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Suárez Rodolfo (2005), sostiene que la desintegración familiar es donde queda incluido no sólo
que los padres estén divorciados, sino que viviendo bajo el mismo techo, se encuentren en
conflicto constante y no compartan las mismas metas, y donde no se cumplen con las funciones
primordiales de la familia que son alimentación, cuidado, afecto, socialización, educación, y
donde se delega el cumplimiento de las anteriores funciones, en personas como los abuelitos,
los hermanos mayores, algún familiar e inclusive a personas ajenas a la familia. Por otro lado,
Máximo Rugama Castillo, (2000) afirma que la desintegración como núcleo específico de algunos
hogares, que en la mayoría de los casos cometen los padres, hacia sus esposas e hijas/os
menores, son entre otros factores, los generadores de los problemas de conductas en la niñez y
adolescencia.
Es importante señalar lo que plantea el Dr. Edel N. Rubén (2004), que expresa que por estas
inseguridades que la familia desintegrada ha sembrado en la mentalidad del niño, este
demuestra desinterés en sus estudios, su nivel de aprendizaje es lento y presenta muchas
dificultades en su período de estudio, ya que no pone atención en las explicaciones que brindan
los docentes en el aula de clase, y el trauma de este momento le perseguirá en todo el ámbito
de su convivencia diaria. Y Navarrete C. Alfonso, 2000, plantea que como consecuencia de la
desintegración familiar se dan los siguientes efectos: distorsionamiento de la conducta y la
personalidad de los niños y los adolescentes; incomprensión y desentendimiento entre los
miembros de la familia; inducción de los jóvenes a las drogas y el alcoholismo; incremento de la
prostitución infantil y adolescente; aumento del número de madres solteras y jefas de hogares;
y estancamiento absoluto del progreso de vida de todos los miembros de la familia.
Pérez Gómez (1992), sostiene que es necesario conocer las condiciones en las que se encuentra
el individuo que aprende, es decir, su nivel de captación, de madurez y de cultura, entre otros.
A esto, agregamos lo que el Dr. Juan Bautista Arríen afirma: “nume-rosos e importantes estudios
han señalado la relación entre escolaridad de los padres y de la madre en particular y factores
que afectan la salud, la educación y el desarrollo de los hijos”, lo que confirma la relación entre
escolarización y los factores de desarrollo de un país. Es importante considerar este aspecto
debido a que las madres son las que pasan más tiempo en casa y atienden más a las hijas e hijos.
LISTA DE REFERENCIAS
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Regional.
Navarrete C. Alfonso (2000). Causas y efectos de los flagelos sociales que afectan a la niñez y
Separación y Divorcio
(Fundación Mirna Mack [ FMM ] 2000), concluye que la separación y el divorcio conducen a la
disolución de la familia y muchas veces a problemas en la sociedad. El matrimonio civil se
disuelve por muerte de uno de los esposos, por voluntad de uno de ellos, por una causa
determinada, por mutuo acuerdo de los esposos. Cualesquiera de estos factores pueden
afectar en mayor o menor grado la desintegración del hogar. La disolución de una estructura o
funciones sociales se da cuando uno o más de los miembros, dejan de desempeñar sus
obligaciones adecuadamente. En el hogar interactúan padres e hijos, quienes están unidos
social y emocionalmente, los problemas que afectan a la familia y las presiones destruyen la
institución del matrimonio y por esta causa la familia sufre la desintegración familiar. El
matrimonio es un cambio de residencia, un cambio de familia, un cambio de hogar. Toda esta
serie de cambios requiere individualmente un ajuste de ambiente que pueda durar toda la
vida. El matrimonio produce cincuenta unidades de cambios vitales en las personas, es decir
produce una tensión bastante fuerte al parecer toda pareja atraviesa por etapas y las vive con
distinta intensidad y duración, esto depende mucho de la madurez de los cónyuges y su
disposición de crecer. Es indispensable la presencia de los padres en el hogar, como lo es, el
sustento de los hijos, igual para la educación y el desarrollo de los mismos, la autoridad y
fortaleza del padre, la delicadeza y cariño de la madre para formar adecuadamente a los hijos,
sin autoridad y fortaleza del padre los hijos se desviarían fácilmente, influenciados por el
mismo desorden de su propia naturaleza, la acción conjunta de los dos es indispensable. El
matrimonio es la base legal y moral de la familia como la unión de un hombre y una mujer que
se desarrolla en compañerismo para la procreación, conservación y perfección de la especie.
Glasserman (2000), dice que entre los efectos psicológicos producidos por el divorcio en los
hijos, principalmente en los más pequeños, pueden reaccionar actuando más agresivos,
rehusando cooperar o retrayéndose en sí mismos. Los niños mayores pueden sentir mucha
tristeza o experimentar un sentimiento de pérdida. Los problemas de comportamiento son
muy comunes entre estos niños y su trabajo en la escuela puede afectarse negativamente.
Price & Lavercombe (2000), llevaron a cabo un análisis de regresión, con relación a hombres y
mujeres afectados por la separación y el divorcio y observaron que los patrones de relación
eran diferentes en hombres y mujeres. En base a los resultados concluyeron que los varones
tendían a externalizar, pero no se pudo aceptar la hipótesis de que las mujeres tendían a la
internalización. Se ha observado que la respuesta de los hijos ante la separación de sus padres,
va a depender entre otras cosas de la edad, ya que su forma de percibir la situación será
distinta. Por ejemplo, alguien de 3 años puede que no comprenda lo que sucede y llegue a
sentirse culpable de la separación de sus padres, mientras que alguien de 10 años, refleje sus
sentimientos en una baja del rendimiento escolar. Por otro lado, los adolescentes tienen edad
suficiente para entender más la separación de los padres, sin embargo experimentan las
mismas emociones que experimentan los niños más pequeños; y muchas veces se debe a que
desconocen las razones verdaderas por las que sus padres decidieron separarse. Lo cierto es
que, común a todas las edades, existe la mayor parte de las veces un grado de alteración
emocional y conductual.
Caspi & Elder (2001), encontraron que los conflictos de pareja estaban asociados con un
elevado número de problemas de conducta en los hijos pequeños. Y que posteriormente,
cuando adultos, experimentaban problemas con las relaciones interpersonales, afectándose
negativamente la calidad de sus propios matrimonios.
Esto se debe al hecho de que los niños aprenden una variedad de conductas interpersonales a
través de la simple observación de los modelos adultos, lo que se evidencia en la utilización de
estrategias similares, para la resolución de conflictos tanto en padres como en hijos. En este
sentido, los conflictos de pareja entre los padres son considerados un factor de riesgo por ser
un estresor que actúa directamente sobre los hijos, porque los hijos muchas veces se
atribuyen la culpa de los conflictos entre los padres, y porque los conflictos de pareja muchas
veces vuelve a los padres menos afectivos y más críticos con los hijos (Davies & Cummings,
citado por Amato & Booth, 2001). Esto explica, como se verá más adelante, por qué existe un
aumento de síntomas depresivos en los hijos, no sólo durante la infancia sino a lo largo de la
vida.
Steinman & Petersen (2001), probaron que dos casos atendidos en el Centro Psicológico
provienen de familias con padres separados, lo que de alguna forma ha influido en su proceso
de individuación. En el caso de Jorge (22 años) la separación de sus padres se dio en buenos
términos, no así en el caso de María (21 años) donde la separación se llevó a cabo en un
ambiente poco favorable, presentando síntomas depresivos desde hace más de dos años. Uno
de los motivos que trajo a María a la consulta fue justamente la pena, que aún le produce la
ausencia del padre en el hogar y la responsabilidad que siente con todos los miembros de la
familia por ser la hermana mayor. Así como también el hecho de ser utilizada por ambos
padres para comunicarse mensajes de un lado para otro desde la separación, situación que le
es muy incómoda y que enfrenta sola ante la indiferencia de sus hermanos. Son muchos los
factores que aumentan la vulnerabilidad de los adolescentes para presentar problemas físicos
y psicológicos después del divorcio de los padres: la ausencia del padre, conflicto entre los
padres, problemas económicos, estresores de la vida diaria, adaptación de los padres y la
duración de la crisis.
Landeros (2009) Siendo el hogar, esencialmente la unión del padre y la madre, basta la
desaparición de cualquiera de los dos para definir su destrucción. Las ausencias demasiado
prolongadas vienen a representar un papel análogo al de la muerte, abandono o divorcio, que
son las causas principales de disgregación definitiva del hogar. Cuando el niño carece de un
hogar, frecuentemente se vuelve apático, indolente, no se esfuerza en estudiar, retrocede en
todos los planos, sufre sin estar enfermo y a veces, en los casos más extremos, busca un
refugio en la enfermedad que hace despertar la inquietud de sus padres, atrae así su solicitud
y cuidado, el afecto que creía perdido. Esto no quiere decir que a todo niño en estas
circunstancias le pase lo mismo, ni con las mismas características. Su propia personalidad
influirá, así como la edad y el nivel de evolución afectiva en que se encontraba cuando se
produjo la separación.
Familia
Ediciones Escolares (2002), afirman que la familia es el elemento básico de la sociedad. Las
necesidades afectivas de los seres humanos y de satisfacción de alimento, vestido y habitación
para ellos y sus hijos, a llevado a las personas a organizar su vida dentro de un núcleo familiar.
La persona cuenta con una serie de cualidades y de características o, lo que es lo mismo, con
una serie de potencialidades, a veces dormidas. La persona que podrá servir mejor a los demás
será la que mejor haya conseguido desarrollar sus posibilidades. Estamos hablando de una
persona educada íntegramente. La familia, por sus lazos naturales, favorece el desarrollo de lo
irrepetible de la persona, es decir, de su intimidad y de los valores humanos que todas las
sociedades necesitan. Si se concibe al hombre como un ser libre se entenderá la necesidad de
la familia para conocer las limitaciones personales y las posibilidades de cada individuo, ya que
ella le permite superar unas y aprovechar las otras con miras a alcanzar un mayor
autodominio.
Documentos del Concilio Vaticano II, sobre La Familia en el Magisterio de la iglesia apunta que
“ El bienestar de la persona y de la sociedad humana y cristiana está estrechamente ligado a la
prosperidad de la comunidad conyugal y familiar”.
La Iglesia, consciente de que el matrimonio y la familia constituyen uno de los bienes más
preciosos de la humanidad, quiere hacer sentir su voz y ofrecer su ayuda a todo aquel que,
conociendo ya el valor del matrimonio y de la familia, trata de vivirlo fielmente; a todo aquel
que, en medio de la incertidumbre o de la ansiedad, busca la verdad y a todo aquel que se ve
injustamente impedido para vivir con libertad el propio proyecto familiar. Sosteniendo a los
primeros, iluminando a los segundos y ayudando a los demás, la Iglesia ofrece su servicio a
todo hombre preocupado por los destinos del matrimonio y de la familia.
Tipos de Familia
Cabe destacar que gracias a la familia, a los lazos afectivos y consanguíneos hemos sido
capaces de forjar nuestra propia personalidad, esto se debe al ambiente en el que nos
desarrollamos que ha ejercido una importante influencia, en nuestro desarrollo intelectual,
psicológico, físico y moral. Según la Sociología, la familia es un conjunto de personas unidas
por lazos de parentesco.
Mutis (2006), ofrece una definición exacta sobre la familia, es una tarea compleja debido a
enormes variedades que encontramos y al amplio espectro de culturas existentes en el
mundo. "La familia ha demostrado históricamente ser el núcleo indispensable para el
desarrollo de la persona, la cual depende de ella para supervivencia y crecimiento". No se
desconoce con esto otros tipos de familia que han surgido en estas últimas décadas, las cuales
también enfrentan desafíos permanentes en su estructura interna, en la crianza de los hijos,
en su ejercicio parental o maternal. Por mencionar algunas, la familia de madre soltera, de
padres separados las cuales cuentan con una dinámica interna muy peculiar.
Existen varias formas de organización familiar y de parentesco, por lo mismo ella hadistinguido
cuatro tipos:
3. La familia monoparental: es aquella familia que se constituye por uno de los padres y sus
hijos. Esta puede tener diversos orígenes. Ya sea porque los padres se han divorciado y los
hijos quedan viviendo con uno de los padres, por lo general la madre; por un embarazo precoz
donde se configura otro tipo de familia dentro de la mencionada, la familia de madre soltera;
por último da origen a una familia monoparental el fallecimiento de uno de los cónyuges.
4.La familia de madre soltera: Familia en la que la madre desde un inicio asume sola la crianza
de sus hijos. Generalmente, es la mujer que en la mayoría de las veces asume este rol, pues el
hombre se distancia y no reconoce su paternidad por diversos motivos. En este tipo de familia
se debe tener presente que hay distinciones pues no es lo mismo ser madre soltera
adolescente, joven o adulta.
Barajas (2008), expresa que la familia es aún en nuestros días, la estructura fundamental de
nuestra sociedad, es una organización que se rige por reglas y dependiendo del tipo así son las
familias. Podemos encontrarnos con familias rígidas, sobre protectoras, permisivas, centradas
en los hijos, inestables y estables.
Para diferenciar unas de otras vamos a dar detalles de cómo son cada una. En la familia rígida
hay una dificultad grande para asumir, por parte de los padres, los cambios que experimentan
sus hijos, aunque pase el tiempo y dejen de ser niños, los padres de esta familia los seguirán
tratando como cuando eran pequeños, es una forma de no admitir el crecimiento por eso se
muestran rígidos y autoritarios con ellos. En las relaciones un ejemplo de estos padres es
cuando su hijo le pregunta, por ejemplo, que por qué no puede ir al parque a jugar y le
contestan porque no, sin dar razones de ningún tipo y si lo hacen lo más probable es que sea:
“porque lo digo yo”.
Las sobreprotectoras como su nombre indica tienen una fuerte preocupación por proteger a
sus hijos, pero lo hacen de forma descomunal pasan de una protección a una sobreprotección.
Los padres retardan la madurez de sus hijos, no les permiten desarrollarse, ni por supuesto su
independencia. Crean una idea pesimista con la evolución normal, es decir, dan por hecho que
sus hijos no saben ganarse la vida, que no saben defenderse por si solos, el caso es que las
repercusiones de todas estas cosas dan un resultado nefasto para los hijos que presentan
infantilismo en su personalidad.
La familia permisiva se diferencia de las demás por la pérdida de roles, es decir los padres no
quieren caer en autoritarismo y como son incapaces de disciplinar a los hijos, se encubren con
la excusa de querer razonarlo todo, que desemboca en que los hijos terminen por hacer lo que
quieran, sin control alguno. En definitiva, los roles de padres e hijos se pierden hasta tal punto
que incluso parece que los hijos mandan más que los padres, e incluso se dan casos en los que
no se atreven a decir nada.
Hay otro tipo de familia que se caracteriza por que los progenitores siempre meten a los hijos
por medio, algo así como que los hijos son la pieza clave de la familia se centran en ellos, y ni
siquiera hablan de la pareja, siempre lo sustituyen por los niños y esto es debido a que lo
utilizan un método de defensa, es decir, como no saben enfrentarse a sus propios conflictos
utilizan sacan temas sobre sus hijos, como si ese fuera su único tema de conversación. En este
tipo de familia centrada en los hijos lo que se busca es la compañía de los hijos, de esto
depende su satisfacción personal. Dentro de la familia inestable se puede ver que no llega a
ser una familia unida, los padres no tienen metas comunes y eso les lleva al problema de no
saber escoger cómo y cuáles son los principios que quieren inculcar a sus hijos, cuál es el tipo
de mundo que quieren que aprendan sus hijos, se presenta un ambiente de inestabilidad que
hace que los hijos crezcan en ese ámbito con una personalidad marcada por la inseguridad, la
desconfianza, con una imposibilidad afectiva que cuando crecen los forman como adultos,
incapaces de comunicar sus necesidades, frustrados, con grandes sentimientos de culpa por no
ser capaces de exteriorizar sus sentimientos.
Por último, la familia estable, en ella hay un claro reparto de roles, las enseñanzas y valores
que se quieren dar a los hijos son claras, llenas de perspectivas y de futuro. Hay ilusión y se
encuentran todos los miembros unidos y queridos, dando como resultado seguridad,
estabilidad y confianza. Cuando los niños crecen con metas y no solo las han conseguido sino
que han sido apoyados y llenos de afecto, se convierten en adultos independientes y sin
ningún problema a la hora de expresar sus necesidades o de mostrar afecto.
Funciones de la Familia Galicia (2001), indica que según la ubicación geográfica, la cultura y la
tradición las representaciones de la familia son distintas. Se dice que la familia es una
institución social ya que tiene una función socializadora y educadora; educadora por que la
intimidad y la relación afectiva no pueden ser enseñados por otra institución; socializadora
debido al contacto en la sociedad que los padres demuestran ante los hijos y que estos toman
como modelos a estos, esto es, la incorporación de nuevos miembros en el tejido de relaciones
sociales.
Por lo tanto la familia es un elemento dinámico ya que ha evolucionado a través de los años
este fenómeno ha sido a causa a las transformaciones que vivimos hoy como sociedad y que
este cambio lo marcan factores políticos, sociales, económicos y culturales.
Como se puede apreciar, la familia es la célula del cuerpo social y la unidad básica de la
organización en sociedad, ya que anteriormente en familias más primitivas, la familia se
consideraba como una unidad económica, debido a que los hombres se dedicaban a la caza, y
las mujeres a las labores domésticas, por otra parte a partir de la revolución industrial la
familia se entendía como una sociedad que aseguraba la supervivencia de sus miembros y no
como un espacio de afecto; a partir de aquí comienza a tomar el concepto actual.
Para el caso de la familia occidental moderna, podemos decir que sí ha habido un cambio
radical en cuanto a su estructura y sus funciones como lo son: composición, ciclo de vida y el
rol de los padres, este cambio ha sido para beneficio, ya que la familia representa un
amortiguamiento en cuanto a problemas se refiere, por lo tanto se considera mucho más que
una unidad jurídica, social y económica, por otro lado actividades que realizaban las familias
rurales ahora son desempeñadas por otras instituciones especializadas como son la educación,
ésta es proporcionada por el gobierno.
Estos cambios han sido producidos debido al cambiante desarrollo de la mujer dentro del
campo laboral y las oportunidades de igualdad que se le han ido proporcionando poco a poco,
esto en contraparte ha traído a su vez la declinación de la familia nuclear, debido a que a la
autosuficiencia de la mujer, ha sido mayor el aumento de la tasa de divorcios. A su vez ha dado
como consecuencia que en 1970 la familia tuvo una evolución dando como origen a las
familias monoparentales, muchas de estas familias se convierten en familias con padre y
madre a través de un nuevo matrimonio.
Díaz (2007), argumenta que una de las características que distingue a la familia es su capacidad
de integrar muchas funciones en una única fórmula de convivencia. Eso no quiere decir que no
haya otras formas de llevarlas a cabo. Todas las funciones que señalaremos a continuación se
pueden realizar en el contexto de instituciones alternativas que a veces son totalmente ajenas
a la esfera doméstica como sucede, de hecho, con la educación en las escuelas o el cuidado de
personas mayores en asilos.
Algunas de las principales funciones que la familia cumple son las siguientes:
Reproductora. Toda sociedad regula las actividades reproductoras de sus adultos sexualmente
maduros. Una manera de hacerlo consiste en establecer reglas que definen las condiciones en
que las relaciones sexuales, el embarazo, el nacimiento y la cría de los hijos son permisibles.
Cada sociedad tiene su propia combinación, a veces única, de reglas y de reglas para la
transgresión de reglas en este campo. Esta regulación supone un control de las relaciones
entre personas que, a su vez, contribuye de forma sustancial al control social.
Establecimiento de roles. Según las culturas y en relación directa con el tipo de economía
prevaleciente, las familias varían en su estructura de poder y, en consecuencia, en la
distribución y establecimiento de roles. Son patriarcales aquellas familias donde el marido
toma las decisiones sin consulta ni discusión con los demás miembros. La fórmula patriarcal se
constituyó en el tipo predominante de familia no sólo en las grandes civilizaciones de la
antigüedad. De alguna manera sigue siendo la forma prevaleciente en la actualidad, aunque en
fuerte tendencia hacia la configuración de una familia equipotestal (cuando la estructura de
poder es de tipo igualitario en que el marido y la esposa tienen los mismos derechos, aunque
no sean necesariamente considerados como iguales en lo que respecta a la división del
trabajo). Si es la esposa quien decide, la sociedad familiar se denomina matriarcal. Sin
embargo, ambos casos, destacan en el criterio de autoridad.
Caballero (2008), Expresa que la familia es una institución que tiene sus propias funciones
sociales. Así como la escuela tiene (entre otras) las funciones de transmitir a los niños el
conocimiento que las sociedades han acumulado, enseñarles los valores y las normas grupales
y ofrecerles un espacio para la convivencia de par a par (de niño a niño); así como las Cámaras
de Diputados y Senadores tienen, entre otras, las funciones de hacer y revisar las leyes del
país; así la familia, como institución, tiene sus propias funciones.
A través de la familia, las sociedades transmiten sus valores y costumbres a los hijos. La lengua,
el modo de vestir, la manera de celebrar los nacimientos o de enterrar a los muertos, las
estrategias para el trabajo y la producción, la manera de pensar y de analizar la historia, los
modos comunitarios de aprender o de relacionarse con otras personas o grupos sociales, son
herencias culturales que se transmiten en familia. Una función de vital importancia es la
socialización.
Desde el punto de vista educativo, la familia extensa realizaba diversas funciones. En primer
lugar, este tipo de familia tenía, como cualquier otro grupo social más amplio, la necesidad de
enseñar a los recién llegados, es decir, a los hijos, cómo comportarse dentro de la sociedad en
que aquélla vivía. Puede aventurarse, por tanto, que la familia extensa realizaba la primera
etapa de la socialización por muy primitiva que ésta pudiera ser. Así mismo, no sería exagerado
afirmar que la familia extensa ejercía una considerable influencia sobre la personalidad de los
hijos en virtud de las múltiples relaciones familiares (con el patriarca, con la madre, entre
hermanos y parientes). Por último, pero no en último lugar, la familia extensa realizaba una
auténtica función de enseñanza informa, la que se derivaba del aprendizaje de un oficio que, a
veces, estaba en relación con la primitiva división del trabajo existente en el seno familiar.
La desaparición de un ser querido constituye una experiencia dolorosa para todas las personas
de su entorno. Quienes sobreviven precisan de una considerable ayuda y de una gran
comprensión, hasta que sean capaces de aceptar la pérdida.
Consecuentemente esa desaparición constituye una de las más terribles experiencias que cabe
conocer.
Afecta la totalidad de la vida de la persona que quedó con vida. Nada es como era, toda una
manera de vivir se altera bruscamente. Pero aunque esa pérdida resulte totalmente
abrumadora, es mucho lo que puede hacerse para restablecer la estabilidad emocional de
quienes sobreviven.
Tradicionalmente era común ver surgir las lágrimas en las mujeres a las que se les consideraba
el sexo débil y no causaba ninguna reacción ver que las mujeres demostraran dolor llorando o
de cualquier forma , no asi al hombre a quien se consideraba poco viril si expresaba su pena y
dolor y más aún si se le veía llorar, y aunque ahora se sabe más acerca del pesar masculino y
de la necesidad que los hombres experimentan de manifestar sus sentimientos, todavía se
tiende a considerar como signo de debilidad las lágrimas masculinas. Pero los hombres, y no
en menor medida que las mujeres, precisan hallar expresión a su pena y es natural y necesario
que la revelen. En consecuencia, el hombre que llora la desaparición de un ser querido
requiere un ambiente de comprensión para que sen capaz de dar rienda suelta a sus
sentimientos.
Recuperarse cuesta más tiempo de lo que creen muchos, incluyendo los propios y afligidos, y
esperar una recuperación rápida es subestimar los efectos de la pérdida de un ser querido.
Algunas viudas, por ejemplo, necesitan dos años para superar las fases más difíciles de su
pena. Por otra parte, los viudos lograran quizá más rápidamente un nuevo estilo de vida
movidos con frecuencia por la necesidad de obtener ayuda en las faenas domésticas y en el
cuidado de los hijos. Pero no deberá suponerse por eso que se han desembarazado de su
perturbación emocional o que se revelan insensibles.
La única respuesta a este dilema estriba en concederse tiempo suficiente para construir un
nueva forma de vivir, avanzando al ritmo en que cada caso convenga a la persona interesada y
no al que otros quieren o esperan. Muy sabiamente ha dicho al respecto un viudo que él no
volvería a casarse hasta que no tuviera que hacerlo.
Existirá quizá el peligro de tratar de hallar la réplica del antiguo cónyuge. Pero esforzarse en
recrear el pasado solo puede ser motivo de decepción.
Esta experiencia es difícil, sin embargo, muchas personas afligidas responden positivamente, al
tiempo que ni por un momento niegan el agudo dolor, la sensación de aislamiento y la
desoladora experiencia que supone la pérdida de un ser querido, así mismo han encontrado
otras cosas: una mayor conciencia del valor de las relaciones humanas, el significado del amor,
una profunda apreciación de los sufrimientos de los demás y una nueva madurez.
Una de las situaciones más terribles a las que ha de enfrentarse el ser humano es la muerte de
los seres queridos.
Si tenemos en cuenta que para los niños los padres lo son todo (tanto desde el punto de vista
material, como y especialmente al afectivo), se comprenderá que si la muerte de uno de ellos
resulta fatal para el pequeño, luego entonces la pérdida súbita de ambos resultará un golpe
impactantc para el o los pequeños, de pronto se ve envuelto en una serie de acontecimientos
que se habían previsto.
Es evidente que el niño se verá afectado de distinto modo en función de la edad que tenga en
el momento de acontecer la tragedia. Cuanto más pequeño, mayores consecuencias
psicológicas tendrá para él la pérdida de la figura paterna o materna en su vida posterior.
El psiquismo infantil tiene grandes dificultades para diferenciar lo que se siente o se fantasea
en el mundo interno de lo que acontece en el mundo externo. Así, ante este tipo de
acontecimientos, el niño tiende a relacionar más o menos inconscientemente sus anteriores
enfrentamientos con el padre o la madre, con su muerte, las situaciones diarias que suscitan
los sentimientos agresivos infantiles hacia los padres (negación de caprichos, rivalidad, etc.),
en tales casos los pequeños imaginan con frecuencia la desaparición del progenitor que en ese
momento le está contrariando.
BIBLIOGRAFÍA
MARIA DEL CARMEN MONTALVO GARCIA AUROR A MAGAÑ A LOPEZ MINATITLAN, VER. 1997
COMO AFECTA A LOS HIJOS L A DESINTEGRACION FAMILIAR. UNIVERSIDA D VERACRUZAN A.
FACULTAD DE TRABAJO SOCIAL.
Formas de Desintegración
2.1.1.Abandono
Se origina cuando alguno de los padres decide dejar el hogar, debido a que no se siente feliz y
tiene otras expectativas en la vida, o porque el ambiente está muy tenso, predomina la
discordia y no hay armonía, por lo cual pueden seguir juntos y tampoco por el supuesto bien
de los hijos, ya que los daña mucho más.
2.1.2.Divorcio
Se ha definido como el vínculo familiar que se rompe entre la pareja, ya sea por decisión de
alguno de ellos o por común acuerdo, para divorciarse se deben presentar ante las autoridades
de Registro Civil, encargadas de dictaminar en que termino se disolverá la unión y los derechos
u obligaciones que cada uno de los padres tendrá con los hijos, si hubiese.
2.1.3.Abandono involuntario
Alguno de los padres, por enfermedad o muerte deja el hogar, es decir no es deseado y es
inevitable. Los efectos causados en los niños por este tipo de desintegración son diferentes a
los de las otras formas; en los hijos varones de seis a nueve años de edad la muerte de su
padre le crea un aspecto negativo mayor, pero de menos intensidad comparados a los del
divorcio o el abandono.
2.1.4. Desintegración familiar estando la familia junta Estos casos se caracterizan por las
relaciones conflictivas que establecen sus miembros, dando origen a recelos, temores y
fricciones permanentes. Frecuentemente, este tipo de familias son incapaces de planear y
realizar tareas, y resolver los problemas juntos; expresan conflictos extremos que no tienen la
habilidad de comunicarse con el resto de la familia, lo cual priva al niño de un ambiente
armonioso y estable, brindándole una atmósfera hostil que obstaculiza su crecimiento
psicológico.
Actualmente, resulta más fácil aceptar un divorcio que permanecer en un matrimonio infeliz,
que sólo dañará la autoestima de los esposos y de los hijos.
La desintegración familiar puede estar ocasionada por diferentes problemas: “La violencia,
pero aún más los problemas estructurales de pobreza, desempleo y difícil acceso a los servicios
básicos de vivienda, salud y educación, se expresan en lo que se ha caracterizado como la
desintegración familiar, concepto que se aplica a varias situaciones: hogares en situación de
extrema pobreza con jefatura femenina por ausencia de padres, niños en el mercado laboral
en lugar de estar en el sistema educativo, niños viviendo en las calles, aumento del consumo
de drogas y alcohol e incremento de la violencia intrafamiliar.” (ARRAIGADA, 2001) Entre los
factores más sobresalientes que pueden originar desintegración familiar tenemos:
La precaria situación económica
Esta situación obliga a abandonar el país para trasladarse a lugares considerados con más
oportunidades de triunfo. “Con respecto a lo económico podemos mencionar que es uno de
los obstáculos que toda la sociedad enfrenta hoy en día.” (MALDONADO LA BARRERA, 1998),
pues la mayoría de familias se ven afectadas por esta problemática en la que uno de los
principales motivos es la falta de recursos económicos para la alimentación y educación de los
hijos. El no poseer la suficiente capacidad económica para mantener a una familia, suele ser
causa de desesperación y de estrés para el padre o madre encargado de esta tarea. Esta
situación motiva los conflictos de pareja y en ocasiones puede involucrar a los hijos llevándolos
a éstos a trabajar y dejar los estudios. El factor económico suele ser un aspecto importante,
más no el principal, para que los cónyuges se mantengan unidos y no se produzca una
desintegración familiar.
BIBLIOGRAFÍA