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EDUCAR PARA PREVENIR: LA NECESIDAD DE INTERVENCIÓN SOCIAL Y

PEDAGÓGICA PARA EL CAMBIO DE IMAGINARIOS RESPECTO A LA


DISCRIMINACIÓN Y OPRESIÓN A LA QUE ES SOMETIDA LA MUJER

Históricamente, la mujer ha estado ahogada y ungida en una serie de conductas y acciones que, han
estado presentes en su evolución social. Estas acciones y conductas por parte de la sociedad, no
solo desde el género masculino, sino también desde la misma mujer, han acarreado violencia
psicológica y violencia física para la misma. En la contemporaneidad, esas formas de violencia han
mutado y tienen un carácter múltiple que hace de alguna u otra forma, que esté presente en distintos
entornos, ya no solo es un asunto familiar y del “hogar” sino que de cierta manera el estado legitima
también ciertas acciones algunas mencionadas: violencia policial, violencia en prisiones, en
instituciones educativas, violación, abusos sexuales, acoso, agresión en el campo laboral,
prostitución, trata de blancas, violencia desde la misma publicidad y los medios de comunicación.
Actualmente es reiterado observar en la agenda mediática titulares como el de Caracol Radio el
hace no más de un par de días, donde el Valle del cauca fue escenario de violencia y asesinato de
dos mujeres que se suman a las listas interminables1; según medicina legal en 2017, se registraron
94 feminicidios en Bogotá, siendo esta la zona del país en donde más se presentan después del
Valle del Cauca, con 139; y Antioquia, con 130. Los registros apuntan a que el agresor es
desconocido en el 48% de los casos; le sigue la pareja o expareja con 27%, y los familiares alcanzan
el 3,5%.2

Desde 1970, el feminismo ha emergido como corriente que busca la reivindicación de los derechos
en las mujeres, el término feminismo tiene incluso sus raíces en la desigualdad y la opresión de las
mujeres en relación con los hombres dando a entender que aquellas relaciones
no dependen de las diferencias de sexo biológico propios de la especie humana. Las
relaciones de género son fenómenos socioculturales que estructuran la perpetuación de la
vida humana en sociedad de modo tan fundamental y enigmático como, por ejemplo, los
sistemas de parentesco. Una historia del concepto de género implica y refleja, por lo tanto,
la concepción cambiante de la cultura en relación a la naturaleza. (Stolke,2004. P.78)

1 http://caracol.com.co/emisora/2018/03/05/cali/1520273232_981541.html
2 https://www.publimetro.co/co/bogota/2017/12/06/violencia-contra-la-mujer-en-colombia-2017.html
En relación a lo anteriormente mencionado, la violencia hacia la mujer, es una perspectiva que
lejos de ser subjetiva está basada en los análisis estructurales de las formas de poder, pues hasta el
mismo cuerpo forma parte de un conjunto de bienes a poseer, o al menos esto se infiere a partir del
análisis de los diferentes contenidos presentes en nuestra cotidianidad y ya expuestos previamente
y que hacen parte de un sistema categorial cultural, del cual se desprende una serie de conductas
donde hay una exageración y una tradición de enaltecimiento a las características masculinas

(…) la superioridad y la libertad sexual del hombre le da ciertos derechos que pertenecen a su
"naturaleza" de macho. Se cree que los hombres tienen mayores necesidades sexuales y por lo tanto
las mujeres deben aceptar el hecho de que ellos tengan muchas aventuras extramaritales (Stycos
citado en Giraldo, 1972, p.297)

Se observa entonces, que la violencia hacia la mujer es parte de una cultura que transgrede en la
temporalidad; esta acarrea una serie de imaginarios que perduran a través del tiempo. De las
consideraciones anteriores, se debe resaltar que esta problemática visible desde occidente hasta
oriente, y de sur a norte, ha sido documentada a fin de progresar y avanzar en búsqueda de
soluciones, soluciones que a la postre giren en torno a la prevención de la violencia contra la mujer
– entiéndase mujeres y niñas dentro de una misma categoría- no obstante aún sigue siendo un eje
temático que devenga mayor estudio, conocimiento y comunicación del mismo, pues desde el
accionar pedagógico se puede influir en el comportamiento a futuro de la sociedad respecto al
género que ha sido históricamente categorizado como “débil”.

Hecha la observación anterior, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha hecho esfuerzos
por aportar en la búsqueda de soluciones pertinentes a la violencia contra la mujer, puesto que
desde los argumentos que expone establece que

La violencia contra la mujer impide el logro de los objetivos de igualdad, desarrollo y paz. La
violencia contra la mujer viola y menoscaba o impide su disfrute de los derechos humanos y las
libertades fundamentales. La inveterada incapacidad de proteger y promover esos derechos y
libertades en los casos de violencia contra la mujer es un problema que incumbe a todos los Estados
y exige que se adopten medidas al respecto. ( de Beijing,1995)
No es para menos, para alcanzar un verdadero estado social de derecho se deben implementar
políticas en aras de la igualdad y la paz, que haya disyuntivas en ese aspecto acarrea opresión y
una libertad propia del sistema neoliberal, que lejos de proteger la integridad, influye en la
manifestación de tensiones sociales y extensión de las diferentes formas de violencia expresadas
en este trabajo.

Tal como lo dijese Colás y Jimenez (2006) “La educación constituye uno de los pilares básicos en
la transmisión de patrones culturales de género.” (p.415) Y es que la violencia contra la mujer incita
a reflexionar en historicidad y condicionantes, que han llevado a la mujer a ser objeto de abuso y
opresión. En lo que respecta a esto, la pedagogía como eje de transformación de las diferentes
realidades sociales, debe iniciar desde los primeros cimientos cognitivos y educacionales

Los centros escolares son espacios sociales y educativos claves para en ellos poder operar
transformaciones educativas y sociales deseables. En ello es clave la «conciencia» y «formación»
del profesorado en género y equidad. (Colás & Jimenez,2006, P.415)

La violencia contra la mujer conlleva a pensar este fenómeno social más allá de las clases sociales
y distinciones de cultura, etnia o creencias, pues sin importar ninguna de las consideraciones
anteriores afecta a cada una de ellas de forma directa o indirecta. Debido a esto, la prevención surge
como un accionar para mitigar y erradicar esta problemática de raíz, pues bien es sabido que desde
la pedagogía se puede formar al ciudadano en función de los ideales de sociedad que se busca. La
prevención, en este sentido “debe comenzar en las primeras etapas de la vida, mediante la
educación de los niños y niñas que promueva las relaciones de respeto y la igualdad de género. Sin
embargo, dentro de los aspectos o atributos que la pedagogía coloca en debate y reflexión, hay
dificultades presentes sobre todo en lo que concierne la incorporación de una visión, una mirada
de genero impartida desde el currículo educativo; parte de dichas dificultades pueden resumirse en:
la falta de visibilidad de la discriminación de género en los contenidos, metodologías y prácticas
pedagógicas y por otra parte, la falta de articulación entre la teoría y la praxis pues son “incipientes
y muy escasas aportaciones de género que propongan teorías, modelos y estrategias educativas
realistas y posibles para una educación en equidad.” (Colás & Jimenez,2006, P.416)
La prevención, más si se da desde la pedagogía toma una relevancia significativa pues exige de
innovación además de reflexión; la educación para la igualdad, que en síntesis busca la
reivindicación de la mujer y la oportunidad en los diferentes ambientes sociales independiente del
sexo (…) requiere y exige de nuevos modelos pedagógicos y de una formación del profesorado
específica, ya que el papel del profesorado es clave. A él le corresponde la tarea de pensar su
enseñanza con una nueva visión de género” (Colás & Jimenez,2006, P.416) La educación y las
diferentes instituciones, deben ser mediadoras entre la reflexión y la enseñanza en el marco de una
educación preventiva adaptada al contexto y las necesidades que este ofrece a solucionar y
transformar en los alumnos.

La prevención es importante,” Proclama la ONU, pues la prevención mediante el trabajo


mancomunado con los jóvenes es, como bien se decía, una opción viable en materia de
transformación social, pues en esta época se hace más factible el desarrollo de valores y normativas.
La prevención, implica promoción de la igualdad de género, movilización y empoderamiento de la
situación por parte de las mujeres, de igual forma políticas públicas que garanticen la seguridad de
las mujeres en diferentes espacios para el goce de los mismos; también aumentar la participación
de las mujeres en la toma de decisiones en todas las esferas, tanto públicas como privadas. Otra
fuente de prevención y quizá una de las más importantes por su visibilización, es la agenda
mediática y cada uno de los medios de comunicación de esta manera se puede apuntar a los
imaginarios culturales y erradicar la violencia de raíz.

Se debe aprovechar la ocupación de atención en materia de igualdad de género, en la agenda


mediática, tanto a nivel local como internacional. Teniendo en cuenta que la igualdad atañe tanto
al acceso de bienes y servicios, como a las riquezas sociales dadas por la participación y
movilización; en ello se debe hacer frente desde nuevos modelos pedagógicos incluyentes. La
igualdad para la erradicación de la violencia contra la mujer se fundamenta en lo económico, social
y cultural por ellos desde las actuaciones políticas se pueden fundar las bases de una pedagogía
incluyente y reivindicatoria; más si se tiene en cuenta que esta problemática social influye en el
desarrollo social pues
la igualdad real entre hombres y mujeres es considerada como un indicador del grado de desarrollo
de los países. Así, por ejemplo, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) utiliza
como Índices de Desarrollo Humano (IDH) indicadores relativos al género: Índice de Desarrollo de
Género (IDG), Índice de Potenciación de Género (IPG) que miden la participación de la mujer en
los ámbitos educativos, políticos y económicos. (Colás & Jimenez,2006, P.417)

Para concluir, la mujer ha sido víctima de abusos por gran parte de los actores sociales, tanto
personas como instituciones; desde la pedagogía y la movilización, así como el empoderamiento,
se puede trabajar en la búsqueda de elementos de promoción y prevención, de esta manera dar
cuenta de que la mujer como el hombre deben gozar de los mismos derechos y los mismos
reconocimientos. Si se tienen en cuenta los resultados obtenidos por Colás & Jimenez(2006) se
puede dar a entender que los enfoques socioculturales a los que se adhiere la violencia contra la
mujer pasa por una internalización de los patrones culturales, asociados a la posición del sujeto
dentro de la sociedad
Esta información lleva a considerar la necesidad de fundamentar los modelos de formación del
profesorado sobre el cambio en su percepción o conciencia de género, aspecto clave desde la
posición de una pedagogía crítica, como plantea Freire. (Colás & Jimenez,2006, P.440)

Por tanto, y según lo investigado y propuesto desde este trabajo, la formación pedagógica debe
velar por una consciencia crítica, que inicia desde la educación, de modificar las practicas
pedagógicas patriarcales depende que haya compromiso y empoderamientos por parte de los
agentes activos en las prácticas educativas.

Bibliografía
- Beijing, D. (1995). Informe de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer. Recuperado
el 6 de marzo del 2018 de
http://www.un.org/womenwatch/daw/beijing/pdf/Beijing%20full%20report%20S.pdf .
- Colás Bravo, M. P., & Jiménez Cortés, R. (2006). Tipos de conciencia de género del
profesorado en los contextos escolares. Revista de Educación, 340, 415-444.
- Giraldo, Octavio, El machismo como fenómeno psicocultural. Revista Latinoamericana de
Psicología [en linea] 1972, 4. Recuperado el 6 de marzo del 2018 de
http://www.redalyc.org/pdf/805/80540302.pdf .
- Moreno Uriza, C. (2015). La prevención de la violencia contra las mujeres y las niñas en
el contexto educativo. Panamá: ONU Mujeres y UNICEF. . Recuperado el 6 de marzo del
2018 de https://www.unicef.org/lac/La_Prevencion_de_la_Violencia.pdf
- Stolke, V. (2004). La mujer es puro cuento: the culture of gender. Revista Estudos
Feministas, 12(2), 77-105.
- CARACOL RADIO. (2018). Violencia contra las mujeres imparable en el Valle.
Recuperado el 6 de marzo del 2018 de
http://caracol.com.co/emisora/2018/03/05/cali/1520273232_981541.html .
- López, P. (2017). Sí, todavía matan a una mujer cada tres días en Colombia. Recuperado
el 6 de marzo del 2018 de https://www.publimetro.co/co/bogota/2017/12/06/violencia-
contra-la-mujer-en-colombia-2017.html .

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