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Gina Paola Taborda León

Profesor: Wilson Muñoz


Bogotá 24 de julio de 2019

LA EDUCACIÓN EN COLOMBIA FRENTE AL VASTO MOSAICO DE LA


REALIDAD

La historia de la educación en Colombia se remonta a la época colonial cuando los


primeros colonos crearon espacios para enseñar la religión a los Indígenas, y con
ello el idioma español. Esos espacios no eran considerados escuelas sino lugares
necesarios para que los indígenas adoptaron la cultura de los españoles; cultura que
no respeto sus tradiciones que simbolizaban cantos, historias y sitios sagrados que no
se preservaron.
Las facetas de la educación en Colombia se han definido siempre bajo parámetros
muy desligados de la realidad del pueblo. Sus intereses prevalecen en “reformas
educativas” con propósitos políticos que “deterioran” y desangran la economía y las
oportunidades de superación de niños y jóvenes en nuestro país. Generando así una
desigualdad social en los 1.101 Municipios según el último censo Dane 2018; que está
ligado a la población vulnerable y en pobreza extrema.
La Constitución Política de Colombiana establece que: “la educación es un derecho de
la persona y un servicio público que tiene una función social para garantizar la
autonomía Universitaria en la igualdad de oportunidades”. Y aunque ya han pasado 28
años de la creación de leyes y decretos de la Constitución; no existe una educación
dirigida a proyectar la vida en los diversos campos del desarrollo humano que estructure
el desarrollo de capacidades y competencias de los futuros graduandos… La educación
debería ser el primordial vehículo para que todos participáramos en el crecimiento
como ciudadanos y como hijos de Dios; sin ser adoctrinados por “iglesias falsas” sino
por la Fe vivida de nuestra propia experiencia.

Por último existe el problema de la educación indígena que es la más pobre entre los
pobres y sus inconvenientes se encuentran en el momento de definir los planes de
estudio, de organización en su enseñanza sin desarraigar su patrimonio cultural y en el
escaso nivel de retención y de adquisición de conocimientos de esta población.
Nuestras culturas y currículos deberían incluir en su formación competencias para los
niños y jóvenes indígenas en todos los niveles de la educación.
Los representantes indígenas también están conscientes de su lucha constante para
encaminar el bienestar de sus generaciones pero se chocan contra el caos y el desorden
mundial en el que vivimos.

“ESTO NO HUBIERA PASADO SI LA POBLACIÓN HUBIERA SIDO EDUCADA ”


Julio Cesar García Valencia

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