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DERECHO PROCESAL ORGÁNICO

Josefa Huerta Sunnah


EL CONFLICTO Y SUS FORMAS DE SOLUCIÓN

El ser humano desde siempre ha tenido múltiples necesidades que satisfacer, y escasos medios para
lograr dichas metas, lo que genera un problema, debido a que según el caso concreto, habrá que
determinar qué necesidad será la priorizada para su satisfacción, y esto es lo que conocemos como
un tipo de CONFLICTO DE INTERESES INTERNO.

El ser humano, a su vez, dado su carácter social y de las relaciones que va generando con distintas
personas, esas necesidades personales, ya no ven necesariamente un límite en el propio ser para su
satisfacción, sino que esa misma necesidad puede ser ahora necesidad de otra persona, por tanto se
generan ahora los CONFLICTOS DE INTERESES EXTERNOS, debido a que hay una exteriorización
de la voluntad de los sujetos, que en la práctica se manifiesta en posiciones antagónicas respecto a
un tema en particular.

Estos CONFLICTOS DE INTERESE EXTERNOS, a su vez podrán variar dependiendo si nos


referimos a cuestiones del tipo moral (que no le interesan al ordenamiento jurídico), o a situaciones
que de plano se vulnera algún derecho de alguna persona.

Es por esto, que a modo de resumen, podemos clasificar los conflictos en:

(1) CONFLICTOS INTERNOS DE INTERESES. Estos conflictos de intereses se mantienen


dentro del fuero interno de la persona, por tanto no son manifestados de manera que genere
un conflicto entre dos o más sujetos. Es el propio sujeto quien debe resolverlos.
(2) CONFLICTOS EXTERNOS DE INTERESES. Estos conflictos son conocidos, debido a que
dos o más personas exteriorizan su voluntad, y por ese acto, toman conocimiento de las
posiciones antagónicas que detentan respecto a un tema particular, y estas acciones u
omisiones que generan el conflicto, producen un cambio en el mundo externo: es decir se
producen consecuencias.
 Conflictos externos SIN relevancia jurídica. Estos conflictos no implican una
vulneración de un derecho, por tanto no son de relevancia para nuestro ordenamiento
jurídico, como por ej. los conflictos morales entre personas.
 Conflictos externos CON relevancia jurídica. La manifestación de voluntad de las
personas, que resulta ser discrepante, produce un quebrantamiento del ordenamiento
jurídico, por tanto requerimos de algún medio de solución de conflicto, para ponerle
termino y así resolver esa vulneración de derecho.
Conflictos
externos sin
relevancia jurídica
Conflictos
externos
Conflictos
Conflicto externos con
relevancia jurídica
Conflictos
internos

Para recuperar la estabilidad social que se ha visto alterada debido a los conflictos externos que se
han suscitado, durante la historia han surgido diversos medios de solución de conflictos, que los
podemos clasificar en tres:

(1) AUTOTUTELA.

Es la forma más antigua y primitiva como medio de solución de conflictos y ha sido definida por
Eduardo Couture como “la reacción directa y personal de quién hace justicia con manos propias”. Se
pretende solucionar el conflicto sin recurrir a nadie, sino que es directamente e incluso por el uso de
la fuerza, que se llega a la “solución”, que se manifiesta en que se impone el más fuerte frente al sujeto
más débil.

Características

 Existe un conflicto de intereses externo.


 Hay ausencia de un tercero imparcial que dirima la controversia o dirija a las partes a un
eventual acuerdo o solución.
 Hay imposición de una decisión por una de las partes a la otra. El titular del derecho asume
la defensa de aquél.
 La utilización de la fuerza era considerada, por regla general, como la forma de otorgar una
sanción, como por ej. La ley del Talión “ojo por ojo, diente por diente”.

La autotutela está prohibida en nuestro ordenamiento jurídico, por regla general, pero igual existen
manifestaciones que el legislador en cierta medida ha reconocido la autotutela como un medio válido
en nuestro sistema, como es el caso, por ej. de la LEGÍTIMA DEFENSA, pero esta a su vez, para ser
reconocida y validada por nuestro legislador, debe cumplir con una serie de requisitos específicos para
eximir de responsabilidad criminal al sujeto que se está defendiendo.

(2) AUTOCOMPOSICIÓN.
Es una forma de solución de conflictos más evolucionada, en donde una o ambas partes manifiestan
su voluntad para a través de un acuerdo mutuo o tácito, sea sin ayuda de nadie, o con el apoyo de un
tercero, para ponerle término a la controversia o litigio pendiente de solución.

Características

 Existe un conflicto de intereses externo.


 Lo que prima es el diálogo, es decir las partes llegan a un acuerdo, a través de la manifestación
de voluntad de una o ambas partes, de modo que de esa forma se le pone fin al conflicto. De
esta forma, podemos encontrar medios autocompositivos de resolución de conflictos
unilaterales y bilaterales.
 Es una forma pacífica de solución de conflictos, y no hay concurrencia de la fuerza de ningún
tipo, debido a que no hay una imposición de una decisión de parte de uno de los sujetos.
 Pese a que las partes llegan a la solución del conflicto, esta forma de solución de conflictos
puede ser en forma directa o puede ser asistida por terceros.

(3) HETEROCOMPOSICIÓN.

Es una forma de solución de conflictos, a través de la cual, las partes acuden a un tercero, quien se
compromete o se obliga en razón de su oficio, y luego de la tramitación de un proceso, a determinar
la solución del conflicto a través de una decisión que emite, y cuyo cumplimiento deberán acatar las
partes sometidas a este proceso.

Características

 Existe un conflicto de intereses externo.


 Las partes no pueden llegar a un acuerdo, por lo que someten al conocimiento de un tercero
imparcial, su conflicto, de modo de que este sujeto pueda resolver la controversia.
 Este tercero, que por lo general es un juez (pero podría ser un árbitro), actúa sobre las partes,
en virtud del reconocimiento que le hace el art. 76 CPR del ejercicio de la función jurisdiccional,
que es el poder que tienen los tribunales de la República, para conocer, y resolver, por medio
del proceso y con efecto de cosa juzgada, los conflictos de relevancia jurídica que se
promuevan.

El proceso, como principal medio heterocompositivo de solución de conflictos, se define como una
“secuencia o serie de actos que se desenvuelven progresivamente, con el objeto de resolver, mediante
un juicio de autoridad, el conflicto sometido a su decisión”.

AUTOTUTELA AUTOCOMPOSICIÓN HETEROCOMPOSICIÓN


No hay acuerdo entre las Si hay un acuerdo, sea por la No hay un acuerdo de las
partes, hay imposición de una manifestación de voluntad de partes, por tanto someten el
voluntad de un sujeto sobre la ambos sujetos, o de forma conocimiento de su conflicto a
del otro sujeto. unilateral, pero aceptada por el un tercero imparcial para que el
otro sujeto, como solución del resuelva la controversia.
conflicto.
Solo intervienen las partes. Intervienen las partes Necesariamente, aparte de los
directamente en la solución, intervinientes del conflicto,
pero eventualmente podrían media un tercero imparcial.
ser asistidos por un tercero.

LOS EQUIVALENTES JURISDICCIONALES

Como primera aproximación, para entender que son los equivalentes jurisdiccionales, debemos
comprender que son “alguna institución” que de alguna manera equivale a la jurisdicción o al proceso,
y así efectivamente es, debido a que sustituyen legítimamente al proceso, como forma natural de
solución de conflicto, siempre que este se resuelva a través de medios lícitos. Por tanto, podríamos
decir que los equivalentes jurisdiccionales, son medios a través de los cuales se les pone término a
un conflicto o litigio, pero fuera de sede jurisdiccional, por regla general (hay excepciones, como ya
sabemos, como sería el caso por ej. de la conciliación).

EJEMPLO: La mediación, en materia familiar respecto a pensión de alimentos, es un trámite


obligatorio ANTES de iniciar un proceso de familia (es decir es extraprocesal), de manera que las
partes deberán acudir frente a un tercero que no tiene la calidad de juez ni abogado, que no somete
a las partes a su pensamiento o decisión, sino que solo ayuda a las partes a negociar un acuerdo,
pero sin tener una intervención directa en aquél, y si las partes llegan eventualmente a un acuerdo, se
redactará un acta que contendrá todo lo acordado en esa mediación y ese acta será ratificada ante el
tribunal y adquirirá la misma validez jurídica que una sentencia judicial, lo que permite exigir su
cumplimiento forzado (es decir tiene efecto de COSA JUZGADA, porque el solicitante de pensión
de alimentos podrá hacer valer su acción de cosa juzgada y exigir el cumplimiento de lo
acordado). Por tanto con la mediación, de manera extraprocesal llegamos a un acuerdo que podemos
hacer valer en el proceso, sin necesidad de haber iniciado uno (todo esto porque la mediación es
previo a iniciar un juicio de familia, solo se inicia este último, si no se llega a un acuerdo durante la
mediación).

Podemos definir a los equivalentes jurisdiccionales como “los actos procesales destinados a resolver
ciertos conflictos de intereses de relevancia jurídica con efecto de cosa juzgada, siempre que estos
medios estén autorizados por el sistema procesal”.

De la propia definición, podemos desprender los PRESUPUESTOS DE EXISTENCIA DE UN


EQUIVALENTE JURISDICCIONAL, que son los siguientes:

(1) La existencia de un conflicto de intereses de relevancia jurídica que surja de la


infracción de normas legales que contemplen derechos disponibles. Recordar, que los
demás tipos de conflictos, no son de importancia del derecho procesal, por tanto solo deben
tratarse de conflictos de intereses externos con relevancia jurídica. Se habla de derechos
disponibles, esto debido a que no todos los derechos pueden ser transados, dado que en
ciertos casos al existir involucración de un derecho con el orden público, estos no pueden ser
resueltos a través de un equivalente jurisdiccional.
(2) Que exista una declaración de voluntad de al menos uno de los sujetos en conflicto
tendiente a ponerle fin. Esto es evidente, debido a que si deben manifestar su intención de
poner término al conflicto a través de un equivalente jurisdiccional, en preferencia de la
utilización del proceso en sí, y que además esta voluntad debe ser libre, debido a que si
estuviéramos frente a una imposición de manifestación de voluntad de una forma
determinada, seguramente nos estaríamos acercando a una forma de solución de conflicto
más cercana a la autotutela, que a la autocomposición.
(3) Que el sistema procesal positivo autorice expresamente la solución o término del
conflicto por medio de estos equivalentes jurisdiccionales. Al ser el proceso la forma
normal de solución de conflictos de intereses de relevancia jurídica, consagrado por la
Constitución, es claro que otro medio diverso, debe ser autorizado por el legislador.

CARACTERÍSTICAS DE LOS EQUIVALENTES JURISDICCIONALES

(1) Los equivalentes jurisdiccionales son actos jurídicos procesales. Es decir, son actuaciones
que producen efectos en el proceso, y que por tanto requieren de la manifestación de voluntad
en orden de poner término al conflicto.
(2) Según el equivalente de se trate, el acto procesal que lo contiene puede ser unilateral o
bilateral. Esto es debido a que como ya advertí previamente, no necesariamente debe ser
acuerdo mutuo para poner término al conflicto, sino que puede ser solo la manifestación de
voluntad de un sujeto y la aceptación tácita del otro, para ponerle término a la controversia.
(3) Para que exista o nazca un equivalente jurisdiccional a la vida del derecho, es un presupuesto
necesario, que exista un conflicto de intereses de relevancia jurídica que verse sobre
derechos disponibles. Si el derecho comprometido no es disponible, las partes
necesariamente deben recurrir al proceso.
(4) Los equivalentes jurisdiccionales producen como principal efecto, la acción y la excepción de
cosa juzgada. La cosa juzgada es el principal efecto que produce la dictación de una
resolución judicial, cuando esta se encuentra firme y ejecutoriada, y se puede hacer valer en
el proceso como acción y excepción. La acción la tendrá la parte vencedora, para poder
ejecutar lo fallado en la sentencia, y por otra parte la parte vencida tendrá la excepción de
cosa juzgada, para que una vez que cumpla lo dictado, podrá excusarse en el eventual caso
que se inicie una nueva causa respecto a la misma materia contra él.
(5) Los equivalentes jurisdiccionales pueden impugnarse solamente por los mecanismos
procesales que la ley señala para cada caso en particular. Los medios de impugnación son
los mecanismos autorizados y consagrados por la legislación como un derecho para las
partes, en el caso que alguna no vea satisfecha su pretensión hecha valer en juicio y por tanto
como le produce en perjuicio, eso lo legitima para poder atacar esa resolución judicial gravosa,
ej. a través del recurso de apelación.
(6) La regulación de estos mecanismos pertenece al derecho procesal, puesto que son actos
procesales que sirven para reemplazar a la jurisdicción generando el efecto de cosa juzgada
que es propio y privativo de las resoluciones judiciales cuando se encuentran firmes o
ejecutoriadas.
(7) Los equivalentes jurisdiccionales están compuestos por los mecanismos autocompositivos
de solución de conflictos y otros que no tienen tal carácter, entre los cuales se encuentra la
renuncia y el desistimiento. OJO: la opinión del autor del texto es que la renuncia y el
desistimiento no son métodos autocompositivos, pero para la cátedra el desistimiento si lo
es, al igual que el allanamiento (que no lo menciona), y son medios autocompositivos
unilaterales.
(8) Los efectos derivados del equivalente jurisdiccional pueden hacerse valer en un proceso
a través de la excepción de cosa juzgada cuando se trate de renovar la solución de un conflicto
afinado, e igualmente son títulos ejecutivos que dan eficacia a la acción de cosa juzgada.
CLASIFICACIÓN DE LOS EQUIVALENTES JURISDICCIONALES

(1) Aquellos en que participan la o las partes, y aquellos en que, además tiene participación el
juez.
(2) Aquella que distingue entre equivalentes jurisdiccionales que se realizan en el proceso y
aquellos que son netamente extraprocesales.
(3) Aquellos que son unilaterales y aquellos que son bilaterales.

UNA PARTE AMBAS PARTES TERCERO


TRANSACCIÓN X
CONCILIACIÓN X X
AVENIMIENTO X

PROCESALES EXTRAPROCESALES
TRANSACCIÓN Siempre el contrato será
extraprocesal, pero si es para
resolver un litigio pendiente,
este se hace valer en el
proceso.
CONCILIACIÓN El juez durante el proceso, está
obligado a llamar a las partes a
conciliación.
AVENIMIENTO Este acto es procesal, pero son
las partes en el proceso las que
llegan a un acuerdo, y se lo
expresan así al tribunal que
está conociendo la causa, para
hacerlo valer.

En materia penal existen diversas formas de solucionar los conflictos, conocidas como salidas
alternativas para poner término o suspender los procesos penales durante su transcurso, y por tanto
operan como equivalentes jurisdiccionales. Estos medios son:

1. Acuerdos reparatorios. Es un acuerdo celebrado entre el imputado y la víctima, que requiere


ser homologado por el juez de garantía y se celebra con el fin de convenir la reparación de
las consecuencias causadas por el delito y poner término al litigio penal pendiente respecto
de un delito que afectare bienes jurídicos disponibles de carácter patrimonial, lesiones menos
grave o delitos culposos.
2. Suspensión condicional del procedimiento. Acuerdo celebrado entre el fiscal y el
imputado, que requiere ser homologado por el juez de garantía. La idea es suspender el
procedimiento, cumpliendo los requisitos que se establecen, para efecto de conducir al
término del litigio penal pendiente.
EL DERECHO PROCESAL

Concepto derecho procesal

Respecto del Derecho Procesal pueden darse diversas definiciones, pudiendo distinguir las que ponen
énfasis en los conceptos de acción, jurisdicción y proceso, como aquellas que tienen el carácter de
meramente descriptivas.

Algunas de las definiciones de derecho procesal son:

 Para Chiovenda es el “conjunto de las normas que regulan la acción de la ley en el proceso
y particularmente la relación procesal”.
 Para Carnelutti es el “conjunto de reglas que establecen los requisitos y efectos del proceso”.
 Para Rosemberg es el “conjunto de normas que tienen por objeto las instituciones de
jurisdicción, los presupuestos y forma de procedimiento que se realizan ante las mismas y los
presupuestos, formas y efectos de los actos de la jurisdicción”.

En nuestro derecho, podemos citar la definición de Fernando Alessandri Rodríguez:

“El derecho procesal es la rama del derecho que estudia la organización y las atribuciones que los
tribunales y las reglas a que están sometidos en su tramitación los asuntos que se han entregado
a su conocimiento”.

Puede dividirse el derecho procesal en tres partes:

1. La organización y atribuciones de los tribunales.


2. El derecho procesal civil que estudia la tramitación a que deben sujetarse los asuntos civiles
sometidos a los tribunales.
3. El derecho procesal penal que estudia la tramitación a que deben sujetarse los asuntos
penales.

El derecho procesal “es la rama del derecho que estudia la organización y las atribuciones de los
tribunales, los diversos medios para lograr la solución de los conflictos, y en particular, el debido
proceso y las reglas conforme a las cuales debe éste desarrollarse para la justa y racional solución
de los conflictos”.

Contenido del derecho procesal

El derecho procesal se ha solido clasificar para los efectos de su estudio en derecho procesal orgánico
y derecho procesal funcional:

 DERECHO PROCESAL ORGÁNICO, que aborda el estudio de las normas referentes a la


función jurisdiccional y la competencia, la organización y atribuciones de los tribunales
y los auxiliares de la administración de justicia. Las principales normas del derecho
procesal orgánico se encuentran contenidas en:
 La Constitución Política de la República (En los capítulos VI y VII, relativos al
“poder judicial” y al “ministerio público”).
 El Código Orgánico de Tribunales (este Código, es Ley Orgánica Constitucional del
Poder Judicial, lo que quiere decir es que las leyes que tengan por objeto modificar el
COT se encuentran afectas al control preventivo de constitucionalidad por el TC).
 DERECHO PROCESAL FUNCIONAL, que aborda el estudio de los diversos procedimientos
establecidos en material civil y penal, y de los recursos contemplados dentro de ellos,
a fin de resolver, las controversias sometidos a la decisión jurisdiccional mediante la
dictación de una sentencia, con la eficacia de la autoridad de cosa juzgada. Las
principales normas del derecho procesal funcional se encuentran contenidas en:
 La Constitución Política de la República. Las normas se encuentran en el art. 19
Nº3 (derecho a defensa jurídica, prohibición de juzgamiento por comisiones
especiales y el juzgamiento por tribunal establecido con anterioridad en la ley, el
debido proceso de ley, y la prohibición de presumir de derecho la responsabilidad
penal), 19 Nº7 (el que en sus letras a) a i) contempla diversas garantías procesales
respecto del derecho de la libertad personal y seguridad individual), 20 (recurso de
protección), 21 (recurso de amparo), etc.
 El Código de Procedimiento Civil.
 El Código Procesal Penal.

Características del derecho procesal

Las principales características del derecho procesal son:

1. Pertenece al Derecho Público, por cuanto regula el ejercicio de una función pública, una
función del Estado, como lo es la jurisdicción.
2. El Derecho Procesal en cuanto a las normas que lo rigen, por regla general, son de
orden público. Las normas de orden público son irrenunciables, es decir, los afectados no
pueden disponer de los derechos y obligaciones que ellas establecen. Para determinar si las
leyes de derecho procesal son de orden público o privado, se clasifican en:
 Leyes de organización. Son de orden público, pertenecen al orden público y al
determinar la existencia de un poder del Estado son irrenunciables.
 Leyes de competencia absoluta. Las leyes de competencia absoluta fijan la
organización jerárquica de los tribunales y miran a la distribución de los asuntos,
atendida esa organización jerárquica. Son, en el hecho, leyes de organización judicial
y por lo tanto de orden público e irrenunciables.
 Leyes de competencia relativa. Las leyes de competencia relativa en los asuntos
contenciosos civiles, en primera o única instancia y entre tribunales ordinarios son de
orden privado y por ende, renunciables. Sin embargo, esta permisividad de renuncia
no es absoluta. En materia procesal penal no existe la prórroga de la competencia
relativa y el elemento territorio se equipara en su Irrenunciabilidad a la cuantía,
materia y fuero. Igual cosa ocurre en los asuntos no contenciosos civiles, es decir,
aquellos en que no se promueve conflicto entre partes.
 Leyes de procedimiento. Para determinar si las leyes de procedimiento propiamente
tales son de orden público o de orden privado, es necesario determinar si la ley está
actuando o no en el juicio:
 Si la ley de procedimiento no se está aplicando en el juicio, ella tiene carácter
de irrenunciable y de orden público. No puede admitirse la renuncia
anticipada a las normas de procedimiento, porque eso conduciría al proceso
convencional, lo que repugna a los fines generales del Estado, como
regulador de los conflictos.
 Una vez que la ley comienza a actuar dentro del procedimiento, la mayor
parte de las normas son renunciables expresa o tácitamente. Por ej. podría
renunciarse expresamente el plazo para rendir prueba, y se entendería
renunciado tácitamente el derecho a entablar el recurso de apelación si se
deja transcurrir el término para interponerlo. Pero en la duda, las normas de
procedimiento deben considerarse, en principio, obligatorias, de orden
público. Una clara aplicación de orden público en las leyes de procedimiento
lo constituye la consulta que es un trámite procesal que el legislador hace
obligatorio en asuntos en que prima el interés social.
3. No se trata de un derecho adjetivo o formal. El derecho procesal no es un derecho adjetivo,
por oposición al derecho sustantivo. Se trata de un derecho propio, independiente, que
contiene normas e instituciones tan importantes como la jurisdicción, la competencia, la
acción, el proceso, la prueba, etc. A lo más puede decirse que dentro del derecho procesal en
general puede distinguirse un derecho procesal sustancial o material que se refiere
fundamentalmente al proceso como institución y a las otras nociones ya señaladas, y aun
derecho procesal formal, instrumental, regulador de los trámites mismos que es necesario
cumplir. Si se insiste en llegar a buscarla una clasificación, lo que no parece indispensable,
se trataría de un derecho instrumental.
4. Su objetivo. El objetivo del derecho procesal es traducir en una voluntad concreta, la voluntad
abstracta de la ley, consiguiendo así el mantenimiento del orden jurídico y la conservación de
la paz social, comprobando el derecho de las partes, asegurándolo y ejecutándolo.
5. El derecho procesal constituye un unidad. El derecho procesal, aunque su objetivo
inmediato sea civil, penal, laboral, tributario, etc., es una unidad. Existen principios y normas
básicas comunes, como la jurisdicción, la acción, el proceso, las partes, la instancia, prueba,
recursos, etc., que comprueban lo unitario del derecho procesal. Sin embargo, esta
característica no fue generalmente aceptada principalmente en el pasado, pues el problema
se centró en torno a establecer si el derecho procesal civil y el derecho procesal penal tienen
una misma esencia. Una doctrina separatista, sostiene que no hay una unidad en el derecho
procesal, y cree que las instituciones de ambos procesos son inconciliables tanto desde un
punto de vista funcional cuanto desde el punto de vista de sus propias estructuras. En cambio,
la doctrina unitaria sostiene que existe una evidente unidad conceptual entre ambos procesos,
en torno a diversas instituciones y estructuras, primordialmente a través de la jurisdicción.
Ambos procesos forman parte de lo que conocemos como derecho procesal.

Fuentes del derecho procesal

 Fuente directa o inmediata, es aquella que contiene el mandato general, abstracto y coactivo
de la norma jurídica procesal. La única fuente directa del derecho procesa es la ley,
comprendiendo dentro de ella como acepción genérica a la Constitución Política de la
República, la ley procesal y los tratados internacionales.
 Fuente indirecta, es aquellos actos o hechos de carácter jurídico que constituyen fuente del
derecho procesal solo en la medida que determinan el contenido, la evolución, la
interpretación, la aplicación o la integración de la norma jurídica procesal. Fuentes indirectas
son la doctrina y la jurisprudencia.

JURISPRUDENCIA

Entendemos por jurisprudencia al conjunto de sentencias dictadas en forma constante por los
tribunales de justicia respecto de un mismo punto, a partir de las cuales se deprende una interpretación
que se mantiene más o menos invariable en el tiempo.

Su importancia es relativa pues en Chile los fallos de los tribunales sólo producen sus efectos para los
casos en que estos fueron dictados e incluso cuando la sentencia tiene efectos absolutos, ello no
implica un precedente vinculante.

Pero si bien es claro que no sea fuente directa, obviamente un fallo bien fundamentado de la CS en
un sentido determinado, va produciendo un cierto alineamiento de los tribunales inferiores en torno a
este fallo. Los tribunales inferiores, aunque deban interpretar para cada caso en forma libre,
difícilmente pueden evitar el considerar las decisiones de sus superiores, para evitar que el día de
mañana los fallos sean modificados por tribunales que deban revisar sus decisiones.

La jurisprudencia va recogiendo los nuevos usos y costumbres de la sociedad, que están en constante
cambio y transformación, lo que permite la renovación e integración del derecho. Esto se constata
cuando la ley escrita permanece intacta sin modificaciones, impidiendo con su rigidez, el
reconocimiento de los cambios sociales. La adaptación a los nuevos tiempos la logran los tribunales
que están “diciendo el derecho” todos los días, mientras el legislador sólo lo hace al momento de
aprobar una ley.

DOCTRINA

Es una fuente indirecta, porque a través de los diferentes estudiosos o autores se van sentando ciertos
principios generales, configurando las instituciones generales de la disciplina. Esta doctrina emana
fundamentalmente de la cátedra procesal y además de opiniones razonadas contenidas en libros,
revistas, estudios e incluso en sentencias judiciales (particularmente la parte considerativa de ellas),
sin embargo esto último se analiza en relación con la jurisprudencia.

Se considera fuente indirecta ya que sirve para la interpretación de la ley procesal. Además es
trascendente en aquellos casos que es necesario modificar o complementar la ley procesal, ya sea
debido a que ha quedado atrasada u obsoleta, no tiene efecto práctico, porque sus instituciones son
insuficientes para resolver conflictos y cumplir en general las funciones de los tribunales, etc.

La doctrina debe ser un complemento del estudio de la ley procesal positiva y de la jurisprudencia
formando una trilogía que conduzca al perfecto dominio de los principios general aplicables en toda
ocasión y desenvolvimiento de la doctrina procesal.

LOS AUTOS ACORDADOS

Los autos acordados son “resoluciones emitidas especialmente por los tribunales superiores de
justicia, que tienden a reglamentar en uso de sus facultades económicas, ciertos asuntos que no se
encuentran suficientemente determinados por la ley o materias cuya regulación es trascendente y
necesaria para un mejor servicio judicial”.

Los tribunales superiores de justicia (CS y CDA) tienen como facultades anexas a la jurisdicción, las
facultades conservadoras, disciplinarias y económicas. Esta última alcanza todas las disposiciones
que se dictan, generalmente, mediante oficios o circulares para el mejor funcionamiento del sistema
judicial y, de entre éstas, destacan los autos acordados, esto es, acuerdos adoptados en el pleno del
tribunal respectivo para el mejor cumplimiento de las normas procesales y del servicio judicial. Estos
autos acordados generalmente llenan vacíos no regulados en la ley, tienen carácter general y
obligatorio y, obviamente, no pueden exceder de los parámetros regulados en la ley.

Si partimos de la base que los autos acordados quedan comprendidos en el ámbito de la competencia
de la CS, podemos concluir que los reglamentos emitidos por dicho tribunal superior en virtud de las
facultades que con este objeto les conceden la CPR y la ley, son válidos y por lo tanto obligatorios.

Entonces, las normas jurídicas son válidas en cuanto son creadas en conformidad a la Constitución o
norma fundamental, según la tendencia kelsiana. Si aplicamos este principio, debemos concluir que
al ser dictados los autos acordados en virtud de facultades otorgadas al tribunal superior por la
Constitución, como ya hemos dicho, resulta que ellas son válidas y, por consiguiente, deben ser
eficaces y por lo mismo tienen fuerza obligatoria. Lo propio ocurriría si las Cortes de Apelaciones e,
incluso, los jueces letrados tienen facultades para emitir, según la ley, autos acordados cuya
trascendencia, obviamente, es mucho más limitada.

Por ello, los autos acordados que se dicten en el ejercicio de las atribuciones de la CS e incluso de las
CDA, son plenamente eficaces y obligatorios unos en todo el país y otros dentro del respectivo radio
de competencia. Contra este tipo de autos acordados inconstitucionales o ilegales, cabría solicitar
directamente al tribunal que le emitió su derogación o modificación y, eventualmente, si el caso es
gravísimo, una acusación constitucional por notable abandono de los deberes de los integrantes de
las Cortes de Apelaciones o de la Corte Suprema que hayan emitido tal auto acordado.

Por último, los autos acordados dictados por mandato de la ley sólo podrán ser modificados o
derogados por medio de una ley, ya que la Corte Suprema se ha visto investida de la competencia
para dictarlos en virtud de la correspondiente actuación legislativa y, una vez realizado su mandato,
pierde, agota dicha competencia y no puede volver a hacer uso de ella. Igual cosa ocurre si el mandato
es de rango constitucional, como el que se refiere al recurso de protección.

Los autos acordados más importantes son:

 Auto acordado sobre la sustanciación del recurso de inaplicabilidad por inconstitucionalidad


de las leyes.
 Auto acordado sobre tramitación y fallo del recurso de amparo.
 Auto acordado sobre la forma de las sentencias.
 Auto acordado sobre ajuste de cuantías.
 Auto acordado sobre el recurso de protección.
 Auto acordado sobre las materias que deberán ser conocidas por las salas de la CS en su
funcionamiento ordinario como extraordinario.
 Auto acordado sobre la vista de la causa.
LA COSTUMBRE

La costumbre como fuente de derecho es la repetición de actos uniformes por un tiempo más o menos
prolongado con la convicción de que su realización obedece a una necesidad jurídica.

Se compone de dos elementos, uno de carácter objetivo que es el uso, esto es, la expresión de actos
uniformes que se repiten por un tiempo más o menos prolongado y por un gran número de sujetos; y
otro de carácter subjetivo que es la convicción jurídica. Esto significa que los actos deben repetirse en
forma constante, porque los sujetos están convencidos de que es obligatorio obrar de esa manera.

En nuestro derecho la costumbre no es propiamente una fuente indirecta de derecho, porque en Chile
sólo tiene valor cuando le ley establece su aplicación (costumbre según ley); sin embargo, aún en este
supuesto la costumbre sólo tiene aplicación en el ámbito del derecho privado tal como lo dispone el
art. 2 CC (“la costumbre no constituye derecho sino en los casos en que la ley se remite expresamente
a ella”).

Tal como se ha dicho, el derecho procesal se encuentra inserto en el ámbito del derecho público, y en
éste, la costumbre no tiene cabida. Lo que sí tiene aplicación en el derecho procesal son los usos y
prácticas procesal. Los usos son las rutinas o destrezas forenses que se producen en la tramitación
de un proceso.. por ej. “sumar” o “resumir” en el encabezado de un escrito civil el contenido del mismo,
expresando: “a lo principal; al primer otrosí; al segundo otrosí”, etc. Las prácticas procesales, en
cambio, son de menor entidad, porque no tienen el elemento de convicción jurídica, esto es, no
obedecen a una necesidad jurídica. Por ej. si el tribunal civil accede a una petición de un oficio, éste
no será confeccionado mientras no sea “encargado” a algún funcionario público.

Finalmente, cabe señalar que la omisión de los usos y prácticas procesal no implican una infracción
de la ley en la medida que se cumpla claramente con el sentido de esta última.

LA LEY PROCESAL COMO FUENTE DIRECTA DEL DERECHO PROCESAL

Leyes procesal son aquellas que se encuentran contenidas en los códigos procesales, pero además
son leyes procesales todas aquellas normas de rango legal que sin necesidad de encontrarse en los
códigos procesales están llamadas a cumplir una finalidad indirecta o directa de tutela de los derechos
de las partes de acuerdo a los límites de extensión del derecho procesal.

La ley procesal es la fuente más importante del derecho procesal, y dentro del concepto de ley procesal
debemos comprender:

 CPR, que comprende todo un capítulo de garantías constitucionales equivalentes a normas


de garantías procesales, diferentes recursos o acciones procesales, y también el capítulo
relativo al Poder Judicial donde se reglamentan las bases fundamentales, TC, MP, etc.
 COT.
 CPC.
 CPP.
 Código del Trabajo.
 Código Tributario.
 LOC de Juzgados de Policía Local.

EFECTOS DE LA LEY PROCESAL

LA LEY PROCESAL EN EL TIEMPO

Una ley se aplica a los hechos y actos consumados durante el tiempo en que ha estado en vigor, es
decir, desde que se promulgó y se hizo obligatoria, hasta que es derogada. Pero no todos los hechos
y actos son instantáneos, esto es, surgen, se realizan, funcionan, se extinguen, se agotan en un breve
lapso. Hay actos sucesivos cuyo desenvolvimiento demora un tiempo largo. Es en este caso cuando
se presenta la cuestión de determinar si se aplican las leyes nuevas o las antiguas que se refieren a
esos actos.

En resumen, el problema de la ley procesal en el tiempo se reduce a contestar la pregunta de si ante


un cambio de legislación es todavía aplicable el derecho antiguo o lo es el nuevo.

Podemos afirmar que en nuestra legislación positiva el principio general es el de la irretroactividad de


la ley. Así se desprende del art. 19 Nº3 CPR inc.5 y 8, y del art. 9 CC.

Sin embargo, la remisión constitucional a la ley y el hecho de que el art. 9 CC no sea más que una ley
en sí mismo, hace que la dictación de disposiciones nuevas creen el conflicto de aplicación de ellas
con preeminencia sobre las antiguas o de éstas sobre las nuevas.

Para la adecuada solución de los problemas que pueden surgir, estudiaremos las diversas situaciones
desde dos puntos de vista:

1. Estado en que se encuentra el juicio al momento de dictarse la nueva ley. El juicio puede
encontrarse en tres estado o situaciones al momento de dictarse la nueva ley, siendo distinto
el efecto, según sea tal estado o situación:
a) El proceso se encuentra terminado al dictarse la nueva ley. Los procesos
terminados son inamovibles, no pueden verse afectados en caso alguno por la nueva
ley. La sentencia dictada en ellos ha producido el efecto de cosa juzgada inalterable.
En ningún caso las nuevas leyes afectan a las sentencias judiciales ejecutoriadas en
el tiempo intermedio y que ni el Presidente de la República ni el Congreso pueden en
caso alguno hacer revivir procesos fenecidos.
b) El proceso no se ha iniciado al dictarse la nueva ley. Si el proceso no se ha
iniciado, la nueva ley procesal rige “in actum”, es decir, todo se regula por la nueva
ley. La nueva ley tiene efecto inmediato, se aplica con preeminencia sobre la antigua,
salvo norma especial diversa.
c) El proceso se encuentra en tramitación y pendiente de resolución al dictarse la
nueva ley. Una de las características fundamentales del proceso y su consecuencia
el procedimiento, es la de constituir ambos un conjunto de actos sucesivos. Por ello,
cuando se encuentra pendiente y se dicta una ley que lo regula, surgen las mayores
dificultades para determinar si se aplica la antigua o la ley nueva. Como principio
fundamental, podemos decir que todo lo que se realizó durante la vigencia de la
antigua ley se mantiene firme y se reputa válidamente ejecutado. Los actos que con
posterioridad a la vigencia de la nueva ley deban realizarse en el proceso se ajustarán
a ésta, salvo que sean incompatibles absolutamente con lo que establecía la antigua
o con los efectos de los actos realizados bajo aquella. Normalmente, el legislador
soluciona los problemas que puedan producirse con la dictación de disposiciones
transitorias que determinan casuísticamente, la aplicación de la antigua o de la nueva
ley. En el sistema procesal penal se establece en el art. 11 CPP que “las leyes
procesales penales serán aplicables a los procedimientos ya iniciados, salvo cuando,
a juicio del tribunal, la ley anterior contuviere disposiciones más favorables al
imputado”.
2. Naturaleza jurídica de las leyes procesales. En el segundo punto de vista hay que
considerar la naturaleza de las leyes procesales y, aplicando una clasificación ya conocida,
podemos fijar los siguientes principios generales en materia de efectos de una nueva ley:
a) Las leyes de organización, por ser de derecho público y de orden público rigen “in
actum”, se aplican inmediatamente luego de su vigencia, con preeminencia sobre las
antiguas.
b) Las leyes de competencia absoluta, rigen también “in actum” por ser en el hecho
las leyes de organización al determinar la jerarquía de los tribunales.
c) Las leyes de competencia relativa, por ser renunciables por ser de orden privado
en materia civil contenciosa, es necesario respetar el acuerdo previo de las partes
para ser juzgados por un tribunal distinto territorialmente. Esto no es más que la
aplicación del principio que establece que la ley vigente a la época de la celebración
de un contrato, se incorpora a éste. En el caso que no exista acuerdo, las leyes de
competencia relativa, modificatorias de las antiguas, rigen, también “in actum”.
d) Las leyes de procedimiento, en lo que dice relación con un proceso pendiente, como
ya antes se dijo, las actuaciones realizadas bajo la antigua ley deben respetarse,
rigiéndose las posteriores por las disposiciones del nuevo cuerpo legal.

Legislación positiva chilena acerca de la aplicación de la ley procesal en el tiempo

La ley sobre efecto retroactivo de la leyes contiene en sus arts. 22, 23 y 24 las disposiciones que
regulan el conflicto de aplicación de la ley antigua o de la nueva ley en materia procesal. Estos
preceptos, cuya claridad hace innecesaria casi siempre la dictación de disposiciones transitorias,
reconocen la mayor parte de los principios que hemos establecido anteriormente.

Así, luego que se sienta como regla que “en todo contrato se entenderán incorporadas las leyes
vigentes al tiempo de su celebración”, el art. 22 LER establece el efecto inmediato de las leyes
procesales en general, al exceptuar “las concernientes al modo de reclamar en juicio los derechos que
resultaren de ellos”. También el art. 24 LER ratifica que las leyes de procedimiento rigen, por regla
general, “in actum” al expresar que “las leyes concernientes a la substanciación y ritualidad de los
juicios prevalecen sobre las anteriores desde el momento en que deben empezar a regir”.

Los arts. 23 y 24 LER se refieren a situaciones especiales que pueden acaecer en área procesal. A
las expresamente contempladas y a otras que no lo están, nos referiremos a continuación.

1. Plazos. Si los plazos han comenzado a correr a la fecha de vigencia de la nueva, rige la ley
antigua. Si los términos no han comenzado su curso a la época de la nueva ley, rige ésta.
2. Recursos. Esta materia no está expresamente reglamentada en la ley de efecto retroactivo,
pero dándole a la expresión “actuaciones”, que utiliza la segunda parte del art. 24 LER, una
extensión comprensiva de la institución de los recursos, es necesario concluir que a su
respecto rige la ley bajo cuyo imperio se interpusieron.
3. Actuaciones y diligencias en general. Las actuaciones y diligencias que no se encontraren
iniciadas a las época de vigencia de la nueva ley, se rigen por la antigua. Las no iniciadas se
regirán por las disposiciones de la nueva ley.
4. Prueba. Para el efecto de determinar qué ley se aplica, es necesario distinguir si el medio de
prueba es sola y únicamente eso, un medio probatorio, o si es el fundamento mismo de la
pretensión. Será el fundamento mismo de la pretensión, si por ej., en el caso que el medio de
prueba constituya, a la vez, una solemnidad del acto o contrato, como ocurre con la escritura
pública, especie del medio probatorio instrumento público, en la compraventa de bienes
raíces. En este caso, rige la ley antigua, la vigente a la época de celebración del contrato. En
la primera situación, es decir, si se trata de un simple medio probatorio y la nueva ley crea
nuevos medios de prueba, sin afectar ni alterar los existentes en la ley antigua, la parte
interesada puede optar entre el nuevo medio o el antiguo.
5. Problema respecto de las normas de competencia absoluta. Se ha discutido acerca de si
las leyes de competencia absoluta deben o no regir de inmediato en nuestro derecho.
 Los argumentos para estimar que no puede alterarse la competencia fijada por una
ley a través de la dictación de otra, son los siguientes:
 El texto del art. 109 COT que establece: “Radicado con arreglo a la ley el
conocimiento de un negocio ante tribunal competente, no se alterará esta
competencia por causa sobreviniente”. Se afirma que la ley que radica un
asunto ante un tribunal es la que se encuentra vigente a la época de tal
radicación y que la competencia así otorgada no puede alterarse por causa
sobreviniente, como sería la nueva ley.
 El texto de la segunda parte del art. 24 LER que al expresar: “las actuaciones
y diligencias que ya estuvieren iniciadas se regirán por la ley vigente al tiempo
de su iniciación”, no hace sino confirmar que la competencia se fija al
momento de la iniciación del juicio, por la ley vigente a esa época, sin que
sea posible establecer tal competencia por una ley posterior.
 El inc. 4 del art. 19 Nº 3 CPR al establecer que “nadie puede ser juzgado por
comisiones especiales, sino por el Tribunal que le señale la ley y que se halle
establecido con anterioridad por ésta”, garantiza constitucionalmente la
existencia previa del tribunal que va a conocer de un asunto sin que pueda
alterarse posteriormente por causa ni ley alguna ese tribunal previamente
establecido.
 Se dan, sin embargo, buenas razones para sostener la posibilidad de dictar normas
que alteren la competencia de los tribunales de manera que asuntos de los que
conocía alguno de determinada jerarquía pasan a otro de jerarquía inferior o distinta.
En nuestro país ello se ha hecho habitualmente, disponiéndose por la ley que
determinados asuntos pasarán al conocimiento de otros tribunales. Generalmente,
esto ha ocurrido históricamente con los cambios que se han introducido en las reglas
de la cuantía. Al aumentarse la competencia pecuniaria de determinados tribunales
han pasado a su conocimiento asuntos pendientes ante jueces de mayor jerarquía a
quienes, según la ley antigua, correspondía resolverlos. Las razones que se invocan
para sostener esta tesis, reconocida por nuestros legisladores y tribunales son las
siguientes:
 El art. 109 COT se refiere a la radicación ante el tribunal que es legalmente
competente. Como ese art. 109 COT no es más que una ley, susceptible de
ser modificada por otra ley, perfectamente puede alterarse la competencia
adquirida bajo la vigencia de disposiciones anteriores.
 Las leyes de la competencia absoluta son de Derecho Público y de orden
público, por lo tanto rigen “in actum”.
 La LER, en su art. 24, se refiere a las leyes concernientes a la substanciación
y ritualidad de los juicios y no a las leyes de la competencia.
 Por último, la garantía constitucional se refiere a la prohibición de ser juzgado
por comisiones especiales, creadas al efecto y no por los tribunales
permanentes, que pertenecen a la organización normal de un poder del
Estado.

LA LEY PROCESAL EN EL ESPACIO

Como sabemos, la ley constituye una manifestación de la soberanía de cada Estado, por tanto rige
únicamente dentro del territorio que ocupa dicho Estado, afectando a todas las personas que allí se
encuentren.

La nacionalidad de los habitantes no es un factor que modifique o altere esta norma, la ley procesal
rige tanto para chilenos como extranjeros.

Una ley es territorial cuando se aplica dentro de los límites geográficos de una nación a todos los que
allí habitan. Sin embargo, por la interdependencia de los Estados, por las múltiples relaciones de todo
tipo que se producen entre los habitantes de las diferentes naciones, el principio de la territorialidad
de la ley tiene que atenuarse. Los Estados deben aceptar la limitación a su soberanía que significa la
aplicación, dentro de su territorio, de leyes de otros Estados.

La ley procesal es eminentemente territorial, pero por las mismas razones que la ley general, debe
admitir que se apliquen otras leyes procesales dentro del territorio de un Estado.

Los principios doctrinarios fundamentales que rigen en materia de territorialidad de la ley procesal son:

1. La ley procesal sólo se aplica dentro del territorio del Estado que la expide.
2. La competencia, las formas de procedimiento, los deberes y derechos de las partes, la carga
de la prueba, se rigen por la ley del lugar en que se sigue el proceso.
3. Los medios de prueba de las obligaciones se determinan por la ley del lugar en que el acto se
realizó, siempre que esa ley no sea procesal. Si lo es, rige la del lugar en que se sigue el
juicio.
4. La validez de los actos procesales realizados en el extranjero se determina por la ley del lugar
donde se verificaron, pero sí deben producir efecto ante un tribunal nacional, dichos efectos
se regulan por la ley nacional.
5. Tanto los nacionales como extranjeros están potencialmente sometidos a la jurisdicción de
los tribunales del Estado donde viven.
6. Son nulos los pactos que pretenden someter a las partes a una jurisdicción extranjera o a un
tribunal extranjero.
7. Los tribunales nacionales, mediante una resolución (denominada “exequatur”) reconocen la
eficacia de otras resoluciones extranjeras, para que puedan ser ejecutadas dentro del territorio
nacional.
8. En ciertos casos, en protección de los intereses superiores del Estado y de la propia soberanía
nacional, la ley procesal se aplica fuera del territorio de la República, transformándose así de
territorial a extra territorial. Esto ocurre especialmente en materia penal.

Como puede apreciarse en esta materia rige el principio de la territorialidad de la ley procesal: la ley
se aplica en todo el territorio de la República y para todos sus habitantes, sean chilenos o extranjeros.

Sin embargo, hay tres grandes excepciones a este principio general:

 Art. 6 COT.
 Inmunidad diplomática.

 Resoluciones judiciales dictadas por tribunales extranjeros.

En primer lugar, debemos referirnos al art. 6 COT que atribuye competencia a tribunales chilenos
para conocer hechos (específicamente crímenes y simples delitos) acaecidos fuera del territorio de la
República.

Este artículo enumera diez casos de crímenes y simples delitos que quedan sometidos a la jurisdicción
chilena, no obstante haberse perpetrado fuera de la República, siempre que concurran los requisitos
establecidos en este precepto.

Por ej., deben ser conocidos por tribunales chilenos los delitos cometidos por agente diplomático o
consular en el ejercicio de sus funciones (art. 6 Nº 1 COT). Conocerá un tribunal nacional, por ej., si
un cónsul chileno que presta servicios en el extranjero falsifica la firma del embajador para autorizar
el otorgamiento de visa para un ciudadano chileno en otro país.

También conocerán tribunales chilenos los delitos cometidos por chilenos o extranjeros, a bordo de
un buque chileno en alta mar o a bordo de un buque chileno de guerra surto en aguas de otra potencia
(art. 6 Nº 4 COT). Es importante tener presente que el hecho debe perpetrarse a bordo del buque, ya
sea que se encuentre en altamar o en algún puerto. Si los crímenes o simples delitos son cometidos
en tierra será competente el tribunal del lugar donde éstos se produjeron.

Una segunda excepción al principio de territorialidad de la ley procesal la constituye la inmunidad


diplomática. Esta excepción cubre a aquellas personas, que no obstante encontrarse en el territorio
nacional, gozan de inmunidades de acuerdo a tratados internacionales (Convención de Viena sobre
relaciones diplomáticas y consulares de 1961).

La inmunidad diplomática tiene su origen en el derecho internacional consuetudinario y su objetivo es


garantizar el desempeño eficaz de las funciones de las misiones diplomáticas en calidad de
representantes de los Estados.

Por último, una tercera excepción la constituyen las resoluciones judiciales pronunciadas por
tribunales extranjeros. Nuestra legislación reconoce validez y fuerza ejecutiva a los fallos dictados
por tribunales extranjeros, pero da un tratamiento distinto según se trate de casos penales o civiles.

Por regla general, las sentencias penales siempre tienen valor en Chile, sean condenatorias o
absolutorias (art. 13 CPP). Así, si una persona fue juzgada en el extranjero, haya sido condenada o
absuelta, no podrá ser juzgada ni sancionada por el mismo delito en nuestro país.
Por su parte, las sentencias civiles tendrán el valor que les conceda los tratados internacionales
respectivos. Si no existen tratados, se les dará la misma fuerza que si el fallo hubiese sido dictado en
Chile, siempre y cuando cumpla con los requisitos que establece la ley, esto es, presentar la sentencia
que se persigue ejecutar ante la Corte Suprema para que ésta autorice su cumplimiento mediante el
denominado trámite del exequatur (arts. 242 y siguientes CPC).

INTERPRETRACIÓN DE LA LEY

Respecto de la interpretación de la ley procesal hay que tener presente todas las normas que nuestro
Código Civil da para los efectos de la interpretación de la ley en los arts. 19 y siguientes CC.

Sin perjuicio que no puede hablarse de normas especiales de interpretación de la ley procesal y deben
aplicarse las disposiciones generales a que recién nos referimos, es necesario tener en cuenta que
las normas de Derecho Procesal están influidas por sus características peculiares y que múltiples
principios que informan el debido proceso y el Derecho Procesal mismo, deben tenerse en cuenta al
fijar el alcance de las reglas de nuestro estudio.

Veamos cuáles son los elementos de juicio o los principios que al aplicar las normas generales de
interpretación, deben considerarse respecto de una ley procesal.

1. Las normas de Derecho Procesal son normas de conveniencia y deben interpretarse por
ello tan libremente como sea posible. No han de ser un obstáculo por el que se frustre el
derecho material. La inobservancia de normas procesales puede no ser perjudicial, si su
obediencia en el caso concreto sólo se manifiesta en una consecuencia de mero trámite
procedimental sin ninguna significación. Lo que interesa es una resolución imparcial que
determine, de acuerdo al mérito de autos, si debe o no prosperar la pretensión.
2. Como reguladoras de una actividad del Estado, las normas procesales son más sensibles a
las corrientes sociales y políticas de la época en que aparecen, por lo que el elemento
histórico de interpretación tiene decisiva importancia.
3. Como consecuencia de ser el Derecho Procesal una unidad, la interpretación de las normas
que lo constituyen debe hacerse siempre respetando este principio unitario, recordando
que existen instituciones generales que orientan el desenvolvimiento de la ley procesal hacia
el fin que ella persigue.
4. La interpretación por analogía debe aplicarse, en materia de ley procesal, en forma más
amplia. En la interpretación analógica de la ley procesal debe estarse a su fin, adecuando la
interpretación a lo que ella regula. Se establece como obligatoria la interpretación restrictiva
de todas las disposiciones del CPP que autorizan la restricción de la libertad o de otros
derechos del imputado o del ejercicio de alguna de sus facultades.
5. Para Chiovenda, existen numerosos principios que, si bien son informadores del Derecho
Procesal y sobretodo del debido proceso, o más bien procedimiento, están, a la vez,
directamente vinculados a la interpretación de la ley procesal. Esos principios son:
a) El principio lógico que se enuncia como “la selección de los medios más seguros y
expeditos para buscar y descubrir la verdad, evitando el error”. Este principio persigue
establecer los procedimientos idóneos para obtener una mejor y expedita justicia, y
ha sido reconocido, al buscar los Códigos trámites más adecuados, atendida la
naturaleza del asunto, ej. procedimientos rápidos y concentrados para asuntos de
arrendamiento, juicios de poca cuantía, etc.
b) El principio jurídico que persigue “igualdad en la contienda y justicia en la decisión”.
c) El principio político que persigue la máxima garantía de debida jurisdicción prestada
por el Estado. Se encuentra reconocido este principio a través de las disposiciones
procesales de la CPR y, especialmente, de la estructuración de los procedimientos
penales.
d) El principio económico que es aquel que tiende a evitar que la justicia se recargue
con gastos excesivos o con una extensión demasiado grande, lo que la pondría sólo
al alcance de unos pocos privilegiados. Se reconoce al establecerse como base del
ejercicio de la jurisdicción, su gratuidad y al favorecerse a las personas de pocos
recursos con el privilegio de pobreza y la asistencia judicial gratuita.
e) El principio de la economía procesal que persigue el “máximo resultado en la
aplicación de la ley con el menor desgaste posible de la actividad jurisdiccional”. Está
reconocida en la fijación de procedimientos breves y concentrados, en la no
suspensión del cumplimiento de las resoluciones judiciales por la interposición de
recursos en su contra y por el planteamiento de todas las cuestiones inherentes a la
posición jurídica del demandante o del demandado en una sola oportunidad, como
ocurre, por ej. respecto del demandado en el juicio ejecutivo, el que debe defenderse
oponiendo todas las excepciones, cualquiera que sea su naturaleza, en un solo
escrito y dentro de un plazo fatal.
6. Por su parte, Couture señala cuatro principios, básicos también para la interpretación de la
ley procesal:
a) Según el principio de la probidad, el proceso es una institución de buena fe que no
debe ser utilizado por las partes con fines fraudulentos o abusivos. Se protege en
numerosas disposiciones legales este principio, por ej. al exigir a la parte que ha
perdido dos o más incidentes en un juicio que consigne previamente una suma de
dinero para poder promover una nueva cuestión dilatoria, o a través de la condena en
costas, esto es, el pago de los gastos del juicio, por la parte que pierde totalmente el
pleito, etc.
b) Por la concentración se persigue reunir las cuestiones que se promuevan en el juicio,
cualquiera que sea su naturaleza, para ser resueltas todas ellas o el mayor número
posible en la sentencia definitiva, evitándose que el curso del asunto principal se
suspenda. Es una consecuencia de la economía procesal. Está reconocida al tratarse,
por ej. del juicio sumario y la mayor parte de los procedimientos especiales.
c) Por la consumación o preclusión se consideran en su aspecto principal extinguidos
los derechos y facultades procesales por su ejercicio, sin que, por regla general, se
permita modificar la forma en que se ejercitaron ni ejercitarlos una vez más. Así, por
ejemplo, la facultad de contestar la demanda se extingue por la presentación del
escrito correspondiente, sin que pueda presentarse después otro escrito de
contestación con el pretexto de que se cometió un error o se incurrió en un olvido la
primera vez, o por ej. cuando en el juicio ordinario se establece que todas las
excepciones dilatorias deberán oponerse en un mismo escrito, sin que pueda
después complementarse tal escrito y oponerse nuevas excepciones. En todos estos
casos, como puede verse, la facultad procesal se extingue, se consolida, por su
ejercicio.
d) La protección establece que la nulidad de los actos procesales sólo puede hacerse
valer y declararse cuando existe un perjuicio, cuando se ha lesionado un interés
patrimonial o moral. Sólo puede admitirse la alegación de nulidad cuando la omisión
de los requisitos de validez del acto procesal deja sin posibilidad de defensa a una de
las partes, pudiendo alegarla sólo el afectado por el vicio, el perjudicado.
7. Tiene extraordinaria relevancia dentro de las normas de interpretación de la ley procesal una
que podríamos llamar supletoriedad. De acuerdo a lo que dispone el art. 3 CPC “se aplicará
el procedimiento ordinario en todas las gestiones, trámites y actuaciones que no están
sometidos a una regla especial diversa, cualquiera que sea su naturaleza”. Igual cosa, en
cuanto a su aplicación general y supletoria, ocurre con las disposiciones comunes a todo
procedimiento, contenidas en el Libro I CPC.
8. Por último, tenemos que referirnos a otra norma de interpretación que constantemente
aparece en el derecho procesal chileno: la remisión. Habitualmente, las disposiciones legales
aluden a otras remitiéndose a su contenido. Esto ocurre, incluso del procedimiento penal al
procedimiento civil. Esto significa la conformación del principio de la unidad del Derecho
Procesal y, también, de la importancia que la interpretación por analogía tiene en materia de
ley procesal.

LA JURISDICCIÓN

La jurisdicción tiene diversas acepciones:

1. Como territorio: “dentro de esta jurisdicción”.


2. Como sinónimo de competencia: “el asunto es de jurisdicción de este tribunal”.
3. Como poder o conjunto de atribuciones: “el Presidente tiene jurisdicción para acoger esta
petición”.
4. Como función: “la jurisdicción es una función esencial del Estado”.

Jurisdicción viene de “IURIS DICTIO”, que significa “acción de decir o aplicar el derecho”.
Algunas definiciones de jurisdicción son:

 “La jurisdicción es la actividad que se realiza por el juez, como un tercero imparcial, para los
efectos de dirimir a través del proceso, el conflicto que las partes han sometido a su
conocimiento, mediante el ejercicio de la acción”.
 “La jurisdicción es el poder-deber que tienen los tribunales para conocer y resolver por medio
del proceso y con efecto de cosa juzgada los conflictos de intereses de relevancia jurídica que
se promueven en el orden temporal, dentro del territorio de la República y en cuya solución
les corresponde intervenir”.
 “La jurisdicción es la función pública, realizada por órganos competentes del Estado, con las
formas requeridas en la ley, en virtud de la cual, por acto de juicio, se determina el derecho
de las partes, con el objeto de dirimir sus conflictos y controversias de relevancia jurídica,
mediante decisiones con autoridad de cosa juzgada, eventualmente factibles de ejecución”

Elementos de la jurisdicción

1. Es un poder-deber del estado:


a) Es un poder, ya que hay que tener presente que, el ejercicio de la soberanía reside
en la nación, y esta es ejercida a través de los órganos del Estado que la CPR
establece, previa investidura regular y dentro de sus competencias. La función
jurisdiccional está encomendada a los tribunales establecidos por la ley, al establecer
el art. 76 CPR que tienen “la facultad de conocer de las causas civiles y criminales,
de resolverlas y de hacer ejecutar lo juzgado”.
b) Es un deber, ya que los preceptos de la CPR obligan tanto a los integrantes de los
órganos del Estado y a cualquier persona (art. 6 CPR). Esto va relacionado con el
principio de la inexcusabilidad, porque una vez reclamada la intervención de un
tribunal, en forma legal y en negocios de su competencia, no puede excusarse de
intervenir, ni aún a falta de ley que resuelva el conflicto (art. 76 CPR). El
incumplimiento del deber de ejercicio de la función jurisdiccional puede acarrear
diversas especies de responsabilidad respecto de los titulares de los órganos que
incurren en dicha omisión, cuando poseyendo la jurisdicción y siendo competentes
para ejercerla, se niegan a hacerlo en forma dolosa o culpable.
2. El ejercicio de la función jurisdiccional se radica exclusivamente en los tribunales
establecidos por ley: Nadie pude ser juzgado por comisiones especiales, sino por el
tribunal que señalare la ley y que se hallare establecido por ésta con anterioridad a la
perpetración del hecho (art. 19 Nº3 CPR). La facultad de conocer de las causas civiles y
criminales, de resolverlas y de hacer ejecutar lo juzgado, pertenece exclusivamente a los
tribunales establecidos por ley (art. 76 CPR). De lo expuesto, resulta claro que los órganos
encargados de ejercer la función jurisdiccional son los tribunales establecidos en la ley, los
cuales pueden formar parte o no del Poder Judicial según lo establecido en el art. 5 COT. Ello
explica por qué autoridades legislativas o administrativas, a las cuales la CPR o la ley han
otorgado extraordinariamente el ejercicio de facultades jurisdiccionales, excepcionalmente en
la medida en que las tienen y hacen uso de ellas son tribunales de justicia, y así ocurre, por
ej. con el Sentado cuando conoce del juicio político, etc. Asimismo, los tribunales agrupados
en su mayoría en el Poder Judicial detentan funciones no jurisdiccionales, como es el caso de
la competencia que tienen para conocer de los asuntos judiciales no contenciosos y aquellos
propios de las facultades disciplinarias. El carácter privativo del ejercicio de la jurisdicción en
los tribunales establecidos en la ley aparece ratificado en el art. 76 CPR al prescribir que “ni
el Presidente de la República ni el Congreso pueden, en caso alguno, ejercer funciones
judiciales, avocarse causas pendientes, revisar los fundamentos o contenidos de resoluciones
judiciales o hacer revivir procesos fenecidos”. ¿Cuáles son los tribunales que establece la ley
(art. 5 COT)?:
a) Los que integran el poder judicial como tribunales ordinarios:
 La Corte Suprema.
 Las Cortes de Apelaciones.
 Los Presidentes.
 Los Ministros de Corte.
 Los tribunales de juicio oral en lo penal.
 Los juzgados de letras.
 Los juzgados de garantía.
b) Los que integran el poder judicial como tribunales especiales:
 Los juzgados de familia.
 Juzgados de letras del trabajo.
 Juzgados de cobranza laboral y previsional.
 Tribunales militares en tiempos de paz.
3. Los tribunales deben ejercer la función jurisdiccional dentro del ámbito de atribuciones:
Todos los tribunales tienen jurisdicción, pero no todos tienen competencia. La competencia, a
diferencia de la jurisdicción, es la potestad específica para conocer de una materia, y la
jurisdicción es la suma de todas las competencias, es decir, es la potestad genérica para
conocer, resolver y ejecutar las causas civiles y criminales. Art. 108 COT: “La competencia es
la facultad que tiene cada juez o tribunal para conocer de los negocios que la ley ha colocado
dentro de la esfera de sus atribuciones”. Por tanto la competencia es la esfera, grado o medida
que posee cada tribunal para el ejercicio de la función jurisdiccional, existiendo una relación
entre la jurisdicción y la competencia de género a especie. Tratándose de la función
jurisdiccional, la obligación de su ejercicio sólo se prevé respecto de los órganos que posean
competencia. Al efecto, se establece en el citado art. 76 CPR que “reclamada su intervención
en forma legal y en negocios de su competencia, no podrán excusarse de ejercer su autoridad,
ni aún por falta de ley que resuelva la contienda o asuntos sometidos a su decisión”. La
competencia produce la singularización de la jurisdicción en un tribunal determinado, que,
siendo absoluta y relativamente competente, se encuentra habilitado para resolver un conflicto
en virtud de la competencia específica que le otorgan las partes.
4. Los jueces deben ser imparciales: El ejercicio de la función jurisdiccional se delega en un
juez, quien además de ser independiente, requiere ser imparcial, para los efectos de poder
resolver el conflicto. El juez debe ser impartial, es decir, debe ser una persona distinta a las
partes del conflicto, e imparcial, es decir, no debe poseer ninguna vinculación con las partes
que le motive un designio a favor o en contra de alguna de ellas. Los jueces pueden perder
su competencia para conocer determinados negocios por implicancias (orden público,
declaradas de oficio, e irrenunciables) o recusaciones (de orden privado, y no deben ser
declaradas de oficio, y son renunciables por las partes; y solo en caso que se encuentren
declaradas o pendientes de resolución permiten la impugnación del fallo por la vía de casación
en la forma) declaradas, en caso necesario, por causas legales. Nuestro legislador celoso de
resguardar la efectiva imparcialidad de los jueces ha establecido una serie de casos que
generan o pueden generar la inhabilidad de un juez para los efectos de conocer un
determinado proceso, no obstante poseer por el tribunal del cual forma parte competencia
objetiva en virtud de las reglas de la competencia absoluta y relativa. La intervención de un
juez inhabilitado en el proceso, de conformidad al art. 79 CPR, genera la responsabilidad de
dicho juez por el delito de torcida administración de justicia (que no aplica a la CS). El
incumplimiento de este deber para los jueces también puede acarrear una responsabilidad de
carácter disciplinaria, conforme al art. 80 CPR. En materia penal, para resguardar esta
imparcialidad, se ha impedido que por ej. actúen como jueces en una causa, quienes hayan
intervenido con anterioridad en el procedimiento como fiscal o defensor, haber formulado
acusación como fiscal, o haber asumido la defensa, en otro procedimiento seguido contra el
mismo imputado, etc.
5. La jurisdicción debe ejercerse dentro de un debido proceso legal: Toda sentencia de un
órgano que ejerza jurisdicción debe basarse en un proceso previo legalmente tramitado, y
corresponde al legislador establecer las garantías de un procedimiento y una investigación
racionales y justos.
6. El ejercicio y el inicio de la jurisdicción supone normalmente un previo requerimiento
de parte. El ejercicio de la jurisdicción para la solución de los conflictos en el ámbito civil es
eventual, puesto que sólo será necesario que se ponga en movimiento la actividad
jurisdiccional cuando las partes no hubieren arribado a la solución del conflicto por la vía auto
compositiva. El principio dispositivo civil, establece que los tribunales pueden ejercer sus
funciones, a petición de parte, salvo excepciones legales, donde se admite las actuaciones
de oficio. Consecuencias de este elemento, son que iniciado el proceso, las partes pueden
dentro de él disponer de sus pretensiones mediante la renuncia, desistimiento y allanamiento;
y que en el proceso sólo cabrá la revisión de la sentencia que se dicte si las partes deducen
recursos, encontrándose el tribunal superior limitado por la congruencia a lo que las partes
hubieren solicitado al interponer el recurso. El medio que la parte tiene para los efectos de
poner en movimiento el ejercicio de la función jurisdiccional es la acción.
7. Deben existir normas de un justo y racional procedimiento: Esto se relaciona con la
fundamentación de la sentencias (art. 170 CPP).
8. Las sentencias tienen por objeto resolver conflictos de relevancia jurídica con eficacia
de cosa juzgada y eventual posibilidad de ejecución. La cosa juzgada es el principal efecto
que produce la dictación de una resolución judicial, cuando esta se encuentra firme y
ejecutoriada, y se puede hacer valer en el proceso como acción y excepción. La acción la
tendrá la parte vencedora, para poder ejecutar lo fallado en la sentencia, y por otra parte la
parte vencida tendrá la excepción de cosa juzgada, para que una vez que cumpla lo dictado,
podrá excusarse en el eventual caso que se inicie una nueva causa respecto a la misma
materia contra él. La ejecución de la sentencia firme o ejecutoriada mediante el ejercicio de la
acción de cosa juzgada es eventual, puesto que, no todas las resoluciones judiciales son
susceptibles de ejecución, existiendo algunas que satisfacen su misión por el sólo hecho de
su dictación como ocurre con las sentencias de mera declaración de certeza, ya sea positivas
o negativas, así como con las sentencias constitutivas; y además porque las sentencias de
condena que son las que requieren de ejecución no siempre requieren de un procedimiento
compulsivo posterior para ser satisfechas, sea porque en algunos casos el deudor puede
voluntariamente darles cumplimiento o porque no es procedente exigir compulsivamente su
cumplimiento por la vía de apremio como ocurre con las sentencias dictadas en juicio de
hacienda en contra del Fisco que se cumplen en sede administrativa mediante la dictación de
un DS por el Presidente de la República, a través del ministerio respectivo y previo informe
del Consejo de Defensa del Estado.
9. Los conflictos deben producirse dentro del territorio de la República. Los órganos del
Estado ejercen sus funciones en el territorio de la República. Una atenuación, es el caso de
las inmunidades de jurisdicción.
10. La jurisdicción es indelegable. Sin perjuicio de los exhortos.
11. La jurisdicción es improrrogable. No puede ser creada, modificada o derogada por la
voluntad de los particulares.
12. La jurisdicción se ejerce para resolver asuntos del orden temporal. La expresión temporal
debemos entenderla de acuerdo con el Diccionario de la RAE en su acepción de “Secular o
profano”.- Por “profano” se entiende lo que no es sagrado ni sirve a usos sagrados, sino
puramente secular. De acuerdo con ello, la expresión temporal quiere decir que la jurisdicción
se ejerce solamente sobre lo no secular o espiritual.

Momentos jurisdiccionales

Los momentos de la jurisdicción dicen relación con las diversas fases o etapas que se contemplan
para el desarrollo de dicha función, los que en definitiva corresponden a las etapas que se deben
contemplar dentro de un debido proceso, al ser éste el único medio a través del cual la jurisdicción
puede válidamente ejercerse.

El ejercicio de la jurisdicción está concebido sobre la base de tres tareas específicas, a saber, la de
conocer, la de resolver y la de hacer ejecutar lo juzgado, conocidas en doctrina como “momentos”
jurisdiccionales, integradas en una misma función, de manera que el conocimiento se encamina
naturalmente al juzgamiento y éste exige a su vez el cumplimiento de lo resuelto.

1. Fase de conocimiento. La fase de conocimiento comprende los períodos de iniciación,


discusión, prueba y discusión de la prueba.
2. Fase de juzgamiento. Corresponde al período de la sentencia, y esta etapa constituye la
esencia de la jurisdicción, pero ella carecería de fundamento y de eficacia si no contara con
el desarrollo previo del conocimiento y con la posterior etapa de ejecución de lo resuelto. Esta
resolución del tribunal (cuando precluye el período de impugnación, o no hay recursos en su
contra), adquiere caracteres de verdad jurídica indiscutible e inamovible, provocándose así la
solución jurídica del conflicto con efecto de cosa juzgada.
3. Fase de ejecución. Se trata de una etapa eventual. La facultad de hacer cumplir lo juzgado
es una cuestión inherente a la jurisdicción.

Límites a la jurisdicción

Se entiende por límites de la jurisdicción los diversos factores que delimitan el ejercicio de la función
jurisdiccional.

1. En cuanto al tiempo. La jurisdicción es perpetua, la excepción son los jueces árbitros y los
tribunales unipersonales de excepción.
2. En cuanto al espacio. Hay límites internos, respecto a la competencia, y límites externos, en
relación al criterio de la territorialidad.
3. En cuanto a la materia. Conflictos de relevancia jurídica y orden temporal.
4. En cuanto a las personas. La jurisdicción es indelegable, solo la ejercen los tribunales.
5. En cuanto a las atribuciones de otros poderes. Es prohibido al Poder Judicial mezclarse
en las atribuciones de otros poderes públicos y en general otras funciones que las
determinadas en los artículos precedentes.
6. En cuanto a otros estados. Inmunidades de jurisdicción.

Funciones específicas de la jurisdicción

1. Resolver conflictos.
2. Protección de los derechos subjetivos.
3. Control judicial y normativo.
4. Complementación ordenamiento jurídico.

Conflictos de jurisdicción

Cuando hay conflictos internos ¿quién resuelve?:

1. Entre autoridades políticas y tribunales superiores: el Senado.


2. Entre autoridades políticas y tribunales inferiores: el Tribunal Constitucional.
3. Entre el ministerio público y tribunales: Corte de Apelaciones o Corte Suprema (según si afecta
o no la seguridad nacional).
4. Entre autoridades administrativas en cumplimiento de órdenes de investigación, resuelve la
Corte de Apelaciones, pero si el motivo es seguridad nacional, resuelve la Corte Suprema.
Facultades anexas a la jurisdicción

Son aquellas atribuciones vinculadas con el ejercicio de la función jurisdiccional que se radican en los
tribunales, por mandato de la constitución o de la ley.

Art. 3 COT: “Los tribunales tienen, además, las facultades conservadoras, disciplinarias y económicas
que a cada uno de ellos se asignan en los respectivos títulos de este Código”.

1. Facultades conservadoras. Las facultades anexas son aquellas conferidas a los tribunales
para velar por el respeto de la Constitución Política en el ejercicio de la función legislativa y
por la protección y amparo de las garantías y derechos que se contemplan en la Constitución.
2. Facultades disciplinarias. Son aquellas conferidas a los tribunales para velar por la
mantención y resguardo del correcto y normal funcionamiento de la actividad jurisdiccional,
pudiendo al efecto reprimir las faltas o abusos en que incurrieren los diversos funcionarios
como los particulares que intervienen o asisten a los tribunales. Las facultades disciplinarias
pueden ser ejercidas de oficio como a petición de parte. La aplicación de facultades
disciplinarias de oficio, aplica para jueces de letras, jueces de garantía, tribunal oral en lo
penal, CDA y CS. Ej. de aplicación de medidas disciplinarias a petición de parte.
a) Queja disciplinaria. La queja se deduce pidiendo la aplicación de medidas disciplinarias
por haber incurrido el funcionario en falta o abuso, sin relación a determinada resolución.
Puede presentarse verbalmente o por escrito sin mayores formalidades. El plazo para
deducirla es dentro de los 60 días de ocurridos los hechos que la motivan. La queja puede
ser conocida por un juez letrado, cuando afecte la conducta de alguno de sus subalternos.
La queja cuando su conocimiento corresponda a un tribunal colegiado, siempre será de
competencia del tribunal pleno. No es requisitos para su presentación el patrocinio de un
abogado.
b) Recurso de queja. El recurso de queja sólo tendrá lugar cuando la falta o abuso se cometa
en una resolución, de las determinadas expresamente por la ley. Siempre debe deducirse
por escrito, debiendo cumplir con las formalidades legales. Debe deducirse dentro de los
5 días, contados desde la notificación de la resolución en cuestión. El recurso de queja
siempre será de competencia de los tribunales superiores de justicia. El recurso de queja
es de competencia de cada sala, pero si es acogido, pueden pasar los antecedentes al
tribunal en pleno, para que éste resuelva la medida disciplinaria que corresponda aplicar.
Es necesario el patrocinio de un abogado.
c) Sanciones a abogados.
d) Visitas ordinarias y extraordinarias a los tribunales.
3. Facultades económicas. Son aquellas conferidas a los tribunales para velar por el mejor
ejercicio de la función jurisdiccional y para dictar las normas o instrucciones destinadas a
cumplir con la obligación de otorgar una pronta y cumplida administración de justicia en todo
el territorio de la República. Ejemplos:
a) Discurso del Presidente de la Corte Suprema al iniciarse el año judicial.
b) Intervención en nombramientos de funcionarios judiciales.
c) Escalafones.
d) Confecciones de listas de méritos.
e) Instalación de jueces, traslados y permutas.
f) Autos acordados.
Tipos de asuntos

CONTENCIOSOS NO CONTENCIOSOS
En este caso el tribunal, debe intervenir por El tribunal que interviene, sólo lo hace en virtud
mandato jurisdiccional y aún a falta de ley que de una norma legal expresa y en virtud de una
resuelva el conflicto. opción discrecional del legislador. No se ejerce
una función jurisdiccional.

Existe un conflicto. Existe un asunto o negocio. En estos casos no


existe contienda.
Existen partes. Existen interesados.
Rige inexcusabilidad. No rige la inexcusabilidad.

LA COMPETENCIA

Cuando se produce un conflicto, queremos una solución, y requerimos para su resolución del ejercicio
de la función jurisdiccional a través del debido proceso, y debemos preguntarnos a ¿dónde acudo y
cómo acudo?.

¿Dónde acudo? Sin que haya operado auto tutela o auto composición, debemos recurrir a los
tribunales establecidos por ley.

¿Cómo sabemos que tribunal es competente? A través de las reglas de descarte, utilizando el
siguiente orden:

1. Arbitraje.
2. Tribunales especiales.
3. Tribunales ordinarios.

¿Qué tribunal ordinario conocerá?

1. Debo determinar la jerarquía del tribunal (en base a materia, fuero y cuantía).
2. Debo determinar el tribunal específico, dentro de la jerarquía, con el elemento territorio y las
reglas de competencia relativa (distribución de causas y regla del turno).

Definiciones:

1. Art. 108 COT: “La competencia es la facultad que tiene cada juez o tribunal para conocer de
los negocios que la ley ha colocado dentro de la esfera de sus atribuciones”.
2. Doctrinaria: “La esfera de atribuciones fijadas por la ley para que cada juez o tribunal ejerza
la facultad de conocer, juzgar y hacer ejecutar lo juzgado en las causas civiles o criminales”.

Diferencias entre jurisdicción y competencia

La jurisdicción es la facultad de conocer, juzgar y hacer ejecutar lo juzgado en las causas civiles y
criminales; y la competencia es la esfera fijada por el legislador para que la jurisdicción se ejerza.
JURISDICCIÓN COMPETENCIA
La jurisdicción es el todo. Todo tribunal La competencia es una parte de la jurisdicción.
establecido por ley tiene jurisdicción. Sus reglas sirvan para atribuir el conocimiento
de un proceso a un juez específico.
La jurisdicción es una potestad genérica. La competencia es una medida de la
jurisdicción.
La sentencia de un órgano sin jurisdicción es La falta de competencia conlleva la nulidad
inexistente. procesal.
Se alega como excepción de fondo en cualquier Se alega como excepción dilatoria.
momento.

Diferencias entre competencia absoluta y relativa

COMPETENCIA ABSOLUTA COMPETENCIA RELATIVA


Sus elementos son la materia, la cuantía y el El elemento a considerar, es el territorio.
fuero.
Determina la jerarquía del tribunal dentro de la Determina el tribunal dentro del territorio, que es
estructura piramidal que es el competente para competente para conocer del asunto específico.
conocer del asunto.
Son normas de orden público y por tanto Son normas de orden privado y por tanto
irrenunciables. renunciables.
No hay posibilidad de prórroga. Existe la prórroga de competencia.
La incompetencia puede y debe ser declarada La incompetencia no puede ser declarada de
de oficio. oficio.
No existe plazo para reclamar la nulidad Hay plazo para reclamar la nulidad procesal por
procesal por incompetencia. incompetencia relativa.

Una vez determinada la jerarquía del tribunal por las reglas de la competencia absoluta que es
competente para conocer de un asunto específico, es menester establecer cual tribunal dentro de esa
jerarquía es el competente para su conocimiento.

La competencia relativa es aquella que determina cual tribunal dentro de una jerarquía es el
competente para conocer de un asunto específico.

Clasificación de la competencia

DESDE EL PUNTO COMPETENCIA COMPETENCIA


DE VISTA DE LA NATURAL PRORROGADA
VOLUNTAD DE
LAS PARTES AL
DETERMINARLA
Es aquella que corresponde por ley Es aquella que tiene un tribunal en
al tribunal y que es consecuencia de virtud de la prórroga de la
la aplicación de las reglas de competencia, que confieren las
competencia absoluta y relativa. partes expresa o tácitamente a un
tribunal, que no es naturalmente
competente para conocer de un
asunto.
DESDE EL PUNTO COMPETENCIA COMPETENCIA
DE VISTA DEL PROPIA DELEGADA
ORIGEN DE LA
COMPETENCIA
Es aquella que se tiene en virtud de Es aquella que posee un tribunal que
la competencia natural o prorrogada. no conoce del asunto, para la
El tribunal con competencia propia realización de diligencias
tiene la plenitud de la competencia específicas, por habérsela delegado
para el conocimiento del asunto para ese sólo efecto el tribunal que
desde el principio hasta su fin. posee la competencia propia. El
medio a través del cual se verifica la
delegación de la competencia del
tribunal delegante al delegado son
los exhortos, que son las
comunicaciones que el tribunal que
conoce de una causa dirige a otro
tribunal, nacional o extranjero, para
que practique u ordene practicar
determinadas actuaciones judiciales
dentro de su territorio jurisdiccional.

DESDE EL PUNTO COMPETENCIA COMPETENCIA


DE VISTA DE LA COMÚN ESPECIAL
EXTENSIÓN DE LA
COMPETENCIA
Es aquella que permite a un tribunal El tribunal conoce solo algunas
conocer indistintamente de toda materias, según naturaleza.
clase de asuntos. En Chile, la regla
general respecto de los jueces de
letras es la competencia común.
DESDE EL PUNTO COMPETENCIA DE ÚNICA COMPETENCIA DE PRIMERA Y
DE VISTA DE LA INSTANCIA SEGUNDA INSTANCIA
INSTANCIA
La instancia es cada Aquella en que la sentencia no es La competencia de primera instancia
uno de los grados apelable. Esto es excepcional en es la regla general, y en estos casos
de conocimiento y materia civil, salvo en materia penal. procede el recurso de apelación. La
fallo que competencia de segunda instancia,
corresponde a un es aquella que tienen los tribunales
tribunal para la de alzada para conocer de un
resolución de un recurso de apelación.
asunto, pudiendo
avocarse tanto el
conocimiento de los
asuntos de hecho
como de derecho
involucrados en el
proceso.
EN CUANTO AL COMPETENCIA COMPETENCIA
DESTINATARIO OBJETIVA SUBJETIVA
DE LAS NORMAS
DE COMPETENCIA
Es aquella que determina el órgano Es aquella que determina la
jurisdiccional que debe conocer del posibilidad de actuar de la persona
asunto en virtud de las reglas de misma del juez para la resolución de
competencia absoluta y relativa. un asunto, por no ser este parte en
el proceso a resolver (impartialidad)
o carecer de absoluta independencia
para resolver (imparcialidad).
SEGÚN EL COMPETENCIA PRIVATIVA O COMPETENCIA ACUMULATIVA O
NÚMERO DE EXCLUSIVA PREVENTIVA
TRIBUNALES
EVENTUALMENTE
COMPETENTES
Hay un solo tribunal competente Es aquella en que de acuerdo a las
aplicadas las reglas de competencia. reglas de competencia que
establece la ley existen dos o más
tribunales potencialmente
competentes para conocer del
asunto, pero previniendo cualquiera
de ellos en el conocimiento del
asunto cesa la competencia de los
demás para conocer del asunto por
el sólo ministerio de la ley.

REGLAS DE COMPETENCIA

Las reglas de la competencia se clasifican en especiales y generales. Las reglas generales lo son en
el sentido que se aplican a cualquier clase de materias y tribunales. Las reglas especiales son
aquellas que se encuentran destinadas a determinar la jerarquía del tribunal que debe conocer del
asunto (competencia absoluta) y cual tribunal específico dentro de esa jerarquía debe conocer del
asunto (competencia relativa).

REGLAS GENERALES DE COMPETENCIA

Son los principios básicos que establece el legislador respecto de la competencia y que deben
aplicarse sin importar la naturaleza del asunto y la clase o jerarquía del tribunal que debe conocer de
él.

Estas reglas generales de competencia, son reglas complementarias, en cuanto no integran las
normas de la competencia absoluta o relativa, pero sirven para determinar las facultades de un tribunal
una vez que aquellas han recibido aplicación; y son consecuenciales, en cuanto reciben aplicación
una vez que se encuentre determinado el tribunal competente de acuerdo a las reglas de la
competencia absoluta y relativa. Su infracción no tiene establecida una sanción única, sino que ella
debe determinarse respecto de la violación de cada regla general atendiendo a los diversos principios
doctrinarios que motivan su consagración.

Las reglas generales de la competencia se encuentran establecidas en los arts. 109 a 114 COT y son
las siguientes:

1. Regla de la radicación o fijeza (art. 109 COT).


2. Regla del grado o jerarquía (art. 110 COT).
3. Regla de la extensión (art. 111 COT).
4. Regla de la prevención e inexcusabilidad (art. 112 COT).
5. Regla de la ejecución (art. 113 y 114 COT).

Regla de la radicación o fijeza

Esta regla está consagrada en el art. 109 COT que señala que “radicado con arreglo a la ley el
conocimiento de un negocio ante tribunal competente, no se alterará esta competencia por causa
sobreviviente”.

La radicación consiste en fijar en forma irrevocable la competencia del tribunal que ha de conocer de
un asunto, cualquiera fueren los hechos que acontezcan con posterioridad modificando los elementos
que se tuvieron en cuenta para determinar la competencia absoluta o relativa.
La regla de la radicación o fijeza importa la consagración del principio de la seguridad jurídica en
materia de competencia.

Elementos que deben concurrir para que se produzca la radicación del asunto ante un tribunal

1. Actividad del tribunal. Es menester para que se produzca la radicación de un asunto ante
un tribunal competente que este haya intervenido en el conocimiento del asunto, sea actuando
de oficio o a petición de parte.
2. Competencia del tribunal interviniente. Para que se produzca la radicación no basta con la
intervención de un tribunal en el conocimiento de un asunto, sino que se requiere que esa
actividad se hubiere realizado por un tribunal que sea competente de acuerdo con las reglas
de la competencia absoluta y relativa.
3. Intervención del tribunal con arreglo a derecho. La intervención del tribunal competente
debe haberse efectuado con arreglo a derecho, puesto que si las actuaciones realizadas por
el tribunal y las partes adolecen de irregularidades o se efectuaron ante un tribunal
incompetente, éstas podrán ser declaradas nulas y en consecuencia no producirán efecto
alguno.

Momento a partir del cual se entiende radicado un asunto ante el tribunal competente

La determinación del momento en que se produce la radicación de la competencia ante un tribunal


tiene gran importancia, puesto que desde ese instante la modificación de los antecedentes fácticos
que se tuvieron presente para fijar el tribunal competente no serán aptos para alterarla en virtud de
esa causa sobreviniente.
Para determinar el instante en que se produce la radicación de un asunto ante el tribunal competente,
es menester distinguir lo que sucede en el proceso civil y penal:

 En materia civil. La radicación ante el tribunal competente se produce desde la notificación


válida de la demanda, instante a partir del cual se entiende constituida la relación jurídica
procesal y generado el estado de litis pendencia. Claramente, en el caso de que la notificación
se hubiere producido ante un tribunal incompetente de acuerdo a las reglas de competencia
absoluta no se habrá producido la radicación por la falta de concurrencia de uno de sus
elementos, vicio respecto del cual no existe plazo para formular el incidente de nulidad
procesal de acuerdo a lo previsto en el inc.2 del art. 83 CPC. En caso que la notificación de la
demanda se hubiere producido ante un tribunal incompetente de acuerdo a las reglas de la
competencia relativa es posible que se produzca la radicación si el demandado contesta la
demanda sin alegar la incompetencia del tribunal o se genera su rebeldía por no contestar la
demanda dentro del plazo fatal que el legislador contempla al efecto; puesto que en tales
casos se genera la prórroga tácita de la competencia.
 En materia penal. En en el nuevo sistema procesal penal, creemos que la radicación sólo
puede producirse una vez que se haya formalizado la investigación. La formalización de la
investigación es la comunicación que el fiscal efectúa al imputado, en presencia del juez de
garantía, de que desarrolla actualmente una investigación en su contra respecto de uno o más
delitos determinados. A través de la formalización de la investigación se producen los
siguientes efectos: en primer lugar, se suspenderá el curso de la prescripción de la acción
penal; también comenzará a correr el plazo para el cierre de la investigación formalizada, y
por último, el Ministerio Público perderá la facultad de archivar provisionalmente el
procedimiento.

Excepciones a la regla de la radicación

La radicación es una regla general de la competencia de carácter general y de rango legal. Como toda
norma de carácter general y de rango legal es posible que que se contemple la existencia de
excepciones a su respecto, las que requieren de un texto legal expreso.

Las excepciones a la regla de la radicación consisten en que, no obstante encontrarse fijado el tribunal
competente para el conocimiento y resolución del asunto, por un hecho posterior el proceso debe
pasar al conocimiento de otro tribunal para su tramitación y fallo.

Es menester que para que exista realmente la excepción a la regla de la radicación, el cambio que
debe producirse con posterioridad debe decir relación con el tribunal u órgano jurisdiccional y no
con la persona del juez.

Tradicionalmente se ha señalado que constituyen una excepción a la regla de la radicación o fijeza las
siguientes:

1. El compromiso. Por la suscripción de una convención de compromiso, pueden las partes del
juicio sustraer el conocimiento del asunto radicado ante el juez ordinario y entregárselo a la
decisión de un juez árbitro, siempre y cuando no se trate de materias de arbitraje prohibido.
2. La acumulación de autos. En materia civil, la acumulación de autos es un incidente especial
que tiene como finalidad evitar el pronunciamiento de sentencias contradictoras, manteniendo
la continencia o unidad de la causa. En materia criminal, la acumulación de autos tiene un
doble aspecto. Por una parte, es una excepción clarísima a la regla de la radicación, ya que
todo lo pendiente ante otro tribunal se acumula ante el que establece la ley. Por otro lado, si
se continúan cometiendo delitos, el conocimiento de ellos se acumula ante el tribunal que ya
estaba conociendo de los demás hechos imputados al inculpado.
3. Las visitas. En este caso, no nos encontramos frente a una excepción a la regla de la
radicación, puesto que no existe una sustitución de un tribunal por otro, sino que la de persona
física de un juez por la de otro.

Regla del grado o jerarquía

Con esta regla se persigue la determinación, desde el inicio del procedimiento, de un tribunal de
segunda instancia que conozca del asunto en caso de impetrarse algún recurso de apelación o el
trámite de la consulta, cuando ella sea procedente. Una vez determinado el tribunal de alzada, esta
designación nunca podrá ser alterada.

Esta regla se encuentra establecida en el art. 110 COT en los siguientes términos: “Una vez fijada con
arreglo a la ley la competencia de un juez inferior para conocer en primera instancia de un determinado
asunto, queda igualmente fijada la del tribunal superior que debe conocer del mismo asunto en
segunda instancia”.

La instancia está constituida por cada uno de los grados de conocimiento y fallo que tiene un tribunal
para la decisión de un asunto, comprendiéndose el análisis tanto de los hechos como del derecho
involucrado en él.

El recurso de apelación es el recurso ordinario por cuya interposición y concesión se otorga


competencia al tribunal superior respectivo, con el objeto que éste último enmiende, con arreglo a
derecho, una resolución susceptible de ser apelada y que fue pronunciada por el tribunal inferior.

La regla del grado o jerarquía es de orden público e irrenunciable, y en consecuencia, nunca podrá
haber prórroga de la competencia en segunda instancia.

Elementos para que opere la regla del grado o jerarquía

1. Que el asunto se encuentre legamente radicado ante un juez de primera instancia.


2. Que sea procedente el recurso de apelación en contra de la resolución pronunciada por el
tribunal de primera instancia.

En el sistema procesal penal, la regla del grado o jerarquía para determinar el tribunal competente
solo recibe aplicación respecto de los jueces de garantía respecto de las resoluciones que ellos
pronuncian y que son apelables.
Regla de la extensión

Esta regla general de competencia es de una gran importancia, porque determina cuales asuntos
vinculados al asunto principal pueden llegar a ser de conocimiento del tribunal ante el cual se tramita
la causa.

De acuerdo al art. 111 COT “el tribunal que es competente para conocer de un asunto lo es igualmente
para conocer de todas las incidencias que en él se promuevan. Lo es también para conocer de la
cuestiones que se susciten por vía de reconvención o de compensación, aunque el conocimiento de
estas cuestiones, atendida su cuantía, hubiere de corresponder a un juez inferior si se entablaran por
separado”.

El tribunal en virtud de la regla de la extensión podrá conocer:

1. El asunto principal, que se encuentra configurado en materia civil básicamente por las
pretensiones que el demandante formula durante el proceso, la que debe hacer valer en la
parte petitoria de la demanda, y por las alegaciones, defensas y excepciones que el
demandado formula respecto de la pretensión hecha valer en su contra, las que debe señalar
en la contestación de la demanda.
2. Los incidentes, que son toda cuestión accesoria de un juicio que requiere pronunciamiento
especial del tribunal. El legislador contempla la existencia de los incidentes ordinarios, esto
es, todas las cuestiones accesorias que no tienen establecida una tramitación especial, a los
cuales se les aplican las reglas generales contempladas en los arts. 82 a 91 CPC, por ej. la
impugnación de un instrumento público presentado al proceso, de la solicitud de una actuación
que debe concederse con audiencia, de la oposición a la práctica de una actuación judicial
decretada con citación, etc. Además se contempla la existencia de incidentes especiales, esto
es, cuestiones accesorias respecto de las cuales se han establecido reglas especiales para
su tramitación en el CPC dentro de los cuales se encuentran la acumulación de autos, las
cuestiones de competencia, las implicancias y recusaciones, privilegio de pobreza, las costas,
el desistimiento de la demanda y el abandono del procedimiento.
3. La reconvención, que es la demanda formulada por el demandado en su escrito de
contestación a la demanda y que se inserta en el primitivo procedimiento o juicio en tramitación
iniciado por el demandante.
4. La compensación, que desde el punto de vista del derecho procesal, es una excepción que
afecta el fondo de la pretensión del actor por el cual el demandado persigue obtener la
declaración de la extinción del crédito invocado por el demandante hasta la concurrencia de
su monto, fundado en su calidad de acreedor recíproco. No se trata de una demanda, como
en la reconvención, sino que es una excepción que, al oponerse, pasa a formar parte del
conflicto al cual el tribunal debe avocar su conocimiento y que, por tanto, debe ser resuelta en
el fallo.
5. La ejecución de la sentencia.

La regla de extensión en materia penal, implica que los jueces podrán conocer de las incidencias, y
además de ciertas acciones civiles emanadas o vinculadas con el delito cometido; tales como la acción
civil restitutoria (destinada a obtener la restitución de la cosa que ha sido objeto material del delito o
su valor), de la acción civil indemnizatoria (que pretende la indemnización de los perjuicios generales
o especiales) y de la acción civil reparatoria (esto es, la que persigue la reparación de los efectos
patrimoniales que las conductas de los procesados por sí mismas hayan causado o que puedan
atribuírseles como las consecuencias próximas o directas, de modo que el fundamento de la respectiva
acción civil obligue a juzgar las mismas conductas que constituyen el hecho punible objeto del proceso
penal. En este caso, lo que se persigue es la reparación mediante la declaración de ineficacia de un
acto civil en el cual se cometió el delito).

La regla de la prevención e inexcusabilidad

Según el art. 112 COT “siempre que según la ley fueren competentes para conocer de un mismo
asunto dos o más tribunales, ninguno de ellos podrá excusarse del conocimiento bajo el pretexto de
haber otros tribunales que puedan conocer del mismo asunto; pero el que haya prevenido en el
conocimiento excluye a los demás, los cuales cesan desde entonces de ser competentes”.

Elementos que deben concurrir para la aplicación de la regla

1. Que de acuerdo con las reglas de la competencia existieren dos o más tribunales
potencialmente competentes para el conocimiento del asunto. Esta situación es la que
se presenta en todos los casos en que existe competencia acumulativa o preventiva para el
conocimiento de un asunto, por ej. con las acciones inmuebles, la acción civil indemnizatoria
de un delito, etc.
2. Que el demandante presente su demanda ante uno de ellos. El demandante puede, en
caso que existan dos o más tribunales potencialmente competentes para conocer de un
asunto, requerir la intervención de cualquiera de ellos para conocer del asunto, sin que
ninguno pueda excusarse de conocer del asunto bajo pretexto de existir otros tribunales
competentes para ello. Este es el aspecto de la regla que le otorga la denominación
inexcusabilidad.
3. Que uno de los tribunales prevenga en el conocimiento del asunto, instante a partir del
cual cesa la competencia de los otros tribunales que hubieren sido potencialmente
competentes. En este aspecto, se contempla la denominación de esta regla como “de la
prevención”, puesto que apenas comience a conocer uno de los tribunales competentes
(prevenga en el conocimiento), se produce automáticamente la extinción de la potencial
competencia del o de los otros tribunales.

Regla de la ejecución

Señala el art. 113 inc.1 COT que “la ejecución de las resoluciones corresponde a los tribunales que
las hubieren pronunciado en primera o en única instancia”.

Esta regla hace radicar el cumplimiento de las resoluciones en los tribunales que las pronuncian en
primera o en única instancia.

Este principio de carácter general reconoce tres excepciones:

1. En el nuevo sistema procesal penal, la ejecución de la sentencia definitiva penal y de


las medidas de seguridad establecidas en la sentencia pronunciada por el tribunal de
juicio oral no debe ser ejecutada ante él, sino que ante el juzgado de garantía que
hubiere intervenido en el respectivo procedimiento penal. Nos encontraremos realmente
frente a una excepción de la regla general cuando se hubiere resuelto el conflicto penal en el
juicio oral, puesto que en tal caso, no obstante que la sentencia definitiva es pronunciada por
el tribunal de juicio oral en lo penal, la ejecución de la sentencia le corresponderá al juzgado
de garantía. Sin embargo, si la sentencia ha sido pronunciada por el juez de garantía en el
procedimiento abreviado o simplificado no nos encontraremos en tal caso frente a una
excepción de la regla general, sino que más bien ante una aplicación de ella.
2. En el nuevo sistema procesal penal, la ejecución de la parte civil de la sentencia
definitiva dictada dentro del proceso penal no debe ser ejecutada ante los tribunales
penales, sino que ante el juzgado de letras civil que fuere competente conforme a las
reglas generales. De conformidad a lo previsto en el art. 349 CPP, tanto en caso de
absolución como en el de condena deberá el tribunal pronunciarse acerca de la demanda civil
válidamente interpuesta. Por otra parte, el inciso final del art. 172 COT. haciendo una clara
excepción a la regla general de la ejecución, nos señala que será competente para conocer
de la ejecución de la decisión civil de las sentencias definitivas dictadas por los jueces con
competencia penal, el tribunal civil que fuere competente conforme a las reglas generales. En
consecuencia, si se hubiere pronunciado una sentencia definitiva penal, acogiéndose la
demanda civil deducida por la víctima en contra del imputado, único caso en que ello es
posible ante los tribunales del crimen en el nuevo sistema procesal penal, la ejecución de la
sentencia civil no deberá seguirse ante ellos, sino que ante el tribunal civil que fuere
competente conforme a las reglas generales. El procedimiento que deberá aplicarse para
obtener la ejecución de la sentencia civil se nos señala en el art. 472 CPP señalándonos que
“en el cumplimiento de la decisión civil de la sentencia, regirán las disposiciones sobre
ejecución de las resoluciones judiciales que establece el Código de Procedimiento Civil”. Ello
implica que el único procedimiento que cabrá aplicar para la ejecución de esa sentencia que
contempla prestaciones civiles será el juicio ejecutivo, dado que no cabe aplicar el
procedimiento incidental que sólo es procedente cuando la ejecución se solicita ante el tribunal
que conoció del proceso en única o primera instancia. Debemos acordar que conforme al art.
233 CPC el procedimiento incidental sólo es aplicable “ cuando se solicite la ejecución de una
sentencia ante el tribunal que la dictó dentro del plazo de un año contado desde que la
ejecución se hizo exigible, si la ley no ha dispuesto otra forma especial de cumplirla, se
ordenará su cumplimiento con citación de la persona en contra de quien se pide”.
3. Los tribunales que conozcan de los recursos de apelación, casación o revisión,
ejecutarán los fallos que dictaren para la sustanciación de dichos recursos. Es obvio
que los tribunales que conocen de los recursos están investidos de la facultad de ejecutar las
resoluciones que pronuncien durante su tramitación. Al efecto, el inc. 2 del art. 113 COT
señala que "de igual manera, los tribunales que conozcan de la revisión de las sentencias
firmes o de los recursos de apelación, casación o de nulidad contra sentencias definitivas
penales, ejecutarán los fallos que dicten para su sustanciación. Podrán también decretar el
pago de las costas adeudadas a los funcionarios que hubieren intervenido en su tramitación,
reservando el de las demás costas para que sea decretado por el tribunal de primera
instancia".

Si bien la regla del art. 113 COT, es plenamente aplicable en lo relativo al cumplimiento de los autos
y decretos, no lo es respecto de otras resoluciones.

En efecto, tratándose de las sentencias definitivas o interlocutorias, se puede solicitar su cumplimiento


o ejecución conforme al procedimiento incidental dentro del año siguiente a la fecha en que se haga
exigible la obligación sólo ante el tribunal que la dictó en única y primera instancia, aplicándose
las normas contempladas en los arts. 231 y siguientes CPC.

Pero si para perseguir el cumplimiento o ejecución de la sentencia definitiva se quiere iniciar un nuevo
juicio para obtener su cumplimiento, el procedimiento que deberá aplicarse será el juicio ejecutivo
contemplado en los arts. 434 y siguientes CPC. En tal caso nos encontramos ante una competencia
acumulativa o preventiva, puesto que se podrá requerir su cumplimiento a través de este
procedimiento ante el tribunal que dictó la resolución en única o primera instancia o ante el tribunal
que fuere competente conforme a las reglas generales. Esta situación es la que se contempla en el
art.114 del COT al señalarnos que "siempre que la ejecución de una sentencia definitiva hiciere
necesaria la iniciación de un nuevo juicio, podrá éste deducirse ante el tribunal que menciona el inciso
primero del artículo precedente o ante el que sea competente en conformidad a los principios
generales establecidos por la ley, a elección de la parte que hubiere obtenido en el pleito".

Este art. 114 COT es otro ej., quizás uno de los más claros y manifiestos, de competencia acumulativa
o preventiva que consagran nuestros textos positivos cuando se inicia un nuevo juicio para solicitar la
ejecución de la sentencia. En cambio, cuando se solicita el cumplimiento de la sentencia a través del
procedimiento incidental, es un caso de competencia privativa o exclusiva, puesto que su conocimiento
sólo corresponde al tribunal que la pronunció en única o primera instancia.

Debemos recordar que, de acuerdo a lo previsto en los dos últimos incisos del art. 76 CPR "para hacer
ejecutar sus resoluciones y practicar o hacer practicar los actos de instrucción que determine la ley,
los tribunales ordinarios y los especiales que integran el Poder Judicial, podrán impartir órdenes
directas a la fuerza pública o ejercer los medios de acción conducentes de que dispusieran. Los demás
tribunales lo harán en la forma que determine la ley. La autoridad requerida deberá cumplir sin más
trámite el mandato judicial y no podrá calificar su fundamento u oportunidad, ni la justicia o legalidad
de la decisión que se trata de ejecutar".

Esta facultad de imperio que poseen los tribunales para hacer efectivo el cumplimiento por la fuerza
de sus resoluciones aparece reiterado con rango legal en el art. 11 COT.

Finalmente, el art. 240 CPC establece que " cumplida una resolución, el tribunal tendrá facultad para
decretar las medidas tendientes a dejar sin efecto todo lo que se haga en contravención a lo ejecutado.

"El que quebrante lo ordenado cumplir será sancionado con reclusión menor en su grado medio a
máximo".

REGLAS ESPECIALES DE COMPETENCIA

COMPETENCIA ABSOLUTA

Son aquellas reglas que determinan la jerarquía del tribunal que es competente para conocer de un
asunto determinado.

Son normas de orden público, por ende son irrenunciables y no procede nunca la prórroga de la
competencia absoluta.

Los elementos de la competencia absoluta son la cuantía, la materia y el fuero.


CUANTÍA

La cuantía, propiamente tal, sirve para determinar el procedimiento aplicable y para determinar la
procedencia de ciertos recursos (la instancia en que se conocerá una causa).

El art. 115 COT señala lo que se entiende por cuantía: “En los asuntos civiles la cuantía se determina
por el valor de la cosa disputada. En los penales se determina por la pena que el delito lleva consigo”.

Para determinar la cuantía en materia civil, es importante distinguir en primer lugar si el asunto es o
no susceptible de apreciación o avaluación pecuniaria:

Determinación de la cuantía en asuntos no susceptibles de apreciación pecuniaria

Asunto no avaluable pecuniariamente

Los arts. 130 y 131 COT señalan, por vía ejemplar que los asuntos no susceptibles de apreciación
pecuniaria, se reputarán siempre de mayor cuantía:

Art. 130 COT

1. Las cuestiones relativas al estado civil de las personas.


2. Las relativas a la separación de bienes entre marido y mujer, o a la crianza y cuidado de los
hijos.
3. Las que versen sobre validez o nulidad de disposiciones testamentarias, sobre petición de
herencia, o sobre apertura y protocolización de un testamento y demás relacionadas con la
apertura de la sucesión.
4. Las relativas al nombramiento de tutores y curadores, a la administración de estos
funcionarios, a su responsabilidad, a sus excusas y a su remoción.

Art. 131 COT: “Se reputarán también, en todo caso, como materias de mayor cuantía, para el efecto
de determinar la competencia del juez, las que en seguida se indican:

1. El derecho al goce de los réditos de un capital acensuado.


2. Todas las cuestiones relativas a quiebras y a convenios entre el deudor y los acreedores”.

Puede decirse que por regla general se trata de materias de Derecho de Familia, y en cuestiones que
las sumas de dinero no pueden cuantificarse con facilidad.

Reglas para determinar la cuantía en asuntos susceptibles de apreciación pecuniaria

Asunto avaluable pecuniariamente

1. Si el demandante acompaña esos documentos se aplica el art. 116 COT, precepto que
señala que si “en ellos apareciere determinado el valor de la cosa disputada, se estará para
determinar la competencia a lo que conste de dichos documentos”.
2. Si el demandante no acompaña documentos que sirvan de apoyo a su pretensión es
menester efectuar una nueva distinción según si la acción o pretensión emana de un derecho
real o de un derecho personal:
a) Acción personal. Si el demandante no acompañare documentos o si de ellos no
apareciere esclarecido el valor de la cosa, y la acción entablada fuere personal, se
determinará la cuantía de la materia por la apreciación que el demandante hiciere en
su demanda verbal o escrita.
b) Acción real. Si la acción es real, entran a jugar una serie de reglas para determinar
la cuantía:
 Si la acción entablada fuere real y el valor de la cosa no apareciere
determinado, se estará a la apreciación que las partes hicieren de común
acuerdo.
 Si no existe acuerdo entre las partes, el juez debe determinar la cuantía por
medio de la evaluación efectuada por peritos. Esta evaluación será
obligatoria en cuanto a sus conclusiones, tanto para el juez como para las
partes.

Si el valor de la cosa disputada no se puede determinar de acuerdo a las reglas


precedentes, las partes pueden hacer las gestiones para fijar la cuantía antes de
que se dicte sentencia.

El tribunal puede dictar medidas de oficio para idéntico objetivo.

OJO: existen reglas especiales para la determinación de la cuantía entre los arts. 121 a 127 COT.

Momento en que se determina la cuantía

De lo señalado en el art. 116 y siguientes COT, la cuantía deberá tomarse, por regla general, en
consideración al tiempo de presentarse la demanda.

Una vez que la cuantía queda determinada ella no puede alterarse por causa sobreviniente.

Determinación del procedimiento e instancia a través de la cuantía

 Procedimiento:
 Juicio ordinario de mayor cuantía (+500 UTM y todo aquello de valor inapreciable).
 Juicio ordinario de menor cuantía (+10 y -500 UTM).
 Juicio ordinario de mínima cuantía (-10 UTM).
 Instancia:
 Primera instancia (+10 UTM).
 Única instancia (-10 UTM).

MATERIA

La materia es la “naturaleza del asunto controvertido”.

Si bien ha perdido importancia, en la legislación chilena ella juega doblemente.
 Por una parte, es
utilizada para el establecimiento de los tribunales especiales. En segundo lugar, la materia juega a
través de lo que se denomina “elemento de la competencia absoluta” (fuero real) para la determinación
de la jerarquía de un tribunal. En este carácter, arrastra los asuntos de una cuantía inferior a otra
superior.
FUERO (o elemento “persona”)

El fuero “es aquel elemento de la competencia absoluta que modifica la determinación previa de la
jerarquía de un tribunal en razón de la cuantía y materia para conocer de un asunto por existir la
intervención de la persona constituida en dignidad”.

El fuero no es un beneficio para la persona que lo goza, sino que es una garantía para la parte que
litiga contra él, que no cuenta con este fuero, bajo la lógica de que un tribunal superior es “más
independiente” en sus decisiones. Existe este elemento, para dar garantías de imparcialidad.

Clasificaciones del fuero

El fuero puede clasificarse en fuero mayor y menor:

1. Fuero mayor: en virtud de este fuero, se eleva el conocimiento de un asunto que, en un


principio debía ser conocido por un juez de letras, al conocimiento ahora de un Ministro de
Corte de Apelaciones, como tribunal unipersonal de excepción. A este fuero se refiere el art.
50 Nº2 COT, que señala que a un Ministro de CDA le corresponde el conocimiento de “las
causas civiles en que sean parte o tengan interés el Presidente de la República, los ex
Presidentes de la República, los Ministros de Estado, Senadores, Diputados, miembros de los
Tribunales Superiores de Justicia, Contralor General de la República, Comandantes en Jefe
de las Fuerzas Armadas, General Director de Carabineros de Chile, Director General de la
Policía de Investigaciones de Chile, los Intendentes y Gobernadores, los Agentes
Diplomáticos chilenos, los Embajadores y los Ministros Diplomáticos acreditados con el
Gobierno de la República o en tránsito por su territorio, los Arzobispos, los Obispos, los
Vicarios Generales, los Provisores y los Vicarios Capitulares”.
2. Fuero menor: por éste, determinadas personas, por el hecho de desempeñar una función
pública, hacen radicar el conocimiento de un asunto en los jueces de letras en primera
instancia, cuando particularmente debía conocerse en única, pero sólo respecto de las causas
civiles o de comercio. Señala al efecto el art. 45 Nº 2 letra g) COT, que los jueces de letras
conocerán en primera instancia de: “De las causas civiles y de comercio cuya cuantía sea
inferior a las señaladas en las letras a) y b) del No. 1 de este artículo, en que sean parte o
tengan interés los Comandantes en Jefe del Ejército, de la Armada y de la Fuerza Aérea, el
General Director de Carabineros, los Ministros de la Corte Suprema o de alguna Corte de
Apelaciones, los Fiscales de estos tribunales, los jueces letrados, los párrocos y vice párrocos,
los cónsules generales, cónsules o vicecónsules de las naciones extranjeras reconocidas por
el Presidente de la República, las corporaciones y fundaciones de derecho público o de los
establecimientos públicos de beneficencia”.

Materias en que no opera el fuero

Art. 133 COT señala dichas materias, las que son relativas a:

1. Los juicios de minas.


2. Los juicios posesorios.
3. Los juicios sobre distribución de aguas.
4. Las particiones.
5. Los que se tramiten breve y sumariamente. 

6. El que tengan los acreedores en el juicio de quiebra ni el de los interesados en los 
 asuntos
no contenciosos. 

7. Los procedimientos seguidos por faltas o contravenciones. 

8. Y en los demás que determinen las leyes. 


COMPETENCIA RELATIVA

Estas reglas son las que persiguen establecer, dentro de la jerarquía ya determinada por las reglas de
la competencia absoluta, el tribunal específico dentro de esa jerarquía que va a conocer del asunto.

Estas reglas son de orden privado, y por tanto renunciables para las partes por medio de la prórroga
de la competencia.

Reglas de la competencia relativa en los asuntos contenciosos civiles

Para poder determinar, con precisión, qué tribunal del territorio, será competente para conocer del
asunto, será menester tomar en consideración las siguientes reglas de descarte:

1. Determinar si existe o no prórroga de competencia.


2. A falta de prórroga de la competencia, será necesario especificar si existen o no disposiciones
especiales que establezcan el tribunal que debe conocer del asunto.
3. A falta de disposiciones especiales, hemos de estudiar la naturaleza de la acción deducida,
atendiendo a si esta es mueble o inmueble.
 Cuando la acción es inmueble estamos frente a un caso de competencia acumulativa
o preventiva. En efecto, si la acción entablada fuere inmueble será competente para
conocer del juicio el juez del lugar que las partes hayan estipulado en la respectiva
convención, y a falta de estipulación será competente, a elección del demandante: el
lugar donde se contrajo la obligación o el lugar donde se encontrare la especie
reclamada. Si el inmueble o inmuebles que son objeto de la acción estuvieren
situados en distintos territorios jurisdiccionales, será competente cualquiera de los
jueces en cuya comuna o agrupación de comunas estuvieren situados.
 Tratándose de acciones mixtas o que comprende pretensiones muebles e inmuebles
a la vez, será competente el juez del lugar en que estuvieren situados los inmuebles.
Esta regla es aplicable a los casos en que se entablen conjuntamente dos o más
acciones, con tal que una de ellas, por lo menos sea inmueble.
 Si la acción entablada fuere de las que se reputan muebles, será competente el juez
del lugar que las partes hayan estipulado en la respectiva convención. A falta de
estipulación de las partes, lo será el domicilio del demandado.
4. Finalmente, a falta de todas las reglas precedentes, y como norma residual, se entiende que
será competente para conocer del asunto el tribunal del domicilio del demandado.

Prórroga convencional de la competencia

El art. 181 COT, señala que “un tribunal que no es naturalmente competencia para conocer de un
determinado asunto, puede llegar a serlo si para ello las partes, expresa o tácitamente, convienen en
prorrogarle la competencia para este negocio”.

Por tanto, podemos definir propiamente tal a la prórroga de la competencia, de la siguiente


manera:

“Es el acuerdo expreso o tácito de las partes en virtud del cual, en la primera instancia, de los asuntos
civiles contenciosos, que se tramitan ante tribunales ordinarios de igual jerarquía, otorgan competencia
a un tribunal que no es el naturalmente competente para conocer de él, en razón del elemento
territorio”.

LOS ÓRGANOS JURISDICCIONALES

GENERALIDADES

El tribunal es el “órgano público establecido en la ley, para los efectos de ejercer la función
jurisdiccional, a través del debido proceso”.

Para los efectos de determinar el carácter de tribunal de un órgano público debe atenderse a la función
que desempeña según las facultades conferidas por la ley, puesto que la función es la que caracteriza
al órgano, y no el órgano el que caracteriza la función.

De acuerdo con ello, es posible que nos encontremos en presencia de un órgano legislativo que ejerza
funciones jurisdiccionales como ocurre con el Sentado cuando conoce del juicio político, o de un
órgano administrativo que ejerza funciones jurisdiccionales, como ocurre cuando el Subcontralor
General de la República conoce en primera instancia del juicio de cuentas.

Los tribunales se encuentran compuestos por uno o más jueces, quienes son los sujetos encargados
de dictar las resoluciones destinadas a dar curso progresivo al proceso y resolver el conflicto sometido
a su decisión, y por funcionarios auxiliares de la administración de justicia, esto es, como su nombre
lo indica, las personas que asisten y colaboran con los jueces para el ejercicio de la función
jurisdiccional.

En este sentido, juez sería el “sujeto individual o plural, idóneo y eminentemente imparcial que integra
un órgano público, para ejercer la función jurisdiccional a través del debido proceso”.

Clasificaciones

Los tribunales han sido objeto de numerosas clasificaciones, siendo las principales las siguientes:

1. En atención a su órbita de competencia. Los tribunales en atención a la órbita de


competencia que se le ha encomendado por la ley se clasifican en tribunales ordinarios,
especiales y arbitrales:
a) Los tribunales ordinarios son aquellos a quienes les corresponde el conocimiento
de la generalidad de los conflictos que se promuevan en el orden temporal dentro del
territorio nacional. Revisten el carácter de tribunales ordinarios los jueces de letras,
los tribunales unipersonales de excepción, los juzgados de garantía, tribunales de
juicio oral en lo penal, las CDA y la CS.
b) Los tribunales especiales son aquellos a quienes les corresponde únicamente el
conocimiento de las materias que el legislador específicamente les ha encomendado
en atención a la naturaleza del conflicto o la calidad de las personas que en él
intervienen. Los tribunales especiales que forman parte del Poder Judicial son los
juzgados de familia, los juzgados de letras del trabajo, los juzgados de cobranza legal
y previsional y los tribunales militares en tiempo de paz. Además, existen otros
tribunales establecidos en leyes especiales que no forman parte del Poder Judicial,
como son los juzgados de policía local, los tribunales tributarios y aduaneros, el
tribunal de libre competencia, etc.
c) Los tribunales arbitrales, son aquellos jueces nombrados por las partes o por la
autoridad judicial en subsidio, para la resolución de un asunto litigioso. De acuerdo a
la forma en que resuelven el conflicto y el procedimiento que aplican para la
tramitación del asunto se clasifican en árbitros de derecho, árbitro arbitradores y
árbitros mixto.
2. En atención a su composición. Los tribunales en atención a su composición se clasifican
en tribunales unipersonales y tribunales colegiados:
a) Los tribunales unipersonales son aquellos que están constituidos por un solo juez,
sea que actúe como titular, subrogante, suplente o interino. Revisten el carácter de
tribunales unipersonales en nuestro país la generalidad de los tribunales ordinarios y
especiales que ejercen su competencia en asuntos de única o primera instancia. De
acuerdo con ello, tienen el carácter de tribunales unipersonales los tribunales
ordinarios de jueces de letras, y tribunales unipersonales de excepción; y los
tribunales especiales de tribunales militares en tiempo de paz, los juzgados de policía
local, etc. Los juzgados de garantía son colegiados en cuanto a su estructura puesto
que están conformados por uno o más jueces, pero se trata de tribunales
unipersonales en su funcionamiento, pues en el ejercicio de la jurisdicción por parte
de los jueces que forman parte del juzgado de garantía en caso de estar conformado
por varios jueces, siempre se ejerce por un solo de ellos. De allí que en este caso, los
juzgados de garantía son órganos judiciales que administrativamente se conforman
en los casos previstos por el legislador por varios jueces, pero debe ejercerse la
función jurisdiccional por un solo de ellos. Los juzgados de familia, los juzgados de
letras del trabajo y los juzgados de cobranza previsional se rigen por las mismas
disposiciones que los juzgados de garantía.
b) Los tribunales colegiados son aquellos que se encuentran constituidos por más de
un juez y deben ejercer la función jurisdiccional actuando conjuntamente varios jueces
de acuerdo con el quórum de instalación y decisión previsto por la ley. Los tribunales
colegiados de conformidad a lo previsto en la ley, deben ejercer la función
jurisdiccional para resolver las materias entregadas a su conocimiento en pleno o en
sala. El legislador respecto de cada una de dichas formas de actuación establece
quórum distintos de funcionamiento como para la adopción de los acuerdos que dan
origen a la resolución que ellos pronuncian. Revisten este carácter en nuestro país la
generalidad de los tribunales ordinarios y especiales a quienes se ha entregado el
conocimiento de asuntos en segunda instancia y de los recursos de casación en la
forma y en el fondo, como del recurso de nulidad en materia penal. Tienen el carácter
de tribunales colegiados las CDA, la CS, las Cortes Marciales, el TC, el tribunal de
libre competencia y los tribunales de juicio oral en lo penal.
3. En atención a su preparación técnica. Los tribunales en atención a su preparación técnica
se clasifican en tribunales o jueces legos y tribunales o jueces letrados:
a) Los tribunales o jueces legos son aquellos en que la función jurisdiccional es
ejercida por jueces que no requieren poseer el título de abogado. En la actualidad, no
existen jueces legos dentro de los tribunales ordinarios y la mayoría de los tribunales
especiales se encuentran integrados por jueces letrados. Excepcionalmente, nos
encontramos ante la existencia de un tribunal en los cuales la función puede ser
ejercida por quien no posee el título de abogado, como en el caso de los tribunales
militares den tiempo de paz, en la primera instancia, en que el juez institucional es el
comandante en Jefe de la respectiva división, pero que es asesorado por un auditor
que posee el título de abogado; o en el caso de los jueces de policía local, cuando la
función es ejercida por el alcalde, etc. En el caso de los árbitros, la excepción más
clara es la relativa a los árbitros arbitradores.
b) Los tribunales o jueces letrados o técnicos son aquellos en que la función
jurisdiccional es ejercida por jueces que necesariamente requieren poseer el título de
abogado. La totalidad de los jueces ordinarios que existen en nuestro país revisten el
carácter de letrados, así como los jueces de los tribunales de familia y de los juzgados
laborales y juzgados de cobranza laboral y previsional. Los jueces de policía local en
que la función no es ejercida por el alcance, sino que por un juez designado para
desempeñar el cargo también tienen el carácter de juez letrado. Los árbitros de
derecho tienen el carácter de letrado, por cuanto su nombramiento debe recaer en un
abogado.
4. En atención al tiempo que los jueces duran en sus funciones. Los tribunales en atención
al tiempo que duran en el cargo los jueces que ejercen sus funciones se clasifican en
tribunales perpetuos y temporales:
a) Tribunales perpetuos son aquellos en que los jueces son designados para ejercer
indefinidamente el cargo y permanecen en él mientras dure su buen comportamiento
y no alcancen la edad de 75 años. La totalidad de los jueces designados para integrar
los tribunales ordinarios y la gran mayoría de los designados para integrar tribunales
especiales revisten éste carácter en nuestro derecho.
b) Tribunales temporales son aquellos que por disposición de la ley o acuerdo de las
partes sólo pueden ejercer su ministerio por un período de tiempo limitado. En nuestro
país, revisten el carácter de jueces temporales los árbitros, los miembros del TC,
quienes duran nueve años en sus cargos, se renuevan por parcialidades de tres años,
son inamovibles, no pueden ser reelegidos, salvo aquel que lo haya sido como
reemplazante y haya ejercido el cargo por un periodo menor a cinco años, y cesan en
sus funciones al cumplir 75 años, y los miembros del tribunal de la libre competencia
que duran seis años en sus cargos, reelegibles, pero debiendo renovarse
parcialmente cada dos años.
5. En atención a su nacimiento y duración frente a la comunidad. Los tribunales en atención
a su nacimiento y duración frente a la comunidad se clasifican en tribunales comunes o
permanentes y tribunales accidentales o de excepción:
a) Los tribunales comunes o permanentes son aquellos que se encuentran siempre
y continuamente a disposición de la comunidad, cualquiera sea el asunto sometido a
su conocimiento.
b) Los tribunales accidentales o de excepción son aquellos que no se encuentran
siempre y continuamente a disposición de la comunidad, sino que se constituyen para
el conocimiento de un asunto determinado en los casos previstos por la ley. Revisten
el carácter de tribunales accidentales los tribunales unipersonales de excepción y los
jueces árbitros. Existen jueces de dedicación exclusiva o funcionamiento
extraordinario, que se diferencian claramente de los tribunales unipersonales de
excepción, atendido a que el origen de su funcionamiento procede de una resolución
que debe ser pronunciada por una Sala de la CDA, en cambio, los tribunales
unipersonales de excepción se encuentran contemplados en la ley, y deben funcionar
sin necesidad de dictación de resolución alguna, para el conocimiento de asuntos que
prevé anticipadamente el legislador y que no se encuentran ya sometidos a su
conocimiento. Finalmente, debemos hacer presente que los jueces de dedicación
exclusiva o funcionamiento extraordinario se diferencian de los ministros en visita
extraordinaria, dado que en el caso del ministro en visita siempre actúa como tal un
ministro de CDA o CS y nunca un juez de letras, el que debe ser designado por los
tribunales superiores, siendo las causas que justifican su nombramiento las previstas
en el art. 560 COT. La designación del ministro en visita siempre se efectúa por un
tiempo determinado, debiendo el ministro visitador dar cuenta de su visita cuando lo
exija el tribunal y a lo menos mensualmente.
6. En atención a la misión que cumplen en la tramitación y fallo. Los tribunales en atención
a la misión que cumplen respecto de la tramitación y fallo se clasifican en jueces
substanciadores, tramitadores o instructores; jueces sentenciadores y jueces mixtos:
a) Juez substanciador, tramitador o instructor es aquel que tiene por objeto tramitar
el procedimiento hasta dejarlo en una etapa determinada para que la sentencia sea
pronunciada por otro órgano jurisdiccional.
b) Juez sentenciador es aquel cuya misión se reduce a pronunciar sentencia en un
procedimiento que ha sido instruido por otro tribunal.
c) Juez mixto es aquel que cumple la función de tramitar el procedimiento y pronunciar
la sentencia dentro de él. En el procedimiento penal ya no existen los jueces
instructores o mixtos, dado que la investigación le corresponde dirigirla
exclusivamente al Ministerio Público, correspondiéndole al juez de garantía sólo
autorizar previamente toda actuación del procedimiento que privare al imputado o a
un tercero del ejercicio de los derecho que la CPR asegura, o lo restringiere o
perturbare. Los jueces del tribunal oral son básicamente jueces sentenciadores, con
la modalidad que ellos no juzgan con el mérito de antecedentes que se hubieren
recopilado con anterioridad, sino que por regla general, sólo sobre la base de las
pruebas que las partes hubieren rendido ante ellos en el juicio oral.
7. En atención al lugar en que ejerce su función. Los tribunales en atención al lugar en que
ejercen sus funciones se clasifican en tribunales sedentarios y tribunales ambulantes:
a) Tribunales sedentarios son aquellos que deben ejercer sus funciones dentro de un
determinado territorio jurisdiccional, teniendo su asiento en un lugar determinado de
ella al cual deben acudir las partes para los efectos de requerirle el ejercicio de su
función. En nuestro país, los tribunales tienen el carácter de sedentarios, puesto que
respecto de todos ellos se establece el territorio dentro del cual ejercerán su
competencia y se les establece una sede para el ejercicio de la función jurisdiccional.
b) Tribunales ambulantes son aquellos que acuden a administrar justicia en las
diversas partes del territorio que recorre, sin tener una sede fija para tal efecto. En el
proceso penal, se establece que los tribunales de juicio oral en lo penal pueden
excepcionalmente pasar a tener el carácter de ambulantes respecto de determinados
procesos, conforme a lo previsto en el art. 21 A COT, que señala que “cuando sea
necesario para facilitar la aplicación oportuna de la justicia penal, de conformidad a
criterios de distancia, acceso físico y dificultades de traslado de quienes intervienen
en el proceso, los tribunales orales en lo penal se constituirán y funcionarán en
localidades situadas fuera de su lugar de asiento”. La CDA respectiva se encarga de
determinar anualmente la periodicidad y forma con que los tribunales orales en lo
penal darán cumplimiento a lo dispuesto en el art. 21 A COT.
8. En atención a su jerarquía. De acuerdo a la CPR, los tribunales en atención a su jerarquía
se clasifican en tribunales superiores y tribunales inferiores:
a) Revisten el carácter de tribunales superiores la CS y las CDA, correspondiéndoles
al Senado resolver las contiendas de competencia que se promuevan entre ellos y
las autoridades políticas o administrativas.
b) Revisten el carácter de tribunales inferiores los juzgados de garantía, los
tribunales de juicio oral en lo penal, los jueces de letras y los tribunales unipersonales,
correspondiéndole al TC resolver las contiendas de competencia que se promuevan
entre ellos y las autoridades políticas o administrativas. Excepcionalmente, el art. 19
CPP contempla que la CDA puede en algunos casos resolver los conflictos que se
susciten con motivo de la información requerida por el fiscal o el tribunal de garantía
a alguna autoridad si ésta se negare a proporcionarla.
9. En atención a la extensión de la competencia que poseen. Los tribunales en atención a la
extensión de la competencia que se les entrega por la ley para el conocimiento de los asuntos,
se clasifican en tribunales de competencia común y tribunales de competencia especial:
a) Los tribunales de competencia común son aquellos tribunales ordinarios que están
facultados para conocer de toda clase de asunto, cualquiera sea su naturaleza. La
regla general que rige respecto de los tribunales en nuestro país, es la de
competencia común, sin perjuicio de poder apreciar que claramente la tendencia de
estos últimos años es ir hacia la especialización. Las CDA poseen toda competencia
común, correspondiéndoles conocer de los asuntos civiles, penales, laborales,
familia, policía local, etc., sin que se contemple de manera alguna cierta
especialización para su funcionamiento, ya sea en salas o en pleno. La CS posee
competencia común correspondiéndole conocer de diversos asuntos civiles, penales,
laborales, familia, policía local, etc. Sin embargo, para su funcionamiento ordinario o
extraordinario en salas, debe hacerlo a través de salas especializadas conforme a lo
previsto en los arts. 95 y 99 COT.
b) Los tribunales de competencia especial son aquellos tribunales ordinarios que
están facultados para conocer sólo de los asuntos determinados que la ley les ha
establecido. Los tribunales de juicio oral en lo penal siempre tendrán el carácter de
tribunales de competencia especial, dado que sólo poseen competencia penal o
conexa a ella. Tratándose de los juzgados de garantía, la regla general será que ellos
sean tribunales con competencia especial en lo penal. Sin embargo, y sólo
excepcionalmente, en aquellas comunas en las cuales se estimó que la carga de
trabajo no justificaba la creación de un juzgado de garantías, se entregó la
competencia de ellos a tribunales con competencia común como se prevé sólo
respecto de ciertas y específicas comunas pequeñas ubicadas dentro de las diversas
regiones. Con la entrada en vigencia del nuevo sistema procesal penal, no sólo se
contempló la creación de los juzgados de garantía y tribunales orales en lo penal, sino
que ello implicó la supresión de varios juzgados de letras con competencia común o
especial. Esta especialización se ha visto profundizada con posterioridad con la
creación de los Tribunales de Familia y los juzgados laborales y juzgados de cobranza
laboral y previsional.
10. En atención a la instancia en que resuelven el conflicto. Los tribunales en atención a la
instancia en que resuelven el conflicto promovido ante ellos se clasifican en tribunales de
única instancia, tribunales de primera instancia y tribunales de segunda instancia. El concepto
de instancia se encuentra vinculado a la procedencia del recurso de apelación en contra de la
sentencia que se dicte para la resolución del conflicto:
a) Tribunales de única instancia, son aquellos tribunales que resuelven el conflicto,
sin que proceda el recurso de apelación en contra de la sentencia que pronuncian.
Actualmente, en nuestro país los jueces de letras poseen competencia en única
instancia para resolver las causas civiles y de comercio cuya cuantía no exceda de
10 UTM; las CDA conocen en única instancia de los recursos de casación en la forma
en contra de las sentencias de los juzgados de letras de su territorio jurisdiccional o
uno de sus ministros, de los recursos de queja en contra de jueces de letras, jueces
de policía local, jueces árbitros y órganos que ejerzan jurisdicción dentro de su
territorio jurisdiccional; y de las consultas de las sentencias civiles y criminales
dictadas por esos mismos tribunales; y la CS conoce de la mayoría de los asuntos en
única instancia, como ocurre con el recurso de casación en la forma contra las
sentencias de las CDA, recurso de casación en el fondo; recursos de queja en contra
de tribunales no comprendidos en la letra anterior, etc. La excepción, es que la CS
conozca de asuntos en segunda instancia, como ocurre con los recursos de amparo,
protección y amparo económico. En el proceso penal, los tribunales de juicio oral
ejercen su competencia en única instancia, puesto que en contra de sus resoluciones
no es procedente el recurso de apelación. Igualmente, los juzgados de garantía
ejercen competencia por regla general en única instancia, puesto que sólo procede
el recurso de apelación respecto de las resoluciones expresamente previstas por el
legislador, siendo la resolución más trascendente respecto de la cual se contempla el
recurso de apelación la sentencia definitiva que se pronuncia por el juez de garantía
en el procedimiento abreviado.
b) Tribunales de primera instancia son aquellos tribunales que se resuelve el conflicto,
procediendo el recurso de apelación en contra de la sentencia que se pronuncia, para
que ella sea revisada por el tribunal superior jerárquico. Actualmente, en nuestro país
los jueces de letras, sean ordinarios o especiales, son los depositarios de la casi
plenitud de la competencia para conocer de los asuntos en la primera instancia. Las
CDA excepcionalmente poseen competencia en primera instancia para conocer de
los desafueros, recursos de amparo, protección, y amparo económico, procesos de
amovilidad contra jueces de letras y otros asuntos que las leyes le encomienden.
c) Tribunales de segunda instancia son aquellos tribunales que conocen del recurso
de apelación interpuesto en contra de la sentencia pronunciada por el tribunal de
primera instancia. Actualmente, en nuestro país las CDA, sea respecto de tribunales
ordinarios o especiales, son las depositarias de la casi plenitud de la competencia
para conocer de los asuntos en la segunda instancia. La CS conoce de algunos
asuntos en segunda instancia, como ocurre con los recursos de amparo, protección
y amparo económico. El concepto de segunda instancia que actualmente predomina
en materia civil no es el amplio, sino que un concepto restringido, en cuanto a que el
tribunal de segunda instancia solo posee una competencia específica para conocer
de las peticiones formuladas por los recurrentes, sin que como regla general se
posibilite rendir nuevas pruebas y agregar hechos nuevos.
11. En atención a la forma en que resuelven el conflicto. Los tribunales en atención a la forma
en que deben fundamentar sus sentencias para resolver el conflicto promovido ante ellos se
clasifican en tribunales de derecho y tribunales de equidad.
a) Tribunales de derecho son aquellos que deben pronunciar su sentencia para
resolver el conflicto con sujeción a lo establecido en la ley. En nuestro derecho, la
regla general es que los tribunales sean de derecho, puesto que sólo en defecto de
la ley se encuentran facultados para resolver el conflicto aplicando los principios de
equidad (art. 170 Nº5 CPC).
b) Tribunales de equidad son aquellos que se encuentran facultados para pronunciar
su sentencia aplicando los principios de equidad. Uno de los ej. más claros de
tribunales de equidad en nuestro ordenamiento jurídico son los árbitros arbitradores,
puesto que ellos se encuentran facultados para fallar obedeciendo a lo que su
prudencia y equidad le dictaren.

BASES DEL EJERCICIO DE LA JURISDICCIÓN

El ejercicio de la función jurisdiccional se encuentra entregado a los tribunales establecidos por la ley,
de acuerdo a lo previsto en el art. 76 CPR.

Para el adecuado ejercicio de la función jurisdiccional por parte de los tribunales, se han establecido
diversos principios fundamentales en la CPR, en el COT y en otros cuerpos legales.

Estos principios para el ejercicio de la función jurisdiccional son esenciales y han permanecido casi
inalterables durante la historia constitucional.

Varias de las bases que se establecen para el ejercicio de la función jurisdiccional se encuentran
estrechamente vinculadas con los principios formativos del procedimiento. Ello resulta lógico puesto
que los principios en los cuales se sustenta el establecimiento y funcionamiento de los órganos
jurisdiccionales deben necesariamente guardar la correspondiente armonía con los que regulan el
desarrollo de un procedimiento para arribar a la resolución de un conflicto.

De acuerdo con lo expuesto, las bases para el ejercicio de la jurisdicción son todos aquellos principios
establecidos por la ley para el adecuado y eficiente funcionamiento de los órganos jurisdiccionales.

Las principales bases para el ejercicio de la función jurisdiccional son:

1. Legalidad.
2. Independencia.
3. Inamovilidad.
4. Responsabilidad.
5. Territorialidad.
6. Jerarquía o grado.
7. Publicidad.
8. Sedentariedad.
9. Pasividad.
10. Competencia común.
11. Inavocabilidad.
12. Inexcusabilidad.
13. Gratuidad.
14. Autogeneración incompleta.
15. Estatuto de los jueces.
16. Continuatividad.
 Subrogación: es el reemplazo automático y que opera por el solo ministerio de la ley
respecto de un juez o de un tribunal colegiado, que están impedido para el
desempeño de sus funciones. La subrogación opera tanto respecto de tribunales
unipersonales como de los tribunales colegiados. En este último caso, la subrogación
sólo opera cuando el impedimento o inhabilidad afecta a todo el tribunal y no solo a
algunos miembros de éste, puesto que en tal caso se deben aplicar las normas de
integración.
 Integración: es el reemplazo por el sólo ministerio de la ley de alguno o algunos de
los ministros de los tribunales colegiados que estén impedidos o inhabilitados para el
desempeño de sus funciones. La integración sólo opera tratándose de los tribunales
colegiados y ella tiene por objeto completar el quórum necesario para que pueda
funcionar el tribunal colegiado.

LOS TRIBUNALES ORDINARIOS

LAS CORTES DE APELACIONES

Las CDA están reguladas en el título V del COT. En dicho título se reglamentan sucesivamente la
organización y atribuciones de las CDA, los acuerdos de las CDA y las atribuciones de los Presidentes
de éstas.

Las CDA son tribunales ordinarios, colegiados, letras, de derecho y permanentes, que ejercen sus
funciones dentro de un territorio que es normalmente una región o parte de una región y son
depositarias de la casi totalidad de la competencia de segunda instancia, conociendo además en única
instancia o primera instancia de los demás asuntos que las leyes les encomienden. Están compuestas
por un número variable de jueces llamados ministros, uno de los cuales es su Presidente y hay 17
CDA en todo el país. Son superiores jerárquicos de los jueces de garantía, de los tribunales orales en
lo penal y de los jueces de letras, y dependen de la CS.

Requisitos para ser ministro o fiscal de una CDA

1. Ser chileno.
2. Tener el título de abogado.
3. Haber aprobado el programa de perfeccionamiento profesional para ser Ministro de CDA.
4. Poseer determinada experiencia funcionaria.
En ningún caso podrá ser ministro de CDA quien no haya desempeñado efectiva y continuamente la
función de juez letrado por un año a lo menos, sin perjuicio de cumplir, además, con la antigüedad en
la categoría contemplada en el art. 280 COT.

Ello es sin perjuicio de regir la regla general de promoción, consistente en que no se podrá promover
a una categoría superior al funcionario que tenga menos de 3 años de servicios en su categoría, salvo
que en la inmediatamente inferior hubiere servido más de 5 años, en cuyo caso necesitará de sólo
uno. Podrá, no obstante, ser ascendido si no se interesare por el cargo ningún funcionario que
desempeñe un cargo de la misma categoría del que se trata de proveer o que tenga 3 años o más de
servicios en la categoría inmediatamente inferior (art. 280 COT).

Nombramiento

Los ministros de las CDA son designados por el Presidente de la República de una terna
confeccionada para tal efecto por la CS.

Las ternas para proveer los cargos de los Ministros de las CDA deben formarse con el juez de tribunal
de juicio oral en lo penal, el juez de letras o el juez de juzgado de garantía más antiguo de asiento de
Corte calificado en lista de méritos y que exprese interesarse en el cargo y con ministros de CDA o
integrantes de la segunda y tercera categoría que se hubieren opuesto al concurso elegidos de
conformidad a lo establecido en el art. 281 CC.

Características de las CDA

1. Son tribunales ordinarios.


2. Son tribunales colegiados, compuestos por un número variable de miembros, llamados
ministros.
3. Son tribunales letrados y de derecho.
4. Son tribunales permanentes, puesto que sus miembros permanecen en el cargo mientras
dure su buen comportamiento.
5. Ejercen sus funciones dentro de un determinado territorio jurisdiccional, que generalmente es
una región o parte de una región. Actualmente hay 17 CDA (La CDA de Arica, Iquique,
Antofagasta, Copiapó, La Serena, Valparaíso, Santiago, San Miguel, Rancagua, Talca,
Chillán, Concepción, Temuco, Valdivia, Puerto Montt, Coyhaique y Punta Arenas.
6. Tiene la plenitud de la competencia en segunda instancia, pues la ley les asigna el
conocimiento de los recursos de apelación que se deduzcan en contra de las resoluciones
dictadas por los jueces de letras.
7. Son tribunales de competencia común, pues conocen indistintamente de causas civiles,
laborales, policía local, tributarias y aduaneras, etc.
8. Sus miembros están afectos a responsabilidad criminal, civil, disciplinaria y política.

Organización

Las CDA tienen una organización administrativa más completa que los jueces de letras, poseyendo
un personal compuesto de ministros, fiscales, relatores, secretarios y oficiales de secretaría.
Los ministros tienen el rango y precedencia correspondiente a su antigüedad en la categoría
correspondiente del escalafón.

Las CDA son regidas por un Presidente. Sus funciones duran un año contado desde el 1ero de Marzo
y son desempeñadas por los miembros del tribunal turnándose cada uno por orden de antigüedad en
la categoría del correspondiente escalafón.

Los fiscales judiciales son los funcionarios judiciales que ejercen el Ministerio Público ante los
tribunales colegiados.

Los relatores son los funcionarios encargados de efectuar al tribunal una exposición metódica y
sistemática del contenido del expediente, llamada “relación”, que permite a éste resolver
adecuadamente las causas sometidas a su conocimiento.

Los secretarios son funcionarios encargados de dar fe de las resoluciones expedidas por el tribunal
y velar por el buen funcionamiento de la secretaría, sin perjuicio de otras funciones que la ley les
señale en asuntos específico como los del trabajo.

Los oficiales de secretaría cumplen funciones subalternas. Corresponde al oficial 1º subrogar al


secretario.

El número de funcionarios de cada CDA es variable. Actualmente las CDA tienen, como resultado de
la aplicación de los arts. 56, 58, 59 y 60 COT, el siguiente personal:

 CDA de Santiago: 34 ministros, 6 fiscales judiciales, 23 relatores y 3 secretarios.


 CDA de San Miguel: 19 ministros, 4 fiscales judiciales, 12 relatores y 2 secretarios.
 CDA de Valparaíso: 16 ministros, 3 fiscales judiciales, 11 relatores y 1 secretario.
 CDA de Concepción: 19 ministros, 3 fiscales judiciales, 11 relatores y 1 secretario.
 CDA de Arica, Antofagasta, La Serena, Rancagua, Talca, Temuco y Valdivia: 7 ministros, 2
fiscales judiciales (con excepción de Arica, que tiene 1), 5 relatores y 1 secretario.
 CDA de Iquique, Copiapó, Chillán, Puerto Montt, Coyhaique y Punta Arenas: 4 ministros, 1
fiscal judicial, 3 relatores (con excepción de Chillán, que tiene 2 relatores) y 1 secretario.

Funcionamiento de las CDA

El COT distingue entre el funcionamiento en pleno y en sala y, además, el funcionamiento


ordinario y extraordinario, generándose este último según si existe o no retardo (se entiende que
hay retardo, cuando dividido el total de las causas en estado de tabla y de las apelaciones que deban
conocerse en cuenta, inclusive las criminales, por el número de salas, el cuociente es superior a ciento,
conforme a la regla del art. 62 COT.

En funcionamiento ordinario, las CDA trabajan en pleno. Aun cuando esta regla se enuncia como
general, ella en la práctica constituye la excepción.

En el funcionamiento extraordinario, las CDA sesionan dividiéndose en salas de tres miembros cada
una. Para los efectos de completar el número de tres miembros, las salas se integran con sus fiscales
judiciales y con los abogados integrantes. Las salas en las CDA no pueden funcionar con mayoría de
abogados integrantes.

El quórum necesario para el funcionamiento del pleno es de la mayoría absoluta de los miembros que
se componga la CDA. Las salas no podrán funcionar sin la concurrencia de tres jueces como mínimo.

Hay que tener presente que ciertas materias son de conocimiento de las salas y otras del pleno:

 Conforme a lo previsto en el art. 66 COT, el conocimiento de los asuntos jurisdiccionales


propiamente tales, corresponde a las salas sin otra excepción que las siguientes:
 Los juicios de amovilidad seguidas en contra de los jueces de letras.
 Los recursos de apelación, casación en la forma y las consultas que inciden en los
juicios de que conoce en primera instancia el Presidente de la CDA de Santiago, pues
corresponde al pleno pronunciarse sobre tales recursos y consultas.
 En cambio, con arreglo a lo prescrito en el art. 66 COT, el conocimiento de los asuntos
disciplinarios, administrativos y económicos corresponde al pleno, sin otras excepciones
de las siguientes:
 Los recursos de queja son conocidos y fallados por las salas, sin perjuicio de que la
aplicación de medidas disciplinarias le corresponde al pleno.
 La aplicación de medidas disciplinarias por faltas cometidas mientras las salas están
en funciones, corresponde a esas mismas salas.

Competencia

Las CDA conocen en salas y en pleno, y además, en única, primera y segunda instancia, otras
materias aparte del recurso de apelaciones que es, si se puede así decir, su misión fundamental:

INSTANCIA EN SALA EN PLENO


ÚNICA a) Recurso de casación en la forma que se
interponga en contra de sentencias
pronunciadas por jueces de letras de su
territorio o uno de sus ministros o en contra de
las sentencias definitivas de primera instancia
dictadas por jueces árbitros. En el nuevo
sistema procesal penal, no se contempla la
existencia del recurso de casación en la forma.

b) De los recursos de nulidad interpuestos en


contra de sentencias definitivas dictadas por un
tribunal con competencia en lo criminal, cuando
corresponda de acuerdo a la ley procesal
penal. Sólo rige en el nuevo sistema procesal
penal, ya que el recurso de nulidad es propio
sólo de él.

c) De los recursos de nulidad interpuestos en


contra de sentencias definitivas dictadas por un
tribunal con competencia en lo laboral, cuando
corresponda de acuerdo al Código del Trabajo.
d) De los recursos de queja que se deduzcan
en contra de jueces de letras, jueces de Policía
local, jueces árbitros, y órganos que ejerzan
jurisdicción dentro de su territorio jurisdiccional.

e) De la extradición activa.

f) De las solicitudes que se formulen, de


conformidad a la ley procesal, para declarar si
concurren las circunstancias que habilitan a la
autoridad requerida para negarse a
proporcionar determinada información, siempre
que la razón invocada no fuere que la
publicidad pudiere afectar la seguridad
nacional.

g) Recursos de hecho.


h) Recusaciones contra jueces de letras, uno


de sus ministros y peritos nombrados por ella
(art. 204 del C.O.T. y 113 C.P.C.).


i) Contiendas de competencia en su caso (art.


190 COT y 2o transitorio letra b de la Ley
19.708. 


j) Recurso de ilegalidad contra acuerdos de


Municipalidades.


k) Otros asuntos que las leyes le encomiendan


conocer.

PRIMERA a) Recursos de amparo. a) Juicios de amovilidad contra jueces de letras.

b) Recursos de protección. b) Desafuero de las personas a quienes les fueren


aplicables los incisos segundo, tercero y cuarto del
c) Los demás asuntos que las leyes le art. 61 CPR.
encomienden conocer en primera instancia.
c) Ejercicio de facultades disciplinarias,
administrativas y económicas.

SEGUNDA a) Apelación de causas civiles, de familia, del a) Calificaciones 275 inc.3 COT.

trabajo y de actos no contenciosos de que
hayan conocido en primera los jueces de letras
b) Apelación, casación en la forma y consulta en
de su territorio jurisdiccional o uno de sus
Competencia Especial Pleno de la Corte de
ministros; de las apelaciones interpuestas en
contra de las resoluciones dictadas por un juez Apelaciones de Santiago.

de garantía; y de las consultas de las
sentencias civiles dictadas por los jueces de c) Juicios de amovilidad, acusaciones y demandas
letras. civiles contra Ministros y Fiscal de la Corte
Suprema, conocidas por su Presidente en primera
Apelaciones contra sentencia de árbitros de instancia.
derecho en asuntos de competencia de los
jueces de letras; En el nuevo proceso penal,
sólo se conoce de las apelaciones interpuestas
en contra de ciertas y determinadas
resoluciones dictadas por un juez de garantía,
no contemplándose nunca la consulta. Por otra
parte, la consulta y la apelación no se
contemplan en contra de la sentencia dictada
por un tribunal de juicio oral en lo penal, las que
si son procedentes en el antiguo proceso penal.

b) Recurso de apelación contra ciertas


sentencias de Jueces de Policía Local y del
Director de Impuestos Internos cuando este
actúa como tribunal de primera instancia, hoy
procede en contra de ciertas sentencias
pronunciadas por los jueces tributarios y
aduaneros.

c) Conoce de las consultas y apelaciones de las


resoluciones dictadas por los jueces del crimen
o de un Ministro de Corte de Apelaciones o
Presidente de Corte de Apelaciones de
Santiago.

d) Demás asuntos que las leyes le


encomiendan conocer en esta instancia.

La manera como las CDA conocen y resuelven los asuntos sometidos a su decisión

Dentro del funcionamiento de las CDA, debemos preocuparnos especialmente de la manera como
ellas conocen y resuelven los asuntos sometidos a su decisión, teniendo presente que las CDA son
tribunales colegiados y que pueden funcionar en salas o en pleno.

Para estos efectos, es menester distinguir si el asunto sometido a la decisión de la CDA requiere o no
de tramitación antes de ser resuelto.

1. Si el asunto requiere de tramitación antes de ser resuelto, dicha tramitación corresponderá


a la llamada “sala tramitadora”, que es la primera sala cuando la CDA se componga de más
de una sala. La sala tramitadora conoce de los asuntos que requieren de una tramitación
previa a su resolución, por la cuenta diaria que debe dar el secretario respecto de las
solicitudes que fueren presentadas por los litigantes (recuérdese que en ciertos casos la
cuenta debe ser dada por el relator). La sala tramitadora va ordenando la tramitación del
proceso mediante resoluciones que son dictadas con la concurrencia de todos sus miembros,
luego de tomar conocimiento de las solicitudes a través de la cuenta. Con todo, las
providencias de mera substanciación pueden ser dictadas por un solo ministro. En efecto, las
resoluciones que se dicten durante la tramitación del asunto pueden ser de distinta naturaleza
y complejidad.
2. Si el asunto no requiere de tramitación antes de ser resuelto, o si la tramitación respectiva
está cumplida, la CDA debe entrar a resolverlo en sala o en pleno, según corresponda. Las
CDA deben resolver los asuntos sometidos a su conocimiento “en cuenta” o en “previa vista
de la causa”.

La resolución en cuenta significa que procederá a fallarlos con la cuenta que les dé el secretario o
relator, sin que exista fijación de la causa en tabla y alegato de los abogados.

La resolución en previa vista de la causa significa que procederá a fallarlos luego que se cumplan
ciertos actos que en su conjunto reciben la denominación de “vista de la causa” (como la relación que
debe hacer el relator y los alegatos que pueden hacer los abogados).

En consecuencia, la tramitación del asunto sometido a la decisión de la CDA debe necesariamente


concluir con una resolución que ordena “dese cuenta” o con una resolución que ordena “autos en
relación”.

El problema consiste en saber cuándo la CDA debe resolver los asuntos en cuenta o cuándo debe
resolver previa vista de ellos, pues el art. 68 COT se limita a expresar que “las CDA resolverán los
asuntos en cuenta o previa vista de ellas, según corresponda”, sin señalar cuando debe procederse
de una u otra manera.

Una interpretación sistemática de nuestro ordenamiento procesal permite concluir que los asuntos
jurisdiccionales se resuelven en previa vista de la causa, y que los asuntos relativos a las
atribuciones disciplinarias, económicas y conservadoras de los tribunales se resuelven en
cuenta. Ello, sin perjuicio de algunas excepciones tales como las cuestiones relativas a la deserción
del recurso de apelación, órdenes de no innovar en recurso de apelación, sobreseimientos temporales
y sentencias definitivas consultadas sin informe desfavorable del fiscal (que, siendo asuntos
jurisdiccionales, se resuelven en cuenta por expresa disposición de la ley), y, por otra parte; los
recursos de queja, que siendo de carácter disciplinario, deben fallarse previa vista de la causa por
mandato de la ley o como los recursos de amparo y protección que emana de facultades
conservadoras y tienen señaladas tramitaciones especiales. Sin embargo, las principales
modificaciones respecto a asuntos jurisdiccionales que se ven en cuenta son los siguientes:

1. La apelación de toda resolución que no sea sentencia definitiva se verá en cuenta, a menos
que cualquiera de las partes, dentro del plazo para comparecer en segunda instancia, solicite
alegatos. Vencido este plazo, el tribunal de alzada ordenará traer los autos en relación, si se
hubieren solicitado oportunamente alegatos. De lo contrario, el Presidente de la Corte
ordenará dar cuenta y procederá a distribuir, mediante sorteo, la causa entre las distintas salas
en que funcione el tribunal. Las Cortes deberán establecer horas de funcionamiento adicional
para el conocimiento y fallo de las apelaciones que se vean en cuenta.
2. La consulta de la sentencia definitiva en el juicio de Hacienda se ve en cuenta para el sólo
efecto de ponderar si esta se encuentra ajustada a derecho.

En el proceso penal se han contemplado normas especiales respecto de la vista de la causa en los
recursos (apelación y nulidad), dado que en ellos se establece expresamente que “la audiencia se
iniciará con el anuncio, tras el cual, sin mediar relación, se otorgará la palabra a él o los recurrentes
para que expongan los fundamentos del recurso, así como las peticiones concretas que formularen.
Luego se permitirá intervenir a los recurridos y finalmente se volverá a ofrecer la palabra a todas las
partes con el fin de que formulen aclaraciones respecto de los hechos o de los argumentos vertidos
en el debate. En cualquier momento del debate, cualquier miembro del tribunal podrá formular
preguntas a los representantes de las partes o pedirlas que profundicen su argumentación o la refieran
a algún aspecto específico de la cuestión debatida”.

La vista de la causa

La vista de la causa es un trámite complejo, pues está compuesto de varios actos. Los actos que
componen la vista de la causa son, según el orden que se realizan, los siguientes:

1. La notificación de las resoluciones que ordenan traer los autos en relación.


2. La fijación y colocación material de la causa en tabla.
3. El anuncio de la iniciación de la vista de la causa propiamente tal.
4. La relación.
5. Los alegatos.
No existe unanimidad para calificar estos actos como propios de la vista de la causa, pues se suele
afirmar que los dos o tres primeros son “actos previos a la vista de la causa” y que los tres o dos
siguientes constituyen propiamente “la vista de la causa (anuncio, relación y alegato). Como quiera
que sea, el hecho es que deben cumplirse todos estos actos para que la CDA quede en condiciones
de resolver el asunto sometido a su decisión.

 La notificación del decreto que manda traer los autos en relación.

Como se ha dicho, la resolución que concluye la tramitación de un asunto ante una CDA puede ser
aquella que ordena traer los autos en relación, si corresponde en la especie el trámite de la vista de la
causa. Esta resolución debe ser notificada a las partes para que produzca los efectos legales
pertinentes. A partir de ese momento, el asunto queda “en estado de tabla”, toda vez que se ha
puesto término a su tramitación.

 La fijación de la causa en tabla.

Los asuntos que queden en “estado de tabla” deben ser incluidos en ellas para los efectos de su vista,
según el orden de la conclusión de su tramitación y no según el orden de su ingreso a la CDA. Se
consideran expedientes en estado de relación aquellos que hayan sido previamente revisados y
certificados al efecto por el relator que corresponda.

Sin embargo, el art. 162 CPC establece una serie de excepciones que configuran las denominadas
“causas que gozan de preferencia”, esto es, que se incorporan con antelación a otras causas para
su vista sin respetar el orden de conclusión de su tramitación.

En efecto, en el inc.2 del art. 162 CPC se dispone que gozarán de preferencia para su vista:

a) Deserción de recursos.
b) Depósito de personas.
c) Alimentos provisionales.
d) Cuestiones de competencia.
e) Acumulaciones.
f) Recusaciones.
g) Desahucio.
h) Juicios sumarios y ejecutivos.
i) Las que el tribunal, fundado en circunstancias calificadas, decida darles preferencia.
j) Los recursos de apelación en los cuales se hubiere concedido orden de no innovar de acuerdo
a lo previsto en el art. 192 CPC.
k) El recurso de queja de acuerdo a lo establecido en la letra c) del art. 549 COT.

El que una causa goce de preferencia significa que se debe anteponer a los otros asuntos desde que
estén en estado para su vista y fallo.

Corresponde al Presidente de la CDA formar la tabla para la semana siguiente, obligación que debe
cumplir en el último día hábil de cada semana, con las exigencias establecidas en el art. 163 CPC,
esto es, debe individualizar las causas con el nombre de las partes en la forma como aparece en la
carátula del expediente y debe señalar el día en que debe verse y el número de orden que le
corresponde (en la práctica se suele agregar en la tabla el número de la sala ante la cual se hará la
vista de la causa, el nombre del relator que tendrá a su cargo la relación, e incluso mediante
abreviaturas la materia de la vista de la causa). Además, los relatores, en cada tabla, deberán dejar
constancia de las suspensiones solicitadas por alguna de las partes o de común acuerdo y de la
circunstancia de haberse agotado o no el ejercicio de tal derecho. Naturalmente, se podrá incurrir en
errores al fijarse la causa en tabla, y al respecto el art. 165 CPC establece que los errores, cambios
de letras, alteraciones no sustanciales de los nombres o apellidos de las partes no impiden la vista de
la causa. Pero si estamos ante errores substanciales, esto es, los errores que se traducen en la pérdida
de la individualidad de la causa y que pueden producir la consiguiente indefensión, vician de nulidad
el acto de fijar la causa en tabla.

En todo caso, el Presidente al confeccionar la tabla debe tener presente que en ella deberán figurar
todos los recursos de carácter jurisdiccional que inciden en una misma causa, cualquiera sea su
naturaleza, pues se acumularán y deberán resolverse conjuntamente.

La tabla debe fijarse en un lugar visible, requisito que se cumple en la práctica fijando un ejemplar de
la tabla en un fichero general y otro ejemplar en la puerta de la sala que corresponda.

En las tablas deberá designarse un día de la semana para conocer las causas criminales y otro día
distinto para conocer de las causas de familia, sin perjuicio de la preferencia que la ley o el tribunal les
acuerden.

Las consultas o apelaciones en juicios de nulidad de matrimonio se ven en audiencia especial después
de la hora de audiencia.

Las CDA deberán establecer horas de funcionamiento adicional para el conocimiento y fallo de las
apelaciones que se vean en cuenta.

Si la CDA funciona en varias salas, el Presidente debe formar tantas tablas como salas haya, y debe
distribuir las causas entre ellas por sorteo. Excepcionalmente, no se sortean las causas radicadas
como los recursos de amparo, las apelaciones que se deduzcan en un mismo proceso respecto de la
resolución del auto de procesamiento de cualquiera de los inculpados, de la resolución que no da lugar
a pronunciarlo, o que acoge o rechaza la petición de modificarlo o dejarlo sin efecto, y las apelaciones
o consultas relativas a la libertad provisional de los inculpados o procesados, cuando una sala haya
conocido por primera vez de estos recursos, apelaciones o consultas, pues en tales casos estos
asuntos deben verse precisamente por dicha sala. La radicación operará incluso si no se procediere
a la vista de la causa por desistimiento del recurrente o por cualquier otro motivo.

En el nuevo proceso penal se contempla la radicación respecto de los recursos de amparo y las
apelaciones relativas a la libertad de los imputados u otras medidas cautelares personales en su contra
serán de competencia de la sala que haya conocido por primera vez del recurso o de la apelación, o
que hubiere sido designada para tal efecto, aunque no hubiere entrado a conocerlo.

Serán agregados extraordinariamente a la tabla del día siguiente hábil al de su ingreso al tribunal, o el
mismo día, en casos urgentes:

a) Las apelaciones relativas a la prisión preventiva de los imputados u otras medidas cautelares
personales en su contra.
b) Los recursos de amparo.
c) Las demás que determinen las leyes.

 La instalación del tribunal. El retardo o la suspensión de la vista de la causa.

La vista de la causa debe hacerse en el día y en el orden establecido en la tabla, para cuyo efecto es
menester que previamente se instale el tribunal. La instalación del tribunal debe hacerla el Presidente
de la Corte, quien debe llamar, si fuere necesario, a los funcionarios que deben integrar cada sala. El
Presidente debe levantar un acta de instalación en la que señalará el nombre de los ministros
asistentes y de los inasistentes, expresando la causa de inasistencia.

Instalado el tribunal, debe iniciarse la audiencia, procediéndose a la vista de las causas en el orden
en que aparecen en la tabla. Sin embargo, dicho orden puede verse alterado por la existencia de
causas que tengan preferencia para verse o cuando alguno de los abogados tienen otra vista o
comparecencia. En estos casos, se dice que la vista de la causa “se retarda”. Las causas que tienen
preferencia para verse antes son aquellas cuya vista quedó interrumpida en el día anterior y que en
consecuencia debe continuarse el día siguiente, y las llamadas “causas agregadas”, esto es, las
causas que gozan de una preferencia especial que permite que sean agregadas para su vista con
antelación a la tabla ordinaria y en los primeros lugares (como es el caso de la libertad provisional,
recurso de amparo y de protección).

La vista de la causa puede suspenderse, es decir, es posible que la causa no se vea el día fijado para
ese efecto. Ello ocurrirá en los casos que señala el mismo art. 165 CPC (por impedirlo el examen de
causas que la antecedan, por solicitarlo de común acuerdo las partes, por muerte del abogado
patrocinante, del procurador o litigante que gestione por sí en el pleito, por petición de alguna de las
partes, etc. ).

Entre los casos que permiten la suspensión de la vista de la causa tiene especial importancia el caso
de suspensión a petición de alguna de las partes, las que podrán hacer uso de este derecho por una
sola vez. Esta última limitación plantea el problema de saber si debe entenderse ejercido este derecho
cuando la causa no hubiere podido verse por otra razón como por ej., por haberlo impedido el examen
de otras causas. El legislador estableció una regla legal que modificó el criterio sentado por nuestros
tribunales, quienes entenderían que la facultad sólo se entiende agotada si la vista sobrepasa el
número que corresponde en la tabla a la causa suspendida. En la actualidad, se establece
perentoriamente que “la sola presentación del escrito de suspensión extingue ese derecho aún si la
causa no se ve por cualquier otro motivo”. El derecho a suspender no procederá respecto del amparo.

El escrito en que se solicita la suspensión debe ser presentado hasta las doce horas del día hábil
anterior a la audiencia correspondiente. La solicitud presentada fuera de plazo será rechazada de
plano.

Las causas que se ordene tramitar, las suspendidas y, las que por cualquier motivo, no hayan de
verse, serán anunciadas en la tabla antes de comenzar la relación de las demás. Asimismo, en esa
oportunidad deberán señalarse aquellas causas que no se verán durante la audiencia, por falta de
tiempo. La audiencia se prorrogará si fuere necesario, hasta la última de las causas que resten en en
la tabla.

En el nuevo proceso penal, se establece la prohibición de suspender la vista de la causa de un recurso


por falta de integración del tribunal. Al efecto, se señala que no podrá suspenderse la vista de un
recurso penal por falta de jueces que pudieren integrar la sala. Si fuere necesario, se interrumpirá la
vista de recursos civiles para que se integren a la sala jueces no inhabilitados. En consecuencia, la
audiencia sólo si no se alcanzare, con los jueces que conformaren ese día el tribunal, el mínimo de
miembros no inhabilitados que debieren intervenir en ella.

Por otra parte, el art. 357 CPP nos señala que la vista de los recursos penales no podrá suspenderse
por las causales 1, 5, 6 y 7 del art. 165 CPC.

Si en la causa hubiere personas privadas de libertad, sólo se suspenderá la vista de la causa por
muerte del abogado del recurrente, del cónyuge o de alguno de sus ascendientes o descendientes,
ocurrida dentro de los ocho días anteriores al designado para la vista del recurso.

En los demás casos la vista sólo podrá suspenderse si lo solicitare el recurrente o todos los
intervinientes facultados para concurrir a ella, de común acuerdo. Este derecho podrá ejercerse una
sola vez por el recurrente o por todos los intervinientes, por medio de un escrito que deberá
presentarse hasta las doce horas del día hábil anterior a la audiencia correspondiente, a menos que
la agregación de la causa se hubiere efectuado con menos de setenta y dos horas antes de la vista,
caso en el cual la suspensión podrá solicitarse hasta antes de que comenzare la audiencia.

Art. 165 CPC. “Sólo podrá suspenderse en el día designado al efecto la vista de una causa,
o retardarse dentro del mismo día:
1° Por impedirlo el examen de las causas colocadas en lugar preferente, o la continuación de
la vista de otro pleito pendiente del día anterior;
2° Por falta de miembros del tribunal en número suficiente para pronunciar sentencia;
3° Por muerte del abogado patrocinante, del procurador o del litigante que gestione por sí en
el pleito.
En estos casos, la vista de la causa se suspenderá por quince días contados desde la
notificación al patrocinado o mandante de la muerte del abogado o del procurador, o desde la muerte
del litigante que obraba por sí mismo, en su caso.
4° Por muerte del cónyuge o de alguno de los descendientes o ascendientes del abogado
defensor, ocurrida dentro de los ocho días anteriores al designado para la vista;
5° Por solicitarlo alguna de las partes o pedirlo de común acuerdo los procuradores o los
abogados de ellas.
Cada parte podrá hacer uso de este derecho por una sola vez. En todo caso, sólo podrá
ejercitarse este derecho hasta por dos veces, cualquiera que sea el número de partes litigantes, obren
o no por una sola cuerda. La suspensión de común acuerdo procederá por una sola vez.
El escrito en que se solicite la suspensión deberá ser presentado hasta las doce horas del día
hábil anterior a la audiencia correspondiente. La solicitud presentada fuera de plazo será rechazada
de plano. La sola presentación del escrito extingue el derecho a la suspensión aun si la causa no se
ve por cualquier otro motivo. Este escrito pagará en la Corte Suprema un impuesto especial de media
unidad tributaria mensual y en las Cortes de Apelaciones de un cuarto de unidad tributaria mensual y
se pagará en estampillas de impuesto fiscal que se pegarán en el escrito respectivo.
El derecho a suspender no procederá respecto del amparo;
6° Por tener alguno de los abogados otra vista o comparecencia a que asistir en el mismo día
ante otro tribunal.
El presidente respectivo podrá conceder la suspensión por una sola vez o simplemente
retardar la vista, atendidas las circunstancias. En caso que un abogado tenga dos o más vistas en el
mismo día y ante el mismo tribunal, en salas distintas, preferirá el amparo, luego la protección y en
seguida la causa que se anuncie primero, retardándose o suspendiéndose las demás, según las
circunstancias; y
7° Por ordenarlo así el tribunal, por resolución fundada, al disponer la práctica de algún trámite
que sea estrictamente indispensable cumplir en forma previa a la vista de la causa. La orden de traer
algún expediente o documento a la vista, no suspenderá la vista de la causa y la resolución se cumplirá
terminada ésta.
Las causas que salgan de tabla por cualquier motivo volverán a ella al lugar que tenían.
Los errores, cambios de letras o alteraciones no substanciales de los nombres o apellidos de
las partes no impiden la vista de la causa.
Los relatores, en cada tabla, deberán dejar constancia de las suspensiones ejercidas de
conformidad a la causal del N° 5° y de la circunstancia de haberse agotado o no el ejercicio de tal
derecho”.

 El anuncio.

Las causas que se ordenen tramitar, las suspendidas y las que por cualquier motivo no hayan de
verse, serán anunciadas antes de comenzar la relación de las demás. Asimismo, en esa oportunidad
deberán señalarse aquellas causas que no se verán durante la audiencia por falta de tiempo. La
audiencia se prorrogará si fuere necesario, hasta ver la última de las causas que resten en la tabla.

Los abogados que quisieren hacer uso de su derecho de alegar deberán anunciarse personalmente
con el respectivo relator, antes del inicio de la audiencia en que deba verse la causa, indicando el
tiempo aproximado que emplearán en su alegato, circunstancia que se hará constar en el expediente.

Después de la vista de la causa, el relator certificará si el abogado alegó, o no concurrió a la audiencia


a oír la relación y hacer el alegato.
El art. 163 CPC exige que llegado el momento en que debe iniciarse la vista de la causa, se anuncie
ese hecho mediante la colocación en un lugar conveniente el respectivo número de orden, el cual se
mantendrá fijo hasta que se pase a otro asunto.

 La relación.

Una vez anunciada la causa, debe procederse a su relación. Con todo, el relator debe cumplir
previamente con ciertas obligaciones que le impone la ley, a saber:

a) Si el tribunal está integrado por personas que no figuran en el acta de instalación, el relator
hará saber sus nombres a las partes o a sus abogados para que puedan hacer valer las
implicancias y recusaciones que correspondan. En estos casos, el reclamado que se deduzca
debe formalizarse dentro de tercer día, suspendiéndose en el intertanto la vista de la causa.
b) El relator debe dar cuenta al tribunal de todo vicio u omisión sustancial que notare en el
proceso. En este caso, es posible que el tribunal orden que se complete la tramitación de la
causa, de modo que la causa “saldrá en trámite” y se suspenderá su vista, aunque
conservándose en número de orden. Al respecto, hay que tener presente que, de acuerdo al
Nº7 del art. 165 CPC, cuando se trata de traer algún expediente o documento a la vista, no se
suspenderá la vista de la causa y la resolución se cumplirá terminada ésta.
c) El relator debe dar cuenta al tribunal de las faltas o abusos que pudieran dar lugar al ejercicio
de las facultades disciplinarias del tribunal.

A continuación, el relator debe hacer la relación de la causa al tribunal, esto es, debe hacer una
exposición oral y sistemática para informar suficientemente al tribunal del asunto que debe resolverse.
La relación debiera ser pública, al igual que todos los actos procesales, pero en la práctica es un acto
de secreto relativo. No se permitirá el ingreso a la sala de los abogados una vez comenzada la relación.
Los ministros podrán durante la relación, formular las preguntas o hacer observaciones al relator, las
que, en caso alguno, podrán ser consideradas como causales de inhabilidad.

En caso que en un proceso penal uno o más de los abogados no tengan derecho a conocer del proceso
o de un cuaderno de éste, estos no podrán presenciar la relación.

En el nuevo proceso penal, debemos recordar que no se contempla el trámite de la relación para la
vista de los recursos.

 Los alegatos.

Los alegatos son defensas orales que pueden hacer los abogados habilitados para el ejercicio de la
profesión. No obstante, los postulantes que estén realizando su práctica profesional en las CAJ,
podrán hacer tales defensas ante las CDA y CM a favor de las personas patrocinadas por esas
entidades. Para estos fines, el representante de ellas deberá otorgar al postulante un certificado que
lo acredite como tal. Concluida la relación, se procederá a escuchar, en audiencia pública los alegatos
de los abogados que se hubieren anunciado.

Durante los alegatos, el Presidente de la sala podrá invitar a los abogados a que extiendan sus
consideraciones a cualquier punto de hecho o de derecho comprendido en el proceso, pero esta
invitación no obstará a la libertad del defensor para el desarrollo de su exposición. Una vez finalizados
los alegatos, y antes de levantar la audiencia, podrá también pedirles que precisen determinados
puntos de hecho o de derecho que considere importantes.

Está prohibido presentar, en la vista de la causa, defensas escritas o leer en dicho acto tales defensas,
sin embargo, al término de la audiencia, los abogados podrán dejar a disposición del tribunal una
minuta de sus alegatos.

Sólo puede alegar un abogado por cada parte. Debe alegar, en primer término, el abogado del
recurrente y, a continuación, el del recurrido sin perjuicio de que ambos, posteriormente, puedan hacer
uso de la palabra para rectificar solamente errores de hecho, sin poder replicar en lo concerniente a
puntos de derecho. Sin son varios los apelantes, alegarán los abogados en el orden que hayan
interpuesto las apelaciones. Si son varios los apelados, los abogados intervendrán por el orden
alfabético de aquéllos.
La duración de los alegatos de cada abogado se limitará a media hora. El tribunal, a petición del
interesado, podrá prorrogar el plazo por el tiempo que estime conveniente. La duración de las
alegaciones se limitará a una hora en los recursos de casación en la forma y ante la CS a dos en el
caso de la casación en el fondo. En los demás asuntos que conozca la CS, las alegaciones sólo,
podrán durar media hora. El tribunal podrá, sin embargo, por unanimidad, prorrogar por igual tiempo
la duración de las alegaciones. Con todo, si se tratare de una materia distinta de la casación, el tribunal
podrá prorrogar el plazo por simple mayoría.

En materia penal, el tribunal resolverá las apelaciones y consultas relativas a la libertad provisional sin
oír el alegato del abogado del inculpado o reo, si después de escuchada la relación no lo estima
necesario para concederla.

Concluidos los alegatos, debe entenderse terminada la vista de la causa. Como se podrá advertir, la
vista de la causa es un trámite de suma importancia y de allí que la ley la considera un "trámite o
diligencia esencial", cuya omisión puede acarrear la nulidad del fallo por vicio de casación en la forma.
La vista de la causa suele asimilarse a la citación para oír sentencia en primera instancia, y se dice
que ella constituye la citación para oír sentencia en la segunda instancia.

Terminada la vista de la causa, ésta puede ser fallada de inmediato o puede quedar en acuerdo. Las
causas pueden quedar en acuerdo en los siguientes casos:

a) Cuando se decrete una medida para mejor resolver (art. 227 CPC);
b) Cuando el tribunal manda, a petición de parte, informar en derecho. El término para informar
en derecho será fijado por el tribunal y no podrá exceder de 60 días, salvo acuerdo de las
partes.
c) Cuando el tribunal resuelve dejarla en acuerdo para hacer un mejor estudio de ella.

En estos casos, las causas civiles deben fallarse en un plazo no superior a 30 o 15 días, según si la
causa ha quedado en acuerdo a petición de varios o un Ministro (art. 82 COT) y tratándose de causas
penales deben ser falladas en una plazo de 6 días que se prorrogará hasta 20 días si uno o más de
los jueces lo pidiere para estudiar mejor el asunto (art. 526 inc. 2 CPP).

En el nuevo proceso penal, se establece como regla general respecto del fallo de los recursos en el
art. 358 CPP, que el tribunal pronunciará sentencia de inmediato o, si no fuere posible, en un día y
hora que dará a conocer a los intervinientes en la misma audiencia. La sentencia será redactada por
el miembro del tribunal colegiado que éste designare y el voto disidente o la prevención, por su autor.

Los acuerdos de las CDA

Toda sentencia que se pronuncia para el fallo de un asunto constituye un juicio lógico, que es
establecido luego de un examen preliminar sobre la trascendencia de los hechos, la interpretación de
los resultados de la prueba, la valorización de estos resultados, la construcción del hecho específico
concreto a base de los juicios singulares de hecho y la calificación jurídica de aquél, comparación de
hecho específico cuya certeza se ha establecido con el hecho específico legal y la determinación del
efecto jurídico.

Tratándose de un tribunal colegiado, el camino para arribar a la formulación de la sentencia que


resuelve el conflicto se dificulta notoriamente, en comparación a la sentencia emanada de un tribunal
unipersonal. En este caso, el proceso debe ser estudiado por diversas personas y pueden existir
discrepancias entre ellas respecto de algunas de las diversas etapas previas que han de recorrerse
para arribar a la formulación del juicio lógico que resuelva el conflicto.

A fin de precaver los inconvenientes que pueden suscitarse ante un tribunal colegiado respecto del
estudio de los antecedentes del proceso y dar una solución a las diversas discrepancias que pudieran
plantearse en la determinación de las premisas previas que servirán de base para el pronunciamiento
de la sentencia por esta clase de tribunales, nuestro COT ha establecido las normas sobre los
acuerdos.

1. Personas que intervienen en los acuerdos.


a) No pueden tomar parte en un acuerdo los jueces que no hubieren concurrido a la vista
de la causa.
b) Si algún juez ha cesado en sus funciones o se encuentra física o moralmente
imposibilitado para intervenir en el acuerdo, queda relevado de esta obligación.
c) Si antes del acuerdo falleciera, fuere destituido o jubilara alguno de los jueces que
concurrieron a la vista de la causa, se procederá a ver de nuevo el negocio.
d) Si antes del acuerdo uno de los jueces que estuvieron en la vista de la causa se
imposibilitará por enfermedad, se procederá a una nueva vista de la causa si no
pudiera dicho juez comparecer dentro de los 30 días siguientes o dentro del plazo
menor que convinieren las partes.
e) No se procederá a una nueva vista de la causa en los casos b), c) y d), cuando el fallo
fuere acordado con el voto conforme de la mayoría total de los jueces que
concurrieron a la vista.

CAUSA FORMA DE PROCEDER


Juez que cesa en sus funciones o se encuentra No está obligado a formar el acuerdo. Se
físicamente o moralmente imposibilitado. procede a la nueva vista de la causa.
Juez que fallece, es destituido o jubila. Se procederá a una nueva vista de la causa.
Juez imposibilitado por enfermedad. Se procederá a una nueva vista de la causa sólo
si no puede comparecer dentro de los 30 días
siguientes o dentro del plazo menor que
acuerden las partes.
Si en estos casos, hay mayoría total de los jueces que concurrieron a la vista, no será necesario una
nueva vista de la causa.

2. Forma de alcanzar el acuerdo. Los acuerdos son secretos y se adoptan por mayoría
absoluta de votos conforme. Excepcionalmente la ley establece otros quórum de votación:
a) Si en materia criminal se produce un empate, la opinión más favorable al reo hará
mayoría.
b) La declaración de carecer un juez de la buena conducta exigida por la CPR y las leyes
debe ser acordada por la CS por la mayoría del total de sus miembros.

Los acuerdos se forman a través de un procedimiento reglamentado, a través de la siguiente manera:


a) Primeramente, se resuelven las cuestiones de hecho.
b) A continuación, se resuelven las cuestiones de derecho.
c) Las resoluciones parciales se toman como base para dictar la resolución final.
d) Se vota en orden inverso a la antigüedad, y el último voto será siempre el del Presidente.
e) Hay acuerdo cuando existe mayoría legal sobre la parte resolutiva del fallo y sobre un
fundamento a lo menos en apoyo de cada uno de los puntos que dicho fallo comprenda, esto
es, cuando hay mayoría legal sobre la parte dispositiva de la sentencia y sobre alguna de las
consideraciones de hecho y/o de derecho que sirven de fundamento a la parte resolutiva de
la sentencia.

3. La discordia de votos. Durante la formación de un acuerdo puede producirse discordia de


votos, sea porque hay empate, sea porque hay dispersión de votos. En estos casos, debe
procederse con arreglo a las siguientes reglas:
a) En materia civil.
 Que debe votarse cada opinión separadamente excluyéndose la que reúna
menor número de sufragios y repitiéndose la votación hasta que se tenga la
mayoría legal.
 Que si dos o más opiniones reúnen el menor número de sufragios, debe
votarse cuál de ellas debe ser excluida.
 Que si no es posible aplicar estar reglas deben llamarse tantos ministros
cuantos sean necesarios para que cualquiera opinión forme mayoría,
quedando el tribunal constituido en todo caso por un número impar de
miembros. En estos casos se procederá a una nueva vista de la causa y si
ninguna opinión obtuviere mayoría legal, se limitará la votación a las
opiniones que hubieren quedado pendientes al momento de llamarse a los
nuevos jueces.
b) En materia penal.
 Que si hay empate, prevalece la opinión más favorable al reo (y si se produce
empate acerca de cuál es la opinión más favorable al reo, prevalece la que
cuenta con el voto del miembro más antiguo del tribunal).
 Que si se produce dispersión de votos, debe excluirse la opinión más
desfavorable al reo, repitiéndose la votación hasta que se se llegue a la
mayoría legal o el empate.
4. Formalidades posteriores al acuerdo. Una vez que hay acuerdo debe procederse a la
designación de un ministro relator de la sentencia, por medio de una resolución que se
notificará a las partes. En la práctica, existe un turno para ese efecto. El ministro redactor
deberá entregar el proyecto de sentencia conforme a lo acordado y el secretario certificará el
hecho de la entrega. Los ministros deberán suscribir la sentencia dentro del tercer día. En la
sentencia deberá indicarse el nombre del ministro redactor y los nombres de los ministros que
han sostenido una opinión contraria. En el libro de acuerdo se consignarán los votos disidentes
y sus fundamentos, y las razones especiales de algún miembro de la mayoría que no hubieren
quedado en la sentencia (“prevenciones”).

Funciones del Presidente de la CDA

Art. 90 COT. “A los Presidentes de las Cortes de Apelaciones, fuera de las atribuciones que
otras disposiciones les otorgan, les corresponden especialmente las que en seguida se indican:
1° Presidir el respectivo tribunal en todas sus reuniones públicas;
2° Instalar diariamente la sala o salas, según el caso, para su funcionamiento, haciendo
llamar, si fuere necesario, a los funcionarios que deben integrarlas. Se levantará acta de la instalación,
autorizada por el secretario, indicándose en ella los nombres de los ministros asistentes, y de los que
no hubieren concurrido, con expresión de la causa que motivare su inasistencia. Una copia de esta
acta se fijará en la tabla de la sala correspondiente;
3° Formar el último día hábil de cada semana, en conformidad a la ley, las tablas de que deba
ocuparse el tribunal o sus salas en la semana siguiente. Se destinará un día, por lo menos, fuera de
las horas ordinarias de audiencia, para el conocimiento y fallo de los recursos de queja y de las causas
que hayan quedado en acuerdo, en el caso del artículo 82;
4° Abrir y cerrar las sesiones del tribunal, anticipar o prorrogar las horas del despacho en caso
que así lo requiera algún asunto urgente y grave y convocar extraordinariamente al tribunal cuando
fuere necesario;
5° Mantener el orden dentro de la sala del tribunal, amonestando a cualquiera persona que lo
perturbe y aun haciéndole salir de la sala en caso necesario;
6° Dirigir los debates del tribunal, concediendo la palabra a los miembros que la pidieren;
7° Fijar las cuestiones que hayan de debatirse y las proposiciones sobre las cuales haya de
recaer la votación;
8° Poner a votación las materias discutidas cuando el tribunal haya declarado concluido el
debate;
9° Enviar al Presidente de la Corte Suprema, antes del quince de febrero de cada año, la
estadística a que se refiere el artículo 589, y
10. Dar cuenta al Presidente de la Corte Suprema de las causas en que no se haya dictado
sentencia en el plazo de treinta días, contados desde el término de la vista, y de los motivos del retardo.
Las resoluciones que el Presidente dictare en uso de las atribuciones que se le confieren en
este artículo, exceptuadas las de los números 1, 2, 9 y 10, no podrán en caso alguno prevalecer contra
el voto del tribunal”.

LA CORTE SUPREMA

La organización y competencia de la CS está regulada en el título VII del COT.


La CS es un tribunal ordinario, colegiado, letrado, de derecho y permanente, que es el detentador de
la superintendencia directiva, correccional y económica respecto de todos los tribunales de la
República, con las excepciones que se indican por el constituyente, y su misión es velar por la correcta
aplicación de la CPR y las leyes. Su principal misión, en cuanto a competencia exclusiva y excluyente
es conocer de los recursos de casación en el fondo y revisión. Está compuesta por 21 ministros, uno
de los cuales es su Presidente y tiene su sede en Santiago. Es superior jerárquico directo de todas las
CDA del país.

La competencia que le asignan a la CPR y las leyes a nuestra CS permite afirmar que ésta es un
órgano que cumple funciones preferentemente jurisdiccionales, entre las que destaca el conocimiento
del recurso de casación en el fondo, sin perjuicio de desempeñar también algunas funciones políticas.
En la actualidad, una de las materias a las cuales la CS dedica gran parte de su tiempo es el
conocimiento en segunda instancia del recurso de protección.

Requisitos

Para ser ministro de la CS se requiere reunir los siguientes requisitos generales de:

1. Ser chileno.
2. Tener el título de abogado.
3. Cumplir, tratándose de proveer un cargo que corresponda a un miembro proveniente del
Poder Judicial, con los requisitos que establece el art. 283 COT.
4. Cumplir, tratándose de abogados extraños a la administración de justicia, con quince años de
título, haberse destacado en la actividad profesional o universitaria y cumplir con los demás
requisitos que señale la LOC respectiva.

Debe reunirse además el resto de los requisitos que se establecen para der designado Ministro de
CDA y no encontrarse afecto a algunas de las inhabilidades o incompatibilidades que se establecen
respecto de éstos.

Nombramiento

Los ministros de la CS son nombrados por el Presidente de la República, eligiéndolos de una nómina
de cinco personas que en cada caso, debe proponer la CS, y con acuerdo del Senado.

En la cinquena para proveer el cargo de Ministro de CS que corresponda a un miembro proveniente


del Poder Judicial deberán figurar exclusivamente integrantes de éste, y deberá ocupar un lugar en
ella el miembro más antiguo de las CDA que figure en la lista de méritos y los otros cuatro lugares se
llenarán en atención a los méritos de los candidatos. Tratándose de proveer una vacante
correspondiente a abogados extraños a la administración de justicia, la nómina se formará
exclusivamente, previo concurso público de antecedentes, con abogados que cumplan con los
requisitos antes señalados.

La CS debe formar la quina en un pleno especialmente convocado al efecto, en una misma y única
votación, donde cada uno de sus integrantes tendrá derecho a votar por tres personas. Resultarán
elegidos para integrar la cinquena quienes obtengan las cinco primeras mayorías. El empate se
resolverá mediante sorteo.
El Presidente de la República debe elegir una persona de entre las cinco propuestas y solicitar al
Senado su acuerdo respecto de esa designación.

El Senado debe aprobar la proposición por los dos tercios de los miembros en ejercicio, en sesión
especialmente convocada al efecto. Si el Senado no aprobare la proposición del Presidente de la
República, la CS deberá completar la quina proponiendo un nuevo nombre en sustitución del
rechazado, repitiéndose el procedimiento hasta que se apruebe un nombramiento.

En consecuencia, a partir de la reforma constitucional en la designación de los ministros de la CS, se


refiera la designación a cargos que correspondan a miembros del Poder Judicial o extraños a él, ha
pasado a tener intervención el Senado, puesto que a éste le corresponde aprobar la proposición que
efectúa el Presidente de la República, sin que éste pueda ahora efectuar directamente la designación
como ocurría con anterioridad.

Sin embargo, es menester destacar que la incorporación del Senado en el sistema de designación de
los Ministros de la Corte Suprema ha sido cuestionado por cuanto se ha señalado que "es de temer
que, con la participación del Senado y con el quórum requerido, las designaciones de integrantes de
la Corte Suprema radiquen, sin duda de manera significativa e inconveniente, en el perfil político de
los postulantes”, y que "aventurado es estimar que en los nombramientos se considerarán sólo
aptitudes y calidades funcionarias y se prescinda de las ideologías. Al considerarse éstas, se conducirá
la dependencia de los jueces al poder político, con la consiguiente debilitación de las garantías de
independencia e imparcialidad en el desenvolvimiento jurisdiccional, y difícil será no dudar de
influencias o compromisos indebidos. La sola sombra de un riesgo amaga la independencia, que es
condición de la esencia de la administración de justicia”.

El procedimiento para efectuar el primer nombramiento correspondiente a las cuatro nuevas plazas
de ministros que se crearon en virtud de la modificación del art. 75 de la Constitución y las que se
produzcan en dicho tribunal al aplicarse el límite de edad de los 75 años se proveyeron de conformidad
al procedimiento establecido en el art. 8° transitorio CPR, modificado por la mencionada Ley 19.541.

Organización de la CS

La CS es un tribunal compuesto por 21 ministros, uno de los cuales es su Presidente. De los 21


ministros de la CS, corresponde que 5 ministros deban ser abogados extraños a la administración de
justicia, que tengan a lo menos 15 años de título, haberse destacado en la actividad profesional o
universitaria y cumplir con los demás requisitos que señale la LOC respectiva; y los otros 16 ministros
deben corresponder a miembros provenientes del poder judicial que reúnan los requisitos antes
señalados.

El Presidente de la CS es elegido por la misma Corte de entre sus miembros y dura dos años en sus
funciones, no pudiendo ser reelegido.

Los demás miembros se llaman Ministros y gozan de procedencia los unos respecto de los otros por
el orden de antigüedad. Si en el caso que dos miembros de la CS que sean abogados extraños a la
administración de justicia, resultaren en iguales condiciones de antigüedad por fecha de nombramiento
y de juramento, se preferirá:

 Aquel que sea integrante de la CS, sobre los demás.


 En subsidio, quien sea abogado integrante de la CDA respecto de quienes no tengan esa
calidad.
 Si dos o más miembros se encuentran en la misma situación, se tendrá por más antiguo al
que lo sea en la respectiva clase de Corte.
 Entre quienes lleven igual tiempo en una CDA, o entre los que no sean abogados integrantes,
su antigüedad se determinará por la fecha de su título de abogado.
 Si dos abogados integrantes de la CS igualan en permanencia, preferirá el que lo haya sido
más tiempo en una CDA.

La CS tiene 1 Fiscal Judicial, 1 Secretario, 1 Prosecretario y 8 relatores.

Sede y funcionamiento de la CS

La CS tiene su sede en la capital de la República y puede tener un funcionamiento ordinario o


extraordinario:

1. Funcionamiento ordinario. La CS funciona ordinariamente dividida en tres salas


especializadas o en pleno. Para el conocimiento de los asuntos a que se refiere el art. 98
COT (asuntos que deben ser conocidos en sala), la CS funcionará ordinariamente dividida
en tres salas o extraordinariamente en cuatro, correspondiéndole a la propia CS determinar
uno u otro modo de funcionamiento. En cualquier caso, las salas deberán funcionar con no
menos de cinco jueces cada una y el pleno con la concurrencia de once de sus miembros a
lo menos. Corresponderá a la propia CS, mediante auto acordado, establecer la forma de
distribución de sus ministros entre las diversas salas de su funcionamiento ordinario o
extraordinario. La distribución de ministros que se efectúe permanecerá invariable por un
período de, a lo menos, dos años. Cada sala que se divida la CS será presidida por el ministro
más antiguo, cuando no esté presente el Presidente de la Corte. La integración de sala será
facultativa para el Presidente de la CS. Si opta por hacerlo, podrá integrar cualquiera de las
salas.
2. Funcionamiento extraordinario. El funcionamiento extraordinario se producirá cuando la
CS así lo determine conforme a lo contemplado en el art. 95 COT, y no sólo su Presidente
como se establecía antiguamente, sin que por ello sea aplicable para dicho efecto el concepto
de retardo previsto en el art. 62 COT, para el funcionamiento extraordinario de las CDA.
Durante este funcionamiento extraordinario, la CS se divide en cuatro salas especializadas,
las cuales no pueden funcionar con mayoría de abogados integrantes. Se aplican al
funcionamiento extraordinario, las mismas normas de quórum que rigen para el
funcionamiento ordinario. Por último, en los casos de funcionamiento extraordinario la CS
puede designar los relatores internos que estime necesarios.

Competencia de la CS

La CS conoce de los asuntos que la ley ha colocado dentro de la esfera de sus atribuciones en Salas
especializadas o en Pleno. Por regla general conoce de los asuntos de su competencia en Sala, pues
como lo expresa el Nº8 del art. 98 COT corresponde a las Salas conocer de los "negocios judiciales
de que corresponda conocer a la Corte Suprema y que no estén expresamente entregados al
conocimiento del Pleno", mientras que con arreglo al Nº7 del art. 96 COT corresponde a la CS conocer
en Pleno, sin perjuicio de las materias que señala el mismo precepto legal, "todos los asuntos que
leyes especiales le encomienden expresamente".

Es importante tener presente que en la CS hay salas especializadas, esto es, salas que deben
avocarse al conocimiento de ciertos asuntos. En efecto, de conformidad a lo prescrito en los art.99 del
COT, los asuntos cuyo conocimiento corresponda a las salas especializadas se distribuyen entre ellas
de acuerdo a un Auto Acordado de la Corte Suprema, el cual establecerá cada dos años las materias
de que conocerá cada una de las salas en que ésta se divida, tanto en funcionamiento ordinario como
extraordinario.

Asimismo, señalará la forma y periodicidad en que las salas especializadas decidirán acerca de las
materias indicadas en el inc.1 del art. 781 y en los inc. 1 y 2 del art. 782 del CPC, respecto de los
recursos de casación que hayan ingresado hasta quince días antes de la fecha en que se deba
resolver sobre la materia. En todo caso, la mencionada periodicidad no podrá ser superior a tres
meses.

Corresponderá al Presidente de la CS, sin ulterior recurso, asignar los asuntos a cada una de las
salas, según la materia en que incidan, en conformidad a lo dispuesto en el inciso anterior.

No obstante lo dispuesto en el inc. 1, la CS, siempre mediante auto acordado, podrá modificar la
distribución de las materias de que conoce cada una de las salas, cuando una repartición más
equitativa de las mismas así lo requiera.

En caso que ante la CS se encuentren pendientes distintos recursos de carácter jurisdiccional que
incidan en una misma causa, cualesquiera sea su naturaleza, éstos deberán acumularse y verse
conjunta y simultáneamente en una misma sala. La acumulación deberá hacerse de oficio, sin perjuicio
del derecho de las partes a requerir el cumplimiento de esta norma.

Auto acordado que distribuye las materias que conocen de las salas de la CS durante el
funcionamiento ordinario y extraordinario

Funcionamiento ordinario

Para tal efecto, dicho auto acordado estableció en su Nº1 que “durante el funcionamiento ordinario de
la CS, en el que se dividirá en tres salas, éstas conocerán”:

SALAS COMPETENCIA
Primera sala o sala 1. De los recursos ordinarios y extraordinarios de conocimiento de la
civil CS en materia civil, comercial, laboral y previsional.
2. De los demás asuntos que incidan en procesos civiles que
corresponda conocer a la CS y que no estén entregados
expresamente al tribunal pleno o a otra sala.

Segunda sala o sala 1. De los recursos ordinarios y extraordinarios de conocimiento de la


penal Corte Suprema en materia penal y tributaria.
2. De los recursos de apelación deducidos en contra de las
sentencias dictadas en los recursos de amparo, cualquiera sea la
materia en que incidan, con la única excepción de las que recaigan
en la acción constitucional a que se refiere el artículo único de la
Ley Nº 18.971, sobre infracción al artículo 19 Nº 21 CPR.
3. De las apelaciones y consultas de las sentencias o resoluciones
dictadas por uno de los Ministros del Tribunal en las causas a que
se refiere el art. 52 COT.
4. De los demás asuntos que incidan en procesos penales,
infraccionales y tributarios que corresponda conocer a la Corte
Suprema y que no estén entregados expresamente al Tribunal
Pleno o a otra Sala.

Tercera sala o sala 1. De los recursos ordinarios y extraordinarios de conocimiento de la


constitucional y CS en materia contencioso administrativa.
contenciosa 2. De las apelaciones y consultas de las sentencias recaídas en los
administrativa recursos sobre amparo económico previsto en el artículo de la Ley
Nº18.971, sobre infracción al artículo 19 Nº 21 CPR.
3. De las apelaciones de las sentencias dictadas por el Presidente
de la CS en las causas a que se refieren los Nº 2 y 3, en lo relativo
a las causas de presas, del art. 53 COT.
4. De las apelaciones de sentencias recaídas en recursos de
protección resueltas en primera instancia por las CDA del país.
5. De los demás asuntos del orden constitucional y contencioso
administrativo que corresponda conocer a la CS y que no estén
entregados expresamente al Tribunal Pleno o a otra Sala.

Funcionamiento extraordinario

SALAS COMPETENCIA
Primera sala o sala 1. De los recursos ordinarios y extraordinarios de conocimiento de la
civil CS en materia civil y comercial, incluidos los asuntos conocidos
por jueces árbitros y los juicios de quiebra, con excepción de
aquellos cuyo conocimiento corresponda a la tercera o cuarta sala.
2. De los demás asuntos que incidan en procesos civiles y
comerciales que corresponda conocer a la CS y que no estén
entregados expresamente al tribunal pleno o a otra sala.
3. De los exhortos internacionales y solicitudes de exequátur que
incidan en materias antes indicadas.

Segunda sala o sala 1. De los recursos ordinarios y extraordinarios de conocimiento de la


penal Corte Suprema en materia penal, infraccional, de propiedad
industrial y tributaria.
2. De los recursos de apelación deducidos en contra de las
sentencias dictadas en los recursos de amparo, con excepción de
las que recaigan en la acción constitución a que se refiere el
artículo único de la Ley Nº 18.971, sobre infracción al artículo 19
Nº 21 CPR, y los que incidan en asuntos regidos por el derecho
laboral y de la seguridad social, y el derecho de familia.
3. De las apelaciones y consultas de las sentencias o resoluciones
dictadas por uno de los Ministros del Tribunal en las causas a que
se refiere el art. 52 COT.
4. De los demás asuntos que incidan en procesos penales,
infraccionales y tributarios que corresponda conocer a la CS y que
no estén entregados expresamente al Tribunal Pleno o a otra Sala.

Tercera sala o sala 1. De los recursos ordinarios y extraordinarios de conocimiento de la


constitucional y CS en materia contencioso administrativo, civiles en que sea parte
contenciosa el Estado y sus organismos, de aguas y expropiaciones.
administrativa 2. De las apelaciones y consultas de las sentencias recaídas en los
recursos sobre amparo económico previsto en el artículo de la Ley
Nº18.971, sobre infracción al artículo 19 Nº 21 CPR.
3. De las apelaciones de las sentencias dictadas por el Presidente
de la CS en las causas a que se refieren los Nº 2 y 3, en lo relativo
a las causas de presas, del art. 53 COT.
4. De las apelaciones de sentencias recaídas en recursos de
protección resueltas en primera instancia por las CDA del país.
5. De los demás asuntos del orden constitucional y contencioso
administrativo que corresponda conocer a la CS y que no estén
entregados expresamente al Tribunal Pleno o a otra Sala.
6. De los exhortos internacionales y solicitudes de exequátur que
incidan en las materias antes indicadas.

La cuarta sala o sala 1. De los recursos ordinarios y extraordinarios de conocimiento de la


laboral o previsional CS en materia laboral y previsional., familia, minería y demás
asuntos relativos a ella.
2. De los recursos de apelación deducidos en contra de las
sentencias dictadas en recurso de amparo que incidan en asuntos
regidos por el Derecho Laboral y el Derecho de Familia.
3. De los recursos ordinarios y extraordinarios de conocimiento de la
CS en materia civil relativos a la responsabilidad extracontractual
entre particulares y asuntos no contenciosos civiles.
4. De los demás asuntos que corresponda conocer a la CS y que no
estén entregados expresamente al Tribunal Pleno o a otra Sala.
5. De los exhortos internacionales y solicitudes de exequátur que
incidan en las materias antes indicadas.

Materias de competencia del pleno de la CS

1. Apelaciones de desafueros de Senadores y Diputados.


2. Apelaciones en juicio de amovilidad conocidos en primera instancia por las CDA o el
Presidente de la CS, seguidos en contra de jueces de letras o Ministros de CDA,
respectivamente.
3. Reclamación pérdida nacionalidad.
4. Declaración de injustificado o erróneo sometimiento a proceso o condena para efectos tener
derecho a indemnización (por error judicial).
5. Ejercicio facultades disciplinarias económicas y administrativas.
6. Informes pedidos por el Pdte. de la República sobre la administración de justicia.
7. Informar las modificaciones que se propongan a la LOC relativa a la Organización y
Atribuciones de los Tribunales.
8. Conocer y resolver la concesión o revocación de la libertad condicional, en los caos en que
se hubiere impuesto el presidio perpetuo calificado.
9. Otros asuntos que las leyes especiales le encomienden expresamente conocer en pleno.

Materias de competencia de una sala de la CS

1. De los recursos de casación en el fondo.


2. De los recursos de casación en la forma interpuestos contra las sentencias dictadas por las
CDA o por un tribunal arbitral de segunda instancia constituido por árbitros de derecho en los
casos en que estos árbitros hayan conocido de negocios de la competencia de dichas Cortes.
3. De los recursos de nulidad interpuestos en el sistema procesal penal contra de las sentencias
definitivas dictadas por los tribunales de juicio oral, cuando el recurso se fundare en la cual de
haberse pronunciado la sentencia infringiendo sustancialmente derechos o garantías
asegurados por la CPR o por tratados internacionales ratificados por Chile y que se
encuentren vigentes; y cuando en la sentencia se hubiere hecho una errónea aplicación del
derecho que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo, siempre que respecto
de la aplicación del derecho impugnada existieren distintas interpretaciones sostenidas en
diversos fallos emanados de los tribunales superiores. De acuerdo con ello, cabe resaltar que
no procede el recurso de casación en la forma y en el fondo en el nuevo sistema procesal
penal, y que la regla general es que el recurso de nulidad sea conocido por la CDA respectiva,
a menos que nos encontremos ante una de las dos situaciones de aplicación errónea del
derecho antes señalada. En contra de la sentencia pronunciada por la CDA conociendo de un
recurso de nulidad no se ha contemplado la procedencia del recurso de nulidad, por lo que
cabría deducir con motivo de su dictación el recurso de queja, si se hubiere incurrido en grave
falta o abuso en la dictación de la sentencia por parte de los Ministros que la pronunciaron.
4. De las apelaciones deducidas contra las sentencias dictadas por las CDA en los recursos de
amparo y de protección;
5. De los recursos de revisión y de las resoluciones que recaigan sobre las querellas de
capítulos.
6. En segunda instancia, de las causas a que se refieren los Nº 2 y 3 del art. 53 COT (2. De las
demandas civiles que se entablen contra uno o más miembros o fiscales judiciales de las CDA
para hacer efectiva su responsabilidad por actos cometidos en el desempeño de sus
funciones; 3. De las causas de presas y demás que deban juzgarse con arreglo al Derecho
Internacional).
7. De los recursos de queja, pero la aplicación de medidas disciplinarias será de la competencia
del tribunal pleno.
8. De los recursos de queja en juicio de cuentas contra las sentencias de segunda instancia
dictadas con falta o abuso, con el solo objeto de poner pronto remedio al mal que lo motiva.
9. De las solicitudes que se formulen, de conformidad al nuevo sistema procesal penal, para
declarar si concurren las circunstancias que habilitan a la autoridad requerida para negarse a
proporcionar determinada información o para oponerse a la entrada y registro de lugares
religiosos, edificios en que funcione una autoridad pública o recintos militares o policiales
10. De los demás negocios judiciales de que corresponda conocer a la CS y que no estén
entregados expresamente al conocimiento del pleno.

Finalmente, debemos tener presente que las sentencias que dicte la CS al fallar recursos de casación
en el fondo, de forma, de queja, de protección, de amparo y de revisión no son susceptibles de recurso
alguno, salvo el de aclaración rectificación y enmienda que establece el art. 182 CPC. Toda reposición
o reconsideración a las resoluciones a que se refiere este artículo es inadmisible y será rechazada de
plano por el Presidente de la Corte, salvo la reposición que se establece en los art. 778, 781 y 782 del
CPC. (Art. 97 COT)

Asuntos de la competencia privativa o exclusiva de la CS

De la narración que se ha hecho respecto de los asuntos de que conoce la CS en pleno o sala, resulta
que existen ciertos asuntos que son de la competencia privativa o exclusiva de la CS. En efecto,
corresponde privativamente a ella:

1. Conocer de los recursos de casación en el fondo.

Este recurso tiene por objeto invalidar las sentencias que se han dictado con infracción de ley que
influye sustancialmente en lo dispositivo del fallo. Cabe advertir que, sin perjuicio de los otros
requisitos, el recurso de casación en el fondo solo procede respecto de las sentencias definitivas o
interlocutorias que hubieren puesto término al juicio o hicieran imposible su continuación, inapelables
y que hubieren sido pronunciadas por las Cortes de Apelaciones o un tribunal arbitral de segunda
instancia constituido por árbitros de derecho en los casos en que estos árbitros hayan conocido de
negocios de la competencia de dichas Cortes.

A diferencia de lo que ocurre con el recurso de casación en el fondo, que es de la competencia


exclusiva de la Corte Suprema, el recurso de casación en la forma debe ser conocido por el Tribunal
Superior de aquel que dictó la sentencia que se pretende casar. En consecuencia, la Corte Suprema
sólo conoce de los recursos de casación en la forma interpuestos contra sentencias dictadas por las
Cortes de Apelaciones o por un tribunal arbitral de segunda instancia constituido por árbitros de
derecho en los casos en que estos árbitros hayan conocido de negocios de la competencia de dichas
Cortes (art. 98 No2).

En el nuevo proceso penal se derogan los recursos de casación en el fondo y en la forma, los que
fueron reemplazados por el recurso de nulidad, el que sólo procede contra la sentencia definitiva.

2. Conocer de los recursos de revisión.

Este recurso, que más bien es una acción, tiene por objeto que la CS anule una sentencia firme o
ejecutoriada cuando ésta ha sido obtenida injustamente en un proceso fraudulento o viciado y por las
causas que la ley permite imponerlo.

3. Ejercer la superintendencia directiva, correccional y económica sobre todos los


tribunales de la República.
La manera como se tramitan y resuelven los asuntos sometidos al conocimiento de la Corte
Suprema

Sobre el particular, sólo cabe decir que se aplican las mismas normas que rigen para las CDA,
pudiendo los asuntos ser vistos en cuenta o previa vista de la causa por la CS según el criterio
sustentado al respecto al tratar ésta materia respecto de las Cortes de Apelaciones.

Así la CS ve algunos asuntos en cuenta, (por regla general, la apelación del recurso de protección) y
otros previa vista de la causa (por ej. recursos de casación en el fondo y en la forma y recurso de
queja).

Las modificaciones que existen para la tramitación de los asuntos que debe resolver la Corte Suprema,
con relación a las normas señaladas sobre la materia respecto de las Cortes de Apelaciones son las
siguientes:

1. Corresponde al Presidente de la CS atender el despacho de la cuenta diaria y dictar los


decretos o providencias de mera sustanciación.
2. Las Tablas no se sortean, sino que el Presidente de la CS asigna los asuntos a cada una de
las Salas especializadas según las materias de su competencia.
3. La CS puede destinar el comienzo de las audiencias de cada día y ante de la vista de las
causas de la tabla a despachar los asuntos que deben resolverse en cuenta, en estudio de
proyectos de sentencias y en el acuerdo de las mismas.
4. La CS tiene una sesión solemne el primer día hábil del mes de Marzo de cada año, en la cual
el Presidente debe dar cuenta de las materias indicadas en el art. 102 del COT.

El Presidente de la Corte Suprema

Sin perjuicio de la función que el art. 102 COT le encomienda al Presidente de la CS en el sentido de
dar cuenta anual sobre el trabajo judicial y otras materias, el art. 105 COT le entrega las siguientes
funciones:

1. Ejercer respecto a la CS las funciones que los Nº. 1, 2, 4, 5, 6, 7 y 8 del art. 90 del COT
confieren a los Presidentes de las CDA.
2. Forma la tabla para cada Sala, según el orden de preferencia asignado a las causas y hacer
la distribución del trabajo entre los Relatores y demás empleados del tribunal. Previo estudio
de los asuntos que deberán ocupar la atención del Tribunal en cada semana, su Presidente
formará la tabla con las siguientes indicaciones: día en que la Corte funcionará en un solo
cuerpo como Tribunal Pleno; días en que se dividirá en tres o cuatro salas, días que se
destinarán a los Acuerdos y horas precisas en que se dará comienzo a la vista de las causas.
Si en alguna ocasión y por motivos graves y urgentes, acordare el tribunal retardar estas
horas, dará de ello inmediata noticia, que se fijará en la tabla.
3. Atender el despacho de la causa diaria y dictar los decretos o providencias de mera
sustanciación de los asuntos que correspondan conocer al tribunal o a cualquiera de sus
Salas.
4. Vigilar la formación del rol general de las causas que ingresan al tribunal y de los roles
especiales para las causas que califique de despacho urgente u ordinario.
5. Disponer la formación de estadísticas del movimiento judicial de la propia CS y de las CDA,
en conformidad a los estados bimestrales que éstos últimos deben entregar.
6. Adoptar las medidas convenientes para que las causas de que conocen la CS y las CDA se
fallen dentro del plazo que establece la ley y velar porque las CDA cumplan igual obligación
respecto de las causas de que conocen los jueces de sus respectivos territorios.
7. Oír y resolver las reclamaciones que se interpongan contra subalternos de la CS.
8. Designar a uno de los miembros del tribunal para que quede de turno durante el feriado de
vacaciones.

El Ministro que ejerciere este cargo tendrá la facultad de convocar extraordinariamente al tribunal
siempre que algún asunto urgente y grave así lo exija.

En caso de licencia, imposibilidad u otra causa accidental, será reemplazado por el Ministro más
antiguo del mismo tribunal que se halle presente.

Los Presidentes de las Salas de la CS tienen las mismas atribuciones que el art. 92 del COT confiere
a los Presidentes de las Salas de las CDA.

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