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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA


FACULTAD DE SALUD Y DESARROLLO HUMANO
ESCUELA DE PSICOLOGIA
SAN JOAQUÍN DE TURMERO - ESTADO ARAGUA

Clínica Del Abuso

Alumna:
Mailen Vera
C.I: V-17.571.214

09 de Junio de 2019.
INTRODUCCION

El Abuso Sexual Infantil (ASI) es una de las problemáticas que


repercuten directa e indirectamente en la salud física y psicológica de
todo menor de edad. El cual no respeta edad, clase social, nacionalidad,
profesión ni parentesco, por lo tanto es identificado como uno de los
grandes males de la sociedad de hoy en día.

La incidencia del ASI es elevada. Se estima que uno de cada cinco


menores de 18 años ha sufrido a lo largo de su infancia o adolescencia
alguna forma de violencia sexual, ya sea de forma aislada o reiterada.
Estas cifras son ratificadas por numerosos estudios, tanto en nuestro país
como fuera de él.

El agresor sexual es varón en el 95% de los casos, y es conocido en


un 70-85% de los casos. Suele ser alguien del entorno cercano (padre
biológico, pareja de la madre, abuelo, hermano, hermanastro, tío, amigo
de los padres, profesor, monitor, entrenador). La víctima es con más
frecuencia mujer.

El ASI se da desde una situación de poder (una relación asimétrica, ya


sea por edad o por estatus). Es especialmente doloroso cuando la
persona que debe ser la protectora del menor, y a la que este quiere y
respeta, es la que agrede.

Nos centraremos en el ASI que se produce en el entorno cercano al


niño, niña o adolescente, fundamentalmente el que se ejerce en el ámbito
familiar, y que conlleva una gran dificultad en su manejo.
El Abuso Sexual Infantil (ASI)

Es una tipología del maltrato junto con otras como el maltrato físico, la
negligencia, el abandono emocional y el maltrato institucional. El ASI no
es una cuestión que concierne solo a la sexualidad. También se trata de
un abuso de poder, fruto de la asimetría de edad entre agresor y víctima.
Acerca del Abuso Sexual Infantil se tienen diferentes creencias. Por
ejemplo, que los abusos infantiles son infrecuentes o que hoy ocurren con
mayor frecuencia que antes.

Se considera como acto sexual abusivo cualquier actividad con un


menor, quien no tiene la edad para otorgar o consentir legalmente
ninguna práctica sexual, o cuando este se produce para la gratificación
sexual de un adulto o de un menor sustancialmente mayor. Estas
actividades abarcan contacto oral-genital, genital-genital, genital-rectal,
mano genital, mano-rectal, o mano-senos. También incluye forzarlo a ver
anatomía sexual y mostrar pornografía a un niño o usarlo en la producción
de pornografía.

Cuando el adulto que comete este delito tiene lazos caracterizados por
parentesco o consanguinidad, se denomina incesto. Los lugares donde se
llevan a cabo los abusos frecuentemente son los colegios, parques, el
domicilio familiar o la vía pública. Resulta sobrecogedor cómo se
descubren los relatos por parte de las víctimas como por ejemplo
mediante dibujos, cuentos o pesadillas que trasladan a sus allegados.

Ejemplo.
Queja principal: María y Juan llegan al Servicio de Pediatría con un
niño de 3 años. Están muy preocupados con el diagnóstico: Abuso
sexual infantil. Este fue sugerido por una psicóloga y por un
abogado quien indicó suspender el contacto con Pedro (padre
biológico del niño), sospechado de ser el abusador. Este diagnóstico
se sustentaba en los trastornos de conducta de Angelito, sobre todo
en su comportamiento hipersexualizado. Notan masturbación
compulsiva “que no para a pesar de las amenazas”. Presenta
conductas agresivas, no se concentra en ningún juego y no se
relaciona con pares.

¿Hay datos que puedan relacionarse con la sospecha de abuso sexual?


¿Qué nos indica un examen físico negativo? ¿Qué otras hipótesis
diagnósticas se plantearía? ¿Cuáles son las primeras intervenciones del
pediatra? (o de quien recibe la consulta). ¿Qué opina sobre la denuncia
del caso por Abuso Sexual Infantil? ¿Correspondería hacerla? ¿En
Dónde? ¿Cuáles serían los posibles factores facilitadores y protectores
del abuso en este caso? ¿Qué estrategias de intervención elegiría?
Nombre tres puntos sobre los cuales el pediatra puede trabajar. ¿Qué le
dice el pediatra a la familia?

Historial Médico: Las conductas hipersexualizadas, las conductas


agresivas, las alteraciones del lenguaje. El examen físico normal no
descarta en ningún caso de abuso. Trastorno generalizado del
desarrollo, trastorno del lenguaje simple, rutinas, actividades y
vínculos familiares que determinen las conductas hipersexualizadas,
agresivas contra los pares, etc. Escuchar, mas allá de lo que se dice,
determinar el riesgo del paciente, obtener datos sobre antecedentes
familiares, estilo de vida, costumbres, rutinas diarias, solicitar la
descripción de un día en la vida del niño, quienes son los
cuidadores, etc. No corresponde hacerla hasta no desplegar la
situación completamente. El paciente cuenta con 2 adultos
cuidadores y esta separado del supuesto abusador. De ser necesario
se debería hacer en el Consejo de los derechos de niños, niñas y
adolescentes. Factores de riesgo: la falta de red social, la
naturalización de ciertas actividades, rutinas diarias que promueven
hipersexualización. Factores protectores la preocupación de la
madre y su pareja ante las conductas del niño.

Cuando se profundiza en los argumentos esgrimidos por los agresores


y el por qué han cometido estos actos, llama la atención cómo restan
importancia a la violencia realizada sobre el menor, alegando motivos
como, por ejemplo, que poseen la autoridad sobre el cuerpo de la víctima
o que los menores han provocado el deseo sexual.
También se suelen minimizar los testimonios de las víctimas
especulando que solo ha ocurrido en una ocasión o que son situaciones
aisladas que suceden en un contexto singular y alejado del entorno
habitual. Sin embargo, el ASI tiene lugar dentro del entorno familiar en
más ocasiones de las que se cree. La familia se considera el soporte
central que facilita todo tipo de necesidades básicas a sus miembros, en
especial los niños y niñas. La familia es el agente que debe garantizar el
bienestar y amparo de la infancia para avalar su futuro en condiciones
óptimas.

Las reacciones físicas y emocionales a las que se ven sometidos


después de un abuso dependen de cada niño o niña. Podemos encontrar
diferentes grados de severidad en las consecuencias, y por tanto
variaciones en el período de recuperación. Las víctimas pueden presentar
sintomatología al mismo instante que se ejerce el abuso o bien años más
tarde. Algunos expertos en psicología que estudian el Abuso Sexual
Infantil subrayan la importancia de afrontar este problema mediante
técnicas y recursos psicológicos.

El grado de los problemas psicológicos en el menor se determinará


dependiendo de si el abuso se ha realizado de manera prolongada y de
cómo la familia lo aborda. Son muchas las razones que llevan a las
víctimas a presentar sentimientos de culpabilidad y vergüenza por no
haber denunciado los hechos o por no haber frenado los actos sexuales
en el momento apropiado, sobre todo en el caso de que el abusador sea
un familiar. Por ello, en la ayuda y asistencia a las víctimas de abuso
sexual se deben incluir medidas desde todos los ámbitos posibles, como
son el tratamiento médico, el psicológico, el marco legal, el educativo y el
social.
Referencias bibliográficas

http://www.scielo.org.co/pdf/rcp/v45n1/v45n1a09.pdf

http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1688-
03902005000100008

https://www.medwave.cl/link.cgi/Medwave/PuestaDia/Congresos/594

https://www.elsevier.es/es-revista-revista-colombiana-psiquiatria-379-
articulo-abuso-sexual-infantil-perspectiva-clinica-S0034745015001122

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