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CAPiTULO Traurna torácico 3Ei1

/T
Desürezas paFa traurnatismo tonácico rcontinuec,iónr

La piel sobre el sitro se estira entre los dedos Una vez que la aguja entra en la cavidad
de la mano no dominante. La aguja y la leringa torácica, el a re se escapará en la leringa y la

se colocan sobre la p¿rte superior de la costilla. aguja no debe avanzar rnás.

5 El catéter se deja en su lug¿r y se extr¿e la Después de que se retira la aguja, se fija el


¿guj¿, teniendo cuid¿do de no torcerlo. Mientr¿s catéter en su lugar con cinta ¿dhesiv¿. Una vez
se reti.¿ l¿ dgu;a, se debe escuch¿r un¿ rafag¿ 'r1o éste, se ¿uscLlI¿ el torax para r o'nptobar
de ¿i'e desde el c¿rrJcho del (dreler. 5 |-o sr hay un aumento de los ruidos respiratorios.
escapa aire, se debe dejar e catéter en su lugar El paciente es mon toreado y transpoarado
pa.a rnd car que se nlenfó ¿ des( o'npres on a una instalación ¿decuada. El proveedor de
torácrca con agula. atención prehospitalaria no t ene por qué perder
el tiernpo en la aplicación de una válvula de
¡r solo.entrdo. -¿l vez spa necesor o repel' ¿

descompresión con aguja si el catéter se ocluye


con un coágulo de 5¿ngre y aparece de nuevo el
neurnotÓr¿x a tensrÓn.
Analiz¿r los d¿tos de evalu¿crón de l¿ escen¿ Entender las decisiones apropiadas de manejo
para determinar el nivel de sospecha de trauma en campo para los p¿cientes con sospecha
abdominal. de trauma abdominal, incluyendo aquellos
lesionados con objetos empalados, o que
Reconocer los hallazgos de la exploración física
evidencian evisceración y trauma genital externo.
que indiquen hemorragia intraabdominal.
Correlacionar los cambios anatómrcos y
Correlacionar los s¡gnos externos de les¡ón
fisiológicos asociados con la fisiopatologÍa del
abdominal con la posibilidad de daños a órganos
embarazo y el trat¿miento del trauma.
abdom¡nales específ icos.
Analizar los efectos del trauma materno en el
CAPíTULo 13 Trauma ¿bdominal 363

Acode a una obra en construcctón porque un paciente de sexo masculino de veintitantos años se cayó 3 horas antes y ahor¿ se quela de dolor
abdominal creciente. Afrrma que tropezó con un pedazo de madera en el lugar, cayó y se golpeó la parte baja izquierda del tórax y el abdomen
con m¿dera apilada. El paciente denota dolor moderado sobre su c¿ja torácica inferior izquierda cuando respira profundamente, y se queja dé
una leve dificultad para respirar. Sus compañeros de lrab¿jo deseaban solicitar ayuda cuando el joven se cayó, p€ro él dijo que los sfntomas no
eran tan severos y les pidió que esperaran. Af¡rma que la intensidad del malestar ha ido en aumento y que ahora se siente mareado y débil.
Usted encuentra al paciente senlado en el suelo y con malestar visible. Se sost¡ene el lado izqurerdo inferior del tórax y la parte super¡or del
áMomen. Muestra una vía aérea permeable. frecuenci¿ resp¡ratoria de 28 respiracionevm¡nuto, frecuencia cardiaca de 124 latidolminuto y
tensión anerial de 94158 milímetros de mercurio (mm Hg). Su piei está pálid¿ y diaforetica. Lo recuesta, y en la exploración física el paciente
man¡fiesta dolor a la palpación en las costillas inferiores izquierdas, sin crepitación ósea evidente. El abdomen está distendido y blando a la palpa-
ción, pero el individuo siente dolor y se cubre voluntariamente el cuadrante superior izqujerdo. No hay presenci¿ de equimosis externa o enfisema
subcutáneo.

I ¿Cuéles son las posibles lesiones del pac¡ente?


a ¿cuáles son las prioridades para su atención?
r ¿Los s¡gnos indican presenc¡a de peritonitis?

cilcu¡atorio. l,a c¿\'idad abdomür¿l se encuentla ¡rol rlcbajo clel


{li¿li¿gnlar süs linilas csl¿irl ('{trslilrli(los por l¡ l)ar{\l ¿lll('tir)r
(lel abclolrlen. los huesos (le l¡ pehis. la cohutn¡ r'etltbr-al ¡ los
nlllsculos dcl abdomen I los flancos. La ca\idad ab(lonlinal se
(livirk' ojr dos rogionos s()llr'(' l¿ b¿rsc dc su l-clación cot¡ cllrrTilrrl¡arr.
l)aciente con tlaunra. l)cl)i(lo a las l¡nilariones rlr¡e (1¡ble nlu.hos (le los úrgrnos del abdomen. La cav¡dad per¡to
de la c\,alua( i(irr I)rchospila.l¿rria, las \,idilllas con sosp('(h¿ (le neal (la "\,eldadera' cd\,i(la(i irbdolllin¿d) contiene el biúo. hígado,
lesi(j ¿lxl(nllirul se m¿nejan nrejor (rrl el {r¿s¡¿t(lo r'ápido a l¿| lrrs vosídrl¿L biliar, cst(irn?lgo. po]cioncs dcl intcstino gluoso (colon
talación ¿¡pr(4)i¿(la niás cercan¿. lransvclso y sigmoi.lc). la Dr¡vofía d.l intostino dclSa(lo (ln ill( ipal
I'or lo g('ncral. l¿ [ruefte ]lrenr¿flrr¡ por tln ttauma ab(lolnin¡l nlente el ye]'ruro y el íleo)y los órgárlos replodu(tores lenrerürtos
sc\'cto ('s ( {}¡ls('( (lcn( ia dc unaptirlirla trt:r-si\ ¿ (la s¿rrlgl-e causa(l¿r [Dl (ritoro.v olarios) (Figura l:i l). El espacio retroperitoneal cs un
rma lesión pen{:Lr':urle o cli¡ecLa. En ciulquiei paciente c()l] shock :ilr'¿r llbicada en la ca\'ill¿(l ¿l)(l()nrinrrl dclrás (lclIx'l il{)tt(\}: r(rrlliellc
ineliplic{bl(' (lcspr¡ris dc tcner un¿r lcsi(irl l¡inD¡iiti(:a en cl ironc{) (lcl I()s r-iionos, ur'ótcrcs- \ rn¿ ('¡\'a inferior'. ¿ort¡ alxl()llririrl. lliül( r'eas.
cucryo se dcbc asunlir que tiene una hcnlorragia inllaaltdonrin¡l l¿l nla¡-'ol paÍe del duodeno. cl colon ascende¡te y des(endente )'el
hasta ql¡c sc (lonrl¡('slr-c l{) (r)nlr-ad(). llsl{) úllinl{) sók) se logl¿t (dr racto (!'igrua 1J 2). La \(ljig¡ y los órganos r_eprodudotcs ttlalscu-
estuclios (le (li¿rgllóstico apropiados en el lros¡rital. L.ls lesi(Dcs qlrc linos (pene, testículos y pr'ósl¿1a) sc cn(!(-'nlran ¡b¿1io d('l¡ ( ¿\'i(l¿d
no sc d('tcclinl inici¿huente en hígado.l)iüo. colon. intestino dclgiüli), peritone¿rl.
estóm¿lgo {) I)iincrcils pu(i(lcn gencÍrr ( {rnl)lic¿ciorrcs y l¿ ntlerle. Lit tln¿ porci¿n dcl alxlo¡l(xr y¿(c cn la l)ütc inli' ()r rlol tór¿x
ausenci¿ de sigrLos y súrtomas locales llo exclrrye laposibiJitlad tlc rur (lebido ¿ la fomu abovecludr rlel di:r-|t agtq que pelmite u los (jt g:ülos
truum¡ ¡bdonlini¡I, ya quc a rrcnudo t¿ü(la tio¡po cn desarroll¿rsf t iü(l(xnin¿iles supedores subir ir l¿ zona interior dcl 1(ir¿x. llsta palto
es eqx(i¿hncnrc difícil de identificar {-n cl p¿cicnte culo ni\,('l ri(' supcrio¡ &rl ahdomen. a vccas conocida cono t?tiót¡ lr)tfiaoab(lo
conciencra s(' \ (' altfürkr por t'L akrrltol. l;rs rh og:s o una lesióu cere- ,¡ i,?r¡1. cstá prot.'gida ?rl Ilt'r\tc J'¡ lo laryo de los flan(1)s ln )r l¿Ls costi
bral lmuuliili( ¡ (LCT). La consiclel.a(ión (le la ci¡emática aulcnt:l cl llirs. y en l¿ pa¡te posleior por-l¿ colur¡a \eflebri¡]. l¡ región
índice de s()slx\'lr¡ dcl pr-o\re{rdor (lc ¿lc¡lci(ir prohospifalali¿ alctl¡ lor'¿cr¡¿Lbdoltllr¿rl conticlc al híg:rdo. r_csícula biliar'. bazo l)aÍcs !
a un lx)siblc lral¡nl¿ abdominal l- hcmon-¿gia i¡rtm¿bdoln¡ial. Nr) ('s antcriorcs dcl cstón1ago, al igr¡al que los lóbulos inl¡l'jorcs posre
necesari() l)rc(x1q)alsc l)or localiz¿ cl gril(l() ex¿(1o de este tx¿[üll¡i ri{r'( s (lc los pulrtu)li<'s, sclraratlos l)or el dialtnglrl¿t. l)('l)i(lo ¿I su
la pr'i(,r'i(l¿(l {'s i(lontilic¿l¡ l¿i posii)ili(la(l {le lesi()nes y trat¿u k)s ul)i(¿l(irin, l¿Ls nrisruas li¡('z¿¡s que fuactur_¿rn l¡s (()stillas Dtleden
hallazgos ( lúli('(Js. lesionar los pulniones, lúg¿do o b^zo subyacentes.
L¿ relación de eslos rilganos ¡bdomin:rlcs con l¿ l)arto i¡rJcrior

Anatornía (k. l¿1 ca\id^d torácica c¿nibi¡ con el ciclo respintorio. Dn L¿ csl)i
filción pi( o. la clipula dcl di¿liagm¿ teldado se elo\'¿ al rlivcl (l(l
El ab(l(nlrc¡r c()ntiene losp ncil)ales (irgxnos (le los sjste¡las digcs ( u¿r'to espacio intercost¡l (ni\,('l del pezón eti cl hotrttrn'). pro

tivo. en(lo(rilo .'- Luogedt¿Ll. y los plir( il)¡krs vasos clcl sislcnlil lr)r1 idr¿ndo mator pr(fcc('i(il ¿ los i)rganos ab(lonli¡rales (le la cqja
36¿r SOPORTE VITAL DE TRAUMA PREHOSPITALARIO, OCTAVA EDICIÓN

DiaÍragma

Bazo

Hígado

Flexura hepática
Flexufa
Colon ascendente esplénica

Yeyuno
eo

Región de la Colon
válvula ¡leocecal descendente

C¡ego Colon sigmoide

Apénd¡ce Recto
verm¡forme

Figüra 13-1 Cuando se lesionan, los órganos dentro de la cavidad peritoneal con frecuencia producen per¡tonitis. Éstos incluyen órganos
sólidos (bazo e hfgado), órganos huecos del tracto gastrointestinal (estómago, intestino delgado y colon) y los órganos reproductivos.

torácica- Por el cont¡ario, en la inspiración pico, Ia cúpda del ombligo [Figura 1]5). Es important€ conocer los puntos de rcferen-
diafugma contraído s€ posiciona en el sexto espacio intercostal; los cia anatómicos debido a la alta correlación de la ubicación de los
puünones innados casi llenan el torax y empqian en gran medida órganos con la respuesta al dolor. El cuaüante superior derecho
estos órga¡os abdominales por deb4io de la c4ja torácica- Por tanto, incluye el hígado y la vesfcula bilia4 el cuadrante superior izquier-
los órganos lesionados por trauma penetrante en la región toracoab- do contiene el bazo y el estómago, y los cuadrantes inferior derecho
dominal pueden difedr dependiendo de la fase de respiración del e infedor izquierdo albergan principalmente el intestino, los u¡éteres
paciente al momento en que ocur¡e la lesión (Figur¿ 13-3). dist¿les y, en las mqieres, los ovaxios. Existe una porción del tracto
I¿ pa.rte m¡ís inferior del abdomen está protegido por todos intestinal en 106 cuafo cuad¡antes. La vejiga y el útero en las mqjeres
lados por la pelüs. Est¿ área contiene el recto, una porción del se encuentra.n en La línea media enhe los cuadrantes inferiores.
intestino delgado (en especial cuando el paciente está en posición
vertical), la vejiga y, en la mqjer, los órganos reproductivos. Una
hemorragia retroperitoneal asociada con una fractura de la pelvis
es una preocupación import¿nte en esta porción de la caüdad Fisiopatología
a.bdominal. Ia diüsión de los órganos abdominales en los grupos hueco, sóüdo y
El abdomen entre la c4ja torácica y la pelvis sólo está protegido !€sculax (v¿so sangulneo) a''uda a e),Tücax las manifesta-ciones de
por los múscr¡los abdominales y otlos tejidos blandos anterio¡es y una lesión en estss estructuras. Cuando ésta se presenta" los órganos
later¿les. En la región po6úeúor, las vértebras lumbares, los gruesos sólidos (hígado, bazo) y los vasos sanguíneos (ao¡t¿" vena cava)
y fuertes músculos po?u¿rpi"¿J¿s y psoos situados a lo laxgo de la sangra¡¡, mientras que los órganos hueco6 (intestino, vesícula biliar,
colunna vertebral proporcionan protección adicionat (Flgura f}4). vejiga) derarnan su contenido principalmente en lia c¿vidad peritD
Pa¡a los propósitos de evaluación del paciente, la superffcie del neal o en el espacio retoperitoneal, au¡que también sangran, pero a
abdomen s€ diüde en cuatro cuadrantes, Esta estructu¡a se forma menudo no tan rápidamente como los órganos sólidos. I¿. pérdida de
hazando dos lÍneas: un¿ en el centro de la punta del xifoides hasta la sang¡e en la cavidad abdominal, independientemente de su origen,
sínfisis del pubis, y otra perpendiculax a esta línea medi¿ a nivel del contribuye 4 o puede constituir lia causa principal del desarrollo de
cAPfTULo 13 Trauma abdominal 3C¡e'

Esófago

Dialregma
vgna cava Inferlor
Glándula
Glándula
suprarronal ¡zqu¡srda
suprarenal derecha

Riñón derecho Riñón lzquierdo

Pánc16ag
Veslcula bil¡ar
Artarla y vena
Flexura h€pát¡ca mgs9ntórica supsrior

Conducto b¡liar
abdom¡nal

Duodsno Colon descandente

Colon ascendent€

Vena cava ¡nlerior

Af|6fla illaca axt€rna

Vena illaca extsma

Figura 13-2 El abdomen se d¡vide en dos espacios: cavidad peritoneal y espacio retroperitoneal. Este último incluye la parte del abdomen detrás del
per¡toneo. Deb¡do a que los órganos retroper¡toneales no están dentro de la cavidad peritoneal, la lesión de estas estructuras por lo general no produce
per¡tonitis; s¡n embargo, una les¡ón de los grandes vasos sangulneos y los órganos sól¡dos puede producir hemorragia ráp¡da y masiva.

Inhalación Espirac¡ón

Diafragma

Figura l3-3 Relación de lgs órganos abdom¡nales en eltórax en diferentes fases de la respiración en un paciente con herida de arma blanca.
A. Esp¡ración. B. Inhalación.
3C¡C¡ SOPORTE VITAL DE IRAUIVA PREHOSPITALARIO, OCTAVA EDICIÓN

la vejiga no desencadena peritonitjs tan pronto como sí lo hace el


material derramado del intestino. Del mismo modo, como Ia sangre
ta¡nbién caxece de ¡ácidos, enzimas d8estivas y bacterias, en la
caüdad peútoneal no ocasiona peritonitis durante vadas homs. El
sangr¿do de la lesión intestinal por lo comlin es menor, a menos que
se dañen los grandes vasos sanguíneos en el mzsetutorio (Iospkegtes
de tejido peritoneal que unen el intestino con la paxed posterior de la
caüdad abdominal).
I¿s lesiones en el abdomen pueden ser causadas por truuln¿-
tismo penehante o contuso. El primero, producido por una herida de
bala o de arma blanca, es más fácilnente visible que el segundo.
Múltiples ó¡ganos pueden daña¡se como consecuencia de un trauma-
tismo penetrante, más comúnmente con heridas de bala que con
axma blanc4 dada la alta energfa asociada con la lesión tipo "misil" y
la energía relatiEmente bqja y la du¡ación limitada de la mayorÍa de
Fliñón izqul€fdo Páncreas l4úsculos
paravenEbrates los objetos utilizados paxa apuñalax a u¡a pe$ona" La visualización
mental de la hayectoria potencial del objeto penetrante, como una
F¡gura 134 Esta se.ción transversal de la cavidad abdominal permite bala o la hoja de un cuchillo, aluda a identificar los posibles órganos
¿preciar la posición de los órganos en la d¡recc¡ón anteroposterior
intemos lesionados.
El diafoagma se extiende de forma superior al cuarto espacio
intercostal anterior, el sexto espacio intercostal lateral y el oct¿vo
espacio intercosta.l posterior durante la espiración máxima (véase la
Figua 13-3). l,os pacientes que tienen una lesión penetrante en el
tór¿x debqjo de estas ubicaciones a¡atómic¿s también pueden ser
víctimas de una lesión abdominal. Las heridas penetrantes de los
costados y glúteos t¿mbién suelen involucrax órganos de la caüdad
Caja abdominal. A veces estas lesiones penebates causan hemorragia de
torácaca un vaso impoftante o de órganos sólidos y la perforación de un
Reborde
Proceso segmento del intestino, el órgano lesionado con ¡rüís ftecuencia en
costal
xifoides un traumatismo de esta índole.
Higado I¿s lesiones de traumatismo contus¡o a menudo son miás difi-
ciles de identifica¡ que las causadas por un traumatismo penet¡ante.
Vesícula b¡liar
Estómago Este daño a los órganos abdominates es resultado de una com-
Cuadrante Cuadrante presión o de la acción de fuenas cort¿ntes. En las les¡ones de
superlor defecho superior lzquierdo (ompresión, los ó¡ga¡os del abdomen se aplasta¡ entre objetos
sólidos, como enüe el volante y la colunna vertebral. Las fuerzas
Colon cortantes, a su vez, rompen los ó¡garos sólidos o los vasos sanguí-
Intestino delgado
neos en la cavidad debido a las fuer¿as de desgarre ejercidas contra
Cuadranle sus ligamentos de soporte. El hígado y el bazo pueden cort¿¡se y
inferlor d€a€cho Cuadranle
Inler¡or ¡zqu¡srdo sangr¿r con facüdad, y la pérdida de sangre ocr¡ne a gran velocidad.
El aumento de l¿ presión intEabdominal producida por la compre-
sión rompe el diafragma, y h¿ce que los órganos abdominales se
muevar hacia a¡riba en la cavidad pleural (véase los Capítulos 5,
Cinemática del traum4 y 12, 'Ilaurna torácico), El contenido intmab
Figura l3-5 Al igualqLle con cualquier parte del cuerpo, cu¿nto mejor dominal forzado en la caüdad tor¡Ácica llega a comprometer la
sea la descripción del dolo¡ sensibilidad, vigilancia y otros signos, más
expansión pulmonax afectando l¿s firnciones respiratoria y ca¡diaca
preciso será el diagnóstico. El sistema más común de idenlificación divide
(Figur¿ f34). Aunque ahora se cree que la ruptura de cada medio del
el abdomen en cuatro cuadrantes: superior izquierdo, superior derecho,
diañ'agma se produce de forma equit¿tiva" la, del hzndio.fmgrna
¡nferior ¡zquierdo e inferior derecho.
izquierdo (mitad del diafragma) se diagnostica con mayo¡ frecuenci4
ya que el hgado subyacente en el lado derecho a menudo impide la
hemiación del contenido abdominal en ese lado del tórax y con
frecuencia dificulta el diagnóstico de una lesión en la paxte derecha
un shock hemorrágico. La libemción de ácidos, enzimas digestivas del diafragma.
y/o bacterias del tmcto gastrointestinal en la caüdad peritoneal las fracturas pélvicas pueden estax asociadas con la pérdida de
ocasiona periton¡tis (i¡f¿mación del peritoneo o del revestimiento grandes volúmenes de sangre causada por el daño a los inm¡mera-
de la caüdad abdominal) y seps¡s (infección sistémic¿) si no se iden- bles vasos sanguÍneos más pequeños adyacentes a la pelvis. Otras
tifica y trata a tiempo con intervención quinirgica Debido a que la lesiones asociadas con fracturas pélvic¿s inclwen daio a la vejiga y
orina y la bilis por lo general son estériles (carecen de bactedrs) y no el recto, así como lesiones en la r¡retm en el hombre y en la vagina
contienen enzimas digestivas, la perforación de la vesícula biliax o de en la mder-
CAPITULo 13 Trauma abdominal 367

intemos. Las puña.ladas son menos propensas


que perfora.n órganos
¿ penetmx la caüdad peritoneal que los proyectiles dispaxados
desde un a¡ma de fuego, rifle o escopeta.
Cua¡do se peneha el pedtoneo, es muy probable que las heridas
de a¡na blafica sean más propens¿rs a dañar el hígado (4ülo), intes-
tino delgado (30/6), diaftagma (20%) y colon (15%), mient¡?s que las
he¡idas de bala dañan con nrás irecuencia e-l intestino delgado (50%),
colon (40%), hígado (3096) y !'a.sos abdominales (25%).r Debido a la
musculatum más $uesa de la espald4 es menos probable que un
t¡aunratismo penetrante en la pafe posterio¡ cause lesiones de las
cstructruas intrapeñtoneales que las heridas a la paxed abdominal
¡ürteior ltn geneml, sólo 15% de los pacientes con heddas de anna
bla¡rca en el abdomen requerirá utra intervención quinigica, mien-
tras que ¿üededor de 8l;% dc las víclimas de hedda de bala necesitaxá
cimgía para el hata¡niento definitivo de las lesiones abdomina.les. l,a.s
heridas de bala ta¡Uenciales pueden atr¿vesar los teiidos subcutá-
neos. pero nunca entrar en la cavidad peritoneal. Los a¡tefactos
oxplosivos también lanza¡r fmgmentos que penetran en el peritonco
y daña¡ lds órganos intemos.

F¡gora 13-6 Al aumentar la presión dentro del abdomen se puede


Traumatismo contuso
romper el d afragm¿, lo que propicia la herniacióñ de los órganos Numerosos meca¡rismos y iue¡zas cortantes conducen a la comprc-
intraabdomina es en el tórax, como el estómago o el ñtestlno delgado. sión que daña los órganos abdo¡ninales. Cua¡rdo una pe$on¿ se
involucra en u¡ accidente dc vehículo de motor o de motocicleta y
cs golpeado o ahopellado, o después de caer de una altura signilica-
Evaluación tiva, puede experimentar fucr¿a^s de desacele¡ación o compresión
considerables. Aun cuando los órganos abdomina.les a menudo son
La evaluación de la lesión abdo¡ninal puede ser dificil, en especi¿¡l
los que más se ¿fectan en eventos relacionados con ulu lesión ciné-
con las capacidades limitadas de di¿gnóstico disponibles en el
tica significati!-4 como aquellos derivados de una rápida dcsacclc-
ámbito prehospitalario- Por ende, sc dcbe desaxrollar un alto índice
ración o compresión sever taNbién se pueden producir lesiones
de sospecha de este tipo de lesión a pa¡'tir de una variedad de fuen-
abdominales por mecanismos que pa-recen más inocuos. cr)mo
tes de infor¡nación, incluyendo la cinemática, los hallazgos de la cx-
agresiones, caídas por un tranro de escaleras y actiüdades dcpor-
plomción fisica y las aportaciones del paciente o de los espec-
ljvas (1. ej., ser tacleado en el fútbol amedca¡ro). Se debe tener en
tadorcs.
cuentatodos los dispositivos de protección o equipos utiüzados por
el paciente, incluidos los cinturones de seguridad, bolsas de aire o
rellenos deporlivos.
Cinemática La compr€sión de r.rn ó¡gano sólido puede ocasionar la escisión
Al igual que con otros tipos de tmunr¿tisno, conocer el meca¡risrno dc su est¡rctum (p. ej., lace¡¿ción hepátic¿); mienÍas que las fuer¿¡¡s
d(' l¿ lesión, ya se¿ cerrada o penetra¡rte, juega un papel impot¿nte aplicadas a una estructura huec4 conro un bucle de intestino o la
en la conformación del índice de sospecha de traunatismo abdo- vejiga, hacen que se reviente ('rotura") y de¡Tame su contenido
minal para el proveedor de atención prchospita.laria- dentro del abdomen. Las fuerzas (:orla¡tes causan desgarres dc las
estructuras en los sitios de anclqic con otras eshrrctüras, como el
punto donde el intestino delgado nras móvil se une al colon a.sccn-
Traumatismo penetrante dcnte, que se qja en el retropcritonco. I¡s órganos que sc l('sion¿n
con más frecuencia después de un t¡arunatismo contuso de abdo¡nen
El traumatismo rnás penetm¡rte en el entomo civil proüene de
puñaladns y heridas de arnas de luego. En ocasiones se presenta el incluyen el bazo (40 a 55Vo), hígado (35 a 457o) e intcstino dclgado
(5 a lM). No todas las lesioncs dc órganos sólidos requieren intet-
empalamiento con o sobre un objeto cuando, por ejemplo, alguien
vención quirúrgica (Figura l&7). Iuuchos de estos tipos de a.fecta-
cae sobrc una piez¿ saliente de madera o de metal. Estas fuer7rs de
ciones de órganos sólidos son ¿üor¿ obsenados detenid¿mentc en el
energía cinética de b4ja a moderuda l¿lceran o cortan los órganos
abdomini¡lcs a Io largo de la trayecto¡ia del cuchillo, proyectil u
hospiti , y¿ que a menudo dejan de sansar por sí solos.
objeto pcnctrante de que se trate. Irs lesiones de alta \''elocidad,
como la^s producidas por rifles de gran potoncia y ¿rmas de asalto,
ticndcn a ocasionar daños graves dcbido a las ca\,idades tempo-
Historia
ralcs mls gr¿¡des creadas confomle el proyectil se mueve a través Los antecedentes se pueden oblener de lavíctima, familia-res o tri¡¡r-
de la cavid¿d peútoneal. Los proyectiles pueden golpea¡ los huc- scúntes, y se deben documentar en el informe de atención al
sos (custillns, cllumn¿ vertcbr¿l o pclvis) y desprender fragmentos paciente y retransmitir ¿ l¿ instalación receptom- Ademiís dc los
364 SOPORTE V]TAL DE TRAUMA PREHOSPITALARIO. OCTAVA EDICIÓN

Alcance dc los rla¡ir¡s dcl !chí(:r o. incluyondo l¿ inlnlsión


en el comparlimiento (lel p¿s4jero. deformidad del vol¿rn
tc, daño dcl paxabris:Ls y condiciones de una libcración
prolong¿rd¿r
! Lso de dispositivos de segu-ridad, incluyendo cinturones,
En e rnoderno centrode trauma, la sospecha de lesiones despliegue de bolsirs de aile y asientos espccialcs pam
del bazo, higado o riñones ya no exige a exploración niños
quirúrgica. La experiencia ha demostr¿do que muchas de
ellas dej¿n de s¿ngrar antes de que se desarrolle un shock y EIr el caso de lesión penetrunte. se pueden realiirzu ptegrurtas
luego sanan sin intervención qu rúrgica La investigación en p¿ra oefcmrnar-:
los últimos 20 años ha mostrado que se pueden observar
de forma segur¿ incluso rnportantes lesiones de ófganos . Tipo de ma (t)istola o rifle, calibre, longitud de¡ .uchillo)
so rdos, sreno'e y cuardo e p¿cre'lte ro preserte sloc\ ¡ Número de veces que el pacientc recibiri un (lisp¿ro o
hipovolérnico o periton t s. Los pacientes son admitidos puñ¡l¿da
inicialmente en la un dad de cu dados intens vos del . I)ist¿nci¿ desdc la cual rccibió cl tlisparo
hospital para una vrgilanci¿ estrecha de los signos vitales, r (l¡ntid¿d alc sa¡8rc cn la escena (aunque a nlo)1udo es

hemogram¿ y exploración abdominal. L¿ ventaja de este djJícil de estirn¡rr de nlanem precisa)


enfoque r¿dica en que evit¿ que la persona sea sometida
a una cirugía potenci¿imente inneces¿ria. Como el bazo
desempeña un papel mportante en la lucha contr¿ las Examinación física
infecciones, su extlrpación (esplenectomí¿) predispone a Evaluación primaria
los pacientes (en especiai a los niños) a ciertas infecciones
I-as lesiones abdominales lllás graves se presentan conlo anonitali
oaclenanas.
dades identificada.s en la cvaluación prirnaria, principahrcnto on l¿r
Los primeros inforr¡es de manejo no quirúrgico que se rela( ion¿ con l¿l respir¿rción y la circulación. mcnos que
satisfactor o se refieren a lesiones del bazo en niños, aunque ^
cxisl¿ur lcsiones ¿Ls(xiia(l¿Ls, los pacientes con trarün¿tisnlo abdo
este entoque ya se ap|ca a menudo a los adultos, así como minal por lo general Nucstran ur1¿r \í¿r aérea permeable. Las altera-
en pacrentes que present¿n iesiones hepáticas y renales. ciorcs identificada-s en las cva¡uaciones de respiració¡, ( ir( ul¿(:ión
D¿tos recientes indican que después de un traum¿tismo ! (liscapaci(la(l por lo goncml corresponden al gl¿do do shock
cerrado, alrededor de 5070 de ias afectaciones del bazo y presente. Los pacieltes con púncipios dc sho(:k ( on\)l{ls¿t(lo
67% de las hepáticas se pueden manejar con este enfoque, pucden rcgistmr un lcvc ¿unlcnto en la frecuenci¿ r'espil-atoria.
con tasas de éxito que van de 70 a más de 90%.: r¡i('nl.r¿Ls qllc aqucllos con shock heNo¡Tágico gr¿\,c Nucstr¿n un¿
nrarcadataquipnea. L¿r nlptur¿l (lc un hc¡[idiafragm¿ con ficcucncia
El riesgo de fracaso de esta técnica (nuevas hemorrag as
coltllx{)rüete la lunción respiruloria cuando el ()nl.cni(lo ab(lo-
con desarroilo de shock que requiere intervención
nrinal produce un¿ hcmi¿ cn cl tórax cn r:l l.rdo afcrl.arlo, v si se
qulrúrgica) es m¿yor en los prtrneros 7 a 10 dias después de
ar$crdtan los miclos lespiral()rios, sc cscuchan n¡idos i)rtcstinales
a lesión. Los proveedores de atención prehospitalari¿ deben sobre el tóra-{ Del mis¡ro nlodo, el sho(k por hemorragi¿ intra.ab-
estar conscientes de este enfoque para responder ¿ los doninal puede lariar de larluicardia lelc. ((m irlgllir()s (fros
pacientes que h¿n present¿do nuevo sangrado después del h¿llazgos. a taquica¡'di¡r gra\'('. lúpotensión ma¡cada y piel páli(la.
alta del hospitdl li Í¡ y húmeda.
El iildicad.ot ¡¡¿tis onlitbt( ¿( ta lerlot't\1gia íntruabdontinal
cs le Ptcsencia. de sho(k l¿ipotoló¡tLirc desde un( Jüat¡lt' inq?li
c(l¿r¿c.L Al\.¿rioftx la .liscapacidad, elproveedor dc atonci(in prehospi-
t¿rl¿üi¿ sólo puede obserlr'ar en el pa(.icnle con shock co)npcnsado
Ix)¡ traunralisno ¿l)donlift¡.I signos sutiles (t)iro:msicda(l o agit¿ción
sua\r, mientrr's quo on los p¿cientes con heNoir¿gi¿ (ll('lxrl('cn
conponentes de los antecedentes SAMPLII (sfirtom¡Ls. alergi¿s y licsgo la \'ida logra advcrtir un¿ dep¡esión grave clel est¿do rnental.
ed¿d. mcdi(¿rncntos. anto(rr(k.lllcs ntédico/quirirgicos p¿sados, Cuando en la elah¡a( i(in dc asl.os sistemas se encucnt¡'an las ¿r¡onu-
lil(inlo alimento. elentos anteriolcs a la lesión). ias pregunt¿s lí¿!s, y núentras se re¡liz¿ur los prepitrativos para un tr'¿slado irnne-
sc cleben adaptar al tipo de lesión y { la pr-esencja de condiciones de diato, el abdomen debe scr c8)ucsto p¿rr¿ examinar l¿ er'irlen<ia <lel
contorl'rilidad que aument{jr Jx)tcncial¡lente la ¡tor1: idad o l¿ m<x tr¿runratismo, conlo nlofctonas o heúdas p€-'nctrartcs.
bilid¿d. I'oi qjemplo. en el caso dc r¡n accidente de \-ehíct¡lo d(.
egulllils p¿1r¿l (lcl cr niinar:
otrJ¡, se pue(len r-ea]iza¡ p¡

Evaluación secundaria
. Tipo de colisión, posición (k)l p¿L<:icntc cn el vehículo o de
oxpulsión de éste Itl ¿rbd(Dnc¡ sc .'xanlina con ¡r¿ryor dctalle du¡ánte la evalua(i(in
a \i'loaidad cstimada dcl vchíclrlo en el monrento del ¿cci- secun(lari¿. Eslc cxanrcn in)plica sobrc todo su inspección y palpa
dente
r'iúrr. y se alienrlp,le forrrrir *lstrrrritlc-
cAPfTUto 13 Traum¿ abdomrnal 369

Inspección nos pacientes con lesión intema sustancial carezcan de estos


halazgos.
Dl abdomen se explora para detectar lesiones de los tejidos blandos
y distensión. Si se observa un tnumatismo de tqiidos blandos sobre
Palpación
este órgano, los costados o la espalda, se puede sospectÉ¡ de una
lesión intüabdominal, que incluye contusiones, abrasiones, heridas Se realiza la patpación del abdomen para identificax las áxeas de
de arma blanca o de fuego, sargmdo evidente y hallazgos inusuales, sensibiüdad. Lo idea.l es que se comience en wI área en la que el
como evisceración, objetos empalados o ma¡cas de neumáticos. El paciente no sienta dolor Despues se palpa cada rmo de los cuadrantes
"signo del cinturón de seguddad" (equimosis o abrasión a través del aMominales. Mientras toca un ¡á¡ea sensible al tacto, el proveedor de
a.bdomen por la compresión de La pared abdomina¡ contia el amés a¡ención prehospita¡¿ria puede observar ai el paciente lensa" los
del hombro o cinturón de seguridad) indica que se apücó fuer¿a musculos aMominales en la zona" Esta reacción, llamada defensa
signiñcativa en el abdomen como resultado de una desaceleEción voluntaria, protege al paciente del dolo¡ resultante de la palpación.
súbita (Figura 198). Aunque la incidencia de Iesiones intraa.bdomi l¿ defensa involuntar¡a representa la rigidez o espasmo de los
nales con el signo del cinturón de seguridad es de aproximada- músculos de la pared abdominal en respuesta a peritonitis. En la
mente 2096 en adultos, puede acerca¡se a 509ó en niños. I,as lesiones Flgura 1'9 se listan los hallazgos fisicos cons¡stentes con la pre-
asociadas con restricciones por lo comrín ocuren en el intestino y sencia de peritonitis. A diferencia de la defensa voluntaxi4 l¿ invc
su mesenterio de apoyo, ya que se comprimen y aplastan entre el lunta¡ia se mantiene mient¡as se dishae al paciente (p. ej., con
cintu¡ón de segu¡idad y la pared abdominal anterior y la coh¡mna la conversación) o s€ palpa subrepticiaÍrente el abdomen (p. ei.,
vertebral posteriol y a menudo se presentan en forma retaxdada" presionando con el estetoscopio mientras pa¡ece que se auscultan
El signo d,e Oreu-Túmer (equimosis que impüca los costados) y el los midos intestinales). A pesar de que durante mucho üempo la
siqn de Cull,en (eqüÍtosis alrededor del ombügo) indican hemo- presencia de sensibilidad de rebote se ha e\duado como lm
rragia retroperitoneal; sin emba¡go, estos slntomas s€ demora¡r con ha ¿zgo importante que indica peritonitis, muchos cin{anos ahora
frecuencia y no pueden E)reciarse en las primeras horas después consideran que esta maniobra de pr$ionar a fondo el aMomen y
de la lesión. luego liberar nápida¡nent€ la pr€sión ocasiona dolor excesivo. Si hay
Se debe observa¡ el contomo del abdomen y euluax si está sensibüdad de rebote, el paciente reaiente un dolor más intenso
plano o distendido. I¿ distensión indica hemorragia int€ma signifca- cuardo se libera la presión abdominal.
tiva; sin embaxgo, la c¿vidad peritoneal de un adulto puede contener En un abdomen con hedda evidente se debe evitar la palpación
hasta 1.5litros de líquido antes de mostrar signos eüdentes de esta proñrnda o ag¡esiva ya que, además del dolor que caus4 puede
condición. l¿ distensión abdominat tarnbién puede manüesta$e desprender los coágulos de sangre y reiniciar la hemorragia" al
a car¡sa de un estónago lleno de aire, como ocr¡rre durant€ lavenüIa- tiempo que derr"ama el contenido del üacto gashointestinal en caso
ción artiflcia¡ con un dispositivo de bolsajnascarilla" A pesar de que de que haya perforaciones. Asimismo, se deb€ tener sumo cuidado
estos signos indicán wla lesión inbaabdominal, es posible que algu- durante la palpación si hay un objeto empalado en el abdomen. De
hecho, no se obtiene más información útil con este procedimiento en
un paciente b4jo esta condición.
Aun cuando la sensibilidad es un indicador impotante de la
lesión intraabdominal, larios factores pueden conñüdir su evalua-
ción. La exploración en pacientes con alteración de su estado
mental, como aquellos con una lesión ce¡ebral traumática o bqjo la
iniuencia de d¡ogas o a.lcohol, llega a ser poco cqnf,nhlzi es decir,
la persona no puede informa¡ de la sensibiüdad o responder a la
palpación incluso con presencia de lesiones intemas significaüvas.

Figura 13.8 Un "signo del cinturón de seguridad" abdom¡nal como


consecuencia de la desaceleración del paciente contra el cinturón.
Fuenter Cortesí¿ de Peter I Pons. Mo. FACEP
37c¡ SOPORTE VITAL DE TRAUMA PREHOSPITALARIO. OCTAVA EDICION

Los pacientes pediátricos y geriátricos son más propensos a olTecer afectación. En muchos pacientes no se ha¡á eüdente la identifica,
exploracioncs abdominales poco confiables debido a las respues- ción de lesiones de órganos específicos sino hast¿ que se evalúe el
tas al dolo¡ alteradas- Por el contraxio, aquellos con ftactua de abdomen con una tomografia comput¿¡izada o con exploración
costillas inferiores o de peMs pueden rendir una exploración ¿qar- quinirgica.
coco (ambigua), de sensibüdad, como consecuencia de cualquiera El ultrasonido se ha convefido en la modalidad de cabecera
de las fracturcs o de lesiones intemrs asociadas. Si el paciente tiene prhu¡i¿ que se utiliza en el servicio de u¡gencias para evalua¡ a rm
dolor de distrucción por las lesiones, como f¡actura de las extre- paciente traumatizado a efecto de detect¿x una hemorragia intm-
midades o de la colu¡nna vertebral, el dolor abdominal no puede ser abdominal.rlr La evaluación enfocada con ultrasonografa en el
suscitado a la palpación. truumq (FAST, del inglésjfoc?¿s€d ossessment uith sonogrqphA i,n
La palpación de la pelvis en el ¡irnbito prehospitalario propor- ¿rout¿a), implica tres vistas de la cavidad peritoneal y un cuarto
ciona poca información que pueda modificar el manejo del paciente. purto de vista del pericardio para e\,alua¡ la presencia de líqüdo,
Si se tiene tiempo pr¡a esta exploracióq se realiza tu€ solia vez, ya supuestamente sangre alrededor del corazón (Figua 1}l0). Debido
que se púede alter¿¡ algrin coagulo formado en el siüo de una fuac- a que el líquido no refleja las ondas de ulhasonido de regreso a.l
tura inestable, exacerbando la hemonagia. Durante este examen, la dispositivo, apaxece anecoico (ecográffca.rnente negro). Lap¡esencia
pelvis se palpa con suavidad debido a la inestabüdad y la sensibi- de líquido en una o más ¡áre¿s es preocupante; sin embaxgo, la
lidad. Esta evaluación consta de tres pasos: ecogr"fia (o sonogra.fia) no puede diferenciar la sangre de otros
tipos de fluidos (a-scitis, orina de una ruptura de la vejig4 etc.), En
l. hesionar hacia adentro sobre las crestas iliacas comparación con otras técnicas utilizadas pa¡a evaluar la caüdad
2. Hacer fuerza hacia afuera sob¡e l¿s crestas iliacas peritoneal, la FAST se puede realiza¡ con rapidez a un lado de la
3. Presionax la región poste¡ior sob¡e la sínfisis del pubis cama dcl paciente. no ¡nLerfiere con la rea¡rimación. no es in\,?s¡va y
es mucho menos costosa que la tomografa. Su púncipal desventqia
Si se observa inestabüdad durante cualquier etapa del examen, radica en que no diagnostica defnitiva¡nente la lesión, sólo indica la
no se debe continuar la palpación m¡ís a]lá de la pelvis. presencia de líquido, que puede ser sangre- Otras dewent4ias del
examen FAST estriban en que las imágenes dependen de la habüdad
y experiencia del operador, y su utiüdad se ve comprometida en los
Auscu ltación pacientes obesos, con aire subcutáneo y una cirugía previa Tal vez
L¿ hemonagia y derra¡ne del contenido intestinal en la caüdad lo m¡Ás importante mdica en quc una evaluación FAST negativa no
peritonea.l pueden ocasionax í¿eo, una condición en la cual cesa desca¡ta la presencia de una lesión, incluyendo alguna que pudiem
la peristalsis del intestino, lo que da lugax a un abdomen "callado', requerü intervención quini¡gica. Una FAST negativa sólo significa
ya que hay una disminución o ausencia de los ruidos intestinales. que, en el momento en que se realiá el exanen, no se üsualizó
En general, la auscult¿ción de estos ruidos no constituye tura herla- liquido en el abdomen. Este resultado podría deberse a que no existe
mienta de eva.luación prehospitalaria útil. No se debe perder üempo una lesión o a que no se ha acumulado suficiente sangre en el
trutardo de determinar su presencia o ausencia, porque este signo abdomen paxa que sea üsible (una posibilidad real, dada una
de diagnóstico no alterará el manejo prehospitalario del paciente. respuesta rápida de los servicios médicos de urgencia [SMU] a la
Sin embargo, si los ruidos intestinales se escuchan sobre el torax escena del incidente del t¡aumatismo').
di.[ante la ar¡scultación de los sonidos respiratorios, se debe con- Debido a la facilidad de uso y a los adelantos en la tecnología
siderar la presencia de una ruptr¡ra diafragmática. de ultr'¿sonido, algunos sistemas de tierra y de aire de los SMU y
equipos militaxes han explorado e.l uso de la FAST en el ¡ámbito
Percusión prehospitalaxio. Se ha demostrado que es viable en campo, pero no
hay datos publicados donde se demuestrc que el uso de esta tecnG
Aun cualdo la percusión del abdomen revela sonidos timpiínicos o
logía dé luga¡ a mejores ¡es¡itados para los pacientes con trauma
apagados, esta informaaión no altera el manejo prehospitala¡io del
abdomina.l.? t'' l,a FAST puede ser de utilidad en un anrbiente ar¡stero
paciente trawnatizado, y sólo se pierde tiempo va.lioso; por tanto,
o en una situación de !jctinas masivas. Sin eÍrbargo, el Sqpo¡te Vital
no se recomienda como una heEamienta de evaluación prehospita-
de TYauma Prehp\pi¿aJ¿nio no ¡ecomienda su uso par¿ la atención
laxia. Una sensibilidad significativa en la percusión o dolor cua.ndo prehospitalaxia de rutina, sobre todo porque retrasa el haslado a la
se le pide al paciente que tosa representa uno de los principales
inst¿lación receptora o proporciona una falsa tranquiüdad sobre el
hallazgos de peritonitjs. En la Figua 139 se presenta rm resumen
estado ¡eal del paciente.
de los signos pedtoneales.
A pesar de todos estos componentes, es dificil valorar la lesión
abdominal. Los siguientes son los indic¿dores clave pa¡a establecer
el índice de sospecha de esta afección:
Examinaciones especiales
Señales evidentes de hauma (p. ej., lesiones de tejidos
e indicadores clave blandos, heridas por arma de fuego)
l,a evaluación y, en muchos casos, la int€rvención quinl¡gica siguen ¡ hesencia de shock hipovolémico sin otra causa evidente
siendo las principales necesidades de la mayoría de los pacientes I Grado de shock mayor que se puede explicar por otras
que ha suf¡ido lesiones abdomina.les; por t¿nto, no se debe perder lesiones (p. ej., f¡achüas, hemorr¿gia extema)
tiempo en los intentos por determina¡ los detalles exactos de la Presencia de signos peritoneales
CAPÍTULo 13 Traum¿ abdominal 37 1

Figura 13-10

JI
t\
A.^^,",,.
rl
\/**""

A. Clafo v 5tas que constitlyen La exp oraclón con ¿ FAST B. Vr5t¿ esp enorrenal normal col] ident f cac¡ón de órg¿nos

C. V st¿ noranai del cu¿dr¿¡te supertor delecho D. V sla ¿norm¿l del cu¿dr¿nte 5!per or dere(ho qLte muestr¿ l¿
fler¡e Foto.or:e5í¿ de -Lchn Kend¿ . MD presenci¿ de líquLdo (sangre)
¡!€o¡e: Folo .ortesi¿ de lohn Kendall, N'1D

E. Vista ¡orm¿L de aladrante sLrper or zqu erdo. F. V!t¿ ¿ñorm¿l del cuadrante supenor zqu crdo que demuestr¿
¡itrr¡er foto cort€5i¿ de lohn (eJrd¿ , MD presenc ¿ de líqu do (sangre).
frre.¡e tuno .ortesi¿ de lohn Kend¿1, NID

\Canttnúa en la s¡gutente págtna)


372 SOPORIE VITAL DE IRAUfVA PREHOSPIIALARIO, OCIAVA EDICIÓN

Figura t3-10

La exploración con FAST t ene valor en el paciente ¡ La presencia de líquido en una o más de as áreas indica un
traum¿lrzado porque as lesiones ntra¿bdorninales más barr do pos¡tivo.
rmportantes están asociadas con hemorragia en la cavidad
peritone¿ . Auf cuando en el ultrasonido no se puede Ventaias
diferenciar e tipo de liqu do presente, se asume que cualquier | 5e realiza con rapidez
flu do en este paciente es sangre. r 5e puede efectuar en la c¿m¿ del paciente
¡ No lnterfiere con la reanimación
Técn¡ca ! No es Invasiva
r lmágenes de cuatro vent¿nas acústicas (vistas), tres de las r Es menos costosa que la tomografía computarizada
cuales ev¿lúan la cavid¿d peritoneal:
1. Pericárdica Desventajas
2. Perihepática (espacio de Morison) r Los resLrll¿do\ qp ven cono¡orrelldos en los p¿cientes
3. Penesplénica obesos, con aire subcutáneo o con crrugía abdominal previa.
4. Pélvica . La habilid¿d para captar las imágenes depende del operador
r El líquido acumulado se ve anecoico (ecográfiramente
negro).

' al^ . ao-, ¡10,r ,,,e,r... _51<.n

Manejo depende de la prescntación clínic¿ dcl pacicntc. El traunatisnlo


abdoninal represenl¿ u|ra dc l¿ls silu¿(ion('s cla\'e en las que se
Lils púncipales aspectos dcl l¡¡¿lncjo prehospitalar.io de los pacicntcs irl(lica rearinación equübr¿da. Conr<¡ se ¿rn¡lizó cn el Capítulo g,
con traunr¿ ¿bdonún¡l se odent¿n ¿ ¡econoccr la presencia dc p()si- Shock. l¿r adminish¿ción agresi\¿ de líquido I\'puede elcr'¿r ]a
bles lesiones y a ini( ii¡r cl fraslado rápido. segÍtn conespotrtla. tcnsión aúerial del p¿cicntc a nivclos ( ¿l)¿1ccs d(' (lesprender cual-
al cenho apropiado nlis cclr¿no con capa(:idad para atendcr.al qtlic¡ coágub que se haya fonn¿rdo, y pro(lu(ir la rccwrcncia de
paciente. siürgr¿(lo que había cesado debido ¿ Ia coagulación sanguínea y la
Las allonralí¿Ls en lasfunciones \itales identific¿das (rt la evah¡¿- Iúpotensión. De estc modo, los prol'ccdores dc ¿rtcnción prchospita
ción primáxia se sopof¿ur du¡¿rntc cl tra.slado. Se adurinist rut ( )x Ígerro l¿uia dcben logü¡ un equilibrio dcliaado: ¡nantcner una tcnsi(in arle,
suplementanio para nantcncr la satumci¿)n en 95% o mayorl y vcnti- ri¿l quc proFl¡cione lapedusión de los órganos ütales sin rcst¿blecel
laciones asislid¿s sogún s(ra necesaxio. La hemorr¡gia oxtcrna sc (li(ha tcnsión a l¿ [ormalid¿d (qu(] pu(rle reini( i¿r k)s sitios de
contrcla con presió¡l dirccta o con un vendqje comprcsivo_ Si el sdrgrado (]lr cl:rbdomen). Iln ¿usenciadc r¡na L(1T,1¿presión a¡.terial
paciente presentó r¡n lraunlatisllo colltuso que t¿mbién podríalutxtr. sisl(ilica ol)icliro es (k' 80 ¿ !10 nnn II¡l (te¡lsión arteria] meda de 60 a
produci(b l(.siones (le la nréth a. se irunolilia la (:{tl¡nna vcltcbr¿l 6.; nlm IIg). En el caso de los pacic|tcs colr soq)echa dc s:mglado
segtin el caso (\'é¿se el Capítrdo 11, Trauma verlebral). Las \'í(1irn¿!s illtr¿¡{b(iorrünid -r lcsión cc¡cbral tl auDráti( ¡, la prcsión arlerial sistó-
de traumatismo pc¡rtra.nt¡ el1 el forso no necesila¡ irü¡)()\,iliza- li( a s('rnanficne en un mínimo de 110 nün IIq.
ción de la columna.
Se prepara rápidatlonlc al p¿(.icnte y se inici¡ el tr¿Lshdo. Irrs
\Íctimas de oauma ¿bdonri¡ral it ¡renudo ¡equier-cl ha¡sfusioncs o
intcn'cnción quinirgica para el control de la hemo[¿gia y p¿ua GonsideFac¡ones
restaña¡ sus lcsi(nres i¡rtenlas; por tanto, deben ser tr¡nsDortadas ¿
inst¿ acioncs con capacidad qlitúrgic¿ innediata. adtr() un celltro
espec¡ales
de trauma, si está disl)oniblc, si sc obseñan l()s siguientes hallazgosi
e\idencia de tmuma abdonlil¿ a.soci¿do con hipotensión o sig¡tos
Objetos empalados
peritonL.¿los. o (rr¡ lJrcselt(i¿r de r¡na e\,isceración u ob.jeto oNpa- (\)mo la eliminación de un objeto entpalado ptrede causar trauma
lado. Llev¿r'¿l un paciellte con lesiones intra-abdominales a un ccntro ¿dicional v su L'xtr.'mo disl¿¡l suclc controlar activamcnlc
que no cuenta (ion quirót?mo v un equipo qúrúrgiaar conlnr(lice el Uaulanat) el sangrado, se contlailldica su rctilo en el entomo
propósito del tx¿nspono fápi&). I.ln n entomo nual donde no h¿y pr(,llospit¿lario (l'igr¡ra l:J-ll). lll l)rovccdor do :¡tención p¡ehospi-
hospitál (|on cirqjanos ger)erales se debe corLsideür.la posibilid¿d dc talaria no dcbe rnoler nj quit¿r un oltelo cnpalado en el abdomen
h?slado directo a Lul centro de traüru, y¿seaportielTao por¿iro. In dc r¡n paciente. En el hospilá1, osl()s olljclos no se retiran sino hasta
intcn'ención quinirgic¡ oportuna es la clave par.a la sulx'nivencia i(lcnlifi(¿u su folma y ubicación a t¡-avés (le la cvaluación radiográ-
del pacienle incst¡bl(. (1rt lraru¡lalisnn) ¿rbdominal. ll(¿ y hasta co¡fi¡r¡r¿u- la plesenci:t y preparación de la sangre de
Drui¡rtc cl lr¿Lsl¿(l() s(' obt i('nc :({.eso intr¿\€noso (n). Lr &\.i reposición y tur cqrúpo quirii*i(r). '{ nlenudo se ¡eti¡an erl el
sión dc ¿dNinistr¿rl¿ r'eposición de líquidos cist¿loides enel c¿uüiñ) quir(il¿No.
cAPfTULo 13 Trauma abdominal 373

\f -*tlefz.:-,
,"

Í¡gura 13'11 Cuchillo empa ado eñ el abdomen


Fuer¡er Co(esr¿ de L¿nce stuke, lvlD, MPH.

lTn pro!-eedor de ¿iención prehospitalaria puedc $tabilizar el


objeto cnDirlarlo, ya sea de fomra manual o mecánic4 par¿ e¡'itar
cualquier movimiento adicional en camg) y dumnte cl txaslado. tln
algülas circunsta.ncias tal vez sea necesaxio cofta¡lo con el fin de
liberax al paciente y pcmritir el tr:¡slado irl centro de trauma. Si s()
observa s¿ngrado en de¡Tedor, se debe aplica¡ p¡esión directa en la
herida alrededor del objeto (lon la prünu de la mano. lll apoyo psico- F¡gura '13-12 Intestino evisaerado a través de una herida en la pared
lógico ¿l paciente es import¿nte, especialnente si el objelo emp¿lado abdom n¿1.
es üsible pam é1. ¡rre¡¡er Coñesla de La¡ce Stuke, MD. ¡,4PN.
Ul abdomen de estos pacientes no se debe p¿üpa¡ ni percutir
debido a quc estas a(:ciones generun lesiones adicionales dc ó¡ga.nos
en el ext¡cnro distal del objcto. No se nccesita más explomción, ya
que la presencia de objetos empa-lados indica que se requierc el
manejo de u¡r cirqta¡o. El apoyo psicológico cs muy importante pa¡a la person¿ con
evisceración abdominal, y se dcbc tener cuid¿do de mantenerlo tran-
quilo. Cualquier acción que aumente lapresión denho del abdomen,
Evisceración como llorar, grita¡ o toser, puede forzar a más órganos hacia el eÍe
dor Estos pacientes deben ser t¡¿sladados cuanto a¡tes a una insta_
En una ev¡scera(ión abdominal. una sccción del intestino u otlo
lación con capacidad qürugica.
órga.no abdominal emerge a truvés de una herida abierta y sobre-
sale externamente fue¡a de la cavidad abdominal (¡'igura l!12). El
tejido quc se visualiza con más frecuencia es el epiplón graso, quc
se encucntra en el intestino. No se reconrienda hacer i¡rtentos por Trauma en pacientes obstétricos
colocar de nucvo el tejido en la caüdad ¿bdominal. Las v¡sceras se
Cambios anatómicos y fisiológicos
deben dej¿r como se encuenhen: en la superficie dcl abdomen o
sobresaliendo. El embaxazo cofüleva crmrbios anatómicos y fisiológicos cn los sis
Los esfuerzos de tüianúento se deben centr¿.r en proteger de un tenas corporales. Estos canbios afect¿¡ los patrones de las lesiones
daño mayor el segmento que sobresale del i¡Itestino o dc otro órgano. obsen'ada.s y dificultan en paficular la evaluación de una gestante
I¿ mayoía del contenido ¿bdominal rcquiere un ambicntc húmedo. lesionada. El proveedo¡ de atención prehospit¿laria está tratando
Si el intestino o algunos dc los demiás órgalros ¿bdomin¿lcs se seca¡, con dos o m¡ás pacientes y debc scr conscicnlo de los cambios que se
sobrevenüá la nrue-rte cclula¡. Por tanto, es p¡eciso cubrir el conte h¿m prod[cido en la anatomía y fisiología de la mqjer b4jo esta
nido evisccrado con un apósito limpio o estéril, hunedecido con condición.
solución salina (se puedc utiliza¡ líquido nomral de solución salÍna Un emba¡azo humano por lo común dura al¡ededor dc .10 sema-
I\). Flstos apósitos se (leben humedecer periódicamente con est¿ nas desde l¿ concepción hasta el nacinicnto, y este peúodo ges
solución paxa elit¿r: que se sequen. Los apósitos húmcdos puuden t¿rciona.l se divide en tles secciones o tximestres. El púmero termina
estar cubicrtos con un vendqje grande, seco u odusivo para mantener ¿lrcdedor de la se¡rana 12 de gestación, y el segundo t¡imestre, que
al Dacienlc con c¿lor. es un poco más largo que los otms dos, finaliz¿¡ en l¿ semana 28.
374 SOPORTE VITAL DE TRAUMA PREHOSPITALARIO, OCTAVA EDICIÓN

A raíz de la concepción e implantación del feto, el útero se sigue Aun cuando al final del emba¡azo es eüdente una maxcada
ensa¡chardo hasta la semana 38 del embaxazo. En la semana 12 este protuberancia del abdomen, el resto de los órganos abdominales
órgano en crecimiento sigue protegido por la pelvis ósea- En la perrnanece esencia.lmente sin carnbios, con excepción del útero.
semana 20 de gestación la paúe superior del útero (fondo) esá en el El intestino que se desplaza a la región supeúor esá p¡otegido por el
ombligo, y par¿ la semana 38 el fondo se acerca al proceso xifoides. útero en los dos últimos trimestres de la gestación. El aumento de
Este cambio anatómico hace que el útero y su contenido sean miís tanano y peso del útero alte¡a el centro de gravedad de la paciente
susceptibles a las lesiones cerradas y penetrantes (Figum 1'13). El e incrementa el úesgo de caídas. Debido a su prctubem¡cia, el
daño en este órgano incluye mptur4 penetración, desprendimiento abdomen gráüdo a menudo se lesiona en una caída
prematuro de placenta (cuando una po¡ción se separa de la pared Aderruís de estos carnbios anatómicos, du¡ante el embaxazo
uterina) y la mphrra prematura de las membranas (ngura 1&14). ta¡nbién se p¡oducen cambios fisiológicos. La frecuencia ca¡diaca
I-a placenta y el útero gráüdo est¡ín sulllaJnente vasculaxizados; las de la mqier aumenta normalmente de l5 a 20 latidovminuto por
lesiones en estas estructuras suelen desencadenax hemoragia abun- encima de lo norrnal en el tercer trimeshe.'4 Esto diffculta la inter-
dante. Debido a que el sangrado también puede ocultarse denho del pretación de la taquicaxdia- l,a tensión axterial sistóüca y diastólica
útero o en la c¿üdad peritoneal, es posible que no sea visible norfi-lal bda entle 5 a 15 mm Hg durante el segundo trimesüe, pero
extem¿unerue. a men[do !'uelve a la normalidad a] término.r{ Para la sema¡ra 10 del
embaxazo, el gasto caxdiaco aumenta de I a 1.5 ütrodminuto. Al
término, el volurnen san¡¡uíneo de la gestante aumenta en 50%,
Debiria a esto$ ilLcretnentos en el ga.sto cardioco U e) aoluxnetu
sot¡tguíneo, h pacient¿ enbarazada Wed.e pefller dc 30 d 35%
d,e su uoLumen sanguíneo antes d,e que sean evid ntes los sigltlr.s U
síntonas d,e hipoaolerulo.'r El shock hipovolémico puede induch el
paxto prematuro en p¿cientes en el tercer trimestre. l¿ oxitocina,
que se libera junto con Ia hormona a¡rtidiurética en respuesta a la
pérdida de volwnen de la sa¡gre cAculante, estimula las contrac-
crones uterinas.
AEunas múeres presentan una hipotensión significativa en
posición supina- Esta hipotensión supina del embarazo se genera
norrna.lmente en el tercer trimeshe, y es causada por la compresión
de la vena cava debido al útero agrandado.rr Dsto disminuye drástica-
mente el retomo venoso al coraán, y con menos llenado, b4ia el
gasto cardiaco y la tensión axterial (Figura lllS).
Se debe recurrir a las siguientes ma¡iobms par¿ aliviax la hipc
tensión supinai

l. Se recuesta a la múer sobre su lado izquierdo G)osición


de decúbito late¡al izqüerdo), o si se indica inmoviliza-
ción de coh¡mna, se colocan de 10 a 15 cm (4 a 6 pulgadas)
de rclleno deb4o del lado derecho de un¿ tabla laxga
F¡gura 13-13 Altura de fondo. (Figua 13-16).

Figura 13-'14 Diagr¿ma de traumat¡smo uterino. A. Desprendimiento prematuro de placenta. B. Herida de bala en el útefo. C. Ruptura del útero.
cAPfTULo 13 Trauma abdominal 376

Du¡ante el tercer trimestre el diafragma se eleva y se puede


asociar ( on una disnca lo\'e, cspecialmente cllando la pacicnte ('sl,¿i
en posición supin¿. l,a perista.lsis (moümientos musculaxes de
propulsión de los intestinos) es más lenta durante el emba¡¿zo, por lo
que los alimentos perma.necen en el estómago muchas horas después
l!
de ingeúdos. Por t¿¡to, la paciente está cn mayor riesgo de vómito y
subsecuente aspi¡ación.
I-á toxemia del emb¿r¿zo (también conocida como eclotrqrsia)
es una complicación taxdía de la gestarción. Mienhas qrte Ia prce'
c¿o?¿ps?:o se caracteriza por edema e hipc¡tcnsión, lia eclampsia se
distingue por carnbios en el estado mental y convulsiones, semeiante
a la LCT. Es irnportante re¿.Iiza¡ una evaluarión neurológica crrida-
dosa y preguntar sobrc las posibles complicaciones del embamzo y
-¡¿:%v.:*d otms condiciones médrcas, como diabetes, hipertensión o antccc-
denres de con\ulsiones.l[]

Evaluación
F¡gura 13-15 Útero ¿ térm no que comprime a vena cava.
El embaxazo nomulmente no altera l¿s vía^s respimtoúas dc la
múer, ¿r¡nque se puede presentar una dificultad respir-atoria signin-
cati\a si la paciente en su tercer trimcstre se coloca en decúbito
supino sobre una tabla larga. Es muy probable que la disminución
de la pedstalsis del tracto gast¡ointestinal produzca vómito y aspi-
ración. Se evalúa la permeabiüdad de la vía aére¿ y la función
pulmonar, incluyendo la auscultación de los sonidos rcspiratorios y
el monito¡eo de la oximctrí¿ de pulso.
Al igual que con el hemopedtoneo de ohas fuentes, el sangmdo
intraabdominal a-sociado con una lesión uterina puede no producir
peritonitis durante horas- Es más probable quc la pádida de sangrc
de una herida se enmasca¡e con el incremento del gasto ca¡diaco y el
volumen sanguíneo de la mqjer embamzada Por tanto, un alto índice
de sospecha y la evaluarión de cambios sutiles (p. ei., color de la piel)
ofrecen pist¿s impoÉantes.
En general, la condición del feto a menudo depende del estado
de la mqier; sin emba¡go, éste puede e-star en peligro pese ¿ que la
condición y signos litales de la madre parezcan hemodin Ánicamcnte
normales. Esto ocure po¡que el cuerpo desvia la sangre desde el
útero (y el feto) a los órganos litálcs. Sc debe-n tene-r cn cuenta y
docurnentax los ca¡nbios neüológicos, aunque en el ámbito prchos-
pitalaxio no se pueda identificax con exactifud la causa.
Al igual que con la paciente no embaxazada, La ¿uscultación dc
los midos intestinalcs generalmente no es útil en el ánbito prehospi-
tala¡io. Del mismo modo, tanpoco sin'e la pérdida de minutos
F¡gura l3-16 Pacienie embarazada nmovilz¿da con ncltnación hacia valiosos en btut¡ueda de los tonos caxdiacos fetales en la escen4
un taoo. porque su presencia o ¿usencia no alteran la atención prehospita-
laria Se deben rcvisar los genita.les ertemos pam ident ficar eüden-
cias de sangrado vaginal y preguntax a la paciente acerc¿ de posibles
contxacciones y movimientos fet¿les. l,a-s contracciones indican que
2. Si no se puede girar a la paciente, se eleva su piema derecha ha comenz¿do el pafto prematu¡o, mientra,s que una disminu(ión de
par¿ desplazax el úte¡o hacia la izquierda- los movimientos fet¿les es un signo ominoso de sufrimiento fetiil
3. El útero se desplaza rnanualmente haci¿ el lado izquierdo proñmdo.
de l¿paciente. La palpación del abdomen puede revelar sensibilid¿d. Un útcro
rÍgido, duro, sensible, es indic¿tivo de desprendinúento prematu-ro
llst¿s tres maniobas rcducen la comp¡esión cn la vena cav4 lo de placenta, que se a-socia con un sangrado vaginal visiblc cn 7(M de
quc ¿unlenta el retomo venoso al corazón y meiom el gasto cirldi¿co. los casos.'o
37Ei SOPORTE VITAL DE TRAUMA PREHOSPITALARIO. OCTAVA EDICIÓN

Manejo Lesiones gen¡tour¡nar¡as


Con una paciente embarazada lesionad4 la supervivencia del feto Las lesiones en los riñones, uréteres y vejiga se presentar más a
se asegura mejor si la atención se centra en la condición de la mqjer.
menudo con r¿sm¿r¿¿ñia (sargre en la orina). Esta señal no se obser-
Básicarnente, para que el feto sobreviva, por lo genera.l tiene que va¡á a menos que el paciente tenga un catéter urinaxio insertado.
sobreviür la madre. Se da prioridad a garantizax una vía aérea Debido a que los riñones reciben una p¿-rte signitrcativa del gasto
permeable adecuada y apoyo a la función ventilatoria_ Se admi- ca¡diáco, las lesiones cerradas o penetrantes a estos órganos
nistra su.flciente oxígeno para mantene¡ una lectura de la oximetúa pueden desencadena¡ r¡na hemorragia retroperitoneal potencial-
de pulso de 95% o más. Thl vez las ventilaciones deban ser asistidas, mente mortal.
especialmente en las últimas etapas del embaraao. Se recomienda Las fracturas pélücas pueden est¿¡ asociadas con lace¡aciones
anticipaxse al vómito y tener succión a la ma¡o. de la vejiga y las paxedes de Ia vagina o el recto. lrs fractuas pélücas
Los objetivos del manejo de shock son esencialme¡te los mismos abierl¿s, como aquellas con laceraciones p¡ofwrdas en ta ingle o peri-
que pa¡a cualquier paciente, e inclwen la administración acertad¿ de
neales, suelen desencadenar hemorragia extema grave.
líquido ry especialmente si hay evidencia de shock descompensado. El traumatismo en los genitales extemos ocurre a causa de
Cualquie¡ indicativo de sa¡grado vaginal o u¡r abdomen ígido tipo múltiples mecanismos, aunque predominan las lesiones por la er?ul-
tabla con hemorragia extema en el último trimestre del embaxazo sión de lur vehículo de motor o motocicleta, un accidente de trabqio,
puede indicax desprendimiento p¡ematuo de placenta o una ruptua meca¡ismos de tipo horc4iadas, heúdas de bála o ataque sexual.
del úte¡o. Estas condiciones no sólo ponen en riesgo la vida del feto, Debido a las nume¡os¿s terminaciones newiosas en estos ó¡ganos,
sino también la de la mUjer, porque se puede desangrar con rapidez. estas lesiones se asocia¡r con dolor significat¡vo y tensión psicoló
No existen datos adecuados para deñnir la mejor tensión arterial gic& Estos órganos también contienen numerosos vasos sanguíneos
deseable pala una gestante lesionada. Sin embaxgo, la restauración de y se puede observax una cantidad abundante de sangre. En general, el
la tensión arteda.l sistólica norma.l y media muy probablemente sangrado se controla con presión directa o con un vendqie de presión.
ocasionen una mejor perñrsión fetal, a pesa.r del ñesgo de promover Los vendqtes no se deben insertar en la vagina ni en la u¡eha pa¡a
una hemorragia intema adicional en la mqier. conholar el sa¡gado, especial¡nente en las múe¡es emba¡a"¿das. Si
El tra.slado de una paciente embarazada con trauma no debe no se rcquiere presión di¡ecta pa¡a controlar la hemorragi4 está.s
demoraxse. Debe ser trasladada a.l centro de atención miás cercano lesiones se cub¡€n con una gasa húmed4 limpiq empapada en solu-
cuanto a¡rtes, incluso si sólo parece tener lesiones menores. Un¿ ción salina. l¿s pa¡tes arnputadas deben t¡atarse como se descri-
instalación ideal es aquella que dispone de irunediato de capacidades be en el Capftulo 14, Thauma musculoesquelético. En el hospita.l se
quinjryicas y obstétricas. La reaninación adecuada de la mqter es la debe realizar una mayor ellaluación de todas las lesiones genita.les.
clave para su supervivencia y la del feto.

l¿s lesiones intraabdominales con frecuencia ponen en riesgo la vida debido a u¡ra hemoragia intema y el derrame
del contenido gashointestinal en ta caüdad peritone¿l.
El alc¿nce de las lesiones internas no se identifica en el árnbito prehospitalaxio; por t¿¡to, el mecanismo de la lesión,
e¡ combinación con signos de traujna aMominal, debe aurnentax el índice de sospecha para el proveedo¡ de aten-
ción p¡ehospitalaxia
El maneio del paciente con trauna abdominal incluye oxigenación, cont¡ll de la hemorragia y el embalqie para el
traslado náDido. No se necesita irunovilizar la coluÍura en caso de tlaumatismo penetra¡te en el torso.
la re¿nimación equübrado con soluciones crist¿loides permite la perfüsión de los órganos vitales, mientras que
reduce al mínimo el úesgo potencial de que se agrave la hemo¡ragia intema
Como la intervención quiniLrgica de urgencia puede salva¡ vidas, un paciente con trauma abdominal debe ser tras.
ladado a un centro con capacidad qui¡j¡gica irunediata.
l¡s cambios anatomicos y fisioló$cos del embarazo tienen implicaciones paxa el pahón de la lesión, la manifest¿-
ción de los signos y síntomas del traunatismo y el ma¡rejo de la gestante traum¿tiad¿-
El marqio del compromiso potencial fet¿.I c¿usado por un tmumatismo se logr¿ con la reanimación efcaz de la
mqier.
cAPiTULo 13 Tr¿uma abdomina 377

Acude a una obra en construcción porque un paciente de sexo rnascu rno de veintitantos años 5e cayó 3 hor¿s antes y ahora se queia de dolor
abdominal creciente Aflrma que tropezó con un pedazo de mader¿ en el lugat cayó y se golpeó la parte b¿la lzquierda del tórax y el abdomen
con madera apilada. El paciente denota do or moderado sobre su cala torácica inferlor zquierda cuando respira profundamente, y se quel¿ de
una leve dificultad para respirar Sus compañeros de trabajo deseaban solicrtar ayuda cuando eljoven se cayó, pero él diio que los slntomas no
eran tan severos y les p dió que esperaran. Afirma que la intensidad del malestar ha ldo en aumento y que ahora se siente mareado y débil.
Usted encuentra a1 paciente sentado en el suelo y con malest¿r visible. Se 5ost ene el lado izquierdo nfenor del tórax y la parte superior del
abdomen. lvluestra una ví¿ ¿érea permeable, frecuencia respir¿tor a de 28 respiracionevminuto, frecuenci¿ cardlaca de 124 latidoyminuto, y
tensión arterial de 94158 milÍmetros de mercurio (mm Hg). Su plel está pálida y draforética. Lo recuesta, y en la exploración física el paciente
p¿lpa-
manifiesta dolor a la palpacrón en las costillas inferiores izquierdas, s¡n crepitaclón ósea evidente. El abdomen está distendido y blando a la
ción, pero el indivld uo siente dolor y se cubre voluntariamente el cuadrante superior izqulerdo No hay presencia de equimosis externa oenfisema
subcutáneo.

I ¿Cuáles son ¿s posibles esiones del paciente?


r ¿Cuáles son las pnoridades en su atención?
I ¿Los signos indican presencia de peritonitis?

El pac¡ente está sensib e de las cost ll¿s nferiores izqu erdas y el cuadrante super or zqu erdo. Estos hallazgos pueden representar es ones en el
tórax, en órganos intra¿bdornina es, o en ¿mbos. 5us 5ignos vitales son consistentes con un shock hipovolémico compefsado, y 5e debe consl-
derar un hemotórax o sangrado lntraabdoni nal. Es muy probable que a sensibilidad sobre las costillas inferiores indlque fr¿.t!ra de costlllas con
una lacer¿ción asoc ada deJ b¿zo, lo que resulta en hemorragra intraper toneal
5e adrninisfa oxigeno, y se prep¿ra al paciente p¿r¿ su tr¿s ¿do. De camino al centro de trauma se obt ene una vía lntravenosa, s n ernbargo.
dada la tensión arteriai del paciente, s€ administra con prudenc ¿ liqurdo crLstalo de, y¿ que una lnfus ón agresva puede elevarla y ocasionar
mavor 5anorado

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Tlau¡ntr 1.tl¡ i;ut)tr)r't laI Du:tt)ts. \t¡11. ¡tt (lu) s..' :11ú nü.tl . 811\ 1.\.1. son()graphl l)! fli{lr1 ( re\ts $iih a rrritrilrrrfc Lllllits(rulrd un1l
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lpnrLurrLii( rürlLshockg¿ünc¡ts)1i)f.ir(lrLLl(nvsrrl)lx)r1 in l)¡ii{'n¡s I)()lfrr¿rrnr:rlizo(ll)rri(rlsl)]l)r1'h(rspitaluliraso\n<l.l'¡tJallthitlo-!1.
\\ irh r l.llll rll ( x l ¡ j l r Du t bt..t' .5 t/s/ li¡! . lllll!':( l r:l D0iJIS¡ri
t ] 1 t ¡ l0ol:1(1.-r( I I l:1)S(j.
rj. Rozl.ki (iS. (¡ lrsller \l(i..laili ll IIl..l rtl. Pri)\l¡tJi\1'f\r1LLtri,)¡r l(l Srr¡rd. a,\. IIltr¡l li.l. (;orhrrdt lll'. et al. \\'ir eless ¡rr(l sirl('lhle lI¿üs
oftu¡g(!xr\ rrs{'01 Lrl¡r'¡sornd jn lhe P\ irhrirr r( rrr i )l I fi lnra lra¡i('nls nrissi()n of t)r('1r()sl)ilrr1 lirrr\{11 llr(lorr1i1l¿ s.rno8r¿l)lrl l¡r ¡l-¡Lr]na
.l li\rt, rt L ¡ t1 tU l ¡t lt ¡ t ( ¡ ¡ t al rt'. illlr:irii ll 1 ) :,1íi I']r,lntt I:t cút( uú. )01)jiri(:l)riJ7;.
1 Ror\11ii (;S, o(lrsnor ll(;. Sthnri(lr Jr\. (l,rl ,\ l)rotpe(Ji\('srrr(l) llccga¡rd \\'(i. Ho.J, llil(l¡hr'¡nrlt l)A. Tlre If( l¡)stlil¡l r¡llt¿\oLrnrl
ofsrrrj¡o,nr lr¡ rlirrlre(l ullr¿soull(las lh( t,rirrrrLr! ¡1liü!¿n1 rrrr)(lrtlil\ sru(lJ: rr'sulrs ot thc lilsl srr m.rnths aahstm.l) I't(ltasl litr1.cL.ll

foritljLüui llilriIrr1 ¡rssessncnt. -¡ 7lY¡¡lrlrt 1)1¡ttt!l !ttlAl.('rlt(:t!¡t' r,arr,. 200911;l( I r:l;lf).


l9!iiJll(:i):llr:. lk|g:r|d \\G, IIil<lLlrrrL|l(lrl),Stx'alD,el:tl I'tthosl)il¿rl trlirasouncl
;. Rozlcki (iS. ()(.hsnfr']IG, lrf]iciano l)\. ol Lll. ]lartl dct.cii(ür oJ l)y paranred( s: f{sulls r,l fit'Lrl tt\¿l .lrtt¡l E¡t,l/¡1l :0li):1i({j):
h('nx)tx,nl,)rr'rnr l)) llrÉotuxl cr(urri¡iLlnlI oI thc righl Lrl)tr'r 1;: l-rirl0.
rlLr¿r(ira¡rl r irrL||||(1 I¡{ | !lLlii\. / T¡ittt¡¡t! I¡tlr¡r'¡t Itt.li(l (-}i1 | ttr¡ ,JurgL.nscrl H. Jens|n ( ll. I)ifk5 -J I)oes I)reh(,sl)ilrrl Lrllr1l.sound
llr9¡: l;r; i:s;¡ irdt)r'r^e lr'o¿rü¡r'nl ()f lh('lr¿iu r¡paticntl,\slsr{rrrit¡i( rf\re$ ¡-)/r
{l Rozlclir (iS. llrrll¡f(l Rll. ¡'elxrar() I)\. { 1 rrl SLugeon perli,rrn({l .l t: r, ( u lIa | . 2t) ).t):11( ¡ )r! l lr l;il.
rLlu¿sorLll(l ii)r'th( ilss.ssrrcnl of hrm( al irlirrrjcs: l{'ssons lfrm.!l Arrrri( an ( ollrg( of srrg( of s {.\(.:l (lxnnrl l ( f (rrr'l |xrtll¿t Trnum¿l
lionl l¡-10 t)¡li(!rls.'I/¡)¡ -S21,3. l!!)S::lfi( I ) ¡r',7. ir t)rcgn¡n('\ ¡nrl irrlrrrrrl('ti¡rrlnrr vi()loI(1.lr: ( onünitLc.
^(S
37E' SOPORTE VITAL DE TRAUN4A PREHOsPITATARIO, OCTAVA EDICIÓN

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