHmetría, manometría
• TBC o MNT Cultivo de micobacterias, PPD
• Obstrucción bronquial Broncoscopia
• Panbronquiolitis difusa: sinusitis, obstrucción TCAR, biopsia pulmonar, PFR
flujo aéreo progresiva, hiperinsuflación pulmonar,
nódulos centrilobulares (”árbol en brote”)
• Enfermedades reumatológicas Autoanticuerpos, factor reumatoide

Sin sospecha clínica


Descartar: inmunodeficiencias con déficit de producción Ac, reflujo gastroesofágico, ABPA,
micobacterias, FQ, DCP, déficit α-1antitripsina

Figura 1. Figura 1. Algoritmo diagnóstico de las bronquiectasias.


*Test del sudor: Screening: Sweat-Chek sweat conductivity analyzer (Wescor): FQ: > 95 mmol/L; negativo: < 80 mmol/L(13).
Confirmación: clorhidrometría: diagnóstico de FQ: > 60 mEq/L; dudoso: 40-60 mEq/L.
ABPA: aspergilosis broncopulmonar alérgica; BQ: bronquiectasias; DCP: discinesia ciliar primaria; EPOC: enfermedad pulmo-
nar obstructiva crónica; FQ: fibrosis quística; DPN: diferencia de potencial nasal (no disponible en la mayoría de los centros);
IPE: insuficiencia pancreática exocrina; IgE: inmunoglobulina E; IgG: inmunoglobulina G; MNT: micobacterias no tuberculosas;
HRBI: hiperreactividad bronquial; Hib: Haemophilus influenzae tipo b; PFR: pruebas de función respiratoria; PPD: derivado pro-
teico purificado RT-23; TCAR: tomografía computarizada; TBC: tuberculosis; VIH: virus de la inmunodeficiencia humana.
Tomada y modificada de Vendrell M, de Gracia J, Olveira C, Martínez MA, Girón R, Máiz L et al. Normativa SEPAR: diagnóstico y
tratamiento de las bronquiectasias. Arch Bronconeumol 2008; 44 (11): 629-40.
Valoración y tratamiento del paciente con bronquiectasias no FQ 601

MICROORGANISMOS ponsables de las exacerbaciones suelen ser los mis-


POTENCIALMENTE PATÓGENOS (MPP) mos presentes en los periodos de estabilidad (en
EN LAS BRONQUIECTASIAS: más del 94% de los casos presentan el mismo
COLONIZACIÓN E INFECCIÓN morfotipo). El aislamiento de MNT se está incre-
Las BQ son un nicho ecológico ideal para la mentando. La colonización fúngica puede ocurrir
colonización por diferentes MPP ya que la altera- en etapas avanzadas de la enfermedad sin tener
ción del sistema mucociliar dificulta la eliminación un efecto patogénico en la mayoría de las ocasio-
de las secreciones y facilita el sobrecrecimiento bac- nes, excepto en el caso de Aspergillus fumigatus,
teriano. En general, las bacterias que colonizan la que puede producir ABPA(1,3,7,16). Ocasionalmente
mucosa respiratoria son menos virulentas, no se existen pacientes que presentan una expectoración
adhieren al epitelio ni invaden los tejidos pero desa- purulenta crónica y agudizaciones frecuentes en los
rrollan mecanismos que facilitan su persistencia que no se aíslan microorganismos. Estos pacientes
entorpeciendo la acción de los mecanismos de deben tratarse empíricamente con ATBs, si la situa-
defensa y de los ATBs (biopelículas, hipermutabi- ción clínica así lo requiere, a pesar de esta “ausen-
lidad, mutantes resistentes…). El diagnóstico de cia” de MPP en el esputo(3).
colonización y de infección bronquial se realiza con
la clínica y el cultivo microbiológico de las secre- PROCESAMIENTO MICROBIOLÓGICO
ciones respiratorias. Es complicado diferenciarlas, DE LAS MUESTRAS RESPIRATORIAS
pero a nivel clínico podemos definir colonización Se realiza en el esputo tras excluir contamina-
bronquial como la presencia de una población bac- ción de la vía aérea superior (muestra representa-
teriana que no induce una respuesta inflamatoria tiva presenta > 25 leucocitos y < 25 células epite-
con repercusión clínica, a excepción de expecto- liales/campo microscópico con bajo aumento). Se
ración mucosa (puede ser: inicial: primer cultivo recomienda la inclusión de medios generales y
positivo en fase estable; intermitente: cultivos posi- selectivos diferenciales. Pueden aparecer morfoti-
tivos y negativos con al menos un mes de diferencia pos diferentes de un mismo MPP con el mismo
y crónica: tres o más cultivos consecutivos positi- o diferente patrón de sensibilidad por lo que se
vos en 6 meses). En la infección bronquial crónica recomienda antibiograma de cada uno de ellos. No
la población bacteriana induce una respuesta infla- obstante, no siempre existe buena correlación entre
matoria que se manifiesta clínicamente con expec- la sensibilidad in vitro y la respuesta clínica, siendo
toración purulenta persistente y suele acompa- también importantes las dosis y la penetración del
ñarse de infecciones respiratorias agudas de repe- ATB en la mucosa bronquial. En ocasiones, la resis-
tición y afectación sistémica(1,3,7,16). En adultos, los tencia a un ATB no predice su fracaso terapéutico.
más frecuentes son H. influenzae no tipable y P. Por otra parte, para los ATB nebulizados la inter-
aeruginosa (PA). PA se aísla sobre todo en los pretación del antibiograma debe tener en cuenta
pacientes de mayor edad, con peor función pul- que con esta vía se alcanzan concentraciones de
monar, mayor número de ingresos y más cursos ATB en mucosa bronquial mucho más eleva-
de ATBs. S. aureus es más frecuente en FQ y en das(1,3,16).
casos de ABPA. En algunos pacientes la coloniza-
ción es polimicrobiana. La transición desde formas VALORACIÓN DE LA GRAVEDAD Y
no-mucosas a formas mucosas es un indicador de SEGUIMIENTO. PRONÓSTICO
infección crónica y se asocia a empeoramiento clí- Las BQ son una patología crónica y progresi-
nico, mayor daño tisular, deterioro de la función pul- va cuyo pronóstico depende de la enfermedad sub-
monar y peor pronóstico. Es prácticamente impo- yacente, la extensión de las lesiones, la repercusión
sible erradicarlos aunque el tratamiento ATB redu- en la función pulmonar y de la frecuencia y gra-
ce los recuentos bacterianos y mejora la función vedad de las exacerbaciones. La infección bronquial
respiratoria. En adultos, los microorganismos res- crónica, especialmente por PA, las agudizaciones
602 C. Olveira Fuster, F. Espíldora Hernández, A. Padilla Galo, J.L. de la Cruz Ríos

graves y la inflamación sistémica se asocian con fágico, obstrucción bronquial, infección por MNT,
progresión de la enfermedad(7,8,16,17). Es muy impor- déficit de α-1antitripsina, FQ, enfermedades aso-
tante un estrecho control de los síntomas y de la ciadas (enfermedad inflamatoria intestinal, autoin-
severidad de la enfermedad así como la preven- munes, panbronquiolitis…)(1,3,7,8,13-15).
ción, diagnóstico y tratamiento precoz de las agu-
dizaciones infecciosas. Las nuevas terapias, espe- Tratamiento de la exacerbación (Tabla V)
cialmente en el campo de la antibioterapia inha- Las exacerbaciones infecciosas agudas (EIA) se
lada, han mejorado la calidad de vida de estos reconocen clínicamente por un aumento de la tos
pacientes y han aumentado su supervivencia(7,8,16,18). y de la producción de esputo que se vuelve puru-
Las BQ son una enfermedad crónica cuyo mane- lento y más espeso con variabilidad suficiente como
jo es complejo. La N-SEPAR/BQ recomienda que para requerir un cambio en el tratamiento. Los sín-
los pacientes con una etiología susceptible de tra- tomas predicen mejor la presencia de EIA que el
tamiento específico, con infección bronquial cróni- examen físico o los datos de laboratorio. Aunque
ca y/o con agudizaciones repetidas, sean controla- la mayoría de los ensayos clínicos utilizan distin-
dos en unidades especializadas que dispongan de tas definiciones formales de EIA, no existen unos
neumólogo, de enfermería y de rehabilitación espe- criterios diagnósticos homogéneos y suficiente-
cializados en su cuidado. Son importantes la edu- mente validados(16). La N-SEPAR/BQ(1) define EIA
cación y supervisión en el reconocimiento de la como la presentación de forma aguda y manteni-
agudización y su automanejo inicial, la administra- da de cambios en las características del esputo
ción de ATBs inhalados e intravenosos en el domi- (incremento del volumen, consistencia, purulencia
cilio, el mantenimiento de los equipos, la nutrición, o hemoptisis) y/o incremento de la disnea. Puede
la fisioterapia y el cumplimiento del tratamiento. acompañarse de aumento de la tos, fiebre, astenia,
Los aspectos que hay que considerar y monitorizar mal estado general, anorexia, pérdida de peso, dolor
para poder valorar la gravedad e iniciar interven- pleurítico, cambios en la exploración respiratoria,
ciones precoces que minimicen la morbimortalidad alteraciones en la radiografía de tórax sugestivas de
se resumen en la Tabla IV(1). infección, deterioro de la función respiratoria o incre-
mento de los marcadores de inflamación. Puede
TRATAMIENTO asociarse a cambios en la densidad bacteriana de
El objetivo del tratamiento es mejorar la clíni- la flora colonizadora o a la adquisición de un micro-
ca y la calidad de vida y detener la progresión. Los organismo nuevo. Se considera agudización grave
ATBs, la eliminación de secreciones, el control de cuando cursa con: taquipnea, insuficiencia respira-
la inflamación y del broncoespasmo y un correcto toria aguda, insuficiencia respiratoria crónica agu-
manejo nutricional son la base del tratamiento. Los dizada, deterioro significativo de la saturación de
ATBs deben utilizarse para tratar, no sólo la exa- oxígeno o de la función respiratoria, hipercapnia,
cerbación aguda, sino también la infección bron- fiebre > 38 °C, hemoptisis, inestabilidad hemodi-
quial crónica. Reducir la carga bacteriana y la res- námica y/o deterioro del estado cognitivo(1).
puesta inflamatoria constituye la base del trata- La frecuencia de EIA se incrementa con la edad,
miento de las BQ y con ello logramos reducir el la severidad de las BQ y en los pacientes sin tra-
volumen y purulencia del esputo, el número y gra- tamiento de mantenimiento(16-18,20,21). La grave-
vedad de las exacerbaciones y el deterioro de la dad y el mayor número de EIA se relacionan con
función pulmonar(1,3,4,7,8,16,18). un aumento de la morbilidad, de la necesidad de
hospitalización y tratamiento, incremento de los
Tratamiento de la etiología costes, fragmentación del sueño, peor calidad de
Se realizará siempre que se haya identificado vida, mayor deterioro de la función pulmonar y con
y sea posible, especialmente en casos de: déficit un aumento de la mortalidad. La mayoría de los
de producción de Ac(19), ABPA, reflujo gastroeso- ingresos hospitalarios se deben a la necesidad de
Valoración y tratamiento del paciente con bronquiectasias no FQ 603

Tabla IV. Valoración de gravedad y seguimiento

Aspectos a considerar y monitorizar

Etiología: repercusión y tratamiento de la enfermedad de base

Clínica
• Controles cada 1-6 meses según la morbilidad, gravedad y progresión
• Monitorizar en cada visita:
– Volumen y color esputo
– Número de agudizaciones y gravedad
– Disnea, HRBI, afectación sistémica, complicaciones
– Saturación de oxihemoglobina
– Cumplimiento del tratamiento

Colonización-infección
• En cada control y agudizaciones: cultivo de esputo con antibiograma
• Anual: cultivo de MNT y hongos

Función respiratoria
• En pacientes con riesgo de deterioro: espirometría en cada control
• Mínimo realizar espirometría y prueba broncodilatadora anualmente
• Prueba de la marcha de 6 minutos: según afectación de la función pulmonar
Inflamación sistémica: análisis de sangre anual con marcadores de inflamación sistémica y parámetros nutricionales
(hemograma, bioquímica, VSG, PCR, inmunoglobulina –IgA, IgE–)

Daño estructural
• Rx de tórax: si sospecha de complicaciones (hemoptisis, neumonía, neumotórax…)
• TCAR cada 2 años si hay riesgo de progresión o nuevas lesiones en Rx

Valoración nutricional
• Existe riesgo de desnutrición: inflamación crónica/enfermedad grave:
• Valorar requerimientos
• Indispensable en cada control o ingreso: peso, IMC y pérdida de peso en el tiempo
• Recomendable anual: encuesta dietética (3 días), albúmina
• IMC mínimo a alcanzar y mantener: 22 kg/m2 en mujeres y 23 kg/m2 en hombres
• Un IMC < 20 kg/m2 se correlaciona con mayor disnea y disminución de la supervivencia(35)
• Criterio absoluto de desnutrición:
– IMC < 18,5 kg/m2
– Pérdidas > 5% en 2 meses o > 10% en 6 meses
• Pacientes desnutridos o en riesgo: valoración en la unidad de nutrición y dietética.
Calidad de vida: valorar percepción de gravedad: cuestionario St. George’s

HRBI: hiperreactividad bronquial inespecífica; TCAR: tomografía computarizada de alta resolución; IMC: índice de masa
corporal; MNT: micobacterias no tuberculosas; Rx: radiografía.

tratamiento de la EIA, particularmente de la infec- Es importante identificar y tratar los factores


ción por PA(16). El objetivo del tratamiento de la EIA desencadenantes e instaurar el tratamiento lo más
es devolver al paciente a su situación clínica y fun- precozmente posible(1,3,7,8,16). Distintos factores pue-
cional basal, revertir la purulencia del esputo (man- den desencadenar las EIA como la no adherencia
tener esputo mucoso) y reducir el volumen de la al tratamiento de mantenimiento (fisioterapia, ATBs
expectoración. inhalados…), tapones de moco, colapsos, infec-
604 C. Olveira Fuster, F. Espíldora Hernández, A. Padilla Galo, J.L. de la Cruz Ríos

Tabla V. Tratamiento antibiótico en diferentes situaciones clínicas

Comentario Tratamiento de elección Tratamiento alternativo Duración

Agudización
Empírico, cubrir 10-21 días (excepción
microorganismos con azitromicina que
previamente aislados. se recomienda
Modificar en función del durante 3-5 días)
cultivo de esputo

• Agudización leve:
– H. influenzae Amoxicilina/clavulánico 875/125 mg/8 h v.o. Amoxicilina 1-2 g/8 h v.o.
Ciprofloxacino 750 mg/12 h v.o. o
azitromicina 500 mg/24 h v.o.
– S. aureus Cloxacilina 500-1.000 mg/6 h v.o. Amoxicilina/clavulánico 875/125 mg/8 h v.o.
– Pseudomonas Ciprofloxacino 750 mg/12 h v.o. Levofloxacino 750 mg/24 h v.o.

• Agudización grave o
sin respuesta a v.o.:
– H. influenzae Amoxicilina/clavulánico 1-2 g/8 h i.v. Ceftriaxona 2 g/24 h i.v.
– Pseudomonas Ceftazidima 2 g/8 h i.v. Imipenem 1 g/8 h o
+ piperacilina/tazobactam 4 g/8 h o
Tobramicina 5-10 mg/kg/24 h i.v. o aztreonam 2 g/8 h o
amikacina 15-20 mg/kg/24 h i.v. cefepime 2 g/8 h o
meropenem 2 g/8 h o
ciprofloxacino 400 mg/12 h i.v.***
+
Amikacina 15-20 mg/kg/24 h i.v.

Colonización inicial (esputo mucoso)


– Pseudomonas Ciprofloxacino 750 mg/12 h v.o. Tratamiento i.v. con dos fármacos 3 semanas
+ +
Tobramicina 300 mg/12 h inhalado o Tobramicina 300 mg/12 h inhalado o
colistimetato de sodio 1-2 mU/12 h** inhalado colistimetato de sodio 1-2 mU/12 h** inhalado
Continuar el antibiótico inhalado Continuar el antibiótico inhalado 3-12 meses

Infección bronquial crónica (esputo purulento)


– H. influenzae Amoxicilina/clavulánico 875/125 mg/8 h v.o. Ciprofloxacino 750 mg/12 h v.o. o Prolongada, depende
amoxicilina 1-2 g/8 h v.o. o del control de la
– S. aureus Cloxacilina 500-1.000 mg/6 h v.o. Amoxicilina/clavulánico 875/125 mg/8 h v.o. infección (mantener
– Pseudomonas Tobramicina 300 mg/12 h inhalado en ciclos esputo mucoso)
alternos de 28 días* o
colistimetato de sodio 1-2 mU/12 h inhalado**
– Burkholderia cepacia Cotrimoxazol (160/800 mg) 1/12 h v.o. Doxiciclina 100 mg/12 h v.o. o
tobramicina 300 mg/12 h inhalado en ciclos
alternos de 28 días*
– Stenotrophomonas Cotrimoxazol (160/800 mg) 1/12 h v.o. Doxiciclina 100 mg/12 h v.o.

Los antibióticos referidos son los más utilizados, la selección de éstos, de otros o de sus combinaciones depende del microorganismo aislado y de su antibiograma.
Las dosis referidas son las recomendadas en población adulta.
*Valorar en casos de infección bronquial de difícil control administrar ciprofloxacino oral u otro antibiótico inhalado durante los periodos de descanso.
**La dosis de colistimetato de sodio depende del tipo de nebulizador utilizado, un nebulizador con menor volumen residual como I-neb permite utilizar menor dosis
(1 mU/12 h).
***Es aconsejable reservar ciprofloxacino para su administración oral. Pueden utilizarse otras combinaciones dependiendo del antibiograma.
v.o.: vía oral; i.v.: vía intravenosa.
Tomada de: Vendrell M, De Gracia J, Olveira C et al. Normativa SEPAR. Diagnóstico y tratamiento de las bronquiectasias. Arch Bronconeumol 2008; 44 (11): 629-40.
Valoración y tratamiento del paciente con bronquiectasias no FQ 605

ciones víricas, adquisición de un nuevo microorga- pueden tratarse ambulatoriamente vía oral (v.o.).
nismo o cambios en la flora colonizadora o en la La vía intravenosa (i.v.) se utilizará en casos de: EIA
densidad bacteriana, infección o hipersensibilidad graves, infección bronquial crónica por MPP resis-
a hongos o sobreinfección por MNT atípicas(16). tentes a los ATBs v.o. o falta de respuesta al ATB
Otros factores que podrían influir en un aumento v.o. Puede administrarse en el hospital o en el domi-
de las EIA son la malnutrición (aumenta el riesgo cilio, dependiendo del estado del paciente y de los
de infección al propiciar un estado de inmunosu- recursos disponibles, siempre con supervisión(1).
presión), la polución ambiental u ocupacional, el En casos de EIA moderadas-graves por PA se reco-
tabaquismo y otras comorbilidades asociadas como mienda la utilización de dos ATBs por vía i.v., gene-
el reflujo gastroesofágico o la HRBI. Identificar el ralmente β-lactámico más aminoglucósido, para evi-
factor precipitante puede ser la llave para un tra- tar resistencias. Si se utiliza la vía i.v. es recomen-
tamiento correcto(7,8,16). dable no utilizar ciprofloxacino para reservarlo para
El diagnóstico precoz, determinar la etiología, su administración v.o. Los aminoglucósidos se indi-
la estrecha monitorización de los pacientes y un carán cada 24 horas. Si los MPP son multirresis-
tratamiento agresivo reducen la frecuencia y seve- tentes deben utilizarse combinaciones de ATBs con
ridad de las EIA y enlentecen el deterioro de la fun- diferentes mecanismos de acción y efecto sinér-
ción pulmonar. Diferentes tratamientos de man- gico. El uso de la vía inhalada junto a la v.o. o i.v.
tenimiento se han demostrado eficaces para pre- en la EIA no ha demostrado claramente beneficio
venir las EIA reduciendo su frecuencia y severidad y puede aumentar los síntomas de HRBI(7,8,16). Sin
como son: fisioterapia y ejercicio, mucolíticos, suero embargo, Bilton et al. observaron una disminución
salino hipertónico y ATBs nebulizados, macrólidos significativa del recuento de PA en esputo al aña-
por vía oral (v.o.), antiinflamatorios, vacunaciones dir tobramicina inhalada al ciprofloxacino v.o. en EIA
y un adecuado manejo nutricional(7,8,16,20,21). de pacientes adultos con BQ(22).
La mayoría de las EIA están causadas por las Los broncodilatadores y los corticoides pueden
bacterias que colonizan la vía aérea en situación ser útiles en las EIA que cursan con HRBI. El trata-
estable(1,3,7,16). La elección del ATB depende de la miento con corticoides debe individualizarse y no
existencia o no de una colonización o infección prolongarse durante más de dos semanas ya que
bronquial crónica previa conocida. En el primer caso la inmunosupresión secundaria a los mismos difi-
hay que adecuar el ATB a los MPP previamente ais- cultará el control de la infección(1,3,16). Debe favo-
lados, y en el segundo debe iniciarse un ATB empí- recerse la expulsión de la mayor cantidad posible
rico. Siempre debe tenerse en cuenta el riesgo de de moco fluidificando las secreciones y mediante
colonización por PA(1,3,7,16). Entre las quinolonas, levo- la fisioterapia(7,16,23). Mantener una buena hidrata-
floxacino y ciprofloxacino son dos opciones tera- ción y la solución salina hipertónica nebulizada pue-
péuticas excelentes en el tratamiento empírico de den ayudar a reducir la viscosidad del moco(7,16,24).
las BQ ya que son eficaces frente a los MPP más Algunos pacientes pueden requerir oxigenoterapia
prevalentes y tienen buena biodisponibilidad. El ATB durante las exacerbaciones y, a veces, ventilación
debe modificarse dependiendo del MPP aislado en mecánica no invasiva, aunque el exceso de secre-
el cultivo de esputo durante la agudización y su anti- ciones puede dificultar su aplicación y, además, la
biograma. Se utilizarán ATBs con alto grado de pene- experiencia es escasa(1,3,7,16).
tración en secreciones respiratorias, a dosis eleva-
das y se administrarán hasta que el esputo deje de Tratamiento antibiótico prolongado
ser purulento (mínimo 10 días) y en casos de infec- La infección bronquial es la causa principal de
ción por PA durante 14-21 días(1,16). El lugar y vía la aparición y progresión de las BQ. La detección
de administración dependen de la gravedad de la precoz de los MPP y su tratamiento agresivo es muy
EIA y de la presencia de infección bronquial cróni- importante para intentar su erradicación ya que una
ca previa por MPP multirresistentes. Las EIA leves vez que colonizan es muy difícil eliminarlos. El tra-
606 C. Olveira Fuster, F. Espíldora Hernández, A. Padilla Galo, J.L. de la Cruz Ríos

tamiento de la infección bronquial crónica se basa bien a lo largo del tratamiento pueden aparecer
en la administración prolongada de ATB v.o. o nebu- cepas resistentes. Los estudios realizados con ATB
lizado. La elección del ATB dependerá del MPP ais- nebulizados en pacientes con BQ no FQ aconse-
lado y de su antibiograma. La pauta y el tiempo de jan su utilización desde el primer aislamiento de
administración serán modificados en base a que PA, aunque es necesaria la realización de ensayos
logremos o no el control de la infección (esputo clínicos con mayor tamaño muestral y a más largo
mucoso de forma mantenida y disminución de las plazo(1,3,4,7,8,16,18,20,26-30). Diferentes estudios confir-
EIA(1,3) (Tabla V). man una disminución de la densidad de colonias
de PA, logrando la erradicación inicial del esputo
Administración prolongada entre el 13-42% de los casos aunque tras su sus-
de antibióticos por vía sistémica pensión suele reaparecer lo que sustentaría man-
La evidencia sobre el uso de ATBs v.o. a largo tenerlo a largo plazo(26,27,29). Otros estudios obser-
plazo y su repercusión en el número y gravedad de van una mejoría clínica significativa y de la CVRS
las exacerbaciones, función pulmonar, calidad de con tobramicina nebulizada y disminución en el
vida (CVRS) o morbimortalidad en pacientes con número y días de hospitalización pero no han
BQ no FQ es escasa. Varios estudios clásicos en BQ demostrado de forma consistente una mejoría de
no FQ tratadas con ATBs prolongados (amoxicilina, la función pulmonar, del pronóstico o disminución
tetraciclinas) demostraron una reducción signifi- de las exacerbaciones(26-29). Navas et al., en un estu-
cativa del volumen de esputo y disminución de la dio reciente con tobramicina nebulizada sí obser-
frecuencia y gravedad de las exacerbaciones(3,6,16,18). van una reducción del número de agudizaciones
Otros estudios han informado que las quinolonas sin mejoría significativa de la función pulmonar(20).
son eficaces y bien toleradas durante 2-6 meses si Tanto la tobramicina como la colistina nebulizadas
bien el porcentaje de pacientes era escaso(3,6,18). tienen una baja tasa de resistencias a PA(26-30). La
Recientemente, Evans et al.(6), en una revisión sis- N-SEPAR/BQ recomienda los ATB inhalados en la
temática de la Colaboración Cochrane, recuperan infección bronquial crónica sin respuesta clínica o
9 ensayos clínicos con un total de 378 participan- con efectos secundarios al ATB oral, necesidad de
tes con utilización de ATBs entre 4-52 semanas, más de 14 días al mes de ATB v.o., en la causada
observando un significativo efecto a favor del uso por PA, en la causada por MPP resistentes a los ATB
de este tratamiento, en especial en lo referente a orales y en la colonización inicial por PA si no se
una disminución en el volumen y purulencia del consigue erradicar con tratamiento oral con cipro-
esputo, parámetro que ha demostrado ser uno de floxacino durante 15-21 días(1). Se aconseja una
los más importantes en determinar la CVRS de los evaluación individualizada en casos de aislamien-
pacientes con BQ(25) por lo que Ten Hacken et al.(18), to de otros microorganismos(1,3). Actualmente sólo
en una revisión reciente, lo recomiendan. Sin embar- existen dos ATB aprobados para su utilización en
go, su uso prolongado podría favorecer el desarro- nebulización, la solución de tobramicina libre de
llo de resistencias o de efectos adversos. aditivos para nebulizador (TOBI®, Novartis; Brami-
tob®, Chiesi) y el colistimetato de sodio o colisti-
Administración prolongada na (Colistimetato de sodio GES®, G.E.S; y Promi-
de antibióticos por vía inhalada xin®, Praxis). Los ATB deben administrarse con nebu-
La evidencia sobre el uso de ATB nebulizados lizadores que hayan demostrado su eficacia (tipo
a largo plazo en pacientes con BQ no FQ es esca- jet o electrónicos de malla estática o vibratoria).
sa y referida a la colonización/infección crónica por Pronto dispondremos de otros ATB para nebuliza-
PA. En los pacientes con FQ este tratamiento es ción (aztreonam, imipenem o ciprofloxacino) y de
bien tolerado y ha demostrado una mejoría signi- ATB en polvo seco para inhalación lo que repre-
ficativa de parámetros bacteriológicos, clínicos, de senta un importante avance al ser una forma de
CVRS y frena la caída de la función pulmonar, si administración mas rápida y eficiente(3,31). Los ATB
Valoración y tratamiento del paciente con bronquiectasias no FQ 607

nebulizados pueden producir broncospasmo, dis- ra rutinaria, especialmente en aquellos con enfer-
nea y molestias faríngeas o torácicas(1,3,7,33). medad evolucionada y en las exacerbaciones. Exis-
te riesgo de desnutrición ya que los requerimientos
Tratamiento de la inflamación bronquial energéticos son mayores (debido al aumento del
El tratamiento con corticoides v.o. o ibuprofe- trabajo respiratorio y a la inflamación crónica –con
no de forma prolongada no se recomienda por sus liberación de citokinas–) y por otro lado suele pro-
efectos adversos(1,16) Los corticoides inhalados se ducirse restricción dietética por anorexia. Se reco-
indicarán sobre todo en pacientes con clínica de mienda añadir suplementos orales en personas con
HRBI y en el resto su indicación deberá ser indivi- IMC < 20 kg/m2, o bien, > 20 kg/m2 que estén per-
dualizada(1). Se aconsejan dosis diarias de 1.000 diendo peso de forma aguda (especialmente en agu-
µg de fluticasona o 1.600 µg de budesónida ya que dizaciones e ingresos). Se utilizarán fórmulas poli-
las dosis elevadas se han mostrado eficaces para méricas e hipercalóricas, sobre todo si se requiere
reducir la tos, el volumen del esputo, la disnea, restricción de líquidos. En situaciones de alto estrés
mejorar la calidad de vida y disminuir el uso de metabólico (niveles de albúmina < 3 g/dl) es reco-
broncodilatadores de rescate(32). mendable que sean, además, hiperproteicas. El
Varios estudios apoyan la administración de empleo de fórmulas altas en grasas no debe ser la
macrólidos en pacientes con BQ no FQ con infec- norma. En caso de diabetes concomitante, las fór-
ción bronquial crónica por PA o por otros MPP con mulas con alto contenido en ácidos grasos monoin-
control clínico difícil a pesar de un tratamiento ade- saturados mejoran el control metabólico(1,34,35).
cuado(1,3,7,8,16,21). Estos fármacos son efectivos pro-
bablemente porque modulan la respuesta infla- Rehabilitación respiratoria. Ejercicio.
matoria y por su capacidad de interferir la forma- Mucolíticos
ción de biopelículas. Se recomienda la adminis- Se recomienda en pacientes con hipersecre-
tración de azitromicina a dosis de 250-500 mg, 3 ción bronquial (≥ 30 ml/día), de una a tres veces
días por semana. Se aconseja el control de la fun- al día, después de los broncodilatadores y previa a
ción hepática en las primeras semanas del trata- los antibióticos inhalados. Incluye varias técnicas
miento y a intervalos regulares de seis meses, así que pueden combinarse, sin que exista evidencia
como la investigación de MNT antes de iniciar el de cuál es la más efectiva. La elección dependerá
tratamiento y cada 6 meses ya que los pacientes de la edad del paciente y de su capacidad para rea-
con aislamiento de MNT no deberían recibir mono- lizarla. Se utilizarán técnicas autoadministradas para
terapia con macrólidos(1). facilitar el cumplimiento(1,23). El ejercicio físico aeró-
bico (caminar, correr, bicicleta…) mejora la tole-
Tratamiento de la hiperreactividad rancia física y la CVRS. Se recomienda practicar ejer-
bronquial cicio de moderado a intenso, durante 30 minutos
Los broncodilatadores y los corticoides son úti- al día, de tres a cuatro veces por semana o, en su
les en las pacientes que presentan hiperreactividad defecto, una actividad física moderada diaria, ade-
bronquial asociada. Los broncodilatadores también más de las técnicas de fisioterapia(1). Mantener una
mejoran la movilidad ciliar y facilitan el aclaramiento buena hidratación y la solución salina hipertónica
de secreciones. Se recomiendan antes de la fisio- nebulizada ayudan a reducir la viscosidad del moco
terapia y de la aerosolterapia antibiótica(1). en pacientes con BQ no FQ(1,7,16,24).

Tratamiento nutricional Tratamiento de las complicaciones


La valoración nutricional debe formar parte del
tratamiento de los pacientes con BQ y la medida del Hemoptisis
IMC (índice de masa corporal) debe incorporarse Generalmente se produce en una agudización.
como uno de los parámetros a controlar de mane- Requiere, además de las medidas habituales, ATBs
608 C. Olveira Fuster, F. Espíldora Hernández, A. Padilla Galo, J.L. de la Cruz Ríos

intravenosos y evitar fármacos inhalados y la fisio- tegias de diagnóstico y tratamiento más efectivas y
terapia (al menos las primeras 24-48 h). La embo- aplicarlas precozmente para mejorar la CVRS y el
lización de las arterias bronquiales patológicas es pronóstico de los pacientes.
el tratamiento de elección. La cirugía sólo está indi-
cada cuando existe riesgo vital y el origen de la
hemorragia está bien localizado(1). BIBLIOGRAFÍA
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Tratamiento quirúrgico
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50
Cáncer de pulmón. Estadificación.
Tratamiento quirúrgico
A. Salvatierra Velázquez, J.R. Cano García, P. Moreno Casado,
D. Espinosa Jiménez, J. Illana Wolf

ACTUALIZACIÓN de las mutaciones de los genes que regulan el cre-


cimiento celular.
Epidemiología y factores de riesgo Dejar de fumar produce una disminución gra-
El cáncer de pulmón (CP) es el tumor más fre- dual del riesgo de padecer CP. No obstante, inclu-
cuente y el que mayor mortalidad ocasiona en el so tras 40 años de abstinencia tabáquica, el riesgo
mundo desarrollado. La incidencia actual del CP en aún es mayor que el de la población no fumadora(1).
España es de 77,4 nuevos casos por 100.000 habi- La exposición laboral al alquitrán, hollín, arsé-
tantes, con una tasa de sólo el 8,1% en mujeres, nico, cromo y níquel y, sobre todo, al asbesto, incre-
debido con probabilidad a la relativamente tardía menta el riesgo de CP, al igual que la exposición a
adopción por la mujer del hábito tabáquico. Sin radiaciones ionizantes, ya sean de transferencia
embargo, se espera que en España, durante esta energética lineal baja –rayos x y gamma–, o alta
década, el CP en la mujer supere en incidencia y –radón y neutrones–.
mortalidad al cáncer de mama. En el hombre, la Otros factores de riesgo para CP son una dieta
incidencia y mortalidad por CP ha dejado de aumen- baja en frutas y, sobre todo, vegetales(2), la presencia
tar como resultado de la disminución del hábito de enfermedad obstructiva crónica y de neumo-
tabáquico en las últimas décadas. coniosis.
El humo del tabaco es el factor de riesgo más
importante para el desarrollo del CP. Los fumado- Patogénesis y anatomía patológica
res tienen un riesgo aproximadamente 20 veces La susceptibilidad a desarrollar CP depende
mayor que los no fumadores de padecer CP. De la fundamentalmente de cuatro tipos de genes: onco-
misma forma, la exposición pasiva al humo del taba- genes, genes supresores tumorales, genes codifi-
co incrementa el riesgo de desarrollar un CP entre cadores de enzimas convertidoras de procarcino-
un 20 y un 30% respecto a la población no expues- génicos en carcinogénicos y genes inhibidores de
ta. El riesgo está relacionado con el número de ciga- carcinogénicos.
rrillos, la duración del hábito, la edad de inicio, la Desde el punto de vista histológico, se suce-
profundidad de la inhalación del humo y la canti- den los siguientes cambios: proliferación de las célu-
dad de alquitrán y nicotina de los cigarrillos. El humo las basales, desarrollo de atipias nucleares y nuclé-
del tabaco contiene multitud de agentes carcino- olos prominentes, estratificación, metaplasia esca-
génicos o procarcinogénicos que son responsables mosa, carcinoma in situ y carcinoma invasor.

611
612 A. Salvatierra Velázquez, J.R. Cano García, P. Moreno Casado, D. Espinosa Jiménez, J. Illana Wolf

La clasificación anatomopatológica tiene impor- liferación de células de bordes mal definidos, cito-
tantes implicaciones pronósticas y terapéuticas. Exis- plasma escaso, cromatina nuclear de gránulos finos
ten dos grandes grupos de CP: carcinoma no micro- y nucléolos ausentes o discretos, con un alto índi-
celular y carcinoma de células pequeñas. ce mitótico y tendencia a la necrosis.
Dentro del grupo carcinoma no microcelular se
encuentran el epidermoide –incluyendo el esca- Clínica
moso–, el adenocarcinoma –incluyendo el bron- El CP suele ser clínicamente silente durante
quioloalveolar– el de células grandes –incluyen- la mayor parte de su curso. Sin embargo, en el
do el de células gigantes y el de células claras– y momento del diagnóstico, el 90% de los pacien-
los mixtos, como el adenoescamoso. El carcinoma tes están sintomáticos; en el resto, el diagnóstico
epidermoide tiende a invadir localmente antes de de CP se sospecha por hallazgos radiológicos. Los
diseminarse sistémicamente; por el contrario, el síntomas y signos derivan del crecimiento tumo-
adenocarcinoma y el carcinoma de células grandes ral local, de la obstrucción o invasión de las estruc-
muestran tendencia a extenderse extratorácicamente turas adyacentes, de la afectación de las estacio-
de forma temprana. nes ganglionares regionales, de la diseminación
El carcinoma epidermoide suele originarse en hematógena extratorácica y de los efectos ocasio-
la vía aérea central, en zonas del epitelio crónica- nados por substancias biológicas producidas por el
mente dañado, pasando por las fases de metapla- tumor –síndromes paraneoplásicos–.
sia, displasia y carcinoma; es el tipo celular con más
tendencia a la cavitación; desde el punto de vista Síntomas relacionados con el tumor
histológico se caracteriza por la presencia de que- primario
ratinización y de puentes intercelulares. El carci- La tos de nueva presentación o el cambio en
noma de células grandes representa a un grupo de la naturaleza de la tos crónica es el síntoma más
tumores indiferenciados al microscopio óptico y frecuente producido por el CP. La hemoptisis, ya
que muestran marcadores de diferenciación glan- sea franca o, más frecuentemente, en forma de
dular o neuroendocrina al microscopio electróni- expectoración hemoptoica recurrente, suele apa-
co o con técnicas inmunohistoquímicas; suele asen- recer cuando se ulcera la mucosa bronquial. La dis-
tar en la periferia, sin clara relación con el bronquio. nea es también un síntoma frecuente, generalmente
La mayoría de los adenocarcinomas también se ori- asociada a un incremento de la expectoración y de
ginan periféricamente; al microscopio óptico mues- la tos, aunque puede también deberse a la pre-
tran formaciones glandulares, estructura papilar o sencia de atelectasia o de neumonitis obstructiva.
producción de mucina; en el análisis inmunohis- La mitad de los pacientes manifiestan ciertas moles-
toquímico expresan citoqueratinas de bajo peso tias torácicas intermitentes y mal definidas, pero
molecular, antígeno carcinoembrionario y antígeno cuando el tumor afecta a la pleura el dolor adquie-
de membrana celular; el carcinoma bronquiolo-alve- re características pleuríticas.
olar es un subtipo de adenocarcinoma con un
patrón de crecimiento puramente bronquiolo-alve- Síntomas y signos asociados
olar, sin invasión del estroma, vasos ni pleura; es el a la compresión o invasión
tumor de mejor pronóstico, debido a su alto grado de las estructuras intratorácicas
de diferenciación. La invasión pleural, además de dolor, puede
El carcinoma de células pequeñas es el más producir disnea por derrame pleural. La afectación
agresivo, con una tasa de crecimiento rápida y una de la pared torácica suele provocar un dolor inten-
tendencia a metastatizar tempranamente en medias- so y fijo, que puede incrementarse con la palpación.
tino y en los tejidos extratorácicos. En el 85% de El tumor del vértice pulmonar, también llamado
los casos se origina en la submucosa de la vía aérea tumor de Pancoast, crece cercano al plexo braquial,
central; histológicamente se caracteriza por una pro- infiltrando generalmente las raíces octava cervical
Cáncer de pulmón. Estadificación. Tratamiento quirúrgico 613

y primera y segunda torácicas, y ocasionando dolor CP, pueden representar la primera manifestación
de hombro irradiado a la zona cubital del antebra- de la enfermedad o el primer signo de recurrencia
zo, cambio en la temperatura cutánea y atrofia mus- tras el tratamiento. Forman un grupo heterogé-
cular. La parálisis del nervio laríngeo recurrente, fun- neo de cuadros clínicos no relacionados con los
damentalmente el izquierdo, bien por compresión efectos físicos del tumor primario o de las metás-
o por invasión del tumor o de adenopatías, causa tasis. Son normalmente secundarios a la produc-
disfonía, además de alteración de la tos y dificul- ción de substancias biológicamente activas por el
tad para la expectoración, con el subsecuente incre- propio tumor o como respuesta orgánica al mismo.
mento del riesgo de aspiración. La parálisis del ner- Los síndromes pueden ser sistémicos (cuadro cons-
vio frénico provoca elevación del hemidiafragma y titucional, fiebre, etc.), endocrinos (hipercalcemia,
aumento de la disnea. La afectación de la cadena síndrome por secreción inadecuada de hormona
simpática y del ganglio estrellado provoca el sín- antidiurética, síndrome de Cushing, etc.), neuroló-
drome de Horner –enoftalmos, ptosis, miosis y pér- gicos (degeneración cerebelosa subaguda, mono-
dida de sudoración homolateral–. El tumor o las ade- neuritis múltiples, síndrome de Eaton-Lambert, ence-
nopatías pueden obstruir la vena cava superior, cau- falomielitis, etc.), esqueléticos (osteoartropatía hiper-
sando el denominado síndrome cava superior –hin- trófica, dedos “en palillos de tambor”), hematoló-
chazón de cara y cuello, venas dilatadas en torso, gicos (estados de hipercoagulabilidad, reacción leu-
hombros y miembros superiores, cefalea, vértigo, cemoide, etc.), renales (síndrome nefrótico, glo-
somnolencia y visión borrosa–. La semiología de merulonefritis), cutáneos (acantosis nigricans, der-
taponamiento cardíaco puede revelar la afectación matomiositis, etc.) y metabólicos (acidosis láctica,
del pericardio y corazón. La disfagia hará sospechar hipouricemia, etc.). Es importante no confundir estos
la compresión o invasión del esófago por el tumor síndromes con enfermedad metastásica, ya que
o por adenopatías mediastínicas. puede llevar a adoptar un tratamiento paliativo
inadecuado. Generalmente, los síndromes para-
Síntomas y signos asociados a la neoplásicos desaparecen con el tratamiento eficaz
afectación metastásica extratorácica del CP.
Aproximadamente un tercio de los pacientes
manifiestan síntomas secundarios a metástasis en Diagnóstico
el momento del diagnóstico. Aunque el CP puede El CP se sospecha tras la aparición de una ima-
metastatizar en cualquier órgano o sistema, los luga- gen radiológica compatible en un paciente habi-
res de asiento más frecuentes son el esqueleto tualmente sintomático. El método para obtener una
óseo, el hígado, las suprarrenales y el cerebro. confirmación citohistológica depende del tamaño
El síntoma fundamental de las metástasis óseas y localización de la lesión pulmonar, de la sospe-
es el dolor. Las metástasis hepáticas suelen oca- cha de probables metástasis extratorácicas y de la
sionar un cuadro constitucional, afectándose la fun- actitud terapéutica prevista. El esquema diagnósti-
ción hepática sólo en fases muy avanzadas. Las co debe perseguir el uso del procedimiento más
metástasis suprarrenales suelen ser asintomáticas; rentable para el diagnóstico y estadificación, así
excepcionalmente pueden ocasionar un cuadro de como evitar pruebas molestas, potencialmente lesi-
insuficiencia suprarrenal. Las metástasis cerebrales vas o innecesarias. En pacientes con sospecha de
pueden producir cefaleas, vómitos, convulsiones, metástasis extratorácica, la obtención de una mues-
cambios de la personalidad y alteraciones neuro- tra citohistológica de la lesión secundaria –nor-
lógicas focales variadas. malmente por punción-aspiración con aguja fina o
aguja de corte– es el camino más corto para obte-
Síndromes paraneoplásicos ner el diagnóstico y la estadificación de la enfer-
Los síndromes paraneoplásicos, presentes en medad. Desgraciadamente, no siempre es fácil
aproximadamente un 10% de los pacientes con su obtención (por ejemplo, en las lesiones cere-
614 A. Salvatierra Velázquez, J.R. Cano García, P. Moreno Casado, D. Espinosa Jiménez, J. Illana Wolf

brales), debiéndose optar por biopsiar la lesión pri- la localización, de la existencia de afectación bron-
maria por el método que se considere más apro- quial en la tomografía computarizada (TC), de si
piado. Si el tumor primario se acompaña de un está guiada radiológicamente y del número de
derrame pleural, la vía más eficiente es su estudio; muestras biópsicas que se tomen, con una sensi-
el estudio citológico del líquido pleural tiene mayor bilidad próxima al 70%. La punción-aspiración trans-
sensibilidad que la biopsia pleural ciega, al asentar torácica en las lesiones periféricas alcanza una sen-
inicialmente las metástasis de forma preferente en sibilidad global del 90%. La rentabilidad es mayor
la pleura visceral; no obstante, la biopsia pleural por cuando la punción está guiada por TC que por fluo-
toracoscopia es el método más rentable en el estu- roscopia. Sin embargo, dado el relativo alto por-
dio del derrame pleural que acompaña a un posi- centaje de falsos negativos, la punción-aspiración
ble CP, con una sensibilidad entre el 90 y el 100%. transtorácica no es útil para descartar un cáncer;
Si las técnicas de imagen ponen de manifiesto una por ello, ahondando en lo anteriormente expues-
afectación mediastínica extensa, la toma de mues- to, esta prueba no está justificada en el diagnósti-
tra citohistológica mediante fibrobroncoscopia con co de una lesión sospechosa de CP, en un estadio
punción-aspiración transtráqueo-bronquial, punción- aparentemente inicial, y en un paciente buen can-
aspiración transtorácica o ecográfico-endoscópica, didato para la cirugía.
pueden establecer el diagnóstico y la estadificación La tomografía por emisión de positrones (PET)
mediastínica. Sin embargo, el bajo valor predictivo es capaz de detectar una alta tasa metabólica tisu-
negativo de estas técnicas aconseja la realización lar, por lo que puede tener cierta utilidad en la carac-
de una exploración quirúrgica del mediastino en terización de una lesión pulmonar. La sensibilidad
pacientes sin un resultado diagnóstico concluyen- y especificidad de la PET en la caracterización de
te. Cuando la lesión se manifiesta como un nódu- una lesión pulmonar como maligna es del 97 y
lo pulmonar solitario periférico, sin datos que hagan 78%, respectivamente. Los resultados falsos nega-
sospechar estadio avanzado de la enfermedad, en tivos pueden deberse al tamaño de las lesiones
un paciente con alto riesgo epidemiológico y clí- –inferiores a 0,6-1 cm–, y a la relativamente baja
nico para CP, un riesgo quirúrgico aceptable y una tasa metabólica que exhiben los tumores carci-
actitud positiva para la cirugía, la biopsia por esci- noides y el carcinoma bronquioloalveolar. Los resul-
sión mediante toracoscopia y la subsiguiente lobec- tados falsos positivos resultan de la alta tasa meta-
tomía (si se confirma el diagnóstico) es, sin duda, bólica que caracteriza a ciertos procesos infeccio-
la conducta más eficiente. sos o inflamatorios, como las infecciones pulmo-
Para las restantes presentaciones existe una nares por bacterias, micobacterias y hongos, y los
gama de pruebas diagnósticas que oscilan desde nódulos reumatoideos, entre otros.
las absolutamente incruentas –como la citología de
esputo– a la exploración quirúrgica mediante tora- ESTADIFICACIÓN
coscopia o toracotomía. La citología de esputo es
especialmente útil en los pacientes con tumores Introducción
centrales y que tienen expectoración hemoptoica, La estadificación del CP, entendida como la cla-
con una sensibilidad cercana al 70%. La fibro- sificación de la extensión anatómica de la enfer-
broncoscopia y las técnicas cito-histológicas aso- medad en grupos –según el pronóstico–, persigue
ciadas –broncoaspirado, cepillado, biopsia bron- varios fines. Además de la estimación pronóstica,
quial y biopsia transbronquial– ofrecen una alta ren- la estadificación anatómica es esencial para plani-
tabilidad diagnóstica, fundamentalmente cuando la ficar el tratamiento, evaluar los resultados e inter-
lesión es central y visible endoscópicamente, con cambiar información de forma fidedigna. La clasifi-
una sensibilidad cercana al 90%. En las lesiones cación anatómica actual del CP(3) utiliza los des-
periféricas, la rentabilidad diagnóstica de la fibro- criptores T –tumor–, N –nódulos adenopáticos–
broncoscopia depende del tamaño del tumor, de y M –metástasis–, es válida para cualquier estirpe
Cáncer de pulmón. Estadificación. Tratamiento quirúrgico 615

de CP y está avalada por todas las sociedades cien- cación llevada a cabo antes del tratamiento es la
tíficas mundiales (Tabla I). No obstante, esta clasi- estadificación clínica –cTNM– y puede incluir méto-
ficación está fundamentada en una base de datos dos quirúrgicos, como la exploración quirúrgica del
relativamente pequeña, de 5.319 casos. La Inter- mediastino o la toracoscopia. Esta estadificación es
national Association for Study of Lung Cancer Com- crucial para seleccionar el tratamiento. Cuando a la
mittee (IASLC) ha efectuado un estudio con datos clasificación clínica se le añaden los hallazgos qui-
obtenidos de 46 fuentes, procedentes de 19 paí- rúrgicos y el estudio anatomopatológico de las pie-
ses, alcanzando casi los 68.000 casos válidos. Tras zas resecadas, pasa a ser estadificación patológica
su análisis y validación exhaustiva, tanto interna –pTNM–, cuyo máximo interés es la estimación
como externa, ha efectuado una serie de reco- pronóstica.
mendaciones que serán incorporadas en la sépti- Es de esperar que, en un futuro próximo, la
ma edición de la clasificación TNM y que se publi- estadificación anatómica se enriquezca con el aná-
carán en 2009(4). En resumen, los cambios pro- lisis de factores biológico-moleculares que, indu-
puestos son los siguientes: dablemente, mejorarán la toma de decisiones tera-
• Descriptor T: subclasificar el T1 como T1a (≤ péuticas, así como su valor pronóstico.
2 cm) y T1b (> 2 cm), así como el T2 en T2a
(> 3 cm y < 5 cm), T2b (> 5 cm y < 7 cm) Estadificación intratorácica
y T2c (> 7 cm), reasignando el T2c como T3.
Reclasificar el T4 por nódulo adicional en el Estadificación no invasiva
mismo lóbulo como T3. Reclasificar el M1 por • La historia y exploración clínica pueden orien-
nódulo adicional en el mismo pulmón, pero tar acerca de la afectación de las estructuras
diferente lóbulo, como T4. intratorácicas. Los tumores de localización cen-
• Descriptor N: no recomiendan cambios hasta tral suelen ocasionar un dolor vago, mal defi-
obtener datos más detallados de futuras inves- nido, frecuentemente referido a la región retro-
tigaciones. esternal. El dolor de características pleuríticas
• Descriptor M: reclasificar la diseminación pleu- o parietal, los síntomas neurológicos caracte-
ral (derrame pleural o pericárdico maligno, o rísticos de la afectación del plexo braquial y de
nódulos pleurales) de T4 a M1. Subclasificar la cadena simpática, la disfonía por parálisis
M1 en M1a (afectación neoplásica pleural o recurrencial, la presencia de un síndrome de
nódulos contralaterales) y M1b (metástasis a vena cava superior, la disfagia y la semiología
distancia). del taponamiento cardiaco harán sospechar la
invasión o la compresión de estas estructuras
Metodología de estadificación directamente por el tumor, o por afectación
El proceso de estadificación comprende la eva- ganglionar. La existencia de adenopatías supra-
luación del tumor en sí –localización, tamaño y claviculares, cervicales o axilares sugerirá su
eventual invasión de estructuras adyacentes–, de afectación.
las estaciones linfáticas regionales y de los órganos • La Rx P-A y lateral de tórax es la técnica de
y tejidos extratorácicos. La metodología con la que imagen con la que normalmente se detecta
llevar a cabo la estadificación es, sin embargo, obje- el CP. Aunque puede ocasionalmente ser la
to de continua controversia. Además, debido al pro- única técnica de imagen necesaria para la esta-
greso en los conocimientos, al desarrollo de nue- dificación del CP (por ejemplo, ante el hallaz-
vas herramientas pronósticas y al perfeccionamiento go de metástasis óseas, masas adenopáti-
de las técnicas diagnósticas, la metodología de esta- cas masivas contralaterales o derrame pleu-
dificación está en permanente evolución. ral), es la TC de tórax la técnica inicial de elec-
En la estadificación hay que considerar el ción universalmente aceptada para este come-
momento clínico en el que se efectúa. La estadifi- tido(5).
616 A. Salvatierra Velázquez, J.R. Cano García, P. Moreno Casado, D. Espinosa Jiménez, J. Illana Wolf

Tabla I. Clasificación TNM del cáncer de pulmón

Descriptor T (tumor primario)


TX No se puede valorar el tumor primario, o hay tumor demostrado por la presencia de células malignas en el esputo
o especimenes bronquiales, pero no visible en las técnicas de imagen o broncoscopia
T0 Sin evidencia de tumor primario
Tis Carcinoma in situ
T1 Tumor de ≤ 3 cm de diámetro mayor, rodeado de pulmón o pleura visceral y sin evidencia broncoscópica de
invasión más proximal que el bronquio lobar. T1a ≤ 2 cm; T1b > 2 cm
T2 Tumor con cualquiera de los siguientes datos en relación al tamaño o a la extensión:
• Más de 3 cm de diámetro mayor
• Afecta el bronquio principal a 2 cm o más de la carina principal
• Invade la pleura visceral
• Asociado con atelectasia o neumonitis obstructiva que se extiende a la región hiliar, pero no afecta a un pulmón
entero
• T2a > 3 cm y < 5 cm; T2b > 5 cm y < 7 cm; T2c > 7 cm, reasignado como T3
T3 Tumor de cualquier tamaño, que invade directamente cualquiera de las siguientes estructuras: pared torácica
(incluye tumores del vértice pulmonar), diafragma, pleura mediastínica o pericardio parietal; o tumor en el
bronquio principal a menos de 2 cm de la carina principal, pero sin afectación de la misma; o atelectasia o
neumonitis obstructiva asociada del pulmón entero
T4 Tumor de cualquier tamaño, que invade cualquiera de las siguientes estructuras: mediastino, corazón, grandes
vasos, tráquea, esófago, cuerpo vertebral, carina; nódulo/s tumoral/es satélites del original, en el mismo lóbulo
(reasignado como T3); tumor con derrame pleural maligno

Descriptor N (ganglios linfáticos regionales)


NX No se pueden valorar los ganglios regionales
N0 Sin metástasis ganglionares regionales
N1 Metástasis en los ganglios peribronquiales y/o hiliares ipsilaterales, incluyendo la extensión directa
N2 Metástasis en los ganglios mediastínicos ipsilaterales y/o subcarinales
N3 Metástasis en los ganglios mediastínicos contralaterales, hiliares contralaterales, escalénicos o supraclaviculares
(ipsi- o contralaterales)

Descriptor M (metástasis a distancia)


MX No se puede valorar la presencia de metástasis a distancia
M0 Sin evidencia de metástasis a distancia
M1 Metástasis a distancia que incluye nódulo/s tumoral/es en otro lóbulo, ipsilateral (reasignado como T4) o
contralateral; afectación pleural. M2 metástasis a distancia

Clasificación por estadios


Oculto Tx N0 M0
Estadio 0 Tis N0 M0
Estadio IA T1 N0 M0
Estadio IB T2 N0 M0
Estadio IIA T1 N1 M0
Estadio IIB T2 N1 M0
T3 N0 M0
Estadio IIIA T1-3 N2 M0
T3 N1 M0
Estadio IIIB T4 N0-3 M0
T1-3 N3 M0
Estadio IV T1-4 N0-3 M1
Cáncer de pulmón. Estadificación. Tratamiento quirúrgico 617

• La TC de tórax es útil en la evaluación del fac-


tor T. La TC permitirá medir con cierta precisión
el tamaño del tumor, complementar los hallaz-
gos broncoscópicos de estadificación respecto 2L
a la vía aérea, así como la presencia y magni- 2R
tud de atelectasias y de derrame pleural. La
invasión de la pleura visceral –T2– es un fac-
tor de mal pronóstico, difícil de evaluar con la
6
TC; no obstante, la TC helicoidal con recons-
trucción tridimensional puede ser útil a este 4R
respecto. Si bien el sistema internacional de
estadificación no hace referencia concreta a la
10R 5
transgresión cisural, su reconocimiento por prue-
bas de imagen constituye una valiosa infor-
mación en la planificación del tratamiento qui-
7
rúrgico. Este hecho es especialmente intere-
sante en pacientes con escasa reserva fun-
cional respiratoria y cuando se planifica una
resección transtoracoscópica. La rentabilidad
8
de la TC convencional en la evaluación de la
afectación de la pared torácica –T3– es relati- 9
vamente baja; sin embargo, la TC helicoidal con
cortes finos y reconstrucción en planos dife- Figura 1. Mapa ganglionar mediastínico.
rentes del axial y tridimensionales incrementa
esta rentabilidad. A pesar de ello, sólo los sig-
nos de destrucción de arcos costales o cuer- ten del tumor y que reemplazan el tejido graso
pos vertebrales adyacentes al tumor, junto a la mediastínico. No obstante, cuando no hay sig-
existencia de una masa que afecte a los teji- nos claros de infiltración, su rentabilidad es baja
dos blandos parietales son signos inequívocos (sensibilidad inferior al 60%), sin que la TC heli-
de afectación parietal. Los criterios más utiliza- coidal la haya mejorado significativamente. Por
dos para sospechar afectación de la pared torá- tanto, la sospecha de infiltración parietal o
cica son: a) engrosamiento pleural adyacente mediastínica, basada exclusivamente en los
al tumor; b) contacto entre tumor y pared de hallazgos de la TC, no constituye un criterio de
más de 3 cm; c) ángulo obtuso entre el tumor contraindicación para la exploración quirúrgica.
y la superficie pleural; d) invasión o aumento La TC puede poner de manifiesto la presen-
de densidad de la grasa extrapleural adyacen- cia de nódulos tumorales satélites en el mismo
te; e) asimetría de los tejidos blandos conti- lóbulo –T3–, así como focos tumorales dis-
guos; f) masa insinuada en la pared torácica. continuos en pleura visceral o parietal –T4–.
La TC es capaz de poner de manifiesto la inva- La afectación linfática mediastínica en el CP,
sión franca de las estructuras mediastínicas presente en el 30-44% de los pacientes en el
–T4–. Así, es relativamente fácil determinar su momento del diagnóstico, es, junto a la pre-
invasión si el tumor engloba y estrecha la trá- sencia de metástasis a distancia, un factor pro-
quea, el tronco de la arteria pulmonar o sus nóstico ominoso. Desde el punto de vista qui-
ramas intrapericárdicas, la cava, la aorta o el rúrgico supone la irresecabilidad o la necesi-
esófago. También es concluyente de infiltración dad de quimioterapia de inducción. Aunque la
la existencia de digitaciones irregulares que par- TC es una buena herramienta para la detección
618 A. Salvatierra Velázquez, J.R. Cano García, P. Moreno Casado, D. Espinosa Jiménez, J. Illana Wolf

de adenopatías mediastínicas, no permite dife- previa a la toracotomía, sobre todo si existen


renciar entre benignidad y malignidad. Tenien- criterios de N2 o N1 por TC, en tumores cen-
do en cuenta una serie de criterios, de entre trales y en adenocarcinomas(7). La PET tam-
los que destaca el tamaño de las adenopatías bién puede ser útil en la evaluación de un
–generalmente, un diámetro en el eje corto segundo nódulo pulmonar o de un derrame
≥ 1 cm–, la sensibilidad y especificidad de la pleural acompañante(6).
TC en la estadificación mediastínica, con una
mediana de la prevalencia de metástasis Estadificación invasiva
mediastínica del 28%, es del 51 y 86%, res- El método invasivo para la estadificación del
pectivamente(6). Tal vez el hallazgo más rele- factor T suele ser la toracoscopia, aunque la medias-
vante es que, según estos datos, aproximada- tinoscopia también puede ser útil en determinados
mente el 40% de los pacientes considerados casos. Sin embargo, el papel principal de la estadi-
por criterios de TC como N2 son realmente N0 ficación intratorácica invasiva es la evaluación de la
y el 20% de los considerados por TC como N0 afectación ganglionar mediastínica. El método de
son realmente N2. Dada esta baja rentabilidad, biopsia de las adenopatías mediastínicas puede ser
la estadificación del factor N no puede des- mediante punción-aspiración con aguja fina –trans-
cansar sólo en los hallazgos de la TC, por lo que bronquial, transtorácica, ecográfica-endoscópica– o
a ningún paciente se le debe negar la posibi- por biopsia quirúrgica –mediastinoscopia, medias-
lidad de cirugía por el simple hallazgo de ade- tinotomía y toracoscopia–. La punción-aspiración
nopatías mediastínicas en la TC. La TC puede transbronquial permite obtener un espécimen ade-
servir además como guía para elegir el méto- cuado en aproximadamente el 90% de los casos,
do más apropiado para obtener muestras cito- especialmente cuando las adenopatías son subca-
histológicas ganglionares. rinales y tiene una sensibilidad del 78%(8). La pun-
• La resonancia magnética, a pesar de sus ven- ción-aspiración transtorácica, utilizada general-
tajas teóricas sobre la TC –ausencia de radia- mente en pacientes con afectación mediastínica
ciones ionizantes, mayor resolución de con- voluminosa, tiene una sensibilidad cercana al 90%(8).
traste y buena definición de las estructuras vas- La punción-aspiración ecográfica-endoscópica
culares sin necesidad de utilizar contraste–, es a través del esófago es particularmente útil en las
una técnica de imagen secundaria en la esta- adenopatías del ligamento pulmonar, ventana aorto-
dificación del CP y sólo ofrece ventajas en el pulmonar y subcarinales La sensibilidad es del
estudio del tumor de vértice pulmonar y, tal 84%(8). La punción-aspiración ecográfica reali-
vez, en la demostración de invasión vertebral zada endobronquialmente, a pesar de ser aún
y vascular. poco utilizada, ofrece una sensibilidad del 90%(8).
• El papel exacto de la PET en la estadificación La mediastinoscopia cervical permite biopsiar las
del CP está aún por definir. Sin embargo, pare- adenopatías paratraqueales derechas e izquierdas,
ce claro que la estadificación del mediastino altas y bajas, así como las subcarinales anteriores;
por PET es mejor que la que se obtiene por la sensibilidad global es del 80%(8) para la medias-
TC, alcanzando, para una mediana de preva- tinoscopia estándar y del 90% para la videome-
lencia de enfermedad mediastínica del 29%, diastinoscopia(9). El acceso quirúrgico a las ade-
una sensibilidad del 74% y una especificidad nopatías de la ventana aorto-pulmonar y prevas-
del 85%(6). No obstante, la PET sigue siendo culares requiere la mediastinoscopia cervical
imperfecta para este fin. Está claro que un resul- extendida(10) o la mediastinotomía paraesternal,
tado positivo en la PET debe ser confirmado con sensibilidades globales cercanas al 50 y 70%,
citohistológicamente, y existen grandes con- respectivamente. La toracoscopia también puede
troversias respecto a si un resultado negativo ser útil en la estadificación mediastínica del CP.
en la PET permite obviar la mediastinoscopia En general, sólo se explora un lado del mediastino;
Cáncer de pulmón. Estadificación. Tratamiento quirúrgico 619

el acceso al lado derecho es fácil, pero no lo es y una mejor calidad de vida(25) que la neumonec-
tanto en las adenopatías paratraqueales del lado tomía. En general, la lobectomía presenta una mor-
izquierdo. La sensibilidad es muy variable –entre el talidad perioperatoria inferior al 5%.
37 y el 100%– sin que esta amplia variación quede La bilobectomía consiste en la resección del
clara. lóbulo medio y del lóbulo superior o inferior dere-
chos. Se indica cuando el tumor trasgrede la cisu-
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO ra o está muy cercano a una cisura incompleta, así
como en ciertos casos de afectación vascular o lin-
Introducción fática interlobar. La mortalidad perioperatoria es cer-
El fin del tratamiento quirúrgico es la resección cana al 6%(26).
completa de la tumoración y de todo el drenaje lin- La neumonectomía está indicada en tumores
fático intrapulmonar. Una resección incompleta, centrales que no puedan ser extirpados mediante
además de no mejorar la supervivencia, expone a lobectomía. A veces es necesario efectuar la liga-
complicaciones, empeora la calidad de vida y retra- dura de los vasos pulmonares intrapericárdicamente.
sa el tratamiento quimio o radioterápico. Si no está Cuando está afectada la carina principal, en casos
establecido el diagnóstico preoperatoriamente, y es muy seleccionados es posible efectuar una neu-
factible realizarlo sin violar los principios oncológi- monectomía con “manguito” traqueal. La mortali-
cos, se aconseja la toma de biopsia y su análisis dad perioperatoria alcanza un 7%, con una tasa de
intraoperatorio. Si no es factible y la resección es complicaciones que puede llegar al 40%(27).
una lobectomía, puede realizarse sin confirmación La segmentectomía es una resección anató-
histológica; si se trata de una bilobectomía o neu- mica sublobar controvertida en el tratamiento del
monectomía, debe realizarse biopsia, generalmen- CP, si bien en casos de T1 N0 periféricos y peque-
te mediante aguja de corte. ños va ganando credibilidad, con una mayor pre-
Las resecciones estándar son las anatómicas: servación de la función pulmonar, supervivencias
lobectomía, lobectomía “en manguito”, bilobecto- similares o superiores a la lobectomía y una mor-
mía y neumonectomía. Las resecciones infraloba- bimortalidad similar o más baja(28).
res, sobre todo las no anatómicas, sólo suelen La resección “en cuña” es un exéresis no ana-
emplearse en pacientes que no toleran la lobecto- tómica, que pretende resecar todo el tumor con el
mía o tengan tumores múltiples sincrónicos o meta- mínimo sacrificio del parénquima. Suele utilizarse
crónicos. en pacientes con una pobre función pulmonar o
con tumores sincrónicos o metacrónicos que no
Técnicas quirúrgicas tolerarían una lobectomía. Con respecto a las resec-
La lobectomía es la resección más idónea del ciones anatómicas, la resección “en cuña” presen-
CP localizado en un solo lóbulo. Las resecciones ta un mayor riesgo de recurrencia local y, quizás,
menores tienen un índice más alto de recurrencia una menor supervivencia(29). Con el fin de reducir
local y una menor supervivencia(22,23). La lobecto- la recurrencia local, se está utilizando la braquite-
mía “en manguito” es una técnica que evita la rapia intraoperatoria, con resultados esperanzado-
neumonectomía y que consiste en la resección de res(30).
un lóbulo con un segmento circunferencial del bron- La resección toracoscópica videoasistida se
quio principal adyacente afectado, con reanasto- usa cada vez más frecuentemente en la resección
mosis del lóbulo distal; se realiza cuando una lobec- del CP. La lobectomía toracoscópica videoasistida
tomía estándar no asegura bordes de resección en pacientes con estadio I del CP ofrece resultados
libres de tumor. Cuando está afectada la arteria, excelentes(31). Esta técnica parece reducir el dolor
puede también evitarse la neumonectomía median- postoperatorio, la respuesta inflamatoria sistémica
te resección del segmento infiltrado y angioplastia. y el tiempo de inactividad postquirúrgica, a la vez
Estas técnicas ofrecen una mejor supervivencia(24) que preserva mejor la función pulmonar. Sin embar-
620 A. Salvatierra Velázquez, J.R. Cano García, P. Moreno Casado, D. Espinosa Jiménez, J. Illana Wolf

go, la ventaja verdadera de la resección toracoscó- cen resecables –generalmente una única estación
pica videoasistida frente a la resección mediante ganglionar afecta–, se aconseja la quimioterapia de
toracotomía sin sección muscular aún es fuente de inducción; si tras ella se objetiva una respuesta o
controversia. una estabilidad de la lesión, se realiza cirugía, con
El papel de la linfadenectomía completa fren- una supervivencia a 3 años cercana al 25% y una
te a la biopsia ganglionar en la cirugía del CP sigue mortalidad perioperatoria del 6%. En el estadio
siendo debatido. La linfadenectomía completa es IIIA por afectación de pleura mediastínica, el índi-
más segura a la hora de establecer una estadifica- ce de resección suele ser bajo y la supervivencia
ción correcta. Sin embargo, muchos cirujanos no la en los N0 alcanza el 20-30%.
realizan aduciendo que no parece incrementar la Los pacientes con estadio IIIB por T4 o N3
supervivencia y sí las complicaciones –sobre todo suelen considerarse como irresecables, exhibien-
afectación del recurrente y del conducto torácico–. do una supervivencia a 5 años menor del 10%.
Sin embargo, un estudio aleatorizado sobre más Sin embargo, en ocasiones, la resección comple-
de 1.000 pacientes demostró que la linfadenecto- ta en pacientes muy seleccionados con enferme-
mía completa no aumenta la morbi-mortalidad(32); dad T4 mejora significativamente la supervivencia.
además, otros estudios encuentran una mejor super- Así, la neumonectomía con resección traqueal “en
vivencia cuando se realiza(33-35). manguito” y reanastomosis de la tráquea con el
bronquio principal contralateral en pacientes jóve-
Indicación por estadios nes y con baja morbilidad es una buena opción
La resección quirúrgica es el tratamiento de cuando está afectada la carina principal, con super-
elección en el estadio I del CP. El tipo de resección vivencias de hasta un 44% a 5 años(37). Los pacien-
estándar es la lobectomía si el paciente la tolera. tes con nódulos satélite en el mismo lóbulo, cla-
La tasa de supervivencia a 5 años tras resección es sificados como T4 en la 6ª edición de la clasifica-
del 60-80% en los T1 y del 50-60% en los T2. ción TNM y como T3 en la 7ª, pueden obtener con
En el estadio II, la lobectomía es el procedi- la cirugía una supervivencia a 3 años del 66%(38).
miento de elección, con una tasa de supervivencia En pacientes con T4 por invasión de órganos
a 5 años del 40-55%. En el estadio IIB por T3 mediastínicos –arteria pulmonar, aurícula, vena
parietal, la resección “en bloque” del lóbulo y de cava superior, esófago, cuerpo vertebral– la ciru-
la pared adyacente ofrece una supervivencia del gía “en bloque” puede ofrecer supervivencias pro-
60%. Si a la palpación la pleura parietal se des- longadas, siempre que la cirugía sea completa y
pega con facilidad, algunos autores obtienen bue- no se trate de un N2. La enfermedad N3 debe
nos resultados con la pleurectomía “en bloque” con considerarse contraindicación absoluta para la ciru-
el lóbulo(36). En el estadio IIB por T3 bronquio gía, excepto como parte de protocolos de investi-
principal en los 2 cm próximos la carina, la neu- gación.
monectomía es el tipo de resección más frecuen- La mayoría de los pacientes con estadio IV no
temente empleado, si no puede realizarse una tienen indicación quirúrgica, con una supervivencia
resección “en manguito”. La supervivencia a 5 años a 5 años cercana al 5%. Sin embargo, algunos
ronda el 40%. pacientes muy seleccionados con metástasis soli-
El mejor tratamiento para el CP en estadio IIIA tarias pueden obtener una mejor supervivencia
por N2 aún no está definido. Cuando el N2 ha sido mediante resección quirúrgica del tumor primario
clínicamente indetectable y se encuentra durante y de la metástasis. El tratamiento de la metástasis
la cirugía, la mayoría de los autores aconsejan la cerebral única mediante cirugía o radiocirugía puede
resección cuando es posible la lobectomía. En los ofrecer supervivencias a 5 años cercanas al 20%(39).
N2 prequirúrgicos, la mayoría de los pacientes son En pacientes muy seleccionados, la cirugía de la
tratados mediante quimio-radioterapia. Sin embar- metástasis suprarrenal única ofrece supervivencias
go, si la afectación pulmonar y la ganglionar pare- a 5 años cercanas al 20%(40).
Cáncer de pulmón. Estadificación. Tratamiento quirúrgico 621

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51
Cáncer de pulmón. Tratamientos
quimioterápico y radioterápico
J.J. Reina Zoilo, P. Jiménez Gallego, A. Rodríguez Jiménez, A. Montaño Periáñez

INTRODUCCIÓN mendaciones de tratamiento adjudicaremos un


El cáncer de pulmón constituye un auténtico nivel de evidencia (NE) ajustado a oncología y desa-
problema de salud. En Andalucía, en el periodo rrollado por el National Cancer Institute de EE.UU.
1975-2003, se produjo una tasa ajustada por edad Este NE se gradúa según la calidad de diseño del
de 81,3 muertes por 100.000 habitantes y año. Se estudio y la fuerza del objetivo que se detallan en
estima que en el periodo 2010-2014, más de la Tabla I.
19.300 andaluces fallecerán por cáncer de pulmón,
lo que supone el 23,8% de la mortalidad total por TRATAMIENTO ADYUVANTE EN CNMP
cáncer estimada en este periodo. Es, sin duda, la ESTADIOS I, II Y IIIA
neoplasia con mayor mortalidad seguida a distan- La cirugía continúa siendo el único tratamiento
cia por el cáncer de colon (11,7%)(1). potencialmente curativo en el CNMP en estadios
El tratamiento del cáncer de pulmón ha per- iniciales. Pero, a pesar de la resección completa,
manecido estancado desde la década de 1970 estos pacientes siguen teniendo un riesgo impor-
hasta el inicio del nuevo siglo. Sin embargo, en los tante de recaída y muerte, que varía en función del
últimos 10 años se han producido cambios impor- estadio: a los 5 años habrán fallecido por su cáncer
tantes. En los estadios tempranos (II y IIIA), la qui- de pulmón desde un 40% de pacientes con CNMP
mioterapia administrada tras la cirugía se ha com- resecado en estadio I hasta un 75% de los que se
probado que disminuye el riesgo de recaída. En las intervienen en estadio IIIA. Tras la cirugía, la recu-
neoplasias en estadio III (localmente avanzados), rrencia metastásica es más frecuente que la local,
se han mejorado los resultados al combinar más que sólo ocurre en un 10% de casos, aunque este
eficazmente la quimioterapia, la radioterapia y la porcentaje es mayor en los carcinomas epidermoi-
cirugía. Finalmente, en los estadios avanzados se des. Más del 80% de las recaídas se producen en
han incorporado nuevos fármacos, dirigidos contra los 2 primeros años tras la cirugía. El objetivo del tra-
dianas moleculares específicas, que parecen mejo- tamiento adyuvante sería la utilización de quimio-
rar las expectativas de estos pacientes. terapia para eliminar los focos micrometastásicos
Al igual que en la edición anterior, utilizaremos (indetectables por los métodos actuales de diag-
el estadiaje TNM en CNMP y la división enferme- nóstico), responsables de la recidiva tumoral.
dad limitada/extensa en CMP comentados en el En un metaanálisis publicado en 1995(2), se
capítulo 50. Igualmente, para cada una de las reco- analizó la utilidad de la quimioterapia adyuvante en

623
624 J.J. Reina Zoilo, P. Jiménez Gallego, A. Rodríguez Jiménez, A. Montaño Periáñez

Tabla I. Niveles de evidencia en oncología, según el IB el efecto es más modesto y no alcanza signifi-
National Cancer Institute (NCI) cación estadística. En el estadio IA no parece que
la quimioterapia adyuvante tenga utilidad.
Diseño del estudio
Por lo tanto, existe una mejoría de la supervi-
1. Ensayo clínico controlado randomizado
vencia en los pacientes con CNMP estadios II y IIIA
i. Ciego
ii. No ciego
completamente resecado cuando se añade qui-
2. Ensayo clínico controlado no randomizado
mioterapia con cisplatino tras la cirugía [NE 1iiA].
3. Serie de casos Más dudosa es la utilidad del tratamiento adyuvante
i. Serie de casos consecutiva poblacional en estadios IB. No debe indicarse quimioterapia
ii. Serie de casos consecutiva no poblacional adyuvante en estadios IA.
iii. Serie de casos no consecutiva No existen datos para especificar qué fármacos
deben asociarse a cisplatino, aunque la mayoría de
Objetivo
A. Mortalidad total o supervivencia global en un
estudios utilizaron la combinación de cisplatino +
tiempo definido
vinorelbina (véanse esquemas de quimioterapia en
B. Mortalidad específica por causa la Tabla II). Además, la mejoría de la supervivencia
C. Calidad de vida adecuadamente recogida era mayor en los pacientes con mejor estado fun-
D. Objetivos subrogados cional y no se modificaba por otros factores como
i. Intervalo libre de enfermedad el sexo, la edad, la histología, el tipo de cirugía o la
ii. Intervalo libre de progresión asociación de radioterapia. La quimioterapia fue bien
iii. Respuesta tumoral tolerada, siendo la neutropenia la toxicidad más fre-
cuente. Sólo se produjeron un 0,9% de muertes
Ejemplo: un ensayo clínico randomizado no cegado que
estudie las diferencias en supervivencia sería un estudio
relacionadas con la quimioterapia.
1iiA, mientras que un estudio fase II que midiera las
respuestas tumorales sería un estudio 3iDiii. TRATAMIENTO DEL CNMP ESTADIO III
El tratamiento de los pacientes con CNMP esta-
1.394 pacientes con CNMP estadios I, II y IIIA reclu- dio III no está claramente definido, aunque es nece-
tados en 8 ensayos clínicos. Se encontró una mejo- sario aclarar que pocos de estos pacientes tendrán
ría no significativa del riesgo absoluto de muerte posibilidad de curación independientemente de la
del 5% (p: 0,08) en el grupo que recibió quimio- opción de tratamiento elegida.
terapia adyuvante, más llamativa con los esquemas Los CNMP estadio III son un grupo heterogé-
que contenían cisplatino. neo de neoplasias y no se puede recomendar un
Desde entonces han aparecido numerosos tratamiento estándar para todos los pacientes. Los
ensayos randomizados que han demostrado que factores que van a influir en la decisión de trata-
la quimioterapia adyuvante con cisplatino mejora miento serían: localización y tamaño del tumor pri-
la supervivencia en los pacientes sometidos a ciru- mario, tamaño y número de las adenopatías medias-
gía radical de los CNMP. En 2008, Pignon et al. tínicas afectadas, función pulmonar y estado gene-
publicaron un metaanálisis de los 5 ensayos prin- ral. Esta heterogeneidad, junto con la diferencia en
cipales que agruparon los datos individuales de las pruebas utilizadas en el estadiaje, hace dismi-
4.584 pacientes(3). nuir la calidad de los ensayos clínicos realizados en
Los resultados del metaanálisis muestran, tras este grupo de pacientes.
una mediana de seguimiento de 5,2 años, un A efectos del tratamiento, los pacientes con
aumento absoluto de la supervivencia del 5,4% a CNMP estadio IIIA pueden ser divididos según la
los 5 años (p: 0,005). El beneficio de la supervi- presencia o no de afectación ganglionar mediastí-
vencia se relaciona con el estadio, siendo más pro- nica masiva o bulky. La definición de afectación
nunciado en los estadios II y III. Aunque no se había mediastínica bulky es variable según los estudios,
planificado análisis por subgrupos, en los estadios pero podría ser razonable describirla como la pre-
Cáncer de pulmón. Tratamientos quimioterápico y radioterápico 625

Tabla II. Regímenes de quimioterapia más frecuentes en cáncer de pulmón

Régimen Fármacos Dosis y administración Intervalo

PV Cisplatino 100 mg/m , día 1


2 4 semanas
Vinorelbina 25 mg/m2, días 1, 8 y 15

PG Cisplatino 100 mg/m2 día 1 4 semanas


Gencitabina 1000 mg/m2, días 1, 8 y 15

CT Carboplatino ABC 6 día 1 3 semanas


Paclitaxel 225 mg/m2 día 1

DP Cisplatino 75 mg/m2 día 1 3 semanas


Docetaxel 75 mg/m2 día 1

PT Cisplatino 75 mg/m2 día 2 3 semanas


Paclitaxel 135 mg/m2 día 1

EP* Cisplatino 80 mg/m2 día 1 3 semanas


Etopósido 100 mg/m2, días 1, 2 y 3

PP Cisplatino 60 mg/m2 día 1 3 semanas


Pemetrexed 500 mg/m2 día 1

CTB Carboplatino ABC 6 día 1 3 semanas


Paclitaxel 200 mg/m2 día 1
Bevacizumab 15 mg/kg día 1

Monoterapia Docetaxel§ 75 mg/m2 día 1 3 semanas


Vinorelbina§# 30 mg/m2, días 1 y 8 3 semanas
Gencitabina§# 1.000 mg/m2, días 1, 8 y 15 4 semanas
Topotecan*§ 1,5 mg/m2, días 1 al 5 3 semanas

*Regímenes en cáncer microcítico de pulmón. §Regímenes en 2ª línea. #Regímenes habituales en pacientes con bajo estado
funcional (ECOG 2) o ancianos. ABC: área bajo curva calculada según la fórmula de Calvert.

sencia de adenopatías mediastínicas > 2 cm en su Los 2 ensayos que han comparado la quimio-
diámetro menor y/o la afectación de más de 2 esta- terapia neoadyuvante (preoperatoria) seguida de
ciones ganglionares mediastínicas. cirugía contra la cirugía sola, han demostrado un
Desde hace tiempo se ha constatado que la significativo pero modesto aumento de supervi-
cirugía sola raramente consigue la curación de los vencia a favor del tratamiento combinado(3,4). Ambos
pacientes con CNMP estadio IIIA, incluso aquellos ensayos fueron detenidos prematuramente, con
con enfermedad no bulky. Actualmente se tiende menos de 60 pacientes incluidos y en ambos la
a la utilización de tratamientos combinados con magnitud del beneficio ha disminuido con el
quimioterapia y radioterapia. aumento del seguimiento. Las críticas a estos estu-
dios vendrían del escaso número de pacientes y
CNMP estadio IIIA no bulky de que el brazo control fuera la cirugía sola que
En esta categoría incluiríamos los estadios IIIA actualmente se considera un tratamiento subópti-
no bulky según la definición anterior. En estos mo, como prueba el hecho de que en el brazo
pacientes, podría estar indicado un tratamiento neo- de cirugía sola la supervivencia a 5 años fuera del
adyuvante o de inducción, previo a la cirugía. Este 0%. Estudios más recientes y con mayor número
tratamiento preoperatorio podría ser quimioterapia, de pacientes no han mostrado beneficio para la
radioterapia o la asociación de ambas. quimioterapia preoperatoria, o bien ésta se limita
626 J.J. Reina Zoilo, P. Jiménez Gallego, A. Rodríguez Jiménez, A. Montaño Periáñez

sólo a los estadios I y II(5). Actualmente, la quimio- estadios II: cirugía seguida de quimioterapia adyu-
terapia neoadyuvante se utiliza sólo en casos selec- vante o postoperatoria.
cionados de CNMP estadios IIIA con muy escasa
afectación mediastínica. CNMP estadio IIIA bulky o estadio IIIB
La radioterapia preoperatoria no juega ningún En los CNMP con estadios III inoperables (IIIA
papel en el tratamiento de estos pacientes, como bulky y IIIB), el tratamiento tradicional era la qui-
ha demostrado un ensayo reciente(6). mioterapia seguida de radioterapia en un intento
La quimioterapia + radioterapia concurrente de evitar las toxicidades secundarias a la combina-
neoadyuvante seguida de cirugía podría ser el tra- ción concomitante de los 2 tratamientos. Existen 2
tamiento de elección en los pacientes con CNMP metaanálisis que agrupan varios ensayos clínicos
estadio IIIA no bulky (NE 1iiA), en función de su randomizados y demuestran que la combinación
superioridad respecto a la quimioterapia aislada o secuencial de quimioterapia y luego radioterapia es
la quimioterapia y radioterapia secuenciales, como superior a la radioterapia sola(8,9).
comentaremos más abajo en relación al tratamiento La quimioterapia + radioterapia concurrentes
de los estadios IIIA bulky y IIIB. presentarían algunas ventajas teóricas respecto al
La pregunta que queda sin resolver es si la tratamiento secuencial: tratamiento temprano de
cirugía aporta beneficio al tratamiento de quimio- las posibles micrometástasis extrapulmonares y
terapia + radioterapia concurrentes en los pacien- efecto sinérgico de la combinación sobre la enfer-
tes con CNMP IIIA no bulky. En un ensayo clínico medad pulmonar.
norteamericano comunicado en 2005 (7), 425 La superioridad del tratamiento concurrente
pacientes con CNMP IIIA-N2 recibieron 2 ciclos de sobre el secuencial (quimioterapia + radioterapia
quimioterapia asociados a radioterapia torácica (45 > quimioterapia → radioterapia) en los CNMP con
Gy) y luego se randomizaron a ser sometidos a estadio III ha sido demostrada en 2 ensayos clíni-
cirugía con 4 ciclos de quimioterapia postopera- cos randomizados con alto número de pacientes.
toria o a recibir radioterapia torácica hasta com- En un estudio japonés(10), 320 pacientes fue-
pletar 61 G sin cirugía. Se observó un incremen- ron randomizados a recibir la combinación de qui-
to significativo del intervalo libre de progresión a mioterapia + radioterapia de forma concurrente o
los 5 años en el grupo con cirugía. El beneficio en secuencial. El tratamiento concurrente obtuvo una
supervivencia no fue significativo, al parecer por la significativa mayor supervivencia a los 2 y 5 años
alta mortalidad postoperatoria (26%) en los pacien- (35% vs. 27% y 16% vs. 9%, respectivamente).
tes sometidos a neumectomía. Los pacientes some- Por otra parte, el grupo RTOG incluyó a 610 pacien-
tidos a cirugías más económicas (como la lobec- tes con CNMP estadio III; los randomizó en 3 bra-
tomía), sí parecen tener un claro beneficio en super- zos: el primer grupo recibió tratamiento secuencial,
vivencia cuando se asocia cirugía. Por lo tanto, la el segundo recibió tratamiento concomitante con
cirugía tras quimioterapia + radioterapia concu- radioterapia convencional y el tercer grupo también
rrentes sólo debe considerarse en el caso de que recibió tratamiento concomitante pero con radio-
no sea necesaria la realización de una neumec- terapia hiperfraccionada (2 sesiones diarias en lugar
tomía. de una)(11). La supervivencia a los 4 años fue sig-
En los pacientes intervenidos quirúrgicamente, nificativamente mayor en el grupo de tratamiento
como reseñamos en el apartado anterior, es obli- simultáneo con radioterapia + quimioterapia (21%
gatorio plantear el tratamiento con quimioterapia vs. 12%), sin que hubiera diferencias en función
postoperatoria (adyuvante) que ha demostrado del tipo de radioterapia.
aumentar la supervivencia. No se conoce cuál es el régimen de quimio-
En el subgrupo de pacientes con estadio IIIA terapia óptimo para la asociación de quimioterapia
sin afectación ganglionar mediastínica (T3 N1 M0), + radioterapia, pero la asociación de cisplatino y
el tratamiento adecuado sería el mismo que en los etopósido es la que se ha usado de forma más fre-
Cáncer de pulmón. Tratamientos quimioterápico y radioterápico 627

Tabla III. Escala de valoración del estado funcional de un paciente según el ECOG (Eastern Cooperative
Oncology Group)

Grado ECOG Definición

0 Totalmente activo, con capacidad para llevar a cabo las actividades que realizaba antes de la aparición
de la enfermedad

1 Con dificultad para realizar actividad física intensa, pero ambulatorio y capaz de realizar un trabajo
físicamente ligero o sedentario (tareas domésticas ligeras, trabajo de oficina, etc.)

2 Ambulatorio y capaz de autocuidados pero no apto para ningún trabajo externo. Régimen de vida
cama-sillón en menos del 50% del tiempo de vigilia

3 Capaz únicamente de autocuidarse parcialmente. Régimen de vida cama-sillón en más del 50% del
tiempo de vigilia

4 Completamente dependiente. Incapaz de cualquier tipo de autocuidados. Régimen de vida cama-sillón


en la totalidad del tiempo de vigilia

5 Muerto

Puede consultarse en: Oken MM, Creech RH, Tormey DC, Horton J, Davis TE, McFadden ET et al. Toxicity and Response Criteria
of the Eastern Cooperative Oncology Group. Am J Clin Oncol 1982; 5: 649-55.

cuente y con resultados satisfactorios. Inicialmente En los pacientes con CNMP estadio III y bajo
se utilizaron dosis bajas de quimioterapia para inten- estado funcional (grado ECOG 3 y 4, véase esca-
tar disminuir los efectos secundarios. Sin embargo, la en la Tabla III), sería razonable administrar exclu-
los últimos ensayos parecen mostrar que se pue- sivamente radioterapia. Los beneficios de la radio-
den utilizar dosis similares a los esquemas con qui- terapia serían el alivio de síntomas locales, control
mioterapia sola con una toxicidad manejable. temporal de la enfermedad localizada en el campo
Por lo tanto, la asociación de quimioterapia + de radiación y posiblemente un modesto aumen-
radioterapia simultáneas es el tratamiento de elec- to de la supervivencia, que alcanza una mediana
ción en los pacientes con CNMP estadio III inope- de 8-12 meses pero con una supervivencia a 5
rables (NE 1iiA). años de sólo el 5%(15).
Algunos ensayos clínicos han explorado la uti-
lidad de dar quimioterapia antes del tratamiento TRATAMIENTO DEL CNMP ESTADIO IV
combinado (quimioterapia de inducción) o des- O AVANZADO
pués (quimioterapia de consolidación). Un estudio
randomizado del año 2007(12) no muestra venta- Quimioterapia en el CNMP avanzado
ja en la quimioterapia de inducción y sí un aumen- Múltiples agentes quimioterápicos han mos-
to significativo de la toxicidad. La única posible uti- trado actividad en el CNMP avanzado, la mayoría
lidad de la quimioterapia de inducción sería dismi- en ensayos fase II. Los agentes más activos serían
nuir el volumen tumoral en aquellos pacientes con el cisplatino, carboplatino, taxanos (paclitaxel y doce-
gran enfermedad pulmonar, en los cuales la radio- taxel), irinotecán, vinorelbina y gencitabina. Actual-
terapia tuviera un riesgo elevado de provocar neu- mente el tratamiento en monoterapia se utiliza sólo
monitis post-RT. Por otra parte, la quimioterapia de en pacientes ancianos, aquellos con estado fun-
consolidación (tras la quimioterapia + radioterapia) cional ECOG 2 (Tabla III) o en 2ª línea.
no ha mostrado ventaja en 2 ensayos clínicos en Muchos estudios han demostrado que la qui-
los que se utilizó quimioterapia de consolidación mioterapia es útil en el tratamiento del CNMP avan-
con docetaxel(13) y gefitinib(14). zado (NE 1iiA) en comparación con el tratamien-
628 J.J. Reina Zoilo, P. Jiménez Gallego, A. Rodríguez Jiménez, A. Montaño Periáñez

to sintomático. En un reciente metaanálisis(16), se ca. Es importante, por otro lado, recalcar que nin-
agrupaban 16 de estos estudios con un total de guna combinación con cisplatino ha demostrado
2.714 pacientes. El tratamiento con quimioterapia ser superior a otra.
conseguía un aumento significativo de la supervi- Los estudios clásicos no demostraban que exis-
vencia a 12 meses (29% vs. 20%), que era inde- tieran diferencias en la eficacia de la quimioterapia
pendiente de la histología, estado funcional y edad. en función del tipo histológico. Sin embargo, un
En los estudios en que se comparaba la calidad de estudio reciente agrupó a 1.725 pacientes con
vida ésta era igual o superior en el grupo con qui- CNMP avanzado y los randomizó a recibir cisplati-
mioterapia. no + pemetrexed (Tabla II) vs. cisplatino + genci-
La asociación de 2 fármacos quimioterápicos tabina(21). Aunque en el total de pacientes no exis-
es superior a la monoquimioterapia en CNMP tían diferencias en la supervivencia, se realizó un
avanzado (NE 1iiA). Efectivamente, otro metaaná- análisis preestablecido en los 847 pacientes con
lisis(17) reciente que incluía 65 estudios con un total adenocarcinoma en los que existía un aumento sig-
de 13.601 pacientes, mostró asimismo un aumen- nificativo de la mediana de supervivencia (12,6 vs.
to significativo de la supervivencia a 1 año (35% 10,9 meses). De forma inversa, en los pacientes
vs. 30%). Tradicionalmente se admitió que los regí- con cáncer epidermoide la supervivencia era supe-
menes con 3 drogas no eran superiores a los de 2 rior en el brazo de cisplatino + gencitabina (10,8
drogas y sólo aumentaban la toxicidad. Pero un vs. 9,4 meses). Serán precisos estudios adiciona-
estudio reciente(18), randomizó a 324 pacientes a les para conocer el papel que puede jugar la his-
recibir paclitaxel + carboplatino vs. paclitaxel + car- tología en la elección del tratamiento quimioterá-
boplatino + gencitabina. El esquema con 3 drogas pico.
mostró mayor supervivencia (10,8 vs. 8,3 meses No está aclarado completamente cuál es la
con p < 0,05) a costa de aumentar los efectos duración óptima de la quimioterapia, existiendo
secundarios. Hasta que existan estudios confirma- estudios contradictorios. En general, se recomien-
torios, se recomienda continuar con esquemas da que la 1ª línea de quimioterapia se limite a un
de 2 fármacos. máximo de 6 ciclos, que podrían reducirse a 4 si
Se recomienda que una de las 2 drogas admi- no se consigue respuesta.
nistradas sea una sal de platino (NE 1iiA), basán-
donos en que un nuevo metaanálisis(19) que agru- Nuevos fármacos en el tratamiento
paba a 4.792 pacientes demostraba un ligero (pero del CNMP avanzado
significativo) aumento de la supervivencia en las En los últimos años han aparecido nuevos fár-
combinaciones de quimioterapia que contenían macos para el tratamiento del CNMP. Presentan,
platino respecto al resto. Las combinaciones sin pla- como característica común, el tener un mecanismo
tino podrían ser aceptables en aquellos pacientes de acción que se dirige contra dianas específicas
con riesgo de toxicidad grave. de la célula tumoral. Se pretende así un tratamiento
No se ha aclarado si el carboplatino podría sus- más eficaz con una disminución de los efectos
tituir al cisplatino para disminuir la toxicidad del tra- secundarios.
tamiento. Un metaanálisis publicado en 2007(20)
no encontró diferencias en el total de 2.968 pacien- Bevacizumab
tes analizados, pero el cisplatino sí aumentaba la En los CNMP se detectan elevados niveles del
supervivencia en el grupo de pacientes con neo- factor de crecimiento del endotelio vascular (Vas-
plasias no epidermoides o cuando se combinaba cular Endothelial Growth Factor, VEGF), un poten-
con los fármacos actuales (docetaxel o gencitabi- te factor angiogénico endotelial. Estos niveles ele-
na). En general, se prefieren las combinaciones con vados de VEGF se asocian a un peor pronóstico. El
cisplatino, reservando el carboplatino para aquellos bevacizumab es un anticuerpo monoclonal recom-
pacientes frágiles o con afectación renal o cardia- binante humanizado que bloquea el receptor del
Cáncer de pulmón. Tratamientos quimioterápico y radioterápico 629

VEGF, evitando su unión con el ligando en la super- ficativamente mayor en el grupo con cetuximab
ficie de la célula neoplásica. Dos ensayos clínicos (11,3 vs. 10,1 meses). A falta de estudios confir-
han evaluado su utilidad en CNMP avanzado. matorios, la quimioterapia asociada a cetuximab
En el primer ensayo se incluyeron 878 pacien- debería ser una opción a considerar en los pacien-
tes con CNMP avanzado no epidermoides(22). Para tes con CNMP avanzado que expresen EGFR.
evitar las toxicidades asociadas al bevacizumab se
excluyeron los pacientes con tratamiento anticoa- Erlotinib y gefitinib
gulante, hemoptisis y metástasis cerebrales. Los El erlotinib y el gefitinib son 2 inhibidores de la
pacientes se randomizaron a recibir uno de los tirosín-quinasa que actúan en la porción intracelu-
esquemas habituales de quimioterapia (paclitaxel lar del EGFR y que han demostrado actividad en el
+ carboplatino) con o sin bevacizumab. Los pacien- tratamiento de 2ª línea del CNMP avanzado. Sin
tes del brazo con bevacizumab aumentaron signi- embargo, los estudios para evaluar su utilidad fren-
ficativamente la mediana de supervivencia global y te a quimioterapia en 1ª línea han fracasado hasta
la supervivencia a 1 y 2 años (12,3 vs. 10,3 meses, la fecha.
51% vs. 44% y 23% vs. 15%, respectivamente).
El tratamiento fue generalmente bien tolerado, aun- Tratamiento del CNMP avanzado
que las toxicidades del grupo con bevacizumab en el anciano y el paciente con bajo
aumentaron claramente en los pacientes con más estado funcional
de 70 años. La mayoría de los estudios que han valorado la
Un segundo estudio enroló a 1.043 pacientes utilidad de la quimioterapia en el CNMP avanzado
que randomizó en 3 brazos: cisplatino + gencita- incluyen sólo a pacientes no ancianos y con buen
bina solos, asociados a bevacizumab a bajas dosis estado general (grado ECOG 0 ó 1, véase Tabla III).
(7,5 mg/kg) o asociados a bevacizumab a altas Sin embargo, más del 40% de pacientes afectados
dosis (15 mg/kg)(23). En la última revisión no se por esta neoplasia son mayores de 70 años. Ade-
encontraron diferencias en la supervivencia entre más, otro porcentaje importante de los pacientes
los 3 grupos (13,1, 13,6 y 13,4 meses, respecti- con CNMP avanzado tienen, como es lógico, un
vamente). estado funcional afectado (grado ECOG 2).
Estos resultados contradictorios, nos remiten a
esperar futuros estudios que aclaren el papel del Paciente anciano con CNMP avanzado
bevacizumab asociado a quimioterapia en el CNMP Un metaanálisis de 1995 que agrupaba 52
avanzado. ensayos no encontró diferencias en los pacientes
ancianos en cuanto a la utilidad o toxicidad de la
Cetuximab quimioterapia en el CNMP avanzado. En un inten-
El cetuximab es un anticuerpo monoclonal que to por disminuir la toxicidad, se ha intentado valo-
bloquea el EGFR (epidermal growth factor recep- rar la utilidad de la monoquimioterapia sin cisplati-
tor, receptor del factor de crecimiento epidérmico), no en estos pacientes.
evitando su unión al ligando en la célula tumoral. Un estudio con 161 ancianos demostró que la
Un ensayo clínico randomizado presentado en vinorelbina en monoterapia(25) aumentaba signifi-
2008 reunió a 1.125 pacientes con CNMP avan- cativamente la supervivencia en estos pacientes
zado que expresaran EGFR en el estudio inmuno- (28 vs. 21 semanas). Otro estudio posterior ran-
histoquímico(24). Se asignaron a recibir cisplatino + domizaba a 182 pacientes con más de 70 años a
vinorelbina con o sin cetuximab. Una vez finaliza- recibir vinorelbina o docetaxel en monoterapia(26).
dos los 6 ciclos de quimioterapia previstos, el grupo No encontró diferencias en la supervivencia.
con cetuximab continuaba con el Ac monoclonal En general, los pacientes ancianos con buen
como tratamiento de mantenimiento hasta la pro- estado general y sin comorbilidades deben recibir
gresión. La mediana de la supervivencia fue signi- el mismo tratamiento que los pacientes jóvenes
630 J.J. Reina Zoilo, P. Jiménez Gallego, A. Rodríguez Jiménez, A. Montaño Periáñez

(NE 1iiA). La monoterapia con vinorelbina o doce- parándolo con el tratamiento sintomático(28). Los
taxel (Tabla II) sería una alternativa en pacientes pacientes que recibieron quimioterapia tuvieron
mayores de 70 años. una mayor supervivencia (mediana de 7,5 vs. 4,6
meses) y un mejor control del dolor con un menor
Pacientes con estado general afectado deterioro de la calidad de vida.
(grado ECOG 2) En un estudio posterior con 571 pacientes, se
En este apartado nos referiremos a pacientes comparó el docetaxel con pemetrexed(29). No hubo
con estado general afectado de forma moderada diferencias en la supervivencia, pero el pemetre-
(grado ECOG 2, véase Tabla III). Para pacientes con xed tuvo una significativa menor toxicidad.
estado funcional muy afectado (grados 3 y 4) se Además del docetaxel y el pemetrexed, otras
considera que la quimioterapia es poco útil y con drogas de relativa escasa toxicidad, como la vino-
elevado riesgo de efectos secundarios, siendo úni- relbina y la gencitabina han sido evaluadas en estu-
camente tributarios de tratamiento paliativo sinto- dios no randomizados.
mático. El erlotinib es una pequeña molécula que inhi-
Existen varios estudios que han mostrado que be la acción tirosín-quinasa de la porción intrace-
la quimioterapia en los pacientes con CNMP avan- lular del receptor EGFR. A diferencia de lo que ocu-
zado y bajo estado funcional presenta una toxicidad rre en 1ª línea, existe un estudio randomizado que
manejable y que estos pacientes mejoran su super- demuestra su utilidad en pacientes que han pro-
vivencia y calidad de vida con el tratamiento. gresado tras quimioterapia. Este ensayo, publicado
En un estudio publicado en 2005, se compa- en 2005, randomizaba 731 pacientes a recibir erlo-
ró paclitaxel en monoterapia con la combinación tinib o placebo(30). Los pacientes en el brazo de tra-
de paclitaxel + carboplatino(27). Se valoró el sub- tamiento tenían un significativo aumento de la super-
grupo de 99 pacientes con grado ECOG 2. En estos vivencia (6,7 vs. 4,7 meses) y una disminución de
pacientes, de peor pronóstico, la combinación tam- los síntomas relacionados con el cáncer (dolor, dis-
bién conseguía un aumento significativo de la super- nea y tos). Determinados factores clínicos (adeno-
vivencia (4,7 vs. 2,4 meses). carcinomas, no fumadores y mujeres) y molecula-
Por lo tanto, en los pacientes con bajo esta- res (sobreexpresión de la proteína EGFR) han
do funcional las combinaciones con carboplatino demostrado que predicen una mejor respuesta al
podrían ser el tratamiento adecuado (NE 1iiA). erlotinib.
En resumen, el docetaxel y pemetrexed son
Tratamiento de 2ª línea en el CNMP valorables en el tratamiento de 2ª línea del CNMP
avanzado avanzado (NE 1iiA), aunque la escasa toxicidad y
Los pacientes con CNMP avanzado, cuando la comodidad de la administración oral del erloti-
progresan tras una 1ª línea de tratamiento, requie- nib podrían convertirlo en la alternativa más ade-
ren un análisis individualizado de sus posibilidades cuada en estos pacientes (NE 1iA).
de tratamiento.
En general, en los pacientes con enfermedad TRATAMIENTO DEL CÁNCER
mestastásica diseminada se podría utilizar quimio- MICROCÍTICO DE PULMÓN (CMP)
terapia de 2ª línea y cuando aparezcan síntomas A diferencia del CNMP, el CMP se caracteriza
relacionados con la afectación pulmonar se valo- por su rápido crecimiento y la aparición temprana
rará la radioterapia. Es importante remarcar que la de metástasis a distancia. Como ya se ha visto en
quimioterapia de 2ª línea, por su menor utilidad y capítulos anteriores, antes que la clásica estadifi-
mayor toxicidad, sólo debe ser utilizada en pacien- cación TNM, se utiliza la división en enfermedad
tes con buen estado general (grado ECOG 0 ó 1). localizada y enfermedad extensa, en función de si
El docetaxel en 2ª línea de pacientes con CNMP la totalidad de la enfermedad es abarcable o no en
avanzado fue evaluado en 104 pacientes, com- un campo radioterápico.
Cáncer de pulmón. Tratamientos quimioterápico y radioterápico 631

Diagnóstico histológico
de CMP

• Analítica
Estudio de extensión • TAC tórax-abdomen
• RNM cerebral

T1-T2 N0 Enfermedad limitada al tórax Enfermedad extensa

Mediastinotomía o
mediastinoscopia
Negativa Positiva Quimioterapia +
Quimioterapia
radioterapia
Lobectomía +
dis. mediastino
¿Respuesta?

Quimioterapia + Sí No
radioterapia
Irradiación craneal Progresión
profiláctica

Estado general
Seguimiento y tiempo a la
progresión

2ª línea de Paliación
quimioterapia sintomática

Figura 1. Algoritmo de tratamiento en el cáncer microcítico de pulmón (CMP).

CMP con enfermedad limitada al tórax ra ganglios mediastínicos con tumor, se tratarán
Sólo el 30-35% de pacientes con CMP se como cualquier CMP en estadio limitado al tórax.
encuentran en estadio limitado al diagnóstico. Dada Pero en la inmensa mayoría de los casos habrá
su velocidad de crecimiento, cuando la enferme- afectación mediastínica evaluable clínicamente y el
dad no se trata los pacientes fallecen en 2-3 meses tratamiento será la quimioterapia asociada a la
y es rara la supervivencia mayor de 1 año. En la radioterapia [NE 1iiA]. En un metaanálisis con 13
Figura 1 presentamos una propuesta de algorit- estudios y 2.140 pacientes(31), se comprobó cómo
mo para el tratamiento del CMP. existía una diferencia significativa de superviven-
La utilización de la cirugía en el tratamiento de cia de 5,4 meses en los pacientes que recibieron
los CMP es rara. Se limita a aquellos pacientes en tratamiento combinado respecto a la quimiotera-
estadio T1-2 N0. Es decir, tumores pulmonares pia sola.
(habitualmente, nódulos) cuya histología se com- Los estudios iniciales mostraron como los regí-
prueba corresponde a un CMP y con mediastinos- menes con 2-3 drogas eran superiores a la mono-
copia o mediastinotomía negativas. Si tras la ciru- quimioterapia. Actualmente se ha generalizado la
gía se confirma que no existe afectación mediastí- utilización de la combinación de cisplatino + eto-
nica se añadirá quimioterapia adyuvante. Si hubie- pósido durante 4-6 ciclos. Esta combinación con-
632 J.J. Reina Zoilo, P. Jiménez Gallego, A. Rodríguez Jiménez, A. Montaño Periáñez

sigue un 80-90% de respuestas con aproximada- La combinación más comúnmente utilizada es


mente la mitad de respuestas completas (desapa- la de cisplatino y etopósido. En un ensayo clínico
rición de cualquier evidencia clínica de la enfer- reciente se compararon en este estadio las com-
medad) y una toxicidad manejable, aunque los estu- binaciones cisplatino + etopósido vs. cisplatino +
dios que lo comparan con otras combinaciones no irinotecán. La combinación con irinotecán mostró
son concluyentes [NE 1iiDiii]. una mejoría significativa de la mediana de super-
La combinación de quimioterapia y radiotera- vivencia (12,8 vs. 9,4 meses), aunque se está espe-
pia simultáneas (tratamiento concurrente) parece rando a la finalización de ensayos clínicos confir-
tener tendencia a la superioridad sobre la quimio- matorios antes de modificar el esquema habitual
terapia seguida de radioterapia (tratamiento secuen- en estos pacientes.
cial). Sin embargo, la revisión Cochrane sobre el En lo que sí existe consenso es en considerar
tema(32) concluye que actualmente no se conoce que el carboplatino tiene una efectividad similar
cuál es el mejor modo de integrar la quimiotera- al cisplatino en estos pacientes, por lo que su uso
pia y radioterapia en el tratamiento del CMP en dependería del perfil de toxicidad deseado: con cis-
fase localizada. En pacientes fuera de ensayo clí- platino predomina la toxicidad digestiva/neurológi-
nico se recomienda una dosis de 45 Gy en 25 frac- ca y con carboplatino, la hematológica.
ciones de 1,8 Gy. La gran mayoría de pacientes con CMP enfer-
Con el tratamiento combinado de quimiotera- medad limitada o extensa recaen tras respuesta
pia + radioterapia, disminuyen las recaídas loca- completa o progresan tras respuesta parcial. En esta
les pero se incrementan las recaídas metastásicas, situación la supervivencia se reduce a 4-5 meses.
especialmente las cerebrales que aparecen hasta La probabilidad de respuesta a una 2ª línea depen-
en un 50% de casos en los 2 años siguientes al de del tiempo entre que se alcanzó la respuesta y
diagnóstico. Tras el tratamiento de quimioterapia la recaída o progresión. Si es superior a 3 meses la
± radioterapia torácica, en el CMP que alcanza probabilidad de respuesta es del 20-50%; si es infe-
respuesta completa se recomienda el uso de irra- rior las respuestas son muy escasas. Se suele uti-
diación craneal profiláctica (ICP) [NE 1iiA]. Efecti- lizar el topotecán en monoterapia como la mejor
vamente, en un metaanálisis con 987 pacientes alternativa.
publicado en 1999(33) se comprobó que aquellos En la enfermedad extensa, la radioterapia se
CMP (incluidos los pacientes en estadio extenso) reserva para la paliación de síntomas en caso de
que alcanzaban respuesta completa y luego se metástasis óseas, síntomas pulmonares (hemopti-
sometían a ICP tenían una disminución absoluta sis, atelectasia, etc.) o metástasis cerebrales.
significativa tanto de la probabilidad de metástasis
cerebrales (25,3%) como de la mortalidad (5,4%).
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Cáncer de pulmón. Tratamientos quimioterápico y radioterápico 633

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52
Cáncer de pulmón.
Manejo del paciente terminal.
Medidas paliativas
C. García Polo, J.D. García Jiménez, A. Arnedillo Muñoz

INTRODUCCIÓN como enfermedad oncológica terminal, es decir,


El cáncer constituye un problema de salud de una enfermedad progresiva, incurable y mortal,
primera magnitud, como consecuencia de su ele- avanzada hasta el punto de carecer ya de posibili-
vada incidencia y mortalidad. En Andalucía sufren dades razonables de respuesta al tratamiento espe-
cáncer unas 25.000 personas cada año y de ellas cífico. Por esto, el paciente y su entorno familiar
mueren más de 13.000. El cáncer de pulmón (CP) necesitarán de un manejo específico de las com-
en particular es una neoplasia muy frecuente en el plicaciones que se presenten en el curso de su
mundo, siendo el tipo de cáncer más frecuente en enfermedad irreversible para poder atenuar su sufri-
el sexo masculino y uno de los más frecuentes miento, sin expectativas de control con medidas
en el femenino. Es, además, la mayor causa de específicas antitumorales (tratamiento oncológico
muerte por cáncer a nivel mundial. En España, en activo). Es deseable en estos casos la existencia de
el año 2000 se diagnosticaron 18.500 nuevos casos unos mecanismos que aseguren un operativo de
y fue responsable de 17.308 muertes. Por su clara continuidad asistencial a todos los niveles del sis-
asociación al consumo de tabaco es previsible que tema sanitario para la prestación de unos cuidados
su incidencia aumentará en las próximas décadas, integrales al paciente y a sus cuidadores hasta la
especialmente en el caso de las mujeres. Como la muerte del paciente y, tras ella, durante una etapa
mayoría de los tumores sólidos, el de pulmón es de duelo limitada, y no patológica, a la familia.
habitualmente diagnosticado en fases avanzadas En el presente capítulo se exponen las defini-
de su historia natural lo que conlleva que su mor- ciones y normativas, los principales aspectos de
talidad a 5 años desde el diagnóstico sea de un 85 la organización de los cuidados paliativos (CuPa),
al 90%, siendo el 80% de los pacientes inopera- el manejo de los principales síntomas del CP y el
bles en el momento del diagnóstico. Dado que la manejo de la enfermedad terminal y la agonía.
mayoría de los pacientes que padecen un CP mori-
rán por su causa (aproximadamente un 85%), es DEFINICIONES Y NORMATIVAS
lógico pensar que la mayoría padecerán uno o más La OMS define los CuPa como “los cuidados
síntomas relacionados en el curso de su enfer- apropiados para el paciente con una enfermedad
medad. Esta elevada mortalidad significa que un avanzada y progresiva donde el control del dolor y
número importante de estos pacientes presenta- otros síntomas, así como los aspectos psicosocia-
rán a lo largo de su evolución la que se conoce les y espirituales cobran la mayor importancia. El

635
636 C. García Polo, J.D. García Jiménez, A. Arnedillo Muñoz

objetivo perseguido es lograr la mejor calidad de astenia y pérdida ponderal) o relacionados con
vida posible para el paciente y su familia. La medi- metástasis extratorácicas.
cina paliativa afirma la vida y considera el morir
como un proceso normal. Los CuPa no adelantan Síntomas relacionados con el tumor
ni retrasan la muerte, sino que constituyen un sis- primario
tema de apoyo y soporte para el paciente y su fami- La tos es el síntoma más frecuente, causada
lia. En esencia, consiste en promover el reajuste del por obstrucción intrínseca o extrínseca (por ade-
paciente y su familia a una nueva realidad para nopatías) de tráquea y bronquios proximales. La
lograr el mejor afrontamiento posible a la situación disnea ocurre en el 60% de los casos y suele aso-
de enfermedad terminal. Los caminos a través de ciarse a un aumento de la tos y la expectoración.
los cuales se hace efectivo este reajuste pasan por La hemoptisis raramente es severa y suele apare-
un buen control del dolor y otros síntomas, tener cer como expectoración hemoptoica. Dolor toráci-
buena comunicación, apoyo psicosocial y trabajo co, estridor y sibilancias son otros síntomas posi-
en equipo. bles en este grupo.
Se define la situación terminal como la pre-
sencia de una enfermedad avanzada, incurable y Síntomas relacionados con metástasis
progresiva, sin posibilidades razonables de respuesta intratorácicas
al tratamiento específico y con un pronóstico de • Parálisis del nervio recurrente (2-18%). Voz
vida limitado. Concurren síntomas multifactoriales bitonal.
intensos y cambiantes, gran impacto emocional en • Parálisis frénica. Disnea con elevación diafrag-
pacientes y familiares y demanda de atención. Los mática.
criterios que se valoran para considerar a un pacien- • Tumor de Pancoast: asienta en el sulcus supe-
te en situación de enfermedad terminal subsidia- rior y afecta precozmente al plexo braquial y
rio de entrar en programa de CuPa son: raíces nerviosas 8ª cervical y 2ª torácica. Causa
• Estadio tumoral, desestimación de cualquier dolor, parestesias, atrofia muscular, cambios en
tratamiento con intención curativa o radical y la temperatura en el miembro afecto y síndro-
estimación de una supervivencia inferior a los me de Horner.
6 meses. • Pared torácica: Dolor por afectación mediastí-
• Impresión clínica del médico. nica importante (retroesternal) o infiltración de
• Baja puntuación en escalas de medición de pared torácica por el tumor.
vida específicas (Karnofsky < 40 o ECOG < 2). • Pleura (8-15%): dolor pleurítico por infiltración
• Presencia de determinados síntomas, como o derrame pleural por obstrucción linfática.
debilidad, anorexia, disnea de reposo, edema • Síndrome de vena cava superior (0-4%): edema
y delirium. facial y cervical, circulación venosa visible en tórax,
• Percepción subjetiva del propio paciente. hombros y brazos, cefalea, tos y disfagia.
• Parámetros analíticos demostrativos en CuPa • Corazón y pericardio: producidas por afecta-
de una mayor relación con una mortalidad pre- ción linfática directa en forma de derrame peri-
coz (hiponatremia, hipercalcemia, hipoprotei- cárdico que en pocas ocasiones produce tapo-
nemia, hipoalbuminemia, leucocitosis, neutro- namiento.
penia y linfopenia).
Síntomas relacionados con metástasis
CLÍNICA DEL CÁNCER DE PULMÓN extratorácicas
Más del 90% de los pacientes con CP tienen Afectación ósea (25%), especialmente en
síntomas en el momento del diagnóstico a expen- esqueleto axial y huesos largos proximales, en
sas bien de clínica local relacionada con el tumor, forma de dolor. Las metástasis hepáticas, supra-
síntomas constitucionales inespecíficos (anorexia, rrenales y en ganglios abdominales no suelen pro-
Cáncer de pulmón. Manejo del paciente terminal. Medidas paliativas 637

vocar clínica. Cerebro (30%) y médula espinal en En principio, el modelo por el que se apuesta
forma de cefalea, convulsiones y cambios en la es el del cuidado en domicilio como primera elec-
personalidad. Ganglios linfáticos (los de la fosa ción. El hospital queda como opción en curso evo-
supraclavicular en un 15-20% de casos) y metás- lutivo o segunda opción si no hay condiciones para
tasis subcutáneas. el cuidado familiar. El equipo de atención prima-
ria (médico de familia, enfermería y trabajador
Síntomas relacionados con síndromes social) es el principal responsable de la atención
paraneoplásicos domiciliaria programada y se coordinará con las
Son un grupo de manifestaciones clínicas aso- unidades de apoyo de hospitalización domiciliaria
ciadas con el tumor sin afectación directa ni por y con el hospital. En general, la enfermera de fami-
metástasis. Aparecen en el 10% de los casos, su lia será la persona con presencia más continua en
extensión no tiene relación con el tamaño del tumor las visitas mientras que el médico de familia actua-
y en algunos casos puede preceder al diagnóstico rá principalmente en el control de síntomas y pla-
del tumor en sí. En general, el tipo histológico más nificará el seguimiento del paciente, especialmente
comúnmente envuelto en estas entidades es el en el cuidado de transición que consiste en aquel
microcítico. que se debe proporcionar en el paso de una etapa
de la enfermedad a otra o de un lugar de cuidado
ORGANIZACIÓN DE UN PROGRAMA a otro. El apoyo psicológico y la atención integral
DE CUIDADOS PALIATIVOS (biopsicosocial) son habilidades que deben for-
Cada área sanitaria debe disponer de un pro- mar parte imprescindible de las competencias de
grama coordinado de CuPa que dé respuesta a los todos los profesionales que atiendan al paciente.
problemas que van a surgir en el manejo del La mayoría de las veces se podrá prestar ayuda sin
paciente oncológico, siendo fundamental la coor- requerir intervenciones de psicólogos, las cuales
dinación entre los distintos niveles asistenciales deben quedar reservadas a situaciones claramen-
(unidades de CuPa, equipos domiciliarios de CuPa te disfuncionales. Los criterios para ingresar en el
y Atención Primaria). Esta función debe ser soste- programa de CuPa en el núcleo familiar serían los
nida por un comité decisorio que consensuará tra- siguientes:
tamientos, cuidados y ámbitos de actuación para • Cumplir la definición de enfermedad oncoló-
el paciente, de forma especial en las fases de trán- gica terminal que demanda CuPa en la que
sitos de entrada al programa, máxima desestabi- concurren los siguientes criterios: presencia de
lización y fase agónica, creando en el ámbito de numerosos problemas, síntomas intensos, mul-
influencia asistencial, cultura, formación continua- tifactoriales y cambiantes, gran impacto emo-
da e investigación sobre CuPa. El comité se puede cional en el paciente, familia y equipo tera-
componer de un gran número de profesionales péutico, muy relacionado con la presencia, explí-
pero se consideran esenciales los siguientes: el cita o no, de la muerte y pronóstico de vida
proveedor (que debe documentar las evidencias definidamente limitado.
que acreditan el carácter terminal de la enferme- • Existencia de un núcleo familiar que asuma
dad tumoral), el responsable de la atención a domi- el programa, con clara identificación del cui-
cilio y el responsable de la atención en el hospital dador principal.
(ambulatoria u hospitalizado). Las funciones de • Existencia de una estructura con capacidad de
este comité serían: asumir el programa de CuPa.
• Decidir si el paciente es subsidiario de CuPa. • Consentimiento del paciente.
• Decidir qué programa de CuPa es el adecua- Los criterios de ingreso hospitalario en progra-
do: en el núcleo familiar o en el hospital. ma de CuPa son:
• Aspectos organizativos del programa, en parti- • En el momento inicial: situación clínica, inexis-
cular en el domicilio. tencia de núcleo familiar y/o ausencia de estruc-
638 C. García Polo, J.D. García Jiménez, A. Arnedillo Muñoz

tura de que pueda asumir el programa de CuPa los analgésicos, otras opciones tales como hábitos
en el domicilio. de vida, intervención psicosocial, radioterapia y qui-
• En el curso de estancia del programa de CuPa mioterapia paliativas, bloqueo nervioso y cirugía
a domicilio: incidencia evolutiva cuya resolu- ablativa. Es recomendable intentar siempre medir
ción persigue una mejoría en la calidad de vida la intensidad del dolor antes de iniciar el tratamiento
del paciente que no pueda ser llevada a cabo y posteriormente de forma periódica en cada visi-
en casa y/o claudicación familiar. ta, lo cual guiará la toma de decisiones en lo que
respecta a modificaciones en la dosis o cambios
MANEJO Y TRATAMIENTO de medicación. Se puede medir de varias formas,
DE LOS PROBLEMAS MÁS FRECUENTES la más sencilla es por medio de una escala analó-
El tratamiento de estos síntomas se encuadra gica visual (de 0 a 10) o la escala consenso del
dentro del punto de vista de los CuPa, es decir, equipo de cuidados (leve, moderado o intenso) y
cuando se han instaurado todos los tratamientos otras formas, como la escala de capacidad funcio-
que de forma habitual y estandarizada se utilizan nal, el test de Latineen, o el perfil de salud Not-
para el manejo de la enfermedad (broncodilata- tingham. La vía de administración preferida es la
dores inhalados, esteroides, rehabilitación respira- oral, por ser fácil de utilizar, tener demostrada efi-
toria, oxigenoterapia, antibióticos, etc.). cacia, ser poco agresiva, comportar escasos efec-
tos secundarios e interferir lo menos posible en
Control de la astenia y anorexia la vida del enfermo. Son alternativas deseables la
Son síntomas frecuentes en pacientes con CP subcutánea, rectal, sublingual, intraespinal o trans-
que generan una gran ansiedad en el entorno fami- dérmica. No se recomiendan ni la vía intramuscu-
liar (se puede aliviar explicando el origen y las posi- lar ni la intravenosa.
bilidades terapéuticas). No tiene sentido tratarla en La medicación analgésica debe administrarse
las últimas semanas de vida del paciente. Las alter- con control horario. La medicación analgésica “a
nativas farmacológicas son: demanda” sólo debe indicarse como rescate para
• Dexametasona (Fortecortin®) 2-4 mg/día. Efec- el dolor disruptivo. Hay que anticiparse a los efec-
to transitorio durante 3-4 semanas. tos secundarios más frecuentes y tratarlos profilác-
• Acetato de megestrol (Borea®, Maygace®, ticamente (por ejemplo, prescribir laxantes en
Megefren®), 160-1.600 mg/24 horas. pacientes que tomen opioides, administrar un antie-
• Metoclopramida (Primperan®) o procinéticos mético durante los primeros días de tratamiento
(cisapride, cinitapride) si la anorexia se acom- con mórficos o administrar un antisecretor cuando
paña de náusea y saciedad precoz. se empleen AINES).
De forma general se recomienda seguir la
Control del dolor escala analgésica de la OMS que utiliza los fár-
Aproximadamente el 75% de los pacientes con macos de manera escalonada en 3 pasos en fun-
CP avanzado tendrán dolor y el no controlarlo dete- ción de su intensidad (Figura 1). Es conveniente
riora de forma marcada su calidad de vida. Si se recordar que el paso de un escalón a otro no sig-
aborda de forma adecuada, podremos controlar el nifica retirar la medicación del anterior sino que
dolor en la mayoría de los casos. El origen del dolor debe añadirse la nueva. Los analgésicos no opioi-
es multifactorial, siendo posibles causas: progresión des y los opioides débiles se representan en la
del tumor y patología asociada (por ejemplo, infil- Tabla I y los opioides mayores se reflejan en la
tración nerviosa), procedimientos diagnósticos (qui- Tabla II. El opioide mayor más usado es la morfi-
rúrgicos o no), procedimientos terapéuticos (efec- na de la que existen presentaciones de liberación
tos tóxicos de quimioterapia y radioterapia) y situa- rápida (ideal para titular dosis y como medicación
ciones intercurrentes (infecciones asociadas). El de rescate) y de liberación retardada (cada 12
manejo del dolor oncológico incluye, además de horas). La morfina no tiene techo terapéutico, es
Cáncer de pulmón. Manejo del paciente terminal. Medidas paliativas 639

No opioides
±
Opioides débiles
(codeína, dihidrocodeína, tramadol)
No opioides ±
± Opioides potentes
Analgésico no opioides Opioides débiles (morfina, fentanilo, metadona,
(paracetamol, metamizol, AINES) (codeína, dihidrocodeína, tramadol) oxicodona, buprenorfina)
± ± ±
Coanalgésicos Coanalgésicos Coanalgésicos

(–) DOLOR (+)

Figura 1. Escala analgésica de la OMS.

Tabla I. Medicación analgésica: no opioides y opiodes débiles

Tipo Fármaco Dosis

No opioides Paracetamol (Efferalgan®, Xumadol®, Dolostop®, Gelocatil®) 0,5-1 g/4-8 h (máx. 6 g/día)

AAS y derivados (Adiro®, Inyesprin®, Solusprin®) 0,5-1 g/4-6 h (máx. 6 g/día)

Metamizol (Nolotil , Lasain )


® ® 0,5-2 g/4-8 h (máx. 8 g/día)

Derivados del ácido propiónico:


• Naproxeno (Naprosyn®, Antalgin®) 250-500 mg/12 h
• Ibuprofeno (Espidifén®, Neobrufén®, Saetil®) 200-600 mg/6 h
• Ketoprofeno (Enantyum®) 50-100 mg/8 h

Derivados del ácido acético:


• Indometacina (Inacid®) 25 mg/8 h
• Ketorolaco (Droal®, Toradol®) 10 mg/6 h
• Diclofenaco (Voltaren®) 50 mg/8 h

Opioides débiles Codeína (Codeisan®) 60 mg/4 h (máx. 240 mg/día)


Dihidrocodeína (Contugesic ) ® 60-120 mgr/12 h (máx. 240 mg/día)

Tramadol (Adolonta ) ® 50-100 mg/6-8 h v.o., s.c. o i.v. (máx. 400


mg/día. Formulación retard cada 12 h)

Existen asociaciones de paracetamol + codeína (Termalgin codeína®) y paracetamol + tramadol


(Zaldiar® 37.5/325)

decir, puede administrarse tanta cantidad como cosa. La medicación adyuvante o coanalgésica es
sea necesaria para el adecuado control del dolor aquella que tiene indicaciones distintas a las anal-
siempre que no aparezcan efectos secundarios gésicas pero que en determinadas condiciones de
que hagan aconsejable una reducción de dosis dolor actúan mejorando la respuesta analgésica.
o una rotación de opioide. Para la administración Los hay que incrementan la analgesia como AINES,
transdérmica se dispone del fentanilo y la bupre- bifosfonatos y calcitonina (en dolores óseos), cor-
norfina (un agonista parcial de los receptores µ ticoides (en dolores óseos, compresión espinal,
que no precisa receta de estupefacientes). Se metástasis óseas, disnea e hipercalcemia), anti-
recambian cada 72 h. Como medicación de res- depresivos tricíclicos, anticonvulsivantes y analgé-
cate se usa el citrato de fentanilo oral transmu- sicos locales por vía sistémica (Tabla III).
640 C. García Polo, J.D. García Jiménez, A. Arnedillo Muñoz

Tabla II. Medicación analgésica: opioides potentes

Fármaco Dosis de inicio Aumento de dosis Notas

Morfina (MFN) de acción 5-10 mg/4 h (doblar dosis a Añadir las dosis extra No doblar dosis nocturna si
rápida (10 ó 20 mg) media noche) (DE) requeridas las dosis total > 90 mg
(Sevredol®) últimas 24 h

MFN de acción Dividir en 2 tomas la dosis total Incremento del 50% Añadir MFN de acción rápida o
prolongada (5, 10, previa de MFN de acción rápida de la dosis total cada fentanilo transmucoso si dolor
15, 30, 60 ó 100 mg 48 h disruptivo. La MFN no tiene techo
cada 12 ó 24 h) terapéutico, sólo sus efectos
(MST continus®) secundarios (somnolencia, delirio,
diaforesis, náuseas/vómitos)

MFN parenteral 4 mg/20 min i.v. o i.m. hasta Dosis de alivio


(ampollas 10 mg/1 conseguir alivio o toxicidad. 0,8-10 obtenida previa/4 h
ml o 40 mg/2 ml) mg/h s.c.

Fentanilo (FNT) de acción Para dolor disruptivo inicio de 200 Efecto analgésico a los 5-10 minutos
rápida oral (citrato de FNT ó 400 y repetir cada 10 minutos
transmucoso 200, 400,
600, 800, 1.200,
1.600 µg) (Actiq®)

FNT de acción rápida 300 µg/24 h s.c. o i.v. con DE Produce menos estreñimiento
parenteral (ampollas de 25 µg que la MFN. Equivalencia: 100 µg
0,05 mg/ml 3 ml) FNT = 10 mg de MFN

FNT de acción prolongada 25 µg cada 72 h con DE de MFN v.o. Incrementar en Indicado en pacientes con
transdérmico (parches o FNT transmucoso. En pacientes 25 µg a las 48 h si disfagia, mal cumplimiento de
de 25, 50, 75 o 100 µg/h) que tomaban MFN, convertir la dosis se han precisado morfina oral o estreñimiento.
(Durogesic®) diaria en FNT, dividir por 24 y dar el más de 3 DE Aplicar cada parche en zona de
parche con la dosis más cercana piel distinta

Buprenorfina oral 0,2-0,4 mg/6-8 h sublingual Agonista parcial de receptores µ


(comprimidos 0,2 con efecto techo. A dosis
mg) (Buprex®) elevadas (> 10 mg/dia) puede
aparecer antagonismo con la MFN

Buprenorfina parenteral 0,3-0,6 mg/6-8 h


(amp 0,3 mg/1 ml)
(Buprex®)

Buprenorfina transdérmica 1 parche de 35 µg con DE de Aumentar dosis del El parche se puede cortar para
(parches 35, 52,5 y 0,2 mg sublingual parche siguiente si ajustar dosis personalizada.
70 µg/h) (Transtec®) precisa > 3 comp Equivalencia: 35 µg de buprenor-
sublingual al día fina = 30-60 mg de MFN oral

Oxicodona 10 mg/12 h subiendo 25-50%


(comprimidos 10, cada 24 h
20, 40, 80 mg)
(Oxycontin®)
Cáncer de pulmón. Manejo del paciente terminal. Medidas paliativas 641

Tabla III. Medicación coanalgésica

Fármaco Indicación Dosis Notas

Antidepresivos (amitriptilina, Dolor neuropático o depresión Inicio 10-25 mg en dosis


clorimipramina, subyacente única nocturna, hasta
imipramina) 50-150 mg/8 h

Anticomiciales
• Gabapentina (Neurontin®) Dolor neuropático 300 mg en dosis única
nocturna hasta Amplio margen
1.200-2.400 mg/24 h terapéutico,
en 3 tomas escasos efectos
• Pregabalina (Lyrica®) Dolor neuropático 150-300 mg/24 h en secundarios y
3 tomas ahorrador de
• Carbamacepina (Tegretol®) Dolor neuropático paroxístico 200-400 mg/12 h opiodes
• Lamotrigina (Lamictal®) Dolor neuropático central 200-400 mg/dia

Benzodiacepinas
• Clonacepam (Rivotril®) Dolor neuropático y ansiedad 0.5 mg/24 h hasta 3-6 mg/dia
• Midazolam (Dormicum®) Dolor agudo por crisis de pánico 5-10 mg/s.c.

Estimulantes: metilfenidato Somnolencia por opioides. Astenia 5 mg/dia, subir 5 mg hasta


(Rubifen®) 10-30 mg/dia

Bifosfonatos: zoledronato
(Zometa®), pamidronato Dolor óseo por metástasis o Zoledronato 4 mg i.v./21-28
(Aredia®) hipercalcemia días. Pamidronato 90 mg/21-28
días. Dosis única en
hipercalcemia tumoral

Agonistas GABA: baclofeno Dolor neuropático 10-25 mg/8 h


(Lioresal®)

Esteroides: dexametasona Dolor por infiltración o compresión 2 a 8 mg/6, 12 ó 24 h Bolus iniciales de


(Fortecortin®) nerviosa, hipertensión intracraneal, 20-40 mg pueden
compresión medular o dolor ser efectivos
nociceptivo de cualquier origen

El manejo del dolor incluye, además de los fár- abdominales), bloqueos centrales (epidural, intra-
macos, otras opciones, como aplicación de calor tecal) y bloqueo del sistema nervioso simpático
(diatermia, ultrasonidos), frío, tracción, ejercicios, (ganglio estrellado o celíaco).
estimulación eléctrica nerviosa transcutánea (TENS),
acupuntura, terapias psicológicas, relajación, musi- Control de la disnea
coterapia, terapia grupal o familiar, modificación de Síntoma muy frecuente en el CP avanzado,
hábitos de vida, intervención psicosocial, radiote- estando presente en algún momento de la enfer-
rapia y quimioterapia paliativas y técnicas invasivas. medad en el 65% de los casos, produciendo un
Estas últimas se usan en caso de dolor refractario impacto muy importante sobre la calidad de vida.
a dosis máximas de opioides y consisten en blo- Además es causa muy común de asistencia a un
queos nerviosos periféricos y tronculares (infiltra- servicio de urgencias en estos pacientes. Las cau-
ciones, bloqueos de cabeza y cuello, y torácicos o sas de la disnea en el CP se agrupan en:
642 C. García Polo, J.D. García Jiménez, A. Arnedillo Muñoz

• Afectación directa del pulmón (por restricción ansiedad-taquipnea. Para empezar se puede usar
u ocupación de las vías principales). diazepam oral (5-10 mg/8-12 h), midazolam por
• Afectación indirecta (neumonía obstructiva, vía s.c. (5-10 mg/24 h) o intravenosa (de elección
derrame pleural). en las crisis de pánico respiratorio).
• Complicaciones derivadas de los tratamientos Cuando lo anteriormente expuesto no es sufi-
aplicados. ciente, es recomendable el uso de opioides, que
• Comorbilidad asociada (EPOC, malnutrición). producen una mejoría en la sensación subjetiva de
• Complicaciones respiratorias asociadas (embo- disnea. Los opioides disminuyen la frecuencia res-
lismo pulmonar, infecciones, etc.). piratoria, la sensibilidad del centro respiratorio a la
El manejo de la disnea del paciente con CP hipercapnia y el consumo de oxígeno. Se puede
avanzado debe empezar por valorar si es un cua- utilizar dihidrocodeína (dosis de inicio 60 mg de
dro de disnea reversible que pueda ser tratable o liberación retardada cada 12 h) aunque la más
irreversible. En el segundo caso se pueden tomar usada es la morfina. La dosis de inicio es de 2,5-
dos conductas: tratamiento sintomático y/o seda- 5 mg de liberación rápida vía oral/4 h (se puede
ción. doblar dosis por la noche) e ir subiendo dosis hasta
Como medidas generales hay que transmitir conseguir un adecuado control. Posteriormente, la
seguridad al enfermo y familiares, hacer que el dosis total diaria utilizada puede administrarse en
paciente esté en un ambiente tranquilo, que esté dos dosis con presentaciones de liberación soste-
continuamente acompañado, sobre todo por las nida. No se recomienda el uso por vía inhalatoria
noches. Limitar su actividad según progresa la enfer- por posible broncoespasmo por liberación de his-
medad y evitar aquellas causas que pueden pre- tamina.
cipitar las crisis de disnea (estreñimiento, ingesta En pacientes que ya tomaban previamente mor-
de alimentos, fiebre, inhalación de humos, vapores fina para tratamiento del dolor, se aconseja aumen-
o gases, etc.). Cuando exista una causa reversible tar la dosis hasta un 50% y si experimentan crisis
se tratará según su etiología (infección, broncoes- de disnea se recomienda administrar una dosis extra
pasmo, insuficiencia cardiaca, anemia, fiebre, etc.). de morfina SC equivalente a un 50% de la dosis
La oxigenoterapia se considera beneficiosa que toma cada 4 horas o citrato de fentanilo trans-
como medida paliativa especialmente en pacien- mucoso (200-600 mg). El fentanilo nebulizado
tes con CP avanzado y enfermedad crónica de la (25-100 µg) debe ser utilizado cuando las otras
vía aérea subyacente y como medida psicológica vías de administración se hayan agotado y con una
para paciente y familiares. Los esteroides (predni- nebulización previa de broncodilatadores. La clor-
sona 10-40 mg/24 h o dexametasona 4-16 mg/24 promazina (Largactil® 25 mg v.o. por la noche)
h) se usan en el CP avanzado sin enfermedad pul- puede añadirse a los opioides como tratamiento
monar avanzada no neoplásica subyacente en caso adyuvante. Tiene efecto ansiolítico y sedante y
de broncoespasmo, linfangitis carcinomatosa, sín- puede actuar directamente sobre el nivel de per-
drome de vena cava superior, neumonitis post- cepción de la disnea.
radioterapia y tumores obstructivos de la vía res- El tratamiento endoscópico paliativo persigue
piratoria. Los broncodilatadores inhalados (beta mejorar la disnea y la tos provocadas por la obs-
2 agonistas y anticolinérgicos) se usan cuando el trucción maligna de la vía aérea central y evitar la
paciente con CP avanzado padece una broncopa- hemoptisis y neumonitis postobstructivas que pon-
tía crónica obstructiva que puede estar agravada gan en peligro la vida de forma inminente al pacien-
por éste en un intento de mejorar los posibles bron- te con CP avanzado. Esta opción terapéutica persi-
coespasmo e hipoxia subyacentes. gue la permeabilización de la luz bronquial evi-
En cuanto al tratamiento sintomático cuando tando, así las complicaciones propias de la obs-
la causa es irreversible el objetivo principal es rom- trucción traqueobronquial proximal que acontecen
per el círculo vicioso taquipnea-ventilación ineficaz- en más de un 30% de los CP. Habitualmente se
Cáncer de pulmón. Manejo del paciente terminal. Medidas paliativas 643

realiza con broncoscopia rígida y las técnicas posi- parición del derrame. Si el pulmón está atrapado
bles a realizar son la desobstrucción mecánica, elec- después de la evacuación del DP, el alivio de la dis-
trocoagulación, coagulación por argón-plasma, láser, nea puede ser mínimo o inexistente. Si, por el con-
crioterapia, braquiterapia endobronquial, terapia trario, se alivia la disnea pero la velocidad de rea-
fotodinámica y colocación de prótesis endobron- parición es rápida, existen varias opciones:
quiales. En general la gran ventaja de estas técni- • Toracocentesis evacuadoras periódicas.
cas es la rapidez de alivio de los síntomas espe- • Colocación de tubo pleural tunelizado perma-
cialmente de la disnea. nente.
• Pleurodesis química por medio del tubo de dre-
Control de la tos naje torácico o pleuroscopia.
La tos constituye un síntoma frecuente (65% • Derivación pleuroperitoneal.
de casos) y molesto para los pacientes con CP, sien- • Terapia sistémica (quimioterapia en el derra-
do en ocasiones el primer síntoma en aparecer. me del CP microcítico).
Todas las opciones terapéuticas para el manejo de La pleurodesis consiste en instilar una sustan-
la tos son sintomáticas excepto cuando sea provo- cia sinfisante (habitualmente, talco o tetraciclinas)
cada por situaciones intercurrentes (broncoespas- en la cavidad pleural, que impida la reaparición del
mo, infecciones, toxicidad por terapias, derrame DP. La resolución completa con esta técnica alcan-
pleural, obstrucción traqueobronquial tumoral, toxi- za el 65% en datos globales pero cuando el talco
cidad por terapias, etc.). es el material sinfisante usado este porcentaje es
Como medidas generales se considera ofrecer superior al 90%.
una explicación al paciente de las causas de su tos,
evitar causas externas desencadenantes; evitar Control de la hemoptisis
humos, olores fuertes, detergentes u otros irritan- Se presenta en el 20% del curso clínico del
tes ambientales, adecuada hidratación, humidificar paciente con CP, pudiendo ser la causa de la muer-
el ambiente, inhalación de vapores o suero salino te en el 3%. El manejo dependerá de su intensi-
para fluidificar las secreciones y técnicas de drena- dad. La hemoptisis leve o expectoración hemop-
je bronquial postural o con fisioterapia respiratoria toica suele controlarse con métodos conservado-
en caso de secreciones copiosas. res, fundamentalmente a base de reposo y anti-
Los antitusígenos pueden ser de dos tipos, los tusígenos (dextrometorfano; 10-30 mg/4-8 h o
no narcóticos (dextrometorfano; Romilar® 10-30 codeína; 30-60 mg/6-8 horas). Si las medidas ini-
mg/4-8 h v.o.), que carece de los efectos analgé- ciales no son efectivas se recurrirá al tratamiento
sico, narcótico y depresor del SNC) y los opioides, endoscópico. La broncoscopia es la técnica diag-
representados por la codeína y la morfina. La codeí- nóstica de elección junto con las pruebas de ima-
na es la más ampliamente usada. Si el paciente no gen. Permite localizar el origen del sangrado y tomar
puede expectorar por estar muy debilitado, habrá medidas terapéuticas que son:
que valorar la necesidad de usar hioscina subcutá- • Medidas locales, como instilación de suero frío
nea (0,5-1 mg/6-8 h) para reducir las secreciones y adrenalina, taponamiento con el broncos-
respiratorias. copio o colocación de catéter con globo hin-
chable en el bronquio sangrante.
Control del derrame pleural (DP) • Láser, electrocauterio, coagulación por argón-
El DP acontece en el 7-15% de los casos de plasma, crioterapia o braquiterapia endobron-
CP de los cuales más del 50% experimentarán dis- quial sobre lesiones causantes.
nea por lo que será necesario evitar su aparición. Otras técnicas no endoscópicas incluyen la
El primer paso consiste en realizar una toracocen- radioterapia externa y la embolización terapéutica
tesis evacuadora para comprobar el alivio de la dis- de la arteria bronquial sangrante previa identifica-
nea que provoque, así como la velocidad de rea- ción de ésta con arteriografía bronquial.
644 C. García Polo, J.D. García Jiménez, A. Arnedillo Muñoz

Control del síndrome de vena cava un control más rápido y duradero del dolor. En caso
superior (SVCS) de no existir respuesta a lo anterior, existen opcio-
Aparece en el 10% de los casos de CP que nes variadas, pudiéndose recurrir a la cirugía esta-
afectan al pulmón derecho, siendo causado por bilizadora o bloqueo nervioso. La cirugía se indica
el propio tumor o por adenopatías metastási- en caso de metástasis en huesos largos o de carga
cas. Cursa con congestión de venas colaterales en pacientes con expectativa de vida superior a 4
de cuello, cara, pared anterior torácica y brazo semanas para evitar fracturas.
derecho, disnea, cefalea y cianosis, implicando
un deterioro de la calidad de vida del paciente Control de las metástasis cerebrales
muy importante por lo que exige un abordaje lo El CP es el origen más frecuente de las metás-
más precoz posible (es considerado como urgen- tasis cerebrales y acontecen en el 30-40% de los
cia en el CP). Tradicionalmente la terapéutica de casos, generalmente con deterioro clínico impor-
elección ha sido la radioterapia externa sobre el tante y rápido. Las cuatro opciones de tratamien-
tumor, que ha demostrado una efectividad del to paliativo son las siguientes:
80% de los casos en el CP tipo no microcítico. • Esteroides sistémicos: mejoran en 2/3 de los
En el tipo microcítico se debe asociar quimiote- casos la función neurológica durante un tiem-
rapia. Una alternativa terapéutica eficaz es la angio- po no superior al mes de tratamiento. El más
plastia de cava superior, previo tratamiento fibri- utilizado es la dexametasona, a dosis reco-
nolítico local si hay trombosis y seguida de la colo- mendadas de 16 mg al día. Se debe acom-
cación de una prótesis autoexpandible metálica, pañar de radioterapia craneal.
que obtiene similares resultados que la radiote- • Radioterapia craneal: es la opción terapéuti-
rapia, incluso en casos donde no hay respuesta ca de elección. Se usa de forma profiláctica en
a ésta. el CP microcítico en caso de enfermedad limi-
tada con respuesta parcial o completa a QT y,
Control de las metástasis óseas de forma paliativa, en el CP no microcítico con
Su presencia supone estadio avanzado de la metástasis cerebrales. La dosis acumulada habi-
enfermedad por lo que requerirá paliación de sín- tual es de 30 Gy en 10 fracciones.
tomas con toda seguridad. La inflamación y eleva- • Radiocirugía estereotáxica: generalmente res-
ción del periostio es la causa más frecuente del tringida a lesiones menores de 3 cm de diá-
dolor. El primer objetivo en esta situación es el con- metro, utiliza un sistema de fijación y radiación
trol del dolor que debe obtenerse mediante anal- convergente desde varios planos para actuar
gésicos en primer lugar y, una vez conseguido éste, sobre la lesión, dejando indemne la periferia
se debe controlar la inflamación ósea. El ácido zole- de la lesión.
drónico (Zometa®) esta indicado pues previene • Cirugía: se indica en caso de metástasis cere-
complicaciones del tipo de fracturas patológicas, bral única accesible en pacientes con CP no
compresión medular, dolor óseo e hipercalcemia. microcítico y buena capacidad funcional, siem-
La radioterapia es considerada como el método ini- pre asociada a radioterapia craneal o radioci-
cial no farmacológico de elección, alcanzando un rugía estereotáxica.
90% de éxito en reducir el dolor, haciéndolo de-
saparecer en un 50% de los respondedores. La MANEJO Y TRATAMIENTO
dosis de 8 Gy en fracción simple es suficiente para DE LA ENFERMEDAD TERMINAL
controlar el dolor en muchos casos pero el control La Ley de la Sanidad Española (BOE 102, 29
es más duradero y precoz cuando se administran de abril de 1986, páginas 15.209-15.210) dicta
dosis fraccionadas crecientes. Además, la asocia- literalmente lo siguiente: “Todo enfermo tiene dere-
ción radioterapia + esteroides orales (prednisona cho a que se le dé, en términos comprensibles, a
20-40 mg/día) + pamidronato disódico consigue él y a sus familiares o allegados, información com-
Cáncer de pulmón. Manejo del paciente terminal. Medidas paliativas 645

pleta y continuada, verbal o escrita sobre su pro- lo cual ayuda a asimilar la verdad por parte del
ceso, incluyendo diagnóstico, pronóstico y alter- paciente y su entorno. También hay que conside-
nativas del tratamiento”. De la misma forma, el rar la comunicación no verbal (actitud del infor-
enfermo puede rehusar esta posibilidad y tiene mador, posición que adopta, gestos, contacto físi-
derecho a no ser informado, si así lo expresa. co, mirada a los ojos y la elección de un marco ínti-
Los principios éticos que deben regir la prác- mo y confortable complementan y acentúan la
tica clínica y la investigación, independientemente expresión verbal).
de la referencia cultural, moral o ética de cada indi-
viduo, son: Medidas finales
• No maleficencia: consiste en el respeto a la La actitud terapéutica una vez superada la fase
vida, a la salud, a la integridad física y a la evo- de terapia con intención curativa hace que entre-
lución natural de las personas. El encarniza- mos en la fase paliativa, en la que prima el man-
miento terapéutico (aplicación de medidas des- tenimiento de la calidad de vida. Al avanzar, la enfer-
proporcionadas que no reportan beneficio) medad llega a la fase agónica en la que el trata-
incumple este principio. miento se reorientará para garantizar una “muerte
• Justicia: todas las personas tienen igual dig- digna” sin agresividades injustificadas. Una situa-
nidad y merecen igual consideración y res- ción que ocurre con frecuencia es decidir dónde
peto. debe morir un paciente. Cuando se plantea esta
• Autonomía: el paciente tiene derecho a deci- pregunta, la mayoría de las personas responden
dir. Es imprescindible contar con el criterio del que en su casa. El domicilio facilita la presencia con-
paciente, quien para poder decidir ha de estar tinuada de familiares, es un medio conocido, lo cual
correctamente informado. La falta de confi- da seguridad y proporciona mayor intimidad que el
dencialidad y la “conspiración de silencio” aten- hospital. Para estos casos se requiere un equipo de
tan contra este principio. atención primaria con infraestructura y capacitación
• Beneficencia: exigencia ética de que los pro- profesional adecuados, siendo deseable la exis-
fesionales pongan sus conocimientos y su dedi- tencia de equipos especializados en CuPa domi-
cación al servicio del enfermo para hacerle el ciliarios que sirven de apoyo a los familiares y a los
bien. profesionales sanitarios. Cuando el enfermo pre-
Para lograr una buena atención al paciente son fiere el hospital o la familia, no puede o no quiere
fundamentales la información y la comunicación. asumir los cuidados finales, está justificada la hos-
En nuestro ámbito cultural, lo más frecuente es que pitalización, a ser posible en una unidad de CuPa.
los familiares se opongan frontalmente a que el Independientemente del lugar elegido, llega-
enfermo reciba información sobre su diagnóstico y dos a esta situación el tratamiento farmacológico
situación, lo cual genera dificultades en la relación debe simplificarse al máximo, empleando sólo medi-
médico-paciente-familia. Es necesario cambiar esta camentos de utilidad inmediata. La vía oral de admi-
dinámica de “conspiración de silencio”, conven- nistración puede estar limitada, por lo que será nece-
ciendo a los familiares de que el conocimiento de sario un cambio de vía de administración (subcu-
la verdad repercute positivamente en el bienestar tánea o rectal recomendables). La nutrición e hidra-
psicológico del paciente, ya que le permite esta- tación artificiales no están indicadas. Los cambios
blecer una relación más abierta y descargar sus sen- posturales pueden espaciarse e incluso suspen-
timientos. Mentir al paciente implica negarle el dere- derse. Los síntomas fundamentales en esta fase
cho a decidir sobre sí mismo al final de su vida, eli- pueden controlarse en el domicilio. El dolor y la dis-
minando la posibilidad de poner en orden sus asun- nea con opioides potentes (morfina), el delirium
tos pendientes, resolver conflictos, dictar volunta- con neurolépticos o midazolam y los estertores con
des o despedirse. La información debe darse de escopolamina o con N-butilbromuro de hioscina,
forma progresiva y suavizada (“verdad soportable”), todos ellos por vía subcutánea de forma intermi-
646 C. García Polo, J.D. García Jiménez, A. Arnedillo Muñoz

tente o en administración continua mediante infu- Tabla IV. Escala de Ramsay


sores.
I. Agitado, angustiado
Sedación paliativa y en la agonía II. Tranquilo, orientado y colaborador
La sedación paliativa consiste en la adminis- III. Respuesta a estímulos verbales
tración deliberada de fármacos, en las dosis y com- IV. Respuesta rápida a estímulos dolorosos/presión
binaciones requeridas, para reducir la consciencia glabelar
de un paciente con enfermedad avanzada o ter- V. Respuesta perezosa a estímulos dolorosos/presión
minal, tanto como sea preciso, para aliviar ade- glabelar
cuadamente uno o más síntomas refractarios y con VI. No respuesta
su consentimiento explícito, implícito o delegado.
Un síntoma refractario es aquel que no puede ser
adecuadamente controlado a pesar de los inten- cer y/o documentarse acerca de su aceptación o
sos esfuerzos para hallar un tratamiento tolerable rechazo. Es necesario que todo el proceso de toma
en un plazo de tiempo razonable, sin que com- de decisiones quede registrado en la historia clíni-
prometa la conciencia del paciente. La sedación en ca del paciente de manera que sea accesible a
la agonía será tan profunda como sea necesario todos aquellos que vayan a tratar al paciente.
para aliviar un sufrimiento intenso, físico o psicoló- Los fármacos para controlar los síntomas que
gico, en un paciente cuya muerte se prevé muy aparezcan en la fase agónica se deben mantener
próxima, y con su consentimiento explícito, o el de hasta el final, simplificándolos lo más posible, man-
su representante o familiares, cuando el paciente teniendo los analgésicos y siempre bajo supervisión
no es capaz de otorgarlo. Se trata de una sedación directa del personal sanitario. De forma general, se
primaria (buscada como finalidad) y continua (sin recomienda mantener la vía oral el mayor tiempo
periodos de descanso), que puede ser superficial posible y, cuando no sea posible, utilizar como elec-
o profunda. Su objetivo final es proteger al pacien- ción la vía subcutánea, que permite la administra-
te frente al sufrimiento físico y sobre todo psíquico ción de fármacos y líquidos (hipodermoclisis) y su
que no puede conseguirse sin disminuir su nivel manejo es más fácil que la vía intravenosa en el domi-
de conciencia. Se considerará esta actitud cuando cilio. De forma general, las benzodiacepinas de acción
concurran en un paciente síntomas físicos inten- rápida son los fármacos de elección salvo que exis-
sos, penosos y sin una respuesta a los tratamien- ta delirium refractario donde se indican los neuro-
tos específicos que sean suficientes para mantener lépticos (levomepromazina). La dosis de inducción
una calidad de vida aceptable. Son condiciones es la dosis total con la que se alcanza el nivel de
indispensables para su aplicación: sedación adecuado, que se suele medir mediante
• Que exista la indicación clínica. la escala de Ramsay (Tabla IV). La dosis de rescate
• Consentimiento informado del paciente. es aquella dosis “extra” que se emplea en caso de
• Si el paciente no es capaz, y no hay conoci- agitación o reagudización del síntoma refractario que
miento de su voluntad previa al respecto (tes- motivó la sedación. Los rescates deben hacerse con
tamento vital, etc.), consentimiento de la fami- el mismo fármaco que la inducción para poder medir
lia o responsable legal. la dosis total diaria que resulta de la suma de las
• Si es una situación urgente con un enfermo dosis pautadas más los rescates necesitados en 24
incapaz, sin conocerse su voluntad previa, y horas. Los fármacos más usados son:
la familia no está presente, decidirá su médico • Midazolam (ampollas 5 mg/5 ml y 15 mg/3
responsable. ml. Dormicum®): benzodiacepina hidrosoluble
El paciente, en cuyo caso sea previsible que se apta para la vía SC con inicio de acción en 5
presente un cuadro clínico subsidiario de sedación, minutos y vida media de 2-5 horas. Dosis máxi-
debe ser previamente informado, con el fin de cono- ma de 160-200 mg/día. Dosis de inducción
Cáncer de pulmón. Manejo del paciente terminal. Medidas paliativas 647

Indicación de sedación

Reflejar en Hª Cª: Registrar en Hª Cª


fármacos, ajuste de dosis • Proceso de toma de decisiones
y escala de Ramsay • Consentimiento informado

¿Qué síntoma o problema es?

Delirium Disnea
Dolor
Hemorragia

Levomepromazina Midazolam
(1ª opción) (1ª opción)

Midazolam Levomepromazina
(2ª opción) (2ª opción)

Sin respuesta

Fenobarbital
Propofol

Figura 2. Algoritmo de tratamiento en sedación en la agonía.

de 5 mg en bolo o 0,4-0,8 mg/h en infusor media de 50-150 h administrado vía paren-


continuo vía s.c. y 1,5 a 3,5 mg cada 5 minu- teral. Antes de iniciar su administración es nece-
tos vía i.v. sario suspender las benzodiacepinas y los neu-
• Levomepromazina (ampollas de 25 mg/ml. rolépticos, y reducir los opioides al 50%. Por
Sinogan®): fenotiazina con acción antipsicóti- vía s.c. o i.m. la dosis de inducción es 100-200
ca, analgésica, antiemética y sedante. Vida mg con rescates de 100 mg o 600 mg/24 h
media de 15-30 horas. Dosis máxima de 300 en infusión continua.
mg/día. La dosis de inducción vía s.c. es de En la Figura 2 se representa un algoritmo de
12,5-25 mg en bolos o 100 mg/24 h en infu- tratamiento farmacológico en la situación de seda-
sión continua, con rescates de 12,5 mg. ción en la agonía.
• Propofol (vial 10 mg/ml. Diprivan®): anesté-
sico general de acción ultracorta, sólo por vía BIBLIOGRAFÍA
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53
Mesotelioma pleural maligno
A.M. Escribano Dueñas, J.M. Vaquero Barrios

INTRODUCCIÓN citadas y pueden alcanzar la pleura por vía linfática


El mesotelioma es un tumor derivado de las o directamente, produciendo fibrosis, placas pleu-
células mesoteliales. Aunque puede asentar en rales, derrame pleural o MP. Los profesionales de
peritoneo, túnica vaginal y pericardio, el 80% de mayor riesgo para padecer MP son los trabajado-
los casos tienen su origen en la pleura. La inci- res de minas de amianto (no existentes en Espa-
dencia del mesotelioma pleural (MP) está aumen- ña), en fábricas de fibrocementos, trabajadores de
tando en la mayoría de los países de Europa y lavanderías y limpieza en seco, en la industria naval,
en los EE.UU. (actualmente, 2.200 casos por conductores de material de riesgo y ajustadores
año)(1); se calcula que alcanzará un pico en el año eléctricos. Otras profesiones con menor riesgo son
2020 para posteriormente descender debido a soldadores, plombistas, fontaneros y trabajadores
la regulación, en cuanto al uso y exposición al de la construcción. No todos los pacientes expues-
asbesto recogida en la legislación vigente. Por el tos desarrollan la enfermedad, habitualmente suele
contrario, en los países del Tercer Mundo el incre- haber una latencia de 30 años entre exposición y
mento se prevé dramático. enfermedad. Por ello no es sencillo correlacionar
exposición como causalidad del MP. Dado que tam-
ETIOPATOGENIA bién hay casos descritos en niños, el desarrollo del
MP debe estar asociado a la presencia de otros fac-
Exposición laboral al asbesto tores por el momento no identificados.
La causa fundamental del mesotelioma pleu-
ral, conocida desde los años 60, es la exposición Exposición ambiental
al asbesto. El asbesto o amianto es el nombre Existen zonas geográficas en países como Tur-
común que se aplica a silicatos naturales que se quía, Chipre, Córcega y Grecia donde existen altos
encuentran en el suelo. Se clasifica en dos grupos: niveles ambientales de fibras de erionita y tremo-
serpentina y anfíboles(2). De ellos, el tipo crocido- lita que provocan casos de MP sin identificarse con
lita es el que más se asocia al MP. Las fibras de una exposición ocupacional(1).
asbesto “cortas”, menores de 5 micras, pueden ser
eliminadas por los macrófagos alveolares o trans- Oncogenes virales
portadas por el epitelio mucociliar hasta la tráquea. El virus SV-40 es un poliomavirus que tiene un
Sin embargo, las fibras “largas” no pueden ser fago- potencial efecto oncogénico en roedores y huma-

649
650 A.M. Escribano Dueñas, J.M. Vaquero Barrios

nos. Su acción está relacionada con la inactiva- Tabla I. Síntomas clínicos asociados al mesotelioma
ción de un gen supresor tumoral(3).
Síntomas %
Otros agentes etiológicos
Dolor 69
• Anormalidades cromosómicas: las células del
MP muestran cambios cromosómicos, espe- Disnea 59
cialmente pérdidas y reordenaciones, de sig- Fiebre, tiritona o sudoración 33
nificado incierto. Debilidad, fatiga, malestar 33
• Radiaciones ionizantes: en el pasado fueron
Tos 27
consideradas como factores de riesgo pero
estudios retrospectivos de cohortes(4) en pacien- Pérdida de peso 24
tes radiados por linfoma y cáncer de mama no Anorexia 11
confirman esta asociación. Sensación de pesadez o matidez en el tórax 7
• Susceptibilidad genética: no está bien definida
Ronquera 3
como factor de riesgo.

HISTOLOGÍA
El MP se diferencia en 4 estirpes anatomopa- ciones clínicas menos frecuentes incluyen fiebre,
tológicas: MP epitelial (tubulopapilar y epitelioide), sudoración, tos, astenia, anorexia, pérdida de peso,
MP sarcomatoso (incluido el desmoplásico), mixto sensación de pesadez en el tórax, ronquera y expec-
o bifásico y MP poco diferenciado. El tipo epitelial toración hemoptoica. Cuando la enfermedad pro-
es la estirpe más frecuente y supone el 50% del gresa, puede aparecer afectación pleural bilateral,
total de ellos; el 25% son mixtos, el 15%, sarco- infiltración pericárdica con desarrollo de tapona-
matosos y el 10% restante, poco diferenciado(1). miento cardíaco, compresión de vena cava supe-
Dada la rareza de su presentación y la dificultad de rior, ascitis y dolor abdominal. Aun cuando es fre-
diferenciación con el adenocarcinoma metastásico, cuente la presencia de metástasis en las autopsias,
el diagnóstico suele ser difícil y requiere la aplica- su curso suele ser silente. No son habituales las
ción de técnicas inmunohistoquímicas. manifestaciones paraneoplásicas, como hipoglu-
cemia, hipercalcemia, embolismo pulmonar, ane-
MANIFESTACIONES CLÍNICAS mia hemolítica autoinmune, hipercoagulabilidad y
El MP es una enfermedad generalmente de SIADH(6). En la Tabla I quedan recogidos los sínto-
adultos varones (70-80% de los casos), entre la mas más frecuentemente asociados a la presencia
quinta y séptima décadas de la vida, aunque se han de MP(1).
publicado de forma excepcional casos en niños(5). La exploración física suele ser anodina excep-
Los síntomas de debut más frecuentes son dolor to por la presencia de matidez en la percusión torá-
torácico y disnea. El dolor suele ser sordo, difuso y cica y la disminución de los ruidos respiratorios aus-
localizado primariamente en abdomen superior, cultatorios debido al derrame pleural, atelectasia
región escapular y hombro debido a su implanta- pulmonar o a la infiltración pleural extensa. En algu-
ción inicial en pleura diafragmática, desde la cual nos pacientes aparecen acropaquias.
se extiende posteriormente a toda la superficie pleu-
ral. La intensidad del dolor irá pareja a la extensión EXPLORACIONES COMPLEMENTARIAS
tumoral y la infiltración de la pared torácica. En la
mayoría de los casos la disnea se debe inicialmente Analítica
a la presencia de DP y posteriormente a la incar- En la analítica es frecuente la identificación
ceración del pulmón que es provocada por un de trombocitosis que suele estar asociada a mal
engrosamiento pleural extenso. Otras manifesta- pronóstico. Se han identificado dos moléculas pro-
Mesotelioma pleural maligno 651

metedoras para la detección precoz del MP. Son la cica y afectación costal, la obliteración de planos
proteína sérica relacionada a mesotelina y la oste- grasos, el engrosamiento pericárdico nodular y la
opontina, aunque su utilidad clínica aún no está extensión directa a partes blandas.
definida(7,8). La mesotelina es una proteína que se La resonancia magnética (RM) es compara-
encuentra en la superficie de ciertos tipos de célu- ble o ligeramente superior a la TC para valorar los
las normales y de células cancerosas. En algunas rasgos morfológicos y la extensión tumoral como
de estas últimas se encuentra una cantidad de es el caso de la afectación de la pared torácica o
mesotelina mayor que la normal, como son las célu- extensión trasdiafragmática. La angiorresonancia
las del mesotelioma, del cáncer de páncreas y ova- con gadolinio permite evaluar la perfusión, vascu-
rio. En las células neoplásicas existe una mayor larización y permeabilidad vascular de MP. Esta téc-
expresión de mesotelina cuando se compara con nica ha sido usada en ensayos clínicos para los efec-
células normales. tos de los fármacos quimioterápicos que dismi-
nuyen la angiogénesis para monitorizar la tempra-
Radiología na respuesta clínica y la supervivencia a largo
Las manifestaciones radiológicas(9) más fre- plazo(10).
cuentes en la radiología convencional son el La tomografía de emisión de positrones
engrosamiento pleural laminar o lobulado unilate- (PET) ha demostrado una sensibilidad del 92% y
ral que engloba a todo el pulmón y se extiende una especificidad del 75% en la detección de enfer-
hacia las cisuras interlobulares, el derrame pleural medad pleural maligna utilizando como punto de
y el desplazamiento mediastínico ipsilateral. Otros corte SUV (standard uptake value) mayor de 2,0.
signos menos frecuentes son el desplazamiento Aunque puede ser útil en la valoración de adeno-
mediastínico contralateral y las placas pleurales bila- patías mediastínicas(11), presenta una mala resolu-
terales. En tumores avanzados se puede identificar ción espacial comparada con las técnicas radioló-
la invasión de la pared torácica debido a la pre- gicas, por lo que la técnica más empleada es la TC-
sencia de una reacción perióstica a lo largo de las PET. En la PET pueden aparecer falsos positivos del
costillas, erosión o destrucción costal. En ocasiones MP en los casos de derrame pleural paraneumó-
se producen metástasis pulmonares por vía hema- nico, pleuritis tuberculosa, pleuritis inflamatoria benig-
tógena dando lugar a la formación de nódulos o na, placas pleurales relacionadas con el asbesto y
masas pleurales, siendo rara la presencia de un en la pleurodesis con talco. También hay casos des-
patrón miliar. critos de baja captación (falsos negativos) en MP
La tomografía computarizada (TC) supera la de extirpe epitelial. Ningún tipo de patrón o de inten-
radiología convencional para determinar la presencia sidad de captación permite diferenciar entre los dis-
y extensión de la afectación pleural y valorar la inva- tintos subtipos de MP, ni tampoco diferenciar éste
sión del mediastino, de pared torácica y abdomen del adenocarcinoma o sarcoma(12). Esta técnica
superior. La sensibilidad del TC para estos hallaz- se está utilizando en distintos estudios para pre-
gos supera el 90%, por lo que se considera una decir la supervivencia y monitorizar la respuesta al
herramienta muy útil en la estadificación tumoral. tratamiento(13).
Los hallazgos son similares a los descritos en la
radiología convencional y, aunque un engrosamiento DIAGNÓSTICO
pleural difuso debe hacernos sospechar un MP, éste Dada la rareza de su presentación y la dificul-
también puede ser la manifestación de las metás- tad de diferenciación con el adenocarcinoma metas-
tasis pleurales de otras neoplasias, en el linfoma y, tásico, el diagnóstico del MP suele ser difícil y requie-
muy raramente, en procesos benignos. Otros hallaz- re un estudio histológico y la aplicación de técnicas
gos menos habituales son la pérdida de volumen inmunohistoquímicas. En la toracocentesis(2) del
del hemitórax ipsilateral, el aumento de tamaño de derrame pleural, el líquido pleural es un exudado
los ganglios linfáticos, la invasión de la pared torá- que, casi en la mitad de los casos, tiene una glu-
652 A.M. Escribano Dueñas, J.M. Vaquero Barrios

cosa menor de 50 mg/dl y un pH menor de 7,20. to. La presencia de derrame pleural es ocasional
A veces contiene altas concentraciones de ácido y nunca existe extensión a las estructuras adya-
hialurónico, lo que se ha propuesto como pará- centes. La TC muestra una masa de contornos regu-
metro diagnóstico. La citología del líquido pleural lares y densidad homogénea. En ocasiones es posi-
no suele ser suficiente para el diagnóstico por- ble encontrar zonas hipodensas de necrosis en el
que, en primer lugar, no siempre se obtiene celu- interior de los tumores de gran tamaño.
laridad y, cuando se consigue, las células pueden
confundirse con las procedentes de otros tumores Adenocarcinoma pleural
malignos, como el adenocarcinoma o el sarcoma. Más raro que el mesotelioma maligno, su
Las muestras histológicas se pueden obtener semiología es la misma aunque con un aspecto
mediante biopsia pleural guiada por TC, biopsia nodular que suele ser de menor tamaño o; por el
pleural ciega (cuya rentabilidad es inferior al 50%) contrario, un engrosamiento pleural regular acom-
y la biopsia pleural quirúrgica, preferentemente por pañado de un derrame pleural que atrapa el pul-
videotoracoscopia (rentabilidad mayor del 90%). món.
En algunas ocasiones ni siquiera la biopsia por tora-
cotomía aporta el diagnóstico(2). Las técnicas de Metástasis pleurales
inmunohistoquímica han revolucionado la capaci- Son los tumores malignos pleurales más fre-
dad para discriminar entre mesotelioma y adeno- cuentes y derivan en su mayoría de un adenocar-
carcinoma, siendo útiles también en la identifica- cinoma primitivo de pulmón, mama, ovario, del trac-
ción del origen del tumor primario. to digestivo o renal. Suelen presentarse como opa-
cidades nodulares múltiples, bilaterales, que asien-
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL tan en pleura parietal, cisural, mediastínica o dia-
fragmática. Ocasionalmente se observa un engro-
Tumor fibroso solitario samiento pleural difuso. Con frecuencia se produ-
También se le ha denominado como meso- ce derrame pleural que puede ser el único signo
telioma local fibroso o benigno, tumor fibroso loca- visible tanto en la radiografía simple como en la TC.
lizado o solitario, fibroma subpleural, submesote- Se han descrito casos de extensión a la pared torá-
lial o pleural y fibrosarcoma. Su patogenia es des- cica.
conocida, no está relacionado con la exposición al
asbesto y afecta por igual a ambos sexos. Desde el Linfomas pleurales y subpleurales
punto de vista histológico asienta sobre pleura vis- Generalmente se identifican en el contexto de
ceral y es de origen conjuntivo con un componen- una enfermedad diseminada, siendo rara la locali-
te fibroso. La expresión clínica está en relación direc- zación pleural primaria y suele ser la expresión de
ta con el volumen tumoral; las lesiones pequeñas cualquiera de los subtipos histológicos del linfoma.
acostumbran a ser asintomáticas y las de gran tama- Radiológicamente se manifiestan como engrosa-
ño pueden manifestarse por dolor torácico y/o dis- mientos pleurales localizados u opacidades nodu-
nea. En un tercio de los casos se asocia a osteo- lares subpleurales. Al igual que en las metástasis,
artropatía hipertrófica. En los estudios radiológi- también puede producirse derrame pleural y afec-
cos se aprecia una opacidad por lo general locali- tación parietal por contigüidad(14).
zada, única, de límites netos, regulares, más o
menos lobulados, de predominio en las bases(7). Lipoma
Las radiografías posicionales pueden poner de mani- Aparecen en la radiografía de tórax como masas
fiesto una variación morfológica de la masa en razón de partes blandas con márgenes bien definidos
de la posible existencia de una pediculación. Si es cuando se apoyan en el pulmón o mal definidos
muy voluminosa ocasiona un colapso pasivo del cuando lo hacen en la pared torácica. La TC per-
parénquima y una opacificación del hemotórax afec- mite un diagnóstico específico al poder definir una
Mesotelioma pleural maligno 653

masa con densidad grasa. En los casos en los que vocado una actitud nihilista en la comunidad médi-
la lesión tiene un aspecto heterogéneo, con valo- ca en general. Hoy día están apareciendo nuevos
res de atenuación superiores al de la grasa, hay que tratamientos que pueden ofrecer una esperanza
sospechar que se trate de un liposarcoma. para paliar los síntomas, prolongar la supervivencia
e incluso la curación en algunos pacientes tratados
ESTADIAJE con terapia multimodal.
El estudio de extensión se realiza habitualmente
por las técnicas de imagen. La PET puede ser de Cirugía
utilidad para la detección de adenopatías medias- No existe ningún estudio aleatorizado que deter-
tínicas y, si el paciente es candidato a la cirugía, mine si la cirugía aumenta la supervivencia. Las
es necesaria la realización de mediastinoscopia. Se modalidades quirúrgicas empleadas son pleurec-
han propuesto varios sistemas de estadiaje aunque tomía/decorticación, neumonectomía o neumo-
ninguno ha sido universalmente aceptado. Recien- nectomía extrapleural. Esta última consiste en la
temente, el International Mesothelioma Interest resección del pulmón, pleura parietal, adenopatías
Group (IMIG)(15) ha propuesto un estadiaje basa- mediastínicas, pericardio y diafragma ipsilateral colo-
do en el sistema TNM, el cual queda recogido en cando una prótesis de politetrafluoroetileno expan-
la Tabla II. dido (Goretex®) en la zona del diafragma para evi-
tar la herniación abdominal. La mortalidad opera-
FACTORES PRONÓSTICOS toria oscila entre el 3-30%. Sugarbaker y cols. rea-
El Eastern Cooperative Oncology Group(16) ana- lizaron pleuroneumonectomía a 52 pacientes selec-
lizó los factores pronósticos pretratamiento que cionados que fueron tratados con quimioterapia y
influyen en la supervivencia. Aunque son difíciles radioterapia torácica ipsilateral. La mediana de super-
de determinar debido a la baja incidencia de esta vivencia global fue de 16 meses, aunque el 20%
entidad, se constituyen como factores pronósti- estaban vivos a los 3 años(17). En otra serie del
cos negativos los recogidos en la Tabla III. De todos Memorial Sloan-Kettering Cancer Center, tras la
ellos, el estado general de salud es el parámetro pleurectomía-decorticación, quimioterapia intra-
más influyente. La supervivencia media es de 6 a pleural y quimioterapia sistémica, la mediana de
18 meses y aquellos pacientes que presentan 3 supervivencia fue de 17 meses, con una supervi-
o más características de las enumeradas previa- vencia a los 2 años del 40% de los pacientes(1).
mente presentan una supervivencia media al año Los enfermos tratados fueron seleccionados pre-
del 12%. Esto suele reflejar el estadio avanzado de viamente y ninguna de las series tenía un grupo
la enfermedad al diagnóstico. A estos factores pro- control.
nósticos clásicos habría que añadir los hallazgos en
las nuevas técnicas de imagen. La captación en la Radioterapia
PET con un punto de corte en el SUV mayor de 10 Aplicada como monoterapia no modifica la
se asocia a una peor supervivencia (9 vs. 21 supervivencia(18). Se aplica sobre todo el hemitórax
meses)(13). y la pleura ipsilateral, existiendo riesgo de afectar a
las estructuras subyacentes. Además, la radiación
TRATAMIENTO puede evitar la diseminación tumoral en el trayec-
El tratamiento del mesotelioma es controverti- to de la biopsia y la herida quirúrgica.
do puesto que los estudios realizados hasta ahora
no son lo suficientemente amplios y no se puede Quimioterapia
comparar con series históricas debido a que los No existe un tratamiento quimioterápico están-
agentes quimioterápicos han ido cambiando a lo dar para el MP. La doxorrubicina, epirrubicina, mito-
largo de los años. El pésimo pronóstico de esta micina, ciclofosfamida, ifosfamida, cisplatino y car-
patología y la pobre respuesta a la terapia han pro- boplatino provocan una respuesta clínica y anató-
654 A.M. Escribano Dueñas, J.M. Vaquero Barrios

Tabla II. Clasificación del International Mesothelioma Interest Group

T: Tumor
T1 T1a Tumor limitado a la pleura parietal ipsilateral, incluyendo la pleura diafragmática y la mediastínica, no
afectación de la pleura visceral
T1b Tumor afectando a la pleura parietal ipsilateral, incluyendo la pleura mediastínica y la diafragmática, con
escasos focos de tumor afectando a la pleura visceral
T2 Tumor afectando a cada una de las superficies pleurales ipsilaterales (pleuras parietal, mediastínica, diafragmática y
visceral) con al menos una de las siguientes características:
• Afectación del músculo diafragmático
• Tumor confluente en la pleura visceral (incluyendo las cisuras) o extensión del tumor de la pleura visceral al
parénquima pulmonar adyacente
T3 Describe un tumor localmente avanzado pero potencialmente resecable. Tumor afectando a todas las superficies
pleurales ipsilaterales (pleuras visceral, parietal, mediastínica y diafragmática) con al menos alguna de las siguientes
características:
• Afectación de la fascia endotorácica
• Extensión a la grasa mediastínica
• Focos solitarios, completamente resecables, de tumor extendiéndose a los tejidos blandos de la pared torácica
• Afectación no transmural del pericardio
T4 Describe un tumor localmente avanzado, técnicamente irresecable. Tumor afectando a todas las superficies pleurales
ipsilaterales (parietal, mediastínica, diafragmática y visceral) con al menos algunas de las siguientes características:
• Extensión difusa de masas multifocales en la pared torácica, con o sin destrucción costal asociada
• Extensión transdiafragmática directa del tumor al peritoneo
• Extensión directa del tumor a la pleura contralateral
• Extensión directa del tumor a uno o más órganos mediastínicos
• Extensión directa del tumor a la columna
• Tumor extendiéndose a través de la superficie interna del pericardio con o sin derrame pericárdico, o tumor
afectando al miocardio

N: Ganglios linfáticos
Nx Los ganglios regionales no pueden ser valorados
N0 Sin metástasis ganglionares regionales
N1 Metástasis a los ganglios broncopulmonares o hiliares ipsilaterales
N2 Metástasis a los ganglios subcarinales o mediastínicos ipsilaterales, incluyendo los ganglios de la mamaria interna
ipsilateral
N3 Metástasis a los ganglios mediastínicos contralaterales, de la mamaria interna contralateral o supraclaviculares
ipsilaterales o contralaterales

M: Metástasis
Mx La presencia de metástasis a distancia no puede ser valorada
M0 Sin metástasis a distancia
M1 Metástasis a distancia presentes

Estadio I Ia: T1a N0 M0


Ib: T1b N0 M0
Estadio II T2 N0 M0
Estadio III Cualquier T3 M0
Cualquier N1 M0
Cualquier N2 M0
Estadio IV Cualquier T4
Cualquier N3
Cualquier M1
Mesotelioma pleural maligno 655

Tabla III. Mesotelioma y factores de mal pronóstico cación de luz con una longitud de onda deter-
minada.
• Peor estado general de salud • Terapia génica. Las mayores esperanzas se
• Sexo masculino sitúan en este tratamiento, a pesar de estar
• Edad > 75 años todavía en fases de ensayo clínico. Existen varias
• Estirpe etiológica no epitelial
líneas de investigación:
• Plaquetas > 400.000/µL
– Quimioterapia molecular: se utilizan genes
• LDH > 500 UI/L
cargados con DNA viral como mecanismo
• Leucocitos > 15.600/µL
suicida de células tumorales(23).
• Anemia
– Interferencia autocrina-paracrina: mediante
• Pérdida de peso
el uso de factores de crecimiento se inter-
• Dolor torácico
• Disnea
fiere en el desarrollo tumoral.
• Estadio TNM distinto al I
– Otros tratamientos en investigación son la
inmunopotenciación genética, el uso de inhi-
bidores de la angiogénesis, bevacizumab, tali-
micamente evidente en el 10-20% de los pacien- domida y ZD1839.
tes. En estudios recientes la combinación de cis-
platino y premetrexed aumenta la supervivencia Tratamientos paliativos
con respecto al cisplatino solo(19). En la mayoría de • Derrame pleural. Inicialmente suele intentar-
los esquemas quimioterápico se incorpora un anti- se la pleurodesis, preferentemente con talco al
biótico antitumoral con una antraciclina o un deri- ser el agente más efectivo. En el supuesto de
vado del platino. En un meta-análisis realizado com- que no fuese eficaz se puede colocar un dre-
parando los regímenes de tratamiento que incluían naje pleuro-peritoneal aunque esta práctica
cisplatino con los que no se demostró un aumen- puede facilitar la diseminación tumoral(3).
to en la media de supervivencia en los pacientes • Dolor. Puede requerir el uso de opiáceos. La
tratados con cisplatino. La terapia combinada con radioterapia produce mejoría en el 50% de los
tres fármacos no se demostró más eficaz que la pacientes aunque el dolor suele ser recurren-
terapia con dos fármacos(20). La quimioterapia intra- te a los pocos meses en la mayoría de los
pleural está indicada en pacientes en estadios tem- casos. Otra opción es la cordotomía cervical
pranos, actualmente se realizan ensayos clínicos percutánea.
con resultados esperanzadores(21). • Disnea. Su tratamiento inicial es el causal y si
es debida a la afectación del pulmón o medias-
Futuros tratamientos tino se debe tratar con oxigenoterapia y opiá-
• Inmunoterapia. Basada en la utilización de ceos.
citocinas con función proinflamatoria. La meso-
telina se expresa en células del MP y pueden CONCLUSIÓN
provocar una respuesta inmune humoral en El mesotelioma pleural es un tumor poco fre-
estos pacientes. Dos ensayos clínicos en fase cuente, con una relación causa-efecto muy fuer-
I estudian el uso de anticuerpos monoclonales te, como es la exposición al asbesto, y habitual-
antimesotelina en pacientes refractarios o con mente con mal pronóstico en el momento del diag-
recurrencia tras otras modalidades terapéuti- nóstico. Las opciones terapéuticas con intención
cas(22). También hay estudios con interferón-γ curativa son escasas, apoyándonos en terapias mul-
e interleukina 2 intrapleural(2). timodales que incluyan la cirugía. Por ello, la mejor
• Terapia fotodinámica. Consiste en la admi- terapia será la prevención con la regulación legis-
nistración sistémica de sustancias fotosensibi- lativa del uso y exposición al asbesto en el ambien-
lizadoras, produciendo lisis tumoral tras la apli- te laboral.
656 A.M. Escribano Dueñas, J.M. Vaquero Barrios

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54
Manejo del pulmón metastásico
M. Cazorla López, A. Rodríguez Jiménez, J.J. Reina Zoilo, A. Inoriza Rueda,
P. Gallego Jiménez

CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN • Afectación ganglionar mediastínica: no se


La extensión de múltiples neoplasias al pulmón puede considerar, como tal, afectación metas-
es un proceso común. En algunas series aparece tásica pulmonar. El estudio y manejo de la afec-
como el órgano de metastatización más frecuente. tación ganglionar mediastínica se tratan en otros
Series de autopsias encuentran un 20% de pacien- capítulos de este manual pero la invasión gan-
tes con los pulmones como única localización glionar mediastínica es la principal causa de sín-
metastásica(1). En el caso de los tumores mesen- drome de vena cava superior (cuyo manejo se
quimales (sarcomas), los pulmones son, sin duda, abordará al final de este capítulo).
el lugar donde más frecuentemente se desarrollan • Metástasis vasculares pulmonares: se pro-
metástasis y, con elevada frecuencia, el único. ducen por la existencia –y persistencia– de
Las neoplasias pueden metastatizar el pulmón émbolos macro o microscópicos en la vascu-
por vía hematógena o linfática. Así, podemos encon- latura pulmonar, desprendidos desde tumores
trar distintos tipos de afectación, cuyo pronóstico y con extensión directa a los grandes vasos veno-
manejo varían, en algunos casos, notablemente. sos (sobre todo vena cava inferior).
Podemos distinguir:
• Metástasis pulmonares parenquimatosas: CUADRO CLÍNICO
constituyen la afectación más frecuente. Se pro- Depende, en gran medida, del número, loca-
ducen por diseminación hematógena de la neo- lización y tamaño de las metástasis. Éstas suelen
plasia e implantación y crecimiento en el espe- ser múltiples, siendo las metástasis únicas un hecho
sor del parénquima pulmonar, con o sin pos- infrecuente, sobre todo en carcinomas (aproxima-
terior invasión endobronquial. damente un 1-2% de los pacientes).
• Linfangitis carcinomatosa: se producen por La forma más común de aparición de metás-
diseminación linfática retrógrada desde gan- tasis pulmonares es el hallazgo radiológico de las
glios linfáticos afectados, a través de canales mismas en una radiografía o TC de tórax realizada
linfáticos de la pleura y el diafragma, y llegan- a un paciente diagnosticado de una neoplasia pre-
do a través del conducto torácico a los ganglios viamente.
mediastínicos e hiliares. Desde allí se produce Cuando existen síntomas, los más frecuentes
la invasión de los espacios peribronquiales son disnea y tos. El crecimiento endobronquial
(hecho que suele producir sintomatología). puede causar, además, hemoptisis, atelectasia o

657
658 M. Cazorla López, A. Rodríguez Jiménez, J.J. Reina Zoilo, A. Inoriza Rueda, P. Gallego Jiménez

neumonía. La extensión a la luz bronquial es más • La resonancia nuclear magnética tiene una
frecuente en carcinomas de origen colorrectal, sensibilidad inferior a la TC para el estudio de
mamario o renal, siendo menos común en sarco- la afectación metastásica pulmonar debido a
mas y melanomas. la frecuencia de artefactos por movimientos
La invasión de la pleura parietal puede causar respiratorios y a su menor resolución espacial.
dolor. Un hecho más infrecuente es la aparición de Así, ésta puede ser incluso un 74% inferior
hemotórax o neumotórax (la aparición de éste en cuando las lesiones a detectar tienen un tama-
un paciente diagnosticado de sarcoma en segui- ño de 5 mm o inferior.
miento obliga a descartar afectación metastásica). • La tomografía por emisión de positrones
En el caso de embolismos tumorales pulmo- (PET) es una prueba escasamente validada
nares se puede producir un cuadro de hipertensión para la detección de metástasis pulmonares
pulmonar indistinguible del producido por trom- parenquimatosas. En una serie de 106 pacien-
boembolismos de repetición. Los tumores que pro- tes diagnosticados de sarcoma y sometidos
ducen este fenómeno con mayor frecuencia son posteriormente a metastasectomía pulmonar
los carcinomas renales, hepatocelulares, tumores Iagaru et al.(4) determinaron una sensibilidad
de células germinales y sarcomas retroperitonea- del 68,3% para la PET frente a un 95,1% para
les(2). la TC. La mayor proporción de falsos negativos
en la PET ocurre en nódulos menores de 11
DIAGNÓSTICO POR IMAGEN mm de diámetro. La TC es, por tanto, la prue-
• La prueba más utilizada para la detección de ba de referencia para la detección y localiza-
metástasis pulmonares es la radiografía sim- ción de las metástasis pulmonares.
ple de tórax, ya que es la más utilizada en el La indicación y frecuencia de las pruebas de ima-
seguimiento de los pacientes diagnosticados gen torácicas en el seguimiento de pacientes tras
de una neoplasia. Su sensibilidad es un 15% resección de una neoplasia es un tema controverti-
inferior a la tomografía computarizada (TC) torá- do y, en el caso de algunos tipos concretos de cán-
cica, por lo que resulta inadecuada en situa- cer, con escasa evidencia. Así, tras la resección de
ciones en las que la existencia de metástasis un carcinoma de mama no existe indicación de su
pulmonares modifica significativamente el pro- realización en ausencia de síntomas(5) y tras la resec-
nóstico y tratamiento, como son el estadiaje ción de un carcinoma colorrectal está indicado rea-
inicial de carcinomas de recto, renales, urote- lizar una TC de tórax y abdomen anual(6), si bien el
liales o sarcomas (neoplasias en las que el pul- beneficio de dicha prueba está más justificado por
món puede ser la única localización metastá- su capacidad de detección de metástasis hepáti-
sica con frecuencia). cas que pulmonares. En tumores germinales, car-
• La TC torácica es la prueba más validada en el cinomas renales y melanomas, es usual su realiza-
estudio de la afectación metastásica pulmonar. ción, aunque no existen pruebas concluyentes de
Su sensibilidad se sitúa entre el 75 y el 82% su beneficio. Tampoco existen estudios amplios y
según la técnica utilizada, siendo mayor para bien diseñados sobre la frecuencia con que estas
la TC helicoidal(3). La principal causa de falsos pruebas deben ser realizadas en el seguimiento
negativos es el tamaño inferior a 6 mm, decre- de sarcomas óseos y de partes blandas (enferme-
ciendo la sensibilidad para la detección de este dades donde la metastasectomía pulmonar cobra
tipo de lesiones a un 60%. La superior reso- más importancia como alternativa potencialmente
lución espacial de la TC la hace también una curativa en el tratamiento de la enfermedad avan-
prueba indispensable para la valoración pre- zada). La opción más recomendada es la realización
quirúrgica de los pacientes tributarios de metas- trimestral en los dos primeros años de seguimiento
tasectomía pulmonar y para el estudio de la y semestral en los tres años siguientes, para conti-
afectación ganglionar mediastínica. nuar con periodicidad anual posteriormente.
Manejo del pulmón metastásico 659

DIAGNÓSTICO HISTOLÓGICO Tabla I. Criterios necesarios para la realización de


En la mayoría de los casos la aparición de metastasectomía pulmonar
metástasis pulmonares no deja lugar a dudas tras
• Se ha alcanzado un adecuado control local del tumor
un estudio de imagen. De este modo, no es pre-
primario
ciso realizar un diagnóstico histológico, de forma
• Los pulmones son la única localización metastásica
inexcusable, en un paciente en seguimiento tras la
resección de una neoplasia en cuya radiografía o • Todas las metástasis pulmonares son potencialmente
TC de tórax aparecen múltiples nódulos pulmona- resecables

res en algún momento de su evolución (especial-


mente si existía alto riesgo de recaída, corto inter-
valo de tiempo desde la resección del tumor pri- y detallado estudio de extensión de la neoplasia en
mario y, sobre todo, si existen otras localizaciones el momento actual, siendo la prueba más solicita-
metastásicas, además del pulmón, en el momen- da la TC de tórax y abdomen(8), y 2) la evaluación
to de la recaída). funcional respiratoria que permita predecir si el
Existe, sin embargo, una situación no infre- paciente puede tolerar la resección y que, esen-
cuente en que el diagnóstico histológico es obli- cialmente, sigue los mismos principios que la eva-
gado: la aparición de un nódulo pulmonar único luación previa a la cirugía del cáncer de pulmón.
durante el seguimiento tras la resección radical Pueden ser precisos otros estudios para el correc-
de una neoplasia. En este caso se debe realizar to estudio de extensión de la neoplasia (p. ej., gam-
broncoscopia o punción-aspiración y considerar el magrafía ósea en casos de cáncer de mama, PET
nódulo como una neoplasia pulmonar primaria y/o mediastinoscopia en caso de que se sospeche
–una vez determinada su malignidad– a la hora de la existencia de adenopatías mediastínicas o reso-
diseñar su estrategia terapéutica, salvo clara demos- nancia magnética de miembros que permita valo-
tración anatomopatológica del diagnóstico de metás- rar la ausencia de recaída local en el caso de sar-
tasis única o pacientes en que el diagnóstico de comas).
neoplasia pulmonar sea muy improbable (p. ej., En los siguientes apartados haremos referencia
pacientes menores de treinta años, no fumadores a la potencial indicación de metastasectomía pul-
y en seguimiento tras resección de sarcomas o monar en los diferentes tipos de cáncer en los que
tumores germinales). habitualmente se ha planteado dicha intervención.

TRATAMIENTO Osteosarcoma
Antes de la aparición de esquemas altamen-
Quirúrgico: metastasectomía pulmonar te eficaces en esta enfermedad, la metastasecto-
En 1947 Alexander y Haight(7) establecieron los mía pulmonar era la única posibilidad de obtener
criterios necesarios para la resección de metástasis esporádicas curaciones en pacientes con osteo-
pulmonares (Tabla I). Hoy continúan plenamente sarcoma metastásico. Actualmente, la indicación en
vigentes y se puede admirar en ellos una infre- estos pacientes es la combinación de quimiotera-
cuente combinación de ciencia, sentido común y pia y metastasectomía pulmonar, aunque carece-
sencillez. Desde entonces el avance en el trata- mos de ensayos randomizados controlados de ade-
miento sistémico de algunas neoplasias ha restrin- cuada calidad que cuantifiquen cuál es el benefi-
gido la necesidad de metastasectomías pulmona- cio de esta intervención. Diferentes series estiman
res, y los avances en las técnicas quirúrgicas y anes- entre un 30 y un 50% la supervivencia global a los
tesiológicas han hecho más seguras aquellas que cinco años en los pacientes en que se alcanza una
continúan estando indicadas. resección completa, siendo el intervalo de tiempo
La evaluación prequirúrgica debe comprender, entre el diagnóstico del tumor primario y la apari-
por tanto, dos procesos esenciales: 1) el correcto ción de metástasis pulmonares la principal variable
660 M. Cazorla López, A. Rodríguez Jiménez, J.J. Reina Zoilo, A. Inoriza Rueda, P. Gallego Jiménez

mizados controlados que avalen el beneficio de


dicha práctica(12), como argumentaciones a favor
de la misma basadas en series retrospectivas que
comunican tasas de supervivencia global a 5 años
incluso superiores al 60%(13). No cabe duda de
que, en cualquier caso, se trata de pacientes alta-
mente seleccionados –más del 50% de pacientes
en estas series tenían una metástasis pulmonar
única– y, tanto la historia natural de un porcenta-
je significativo de carcinomas colorrectales, como
la progresiva disponibilidad de múltiples trata-
Figura 1. Metástasis pulmonares múltiples de osteosarcoma.
mientos sistémicos, pueden llevar a sobreestimar
el beneficio de la metastasectomía pulmonar en
pronóstica(9), con un pronóstico claramente peor estos pacientes.
para aquellos en que las metástasis pulmonares
aparecen, ya, en el momento del diagnóstico del Carcinoma de mama
osteosarcoma. Existen series con escaso número de pacien-
tes que reportan tasas de supervivencia global a
Sarcomas de partes blandas cinco años en torno al 50%(14). Estos datos perte-
Constituyen un grupo heterogéneo de neo- necen, en su mayoría, a pacientes con metástasis
plasias en cuanto a pronóstico y sensibilidad a qui- únicas. La ausencia de ensayos randomizados con-
mioterapia. No existen estudios controlados que trolados y la frecuencia de pacientes con larga super-
demuestren el beneficio de la metastasectomía pul- vivencia debida a tratamiento sistémico –especial-
monar en estos pacientes. Aun así, ésta es la única mente aquellas con escasa carga tumoral– hacen
alternativa potencialmente curativa en los pacien- poco recomendable la metastasectomía pulmonar
tes en que esté indicada, dado que el beneficio del como tratamiento de elección.
tratamiento con quimioterapia es menor que en
osteosarcomas. La tasa de supervivencia global a Carcinomas uroteliales
los 5 años se sitúa en un 30-40% de los selec- Los pacientes con metástasis exclusivamente
cionados pacientes en que se consigue una resec- pulmonares de carcinoma urotelial con buen esta-
ción completa(10). En los casos de aparición de nue- do general y sin comorbilidades significativas (es
vas metástasis pulmonares tras una primera metas- decir, aquellos que serían candidatos adecuados a
tasectomía estaría indicada la realización de una metastasectomía pulmonar) presentan tasas de
segunda metastasectomía –siempre que se cum- supervivencia global a cinco años en torno al 30%
plan los principios expuestos en la Tabla I–, que tras tratamiento con quimioterapia. Dada la ausen-
puede producir un porcentaje minoritario de cura- cia de ensayos controlados que mejoren estas cifras,
ciones(11). dicha intervención no puede ser recomendada de
forma sistemática en estos pacientes.
Carcinoma colorrectal
En una patología en que la resección de las Carcinoma renal y melanoma
metástasis hepáticas es práctica habitual –con o En estas dos neoplasias tampoco dispone-
sin quimioterapia pre o postoperatoria–, la metas- mos de ensayos controlados para cuantificar el
tasectomía pulmonar aparece como una práctica beneficio de la metastasectomía pulmonar. En
cuyo beneficio es controvertido. De este modo, ambas existe una proporción minoritaria de
podemos encontrar argumentos tan sólidos para pacientes en estadio IV que presentan largas
su rechazo como la ausencia de ensayos rando- supervivencias, incluso, sin tratamiento (espe-
Manejo del pulmón metastásico 661

cialmente pacientes con metástasis ganglionares es una práctica universalmente aceptada. Tras dicha
y/o pulmonares, exclusivamente) y una propor- resección se encuentra neoplasia germinal en un
ción aún menor que pueden presentar regresión 15% de las lesiones, teratoma maduro en un 60%
espontánea de las metástasis. Aun así, la eficacia y fibrosis en el resto.
de los tratamientos sistémicos en estas dos enfer-
medades es tan pobre que deba considerarse la Otros tratamientos locales
metastasectomía pulmonar en todos aquellos
pacientes que cumplan los principios menciona- Radioterapia pulmonar
dos en la Tabla I. Ha sido empleada como tratamiento adyuvante
(irradiación pulmonar total), sobre todo tras resec-
Carcinoma de cabeza y cuello ción completa de sarcomas de Ewing y tumores de
El nivel de evidencia del beneficio de la metas- Wilms. No presenta ventajas en términos de super-
tasectomía pulmonar en estos pacientes es similar vivencia global respecto a la quimioterapia y no está
al mencionado para el carcinoma renal y el mela- exenta de secuelas a largo plazo; por lo que su uso,
noma. En series de pacientes muy seleccionados actualmente, es muy minoritario.
se comunican tasas de supervivencia a 5 años en
torno al 30%(15). Los pobres resultados de las tera- Radiocirugía y radiofrecuencia
pias sistémicas y la alta frecuencia de los pulmo- Ambas modalidades de tratamiento local son
nes como única localización metastásica (junto a menos invasivas que la metastasectomía y pue-
la alta frecuencia de control local del tumor pri- den alcanzar un eficaz control local, especialmen-
mario con cirugía y/o radioterapia) hacen que, en te en nódulos no superiores a 3 cm de diáme-
estos pacientes, deba ser considerada la metasta- tro(17). No existen ensayos controlados que per-
sectomía pulmonar como una buena opción tera- mitan equiparar su eficacia a la resección quirúr-
péutica, siempre que su función respiratoria y su gica de las metástasis pulmonares y, por tanto, su
estado general lo permitan. uso se deba reservar para pacientes en que el obje-
tivo sea la paliación y no emplearlas en aquellos
Neoplasias ginecológicas en que buscamos una resección potencialmente
En el caso de los carcinomas de cérvix, los curativa.
resultados en cuanto a supervivencia global(16) y el
nivel de evidencia del beneficio de la metastasec- Tratamientos locorregionales
tomía son análogos a lo descrito para carcinomas
de cabeza y cuello. También en este caso es una Inmunoterapia inhalada
opción terapéutica de elección, dadas las limita- El tratamiento con interleukina 2 inhalada ha
ciones de los tratamientos sistémicos con qui- sido empleado en pacientes con metástasis exclu-
mioterapia. sivamente pulmonares de melanoma y, sobre todo,
de carcinoma renal, en un intento de disminuir la
Tumores de células germinales toxicidad causada por este fármaco cuando se admi-
Los tumores de células germinales (semino- nistra por vía intravenosa. Se han documentado res-
matosos o no seminomatosos) son neoplasias con puestas radiológicas pero la complejidad de su admi-
altas tasas de curabilidad –entre el 50 y el 98%, nistración y la ausencia de evidencia que determi-
según diversos factores pronósticos–, basadas en ne un claro beneficio clínico, así como la existen-
el tratamiento con quimioterapia. Los pulmones cia de nuevos fármacos de cómoda administración
son un lugar frecuente de metastatización, hecho oral para el tratamiento sistémico paliativo del car-
que no comporta, por sí mismo, un peor pronós- cinoma renal metastático, hacen que la interleuki-
tico. La resección de todos los nódulos residuales na 2 inhalada no sea, actualmente, una opción tera-
que persistan tras el tratamiento con quimioterapia péutica recomendable.
662 M. Cazorla López, A. Rodríguez Jiménez, J.J. Reina Zoilo, A. Inoriza Rueda, P. Gallego Jiménez

Perfusión pulmonar cesos malignos que producen SVCS (linfomas de


Consiste, a grandes rasgos, en la administra- Hodgkin y no Hodgkin, tumores de células ger-
ción de citostáticos a altas dosis a través de la cir- minales y algunos casos de carcinoma microcítico
culación pulmonar. Su superioridad sobre el trata- de pulmón no metastásico) son potencialmente
miento sistémico no ha sido probada y su admi- curables, incluso en el caso de que éste sea su
nistración es invasiva y compleja. debut clínico(10). El tratamiento debería ser selec-
cionado de acuerdo a la histología y estadio del
Tratamiento sistémico proceso primario. Pueden presentarse distintas
En la mayoría de los casos de metástasis pul- situaciones:
monares parenquimatosas, y en todos los casos de • Paciente con masa o adenopatías mediastíni-
linfangitis pulmonar y metástasis pulmonares vas- cas sin lesión sugestiva de neoplasia pulmonar
culares, el tratamiento de elección es el tratamien- y sin diagnóstico etiológico: en este caso es
to sistémico adecuado para la neoplasia en cues- conveniente la realización de TC de tórax urgen-
tión (quimioterapia, hormonoterapia y/o inmuno- te, derivando al paciente al lugar adecuado,
terapia). donde su diagnóstico vaya a ser previsiblemente
más rápido. En el caso de compromiso de la
SÍNDROME DE VENA CAVA SUPERIOR vía aérea, síncopes o taponamiento pericárdi-
(SVCS) co, está indicada la aplicación de tratamiento
antineoplásico urgente por parte del hemató-
Concepto logo/oncólogo con esquemas activos en linfo-
Expresión clínica de la obstrucción del flujo san- mas.
guíneo a través de la vena cava superior. • Paciente con lesión sugestiva de neoplasia pul-
monar sin diagnóstico histológico: es proce-
Etiología y manifestaciones clínicas dente el ingreso en el servicio de neumología
Las causas más frecuentes de aparición de para obtener un diagnóstico a la mayor breve-
SVCS son: cáncer de pulmón (65-38% de ellos dad. La situación clínica lo permite en la mayo-
microcíticos), linfomas (8%), otras neoplasias ría de los casos. Si no es así, y el SVCS es una
(10%), no neoplásicas (12%), no diagnosticadas urgencia, se debe actuar asumiendo el diag-
(5%). nóstico de carcinoma no microcítico de pul-
La vena cava superior es la vena principal que món (véase siguiente apartado).
transporta de regreso la sangre desde la cabeza • Paciente diagnosticado de cáncer de pulmón:
y los brazos hasta el corazón. A medida que se en los casos de cáncer de pulmón de células
incrementa la presión sobre la vena, ésta se torna pequeñas (o microcítico), la radioterapia y la
estrecha y resulta en un aumento de la presión de quimioterapia alivian los síntomas del SVCS
reflujo que produce edemas en la cara, el cuello en aproximadamente un 77% de los pacien-
(edema en “esclavina“) y los brazos. El síntoma tes de forma rápida. Una pequeña proporción
más frecuente es la disnea. Además pueden apa- de ellos desarrollan nuevamente un SVCS de
recer otros signos y síntomas, como circulación manera que, como resultado del tratamien-
venosa colateral, inyección conjuntival, cefalea y to, alrededor del 60% permanecen libres de
síncopes. SVCS. Dada su mayor rapidez de adminis-
tración, la quimioterapia debe ser conside-
Principios generales de manejo rada como tratamiento de primera elección
El enfoque principal debe ir encaminado al ali- en estos pacientes.
vio sintomático, con un soporte vital adecuado y Si se trata de cáncer de pulmón no microcíti-
al diagnóstico etiológico en el menor tiempo posi- co, la radioterapia y la quimioterapia presentan
ble, ya que un porcentaje significativo de los pro- menores posibilidades de respuesta (los sín-
Manejo del pulmón metastásico 663

tomas se alivian en aproximadamente un 60% Rosenberg, eds. Cancer: Principles and Practice of Onco-
de los pacientes, generalmente de forma logy. 8a. ed. Volume two. Philadelphia: Lippincott Com-
pany; 2008; p. 2479.
menos evidente y más lenta). Una proporción
de ellos desarrollan nuevamente SVCS, por lo 3. Diederich S, Semik M, Lentschig MG et al. Helical CT of
pulmonary nodules in patients with extrathoracic malig-
cual a largo plazo menos de la mitad (cerca del nancy: CT-surgical correlation. AJR Am J Roentgenol
40%) permanecen libres de los síntomas del 1999; 172: 353.
SVCS. 4. Iagaru A, Chawla S, Menéndez L, Conti PS. F-FDG PET
La inserción de un stent en la vena cava supe- and PET/CT for detection of pulmonary metastases from
rior mejora los síntomas en más del 90% de musculoeskeletal sarcomas. Nucl Med Commun 2006;
los pacientes. Hay algunos pacientes en los 27: 795-802.
que puede resultar imposible la inserción de 5. Khatcheressian JL, Wolff AC, Smith TJ, Grunfeld E, Muss
un stent por presencia de trombosis sobrea- HB, Vogel VG et al. American society of clinical oncology
2006 update of the breast cancer follow-up and mana-
ñadida a la compresión extrínseca. Es contro- gement guidelines in the adjuvant setting. J Clin Oncol
vertida la elección del momento idóneo para 2006; 24: 5091-7.
la colocación del stent (en el momento del 6. Desch CE, Benson III AB, Somerfield MR, Flynn PJ, Krau-
diagnóstico del SVCS o cuando se comprue- se C, Loprinzi CL et al. Colorectal cancer surveillance:
ba que los otros tratamientos no han funcio- 2005 update of an american society of clinical oncology
nado(11). Teniendo en cuenta la rapidez de reso- pracice guideline. J Clin Oncol 2005; 23: 8512-9.
lución de los síntomas y la necesidad de inte- 7. Alexander J, Haight C. Pulmonary resection for solitary
grar la radioterapia en otros momentos de la metastasic sarcoma and carcinoma. Surg Gynecol Obs-
tet 1947; 85: 129.
estrategia terapéutica, a distintas dosis, cree-
8. Virgo KS, Naunheim KS, Johson FE. Preoperative group
mos justificado recomendar la colocación de
and postoperative surveillance for patients undergoing
stent como tratamiento inicial en casos de pulmonary metastasectomy. Thorac Surg Clin 2006; 16:
SVCS secundarios a carcinoma no microcíti- 125-31.
co de pulmón. 9. Harting MT, Blakely ML. Management of osteosarcoma
Aunque los esteroides y diuréticos han sido uti- pulmonary metastases. Seminars in pediatric. Surgery
lizados durante muchos años para aliviar la sin- 2006; 15: 25-9.
tomatología del SVCS, no existe evidencia cien- 10. Pastorino U, Buyse M, Friedel G, Ginsberg RJ, Girard P,
tífica contrastada de su efectividad. Goldstraw P et al. Long-term results of lung metasta-
• Paciente sin clara lesión ni mediastínica ni pul- sectomy. Prognostic analyses based on 5206 cases. J
Thorac Cardiovasc Surg 1997; 113: 37-49.
monar que justifique el SVCS: en pacientes que
11. Kandioler D, Kromer E, Tuchler H, End A, Muller MR, Wol-
no tengan una causa clara de SVCS, y en, que
ner E et al. Long-term results after repeated surgical
éste constituya una urgencia vital, se puede removal of pulmonary metastases. Ann Thorac Surg
considerar la intervención endovascular per- 1998; 65: 909-12.
cutánea, que alivia los síntomas rápidamente 12. Treasure T. Pulmonary metastasectomy for colorectal
sin enmascarar el diagnóstico(10). cancer: weak evidence and no randomised trials. Eur J
Hay que plantear la posibilidad de trombosis Cardiothorac Surg 2008; 33: 300-2.
de cava superior como primera opción diag- 13. Pfannschmidt J, Dienemann H, Hoffmann H. Surgical
nóstica. Resection of Pulmonary Metastases from Colorectal Can-
cer: A systematic review of Published Series. Ann Tho-
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55
Neumotórax
C. Peñalver Mellado, M. Lorenzo Cruz, F. Sánchez Gascón

DEFINICIÓN la relación ventilación/perfusión que se produce en


El neumotórax se define como la presencia de el pulmón colapsado (shunt intrapulmonar).
aire en el espacio pleural. La entrada de aire en la Cualquier circunstancia que altere la integridad
cavidad pleural causa un mayor o menor colapso de alguna de las dos hojas pleurales puede pro-
del pulmón, con la correspondiente repercusión en ducir un neumotórax. La entrada de aire al espacio
la mecánica respiratoria e incluso en la situación pleural desde el pulmón, como consecuencia del
hemodinámica del paciente. desgarro de la pleural visceral, es la causa más fre-
La cavidad pleural es un espacio casi virtual, cuente de neumotórax. El aire también puede pro-
que separa la pleura visceral y la parietal, y está ocu- ceder de la atmósfera, como consecuencia de la
pada por una mínima cantidad de líquido que actúa rotura de la pleura parietal.
como lubricante. La presión intrapleural es subat-
mosférica durante todo el ciclo respiratorio, y es CLASIFICACIÓN
el resultado de las fuerzas elásticas opuestas del La clasificación del neumotórax la podemos ver
pulmón y de la pared torácica. La presión intraal- en la Tabla I, y se basa en las causas invocadas
veolar es relativamente positiva en relación con la en la producción del mismo.
intrapleural, ayudando a mantener el pulmón en
expansión durante la respiración. La entrada inci- Neumotórax espontáneo
dental de aire en el espacio pleural provoca una El neumotórax espontáneo (NE) es aquel que
pérdida de la presión negativa intrapleural y el pul- ocurre en ausencia de antecedente traumático o
món tiende a colapsarse por su propia fuerza retrác- yatrogénico que lo justifique. El NE se subclasifi-
til, hasta llegar a un nuevo punto de equilibrio entre ca en:
la presión intrapleural y la presión intraalveolar. Si
la cantidad de aire es importante, la presión pleu- NE primario
ral se aproxima a la atmosférica, lo que puede cau- Ocurre en individuos aparentemente sanos, sin
sar un colapso de todo el pulmón. enfermedades pulmonares conocidas. Afecta a jóve-
El grado de repercusión funcional depende del nes, con un pico de incidencia entre los 20 y 40
tamaño del colapso y de la reserva funcional pre- años de edad, y es más frecuente en varones (6:1),
via del paciente. Es frecuente que exista hipoxemia con predilección por individuos altos y delgados
arterial como consecuencia de la desproporción de y, habitualmente, fumadores.

665
666 C. Peñalver Mellado, M. Lorenzo Cruz, F. Sánchez Gascón

Tabla I. Clasificación del neumotórax Tabla II. Causas de neumotórax espontáneo


secundario
Espontáneo Adquirido
Enfermedad pulmonar obstructiva
• Primario • Yatrogénico: • EPOC (enfisema)
• Secundario – Procedimientos invasivos • Fibrosis quística
– Barotrauma • Asma bronquial
• Traumático:
Infección
– Abierto (herida penetrante)
• Tuberculosis pulmonar
– Cerrado (contusión torácica)
• Neumonía por Pneumocystis carinii
• Neumonías necrotizantes
• Infecciones fúngicas
En España, la incidencia en personas menores
de 40 años oscila entre 7,4 y 28 casos por 100.000 Enfermedad pulmonar intersticial
• Sarcoidosis
habitantes/año en varones y de 1,2 a 10 casos por
• Fibrosis pulmonar idiopática
100.000 habitantes/año en mujeres(1).
• Histiocitosis X
El sustrato patológico más frecuente es la pre-
• Linfangioleiomiomatosis
sencia de pequeñas bullas subpleurales apicales
(blebs) cuya rotura ocasiona la salida de aire desde Enfermedad del tejido conectivo
el pulmón hacia la cavidad pleural. El mecanismo • Artritis reumatoide

de formación de estos blebs y los factores que pre- • Espondilitis anquilosante


• Polimiositis y dermatomiositis
cipitan su rotura no son bien conocidos, y se han
• Esclerodermia
sugerido algunas teorías(2,3).
• Síndrome de Marfan
• Síndrome de Ehlers-Danlos
NE secundario
Ocurre en pacientes con patología pulmonar Neoplasia
previa. Suele aparecer, por tanto, en personas de • Cáncer de pulmón

mayor edad, excepto en los casos de fibrosis quís- • Metástasis (sarcoma)

tica. La enfermedad pulmonar obstructiva cró- Otras


nica (EPOC) es la causa más frecuente y la pro- • Infarto pulmonar
babilidad de neumotórax es mayor cuanto más • Inhalación de sustancias
avanzada es la enfermedad. En estos pacientes el – Drogas (cocaína, marihuana)
neumotórax se debe a la rotura de bullas intra- – Pentamidina aerosolizada
pulmonares y, dado que su reserva funcional es ya • Endometriosis torácica (neumotórax catamenial)

muy limitada, la repercusión clínica puede ser muy


grave. Por ello, es importante descartar la presen-
cia de neumotórax en todos los pacientes con EPOC frente a la infección por P. carinii(5). En estos pacien-
agudizada. tes existe una mayor incidencia de neumotórax bila-
Del 2 al 4% de pacientes con SIDA pueden teral, de neumotórax recurrente, y de fuga aérea
desarrollar neumotórax(4). La neumonía por Pneu- prolongada(6).
mocystis carinii es la etiología más probable en La tuberculosis pulmonar y las neumonías
estos pacientes, aunque se ha sugerido que el uso necrotizantes, fundamentalmente las causadas por
de pentamidina nebulizada para la profilaxis de esta estafilococo, también pueden ser causa de neu-
infección es un factor de riesgo independiente para motórax.
la aparición de neumotórax(5). En cualquier caso, la Otras causas se exponen en la Tabla II. Aunque
aparición de neumotórax en pacientes con SIDA es rara, no debemos olvidar una entidad como el
suele considerarse indicación para iniciar tratamiento neumotórax catamenial, que ocurre en mujeres
Neumotórax 667

con antecedente de endometriosis, y se produce • Dolor torácico pleurítico de inicio agudo, que
de 48 a 72 horas después del comienzo de la puede ser intenso inicialmente, pero después
menstruación. de unas horas suele evolucionar a dolor sordo
e incluso cede espontáneamente.
Neumotórax adquirido • Disnea, que suele aparecer con mayor frecuencia
e intensidad en pacientes con enfermedad pul-
Neumotórax yatrogénico monar subyacente. En el NE primario suele ceder
Se suele producir como consecuencia de pro- habitualmente en el plazo de 24 horas, a pesar
cedimientos invasivos torácicos, como toracocen- de la persistencia del neumotórax.
tesis, biopsia pulmonar transbronquial, biopsia pleu- • Otros síntomas (menos frecuentes): tos impro-
ral, lavado broncoalveolar, punción pulmonar trans- ductiva, síncope, hemoptisis, debilidad de extre-
torácica o cateterización de la vena subclavia. No obs- midades superiores, sensación de ruido extra-
tante, puede ser también una complicación de otros ño en el tórax.
procedimientos invasivos que involucren el cuello o
el abdomen (por ejemplo, biopsia hepática). Exploración física
El neumotórax por barotrauma es otra forma Puede ser normal en neumotórax de peque-
de neumotórax yatrogénico. El barotrauma es una ño tamaño. En el neumotórax de mayor tamaño
complicación común en los pacientes sometidos a podemos detectar:
ventilación mecánica, y consiste en la rotura de alvé- • Inspección: hiperinsuflación y disminución del
olos como consecuencia de una sobreexpansión movimiento del hemitórax afectado.
pulmonar, con salida de aire alveolar y formación, • Auscultación respiratoria: disminución o abo-
finalmente, de neumomediastino, enfisema sub- lición del murmullo vesicular en el hemitórax
cutáneo y neumotórax. Se ha relacionado con el afectado, aunque puede ser difícil de detec-
uso de presión positiva al final de la espiración y tar en pacientes con enfisema pulmonar. Dis-
de volúmenes corrientes elevados. minución de la transmisión de la voz. Auscul-
tación cardiaca: taquicardia. Signo de Haman
Neumotórax traumático (roce o sonido crujiente durante la sístole y
Se produce como consecuencia de un trau- diástole cardiaca) cuando se asocia neumo-
matismo torácico abierto o cerrado. El neumotórax mediastino. Cambios en la disposición de los
traumático abierto es consecuencia de una herida focos de auscultación cardiacos en el neumo-
penetrante en el tórax, que pone en comunicación tórax a tensión.
el espacio pleural y la atmósfera exterior (entrada • Percusión: timpanismo.
de aire atmosférico), y a su vez suele lesionar tam- • Palpación: disminución de las vibraciones voca-
bién el pulmón (salida de aire alveolar). El neu- les. Palpación hepática por aplanamiento dia-
motórax traumático cerrado está causado habi- fragmático y desplazamiento del hígado.
tualmente por una fractura costal, rotura bronquial El neumotórax a tensión debe sospecharse ante
o lesión esofágica. la presencia de taquicardia superior a 135 latidos
por minuto, hipotensión, o cianosis.
CLÍNICA
Otros hallazgos
Sintomatología • Gasometría arterial: hipoxemia arterial con un
Depende de la magnitud del neumotórax y de aumento de la diferencia alveoloarterial de oxí-
la reserva funcional respiratoria del paciente. Puede geno e hipocapnia (secundaria a hiperventila-
ser asintomático hasta en un 10% de los casos, ción) con alcalosis respiratoria. El grado de hipo-
sobre todo en pacientes con NE primario. Los sín- xemia está en relación con la magnitud del neu-
tomas más frecuentes son: motórax y con la presencia de enfermedad pul-
668 C. Peñalver Mellado, M. Lorenzo Cruz, F. Sánchez Gascón

monar subyacente. Así, en el NE primario de ral, que impiden un colapso homogéneo del
pequeño tamaño la gasometría arterial suele pulmón. Sobre todo en estos casos puede ser
ser normal. Sin embargo, en el NE secunda- difícil diferenciar el neumotórax de áreas hiper-
rio y en el neumotórax a tensión puede exis- lúcidas o bullosas en pacientes con enfisema.
tir hipoxemia severa. Por regla general, la línea pleural en el neu-
• ECG: las alteraciones en el ECG son raras, aun- motórax es paralela a la pared torácica (por
que en el neumotórax masivo izquierdo la pre- tanto, convexa) y la línea de bulla es cóncava.
sencia de aire puede ocasionar una disminu- Si el diagnóstico no es seguro, la realización de
ción de voltaje del complejo QRS y una inver- una TAC de tórax puede ser útil, sobre todo,
sión de la onda T. si puede objetivar la presencia de tiras de teji-
do dentro de la bulla.
DIAGNÓSTICO
TAC de tórax
Radiografía de tórax Es la prueba diagnóstica más sensible, aunque
Los síntomas y la exploración física permiten su realización no se recomienda de forma rutina-
hacer un diagnóstico de sospecha. El diagnóstico ria en el neumotórax. Puede estar indicada ante
de certeza lo proporciona la radiografía postero- la sospecha de enfermedad pulmonar subyacen-
anterior de tórax al identificar la línea de la pleu- te, en el neumotórax recidivante, en la fuga aérea
ra visceral, con ausencia de trama vascular perifé- persistente, o para planificar el tratamiento quirúr-
rica. La realización de una proyección en espiración gico del neumotórax(8).
forzada no se recomienda de forma rutinaria, y
no debe realizarse si se sospecha neumotórax a Cuantificación del tamaño
tensión, pero puede ayudar al diagnóstico si la pri- del neumotórax
mera radiografía es normal o dudosa (en la espi- No existe un consenso universal en el méto-
ración forzada, al disminuir el continente toráci- do de cuantificar el tamaño del neumotórax. El
co sin modificarse el volumen de aire extrapul- consenso del American College of Chest Physi-
monar, se produce un mayor colapso pulmonar, cians (ACCP) utiliza la denominación de neu-
que se hace evidente en la radiografía). Algunos motórax pequeño cuando la distancia entre el
autores, sin embargo, recomiendan una proyección ápex pulmonar y la cúpula torácica es menor de
en decúbito lateral en estos casos(7). Otros hallaz- 3 cm (8). La British Thoracic Society (BTS) dife-
gos radiográficos pueden ser: rencia el neumotórax en pequeño o grande según
• Colapso pulmonar de magnitud variable. la presencia de una franja de aire < 2 cm o ≥ 2
• Presencia de pequeño derrame (habitualmente, cm, respectivamente, entre el borde pulmonar
seroso por irritación pleural por el aire). Un y la pared torácica(7). Dos métodos sencillos y úti-
derrame de mayor tamaño puede significar un les para cuantificar el neumotórax son los pro-
hemoneumotórax (en el contexto de un neu- puestos por Light(9) y Rhea(10), respectivamente
motórax traumático o bien secundario a la rup- (Figura 1).
tura de adherencias pleuropulmonares en el
NE) o un pioneumotórax. Diagnóstico diferencial
• Neumotórax a tensión: desplazamiento del Se expone detalladamente en la Tabla III.
mediastino hacia el lado contralateral y depre-
sión ipsilateral del diafragma (aplanamiento o TRATAMIENTO
incluso inversión de su curva). La ausencia de consenso universal sobre las
• Enfisemas mediastínico y subcutáneo. pautas a seguir en el tratamiento del neumotórax
• Neumotórax parcial: se produce cuando hay genera una gran diferencia de actuación entre los
adherencias entre las pleuras parietal y visce- diversos grupos de trabajo médicos o quirúrgicos.
Neumotórax 669

Línea pleural % Neumotórax = 100% - b3/a3


1 a

cm %

5
0,5 10
a 1,0 15
1,5
20
b 2,0
25
2,5
Línea pleural
3,0 30
2
3,5 35
4,0 40
4,5 45
c 5,0 50
cm %

a+b+c Distancia interpleural Tamaño del


Distancia interpleural media = =
3 media (cm) neumotórax (%)

Figura 1. Métodos de cuantificación del tamaño del neumotórax: 1) Light. 2) Rhea.

Tabla III. Diagnóstico diferencial Existen muy pocos estudios controlados aleatori-
zados, lo cual dificulta el desarrollo de guías clíni-
Radiológico cas, y las recomendaciones existentes se basan prin-
• Bulla gigante cipalmente en opiniones de expertos(1,7,8).
• Hernia diafragmática* El tratamiento debe cumplir dos objetivos fun-
• Quiste broncogénico damentales: 1) reexpansión pulmonar; y 2) pre-
• Enfisema lobar congénito
vención de las recurrencias.
Clínico** La elección del tratamiento inicial va a depen-
• Pericarditis der del tamaño del neumotórax, de la situación clí-
• Cardiopatía isquémica nica del paciente y de la existencia de enfermedad
• Disección aórtica pulmonar subyacente.
• Patología esofágica
• Embolismo pulmonar Reexpansión pulmonar
• Otras patologías pleurales

*Con vísceras huecas abdominales a nivel intratorácico. Reposo y oxigenoterapia


**Cuadros clínicos que pueden producir dolor torácico y/o Estas medidas favorecen la absorción de aire
disnea de forma aguda.
intrapleural. Están indicadas en:
670 C. Peñalver Mellado, M. Lorenzo Cruz, F. Sánchez Gascón

• NE primario de pequeño tamaño (< 15%)(7,11) que precisan evacuación(7). Se puede realizar
y escasamente sintomáticos. Estos pacientes mediante un catéter intravenoso (tipo Abocath®)
deben permanecer en observación hospitalaria o un catéter pleural de pequeño calibre, y si la aspi-
de 12 a 24 horas (3 a 6 horas según el con- ración es exitosa y el pulmón permanece reexpen-
senso de la ACCP) y pueden ser dados de alta dido 6 horas después, el paciente puede ser dado
tras descartar la progresión del neumotórax de alta con las mismas premisas que en el neu-
mediante una nueva radiografía. Se debe indi- motórax de pequeño tamaño. Si la aspiración falla,
car reposo en domicilio, y aconsejar al pacien- el catéter pleural debe conectarse a un sistema de
te que acuda nuevamente al hospital si se inten- drenaje bajo agua o a una válvula de Heimlich.
sifican sus síntomas (los pacientes que no ten- Succión o aspiración continua: su aplicación
gan un fácil acceso al hospital deben ser ingre- acelera la salida de aire. Sin embargo, una eva-
sados). Debe realizarse un seguimiento ambu- cuación rápida del neumotórax puede provocar un
latorio hasta que se objetive una reexpansión edema pulmonar por reexpansión, que es más
pulmonar completa. frecuente en neumotórax de mayor tamaño y en
• NE secundarios de pequeño tamaño (apical pacientes jóvenes, y suele manifestarse por tos,
o < 1 cm de separación entre la pleura visce- dolor torácico y disnea después de la inserción del
ral y la pared torácica)(7) y asintomáticos. Estos tubo pleural. SEPAR recomienda la aplicación de
pacientes deben ser ingresados. Se aplicará oxi- aspiración continua de -15 a -25 cm H2O inicial-
genoterapia durante su estancia hospitalaria. mente siempre que el neumotórax no sea muy
La inhalación de concentraciones altas de oxí- importante (menor del 50%); si el neumotórax es
geno (10 L/min)(7) puede reducir la presión mayor del 50% se aplicará la aspiración pasadas
total de gases en los capilares pleurales unas horas, para evitar el edema por reexpansión(1).
(mediante la reducción de la presión parcial de La BTS no recomienda su aplicación de forma ruti-
nitrógeno), por lo que aumenta el gradiente de naria, y reserva su uso a casos en los que persiste
presión entre los capilares pleurales y la cavi- fuga aérea 48 horas después de la inserción del
dad pleural, y se incrementa, por tanto, la absor- drenaje(7).
ción de aire intrapleural. Retirada del drenaje: habitualmente la fuga
de aire cesa en 48 a 72 horas, y el tubo puede
Evacuación del aire intrapleural retirarse 24 horas después del cese de la fuga si
• NE primario de mayor tamaño (≥ 15%): tipo el pulmón se mantiene reexpandido. Como medi-
de drenaje: inserción de tubo de drenaje de 20 da de precaución opcional, pero recomendada
a 28 French (Fr) de calibre (graduación france- por muchos autores (8), antes de retirar el tubo
sa: 3 Fr equivalen a 1 mm), y posterior conexión se puede pinzar durante unas horas y realizar des-
al sistema de drenaje bajo agua (tipo Pleur-Evac®) pués un control radiográfico para confirmar que
o a válvula de flujo unidireccional (tipo Heim- persiste la reexpansión pulmonar, evitando, así, la
lich®), que permiten una deambulación precoz. recidiva del neumotórax tras la retirada del tubo
Se pueden utilizar catéteres de 7 a 14 Fr de cali- por existencia de una pequeña fuga aérea no per-
bre (tipo Pleurocath®), aunque son propensos a cibida.
acodarse y obstruirse por fibrina o coágulos, por Persistencia de fuga aérea: en caso de per-
lo que deben reservarse a neumotórax sin derra- sistencia de fuga aérea durante más de 5 días se
me pleural en los que no exista sospecha de fuga debe valorar la posibilidad de tratamiento quirúrgi-
aérea importante. Si la reexpansión pulmonar no co(1), no recomendándose la inserción de un segun-
se consigue con estos catéteres debe insertar- do tubo de drenaje o la realización de broncosco-
se un tubo de drenaje convencional. pia(8).
La BTS, sin embargo, propone la aspiración sim- Complicaciones: pueden ser: a) parietales:
ple como primer paso en todos los NE primarios hematoma, celulitis, lesiones del paquete inter-
Neumotórax 671

costal, mialgia intercostal; b) viscerales: hemotó- Tabla IV. Indicaciones de tratamiento quirúrgico en el
rax, empiema, lesión de órganos internos; c) sis- neumotórax
témicas: alergia al anestésico; d) drenaje: desco-
• Neumotórax espontáneo recidivante*
nexión o salida accidental del tubo, acodamiento
• Fuga aérea durante más de 5 días
u obstrucción.
• Ausencia de reexpansión pulmonar
• NE secundario de mayor tamaño o sinto-
mático: la técnica de elección es la inserción • Profesión o actividades de riesgo**

de tubo de drenaje de 20 a 28 Fr de calibre, y • Hemoneumotórax importante


posterior conexión a sistema de drenaje bajo • Neumotórax bilateral simultáneo
agua. La utilización de catéteres de pequeño • Neumotórax a tensión
calibre (≤ 14 Fr) debe reservarse a casos muy • Neumotórax crónico
concretos(8). El resto de consideraciones son • Hallazgo de bullas en radiografía o toracoscopia
similares a las expuestas en el NE primario. • Neumotórax catamenial***
• Neumotórax yatrogénico: en neumotórax de
pequeño tamaño el tratamiento inicial puede *Segundo episodio ipsilateral o primer episodio contralateral.
**Submarinismo, montañismo, piloto de aviación.
limitarse a medidas conservadoras (ingreso ***Como alternativa al tratamiento hormonal de la
hospitalario para reposo y oxigenoterapia). En endometriosis o si éste no es efectivo.
neumotórax de mayor tamaño está indicado el
drenaje pleural (en casos no complicados, sin
derrame pleural, se pueden utilizar catéteres Tipos de intervención
de pequeño calibre).
• Neumotórax traumático: debe tratarse Tratamiento quirúrgico
mediante la inserción de tubo pleural y cone- Los dos objetivos fundamentales del trata-
xión a sistema de drenaje bajo agua, y repa- miento quirúrgico son eliminar o resolver la lesión
ración quirúrgica de las heridas penetrantes causante de la fuga aérea, y conseguir una sínfisis
y las posibles lesiones en otros órganos torá- pleural que mantenga el pulmón expandido. La
cicos. cirugía videotoracoscópica (CVT) es el tratamiento
quirúrgico de elección en el NE primario y en
Prevención de las recurrencias muchos casos de NE secundario(1,8). La utilización
El NE tiene una alta tendencia a la recidiva. de endostapler (instrumento lineal de sutura y corte
Entre un 30 y un 50% de los NE primarios recidi- de aplicación endoscópica) es el procedimiento
van, sobre todo, en el primer año(1). El riesgo de de elección para resección de blebs o bullas(1). La
recidiva es mayor en pacientes menores de 40 pleurodesis suele realizarse mediante abrasión de
años(11). la pleura parietal (con torundas de gasa, fragmen-
tos de Márlex o estropajo). Otras técnicas de pleu-
Indicaciones rodesis son la escarificación pleural con electro-
Habitualmente la intervención para la preven- coagulación o láser, la pleurectomía parietal (en
ción de recurrencias se indica tras un segundo epi- desuso), o la pleurodesis química con talco,
sodio de NE ipsilateral(1,7). Algunos autores reco- mediante nebulización de polvo (debe evitarse en
miendan esta intervención después del primer epi- pacientes jóvenes con NE primario o en aquellos
sodio de NE secundario(8). El retraso en la indica- con NE secundario que pueden ser sometidos a
ción condicionará una mayor incidencia de difi- cirugía torácica posterior, por ejemplo, trasplante
cultades técnicas, que motivará un incremento en pulmonar). La CVT reduce el dolor postoperatorio
la necesidad de practicar toracotomías(12). Las indi- y la estancia hospitalaria, pero tiene un mayor por-
caciones quirúrgicas del neumotórax se recogen en centaje de recidiva (4-8%) con respecto a la tora-
la Tabla IV. cotomía (< 2%). La cirugía convencional median-
672 C. Peñalver Mellado, M. Lorenzo Cruz, F. Sánchez Gascón

te toracotomía es el gold standard del tratamien- lo que incrementa de forma progresiva y continua
to quirúrgico dada su alta capacidad resolutiva y la presión intrapleural por encima de la atmosféri-
su baja tasa de recidiva. En el NE está indicada ca. Se produce un colapso completo del pulmón
ante el fracaso de la CVT (más frecuente en NE ipsilateral con desplazamiento contralateral y com-
secundario) o cuando existan dificultades técnicas presión de las estructuras mediastínicas, por lo que
para la CVT (adherencias pleuropulmonares exten- se reduce el retorno venoso y el gasto cardiaco dis-
sas por intervención previa, imposibilidad de intu- minuye, condicionando todo ello un fracaso hemo-
bación selectiva, etc.). En estos casos suele ser dinámico y ventilatorio. Este cuadro requiere un tra-
suficiente una minitoracotomía axilar o posterior tamiento urgente, sin verificación radiológica de la
amiotómica (respeta el músculo). sospecha diagnóstica(13), mediante toracocentesis
para descompresión provisional (con catéter de
Pleurodesis química a través del drenaje plástico como los usados para perfusión intrave-
torácico nosa) y posterior colocación de drenaje pleural.
Se emplea habitualmente para el tratamiento
paliativo del derrame pleural maligno. Su utilización Neumotórax bilateral
en neumotórax debe ser restringida a pacientes Aparece en el 4% de los NE (con mayor fre-
(habitualmente, de edad avanzada) en los que exis- cuencia en NE secundarios), y en neumotórax
te contraindicación para el tratamiento quirúrgico o adquiridos (a veces como consecuencia de una
mal pronóstico a corto plazo de su enfermedad inadecuada actuación médica). El NE bilateral es
subyacente (por ejemplo, neoplasia). En casos selec- indicación de tratamiento quirúrgico tras el drena-
cionados podría realizarse mediante toracoscopia je pleural inicial (bilateral si es preciso).
médica bajo anestesia local y sedación. El agente
farmacológico más utilizado por su efectividad es Hemoneumotórax
el talco. Se instila en la cavidad pleural en forma Es más frecuente en neumotórax traumáticos,
diluida a través del drenaje torácico (suspensión de aunque también puede ocurrir en el NE como con-
2-5 g de talco en suero fisiológico) previa analge- secuencia de rotura de adherencias pleurales al colap-
sia general o anestesia local (instilación de lidocaína sarse el pulmón y en neumotórax catamenial. La reex-
al 2% diluida en suero fisiológico) para reducir el pansión pulmonar mediante drenaje pleural puede
dolor. La pleurodesis química debe realizarse sólo detener la hemorragia. En caso de hemotórax impor-
cuando el pulmón se ha reexpandido adecuada- tante está indicada la exploración quirúrgica.
mente mediante el drenaje, y preferiblemente tras
el cese de la fuga aérea (su persistencia disminu- Pioneumotórax
ye la posibilidad de éxito). Se han descrito como Es raro en NE primario, y suele asociarse a NE
posibles efectos secundarios: SDRA, neumonitis, secundario (neumonía necrotizante) o neumotó-
fiebre, dolor intenso, empiema (raro si existe una rax traumático (rotura esofágica). Debe tratarse con
adecuada esterilización del talco). drenaje pleural y antibioterapia adecuada, además
del tratamiento quirúrgico de la causa subyacente,
COMPLICACIONES si es preciso.
Son poco frecuentes, pero potencialmente
graves. Neumotórax crónico
Es aquel que persiste más de 3 meses como
Neumotórax a tensión o hipertensivo consecuencia de una fístula broncopleural o ausen-
Puede ocurrir en NE y en neumotórax trau- cia de reexpansión pulmonar completa por otras
máticos. Se origina por la presencia de un meca- causas (indicación de broncoscopia si se sospecha
nismo valvular unidireccional, que permite la entra- obstrucción bronquial). En cualquier caso, persis-
da de aire en la cavidad pleural e impide su salida, te una cavidad pleural residual que se llena de líqui-
Neumotórax 673

Neumotórax espontáneo primario

Disnea o No
neumotórax completo

Aspiración simple o drenaje
de pequeño calibre


¿Resolución?
No
Drenaje de pequeño calibre
(si no se ha colocado antes)

¿Reexpansión?
No Sí
Alta y control
Sí ambulatorio
Hospitalización ¿Fuga aérea?
Sello de agua
con/sin aspiración
No
No

Resolución Retirar drenaje

Valoración Sí ¿≥ 2 episodios? No
Alta
indicación quirúrgica Situaciones especiales

Figura 2. Algoritmo del tratamiento del neumotórax espontáneo primario.

do y que puede infectarse. El tratamiento es qui- y tratamiento del neumotórax. Arch Bronconeumol 2002;
rúrgico, y puede ser necesaria una decorticación. 38: 589-95.
2. Pun YW, Fernández L, Prieto J, Moreno R, Acevedo A.
Hallazgos quirúrgicos y patológicos en neumotórax
RESUMEN
espontáneo en jóvenes aparentemente sanos. Arch
El objetivo terapéutico en el neumotórax es Bronconeumol 1997; 33 (Supl): 65.
la reexpansión del pulmón con la menor morbili- 3. Jenkinson SG. Pneumothorax. Clin Chest Med 1985; 6:
dad posible, evitar las recidivas y tratar de forma 153-61.
adecuada los síntomas que provoca (entre ellos 4. Golpe Gómez R, Cifrián Martínez JM, Fernández Rozas
una adecuada analgesia) así como la enfermedad SM, García Pérez MM, Mons Lera R, Jiménez Gómez A.
de base que lo ha provocado en los casos secun- Neumotórax espontáneo asociado a infección por el
darios. La solución del problema radica en la ade- virus de la inmunodefíciencia humana (VIH). Arch Bron-
coneumol 1998; 34: 184-8.
cuada utilización de los tratamientos existentes, lo
5. Sepkowitz KA, Telzac EE, Gold JW, Bernard EM, Blum S,
que no significa que haya que abandonar la inves-
Carrow M et al. Pneumothorax in AIDS. Ann Intern Med
tigación de nuevas opciones. Un algoritmo de actua- 1991; 114: 455-9.
ción puede observarse en las Figuras 2 y 3(14).
6. Wait MA, Dal Nogare AR. Treatment of AIDS-related spon-
taneous pneumothorax: a decade of experience. Chest
BIBLIOGRAFÍA 1994; 106: 693-6.
1. Rivas JJ, Canalís E, Molins L, Pac J, Torres A, Torres J; 7. Henry M, Arnold T, Harvey J; BTS Pleural Diseases Group,
Grupo de Trabajo SEPAR. Normativa sobre diagnóstico British Thoracic Society Standards of Care Committee.
674 C. Peñalver Mellado, M. Lorenzo Cruz, F. Sánchez Gascón

Neumotórax espontáneo secundario

Hospitalización

No
¿Inestable? ¿Completo?
Sí No
Drenaje torácico Observación y O2
Sello de agua ± aspiración Sí

¿Resolución?
¿Reexpansión completa? Sí
No
Sí No
Aspiración -10/-20 cmH2O ¿Fuga aérea? Retirar drenaje

No
¿Resolución? Cirugía
VATS/toracotomí axilar
(talco intrapleural
si contraindicación)

Sí Alta y control
Retirar drenaje
ambulatorio

Figura 3. Algoritmo del tratamiento del neumotórax espontáneo secundario (VATS: cirugía torácica asistida por vídeo).

BTS guidelines for the management of spontaneous 11. Sahn SA, Heffner JE. Spontaneous pneumothorax. N
pneumothorax. Thorax 2003; 58 (Suppl 2): 39-52. Engl J Med 2000; 342: 868-74.
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Klein J et al; AACP Pneumothorax Consensus Group. E, Albort Ventura J, Peñalver Pascual R. Cirugía del neu-
Management of spontaneous pneumothorax: an Ame- motórax espontáneo de repetición: ¿cuándo indicarla?
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56
Paciente subsidiario de trasplante
pulmonar. Manejo del enfermo
trasplantado
F. Santos Luna, J. Redel Montero, J.M. Vaquero Barrios, M.J. Cobos Ceballos

PACIENTE SUBSIDIARIO darios que, junto a infecciones y rechazo, limitan


DE TRASPLANTE PULMONAR la supervivencia de los pacientes trasplantados(5).
El trasplante pulmonar (TxP) está indicado en Por ello, los candidatos habrán de estar libres de
pacientes con enfermedad respiratoria terminal y contraindicaciones y comorbilidades significativas
expectativa de vida corta en los que han fracasa- y reunir las condiciones adecuadas para poder
do o no existen otras posibilidades de tratamien- soportar el tratamiento con las suficientes garan-
to eficaz(1-3). Los candidatos han de estar bien infor- tías de éxito.
mados acerca de las expectativas del trasplante, En la práctica, las indicaciones del TxP se resu-
de sus posibilidades de éxito y de los riesgos que men en unas cuantas entidades: enfisema, fibrosis
conlleva y han de mostrar una adecuada disposi- quística, fibrosis pulmonar e hipertensión pulmo-
ción y adherencia a los tratamientos(2). La disyun- nar, siendo el resto de indicaciones escasas o anec-
tiva cantidad vs. calidad de vida es motivo de con- dóticas.
troversia en la comunidad científica dedicada al El trasplante habrá de plantearse cuando el
TxP. El objetivo debe contemplar la mejora de paciente se encuentre en un punto evolutivo de su
ambos aspectos, la supervivencia y la calidad de enfermedad en el cual el pronóstico vital se ve gra-
vida(4). vemente comprometido, con expectativas de super-
vivencia inferiores a las ofertadas por el trasplan-
Indicaciones del trasplante te(4,6). No obstante, pese al deterioro clínico y fun-
pulmonar cional, ha de conservar un estado general, nutri-
Las indicaciones del TxP han variado a lo largo cional y psicológico, que le permita soportar el tiem-
del tiempo, incrementándose conforme se gana po de espera, la cirugía del TxP y el curso posto-
experiencia. Teóricamente cualquier paciente con peratorio con suficientes garantías de éxito(5). Este
enfermedad respiratoria terminal podría ser can- momento es lo que se denomina “ventana de opor-
didato a TxP, pero en la práctica este tratamiento tunidad del trasplante”(7). Aunque no hay paráme-
está sujeto a importantes limitaciones por su ele- tros inequívocos, hay datos que nos ayudan a valo-
vada mortalidad intrínseca, tanto inmediata, como rar, en las principales indicaciones del TxP, cuál es
a largo plazo. El TxP exige tratamiento inmunosu- el momento óptimo para derivar a los pacientes al
presor de por vida, con importantes efectos secun- grupo de TxP y para considerar su inclusión en lista

675
676 F. Santos Luna, J. Redel Montero, J.M. Vaquero Barrios, M.J. Cobos Ceballos

de espera; momentos que no siempre han de ser Enfermedad pulmonar obstructiva


coincidentes. crónica (EPOC)
El envío para TxP de pacientes con EPOC
Derivación de candidatos al grupo habrá de considerarse cuando evidencian un dete-
de trasplante rioro progresivo pese al tratamiento óptimo inclu-
En general, la remisión de un paciente para yendo broncodilatadores, oxígeno y rehabilitación
su valoración por el grupo de trasplante pulmonar respiratoria. La estimación del momento adecua-
ha de considerarse cuando la supervivencia previ- do para la derivación es complicada, ya que los
sible a los 2 ó 3 años sea inferior al 50%, cuando pacientes con EPOC, pese a estar muy sintomá-
el deterioro funcional sea avanzado o cuando con- ticos y limitados, pueden tener un pronóstico vital
curran ambas circunstancias(2,3). El tiempo en lista relativamente bueno, por lo que con frecuencia
de espera dependerá de los tiempos de espera habi- se plantea la necesidad de justificar el TxP prin-
tuales que maneja el grupo de trasplante y de la cipalmente con vistas a mejorar la calidad de
cantidad de pacientes en lista, así como de deter- vida(2,9).
minadas características del receptor, como la talla o La supervivencia sin el TxP disminuye confor-
el grupo sanguíneo. Los pacientes con fibrosis pul- me aumenta la edad y empeoran el deterioro fun-
monar, fibrosis quística o hipertensión pulmonar idio- cional y el estado nutricional. Varios de estos fac-
pática soportan peor los tiempos de espera largos tores son analizados por el índice BODE (body-
y tienen tasas de mortalidad en lista de espera supe- mass index, airflow obstruction, dyspnea, exerci-
riores a los que padecen enfisema o hipertensión se capacity index), un sistema multidimensional de
pulmonar con síndrome de Eisenmenger(8). puntuación, de 0 a 10, que incluye el estado nutri-
Es aconsejable que la derivación sea precoz, cional (índice de masa corporal), el grado de obs-
pues así dará tiempo a completar el proceso de trucción (porcentaje del FEV1 respecto del teórico),
evaluación de candidatos y a corregir aspectos que el grado de disnea (escala de la disnea del Medi-
pueden suponer aumento del riesgo para TxP (des- cal Research Council modificada) y la capacidad
nutrición, altas dosis de esteroides, etc.)(2,3). de ejercicio (prueba de caminar durante 6 minu-
tos, P6MM)(10) (Tabla I). Un índice BODE > 7 se
Criterios específicos asocia a una mediana de supervivencia en torno a
según la enfermedad de base 3 años, menor de la que cabe esperar tras el TxP.
No existen estudios controlados que permitan Los pacientes con índice BODE entre 5 y 6 pro-
asentar las recomendaciones para derivar a los bablemente no se beneficien del trasplante en tér-
pacientes a TxP. Las guías publicadas para la indi- minos de supervivencia, pero habrá de conside-
cación y selección de candidatos se basan en estu- rarse su derivación al grupo de trasplante para su
dios retrospectivos, en registros de pacientes y en evaluación(2). Los pacientes con FEV1 < 20% y
opiniones de expertos. DLCO < 20% o enfisema de distribución homo-
La decisión de derivar a un paciente para TxP génea también tienen una mediana de supervi-
no debe basarse en un único criterio, pues no exis- vencia en torno a 3 años. Los ingresos hospitala-
ten criterios únicos que determinen la mortalidad rios por reagudización hipercápnica suponen un
inmediata con el suficiente valor predictivo. Hay que mal pronóstico, con supervivencia a los 2 años <
tomar en consideración una diversidad de datos clí- 50%.
nicos, como la frecuencia y gravedad de las exa-
cerbaciones, la necesidad de oxigenoterapia, el dete- Fibrosis quística (FQ)
rioro nutricional, etc., y de datos funcionales, como En los pacientes con FQ los aspectos relacio-
la intensidad y ritmo de la pérdida funcional, eva- nados con la colonización/infección crónica de
luados por espirometrías, gasometrías, pruebas de las vías aéreas cobran un máximo interés, por el
esfuerzo, etc.(2). riesgo de infecciones tras el TxP. No obstante, actual-
Paciente subsidiario de trasplante pulmonar. Manejo del enfermo trasplantado 677

Tabla I. Índice BODE (modificado de la referencia 10)

Puntuación
Variable 0 1 2 3

FEV1 (% del teórico) ≥ 65 50-64 36-49 ≤ 35

Distancia en la P6MM ≥ 350 250-349 150-249 ≤ 149

Disnea MRCM* 0-1 2 3 4

IMC > 21 ≤ 21

FEV1: volumen espiratorio forzado en el 1er segundo; P6MM: prueba de caminar durante 6 minutos; Disnea MRCM: escala de
la disnea del Medical Research Council modificada; IMC: índice de masa corporal = peso (kg)/talla2 (m).
*Escala de la disnea MRCM
Grado 0 Disnea sólo ante actividad física muy intensa
Grado 1 Disnea al andar muy rápido o al subir una cuesta poco pronunciada
Grado 2 Disnea que le incapacita para andar al mismo paso que otras personas de la misma edad
Grado 3 Disnea que le obliga a parar antes de los 100 metros, pese a caminar a su paso y en terreno llano
Grado 4 Disnea al realizar mínimos esfuerzos de la actividad cotidiana, como vestirse o que impide al paciente salir de su domicilio

mente no es posible identificar ninguna contrain- ta un descenso rápido del mismo. En mujeres
dicación absoluta basada en el tipo de microorga- menores de 20 años que sufren un deterioro rápi-
nismo aislado o en su patrón de resistencias(2). Hay do, la derivación ha de ser también rápida, pues el
estudios que demuestran que la mortalidad a medio pronóstico es particularmente malo(1,2). La deriva-
plazo se incrementa significativamente en pacien- ción también habrá de considerarse en pacientes
tes con FQ infectados por el complejo Burkholde- que han precisado ingreso en UCI por exacerba-
ria cepacia, en particular Burkholderia cenocepa- ción grave, en los que sufren neumotórax refracta-
cia genomovar III, por lo que muchos centros tras- rio/recurrente o hemoptisis grave no controlada
plantadores actualmente rehúsan aceptar para el con embolizaciones terapéuticas, independiente-
TxP a pacientes crónicamente infectados por este mente del estado funcional previo. La decisión de
microorganismo(11). incluir a un paciente en lista de espera de TxP habrá
Los pacientes con FQ están expuestos a sufrir de basarse en una evaluación razonada de los indi-
una agudización grave que precise de ventilación cadores de gravedad tales como el deterioro del
mecánica (VM) en UCI. La cuestión de trasplantar FEV1, la existencia de insuficiencia respiratoria, de
o no en estas condiciones es tema de debate, ya hipercapnia y de hipertensión pulmonar.
que los resultados publicados son contradictorios. En pacientes con bronquiectasias por causas
En general, el TxP en estas condiciones se consi- distintas a FQ no existen recomendaciones espe-
dera de forma individualizada, si el paciente había cíficas. En general, se siguen las mismas que para
sido previamente evaluado e incluido en lista de la FQ.
espera, siempre que no concurra ninguna otra dis-
función orgánica significativa u otro factor exclu- Fibrosis pulmonar idiopática
yente. y neumonía intersticial no específica
Definir predictores de mortalidad en la FQ es La fibrosis pulmonar idiopática (FPI) o neu-
difícil, ya que la naturaleza heterogénea y multi- monía intersticial usual (NIU) es la más grave de
sistémica de la enfermedad hace que la evolución las neumopatías intersticiales de origen descono-
y el pronóstico estén sometidos a una amplia varia- cido. La mediana de supervivencia sin el TxP es de
bilidad interindividual(2). En la práctica, se debe con- 2,5 a 3,5 años(2). La rápida progresión de la enfer-
siderar la derivación al grupo de trasplante cuando medad, la falta de tratamientos médicos con impac-
el FEV1 es < 30% del teórico o cuando se detec- to positivo sobre la supervivencia y la alta mortali-
678 F. Santos Luna, J. Redel Montero, J.M. Vaquero Barrios, M.J. Cobos Ceballos

dad en lista de espera de TxP que sufren los pacien- Tabla II. Clases funcionales en pacientes con hiper-
tes con FPI indican que la derivación ha de ser pre- tensión pulmonar. Escala NYHA/OMS
coz tras el diagnóstico(1,2,12).
I Sin limitación de la actividad física. La actividad física
El tipo histológico tiene implicación pronóstica;
habitual no ocasiona disnea, cansancio, dolor torácico
cambios histológicos de NIU identifican a los pacien-
o presíncopes
tes con peor pronóstico, mientras que alteraciones
II Ligera limitación de la actividad física. El paciente
típicas de neumonía intersticial no específica (NINE)
se encuentra bien en reposo. La actividad física
tienen mejor pronóstico, que empeora conforme
habitual le ocasiona disnea o cansancio, dolor torácico
avanza la fibrosis.
o presíncopes
El deterioro funcional avanzado (FVC < 60%,
DLCO < 40-50%) se asocia a una alta mortalidad. III Marcada limitación de la actividad física. El paciente
No obstante, pacientes con volúmenes pulmona- se encuentra bien en reposo. Actividad inferior a la

res relativamente bien conservados pueden tener habitual le ocasiona disnea o cansancio, dolor torácico
o presíncopes
cifras de mortalidad similares a aquellos con peor
función. Por ello, unas pruebas funcionales poco IV Incapacidad para llevar a cabo cualquier actividad
alteradas no justifican retrasar el envío del pacien- física sin que se produzcan síntomas. La disnea y/o
te al grupo de trasplante. El deterioro funcional ace- el cansancio pueden estar presentes en reposo y se
lerado, con descenso de FVC ≥ 10% en 6 meses acentúan con la mínima actividad física. Están
y el descenso de la saturación arterial de oxígeno presentes signos de insuficiencia cardiaca derecha y

(SatO2) por debajo del 88% durante la P6MM iden- síncopes

tifica a un subgrupo de pacientes con muy alto ries-


go de mortalidad(2). La intensidad de la fibrosis, esti-
mada en la TACAR con un valor mayor de 2 en la tos cardiacos congénitos tienen supervivencias pro-
escala de fibrosis, es decir, con panalización que longadas. En los pacientes con enfermedad veno-
afecta a más del 25% del lóbulo, se relaciona con oclusiva pulmonar y con hemangiomatosis capilar
reducción de la supervivencia. pulmonar el pronóstico es pésimo, por la falta de
La enfermedad pulmonar intersticial asociada tratamiento médico específico.
a las enfermedades del tejido conectivo puede mos- El estado funcional evaluado mediante la clase
trar gran variabilidad de presentación y evolución funcional NYHA/OMS (Tabla II) y la capacidad de
interindividual, por lo que cada caso habrá de ser esfuerzo, evaluada principalmente por la P6MM, se
considerado de forma individualizada. Ha de com- correlacionan con la supervivencia en pacientes con
probarse que la enfermedad sistémica se encuen- HAPI. Los que se encuentran en clase funcional
tra en estado quiescente. Generalmente, la evi- III o IV y los que caminan menos de 332 metros
dencia de vasculitis sistémica activa descarta la tienen mayor riesgo de muerte(2).
opción del trasplante. Datos del registro norteamericano de hiper-
tensión pulmonar indican una supervivencia muy
Hipertensión arterial pulmonar reducida en pacientes no tratados con índice car-
La hipertensión arterial pulmonar (HAP) es un diaco menor de 2 L/min/m2, presión sistólica en
trastorno progresivo y grave inducido por un incre- arteria pulmonar igual o mayor de 85 mmHg y pre-
mento en la resistencia vascular pulmonar que ter- sión en aurícula derecha igual o mayor de 20 mmHg
mina ocasionando la muerte por fracaso ventricu- (mayor de 12 mmHg en estudios posteriores)(13).
lar derecho. En las últimas décadas, los avances en el tra-
La etiología de la HAP tiene implicación pro- tamiento médico han mejorado notablemente el
nóstica. La HAP asociada a esclerodermia tiene peor pronóstico de la HAPI. La supervivencia mejora
pronóstico que la HAP idiopática (HAPI), mientras en los pacientes tratados con epoprostenol intra-
que los pacientes con HAP debida a cortocircui- venoso y probablemente ocurra igual con otros fár-
Paciente subsidiario de trasplante pulmonar. Manejo del enfermo trasplantado 679

macos específicos como bosentán, treprostinil, sil- La FQ es la principal indicación en niños mayores
denafilo, etc.(14). Hasta la fecha no hay estudios que de 10 años. En ellos, son válidos los criterios de
demuestren que los tratamientos combinados pue- derivación y trasplante anteriormente expuestos en
dan mejorar el pronóstico en la HAP, si bien, la adultos con FQ. En niños pequeños las indicacio-
mayoría de los grupos apuran las opciones de tera- nes son heterogéneas (HAPI, enfermedades car-
pia médica con combinación de dos o tres fárma- diacas o vasculares congénitas, anomalías del de-
cos antes de considerar la opción del trasplante. sarrollo pulmonar o de la adaptación a la vida extrau-
terina), por lo que no pueden establecerse indi-
Otras enfermedades caciones precisas(1,15).
Enfermedades como la sarcoidosis, la linfan-
gioleiomiomatosis y la histiocitosis X son poco fre- Retrasplante pulmonar
cuentes. Dada la escasa experiencia acumulada y No existen criterios definidos para indicar el
el curso crónico y variable de estas enfermedades, retrasplante pulmonar. La indicación está limitada
no existen indicadores precisos para derivar a los por la falta de donantes y por el alto grado de difi-
pacientes ni para indicar el TxP. La derivación al cultad técnica que condiciona una alta mortalidad
grupo de trasplante se considerará en pacientes precoz. La opción se contempla en casos selec-
con afectación funcional grave (clase funcional III cionados de pacientes autónomos, ambulatorios,
o IV NYHA/OMS) y el trasplante cuando además sin comorbilidad significativa y con deterioro fun-
estén presentes marcadores de mal pronóstico cional grave y progresivo debido al rechazo cróni-
como hipoxemia o hipertensión pulmonar. co de un TxP previo.
La Tabla III resume las guías para derivar a
Trasplante pulmonar pediátrico pacientes y para indicar el TxP en las distintas pato-
Las indicaciones del trasplante pulmonar pediá- logías, atendiendo a las diversas consideraciones
trico también han evolucionado, como en adultos. pronósticas.

Tabla III. Guías para la derivación y la indicación de trasplante en las diversas enfermedades respiratorias (modifi-
cada de la referencia 2)

Enfermedad pulmonar obstructiva crónica


• Guía para derivar a los pacientes
– Índice BODE > 5
• Guía para indicar el trasplante
– Índice BODE ≥ 7 o al menos uno de los siguientes:
- Hospitalización previa por reagudización con hipercapnia (PaCO2 > 50 mmHg)
- Hipertensión pulmonar, cor pulmonale o ambos, pese a oxigenoterapia continua
- FEV1 < 20% con DLCO < 20% o con enfisema de distribución homogénea

Fibrosis quística y otras causas de bronquiectasias


• Guías para derivar
– FEV1 < 30% del teórico o en rápido descenso (en particular en mujeres jóvenes)
– Exacerbación de la enfermedad respiratoria que requiera estancia en UCI
– Incremento en la frecuencia de las exacerbaciones que requieren antibioterapia
– Neumotórax refractario o recurrente
– Hemoptisis recurrente que no se controla con embolizaciones terapéuticas
• Guías para indicar el trasplante
– Insuficiencia respiratoria oxigenodependiente
– Hipercapnia
– Hipertensión pulmonar …/…
680 F. Santos Luna, J. Redel Montero, J.M. Vaquero Barrios, M.J. Cobos Ceballos

Tabla III. (Continuación)

Fibrosis pulmonar idiopática y neumonía intersticial no específica


• Guías para derivar
– Evidencia histológica o radiológica de NIU, independientemente del valor de la VC
– Evidencia histológica de NINE en fase de fibrosis
• Guía para indicar el trasplante
– Evidencia histológica o radiológica de NIU y alguno de los siguientes:
- DLCO < 39% del predicho
- Descenso ≥ 10% de la FVC a lo largo de 6 meses de seguimiento
- Descenso de la SatO2 por debajo del 88% durante la P6MM
- Panalización en la TACAR torácica (puntuación > 2 en la escala de fibrosis)
– Evidencia histológica de NINE y alguno de los siguientes:
- DLCO < 35% del predicho
- Descenso ≥ 10% de la FVC o > 15% de la DLCO en 6 meses de seguimiento

Hipertensión arterial pulmonar


• Guías para derivar
– Clase funcional III o IV NYHA/OMS, independientemente del tratamiento en curso
– Enfermedad rápidamente progresiva
• Guías para indicar el trasplante
– Persistencia en clase funcional III o IV, a pesar del tratamiento médico máximo
– Recorrido < 350 metros en la P6MM o en descenso
– Falta de respuesta al tratamiento con epoprostenol i.v. o equivalente
– IC < 2 L/min/m2
– PAD > 15 mmHg

Sarcoidosis
• Guía para derivar
– Clase funcional NYHA III o IV
• Guías para indicar el trasplante
– Limitación funcional (clase funcional NYHA III o IV) y cualquiera de los siguientes:
- Hipoxemia en reposo
- Hipertensión pulmonar
- PAD > 15 mmHg

Otras enfermedades: linfangioleiomiomatosis, histiocitosis X


• Guía para derivar
– Clase funcional NYHA III o IV
• Guías para indicar el trasplante
– Grave deterioro en la función pulmonar y en la capacidad de ejercicio
– Hipoxemia en reposo

Trasplante pulmonar pediátrico


• Guía para derivar
– Enfermedad que no responde al tratamiento médico y quirúrgico máximo
– Clase funcional NYHA III o IV
• Guía para trasplantar
– Cianosis grave, fallo cardiaco derecho y bajo gasto cardiaco

PaCO2: presión arterial de anhídrido carbónico; FEV1: volumen espiratorio forzado en el primer segundo; DLCO: prueba de
difusión pulmonar de monóxido de carbono: UCI: unidad de cuidados intensivos; VC: capacidad vital; NIU: neumonía intersticial
usual; NINE: neumonía intersticial no específica; FVC: capacidad vital forzada; SatO2: saturación arterial de oxígeno; TACAR:
tomografía axial computarizada, alta resolución; P6MM: prueba de caminar durante 6 minutos; NYHA: New York Heart
Association; OMS: Organización Mundial de la Salud; IC: índice cardiaco; PAD: presión de aurícula derecha.
Paciente subsidiario de trasplante pulmonar. Manejo del enfermo trasplantado 681

Tabla IV. Contraindicaciones del trasplante pulmonar

Contraindicaciones absolutas
• Enfermedad neoplásica maligna con intervalo libre de enfermedad < 5 años, con excepción de carcinomas cutáneos
epidermoides y de células basales
• Disfunción avanzada e intratable de cualquier otro órgano principal (corazón, hígado, riñón). En casos altamente
seleccionados, puede ser considerado el trasplante combinado de pulmones y otros órganos (corazón, hígado, riñones)
• Infección extrapulmonar crónica incurable, incluyendo hepatitis crónica activa por virus B, hepatitis por virus C e
infección por VIH
• Enfermedad neuromuscular progresiva
• Deformidad significativa de la caja torácica o de la columna vertebral
• Falta de adherencia al tratamiento demostrada o incapacidad para cumplir el tratamiento indicado, el seguimiento
médico o ambos
• Condiciones psicológicas o psiquiátricas que supongan una incapacidad para cooperar y cumplir el tratamiento médico
indicado
• Falta de soporte socio-familiar consistente
• Adicción activa o en tiempo < 6 meses a sustancias como alcohol, tabaco, narcóticos o tóxicos ilegales

Contraindicaciones relativas
• Edad > 65 años
• Situación clínica crítica o inestable (p. ej., estado de shock)
• Limitación funcional grave con escasas posibilidades de rehabilitación
• Colonización por bacterias multirresistentes o de alta virulencia, hongos o micobacterias
• Obesidad grave, definida por índice de masa corporal > 30 kg/m2
• Osteoporosis grave o sintomática
• Necesidad de ventilación mecánica
• Otras condiciones médicas, como diabetes, hipertensión arterial, úlcera péptica o enfermedad por reflujo gastroesofágico

Contraindicaciones del trasplante MANEJO DEL PACIENTE TRASPLANTADO


pulmonar Los avances en las técnicas quirúrgicas y anes-
El TxP es un procedimiento complejo con ele- tésicas y en los cuidados postoperatorios son la
vada morbilidad-mortalidad perioperatoria. El pro- causa de que las complicaciones quirúrgicas del
ceso de evaluación de candidatos deberá atender TxP hayan disminuido en la actualidad, aunque
a la búsqueda de posibles comorbilidades y con- siguen siendo factores que determinan una impor-
diciones médicas o psicosociales que puedan reper- tante morbimortalidad postoperatoria(16). El pacien-
cutir negativamente sobre el riesgo del trasplante te trasplantado requiere la toma de medicación
o sobre los resultados(1). Las contraindicaciones inmunosupresora de por vida, que condiciona un
absolutas hacen referencia a condiciones que con- riesgo elevado de infecciones, tumores y compli-
traindican formalmente el TxP, mientras que las rela- caciones metabólicas diversas. Analizamos las prin-
tivas se erigen en factores de riesgo que, conside- cipales complicaciones del paciente trasplantado.
rados de forma aislada, no suelen tener peso sufi-
ciente como para contraindicar el tratamiento pero, Complicaciones inmediatas
a medida que se van sumando, pueden agravar el
riesgo del trasplante hasta hacerlo intolerable. Disfunción primaria del injerto
La Tabla IV resume las contraindicaciones abso- También llamada daño de reperfusión o res-
lutas y relativas que suelen ser consideradas en los puesta de reimplantación. Constituye la principal
candidatos a trasplante pulmonar. causa de morbimortalidad del postoperatorio inme-
682 F. Santos Luna, J. Redel Montero, J.M. Vaquero Barrios, M.J. Cobos Ceballos

diato(16). Se debe fundamentalmente a la disfun- yado por la respuesta favorable al tratamiento con
ción endotelial del injerto como consecuencia de bolos de esteroides, es de desear la confirmación
la isquemia, tras la interrupción de la circulación en anatomopatológica y gradación de la intensidad del
el donante y la reperfusión, una vez implantado en mismo mediante biopsia transbronquial. En las
el receptor. También influye en su patogenia el trau- muestras histológicas, es característica la presencia
ma quirúrgico, la interrupción de la circulación lin- de infiltrados perivasculares linfocitarios. Hay que
fática y la denervación pulmonar(17). Su frecuencia tener en cuenta siempre que la infección puede
ha disminuido debido a las mejores soluciones de predisponer al rechazo, el tratamiento del rechazo
preservación, la disminución de los tiempos de a la infección y que ambos pueden coexistir simul-
isquemia y la mejor selección y cuidado de los táneamente. El tratamiento se basa en bolos de
donantes. metilprednisolona, seguido de una pauta de reduc-
ción de corticoides orales y optimizar el resto del
Complicaciones de la vía aérea tratamiento inmunosupresor. En caso de rechazo
Las complicaciones de la sutura bronquial com- agudo refractario y/o recurrente hay que valorar
prenden la dehiscencia, la estenosis y la bronco- cambios en el régimen inmunosupresor(21).
malacia. Suponen el 10 a 20% de las complica-
ciones, aunque se asocian a una escasa mortali- Otras complicaciones precoces(22)
dad. La dehiscencia de la anastomosis es una com- Las complicaciones pleurales son frecuentes
plicación precoz, de las primeras semanas tras el en el postoperatorio inmediato y pueden influir en
TxP, mientras que el resto de complicaciones sue- la pérdida de función del injerto y en la morbi-
len instaurarse a partir del primer mes. En su pato- mortalidad del paciente.
génesis se han identificado diversos factores cau- Diversas complicaciones neurológicas pueden
sales, como la isquemia bronquial, fallos en la téc- estar presentes en pacientes trasplantados. La pará-
nica quirúrgica o en la preservación del injerto, tiem- lisis parcial del nervio ciático poplíteo externo suele
pos de isquemia prolongados, rechazo e infeccio- ocurrir en pacientes desnutridos, con escaso paní-
nes. Suelen diagnosticarse precozmente por una culo adiposo, por compresión neural durante el acto
clínica florida junto a las técnicas de imagen y la quirúrgico. Las lesiones del nervio frénico, paresias
fibrobroncoscopia (FB)(18). Suelen responder a téc- y parálisis, durante la cirugía dificultan la mecáni-
nicas de broncoscopia intervencionista y rara vez ca ventilatoria y pueden condicionar tiempos de
precisan cirugía(19). ventilación mecánica prolongados. La lesión del
vago se ha implicado en la patogenia de la gas-
Rechazo agudo troparesia postrasplante.
Pese a la utilización de combinaciones de fár-
macos inmunosupresores, los episodios de recha- Complicaciones tardías
zo agudo (RA) afectan a más del 50% de los pacien-
tes trasplantados. Sin embargo, la pérdida inmediata Infecciones
de función debida a RA ocurre en menos del 10% Las infecciones juegan un papel destacado en
de los pacientes(20). El primer episodio de RA típi- la mortalidad precoz y la tardía tras el TxP(23). Las
camente tiene lugar al final de la primera semana, infecciones bacterianas son las causantes de más
siendo su incidencia mayor en la segunda y terce- de la mitad de las muertes debidas a infección.
ra semanas postrasplante. La presentación clínica La neumonía bacteriana y la neumonitis por CMV
es inespecífica, con disnea, febrícula y leucocito- son las entidades más relevantes por su elevada
sis, asociada a nuevos infiltrados en la radiografía morbimortalidad. Las infecciones pueden ser trans-
de tórax o progresión de los ya existentes. El diag- mitidas desde el órgano implantado o adquiridas
nóstico diferencial con las infecciones es obligado. de novo, por extensión desde vías respiratorias supe-
Aunque el diagnóstico del RA puede ser clínico apo- riores o desde el pulmón nativo remanente. Son
Paciente subsidiario de trasplante pulmonar. Manejo del enfermo trasplantado 683

factores favorecedores el obligado ambiente de por el contrario, implica además la existencia de un


inmunosupresión, la pérdida del reflejo tusígeno cuadro clínico compatible (síndrome pseudogripal,
y de la función mucociliar, la lesión de la vía aérea trastornos hematológicos, como leucopenia y trom-
por el daño de isquemia-reperfusión, la interrup- bopenia, gastroenterocolitis, hepatitis, coriorretinitis,
ción del drenaje linfático, la contaminación bacte- etc.) o cambios histológicos característicos(26). La infec-
riana del injerto y el contacto permanente del pul- ción por CMV induce un estado de inmunodepre-
món con el exterior. sión frente a otros microorganismos, haciendo más
proclives a los pacientes a adquirir infecciones gra-
Infecciones bacterianas ves por patógenos oportunistas. La neumonitis por
Son más comunes en el periodo postrasplante CMV se ha implicado con el desarrollo de un sín-
precoz y vuelven a cobrar interés en periodos más drome de bronquiolitis obliterante (SBO) como expre-
avanzados del seguimiento, una vez desarrollado el sión clínica del rechazo crónico del injerto. La profi-
rechazo crónico. En series históricas se hablaba de laxis antiviral y la terapia anticipada con fármacos anti-
una prevalencia de hasta el 35%, que en la actua- virales eficaces (ganciclovir/valganciclovir) han redu-
lidad se ha reducido hasta el 10%. La prevención cido la morbimortalidad por CMV.
de las infecciones se basa en el tratamiento anti-
biótico empírico o sobre la base de aislamientos pre- Infecciones fúngicas
vios. Se considera como patógeno potencial a todo El aislamiento de especies de Candida y Asper-
agente infeccioso aislado en los primeros días pos- gillus no es infrecuente tras el TxP. Los hongos del
trasplante(24). El diagnóstico de neumonía y bron- género Candida son los más frecuentemente ais-
quitis aguda sigue los criterios habituales. Los micro- lados como microorganismos colonizadores de las
organismos más comúnmente aislados son: Pseu- vías respiratorias superiores y digestivas. Para la pro-
domonas aeruginosa, Acinetobacter sp, Stenotro- filaxis digestiva se utiliza nistatina en solución oral(23).
phomonas maltophilia y Staphylococcus aureus. El Los hongos del género Aspergillus, en particular
tratamiento de la infección bacteriana se basa en Aspergillus fumigatus, pueden ser responsables de
los cultivos y antibiogramas de las secreciones bron- infecciones asociadas a una alta prevalencia y mor-
quiales, pero, dado que los resultados de los culti- talidad. El espectro clínico varía desde infecciones
vos suelen demorarse, el tratamiento antibiótico ini- locales hasta formas angioinvasivas o diseminadas.
cial habrá de ser empírico, en base al conocimien- El diagnóstico de presunción se establece en base
to de la flora habitual del hospital, resistencias micro- a un cuadro clínico-radiológico-endoscópico com-
biológicas y la prevalencia de los distintos patóge- patible y el aislamiento del hongo en especímenes
nos según la enfermedad de base. Por norma, el biológicos. La profilaxis antifúngica, ya sea oral con
tratamiento antibiótico debe incluir fármacos activos derivados imidazolínicos o tópica con aerosoles de
frente a Pseudomonas sp y Staphylococcus aureus. anfotericina(27), se han demostrado muy eficaces.
La infección por Pneumocistis jiroveci ha sido vir-
Infecciones virales tualmente eliminada desde que se realiza profilaxis
La más importante es la infección por citome- universal con trimetoprim-sulfametoxazol, el cual tiene
galovirus (CMV). Su incidencia, junto con las bacte- además efecto preventivo frente a otros microorga-
rias oportunistas, es más alta en los primeros seis nismos, como Toxoplasma, Nocardia y Listeria.
meses postrasplante(24). El origen del CMV puede
proceder de un donante seropositivo, por transfu- Complicaciones no infecciosas
siones de sangre o hemoderivados, por la reactiva-
ción del virus en un receptor previamente infectado Neoplasias
o tratarse de una infección adquirida de novo(25). La Además de la predisposición a las infecciones,
infección por CMV se basa en la detección del virus los fármacos inmunosupresores se relacionan con
en un paciente asintomático. La enfermedad por CMV, el desarrollo de enfermedades malignas. La inci-
684 F. Santos Luna, J. Redel Montero, J.M. Vaquero Barrios, M.J. Cobos Ceballos

Neumonía bacteriana

Infección CMV

2 sem Infección por Candida y otros hongos

Día +9 Infección por P. carinii

Infección VEB ¿Linfoma?

0 1 semana 1 mes 1 año 2 años

Figura 1. Cronología de las complicaciones infecciosas.

dencia de tumores en pacientes trasplantados es la utilización de fármacos antivirales, inmunotera-


de 20 a 30 veces superior a la población general. pia, quimioterapia y radioterapia convencional y ciru-
gía de exéresis de las lesiones residuales.
Enfermedades linfoproliferativas
La enfermedad linfoproliferativa postrasplante Neoplasias no linfoproliferativas
(ELPT) se relaciona con los efectos de la inmuno- Entre las más prevalentes se incluyen los carci-
supresión y con la infección por el virus de Epstein- nomas cutáneos epidermoides y basocelulares, mela-
Barr (VEB). Este agente, cuando se adquiere de nomas, carcinomas de vulva, cuello uterino y periné
novo tras el trasplante, induce proliferación clonal y sarcoma de Kaposi. Los carcinomas cutáneos son
linfocítica, que puede abocar al desarrollo de una los más frecuentes y suelen asentar en cabeza y cue-
variedad de procesos que van desde la neumoni- llo. La exposición solar es un factor de primera mag-
tis intersticial hasta el linfoma diseminado. Por lo nitud en su aparición. Aunque acarrean problemas
general, se desarrolla en el primer año postrasplante estéticos, no suelen ser invasivos ni metastatizar.
y afecta al 6% de los trasplantados de pulmón.
Suele afectar al injerto pulmonar en forma de nódu- Rechazo crónico
los, masas o infiltrados generalmente asintomáti- El rechazo crónico sigue siendo la principal
cos. También pueden aparecer fuera del órgano causa de morbimortalidad a largo plazo tras el TxP(16).
trasplantado, siendo en este caso el SNC el lugar Suele manifestarse en forma de obstrucción de las
de presentación más común(28). A veces se pre- vías aéreas, que se inicia a nivel de las vías finas
senta como enfermedad diseminada. La ELPT supo- (bronquiolitis obliterante) (BO) y acaba por afectar
ne un empeoramiento pronóstico. La superviven- a la totalidad del sistema bronquial, con desarro-
cia de los pacientes que desarrollan ELPT tras el llo de bronquiectasias. Raramente se presenta antes
TxP es del 50% al año y 19% a los dos años. El del tercer mes postrasplante, alcanzando su máxi-
diagnóstico se sospecha por la presentación clíni- ma incidencia durante los dos primeros años, si
co-radiológica y el momento de aparición tras el bien el riesgo persiste indefinidamente. No se cono-
TxP en un receptor previamente seronegativo para cen con exactitud los mecanismos patogénicos que
el VEB. La biopsia del órgano o territorio afectado llevan al desarrollo de una BO. En la práctica se
confirma el diagnóstico. El tratamiento de la ELPT habla de SBO cuando el paciente desarrolla un dete-
se sustenta en la reducción de la inmunosupresión, rioro funcional progresivo con patrón obstructivo e
Paciente subsidiario de trasplante pulmonar. Manejo del enfermo trasplantado 685

Respuesta pulmonar de reimplantación

Día +4 Rechazo agudo

Día +4 Complicaciones de la vía aérea

Rechazo crónico/bronquiolitis obliterante

Día +90

0 1 semana 1 mes 1 año 2 años

Figura 2. Cronología de las complicaciones no infecciosas.

hiperinflación pulmonar, habiéndose descartado 2. Orens JB, Estenne M, Arcasoy S et al. International gui-
otras causas de obstrucción, sin que sea necesaria delines for the selection of lung transplant candidates:
2006 update–A consensus report from the Pulmonary
la demostración histológica de BO(29). El tratamiento
Scientific Council of the International Society for Heart
del rechazo crónico establecido es difícil ya que la and Lung Transplantation. J Heart Lung Transplant 2006;
respuesta no siempre se consigue y, aunque pueda 25: 745-55.
frenar el deterioro funcional, éste no suele ser rever- 3. Glanville AR, Estenne M. Indications, patient selection
sible. Existen diversas estrategias de tratamiento, and timing for referral for lung transplantation. Eur Res-
como la corticoterapia a altas dosis, terapia citolíti- pir J 2003; 22: 845-52.
ca, cambios de la inmunosupresión(30) y fármacos 4. Nathan SD. Lung transplantation. Disease-specific con-
inmunomoduladores (estatinas, macrólidos, etc.). siderations for referral. Chest 2005; 127: 1006-16.
5. Merlo CA, Orens JB. Selection of candidates for lung
Complicaciones metabólicas transplantation. Curr Opin Organ Transplant 2007; 12:
479-84.
Pueden ser múltiples, con impacto pronósti-
6. Santos Luna F, Lama Martínez R. Trasplante pulmonar.
co en la morbimortalidad. Incluyen fundamental-
Criterios de selección y evaluación de candidatos. Neu-
mente la hipertensión arterial, diabetes, osteopo- mosur 2000; 12: 120-30.
rosis, insuficiencia renal e hiperlipidemia. Se deben 7. Arcasoy SM, Kotloff RM. Lung transplantation 1999; 340:
fundamentalmente al uso de la medicación inmu- 1081-91.
nosupresora y son responsables del 10% de las 8. Studer SM, Levy RD, McNeil K, Orens JB. Lung trans-
complicaciones tardías del TxP(22). plantation outcomes: a review of survival, graft function,
Las Figuras 1 y 2 resumen la cronología de las physiology, health-related quality of life and cost-effec-
complicaciones del paciente trasplantado. tiveness. Eur Respir J 2004; 24: 674-85.
9. Martínez FJ, Kotloff R. Prognostication in Chronic Obstructi-
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Trasplante pulmonar. En: Soto Campos JG, coord. Manual til: a review. Transplant Proc 2003; 35: 968-73.
Índice de materias

A Anticolinérgicos 325, 326, 357, 371


Anticuerpos
AccuProbe 560 ANA 17
Acenocumarol 465 ANCA 18
Acetato de megestrol 638 anticardiolipina 18
Aciclovir 529 anticentrómero 18
Ácido paraaminosalicílico 547 anticitoplasma de neutrófilos 18
Acinetobacter 512, 529, 683 antiDNA 17
Acitromicina 338 antiesclerodermia 18
ADA 20, 299 antiMBG 18
Adenosín trifosfato 89 antimembrana basal glomerular 18
Adenosindesaminasa 299 antinucleares 17
Adrenalina 371 antiRNP 18
Adrenomedulina 489 antirribonucleoproteína 18
Agonistas beta-2 357 antisíndrome de Sjögren 18
Agudización asmática 367 antiSmith 18
Alfa-1-antitripsina 328 frente a antígenos nucleares extraíbles 18
Alveolitis alérgica extrínseca 576 Antidepresivos 641
Ambrisextan 495 Antígeno
Amikacina 507, 516, 547, 565 carcinoembrionario 21
Amiloidosis 608 del carcinoma de células escamosas 21
Amoxi/clavulánico 338, 506, 507 polipeptídico tisular 21
Amoxicilina 507 Antihistamínicos 288, 289
Anestesia tópica 119 Antileucotrienos 371
Anfotericina B 527, 529, 574 AQLQ 109
AngioTC 55, 477 Argatrobán 484
Antagonistas de la endotelina-1 410 Arteriografía
Anti-IgE 292 bronquial 250
Antibióticos por vía inhalada 606 pulmonar 477

687
688 Índice de materias

Artritis reumatoide 427 Broncoscopia 115, 248


Asma 111, 164, 219, 264, 280, 355, 395 con autofluorescencia 124
de control difícil 360 intervencionista 129
de riesgo vital 367 Broncoscopio rígido 115
difícil de tratar 355 Bronquiectasias 44, 112, 164, 595
Aspergillus 529 Bronquiolitis 439
fumigatus 524, 571, 683 aguda 444
Aspergiloma 571 celular 441
Aspergilosis constrictiva 440, 445
broncopulmonar alérgica 589 folicular 441
broncopulmonar alérgica (ABPA) 575 obliterante 445, 684
crónica necrotizante 572 respiratoria 441, 444
inmunoalérgicas 575 asociada a enfermedad pulmonar
invasiva 572 intersticial 412, 447
pulmonar 523, 571 Bronquitis eosinofílica 280
semiinvasiva 572 Budesónida 325, 355, 356
Asthma Quality of Life Questionnaire 109 Bulky 625, 626
Atelectasia 28, 29 Buprenorfina 640
Autoanticuerpos 17 Bupropión 349
Azitromicina 507, 530 Burkholderia cepacia 585, 604, 677
Aztreonam 506, 507
C

B CA 125 21, 22
Calidad de vida 105, 205
Baclofeno 641 cuestionarios específicos 108
BACTEC 460 TB 560 cuestionarios genéricos 107
Beclometasona 356 relacionada con la salud 105
Bemiparina 465 cANCAs 18
Beraprost 495 Cáncer de pulmón 220, 611, 623, 635
Beta-agonistas 325, 326 Candida albicans 523, 529
Beta-glucano 22 Candidiasis broncopulmonar 577
Bevacizumab 625, 628 Capacidad vital forzada 75
Biopsia Capreomicina 547
bronquial 121 Carbamacepina 641
pleural 301 Carboplatino 625, 653
transbronquial 117, 121 Carcinoma
Booster 542 adenoide quístico 319
Bosentan 495 broncogénico 60
Braquiterapia endobronquial 140 bronquioloalveolar 33
Brittle asthma 376 colorrectal 660
Bromuro de ipratropio 290, 325 de cabeza y cuello 661
Broncoaspirado 121 de células escamosas 319
Broncodilatación, test 78 de mama 660
Broncodilatadores 337, 370 renal 660
Broncograma aéreo 236 urotelial 660
Índice de materias 689

Caspofungina 529, 574 Dexametasona 638


CEA 22 Diafragma 27
Cefditorén 338, 507 Diclofenaco 639
Cefepima 338, 507, 516, 527 Difusión, pruebas 84
Cefotaxima 506, 507, 516 Dihidrocodeína 639
Ceftazidima 516 Dímero-D 13, 473
Ceftriaxona 506, 507, 516 Disección aórtica 269
Cepillado bronquial 122 Disnea 253, 256
Cepillo telescopado ocluido 122 escalas de medición 262
Cetuximab 629 Distrés respiratorio 33
Chlamydia pneumoniae 500 Docetaxel 625, 630
Churg-Strauss, granulomatosis 433 Dolor
Ciclofosfamida 653 esofágico 270
Cicloserina 547 funcional 271
Cinitapride 638 pericárdico 268
Ciprofloxacino 338, 507, 516, 527, 547, 565 pleurítico 269
Cisapride 638 psicógeno 271
Cisplatino 625, 653 torácico 267
Citomegalovirus 683 tromboembólico 270
Citoplásmico 18 Doxiciclina 530
Claritromicina 507, 530, 547, 565 Doxorrubicina 653
Clindamicina 507
Clonacepam 641
Codeína 639 E
Consumo de oxígeno 94
Contusión pulmonar 36 EAP 169
Corticoides inhalados 326 ECA 16
Cotrimoxazol 528, 529 Ecografía 63
Crioterapia 138 de miembros inferiores 69
Criptococosis 577 endobronquial 68
Cromolín sódico 290 torácica 297
Cryptococcus neoformans 530 Edema pulmonar 31, 37, 169
Cuestionarios Elasticidad y distensibilidad 83
específicos (calidad de vida) 108 Embase 3, 5
genéricos (calidad de vida) 107 Empiema 303
CURB65, escala 505 ENAs 18
Current Contents 3, 5 Endoprótesis traqueobronquiales 142
CVRS 105 Endotelina-1 488
CYFRA 21, 22 Enfermedad
intersticiales 403
D mixta del tejido conectivo 431
pulmonar
Dalteparina 465 obstructiva crónica 169, 321
Déficit de α1-antitripsina 218 ocupacional 451
Derrame pleural 49, 66, 295 restrictivas 169
recidivante 303 tromboembólica venosa 461
690 Índice de materias

Enfisema 44 Fibrosis
Enolasa neuronal específica 21 quística 112, 164, 217, 562, 676
Enoxaparina 465 pulmonar 41, 164, 403
Entrenamiento 160 Fine, escala (PSI) 503
Entrez 4 Fístula traqueoesofágica 318
Enzima convertidora de la angiotensina 16 Flucitosina 530, 574
Eosinofilias pulmonares 415, 419 Fluconazol 530, 574
Epinefrina 371 Flujo espiratorio máximo 76
Epirrubicina 653 entre el 25% y el 75% 76
EPOC 110, 179, 263, 280, 321, 333, 395 oronasal 194
Epoprostenol 493 pico 76
Epworth, escala 306 Fluticasona 325, 356
Equinocandina 529 Fondaparinux 464, 465
Erlotinib 629 Formoterol 325, 356
ERS School 6 FTE 318
Ertapenem 507
Escala
CURB65 504 G
de Borg 99
de Epworth 306 Gabapentina 641
de Fine 503, 504 Galactomanano 21
de medición de disnea 262 Gammagrafía pulmonar 475
Esclerosis sistémica progresiva 430 Ganciclovir 528, 683
Espirometría 73, 322 Gasometría arterial 11, 229
Estenosis Gefitinib 629
traqueales 316 Gencitabina 625
traqueobronquiales benignas 131 Genes
Estreptomicina 547, 548, 565 mutadores 221
Etambutol 530, 538, 547, 548, 565 supresores 221
Etionamida 547, 565 Gentamicina 516
Etopósido 625 Glucocorticoides intranasales 287
Evaluación preoperatoria 199 Glucolisis anaeróbica 90
Excesiva somnolencia diurna 305 Goteo nasal posterior 275, 279
Exón 214 Gram 502
Exudados 302 Granulomatosis
de Churg-Strauss 433
de Wegener 432
F sarcoidea necrotizante 434

Fenobarbital 647
Fenotipos asmáticos 379 H
Fentanilo 640
Fibras musculares 91 Haemophilus influenzae 334, 500, 516, 522, 528,
Fibrobroncoscopia 238 529, 585, 604
Fibrobroncoscopio 116 Helio/oxígeno 371
flexible 115 Heliox 371
Índice de materias 691

Hemoneumotórax 672 K
Hemoptisis 243, 246, 589
leve 249 Kanamicina 547
masiva o amenazante 249 Ketoconazol 574
moderada 249 Ketoprofeno 639
Hemorragia pulmonar 32 Ketorolaco 639
Hemotórax 300, 303
Heparina
de bajo peso molecular 463
no fraccionada 463 L
Hilios pulmonares 45
Hiperclaridad pulmonar 43 Lacticodeshidrogenasa 298
Hipertensión pulmonar 165, 487, 678 Lamotrigina 641
Hipoventilación alveolar 227 Láser
Histiocitosis X 415, 423 bronquial 133
CO2 134
diodo 134
Lavado broncoalveolar 122
I LDH 298
Legionella pneumophila 500, 522
IAVANTE 6 Levofloxacino 338, 506, 507, 516, 547
Ibuprofeno 639 Levomepromazina 647
Ifosfamida 653 Linezolid 507, 516, 529
IGRAs (Interferon Gamma Release Assays) 538 Linfadenectomía completa 620
Iloprost inhalado 495 Linfangioleiomiomatosis 415, 424
Imipenem 338, 507, 527 Linfangitis carcinomatosa 38
Incapacidad laboral 102 Linfoma 33, 35, 60
Índice Médico Español 3, 5 Lisozima 299
Indometacina 639 Listeria 683
INF-γ 410 Lobectomía 619
Infarto pulmonar 35 Loeffler, síndrome 36
Infección latente tuberculosa 533, 536 Lupus eritematoso sistémico 429
Inhibidores de la fosfodiesterasa V 495
Inmunoterapia 655
inhalada 661
sublingual 292 M
Insuficiencia respiratoria aguda 225
hipercápnica 168, 226 Marcadores tumorales 20
hipoxémica 168, 225 Máxima ventilación voluntaria 86
hipercápnica 226 Mecanorreceptores 255
hipoxémica 226 Mediastino 26, 45, 46
Interferón gamma 20, 299, 655 Medline 3, 4
1b 410 MedlinePlus 5
Interleukina 2 661 Melanoma 660
Isoniacida 530, 537, 547, 548, 565 Meropenem 338, 507, 527
Itraconazol 529, 574 MeSH 4
692 Índice de materias

Metamizol 639 Neumonía 32, 35


Metilfenidato 310, 641 asociada a ventilación mecánica 511
Metoclopramida 638 eosinófila
Micobacterial Growth Indicator Tube 560 aguda 421
Micobacterias 523, 524 crónica 420
ambientales 555, 559 intersticial
de crecimiento aguda 412
lento 568 descamativa 412
rápido 562, 568 linfocítica 413
Micosis pulmonares 555 no específica (NINE) 410
Microlitiasis alveolar 415, 422 nosocomial 511
Microorganismos potencialmente patógenos 601 organizada criptogénica o idiopática 411, 448
Midazolam 641, 646 Neumonitis
Middlebrook 7H9 560 lúpica aguda 429
Mitomicina 653 por hipersensibilidad 434, 563
Modafinil 311 Neumopericardio 46
Modo ventilatorio 171, 183 Neumotórax 50, 589, 665
Montelukast 290 a tensión o hipertensivo 672
Moraxella catarrhalis 334 catamenial 666
Morfina 640 NINE 410
Moxifloxacino 338, 506, 507, 547, 565 Nocardia asteroides 524, 529, 683
Mucolíticos 327 Nódulo
Mucormicosis pulmonar 577 pulmonar 233
Mutaciones 211 múltiple 42
Mycobacterium solitario 42, 54, 59
abscessus 568 necrobiótico (reumatoide) 427
avium complex 524, 530, 555, 556, 567 NSE 22
chelonae 568
fortuitum 530, 568
kansasii 524, 555, 556, 565 O
malmoense 555, 568
marinum 555, 568 Ofloxacino 538, 547
scrofulaceum 555 Omalizumab 357
tuberculosis 524, 530 Osteosarcoma 659
Mycoplasma pneumoniae 500 Oxazolindinonas 529
Oxibato sódico 311
Oxicodona 640
N Óxido nítrico 488, 496
Oxigenoterapia 231, 328, 370
Nadroparina 465 Oximetría 187, 196
Naproxeno 639
Narcolepsia-cataplejía 309
Nd:YAG 134 P
Nd:YAP 134
Neumomediastino 46 PAAF 238
Neumonectomía 619 Paclitaxel 625
Índice de materias 693

Pamidronato 641 Prueba


Panbronquiolitis difusa 441, 446 de lanzadera 100
pANCAs 18 de los 6 minutos 99
Papilomas 319 de marcha 99
Paracetamol 639 Pseudomonas aeruginosa 334, 512, 522, 528,
Patrón alveolar 29 529, 604, 683
PCR 16 Pseudoquilotórax 300
PCT 16 PubMed 4, 5
PDA 8 Pulmón
Peak flow 376 en panal 39
Pemetrexed 625, 630 metastásico 657
Pentamidina 530 Pulsioximetría 12, 229
Perinuclear 18 Punción-aspiración
PET 57, 237 con aguja fina 238
Pioneumotórax 672 transbronquial 124
PIOPED 476
Piperacilina/tazobactam 338, 507, 516, 527
Piracinamida 530 Q
Pirazinamida 538, 547, 548
Pirfenidona 410 QuantiFERON 539, 543
Pirimitamina 530 Quilotórax 300, 303
Plasma de argón 137 Quimioprofilaxis 535
Pletismografía corporal 80 Quimiorreceptores 255
Pleura 27, 49
Pleurodesis 150
Pneumocystis jiroveci 523, 529, 683 R
Poliangitis microscópica 433
Poligrafía 187 Radiología de tórax 23
respiratoria 193 Radioterapia 653
Polimiositis-dermatopolimiositis 430 pulmonar 661
Polimorfismos 211 Rechazo
Polisomnografía 187, 188 agudo 682
Pregabalina 641 crónico 684
Premedicación 118 Reducción gradual de la ingesta de nicotina y
Presiones musculares 86 alquitrán (RGINA ) 352
Prick test 286 Reflujo gastroesofágico 279
Primoinfección TBC 544 Rehabilitación respiratoria 155, 163, 328, 607
proBNP 15 Resistencias pulmonares 82
Procalcitonina 16 Resonancia magnética 55, 477
Producción de carbónico 94 Respiradores 172, 181
Propofol 647 Retrasplante pulmonar 679
Prostaciclina 488 RGINA (reducción gradual de la ingesta de
Prostaglandinas 493 nicotina y alquitrán) 352
Proteína C reactiva 16 Rhodococcus equi 522, 528
Protionamida 547 Rifabutina 530, 547, 565
Protooncogenes 220 Rifampicina 530, 537, 538, 547, 548, 565, 574
694 Índice de materias

Rifapentina 547 Sulfadiacina 530


Rinitis Sulfametoxazol 565
alérgica 283, 287 Sulfato de magnesio 371
atrófica 284 Sulfonamidas 530
gestacional 284
medicamentosa 284
mixta 284 T
no alérgica 283
ocupacional 284 T-SPOT.TB 539, 543
Tabaquismo 345
TC helicoidal 53
S TCAR 55
Telemedicina 3, 7
SAHS 112 Telitromicina 338
Salbutamol 325 Teofilinas 327, 357, 371
Salmeterol 325 Teprostinil 495
Sarcoidosis 33, 34, 41, 415 Terapia fotodinámica 141, 655
Sarcomas 660 Terapia sustitutiva con nicotina (TSN) 347
Saturación de oxígeno 196 Terbutalina 325
SDRA 33, 169 Test
Sedación 118 cutáneos 286
Segmentectomía 619 de broncodilatación 78
SEPAR 6 de latencia múltiple del sueño 307
SEPTICHECK 560 de OSLER 308
Serotonina 489 Tinción de Gram 502
Shunt 228 Tinzaparina 465
Sildenafilo 410, 495 Tiotropio 325
Simpatectomía 152 TLMS 307
Síndrome TNM 616
de apnea-hipopnea durante el sueño 112 Tobramicina 507, 516
de distrés respiratorio del adulto 169 Tomografía
de Loeffler 36 axial computarizada 53, 248
de Löffler 420 por emisión de positrones 57, 237
de piernas inquietas 309 Topotecan 625
de Sjögren 430 Toracentesis 297
del cilio inmóvil 219 Toracoscopia 147, 148, 149, 301
hipereosinofílico idiopático 421 Tos crónica 111, 275
paraneoplásicos 613 Toxoplasma gondii 530, 683
Sixtasentan 495 TPA 22
Sjögren, síndrome 430 Tramadol 639
Sm 18 Traqueomalacia 315
Staphylococcus aureus 500, 516, 585, 604, 683 Trasplante pulmonar 608, 675
Stenotrophomonas maltophilia 585, 604, 683 Trasudados 302
Stents 142 Tratamiento nutricional 607
Streptococcus pneumoniae 334, 500, 516, 528, Trombosis venosa profunda 14
529 Tromboxano A2 488
Índice de materias 695

Tuberculina 534, 545 Válvulas endobronquiales 145


Tuberculosis 33, 36, 533, 541 Vancomicina 507, 516
miliar 545 Vareniclina 350
Tumores Vasculitis 432
de células germinales 661 Ventilación mecánica no invasiva 167, 231
mesenquimales 319 Videobroncoscopios 116
neuroendocrinos (carcinoides) 319 Vinorelbina 625
Volumen espiratorio máximo espirado en el
primer segundo 75
U Voriconazol 527, 529, 574

Ultrasonografía endobronquial 116


Umbral anaeróbico o láctico 94 W
Urinotórax 300
Warfarina 465
Wegener, granulomatosis 432
V

Vacunación antineumocócica 509 Z


Vacunas 327, 608
Valganciclovir 683 Zoledronato 641

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