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Auto 132/07

NOTIFICACION-Concepto y finalidad

La notificación es el acto material de comunicación mediante el cual se


pone en conocimiento de las partes y de los terceros interesados en las
decisiones proferidas por las autoridades públicas en ejercicio de sus
atribuciones constitucionales y legales. Así, la notificación es un acto
procesal que desarrolla el principio constitucional de publicidad de las
actuaciones públicas, por medio del cual se propende la prevalencia de
los derechos fundamentales al debido proceso y al acceso a la
administración de justicia, toda vez que garantiza el ejercicio de los
derechos de defensa, de contradicción y de impugnación previsto en el
ordenamiento jurídico. Entonces, la notificación del inicio y de las
distintas actuaciones efectuadas en desarrollo de un proceso permite a
las partes y a los intervinientes oponerse a los actos o impugnar las
decisiones adoptadas por la respectiva autoridad dentro de los términos
previstos en la ley.

ACCION DE TUTELA-Notificación de las providencias a las


partes o intervinientes/ACCION DE TUTELA-Notificación de
providencias por el medio más expedito y eficaz/ACCION DE
TUTELA-Notificación del fallo

NOTIFICACION DE TUTELA-Se entiende legalmente surtida


cuando las partes e intervinientes tienen pleno conocimiento de las
decisiones

DOBLE INSTANCIA Y DEBIDO PROCESO-Relación

La jurisprudencia constitucional ha señalado en reiteradas ocasiones


que la doble instancia guarda estrecha relación con el debido proceso
como forma de garantizar la recta administración de justicia, y se
constituye en un mecanismo para que el superior jerárquico de la
autoridad judicial que realizó el pronunciamiento, evalúe los argumentos
debatidos y adopte una decisión definitiva, bien sea confirmando o
revocando la sentencia de primera instancia.

ACCION DE TUTELA-Término máximo para interponer


impugnación/IMPUGNACION-Presentación dentro del término
legal como requisito de procedibilidad/NOTIFICACION POR
TELEGRAMA-Empieza a correr término para impugnar cuando
efectivamente se conoce la decisión
El Decreto 2591 de 1991 señala en sus artículos 31 y 32, los conceptos y
procedimiento de la impugnación en el trámite de un proceso de tutela.
El artículo 31 establece expresamente el término máximo para la
interposición de la impugnación al disponer lo siguiente: “Dentro de los
tres días siguientes a su notificación el fallo podrá ser impugnado...”.
Así, el único requisito de procedibilidad para que la impugnación sea
viable, es que haya sido presentada dentro del término legalmente
estipulado para ello, sin que esto implique el cumplimiento de alguna
otra formalidad. Sólo así se da plena aplicación al principio de
informalidad que caracteriza a la acción de tutela como mecanismo
judicial excepcional de defensa de los derechos fundamentales.
Igualmente, se da efectividad y aplicación al derecho constitucional que
permite controvertir las decisiones judiciales mediante el acceso a la
segunda instancia. solamente cuando la persona notificada recibe el
telegrama, es decir, cuando efectivamente puede conocer la decisión,
empieza a correr el término de tres días de que dispone el artículo 31
del Decreto 2591 de 1991, para impugnar la determinación de
instancia.

DEBIDO PROCESO-Desconocimiento del derecho de


impugnación cuando se remite expediente a la Corte Constitucional
sin darle curso a la impugnación presentada

ACCION DE TUTELA-Competencia de la Sala de Casación


Laboral de la Corte Suprema de Justicia para resolver impugnación
presentada en tiempo

Referencia: expediente T-1505347

Acción de tutela interpuesta por Cira


Isabel Saltaren Sarco y otra contra los
Juzgados Primero y Segundo Laboral
del Circuito de Ciénaga Magdalena y
la Sala Laboral del Tribunal Superior
de Santa Marta.

Magistrado Ponente:
Dr. HUMBERTO ANTONIO
SIERRA PORTO
Bogotá D.C., veintinueve (29) de mayo de dos mil siete (2007).

I. ANTECEDENTES.

Las ciudadanas Cira Isabel Saltaren Sarco y América Mercedes Villar de


Molina interpusieron acción de tutela contra los Juzgados Primero y
Segundo Laboral del Circuito de Ciénaga Magdalena y la Sala Laboral
del Tribunal Superior de Santa Marta, por la presunta vulneración de sus
derechos fundamentales al trabajo, al debido proceso, a la igualdad, a la
asociación sindical y al acceso a la administración de justicia.

Hechos.

1.- Las señoras Cira Isabel Saltaren Sarco y América Mercedes Villar de
Molina manifiestan que laboraban en el Hospital San Cristóbal de
Ciénaga y que pertenecían a la junta directiva de la subdirectiva del
Sindicato Nacional de Salud y de la Seguridad Social (SINDESS) en ese
municipio. Señalan que el 13 de enero y el 5 de noviembre de 2003,
respectivamente, fueron desvinculadas de sus cargos sin previa
autorización judicial.

2.- Con fundamento en lo anterior, las accionantes presentaron acción de


reintegro por fuero sindical, de los que conocieron las autoridades
judiciales demandadas, las cuales decidieron absolver al Hospital San
Cristóbal de Ciénaga mediante providencias del 28 de junio y 16 de
noviembre de 2005, emitidos por los Juzgados Primero y Segundo
Laboral del Circuito de Ciénaga – Magdalena, respectivamente y los de 9
de marzo y 16 de agosto de 2006, proferidos por la Sala Laboral del
Tribunal Superior de Santa Marta.

Argumentaron para ello, que aunque estaba probado que las señoras Cira
Isabel Saltaren Sarco y América Mercedes Villar de Molina hacían parte
de la junta directiva de la subdirectiva de Ciénaga del SINDESS,
ocupando los cargos de secretaria de relaciones públicas y secretaria de
asuntos intersindicales, respectivamente, no gozaban de fuero sindical,
toda vez que a pesar de que la junta directiva estaba compuesta por diez
miembros ni en el acta de la Asamblea General de afiliados en la que
fueron escogidas como miembros de la junta directiva ni en la
comunicación que fue enviada al Ministerio del Trabajo para efectos de
registrar la junta directiva elegida, se determinó cuáles de sus miembros
eran principales y cuales eran suplentes.
Con todo, concluyeron los jueces ordinarios que tal omisión debía
interpretarse de conformidad con lo dispuesto en el numeral 1 del artículo
407 del Código Sustantivo del Trabajo, según el cual sólo los cinco
primeros miembros de la lista tenían fuero sindical, y dado que las
accionantes ocupaban los renglones octavo y noveno de la lista, éstas no
estaban amparadas por fuero sindical.

3.- De conformidad con lo expuesto, las demandantes solicitan la


protección de sus derechos fundamentales a la igualdad, al debido
proceso, al trabajo, a la asociación sindical y al acceso a la
administración de justicia, los cuales fueron vulnerados por los Juzgados
Primero y Segundo Laboral del Circuito de Ciénaga – Magdalena y por
la Sala Laboral del Tribunal Superior de Santa Marta y, como
consecuencia de lo anterior que se ordene dejar sin efectos las sentencias
mencionadas en el numeral anterior y que se emitan nuevas providencias.

II. DECISIÓN DE INSTANCIA Y PRETERMISIÓN DEL


TRÁMITE DE LA IMPUGNACIÓN.

1.- En sentencia del 14 de noviembre de 2006, la Sala de Casación


Laboral de la Corte Suprema de Justicia, decidió negar el amparo
solicitado. Señaló el a quo que la acción de tutela resulta improcedente,
pues como lo ha sostenido esa Sala en varias oportunidades, este
mecanismo excepcional no procede para dejar sin efecto actuaciones o
providencias judiciales. Adujo al respecto, que la acción de tutela es
improcedente “… dado que los artículos 11, 12 y 40 del Decreto 2591 de
1991, que eran los que daban la posibilidad de ejercer la tutela contra
providencias o sentencias judiciales, fueron declarados inexequibles por
la Corte Constitucional a través de la sentencia C-543 del 1 de octubre
de 1992.”

2.- La anterior decisión fue notificada a las accionantes mediante


telegrama enviado el 16 de noviembre, el cual, según manifiestan, fue
recibido el día 27 de noviembre de 2006. Argumentan las demandantes
que el día 28 de noviembre del mismo año impugnaron el fallo de
primera instancia.

3.- No obstante, haberse presentado la impugnación en término, la Sala


de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia no tramitó la misma
porque el 20 de noviembre de 2006 dio por ejecutoriado el fallo y el 21
del mismo remitió el expediente a la Secretaria de esta Corporación.
III. TRÁMITE SURTIDO EN LA CORTE CONSTITUCIONAL.

1.- Remitido el fallo a esta Corporación, mediante auto del veintitrés (23)
de febrero de 2007, la Sala de Selección correspondiente dispuso su
revisión por la Corte Constitucional.

IV. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS.

La notificación de las providencias judiciales en materia de tutela y


el término para impugnarlas.

2.- La notificación es el acto material de comunicación mediante el cual


se pone en conocimiento de las partes y de los terceros interesados en las
decisiones proferidas por las autoridades públicas en ejercicio de sus
atribuciones constitucionales y legales.

Así, la notificación es un acto procesal que desarrolla el principio


constitucional de publicidad de las actuaciones públicas, por medio del
cual se propende la prevalencia de los derechos fundamentales al debido
proceso y al acceso a la administración de justicia, toda vez que garantiza
el ejercicio de los derechos de defensa, de contradicción y de
impugnación previsto en el ordenamiento jurídico.

Entonces, la notificación del inicio y de las distintas actuaciones


efectuadas en desarrollo de un proceso permite a las partes y a los
intervinientes oponerse a los actos o impugnar las decisiones adoptadas
por la respectiva autoridad dentro de los términos previstos en la ley.

Para efectos de la acción de tutela el artículo 16 del decreto 2591 de


1991, en relación con la notificación de las actuaciones que se adopten en
su trámite, dispone:

“Artículo 16. Notificaciones. Las providencias que se dicten se


notificarán a las partes o intervinientes, por el medio que el juez
considere más expedito y eficaz”.

De igual manera, el artículo 5 del Decreto 306 de 1992 establece:

“Artículo 5. De la notificación de las providencias a las partes.


De conformidad con el artículo 16 del Decreto 2591 de 1991,
todas las providencias que se dicten en el trámite de una acción
de tutela se deberán notificar a las partes o a los intervinientes.
Para este efecto son partes la persona que ejerce la acción de
tutela y el particular, la entidad o autoridad pública contra la
cual se dirige la acción de tutela de conformidad con el artículo
13 del decreto 2591 de 1991.

El juez velará porque de acuerdo con las circunstancias, el


medio y la oportunidad de la notificación aseguren la eficacia de
la misma y la posibilidad de ejercer el derecho de defensa”.

Por último, el artículo 30 del Decreto 2591 de 1991, señala que:

“Notificación del fallo. El fallo se notificará por telegrama, o


por otro medio expedito que se asegure su cumplimiento, a más
tardar al día siguiente de haber sido proferido”.

En auto 091 de 2002, esta Corte argumentó que no basta con la remisión
del telegrama para considerar efectuada la notificación de las decisiones
proferidas en sede de tutela, sino que es necesario dejar constancia de
que la persona notificada recibió efectivamente la comunicación.

Así mismo, en auto 013 de 1994 se sostuvo que para entenderse surtida la
notificación en los términos del artículo 30 del Decreto 2591 de 1991, no
basta con el envío del telegrama -que contiene el oficio del despacho
judicial por medio del cual se comunica a los interesados, accionante y
accionado, la decisión adoptada por la autoridad judicial competente-, por
tanto ésta sólo se surte cuando el interesado la conoce mediante la
recepción del telegrama.

Concluye esta Sala, que sólo se entiende legalmente surtida la


notificación de las distintas actuaciones en sede de tutela, cuando las
partes y los intervinientes tienen pleno conocimiento de las decisiones
definitivas emanadas de la autoridad judicial.

Trámite de la impugnación en la acción de tutela.

2.- La jurisprudencia constitucional ha señalado en reiteradas ocasiones


que la doble instancia guarda estrecha relación con el debido proceso
como forma de garantizar la recta administración de justicia, y se
constituye en un mecanismo para que el superior jerárquico de la
autoridad judicial que realizó el pronunciamiento, evalúe los argumentos
debatidos y adopte una decisión definitiva, bien sea confirmando o
revocando la sentencia de primera instancia1.

El Decreto 2591 de 1991 señala en sus artículos 31 y 32, los conceptos y


procedimiento de la impugnación en el trámite de un proceso de tutela. El
artículo 31 establece expresamente el término máximo para la
interposición de la impugnación al disponer lo siguiente: “Dentro de los
tres días siguientes a su notificación el fallo podrá ser impugnado...”.
(Negrilla y subraya fuera del texto original).

Así, el único requisito de procedibilidad para que la impugnación sea


viable, es que haya sido presentada dentro del término legalmente
estipulado para ello, sin que esto implique el cumplimiento de alguna
otra formalidad. Sólo así se da plena aplicación al principio de
informalidad que caracteriza a la acción de tutela como mecanismo
judicial excepcional de defensa de los derechos fundamentales.
Igualmente, se da efectividad y aplicación al derecho constitucional que
permite controvertir las decisiones judiciales mediante el acceso a la
segunda instancia.

Ahora bien, es necesario resaltar el pronunciamiento efectuado por esta


Corporación, en relación con la forma de contar el término para efectos
de la presentación o manifestación de la impugnación. Así, la Corte ha
señalado que:

“Por último, cabe advertir que la notificación por telegrama a


que hacen referencia las normas citadas, debe realizarse teniendo
en cuenta que por este medio el peticionario pueda enterarse
pronta y eficazmente de la sentencia de tutela. Respecto del
término para impugnar el fallo, conviene remitirse a lo dispuesto
en el artículo 4o. del decreto 306 de 1992 donde se señala que
para ‘la interpretación de las disposiciones sobre trámite de la
acción de tutela previstas por el Decreto 2591 de 1991 se
aplicarán los principios generales del Código de Procedimiento
Civil, en todo aquello en que no sean contrarios a dicho Decreto’.
Con base en lo anterior, es necesario remitirse al artículo 120
C.P.C. que prevé: ‘Todo término comenzará a correr desde el día
siguiente al de la notificación de la providencia que la conceda
(...)’. De acuerdo con lo anotado, se puede afirmar que el deber
del juez se limita a enviar el telegrama a la dirección que el

1 Ver sentencias C-040 de 2002 y C-153 de 1995.


interesado ha señalado en su petición, contándose el término de
impugnación a partir del día siguiente en que se haya
efectivamente recibido, siempre y cuando esto sea plenamente
demostrable, o, en su defecto, a partir del día siguiente de su
envío, según la constancia que se encuentre en el expediente”2.

Así las cosas, solamente cuando la persona notificada recibe el


telegrama, es decir, cuando efectivamente puede conocer la decisión,
empieza a correr el término de tres días de que dispone el artículo 31 del
Decreto 2591 de 1991, para impugnar la determinación de instancia.

Caso concreto.

3.- Teniendo en cuenta las circunstancias fácticas del presente caso y las
consideraciones expuestas previamente, encuentra la Sala que se
desconoció el derecho fundamental al debido proceso, específicamente,
el derecho de impugnación de las accionantes, cuando se remitió el
expediente a esta Corporación, sin darle curso a la impugnación
presentada por éstas.

En primer lugar, encontramos que la acción de tutela fue admitida el día


7 de noviembre de 2006 por parte la Sala de Casación Laboral de la
Corte Suprema de Justicia, quien mediante oficios del 8 de noviembre del
mismo año, envió copia del auto admisorio a las partes.

Posteriormente, mediante fallo del 14 de noviembre de 2006, resolvió


negar la acción de tutela por improcedente y ordenó notificar a los
interesados en la forma prevista en el artículo 30 del Decreto 2591 de
1991. En cumplimiento de lo anterior, mediante oficios No 57714 y
57715 del 16 de noviembre de 2006, se envió la notificación a las
demandantes de la decisión adoptada en el presente caso.

4.- Ahora bien, vistos los folios 9 y 10 del cuaderno principal, aparecen
copias de la notificación de la decisión proferida en primera instancia,
con la anotación que se hiciera a mano de recibido el día 27 de
noviembre de 2006 por las demandantes.

De esta manera, a las demandantes les fue notificada la decisión el día 27


de noviembre de 2006 y el día hábil siguiente fue presentada la
impugnación, es decir el día 28 del mismo mes y año. Se sigue, pues, que
la impugnación fue presentada en término, pues a folio 5, 6, 7 y 8 del

2 Sentencia T-225 de 1993.


cuaderno principal del expediente, obra el escrito de impugnación que
presentaron las señoras Cira Isabel Saltaren Sarco y América Mercedes
Villar Molina, vía fax, ante la Sala de Casación Laboral de la Corte
Suprema de Justicia. Por ende, la impugnación se presentó dentro del
término legalmente estipulado por el artículo 31 del Decreto 2591 de
1991.

4.- En consecuencia, la Sala Séptima de Revisión se abstendrá de conocer


de fondo sobre la solicitud de tutela y, en su lugar, ordenará remitir el
expediente a la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia
para que dé trámite a la impugnación presentada en tiempo por las
señoras Cira Isabel Saltaren Sarco y América Mercedes Villar Molina.

Por lo expuesto, la Sala Séptima de Revisión de la Corte Constitucional,


en nombre del pueblo y por mandato de la Constitución,

RESUELVE:

PRIMERO.- ABSTENERSE de efectuar la revisión de fondo de la


sentencia proferida por la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema
de Justicia respecto de la acción de tutela objeto del presente auto, por
pretermisión de la segunda instancia al no tramitarse la impugnación
presentada en término.

SEGUNDO.- REMITIR por Secretaría General de esta Corporación el


expediente de la referencia a la Sala de Casación Laboral de la Corte
Suprema de Justicia para que dé trámite a la impugnación, en los
términos del artículo 32 del Decreto 2591 de 1991.

TERCERO.- Surtida la segunda instancia, remítase el expediente de la


referencia a la Corte Constitucional para su eventual revisión, tal como lo
ordena el Decreto 2591 de 1991.

Cópiese, comuníquese, notifíquese insértese en la Gaceta de la Corte


Constitucional y cúmplase.

HUMBERTO ANTONIO SIERRA PORTO


Magistrado
ÁLVARO TAFUR GALVIS
Magistrado

CLARA INÉS VARGAS HERNÁNDEZ


Magistrada

MARTHA VICTORIA SÁCHICA MÉNDEZ


Secretaria General

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