Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
/T
Desürezas paFa traurnatismo tonácico rcontinuec,iónr
La piel sobre el sitro se estira entre los dedos Una vez que la aguja entra en la cavidad
de la mano no dominante. La aguja y la leringa torácica, el a re se escapará en la leringa y la
Acode a una obra en construcctón porque un paciente de sexo masculino de veintitantos años se cayó 3 horas antes y ahor¿ se quela de dolor
abdominal creciente. Afrrma que tropezó con un pedazo de madera en el lugar, cayó y se golpeó la parte baja izquierda del tórax y el abdomen
con m¿dera apilada. El paciente denota dolor moderado sobre su c¿ja torácica inferior izquierda cuando respira profundamente, y se queja dé
una leve dificultad para respirar. Sus compañeros de lrab¿jo deseaban solicitar ayuda cuando el joven se cayó, p€ro él dijo que los sfntomas no
eran tan severos y les pidió que esperaran. Af¡rma que la intensidad del malestar ha ido en aumento y que ahora se siente mareado y débil.
Usted encuentra al paciente senlado en el suelo y con malestar visible. Se sost¡ene el lado izqurerdo inferior del tórax y la parte super¡or del
áMomen. Muestra una vía aérea permeable. frecuenci¿ resp¡ratoria de 28 respiracionevm¡nuto, frecuencia cardiaca de 124 latidolminuto y
tensión anerial de 94158 milímetros de mercurio (mm Hg). Su piei está pálid¿ y diaforetica. Lo recuesta, y en la exploración física el paciente
man¡fiesta dolor a la palpación en las costillas inferiores izquierdas, sin crepitación ósea evidente. El abdomen está distendido y blando a la palpa-
ción, pero el individuo siente dolor y se cubre voluntariamente el cuadrante superior izqujerdo. No hay presenci¿ de equimosis externa o enfisema
subcutáneo.
Anatornía (k. l¿1 ca\id^d torácica c¿nibi¡ con el ciclo respintorio. Dn L¿ csl)i
filción pi( o. la clipula dcl di¿liagm¿ teldado se elo\'¿ al rlivcl (l(l
El ab(l(nlrc¡r c()ntiene losp ncil)ales (irgxnos (le los sjste¡las digcs ( u¿r'to espacio intercost¡l (ni\,('l del pezón eti cl hotrttrn'). pro
tivo. en(lo(rilo .'- Luogedt¿Ll. y los plir( il)¡krs vasos clcl sislcnlil lr)r1 idr¿ndo mator pr(fcc('i(il ¿ los i)rganos ab(lonli¡rales (le la cqja
36¿r SOPORTE VITAL DE TRAUMA PREHOSPITALARIO, OCTAVA EDICIÓN
DiaÍragma
Bazo
Hígado
Flexura hepática
Flexufa
Colon ascendente esplénica
Yeyuno
eo
Región de la Colon
válvula ¡leocecal descendente
Apénd¡ce Recto
verm¡forme
Figüra 13-1 Cuando se lesionan, los órganos dentro de la cavidad peritoneal con frecuencia producen per¡tonitis. Éstos incluyen órganos
sólidos (bazo e hfgado), órganos huecos del tracto gastrointestinal (estómago, intestino delgado y colon) y los órganos reproductivos.
torácica- Por el cont¡ario, en la inspiración pico, Ia cúpda del ombligo [Figura 1]5). Es important€ conocer los puntos de rcferen-
diafugma contraído s€ posiciona en el sexto espacio intercostal; los cia anatómicos debido a la alta correlación de la ubicación de los
puünones innados casi llenan el torax y empqian en gran medida órganos con la respuesta al dolor. El cuaüante superior derecho
estos órga¡os abdominales por deb4io de la c4ja torácica- Por tanto, incluye el hígado y la vesfcula bilia4 el cuadrante superior izquier-
los órganos lesionados por trauma penetrante en la región toracoab- do contiene el bazo y el estómago, y los cuadrantes inferior derecho
dominal pueden difedr dependiendo de la fase de respiración del e infedor izquierdo albergan principalmente el intestino, los u¡éteres
paciente al momento en que ocur¡e la lesión (Figur¿ 13-3). dist¿les y, en las mqieres, los ovaxios. Existe una porción del tracto
I¿ pa.rte m¡ís inferior del abdomen está protegido por todos intestinal en 106 cuafo cuad¡antes. La vejiga y el útero en las mqjeres
lados por la pelüs. Est¿ área contiene el recto, una porción del se encuentra.n en La línea media enhe los cuadrantes inferiores.
intestino delgado (en especial cuando el paciente está en posición
vertical), la vejiga y, en la mqjer, los órganos reproductivos. Una
hemorragia retroperitoneal asociada con una fractura de la pelvis
es una preocupación import¿nte en esta porción de la caüdad Fisiopatología
a.bdominal. Ia diüsión de los órganos abdominales en los grupos hueco, sóüdo y
El abdomen entre la c4ja torácica y la pelvis sólo está protegido !€sculax (v¿so sangulneo) a''uda a e),Tücax las manifesta-ciones de
por los múscr¡los abdominales y otlos tejidos blandos anterio¡es y una lesión en estss estructuras. Cuando ésta se presenta" los órganos
later¿les. En la región po6úeúor, las vértebras lumbares, los gruesos sólidos (hígado, bazo) y los vasos sanguíneos (ao¡t¿" vena cava)
y fuertes músculos po?u¿rpi"¿J¿s y psoos situados a lo laxgo de la sangra¡¡, mientras que los órganos hueco6 (intestino, vesícula biliar,
colunna vertebral proporcionan protección adicionat (Flgura f}4). vejiga) derarnan su contenido principalmente en lia c¿vidad peritD
Pa¡a los propósitos de evaluación del paciente, la superffcie del neal o en el espacio retoperitoneal, au¡que también sangran, pero a
abdomen s€ diüde en cuatro cuadrantes, Esta estructu¡a se forma menudo no tan rápidamente como los órganos sólidos. I¿. pérdida de
hazando dos lÍneas: un¿ en el centro de la punta del xifoides hasta la sang¡e en la cavidad abdominal, independientemente de su origen,
sínfisis del pubis, y otra perpendiculax a esta línea medi¿ a nivel del contribuye 4 o puede constituir lia causa principal del desarrollo de
cAPfTULo 13 Trauma abdominal 3C¡e'
Esófago
Dialregma
vgna cava Inferlor
Glándula
Glándula
suprarronal ¡zqu¡srda
suprarenal derecha
Pánc16ag
Veslcula bil¡ar
Artarla y vena
Flexura h€pát¡ca mgs9ntórica supsrior
Conducto b¡liar
abdom¡nal
Colon ascendent€
Figura 13-2 El abdomen se d¡vide en dos espacios: cavidad peritoneal y espacio retroperitoneal. Este último incluye la parte del abdomen detrás del
per¡toneo. Deb¡do a que los órganos retroper¡toneales no están dentro de la cavidad peritoneal, la lesión de estas estructuras por lo general no produce
per¡tonitis; s¡n embargo, una les¡ón de los grandes vasos sangulneos y los órganos sól¡dos puede producir hemorragia ráp¡da y masiva.
Inhalación Espirac¡ón
Diafragma
Figura l3-3 Relación de lgs órganos abdom¡nales en eltórax en diferentes fases de la respiración en un paciente con herida de arma blanca.
A. Esp¡ración. B. Inhalación.
3C¡C¡ SOPORTE VITAL DE IRAUIVA PREHOSPITALARIO, OCTAVA EDICIÓN
Evaluación secundaria
. Tipo de colisión, posición (k)l p¿L<:icntc cn el vehículo o de
oxpulsión de éste Itl ¿rbd(Dnc¡ sc .'xanlina con ¡r¿ryor dctalle du¡ánte la evalua(i(in
a \i'loaidad cstimada dcl vchíclrlo en el monrento del ¿cci- secun(lari¿. Eslc cxanrcn in)plica sobrc todo su inspección y palpa
dente
r'iúrr. y se alienrlp,le forrrrir *lstrrrritlc-
cAPfTUto 13 Traum¿ abdomrnal 369
Los pacientes pediátricos y geriátricos son más propensos a olTecer afectación. En muchos pacientes no se ha¡á eüdente la identifica,
exploracioncs abdominales poco confiables debido a las respues- ción de lesiones de órganos específicos sino hast¿ que se evalúe el
tas al dolo¡ alteradas- Por el contraxio, aquellos con ftactua de abdomen con una tomografia comput¿¡izada o con exploración
costillas inferiores o de peMs pueden rendir una exploración ¿qar- quinirgica.
coco (ambigua), de sensibüdad, como consecuencia de cualquiera El ultrasonido se ha convefido en la modalidad de cabecera
de las fracturcs o de lesiones intemrs asociadas. Si el paciente tiene prhu¡i¿ que se utiliza en el servicio de u¡gencias para evalua¡ a rm
dolor de distrucción por las lesiones, como f¡actura de las extre- paciente traumatizado a efecto de detect¿x una hemorragia intm-
midades o de la colu¡nna vertebral, el dolor abdominal no puede ser abdominal.rlr La evaluación enfocada con ultrasonografa en el
suscitado a la palpación. truumq (FAST, del inglésjfoc?¿s€d ossessment uith sonogrqphA i,n
La palpación de la pelvis en el ¡irnbito prehospitalario propor- ¿rout¿a), implica tres vistas de la cavidad peritoneal y un cuarto
ciona poca información que pueda modificar el manejo del paciente. purto de vista del pericardio para e\,alua¡ la presencia de líqüdo,
Si se tiene tiempo pr¡a esta exploracióq se realiza tu€ solia vez, ya supuestamente sangre alrededor del corazón (Figua 1}l0). Debido
que se púede alter¿¡ algrin coagulo formado en el siüo de una fuac- a que el líquido no refleja las ondas de ulhasonido de regreso a.l
tura inestable, exacerbando la hemonagia. Durante este examen, la dispositivo, apaxece anecoico (ecográffca.rnente negro). Lap¡esencia
pelvis se palpa con suavidad debido a la inestabüdad y la sensibi- de líquido en una o más ¡áre¿s es preocupante; sin embaxgo, la
lidad. Esta evaluación consta de tres pasos: ecogr"fia (o sonogra.fia) no puede diferenciar la sangre de otros
tipos de fluidos (a-scitis, orina de una ruptura de la vejig4 etc.), En
l. hesionar hacia adentro sobre las crestas iliacas comparación con otras técnicas utilizadas pa¡a evaluar la caüdad
2. Hacer fuerza hacia afuera sob¡e l¿s crestas iliacas peritoneal, la FAST se puede realiza¡ con rapidez a un lado de la
3. Presionax la región poste¡ior sob¡e la sínfisis del pubis cama dcl paciente. no ¡nLerfiere con la rea¡rimación. no es in\,?s¡va y
es mucho menos costosa que la tomografa. Su púncipal desventqia
Si se observa inestabüdad durante cualquier etapa del examen, radica en que no diagnostica defnitiva¡nente la lesión, sólo indica la
no se debe continuar la palpación m¡ís a]lá de la pelvis. presencia de líquido, que puede ser sangre- Otras dewent4ias del
examen FAST estriban en que las imágenes dependen de la habüdad
y experiencia del operador, y su utiüdad se ve comprometida en los
Auscu ltación pacientes obesos, con aire subcutáneo y una cirugía previa Tal vez
L¿ hemonagia y derra¡ne del contenido intestinal en la caüdad lo m¡Ás importante mdica en quc una evaluación FAST negativa no
peritonea.l pueden ocasionax í¿eo, una condición en la cual cesa desca¡ta la presencia de una lesión, incluyendo alguna que pudiem
la peristalsis del intestino, lo que da lugax a un abdomen "callado', requerü intervención quini¡gica. Una FAST negativa sólo significa
ya que hay una disminución o ausencia de los ruidos intestinales. que, en el momento en que se realiá el exanen, no se üsualizó
En general, la auscult¿ción de estos ruidos no constituye tura herla- liquido en el abdomen. Este resultado podría deberse a que no existe
mienta de eva.luación prehospitalaria útil. No se debe perder üempo una lesión o a que no se ha acumulado suficiente sangre en el
trutardo de determinar su presencia o ausencia, porque este signo abdomen paxa que sea üsible (una posibilidad real, dada una
de diagnóstico no alterará el manejo prehospitalario del paciente. respuesta rápida de los servicios médicos de urgencia [SMU] a la
Sin embargo, si los ruidos intestinales se escuchan sobre el torax escena del incidente del t¡aumatismo').
di.[ante la ar¡scultación de los sonidos respiratorios, se debe con- Debido a la facilidad de uso y a los adelantos en la tecnología
siderar la presencia de una ruptr¡ra diafragmática. de ultr'¿sonido, algunos sistemas de tierra y de aire de los SMU y
equipos militaxes han explorado e.l uso de la FAST en el ¡ámbito
Percusión prehospitalaxio. Se ha demostrado que es viable en campo, pero no
hay datos publicados donde se demuestrc que el uso de esta tecnG
Aun cualdo la percusión del abdomen revela sonidos timpiínicos o
logía dé luga¡ a mejores ¡es¡itados para los pacientes con trauma
apagados, esta informaaión no altera el manejo prehospitala¡io del
abdomina.l.? t'' l,a FAST puede ser de utilidad en un anrbiente ar¡stero
paciente trawnatizado, y sólo se pierde tiempo va.lioso; por tanto,
o en una situación de !jctinas masivas. Sin eÍrbargo, el Sqpo¡te Vital
no se recomienda como una heEamienta de evaluación prehospita-
de TYauma Prehp\pi¿aJ¿nio no ¡ecomienda su uso par¿ la atención
laxia. Una sensibilidad significativa en la percusión o dolor cua.ndo prehospitalaxia de rutina, sobre todo porque retrasa el haslado a la
se le pide al paciente que tosa representa uno de los principales
inst¿lación receptora o proporciona una falsa tranquiüdad sobre el
hallazgos de peritonitjs. En la Figua 139 se presenta rm resumen
estado ¡eal del paciente.
de los signos pedtoneales.
A pesar de todos estos componentes, es dificil valorar la lesión
abdominal. Los siguientes son los indic¿dores clave pa¡a establecer
el índice de sospecha de esta afección:
Examinaciones especiales
Señales evidentes de hauma (p. ej., lesiones de tejidos
e indicadores clave blandos, heridas por arma de fuego)
l,a evaluación y, en muchos casos, la int€rvención quinl¡gica siguen ¡ hesencia de shock hipovolémico sin otra causa evidente
siendo las principales necesidades de la mayoría de los pacientes I Grado de shock mayor que se puede explicar por otras
que ha suf¡ido lesiones abdomina.les; por t¿nto, no se debe perder lesiones (p. ej., f¡achüas, hemorr¿gia extema)
tiempo en los intentos por determina¡ los detalles exactos de la Presencia de signos peritoneales
CAPÍTULo 13 Traum¿ abdominal 37 1
Figura 13-10
JI
t\
A.^^,",,.
rl
\/**""
A. Clafo v 5tas que constitlyen La exp oraclón con ¿ FAST B. Vr5t¿ esp enorrenal normal col] ident f cac¡ón de órg¿nos
C. V st¿ noranai del cu¿dr¿¡te supertor delecho D. V sla ¿norm¿l del cu¿dr¿nte 5!per or dere(ho qLte muestr¿ l¿
fler¡e Foto.or:e5í¿ de -Lchn Kend¿ . MD presenci¿ de líquLdo (sangre)
¡!€o¡e: Folo .ortesi¿ de lohn Kendall, N'1D
E. Vista ¡orm¿L de aladrante sLrper or zqu erdo. F. V!t¿ ¿ñorm¿l del cuadrante supenor zqu crdo que demuestr¿
¡itrr¡er foto cort€5i¿ de lohn (eJrd¿ , MD presenc ¿ de líqu do (sangre).
frre.¡e tuno .ortesi¿ de lohn Kend¿1, NID
Figura t3-10
La exploración con FAST t ene valor en el paciente ¡ La presencia de líquido en una o más de as áreas indica un
traum¿lrzado porque as lesiones ntra¿bdorninales más barr do pos¡tivo.
rmportantes están asociadas con hemorragia en la cavidad
peritone¿ . Auf cuando en el ultrasonido no se puede Ventaias
diferenciar e tipo de liqu do presente, se asume que cualquier | 5e realiza con rapidez
flu do en este paciente es sangre. r 5e puede efectuar en la c¿m¿ del paciente
¡ No lnterfiere con la reanimación
Técn¡ca ! No es Invasiva
r lmágenes de cuatro vent¿nas acústicas (vistas), tres de las r Es menos costosa que la tomografía computarizada
cuales ev¿lúan la cavid¿d peritoneal:
1. Pericárdica Desventajas
2. Perihepática (espacio de Morison) r Los resLrll¿do\ qp ven cono¡orrelldos en los p¿cientes
3. Penesplénica obesos, con aire subcutáneo o con crrugía abdominal previa.
4. Pélvica . La habilid¿d para captar las imágenes depende del operador
r El líquido acumulado se ve anecoico (ecográfiramente
negro).
\f -*tlefz.:-,
,"
A raíz de la concepción e implantación del feto, el útero se sigue Aun cuando al final del emba¡azo es eüdente una maxcada
ensa¡chardo hasta la semana 38 del embaxazo. En la semana 12 este protuberancia del abdomen, el resto de los órganos abdominales
órgano en crecimiento sigue protegido por la pelvis ósea- En la perrnanece esencia.lmente sin carnbios, con excepción del útero.
semana 20 de gestación la paúe superior del útero (fondo) esá en el El intestino que se desplaza a la región supeúor esá p¡otegido por el
ombligo, y par¿ la semana 38 el fondo se acerca al proceso xifoides. útero en los dos últimos trimestres de la gestación. El aumento de
Este cambio anatómico hace que el útero y su contenido sean miís tanano y peso del útero alte¡a el centro de gravedad de la paciente
susceptibles a las lesiones cerradas y penetrantes (Figum 1'13). El e incrementa el úesgo de caídas. Debido a su prctubem¡cia, el
daño en este órgano incluye mptur4 penetración, desprendimiento abdomen gráüdo a menudo se lesiona en una caída
prematuro de placenta (cuando una po¡ción se separa de la pared Aderruís de estos carnbios anatómicos, du¡ante el embaxazo
uterina) y la mphrra prematura de las membranas (ngura 1&14). ta¡nbién se p¡oducen cambios fisiológicos. La frecuencia ca¡diaca
I-a placenta y el útero gráüdo est¡ín sulllaJnente vasculaxizados; las de la mqier aumenta normalmente de l5 a 20 latidovminuto por
lesiones en estas estructuras suelen desencadenax hemoragia abun- encima de lo norrnal en el tercer trimeshe.'4 Esto diffculta la inter-
dante. Debido a que el sangrado también puede ocultarse denho del pretación de la taquicaxdia- l,a tensión axterial sistóüca y diastólica
útero o en la c¿üdad peritoneal, es posible que no sea visible norfi-lal bda entle 5 a 15 mm Hg durante el segundo trimesüe, pero
extem¿unerue. a men[do !'uelve a la normalidad a] término.r{ Para la sema¡ra 10 del
embaxazo, el gasto caxdiaco aumenta de I a 1.5 ütrodminuto. Al
término, el volurnen san¡¡uíneo de la gestante aumenta en 50%,
Debiria a esto$ ilLcretnentos en el ga.sto cardioco U e) aoluxnetu
sot¡tguíneo, h pacient¿ enbarazada Wed.e pefller dc 30 d 35%
d,e su uoLumen sanguíneo antes d,e que sean evid ntes los sigltlr.s U
síntonas d,e hipoaolerulo.'r El shock hipovolémico puede induch el
paxto prematuro en p¿cientes en el tercer trimestre. l¿ oxitocina,
que se libera junto con Ia hormona a¡rtidiurética en respuesta a la
pérdida de volwnen de la sa¡gre cAculante, estimula las contrac-
crones uterinas.
AEunas múeres presentan una hipotensión significativa en
posición supina- Esta hipotensión supina del embarazo se genera
norrna.lmente en el tercer trimeshe, y es causada por la compresión
de la vena cava debido al útero agrandado.rr Dsto disminuye drástica-
mente el retomo venoso al coraán, y con menos llenado, b4ia el
gasto cardiaco y la tensión axterial (Figura lllS).
Se debe recurrir a las siguientes ma¡iobms par¿ aliviax la hipc
tensión supinai
Figura 13-'14 Diagr¿ma de traumat¡smo uterino. A. Desprendimiento prematuro de placenta. B. Herida de bala en el útefo. C. Ruptura del útero.
cAPfTULo 13 Trauma abdominal 376
Evaluación
F¡gura 13-15 Útero ¿ térm no que comprime a vena cava.
El embaxazo nomulmente no altera l¿s vía^s respimtoúas dc la
múer, ¿r¡nque se puede presentar una dificultad respir-atoria signin-
cati\a si la paciente en su tercer trimcstre se coloca en decúbito
supino sobre una tabla larga. Es muy probable que la disminución
de la pedstalsis del tracto gast¡ointestinal produzca vómito y aspi-
ración. Se evalúa la permeabiüdad de la vía aére¿ y la función
pulmonar, incluyendo la auscultación de los sonidos rcspiratorios y
el monito¡eo de la oximctrí¿ de pulso.
Al igual que con el hemopedtoneo de ohas fuentes, el sangmdo
intraabdominal a-sociado con una lesión uterina puede no producir
peritonitis durante horas- Es más probable quc la pádida de sangrc
de una herida se enmasca¡e con el incremento del gasto ca¡diaco y el
volumen sanguíneo de la mqjer embamzada Por tanto, un alto índice
de sospecha y la evaluarión de cambios sutiles (p. ei., color de la piel)
ofrecen pist¿s impoÉantes.
En general, la condición del feto a menudo depende del estado
de la mqier; sin emba¡go, éste puede e-star en peligro pese ¿ que la
condición y signos litales de la madre parezcan hemodin Ánicamcnte
normales. Esto ocure po¡que el cuerpo desvia la sangre desde el
útero (y el feto) a los órganos litálcs. Sc debe-n tene-r cn cuenta y
docurnentax los ca¡nbios neüológicos, aunque en el ámbito prchos-
pitalaxio no se pueda identificax con exactifud la causa.
Al igual que con la paciente no embaxazada, La ¿uscultación dc
los midos intestinalcs generalmente no es útil en el ánbito prehospi-
tala¡io. Del mismo modo, tanpoco sin'e la pérdida de minutos
F¡gura l3-16 Pacienie embarazada nmovilz¿da con ncltnación hacia valiosos en btut¡ueda de los tonos caxdiacos fetales en la escen4
un taoo. porque su presencia o ¿usencia no alteran la atención prehospita-
laria Se deben rcvisar los genita.les ertemos pam ident ficar eüden-
cias de sangrado vaginal y preguntax a la paciente acerc¿ de posibles
contxacciones y movimientos fet¿les. l,a-s contracciones indican que
2. Si no se puede girar a la paciente, se eleva su piema derecha ha comenz¿do el pafto prematu¡o, mientra,s que una disminu(ión de
par¿ desplazax el úte¡o hacia la izquierda- los movimientos fet¿les es un signo ominoso de sufrimiento fetiil
3. El útero se desplaza rnanualmente haci¿ el lado izquierdo proñmdo.
de l¿paciente. La palpación del abdomen puede revelar sensibilid¿d. Un útcro
rÍgido, duro, sensible, es indic¿tivo de desprendinúento prematu-ro
llst¿s tres maniobas rcducen la comp¡esión cn la vena cav4 lo de placenta, que se a-socia con un sangrado vaginal visiblc cn 7(M de
quc ¿unlenta el retomo venoso al corazón y meiom el gasto cirldi¿co. los casos.'o
37Ei SOPORTE VITAL DE TRAUMA PREHOSPITALARIO. OCTAVA EDICIÓN
l¿s lesiones intraabdominales con frecuencia ponen en riesgo la vida debido a u¡ra hemoragia intema y el derrame
del contenido gashointestinal en ta caüdad peritone¿l.
El alc¿nce de las lesiones internas no se identifica en el árnbito prehospitalaxio; por t¿¡to, el mecanismo de la lesión,
e¡ combinación con signos de traujna aMominal, debe aurnentax el índice de sospecha para el proveedo¡ de aten-
ción p¡ehospitalaxia
El maneio del paciente con trauna abdominal incluye oxigenación, cont¡ll de la hemorragia y el embalqie para el
traslado náDido. No se necesita irunovilizar la coluÍura en caso de tlaumatismo penetra¡te en el torso.
la re¿nimación equübrado con soluciones crist¿loides permite la perfüsión de los órganos vitales, mientras que
reduce al mínimo el úesgo potencial de que se agrave la hemo¡ragia intema
Como la intervención quiniLrgica de urgencia puede salva¡ vidas, un paciente con trauma abdominal debe ser tras.
ladado a un centro con capacidad qui¡j¡gica irunediata.
l¡s cambios anatomicos y fisioló$cos del embarazo tienen implicaciones paxa el pahón de la lesión, la manifest¿-
ción de los signos y síntomas del traunatismo y el ma¡rejo de la gestante traum¿tiad¿-
El marqio del compromiso potencial fet¿.I c¿usado por un tmumatismo se logr¿ con la reanimación efcaz de la
mqier.
cAPiTULo 13 Tr¿uma abdomina 377
Acude a una obra en construcción porque un paciente de sexo rnascu rno de veintitantos años 5e cayó 3 hor¿s antes y ahora se queia de dolor
abdominal creciente Aflrma que tropezó con un pedazo de mader¿ en el lugat cayó y se golpeó la parte b¿la lzquierda del tórax y el abdomen
con madera apilada. El paciente denota do or moderado sobre su cala torácica inferlor zquierda cuando respira profundamente, y se quel¿ de
una leve dificultad para respirar Sus compañeros de trabajo deseaban solicrtar ayuda cuando eljoven se cayó, pero él diio que los slntomas no
eran tan severos y les p dió que esperaran. Afirma que la intensidad del malestar ha ldo en aumento y que ahora se siente mareado y débil.
Usted encuentra a1 paciente sentado en el suelo y con malest¿r visible. Se 5ost ene el lado izquierdo nfenor del tórax y la parte superior del
abdomen. lvluestra una ví¿ ¿érea permeable, frecuencia respir¿tor a de 28 respiracionevminuto, frecuenci¿ cardlaca de 124 latidoyminuto, y
tensión arterial de 94158 milÍmetros de mercurio (mm Hg). Su plel está pálida y draforética. Lo recuesta, y en la exploración física el paciente
p¿lpa-
manifiesta dolor a la palpacrón en las costillas inferiores izquierdas, s¡n crepitaclón ósea evidente. El abdomen está distendido y blando a la
ción, pero el indivld uo siente dolor y se cubre voluntariamente el cuadrante superior izqulerdo No hay presencia de equimosis externa oenfisema
subcutáneo.
El pac¡ente está sensib e de las cost ll¿s nferiores izqu erdas y el cuadrante super or zqu erdo. Estos hallazgos pueden representar es ones en el
tórax, en órganos intra¿bdornina es, o en ¿mbos. 5us 5ignos vitales son consistentes con un shock hipovolémico compefsado, y 5e debe consl-
derar un hemotórax o sangrado lntraabdoni nal. Es muy probable que a sensibilidad sobre las costillas inferiores indlque fr¿.t!ra de costlllas con
una lacer¿ción asoc ada deJ b¿zo, lo que resulta en hemorragra intraper toneal
5e adrninisfa oxigeno, y se prep¿ra al paciente p¿r¿ su tr¿s ¿do. De camino al centro de trauma se obt ene una vía lntravenosa, s n ernbargo.
dada la tensión arteriai del paciente, s€ administra con prudenc ¿ liqurdo crLstalo de, y¿ que una lnfus ón agresva puede elevarla y ocasionar
mavor 5anorado
i llobcrts L. ^(
llltl('kh¡ll h, l)ickrns(nr KI. r11 (li( rrl rurtr shock lfor¡sers \\'¿riclr.r ¡l Kortrur S, l{iNchning ll ct al. ( )l)l irrri/1\l rrrrlnrLgenrent (}t
lpnrLurrLii( rürlLshockg¿ünc¡ts)1i)f.ir(lrLLl(nvsrrl)lx)r1 in l)¡ii{'n¡s I)()lfrr¿rrnr:rlizo(ll)rri(rlsl)]l)r1'h(rspitaluliraso\n<l.l'¡tJallthitlo-!1.
\\ irh r l.llll rll ( x l ¡ j l r Du t bt..t' .5 t/s/ li¡! . lllll!':( l r:l D0iJIS¡ri
t ] 1 t ¡ l0ol:1(1.-r( I I l:1)S(j.
rj. Rozl.ki (iS. (¡ lrsller \l(i..laili ll IIl..l rtl. Pri)\l¡tJi\1'f\r1LLtri,)¡r l(l Srr¡rd. a,\. IIltr¡l li.l. (;orhrrdt lll'. et al. \\'ir eless ¡rr(l sirl('lhle lI¿üs
oftu¡g(!xr\ rrs{'01 Lrl¡r'¡sornd jn lhe P\ irhrirr r( rrr i )l I fi lnra lra¡i('nls nrissi()n of t)r('1r()sl)ilrr1 lirrr\{11 llr(lorr1i1l¿ s.rno8r¿l)lrl l¡r ¡l-¡Lr]na
.l li\rt, rt L ¡ t1 tU l ¡t lt ¡ t ( ¡ ¡ t al rt'. illlr:irii ll 1 ) :,1íi I']r,lntt I:t cút( uú. )01)jiri(:l)riJ7;.
1 Ror\11ii (;S, o(lrsnor ll(;. Sthnri(lr Jr\. (l,rl ,\ l)rotpe(Ji\('srrr(l) llccga¡rd \\'(i. Ho.J, llil(l¡hr'¡nrlt l)A. Tlre If( l¡)stlil¡l r¡llt¿\oLrnrl
ofsrrrj¡o,nr lr¡ rlirrlre(l ullr¿soull(las lh( t,rirrrrLr! ¡1liü!¿n1 rrrr)(lrtlil\ sru(lJ: rr'sulrs ot thc lilsl srr m.rnths aahstm.l) I't(ltasl litr1.cL.ll
oÍ T\^[n\ . Ad1)anced Trauma Life Suppoll for Docbrs, Studetut Cobum M. Genitouri¡ary tmuma. In: Moore EE, Feliciano DV, Mattox
Course Mütua.l.gth ed. Chicago, IL: ACS; 2012:288-297. I<L, eds. Tta tn&.'t}r. ed. New York, NY Mccraw-Hill; 2004:809.
lhudson MM, Rozycki GS, Paquin MM. Reproductive system trar¡ma In:
Lecüunas sugenidas Moore EE, Feliciano DY Mattox KL, eds. ?t¿?rmo. 5th ed. New York,
NY: McGBwHill: 2004.
Berry MJ, McMurray RG, Ibtz VL. Puhnonaxy and ventilatory responses to RAja AS, Zabbo CP Tlauma in pregnancy. ,r¿erg Mcd, C'lin North Am.
prcgnancy, immeIsion and exercise. Jipp¿ Phgsto¿. 1989:66(2):8S2. 2012;30:937-948.