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Anfitrión
¡BIENVENIDO!
Para atraer a los clientes, el perfil debe contener información sobre vos, tu
experiencia con los perros y tu residencia.
Vos
Contá un poco sobre tu rutina diaria, profesión, experiencia con mascotas y tu amor
por ellas. Si hiciste cursos o tenés certificaciones en el área, hablá sobre eso también.
Y no te olvides de hablar sobre tus motivaciones y compromiso para hospedar de la
mejor forma posible.
Tus mascotas
Si tenés un amigo peludo, hablá sobre su raza, su personalidad, si está vacunado, si
está acostumbrado a convivir con otros animales. Si no tenés un perro, pero tenés
gatos, aves u otros animales, hablá sobre ellos también.
Si estás sin ninguna mascota de compañía, es importante hablar sobre experiencias
que hayas tenido, incluso si ya cuidaste de algún animalito para amigos o familiares
tuyos.
En el paso "Tu Hogar" te pedimos que nos cuentes cómo sería un hospedaje contigo.
En tu perfil, esto aparece como “rutina del huésped”. En ese espacio, describí lo que
ofrecés durante el hospedaje, dónde el perro podrá quedarse y lo que podrá hacer.
Habla sobre:
Tu Casa
Tu casa es donde vas a recibir los huéspedes. Hablá sobre el espacio y las
habitaciones a que los huéspedes tendrán acceso para circular y dormir. Es
interesante responder si la residencia tiene área externa, parque o plaza próxima
para paseos, y si el espacio tiene comodidad para perros grandes. Hablá también
sobre las personas que viven contigo, sean amigos o familiares, y si te ayudarán con
los hospedajes.
Tus servicios
Recordá: es por el perfil que los clientes te encuentran. Por lo tanto, además de seguir
estas tips, sé verdadero y demostrá interés en recibir los huéspedes en tu casa.
Fotos en el perfil –
Qué tan importante?
Las fotos son una extensión de la descripción y necesitan estar siempre actualizadas
y con buena resolución. Fotos de buena calidad facilitan la visualización y hacen la
experiencia del cliente más completa, además de demostrar que te comprometés en
tu trabajo y sos una persona prolija.
En la pantalla “Mis Fotos” conseguís cargar las fotos que querés mantener en tu perfil,
así como organizarlas y seleccionar la foto principal, que es la foto de portada y que
aparece en destaque.
De tí
Podés ingresar fotos que muestren tu personalidad y rutina, además de fotos con
personas que viven contigo y/o que te visitan con frecuencia.
De tus mascotas
Aprovechá este espacio para mostrar tus mascotas. Poné fotos de todas: perros,
gatos, pájaros, roedores, etc. Pueden ser fotos jugando, durmiendo, paseando,
dentro y fuera de casa y, claro, fotos contigo también. Más adelante, podrás ingresar
fotos de tus huéspedes durante el hospedaje en tu casa.
Tu casa
Al fotografiar los espacios, dejalos organizados. No es bueno que en las fotos tu casa
parezca desarreglada o sucia, porque esto causa mala impresión a los que visitan tu
perfil.
Recordá que el cliente está preocupado en dejar su hijo peludo con alguien que sea
tan cuidadoso y amoroso como él mismo. Las fotos deben estar en tu anuncio para
comprobar todo lo que decís en tu descripción y, claro, en buena calidad. Evitá fotos
chicas, borrosas, oscuras o muy antiguas.
Encuentro previo
¿Por qué debo hacer un encuentro previo?
El encuentro previo es una práctica que te recomendamos para que puedas conocer
personalmente tu futuro huésped antes de aceptar la reserva. Ese primer contacto te
ayudará a entender mejor la personalidad, los hábitos y las necesidades del perro,
además de ver si podrás, o no, hospedarlo.
En algunos casos, se puede incluso hacer un encuentro previo más largo, de algunas
horas, o de un día entero. Si te parece que un encuentro de algunos minutos no es
suficiente, conversá con el tutor y marcá de que la mascota pase el día contigo.
Acordate de hacer la reserva de ese día, para que, mientras el perro esté en tus
cuidados, tenga todo el soporte de nuestro equipo.
En algunos casos, se puede incluso hacer un encuentro previo más largo, de algunas
horas, o de un día entero. Si te parece que un encuentro de algunos minutos no es
suficiente, conversá con el tutor y marcá de que la mascota pase el día contigo.
Acordate de hacer la reserva de ese día, para que, mientras el perro esté en tus
cuidados, tenga todo el soporte de nuestro equipo.
¿Qué se debe observar en el encuentro previo?
Aprovechá ese encuentro para sacar dudas sobre el comportamiento, hábitos, rutina,
salud y necesidades de tu huésped. Si posible y de forma sutil, comprobá si no está con
pulgas o garrapatas, si presenta algún síntoma distinto y si parece sano.
Durante el encentro previo, mismo con tus esfuerzos, las mascotas pueden pelearse o
no relacionarse bien. Si es así, nuestra recomendación es que no aceptes el hospedaje.
Con eso evitás posibles peleas y una experiencia negativa para ambas las partes.
Podés aceptar reservas sin hacer un encuentro previo, hasta porque algunas son de
última hora, pero recordá que es un riesgo, porque el perro puede no estar dentro de
lo que te proponés a hospedar, y eso puede generar la cancelación del hospedaje. Si la
reserva ya está confirmada en el sistema, entrá en contacto para que hagamos la
cancelación.
Tanto para encuentros previos en lugares públicos como en tu propia casa, algunos
detalles son importantes:
Lugar Público
- Sé presentable y con buena apariencia (no necesitás ser formal, pero ropas
arrugadas y pareciendo alguien que acaba de despertase tampoco es bueno);
- Si tenéss un perro, asegurate de que está limpio y peinado.
En tu casa
Sé amable, servicial y esforzate para que el encuentro previo sea exitoso. Intentá
presentar a los perros a los pocos, dejá que se huelan y hacé el intermedio de esa
primera interacción entre ellos. En algunas situaciones, las mascotas pueden
extrañarse en el primer contacto, y es muy importante mantener la calma y
tranquilizar al tutor.
Sé siempre receptivo con el tutor del
perro, pues, así como tú, él también puede
tener dudas. Por lo tanto, respondé a las
preguntas que te haga y mostrate
empeñado en proporcionar un gran
hospedaje para la mascota.
Perros pueden ser más ágiles y listos de lo que imaginás. No lo hacen por mal, pero
en muchas situaciones pueden intentar escaparse. ¡Aprendé a prevenir huidas!
Ellos pueden intentar escaparse por varios motivos: si están aburridos, atraídos por
ruidos y sonidos diferentes, si quieren seguir otro animal, si se sienten “abandonados”
porque los dueños los dejaron en otro lugar y hasta por ansiedad de separación.
Es decir, cuando el tutor deja la mascota en tu
casa, se está “separando” del animal y algunos
no saben cómo comportarse bien en esa
situación, sobre todo si es la primera vez que se
quedan lejos de los tutores. Los perros pueden
ponerse ansiosos, agitados e intentar
escaparse.
El perro también puede intentar escaparse estando dentro de tu casa y, para que eso
no pase, necesitás cerrar todas las posibles rutas de huida que tenga tu residencia.
Esto va para puertas y vallas sin pantalla de protección, casas en condominios
cerrados que no tengan muros o vallas o lo sean muy bajas, puertas de vidrio,
ventanas, grietas o agujeros en paredes y muros e incluso en el piso, entre la puerta
y la vereda.
Todos esos espacios deben ser cerrados para que los huéspedes no consigan salir.
Lo que para vos puede parecer un espacio demasiado pequeño para que el perro
consiga pasar, para él, un poquito de esfuerzo puede ser lo suficiente para que salga.
Siempre al entrar y salir de casa, sé cuidadoso con las puertas. No subestimes la
rapidez de la mascota.
Entrada y salida frecuente de personas
También son más propensos a huir cuando están en celo (para reproducirse) y
durante celebraciones, partidos de fútbol y fiestas de fin de año, en que por lo general
la gente suelta fuegos artificiales. Esto puede asustarlos y hacer con que se escapen
para encontrar un lugar seguro. En ambas situaciones, debés mantenerlos dentro de
casa y estar siempre cerca para supervisarlos y calmarlos.
Todas estas medidas preventivas son eficaces, pero siempre comprobá si tus
huéspedes tienen en el collar el colgante de identificación del animal y utilizalo cuando
salgas con él. El colgante de identificación por lo general tiene el nombre del animal y
el teléfono de contacto del tutor. Es esencial para localizar a la mascota en posibles
huidas. Si el animal no lo tiene, triplicá la atención.
Si, en cualquiera de esas situaciones el
huésped logra escaparse, debés:
No lo hacen por mal, pero pueden ver esos objetos como cosas que los diviertan,
como juguetes, o quizá confundirlos con comida. Lo ideal es que puedas supervisar
los huéspedes en tiempo integral. Estás cuidando al perro de otra persona que tiene
hábitos y comportamientos con los que no estás acostumbrado.
Sabemos que ni siempre se puede controlar cada paso, entonces, quedate atento,
porque los huéspedes pueden encontrar y dañar mochilas, roperos, sofás, alfombras,
muebles o cualquier otra cosa que esté a su alcance. Dificultá la entrada de los perros
en lugares con muebles y objetos de valor, más aún si no son adiestrados. Todos los
objetos que pueden morder, tragar o estropear deben guardarse en sitios cerrados y
seguros (cajoneras, roperos) para que no tengan como acceder.
Lo mismo sirve para alimentos: galletas, frutas, verduras y comidas prontas. Almacená
todo en sitio adecuado, como armarios de cocina y heladera. No los dejes sobre la
mesa, pileta o bancadas. Dependiendo del tamaño del huésped, logrará alcanzarlos y
comerlos.
Cuidado, también, con la basura. Los perros se sienten atraídos por el olor y cualquier
basura en sitio de fácil acceso será revuelta y comida. Mantené los basureros siempre
cerrados y lejos de su alcance. Cerrá las bolsas de basura y ponelas en lugar aislado
hasta que se tiren.
En todas las situaciones, cualquier objeto o alimento que el perro pueda encontrar,
comer o estropear, debe ser guardado en lugar propio y seguro. Si te descuidás y tu
huésped come, muerde o roe algo, sácaselo de inmediato y cuidá para no se repita ni
con él ni con otros huéspedes. Además del riesgo de dañar algo, pueden atorarse,
tragar pequeños objetos y tener la salud afectada por eso.
Según nuestros Términos de Uso, todos los objetos que el perro pueda dañar son de
responsabilidad del Anfitrión, así como velar por la seguridad y salud de los
huéspedes. Por eso, sé resposable y cuidadoso tanto con tus pertenencias como con
el perro que estés hospedando.
No dejes objetos esparcidos por el piso, como zapatos, medias, embalajes vacíos,
ropas, cables y alambres. Mantener el ambiente más organizado y limpio evita que tu
huésped trague o dañe pequeñas pertenencias tuyas.
Cómo evitar peleas entre perros
El primer paso es, antes de aceptar la reserva, hacer un encuentro previo para
conocer personalmente tanto el tutor como el huésped. Este momento es
importante para sacar todas tus dudas y también para presentar tu mascota al
futuro huésped. Observá cómo los dos se comportan en la presencia uno del otro, si
interactúan bien y si no intentan avanzar. Si el encuentro previo no va bien, no
aceptes la reserva.
Comidas
No dejes los platos de comida cerca unos de los otros y quedate alrededor para
supervisarlos mientras comen. Así no dejás que uno se acerque a la comida del otro,
evitando que se peleen (o que, por celos, un perro inhiba el otro de comer), además
de proporcionar un momento de tranquilidad para todos.
Juguetes y objetos
Además de la comida, perros son posesivos con sus otros objetos, como juguetes,
bolitas, camas y mantas. Por lo tanto, evitá dejar que algo que sea de una mascota
esté al alcance de las otras. Un perro también reconoce sus pertenencias por el olor,
y dejar la manta, por ejemplo, con otro perro, puede hacer con que se sienta celoso al
darse cuenta del olor de otro animal en algo que es suyo. Dejá cada objeto con su
proprio dueño y que tenga uso exclusivo. Así respetás la individualidad y las cosas de
cada uno.
Otras dos formas de evitar peleas entre perros es hacer ejercicios frecuentes para
mantenerlos ocupados y causarles asociaciones positivas. Los ejercicios hacen con
que los perros gasten energía y, con eso, quedan menos estresados y con menos
disposicón para pelear, además de acercarlos. Hacé paseos largos en ritmo acelerado
para cansarlos, no sólo llevarlos a dar una vuelta.
Ya la asociación positiva sirve como un refuerzo de que cuando uno está cerca del
otro, cosas buenas suceden. Es decir, si a tu perro le gusta pasear y lo hace junto con
otros perros, entiende que los otros perros son divertidos, porque cuando están
cerca, él pasea. Este es sólo un ejemplo, pero también podés intentarlo con juegos y
bocadillos.
Evitar peleas es mejor, más simple y más seguro que separarlas. Por más chico que
sea el perro, su mordida y uñas pueden lastimar bastante al otro perro, además de
causar problemas para todos: para vos, para las mascotas y para sus tutores.
1 – Desesperarte y gritar
En estos momentos, es difícil no desesperarte, pero necesitás mantener la calma.
Cuanto más nervioso te pongas, menos conseguirás pensar rápida y lógicamente
para resolver la situación. Además, gritar hará con que los perros queden aún más
agitados.
1 – Tirarles agua
El impacto del agua en el cuerpo de los perros hace con se asusten, se sientan
molestos y se aparten, aunque rapidamente, uno del otro.
2 – Hacer ruido
Usá un silbato, chiflá, aplaudí, utilizá objetos que hagan ruidos altos cerca de ellos.
Esto hace con que los perros se asusten, porque tienen audición más sensible y, por
lo tanto, se dispersen.
Perros castrados, sobre todo machos (que son más territorialistas), se pelean menos.
Si ni tu mascota ni el huésped son esterilizados, debés vigilarlos 24 horas durante todo
es hospedaje;
Así como las personas, algunos perros naturalmente no gustan unos de los otros. Por
lo tanto, no fuerces ningún contacto entre ellos. Respetá el tiempo de cada uno de
ambientarse e intentá crear, a los pocos, una interacción positiva;