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Usar herramientas para optimizar el rol del entorno como herramienta terapéutica.
Contenidos
1. Generalidades
• No debe pensarse que todos los cuidadores de personas con demencia requieren de un
abordaje diferenciado.
• Existen personas que logran desplegar habilidades de adaptación y enfrentamiento que les
permiten responder satisfactoriamente a su rol.
→ Si bien resulta adecuado afirmar que el cuidado de una persona con algún grado
de dependencia presenta impactos y necesidades comunes, el apoyo a una
persona que tiene el diagnóstico de demencia considera necesidades y desafíos
particulares.
Van der Roest et al., (2007) estudiaron las necesidades subjetivas reportadas por personas
con demencia, lo que permitió aproximar a potenciales demandas y necesidades por parte
de ellas hacia sus cuidadores familiares.
Al respecto, las principales necesidades detectadas por este estudio correspondieron a las
siguientes:
En el año 2014, se llevó a cabo el estudio “Construcción Social de las demencias en las
personas mayores en la Región Metropolitana, Chile”(Guajardo, Tijoux, & Abusleme,
2015), que tuvo entre otros propósitos, conocer las necesidades de cuidadores(as)
familiares de personas con demencia, en el marco de la comprensión del impacto de la
demencia como un proceso familiar con aristas económicas y culturales.
• Al igual que las estrategias psicosociales dirigidas a las personas con demencia, el
abordaje de cuidadores es también amplio e incorpora diversas modalidades de
apoyo, por lo que es posible encontrar diversas clasificaciones.
- Reducción de carga.
Unicomponente: grupal,
- Reducción de síntomas
individual, combinada.
depresivos.
- Aumento de conocimientos.
Multicomponente: grupal,
Intervenciones - Desarrollo de habilidades para
individual, combinada.
psicoeducacionales enfrentar problemas
relacionados con la condición.
- Grupo de apoyo
- Habilidades para buscar apoyo
- Educación y entrenamiento
social.
- Consejería
- Aumento de autoeficacia.
Residenciales:
- Cuidado nocturno
No especificados.
- Cuidado diurno
Servicios de respiro - Corta estadía
Comunitarios:
No especificados.
- Asistencia en el hogar
- Reducción de pensamientos
disfuncionales
- Aumento de tiempo libre y de
- Individual
Terapia cognitivo- Descanso
- Grupal
conductual - Reducción de síntomas
- Combinación
depresivos
- Menor necesidad de cuidado o
asistencia
Otros tipos de
Sin especificación. Sin especificación.
intervención
d) Visitas domiciliarias
e) Terapia Ocupacional
g) Gestionar casos
1. Introducción
5. Intersectorialidad
6. Buenas Prácticas
7. Comunicación
8. Mensaje final
1. Introducción
→ Como veremos no solo se requiere de varias disciplinas, sino también que estas
disciplinas trabajen en conjunto, de forma integrada y colaborativa para lograr
resolver las problemáticas enfrentadas.
Pero…
¿Realmente sabemos qué significan ambos conceptos?
Estas teorías indican que, a nivel general, el trabajo en equipo ofrece ciertas ventajas,
tanto para el individuo como para la organización.
→ multidisciplinario,
→ interdisciplinario y
→ transdisciplinario.
Ignacio Ramos Vidal (Ramos Vidal, 2010) menciona una serie de características que
definen el trabajo en red. Indicando que las redes funcionan como:
Ejemplo:
• Es importante dejar de lado las ideas preconcebidas respecto a los otros equipos
de trabajo y/o los otros profesionales.
• Entendiendo que cada uno interviene desde sus espacios, y con los recursos
materiales, cognitivos, emocionales que disponen, y el que su respuesta frente a
las mismas problemáticas no sea pertinente desde nuestra percepción, no implica
falta de compromiso o no querer hacer bien el trabajo.
• A nivel personal implica aceptar la invitación a realizar un cambio que nos permita
trabajar de forma colaborativa, reconociendo nuestros recursos personales,
profesionales y también los de los otros, reconocer la otredad y el aporte que
puede tener el trabajo conjunto y mancomunado. Reconocer la otredad implica,
ver al otro como un otro legítimo, y eso involucra no sólo el reconocimiento de los
otros profesionales como socios efectivos en esta tarea, sino también de la
persona con demencia y su familia, como parte fundamental de nuestro equipo y
de nuestra red.
Debemos entender que el tener uno o varios gestores dentro de un equipo no implica
que cada profesional deba olvidarse de la coordinación de sus acciones tanto dentro
del equipo como dentro de la red como se mencionó en acápites previos.
6. Buenas Prácticas
7. Comunicación
Independiente del modelo que desarrollen los equipos de trabajo, un tópico que no
podemos obviar es la forma en que nos comunicamos.
→ A través del lenguaje y de cómo nos relacionamos con nuestros usuarios, sus
familias y con los integrantes de nuestro equipo de trabajo, vamos deconstruyendo
y construyendo no solo los espacios profesionales, sino también los espacios
vitales en los que nos desenvolvemos.
Por otro lado y en relación a la información a compartir con otros equipos y/o
integrantes de nuestro equipo, vale preguntarse, basándose en la situación actual del
paciente:
(Medina-Walpole A, 2016).
8. Mensaje final
Cabe destacar que la intervención con personas con demencia y sus familias
requiere equipos cuyos integrantes vengan de distintos ámbitos disciplinares, que
sepan trabajar en equipo, en donde cada uno aporte sus saberes y experiencias
desde un espacio de respeto y colaboración, con una mirada holística y con
objetivos de intervención centrados en la persona.
Los integrantes de los equipos deben conocer, tanto sus potencialidades como sus
limitaciones y lograr un quehacer que permita su complementariedad.
1. Introducción
Riesgos de
hospitalización
Ejemplo: la prueba a realizar posee valor pronóstico que permitirá planificar cuidados.
• Durante la Hospitalización
• Preparando el alta
• Una vez en casa
→ Descargue desde la plataforma del curso los documentos correspondientes a cada
uno de estos tiempos de intervención.
→ En cada uno de estos momentos existen actividades que serán propias de los
profesionales de salud y otras de los familiares/entorno cercano, pero es deber del
equipo de salud conocer las de estos últimos para poder brindar educación y
apoyo necesarios.
2. Buenas prácticas
→ Por otra parte, no se debe hospitalizar a quien cuenta con los medios para ser
cuidado de forma apropiada a nivel ambulatorio y lo considera dentro de sus
preferencias, en tal caso debemos dar las directrices y recomendaciones para que
ello se pueda realizar de forma efectiva y segura.
→ Para seguir ahondando en este tema descargue desde la plataforma del curso el
documento “Directrices de cuidado y planificación anticipada”.
→ Las opciones sobre las cuales se tomará decisión deben ser otorgadas de acuerdo
al conocimiento técnico, no teniendo los equipos la obligación ni el deber de
ofrecer tratamientos fútiles ni evidentemente desproporcionados en cuanto a
agresividad y potenciales beneficios y/o en relación al pronóstico del paciente.
→ Cabe destacar que estas instancias en ningún momento buscan reemplazar las
gestiones, instancias de comunicación y responsabilidad del equipo tratante con la
familia y/o la persona con demencia, sino que son un apoyo en casos que como se
mencionaba anteriormente, existen discordancias relevantes a pesar de un vínculo
y comunicación adecuados.
→ Del mismo modo, es importante que sepamos reconocer cuando sentimos que una
situación nos cansa emocionalmente y necesitamos un relevo o apoyo para nuevas
discusiones.
Lo óptimo son las conversaciones pre-crisis, idealmente con el equipo tratante antes
de que aparezcan urgencias y el equipo sea desconocido. Un ejemplo de frase que
puede ser de utilidad cuando se quieren trabajar directrices anticipadas es la
siguiente:
En la medida que nos acercamos a los últimos días de una persona, la atención
brindada se debiese transformar en baja en tecnología pero alta en cuidado y contacto
(low tech, high touch care).
Por ejemplo:
Ejemplo: Paciente “LET” tiene fiebre, enfermera decide no llamar a residente porque el paciente
es LET. Puede ser que efectivamente a la persona no se le fuesen a solicitar exámenes para
estudiar la etiología de la fiebre o que fuese parte de su sintomatología basal, pero ello no
implica que el residente no indicaría antipiréticos o medidas físicas, o quizás esa persona tenía
limitación de ser trasladado a unidad de mayor complejidad pero fuese subsidiaria de todo el
manejo diagnóstico y terapéutico que se le pudiese brindar en sala.
Consideraciones para una reunión familiar para discutir pronóstico y/o directrices de
abordaje: