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Creando un tornado

Con este experimento no solo nos vamos a divertir creando


un espectacular tornado de agua, sino que aprovecharemos
la ocasión para observar y comprender cómo se vacía una
botella. ¡Seguro que tiene algo que ver con la presión
atmosférica!

Materiales:

1. Dos botellas de plástico grandes. Funcionará mejor si


son rígidas como las que se usan en las bebidas con gas.
Cinta adhesiva ancha y tijeras.
2. Aguja u otra herramienta para agujerear los tapones de
las botellas.

3. Agua.

PROCEDIMIENTO

Haz un agujero en el centro de cada tapón. El tamaño de


los agujeros estará comprendido entre 0,5cm y 1cm de
diámetro aproximadamente.
Pon agua en una de las botellas hasta que esté casi llena.
Enrosca bien los tapones.
Coloca la botella vacía boca abajo sobre la que tiene agua.
Une las bocas de las botellas con varias vueltas de cinta
adhesiva.

Invierte el montaje de forma que el agua quede en la


parte superior. Observa. El agua irá cayendo lentamente
hacia la botella de abajo. En el proceso se formarán unas
burbujas impresionantes.
Ahora vas a crear el tornado. Agarra la botella vacía
(abajo) con una mano y con la otra la botella con agua
(arriba).
Mueve en círculos la botella superior hasta que con la
rotación se cree un tornado. Observa bien. El agua caerá
muy rápidamente pero tendrás tiempo de disfrutar del
espectáculo.
Es normal que durante su funcionamiento se produzcan
algunos escapes de agua. La cinta adhesiva no es suficiente
para evitar que ocurran.

¿Qué ocurre?

Comencemos por recordar la ley de Boyle-Mariotte de los


gases, la necesitamos para intentar explicar lo sucedido en
el experimento. Esta ley dice que, a temperatura constante
y para un gas confinado en un recipiente, el producto de la
presión por el volumen se mantiene invariable. Lo que
significa que si aumentase el volumen la presión
descendería proporcionalmente al aumento de volumen, y
si el volumen decreciese se produciría un aumento
proporcional de la presión. Se puede expresar así:

P1 x V1= P2 x V2
Gases más pesados que el aire
Solemos pensar que todos los gases son más “livianos” que el
aire, y que por ende subirán. Pero la física, y más que nada
este experimento, nos demuestran que no es así, ya que hay
muchos gases más “pesados” que el aire.

Enciende varias velas y ponlas en fila una tras otra.

Ahora coloca media cucharada de bicarbonato de sodio en


una jarra y luego ponle un poco de vinagre. La jarra tiene que
ser grande Mezcla bien y ahora vierte el aire que se genera
dentro de la jarra sobre las velas, sin que se caiga la mezcla
de vinagre y bicarbonato. ¡¡¡Las velas se apagan!!!

¿Por Qué?

Cuando mezclamos el bicarbonato de sodio con el vinagre, se


produce una reacción química que libera dióxido de carbono.
Este último es un gas, y tiene la particularidad de que su
densidad es mayor que la del aire.

Ni bien se produce el dióxido de carbono, queda dentro de la


jarra. Al inclinarla sobre las velas, el gas cae por su peso, del
mismo modo que lo haría, por ejemplo, el agua. Es
justamente el dióxido de carbono el que “ahoga” el fuego, ya
que ocupa el lugar del aire y desplaza el oxígeno que necesita
la llama para la combustión.
El submarino
El siguiente experimento del submarino es uno de los
experimentos de química, para realizarlo necesitamos cosas
básicas de “andar por casa” agua, aceite, alcohol, un vaso
pequeño, un vaso grande y una jeringa (o una cuchara).
Intentad que al manipular el alcohol nos toquéis los ojos.

Primero lo que se hace es poner un poco de aceite en el vaso


pequeño y luego se coloca en el fondo del vaso grande. Mas
tarde, se echa alcohol en el vaso grande procurando que no
caiga directamente en el aceite del vaso pequeño. Como bien
sale en el video, intentad tirar el alcohol por el borde del
vaso, y así no caerá en el aceite. Por último, con una cuchara
o con la jeringa, se añade, poco a poco, agua sobre el alcohol,
procurando que no caiga directamente sobre el vaso pequeño.

Vemos que, finalmente, el aceite sale del vaso pequeño y


forma una esfera que quedará flotando en el interior de la
mezcla de alcohol y agua.

Luego retiramos con precaución el vaso pequeño dejando la


esfera de aceite en el interior de la mezcla. Podemos hacer
que la gota suba o baje añadiendo agua (para subir) o alcohol
(para bajar)
La explicación, veamos primero las densidades de los tres
líquidos: agua (1 g/ml), aceite (0,92 g/ml) y alcohol (0,79
g/ml). El aceite flota en el agua porque es menos denso, pero
se hunde en el alcohol porque es más denso. Por
consiguiente, puede prepararse una mezcla de agua y alcohol,
en la cual dicho aceite ni flote ni se hunda hasta el fondo.
Variando la proporción de agua y alcohol modificamos la
densidad de la mezcla y hacemos que la gota de aceite suba o
baje.

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