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Preeclampsia

Se presenta cuando una mujer embarazada tiene hipertensión arterial y


proteína en la orina después de la semana 20 (finales del segundo
trimestre o tercer trimestre) de gestación.

Causas
La causa exacta de la preeclampsia no se conoce. Esta afección se
presenta en alrededor de 3 a 7% de todos los embarazos.

Trastornos autoinmunitarios
Problemas vasculares
Su dieta
Sus genes
Los factores de riesgo incluyen:

Primer embarazo
Antecedentes de preeclampsia
Embarazos múltiples (gemelos o más)
Antecedentes familiares de preeclampsia
Obesidad
Edad mayor a 35 años
Antecedentes de diabetes, hipertensión arterial o enfermedad renal
Síntomas
Con frecuencia, una mujer que tiene preeclampsia no se siente enferma.

Los síntomas de preeclampsia pueden incluir:

Hinchazón de manos y cara u ojos (edema)


Aumento repentino de peso en un período de 1 a 2 días, o más de 2 libras
(aproximadamente 1 kg) por semana
Nota: se considera normal que se presente algo de hinchazón en los pies
y los tobillos con el embarazo.

Los síntomas de preeclampsia grave incluyen:

Dolores de cabeza que no desaparecen.


Problemas para respirar.
Dolor abdominal en el lado derecho, debajo de las costillas. El dolor
también se puede sentir en el hombro derecho y se puede confundir con
acidez gástrica, dolor en la vesícula biliar, un virus estomacal o patadas
del bebé.
Disminución del gasto urinario, no orinar con mucha frecuencia.
Náuseas y vómitos (un signo preocupante).
Cambios en la visión, incluso pérdida temporal de la visión, ver puntos o
luces centelleantes, fotosensibilidad y visión borrosa.
Pruebas y exámenes
El médico realizará un examen físico. Esto puede mostrar:

Hipertensión arterial, por lo regular superior a 140-90 mm/Hg


Hinchazón en las manos y la cara
Pérdida de peso
Se harán exámenes de sangre y orina. Estos pueden mostrar:

Proteína en la orina (proteinuria)


Enzimas hepáticas más altas que lo normal
Conteo de plaquetas bajo
También se harán exámenes para:

Ver qué tan bien coagula la sangre


Supervisar la salud del bebé
Los resultados de una ecografía del embarazo, una cardiotocografía en
reposo y otros exámenes ayudarán al médico a decidir si es necesario
hacer nacer al bebé de inmediato.

Las mujeres que comenzaron su embarazo con una presión arterial baja
y luego presentaron una elevación significativa de la presión arterial
necesitan vigilancia cuidadosa en busca de otros signos de
preeclampsia.

Tratamiento
La única forma de curar la preeclampsia es dar a luz al bebé.

Si el bebé está lo suficientemente desarrollado (casi siempre a las 37


semanas o después), es posible que el médico necesite hacerlo nacer
para que la preeclampsia no empeore. Pueden dársele medicamentos
para ayudar a inducir el parto o puede necesitar una cesárea.

Si el bebé no está totalmente desarrollado y usted tiene preeclampsia


leve, la enfermedad a menudo puede manejarse en casa hasta que su
bebé haya madurado. El médico probablemente recomiende lo siguiente:

Descansar en cama y acostarse sobre el lado izquierdo la mayor parte


del tiempo o todo el tiempo
Tomar mucha agua
Consumir menos sal
Visitar frecuentemente al médico para verificar que usted y su bebé
estén evolucionando bien
Tomar medicamentos para bajar la presión arterial (en algunos casos)
Algunas veces, es necesario hospitalizar a las mujeres embarazadas con
preeclampsia. Esto permite que el equipo médico vigile al bebé y a la
madre más de cerca.

El tratamiento en el hospital puede incluir:

Supervisión cuidadosa de la madre y el bebé


Medicamentos para controlar la presión arterial y prevenir convulsiones
y otras complicaciones
Inyecciones de esteroides para embarazos de menos de 34 semanas de
gestación para ayudar a acelerar el desarrollo de los pulmones del bebé
Usted y su médico continuarán hablando sobre el momento más seguro
para dar a luz al bebé, considerando:

Cuán cerca está usted de la fecha probable de parto.


La gravedad de la preeclampsia: esta enfermedad tiene muchas
complicaciones graves que pueden causarle daño a la madre.
Qué tan bien esté evolucionando el bebé en el útero.
Es necesario sacar al bebé si hay signos de preeclampsia grave. Estos
incluyen:

Exámenes que muestran que el bebé no está creciendo bien o no está


recibiendo suficiente sangre y oxígeno.
El valor inferior de la presión arterial de la madre está por encima de 110
mmHg o es mayor a 100 mmHg de forma constante durante un período
de más de 24 horas.
Resultados anormales en las pruebas de la función hepática.
Dolores de cabeza intensos.
Dolor en la zona ventral (abdomen).
Convulsiones o cambios en la actividad mental (eclampsia).
Líquido en los pulmones de la madre (edema pulmonar).
Síndrome HELLP (infrecuente).
Conteo plaquetario bajo o sangrado.
Bajo gasto urinario, mucha proteína en la orina y otros signos de que los
riñones no están funcionando correctamente.
Expectativas (pronóstico)
Los signos y síntomas de preeclampsia generalmente desaparecen por
completo 6 semanas después del parto. Sin embargo, algunas veces, la
hipertensión arterial empeora en los primeros días posteriores al parto.

Si usted ha tenido preeclampsia, es más propensa a desarrollarla de


nuevo en otro embarazo. Sin embargo, normalmente no será tan grave
como la primera vez.

Si usted tiene hipertensión arterial durante más de un embarazo, es más


propensa a padecerla cuando envejezca.

Posibles complicaciones
Las complicaciones graves inmediatas, si bien poco comunes, para la
madre pueden incluir:

Problemas de sangrado
Convulsiones (eclampsia)
Retraso del crecimiento del feto
Separación prematura de la placenta del útero antes de que el bebé
nazca
Ruptura del hígado
Accidente cerebrovascular
Muerte (rara vez)
Tener antecedentes de preeclampsia hace que una mujer tenga un
mayor riesgo de desarrollar problemas en el futuro como los siguientes:
Enfermedades cardíacas
Diabetes
Enfermedades renales
Cuándo contactar a un profesional médico
Consulte con el médico si tiene síntomas de preeclampsia durante el
embarazo.

Prevención
Aunque no hay una forma conocida de prevenir la preeclampsia, es
importante que todas las mujeres embarazadas comiencen el cuidado
prenatal de manera temprana y lo continúen durante todo el embarazo.
Eclampsia
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Es la presencia de crisis epilépticas (convulsiones) en una mujer
embarazada. Estas convulsiones no tienen relación con una afección
cerebral preexistente.

Causas
Los médicos no saben exactamente qué causa la eclampsia. Los
siguientes factores pueden jugar un papel:

Problemas vasculares
Factores cerebrales y del sistema nervioso (neurológicos)
Dieta
Genes
La eclampsia se presenta después de una afección llamada
preeclampsia, una complicación grave del embarazo en la cual una
mujer presenta hipertensión arterial y aumento de peso muy rápido.

La mayoría de las mujeres con preeclampsia no siguen teniendo


convulsiones. Es difícil predecir cuáles mujeres sí las tendrán. Las
mujeres con alto riesgo de sufrir convulsiones padecen preeclampsia
grave con signos y síntomas como:

Exámenes sanguíneos anormales


Dolores de cabeza
Presión arterial muy alta
Cambios en la visión
Sus probabilidades de presentar preeclampsia aumentan cuando:

Usted tiene 35 años o más.


Es de raza negra.
Éste es su primer embarazo.
Tiene diabetes, hipertensión arterial o enfermedad renal.
Va a tener más de un bebé (como gemelos o trillizos).
Usted es adolescente.
Síntomas
Los síntomas de la eclampsia abarcan:
Molestias o dolores musculares
Crisis epiléptica (convulsiones)
Agitación intensa
Pérdida del conocimiento
Los síntomas de preeclampsia comprenden:

Aumento de peso de más de 2 libras (1 kilo) por semana


Dolores de cabeza
Náuseas y vómitos
Dolor de estómago
Hinchazón de las manos y la cara
Problemas de visión
Pruebas y exámenes
El médico llevará a cabo un examen físico para buscar las causas de las
convulsiones. Se verifica regularmente la presión arterial y la frecuencia
respiratoria.

Se pueden realizar exámenes de sangre y orina para verificar:

Factores de coagulación sanguínea


Creatinina
Hematocrito
Ácido úrico
Actividad hepática
Conteo de plaquetas
Proteína en orina
Tratamiento
Dar a luz al bebé es el principal tratamiento para evitar que la
preeclampsia grave progrese a eclampsia. Permitir que el embarazo
continúe puede ser peligroso tanto para usted como para el bebé.

Le pueden suministrar medicamentos para prevenir las convulsiones.


Estos medicamentos se denominan anticonvulsivos.

El médico puede prescribirle medicamentos para disminuir la


hipertensión arterial. Si su presión arterial permanece alta, el parto
puede ser necesario, incluso si es antes de la fecha prevista del parto
del bebé.

Posibles complicaciones
Las mujeres con eclampsia o preeclampsia tienen un riesgo mayor de:

Separación de la placenta (desprendimiento prematuro de placenta).


Parto prematuro que lleva a complicaciones en el bebé.
Problemas de coagulación de la sangre.
Cuándo contactar a un profesional médico
Consulte con el médico o acuda al servicio de urgencias si tiene
cualquier síntoma de eclampsia o de preeclampsia. Algunos de los
síntomas de emergencia son las crisis epilépticas (convulsiones) o la
disminución del nivel de conciencia.

Busque atención médica inmediata si tiene cualquiera de los siguientes


factores:

Sangrado vaginal de color rojo brillante


Poco o ningún movimiento del bebé
Cefalea intensa
Dolor abdominal intenso en el cuadrante superior derecho
Pérdida de la visión
Náuseas o vómitos
Prevención
Recibir atención médica durante todo el embarazo es importante para
prevenir complicaciones. Esto permite que problemas como la
preeclampsia se puedan tratar a tiempo.

Conseguir tratamiento para la preeclampsia puede prevenir la eclampsia

embolia
nombre femenino
Obstrucción de una vena o una arteria producida por un émbolo
(coágulo sanguíneo, burbuja de aire, gota de grasa, cúmulo de
bacterias, células tumorales, etc.) arrastrado por la sangre
Sepsis

Es una enfermedad en la cual el cuerpo tiene una respuesta grave a


bacterias u otros microorganismos.
Esta respuesta se puede denominar síndrome de respuesta inflamatoria
sistémica (SRIS).
Causas
Los síntomas de la sepsis no son causados por los microorganismos en
sí. En vez de esto, productos químicos que libera el cuerpo causan la
respuesta.
Una infección bacteriana en cualquier lugar del cuerpo puede activar la
respuesta que conduce a la sepsis. Los sitios comunes donde una
infección podría comenzar abarcan:
El torrente sanguíneo
Los huesos (común en los niños)
El intestino (generalmente se ve con peritonitis)
Los riñones (infección de las vías urinarias altas o pielonefritis)
El revestimiento del cerebro (meningitis)
El hígado o la vesícula biliar
Los pulmones (neumonía bacteriana)
La piel (celulitis)
En pacientes hospitalizados, los sitios comunes de infección incluyen las
vías intravenosas, las heridas quirúrgicas, los drenajes quirúrgicos y
los sitios de ruptura de la piel conocidos como úlceras o escaras de
decúbito.
Síntomas
En la sepsis, se presenta una caída de la presión arterial,
ocasionando shock. Los sistemas corporales y órganos principales,
entre ellos los riñones, el hígado, los pulmones y el sistema nervioso
central, dejan de funcionar apropiadamente debido a una circulación
insuficiente.
Un cambio en el estado mental y la respiración muy rápida pueden ser
los primeros signos de sepsis.
En general, los síntomas de sepsis pueden abarcar:
Escalofríos
Confusión o delirio
Fiebre o temperatura corporal baja (hipotermia)
Mareo debido a hipotensión arterial
Latidos cardíacos rápidos
Temblor
Erupción cutánea
Piel caliente
También se puede presentar sangrado o hematomas.
Pruebas y exámenes
El médico examinará a la persona y le hará preguntas acerca de la
historia clínica.
La infección se confirma generalmente por medio de un examen de
sangre; sin embargo, es posible que éste no revele infección en
personas que han estado recibiendo antibióticos. Algunas infecciones
que pueden causar sepsis no se pueden diagnosticar por medio de un
examen de sangre.
Otros exámenes que se pueden hacer abarcan:
Fórmula leucocitaria
Gasometría arterial
Pruebas de la función renal
Conteo de plaquetas y productos de degradación de la fibrina para
verificar riesgo de sangrado
Conteo de glóbulos blancos
Tratamiento
A una persona con sepsis la hospitalizan por lo general en una unidad de
cuidados intensivos (UCI). Los antibióticos por lo regular se administran
por vía intravenosa (IV).
Se administra oxígeno. Igualmente se administran grandes cantidades
de líquidos intravenosos. Otros tratamientos médicos abarcan:
Medicamentos que aumenten la presión arterial
Diálisis si hay insuficiencia renal
Un respirador (ventilación mecánica) si se presenta insuficiencia
pulmonar
Expectativas (pronóstico)
La sepsis a menudo es potencialmente mortal, sobre todo en personas
con un sistema inmunitario debilitado o con una enfermedad prolongada
(crónica).
El daño causado por una disminución en el flujo sanguíneo a órganos
vitales como el cerebro, el corazón y los riñones puede tomar tiempo
para mejorar. Puede haber problemas a largo plazo en estos órganos.
No todos los pacientes sobreviven a un episodio de sepsis.
Prevención
El riesgo de sepsis se puede reducir al recibir todas las vacunas
recomendadas.
En el hospital, el lavado cuidadoso de las manos puede ayudar a
prevenir las infecciones que llevan a que se presente sepsis. El retiro
oportuno de las sondas vesicales y las vías intravenosas cuando ya no se
necesiten también puede ayudar a prevenir infecciones que conducen a
la sepsis.

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