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(DEROGADO G.O.CDMX.

4 DE AGOSTO DE 2017)
Artículo 323 Septimus.- Derogado
“ARTICULO 323 Septimus.- Comete violencia familiar el integrante de la familia que transforma
la conciencia de un menor con el objeto de impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con
uno de sus progenitores.

La conducta descrita en el párrafo anterior, se denomina alienación parental cuando es


realizada por uno de los padres, quien, acreditada dicha conducta, será suspendido en el
ejercicio de la patria potestad del menor y, en consecuencia, del régimen de visitas y
convivencias que, en su caso, tenga decretado. Asimismo, en caso de que el padre alienador
tenga la guarda y custodia del niño, ésta pasará de inmediato al otro progenitor, si se trata de
un caso de alienación leve o moderada.

En el supuesto de que el menor presente un grado de alienación parental severo, en ningún


caso, permanecerá bajo el cuidado del progenitor alienador o de la familia de éste, se
suspenderá todo contacto con el padre alienador y el menor será sometido al tratamiento que
indique el especialista que haya diagnosticado dicho trastorno.

A fin de asegurar el bienestar del menor, y en caso de que, por su edad, resulte imposible que
viva con el otro progenitor, el departamento de psicología del Tribunal Superior de Justicia del
Distrito Federal, evaluando a los parientes más cercanos del niño, determinará qué persona
quedará encargada de su cuidado; mientras recibe el tratamiento respectivo que haga posible
la convivencia con el progenitor no alienador.

El tratamiento para el niño alienado será llevado a cabo en el Departamento de Alienación


Parental del Servicio Médico Forense del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.”
DELITO DE VIOLACIÓN AGRAVADA POR HABERSE COMETIDO EN UN MENOR DE EDAD POR SU
ASCENDIENTE. SI EL INCULPADO ALEGA QUE LA IMPUTACIÓN EN SU CONTRA ES PRODUCTO
DEL ALECCIONAMIENTO POR UNO DE LOS PROGENITORES (SÍNDROME DE
ALIENACIÓN PARENTAL), AL CONSTITUIR DICHA ASEVERACIÓN UN ARGUMENTO DEFENSIVO
DE CARÁCTER AFIRMATIVO, ESTÁ OBLIGADO A PROBARLA PUES, DE LO CONTRARIO, DEBE
PREVALECER LA DECLARACIÓN DE LA VÍCTIMA.

Si bien en materia penal la carga de la prueba para acreditar el delito y la


plena responsabilidad del acusado, en principio, corresponde al órgano
acusador, lo cierto es que en el caso de que el imputado incorpore un
argumento defensivo de carácter afirmativo, entonces sí está obligado a
probar dicha aseveración, de conformidad con el artículo 82 del Código
Federal de Procedimientos Civiles, supletorio en la materia, que establece
que el que niega (el hecho delictuoso atribuido) está obligado a probar
cuando la negación envuelva la afirmación expresa de un hecho. En ese
contexto, si en autos no existe prueba alguna a la que el tribunal de
apelación responsable le haya otorgado valor probatorio para establecer que
la víctima menor de edad por el delito de violación agravada por haberse
cometido por su ascendiente, se encontraba en la hipótesis del llamado
"Síndrome de Alienación Parental'', al que tácitamente hizo alusión la
defensa del sentenciado, al señalar que la acusación formulada en su contra
por dicho delito, era resultado de una "venganza", motivo por el cual, se
había manipulado a la víctima, con la finalidad de llevarlo a la cárcel; por
ende, debe prevalecer el ateste de la víctima menor de edad, máxime si se
encuentra corroborado con diversas probanzas como el dictamen psicológico y
el certificado ginecológico, entre otras
Tesis: II.2o.C.17 Gaceta del Semanario Judicial de la Décima
2015415 8 de 10
C (10a.) Federación Época

Tribunales Tesis
Colegiados de Libro 47, Octubre de 2017, Tomo IV Pag. 2599 Aislada(Constitucional,
Circuito Civil)

"SÍNDROME DE ALIENACIÓN PARENTAL" EN MATERIA FAMILIAR. SU TRATAMIENTO Y


PONDERACIÓN JUDICIAL DEBEN ENFOCARSE SOBRE LOS PARÁMETROS DE PROTECCIÓN DEL
INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR Y DE EQUIDAD DE GÉNERO.

El Síndrome de Alienación Parental fue creado en 1985 por Richard Gardner y en 1987 publicó,
en su editorial Creative Therapeutics, el libro "El Síndrome de Alienación Parental y la
Diferencia entre Abuso Sexual Infantil Fabricado y Genuino"; en el cual sostiene que ese
síndrome fue construido a partir del estudio de una gran cantidad de casos clínicos; sin
embargo, jamás lo documentó ni acreditó algún estudio o programa que respondiera a algún
protocolo determinado que sustentara las conclusiones, lo que motivó que el citado síndrome
no esté reconocido ni avalado por las asociaciones médicas y psicológicas internacionales, ni en
los ámbitos académicos y universitarios. De acuerdo con lo anterior, el "Síndrome de
Alienación Parental" parte de la perspectiva de la protección del progenitor "víctima" y castiga
o sanciona al "alienador", con medidas que tienden a la "reprogramación" o
"desprogramación" del menor, a fin de privilegiar el derecho del padre "víctima". Como
consecuencia, en la materia familiar la alienación parental partió de la premisa equivocada de
que, ante la manipulación ejercida por un padre, se sancione al otro padre, privándole de la
posibilidad de tener la guarda y custodia o de convivir con el menor de edad, soslayando que él
es afectado con el dictado de la medida, ya que la providencia que se dicte es para que el
manipulador cese en sus actitudes o conductas y para que el menor readquiera la conciencia
de que necesita la presencia de su otro progenitor, restableciendo vínculos afectivos y
emocionales, para que así pueda tener un sano y equilibrado desarrollo en todas sus facetas.
Por ello, es posible concluir que si el "Síndrome de Alienación Parental" no tiene todo sustento
científico, aun cuando ha sido retomado por otros autores, torna un concepto que no es
idóneo para tomar decisiones en materia de justicia familiar, máxime que su utilización sólo se
da en sede judicial, porque no conduce a tratamientos clínicos en materia de psiquiatría o
psicología, precisamente, por no estar reconocido como un padecimiento. En consecuencia, la
manipulación parental sí existe y produce efectos negativos en la psique del menor que es
objeto de dicha manipulación, por lo que el tratamiento y ponderación judicial deben
enfocarse sobre los parámetros de protección del interés superior del menor y de equidad de
género, esto es, el solo hecho de que exista la manipulación, no conduce a decretar la
separación del menor del progenitor que la ejerce, sino a ordenar el tratamiento psicológico o
psiquiátrico, según corresponda, al padre que manipula y al menor que es objeto de esa
manipulación, pero dado a que la consecuencia, que es el rechazo del menor a ver o convivir
con el padre o la madre con la que no vive, puede tener distinta etiología, como la
manipulación o la existencia real de maltrato o abuso físico o emocional, por lo que los
dictámenes periciales deben encausarse para profundizar y detectar las causas reales del
rechazo del infante, pero siempre partiendo de la premisa de que la regla general es de que
tiene derecho a convivir con ambos padres para su sano y equilibrado desarrollo físico y
emocional, y que la asignación de guarda y custodia y régimen de convivencia debe obedecer
al único parámetro de la idoneidad, capacidad y conveniencia, privilegiando en todo momento
su bienestar lo que, a su vez, lleva a que no se puedan desacreditar sus afirmaciones en el
sentido de que rechace ver o convivir con su padre o madre por razones de abuso o maltrato,
sustentándose en la única razón de que existe "Síndrome de Alienación Parental", sino que lo
conducente es que la autoridad judicial, en su caso, ordene la ampliación de los estudios
periciales para que determinen las verdaderas causas de ese rechazo.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEGUNDO CIRCUITO.

Amparo en revisión 236/2016. 16 de marzo de 2017. Mayoría de votos. Disidente: Noé Adonai
Martínez Berman. Ponente: Juan Carlos Ortega Castro. Secretaria: Sonia Gómez Díaz González.

Esta tesis se publicó el viernes 27 de octubre de 2017 a las 10:37 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.

DERECHO DE LOS NIÑOS A CONVIVIR CON SUS PADRES

conforme a los artículos 4o. de la Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos, 3.1, 7.1, 8.1, 9.1, 16.1, 19.1 y 27.1 de la Convención sobre los
Derechos del Niño, 24 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, 19
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San
José), Principios 2, 6 y 9 de la Declaración de los Derechos del Niño, 12.1 del
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, y 16 del
Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos
(Protocolo de San Salvador), se desprende que el desarrollo y bienestar integral
del niño comprende, en principio, el derecho a conocer a sus padres y ser
cuidado por ellos; el derecho a preservar las relaciones familiares; el derecho a
que no sea separado de sus padres excepto cuando tal separación sea necesaria
en el interés superior del niño; el derecho a no ser objeto de injerencias
arbitrarias o ilegales en su familia; el derecho de protección contra toda forma
de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o
explotación, incluido el abuso sexual. Luego, si no se desvirtúa el
incumplimiento de estas obligaciones y, como consecuencia, la separación
injustificada del menor por parte de uno de sus progenitores, se acredita la
existencia de violencia en su modalidad de psicoemocional, ya que se surte la
presunción de causación del daño.
CONCEPTO DE VIOLENCIA FAMILIAR EN EL CODIGO CIVIL
Conforme el artículo 323 Quáter del Código Civil para el Distrito Federal,
Artículo 323 Quáter.- La violencia familiar es aquel acto u omisión intencional, dirigido a
dominar, someter, controlar o agredir física, verbal, psicoemocional, o sexualmente a cualquier
integrante de la familia dentro o fuera del domicilio familiar, y que tiene por efecto causar
daño, y que puede ser cualquiera de las siguientes clases:

I. Violencia física: a todo acto intencional en el que se utilice alguna parte del cuerpo, algún
objeto, arma o sustancia para sujetar, inmovilizar o causar daño a la integridad física del otro;

II. Violencia psicoemocional: a todo acto u omisión consistente en prohibiciones, coacciones,


condicionamientos, intimidaciones, insultos amenazas, celotipia, desdén, abandono o actitudes
devaluatorias, que provoquen en quien las recibe alteración auto cognitiva y auto valorativa
que integran su autoestima o alteraciones en alguna esfera o área de la estructura psíquica de
esa persona;

III. Violencia económica: a los actos que implican control de los ingresos, el apoderamiento de
los bienes propiedad de la otra parte, la retención, menoscabo, destrucción o desaparición de
objetos, documentos personales, bienes, valores, derechos o recursos económicos de la pareja
o de un integrante de la familia. Así como, el incumplimiento de las obligaciones alimentarías
por parte de la persona que de conformidad con lo dispuesto en éste Código tiene obligación
de cubrirlas, y

IV. Violencia sexual: a los actos u omisiones y cuyas formas de expresión pueden ser: inducir a
la realización de prácticas sexuales no deseadas o que generen dolor, practicar la celotipia para
el control, manipulación o dominio de la pareja y que generen un daño.

(REFORMADO, G.O.D.F. 18 DE DICIEMBRE DE 2014)

No se justifica en ningún caso como forma de educación o formación el ejercicio de la violencia


hacia las niñas, niños y adolescentes. Para efectos de éste artículo, se entiende por integrante
de la familia a la persona que se encuentre unida a otra por una relación de matrimonio,
concubinato, o por un lazo de parentesco consanguíneo, en línea recta ascendente o
descendente sin limitación de grado, colateral o afín hasta el cuarto grado, así como de
parentesco civil.

CODIGO PENAL FEDERAL CAPITULO OCTAVO Violencia familiar


Artículo 343 Bis. Comete el delito de violencia familiar quien lleve a cabo actos o conductas de
dominio, control o agresión física, psicológica, patrimonial o económica, a alguna persona con
la que se encuentre o haya estado unida por vínculo matrimonial, de parentesco por
consanguinidad, afinidad o civil, concubinato, o una relación de pareja dentro o fuera del
domicilio familiar. A quien cometa el delito de violencia familiar se le impondrá de seis meses a
cuatro años de prisión y perderá el derecho de pensión alimenticia. Asimismo, se le sujetará a
tratamiento psicológico especializado. 107 www.ordenjuridico.gob.mx Artículo 343 Ter. Se
equipara a la violencia familiar y se sancionará con seis meses a cuatro años de prisión al que
realice cualquiera de los actos señalados en el artículo anterior en contra de la persona que
esté sujeta a la custodia, guarda, protección, educación, instrucción o cuidado de dicha
persona.
CODIGO PENAL DEL DISTRITO FEDERAL (CDMX)
ARTÍCULO 201. Para los efectos del presente capítulo se entiende por:

I. Violencia física: A todo acto intencional en el que se utilice alguna parte del
cuerpo, algún objeto, arma o sustancia para sujetar, inmovilizar o causar daño a la
integridad física del otro;

II. II. Violencia psicoemocional: A toda acción u omisión que puede consistir en
prohibiciones, coacciones, condicionamientos, intimidaciones, insultos, amenazas,
celotipia, desdén, indiferencia, descuido reiterado, chantaje, humillaciones,
comparaciones destructivas, abandono o actitudes devaluatorias, entre otras, que
provoquen en quien las recibe alteración autocognitiva y autovalorativa que
integran su autoestima o alteraciones en alguna esfera o área de la estructura
psíquica de la persona;

III. III. Violencia Patrimonial: A todo acto u omisión que ocasiona daño ya sea de
manera directa o indirecta, a los bienes muebles o inmuebles, en menoscabo de su
patrimonio; también puede consistir en la perturbación a la posesión, a la
propiedad, la sustracción, destrucción, menoscabo, desaparición, ocultamiento o
retención de objetos, documentos personales, bienes o valores, derechos
patrimoniales o recursos económicos;

IV. IV. Violencia Sexual: A toda acción u omisión que amenaza, pone en riesgo o
lesiona la libertad, seguridad, integridad y desarrollo psicosexual de cualquier
persona;

V. V. Violencia Económica: A toda acción u omisión que afecta la economía del sujeto
pasivo, a través de limitaciones encaminadas a controlar el ingreso de sus
percepciones económicas y puede consistir en la restricción o limitación de los
recursos económicos, y

VI. VI. Violencia contra los derechos reproductivos: A toda acción u omisión que limite
o vulnere el derecho de las mujeres a decidir libre y voluntariamente sobre su
función reproductiva, en relación con el número y espaciamiento de los hijos,
acceso a métodos anticonceptivos de su elección, acceso a una maternidad elegida
y segura, así como el acceso a servicios de aborto seguro en el marco previsto en
los ordenamientos relativos para la interrupción legal del embarazo, a servicios de
atención prenatal, así como a servicios obstétricos de emergencia.

ARTICULO 201 Bis.- Se equipara a la violencia familiar y se sancionará con las mismas penas y
medidas de seguridad, al que realice cualquiera de los actos señalados en el artículo anterior
en contra de la persona que esté sujeta a su custodia, guarda, protección, educación,
instrucción o cuidado o con quien tenga una relación de hecho o la haya tenido en un período
hasta de dos años antes de la comisión del acto u omisión.

El consenso científico mundial considera hoy en día al fenómeno como un


factor que definitivamente influye en el estado de salud del afectado.
La "Alienación Parental" (AP) aparecerá en el catálogo de la Organización
Mundial de la Salud (OMS) en el 2018 como un problema asociado a las
relaciones interpersonales.

La AP es real y conlleva desde el punto de vista médico un diagnóstico


certero asociado con problemas en las interacciones interpersonales
durante la infancia.

Se ha añadido en la siguiente versión de la Clasificación Internacional de


Enfermedades (CIE) el término AP a la categoría “Problemas en la
relación entre un menor de edad y su custodio” junto con otra condición
relacionada que se denomina "Distanciamiento Parental" (DP).

El diagnóstico de DP se presenta cuando existe repudio de un hijo hacia


uno de sus progenitores por causas justificadas y el de AP cuando el
rechazo es por causas injustificadas.

La CIE es elaborada y publicada por la OMS cada cierto número de años,


esto cuando son concretadas sus revisiones. La edición actual se llama
CIE-10, que se está revisando y se convertirá en la CIE-11.

La OMS ha anunciado que la CIE-11 se publicará en 2018. El proceso de


revisión que ya ha durado varios años ahora incluye temas como
problemas en las relaciones interpersonales y el maltrato infantil.

El Derecho Internacional y sus tratados consideran el interés de los niños


como inalienable. El que un hijo conviva con sus dos progenitores es uno
de sus derechos humanos. El interés superior de un niño no es otra cosa
que actuar de acuerdo al resultado de la evaluación del impacto que una
decisión tendrá sobre el cúmulo de sus derechos. La convivencia entre el
progenitor no custodio y sus hijos debe restringirse o suspenderse
cuando el interés superior del menor así lo manda.

En el plano psicosocial se considera a la AP como una variante del


maltrato psicológico y por lo tanto en el sociojurídico un delito, en donde
el infractor impide el vínculo paterno/materno/filial sin una razón
justificada, siendo que se puede incurrir en la revictimización del menor
cuando no concurra una impartición de justicia eficaz. Existen leyes en
contra de estos procesos en casi todo el mundo.

En el plano socioeconómico, la AP es el reflejo de la ambición, en dónde


los hijos son usados como medio de chantaje por uno de los progenitores
para obtener un beneficio económico. El principio de Corresponsabilidad
Parental dicta el equilibrio mancomunado de participación en la crianza,
educación y manutención de los hijos de acuerdo a las posibilidades de
cada progenitor.
En el plano sociopolítico, la AP ha encontrado una gran resistencia por
parte de grupos machistas y feministas radicales pues el postulado
declara que el maltrato infantil no discrimina, es decir, que tanto el
hombre como también la mujer pueden ejercer violencia en contra de sus
hijos, lo que desmonta el constructo cultural de la ideología de género.
Ésta corriente promueve el uso de denuncias falsas y otras estrategias
ilegales donde, de modo narcisista, el fin justifica los medios.

A pesar de que la literatura académica presenta una amplia


fundamentación empírica que señala la efectividad del diagnóstico de la
AP para corregir situaciones graves de maltrato infantil, por rigor
científico los expertos exhortan a no usar el término “síndrome” o las
siglas “SAP” como referencia.

https://www.telediario.mx/metropoli/en-mexico-mas-de-82-mil-menores-son-victimas-de-
alienacion-parental

ALINEACION PARENTAL EN LOS ESTADOS DE LA REPUBLICA MEXICANA


Aunque el Síndrome de Alienación Parental (SAP) es un término controvertido por
estigmatizar a las mujeres como manipuladoras y a las niñas y niños como
mentirosos, actualmente es reconocido en las leyes civiles de 17 estados de la
República mexicana.

De acuerdo con datos de la Comisión de la Familia y Desarrollo Humano del


Senado, hasta febrero de este 2017 Aguascalientes, Baja California Sur, Coahuila,
Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León,
Querétaro, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán y la Ciudad de México, legislaron la
Alienación Parental.

Recientemente a esta lista se sumó Baja California. El pasado 6 de junio el


Congreso del estado aprobó modificar el Artículo 21 de Ley para la Protección y
Defensa de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes local y los Artículos 279,
281, 296 y 441 del Código de Procedimientos Civiles para incorporar esta figura
jurídica.

CONCEPTO SIN SUSTENTO

El 16 de febrero de este año el Senado exhortó a las entidades federativas a


legislar en materia de Alienación Parental con el objetivo de velar por el interés
superior de niñas, niños y adolescentes al considerar que el SAP es un fenómeno
que va en incremento en casos de separaciones y divorcios.

Según el dictamen elaborado por la Comisión de la Familia –organismo


parlamentario creado en 2014 para evitar el avance de normas a favor de los
matrimonios igualitarios y el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo– la
Alienación debe ser considerada un tipo de violencia familiar.
Sin embargo, agrupaciones como Adivac, Save the Children y el Grupo de Acción
por los Derechos Humanos y la Justicia Social han alertado de la falta de sustento
científico de este concepto, de su carácter discriminatorio y estereotipado y del
riesgo de que se use para defender a padres acusados de abuso y violación sexual
de menores de edad.

El término fue creado en 1985 por el médico estadounidense Richard A. Gardner.


Esta teoría califica de falsas o injustificadas todas las denuncias o quejas de
maltrato o abuso sexual que hacen las hijas o hijos en contra uno de sus
progenitores, aludiendo a que las presuntas víctimas mienten porque son
manipuladas por sus madres.

DIVERSIDAD NORMATIVA

Los 17 estados que reconocen el SAP en su legislación imponen castigos a las


madres o a los padres que incurran en esta conducta, las penas van desde la
pérdida de la patria potestad de sus hijas e hijos y terapia psicológica hasta cárcel.

Por ejemplo, el Código Civil de Baja California dice que cuando se presenta el SAP
el Juez de lo Familiar, de oficio, debe ordenar “las medidas terapéuticas” necesarias
para los menores de edad y sus progenitores a fin de reestablecer la sana
convivencia; o bien, podrá determinar la pérdida de la patria potestad.

El Código Penal de Michoacán (reformado en noviembre de 2016) considera la


Alienación Parental como violencia familiar y por tanto lo sanciona con una pena
que va de uno a cinco años de prisión, suspensión de los derechos de madres y
padres respecto de la custodia de sus hijas e hijos y prohibición de residir con ellos.

El Código Civil de la Ciudad de México (reformado en mayo de 2014) dice que en


caso de que el SAP sea “moderado” se suspenderá la patria potestad de quien
cometa esta conducta pero si es “severo” se suspenderá todo contacto con el
progenitor y su respectiva familia y además las niñas y niños serán sometidos a un
“tratamiento”.

PROPUESTAS DE REFORMA

El 22 de septiembre de 2016 el senador del Partido de la Revolución Democrática


(PRD), Fernando Enrique Mayans, presentó una propuesta para incorporar una
definición de SAP en la legislación federal con el argumento de que los divorcios y
las uniones libres son una problemática social y un obstáculo para el interés
superior de la infancia.

El legislador propuso reformar los Artículos 283, 411, 417 y 444 bis del Código Civil
Federal y 103 de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes
para prevenir, atender y erradicar las conductas que constituyen Alienación
Parental, crear la figura de asistente del menor y la de mediación asociativa
familiar.

Con este proyecto el Artículo 411 del Código Civil diría que “se entiende por
alienación parental toda conducta que tienda a manipular y a transformar la
conciencia de los hijos menores de edad, para impedir o destruir la convivencia, las
relaciones personales y trato directo con el progenitor no custodiado”.

La iniciativa se turnó a las Comisiones unidas de los Derechos de la Niñez y de la


Adolescencia; de la Familia y Desarrollo humano; y de Estudios Legislativos pero a
la fecha no ha sido discutida.
Mientras en los estados avanza la incorporación del SAP en la legislación, en la
Suprema Corte de Justicia de la Nación se resolverán dos Acciones de
Inconstitucionalidad: una por el caso de la Ciudad de México, presentada por la
Comisión local de Derechos Humanos; y otra por la reforma en Michoacán,
presentada por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

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