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Un desafío de la escritura universitaria es ser capaz de conectar en el texto varias ideas e ir dejando claras las
relaciones de causa y consecuencia. Un mecanismo muy usado para conectar es recurrir a los gerundios, que son
aquellas formas verbales que expresan una simultaneidad. Los puedes reconocer fácilmente por sus
terminaciones, –ando y –endo. El problema con los gerundios es que estos, a diferencia de los verbos conjugados,
no entregan información sobre el tiempo en el que se realiza la acción y la persona que la padece o ejecuta. Mira
Comprendiendo ¿? ¿?
Los gerundios se pueden usar correctamente: su lugar natural es acompañando a un verbo conjugado (¡como en
esta misma oración!), pues en ese caso aportan más información y permiten refinar el sentido de la oración.
El gerundio, en este caso, se sirve del tiempo y persona que expresa el verbo conjugado “estuve”.
El error más común que solemos cometer con los gerundios es usarlos como conectores entre las ideas:
Para evitar este problema, cada vez que te encuentres con un gerundio que no esté modificando a un verbo,
reemplázalo por un conector, un pronombre, un verbo conjugado y/o un signo de puntuación. También podrías
Los bomberos entraron a la casa ardiendo Los bomberos entraron a la casa, aunque
por los cuatro lados. ardía por los cuatro lados.
En la primera oración no cabe la posibilidad de dudar qué o quién “ardía”, puesto que “los bomberos” es plural y
Acá tenemos un gerundio que intenta relacionar dos ideas. No sabemos quién o qué está “considerando”. Por lo
tanto, tenemos que arreglarlo. Te presentamos dos estrategias. Recuerda que puedes elaborar las tuyas; todo
La contaminación atmosférica actual es muy alta; sin embargo, hace 30 años, cuando
no existían los autos catalíticos, no había necesidad de restricción vehicular.
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¿Cómo sé si mi gerundio está bien usado?
En general, como esta regla es un poco confusa (y al parecer va en contra del sentido común, porque usamos
mucho los gerundios así), lo mejor es que no uses los gerundios a menos que estén modificando directamente a
otro verbo principal. Sin embargo, hay dos pruebas que puedes usar para juzgar tu gerundio y así decidir si debes
corregirlo.
Cuando tu gerundio está bien usado y entrega información valiosa, podrás usarlo para responder una pregunta
con “¿cómo?” a partir de tu verbo principal. Si el gerundio está mal usado, no podrás responder.
El uso erróneo más frecuente de gerundios es para indicar una consecuencia. En esos casos, es muy frecuente
que le podamos poner un “así” justo detrás, como para reafirmar esa consecuencia. Si ese es el caso de tu
El profesor se negó a mover la fecha El profesor se negó a mover la fecha Cambia el sentido de la
de la prueba, argumentando que ya de la prueba, argumentando así que oración. El gerundio está
habíamos dedicado suficiente tiempo ya habíamos dedicado suficiente bien usado
a esa unidad. tiempo a esa unidad.
El profesor se negó a bajar la escala de El profesor se negó a bajar la escala No cambia el sentido de la
la prueba, reprobando a muchísimos de la prueba, reprobando así a oración. El gerundio está
estudiantes. muchísimos estudiantes. mal usado
Para cerrar, queremos reiterar que usar adecuadamente los gerundios toma tiempo y generar una costumbre de
revisarlos y evitarlos cuando sea posible. Procura recordar estos consejos y revisar tus textos cuando puedas.
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