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Ulises Ruiz Ortiz Coral Valencia Bustos

Ciudad de México, 2 de agosto de 2019

COMPAÑEROS PRIISTAS

Hace poco más de tres años, cuando se hizo evidente el hartazgo de la sociedad con un
gobierno autoritario, frívolo y corrupto que trasladaba sus formas de hacer política y su
desgaste a nuestro partido, señalamos el riesgo que se corría de perder las elecciones del
2018 de no separar claramente partido y gobierno.

El Partido, decíamos entonces, debía elegir democráticamente a sus dirigentes y aplaudir lo


bueno de sus gobiernos, pero señalar los desvíos con oportunidad y firmeza. Ya entonces
exigíamos que el Partido se pronunciara sobre los escándalos de los gobernadores,
funcionarios federales y del propio presidente Peña que inevitablemente se identificaban
como cometidos por “los priistas”, ante el silencio cómplice de nuestros dirigentes.

La designación de Ochoa Reza, la apertura a la candidatura presidencial a externos, la falta


de democracia interna y la visión patrimonialista que la cúpula impuso, fueron la piedra de
toque de nuestra mayor demanda: la elección directa por la militancia de la dirigencia
nacional para detonar desde ahí los profundos cambios que pudieran rescatar los espacios
que era claro que podíamos perder (y que finalmente perdimos).

La presión de la militancia, cansada de las decisiones cupulares, fue tal que obligó a que se
determinara finalmente que la elección para la dirigencia del CEN se convocara a través del
procedimiento de elección directa en un primer momento para ser conducido por el INE,
para garantizar la legalidad del proceso.

Argumentando cuestiones de financiamiento, la dirigencia coludida con el peñismo


decidió que fuese el propio partido quien organizara la elección para poder fraguar un
proceso amañado, dirigido. La cúpula voraz se resiste a dejar que el PRI recupere su
dignidad como instituto político y pretende que el PRI siga sirviendo no a México, sino a
una “clase política” desprestigiada, constituida por los mismos de siempre.

La línea en favor del candidato cupular comenzó a darse desde los gobernadores priistas y
terminó dictándose desde el CEN, sectores, organizaciones y comités directivos estatales.
Con muy pocas excepciones, los requisitos de la convocatoria para el registro de aspirantes
se volvieron candados efectivos para evitar que pudiéramos competir en la contienda.
Quienes un día dijeron no tener inconveniente en darnos su apoyo, al siguiente día dejaron
de recibirnos. La cargada operó en favor de Alejandro Moreno. “Así es el PRI”, argumentaría
Ulises Ruiz Ortiz Coral Valencia Bustos

Moreno, en referencia a las malas costumbres que nos han llevado a la crisis más
importante en la historia del partido.

Hoy la resolución del TEPJF validando las trampas que nos dejaron fuera del proceso de
renovación del CEN, nos obliga a replantear nuestra posición en la contienda interna.

Hemos aspirado a dirigir a nuestro partido, pero no estamos obsesionados con ello. Sin
embargo, es necesario insistir en que la cúpula encabezada por Enrique Peña Nieto
pretende mantenerse en la dirigencia a través de Alejandro Moreno, para preservar
privilegios y transar con el gobierno federal impunidad para sus más destacados miembros,
lo que llevaría inexorablemente al partido a su extinción.

En ese sentido, hemos encontrado coincidencias con Ivonne Ortega Pacheco y José
Encarnación Alfaro y hemos acordado con ellos seguir luchando por dar respuesta a las
demandas de quienes durante estos años de lucha nos han expresado en nuestro recorrido,
a lo largo y ancho de la república. Nosotros vamos a seguir recorriendo el país para invitar
a la militancia a unirse a la lucha que vamos a dar junto a Ivonne y José Encarnación por
recuperar el partido de las manos de quienes lo tienen secuestrado. Después del proceso
volveremos para agradecer a cada uno de ustedes su apoyo y, tengan la seguridad, para
refrendar el compromiso que hicimos por conseguir nuestra meta común, devolverle el
poder político a la militancia.

Amigas y amigos, los invitamos a que este 11 de agosto acudan a votar libremente por la
opción democrática que representan Ivonne Ortega Pacheco y José Encarnación Alfaro,
quienes se han comprometido a concretar las propuestas que junto con ustedes
construimos para tener el partido fuerte, crítico y propositivo, pero, fundamentalmente, a
construir un PRI que promueva la democracia partiendo de sus propios procesos internos
para poder exigir el país democrático que necesitamos y que exigimos los mexicanos.

FRATERNALMENTE

Ulises Ruiz Ortiz Coral Valencia Bustos

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