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occidente”. Digo “nuestro”, porque siempre hemos contado la historia del arte europeo, y a Commented [PR2]: Sugiero dejar nuestro teatro y quitar
occidente
veces nos olvidamos que Colombia tiene también una historia del teatro, pero ese es tema de
Muy a mi pesar, el teatro contemporáneo son demasiadas cosas juntas y esto hace que sea
complejo hablar del mismo, por ello, ahora realizaré un breve ruido intelectual para hablar
de algo que siempre hablan mejor los estetas o los historiadores, porque nosotros los artistas,
Seguir el rastro de la historia del teatro contemporáneo; y sí, tiene historia; es como seguir la
historia de los pueblos, porque sucede en el ahora. (?) Commented [PR3]: Sugiero suprimir
descentramiento de la figura escópica del ser humano de las producciones artísticas. A partir
de ese momento las preguntas fundamentales se trasladaron al paisaje interior, es decir, a las
preguntas del alma. De allí surge el tremendo Fausto de Goethe, que Marlowe aterrizaría
Todo el teatro de mediados del siglo XIX hasta principios del XX destaca por el
que en la pintura, el teatro “romántico” exaltará la naturaleza, incluso lo hará el género del
melodrama.
La “descentralización” del teatro, consiste en la pérdida de lo que llamaremos (aún en
nuestros días) estilos, tales como: realismo, naturalismo, teatro simbolista, teatro metafísico,
incluso esotérico y teosófico, con autores como Paul Claudel y Maurice Maeterlinck. El tan
esperado y aun in-entendido siglo XX que ha tenido una gran diversidad de estilos,
que sigue aquí es historia y es aún más ruido intelectual. Commented [PR4]: Parece que estás hablando de lo que
sigue y realmente querías hablar de lo anterior
Ahora hay que preguntarse por nuestro teatro, que es una mezcla del teatro de occidente (algo Commented [PR5]: Yo pondría esto a manera de
declaración personal, con frases con algo así: “el teatro que
he conocido”, el “teatro que me he tenido que vivir”
bueno tuvo que haber dejado la conquista). Nuestro teatro no es (como insisten erróneamente
que remite a una antigua medida del hombre: la escala reducida a la dimensión de lo corporal,
encuentro de presencias. En esa medida basta con decir que el teatro contemporáneo es el
que sucede en el ahora, el que nos atañe, es un teatro que no acepta ser televisado ni
transmitido por satélite o redes ópticas ni incluido en internet o chateado. Es necesario el Commented [PR6]: No es que no acepte ser virtual, sino
que hasta cuando es virtual, aparecen como variaciones de
la presencia
encuentro de los cuerpos en una encrucijada geográfico-temporal.
Hay teatro de sobra en lo contemporáneo porque está sucediendo, más también opera su
paradoja de ser un lugar efímero, una experiencia que sucede e inmediatamente se desvanece
y se torna irrecuperable.
En tiempos contemporáneos, (y abusare de la cacofonía de las palabras), el teatro adquiere
una dimensión de peligrosidad de la que el cine carece: el actor puede morir ante nuestros
ojos, puede lastimarse, olvidar el texto, la función se puede interrumpir y suspender. De esta
Dicho así, el teatro parece un discurso de resistencia a las nuevas derechas y la expansión
progresos que serán como siempre desiguales entre un país y otro, en los
Y es que el teatro funciona precisamente de esta manera, tiene el empeño de generar eso que
llaman los estetas “conexión rizomática”, entre los actuantes y los que espectan, de tal modo
que el teatro se convierte en como lo llama Dubatti “un convivio” donde las diferencias y las
singularidades no están sometidas a los mandatos igualadores de las exigencias
globalizadoras.
Algunos afirman que el teatro es un arte caduco para la américa latina, pero su dinamismo y
con sus síntomas de senilidad están tomando el poder y se hace imperativo superarlas para
En este punto persiste la pregunta: ¿y cuál es nuestro teatro “contemporáneo”? Nuestro teatro
no es un collage, somos hijos del mestizaje y eso hace que nuestro arte teatral venga del Asia
y también de las estepas, de los palacios rusos, de las avenidas norteamericanas, de los ritos
iniciáticos de las culturas toltecas, de la Persia antigua, de la España en su edad del oro, de
gitanos y cantaoras africanas y más. Nuestra pregunta es la pregunta presente por la identidad
universal.
Navegamos aguas de un teatro joven, nuestros remos son lenguajes afilados, las palabras de
nuestro teatro son armas y actos de resistencia. Intentamos descubrir quiénes somos mientras
entendemos el siglo XX que pasó. ¿Y el siglo XXI? ¿es ese el siglo que viene? ¿está
sucediendo? Hay que prepararse porque nunca dejaremos de preguntarnos y nunca dejaremos
de hablar de eso del “teatro contemporáneo”. En tiempos como los que vivimos, los más
resistencia. Nuestro teatro contemporáneo es entonces un lenguaje total, no es necesario Commented [PR7]: Me suena Wagner no sé… más que
total yo pondría multipolar
explicarlo porque ya está sucediendo en la medida que es capacidad de acción. Siempre que