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LOVE CANAL

Es un vecindario situado en Niagara


Falls (Nueva York), protagonizó uno de
los mayores desastres ambientales que
se conocen, al situarse sobre un
cementerio de residuos industriales que
acabó contaminando sus aguas. Hoy,
casi 40 años después, la zona se sigue
recuperando. ¿Qué ocurrió
exactamente?

El empresario William T. Love comenzó en 1894 la construcción de un canal que


uniría el lago Ontario con el río Niágara, con el fin de proporcionar agua y energía
hidroeléctrica a una ciudad industrial modelo que había imaginado. Una obra que
finalmente quedó a medio construir por la falta de financiación.

“Los desechos tóxicos fueron lavados por el agua de lluvia, haciendo que los
productos químicos enterrados se filtraran al canal”

Varios años después, entre 1942 y 1952, la zanja cavada para el canal se convirtió
en un vertedero de basura cuando la empresa Hooker Chemical & Plastics
Corporation depositó 20.000 toneladas de productos químicos en ella, pero un año
después, en 1953, la Junta de Educación de Niagara Falls expropió por un dólar
simbólico los terrenos para construir el barrio de Love Canal. La empresa química
advirtió de los peligros de edificar sobre aquellos terrenos, renunciando a toda
responsabilidad por los daños futuros debido a la presencia de los productos
químicos enterrados. Pese a ello, el gobierno local consideró suficiente sellar el
vertedero con varias capas de arcilla y tierra. Pero se equivocaron.
Cuando en 1954 se llevó a cabo la construcción de la escuela, los
obreros descubrieron dos vertederos llenos de tambores de 210 litros que
contenían desechos químicos. A pesar del descubrimiento la Junta de Educación
decidió seguir adelante. En 1957, durante la construcción de nuevas viviendas que
iban a levantarse en tierras adyacentes al vertedero, y mientras se llevaban a cabo
las canalizaciones de gravilla, los equipos de construcción rompieron el sello de
arcilla, fragmentando las paredes del canal.
Esto permitió que los desechos tóxicos escaparan al ser lavados por el agua de
lluvia, haciendo que los productos químicos enterrados se filtraran al canal.

Barriles de residuos tóxicos eliminados de Love Canal (Fuente: Digital Collections


- University at Buffalo Libraries)

A pesar de los anteriores hechos, no hubo monitoreo ni evaluación de los


desechos químicos almacenados bajo el suelo, y el barrio de Love Canal siguió
creciendo. Durante los años siguientes, los vecinos advirtieron la presencia de
efluentes líquidos de color oscuro y malos olores saliendo de las alcantarillas, así
como problemas respiratorios, de fertilidad, taras genéticas, numerosos casos de
cáncer, y la contaminación de las aguas del río Niágara.

No fue hasta la primavera de 1977, que la Agencia de Protección Ambiental (EPA)


comenzó a estudiar los problemas de Love Canal, y un año después el
Departamento Estatal de Salud de Nueva York ordenó al Departamento de Salud
del Condado restringir el acceso al área e iniciar estudios de salud financiados por
el propio Estado. Los resultados mostraron la presencia de 200 sustancias
químicas contaminantes en el agua.
Los resultados mostraron la presencia de 200 sustancias químicas contaminantes
en el agua.

En 1979, mientras la EPA anunciaba la creación de un grupo de trabajo especial


para ayudar en la identificación y limpieza de los sitios con desechos tóxicos, una
de las escuelas cerró y cientos de familias fueron trasladadas y reubicadas.
A finales de ese mismo año, el Departamento Federal de Justicia demandó a
Hooker Chemical en relación a los productos químicos enterrados en cuatro sitios
de la ciudad, y un año después el Estado de Nueva York presentó una demanda
de 635 millones de dólares contra Occidental Petroleum y dos de sus subsidiarias,
Hooker Chemical Corporation y Hooker Chemical & Plastics Corporation, alegando
que eran responsables del desastre de Love Canal, y en la que la empresa tuvo
que desembolsar más de 200 millones de dólares para descontaminar la zona.
Finalmente, el por aquel entonces Presidente de Estados Unidos, Jimmy
Carter, declaró en 1980 a Love Canal como zona catastrófica.

Trabajos de remediación en Love Canal mostrando equipos de movimiento de


tierra y casas abandonadas en el fondo (Fuente: Digital Collections - University at
Buffalo Libraries)

Hoy en día, la edificación sobre los cementerios de residuos es una práctica


totalmente prohibida. Las consecuencias no son pocas y tampoco baratas en
términos económicos y sanitarios. En el caso de Love Canal, el hecho de que los
residuos se depositaran directamente sobre el suelo y más tarde se removieran
las tierras para edificar sin tomar ningún tipo de medida, supuso que los lixiviados
llegaran a contaminar sus aguas subterráneas, de las que se abastecían. Así, los
habitantes de Love Canal estuvieron obteniendo agua durante años,
supuestamente potable, muy tóxica.

BIBLIOGRAFIA

https://iresiduo.com/blogs/laura-f-zarza/desastre-love-canal

https://www.renovablesverdes.com/ocurrio-exactamente-love-canal/

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