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PLURALISMO LIBERAL Y RESPONSABILIDAD SOCIAL

Por Juan Diego Castrillón Cordovez, MBA1.


Grupos de Investigación: Valores Éticos y Responsabilidad
Social, V.E.R.S.E.. Universidad Autónoma de Occidente.
Cali 2010. Grupo de Hermenéutica HERMES de la
Universidad del Valle.
Para la revista Hermenéutica Jurídica de la Universidad
Libre, Bogotá

Resumen

La presente es una reflexión sobre responsabilidad social empresarial, en el marco de una


reflexión hermenéutica jurídica. Propone que la responsabilidad social, retomada en las
sociedades pluralistas liberales con extraordinario entusiasmo, sin que se haya ubicado aún
como componente estructural, desde el marco legal, requiere incorporarse en un horizonte
de sentidos, de modo taxativo, mediante leyes que definan los alcances, derechos y
obligaciones de los ciudadanos, las empresas y el Estado, con el propósito de que se
supere el plano discursivo subjetivista de proposiciones morales o de la buena voluntad de
particulares.

1. Introducción

El siglo XXI nos propone el paradigma de la Responsabilidad Social Empresarial, RSE, en


un contexto de ética local y global, con variaciones a la reflexión dada a finales del siglo XX:
Dejó de ser una opción particular de “caridad”, de “filantropía”, de “reivindicaciones sociales”,
“laborales” o de “marketing”, ahora tiene carácter estratégico que involucra variables
complejas, de las organizaciones entendidas como “corporaciones ciudadanas”

Si se relacionan distintas definiciones del Instituto ETHOS de Brasil, Instituto IARSE de


Argentina, y la ISO 26000, la RSE puede comprenderse como un comportamiento
estratégico observable, medible, que se aplica al juego limpio con los consumidores, buen
trato a los empleados, preservación del medio ambiente, transparencia y buenas prácticas
democráticas y acciones sociales con la comunidad local, en orden al respeto de los
derechos humanos y al mejoramiento de la calidad de vida. Se mide desde la ISO 26000,
que es una normativa guía para la gestión de responsabilidad social corporativa
(empresarial). ISO 26000 se alinea con las normativas internacionales en sistema de gestión
ambiental ISO 14001 y calidad ISO 9001. ISO 26000 aplica a cualquier entidad social

1
Licenciado en Filosofía de la Pontificia Universidad Antoniana Roma. 1987. Maestría en Ciencias Políticas de la
Pontificia Universidad Javeriana de Cali. Especialista en Huma nidades Contemporáneas de la Universidad Autónoma de
Occidente de Cali, M.B.A. de la Universidad ICESI de Cali – Tulane University New Orleans. En curso, estudios de
Doctorado en Humanidades de la Universidad del Valle. 2008-2011. Profesor Asistente, I Universidad Autónoma de
Occidente y Hora Cátedra de Ética en la Universidad Javeriana de Cali. Juancastri77@hotmail.com.
jdcastrillon@uao.edu.co.
constituida legalmente, inclusive sector de industria, privado y gobierno. Hay otros
esquemas, entre estos SA8000 la cual propicia la certificación. 2

Para contextualizar la reflexión, un breve recuento bibliográfico: La mayoría de las empresas


de negocios hoy en día reconocen que sus responsabilidades van más allá del simplemente
obedecer la ley y obtener ganancias competitivas para los dueños. (Bucholz, 1990). Que se
trate de una actitud filantrópica está en cuestión. Hay evidencias de que no es “filantropía” si
se considera que esta última se refiere a impactos positivos en la sociedad, aunque no estén
cercanamente relacionados con el propósito de la organización. (Cortina, 2007)

Una serie de investigaciones han ligado la RSE con la rentabilidad financiera, la


permanencia en el tiempo y la producción de bienes y servicios que el mercado demanda
(Burke y Logsdon, 1996; Waddock and Graves, 1997; Mahon and McGovan, 1998).
Investigaciones auspiciadas por el Banco Interamericano de Desarrollo (Vives, 2005), yel
Banco Mundial (Singh, 2005) confirman que esa correlación es positiva. Otras
investigaciones señalan que la correlación es negativa (Wright y Ferris, 1997), y otras no
han encontrado correlación alguna (Aupperle, Carroll y Hatfield, 1985; McWilliams y Siegel,
2001)

El cambio es notable si se recuerda que llegó a decirse entre los pregoneros de la Escuela
de Chicago, como Milton Friedman(1980), que la única responsabilidad de los gerentes es
asegurar utilidades a los accionistas dentro de un mercado. Hoy, por el contrario, si se llega
a plantear que la Responsabilidad Social es una exigencia retórica para participar en
mercados ampliados, el hecho es que para participar de un tratado de libre comercio se
suele mostrar como requisito el reconocimiento de los Derechos Fundamentales, pues estos
derechos son la base desde la cual se construyen las normas de la RSE.

Desde el punto de vista filosófico involucra el debate entre la ética deontológica (cumplir el
deber porque es un imperativo, el deber por el deber) y la ética teleológica utilitarista que se
orienta a la acción que produce buenos resultados (MacIntyre, 1987:23). Si se analiza como
estrategia, se ha fortalecido (Kligsberg, 2003). En un sentido pragmático, corresponde a un
enfoque auspiciado por organismos de internacionales de la Comunidad Europea, por el
Banco Interamericano de Desarrollo y la Organización Internacional de Estandarización,
ISO, de frente al debilitamiento de las políticas estatales de seguridad social que ha
promovido el modelo neoliberal.

2
En las entidades referidas, los formatos evaluadores de responsabilidad social requieren identificar, definir, implantar y
mantener políticas que atienden, mínimo: Actividad Laboral sin Niños. Exclusión de Trabajos Forzados. Garantías de
Higiene y Seguridad..Libertad de Asociación. No Discriminación política, religiosa o de género. Acción Disciplinaria
regulada legal. Horario Laboral. Sistemas legales de Gestión, Remuneración y Compensación conforme al respeto de los
derechos humanos.
2. La responsabilidad extralegal como expresión pluralista

La nueva definición orienta a valorar los impactos de las actividades empresariales sobre la
sociedad y el medioambiente, en perspectiva del desarrollo humano (Max Neef, 1993) o del
desarrollo sustentable3.

Tanto la Comunidad Europea como la Organización Internacional de Estandarización


proponen la RSE como una opción voluntaria. Tautologicamente puede decirse que no hay
ley que la obligue, puede agregarse que se trata de una expresión extralegal que confirma el
pluralismo en la cultura empresarial.

Está definida en el libro verde de la Comisión Europea, “Corporate Social Responsibility”


(CSR)4. “Se dice que las empresas tienen Responsabilidad Comercial, es decir, llevar con
éxito sus negocios, y Responsabilidad Social, relacionada con su papel en la sociedad y la
comunidad. Esta última se refiere a actividades que van más allá de hacer beneficios en los
que la empresa está implicada, como proteger el medio ambiente, cuidar de sus empleados,
ser ético en sus negocios e implicarse en la comunidad local sobre la que opera”.

Por su parte, la Organización Internacional de Estandardización, (ISO), ha ordenado el


diseño de la norma ISO 26000 RS, que planea posicionarse como un instrumento de
carácter voluntario que establecerá estándares internacionales en todos los aspectos
relativos a la Responsabilidad Social, como medioambiente, los derechos humanos,
prácticas laborales, gobierno organizacional, y prácticas justas de negocios justas.

Como lo advierte la misma guía para la construcción del ISO 26000,(2006) se proveerá un
marco normativo para las organizaciones sobre la conducción de actividades en una forma
que sea consistente con los intereses de la sociedad y el desarrollo sustentable, y basado
en el comportamiento ético y el cumplimiento con las leyes aplicables e instrumentos

3
Sustentabilidad puede definirse como la habilidad de las actividades humanas para continuar dependiendo de
los sistemas medioambientales globales. La Conferencia de NU de 1972 sobre el Ambiente Humano, produjo
una declaración haciendo público el reconocimiento de los impactos adversos de la humanidad en el mundo
natural. La publicación de 1987, “Nuestro Futuro Común”, el informe de la Comisión Mundial sobre
Medioambiente y Desarrollo (el informe Brundtland), se basó en esto y definió el desarrollo sustentable como
“el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de las generaciones
futuras para satisfacer con sus propias necesidades. El concepto de desarrollo sustentable como un aspecto
integral de la responsabilidad social de las organizaciones es controvertido en cuanto que pueda presumir que
el desarrollo puede garantizarse de manera sostenida por término indefinido, lo cual no es aceptado si se
tienen en cuenta que los recursos planetarios no están garantizados indefinidamente. Algunas acciones
tomadas para asegurar la continua existencia de una organización, pueden ser dañinas para la sociedad y por
lo mismo inconsistentes con el concepto de responsabilidad social.
4
El CSR Europa surge de la Declaración Europea de las Empresas contra la Exclusión Social, lanzada en
1995. La misión del CSR es ayudar a las compañías a conseguir beneficios, crecimiento sostenible y progreso
humano, colocando la Corporate Social Responsibility en la línea central de su práctica empresarial. La web
de esta organización de referencia en Europa patrocinada por la Comisión Europea y una red de empresas. Su
web aloja bases de datos con información sobre fondos e índices para la inversión socialmente responsable.
www.cseurope.org
intergubernamentales. Las diferencias geográficas, culturales y sociales son respetadas en
la medida que ellas acojan el mínimo acordado, el relacionado con los derechos humanos,
prácticas laborales, gobierno organizacional, el medioambiente, prácticas de negocios
justas, involucramiento de la comunidad y desarrollo social, y temas de consumidores.
Significa que una organización debe buscar entender los amplios intereses de la sociedad y
que debe ser capaz de distinguir sus intereses de los intereses de otros, incluyendo los
intereses de la sociedad, tomados como un todo.

Este proceso ha implicado que en esta guía de discusión planteada por la ISO, se
diferencien el contexto de legitimidad y de responsabilidades de los distintos actores
sociales, como sigue:

• La legitimidad del sector público derivada de la participación democrática y del


consentimiento popular. Sus responsabilidades incluyen el desarrollo de políticas,
regulaciones y la entrega de servicios.
• La legitimidad del sector privado derivada de la producción y distribución de bienes y
servicios. Sus responsabilidades son principalmente el obedecer la ley y pagar los
impuestos al Estado, auque adicionalmente pueden adelantar actividades filantrópicas.
• La legitimidad del sector voluntario, derivada de las misiones sociales declaradas por la
organización, como es la caridad. Sus responsabilidades se centran en una administración
fiel de los fondos donados de acuerdo a sus misiones.

En este sentido, no puede pasar inadvertido que el cumplimiento voluntario de


responsabilidades, no sólo las establecidas por la ley sino por la convicción moral, es una
vuelta a los orígenes de la teoría estatalista del Derecho, en momentos de la disolución de la
sociedad feudal, cuando se mostraba pluralista en cuanto formada por varios ordenamientos
jurídicos que podían oponerse o integrarse, como los de la iglesia, el imperio, los feudos, las
corporaciones y los municipios, como lo explica Norberto Bobbío, en su "Teoría General del
Derecho”.

Respecto a la lectura de la RSE, se plantea desde una sociedad que en cuanto liberal se
proclama pluralista, correspondiente a la idea del “pluralismo razonable”, de mayor
reconocimiento de la sustantividad de la pluralidad y de sus diversas formas, que renuncie a
las excesivas pretensiones unificadoras de la razón (Rawls, 1985) que reconoce la
diversidad de credos, idearios, prácticas, estéticas, modelos morales, planes de vida
diversos, siempre que tales diferencias se den dentro de los límites de un acuerdo común de
voluntades como punto de partida por lo cual se diferencia del multiculturalismo en cuanto
no compromete el reconocimiento de los principios liberales.

La apuesta de la RSE hasta el año 2010 es por el pluralismo empresarial, intrínseco del
liberalismo. Esta caracterización se puede evidenciar por el reconocimiento de una
pluralidad de opciones desde un acuerdo de voluntades de empresarios particulares de
asumir los compromisos que se plantean desde la ISO 26000 sobre responsabilidad social.

Esto quiere decir que esta apuesta no es compatible con un marco teórico o metodológico
que amenace la toma de decisiones individuales del empresario frente a los retos sociales
no regulados por Ley.

Adicionalmente, pueden notarse nexos de esta visión voluntaria en procura de una justicia
en las relaciones laborales y con el entorno, que corresponden a una propuesta a favor de
los derechos individuales inalienables a través de la delineación del “estado mínimo”
reducido a las funciones de protección contra la fuerza, el hurto y el fraude (Nozik, 1988) 5.
Para este filósofo las desigualdades son producto necesario de la libertad de los seres
humanos y tratar de mantener una pauta distributiva como por ejemplo, la teoría de la
justicia de Rawls implicaría la intervención continua del Estado en la vida de las personas.

3. El imperativo legal y la responsabilidad social

Con base en lo anterior puede argumentarse que la parte oscura de la RSE es su


orientación extralegal: Al comprometer la voluntad, y expresando resistencia a su
obligatoriedad desde el punto de vista legal, es un concepto intrínsecamente moral o ético,
que requiere la aceptación de los que es bueno y malo, lo que es útil, lo que proporciona el
bienestar general. Involucra a actores a ser responsables por acciones y decisiones. Y esta
es la parte oscura de la construcción de la propuesta de RSE con un enfoque ético
desprovisto de la fuerza de la ley bajo una perspectiva del Estado moderno, como un tercero
entre particulares, que no reconoce ningún otro sujeto ni por encima ni por debajo de él.

En todos los casos expuestos por organizaciones empresariales afines a la RSE, se


compromete una pluralidad de individuos o asociaciones que toman decisiones en el ámbito
de lo voluntario y privado, subordinados al respeto y potenciación de la autonomía individual
y al marco mínimo de legalidad consensuada, en un “pluralismo razonable” apropiado para
5
En esta teoría, Nozick distingue tres principios: Justicia en la adquisición a partir de recursos justos
sin empeorar la situación de otras personas, Justicia en la transferencia voluntaria, de pertenencias de
una persona a otra, y Rectificación de las injusticias, que exige una revisión de casos en los que se
vulnere los anteriores principios de adquisición y transferencia y exige además reparar el daño cometido
por una apropiación injusta.
el pensamiento liberal según J. Rawls. En Una teoría de la justicia (1971), Rawls asume que
las diferencias son susceptibles de compartir un marco ético-político común; sin cuestionar
que el comportamiento humano no es exclusivamente racional y que aspectos emotivos,
afectivos, puedan dificultar el logro de coincidencias respecto a “verdades” morales.

En nuestro contexto iberoamericano, hay esfuerzos significativos para medir la


responsabilidad social en América Latina. Organizaciones como IARSE en la Argentina.
CERES del Ecuador, Fundes en Centroamérica, CRS en Colombia y el Instituto "Ethos" de
Brasil ofrecen a los empresarios una relación de indicadores, que permiten evaluar la
gestión de la empresa respecto a la transparencia y gobernabilidad, los trabajadores, el
medio ambiente, los proveedores, los consumidores y clientes, la comunidad vecina a la
empresa y el gobierno y la sociedad. Se trata de un todo voluntario bajo la figura abarcadora
de la RSE.

Significa que hay una comprensión de gestión empresarial desde una teoría de justicia cuyo
objetivo implica combatir y superar el utilitarismo (Rawls, 1971:17) donde el bienestar según el
modelo utilitarista del bien general, es fundamental, o donde los bienes moralmente
relevantes son básicos, no sólo desde la pretensión de una elección racional, base de la
justicia deseable por los individuos, sino desde el pluralismo a través del consenso
sobrepuesto, o entrecruzado, o entreverado, o por suposición, inscrito en los valores euro
occidentales. (Rawls,1985).

El giro en “Justicia como equidad” apunta a cuestionar la estabilidad de una sociedad


pluralista que apele a una racionalidad moral: ¿Cómo es posible la existencia duradera de
una sociedad justa y estable de ciudadanos libres e iguales que no dejan de estar
profundamente divididos por doctrinas religiosas, filosóficas y morales razonables”(Rawls,
1985:33). Como respuesta, la alternativa es encontrar una concepción política de la justicia
que puede ser el foco de un consenso sobrepuesto y servir así de base pública de
justificación de una sociedad marcada por el hecho del pluralismo razonable”.

¿Hasta dónde corresponde al ámbito de la ética, al de la política o al del derecho? Depende


de que comprendamos cómo se determinan las responsabilidades sociales, que éstas
parten del entendimiento de lo que es bueno para la sociedad o el medioambiente, y ese
entendimiento se refleja en la convicción (ámbito de la Ética) o marcado por la imposición de
la Ley (ámbito del Derecho).

¿Estamos hablando de un compromiso voluntario, que depende de una convicción


corporativa, o es un compromiso que está llamado a ser legal? El hecho es que las acciones
voluntarias están relacionadas con el cumplimiento legal, en el discurso globalizante de la
ISO. Luego no se trata del todo voluntario sino obligatorio en cuanto que es incluyente de los
imperativos de ley. El comportamiento de las organizaciones en varias sociedades, que no
se refleja completamente en las reglas legales vinculantes, no es del todo legalmente
mandado, se considera voluntario. La voluntariedad en estos casos suele incluir además de
la ley, a las expectativas adicionales de la sociedad en cuanto cumplimiento de expectativas
sociales. Esto no significa que ellas sean siempre opcionales para la organización que
quiere ser considerada socialmente responsable.

Dónde las acciones con respecto a la responsabilidad social van más allá de los requisitos
legalmente exigidos, se deben basar en estándares aplicables de lo correcto e incorrecto,
que sean ampliamente reconocidos y aceptados como apropiados en el contexto dado.
(Bucholz, 1990). Acciones que tengan el efecto de socavar estándares existentes y
legítimamente establecidos, no pueden ser la base para determinar la responsabilidad
social, considerando que los estándares en el área social involucran cuestionamientos que
solo pueden ser legítimamente respondidos, a través de procesos democráticos o
políticamente representativos.

En claro entonces que la RSE incluye un plus, frente el cumplimiento de legislación, que es
obligatoria, relativa al juego limpio con los consumidores, buen trato a los empleados,
preservación del medio ambiente, buenas prácticas en los países en desarrollo e integración
a las grandes acciones sociales con la comunidad local. Se debe informar sobre su práctica
a través de los Balances Sociales y de otras vías y empiezan a aparecer incentivos y
castigos.

Una primera conclusión que supere una eventual controversia, dejando afuera el tema de si
es estrictamente voluntario o nó, es que la Responsabilidad Social Empresarial puede
caracterizarse como un comportamiento estratégico observable, medible, índices cada vez
más sofisticados para evaluar y asegurar buenos impactos de las organizaciones en la
sociedad en procura de la sostenibilidad.

4. Estudio de casos para contrastar el concepto de R.S.E

Estas reflexiones pueden llegar a ser inquietantes si las contrastamos con el nivel de
creencias y prácticas empresariales.

Los casos que se relacionan a continuación ponen en evidencia el papel pedagógico de la


ley para crear cultura de justa convivencia: El marco para la comprensión de la
responsabilidad social es el marco legal, aunque pueden remontarse a una tradición moral
cristiana. Y en cuanto a las grandes empresas, aunque se empeñan en mostrar el carácter
voluntario de la RSE, el referente en última instancia son las regulaciones legales en materia
laboral y ambiental.

Si a nivel global la convicción sobre esta estrategia cuenta con aceptación creciente del
impacto para agregar valor, (Pesce, 2005), en países como Colombia no nos quedamos
atrás: Declaran las empresas encuestadas por la Asociación Nacional de Industriales, ANDI,
en el año 2007, que ellas dedican el 2,04% de sus ventas a inversión en responsabilidad
social). La muestra escogida alcanzaría un valor de inversión social de alrededor de
¡$739.000 millones!, cifra que no incluye los aportes parafiscales por 3,5 billones de pesos
(Sena, Cajas y Bienestar Familiar), que representan el 1,3 por ciento del Producto Interno
Bruto (PIB)

La encuesta de la Asociación Nacional de Industriales, ANDI, (Gutiérrez, 2007), arroja


algunos resultados sorprendentes. Por ejemplo, afirman los industriales que cerca del 50%
de las empresas elabora balances sociales o informes de gestión social. Dice también que el
80% de las empresas participa en programas de apoyo a fundaciones sociales.

Esta confesión estaría muy bien, como enseña la vieja tradición religiosa, cuando no sólo
hay propósito de enmienda y confesión de boca sino satisfacción de obra. En este último
punto, hay que mantener un prudente optimismo pues es muy compleja la verificación de
los datos sobre la gran cantidad de comportamientos de RSE, a partir de consideraciones
morales, con diferentes modelos de medición que surgen de un marco de voluntariedad.

Esta evaluación gremial de las grandes empresas nos llevó a pensar sobre lo que puede
estar ocurriendo en las pequeñas y medianas empresas. En primera instancia se hizo una
exploración en grupos focales (con académicos) que llevó a la conclusión que la
responsabilidad social empresarial sería un punto de llegada y nó un punto de partida para
las PyMEs. La explicación que se dio es que “Son tan pesadas las cargas legales sobre los
hombros de pequeños inversores, que serían resistentes a tomar cargas adicionales,
voluntarias”.

La realidad nos mostró otra cosa a la percepción de la academia: Se consultaron pequeñas


y medianas empresas de alimentos de Cali. Rosquillas Caleñas. Indupan. Pana. De la
Provincia.

En primer término, La R.S.E se distinguió como un punto de partida para el desarrollo


organizacional y social, porque se advirtió que para mantener relaciones empresariales aún
en círculos locales, con proveedores y distribuidores, no sólo se debe demostrar el
cumplimiento de un marco legal relacionado con la concertación social, el régimen laboral y
ambiental, comprometido en el discurso de la R.S.E. sino que se deben incorporar
voluntariamente prácticas consideradas favorables para líneas de producción en
solidaridad y en alianzas estratégicas o clusters.

En segundo término, de frente a las aproximaciones teóricas, aunque se pueda construir


consensualmente una definición abstracta y además empírica de responsabilidad social
empresarial, siempre será necesario ajustarla a las condiciones específicas de la
realidad observada, donde no son viables algunos indicadores generales de medición.

En este sentido de revisión del concepto, la investigación nos llevó a comprender también la
Responsabilidad Social Empresarial como un desempeño rentable, fundamental para la
creación de valor agregado en 3 formas de capital, que denominamos capital
valorativo y que se compone de: el capital social-confianza en las personas, los procesos y
productos de las empresas-, el capital humano –competencias laborales- y el capital físico –
herramientas-.

El estudio de casos en las empresas alimentarias, Rosquillas Caleñas. De la Provincia,


Pana e Indupan, en el 2007, implicó la realización de encuestas, construcción de historias
de vida de las organizaciones, entrevistas con personal directivo y trabajadores y consulta
general de datos contables.

Las entrevistas semiestructuradas a los empresarios dan cuenta de un plano de


motivaciones determinadas por valores cualitativos, éticos, no solo financieros. El Efecto
Ético es un factor diferenciador de competitividad, además de las características del entorno
industrial en que se realiza la competencia (Efecto Industria) y a las variables que
configuran el ámbito interno de las organizaciones (Efecto Empresa).

Al comenzar en el terreno la investigación del impacto de la Responsabilidad Social con las


PyME de alimentos, lo que primero llama la atención es que se trata de empresas familiares,
que amerita un tratamiento en detalle, considerando que se involucran reflexiones éticas y
convicciones religiosas determinantes de acciones sistemáticas de solidaridad en la célula
básica de la sociedad. En estas empresas familiares, hay insuficiencia general de datos
sistemáticos, especialmente análisis económicos de costos, resultados, evolución, etc.;
constituyendo esta una de las dificultades mas importantes para el análisis y la planificación
de las mismas.

En tercer lugar, se trata de un nivel sectorial contractual formal, definidos por su orientación
en la producción (alimentos) es decir, se relacionan por acuerdos formales escritos o
verbales, y nó por consideraciones de su ubicación en parques industriales o en redes, en
sentido estricto.
A nivel académico y sobre todo a nivel político suele cuestionarse sobre las características,
las ventajas e inconvenientes o la evolución de la explotación familiar versus explotación
capitalista o, en otras palabras, explotación pequeña versus explotación grande. Sin
embargo, se puede advertir que hay una sincronía y complementación entre las PYME y las
grandes empresas sin que pueda demostrarse que en aras de la competitividad las PYME
no puedan coexistir o que tengan que dejarle el terreno a las empresas de mayor
envergadura. Si bien algunos progresos técnicos podían ser aprovechados tanto por la
pequeña como por la gran explotación, los costos de aplicación de grandes adelantos
tecnológicos para la administración la producción y la distribución así como las políticas
proteccionistas favorecen principalmente a las grandes explotaciones.

Se llega por tanto a una coexistencia entre grandes y pequeñas explotaciones con poca
competencia entre ellas dado que se dedican a productos distintos. Su heterogeneidad
depende del grado de diferenciación del mercado de oferta y demanda de cada empresa,
por la existencia de diferentes modalidades contractuales y las condiciones contextuales
naturales, sociales, económicas y políticas.

Quedó en evidencia además, que en particular, las PyMEs alimentarias por su carácter de
empresas familiares, cumplen un importante papel en la economía regional, presentando un
vínculo muy fuerte con las comunidades locales en la generación de renta y empleo.

La competitividad de las PyMEs alimentarias presenta características complejas. Se


requiere una aproximación interdisciplinaria donde las aportaciones de la ética teleológica
utilitarista y deontológica o del deber ayudan a comprender las particularidades de las
empresas.

5. La regulación del Estado al cumplimiento de la RSE

Hay consenso de que la Responsabilidad Social Empresarial es un imperativo ético. Hay


una marcada tendencia global y en el estudio de casos realizado en Cali, donde la R.S.E. se
valora como un compromiso voluntario, aunque otras posiciones dicen que debiera ser
reconocida como obligatoria porque se refiere a leyes existentes aunque se propone que no
debe limitarse al campo legal.

Está claro que con un entendimiento de los beneficios estratégicos que puede aportar a la
empresa es probable que los altos directivos están dispuestos a realizar inversiones en
prácticas de RSE (Burke y Logsdon, 1996; Husted y Allen, 2001; McWilliams y Siegel; 2002).
Las declaraciones expresas de la voluntariedad de la R.S.E. son un síntoma de analizar. En
Colombia un proyecto sobre la RSE planteándolo en el contexto de obligatoriedad legal ha
encontrado no sólo la oposición gremial sino dificultades en su trámite en el Congreso. Por
lo pronto avanza, valorada, como opción voluntaria. Es posible que exista el temor de que
una imposición legal, implicaría puntos de tensión adicionales con actores como las
organizaciones sindicales, sociales, aparatos legislativos e instituciones de gobierno.

Sin embargo, el desarrollo particular y colectivo tiene hoy otras significaciones de las cuales
no es válido que ningún sector se sienta ajeno. Para los empresarios, el nuevo reto se
orienta ahora a establecer la correlación directa los programas, actividades y procesos que
pueden crear beneficios estratégicos a largo plazo, en un contexto más amplio que la simple
correlación entre contribuciones de caridad, filantrópicas y de rentabilidad. Se trata de
sostenibilidad planteada para una sociedad pluralista. El Estado no puede estar ajeno a ese
proceso, en principio con una regulación que estimule el fortalecimiento del tejido social.

La construcción consensuada sobre la responsabilidad social, que hemos visto, se plantea


dadas las condiciones de insuficiencia de las instituciones gubernamentales en el modelo de
Estado neoliberal para responder a las necesidades de fortalecer el tejido social y promover
el desarrollo humano.

6. Conclusión

Se registra global y localmente una dinámica de la evolución del concepto y de la praxis de


la responsabilidad social, que constituye una oportunidad de hacer más solidarias y
competitivas a las pequeñas y medianas empresas para ampliar la base productiva
orientada a un desarrollo humano y no sólo económico.

El ambiente institucional constituye el "nudo" del fortalecimiento de Responsabilidad Social


Empresarial como estrategia de medición de impacto de las organizaciones en aspectos
sociales, laborales y ambientales.

Se requiere mejorar la capacidad de adaptabilidad de las organizaciones sociales, laborales


y empresariales a los nuevos escenarios, es función de las instituciones y organizaciones
construidas dentro del sistema, especialmente las relacionadas con el flujo de información,
tecnología, organización financiera, estructuras de comercio e instrumentos de distribución
de riesgos.
El diseño de herramientas de diagnóstico y de parámetros sobre Responsabilidad Social en
el segmento de las PyME alimentarias contribuye a evaluar valores cualitativos para
planificar su impacto cuantitativo.

La privatización de instituciones estatales a cuenta de una corriente neoliberal (consenso de


Washington) ha afectado la capacidad del mismo estado en sus políticas sociales y
constituye un llamado de urgencia, o para recuperar la fortaleza de un Estado comprometido
directamente con la distribución del bienestar, o para regular y estimular las iniciativas
privadas que contribuya a la distribución del bienestar.

Una solución transitoria sería el reconocimiento por parte del Estado, desde un marco legal,
a los esfuerzos “voluntarios” de responsabilidad social empresarial, estarían para valorar
tales esfuerzos a través de acciones específicas de gobierno para promover la competividad
entre los empresarios con rse, con estímulos tributarios y de renovación de infraestructura
física y de promoción del talento humano.

Sin embargo, con ley o sin ella, aspiramos a seguir registrando el desarrollo de prácticas
sistemáticas de responsabilidad social, no desde las propuestas de posicionamiento de
marca ni en la tramitología burocrática sino desde la aplicación de la ética de la empresa
que surge como reflexión del talento humano de la organización.

Es insuficiente valorar la responsabilidad social empresarial como se hizo con las viejas
prácticas de filantropía y desde proposiciones morales. Ante problemas estructurales, la
solución es estructural. (Castoriadis, 1996)

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