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Trabajo Práctico Integrador

Alumn@s:

Carolina Morcillo, número de legajo 107569/3.

Renzo E. Pesano, Número de legajo 108204/9.

Cátedra de Historia Americana I, comisión C y D de trabajos


prácticos, FaHCE, UNLP.
Consigna. Caractericen a los sujetos a partir de las regulaciones en la producción y
consumo de bebidas alcohólicas. ¿Qué aspectos aportan a la construcción del indio? Construyan
relaciones con la bibliografía del Práctico Nro. 2.
Para la redacción del presente trabajo, diferenciamos a los sujetos en dos grandes grupos
(más allá de cualquier particularidad y diferenciación hacia dentro de cada uno de ellos): oriundos
de América y provenientes de Europa1.
Es posible observar, a través de la lectura de la bibliografía recomendada, la dominación
ejercida por los europeos sobre las diversas comunidades históricas que hallaron en el proceso de
exploración, conquista y colonización del continente posteriormente llamado América. Dicha
dominación abarcó no sólo el plano material: fue también un proceso que tuvo como proyecto la
aculturación y la evangelización de los sujetos conquistados; así como los españoles se valieron de
la mano de obra indígena para la consecución de sus empresas económicas, buscaron a su vez la
implantación de un sistema de valores exógeno y de un culto monoteísta, convirtiendo a la fe
católica en herramienta y excusa de la conquista2.
Pero sería erróneo creer que no hubo un proceso de resistencia y de integración con diversas
costumbres y tradiciones preexistentes en las diversas áreas tomadas por la Corona española a partir
del año 1492. Si nos centramos en Mesoamérica, hallamos que, en un proceso de alianza entre el
gobierno central español y la "nobleza étnica" para prevenir el alzamiento de los encomenderos, se
preservan los "pueblos de indios"; y aún en los primeros intentos de acceso español a la mano de
obra nativa (exceptuando la encomienda) se respetan modalidades de trabajo que ya eran
practicadas en dichas comunidades3. Por su parte, es notorio el sincretismo religioso4, la adopción
de santos e imágenes de la tradición cristiana dentro de un conjunto más amplio de creencias, que
en muchas zonas preservó la cultura de los pueblos conquistados hasta el presente.
La obra de William Taylor5, un estudio de largo plazo sobre los efectos de la embriaguez y el
consumo de alcohol en los territorios que conformaron el Virreinato de Nueva España, nos permitió
encontrar un anclaje empírico y concreto en el que la dominación por parte de un sector exógeno y
minoritario de la población (agentes de la Corona española en tierras americanas) concluyó en
cambios drásticos sobre las sociedades que ocupaban previamente ese territorio; cambios que, en
cierta medida, se vieron precipitados por la desarticulación y la destrucción de pautas de vida
tradicionales, en función de un proyecto económico que se basó en la expropiación de los bienes y
en la subordinación cultural de los pueblos mesoamericanos. El interés de mercaderes de origen
europeo supuso la desregulación de la venta de bebidas alcohólicas; las ganancias obtenidas,

1Somos conscientes de la ambigüedad de dicha categorización, aún teniendo en cuenta la presencia,


una vez avanzado el proceso de colonización, de descendientes de europeos nacidos ya en suelo
americano. Buscamos retomar la profundidad de un marco teórico como el utilizado por Pacheco de
Oliveira (2015, pp. 168-169), en donde la noción de encuentro colonial busca restituir la densidad
de las relaciones sociales que se establecieron tras el contacto violento entre ambas culturas y se
recuperan los valores y los actos de los sujetos que, a partir del siglo XVI, ocuparon un espacio
subalterno en distintas narrativas (de carácter occidental) sobre el proceso de conquista y
colonización.
2Según Pedro Carrasco (1975, pp. 196-197), en su artículo sobre la transformación de la cultura
indígena, las modificaciones que introdujeron los españoles en el estilo de vida de los pueblos
mesoamericanos afectaron su posición socieconómica y las formas de organización familiar,
teniendo en cuenta la legislación estatuida por la iglesia con respecto al matrimonio.
3En un principio, terrazgueros, gañanes, agricultores que trabajaban las tierras pertenecientes a
meimrbos de la nobleza nativa y que continuaron trabajándolas aún si éstas pasaban al dominio de
un español. Más tarde, a partir de la década de 1550, el "repartimiento de trabajo", ordenamientos
de trabajo colectivo que, junto a la formación de "pueblos de indios" buscaron hacer más accesible
la fuerza de trabajo nativa. Marchena y Garavaglia, 2005, pp. 148-153.
4Carrasco, op. cit., pp. 202-203.
5Taylor, 1987.
sostiene el autor, constituyeron fondos indispensables para la construcción de obras públicas 6. Si
bien la Corona española recibió peticiones para reglar el consumo alcohólico, incentivó la
perduración de un cultivo típico de los pueblos mesoamericanos, el de la planta de maguey, cuya
savia proporciona el líquido que, al ser fermentado, produce el pulque7.
Según la antropóloga Sofía Reding Blase, "(L)a lógica del conquistador está basada en la
subvaloración del Otro cultural, de lo cual se deduce la validez de la conquista y colonización
material y espiritual"8. ¿Acaso el aumento del consumo de alcohol registrado por Taylor desde las
primeras épocas de la colonia en Mesoamérica9 no evidencia una situación de anomia y de crisis
moral dentro de una sociedad penetrada y alterada en sus bases por la agencia de un poder externo,
que desnaturalizó las propias relaciones del ser humano con la comunidad a la que pertenece y con
el entorno natura que lo rodeal? La subvalorización del Otro, según Reding Blase, es un proceso
que comporta la propia asimilación del hombre y la mujer mesoamericanos al grado de salvajes, ya
sea en un estado de armonía edénica o en un mundo bárbaro marcado por la ausencia de cultura 10. Y
las transformaciones operadas en dichas sociedades produjo un efecto devastador, desde un primer
momento, por el factor epidemiológico, que redujo sustancialmente a la población del continente y
del área Mesoamericana11. Más tarde, el interés económico de los agentes ibéricos movilizaría a la
población nativa en trabajos colectivos, aunque para éstos últimos la extracción de la plata o el
cultivo del trigo fuera un esfuerzo del que no obtendrían beneficio alguno 12. Es notorio que Taylor
concluya su trabajo afirmando que "(E)l incremento de la embriaguez popular y la importancia
simbólica del pulque para la vida de la comunidad son un reflejo de los ajustes del pueblo a ese
cambio, así como a los desastres causados por las enfermedades epidémicas, los nuevos asenta
mientos, los sistemas de trabajo de la Colonia, la confusión general y el desorden de la vida rural al
principio de la época colonial"13.
Los propios comerciantes españoles se beneficiaban de la comercialización del pulque, así
como de la disruptiva aparición del vino y el aguardiente europeos en sociedades que, hasta ese
momento, reglaban el uso de pulque según patrones que variaban de cultura en cultura.
Generalmente, señala el auto, su consumo era exclusivo de las clases nobiliarias de las sociedades
prehispánicas, penando el consumo por parte de la gran mayoría de la población. Ello no signfica
que su consumo generalizado estuviera prohibido: algunos pueblos bebían en ocasiones festivas
relacionadas con el culto de lo divino. Su uso era de carácter periódico y ritual. El pulque, así como
el ágave del que se extrae, el maguey, comportaban un significado simbólico y sagrado 14. El
comercio introducido por la Corona (en el siglo XVI se abrieron pulquerías a lo largo de todo el
territorio) desreguló la venta de alcohol en la sociedad mesoamericana, alterando las pautas de
consumo.
Muchos europeos observaron la ingesta desmedida de alcohol (hasta el extremo de la
irracionalidad y la pérdida de la conciencia) como un atributo inherente al salvajismo de las
poblaciones conquistadas15. Pero, en la medida en que ellos se beneficiaron a través de la
descomposición del tejido sociocultural y la desaparación de las tradiciones propias del período
prehispánico, se vuelve notorio de qué forma la subvaloración del Otro en la construcción del
"indio" o del "nativo americano" constituyó un pilar básico de la dominación europea en América.

6Ib. p. 61.
7Ib. p. 52.
8Reding Blase, 2009, p. 48.
9Taylor, op. cit. p. 60.
10Reading Blase, op. cit. pp. 46-48.
11Marchena y Garavaglia, op. cit. p. 143. Sobre Mesoamérica en particular, opinan: "pasar de 11,5
millones a un poco más del millón de habitantes en un siglo escaso, es indudablemente una
catástrofe demográfica de amplitud excepcional".
12Carrasco, op. cit. p. 193.
13Taylor, op. cit. p. 115.
14Ib. pp. 57-62.
15Ib. p. 69.
Bibliografía.

CARRASCO, Pedro. "La transformación de la cultura indígena durante la colonia", en


Historia mexicana, el colegio de México, Vol. 25, Núm. 2 (98), octubre-diciembre 1975.
GARAVAGLIA, Juan C. y MARCHENA, Juan, “Los castellanos en Mesoamérica” en
GARAVAGLIA, Juan C. y MARCHENA, Juan, América Latina. De los orígenes a la
independencia, Barcelona, Crítica, 2005, Tomo I, cap. 7.
PACHECO DE OLIVEIRA, João. “Los indígenas en la fundación de la colonia: un abordaje
crítico”, en: Fragoso, João. O Brasil colonial: volume 1 (ca. 1443- 1580). Rio de Janeiro:
Civilização Brasileira, 2015.
REDING BLASE, Sofía. “El descubrimiento de América” en El buen Salvaje y el Caníbal,
(2°da Edición). México: UNAM. Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe, 2009,
pp. 29-69.
TAYLOR, William B. “La embriaguez”, en Embriaguez, homicidio y rebelión en las
poblaciones coloniales mexicanas, FCE, México, 1987, pp. 49-115.

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