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VOLUMEN I
NUTRICIÓN BÁSICA
T E M A S D E N U T R I C I Ó N
VOLUMEN I
NUTRICIÓN BÁSICA
La Habana, 2008
Nutrición básica / Moisés Hernández
Fernández y otros. La Habana: Editorial Ciencias Médicas,
2008.
[XVII]. 205 p. : il., tab. (Temas de Nutrición, 1)
Bibliografíaalfinaldecadacapítulo.
ISBN ISBN 978-959-212-272-7
1. NECESIDADES NUTRICIONALES
2. ESTADO NUTRICIONAL
3. EVALUACION NUTRICIONAL
4. EDUCACIÓN ALIMENTARIA Y NUTRICIONAL
5. NUTRICIÓN DE GRUPOS VULNERABLES
QU 145
4
AUTORES PRINCIPALES
5
COAUTORES
6
Dra. Daris I. González Hernández
Especialista MGI. Máster en Nutrición. Inst. de Nutrición Higiene de los Alimentos
(INHA).
7
PRESENTACIÓN
12
CONTENIDO
13
En los hogares/ 29
La función de las mujeres en la nutrición/ 31
En las comunidades/ 33
Sistemas de seguridad social/ 34
Bibliografia/ 35
Capítulo 4. Guías alimentarias basadas en alimentos (GABA)/ 36
Introducción/ 36
Metodología para la elaboración de las guías alimentarias basadas en alimentos/ 37
Planificación/ 38
Caracterización del grupo objetivo/ 38
Definición de objetivos/ 38
Elaboración de guías técnicas/ 38
Selección y pruebas de recomendaciones factibles/ 39
Elaboración de las guías alimentarias/ 39
Validación y ensayo de las Guías Alimentarias/ 39
Implantación/ 40
Evaluación/ 40
Conclusiones y recomendaciones respecto a la elaboración de guías alimentarias
basadas en alimentos/ 40
Elaboración de las guías alimentarias para la población cubana mayor de 2 años /41
Cuadro de salud/ 42
Disponibilidad alimentaria/ 42
Consumo, gustos y preferencias alimentarios/ 42
Identificación de problemas, propuesta y validación de los mensajes/ 42
Bases para la implantación de las guías alimentarias/ 44
Bibliografía / 45
Anexos:/ 46
Capítulo 5. Recomendaciones nutricionales/ 48
Introducción/ 48
Peso deseable de la población/ 48
Clasificación de acuerdo con la intensidad de la actividad física /49
Recomendaciones para la ingestión diaria de energía/ 49
Lactantes/ 50
Niños y adolescentes/ 50
Adultos/ 51
Recomendaciones para la ingestión de energía durante el embarazo y la lactancia/51
Embarazo/ 51
Lactancia/ 51
Recomendaciones para la distribución diaria de la ingestión de energía alimentaria / 52
Densidad energética de los alimentos/ 52
Recomendaciones para la ingestión de proteínas/ 53
Mezclas de proteínas y su capacidad para abastecer las necesidades del ser humano/ 54
Relaciones entre las necesidades de energía y proteínas /54
Recomendaciones para la ingestión de proteínas durante el embarazo y la lactancia /54
Recomendaciones para la ingestión de grasas/ 54
Colesterol/ 56
Recomendaciones para la ingestión de carbohidratos/ 56
Fibra / 56
14
Recomendaciones para la ingestión de vitaminas/ 57
Vitamina A (retinol)/ 57
Vitamina D (calciferol)/ 59
Vitamina E (d- -tocoferol)/ 59
Vitamina K (naftoquinonas)/ 59
Vitamina B1 (tiamina)/ 60
Vitamina B2 (riboflavina)/ 60
Niacina (ácido nicotínico)/ 60
Vitamina B6 (piridoxina)/ 61
Vitamina B12 (cobalamina)/ 61
Ácido fólico (folatos)/ 61
Vitamina C (ácido ascórbico)/ 62
Biotina y ácido pantoténico/ 63
Recomendaciones para la ingestión de minerales y oligoelementos/ 63
Recomendaciones para la ingestión de minerales/ 64
Sodio, potasio y cloruro/ 64
Requerimientos mínimos estimados de sodio, cloruro y potasio para personas sanas / 64
Calcio/ 65
Fósforo/ 65
Magnesio/ 65
Recomendaciones para la ingestión de oligoelementos/ 66
Hierro/ 66
Cinc/ 69
Yodo/ 69
Selenio/ 69
Bibliografía/ 69
Anexos/ 70
Capítulo 6. Evaluación del estado nutricional/ 77
Introducción/ 77
Encuestas nutricionales/ 77
Screening nutricional / 77
Vigilancia alimentaria y nutricional / 78
Monitoreo del crecimiento y vigilancia nutricional / 79
Métodos utilizados en la evaluación nutricional / 80
Recordatorio de 24 horas / 81
Registro de alimentos/ 81
Frecuencia de consumo/ 81
Métodos de laboratorio/ 82
Principios generales de la medición bioquímica / 82
Indicadores de carencia de vitamina A / 84
Indicadores de deficiencia de hierro / 85
Métodos antropométricos/ 86
Uso de datos antropométricos en la vigilancia nutricional del niño / 86
Formas de evaluar el crecimiento y nutrición / 86
Peso-para-talla / 86
Talla (o longitud) para edad / 87
Peso para edad / 87
Circunferencia media del brazo / 87
15
Circunferencia cefálica / 88
Expresión e interpretación de los datos antropométricos /88
Guías para la utilización de los gráficos de crecimiento /91
Índice de masa corporal /93
Determinación de las consecuencias de la delgadez y el sobrepeso /94
El Índice de Masa Corporal en la adolescencia / 94
Circunferencia de la cintura/ 95
Métodos clínicos/ 96
Bibliografia/ 98
Anexos /100
Capítulo 7. Nutrición durante el embarazo/ 114
Introducción /114
Indicadores antropométricos más utilizados en la valoración nutricional de la emba-
razada/ 115
Ganancia de peso durante el embarazo/ 116
Alimentación durante el embarazo/ 118
Bibliografía /120
Anexos/ 121
Anexo. Tabla de intercambios/ 122
Tablas cubanas de indice de masa corporal para la edad sexo femenino/ 124
Capítulo 8. Alimentacion y nutricion del niño menor de 2 años/ 125
Introducción/ 125
Consideraciones fisiológicas para la alimentación de los niños/ 125
Enzimas digestivas/ 126
Estómago/ 126
Páncreas/ 126
Otras consideraciones de interés/ 126
La etapa de introducción de cualquier alimento diferente a la leche materna / 128
Requerimientos nutricionales en los niños menores de 2 años/ 130
Energía/ 131
Proteínas/ 132
Grasas/ 132
Carbohidratos/ 133
Recomendaciones para la alimentación suplementaria/ 139
Habitos alimentarios/ 139
Etapa de los 7 meses/ 140
Etapa de los 8 meses/ 141
Etapa de los 9 meses/ 141
Etapa de los 10 meses/ 142
Etapa de los 11 meses/ 142
A partir de los 12 meses/ 142
Bibliografia/ 145
Capítulo 9. Alimentación del preescolar/ 147
Introducción/ 147
Principios generales/ 147
Alimentación saludable/ 148
Desarrollo de hábitos de alimentación correctos/ 149
Bibliografia/ 150
16
Capítulo 10. Alimentación y nutrición en el escolar y la adolescencia/ 151
Recomendaciones para la alimentación del escolar y el adolescente/ 151
Recomendaciones para la ingestión diaria de energía/ 151
Distribución diaria de la ingestión de energía alimentaria/ 151
Recomendaciones para la ingestión de proteínas/ 152
Recomendaciones para la ingestión de grasas/ 152
Recomendaciones de la ingestión de carbohidratos/ 152
Recomendaciones para la ingestión de fibras/ 153
Recomendaciones para la ingestión de vitaminas/ 153
Recomendaciones para la ingestión de minerales y oligoelementos/ 153
Evaluación nutricional/ 153
Comportamiento alimentario de los adolescentes/ 154
Educación alimentaria y nutricional/ 154
Propuesta de alimentacion saludable para los escolares y adolescentes/ 155
Bibliografia/ 156
Capítulo 11. La alimentación en las personas de la tercera edad/ 157
Introducción/ 157
Factores que afectan al estado nutricional de las personas de la tercera edad/ 157
Aspectos cuantitativos y cualitativos de la alimentación de las personas de edad
avanzada/ 160
Energía/ 160
Vitaminas/ 162
Minerales y oligoelementos/ 163
Indicadores de desnutrición en el anciano/ 164
Recomendaciones para la alimentación en la edad avanzada/ 164
Bibliografía/ 165
Capítulo 12. Nutrición y alimentación en estado de emergencia/ 167
Introducción/ 167
Principios de nutrición en situaciones de emergencia/ 168
Recomendaciones del agua y los alimentos para la supervivencia/ 169
Necesidades normales y de emergencia/ 171
Necesidades nutricionales de los humanos/ 171
Carbohidratos/ 171
Grasas y aceite/ 171
Proteínas/ 171
Vitaminas y Minerales/ 172
Situaciones de emergencia/ 172
Planificación para grupos especiales de población/ 173
Programa de alimentación en emergencia/ 173
Consideraciones básicas en la selección de alimentos/ 175
Distribución general de los víveres/ 175
Cálculo de las raciones secas/ 175
Alimentación en masa (alimentos cocidos)/ 176
Vulnerabilidad nutricional/ 176
Alimentacion suplementaria/ 177
Conocimientos de las características de los problemas de nutrición/ 177
Mala nutrición proteinoenergética (MPE)/ 178
Deficiencias de vitamina B1. (beriberi)/ 180
17
Deficiencia de niacina (pelagra)/ 180
Deficiencia de Vitamina C (escorbuto)/ 180
Deficiencia de Vitamina D (raquitismo)/ 181
Deficiencia de Vitamina A / 181
Deficiencia de minerales/ 181
Alimentación terapéutica/ 181
Selección de los alimentos terapéuticos/ 182
Conocimiento de los hábitos alimentarios/ 182
Determinación de las necesidades alimentarias/ 182
Diseño de Dietas/ 184
Determinación del sumistro de alimentos necesarios/ 187
Uso de leche en polvo/ 187
Alimentos elaborados/ 187
Bibliografía/ 188
Capítulo 13. Educación Nutricional/ 189
Promoción y Educación para la salud. Principales campos de acción. Participación
social/ 189
La comunicación / 194
Funciones de los medios de enseñanza/ 200
Selección, diseño, utilización y validación de materiales educativos/ 200
Técnicas educativas aplicables en la educación alimentaria y nutricional/ 201
Charla educativa/ 201
La entrevista/ 202
Etapa de ejecución: Esta etapa consta de inicio, desarrollo y cierre/ 203
Etapa de cierre/ 203
La demostración/ 203
Fases de la demostración introducción, desarrollo y conclusiones/ 203
Dramatizaciones/ 204
Discusión grupal/ 204
Cine debate/ 204
Bibliografía/ 205
18
CAPÍTULO 1
NUTRICIÓN Y SALUD
Santa Jiménez
INTRODUCCIÓN
Al igual que el agua, los alimentos son fundamentales para la vida y se
necesita ingerirlos diariamente; la importancia de la alimentación como uno de
los determinantes fundamentales de la salud está bien establecida y avalada por
múltiples trabajos en relación con la dieta y la salud.
La buena salud y el saneamiento básico son indispensables para una buena
nutrición, sin embargo, no están al alcance de la mayoría de la población mundial.
1
Dietética: es la técnica y el arte de utilizar los alimentos de forma adecua-
da, proponiendo una alimentación variada y equilibrada, para cubrir las necesida-
des biológicas en la salud y en la enfermedad.
La dietética puede definirse como la interpretación y aplicación de la nutri-
ción al ser humano en la salud y en la enfermedad. En este último caso debería
hablarse de dietoterapia.
Alimentación, nutrición y dietética son ciencias sumidas en un proceso de
continua controversia. Siempre ha existido polémica en tanto una teoría ha ido
desarrollándose y no ha llegado a aceptarse como principio básico. La contro-
versia es y ha sido la base de estas ciencias, que en la actualidad tienen muchos
problemas que motivan discusión.
La nutrición puede considerarse desde 2 perspectivas diferentes
(Robinson,1999):
a) Como un derecho humano fundamental. Esto significa que no se puede
aceptar ningún compromiso que ponga en riesgo este derecho. El derecho
a la alimentación obliga a los estados a respetar, proteger y cumplir con la
seguridad alimentaria Uno de los más recientes pasos para implementar
este derecho a nivel mundial, es la adopción de la Resolución sobre el
Derecho a la Alimentación por parte del Alto Comisionado de las Nacio-
nes Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) y la adopción del
Compromiso General 12 del Derecho a la Alimentación por parte del
Convenio Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Cultura-
les (CIDESC) (Habana,1999).
b) Como producto del desarrollo y como aportación al desarrollo. La nutri-
ción es a la vez una consecuencia y una condición del desarrollo nacional.
El bienestar nutricional de la población refleja el funcionamiento de los
sectores sociales y económicos dentro del desarrollo nacional, pero tam-
bién resulta imprescindible una nutrición suficiente para muchas funcio-
nes humanas. La mayor parte de las inversiones hechas en el desarrollo
humano aceleran el crecimiento nacional y la base más sólida para este es
una población sana, bien nutrida y educada. La inversión en intervencio-
nes para mejorar la salud y la nutrición está justificada por el hecho de que
un país no puede desarrollarse si su población está afectada por los efec-
tos de la desnutrición, es incapaz de aprender o de realizar tareas arduas
y complejas.
5
La carencia de yodo está extendida por todo el mundo y afecta a las
poblaciones de las zonas montañosas o con tendencia a las inundacio-
nes, donde el suelo tiene poco yodo. Hay más de 200 millones de perso-
nas que padecen bocio, 26 millones con deficiencias mentales y 6 millo-
nes padecen de cretinismo por falta de este micronutriente. Se estima
que 40 millones de niños tienen carencia de vitamina A (demostrada por
métodos bioquímicos) y 13 millones padecen signos oculares de dicha
carencia. Cada año 250 mil niños quedan ciegos parcial o totalmente
debido a la falta de vitamina A.
- La tasa de mortalidad infantil en niños menores de 5 años: ha dismi-
nuido a nivel mundial de 196 por mil nacidos vivos en 1960 a 82 por mil
nacidos vivos en el año 2002. La tasa de mortalidad por debajo de
los 5 años está relacionada con la desnutrición y es mucho más elevada
en los países menos adelantados (158 por mil nacidos vivos) y en el
África al Sur de Sahara llega a 174 por mil nacidos vivos.
SALUD Y NUTRICIÓN
Diversas enfermedades, sobre todo de tipo infeccioso, como las diarreicas,
respiratorias, el sarampión, el parasitismo intestinal y más recientemente el SIDA
repercuten en gran medida en el estado nutricional. Las personas con una inade-
cuada nutrición son más susceptibles a muchas de las infecciones, y sus infec-
ciones son a menudo más graves y prolongadas. Las infecciones también dismi-
nuyen el apetito y aumentan la demanda metabólica y las pérdidas de nutrientes
y de esta forma se genera un círculo vicioso.
Los servicios de salud contribuyen a mejorar el bienestar nutricional, pro-
moviendo la lactancia materna, los cuidados en el hogar a los grupos vulnerables,
mediante la vacunación, la educación alimentaria y nutricional y muchas otras
medidas generales y específicas que ayudan a prevenir las diferentes carencias
nutricionales.
Cuando no existe una suficiente disponibilidad y utilización de los servicios
de salud, en particular los del nivel primario de atención se dificulta llevar a cabo
acciones encaminadas a la prevención y control de la mala nutrición.
BIBLIOGRAFÍA
Álvarez E, Máttar J. Política social y reformas estructurales: Cuba a principios del siglo XXI.
CEPAL; INIE: PNUD. México, 2004.
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Jiménez S, Monterrey P, Plasencia D. Sitios centinelas: su aplicación en la vigilancia del estado
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UNICEF. Estado Mundial de la Infancia 1998. New York. 1998.)
UNICEF. Estado Mundial de la Infancia 2004. New York. 2004)
9
CAPÍTULO 2
10
debidamente concatenado, que tiene como consecuencia final la incorporación al
medio interno del organismo de las categorías químicas nutrimentales.
MASTICACIÓN
Su naturaleza es, esencialmente, neurorefleja y física. En ella intervienen
los músculos masticatorios principales (maceteros, temporales, pterigoideos
11
externos e internos, inervados por ramas motoras del V par craneal) y los mús-
culos masticatorios secundarios (orbicular de los labios, buccinadores y la len-
gua, inervados por el VII y XII pares craneales respectivamente). También
participan los órganos dentarios, los cuales han sido "diseñados evolutivamente",
de manera admirable por la Naturaleza, de forma tal que los ubicados en una
posición anterior (incisivos) desarrollan una fuerte acción de corte sobre los ali-
mentos, mientras que los situados posteriormente (molares) ejercen una acción
de trituración o pulverización de estos. Asimismo, la acción conjunta de todos los
músculos masticatorios principales sobre el maxilar o mandíbula inferior, deter-
mina que los órganos dentarios se "cierren" con una fuerza que puede llegar a 25
kg tratándose de los incisivos y hasta de 100 kg en el caso de los molares.
El proceso masticatorio resulta particularmente importante tratándose de
algunos componentes de la dieta, como es el caso de la mayoría de las frutas y
vegetales crudos, ya que para que se pueda producir la digestión de las catego-
rías químicas alimentarias que ellos contienen es preciso que primero sean rotas
las paredes y membranas de celulosa indigeribles de las células vegetales, lo cual
solo puede lograrse mediante un cuidadosos proceso masticatorio. Asimismo,
como consecuencia de la masticación el área total de la superficie de los compo-
nentes de la dieta que han sufrido sus efectos se incrementa notablemente lo que
a su vez facilita las transformaciones digestivas de las categorías químicas
alimentarias en componentes más bajos del subsistema digestivo. Además, la
trituración de determinados componentes de la dieta hasta su conversión en par-
tículas muy finas evita la excoriación de la mucosa gastrointestinal y facilita al
mismo tiempo el vaciamiento de los diferentes componentes de la dieta desde el
estómago hacia el intestino delgado y desde aquí hacia los subsiguientes compo-
nentes segmentarios del subsistema digestivo.
Es importante señalar que cuando los componentes sólidos de la dieta son
cuidadosamente masticados, el tiempo de permanencia en la cavidad bucal se
prolonga y esto, a su vez, activa reflejos gastro-pancreato-hepato-intestinales
que a través de la estimulación de las funciones motoras y secretoras del subsistema
terminan favoreciendo la digestión de los alimentos ingeridos y la absorción de
los nutrimentos en general.
INSALIVACIÓN
No es más que la mezcla de los componentes de la dieta que están siendo
masticados con el producto del trabajo biológico secretorio de las glándulas salivales
o saliva. Su naturaleza es físico-química ya que favorece la masticación median-
te el reblandecimiento de algunos componentes de la dieta, la gustación y, al
mismo tiempo, tratándose de los almidones o del glucógeno, durante la insaliva-
ción pueden iniciarse transformaciones digestivas de estos en la cavidad bucal,
realmente de poca importancia en un sentido cuantitativo y debidas a la presen-
cia en la secreción salival de una enzima llamada amilasa salival o simplemente
ptialina. Durante la insalivación, y como consecuencia de la presencia de mucina
12
en la saliva, se favorece la formación de los llamados "bolos alimenticios" que
luego serán deglutidos, al hacerse posible la cohesión de las partículas alimentarias
que los integran y el recubrimiento superficial de estos que entonces podrán
deslizarse más fácilmente hacia la faringe y luego a través del esófago.
DEGLUCIÓN
Es una de las etapas o procesos del fenómeno alimentario de naturaleza
mecánica, que resulta particularmente complejo por los diferentes eventos que lo
caracterizan, la diversidad de músculos lisos y estriados y por el número de pares
craneales (V, IX, X y XII, e incluso algunos nervios cervicales superiores) que en
él participan.
Desde el punto de vista conceptual, no es más que el paso de los "bolos
alimenticios" formados en la cavidad bucal durante las etapas masticatoria e
insalivatoria del fenómeno alimentario a través del esófago, hasta la cavidad del
estómago o gástrica. Puede dividirse en una fase voluntaria, que inicia el proce-
so, y en 2 fases involuntarias subsiguientes: la faríngea caracterizada por el paso
de los alimentos a través de la faringe hacia el esófago y la esofágica, en la cual
los alimentos pasan desde la faringe al estómago utilizando la vía que les propor-
ciona el esófago.
En la fase voluntaria de la deglución el evento más importante que tiene
lugar es la formación de la llamada "rampa lingual"; es decir, la punta de la
lengua se aplica o proyecta progresivamente contra el borde inferior de la arcada
dentaria superior al tiempo que tiene lugar un descenso de la base de la lengua.
Esto da lugar a que los alimentos previamente masticados e insalivados se pro-
yecten contra el paladar duro y luego se desplacen hacia atrás, en dirección a la
faringe, sobre la superficie superior o cara dorsal de la lengua. Cuando los "bolos
alimenticios" así desplazados voluntariamente rebasan el llamado istmo de las
fauces (limitado por el paladar blando por arriba, los pilares anteriores del velo
del paladar a ambos lados y la base de la lengua por abajo) el proceso se torna
involuntario y comienza la fase farange de la deglución.
En la fase faríngea ocurren eventos como la elevación del paladar blando
que cierra los orificios nasales posteriores o coanas, evitándose así el reflujo de
los alimentos hacia las fosas nasales; los llamados pliegues palatofaríngeos situa-
dos a ambos lados de la farange se mueven hacia la línea media, aproximándose
entre sí, para formar una hendidura sagital a través de la cual los "bolos alimen-
ticios" pasan hacia la porción posterior de la faringe impidiendo que los compo-
nentes sólidos de la dieta que no fueron debidamente masticados y se encuentran
en forma de fragmentos grandes no pasen hacia el esófago; las cuerdas vocales
verdaderas o laríngeas inferiores se aproximan hacia la línea media al tiempo que
el órgano laríngeo es desplazado hacia delante y hacia arriba por los músculos
del cuello, lo que unido a un movimiento giratorio hacia debajo de la epiglotis,
termina cubriéndose o cerrándose el orificio laríngeo superior u orificio glótico,
tal vez el evento más importante del tiempo faríngeo (de 1 a 2 segundos de
13
duración) de la deglución; el movimiento ascendente de la faringe arrastra consi-
go al orificio de entrada al esófago y lo amplía, con relajación simultánea de
los 3 ó 4 cm superiores de la pared muscular esofágica llamada esfínter esofágico
superior o esfínter faringoesofágico que al relajarse sincrónicamente posibilita
que los alimentos penetren y se desplacen con mayor facilidad desde la faringe
posterior hacia el extremo superior del esófago; a nivel del músculo constrictor
superior de la faringe (musculatura estriada) se inicia una onda de contracción
que se desplaza en sentido céfalo caudal, difunde al músculo constrictor faríngeo
medio y al inferior (ambos también de musculatura estriada). Como la referida
onda de contracción va precedida de una onda de relajación en sentido caudo-
cefálico, esto favorece aún más la relajación del extremo superior del esófago o
esfínter faringoesófagico.
En resumen, los eventos más importantes de la fase faríngea de la deglu-
ción son el cierre del orificio laríngeo superior o glótico, la iniciación de una onda
de contracción peristáltica en el músculo faríngeo superior y la apertura, por
relajación, del extremo superior del esófago que fuerza al "bolo alimenticio" a
penetrar en este.
Resulta interesante señalar que durante la fase faríngea de la deglución el
centro respiratorio del bulbo raquídeo resulta inhibido y tiene lugar la interrupción
de la respiración en cualquier punto en que se encuentre el desarrollo del llamado
ciclo respiratorio.
En la fase esofágica de la deglución los eventos más importantes que tienen
lugar son de naturaleza motora y están dados por las ondas peristálticas esofágicas
primarias y secundarias. En el caso de la primera se trata de la difusión al
esófago de la onda de contracción iniciada en el músculo constrictor superior de
la faringe, la cual continúa luego hacia el estómago hasta alcanzarlo en un inter-
valo de tiempo que va de 8 a 10 segundos. Si la onda peristáltica esofágica
primaria no logra mover hasta el estómago la totalidad del "bolo alimenticio" que
penetró en el esófago, entonces en el sitio en que el resto del "bolo alimenticio"
distiende las paredes del esófago se inicia una onda peristáltica esofágica se-
cundaria que va a estar originándose hasta que se complete el vaciamiento del órgano.
Cuando las ondas peristálticas esofágicas se acercan al estómago, como
van precedidas de una onda de relajación (en sentido caudocefálico), tiene lugar
la llamada relajación receptiva del estómago y, en menor medida, también el
duodeno se relaja, con lo que ambos segmentos del tubo digestivo ya se encuen-
tran preparados para recibir los alimentos empujados hacia abajo por el esófago
durante el tiempo esofágico de la deglución.
DIGESTIÓN
Es una etapa o proceso de naturaleza química en la cual las categorías
químicas alimentarias experimentan importantes transformaciones estructurales,
a tal punto que dejan en libertad los nutrimentos que portan o contienen. Constituye
14
un cambio desordenante a punto de partida de un mecanismo único de produc-
ción que es la hidrólisis, o lo que es lo mismo, la ruptura de un enlace químico
mediante la introducción en él de una molécula de agua. La referida ruptura es
mediada por enzimas llamadas genéricamente digestivas, de aquí que todas ellas
no sean más que hidrolasas con un mayor o menor grado de especificidad y
diferentes valores de pH óptimo en relación con la acción hidrolítica de ellas,
presentes en las secreciones de las distintas glándulas anexas al subsistema di-
gestivo o sintetizadas y secretadas en distintas diferenciaciones morfofuncionales
de la mucosa del estómago o del intestino delgado.
La digestión es un proceso de superficie, es decir, a mayor área total de la
superficie de aquellas categorías químicas alimentarias que habrán de ser digeri-
das, mayor intensidad, por unidad de tiempo, de las transformaciones digestivas
sufridas por estas, de aquí la importancia fisiológica de una cuidadosa masticación
y de la formación de un quimo gástrico e intestinal con un determinado grado de
fluidez.
El componente del subsistema digestivo más importante en relación con
esta etapa del proceso alimentario es el intestino delgado. A este nivel se ha
planteado la existencia de 3 tipos de procesos digestivos atendiendo al sitio de
localización espacial o estructural donde tiene lugar:
− Digestión luminal, que no es más que aquella que transcurre fundamen-
talmente en el seno del quimo intestinal como sucede con la digestión de
las grasas neutras o triacilglicéridos de la dieta.
− La digestión de superficie o membranosa, que no es más que aquella
modalidad digestiva que transcurre en el seno del llamado glicocálix con
la participación de enzimas que se encuentran adsorbidas a las fibras de
glicoproteínas que lo integran o que se localizan en la propia membra-
na de las microvellosidades intestinales como tiene lugar en el caso de
la digestión de los carbohidratos o glúcidos y de las proteínas de la
dieta.
− Digestión intracelular o citoplasmática, que afecta sobre todo, a péptidos
pequeños captados, desde la luz intestinal, por los enterocitos, o en el
caso del complejo cobalamina-factor intrínseco que deja en libertad a la
denominada vitamina B-12.
ABSORCIÓN
Es el proceso mediante el cual una sustancia química (nutrimental o no) que
inicialmente se encuentra en el lumen o cavidad de alguno de los componentes
15
huecos del tracto buco-esófago-gastrointestinal es transferida, de forma neta,
finalmente al medio interno del organismo. Su naturaleza es físico-química y con
ella termina el fenómeno alimentario.
La absorción es poco importante en la cavidad bucal, nula en el esófago,
prácticamente despreciable en el estómago, muy intensa en el intestino delgado y
escasa o pobre en el intestino grueso y los mecanismos moleculares subyacentes
son prácticamente iguales a los mecanismos de translocación de sustancias quí-
micas a través de la biomembrana citoplasmática de cualquier célula.
Los mecanismos de la absorción intestinal pueden ser activos o pasivos
según requieran o no de energía libre proveniente del metabolismo celular para
su accionamiento. Asimismo, estos se clasifican en mediados y no mediados si
utilizan o no los llamados transportadores o "carriers". Ambos tipos de clasifica-
ción no son excluyentes sino que se complementan mutuamente; así tendremos
mecanismos pasivos no mediados, pasivos mediados, activos mediados y activos
no mediados.
Los principales mecanismos de la absorción intestinal en el ser humano son:
la difusión simple, la ósmosis, la difusión facilitada, el transporte activo y la
pinocitosis.
− Difusión simple: es un mecanismo pasivo no mediado, que opera siem-
pre a favor del gradiente de concentración y cesa cuando este se abate,
es inespecífico, no presenta el fenómeno de la competencia, es
termosensible y su cinética es no saturable. Es el mecanismo de absor-
ción de todas aquellas sustancias, nutrimentales o no, que se encuen-
tran presentes en el quimo intestinal y que son liposolubles, como los
ácidos grasos de cadena larga y media, el colesterol libre, los
monoglicéridos, los diglicéridos, moléculas intactas de grasa neutra, las
vitaminas A, D, E y K, una fracción de los aniones y de algunas vitami-
nas hidrosolubles en función de su tamaño molecular menor o mayor,
entre otras.
− Osmosis: es un tipo particular de difusión simple. Aquí la sustancia
absorbida (o que se mueve desde el medio interno hacia la cavidad
intestinal) es el agua y como mecanismo de absorción intestinal posee
las mismas características y propiedades que la difusión simple.
− Difusión facilitada: es un mecanismo pasivo mediado que opera siempre
a favor del gradiente de concentración y cesa tan pronto se abate o
anula; muestra los fenómenos de especificidad y competencia por el
transportador, es termosensible y presenta una cinética de saturación.
Por este mecanismo son absorbidas la fructosa, una fracción de las
vitaminas hidrosolubles, las bases nitrogenadas provenientes de la di-
gestión de las lecitinas y cefalinas ingeridas y de las bases púricas y
pirimidínicas obtenidas en la digestión de los nucleósidos.
− Transporte activo: como su nombre lo indica necesita energía libre para
su accionamiento y es capaz de operar en contra del gradiente de con-
centración. Al igual que la difusión facilitada muestra los fenómenos de
16
especificidad y competencia por el transportador, es termosensible y su
cinética es de saturación. Por este mecanismo son absorbidas la gluco-
sa y la galactosa, todos los aminoácidos, los cationes, una fracción de
los aniones y una fracción de algunas vitaminas hidrosolubles, principal-
mente.
− Pinocitosis: se considera un mecanismo no mediado activo que se inicia
con una interacción electrostática entre la sustancia que es pinocitada y
algún sector de la membrana citoplasmática que después de tal
interacción se invagina y termina desprendiéndose del resto de la refe-
rida membrana. Su condición de activo estaría dada por la necesidad
de la restitución del segmento de membrana citoplasmática desprendi-
do y por requerimientos energéticos asociados a procesos digestivos
que se sabe tienen lugar a nivel de la vesícula pinocitósica. Por este
mecanismo es absorbido el complejo cobalamina-factor intrínseco a ni-
vel del íleon del intestino delgado y también partículas de grasa neutra
por las llamadas células epiteliales caveoladas de la mucosa del intestino
delgado.
BIBLIOGRAFIA
Castell, D.O., and Johnson, R. D. (Editors). Esophageal Function in Health and Disease.
Elsevier, 1983.
Davenport, H.W. A Digest of Digestion, 2nd ed. Year Book, 1978.
Davenport, H.W. Physiology of the Digestive Tract, 5th ed. Year Book, 1982.
Johnson, L.R. (Editor). Gastrointestinal Physiology. Mosby, 1977.
Ganong, W. E. Review of Medical Physiology, 13th ed. Appleton&Lange, 1987.
Guyton, A.C, Hall, J.E. Tratado de Fisiología Médica. Tomo III. McGraw-Hill-Interamericana,
1996.
Moore, K. L, Dalley, A.F. Anatomía con Orientación Clínica, 4ta ed. Lippincott,
Williams&Wilkins, 2003.
17
CAPÍTULO 3
INTRODUCCIÓN
Los factores que influyen en el estado nutricional de una persona son mu-
chos y diversos. Todo lo que favorece a una ingestión insuficiente o excesiva de
nutrientes o lo que obstaculiza su ingestión óptima, contribuye a la mala nutrición.
Los factores que influyen más directamente en la nutrición pueden agru-
parse en 3 categorías generales:
1. Alimentarios.
2. Servicios de Asistencia Sanitaria.
3. Cuidados de Nutrición.
18
sobrealimentación puede afectar también a grupos más bajos en países con in-
gresos medios y otros.
En el presente capítulo se examinarán los factores que tienen una influencia
directa sobre la nutrición agrupados en las categorías: Alimentarios, Servicios de
Salud y Cuidados de Nutrición.
ESTADO NUTRICIONAL
El estado nutricional es principalmente el resultado del balance entre la
necesidad y el gasto de energía alimentaria y otros nutrientes esenciales. Es una
condición interna del individuo que se refiere a la disponibilidad y utilización de la
energía y los nutrientes a nivel celular.
Factores que influyen en el estado nutricional
FACTORES ALIMENTARIOS
DISPONIBILIDAD DE ALIMENTOS
20
que un aumento de los ingresos se transformará en un incremento a corto plazo
del consumo de alimentos y de los cuidados presentes en la familia. Cuando la
madre controla los gastos del hogar, los niños resultan beneficiados.
El carácter estacional de la población en los países en desarrollo influye
también en el acceso a los alimentos, al determinar las diferentes modalidades de
disponibilidad de ellos, la afluencia al hogar de ingresos monetarios procedentes
de las ventas de la cosecha y del trabajo agrícola remunerado y los períodos
tanto de mayor demanda de mano de obra agrícola (y por consiguiente de gasto
de energía) como de precios más altos de los alimentos. Los ritmos agrícolas
estacionales pueden dar lugar a períodos de alteración del equilibrio energético
que a menudo coinciden con la incidencia de las enfermedades infecciosas. Cuando
las precipitaciones anuales se concentran en una sola temporada, como sucede
en África Occidental, la mala nutrición es más grave durante la estación de las
lluvias, que precede a la cosecha, cuando las existencias de alimentos se han
agotado. Por consiguiente, los niveles más bajos de ingestión estacional coinci-
den con un gasto elevado de energía en las actividades agrícolas, unos precios
elevados de los alimentos, unos niveles altos de infección y con frecuencia, un
fuerte endeudamiento.
La combinación de cultivos, tanto básicos como secundarios y comerciales
no alimentarios, influyen en el acceso a los alimentos en las zonas rurales. Inves-
tigaciones recientes indican que la adopción de cultivos comerciales no alimentarios
tienen en general efectos positivos en la nutrición, ya que aumenta los ingresos
de los productores rurales y por consiguiente su capacidad para comprar ali-
mentos en caso necesario. Aunque pueden producirse efectos perjudiciales como
una disminución de la diversidad de los cultivos alimentarios, un flujo desigual de
dinero constante, riesgos relacionados con el mercado y la producción, reducción
de la superficie o de la calidad de la tierra destinada a los cultivos alimentarios y
desplazamientos de los ingresos monetarios de las mujeres a los hombres que
trabajan, los beneficios de un aumento de los ingresos monetarios y del flujo de
efectivo han sido en general positivos. Los cultivos comerciales suelen ser un
complemento de los cultivos alimentarios, y los ingresos obtenidos de la venta de
los primeros pueden utilizarse para complementar la producción de alimentos
propios con alimentos obtenidos en el mercado.
El tipo de sistema agrícola aplicado repercute en el empleo, especialmente
en el caso de los campesinos sin tierras que son a menudo los miembros más
pobres y más vulnerables, desde el punto de vista nutricional, de la sociedad. La
creación de empleo y los ingresos provenientes del trabajo remunerado en las
zonas rurales son factores que determinan esencialmente el estado nutricional de
los pobres. El gasto energético en las actividades agrícolas y en el hogar presen-
ta también un aspecto importante desde el punto de vista nutricional, ya que un
elevado nivel de gasto energético puede dar lugar a la mala nutrición. Las tecno-
logías que ahorran mano de obra podrían ser beneficiosas, pero no deberían
desplazar a los trabajadores en zonas con un alto nivel de desempleo. Las prác-
ticas agrícolas pueden influir también considerablemente en la nutrición debido a
21
sus efectos sobre el medio ambiente y el estado de salud (como las consecuen-
cias de la migración y el uso de plaguicidas) y sobre la prestación de cuidados y
las prácticas de alimentación.
CONSUMO DE ALIMENTOS
El contenido de nutrientes de los alimentos consumidos en relación con las
necesidades, determinadas en función de la edad, sexo, nivel de actividad física y
estado de salud, así como de la eficiencia de la utilización de nutrientes por el
cuerpo, influyen en el bienestar nutricional. Las enfermedades infecciosas afec-
tan en particular a la ingestión alimentaria y a la utilización de los nutrientes. La
relación sinérgica entre ingestión alimentaria insuficiente y enfermedad infeccio-
sa es tan fuerte que es difícil evaluar la función de cada una por separado.
Una dieta es satisfactoria cuando proporciona energía, proteínas, grasas,
carbohidratos, micronutrientes (vitaminas y minerales) y otros componentes esen-
ciales, como fibra dietética, suficientes para cubrir las necesidades de un modo
equilibrado, diversificado y culturalmente aceptable. Si la ingestión es demasiado
baja, puede producirse carencias nutricionales. Por otra parte, si la ingestión es
excesiva, pueden surgir otros problemas relacionados con la nutrición. Para ha-
cer frente al gasto energético del metabolismo, de la actividad física, de la res-
puesta a las enfermedades y del crecimiento, es necesario una ingestión suficiente
de nutrientes. Durante el embarazo y la lactancia, aumentan las necesidades de
nutrientes, inclusive energía y proteínas.
Todavía en el decenio de 1970 existía la creencia generalizada de que la
carencia proteica era la causa principal de la mala nutrición, por lo que se hicie-
ron esfuerzos considerables para aumentar el consumo de alimentos ricos en
proteínas. Además, a menudo se prestó especial atención al fomento de proteí-
nas de origen animal de "alta calidad". Ahora se sabe que las dietas basadas en
cereales complementados con legumbres tienen un contenido de aminoácidos
que proporciona un nivel satisfactorio de proteínas, siempre que se consuma una
cantidad de alimentos suficiente para cubrir las necesidades diarias de energía.
De hecho, la carencia energética es un problema mucho más importante que la
carencia entre las poblaciones donde el consumo insuficiente de alimentos da
lugar a la mala nutrición infantil.
Teniendo en cuenta que los lactantes y niños pequeños sólo pueden consu-
mir un volumen limitado de alimentos de una vez, la densidad nutricional y ener-
gética de sus alimentos reviste especial importancia. Aun cuando los alimentos
sean abundantes, la lactancia es el modo más económico y eficaz desde el punto
de vista energético de proveer a las necesidades dietéticas de los niños de pecho.
Durante los 4-6 primeros meses de vida, no se requieren más alimentos o líquidos
que la leche materna, ni siquiera agua, para cubrir las necesidades nutricionales
normales del lactante. Una ventaja importante, que puede tener consecuencias
significativas para el estado nutricional del lactante, es la protección que propor-
ciona la leche materna contra la infección.
22
Desde los 4-6 meses de edad el momento preciso depende de las circuns-
tancias de cada caso, los lactantes pueden empezar a recibir, además de la leche
materna, una variedad de alimentos disponibles sobre el terreno, preparados de
modo inocuo y con un alto contenido energético, para satisfacer sus nuevas ne-
cesidades. Los alimentos voluminosos con una baja consistencia energética pue-
den no proporcionar al niño calorías suficientes, a menos que se complementen
con aceite. Se aconseja a las madres que sigan amamantando a sus hijos hasta
los dos años, o incluso después si lo desean.
Una ingestión alimentaria excesiva y desequilibrada aumenta con frecuen-
cia el riesgo de diversas enfermedades crónicas importantes, no transmisibles y
relacionadas con la dieta, como la aterosclerosis, enfermedades coronarias,
hipertensión, diabetes y algunos tipos de cáncer. Además, otros factores como el
consumo de alcohol y tabaco, la tensión nerviosa y un bajo nivel de actividad
física debido a los cambios en el estilo de vida, sobre todo en las zonas urbanas,
agravan los problemas de una ingestión excesiva y desequilibrada. La predispo-
sición genética constituye también un factor importante y la susceptibilidad a los
efectos negativos de los diversos factores difiere de una persona a otra.
Al cambiar de un modo de vida rural a otro más urbano, las personas con-
sumen a menudo alimentos que suelen tener un contenido más alto de proteínas,
grasas y carbohidratos refinados y más bajo de carbohidratos complejos y fibra
dietética. Estas tendencias del consumo de alimentos se corresponden a menudo
con un aumento del acceso a una variedad mayor de alimentos en las zonas
urbanas, y de su disponibilidad. El consumo de diversas frutas y hortalizas, car-
ne, pescado, productos lácteos, aceites vegetales, azúcar y cereales refinados,
tiende a ser mayor en general en las zonas urbanas, mientras que los tubérculos,
cereales enteros, secundarios y legumbres es menor. Sin embargo, las personas
pobres que viven en zonas urbanas no pueden a menudo costearse la mayor
variedad de alimentos ofrecidos y deben recurrir a un número limitado de pro-
ductos baratos.
23
La necesidad de impedir la contaminación microbiana y química de los ali-
mentos es universal. Si los alimentos no se elaboran adecuadamente, los consu-
midores pueden verse expuestos a diversos contaminantes. Además, los alimentos
elaborados han de prepararse y envasarse del tal modo, que se asegure que
cumplen las normas básicas relativas a su calidad e inocuidad.
Los contaminantes presentes en el medio ambiente, como residuos de
plaguicidas y de otras sustancias químicas agrícolas, suscitan también una pre-
ocupación general. Aunque su presencia en la mayoría de los alimentos se man-
tiene dentro de unos límites que se consideran inocuos, es necesario realizar
esfuerzos para garantizar la calidad e inocuidad constante de los alimentos con el
fin de proteger a los consumidores y fomentar el comercio internacional.
La educación en materia de manipulación y elaboración higiénica de los
alimentos es tan importante en la industria como en el hogar. Unas precauciones
sencillas pueden contribuir considerablemente a mantener inocuos los alimentos
en el hogar, en los pequeños establecimientos y en lugares donde se consumen.
La educación y capacitación, respaldada por unos códigos de prácticas bien apli-
cados, pueden conseguir resultados similares en la industria alimenticia.
La calidad deficiente de los alimentos y las enfermedades de origen
alimentario pueden tener consecuencias sociales y económicas importantes. Es-
tas consecuencias son en ocasiones catastróficas, en particular para los países
que cuentan con recursos limitados. Las enfermedades de origen alimentario
pueden causar pérdidas de ingresos y de rendimiento en el trabajo y aumentar
los gastos en asistencia médica. Los productos alimenticios con un contenido de
contaminantes que supera los límites autorizados por los países importadores
pueden ser rechazados. Además, la reputación de un país en lo que respecta a la
calidad deficiente de sus alimentos puede dar lugar a un descenso del comercio
y de los ingresos de exportación, así como del turismo.
FACTORES DE SALUD
SALUD Y NUTRICIÓN
CUIDADOS Y NUTRICIÓN
EN LOS HOGARES
Son muchas las formas en que las mujeres contribuyen al estado nutricional
de todos los miembros del hogar y de hecho, lo determinan. Si bien estas contri-
buciones son apreciables en todo el mundo en desarrollo, revisten especial im-
portancia en las familias rurales y pobres y en los hogares en que la mujer es jefe
de familia.
Una de las formas principales en que las mujeres contribuyen a la nutrición
es a través de su función como trabajadoras agrícolas. Las mujeres aportan con
frecuencia más del 50 por ciento del trabajo destinado a la producción de cultivos
comerciales y realizan hasta el 80 por ciento de las labores que lleva consigo la
producción de cultivos alimentarios para el consumo familiar. También propor-
cionan la mayor parte de la mano de obra para cultivar los huertos que suminis-
tran a las familias hortalizas, tubérculos y frutas complementarios, así como para
criar pequeños animales.
Las mujeres predominan en las actividades posteriores a la cosecha, tales
como comercialización, elaboración (en los hogares y en las fábricas), venta
callejera y almacenamiento. También suelen encargarse de seleccionar los ali-
mentos para el consumo familiar, así como de comprarlos y prepararlos.
Las mujeres contribuyen a la nutrición gracias a los ingresos que generan.
El 42 por ciento aproximadamente de la población femenina mayor de 15 años
realiza actividades remuneradas y las mujeres predominan en el sector no es-
tructurado de la economía. De este modo, las mujeres aportan una proporción
importante de los ingresos familiares necesarios para la adquisición de alimentos
y la sostenibilidad nutricional. Las mujeres influyen en la nutrición por medio de
sus hábitos alimentarios. Son depositarias de información sobre alimentación y
nutrición que puede abarcar desde el conocimiento de productos forestales co-
mestibles no madereros hasta conocimientos prácticos de cocina. Son las princi-
pales encargadas de alimentar a los niños, instruirles en materia de nutrición,
establecer modelos alimentarios e incluir a los niños normas culturales relaciona-
das con los alimentos.
31
Las mujeres influyen en la nutrición mediante la atención sanitaria que dan
y reciben. A ellas les incumbe sobre todo la atención de la salud maternoinfantil,
que incluye entre otras cosas la vigilancia del embarazo, la educación en materia
de nutrición durante el propio embarazo, el suministro de suplementos nutritivos y
alimentaria, la educación sanitaria, la asistencia al parto, la protección de la lac-
tancia materna, la prevención de enfermedades comunes y la lucha contra ellas
y el saneamiento de los hogares.
La lactancia materna es una de las actividades más elementales e impor-
tantes relacionadas con la prestación de cuidados. Para el niño, la lactancia ma-
terna representa una combinación de acceso a los alimentos, protección contra
las infecciones y recepción de cuidados afectuosos en una actividad. Para la
madre, el amamantamiento significa un fortalecimiento de los lazos con su hijo y,
cuando este no recibe más líquidos o alimentos que la leche materna, contribuye
a protegerla de otro embarazo en los 6 primeros meses después del parto. El
aumento de intervalo entre los nacimientos protege a su vez la salud y el estado
nutricional de la madre y los otros miembros de la familia.
Hay actividades esenciales que corresponden al destete, que tiene lugar a
partir de los 6 meses. Los lactantes están expuestos a los riesgos nutricionales
más graves, en forma de contaminación de los alimentos, menos densidad ener-
gética, alimentación menos frecuente y pérdida de la seguridad materna durante
esta época. Esta responsabilidad se confía a veces a un hermano mayor que no
es capaz de cuidar adecuadamente del lactante, lo que puede causar su mala
nutrición e incluso su muerte. La dureza de las condiciones de vida en las zonas
rurales y urbanas pobres puede dar lugar a que los contactos entre la madre y el
hijo sean escasos a partir del destete. Los conocimientos y la motivación del
dispensador de cuidados afecta directamente al carácter de la repuesta de las
necesidades de los niños. En este contexto, los problemas relacionados con los
cuidados a las adolescentes pasan a menudo inadvertidos, aunque estas contri-
buyen también un grupo nutricionalmente vulnerable y necesitado de cuidados.
El nivel educacional de las madres, independiente de los ingresos del hogar,
está relacionado positivamente con un mejor estado nutricional de los niños y una
tasa de mortalidad infantil más baja. Los efectos de la educación materna en la
salud de los hijos están condicionados por una administración mejor de los recur-
sos del hogar. La educación materna va asociada con frecuencia con mayor uso
de los servicios de atención de la salud, tasas de fecundidad más bajas y compor-
tamientos más centrados en la prestación de cuidados a los niños. Al aumentar el
nivel educacional, las mujeres tienen más poder dentro de la familia para asignar
recursos destinados a los alimentos y otros bienes necesarios para la salud y
bienestar de sus hijos.
La asignación de los alimentos dentro del hogar es una cuestión importante
y está directamente relacionada con las causas básicas del acceso a los alimen-
tos y a los cuidados. De conformidad con las costumbres de ciertas sociedades,
algunos miembros de la familia reciben más alimentos que otros en proporción
con sus necesidades nutricionales. Por ejemplo, las investigaciones indican que
en ciertos países los varones son objeto de un trato favorable.
32
Son numerosos los factores familiares y demográficos relacionados con la
mala nutrición infantil, como el tipo de vivienda y abastecimiento de agua, el
orden de nacimiento, la edad de la madre, la edad del niño en el momento del
destete y la presencia o ausencia de otros hermanos. Los nacimientos frecuen-
tes pueden reducir las reservas nutricionales de una mujer. Cuando la ingestión
de nutrientes de una mujer embarazada es limitada, lo primero que se cubren son
las necesidades del feto. Además, la presencia de un gran número de niños en el
hogar puede tener efectos negativos en estos, independientemente de otros fac-
tores socioeconómicos.
EN LAS COMUNIDADES
Las comunidades influyen también considerablemente sobre la nutrición. El
estado nutricional es el resultado de una compleja trama de factores sociales,
económicos, demográficos y ambientales. Las sociedades tienen un instinto de
supervivencia básico y uno de los elementos esenciales de esta supervivencia es
una nutrición suficiente. Muchas comunidades, especialmente en los países en
desarrollo, ha de hacer frente a un entorno físico y económico muy riguroso. Su
capacidad para actuar en este entorno depende en gran parte de sus recursos
naturales, que pueden ser totalmente insuficientes. Por ejemplo, una aldea puede
haberse establecido, por motivos históricos, en una tierra inadecuada para la
agricultura, sumamente erosionada, o localizada en zonas infestadas con aguas o
vectores de enfermedades. La supervivencia de la comunidad depende de su
capacidad para superar esas limitaciones gracias a sus propios recursos, a la
ayuda del gobierno o a otros recursos externos.
El entorno económico puede ser igualmente problemático. Por ejemplo, las
aldeas aisladas pueden tener dificultades para competir con otras situadas en
zonas con mejores accesos a un mercado y tener que aceptar una disminución
de los precios de algunos de sus productos.
La actitud de una comunidad para hacer frente a estos problemas depen-
den de su propia estructura y organización, de la capacidad de sus dirigentes, de
su disposición a cooperar con los demás y a velar por los intereses de la comuni-
dad en conjunto. En la comunidad suele haber un gobierno, consejo u otra orga-
nización de carácter oficial u oficioso. La idoneidad de esta estructura y el estímulo
y apoyo proporcionados por el centro más cercano del gobierno local tienen una
influencia considerable sobre la capacidad de la comunidad para hacer frente a
sus problemas ambientales e internos.
La organización social y la capacidad de dirección pueden repercutir tam-
bién notablemente en el estado nutricional de la comunidad. Por ejemplo, unos
dirigentes activos pueden organizar las tareas comunitarias necesarias para man-
tener los caminos y puentes. Grupos de agricultores pueden facilitar los contac-
tos comerciales con el mundo exterior, a fin de posibilitar la comercialización de
sus productos y el acceso a los servicios gubernamentales.
33
Si existe una sensibilización suficiente con respecto a las cuestiones
nutricionales, sanitarias o sociales, un comité, o grupos extraoficiales, especial-
mente organizaciones de mujeres de la comunidad, pueden en ocasiones identifi-
car a las personas deficientemente nutridas, familias con problemas, personas
desplazadas, campesinos sin tierras u otras familias desfavorecidas. En las co-
munidades bien organizadas, una organización local se ocupa de estos proble-
mas. Si no existen organizaciones comunitarias de este tipo, es probable que el
estado nutricional de los miembros de la comunidad, junto con otros indicadores
de la calidad de vida, empeoren notablemente.
34
BIBLIOGRAFIA
FAO-OMS. Nutrición y Desarrollo. Una Evaluación Mundial. Conferencia Internacional sobre
Nutrición. Roma 11992. Pag. 33-50.
FAO-OMSS. Elementos Principales de Estrategias Nutricionales. Incorporación de los Objeti-
vos de Nutrición en las Políticas de Desarrollo. Conferencia Internacional de Nutrición. Do-
cumento Temático NO. 8, 1992. Pag. 55-8.
FAO-OMS. Mejora de la Seguridad Alimentaria en los Hogares. Conferencia Internacional de
Nutrición. Documento Temático No. 1, 1992. Pag. 22-28.
W.W.W. ENCOLOMBIA.COM. Factores que intervienen en el Estado Nutricional. Santa Fé
de Bogotá. 2000.
35
CAPÍTULO 4
INTRODUCCIÓN
Los componentes de los estilos de vida saludables, nutrición adecuada du-
rante toda la vida y la práctica sistemática de actividad física, repercuten favo-
rablemente en el desarrollo de una vida sana, productiva y de alta calidad, funda-
mentalmente con la prevención de muchas enfermedades relacionadas con la
alimentación, asegura un buen crecimiento y una alta capacidad funcional a la
vez que contribuye al pleno desarrollo físico e intelectual.
Factores tales como: conocimiento acerca de la composición de los alimen-
tos y su relación con la salud, las costumbres alimentarias de la población a que
pertenece, la cultura, la disponibilidad de alimentos y el acceso económico a ellos
determinan en gran medida la selección y el consumo de alimentos de los indivi-
duos y familias. Estos factores son susceptibles de ser modificados por la propa-
ganda, la influencia de "modas", y por los cambios sociales y demográficos que
en conjunto determinan las prácticas alimentarias.
La importancia de las guías alimentarias basadas en alimentos (GABA) en
la promoción de estilos de vida saludables y la prevención de las enfermedades
relacionadas con la dieta es reconocida. En la actualidad se ha planteado un
nuevo enfoque con el que se persigue elaborar estas guías basándolas en los
alimentos, en lugar de basarlas en los nutrientes como se solía hacer en algunos
países.
Definición:
Las guías alimentarias se consideran un instrumento educativo que adapta
los conocimientos científicos sobre requerimientos nutricionales y composición
de alimentos en mensajes prácticos que facilitan a diferentes personas la selec-
ción y consumo de alimentos saludables.
36
Al nivel individual y mediano plazo, persiguen aumentar los conocimientos
sobre alimentación sana. A largo plazo deben cambiar las conductas alimentarias
inadecuadas, por lo que es un objetivo prioritario:
− Promover una dieta saludable y culturalmente aceptable.
− Corregir los hábitos indeseables y reforzar los deseables.
− Orientar la elección de la dieta considerando los recursos económicos
disponibles.
A nivel institucional
− Servir de base para la planificación y evaluación de programas sociales.
− Orientar y unificar el contenido de los mensajes.
− Proporcionar información básica para incluir en los programas de edu-
cación formal.
− Servir de base para la capacitación a diferentes niveles.
Selección y prueba
de recomendaciones
factibles
37
PLANIFICACIÓN
Desde el inicio del proceso de elaboración de las guías alimentarias es
necesario incorporar las ideas y puntos de vista de diversas instituciones por lo
que se recomienda la creación de una Comisión Nacional de Guías Alimentarias,
integrada por representantes de salud, educación, agricultura, economía, univer-
sidades, institutos de investigación y la industria alimentaria entre otros. La par-
ticipación de los diversos sectores permite el enfoque multidisciplinario requeri-
do para la elaboración de las guías, y facilita su implementación en las diferentes
instancias.
DEFINICIÓN DE OBJETIVOS
El siguiente paso consiste en definir los objetivos de las guías alimentarias,
los que deben estar orientados a prevenir y reducir los riesgos y problemas prio-
ritarios detectados en la etapa anterior, así como promover dietas y estilos de
vida saludables.
39
IMPLANTACIÓN
Una vez elaboradas las Guías alimentarias, la siguiente etapa es su repro-
ducción, diseminación e implementación en el ámbito nacional, a través de una
sólida estrategia de comunicación definida previamente.
EVALUACIÓN
Las guías alimentarias deben ser evaluadas periódicamente, tanto en cuan-
to al proceso de implementación como a su impacto sobre los estilos de vida del
grupo objetivo. Existe poca experiencia en América Latina en lo que respecta a
evaluación. Es necesario desarrollar la metodología y los instrumentos que per-
mitan la evaluación sistemática, objetiva y oportuna de las guías alimentarias.
40
porción de alimentos, y dimanar de estudios de validación llevados a
cabo con la población objetivo.
. En la elaboración, aplicación y evaluación de las GABA se deben to-
mar en consideración las diferentes etapas de la cadena alimentaria.
. Es necesario utilizar estrategias innovadoras de información, educa-
ción y comunicación, y tener en cuenta las características particulares
de los destinatarios.
. Hay que tener presente las metodologías que permitan adaptar las
GABA a las diferentes realidades locales.
. En el etiquetado de alimentos deben participar los organismos de regla-
mentación alimentaria y la industria.
41
primera Encuesta Nacional de Consumo, Gustos y Preferencias alimentarias de
la población cubana, la cual demostró de modo representativo qué comía y qué
deseaba comer la población objetivo de estas Guías Alimentarias.
En resumen, las condiciones existentes en el momento en que se elaboraron
las Guías Alimentarias para la población cubana mayor de 2 años eran las si-
guientes:
CUADRO DE SALUD
Respecto al cuadro de salud, los problemas relacionados con la nutrición,
definidos como prioritarios fueron:
− Enfermedades cardiovasculares.
− Cáncer.
− Hipertensión.
− Diabetes Mellitus.
− Anemia por deficiencias de hierro.
− Osteoporosis.
− Obesidad.
DISPONIBILIDAD ALIMENTARIA
La disponibilidad alimentaria era muy deficiente con una brusca disminu-
ción del aporte de energía, proteínas y grasas. Los alimentos disponibles sólo
permitían satisfacer el 100 % de las necesidades reales del grupo de las carnes y
leguminosas, las frutas, lácteos y grasas no llegaba a cubrir ni el 50 % de las
necesidades y el azúcar alcanzó el 200 % de la satisfacción de las recomenda-
ciones diarias.
42
para ello la técnica de grupos focales en: profesionales, técnicos, obreros y amas
de casa en los que se midió:
− Comprensión del mensaje (si de la forma que se enunciaba el mensa-
je era comprensible a todos los niveles educacionales).
− Compatibilidad con los conocimientos (si las personas tenían conoci-
mientos relativos a los mensajes que se les estaban presentando).
− Aproximación a la conducta (si las personas hacían lo mismo o pare-
cido a lo que se proponía en los mensajes).
− Disponibilidad (si las personas tenían disponibles los alimentos y me-
dios para cumplir las sugerencias de los mensajes).
− Accesibilidad (si las personas contaban con la suficiencia monetaria
para poder comprar los alimentos u obtenerlos de cualquier otro modo)
− Complejidad de la Guía (si las personas consideraban que era poco o
muy complejo su cumplimiento).
− Aceptación del mensaje (si las personas gustaban de la forma que
estaba redactado el mensaje, o sea si la forma era persuasiva o por el
contrario podía parecer una orden).
− Disposición a ponerla en práctica (si la persona estaba de acuerdo,
pero no le interesaba incorporarla a su práctica).
− Forma más entendible de brindarlo (las personas decían si la forma en
la que estaba redactado el mensaje era comprensible o si por el con-
trario había otras más fáciles de entender y las proponían).
43
BASES PARA LA IMPLANTACIÓN DE LAS GUÍAS ALIMENTARIAS
Para poner en práctica las guías alimentarias fue necesario además, reali-
zar algunos cambios a las herramientas existentes y crear otras. Para hacer más
fácil la puesta en práctica de estas guías, tanto por el personal de salud, que se
debe encargar de su divulgación, como en la población que será quien la ejecute,
se hizo en primer lugar un cambio en la agrupación de alimentos. De 3 grupos
básicos de alimentos que existían pasaron a ser 7, estos son:
− Grupo I. Cereales y viandas.
− Grupo II. Vegetales.
− Grupo III. Frutas.
− Grupo IV. Carnes, pescados, aves, huevo y leguminosas.
− Grupo V. Lácteos.
− Grupo VI. Grasas.
− Grupo VII. Azúcar y dulces.
44
Como parte también de las bases creadas para la implantación de estas
guías, se diseñó un plegable que contiene mensajes prácticos respecto a la ela-
boración y uso de los alimentos.
También fue elaborado por un grupo de especialistas, un folleto con las
bases técnicas que justifican cada una de las guías propuestas.
Las guías alimentarias deben cumplir un objetivo y por ello se debe evaluar
periódicamente su impacto. Se plantea que cada 5 años se debe hacer una revi-
sión de su vigencia y si es necesario hacer los cambios necesarios.
Se deben elaborar guías para otros grupos específicos de la población que
respondan a las características particulares de cada uno.
BIBLIOGRAFÍA
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mayor de dos años. Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos. (INTA), Chile,
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Eurodiet a la situación española. Guías alimentarias para la población Española. Sociedad
Española de Nutrición Comunitaria. Madrid; 491-495.
45
ANEXOS 1
46
ANEXOS 2
47
CAPÍTULO 5
RECOMENDACIONES NUTRICIONALES
Carmen Porrata Maury y Manuel Hernández Trianan
INTRODUCCIÓN
Se entiende por recomendaciones nutricionales las cantidades de energía y
nutrientes biodisponibles que debe contener la dieta consumida para satisfacer
los requerimientos fisiológicos de casi todos los individuos de una población sana.
Además de cubrirse la variabilidad individual, en algunos nutrientes se agre-
ga una cantidad adicional para establecer un margen de seguridad.
Biodisponibilidad es la proporción de un nutriente que puede ser absorbida y
estar disponible para su uso o almacenamiento; o más abreviado, la proporción
de un nutriente que puede ser utilizada.
Para algunos nutrientes esenciales se ha establecido la categoría de
ingestiones seguras y adecuadas, porque aún no existen resultados concluyentes
sobre sus requerimientos fisiológicos.
El objetivo fundamental de las recomendaciones nutricionales es controlar
las deficiencias o los excesos en la alimentación y reducir el riesgo a enfermeda-
des relacionadas con la nutrición. Pueden ser utilizadas como normas para la
planificación y la evaluación de la ingestión dietética en grupos de población
sana, lo cual les confiere un carácter normativo y preventivo. Son, además, una
guía básica de trabajo para la elaboración de programas de educación nutricional.
Las cifras expresadas constituyen recomendaciones de ingestión diaria pro-
medio. La ingestión real de un nutriente puede presentar cierta variabilidad diaria
con respecto a la recomendación, lo cual es compensado por ajustes metabólicos
transitorios y por las reservas corporales. En algunos nutrientes se ofrecen indi-
caciones prácticas que podrían ayudar a alcanzar las cifras recomendadas.
LACTANTES
Cuando la madre está bien nutrida, la leche materna es suficiente para
satisfacer las necesidades nutricionales de niños normales hasta los 4 ó 6 meses
de edad. Después de esta edad hay que introducir una alimentación más variada,
aunque la lactancia debe continuar como fuente importante de nutrientes.
La reducción de la recomendación de energía entre el tercero y el noveno
mes de vida se considera normal por corresponderse con una etapa en la cual
disminuye la elevada tasa de crecimiento típica de los 3 primeros meses de vida
y que no ha sido compensada aún por el aumento de la actividad física del niño.
NIÑOS Y ADOLESCENTES
Para los niños mayores de 10 años, las recomendaciones de energía se
basaron en estimaciones del gasto energético, para el cual la tasa metabólica
basal (TMB) es el principal contribuyente. Los factores a tener en cuenta en el
cálculo de la TMB son el peso corporal, la edad y el sexo, utilizándose para ello
las siguientes ecuaciones propuestas por el Comité de Expertos FAO/OMS/UNU,
1985:
Varones de
10-18 años TMB = 17,5 P 651
Hembras de
10 - 18 años TMB = 12,2 P 746
P: peso corporal
Total en kg TMB: kcal/24 h
50
ADULTOS
Tanto en los hombres como en las mujeres se tomaron los factores de TMB
de 1,6; 1,8; 2 y 2,2; cifras que multiplicadas por la TMB representan las necesi-
dades medias de energía para el día, en los sujetos con actividad física ligera,
moderada, intensa y muy intensa, respectivamente. Para la estimación de la TMB
se utilizaron las ecuaciones propuestas por el Comité de Expertos FAO/OMS/
UNU, 1985:
Hombres:
Mujeres:
Los pasos a seguir que recomienda esta metodología los vemos a continuación.
EMBARAZO
Durante el embarazo se requiere energía suplementaria para el crecimiento
del feto, la placenta y los tejidos maternos asociados. El costo energético adicio-
nal medio de un embarazo se ha calculado en unas 80 000 kcal (335 MJ), para un
período de 9 meses. Se considera apropiado adicionar 285 kcal/día (1 200 kJ/día)
desde el inicio y durante toda la gestación, ya que la embarazada puede acumular
energía y, tal vez proteínas, durante las primeras etapas para utilizarlas después.
Cuando se trate de mujeres sanas que reducen su actividad, se considera razo-
nable una adición de solo 200 kcal (840 kJ) diarias.
LACTANCIA
El costo energético de la lactancia es la suma de la energía contenida en la
leche secretada más la energía necesaria para producirla.
Si se han cumplido las recomendaciones nutricionales durante el embarazo,
la mujer comenzará a amamantar con unas 36 000 kcal (150 MJ) de reservas de
grasa, necesarias para la lactancia. En este caso, las necesidades de energía
alimentaria adicional durante los 6 primeros meses de lactancia serían, por térmi-
no medio, de unas 500 kcal (2 090 kJ) diarias.
51
RECOMENDACIONES PARA LA DISTRIBUCIÓN DIARIA
DE LA INGESTIÓN DE ENERGÍA ALIMENTARIA
En la utilización metabólica de la energía de los alimentos no sólo es de
importancia la cantidad que se ingiere, sino también la distribución que de ella se
hace en las diferentes comidas del día. Esta distribución mantiene íntima asocia-
ción con el mantenimiento de un buen estado nutricional y con un rendimiento
físico y mental adecuados. De forma general, se presenta una estrecha relación
entre el hábito de ingerir pocas comidas al día y el sobrepeso, la hipercolesterolemia,
la tolerancia a la glucosa disminuida y las enfermedades cardiovasculares.
De forma general se recomienda distribuir la ingestión de alimentos en una
frecuencia de 5 veces al día, con una distribución de la energía total del 20 % en
el desayuno, 10 % en cada merienda, 30 % en el almuerzo y 30 % en la comida.
El desayuno debe constituir una de las comidas principales, ya que brinda al
organismo la energía necesaria para comenzar las actividades del día. Un desa-
yuno correcto estimula la capacidad de concentración, el nivel de comprensión y
la capacidad física.
La comida de la noche no debe sobrepasar el 30 % de la energía, ya que
una ingestión excesiva en este horario favorece el desarrollo de la obesidad y
puede constituir un factor de riesgo a la aterosclerosis y a los accidentes vasculares.
Para personas de más de 50 años de edad o con tendencia al sobrepeso, se
recomienda disminuir la comida de la noche a menos del 25 % de la energía total
del día.
El análisis de la productividad por horas en las fábricas señala que, por lo
regular, al final de la cuarta hora laboral la capacidad de trabajo de los obreros
disminuye al 70 % de la que ellos poseían en la tercera hora, y disminuiría aún
más si después de 4 horas no recibieran almuerzo. De ahí la importancia que
tiene mantener en la alimentación de los trabajadores un ritmo adecuado. Este
aspecto se debe tener también en cuenta en los trabajadores que realizan labores
nocturnas, para los que se recomienda el 25 % de la energía en la comida y el 10 %
en una merienda posterior a esta, durante la jornada laboral nocturna.
52
Las leches descremadas y semidescremadas tienen una densidad energéti-
ca baja, de apenas 0,4 kcal/mL, por ello se aconseja no sean utilizadas en los
niños de corta edad, y muy en particular en los lactantes, cuya única fuente de
alimentos es la leche.
Estas consideraciones reafirman la importancia de la lactancia materna como
la forma óptima de alimentación para el lactante.
53
Para garantizar un suministro adecuado de todos los aminoácidos esencia-
les, se recomienda que las proteínas de origen animal aporten el 50 % del total de
proteínas. En el niño menor de 1 año, el aporte de las proteínas de origen animal
será el 70 % del total de proteínas.
54
forman parte de los fosfolípidos de las membranas celulares, y participan en la
síntesis de prostaglandinas, prostaciclinas, tromboxanos, etc; actúan, además,
como vehículo para algunas vitaminas liposolubles.
Cuando se cubren las necesidades de energía y nutrientes esenciales, la
ingestión de grasas puede oscilar en un amplio margen. No obstante, se conside-
ra conveniente guardar una proporción adecuada de las grasas en la dieta para la
prevención de la obesidad, la aterosclerosis, las enfermedades cardiovasculares
y cerebrovasculares y algunos tipos de cáncer. Con este fin, se recomienda man-
tener la ingestión de grasas entre el 15 % y el 30 % de la energía total.
El niño amamantado ingiere diariamente con la leche materna de 5 a 7
gramos de grasas por kilogramo de peso corporal, lo que corresponde aproxima-
damente al 50 % de la energía total, por lo que se sugiere, cuando se utilice
alimentación artificial, una ingestión de grasas equivalente al 40 % de la energía
total. Con el aumento de la edad es aconsejable una disminución de la participa-
ción de las grasas en la dieta. A partir del segundo semestre de vida y hasta
los 2 años de edad se recomienda una ingestión de grasas equivalente al 30 % de
la energía total. A partir de los 3 años se recomienda el 28 %, como valor medio.
Un factor muy importante a tener en cuenta con la ingestión de grasas es
proporcionar un adecuado suministro de ácidos grasos esenciales, especialmente
de la serie del ácido linoleico (n-6) y del ácido -linolénico (n-3), que no pueden
derivarse uno del otro. El consumo óptimo en el adulto de estos ácidos grasos
esenciales debe representar el 3 % de la energía alimentaria total. Como durante
la gestación y la lactancia las necesidades de ácidos grasos son mayores, este
valor se eleva al 4,5 % y del 5 al 7 % de la energía total, respectivamente. En los
lactantes, los requerimientos de estos ácidos grasos se encuentran también alre-
dedor del 5 % de la energía alimentaria total
De forma general, se sugiere guardar en la alimentación una distribución en
partes aproximadamente iguales de ácidos grasos saturados, moninsaturados y
poliinsaturados. Debe evitarse la ingestión de ácidos grasos saturados por enci-
ma del 10 % de la energía total, recientemente se ha sugerido para la ingestión de
ácidos grasos poliinsaturados una cifra que no exceda el 7 % de la energía total.
Ya que estos pueden peroxidarse fácilmente y constituir compuestos canceríge-
nos.
El cumplimiento de las recomendaciones anteriores puede lograrse con una
ingestión de grasas de origen vegetal de por lo menos el 50 % de la ingestión total
de grasas.
Las fuentes principales de grasas son las llamadas grasas visibles de la
dieta, entre las que se encuentran: la manteca, los aceites, la mantequilla, la
mayonesa, etc. También son fuentes indirectas de grasas (grasas invisibles) di-
versos alimentos de origen animal como las carnes, los embutidos, el tocino, los
quesos, la leche entera, entre otros (anexo 4).
55
COLESTEROL
El colesterol tiene funciones estructurales importantes en las membranas
celulares, y es precursor de varias hormonas esteroides. No hay un requerimien-
to fisiológico que avale una recomendación de ingestión específica para él ya que
este es sintetizado por el organismo en cantidades suficientes.
Existen evidencias epidemiológicas que asocian la mortalidad por enferme-
dad coronaria con los niveles de ingestión dietética de colesterol, por lo cual se
recomienda limitar su ingestión a menos de 300 mg/día, en los adultos.
FIBRA
La fibra alimentaria está constituida por compuestos orgánicos no digeribles
en el tracto digestivo humano y se derivan, fundamentalmente, de los vegetales.
Es reconocido que cierta cantidad de fibra es necesaria para garantizar un
buen funcionamiento gastrointestinal y para la prevención de numerosas afec-
ciones como el cáncer de colon, la diverticulosis, la constipación y la aterosclerosis.
Sin embargo, cuando se consumen altas cantidades de esta, puede crearse
una interferencia en la ingestión de energía y de algunos nutrientes, principal-
mente minerales y oligoelementos.
No existe información sobre una recomendación precisa de fibra dietética.
Se estima que la dieta debe aportar entre 25-30 g diarios de fibra total. A pesar
de todos los beneficios de la fibra alimentaria, se objeta su incremento en el niño
menor de 1 año de edad. Estos tienen muy poca capacidad gástrica, además de
que las dietas con alto contenido de fibra tienen baja densidad energética. Es
conveniente ser prudente al respecto en tanto no se dispongan de estudios que
establezcan una recomendación de fibra para estas edades.
56
RECOMENDACIONES PARA LA INGESTIÓN DE VITAMINAS
Las vitaminas son compuestos orgánicos de bajo peso molecular que se
requieren obligatoriamente para el crecimiento, el desarrollo y el mantenimiento
del organismo humano, pero que el hombre necesita adquirir a través de los
alimentos, ya que durante la evolución este perdió la capacidad de sintetizarlos.
Muchas vitaminas funcionan como coenzimas y cofactores de reacciones
del metabolismo. La capacidad de síntesis de los precursores metabólicos de las
vitaminas es menor en los animales que en las plantas, por consiguiente, son
estas la principal fuente de vitaminas para el hombre, aunque el suministro inme-
diato pueda producirse mediante un alimento de origen animal.
Los requerimientos de vitaminas no son independientes de la composición
de nutrientes de la dieta ni de las condiciones de vida del sujeto.
Se encuentran bioquímicamente bien fundamentadas las interrelaciones que
existen entre el suministro de tiamina y carbohidratos, niacina y triptófano o niacina
y donantes de grupos metilo.
Las pérdidas de vitaminas se producen por el sudor, pueden alcanzar cifras
importantes en países tropicales.
Para algunas vitaminas se produce una elevación de los requerimientos en
casos de actividad física intensa, fiebre y en algunas enfermedades.
Es necesario enfatizar que algunas vitaminas como A, C, folatos y B12 son
sensibles al calor, a la luz y al aire, por lo que se hace necesario, con el objetivo de
aprovechar al máximo la biodisponibilidad de estas vitaminas en los alimentos,
llevar a cabo una manipulación adecuada para que se destruya la menor cantidad
posible de vitaminas.
De acuerdo con las características de nuestro clima y con las prácticas
alimentarias más extendidas en nuestro país, que no son las más adecuadas, las
cifras establecidas en estas recomendaciones brindan un margen de seguridad
más amplio que las recomendaciones presentadas en años recientes por los co-
mités de expertos y algunas instituciones internacionales y normas nacionales de
otros países.
VITAMINA A (RETINOL)
La vitamina A es esencial para una visión normal, el crecimiento, la diferen-
ciación de los tejidos corporales, la reproducción y la integridad del sistema
inmunológico.
Los requerimientos de vitamina A se expresan en equivalentes de retinol
(ER), lo que permite considerar en los cálculos los diferentes contenidos en los
alimentos del retinol (vitamina A preformada) y de los carotenos (provitamina A),
que muestran diferente actividad vitamínica. La absorción y la utilización prome-
dio de los -carotenos es, aproximadamente, 1/6 de la cantidad ingerida. El con-
tenido de vitamina A de la dieta expresado como ER puede ser calculado de la
forma siguiente.
57
1 ER = 1 g de retinol
= 6 g de -caroteno
= 12 g de otros carotenos
= 3,33 U • de vitamina A
= 10 U de actividad vitamínica de carotenoides
• U- unidades internacionales
58
deficiencia como a una sobredosis en la ingestión de vitamina A. Aunque los
efectos asociados a la sobreingestión solamente han sido observados a dosis
muy altas, se recomienda considerar con cautela una suplementación
medicamentosa, especialmente durante los primeros meses del embarazo.
VITAMINA D (CALCIFEROL)
La vitamina D es esencial para un buen desarrollo y funcionamiento del
sistema osteomioarticular. El raquitismo es la enfermedad más característica de
la deficiencia de calciferol.
El organismo puede sintetizar suficiente vitamina D gracias a la radiación
solar, por lo cual, en nuestro medio una deficiencia de esta vitamina es ex-
cepcional.
Las mayores cifras relativas de recomendaciones de esta vitamina están
dadas para lactantes, y en cifras absolutas, para las embarazadas y las madres
que lactan.
Dosis elevadas de calciferol y de sus derivados conducen a un aumento de
los niveles de calcio plasmático, de lo cual resultan trastornos ocasionados por
calcificaciones de los vasos sanguíneos, los riñones y otros órganos. La sobredosis
aguda ocasiona malestar general, pérdida del apetito y vómitos.
VITAMINA K (NAFTOQUINONAS)
Compuestos con actividad de vitamina K son esenciales para la formación
de protrombina y otras proteínas involucradas en la coagulación sanguínea. Ade-
más, es necesaria para la síntesis de otras proteínas que se encuentran en el
plasma, huesos y riñón. Los más importantes síntomas de deficiencia de esta
vitamina son los trastornos de la coagulación.
Las recomendaciones de ingestión diaria de esta vitamina pueden fijarse en
65 y 55 g/kg/día para hombres y mujeres, respectivamente. Para los niños du-
rante el primer semestre de vida se recomiendan 5 g/día y, durante el segundo
semestre 10 g/día.
59
VITAMINA B1 (TIAMINA)
La vitamina B1 es esencial para un buen funcionamiento de los sistemas
muscular y nervioso. El beri-beri es la enfermedad característica de la deficien-
cia de tiamina.
El requerimiento diario de esta vitamina se encuentra en estrecha relación
con la intensidad del metabolismo energético. El consumo de alcohol, al parecer,
produce un incremento en los requerimientos de dicha vitamina.
Una recomendación de 0,5 mg/1 000 kcal (4 200 kJ) garantiza un estado
nutricional adecuado para la tiamina.
En el adulto la ingestión no debe ser inferior a 1 mg diario, si se consumen
menos de 200 kcal (8 400 kJ) día.
Durante el embarazo y la lactancia se recomienda 0,6 mg/1 000 kcal (4 200 kJ),
lo que se corresponde con una adición de 0,4 y 0,5 mg/día, respectivamente.
VITAMINA B2 (RIBOFLAVINA)
En el humano, la carencia exclusiva de riboflavina constituye un hecho poco
frecuente. Se encuentran deficiencias secundarias de esta vitamina en enfermos
con pelagra y en grupos que consumen dietas excesivamente pobres en proteí-
nas. La piel y el sistema nervioso son particularmente afectados por la deficien-
cia de la vitamina B2.
Como en el caso de la tiamina, la riboflavina se encuentra en estrecha
relación con la intensidad del metabolismo energético.
Una recomendación de 0,6 mg/ 1 000 kcal (4 200 kJ) ofrece un margen de
seguridad adecuado. En el adulto se recomienda una ingestión mínima diaria de
1,2 mg.
Durante el embarazo se recomienda una adición de 0,3 mg/día, y para las
madres que lactan 0,5 mg/día.
VITAMINA B6 (PIRIDOXINA)
En raras ocasiones se presentan deficiencias aisladas de esta vitamina en el
hombre. Los trastornos más importantes inducidos por una deficiencia de la vita-
mina B6 se producen en la piel, y pueden presentarse también otras alteraciones
como astenia, anorexia y neuritis.
Los requerimientos diarios de piridoxina del hombre se encuentran alrede-
dor de 2 mg, cantidad esta que, habitualmente, puede ser cubierta con la dieta
normal. Estos requerimientos se elevan con el esfuerzo físico y durante el creci-
miento rápido. Existe una correlación positiva entre requerimientos proteicos y
de esta vitamina. Basándose en datos de encuestas dietéticas ha sido posible
establecer una cifra tentativa de recomendación de 0,02 mg de vitamina B6 por
gramo de ingestión proteica.
Aunque se ha informado sobre cifras bajas de piridoxina seguidas a la in-
gestión continuada de contraceptivos orales, aún no existen evidencias suficien-
temente fundamentadas que pudieran justificar una elevación de las cifras de
recomendación de vitamina B6 para esta situación particular.
61
La ingestión media observada de ácido fólico en varios estudios realizados
en países desarrollados muestra cifras de alrededor de 170 g/día.
Para un hombre adulto se estima un requerimiento basal de folatos de 60 g/día.
Se considera que el estado nutricional específico para esta vitamina es ade-
cuado cuando no existen evidencias hematológicas ni bioquímicas de su carencia.
Una cifra de 3,1 g/kg/día puede mantener reservas corporales que previe-
nen la deficiencia de esta vitamina durante períodos de 3- 4 meses sin su inges-
tión. Debido a las pérdidas de esta vitamina que ocurren durante la cocción de
los alimentos, se decidió dar un mayor margen de seguridad a las cantidades
propuestas por el Comité de Expertos FAO/OMS, 1988.
Durante el embarazo y la lactancia las necesidades de folatos suben consi-
derablemente, a cifras que no pueden ser prácticamente cubiertas con la dieta
habitual, por lo que se recomienda una suplementación medicamentosa con folatos
de 200 a 300 g/día durante el embarazo y de 100 a 200 g/día durante la lactancia.
0 - 0,5 10 2
Niños 0,5 - 1 15 3
1-3 20 3
4-6 25 3-4
7 - 10 30 4-5
Adolescentes 11 30 - 100 4-7
Adultos 18 30 - 100 4-7
63
RECOMENDACIONES PARA LA INGESTIÓN DE MINERALES
FÓSFORO
El 80% de las reservas de fósforo del organismo se encuentra en forma
inorgánica en el tejido óseo o localizado a nivel intramolecular en forma de ésteres
de fosfato. Los niveles de fosfato en sangre muestran una considerable depen-
dencia de la edad del ser humano y sus niveles sanguíneos se encuentran bajo la
influencia de las glándulas tiroides y paratiroides, del calciferol y de la función
renal. Los requerimientos de fosfato dietético se calculan a un nivel de 800 mg
diarios y solo en animales de laboratorio se han obtenido manifestaciones de
raquitismo asociada a la carencia de fosfato cuando coexiste una deficiencia de
vitamina D.
En la nutrición humana la carencia de fosfato no desempeña un papel de
importancia.
Para los lactantes la relación Ca:P de la dieta debe ser de 1,5:1, disminuyen-
do hasta un valor de 1:1 al año de edad. Esta relación en la leche materna es de
2:1 mientras que en la leche de vaca es sólo de 1,2:1, por lo tanto debe tenerse
presente que el suministro de fósforo mediante la leche de vaca durante la pri-
mera semana de vida puede desencadenar una tetania hipocalcémica.
MAGNESIO
La mayor parte del magnesio del organismo humano se encuentra en el
tejido óseo y en el interior de las células musculares. Los niveles de magnesio
plasmático son mucho más variables que los de calcio. La ingestión promedio de
65
magnesio en el ser humano es de 300 mg diarios. Producto de que el magnesio se
encuentra prácticamente en todos los alimentos naturales resulta aún desconoci-
do un estado carencial de origen exógeno para este elemento.
HIERRO
En el organismo animal el hierro se encuentra fundamentalmente formando
parte de los grupos hemínicos de la hemoglobina y la mioglobina, aunque también
forma parte de la transferrina, ferritina o hemosiderina. Actúa como coenzima
en una gran cantidad de reacciones en el organismo, especialmente en procesos
de oxidación-reducción.
66
La anemia por deficiencia de hierro es el problema nutricional que más
prevalece en la actualidad, afectando a más de 700 millones de personas. Dicha
deficiencia de hierro ocurre cuando la cantidad de hierro absorbido a nivel intes-
tinal es insuficiente para cubrir los requerimientos.
Las necesidades de hierro varían con la edad, el sexo, el estado nutricional
del hierro y sus reservas. Para cubrir dichas necesidades es necesario conside-
rar su biodisponibilidad en la dieta.
Los requerimientos diarios de hierro son relativamente bajos, debido princi-
palmente a la intensa economía interna del metabolismo para este mineral. A
pesar de que diariamente se liberan alrededor de 250 mg de hierro procedentes
de la lisis de los eritrocitos, las cifras de excreción suelen ser inferiores a 1 mg
diario. Las pérdidas basales de hierro en el adulto son de aproximadamente
14µg/kg de peso corporal por día, lo que significa cifras de 0,9 y 0,8 mg/día para
un hombre y una mujer de referencia con peso corporal de 65 y 55 kg, respecti-
vamente. Como la mujer en edad reproductiva puede perder, debido a la mens-
truación, un promedio diario de 0,4-0,5 mg, las pérdidas totales ascienden a 1,25 mg/día.
Sin embargo, debe tenerse presente que el 25 % de las mujeres pierden con
la menstruación más de 0,8 mg de hierro por día, el 10 % más de 1,3 mg/día y un
5 % más de 1,6 mg/día, lo cual incrementa las pérdidas totales de hierro.
Los contraceptivos orales pueden reducir las pérdidas menstruales hasta en
el 50 %, mientras que los dispositivos intrauterinos las pueden incrementar hasta
en más del 100 %.
Los requerimientos de hierro durante todo el embarazo están alrededor de
1000 mg. En el primer trimestre son pequeños, de 0,8 mg/día, pero crecen con-
siderablemente durante el segundo y tercer trimestres hasta alcanzar cifras de 6,3 mg.
Parte de estos incrementos en los requerimientos pueden ser cubiertos por
las reservas maternas y por un aumento adaptativo en la absorción intestinal de
hierro. Sin embargo, cuando las mujeres inician el embarazo con reservas bajas
de hierro, o este se encuentra poco biodisponible en la dieta, es fundamental el
uso de alimentos fortificados con hierro o preparaciones farmacológicas que
suministren entre 30 y 60 mg/día.
Durante la lactancia, la madre presenta pérdidas de hierro a través de la
leche de alrededor de 0,3 mg/día que se ven compensadas por la ausencia de las
pérdidas menstruales, de forma tal que no hay diferencias importantes en el
requerimiento de hierro. Sin embargo, con vistas a restaurar las reservas depletadas
durante el embarazo, es recomendable dar suplementación continua durante
2 ó 3 meses después del parto.
El niño, durante los 3 primeros meses de vida, satisface sus necesidades de
hiero a partir de sus reservas corporales y del aporte de la leche materna, en la
cual el hierro presente es altamente biodisponible, ya que se absorbe entre el 40
y el 50 %. A partir de los 4 meses de edad comienzan a disminuir las reservas de
hierro, por lo que el aporte dietético debe aumentar. Debe tenerse presente que
el hierro de la leche de vaca se absorbe sólo en el 10-15 %.
La absorción del hierro a nivel intestinal está influenciada por la cantidad y
la forma química del hierro en la dieta, por el consumo simultáneo de agentes
67
inhibidores o estimuladores, por el estado nutricional de hierro y por el estado de
salud en general.
El hierro hemínico, que se encuentra en cantidades relativamente grandes
en el hígado, productos de sangre y carne de res y, en menor proporción, en las
aves y mariscos, es altamente biodisponible, se absorbe en el 20 - 30 %. Su
biodisponibilidad es poco afectada por otros constituyentes de la dieta.
El hierro no hemínico proveniente de los cereales, las leguminosas y las
verduras es menos biodisponible, se absorbe en menos del 5 % y su absorción
está en dependencia de la influencia de otros constituyentes de la dieta, así como
algunos medicamentos. Se conoce que la ingestión de vitamina C, carne de res,
aves y pescado son capaces de incrementar la absorción de este hierro no
hemínico, pero sólo si se encuentran presentes en la misma comida. Por otra
parte, sustancias como fitatos, polifenoles (como el tanino presente en el té y, en
menor cantidad, en el café) y antiácidos, pueden reducir su absorción. El consu-
mo diario de estas sustancias debe evitarse cuando el estado nutricional de hierro
está comprometido.
La absorción de hierro también es influenciada por la concentración de
hemoglobina y las reservas corporales de este mineral. El grado de absorción del
hierro aumenta proporcionalmente a la severidad de la deficiencia de hierro.
Todos los factores anteriormente mencionados deben tenerse en cuenta al
analizar la biodisponibilidad de las diferentes fuentes alimentarias de hierro. De
acuerdo con esto, el Comité de Expertos FAO/OMS, 1988, sugiere - con vistas a
poder cubrir los requerimientos- , recomendaciones para la ingestión de hierro
que tienen en cuenta la biodisponibilidad de dicho mineral en las comidas usuales
de distintas partes del mundo: biodisponibilidad baja (5 %), intermedia (10 %) y
alta (15 %).
Se establecen 2 criterios para las recomendaciones: para prevenir la ane-
mia y para cubrir las necesidades basales. El primero representa los niveles de
ingestión dietética de hiero necesarios para prevenir un descenso en la hemoglo-
bina por debajo de las cifras propuestas por la OMS como sugerentes de anemia.
El segundo criterio representa la cantidad dietética de hierro requerida para man-
tener un suministro normal a los tejidos y preservar todas las funciones
clínicamente detectables.
A pesar de que no disponemos de estudios propios sobre biodisponibilidad
de hierro, para establecer estas recomendaciones se asumió tener una
biodisponibilidad del 10 % para la absorción de hierro en las dietas habituales. Se
adoptó esta cifra teniendo como base que la deficiencia de este oligoelemento en
nuestro medio es bastante frecuente, principalmente en los cuatro períodos críti-
cos para este nutriente: niños de corta edad, adolescentes hembras, mujeres en
edad reproductiva, y embarazadas. Es muy posible que en estos grupos las
dietas con baja biodisponibilidad de hierro no sean capaces de cubrir los requeri-
mientos con una cantidad de alimentos adecuada a las necesidades energéticas,
por lo que se recomienda el uso de alimentos fortificados con hierro y las prepa-
raciones farmacológicas, como en el caso de las embarazadas.
68
La medida más importante para mejorar la absorción del hierro dietético y
farmacológico (hierro no hemínico) es la ingestión simultánea de vitamina C.
CINC
El cinc es un componente de diferentes sistemas enzimáticos, que desem-
peña un importante papel en la estabilización de las membranas, del crecimiento
y de la división celular. Las cifras de recomendación aceptadas de cinc a partir
de los 10 años de edad son de 15 mg/día. Durante el embarazo y la lactancia se
requieren 5 y 10 mg/día, adicionales. Durante el primero y segundo semestres de
vida estas cifras son de 3 y 5 mg/día, respectivamente.
Estas recomendaciones son apropiadas cuando se consumen dietas mixtas.
Si el cinc proviene principalmente de la ingestión de productos vegetales, las
cifras que aquí se presentan pueden resultar insuficientes.
YODO
El yodo es un elemento de singular importancia en la regulación del ritmo
del metabolismo oxidativo hístico como consecuencia de su esencial participa-
ción en la síntesis de las hormonas tiroides. El cuerpo humano contiene alrededor
de 50 mg de yodo. De ellos aproximadamente de 10-15 mg se encuentran en la
glándula tiroides. El requerimiento diario de yodo es de aproximadamente 150 µg/día,
el cual se eleva durante el crecimiento, la gestación y el frío.
SELENIO
El selenio fue recientemente incluido entre los oligoelementos con reco-
mendaciones nutricionales específicas. Se le reconoce una estrecha función
antioxidante en conjunto con la vitamina E (anexo 7).
BIBLIOGRAFÍA
69
ANEXOS
ANEXO 1
70
ANEXO 2
71
ANEXO 3
ANEXO 4
72
ANEXO 5
73
ANEXO 5. (CONTINUACIÓN)
74
ANEXO 6
75
ANEXO 7
76
CAPÍTULO 6
INTRODUCCIÓN
El estado nutricional es principalmente el resultado del balance entre la
necesidad y el gasto de energía alimentaria y otros nutrientes esenciales.
La evaluación nutricional se define como la medición de indicadores
alimentarios y nutricionales relacionados con el estado de salud, para identificar
la posible ocurrencia, naturaleza y extensión de las alteraciones del estado
nutricional, las cuales pueden ir de la deficiencia a la toxicidad (Willet,1993).
El adecuado estado nutricional de un individuo requiere simultáneamente
seguridad alimentaria familiar, adecuado cuidado y protección y adecuado acce-
so a los servicios básicos de salud ( Frankerbeger, 1993).
Una clara comprensión de los elementos teóricos y prácticos de las técni-
cas de evaluación permite tomar conciencia de las debilidades y fortalezas de los
métodos de evaluación y la destreza en su uso son habilidades esenciales para
cualquiera de los integrantes del equipo de salud.
La evaluación nutricional puede realizarse de 3 formas; mediante encues-
tas, vigilancia y tamizaje (screening) (Gibson,1993).
ENCUESTAS NUTRICIONALES
Aplicación de instrumentos para caracterizar la nutrición a partir de una
selección muestral. Con estos estudios se pueden identificar y describir grupos
de población "en riesgo" de una mala nutrición y se pueden dirigir acciones con-
cretas para solucionar o aminorar los problemas detectados.
SCREENING NUTRICIONAL
El screening nutricional es el proceso que identifica las características aso-
ciadas a problemas nutricionales. Su propósito es identificar con exactitud aque-
llos individuos con malnutrición o con riesgo de presentarla para poder realizarles
una valoración nutricional más completa. Tanto el médico como la enfermera u
otro profesional de la salud pueden realizarlo.
La valoración nutricional es una evaluación más completa para definir el
estado nutricional utilizando parámetros obtenidos de: la historia clínica y
77
nutricional, la exploración física, las medidas antropométricas y de laboratorio.
Esta incluye la interpretación de los datos obtenidos en el screening nutricional y
precede a la intervención, tratamiento y posterior evaluación de la alteración
nutricional detectada. Ha de realizarlo el médico o un profesional de la salud con
un adecuado entrenamiento en este aspecto (Hensrud, 1997).
Si gran parte de la población consulta al menos una vez al año al médico de
familia, la atención primaria se convierte en el escalón idóneo del Sistema de
Salud para las actividades preventivas entre las que deberá incorporarse el
screening nutricional, con el fin de detectar cualquier alteración del estado
nutricional y los riesgos asociados a ella, para poder disminuir la morbilidad y la
mortalidad por enfermedades no transmisibles.
Una de las actividades indicadas en el screening es la determinación del
peso corporal encaminado a la detección precoz de la obesidad.
El screening se desarrolla en 2 niveles.
Nivel I
Puede ser aplicado por el propio paciente o un cuidador y permite identifi-
car a aquellos individuos candidatos a programas de atención nutricional. Consta
de 2 aspectos:
1. Determinar el índice de masa corporal sobre la base de la talla y el peso
(IMC).
2. Responder preguntas cualitativas sobre hábitos alimentarios, estas se pueden
hacer de forma tal que el cuestionario sea autoadministrado, ya que el nivel
cultural de la población cubana es elevado.
Nivel II
Ha de ser aplicado por un profesional de la salud. Además del IMC se toma
la circunferencia de la cintura y de la cadera para valorar el riesgo de las enfer-
medades crónicas asociadas con la obesidad y la distribución de la grasa corpo-
ral en los adultos. Se valora la historia médica y se indican análisis de laboratorio
según requiera el caso.
79
− En la vigilancia nutricional se hace énfasis en la detección de la mala
nutrición utilizando muestras representativas de niños.
− Finalmente, los diagramas de crecimiento usados en el monitoreo del
crecimiento deben ser simples, enfatizando en el crecimiento, mientras
los usados en vigilancia deben ser precisos, con énfasis en el estado
nutricional (Taylor,1989).
REGISTRO DE ALIMENTOS
Es un método prospectivo de ingesta actual y de días sucesivos, se puede
realizar mediante registro directo, pesada directa o de pesos y medidas de 1,3
ó 7 días de duración. Cuando el estudio es de 3 días generalmente se recomienda
seleccionar algún día de fin de semana ya que generalmente la dieta en estos
días difiere del resto de la semana.
FRECUENCIA DE CONSUMO
Se emplea en estudios que necesitan conocer la ingestión remota o pasada
de alimentos aunque también se aplica en estudios de ingestión actual y de días
subsiguientes.
Se considera que es el método de elección en estudios epidemiológicos
sobre enfermedades crónicas en virtud de que el período de estudio puede ubi-
carse en el tiempo de exposición a los factores de riesgo dietético e identificarlos
para establecer su asociación con la enfermedad.
Para diseñar el cuestionario de frecuencia de consumo es necesario tener
información previa de la población donde se llevará a cabo el estudio y conocer
sus hábitos dietéticos y la disponibilidad de alimentos.
Para evaluar la ingesta de nutrientes se siguen las siguientes etapas:
1. Medición del consumo de alimentos.
2. Conversión de los alimentos a ingestas de nutrientes.
3. Evaluación de la ingesta de nutrientes en relación con las recomenda
ciones nutricionales.
82
que la relación entre la ingesta de nutrientes y el nivel en especímenes biológicos
raramente es lineal y no puede ser monótona.
Otra consideración relevante en el contexto de la sensibilidad a la ingesta es
la biodisponibilidad (que es definida como la proporción de un nutriente de un
alimento que es absorbido y utilizado) algunas formas químicas de un nutriente
pueden ser absorbidas menos completamente que otros, por tanto un indicador
bioquímico puede precisamente reflejar la ingesta de un nutriente bien absorbido
pero falla al reflejar la ingesta de un compuesto ligeramente modificado.
Si el indicador es solo sensible a períodos cortos de ingesta, y si la ingesta de
nutrientes fluctúa de día a día (y esto es para gran parte de los nutrientes) enton-
ces el indicador bioquímico refleja la ingesta de nutrientes por días o semanas
antes del muestreo, no de meses o años y esto es verdaderamente de interés.14
En la evaluación bioquímica se deben tener presente algunas consideraciones
83
INDICADORES DE CARENCIA DE VITAMINA A
Retinol
Yodo. La mayoría del yodo es excretado por la orina, los niveles de yodo
urinario son un buen marcador del yodo dietético, pero como el yodo urinario de
los individuos varía de un día para otro los datos pueden solo usarse para un
estimado de población.
Como los valores de yoduria no se distribuyen de forma normal se usa la
mediana.
Hormona estimulante del tiroides (TSH): Con niveles de yodo bajo se
estimula la liberación de TSH la cual es detectable en sangre. La medición de la
TSH es un indicador de la deficiencia de yodo que cada día aumenta su aplica-
ción en la vigilancia de los desórdenes por deficiencia de Iodo (DDI). A pesar de
requerir equipos sofisticados el nivel es fácilmente medible con alta sensibilidad y
especificidad, las muestras se mantienen estables sin refrigeración y pueden ser
transportadas sin inconvenientes.
La distribución de los valores de TSH en una población pueden ser utilizada
aún para detectar formas ligeras de deficiencia de yodo. La vigilancia de la
deficiencia de yodo puede emplear los análisis de TSH en sangre completa obte-
nidas del monitoreo a recién nacidos y también puede evaluarse en escolares y
embarazadas como grupos de riesgo.
85
MÉTODOS ANTROPOMÉTRICOS
La antropometría comprende la medición de las distintas proporciones del
cuerpo y su composición. Los principios básicos se basan en que la depleción
prolongada o severa de energía y nutrientes finalmente conduce al retardo lineal
del crecimiento de los niños y a perder o formar inadecuadamente masa muscu-
lar y grasa en ambos, niños y adultos.
PESO-PARA-TALLA
Es un índice del estado de nutrición actual, reciente, aunque en algunas
comunidades es el resultado de una condición crónica.
El bajo peso para la talla es un índice de emaciación que se define como "un
déficit en masa hística y grasa, comparado con la cantidad esperada en un niño
de la misma talla o longitud, y puede ser el resultado de una falta de ganancia de
peso o de una pérdida de peso reciente. Puede ser precipitado por infecciones y
generalmente ocurre en condiciones donde la ingestión familiar de alimentos es
baja (WHO WORKING GROUP, 1986).
86
Este índice es relativamente independiente de la edad.
Su principal desventaja es el grado de dificultad y la magnitud del error
asociado con la medición de la talla, especialmente en el lactante. Tampoco per-
mite identificar a los niños adaptados a una desnutrición crónica u homeorréticos.
Este índice se utiliza actualmente en el Programa Materno Infantil y por
supuesto en el SISVAN, no obstante el peso para talla no es un sustituto del peso
para edad y la talla para edad; cada índice refleja una combinación diferente de
procesos biológicos. Aunque ellos pueden reflejar determinantes comunes no
pueden ser intercambiados (WHO,1995).
El término de sobrepeso, cuando hay un peso alto para la talla, es preferido
al de obesidad, ya que este índice no mide exactamente adiposidad.
Centiles 3 10 25 50 75 90 97
Talla(cm) 85,0 87,6 90,1 93,0 95,9 98,4 101,0
1 <3 5 50 < 75
2 3 < 10 6 75 < 90
3 10 < 25 7 90 < 97
4 25 < 50 8 =97
88
Estrictamente hablando, si nos atenemos a lo expuesto anteriormente de
que la adiposidad no se mide directamente con el peso para la talla, los niños que
están en los canales 7 y 8 se considerarán como sobrepeso.
Los percentiles se usan en la práctica clínica debido a su fácil interpretación
y tienen la ventaja de que el mismo punto límite puede usarse para todos los
indicadores. Sin embargo, cuando se quiere hacer un análisis estadístico de la
información obtenida por esta vía es imposible realizar cálculos como la media y
la desviación estándar con el valor de los percentiles ya que ellos están basados
en una escala ordinal y no lineal como se requiere para estos fines. Otro incon-
veniente o desventaja del uso de los percentiles es la carencia de cambios en los
valores percentilares cerca de los extremos de la distribución de referencia, cuando
en realidad hay un cambio sustancial en el estado del peso o talla (Esquivel,1984).
En los anexos 2, 3, 4, 5, 6 y 7 se muestran las tablas cubanas de peso para
talla, peso para edad y talla para edad para niños de 0 a 19 años de edad.
Combinación de los indicadores y su interpretación del estado nutricional.
89
compensa usando distintas desviaciones estándares por encima o por debajo de
la mediana.
El criterio basado en el cómputo de puntuaciones Z es el más conveniente
para definir los puntos de corte en la evaluación del crecimiento y en la evalua-
ción de los programas de nutrición de una población (López,1995); también se
considera útil para el seguimiento longitudinal de la situación nutricional y de
salud de los niños.
El valor de Z se calcula por la diferencia entre el resultado individual y la
mediana de la población de referencia dividida por la desviación estándar
(Krick,1986):
90
restando de -1DE el valor de la mediana y cuando el valor de la medida sea
MAYOR que la mediana, la DE se obtendrá restando de +1DE el valor de la
mediana. Por esto cuando la medida del sujeto es menor que la mediana de la
población de referencia el valor de Z será negativo, mientras que cuando es
mayor que la mediana tendrá signo positivo.
Como el peso real para la talla es menor que el esperado hay que calcular el
valor de 1DE por debajo de la mediana de la población de referencia = (10,4 -
11,3) = - 0,9
El valor de Z corresponde a:
8,4 - 11,3
= - 3,8
0,9
Cuando los valores del cómputo Z se encuentran entre -1 y -2 DE se con-
sidera desnutrición leve, cuando están entre -2 y -3 DE desnutrición moderada y
por debajo de -3DE desnutrición grave.
Esto significa que la niña del ejemplo, de acuerdo con el valor de Z, tiene
una desnutrición grave. Si no se desea conocer exactamente el valor de z, las
tablas de la OMS permiten clasificar el estado nutricional de los niños por simple
observación de estas; continuando con el ejemplo anterior es fácil percatarse que
el peso de 8,4 kg de la niña es inferior al valor de -3 DE de la tabla, que es 8,6 kg.
Actualmente se considera como anormal un valor Z por debajo de -2 des-
viaciones estándares (-2DE) (que se corresponde con un valor menor que el
percentil 2,3) o por encima de +2 DE (valor mayor que el percentil 97,7) en
relación con la mediana de la población de referencia. Estos puntos de corte
definen el 95 % de la parte central de la distribución de la referencia como el
intervalo de la "normalidad".
La convención de utilizar el 95 % de la parte central de una distribución
dada para definir los puntos de corte o intervalos de referencia no define real-
mente el intervalo "normal" desde el punto de vista de salud o nutricional, sino
que se utiliza como guía para el tamizaje en clínica o para la vigilancia de la
población (van den Broeck, 1994).
91
crecimiento en los 5 primeros años de vida posnatal se caracteriza por una diná-
mica de cambio, compensación y adaptación (Johnston,1996).
El crecimiento del niño se evalúa con mediciones sucesivas, analizando los
cambios en las dimensiones corporales a lo largo del tiempo.
Para facilitar la evaluación del crecimiento las medidas obtenidas en forma
repetida deben ser inscriptas en una gráfica que incluya curvas de crecimiento
aceptadas como normas. Todos los niños en nuestro país, en su carné de
Puericultura y en la historia clínica ambulatoria, tienen el gráfico que permite
esta evaluación, de ahí la necesidad de que se use como una forma dinámica de
seguimiento.
La gráfica aquí presentada (anexo) cumple 2 funciones. La primera fun-
ción es la evaluación individual del estado nutricional y el crecimiento del niño,
lo que permitirá tomar decisiones en el propio consultorio. La otra función es la
de proveer elementos de referencia para el diagnóstico comunitario en los as-
pectos relacionados con el crecimiento físico. Si las medidas tomadas se ubican
como puntos gruesos en el gráfico y se unen con una línea, se obtiene la curva de
crecimiento del niño. Se trata de una forma longitudinal, dinámica. Si esa curva
es paralela a las de la gráfica, el crecimiento del niño es normal. Si el peso o la
talla del niño se ubican por debajo del percentil 10 o por encima del percentil 90
estos niños serán atípicos y deben ser estudiados, ya que puede tratarse de una
variante normal ( un niño pequeño normal o con un retardo constitucional del
crecimiento o un niño grande normal o con adelanto constitucional del crecimien-
to) o puede tratarse de una variante patológica; en relación con esta última va-
riante se proponen los percentiles 3 y 97 (Roche,1989).
Un cambio de canal de crecimiento debe ser considerado como probable-
mente anormal y constituir un criterio de riesgo actual o de referencia.
Algunos niños normales pueden cruzar percentiles durante los 2 primeros
años de vida en sentido ascendente (niños pequeños al nacer pero con padres
altos) o descendente (niños grandes al nacer pero con padres pequeños o bajos).
En los niños menores de 2 años la canalización es menos constante que en los
años sucesivos de crecimiento, al igual que en la adolescencia (Roche,1992).
La canalización es la característica más importante del crecimiento en con-
diciones normales de vida: el niño crece hacia su meta genéticamente programa-
da y toma su canal de crecimiento entre el final del primer año de edad y comienzos
del segundo año. Beaton y colaboradores señalan que el propio registro cons-
tituye el mejor control de un individuo en el seguimiento a nivel individual y que
las gráficas de las normas de crecimiento sirven para ilustrar el patrón esperado
y para evaluar la canalización del niño, teniendo siempre en cuenta su propio
potencial genético (Beaton, 1990).
Cuando el grado de paralelismo entre la curva del niño y la de los canales
seleccionados presenta desviaciones aun dentro del intervalo considerado como
normal esto debe constituir una señal de alerta.
¿Cómo establecer que una curva se aleja de la pendiente de las curvas
normales?
92
Los criterios siguientes pueden servir de guía:
− Cambios de la curva de un canal superior a otro inferior.
− Dos o más mediciones con peso descendente, o con el mismo peso,
separadas por 1 o más meses.
− Alejamiento obvio de una curva aún dentro del mismo canal pero con
escasos cambios en el peso a lo largo del tiempo.
94
el peso y la talla cambia mucho con la edad (y probablemente con el estado de
maduración) durante la adolescencia, por consiguiente, con una determinada ta-
lla, el peso correspondiente a un percentil particular no es el mismo para todas las
edades, de tal modo que el significado de un determinado percentil del peso para
la talla difiere según la edad. Por las mismas razones, los pesos relativos calcula-
dos en las categorías de la talla durante la adolescencia son apropiados única-
mente cuando se usan en categorías restringidas de edad. A causa de estas
limitaciones es que se recomendó el uso del IMC para la edad como el mejor
indicador para el empleo en la adolescencia: incorpora la información requerida
sobre la edad, ha sido validado como indicador de la grasa corporal total en los
percentiles superiores y proporciona continuidad con los indicadores de los adul-
tos. Además se cuenta con datos de referencia. Como punto de corte para del-
gadez se considera el percentil 10 y para el sobrepeso el percentil 90 (Cole,1991)
Recientemente la circunferencia del brazo se ha utilizado como criterio o
como complemento del Índice de Masa Corporal, para la clasificación del adulto
mal nutrido por defecto, ofreciéndose así una nueva perspectiva.
Los estudios realizados para determinar los valores de circunferencia del
brazo útiles para la evaluación nutricional, clínica y epidemiológica de adultos
cubanos comprobaron que los valores de circunferencia del brazo de 26 cm para
los hombres y 24 cm para las mujeres servían como puntos de corte para detec-
tar la malnutrición por defecto, por mostrar los valores más altos de sensibilidad
y especificidad (Berdasco, 2003).
CIRCUNFERENCIA DE LA CINTURA
La distribución de la grasa es un dato importante para evaluar el riesgo de
comorbilidad, hoy en día hay acuerdo en que gran parte de las afecciones
metabólicas asociadas con la obesidad, están en realidad más relacionadas con
el tipo de distribución de la grasa corporal que con el nivel de peso o la cantidad
de tejido adiposo.
Se ha observado que el cúmulo de grasa de la parte superior del cuerpo
(exceso de tejido adiposo alrededor de la cintura u obesidad visceroportal) es un
riesgo mayor para la salud que la obesidad de la parte inferior del cuerpo (grasa
en los muslos y regiones glúteas u obesidad femoroglútea) (González, 2000)
(Hodgson,1994).
Teniendo en cuenta esto, se utiliza la circunferencia de la cintura y la rela-
ción o índice cintura-cadera como una medida específica para detectar la acu-
mulación de grasa abdominal.
Se anexan las técnicas de medición de la circunferencia de la cintura y la
cadera.
Los puntos de corte para evaluar riesgo cardiovascular basado en estas
mediciones se detallan a continuación:
Circunferencia de la cintura y relación cintura/cadera. Riesgo cardiovascular
95
Riesgo bajo Riesgo moderado Riesgo alto
Hombres Cintura Cintura/Cadera <94 cm
<0,90 94 - 102 cm
0,90 - 1,00 >102 cm
> 1,00
Mujeres Cintura Cintura/ Cadera <80 cm
<0,75 80 - 88 cm
0,75 - 0,85 >88 cm
> 0,85
MÉTODOS CLÍNICOS
La evaluación clínica se basa en el examen de ciertos cambios que se pre-
sentan en el organismo cuando existe una nutrición inadecuada. Estos pueden
verse o palparse en piel, tejido celular subcutáneo, ojos, cabellos, mucosa oral o
en órganos próximos a la superficie del cuerpo como son las parótidas y el
tiroides. La evaluación clínica complementa la antropométrica y da base para la
orientación de la bioquímica, contribuyendo así a una clasificación más precisa
de los trastornos nutricionales, a la detección de estados carenciales con expre-
sión clínica y a evaluar los beneficios del tratamiento. Sin embargo, muchos sig-
nos clínicos no son expresión de un trastorno nutricional dado y bien pueden ser
comunes a varios, o serlo también a causas no vinculadas directamente al estado
de nutrición (Amador, 1996).
Algunos signos pueden aparecer durante la carencia nutricional o en la
etapa de recuperación, ejemplos de ellos son el agrandamiento de las parótidas,
la hepatomegalia y la ginecomastia.
La tabla 6.1 resume los principales signos clínicos que se observan en las
distintas formas de mala nutrición.
96
Xerosis corneal (deficiencia de Vit A)
Querotomalacia (deficiencia de Vit A)
Blefaritis angular (deficiencia de Vit A)
4. Labios Estomatitis angular (deficiencia de Vit B2)
Cicatrices angulares (deficiencia de Vit B2)
Queilosis (deficiencia de Vit B2)
5. Lengua Glositis (deficiencia de niacina, de B2, B12 ó ácido fólico)
Escarlata y descarnada (deficiencia de Vit B2)
Papilas atrofiadas (deficiencia de Vit. B2 y niacina)
Lengua magenta (deficiencia de Vit. B2)
6. Dientes Esmalte jaspeado (dpe)
Anisodentismo (dpe)
7. Encías Esponjosas (deficiencia de Vit. C)
Sangrantes (deficiencia Vit C)
8. Glándulas Aumento del tiroides (deficiencia de lodo)Aumento
de parótidas (dpe)
9. Piel Xerosis (deficiencia de Vit. A)
Hiperqueratosis folicular tipo 1(deficiencia de Vit A)
y tipo II (deficiencia de Vit. C)
Petequias (deficiencia de Vit. C o ácido fólico)
Dermatosis en pintura cuarteada (kwashiorkor)
Dermatosis escrotal y vulvar (deficiencia Vit. B2)
Estrías atróficas (obesidad)
Acantosis nigricans (obesidad)
10. Uñas. Coiloniquia (deficiencia de hierro)
11. Tejido celular subcutáneo Edema ( kwashiorkor, deficiencia de Vit B1
Disminución grasa subcutánea (dpe, marasmo)
Aumento de grasa subcutánea (obesidad)
Localización
Signos clínicos
12. Sistema osteo muscular Atrofia muscular (dpe)
Craneotabes (deficiencia de Vit D)
Abombamiento parietofrontal (deficiencia de Vit. D)
Ensanchamiento de los epífisis (deficiencia de Vit. D)
Rosario condrocostal (deficiencia de Vit. D, o de Vit C)
Deformidades esqueléticas (deficiencia de Vit D)
Retardo del cierre de las fontanelas (deficiencia de
Vit D o de iodo)
Genu varo (obesidad).
13. Sistema nervioso Retardo psicomotor,(dpe, deficiencia de iodo)
Confusión mental (dpe o deficiencia de niacina)
Apatía (dpe)
Capacidad de atención y concentración disminuida
(deficiencia de hierro)
97
Irritabilidad (lactantes) (deficiencia de hierro)
Hiporeflexia osteotendinosa (deficiencia de Vit. B1)
Dolor en masas musculares (deficiencia de Vit. B1)
14. Aparato gastrointestinal Hepatomegalia (kwashiorkor)
15. Aparato cardiovascular Cardiomegalia (deficiencia de Vit. B1)
Taquicardia (deficiencia de Vit. B1)
Insuficiencia cardíaca (deficiencia de Vit. B1)
Hipertensión arterial (obesidad)
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99
ANEXOS
ANEXO 1.
Medición del peso y la talla
Requisitos y recomendaciones generales
− Los instrumentos de medición estarán limpios y bien calibrados.
− El individuo que se va a medir estará sin zapatos y con la menor canti-
dad de ropas posibles o sin ellas.
−Los locales de medición tendrán buena iluminación y amplitud.- El exa-
minador se colocará frente al instrumento para leer bien los números.
Instrumentos de medición
Glosario
ANEXO 2.
ANEXO 3.
102
ANEXO 4.
ANEXO 5.
103
ANEXO 6.
ANEXO 6.(CONT.
104
ANEXO 7.
ANEXO 8.
105
ANEXO 9.
106
ANEXO 9.(CONT.)
107
108
ANEXO 9.(CONT.)
ANEXO 10.
109
110
ANEXO 11.
ANEXO 11. CONT.)
111
112
ANEXO 11.CONT..)
ANEXO 11.CONT..)
113
CAPÍTULO 7
INTRODUCCIÓN
La nutrición materna antes y durante el embarazo es reconocida como un
factor determinante del resultado del nacimiento. Variados estudios han demos-
trado la importancia que representa el peso pregestacional y la ganancia durante
el embarazo para evaluar riesgo del resultado del embarazo. (Srega,1994)
(Abrams,1991). Mujeres con peso bajo para la talla al comenzar el embarazo
tienen incrementado el riesgo de resultados adversos (Browm,1981); (Hodel,1994),
en las adolescentes está asociado con nacimientos de pretérminos. Kramer en
un metaanálisis encontró que un peso inferior a 54 kg al iniciarse el embarazo
estaba asociado con un riesgo relativo de l, 25 para tener pretérminos
(Kramer,1987).
Los factores nutricionales maternos explican el 50 % de las diferencias
entres las tasas del retraso del crecimiento intrauterino en los países desarrolla-
dos respecto a los subdesarrollados. La raza explica el 25 % de esas diferencias
y las enfermedades endémicas, la morbilidad general y la talla materna, explican
el resto.
Es conocido que en el transcurso de la gestación algunos indicadores
antropométricos constituyen buenos predictores del resultado del embarazo, ta-
les como el peso al nacer y la supervivencia. Dichos indicadores son: aumento de
peso gestacional, peso para la talla como % de la norma y circunferencia del
brazo.
Existe consenso internacional en utilizar el Índice de Masa Corporal (IMC)
para monitorear la curva de peso gestacional tomando como premisa básica que
durante el embarazo la mujer delgada debe ganar más kilogramos que la de peso
promedio alto.
El peso para la talla como % de un patrón de referencia en diferentes
etapas del embarazo se usa para monitorear madres embarazadas y no solamen-
te para evaluar su estado nutricional inicial.
La principal ventaja del IMC estriba en que al ser un coeficiente indepen-
diente no requiere tablas de referencia en contraste con el peso para la talla que
sí las requiere; permite comparar resultados entre diferentes países ya que es un
indicador estandarizado.
114
Los patrones y proporciones de ganancia de peso durante la gestación han
recibido mucha atención y existen estudios que demuestran que una inadecuada
ganancia durante la segunda mitad del embarazo produce resultados
adversos.(Abrams, 1989). Algunos estudios realizados con suficiente rigor seña-
lan una interacción entre el peso pregestacional y la ganancia durante el embara-
zo. Mujeres con bajo peso al inicio del embarazo con ganancia de 12 kg y las
sobrepeso y obesas con ganancia entre 6,8 y 11,4 kg, tienen los mejores resulta-
dos perinatales.(Stevens-Simon 1992)(Rosso,1985).
En nuestro país aún persisten los efectos de la depresión económica acae-
cida con la desaparición del campo socialista y el recrudecimiento del bloqueo
norteamericano, la proporción de mujeres que inician el embarazo con un peso
para la talla deficiente, es considerable. La ganancia durante el embarazo tam-
poco alcanza en todos los casos el nivel deseado para lograr pesos al nacimiento
mayores de 2 500 g.
Es evidente que en la tarea de reducir el índice de bajo peso al nacer, la
atención a la ganancia de peso durante el embarazo, se constituye en una acción
prioritaria.
En el decursar de los últimos años se ha fomentado la creación de los hoga-
res maternos en todo el país como contribución importante a la reducción del
bajo peso al nacer. También ha sido importante el papel desempeñado por las
consultas de Nutrición Materna y el servicio de alimentación brindado en cen-
tros de trabajo y de gastronomía, a embarazadas con deficiente estado nutricional
116
Categoría peso\talla Ganancia total recomendada Promedio
De 0 a 10 0,065
De 10 a 20 0,335
De 20 a 30 0,450
De 30 a 40 0,335
117
Una forma más simple sería que para las mujeres con un IMC normal al
inicio del embarazo se recomienda una ganancia aproximada de 0,4 kg por sema-
na en el segundo y tercer trimestre, para las "bajo peso" 0,5 kg\semana, y para
las sobrepeso, 0,3 kg\semana.
En los embarazos gemelares estos parámetros no son válidos y lo sugerido
por el IOM puede servir de guía al considerar que una ganancia entre 16 y 20,5
kg es compatible con el resultado favorable de un embarazo gemelar a término.
Ello significa que una mujer con embarazo gemelar debe ganar aproximadamen-
te 0,75 kg (1,5 lb) por semana, durante el segundo y tercer trimestre del embarazo.
A continuación enunciamos 4 aspectos de suma importancia en la valora-
ción nutricional de las embarazadas:
- La toma del peso y la talla deberá realizarse con la mayor exactitud y
precisión, ya que como hemos visto de ello depende la evaluación
nutricional de la embarazada y en gran medida la conducta a seguir
según el monitoreo de la ganancia de peso durante el embarazo.
- Estimar con la mayor exactitud posible la edad gestacional.
- Calcular la ganancia de peso deseable según la clasificación nutricional
al inicio del embarazo.
- Brindar educación nutricional a la mujer, incluyendo como aspecto im-
portante la ganancia de peso en su concepción integral.
118
dietas modificadas. Al tratarse de alteraciones nutricionales durante el embarazo,
habrá que aplicar una guía que dé respuesta tanto al déficit como al exceso de
peso.
A continuación se presenta un ejemplo de embarazada mal nutrida por de-
fecto y la metodología que aconsejamos emplear para calcular su dieta, en tér-
minos de energía y macronutrientes:
Edad: 33 años
Peso real: 49,0 kg
Talla: 158,0 cm
Peso Ideal: 58 kg (IMC: 19,8-26)
Diferencia: 9 kg
Esta gestante requiere ganar de peso para recuperar el déficit más la ga-
nancia del embarazo.
Ganancia deseada: 16,0 kg (punto medio e/ 12,5 - 18,0 kg)
Ganancia total: 16,0 + 9,0 = 25,0
Cálculo energético.
6,8 kcal x 25,0 kg = 170 x 1,000 = 170,000 kcal (total)
170,000 kcal: 280 (días de embarazo) = 607 kcal (adicionales diarias)
Recomendación:
2090 kcal (actividad ligera, no embarazada)
+ 607 kcal (adicional diaria)
2,697 kcal diarias
En este caso se ofrecerá el patrón de 2800 kcal, por ser el que más se acerca.
Como quiera que no resulta fácil ni necesario confeccionar patrones dieté-
ticos para cada una de las embarazadas según su estado nutricional particular,
hemos comprobado en la práctica que el empleo de los 4 patrones siguientes da
respuesta a los requerimientos de la mayoría de las embarazadas: 2 300,
2 500, 2 800 y 3 000 kcal.
Como elementos prácticos de orientación general pueden emplearse estos
patrones según estado nutricional de la siguiente forma:
Patrón de 2 300 kcal: Cubre las recomendaciones de la embarazada normal,
de actividad ligera y también de sobrepeso.
Patrón de 2 500 kcal: Cubre las recomendaciones de la embarazada con un dé-
ficit ligero de peso.
Patrón de 2 800 kcal: Cubre las recomendaciones de la embarazada con défi-
cit moderado de peso y la de la adolescente (IMC > 10
percentil).
Patrón de 3 000 kcal: Cubre las recomendaciones de la embarazada severa-
mente desnutrida y de la adolescente con déficit de peso.
119
Un aspecto de importancia y con frecuencia se olvida, es el de indicar a la
gestante con deficiencia de peso, reposo al menos de 2- 3 horas al día, funda-
mentalmente después de merendar o almorzar.
La suplementación con vitaminas del complejo B, Vit C y Fe deberá tener-
se en cuenta.
Presentamos en anexos un ejemplo de patrón de 2 500 kcal, en términos de
alimentos que pueden servir como guía (a modificar por el médico según el caso)
para orientar la alimentación durante el embarazo.
También se presenta una tabla de intercambio de alimentos que permite
recomendar alimentos con equivalencias muy similares (anexo 2).
Por último se anexan las tablas cubanas de Índice de Masa Corporal para la
edad sexo femenino y un monograma para hallar el IMC (anexos 3 ).
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120
ANEXOS
Anexo 1 Ejemplo de patrón de alimentación para embarazada
Valor nutricional aproximado
Carnes Merienda
(incluye leguminosas) 1 T de leche o yogur
(4 intercambios) 2 u de galletas o 1 reb de pan de
1 dedo de grosor
1 cda de azúcar
Almuerzo
1 unidad de fruta
Cereales y viandas 1 T de leguminosas (½ T granos +
(10 intercambios) líquido)
1 oz de carne res o carnero o pollo
o pescado o 1 huevo
1 T de arroz o pastas alimenticias
o harina de maíz
½ T de viandas
Vegetales. ½ T vegetales
(2 intercambios) 4 cda de postre
1/3 unidad de pan
1½ cda de aceite
Frutas (2 intercambios)
Merienda
1 T de leche o yogur
2 u de galletas o 1 reb de pan de
1 dedo de grosor
1 cda de azúcar
Grasa Comida
(3 intercambios) 2 ½ oz de carne de res o carnero o
pollo o pescado
1 T de arroz o pastas alimenticias
o harina de maíz
½ de vegetales
121
4 cda de postre
Azúcares y dulces 1/3 unidad de pan
(12 intercambios) 1 ½ cda de aceite
Cena
1 T Leche o yogur
1 oz de carne de res, 75 7 4 1
cerdo, carnero, vísceras,
pollo, pescado, embutido,
picadillo de res con soya
(3 cda), masa cárnica (3 cda)
½ embutido de pollo (fricandel)
1 unidad de perro caliente
½ hamburguesa con soya
2 fish steak
1 oz de queso
1 unidad de huevo
1 T de frijoles (1/2 T
de granos + líquido)
Cereales ½ taza de arroz, pastas,
y viandas ½ taza (150 g
de puré harina de maíz 70 2 - 15
de viandas) 1/3 unidad de pan suave
1 rebanada de pan
de flauta (2 cm de espesor)
4 unidades de galletas
½ taza de puré de papa
¼ taza de otras viandas
122
Vegetales
Grupo A 1 taza Lechuga, col, berro,
pepino, tomate, acelga,
chayote, pimiento,
habichuelas, rábano
(cantidad a consumir
según se desee) - - - -
Vegetales
Grupo B ½ taza ½ taza de calabaza,
nabo, remolacha,
zanahoria 35 2 - 7
Edad Percentiles
3 10 25 50 75 90 97
124
CAPÍTULO 8
INTRODUCCIÓN
Para el ser humano, alimentarse significa mucho más que comer, ya que el
alimento no solo satisface una de sus necesidades primarias, el hambre, sino
también constituye un importante estímulo sensorial debido a sus características
organolépticas. El acto de alimentarse actúa como un integrador social ya que
brinda la posibilidad de encontrarse, compartir y comunicarse.
Desde las etapas más tempranas de la vida, el alimento constituye un ele-
mento fundamental para el individuo, ya que suministra los nutrientes esenciales
para el crecimiento y desarrollo.
El grupo de niños y niñas menores de 2 años merece especial atención
debido a sus características biológicas particulares y a la importancia que reviste
la prevención de los principales factores de riesgo que inciden en su crecimiento
y desarrollo futuro y en la prevención de las enfermedades nos transmisibles
desde la más temprana edad, de ahí la necesidad de garantizar los requerimien-
tos nutricionales de la forma más adecuada posible.
Una correcta nutrición, un óptimo desarrollo y una adecuada maduración
son hechos equiparables al bienestar del niño. Las interrelaciones de estos facto-
res son esenciales para una realización total del potencial genético individual
Algunas etapas de la infancia están dominadas por las particularidades del
proceso de maduración de todas las funciones relacionadas con la alimentación.
Tales funciones repercuten en la transformación y utilización de los alimentos y
su conocimiento es esencial para establecer los fundamentos nutricionales, espe-
cialmente durante el primer año. En este período es cuando se cometen graves
errores, por lo que hay que conceder interés especial a la etapa de la lactancia.
125
A nivel esofágico es necesario considerar que a pesar de que el esófago se
encuentra anatómicamente desarrollado antes de la vigésima semana de la ges-
tación, en los recién nacidos la presión del esfínter esofágico inferior es menor
que la registrada a las 6 semanas de edad en que alcanza la presión de los
adultos, de ahí que con frecuencia se observen gran parte de las regurgitaciones
pospandriales en las primeras semanas de vida.
ENZIMAS DIGESTIVAS
La amilasa salivar está presente en el recién nacido, pero su actividad
hidrolítica es baja, 10 % de los niveles del adulto. La amilasa pancreática antes
del cuarto mes, tiene niveles bajos o no se encuentra presente, por eso no pue-
den digerir los polisacáridos (almidones y cereales). Las disacaridasas están com-
pletamente desarrolladas al nacer.
El recién nacido tienen niveles bajos de pepsina, los cuales solo empiezan a
aumentar después de los 3 meses de edad, cuando los cambios del pH posibilitan
la digestión adecuada de proteínas diferentes a la de la leche materna
ESTÓMAGO
En los recién nacidos la acidez gástrica aumenta durante las primeras
24 horas de la vida; sin embargo, no es hasta los 4 meses que la producción de
ácido en función del peso corporal, es equiparable a la de los adultos.
PÁNCREAS
En los niños recién nacidos la actividad de la amilasa está apenas identifica-
da, o ausente del intestino; esta condición permanece estable durante los prime-
ros meses de la vida. Los niños prematuros de 32 a 34 semanas de gestación
carecen de esta enzima, al menos en las primeras 4 semanas de su etapa neonatal
126
Durante los 6 primeros meses de la vida el niño debe recibir solo lactancia
materna exclusiva.
La lactancia materna exclusiva constituye el mejor alimento, superior a cual-
quier otra alimentación, es un hecho que nadie cuestiona. Si embargo, no existe
suficiente información en los profesionales de la salud, madres y familias sobre la
duración óptima de la lactancia materna exclusiva.
La mayoría de las madres están en condiciones de lactar satisfactoria-
mente a sus hijos durante los 6 primeros meses de vida, siendo mínimas las
condiciones que se limitan (O´Donnell, 1986).
¿Cual es la duración óptima de la lactancia materna exclusiva?
Las más recientes opiniones de la OMS, de los pediatras y de los organis-
mos técnicos sobre nutrición pediátrica como el Comité de Nutrición de la Aca-
demia Americana de Pediatría, recomiendan que la introducción de alimentos se
efectúe después de que el niño haya cumplido los 6 meses de edad. Esta reco-
mendación de introducir los alimentos sólidos mucho después de la edad que
anteriormente se recomendaba tiene bases fisiológicas y también lógicas (OPS/
OMS/UNICEF,2001(Schellhom,1995).
Un estudio múltiples de varios países, realizados por expertos de la OMS
que involucraron a más de 10 000 niños, aportó información científica y
epidemiológica acumulada que confirma las siguientes ventajas de la lactancia
materna exclusiva hasta los 6 meses:
− Proporciona la alimentación ideal y crecimiento del niño.
− Provee factores protectores únicos que reducen el riesgo de enfer
medades infecciosas gastrointestinales y crónicas de la niñez.
− Promueve el desarrollo sensorial y cognoscitivo.
− Ayuda a establecer un apego emocional entre la madre y el niño.
− Reduce la pérdida sanguínea corporal postparto y el riesgo de cán-
cer de mama y ovario en la madre.
− Contribuye al espaciamiento de los nacimientos.
− Proporciona beneficios económicos a la familia y al país.
127
otros ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, de gran importancia para el
desarrollo del sistema nervioso.
Energía: 600 Kcal/g ó 70 Kcal / 100 mL
La leche humana es fuente de hierro suficiente durante los primeros 6 me-
ses de vida.
Factores que influyen en el éxito de la lactancia materna exclusiva:
128
Desde el punto de vista práctico, se recomienda que antes de decidir el
inicio de la alimentación complementaria el equipo de salud evalúe no sólo la
edad del niño sino también los siguientes aspectos (AKRE,1992).
. El desarrollo psicomotor
Buen control neuromuscular (cabeza, cuello y tronco) y adquisición de la
posición sentada con apoyo
Pérdida del reflejo de protrusión de la lengua
Interés por el alimento.
129
fundamentalmente de enfermedades diarreicas. Por último la alergia alimentaria
puede ser otra complicación. El aumento de la permeabilidad intestinal a
macromoléculas sumado a la inmadurez del sistema inmunitario (chandra,1986)
condiciona la aparición de cuadros atópicos en niños genéticamente predispues-
tos. Más recientemente, se ha puesto de manifiesto que los anticuerpos produci-
dos por la albúmina sérica bovina, presente en la leche de vaca, reacciona en
forma cruzada con proteínas de superficie de las células beta del páncreas pre-
cipitando la aparición de diabetes mellitus tipo I (Karjaloinen, 1992).
La leche materna es el mejor alimento para lactantes y la lactancia materna
exclusiva es fuertemente recomendada durante los 6 primeros meses de vida,
seguido por una combinación de leche materna y alimentos complementarios
durante la infancia (Butte, 2000)
130
de las necesidades de energía, que cada vez más se destina a la actividad física.
Al disminuir la velocidad de formación de masa corporal, los requerimientos de
proteína disminuyen proporcionalmente, lo mismo que los de muchos nutrientes
predominantemente intracelulares. Pero al mismo tiempo aparece la deficiencia
de otros, al agotarse los depósitos acumulados durante los últimos 2 meses de la
gestación, (hierro, cobre, algunas vitaminas), salvo que los reciba de los alimen-
tos en cantidades y biodisponibilidad adecuada.
Este proceso continúa perfilándose con mayor nitidez con el transcurso del
tiempo. A los 3 años el niño ya se ha transformado en un activo explorador, con
más masa magra proporcionalmente a su peso, una musculatura creciente
(Fomon,1982), gran actividad física y, desde el punto de vista alimentario, se ha
integrado a la alimentación de la familia. Sus requerimientos nutricionales son
menos exigentes y su intestino y función renal ya han madurado lo suficiente
como para no necesitar alimentaciones demasiado especializadas.
En esta etapa de la vida (los primeros 2 años de la vida) tan sensible a los
requerimientos nutricionales, es cuando comienza a producirse el retardo de cre-
cimiento, tan común en los países en vías de desarrollo. En comunidades pobres
en las que la práctica de la lactancia materna se prolonga como único alimento a
partir de los 6 meses de edad, el retraso del crecimiento tiene necesariamente
que producirse. Este retraso se ha achacado a la deficiencia de energía y proteí-
nas y a la reiteración de infecciones en nuestros niños. Pero no alcanzan como
única explicación. Deficiencias aún no bien estudiadas de micronutrientes (mine-
rales, vitaminas, ciertos aminoácidos, etc.) pueden estar contribuyendo a ello de
manera importante. Es lo que se ha dado en llamar la desnutrición oculta (WHO/
UNICEF/CIDA/USAID/FAD/UNAP,1991).
ENERGÍA
Los alimentos son la fuente de energía para las funciones metabólicas del
organismo, incluyendo la síntesis de compuestos orgánicos y el crecimiento celu-
lar. Todo alimento que contenga carbohidratos, proteínas o grasas, es una fuente
de energía para el organismo. Su densidad energética se mide por la cantidad de
energía metabolizable contenida en cada gramo del alimento. Los alimentos de
mayor densidad energética son aquellos ricos en grasas, y en segundo término
los ricos en carbohidratos.
Los niños retienen una parte de la energía que ingieren transformada en
tejido de crecimiento. Aparte de eso, el ser humano tiende a mantener un equili-
brio entre la energía que ingiere y la que gasta en procesos metabólicos y activi-
dad física. La ruptura de ese equilibrio puede llevar a la desnutrición energética
o a la obesidad.
Los requerimientos de energía para niños desde el nacimiento hasta los 12
meses se estimaban observando las ingestas de niños saludables que crecían
normalmente, debido a la falta de suficiente información sobre gasto energético
(WHO,1985).
131
El uso del agua doblemente marcada es actualmente considerado como el
método de medición más preciso del gasto energético total en individuos. La
medición del gasto energético total por este método incluye el metabolismo basal,
la respuesta metabólica a los alimentos, la termorregulación, la actividad física y
el costo energético de la síntesis de tejidos en crecimiento. Recientemente se ha
podido disponer de información en niños menores de 2 años utilizando este méto-
do y de ecuaciones para predecir el gasto energético en estas edades (Salazar,
2000).
Las recomendaciones de ingestión diaria de energía para los niños cubanos
durante el primer año de vida se presentan en las tablas No. 1y 2 (Porrata,1995).
La reducción entre el tercero y noveno mes se considera normal por correspon-
derse con una etapa en la cual disminuye la elevada tasa de crecimiento típica de
los 3 primeros meses de vida y que no ha sido compensada aún por el aumento
de la actividad física del niño.
PROTEÍNAS
Las proteínas son constituyentes esenciales de toda célula viviente, las ne-
cesidades de proteínas se establecen en términos de las necesidades totales de
nitrógeno y de las necesidades de aminoácidos esenciales. Se considera de gran
importancia la calidad de las proteínas, la cual depende tanto de su contenido de
aminoácidos, como de la digestibilidad de la proteína.
Las recomendaciones de proteínas se establecieron a partir del cálculo del
12 % de la ingestión total de energía. En el caso de los niños hasta 1 año de edad,
se consideró la recomendación a partir del cálculo del 10 % de la energía total ya
que la mayor fuente de proteína en estas edades proviene de la leche, alimento
que se usa como referencia para establecer las dosis inocuas. Estas cifras tam-
bién ofrecen una mayor posibilidad de alcanzar el cumplimiento de las recomen-
daciones de algunas vitaminas, minerales y oligoelementos.
GRASAS
Las grasas aportan mayor valor energético por unidad de peso, aumentan
la palatabilidad de los alimentos, son vehículo de las vitaminas liposolubles (A,D,E,y
K) y aportan los ácidos grasos esenciales
La grasa es de suma importancia para lograr una adecuada composición
corporal y, fundamentalmente, el desarrollo del sistema nervioso central. Duran-
te los 2 primeros años de vida la grasa debe ser vista en su función estructural,
pues provee los ácidos grasos y el colesterol necesarios para formar las mem-
branas celulares en todos los órganos. Más aún en órganos como la retina y el
sistema nervioso central. Gran parte de esos ácidos grasos esenciales deben ser
aportados por la alimentación porque el organismo no puede sintetizarlos.
Durante los 4-6 primeros meses de vida, la dieta puede contener del 50 al 55 %
de grasa animal, tal como sucede durante la lactancia materna exclusiva. Esto
podría reducirse a alrededor del 40 al 45 % para niños alimentados con fórmulas
infantiles.
132
Durante los 2 primeros años de vida no es conveniente usar alimentos po-
bres en grasa y colesterol. Esto puede traer consecuencias indeseables para el
crecimiento y desarrollo y no ofrece ventajas respecto a la prevención de enfer-
medades crónicas no transmisibles. A partir de los 2 años de edad es conveniente
limitar la ingestión del colesterol a un máximo de 300 mg por día. Ese límite
puede ampliarse en comunidades donde los huevos sean una de las principales
fuentes de proteínas de alta calidad y otros nutrientes. En estos casos se hará
énfasis en limitar el consumo de ácidos grasos saturados (Uauy,1994).
La ingestión de grasa total, grasas saturadas y colesterol se debe limitar
más de lo antes indicado sólo en aquellos niños con sobrepeso o susceptibles de
desarrollar obesidad u otras enfermedades asociadas con la grasa alimentaria.
CARBOHIDRATOS
No es factible definir el requerimiento mínimo de carbohidratos, ya que el
organismo humano puede usar diversos substratos como fuente de energía y
puede sintetizar glucosa a partir de grasas y proteínas.
Las recomendaciones se basan en mantener un balance energético cuando
las recomendaciones para proteínas y grasas dietéticas se han cumplido. En
general se recomienda dar prioridad al uso de carbohidratos complejos, ya que
los alimentos que los contienen también contribuirán a las necesidades que los
niños tienen de otros nutrientes (tablas 8.1 y 8.2).
Lactantes Meses
0-3 4.3 500 116 13 3,0 22 63
3-6 6.3 630 100 16 2.5 28 79
6-9 7.9 750 95 19 2.4 25 113
10 - 12 9,1 920 101 23 2.5 31 138
Niños Años
1-2 11,0 1 190 108 36 3,3 40 173
1
Los intervalos de edad no incluyen el límite superior.
2
Calculado sobre la base del 10 % de la energía alimentaria total hasta el año de edad, y
del 12 % para el resto de las edades.
3
Calculado sobre la base del 40 % de la energía alimentaria total durante el primer
semestre de vida, del 30 % durante el segundo semestre y hasta los 2 años de edad, y
del 28 % a partir de los 3 años de edad.
4
Calculado por diferencia una vez establecidas las cifras de proteínas y grasas.
133
Tabla 8.2. Recomendaciones de ingestión diaria de energía, proteínas, grasas y
carbohidratos. Sexo masculino
Lactantes Meses
0-3 4,7 550 116 14 3.0 24 69
3-6 7.0 700 100 17 2.4 31 88
6-9 8.5 810 95 20 2.3 27 122
10 - 12 9.7 980 101 25 2.6 33 147
Niños Años
1-2 11,4 1190 104 36 3.2 40 173
Varios minerales son esenciales para la vida y la salud y deben ser aporta-
dos por la dieta o adicionado a los alimentos (fortificación)
Hay varios aspectos fundamentales que se deben tener presente en la
labor educativa en relación con la alimentación:
1. Comprender el papel que juega la alimentación en la vida
2. Ubicar a la comida en el lugar que le corresponde
3. Fijar las reglas para una alimentación sana sin que por eso deje de ser placentera:
−Durante los 6 primeros meses de vida, la leche materna es todo lo que
los niños y niñas necesitan.
−Los niños requieren grasa. Las leches descremadas o semidescremadas
no son adecuadas para los niños antes de los 2 años de edad
−Introducir frutas, verduras y granos, pero no excederse en alimentos
con alto contenido de fibra. Una cantidad recomendable para estas edades
es de 8 a 10 gramos al día (American Academy of Pediatrics,1998).
−Los niños necesitan consumir el azúcar con moderación
−Los niños requieren el sodio con moderación Un aspecto de interés a
considerar es la no adición de sal. El contenido natural de sodio en los
alimentos es suficiente para satisfacer los requerimientos del niño. Por
lo tanto es desaconsejable agregar sal a la comida, ingerir alimentos
enlatados con gran contenido de sodio. La ingesta de sodio aumentada
puede determinar sobrecarga renal de solutos y si bien no está probada
su relación con la hipertensión arterial en la edad adulta, el consumo de
sal adicional durante la niñez condiciona la instalación de hábitos
alimentarios incorrectos y difíciles de modificar después (tablas 8.3 a 8.5).
− Elegir alimentos ricos en hierro, zinc y calcio.
134
Tabla 8. 3. Recomendaciones de ingestión diaria de vitaminas a lactantes y niños de ambos sexos
Vitaminas
Grupos Edad1 A2 (µg) D3 (µg) E4 (mg) K5 (µg) C (mg) B16 (mg) B27 (mg) Niacina8 (mg) B6 (mg) B12 (µg) A. fólico (µg)
Lactantes Meses
0-3 400 10 3 5 35 0,3 0,3 4 0.3 0,5 30
3-6 400 10 3 5 35 0,3 0,4 6 0.3 0,5 30
6-9 400 10 4 10 35 0,4 0,5 6 0.6 1,5 45
9 - 12 400 10 4 10 35 0,5 0,6 7 0.6 1,5 45
Niños Años
1-2 500 10 5 15 45 0,6 0.7 8 0.9 2,0 80
1
Los intervalos de edad no incluyen el límite superior.
2
1 Equivalente de retinol (ER) = 1 µg retinol = 6 µg de beta-caroteno.
3
Como colecalciferol: 10 µg colecalciferol = 400 UI vitamina D.
5
1 µg/kg de peso para mayores de 1 año de edad.
6
0,5 mg tiamina/ 1 000 kcal.
7
0,6 mg riboflavina/ 1000 kcal.
8
1 Equivalente de niacina (EN) = 1 mg de niacina = 60 mg triptófano dietario. Hasta los 6 meses de edad se recomiendan 8 eN/ 1000 kcal y después
de los 6 meses 7 EN/ 1 000 kcal.
135
Tabla 8. 4. Recomendaciones de ingestión diaria de minerales y oligoelementos
Minerales y oligoelementos
Grupos Edad1 Ca P Mg Fe Zn I Se
(mg) (mg) (mg) (mg) (mg) (µg) (µg)
Lactantes Meses
0-3 360 240 50 10 3 40 10
3-6 360 240 50 10 3 40 10
6-9 540 360 70 10 5 50 15
10 - 12 540 360 70 10 5 50 15
Niños Años
ambos sexos 1-2 800 800 150 10 10 70 20
1
Los intervalos de edad no incluyen el límite superior
Tabla No. 8.5. Las vitaminas más importantes en la nutrición humana
Vitaminas Función Fuentes alimentarías Perdidas
136
Vitamina K Participa activamente Origen animal: leche, Inestable en
(Naftoquinonas) en la coagulación de la hígado, especialmen- soluciones neu-
sangre te de cerdo Origen tras y alcalinas y
vegetal: vegetales de cuando se expo-
color verde intenso ne al aire y a la
luz
Ácido pantoténico Esencial para el meta- Origen animal: carne Bastante estable
Biotina bolismo intermediario. de res, cerdo y pollo, al medio
Forma parte de la vísceras, leche, em-
acetil-CoA butidos, yema de
huevo
137
Acido fólico Esencial para el me- Origen vegetal: legumino- Inestable en solu-
(Folatos) tabolismo interme- sas, cereales integrales, ciones ácidas y
diario, durante la maní, col, coliflor, papa, cuando se expone
síntesis de ácidos boniato y frutas como el al calor, al aire y a
grasos y en la plátano la luz
gluconeogénesis Origen animal: hígado de
res, pollo y pescado,
huevo entero
Origen vegetal: guisan-
tes, maní, chocolate, ce-
reales integrales,
vegetales como la col y la
coliflor, frutas cítricas y
vegetales de color verde
intenso
Vitamina B12 Esencial para el cre- Origen animal: hígado, Inestable cuando
(Cobalamina cimiento y la divi- carne, huevo entero se expone al aire y
sión celular. Participa Origen vegetal: legumino- a la luz
en la síntesis de sas, cereales integrales,
ácidos nucleicos y viandas como la papa,
en el metabolismo quimbombó, el berro, el
normal de algunos nabo, los pimientos y los
aminoácidos tomates, diversas frutas
como el plátano, los cítri-
cos y el melón
138
RECOMENDACIONES PARA LA ALIMENTACIÓN SUPLEMENTARIA
Una nutrición infantil apropiada es más compleja que ofrecer leche mater-
na, la actitud y respuesta de los padres hacia su bebé y la forma de alimentación
pueden afectar la cantidad consumida, y por lo tanto el crecimiento y desarrollo.
Para ello los padres deben tener presente que ayudar a sus niños a conocer
nuevos sabores y texturas toma tiempo
Se debe realizar un aumento progresivo de la consistencia y viscocidad. Se
recomienda dar papillas o purés y a medida que aumenta la capacidad para
masticar, morder y tragar ir introduciendo los alimentos sólidos o semisólidos.
Es preciso insistir en que la ablactación temprana conduce a ciertos riesgos:
favorece el sobrepeso y la obesidad en los lactantes; facilita que los niños corran
mayor riesgo de padecer fenómenos de hipersensibilidad a algunos antígenos
contenidos en los alimentos. A este respecto es aconsejable que los lactantes
cuya familia tiene antecedentes de alergia, cumplan 1 año de edad para introdu-
cir el huevo completo, el chocolate y otros alimentos alergénicos (Lucas,1990).
HABITOS ALIMENTARIOS
La introducción gradual de alimentos a partir del sexto mes permite que el
niño se incorpore a la dieta familiar al término del primer año de vida. Después
de esta edad no hay objeción para que reciba los alimentos propios de la cultura
en que está inserta su familia.
En relación con la alimentación de los niños, una de las mayores preocupa-
ciones de los padres es que los niños habitualmente rechazan las comidas nue-
vas. Esta neofobia, o poca aceptación inicial de un alimento no debe ser interpretada
como rechazo, sino como una situación esperable en el proceso de incorporación
de nuevos sabores y texturas, que se modifica con la exposición reiterada, no
compulsiva al alimento en cuestión (Brich,1990).
Los niños, aún los más pequeños, regulan su ingestión energética de una
manera muy eficiente, lo que lleva a una gran variabilidad en la cantidad de
alimentos que aceptan a lo largo del día, y a la ingestión de menos alimentos en
un tiempo de comida que ha sido precedido por otro con una ingestión abundante.
La guía de ablactación propone lo siguiente:
Etapa de 0 a 6 meses
Lactancia materna exclusiva según demanda del niño.
Etapa de los 6 meses
139
Los jugos se preparan diluidos al principio con una cantidad igual de agua
hervida fresca, las concentraciones irán aumentando de manera progresiva has-
ta ofrecerlo puro. No es aconsejable el uso de azúcar ni de miel, pues este último
alimento está con frecuencia contaminado; además no es conveniente habituar
al niño al consumo de alimentos excesivamente dulces. Se ofrecerá una vez al
día comenzando por tres 3 ó 4 onzas y se aumentará la cantidad de forma gra-
dual. Hay que advertir que no se hierva o caliente, pues ocasionará pérdidas de
vitaminas. Se debe brindar de preferencia a temperatura ambiente y recién pre-
parado.
Se introducirán las viandas en forma de puré. Se ofrecerá una sola vez al
día, y puede ser un puré de viandas y vegetales y luego puré o jugo de frutas.
Es recomendable introducir alimentos semisólidos en la dieta del niño a
partir de los 6 meses de edad. Además de los nutrientes que esos alimentos
pueden proporcionar, esta práctica enseñará al niño a comer alimentos con dife-
rentes texturas, consistencia y sabor.
141
ETAPA DE LOS 10 MESES
Se incorporan la mantequilla y las judías y garbanzos.
142
Guías de alimentación para menores de un año
0-6 meses 6 7 8 9 10 11 12
meses meses meses meses meses meses meses
L Jugos de Cereales Carnes: Otras carnes: Mantequilla Queso crema Huevo completo
A frutas no sin gluten: Res Cerdo magra Judías Gelatina Jamón
C cítricas Garbanzos Otros quesos
T y vegetales: Chocolate
A Remolacha
Guayaba Arroz Pollo Frutas y
N Piña Avena Otras aves vegetales Aguacate
C Mamey Maíz Carnero en trocitos Pepino
I Fruta Caballo Helado Col
A Bomba Pescado sin clara Coliflor
Plátano Verduras: Vísceras: Arroz con Quimbombó
Tamarindo Acelgas Hígado leche Alimentos
Melón Habichuela fritos
M Mango Chayote Carnes enlatadas
A Tomate Berza
T
Puré de frutas Leguminosas Yema Natilla,
E Lentejas de huevo flan, pudín
y vegetales
R en conservas Frijoles negros Cereales sin clara
N (compotas) Colorados con gluten de huevo
A
Purés de Frutas, Bayos Trigo
viandas Chícharos (pan, galletas)
y vegetales
E
X Papa Oleaginosas Pastas alimenticias
C Plátano Aceites vegetales Coditos,
L Malanga de maní, soya, espaguetis,
Boniato girasol fideos
U Yuca Jugos y purés
S Zanahoria de frutas
I Calabaza cítricas:
V naranja, limón,
lima toronja
143
A mandarina
El temor de lo nuevo no es exclusivo del niño pequeño, también es común
en todas las especies omnívoras, inclusive la rata y el hombre. Sin embargo, si se
dan repetidas oportunidades para probar el nuevo alimento se termina cambian-
do el rechazo inicial por aceptación.
Esta seguridad aprendida proporciona la interpretación sobre cómo la
neofobia infantil puede ser reducida a través de la inclusión reiterada de un ali-
mento; cuando la ingestión de un alimento nuevo no es seguida de consecuencias
gastrointestinales negativas como náuseas o vómitos, se reduce la respuesta
neofóbica, y a través de nuevas exposiciones, el alimento es gradualmente acep-
tado.
En efecto, la exposición repetida a un alimento puede ser una manera muy
efectiva para aumentar la aceptación de las comidas; se debe presentar en repe-
tidas ocasiones al niño nuevos alimentos para que consuma sin ejercer presiones
de ninguna clase, esto es fundamental en el establecimiento de una dieta variada.
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146
CAPÍTULO 9
INTRODUCCIÓN
Preescolar es la etapa comprendida entre los 2 y 5 años de edad.
La edad preescolar es una etapa de progresivos y evidentes cambios en el
crecimiento y desarrollo del niño, lo que le permite adquirir múltiples capacida-
des. En ella el organismo está en proceso de crecimiento y desarrollo, a la par de
ser un período de actividad física intensa e irregular. El gasto metabólico basal es
elevado en comparación con el del adulto. Por eso, debe preocuparse de que el
niño crezca sano.
Pero ¿Cómo saber si el niño o la niña está sano?
Debemos llevarlo a la consulta de puericultura con su médico y enfermera
de la familia para poder evaluar según su peso y talla los índices correspondien-
tes de peso/talla, peso /edad y talla/edad y así establecer el estado nutricional en
que se encuentra.
Después del primer año de vida la alimentación del niño es similar a la del
adulto por lo que debe ser estimulado para que coma los mismos alimentos que el
resto de la familia y hacer las comidas principales junto con él, esto ayuda a su
integración psicológica y sociofamiliar y a crear hábitos sanos desde etapas
tempranas de la vida.
PRINCIPIOS GENERALES
Una buena alimentación durante la infancia y la edad preescolar es esencial
para asegurar una nutrición compatible con un estado de salud duradero y con un
crecimiento y desarrollo adecuados. Debemos tomar en consideración:
− Aspectos fisiológicos tales como la maduración de estructuras y fun-
ciones digestivas, renales, nerviosas e inmunológicas, para decidir cuá-
les alimentos son adecuados e inadecuados a distintas edades.
− Los requerimientos nutricionales y la forma en que cambian con la edad
y estado de salud del niño para cuantificar los alimentos que se deben
incluir en la dieta y evaluar la necesidad de suplementarla en algunos
nutrientes.
− El desarrollo de hábitos alimentarios, para evitar conductas inadecua-
das que pudieran llevar a hábitos inadecuados con repercusiones
147
nocivas en el futuro, así como la preocupación injustificada de la familia
y la prescripción innecesaria de alimentos y suplementos nutricionales.
− Las características químicas, físicas y organolépticas de los alimentos,
para seleccionar los más apropiados para la edad del niño y evitar aque-
llos cuyo uso puede producir efectos indeseables.
− La disponibilidad de alimentos y el patrón cultural de la familia, para
recomendar dietas con mayor probabilidad de ser aceptadas y puestas
en práctica.
ALIMENTACIÓN SALUDABLE
El niño necesita una alimentación variada que le permita crecer, desarrollar
las actividades físicas propias de la edad y estar sano. Además de las 3 comidas
principales (desayuno, almuerzo y comida) puede añadir 2 meriendas adiciona-
les, una a media mañana y otra a media tarde al regresar del círculo infantil o del
preescolar y una cena en la noche.
Es importante que el niño y la niña reciban un aporte alimenticio suficiente
durante el desayuno, lo que contribuye a mantener una adecuada actividad física
y mental hasta la hora de la próxima comida. Se ha demostrado que un desayuno
insuficiente reduce la atención a clases y puede producir retraso en el aprendizaje.
En el segundo año puede comer alrededor de 200-300 mL de una sola vez
por lo tanto para obtener la cantidad necesaria de energía y nutrientes es necesa-
rio que tenga una alta densidad energética y de nutrientes, lo que se logra al dar
6 frecuencias de alimentación. Al tercer año es capaz de comer la mitad de un
adulto por lo que se recomienda que coma solo y a su propia velocidad las
porciones que le corresponden, de preferencia con el resto de la familia y siem-
pre bajo su supervisión, de manera tal que se garantice que come lo que le co-
rresponde según edad, sexo y estado fisiológico o patológico.
Se recomienda:
Energía hasta los 3 años: 102 kcal/kg de peso
4-6 años: 90 kcal/kg de peso
Proteínas hasta los 3 años: 1,2 g/kg de peso
4-6 años: 1,1g/kg de peso
A los 2 y 3 años el niño se afana por hacer muchas cosas de forma indepen-
diente. Son frecuentes los atracones y los alimentos rechazados de un día para
otro y de una semana a otra. Los padres refieren un elevado nivel de insatisfac-
ción con el apetito y el interés mostrado por la comida.
El niño de 4 a 5 años suele mostrarse más interesado por el juego que por su
alimentación, por lo que puede quedar rezagado durante las comidas. El niño es
un gran imitador, capaz de seguir rápidamente el ejemplo de los padres o algún
hermano o hermana mayor. Estos cambios se consideran normales y esperados
a esta edad. Por consiguiente es preciso que los padres empleen tiempo y pa-
ciencia durante las comidas. La anorexia que suele presentarse en esta etapa es
148
debido a la disminución de la velocidad de crecimiento, sin embargo no debe
insistirse en forzar al niño a comer más de lo que él desea y/o necesita porque
esto puede crear un conflicto a la hora de la comida entre el niño y sus familiares.
149
. Pasear los fines de semana en contacto con la naturaleza.
. Andar en bicicleta, en patines y en todo lo que pueda pedalear y empujar.
. Jugar con objetos grandes, pequeños, de distintos colores, que pueda
mover con su cuerpo, con sus brazos, con sus pies.
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150
CAPÍTULO 10
EVALUACIÓN NUTRICIONAL
La antropometría es especialmente importante durante la adolescencia de-
bido a que ella permite monitorear y evaluar los cambios mediados por las hor-
monas en el crecimiento y la maduración de este período.
Debido a los dramáticos cambios del crecimiento durante el brote de la
adolescencia, es importante identificar los eventos de la maduración que sean
más apropiados para usar con los indicadores antropométricos del estado nutricional
y de salud en individuos y poblaciones (Esquivel,1989)(Díaz,1999).
Muchas medidas de maduración somática han sido propuestas. La edad de
la menarquia es uno de los indicadores ideales (Sñanchez, 2004).
Los indicadores antropométricos más utilizados en la adolescencia son:
el índice de peso para la talla, la talla, la circunferencia abdominal y el
Índice de masa corporal (IMC) para la edad es uno.
Varios autores señalan la eficacia del IMC (peso/talla2) y la circunferencia
abdominal como indicadores de porcentajes de grasa. En consecuencia, para un
individuo dado, la obtención escalonada de datos es la base más adecuada para
determinar sus necesidades nutricionales, incluida la energía necesaria para cubrir su
crecimiento y su actividad física.
153
COMPORTAMIENTO ALIMENTARIO DE LOS ADOLESCENTES
La adolescencia es vulnerable a factores ambientales, en especial los rela-
cionados con la nutrición. Además, el comienzo y el ritmo del desarrollo sexual
puberal pueden influir en el consumo de alimentos y en cambios importantes en
la grasa corporal, entre otros mecanismos.
Los adolescentes pueden ser más susceptibles de afectación por factores
ambientales, en especial los relacionados con la nutrición y la alimentación en-
contrándose entre las características psicosociales propias de esta etapa los cam-
bios en los patrones y preferencias alimentarias que están determinados por los
hábitos familiares, pero mucho más por la mayor vinculación social con sus pa-
res, preocupación por la imagen corporal y también en demanda a modificacio-
nes en las necesidades energéticas y de otros nutrientes presentes en esta etapa.
Se han señalado un número de factores que caracterizan el comportamiento
alimentario de adolescentes:
− Omisión de comidas, sobre todo el desayuno.
− Consumo de confituras y alimentos dulces.
− Ingestión de alimentos de preparación rápida.
− Consumo de alimentos no convencionales.
− Inicio del hábito de consumir bebidas alcohólicas.
− Consumo excesivo de bebidas gaseosas y otros refrescos.
− Preferencia o aversión por determinados alimentos.
− Consumo de cantidades altas de alimentos energéticos.
− Consumo inadecuado de algunos nutrientes.
− Práctica de "dietas" para bajar o subir de peso.
155
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156
CAPÍTULO 11
INTRODUCCIÓN
En los últimos años el rápido crecimiento de la población mayor de sesenta
años de edad está originando un gran número de estudios encaminados a cono-
cer los factores de riesgo que pueden incidir en la calidad de vida del anciano y a
modificarlos de forma tal que contribuyan a incrementar la longevidad de las
personas. Dentro de estos factores de riesgo hay que considerar la importancia
que tiene la alimentación adecuada en esta etapa de la vida.
En el ámbito del Estudio sobre Salud, Bienestar y Envejecimiento en las
Américas (SABE), Cuba resulta un país en proceso de envejecimiento poblacional,
en donde en el año 2000 el 14,3 % de la población tenía 60 y más años de edad.
Se plantea que en el año 2025, uno de cada cuatro cubanos tendrá 60 años y más
(OPS/OMS/CITED/CEPDE/ONE, 2003).
Según el estudio citado anteriormente el envejecimiento de la población se
inscribe en lo avanzado del proceso de transición demográfica del país y sus
territorios, en donde la fecundidad como principal factor reductor del crecimiento
poblacional, se mantiene por debajo de los niveles de reemplazo desde hace más
de 25 años y la mortalidad igualmente mantiene niveles muy bajos. Los avances
sociales alcanzados en el país, han modelado un patrón demográfico similar al de
los países desarrollados.
Todos estos cambios de población tienen implicaciones sociales, políticas y
sanitarias que deben redundar en conseguir que se alcance esta etapa de la vida
en las mejores condiciones físicas y psíquicas.
157
Los factores principales que afectan al estado nutricional del anciano son los
siguientes:
a) Factores socioeconómicos y culturales.
Una característica del estado nutricional del anciano es poseer una reserva
insuficiente de vitaminas, que parece condicionada por una disminución del in-
greso total de alimentos, una mala selección cualitativa de estos y una absorción
deficiente. El alcoholismo y la administración de ciertos medicamentos también
contribuyen al déficit de vitaminas.
Los déficit vitamínicos más característicos y frecuentes en las personas de
edad avanzada son los de vitamina C y de vitamina D, sin embargo, en Cuba no
se encuentran manifestaciones clínicas de estas carencias aunque en el caso de
la vitamina C en estudios realizados en ancianos residentes en hogares se han
encontrado bajos niveles en suero de este ácido ascórbico. Respecto a la caren-
cia de vitamina D, sus causas más frecuentes pueden ser el déficit de aporte, una
inadecuada exposición a la luz solar, un síndrome de malabsorción y enfermeda-
des del tracto hepatobiliar o renal. También asociado a la disminución de la se-
creción de ácido clorhídrico se dificulta la absorción de otras vitaminas como la
B12 y la B6 (Jiménez, 1985)(Holt,1990).
El déficit de ácido fólico se puede observar en alcohólicos crónicos con
afectación hepática. Suele asociarse con déficit de vitamina C, ya que ambas
vitaminas se encuentran particularmente en frutas y verduras frescas. Por otra
parte, la administración prolongada de barbitúricos o anticonvulsivantes puede
conducir igualmente a un déficit de ácido fólico, con la consiguiente anemia
macrocítica.
159
f) Ingestión deficiente de hierro y calcio.
ENERGÍA
En general, las personas de edad avanzada disminuyen su actividad física.
Se ha estimado una disminución de la tasa metabólica basal de 2,0 a 2,9 % por
década para mujeres y hombres respectivamente de un peso normal (Índice de
Masa Corporal de 18,5-25,0 kg/m2). Los requerimientos de energía disminuyen
con la edad, lo que es acompañado por una disminución en la ingesta de calorías.
La disminución de los requerimientos puede deberse a una disminución en el
peso corporal, un descenso del metabolismo basal, y una reducción de la activi-
dad física (Food,2002).
En Cuba se han estimado las recomendaciones de energía para los indivi-
duos de 60 años de edad y más en dependencia del sexo y de la actividad física
160
(Tablas 11.1 y 11.2). Las necesidades de proteínas se han fijado como promedio
en el 12 % de la energía total y las de grasas en al 28 % (Porrata, 1996). No
existe información sobre necesidades de aminoácidos esenciales en este grupo
de edad (Young, 1992). Mucho se ha discutido sobre la relación entre la ingesta
de grasas y el riesgo de enfermedad cardiovascular. La reducción de grasas
saturadas en la dieta puede disminuir los niveles de colesterol sanguíneo, aunque
en ancianos está relación no es tan clara como en adultos más jóvenes. Antes de
imponer una restricción en grasas, es preciso comparar los posibles beneficios y
riesgos en el individuo en particular. En el caso concreto de los ácidos grasos
esenciales es importante considerar la relación entre el ácido linoleico y el ácido
alfalinolénico en la dieta del anciano, así como la relación entre sus metabolitos
de cadena larga, ya que van a condicionar las funciones biológicas de los
eicosanoides sintetizados, y por tanto van a repercutir en la regulación de la
función cardiovascular, procesos inflamatorios e inmunológicos y posible desa-
rrollo de tumores importantes en este grupo de población ( Gurr,1992). Además,
en la vejez la actividad enzimática de la delta 6- desaturasa se encuentra dismi-
nuida, y por tanto, el organismo tiene limitada la capacidad de sintetizar ácido
araquidónico y ácido eicosapentenoico a partir de los ácidos grasos esenciales y
por tanto este hecho se debe tener en cuenta a la hora de considerar las reco-
mendaciones dietéticas. Se aconseja que la ingesta media de ácidos grasos
polinsaturados oscile entre el 6-10 % de la ingesta energética total y que de ellos
entre el 5-8 % de la energía provenga de los w-6 y del 1-2 % del los w-3 (Simopulus,
1991) (WHO, 2003).
161
VITAMINAS
Se ha sugerido que las ingestas recomendadas para vitaminas en el anciano
se definan como "las cantidades que son necesarias para prevenir o retardar
ciertas enfermedades o procesos degenerativos relacionados con el envejeci-
miento". Según estos autores la edad afecta de manera importante a los requeri-
mientos para determinadas vitaminas (Russell,1992) (tabla 11.3).
Las necesidades de vitaminas y minerales en individuos de 60 y más años
de edad aprobadas por el Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos de
Cuba se exponen a continuación. Al compararlas con las recomendadas por el
Consejo Nacional de Investigaciones de los Estados Unidos para las distintas
vitaminas están pertinentes y tienen una alta correspondencia (National Research
Counil, 2002)
Tabla 11.3. Recomendaciones de ingestión diaria de vitaminas en personas mayores de
60 años
A g1 800 700
D g2 5 5
E mg3 10 8
K g4 65 55
C mg 60 60
B1 mg5 1,2 1,1
B2 mg6 1,5 1,3
Niacina mg7 17 15
B6 mg 2,2 2,0
B12 µ g 3,0 3,0
A. fólico µg 250 250
1
Equivalente de retinol (ER) = 1 g de retinol = 6 g de caroteno.
2
Como colecalciferol: 10 g colecalciferol = 400 UI vitamina D.
3
1 mg tocoferol = 1 Equivalente tocoferol.
4
1 g/kg de peso para mayores de 1 año de edad.
5
0,5 mg tiamina/1000 kcal.
6
0,6 mg riboflavina/1000 kcal.
7
1 Equivalente de niacina (EN) = 1 mg de niacina= 60 mg triptófano dietario. Se recomien-
da 7 EN/1000 kcal.
8
Recomendaciones establecidas para un hombre de 65 kg de peso y una mujer de 55 kg de
peso, con actividad física moderada.
Fuente:Porrata, C.et.al.,1996.
164
1. Deben tenerse en cuenta los factores geriátricos señalados (situación
socioeconómica, defectos bucales, cambios digestivos, estado nutricional, pa-
decimientos físicos asociados, etc.).
2. La ración energética total debe conseguir el peso ideal. Las dietas fracciona-
das permiten una mayor ingesta total en casos de anorexia.
3. La alimentación debe ser rica en proteínas, moderada en carbohidratos y
relativamente baja en grasas. Se recomiendan alimentos ricos en fibra (fru-
tas y verduras).
4. Deben abundar los alimentos ricos en vitaminas y minerales para evitar es-
corbuto, los trastornos de la osificación y las anemias nutricionales. Leche,
derivados lácteos, pescados, carnes, huevos, verduras y frutas deben estar
siempre presentes en la alimentación del anciano.
5. No debe abusarse de los alimentos ricos en sodio (pan blanco, jamón, tocino,
embutidos, pescados secos y en conserva, mariscos, carnes saladas y ahu-
madas, mantequilla salada y conserva en general), máxime si existe
hipertensión u otra enfermedad que lo justifique.
6. La ingestión de agua debe ser suficiente.
7. Los alimentos deben prepararse bajo formas culinarias sencillas.
8. Debe mantenerse normal el ritmo de evacuación intestinal. Si no se consigue
mediante una alimentación adecuada (frutas, vegetales ricos "fibra', pan inte-
gral, mermelada, etc.) y ejercicio, debe recurrirse al empleo de preparados
de fermentos digestivos y laxantes.
9. Aunque no parece existir una necesidad especial de vitaminas en las perso-
nas de edad avanzada, la presencia de ciertas enfermedades o determinados
factores socioeconómicos limitan a menudo la variedad y calidad de los ali-
mentos ingeridos. Ello supone tener que recurrir al empleo de suplementos
vitamínicos. En cualquier caso una anamnesis dietética puede ser suficiente
para establecer una suplementación vitamínica que prevenga una posible
carencia.
10. Estimular la realización de ejercicio físico continuado.
11. Vigilar la polimedicación. Eliminar al máximo posible los medicamentos
anorexígenos.
12. Evitar la indicación de regímenes restrictivos, si no son estrictamente nece-
sarios.
13. Mantener una boca limpia y vigilancia periódica de la dentadura.
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166
CAPÍTULO 12
INTRODUCCIÓN
Se entiende por alimentación de emergencia el suministro de alimentos a
personas sin acceso a estos, por catástrofe natural o de guerra, por tanto tiempo
como sea necesario hasta su alimentación normal. También incluye el suministro
de alimentos a los obreros que retiran escombros, bomberos y otras actividades
esenciales para la recuperación.
Una de las necesidades básicas que debe satisfacerse en una situación de
emergencia es la alimentación, la cual persigue la mantención de la vida de las
personas desalojadas o privadas de alimentación, el mantenimiento de un estado
psicológico aceptable, proporcionar víveres para el desempeño de las funciones
de los individuos afectados, hasta el establecimiento del patrón normal de vida.
La escasez de alimento varía totalmente de acuerdo con el desastre: los
terremotos no afectan directamente la disponibilidad de ellos, pero si pueden
alterar el inicio y desarrollo de la producción agropecuaria, los huracanes e inun-
daciones en cambio, tienen repercusión directa sobre los alimentos, otros desas-
tres no alteran las reservas alimentarias, pero la dejan inaccesibles por alteraciones
de transporte, comunicación y combustibles.
Cada gobierno tiene el deber de proteger a su población, especialmente en
países expuestos a riegos, para evitar el deterioro nutricional en casos de desas-
tres, adoptando medidas eficaces para utilizar al máximo sus recursos económi-
cos, humanos y materiales. Se hace indispensable el establecimiento de un
Programa de Alimentación y Nutrición como parte del Plan Nacional de Emer-
gencia que permita normar los pasos siguientes (Grupo asesor ONU,1977):
− Información de disponibilidad de alimentos.
− Existencia de alimentos utilizables.
− Información sobre la estructura y dinamismo del consumo alimentario.
− Registros e inventarios para programar reservas.
− Información de las características de la población afectada: estado de
salud. Situación nutricional.
167
Clasificacion de los tipos de desastres y sus características
168
En las emergencias mas graves, lo único que se necesita es una operación
breve de socorro, que apoye a la población hasta que se inicien las actividades de
rehabilitación y reconstrucción. Las primeras medidas que se adoptarán al mis-
mo tiempo, son una evaluación inmediata (evaluación inicial rápida) y el suminis-
tro de comidas listas para su consumo y de agua potable. Según el clima y las
fluctuaciones diarias de temperatura, quizá haya que distribuirles ropas, frazadas
y material de alojamiento.
"El objetivo primario es sostener la vida en el transcurso de los días". Mien-
tras se organiza la operación y los suministros son limitados, se podrán repartir
comidas 1 vez por día, pero transcurridos 2 ó 3 días, habrá que proporcionar 2
comidas y con preferencia 3. Desde el principio los niños comerán tres veces al
día, incluso si una de las comidas consiste únicamente en un vaso de leche o un
alimento previamente cocinado, como arroz esponjado o pan.
Unas 4 toneladas de víveres típicas por día servirán para alimentar a unas
10 000 personas; además de los productos básicos, se necesita aceite de cocina,
verduras, sal y combustible, y también son útiles desde el punto de vista psicoló-
gico, aunque no indispensables, té, café, azúcar y especias. Incluso en esta fase
inicial, la leche u otros alimentos especiales para niños pueden repartirse cuando
estos pasan por el punto de abastecimiento. La apetitosidad de los comestible y
los hábitos alimentarios plantean con frecuencia problemas, por lo que hay que
prestar mucha atención a estos factores.
Los requerimientos nutricionales para 2 semanas o menos, son cuantitati-
vos y relativamente menor que para períodos más largos. Muchos de los nutrientes
esenciales se almacenan por períodos largos. En esta categoría están los minera-
les esenciales, vitaminas liposolubles, ácido ascórbico y todas las vitaminas del
complejo B, con la posible excepción de la tiamina. Esenciales para períodos
cortos son el agua y la energía.
Es importante que se haga un suministro adecuado para el cuidado de em-
barazada, mujeres lactando, lactantes y niños pequeños. También deben hacerse
arreglos especiales para que la alimentación de enfermos y lesionados permita
su recuperación. Dado que la productividad de obreros en trabajos extenuantes
se deteriora marcadamente cuando reciben alimentos insuficientes, debe asegu-
rarse una alimentación adecuada de los obreros esenciales.
Si la alimentación de emergencia debe seguirse por un tiempo más prolon-
gado, el problema de los nutrientes individuales y calorías, adquiere importancia,
tiene que asegurarse las necesidades de proteínas, tiamina y otras vitaminas del
complejo B y ácido ascórbico. El suministro de minerales y vitaminas liposolubles
no se considera un problema, a no ser que la situación persista durante varios
meses (Low,1980) (Boletín 6 Alimentos y Nutrición a Raís de desastres, 1981).
169
el ayuno completo, porque pueden acelerar la pérdida de agua y el deterioro bajo
condiciones de supervivencia.
Oxígeno y agua son los principios esenciales inmediatos para supervivencia
temporal. El alimento es de importancia secundaria en los primeros momentos.
El oxígeno es suministrado por la atmósfera, pero el agua tiene que
almacenarse. Si no se suministra agua, un adulto perderá alrededor de 1.5 litros
de agua cada día a través de los riñones, piel, pulmones e intestino. Su cuerpo
contiene normalmente alrededor de 45 litros. Si pierde alrededor de 9 litros mo-
rirá. De manera que, dentro de ciertos límites de temperatura y trabajo físico, se
puede sobrevivir sin agua y sin alimentos alrededor de 6 días.
Muchos factores pueden acelerar la pérdida de agua corporal. Cualquier
cosa que aumente la pérdida de sudor por la piel producirá esto, tal como el
aumento de la temperatura ambiente y el trabajo corporal. La pérdida de agua
por el riñón como orina es determinada por el balance osmótico. Hay un mínimo
irreducible de orina que los riñones tienen que producir para eliminar sustancias
osmóticamente activas, principalmente urea del catabolismo proteico y cloruro
de sodio, que le trae la sangre. Si el cuerpo se depleta de sustancias osmóticamente
activas, los riñones no pueden retener el agua de manera efectiva y hay una
pérdida acelerada. Si se le suministran a los riñones demasiado urea y sal, se
fuerzan a usar agua extra para poder excretarlo. La ración debe suministrar las
cantidades correctas de proteína y agua para conservar el agua corporal.
Bajo las condiciones más desfavorables de temperatura, trabajo físico y
dieta, la ingestión mínima diaria de agua de un adulto para prevenir el deterioro
que se produce por la deshidratación es de aproximadamente 1 litro. Estas con-
diciones ideales son difíciles que se alcancen, de manera que se recomiendan 2
litros para la ingestión diaria de líquidos de una persona.
Las necesidades de agua de un individuo tipo en situación de emergencia
disminuyen aproximadamente a 1/3 de lo básico. El consumo diario de agua se
calcula del siguiente modo:
Consumo diario promedio de agua
CARBOHIDRATOS
Son principalmente almidones y azúcares de origen vegetal, componente
principal de los cereales y tubérculos. Constituyen una fuente fundamental de
energía. La dieta normal debe aportar entre 55 al 65 % de calorías en formas de
carbohidratos.
GRASAS Y ACEITE
Las grasas y aceites son también una fuente de energía, y tienen más del
doble del contenido energético de los carbohidratos y las proteínas. En casi todos
los países pobres, la mayor parte de la energía proviene de fuentes de
carbohidratos, especialmente cereales. Las grasas representan una proporción
mucho menor. Una dieta normal promedio debe aportar entre 25 y 30 % de la
energía total en forma de grasas.
PROTEÍNAS
Las proteínas son sustancias que intervienen en la formación del cuerpo.
En casi todos los alimentos se encuentra cierta proporción de proteínas. Los
cereales, por ejemplo, contienen aproximadamente de 8 a 12 % de proteínas.
Todas las proteínas se componen de aminoácidos, algunos de los cuales no pue-
den ser elaborados por el organismo (aminoácidos esenciales) y deben ser apor-
tados por los alimentos.
Las proteínas de origen animal contienen todos los aminoácidos esenciales
en cantidades adecuadas y se encuentran en la leche, carne, huevos, pescado
peces y aves.
Las proteínas de origen vegetal contienen pequeñas cantidades de algunos
aminoácidos esenciales. Sin embargo, mediante la combinación de diferentes
alimentos vegetales, como cereales con leguminosas, o añadiendo algunas pro-
teínas animales a las fuentes vegetales, pueden obtenerse mezclas de más alta
calidad. Entre el 10 y el 12 % del total de energía en una dieta normal debe
proceder de las proteínas.
171
VITAMINAS Y MINERALES
Las vitaminas y minerales no aportan energía pero son necesarias para el
adecuado funcionamiento del organismo.
SITUACIONES DE EMERGENCIA
Prioritariamente debe considerare el mantenimiento de la ingestión energé-
tica a niveles adecuados para la supervivencia (1 800 kcal/día).
El nivel de subsistencia en situaciones de emergencia es el nivel estimado
por debajo del cual se espera que ocurra la muerte o inanición en gran escala si
la población tiene una configuración física normal y tiene la obligación de alguna
actividad laboral.
Es probable que una dieta prolongada de mantenimiento al nivel anterior-
mente indicado resulte en alguna pérdida de peso corporal. Es esencial la alimen-
tación suplementaria de los grupos vulnerables a fin de proveer energías y
elementos nutricionales adicionales.
En situaciones de emergencias con el 5 al 10 % de las calorías provenientes
de las proteínas, se minimizará la pérdida de proteína hística y se protege el agua
corporal. Cantidades mayores de proteínas producen cantidades elevadas de
urea y aumentan los requerimientos de agua.
De manera que se recomienda que la ración de supervivencia suministre
del 5 al 10 % de proteínas, equivalente en valor biológico a los cereales corrien-
tes, alrededor del 30 % de calorías de las grasas y el resto de los carbohidratos.
Numerosos estudios de deficiencias vitamínicas experimentales en el hom-
bre indican que, cuando una persona sana comienza de un estado de buena ali-
mentación, la deficiencia total no producirá enfermedad clínica dentro de las
4 semanas (la tiamina puede ser una excepción). Por lo tanto, por razones prác-
ticas, no se recomienda un programa de enriquecimiento con vitaminas para
raciones de supervivencia. Se supone que cantidades mínimas de vitaminas esta-
rán en los alimentos ofertados.
No hay pruebas concluyentes de que la ausencia total de calcio, fósforo o
potasio puedan producir deterioro en 4 semanas. No obstante, se necesitan pe-
queñas cantidades de cloruro de sodio para reemplazar las pérdidas corporales y
2 gramos de cloruro de sodio por día por cada 1000 calorías ingeridas, se reco-
mienda mezclado con los alimentos y no suministrados separadamente. Se ha
demostrado que tal cantidad protege el agua corporal, cuando es limitada el agua,
para apoyar el trabajo físico en el calor cuando se limita el alimento. En ausencia
total de sal, se pierde agua porque el cuerpo no puede retenerla en una forma
efectiva. Una cantidad en exceso de sal es deletérea, porque se requiere agua
para su excreción.
Cuando la dieta es baja en calorías y tiene poco volumen (Ej: pocas fibras
indigeribles), hay una disminución en la materia fecal y algunas personas pueden
pasar varios días sin defecar. Esto es un cambio inofensivo y no debe causar
preocupación.
172
PLANIFICACIÓN PARA GRUPOS ESPECIALES DE POBLACIÓN
Se necesitan condiciones especiales para infantes, niños, embarazadas y
ancianos, todos los cuales tienen requerimientos nutricionales diferentes de los
hombres y mujeres adultos normales. Debido a su pequeño tamaño y metabolis-
mo relativamente rápido, los niños y especialmente los infantes, son especial-
mente vulnerables a los efectos deletéreos de la falta de agua y alimentos.
Exposición a temperaturas por encima de los límites confortables, aumenta
los requerimientos de agua, y el trabajo físico aumenta tanto los requerimientos
de agua como los de calorías, por lo tanto, para las personas de los grupos de
trabajo se necesitarán asignaciones extras de agua y alimentos.
173
Existen 4 maneras de distribución de los alimentos de socorro:
1. Distribución de víveres (raciones secas).
2. Alimentación en masa (alimentos cocidos).
3. Alimentación suplementaria para los grupos vulnerables.
4. Alimentación terapéutica.
174
CONSIDERACIONES BÁSICAS EN LA SELECCIÓN
DE ALIMENTOS
Los víveres deben:
a) Corresponder a las necesidades nutricionales y hábitos alimentarios de
los beneficiarios.
b) Satisfacer los requerimientos logísticos especiales tales como facilidad de
transporte, almacenamiento y distribución.
c) Estar disponibles en cantidades suficientes.
175
Ejemplos:
Ración completa Ración reducida
VULNERABILIDAD NUTRICIONAL
Los lactantes y niños pequeños, las mujeres embarazadas y las madres que
están lactando son muy vulnerables a la desnutrición, incluso en épocas normales
pues necesitan mayor cantidad de elementos nutritivos por unidad de peso del
cuerpo. Las elevadas tasas de natalidad prematura, la mortalidad en el nacimiento y
el bajo peso al nacer, suelen ir asociados comúnmente con la desnutrición de la
madre. Un período prolongado de lactancia al pecho materno es una buena prác-
tica, sobre todo en las comunidades donde la desnutrición y la pobreza tienen
carácter endémico.
Los adolescentes no necesitan una alimentación especial, aparte de la que
reciben por el sistema establecido. Los ancianos son vulnerables no porque ne-
cesiten más alimentos, sino porque su falta de movilidad impide que participen
por completo en el programa de alimentación establecido; así, pues hay que
cuidar mucho de evitar la negligencia y el abandono de estas personas.
176
ALIMENTACION SUPLEMENTARIA
El 25 % de la población total proporciona una estimación rudimentaria del
número de personas que constituyen los grupos vulnerables y que necesitarán
alimentación suplementaria. Esta proporción quizá no sea aplicable a la pobla-
ción de los campamentos. Tal alimentación suplementaria contribuirá a evitar
que aparezca desnutrición y hará que las personas que padecen una ligera des-
nutrición vuelvan a la situación normal.
En la elección de los alimentos suplementarios se tendrá en cuenta los pro-
ductos disponibles y las necesidades especiales del grupo vulnerable.
Si se emplean mezclas previamente elaboradas, deberán ser nutritivas, fá-
ciles de cocinar, aceptables por la población local y enriquecidas con una compo-
sición de vitaminas y minerales.
Cuando se dan estos productos suplementarios, se recomienda que los niños
pequeños y las embarazadas reciban 300 kcal y 15 g de proteínas, o unos 75 g de
mezcla por día y las mujeres lactantes 400 kcal y 20 g de proteínas, o de unos 100 g
por día.
Los alimentos se seleccionan por su valor nutricional particular. Una ración
apropiada es, por ejemplo:
177
MALA NUTRICIÓN PROTEINOENERGÉTICA (MPE)
Carencias más frecuentes en situaciones de emergencias:
La malanutrición proteicoenergética (MPE) es un trastorno que se encuen-
tra muy comúnmente, y suele afectar a la población en la secuencia siguiente:
1. Niños de 0 a 12 meses sujetos a lactancia artificial.
2. Mujeres que dan pecho, y niños de 1 a 3 años en proceso de destete.
3. Embarazadas y niños de 3 a 5 años.
4. Niños en edad escolar y personas ancianas.
5. Hombres y mujeres adultos y adolescentes.
DEFICIENCIA DE VITAMINA A
La avitaminosis A plantea un grave problema para la población infantil po-
bre de algunas partes del mundo. Esta deficiencia origina defectos de visión
nocturna y ceguera, y se afirma que unos 200 000 niños se quedan ciegos todos
los años porque la avitaminosis A produce queratomalacia. La queratomalacia y
ceguera se convierten en características evidentes si no se da un suplemento de
vitamina A en los alimentos o por separado.
Es más probable que la deficiencia de vitamina A sea un problema en zonas
donde la dieta de las personas muy pobres, incluso en situaciones normales, no
satisface los requerimientos.
Puesto que casi siempre la vitamina A es de origen vegetal (vegetales ver-
des, la mayor parte de las frutas y vegetales amarillos, como mangos, fruta bom-
ba, zanahoria, aceite de palma roja, etc.) y estos productos en muchos países
solamente se consiguen en determinadas épocas del año, puede haber una inci-
dencia mayor de avitaminosis A, hacia el final de la estación de seca, cuando las
reservas de vitamina en el hígado se han agotado.
Como la vitamina A se almacena en el hígado, un deterioro súbito en la dieta
no produce necesariamente de inmediato una elevación aguda de la incidencia
de casos y puede que transcurran varios meses antes de que se manifieste la
carencia.
DEFICIENCIA DE MINERALES
Si bien no tienen síntomas clínicos tan visibles, debe esperarse que aparez-
can deficiencias de hierro y calcio en la gran mayoría de la población, y especial-
mente entre los grupos más vulnerables. Estas deficiencias se evitan administrando
los suplementos pertinentes o, con preferencia, organizando una dieta que inclu-
ya verduras de hoja.
ALIMENTACIÓN TERAPÉUTICA
Requiere que se alimente a los mal nutridos por encima de las necesidades
nutricionales normales, y constituye una tentativa para estimular el crecimiento
de un niño que ya está moderada o gravemente desnutrido.
Este método puede utilizarse con pacientes externos que pueden alimentar-
se por sí mismos y para los niños con complicaciones médicas y que requieren
181
una atención permanente o que haya que alimentar por intubación en centros
internos para la terapia.
Selección de los pacientes infantiles. Al personal paramédico se le enseña-
rá en un lapso corto (2 ó 3 días) cómo identificar por inspección o examen senci-
llo los casos de desnutrición y traerlo al centro para la terapia. Tendrá que visitar
todos los albergues y casas y mirar en todas las habitaciones para localizar estos
niños. También hará lo mismo con los ancianos.
182
la energía mínima que necesita el cuerpo para las funciones básicas y las
actividades no ocupacionales. En esta fase la persona no puede realizar nin-
gún trabajo productivo. El período será lo más breve posible.
2. Mantenimiento temporal. Con la mejora del suministro de víveres se au-
mentará la cantidad de energía de los alimentos. La energía facilitada permi-
tirá el restablecimiento lento de las personas y el mantenimiento del estado
de salud razonable. Ahora es posible cierta actividad ocupacional. Este tipo
de alimentación puede prolongarse mientras sea necesario.
3. Rehabilitación normal. La cantidad de alimentos que se entrega en esta
fase proporciona una ración completa, y ayuda a las personas a restablecer-
se con rapidez. Ahora resulta posible unas actividades ocupacionales normales.
En las tablas 12.1 y 12,2, se dan cálculos sobre la energía gastada por los
adultos y la cantidad que necesitan diversos grupos de edad. Una vez que se
determina la cantidad de energía necesaria hay que establecer los alimentos
específicos y las cantidades requeridas para que la dieta diaria sea lo mas equi-
librada posible.
La cantidad normal para hombres y mujeres adultos deberá calcularse sobre la base de las
actividades que desarrollan de conformidad con la tabla 12.2.
**Incluye una cantidad para más de 8 horas de actividad no ocupacional.
En los primeros días de las actividades de socorro tal vez haya que reco-
mendar que sólo se suministre subsistencia de emergencia o, si el suministro es
suficiente mantenimiento temporal; si dichas actividades tienen que ser prolon-
gadas, se tratará de llevar el suministro al nivel normal de rehabilitación lo antes
posible. Con este criterio se organizará un programa adecuado de alimentación,
teniendo en cuenta el número de habitantes, la agrupación por edades, los proble-
mas que plantea la nutrición y las necesidades nutricionales.
183
Cuando se trate de alimentación breve de socorro (por ejemplo 1 o 2 días),
la entrega de algo de comer reviste a menudo más importancia que una dieta
equilibrada, mientras que el valor nutritivo tiene una importancia secundaria.
Hombres
adultos
Descanso 500 1 100 1 100 1 400 1 900 2 400
en cama 8 h
Actividades
no ocup. 8 h
Actividades
ocupacionales 8h
Mujeres
adultas
descanso en
cama 8 h
Actividades 420 780 800 1 000 1 400 1 800
no ocup. 8 h
Actividades
ocupac. 8 h
OMS, 1974.
DISEÑO DE DIETAS
La dieta que se suministra a diario deberá basarse en los alimentos disponi-
bles en la localidad, a fin de reducir los gastos de transporte. Esta dieta se esta-
blecerá alrededor del alimento básico local o de otra posibilidad adecuada. Con
preferencia contendrá los siguientes elementos básicos.
− El alimento básico o elección entre dos o más alimentos básicos (ce-
reales o tubérculos).
− Un aceite comestible (grasa).
− Un alimento suplementario o a elección entre dos o más alimentos
suplementarios (legumbres, productos animales, productos lácteos, ha-
rina de semillas oleaginosas y verduras).
− Sal, azúcar y especias, según sea necesario.
Frijoles 65 230 15
Harina de maíz 31 115 15
Harina de soya 33 86 15
Maní tostado 58 342 15
Leche en polvo (ent) 58 285 15
Leche en p.(desc) 40 150 15
Huevo en polvo 33 200 15
Carne enlatada 90 265 15
Pescado enlatado 83 165 15
Harina de pescado
(aditivo aliment) 20 65 15
186
DETERMINACIÓN DEL SUMINISTRO DE ALIMENTOS
NECESARIOS
Para toda la población. Con los datos sobre número de habitantes, distribu-
ción por edades y porcentaje de embarazadas o madres lactantes (típicamente,
de una cuarta a una tercera parte de la población femenina) es posible hacer un
cálculo aproximado del suministro necesario de cada producto básico.
Para un sector de la población. En las primeras fases, cuando se desconoce
el número de personas que no tienen alimentación suficiente, hay que preparar
una clasificación arbitraria, para determinar las necesidades de kcal, y, en conse-
cuencia, el suministro de víveres.
− 40 % de la población -cantidad normal para rehabilitación, a escala de
adulto.
− 40 % de la población -cantidad de mantenimiento temporal a escala
de adulto.
− 20 % de la población -no requiere apoyo alimentario.
ALIMENTOS ELABORADOS
Estos productos alimenticios pueden ser muy útiles para alimentar a los
niños pequeños en casos de emergencia, siempre que contengan ingredientes
aceptables y que se ajusten a la composición nutritiva recomendada para los
alimentos de destete. Resultan excepcionalmente eficaces cuando no se dispone
de leche como alimento suplementario.
Los alimentos elaborados tienen que ser compactos desde el punto de vista
nutritivo, con gran densidad de calorías y una cantidad adecuada de proteínas;
100 gramos de alimentos secos deberán resultar suficiente para suministrar 350
a 400 Kcal, y de 15 a 20 g de proteína. Estos alimentos estarán bien envasados,
en forma seca (preenvasados y con preferencia precocidos) y tendrán una larga
vida (para evitar que se deteriore durante el transporte y almacenamiento).
187
Producción local de alimentos
BIBLIOGRAFÍA
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las Américas. 1981.
C. de Ville de Goyet; J. Seaman; U. Geijer. OPS/OMS El Manejo de las Emergencias
Nutricionales en Grandes Poblaciones. 1983.
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de Socorro con Víveres y Medidas de Protección de la Salud en Casos de Desastre. 1977.
Low W. CAJANUS Food and Nutrition Problems Asociated with Disaster, 1980.
OMS. The Management of Nutrition in Major Emergencies. Geneva, 2000.
OPS. Alimentos y Nutrición en caso de desastres. Bol, 1981.
Wohl and Goodhart. Nutrición en Situaciones de Emergencia. Modern Nutrition in Health and
Disease, 1982.
188
CAPÍTULO 13
EDUCACIÓN NUTRICIONAL
Diana Sánchez
189
Las actividades de promoción de salud son, por tanto, los medios para la
acción, o sea, la forma en que se ejecuta en la práctica las acciones de promo-
ción de salud:
− Determinar modelos de salud (sólo tenemos modelos de enfermedad).
− Fomentar estilos de vida sanos. Aquí se hace necesario analizar el con-
cepto de estilo de vida, puesto que, si vamos a trabajar con él es impres-
cindible conocerlo: es el conjunto de comportamientos que un individuo
concreto pone en práctica, de manera consciente y mantenida, en su
vida cotidiana, que le permite mantener su salud o lo pone en riesgo de
enferma.
− Establecer estrategias de comunicación social.
− Desarrollar técnicas de trabajo comunitario.
190
6. Se dispone de pocos recursos de apoyo social.
7. Se está insertado en un grupo social que comparte expectativas y valores de
poco aprecio por el cuidado de la salud y la atención de manifestaciones
incipientes o en desarrollo de la enfermedad.
La OMS define además la Educación para la Salud como: "Un campo es-
pecial de las Ciencias Médicas y de la Salud Pública, cuyo objetivo es la transmi-
sión de conocimientos y el desarrollo de una conducta encaminada a la
conservación de la salud individual, del colectivo y de la sociedad.
La Educación para la salud, por tanto, no consiste en informar, sino que
significa propiciar, educar comportamientos facilitadores de la salud. Educar sig-
nifica transmitir no sólo conocimientos, sino también valores, ayudar a desarro-
llar los rasgos volitivos de la personalidad (firmeza, perseverancia, autonomía)
que permiten llevar a la práctica la decisión de la salud jerarquizando motivos.
Las motivaciones surgen de las necesidades, e impulsan a realizar activida-
des para satisfacerlas. El hombre debe satisfacer sus necesidades biológicas
para vivir, pero como ser social, posee también necesidades y motivaciones so-
ciales, las cuales son numerosas y aumentan con cada nueva experiencia vivida.
Las motivaciones no tienen la misma intensidad y tampoco la misma priori-
dad. Cada persona, a partir de su experiencia social, tiene una escala de motiva-
ciones que lo orienta a decidir por la satisfacción de determinada necesidad. Se
tendrá en cuenta que la escala de motivos de un sujeto varía con la edad, por lo
que los objetos de satisfacción no serán iguales en el niño, el adolescente o el
anciano.
Dentro de la escala de motivos de una persona se encuentran las de la
salud, las que, como todas, surgen de una necesidad. En cualquier sujeto sano,
las motivaciones que lo impulsan hacia acciones de salud ocupan un lugar más
bajo en su jerarquización que cuando empiece a sentir síntomas y molestias de
alguna enfermedad. De igual forma estará más motivado a cumplir acciones de
salud ante una enfermedad aguda, llena de síntomas, molestias y dolor que ante
una crónica, silenciosa, escasa en sintomatología.
Todo lo anterior dificulta el trabajo del profesional de la salud que se pro-
ponga mantener en alto lugar jerárquico las motivaciones hacia la salud.
Será necesario además, tanto para el diseño y puesta en marcha de Progra-
mas de promoción de salud como para la educación sobre problemas de salud
específicos, tomar en cuenta que cada persona es un ser individual, con sus
propias relaciones activas frente a los múltiples eventos del medio ambiente, con
su propia historia y su propio desarrollo, y su propia forma de asumir la vida, lo
que depende, en gran medida de las actitudes que haya formado.
Las actitudes son consideradas como un proceso que no es directamente
observable, sino que se infieren a partir de las conductas asumidas por las perso-
nas. G. Allport, en 1935, presentó una definición que aún en nuestros días resulta
un prototipo. Para él: una actitud es un estado mental y neural de disposición,
organizado a través de la experiencia, que ejerce una influencia directiva o
191
dinámica sobre las respuestas del individuo ante los objetos y situaciones con las
que se relaciona.
Durante el proceso de educación para la salud las actitudes desempeñan un
papel importantísimo, pues, cuando son profundas, aparece el llamado efecto
"boomerang", o sea, que se logran efectos contrarios a los deseados si las dife-
rencias entre las actitudes del sujeto y las que expresa el mensaje de salud son
muy marcadas.
La educación para la salud en la comunidad y en las familias es el campo de
acción donde se alcanza un mayor efecto. Al tratar de modificar actitudes en los
grupos se debe tener en cuenta que:
− Los grupos tienen una orientación selectiva hacia los mensajes prove-
nientes del exterior.
− Los grupos constituyen un apoyo para las actitudes individuales que son
compartidas por los demás miembros.
− El grupo puede ser un agente de cambio cuando se logra modificar sus
posiciones, arrastrando consigo a cada uno de sus componentes.
− La presión social, al reconocer la indiferencia de alguna persona que
implique riesgo para el grupo, puede lograr que en el individuo surjan
otras motivaciones, no necesariamente de salud, que lo impulsen a cum-
plir con las acciones de salud para no ser rechazado por el grupo, pues
esto último es más importante en su escala de valores.
192
Salud de los adolescente Inicio de hábitos Igual a la anterior
nutricionales
inadecuados
Estos son sólo algunos de los problemas generales más frecuentes en las
diferentes edades pero desgraciadamente no son los únicos, ya que cada comu-
nidad tiene los suyos propios, y además le damos algunas sugerencias de qué
hacer. No vamos a decirle el cómo llevar a cabo las acciones pues eso depende
de muchos factores, tales como los recursos con que cuenta el área de salud y la
comunidad, tanto económicos como humanos.
Por otra parte, es necesario que siempre que sea posible se incluya a la
comunidad en los proyectos, ya que la participación social permite alcanzar ma-
yores logros en más corto plazo. Por ejemplo, para resolver un problema de
nutrición en la niñez (edad escolar), se puede crear un equipo de trabajo com-
puesto por economistas, agrónomos, trabajadoras sociales, sociólogos, médicos y
nutricionistas para, en el marco de un Programa Integral para el Desarrollo Co-
munitario se cree un proyecto cuyo objetivo sea aprovechar al máximo los re-
cursos alimentarios disponibles.
Estos y otros argumentos son los que han permitido el creciente reconoci-
miento de la necesidad de la participación social en la Prevención y Promoción
de la Salud.
193
El proceso de comunicación social. Términos, concepto. Modelos y
teorías de comunicación social en salud. La comunicación social en la
educación alimentaria y nutricional.
El hombre es un ser social, su desarrollo, su bienestar dependen de los
contactos y de los vínculos mantenidos con otras personas. Por eso, la comuni-
cación es vital: saber escuchar, saber responder, saber conducir, saber respetar
al otro son premisas indispensables para establecer una adecuada comunicación
y en consecuencia, para realizar cualquier trabajo de promoción de salud.
En la esencia del hombre como ser social se encuentra jugando un papel
fundamental la relación del hombre con el mundo material mediante la actividad,
pero la relación del hombre con el resto de las personas se torna inherente a esta
esencia y cada día cobra más importancia su estudio, ya que juega un papel
primordial en la formación y desarrollo de diferentes formas y niveles del reflejo
psíquico, en la formación de la conciencia individual, de la estructura psicológica
de la personalidad, así como el análisis de cómo el individuo va dominando los
modos históricamente formados de la comunicación y como influye esta sobre
las propiedades, los estados y los procesos psíquicos. Al representar un aspecto
o componente esencial de la actividad vital del sujeto, la comunicación es un
importantísimo factor determinante de todo el sistema de lo psíquico.
Tanto a través de la actividad como del sistema de relaciones es que se
apropia de la experiencia sociohistórica durante su desarrollo, proceso denomi-
nado comunicación y que como categoría podría definirse de tantas formas como
autores existen, pero en todos ellos están presentes los elementos fundamentales
que pudieran integrar un concepto. Ellos son:
− Proceso de interacción social (donde deben intervenir al menos dos
personas) y donde deben tenerse en cuenta la influencia de las persona-
lidades, sus intereses, actitudes y sentimientos.
− En el se producen intercambios continuos a través de un conjunto de
símbolos llamados mensajes.
− Estos mensajes poseen significados pueden ser interpretados por el re-
ceptor, lo cual constituye la esencia de la comunicación (transmitido y
comprendido).
− Presencia de un campo de experiencia común entre los que se comuni-
can (ejemplo, deben dominar el mismo idioma o deben conocer sobre el
tema).
LA COMUNICACIÓN
Es un proceso imprescindible y necesario a través del cual se produce un
intercambio que permite la interacción entre las personas. La palabra comunica-
ción proviene del latín COMMUNICARE que significa tener en común, com-
partir, intercambiar, o sea, comunicarse.
La comunicación en salud es un proceso planificado, encaminado a motivar
a las personas a modificar actitudes o comportamientos, y a utilizar los servicios
de salud existentes. Es, por tanto, un proceso de educación que se realiza de
formas diversas: interpersonal (la que se realiza cara a cara); grupal (se produce
194
en grupos) y la masiva (se hace efectiva a través de los medios masivos de
comunicación) Se considera además un proceso dinámico porque se modifican
de forma constante las personas que intervienen en ella.
Las 3 funciones fundamentales de la comunicación nos permiten el inter-
cambio con otros seres humanos, aun cuando no se comparta el mismo idioma:
1. La comunicación como proceso de información, enfatizando el intercambio
de información.
2. La comunicación como proceso de regulación de la conducta, enfatizando
los elementos interactivos y de influencia mutua.
3. La comunicación como proceso de percepción interpersonal, enfatizando los
factores afectivos de esta.
195
EMISOR MENSAJE RECEPTOR
EMISOR RECEPTOR
MENSAJE
RETROALIMENTACIÓN
196
Este es un modelo muy utilizado por todo el mundo en la actualidad, y mu-
chos son de la opinión de que es el que define verdaderamente la comunicación.
Se utiliza para las campañas políticas (recordar que en este modelo se sugestiona
al receptor), campañas publicitarias, en los medios de comunicación masivos
como la televisión, radio, etc. Y también es utilizado por muchos profesores en
sus clases, donde el alumno tiene una seudoparticipación ya que los objetivos y
respuestas están predeterminados por el profesor.
El tercer modelo de educación se centra en la persona, y pone énfasis en el
proceso mismo de educación, en cómo transcurre, qué eventos se dan en él. Se
le llama educación liberadora o transformadora. Este modelo fue gestado en
América Latina por el educador brasileño Paulo Freire, como un instrumento
para la transformación de la sociedad. Freire plantea: La educación es praxis, es
reflexión y acción sobre el mundo para transformarlo. No hay educadores ni
educandos, sino educadores-educandos, lo que significa que los hombres se edu-
can entre sí mediatizados por el mundo. La educación es un proceso de perma-
nente acción- reflexión-acción, dónde el sujeto aprende a razonar por sí mismo y
desarrolla una participación activa en grupo, pues Freire considera al grupo como
la célula básica de la educación y el educador pasa a ser un facilitador (guía,
estimula al estudiante).
Esta pedagogía emplea también recursos audiovisuales, no para reforzar
contenidos, sino para problemizar, estimular la discusión, el diálogo, la reflexión.
Su objetivo es que el sujeto piense y que ese pensar lo lleve a transformar la
realidad.
El modelo de comunicación correspondiente a este modelo educativo es el
recién nacido, el hombre emirec.
Los participantes en un seminario sobre Comunicación Social y Educación,
realizado en Quito, Ecuador en 1982, con el auspicio de la UNESCO, retomaron
estas ideas y añadieron que el proceso de comunicación debe realizarse de modo
que dé a todos la posibilidad de ser emisores y receptores. El canadiense Jean
Cloutier acuñó mas tarde el término que hoy la identifica EMIREC, amalgama
de emisor y receptor. Este modelo se puede graficar de la forma siguiente.
EMIREC-A EMIREC-B
197
− Los mensajes deben ser cortos, simples, no más de dos puntos en cada
uno, o sea, el mensaje primario y uno secundario como máximo.
− Utilización mínima de términos cientificotécnicos.
− No utilizar una palabra hasta estar seguros de que surte un efecto positivo.
− Emplear atractivos positivos, que eleven la autoestima en lugar de los
negativos.
− Recomendar conductas específicas, concretas que estimulen a la acción.
− Brindar beneficios y resultados de la acción que se recomienda, logran-
do coherencia en los mensajes. Ej. Consuma la sal indispensable pero
que sea yodada.
− Uso adecuado del humor y del sentido popular.
− Evitar frases radicales que impliquen una orden.
− Proponer cambios pequeños, paso a paso, ya que el cambio del compor-
tamiento es un proceso lento, no un acto.
−Trazarse objetivos intermedios alcanzables, realistas, donde las personas
puedan ver su posible realización.
− No distanciar los mensajes de las creencias y conductas actuales, pues
la nueva información puede entrar en conflictos con creencias persona-
les muy arraigadas dejando de ser efectivos.
− Si de recomendaciones dietéticas se trata, la clave del éxito es la flexibi-
lidad.
Por tanto, los definimos como: cualquier dispositivo integrado al sistema del
proceso de enseñanza aprendizaje, ligado especialmente a los métodos, cuya
función está vinculada al logro de los objetivos y actúan como vía de la comuni-
cación.
La fundamentación filosófica de los medios de enseñanza está determina-
da por la teoría del conocimiento Marxista Leninista, que se apoya en las leyes
del materialismo dialéctico, base de todas las ciencias. Según la fórmula Leninis-
ta, el conocimiento se produce "de la contemplación viva al pensamiento abstrac-
to, y de este a la práctica".
El conocimiento científico tiene 2 fases:
− La sensorial o del conocimiento concreto sensible: el conocimiento se
obtiene a través de las sensaciones y percepciones, por medio de los
órganos de los sentidos.
− Fase racional o del conociendo abstracto: se logra a través del pensa-
miento y se expresa gracias al lenguaje.
199
6. Los medios reducen el tiempo de aprendizaje porque le proporcionan mayor
objetividad a la enseñanza: es 7 veces más rápido ver el objeto que escuchar
su descripción oral.
7. Con los medios de enseñanza se logra una mayor permanencia de los cono-
cimientos en la memoria, sobre todo si se dice y se realiza la actividad.
8. Los medios de enseñanza activan las funciones intelectuales para la adquisi-
ción del conocimiento y garantizan la asimilación de lo esencial.
9. Los medios de enseñanza forman parte del mensaje que se desea transmitir,
por lo que se debe de cuidar la calidad de su presentación.
10. Los medios de enseñanza deben ser concebidos como parte de un sistema,
donde cada medio utilizado desempeña la función que le corresponde.
200
proceso creciente de toma de conciencia. Para ello se debe hacer 2 preguntas:
¿Qué quiero decir? y ¿A quién se lo voy a decir? Para lograr esto último es
necesario abrirse al código popular, o sea, no cambiar las palabras por otras más
simples, sino utilizar el lenguaje de la comunidad a la que va dirigido el mensaje
educativo. Por ejemplo, un grupo de promotores estaba preparando un afiche
destinado a formar parte de una campaña educativa para estimular a las madres
a lactar a sus hijos. Una de las integrantes del grupo, enfermera de profesión,
propuso como título del afiche: La lactancia natural es insustituible y más higiéni-
ca. Por supuesto, ese título no gustó al grupo por lo que se analizó una nueva
propuesta: La leche de la madre es mejor que cualquier alimento enlatado. El
grupo encontró mejor ese texto, pues se le había hecho una adaptación, se le
había simplificado. En ese momento otra integrante del grupo, madre y abuela
propuso un nuevo mensaje: "Dale la teta, es más sano". Este título que se atrevía
a romper todas las reglas, fue inmediatamente aprobado por el grupo: tenía más
sabor popular. De eso se trata, de utilizar el lenguaje del pueblo, no de simplificarlo.
Las imágenes utilizadas deben responder a las características de la comuni-
dad a la que va dirigida. Por ejemplo, no se debe utilizar fotografías ilustrativas
tomadas a personas de otro país, por muy lindas que estén. Lo mismo ocurre con
la música de fondo de los cortos, videos y películas.
La selección de los materiales educativos también deben hacerse teniendo
en cuenta las características de las personas a los que van dirigidos, por ejemplo,
si se trata de niños preescolares, no es lógico que se repartan plegables.
La validación de los materiales educativos se realiza como la de cualquier
otro material o propaganda: se somete a juicio de expertos: se pide opinión sobre
el material a personas preparadas, expertas en la materia, o a un grupo de perso-
nas de la propia comunidad, realizando un pilotaje o investigación preliminar.
También se pueden validar realizando una investigación de antes-después, para
ver si en la práctica los mensajes de salud plasmados en los materiales educati-
vos fueron o no efectivos.
CHARLA EDUCATIVA
Esta técnica puede considerarse una variante abreviada de la clase, bien
empleada puede tener resultados positivos. Se desarrolla de diferentes formas,
de acuerdo con las características del público al que se le ofrece: se puede pre-
sentar en forma de relato, cuento o narración, sin que por eso pierda su cientificidad.
Para que cumpla sus objetivos debe, como toda actividad docente, ser pre-
parada cuidadosamente, siguiendo los siguientes pasos: preparación, ejecución y
desarrollo.
201
− Preparación: seleccionar el tema acorde a nuestros intereses, limitando
los puntos a tratar y seleccionar los medios de enseñanza a utilizar.
− Ejecución: antes de iniciar la charla, se debe hacer una breve introduc-
ción del tema presentando un título corto y atractivo. Se motivará a los
participantes, despertando sus necesidades. El mensaje debe ser claro,
dejando al auditorio dispuesto a actuar, al cambio.
− Desarrollo: el método empleado debe mantener el interés del grupo, por
lo que la exposición se efectuará de forma dinámica, si es posible con
la participación del público. En total la charla no debe exceder de
15 minutos.
LA ENTREVISTA
Es un proceso de interacción social entre dos o más personas. La sencillez
y posibilidad de conocer a través de ella las experiencias vividas, sentimientos y
proyectos, le abren un vasto campo de aplicación. Se hace necesario un entrena-
miento previo, por lo que les ofrecemos algunas sugerencias al respecto.
De acuerdo con los objetivos que se persiguen, las entrevistas, de acuerdo
con el objetivo que persigan, se clasifican en:
1. Entrevistas para recoger información: mediante ellas conocemos lo que opi-
nan, sienten o saben los entrevistados sobre el tema que se está trabajando.
Pueden ser rígidas, muy estructuradas o por el contrario menos estructuradas
y mas flexibles, estas últimas requieren de mucha habilidad por parte del
entrevistador para dirigirlas, ejemplo: la entrevista médica.
2. Entrevistas para brindar información: son aquellas donde el entrevistador,
además de preguntar, brinda información sobre la base de las respuestas del
entrevistado, por ejemplo sobre los pasos a seguir para resolver problemáti-
cas sociales.
3. Entrevista educativa: la información que se recoge se utiliza inmediatamente
para educar al entrevistado, por ejemplo cuando se conoce al enfermo de
una ETS, inmediatamente se le ofrecen orientaciones educativas.
202
ETAPA DE EJECUCIÓN: ESTA ETAPA CONSTA DE INICIO, DESARROLLO
Y CIERRE
ETAPA DE CIERRE
En esta etapa se realiza la retroalimentación: El entrevistador ha de cercio-
rarse de que ha sido comprendido, para ello realizará algunas preguntas, indaga-
rá si desea saber algo más y por último resumirá los aspectos más importantes.
Finalmente se despedirá no sin antes dar las gracias. La entrevista habrá sido un
éxito si el entrevistado siente que su participación fue útil.
LA DEMOSTRACIÓN
La demostración es una técnica donde se combinan la acción y la palabra.
El que realiza una demostración tiene que, al mismo tiempo, explicar y realizar la
actividad de que se trate. Es una técnica muy útil, pues permite al público tener
una visión dinámica del asunto, puede ser usada en cualquier nivel de atención de
salud, por ejemplo:
− En las acciones del Programa de Higiene (nivel primario).
− Para demostrar como se realiza la prueba de Benedict ante pacientes
diabéticos (nivel secundario).
− En la realización de ejercicios físicos para la rehabilitación de infartados
(nivel terciario).
I. Introducción:
− Presentación del tema y del educador.
203
− Breve explicación sobre en qué consiste la actividad con el fin de
motivar al público.
− Resaltar la importancia de la actividad.
II. Desarrollo:
− El educador debe estar de frente al público,
− Debe coordinar lo que dice con lo que hace,
− Hablará siempre con claridad, en voz alta y con sencillez,
− Al terminar hará un resumen de todos los pasos, haciendo hincapié en
la importancia de cada uno.
III. Conclusiones:
− Se hará un breve resumen de lo dicho y hecho,
− Preguntará al público cualquier duda sobre la actividad,
− Realizará la despedida y agradecimientos.
DRAMATIZACIONES
La dramatización es una técnica educativa que se utiliza con la finalidad de
orientar a un grupo de personas en la comprensión de un problema o una técnica.
Tiene 2 variantes: el psicodrama y el sociodrama.
El psicodrama: se puede realizar en grupos de hasta 20 personas que po-
seen cierta comunidad en cuanto a intereses, diagnóstico, edad, experiencia etc.
Se basa en la observación por el grupo de un hecho real, (que tiene que ver con
el grupo) representado por 2 o más personas. A estas personas se les da libertad
de actuación sin pautas restrictivas. Permite discutir los problemas individuales
de los integrantes del grupo liberando tensiones, buscando apoyo, y soluciones.
Sociodrama: es la interpretación de roles pautados en un guión previamente
establecido, buscando el análisis grupal sobre cuestiones de interés para todos
sus componentes. Tanto la realización del guión como las interpretaciones y el
posterior análisis es decisión grupal.
DISCUSIÓN GRUPAL
Es una forma de transmitir los conocimientos sobre salud. Se produce cuando
los integrantes de un grupo hablan cara a cara sobre problemas de interés co-
mún. Los grupos no deben ser numerosos, hasta de 10 personas. Permite modi-
ficar actitudes erróneas, limar asperezas, discutir un tema, etc. La discusión grupal
puede darse de 2 formas: libre y dirigida.
Libre: se habla sobre cualquier tema de interés, no hay conclusiones;
Dirigida: hay un objetivo educativo, por lo que se realiza el análisis para
encontrar soluciones al problema.
CINE DEBATE
Esta técnica consiste en la reunión de un grupo de personas que deben ver
y analizar el contenido de una película relacionada con un tema escogido, con la
dirección del profesional de la salud. Se debe exhortar a los participantes a la
libre discusión, destacando los aspectos más importantes de la película.
204
BIBLIOGRAFÍA
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