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El proceso de desertificación en la Meseta Central de la Provincia de Santa Cruz.

Aproximación a su estudio desde la óptica de los productores involucrados

El trabajo que presento a las Segundas Jornadas sobre “Etnografía y Métodos Cualitativos”
constituye el avance de una investigación en curso denominada “Análisis de las prácticas sociales de
producción de un grupo de ganaderos en la meseta central de la Provincia de Santa Cruz”. La misma
se realiza desde la Universidad Nacional de la Patagonia Austral, Unidad Académica San Julián, con
el apoyo técnico del INTA (Argentina) y la GTZ (Alemania).
La zona esta afectada por una grave crisis económica y un avanzado proceso de desertificación,
ambas situaciones retroalimentan la crisis más general del ecosistema que “soporta” la forma de
producción actual. El avance intenta poner en evidencia la distancia que existe entre el análisis y el
diagnóstico de los organismos técnicos y lo que “ven” los productores de la región. Se procura tener
una aproximación a las representaciones que orientan su forma de producción. El supuesto que
subyace es que no podrá haber cambios que permitan logros en lo referente a la sustentabilidad
social, ecológica y económica si antes no entendemos sobre que principios el productor patagónico
lleva adelante su explotación y a que atribuye la situación actual.
Se trabaja con fuentes primarias (entrevistas en profundidad y encuestas) y secundarias (censos,
encuestas nacionales agropecuarias, documentos del INTA y otros organismos técnicos, bibliografía
específica sobre el tema, etc.).

Autor: Sociólogo Larry D. Andrade


Institución: Universidad Nacional de la Patagonia Austral, Unidad Académica San Julián,
Dirección postal: Av. Piedrabuena 1194
(9310) Puerto San Julián
Prov. de Santa Cruz
Teléfono: (0962) 52916 (particular) / 52319 (universidad)
E-maíl: andrade@sjulian.satlink.net

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El proceso de desertificación en la Meseta Central de la Provincia de Santa Cruz. Aproximación a su
estudio desde la óptica de los productores involucrados.*

Lic. Larry D. Andrade (Unpa/Uasj)**

I- Introducción

Esta presentación constituye un avance de una investigación en curso en Santa Cruz, orientada a la
obtención de información acerca de las representaciones que de la desertificación y sus causas tienen
los productores de la denominada zona centro de la Provincia. Es financiada por la Universidad
Nacional de la Patagonia Austral y se realiza en colaboración con técnicos del INTA y el apoyo
técnico de la GTZ de Alemania.

Existe un generalizado consenso entre los expertos y en los diversos organismos técnicos
provinciales, nacionales e internacionales, acerca de que el fenómeno conocido como desertificación
se debe, al menos en Patagonia, al sobreuso de los suelos que, asociado con factores climáticos, llevó
a un agotamiento del recurso natural, base de la explotación extensiva del ganado ovino por más de
cien años.

La cuestión crucial a resolver radica en tener certezas acerca de cómo ven los productores
implicados en este proceso la situación del campo y a que atribuyen la merma en la producción y la
imposibilidad de repoblar el campo con nuevo ganado. Sólo a partir de esta información, que no es
captada por los Censos ni las Encuestas Agropecuarias, los organismos técnicos y los políticos,
responsables de generar y llevar adelante gran parte de las propuestas de desarrollo, podrán tener
certezas acerca de que espera el productor de ellos y de su tierra.

Como un primer paso de acercamiento a la comprensión de la racionalidad de los ganaderos se


efectuaron entrevistas en profundidad con productores de la zona de Gobernador Gregores,
indagando en los mismos en aspectos vinculados con la forma de producción y representaciones en
torno a la crisis que atraviesa el sector ovino extensivo en Santa Cruz.

Las conversaciones giraron en torno a cuál es la visión de futuro, a qué adjudican ellos la mala
situación del campo, alguna referencia a la cuestión climática, al crédito y al rol del Estado, a la
posibilidad de modificar la forma de producción y especialmente la de asociarse con vecinos en
busca de optimizar los costos de la inversión que les permita subsistir en condiciones dignas.

*Este trabajo se ha visto beneficiado con la lectura y comentarios del Lic. Guillermo Neiman (CEIL/CONICET), quien es mi Director
de Tesis de Maestría. No obstante, lo aquí expuesto es de mi exclusiva responsabilidad.

*** Sociólogo. Av. Piedrabuena 1194. (9310) Pto. San Julián. Santa Cruz. E-mail: andrade@sjulian.satlink.net
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II. La desertificación en Santa Cruz: sus características y efectos

Como una definición breve pero ejemplificadora del fenómeno que nos ocupa, encontramos la
siguiente, propuesta por Bertolani: “la desertificación es la extensión de las condiciones de desierto
como resultado del impacto humano, en ecosistemas de regiones áridas, semiaridas y sub-humedas
(...) el no control del fenómeno provocaría no solo un avance en las condiciones de desierto sino, y
como consecuencia de ello, una menor productividad de los ecosistemas”1.

El proceso de desertificación que sufre la Patagonia Argentina no es exclusivo de estas tierras.


Grandes extensiones de tierra en el mundo están afectadas por el mismo fenómeno. Responde a
varias causas como desencadenante, teniendo siempre presente que los ecosistemas frágiles, como es
el patagónico, son muy propensos a verse afectados en su delicado equilibrio por elementos
disturbantes como pudo ser la introducción del ovino a fines del siglo pasado. No obstante, existía un
proceso natural de aridificación al comenzar el período de colonización de estos territorios.

En la meseta central de Santa Cruz, “la desertificación observada parece deberse a: 1) intensificación
por sobrepastoreo de los procesos erosivos en áreas naturalmente propensas; 2) sobrespatoreo
continuo sobre comunidades frágiles y 3) sobreexplotación de comunidades de arbustos” 2. En estas
situaciones estaría la raíz de la crisis de la explotación ganadero extensiva. Pero no sólo en ellas, La
actividad natural (vientos, nieve, lluvias y heladas) y otros elementos como el régimen de tenencia
de la tierra y la actitud frente a la tecnología son decisivos. Al respecto, Barbería afirma que la
mayoría de los “establecimientos abandonados y no rentables se ubican en la meseta central, al norte
del río Santa Cruz, zona que cuenta con los terrenos de menor calidad, menor superficie y menores
inversiones. Por otra parte, un sector importante de los mismos ha sido cubierto de ceniza volcánica
a raíz de la erupción del volcán Hudsón -agosto de 1991- (...)” 3. Pero la crisis tiene raíces más
profundas, según consta en un Memorial de la Sociedad Rural del año 1936, en el que, entre otras
cosas, puede leerse que se aprecia, por parte de los ganaderos, “perdida de interés en conservar y
mejorar el terreno, por la falta de seguridad de permanencia (cabe aclarar que el arrendamiento sin
derecho de compra, y el permiso precario de ocupación, fueron las formas de tenencia de la tierra
predominantes en la zona hasta mediados del presente siglo)”4.

Estas situaciones, que estarían en el origen del proceso de desertificación en estas tierras, son
complementadas por opiniones como la del Ing. Borelli, quien expresa que se ha “cumplido un siglo

1 Bertolani, Miguel A.: “Ecología y desertificación en Patagonia”. Revista Patagonia Agropecuaria. Año V. Nro. 16. 1989.
2 Documento Area Piloto de G. Gregores. Proyecto LUDEPA. Fase II. Julio 1994. Pag. 9
3 Barberia, Elsa: “Los Dueños de la Tierra en la Patagonia Austral”. Río Gallegos. UNPA. 1995. Pag. 277.
4 Barberia, Elsa: Ibidem. Pag. 279.
3
de ganadería en Santa Cruz y todavía no se conoce cuanto pasto producen los pastizales, que
especies son preferidas, cual es la resistencia al pastoreo y, en consecuencia, cuanto pasto se puede
cosechar a través de los animales. Este lamentable desconocimiento ha favorecido el proceso
generalizado de sobrepastoreo y degradación de los campos naturales (...) la carga animal define la
relación planta-animal y los ingresos económicos a corto y largo plazo de la empresa ganadera” 5. Es
en ésta situación donde interesa profundizar el análisis, en como la misma es visualizada por los
productores ganadero extensivo de la región.

Los Departamentos de la Zona Centro ubicados sobre la costa y los ubicados sobre la Meseta Central
son los más expuestos y afectados por la desertificación, “Magallanes, Río Chico y Corpen Aike
sufren con mayor intensidad un notable y paulatino descenso de la carga ovina debido a graves
problemas de erosión. Se combina el proceso erosivo natural por fuertes vientos con un manejo
inadecuado, desorganizado y sin descanso de las pasturas debido a la falta de campos de uso
estacional, desencadenando la disminución de la receptividad de los mismos. Esta situación pudo
haber sido alentada por ganancias momentáneas y por el desconocimiento de la receptividad,
llevando a una caída espectacular de la productividad por hectárea y a no poder sostener ya las
cargas animales de comienzos de siglo6”.

II.1. Caída del Stock, Despoblamiento y Crisis de Rentabilidad

Hasta ahora inventariamos algunos factores que dan cuenta de la crisis de rentabilidad: baja
inversión, escasa incorporación de tecnología, forma de tenencia precaria, desconocimiento de la
productividad del suelo que llevó a un sobrepastoreo del pastizal natural, generando la desaparición
de las especies preferidas y posibilitando la aparición de otras no palatables. La combinación de
estos elementos sumado a los cambiantes y casi siempre bajos precios de la lana desembocó en la
situación actual, con 500 establecimientos cerrados, según expresara el Presidente de FIAS, Enrique
Duca7.

En general, al conversar con los ganaderos sobre la evolución de las majadas, se hace hincapié en
grandes catástrofes climáticas (gran sequía en 1983; nevadas y heladas en 1984, la erupción del
volcan Hudson, menor cantidad de lluvia y nieve en los últimos años) como causa de la caída del
stock ovino a números realmente alarmantes. Esas situaciones y elementos tienen una fuerte
incidencia, aunque la explicación no se agota en ellos. “Las agudas condiciones climáticas son sólo
las causas desencadenantes del problema pero su raíz se encuentra en el progresivo deterioro de los

5 Borelli, Pablo: “Carga animal: un factor clave en el manejo de pastizales”. Presencia. Año II. Nro. 9.
6 Cepparo de Grosso, Maria E.: La actividad pastoril en Santa Cruz: paisaje homogeneo, estructura invariable. UNC. Mendoza. 1986. Pag. 92.
También Borelli, Pablo, Op. Cit.
7 Discurso en la Sociedad Rural de Río Gallegos. 23/2/97.
4
campos de pastoreo”8. La menor disponibilidad de forraje limita la producción en calidad y cantidad
de lana9. La erosión afecta también lo que técnicamente se conoce como “rinde” de la lana10.

La información disponible para el año 1991 señalaba que de 1261 establecimientos, alrededor de 700
no cubren los costos operativos11. Muchos de estos seguramente pasaron a engrosar la lista de 500
mencionados por Duca. Son muchas los argumentos que se esgrimen y muchos los factores que se
manejan como desencadenantes de la actual crisis. Se apela mayormente a factores del momento
(coyunturales) y se deja de lado la búsqueda de una explicación más profunda (estructural), que
analice otros factores, como son el manejo del ganado en cada campo, la posibilidad de haber
cometido errores sin darse cuenta pero con efectos claramente negativos para el campo; asumir una
posición de este tenor ayudaría de un modo más eficaz a encontrar los elementos que expliquen lo
que hoy aparece como una crisis terminal.

Es justo reconocer que a principios del siglo, cuando se relevó el área en estudio con el fin de
realizar la división catastral, los peritos sobreestimaron la receptividad de los suelos, aún con las
recomendaciones de equilibrar zonas altas y zonas bajas (veranadas e invernadas), pese a ello,
estimaron una carga de 0.4 ovino/ha, esto es, unas 8.000 ovejas en 20.000 has12.

Estudios realizados por la Universidad Federal de la Patagonia Austral -UFPA- (hoy Universidad
Nacional -UNPA-), dan cuenta de algunas características que nos llevarían a reflexionar sobre
algunos elementos para explicar la crisis: “existe un estancamiento en el sector rural de más de 20
años. La población rural registra una caída entre 1980 y 1991 del 19%. Las existencias ovinas entre
1977 y 1992 cayeron en un 47%. Las regiones más afectadas son el centro y norte de la Provincia
(...) Se registra una disminución del número de establecimientos con más de 6000 cabezas a
menores, entre 1001 y 600 (...) disminuyó la población que habita los establecimientos (al disminuir
el número de establecimientos rentables) en un 29% entre 1988 y 1992 y el número de trabajadores
permanentes cayo en un 39%”13. Una consecuencia inmediata de la situación es que “al reducirse la
base natural de la ganadería ovina, se agravan los procesos sociales negativos en curso

8 AER Río Gallegos: “Y cuando solo quede el viento”. Presencia. Año I. Nro. 2. 1986.
9 Quargnolo, E. y Alvarez, R.: “Zona Centro: crisis de la ganadería ovina”. AER San Julián. 1992.
10 El rinde es la proporción de lana que, después de lavada, queda limpia por cada kilo de lana sucia.
11 Barbería, Elsa: “Crisis de la ganadería ovina en Santa Cruz. Sus causas. La intervención del Estado y de los empresarios. 1994. mimeo.
12 Documento Area Piloto. (1994). Pag. 10. Sobre estos datos, en apariencia, la información es variable, según podemos apreciar en el “Mapa de
desertificación en Santa Cruz. Transecta San Julián - Gobernador Gregores. Oliva, Gabriel; Rial, Pablo y Gonzalez, Liliana. Proyecto LUDEPA -
SME. EEA-Río Gallegos. s/d. Veamos el siguiente párrafo: “La subdivisión catastral se realizó de acuerdo a criterios geométricos, sin ninguna
consideración acerca del balance invernada - veranada en los campos con mesetas altas, de la localización de aguadas o de la receptividad de cada
sitio (...) se recomendaron cargas de alrededor de 0.2 eqivalente ovino por ha (0.2 EO/ha)., hacia 1937, momento de máximo stoxk ovino, la carga
promedio era de 0.45 EO/ha. pag. 3/4.
13 Ier Informe de Coyuntura Laboral “Santa Cruz”. Diciembre 1994. MTSS. Año I. Nro. I. MTSS/UBA/UFPA. Pags. 35 y ss. También: “Ier
Informe Especial de Coyuntura Ocupacional. Provincia de Santa Cruz. Marzo 1995. Demanda de Empleo y de Formación Profesional del Sector
Privado Formal. Análisis Regionales.
5
(concentración económica, pauperización, expulsión de la pobación rural pobre hacia las zonas
urbanas, etc.)”14.

Esta situación tiene clara incidencia sobre la población de los nucleos urbanos donde está
explotación se asienta, tal es el caso de Puerto Deseado y San Julián, cuyo auge se sustento “en la
explotación ovino-extensiva y en la exportación de lana y posteriormente en la venta de animales
para las graserías y los frigoríficos. La crisis estructural de los setenta los afecta. Crecieron menos
que otras regiones de la Provincia (menos del 20% cada una)”15.

Esta caída en la productividad de la explotación ganadera es registrada por la participación sectorial


en el Producto Bruto Geográfico (PBG), esto es “la participación del sector primario disminuye en el
PBG del 45.3% en 1988 a 42% en 1992 (...) la evolución por rama de actividad muestra la caida de
agricultura, ganadería y pesca (AGyP) de un 187.5% en 1988 a 178.1% en 1992 (base 1980=100).
Siendo la única rama de actividad que disminuyó su participación en el PBG en ese período” 16. Esta
información es complementada por un informe de la UFPA, que muestra la participación por
sectores en el PBG de “agricultura, ganadería, caza, pesca y silvicultura paso en 1970=15.7% a
1980=8.8% y 1990=11.53%; teniendo en cuenta que la pesca pasa de ser casi inexistente en 1970 a
ocupar el 55% del peso de este sector, y que en 1970 el 15.7% correspondía casi exclusivamente a
ganadería. Hoy la ganadería no llega al 5% del PBG y la pesca representa el 6.4% del PBG”17.

De acuerdo a lo que veníamos viendo, el stock ovino llegó a su máxima expresión “en 1937 con
7.504.000 cabezas, a partir de ese momento las posibilidades de expansión de las haciendas
disminuyeron porque se llegó al límite de capacidad natural de los campos. Las cargas naturales no
se mantuvieron y fueron cayendo en forma escalonada. Los índices productivos y el estado
nutricional de la hacienda fue disminuyendo. De esas casi 8.000.000 de cabezas en 1937 se pasó a
2.500.000 en 1992”18.

Entre 1988 y 1992, las existencias ovinas en Magallanes y Río Chico cayeron un 30.5% y un 23.7%,
esto es, pasaron de 272.298 a 189.235 y 376.827 a 287.396 respectivamente 19. Entre los años
1992/1993 y 1993/1994 la caída fue aún mayor, siendo estos valores de “-25 para Corpen Aike, -27
para Lago Argentino y -5 para Magallanes”20.

14 Beinstein, Jorge: “Seminario socio-económico-cultural”. Proyecto LUDEPA. Neuquén. 20/22 agosto de 1991. Pag. 10.
15 IIIer Informe Laboral de la Provincia de Santa Cruz. Mayo 1995. Análisis de Coyuntura. Segundo Semestre 1994 - Primer Semestre de 1995.
Ministerio de Trabajo de la Nación / UFPA: Pag. 10.
16 Análisis de Coyuntura. Segundo Semestre 1994 - Primer Semestre 1995. Reestructuración Productiva y su Impacto Sobre el Empleo en PYMES,
Microempresas y cooperativas en mercados urbanos de la Provincia de Santa Cruz. Situación y Tendencias. 91/95. Pag. 5.
17 Provincia de Santa Cruz. Estructura Plobacional. 1992. Río Gallegos.
18 Cepparo de Grosso (1986) pag. 87. Oliva, Gabriel et al (s/d). pag. 4.
19 Propuesta Regional de Reconversión Productiva - Modulo Santa Cruz (preliminar). Centro Regional Patagonia Sur. EEA Santa Cruz. 1993.
20 IIIer Informe Laboral (1995). Pag. 53.
6
Hoy, las estancias que explotan el ovino de manera extensiva en la Zona Centro están, en su
mayoría, al borde o directamente en quiebra. Revertir esta situación implica una fuerte y sostenida
inversión para poder lograr una reactivación del sector que, de ser posible, no será fácil ni se dará en
el corto plazo. Casi todas las opciones que aparecen con perspectivas de éxito pasan por diversificar
la producción y estudiar predio por predio la conveniencia de seguir con la explotación ovina en las
actuales condiciones.

II.2. El precio de la lana y la cuestión climática

La lana, producto básico de la explotación ovina en Santa Cruz, sufre desde hace años fluctuaciones
muy acentuadas, lo que hace prácticamente imposible hacer algún tipo de previsiones con los
ingresos generados por su venta.

Un estudio del año 1986, solicitado por la Federación Lanera Argentina, estima que “en el corto
plazo, factores como mortandad por inclemencias del clima, deficiencias sanitarias o acción de
agentes depredadores influyen en los niveles de producción” (...) a la vez, sostiene que “una buena
producción de lanas depende fundamentalmente del productor, más que de factores climáticos, existe
una natural propensión a no abandonar una explotación” 21. En esta zona, la producción de lana de
calidad es producto de una adecuada combinación de factores naturales y de acción humana, siendo
esta impotente en el control de fenómenos como nevadas y heladas.

Respecto de la comercialización de la lana, en la mayoría de los casos, cuando los productores


venden a cooperativas o compradores particulares, no siempre manejan los precios del mercado
lanero para su tipo de producción. El no tener una clara percepción de la situación y sus factores
desencadenantes, podría llevar a muchos productores a atribuir las razones de la baja rentabilidad a
elementos ajenos a la explotación y seguir manejando el campo como lo hacían años atrás. Es decir,
apegados a la tradición de una forma de manejo no pueden cualificar y otorgar significados a las
variaciones que de año en año afectan su campo. A tal fin, Castro opina que “cuando un proceso de
erosión se ha puesto en marcha, ya desde su calificación como ‘leve’ está afectando la producción
forrajera de la pradera natural. El ganadero de la región generalmente resta importancia al fenómeno,
porque no se da cuenta del mismo o porque atribuye la merma en la producción a la escasez de
precipitaciones”, esta apreciación es complementada por Barbería al decir que “el sobrepastoreo, la
reducción del precio de la lana y el sistema de comercialización son la causa a las que se atribuye la
crisis de rentabilidad y el deterioro de los campos”22.

21 Federación Lanera Argentina: “Producción lanera. Crisis y Despegue”. Bs. As. 1986. Pag. 8.
22 Castro, Jose M.: “Relevamiento de estados de erosión en la precordillera patagónica.”. Presencia. Año I. Nro. 2. También Barberia, Elsa. Op.
Cit.
7
Existe una fuerte tendencia a pensar, por parte de cada productor, que él no es el que hace las cosas
mal. Este es el punto clave para la partida, tomar en cuenta su situación, su re-presentación de la
situación actual e indagar en las razones más profundas, quizás no plenamente conscientes, para
comprender los por qué de algunas formas de actuar.

El 60% de los establecimientos de la Zona Centro produce menos de 15.000 kg de lana sucia, que
significan aproximadamente 8000 kilos de lana limpia. Esto ha llevado a que muchos
establecimientos de 20.000 has., sean considerados minifundios por su nivel de rentabilidad. Esto es,
no cubren las necesidades básicas con los ingresos del mismo 23. Este panorama se presenta como
poco alentador si consideramos que “el 50% del estrato de 0-1000 ovinos (251 en la provincia),
corresponde a establecimientos en una faz terminal de sus recursos, imposible de recuperar con la
tecnología disponible”24. Esto viene a mostrar dos cosas, a) que los márgenes para cambiar son muy
estrechos y b) que no todos podrán tener la posibilidad de intentarlo.

En un taller sobre aspectos relacionados con la desertificación leemos que “se porfía en volver a las
cargas animales históricas, pero no en ajustarla a la condición actual del recurso paro no repetir
daños. El factor rentabilidad impide en muchos casos que se realice un ajuste de carga adecuado a la
condición del pastizal”25. Quizás en el estudio y comprensión de este tipo de actitudes podamos
encontrar pistas para implementar una estrategia de lucha concreta que tome en cuenta la visión de
los productores y, por consiguiente, logre su apoyo.

Para clarificar el planteo, el siguiente fragmento es expresivo de la situación actual en la meseta


central de Santa Cruz: “la receptividad ganadera actual no supera los 0.1 ovinos/ha (esto significa
que se requieren 10 hectáreas por cada ovino) con lo cual los establecimientos no alcanzan a ser
unidades económicamente sostenibles. Actualmente, sería necesario para ello un tamaño de 60.000
has., lo que permitiría sostener unos 6000 ovinos. Los establecimientos actuales, con un tamaño
medio de 20.000 has., están condenados a sobrepastorear y depender de fuertes subsidios estatales
(...) el uso pasturil del área sólo parece sostenible en las unidades de paisaje menos suceptibles,
luego de una fuerte concentración de la propiedad (...) hay que posibilitar usos alternativos que no
contemplen el modelo ganadero tradicional, ya agotado” 26. Generalmente no son estas las opiniones
y elementos que los productores consideran en el análisis de su propia situación, más aún, cuando
son de este calibre, tienden a ignorarlas, puesto que aceptarlos significa poner punto final a su modo
de producción actual.

23 Quargnolo, Eduardo y Alvarez, Roberto. Op. Cit. (1992)


24 Propuesta Regional de Recoversión Productiva. Op. Cit.
25 Taller sobre aspectos socio-económicos y socioculturales relacionados con la desertificación en Patagonia. Bariloche. 25/27 marzo 1992.
26 Oliva, Gabriel: “Lucha contra la desertificación en Patagonia. Modulo Santa Cruz y Tierra del Fuego. Informe Ampliado. 1992.
8
La crisis es recurrente, porque existe un desajuste entre las expectativas subjetivas del productor y
las posibilidades objetivas del campo. Las premisas desde las que se planteaba la producción ya no
se ajustan a la realidad. Es preciso reorientar el proceso productivo, ajustarlo a otros parametros,
donde la meta sea la sustentabilidad, tanto económica, como ecológica y social. Este cambio tan
profundo no puede llevarse adelante si los principales afectados no lo visualizan como necesario.

En este planteo, el reordenamiento parcelario y la diversificación productiva juegan un papel


sustancial. Ambos vienen atados a un tercer elemento que puede decidir el futuro de la región:
inversión. Sostenida en el tiempo y en cantidad. “Modificar un sistema de producción de muchos
años de arraigo requiere tiempo para que las inversiones y tecnología den respuestas a los problemas
de obsolecencia, degradación de los recursos naturales, falta de maquinaria y bajo nivel
empresarial”27.

III- La visión de los productores

Este apartado está estructurado sobre el análisis de ocho entrevistas realizadas a productores de la
zona de Gobernador Gregores. Al momento de redactar este trabajo se llevan realizadas más de 25
entrevistas y se está aplicando, por otra parte, una encuesta a productores de todo el área en estudio.
En los límites de este trabajo sólo presentaré aquellas expresiones que reflejen la discrepancia entre
la visión de los organismos técnicos, presentada hasta aquí, y la de los productores. No obstante,
estimo que se aportan elementos que permiten apreciar la utilidad de este técnica en el estudio del
problema de la desertificación en Santa Cruz.

La aplicación de entrevistas no estructuradas permite adentrarse en el complejo mundo de las ideas,


las re-presentaciones, los pensamientos del productor. Cada acción y cada omisión adquiere sentido
si consideramos la particular forma en que el entorno natural y social es apreciado por el hombre de
campo. Es necesario intentar comprender la realidad subjetiva, la construida por cada sujeto, para dar
racionalidad a las acciones que pueden parecer ilógicas desde el punto de vista técnico. Es necesario
ir al encuentro de los mecanismos que operan en la mente de cada productor y procurar ‘verlos’ en
acción para comprender como funcionan.

En vez de profundizar en una cuestión más conceptual, veamos como aprecian los ganaderos las
distintas situaciones en las que a diario se ven envueltos y comparemos con la visión que de la
misma tienen los organismos técnicos.

27 Ibidem.
9
Una de las situaciones que aparece con mayor insistencia como factor que explica gran parte de la
crisis de la ganadería en Santa Cruz es la relacionada con el cambio de clima. Pese a que los
estudios realizados por diversas instituciones dan cuenta que la alternancia entre ciclos secos y
ciclos humedos es típica de climas áridos y semiáridos, como es el de la meseta central en Santa
Cruz, se insiste en que ha habido un cambio y que este afectó gravemente en el rendimiento de los
campos naturales28.

“Yo no se porque los campos decayeron, si fue por mucha recarga (...) porque quizás antes de tener
campos empastados y tener la cantidad de vegetación que había, quizás todo eso hacia a que
mantuvieramos un régimen de lluvia más alto, hoy con los campos degradados, quizás el tema de la
evaporación y eso haya hecho que las lluvias se retrayeran (...) no se cuanto se ha achicado pero se
ha achicado en un nivel importante como para que los campos no respondan más allá de que se los
ha dejado sin hacienda, no han vuelto a responder pero ni cerca (...)”. (E7)

“Yo noto que hay un poco menos viento y bastante más humedad que veinte años atrás. Los diez
años anteriores fueron de una sequía impresionante (...) lo que sí te puedo decir es que durante veinte
años fue una sequía permanente, hubo algunos años más o menos, pero en general sí”. (E2)

“Para mí cayó todo en parte por el clima, en cualquier estancia había antes tres personas, después
una sola y despues todos van dejando, problemas de precio. Porque inviernos bravos ha habido
antes, pero podías comprar hacienda, pero ahora no cubro nada. El invierno del ´84 llego a matar los
caballos (...) parte por los inviernos bravos y despues por los valores de los productos, mal atendido
el campo también, puede ser por el mismo tema me parece”. (E3)

“ (...) despues venía la sequía se bajaba un año o dos y así (...) más fuerte la sequía, todavía, fue algo
terrible, es todo, que la sequía, que el producto no vale (...) el clima fue el factor determinante de
todo esto porque invierno como este que pasó hará diez o quince años que no tenemos (...) ”. (E1)

“Si bien antes había mucha hacienda, yo pienso que el invierno siempre venía con algo de nieve,
entonces alcanzaba a mantener la humedad, después de algunas lluvias de la primavera, venían los
inviernos nevadores y seguro que la primavera era con lluvia, entonces alcanzaba a semillar el pasto,
había más pasto en todos lados; despues con esos inviernos tan escarchadores y primaveras secas y
se tiene que terminar el suelo”. (E4)

“Yo me acuerdo en el ´82 esas tremendas escarchas, y una nevazón, chica, pero que alcanzó a cubrir
el pasto y escarchar tantos días seguidos, entonces claro, eso tiene que terminar con el animal, mata a

28 Idem. (Categoría A- Incidencia del Clima).


10
los que están vivos, perjudica con la parición, porque mal paren muchos animales, entonces no hay
señalada. Entonces se pierden quinientos en el invierno, más toda la parición que no hubo, y ahí se
empieza a notar la diferencia”. (E4)

“El agua no sale sola del río, hay que traerla, acá hay una costa de río muy grande donde todos
podemos sacar el agua, lo que pasa es que el que más que menos no se ha preocupado mucho por el
agua, como venían todos los inviernos nevadores, era más fácil”. (E4)

“Hoy la estancia puede tener 1800 a 2000 ovejas madres, tranquilamente, porque no hay problemas
de deser... o sea, es un campo donde (...) es campo para llegar a tener, si esto se puebla, o sea digo
los otros campos, es para llegar a tener bien, bien, cómodo, cómodo hay tenes 4000 ovejas”. (E6)

En lo que hace al manejo del campo29, del número de animales por hectárea que el productor asigna
y ha asignado históricamente (“carga”) a los distintos cuadros y potreros, las respuestas fueron
amplias y variadas. En la mayoría de ellas puede apreciarse una idea de algunos de los factores que
están en el origen del proceso de desertificación:

“Cuando mi padre compró en el ´53, era una estancia de 4000 animales y quizás en ese momento si
se hubiera hecho un relevamiento de campo quizás lo manteníamos y de ahí en más se fueron
bajando las cargas como se hacía en aquel momento a ojo, unos con más criterio y otros con menos
criterio (...)”. (E7)

“Somos responsables los que somos ovejeros de raza, la familia, mis abuelos, mis bisabuelos, han
hecho los viejos muchisimas cosas, en esto la erraron, se equivocaron, produjeron un sobrepastoreo,
la misma presión hacia el campo... de todo tipo... impositiva, los obligó a hacer esto, lo hicieron creo
que inconcientemente, se equivocaron y hoy tenemos las consecuencias (...)”. (E5)

“Sí, más vale, pero se produce la desertificación justamente por esto -la cuestión del clima-, pero
guarda eh!, que también hay campos -y acá nunca lo tuvo recargado porque de acuerdo a las
hectáreas que él tenía siempre mantuvo un número-, hay otros campos que los mismos productores
los han hecho torta. Porque ojo, que vos podes tener 2000, 2500 animales pero no, y bueno, pun!!, le
meten, le meten... y bueno, queda un peladero, mal trabajado, campos chicos recargados, te das
cuenta cuando ves, cuando recorrés (...) es terrible”. (E1)

29 Idem. (Categoría C- Manejo del Campo).


11
“La desertificación viene por dos motivos, vino por la recarga de los campos, después influyó mucho
la sequía, muchos años de sequía y eso y las dos cosas a la vez llevaron a los campos a estar como
están”. (E4)

“Yo no soy un técnico para opinar, se que la gran sequía disminuye la cantidad de pasto, si alguien
dice que este campo es para 3000 animales... yo no se, a lo mejor es relativo... vienen dos o tres años
de gran sequía y ese campo ya no es para tres mil animales, depende del año”. (E2)

“Pero no sólo por el clima, sino que hasta el mismo productor ha sido también parte responsable de
ese naufragio del campo, me parece a mí... no ha tomado conciencia en su momento de descargar los
campos, lucharon siempre por mantener los números (...) la mayoría de la gente los tuvo recargados
a los campos, luchaban por mantenerse y no se estaban dando cuenta que estaban cada vez más abajo
porque metían animales y se les morían (...)”. (E6)

“El campo se ha ido empobreciendo, claro, las sequías (...) y para mi la sequía es fundamental y
despues claro (...) la sequía, no ha habido pastos, no ha crecido el pasto, y ahí está... entonces, ¿no se
si me explico?” (E8)

La cuestión del despoblamiento de los establecimientos es algo que aparece como una preocupación
constante entre los ganaderos que aún intentan permanecer y producir en sus estancias 30. Esa
inquietud queda reflejada en las siguientes expresiones:

“El campo se ha abandonado por dos cosas: por un lado, la desertificación que bajó la productividad
de los campos, esto es innegable y, por otro lado, las porciones indivisas de los campos (...) al que se
queda en el campo hay que apoyarlo, que ese tipo sea el que siga y que enfrente la situación y pueda
producir una ventaja (...) Hay una Sociedad Rural, es muy chica, por que casi todos los productores
de la zona viven en el puerto, en San Julián, después, hubo intentos de formar, pero el resto de la
gente se fue y no hay gente ni para formar una sociedad rural. Las estancias se cerraron porque la
gente se fue (...) hoy vos tenés hacienda en un campo y tenés todos los campos de alrededor
abandonados, la carga, la presión de los depredadores es mayor”. (E5)

“Una cosa es cuando las cosas están hechas y otra es cuando tenés que empezar todo de nuevo, yo lo
he vivido antes; si los políticos se dieran cuenta del desastre que estamos teniendo aquí en la zona;
va a costar muchisimo más componerlo por que va a haber que empezar de vuelta (...) son
inversiones, inversiones, inversiones”. (E5)

30 Idem. (Categoría D- Factores de la crisis del campo).


12
“Ahora, para volver a repoblar, va a costar eh!, va a costar (...)”. (E8)

“Se puede mejorar todo, que hay que comprar alambres, incluso instalaciones para que la gente viva
mejor (...)”. (E2)

“Hay que retener al poblador y también al hombre de campo. Ahora, en lo que hace al poblador que
quisiera repoblar el campo, habría que ver también, porque claro, se va a encontrar con una serie de
cosas, va a tener que mejorar las poblaciones, los alambres (...)”. (E8)

El valor de la lana aparece como una de las variables fuertes y que da racionalidad, desde la óptica
de los productores, a una actitud que tiene que ver con mantener el número de animales aunque el
pastizal natural no este en condiciones para soportarlo31.

“Que ha habido errores, no hay dudas, ha habido y sigue habiendo; yo sigo viendo campos que
todavía están recargados, yo creo que ha sido todo consecuencia de los valores en su momento por
ahí de la lana, que ha hecho que aumentara el número de hacienda por ahí por ambición de querer
sacar más y por ahí sacaban menos porque tenían hacienda en peor estado, entonces te baja el
porcentaje de kilos de lana, en definitiva se te complica más de lo que ganas (...) la lana nuestra ha
tenido una mala comercialización en su momento, nosotros hemos corrido a los compradores
también en su momento por mal manejo de la lana (...) ha caido el precio mundialmente y eso es
medio insolucionable para nosotros (...) se ha tomado conciencia de que había que vender calidad y
no mentirle a los compradores, había que ganar otra vez el mercado mundial de lanas (...)”. (E7)

“(...) agregá bajisima rentabilidad de la lana, agregá que hay que pagar sueldos más o menos
superiores a los normales que pagan en el pueblo... entonces... hay que invertir más, darle más
comodidades a la gente... así que los costos son demasiados... sobre todo en esta zona (...)”. (E5)

“hace 6, 7 años fue un desastre, el año pasado valía 80 centavos, ahora si se mantuviera en $ 1.50 el
kilo (...)”. (E8)

“(...) si hoy él tuviera que cosechar los 20.000 kilos de lana y está el precio a lo que estaba el año
pasado el kilo, no le cerraban los números (...) otro problema del poblador fue la lana, ese fue el
desarreglo grande, el valor del producto”. (E1)

“El valor histórico de la lana afuera, no te estoy hablando de acá de Argentina, bajó, subió pero se
mantuvo siempre en un... arriba de un dólar, un dólar y medio (...) cuando acá estaba a 87 centavos,

31 Idem. (Categoría G- Lana).


13
en Australia estaba en un dólar y medio o más, depende de la calidad, siempre estuvo, por lo menos,
25 o 30% más cara que acá”. (E6)

“Y yo no se... el problema que pienso es que para el ganadero, tendríamos que saber a donde poder
vender, hoy dicen que la lana vale, pero a mi me gustaría llegar con un fardo de lana y saber dónde
lo vendo, quién me lo compra y a que precio, entonces ahí diríamos vale!! (...) hay gente que a lo
mejor tiene 20.000 kilos de lana y la tiene en el galpón porque no alcanza a salvar los gastos (...) el
problema es a quien venderle, los impuestos y esas cosas, ¿no?”. (E4)

“Si vos tenés un ovejero, se dedica única y exclusivamente a recorrer el campo, no hace otra cosa,
tenes otra persona más para mantener las plantas, regarlas, etc. (...) y empieza a venirse todo abajo
con la baja de la rentabilidad, ya no podés tener el tipo que cuida, la gente (...) la baja rentabilidad
siempre impide volver a comprar, a reponer (...) Volver al campo nunca, con la rentabilidad que tiene
la lana, con tres sueldos se te terminó la lana (...)”. (E2)

“Al no valer el producto es que, para mí, se empiezan a quemar los tantos (...)”. (E3)

“La gente está teniendo un cambio por obligación (...) el campo no es rentable, estamos trabajando a
pérdida, por lo menos toda esta zona (...)”. (E7)

Los depredadores, junto con el clima, aparecen de manera reiterada entre las causas que explican
la caída del stok ovino y la consecuente crisis del campo en la meseta central32.

“Donde a tu aumento -en número de cabezas- te lo comen los depredadores, los números se te van al
diablo (...)”. (E7)

“Las pérdidas que tenemos son muy grandes por la cantidad de depredadores, el aumento del león y
el zorro colorado (...) parece que no se nos creyera cuando uno habla y dice las pérdidas que tiene
(...) yo te puedo dar una pérdida por depredadores que es del 10 de enero al 20 de abril de este año
(1995), sobre 3700 animales perdí 400, que no eran corderos chicos ni flacos; perder 400 animales,
hacienda gorda, en ese estado, sin enfermedad, es un disparate. Yo el año pasado en mayo perdí la
mitad de los corderos que eran 2300 y quedaron 1000 y algo, nada más”. (E7)

“El tema de los depredadores, sigue siendo el tema de la política, yo no se si cambiará algo, y bueno,
si siguen a ese ritmo, cuando se quieran dar cuenta no va a quedar nada, ya es tierra... todo esto ya es
tierra arrasada, no queda prácticamente nada (...) son el zorro y el león, cuando querés acordar tenés

32 Idem. (Categoría F- Depredadores).


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perdidas de 300 o 400 animales por el león, y otra es el robo, el robo es infernal, es increible la
desidia (...)”. (E5)

“Encima el robo es excarcelable, es lo mismo que te agarren con uno que con un arreo, o ¿no? (...)
por supuesto que al no haber campo poblado y al estar prohibida la caza, la gente de campo no anda
por el campo porqué está vacio (...)”. (E1)

“Finalmente la mortandad de animales por zorro, por robo es imposible de evitar, nosotros no
tenemos armas para el ladrón”. (E2)

“Había mucho zorro, años malos y todo eso lleva a aumentar el zorro, se prohibió la caza del zorro
colorado”. (E1)

“El tema del robo, hay un criterio equivocado de las autoridades, usted los escucha hablar, el policia
le va a decir: hey, te robe un capón para comer!, pero no es el capón para comer, es que con ese
mismo criterio yo voy y le digo al policia, señor, yo necesito para comer, deme un diez por ciento de
su sueldo... y ese es el criterio que pesa en las autoridades (...) eso le da cierta impunidad también a
la persona que roba”. (E8)

“Ahora se nota más el tema del zorro... esta bien, el zorro es dañino, donde hay campo despoblado
van a ir adonde hay para poder cazar, pero lo que pasa es que se notaba pero no tenías aumento de
todas maneras todos los años, señalabas 1.600, 1.700 corderos, vendías 300 0 400 y vos a la otra
esquila andarías por 800, 650 o 700, o sea que incorporabas a la majada, y ahora no, porque hay 600
ovejas, señalastes 192 y te comieron 50 los zorros y te comió el 50%; antes señalabas 1.600, te
comían 500 los zorros, pero te quedaban 800, 750; el zorro siempre existió, lo podés combatir”. (E1)

Una actitud que aparece como clave, desde afuera, en cuanto a la posibilidad de resurgir o de
mantenerse para muchos productores es la de trabajar en conjunto, asociarse con sus vecinos. Fue
este un tema largamente tratado en las entrevistas y que mereció diversas opiniones33.

“(...) teóricamente tendríamos que hacer un trabajo en conjunto, a mi me da bronca que hablan,
hablan y que cuando tienen que ir a los hechos se lavan las manos (...) porque por ahí formas un
grupo, y vas a comer un asadito, y buscar el punto de roce, pero luego no pasa nada”. (E6)

“Bárbaro, se puede, pero te voy a dar un ejemplo. Cambio Rural, son cuatro gatos locos, cómo haces
para llegar a un acuerdo, es terrible!! (...) es bárbaro lo que vos decís, pero yo quisiera que vos me

33 Datos propios. Entrevistas a productores en la Zona de Gobernador Gregores, Meseta Central de la Provincia de Santa Cruz. INTA-GTZ/UNPA.
(Categoría I- Expectativas para mejorar el campo).
15
juntes cuatro, y tiene que haber cuatro que produzcan, porque si está el campo como esto, ¿con quién
se va asociar?, ¿con el basurero, con el limpiacloacas?”. (E1)

“Yo integro el grupo de Cambio Rural. Por ahí eso tiene algo que nos ayudemos el uno al otro,
tenemos las reuniones, tenemos las charlas, está deprimido igual, porque uno en esas charlas hace
proyectos y cosas que después no se pueden llevar a cabo porque no hay dinero, entonces lo hemos
iniciado por ahí con fuerza, pero se va decayendo (...) acá, el factor negativo podría ser un poquito
las distancias que nos separan unos a otros (...) estamos todos muy limitados con lo que podemos
hacer, entonces por ahí los proyectos están pero no se pueden llevar a cabo”. (E7)

“Si, lo que pasa... depende de como uno negocie, no está todo en uno, ¿vio?”. (E3)

“Sí, sí, siempre y cuando nos asociemos todos los que trabajamos”. (E4)

“ (...) por ejemplo, con mi vecino hemos hecho trabajos de agua en común, claro tendríamos que ir
acostumbrándonos también, porque a veces como decirle, uno tiene un medio, en el caso de Juan me
da la oportunidad de sacar el agua y bueno, yo tengo el vehículo que puedo traerle una maquinaria
(...) y eso va, poco a poco va (...) es necesario por un montón de cosas, uno conversa, son problemas
que tenemos todos, uno los soluciona de una manera, siempre es mejor y hay un acercamiento entre
pobladores”. (E8)

El monto estimado de dinero para cubrir los costos del establecimiento es un tema que se conversó
con los productores, como en otros temas, las opiniones fueron diversas.

A modo de referencia, algunos estudios realizados en 1993 afirmaban que el “ingreso mínimo para la
subsistencia era de $ 20.000. Con la tecnología actual, se requieren 6.000 ovinos para llegar a ese
monto. Un solo establecimiento del área (G. Gregores) reúne el requisito”34.

“Son números que van a variar mucho según el tipo de campo que tengas... no se si el promedio te da
7 u 8 mil animales; hace un tiempo atrás te decían que eran 5 o 6 mil, eso fue variando. Pero tenes
una variación que es importante en la zona que vos estés, porque hay zonas donde por la topografía
del terreno, las pérdidas se acrecientan mucho, el deprededador (...) para poder vivir tenes que tener
unos 6 mil animales... pero ahí los valores... porque si vos tenés pérdidas, vos con 6.000 animales,
tengo 3.000 ovejas madres, serán 2.000 corderos, por dar un número, y si tengo pérdidas, yo se que
puedo vender 1200 (...)”. (E7)

34 Documento Area Piloto de G. Gregores. pag. 15


16
“3.000 ovejas. Si las señaladas fueran superiores al 60, 65%, donde vos podes vender la lana a valor
de 2 dolares el kilo, de 1,50 pesos no podes. A este valor de la lana y pudiendo vender la lana y los
corderos, a este precio, anda el negocio, modesto pero anda”. (E1)

“Acá ya habría que empezar, habría que hablar de 5.000 animales, para cubrir bien los costos (...)”.
(E8)

Despues de conversar sobre la situación actual, algo de la historia de las distintas estancias, se
habló también acerca de las posibilidades de desarrollo a partir de ahora. Las posibilidades de
producciones alternativas vienen asociadas a la existencia de agua en el establecimiento, siendo
esta una limitante muy fuerte, casi definitiva a cualquier otro tipo de producción que no sea el lanar
de manera extensiva.

Esta producción extensiva es la que está en crisis por el agotamiento de los suelos y perdida de la
vegetación comestible. La situación es preocupante y la mayoría de los estudios realizados en la
zona y en la Provincia de Santa Cruz, especialmente por el INTA y el CAP, estiman que “la
reconversión productiva exige una adopción de tecnología y una modificación en los habitos
culturales del productor y la familia”35.

“ (...) el ganadero no tiene idea de lo que representa una hectárea sembrada a una hectárea de campo
natural en estos campos, una hectárea acá está entre los 30 y 50 kilos de masa seca, y una hectárea
sembrada debe estar en los 4 o 5 mil kilos”. (E7)

En general, la posibilidad de generar producciones alternativas viene de la mano de la


incorporación de tecnología, lo cual no es percibido por todos los ganaderos por igual. Esta
incorporación de tecnología aparece asociada con la diversificación productiva. La visión de la
potencialidad de esta incorporación no es apreciada en su real dimensión por los productores
entrevistados.

No obstante, existe información que puede ayudar a tomar las decisiones adecuadas en el momento
oportuno: “estancias con receptividad baja (2 has. por cabeza) han logrado un alto rendimiento de
lana por animal, fruto de la confluencia de varios factores: pasturas artificiales, la organizada
subdivisión del campo teniendo en cuenta la presencia de aguadas, de campos de uso estacional y la
calidad de los pastos naturales y la experimentación en la cruza de ganado (inseminación artificial y
diversificación ganadera)”.36

35 Ier Informe de Coyuntura Laboral “Santa Cruz”. (1994). Pag. 40.


36 Cepparo de Grosso, Maria E.: Op. Cit. (1986). Pag. 114.
17
“(...) uno se hace problemas pensando hoy y mañana y lo que viene porque de llevar 40 años ahí
poniendo todo lo que uno puso, viendo cómo poder tecnificar el campo, teniendo un establecimiento
como el que tengo yo ahí, que hay muchos de esa forma, poniendo tecnología en ese campo, que
estuviera produciendo y ocupando 10 o 15 personas de mano de obra o más por ahí, (...) hoy estaría
haciendo inversiones (...)”. (E7)

El tema central de la incorporación de tecnología pasa por la predisposición que el productor


manifieste, pero tiene que ver fundamentalmente con la disponibilidad de capital para llevar adelante
las inversiones requeridas. “La gravedad de la crisis sectorial hace que sea necesario ofrecer un
financiamiento integral, para poder afrontar la descapitalización del sector, las necesidades de corto
plazo y las que surjan de nuevas inversiones productivas”.37

La situación del campo es apuntada con notable claridad por un integrante de la Sociedad Rural del
Valle del Chubut: “no habrá revolución productiva y ni siquiera mantenimiento de la producción si
no efectuamos mayores inversiones e introducimos mayor tecnología y mayor calidad de vida en el
campo”38. El INTA y el CAP apuntan a “difundir el criterio de la diversificación mediante el uso
integral de los recursos (...) el objetivo es un cambio de actitud del productor para enfrentar la dura
situación sin recurrir a la ayuda subsidiada permanente. Este cambio de actitud pretende modificar la
cultura del ovino para dar lugar a una cultura de la producción agropecuaria”39.

La cuestión de las pasturas naturales o implantadas fue tratado en contadas ocasiones por los
productores. Respecto a la siembra de pasturas, según el censo agropecuario de 1977/78, la
superficie sembrada no superaba el 22% ese año. Hacía 1988, los datos indicaban que no llegaban
a 2000 las hectáreas sembradas. Estas fueron sus opiniones sobre el tema 40. Esta idea está presente
en algunos productores, junto a lo que aparece como el motor y el freno al cambio: la inversión.

“Lo que ha pasado, ellos al sembrar, son más o menos 200 has., cercado con alambre, y eso es
imposible, el alambrado es imposible (...) siempre estamos en la parte económica, la parte económica
nos traba todo (...) el tema es poder aprovechar un poquito más el río en este caso, hacer canales (...)
la idea en lo que si concierne al caso nuestro, todo lo que es riego aprovechar al máximo... lo que es
donde se podría sembrar, en este caso los medanos”. (E8)

“Y no sabemos bien que hacer que sea rentable, por qué invertir, no?, porque ya créditos... sacar un
crédito para no pagarlo, mejor no sacarlo. Aparte uno ya tiene su medio de vida y te vas a complicar

37 Propuesta para el Desarrollo del Sector Agropecuario de Santa Cruz. 1994-2000. s/d.
38 Ing. Saenz. En Presencia. Año IV. Nros. 20/21. 1990.
39 Alvarez, Roberto: “Informe: consecuencias de la erupción del Volcan Hudsón en Santa Cruz”. AER San Julián. 1992.
40 Idem. (Categoría B- Situación del Campo). Datos tomados de Barberia, Elsa. Op. Cit. Pag. 277.
18
la vida, vas a deber 100.000 pesos como en el pasado, ¿para qué? (...) A mí me gustarían los
vacunos, todos dicen que es más fácil, que da, que es más rentable (...) tengo ganas de meter 50
novillitos, comprar 50 animales y bueno, ya por lo menos te da para el peón, ya no pierdo plata (...)”.
(E3)

“Para recuperar los campos, si no hay agua, hay posibilidades de hacer pasturas teniendo agua y eso,
en buena hora; el que no tiene, lamentablemente tiene que estar esperando el tiempo nomás (...) este
año podemos ver la cantidad de pasto que hay, pero si no llega a venir nevador de vuelta, el año que
viene van a estar lo mismo que hace dos años atrás (...) el que puede sacar agua de un río, de
manantial, ese puede seguir adelante, con más o menos sacrificio, ahora el que depende del tiempo,
ya dispone la naturaleza, ¿no?”. (E4)

La situación frente a la posibilidad de obtener créditos para hacer mejoras o para repoblar con
hacienda los campos aparece como conflictiva, generando fuertes dudas e incluso llevando a la no
aceptación del mismo aunque su obtención fuera en posición ventajosa41.

“El campo para mí si tiene solución, yo sigo sosteniendo que el campo tiene solución, con un poco
de ayuda del clima y con una ayuda muy grande del gobierno, que por lo menos tienda a poblar la
Patagonia (...) todavía hay campos que están con 100, 180 ovejitas, que están cuidando el campo;
vos vas a muchos campos y no encontrar ni siquiera el techo del galpón. Por ejemplo, que el
Gobierno haga una inversión de 30.000, 40.000 o 50.000 mil ovejas... no quiero plata, quiero ovejas
y me dicen: señor, si yo le doy 1.000 ovejas, usted todos los años me va a dar 150 ovejas durante 8 o
10 años (...)”. (E1)

“Yo calculo que no se va a poblar porque la gente no quiere pedir los créditos, porque tiene miedo y
por ahí ve cosas raras (...)”. (E6)

“Hay posibilidades en el campo, por ejemplo nosotros acá tenemos posibilidades ciertas, que se
pueden llevar a cabo y hacerlas, pero claro, todo cuesta (...)”. (E8)

“Necesitamos ayuda. El problema es el capital. El problema es quien te lo presta”. (E1)

“ (...) pero si no hay rentabilidad, ni siquiera podemos ir a pedir un crédito. Un tipo quiere comprar
mil ovejas, ¿cuanto valen las mil ovejas?, 50.000 dolares, ¿cómo voy a pagar eso?, ni que me den 20
años (...)”. (E2)

41 Datos propios. Entrevistas a productores en la Zona de Gobernador Gregores, Meseta Central de la Provincia de Santa Cruz. INTA-GTZ/UNPA.
(Categoría J- Créditos).
19
“La unidad económica en estas condiciones no cierra por ningún lado, acá hay que invertir fuerte,
buscar la gente que quiera estar en el campo, darle créditos blandos a larguísimo plazo, y hacer
créditos productivos, con un proyecto (...) vamos a seguir como estábamos, no va a haber carne ni
para comer, la zona centro es tierra de nadie, es tierra arrasada, se están robando las cosas, los
alambres se están cayendo al piso y no se levantan nunca más (...) realmente es un desquicio (...) te
estoy hablando de creditos tasas libres, que no hoy no existen. A tasas del 4 0 6% anual, pero a 25 o
30 años”. (E5)

“Hoy son números que indudablemente el que va a comprar la hacienda tiene que hacerlos, no se
puede tomar un credito porque esté vigente o porque te lo ofrezcan, ir a sacarlo sin hacer números, la
hacienda está cara, ir a comprar una oveja a 40 o 45 dolares no se van a devolver así nomas, quizás
se pueda devolver con un ganadero que tenga otra actividad (...) el año pasado para esta época estaba
el kilo vivo 1.45, 1.50, este año está en 1 peso y con eso ya yo perdí, o deje de ganar lo que podría
ser la cuota del credito (...) los créditos bancarios que indudablemente son muy caros, un credito con
tasa unificada está en el 11, 12% y un credito común está en el 22% que es una tasa usurera por
completo; el campo, por lo menos acá, cualquier cosa que vos hagas, son de muy largo plazo”. (E7)

Emparentado con el crédito esta la cuestión de la hacienda, el problema de como mantener el stock
y mantener las cuentas de manera positiva 42. Esta situación es compleja, pues debe tenerse en
cuenta que más allá de que los números cierren o no, se busca que el hombre y la naturaleza puedan
interactuar de una manera beneficiosa para ambos, en otras palabras, de seguir con la actual forma
de trabajo en el campo, la crisis del ecosistema natural terminará arrastrando al hombre en su
caída.

“Este año por ejemplo, toda esta situación ha llevado a un atraso grande, incluso en las majadas, no
se ha podido comprar reproductores buenos u ovejitas, mal o bien tenemos carneros de la misma
majada, porque la situación no da”. (E8)

“Volví a comprar ovejas, varias veces... otra vez cambié ovejas por capones, para mantener el
número de pariciones, para mantener el número (...) ¿Las ovejas?, yo no las vendí, se murieron”.
(E2)

“Y si tuviera el dinero creo que sería mala cabeza invertirlo en animales”. (E1)

IV. Comentarios (a modo de conclusión provisoria)

42 Idem. (Categoría E- Evolución del stock).


20
Esta aproximación a la problemática de la desertificación, pone en evidencia que su solución va más
allá de poner en práctica las soluciones o alternativas propuestas por los informes técnicos, más que
eso, se trata de lograr el acuerdo entre dos lógicas que aparecen como irreconciliables: la lógica
económica del productor, de lucha por la sobrevivencia y la lógica natural, del ecosistema, donde la
producción ya no es posible tal como la conocemos.

Se trata, en suma, de aceptar al menos dos argumentos que resultan claves para comprender la crisis,
por un lado, el suelo y los pastizales naturales han llegado a un grado tal de agotamiento que no se
recuperaran por más que permanezcan en clausura o cerrados al pastoreo por muchos años y, por otra
parte, aún en ese estado, son el único recurso que tienen aquellos que intentan seguir con la
ganadería ovina de manera extensiva.

Entonces, puede uno preguntarse: ¿qué hacer?, y las respuestas, simples en apariencia, encierran un
universo de cuestiones que hasta ahora el ganadero tradicional no se había planteado: realizar
estudios de suelo para detectar zonas aptas para siembra, relevar los recursos acuíferos y ver la forma
de utilizarlos para regar, averiguar precios de semillas, fertilizantes, maquinarias, mano de obra,
sistematizar las tierras elegidas, acomodarse a nuevos calendarios de trabajo en las tareas agricolas y
rurales, en fin, un sin número de tareas que no formaban parte de su quehacer cotidiano pero que, en
la actual situación son la única alternativa para muchos de los pobladores en la meseta central.

Hay muchos productores cuyos establecimientos no presentan un grado tan severo de desertificación,
pero se encuentran sin hacienda y rodeado de vecinos también sin animales, en ellos podría ser
viable todavía la explotación ovina pero la inversión requerida es muy grande y los margenes de
error imprevisibles, por lo que no es esta la vía a explorar.

El trabajo “mano a mano” con los productores aparece como una vía interesante en dos instancias
casi simultáneas: a) explicitación y discusión de la forma de producción y de sus razones. Este
trabajo debería ser progresivo, puesto que implica un gran esfuerzo de involucramiento personal por
parte del productor. A la vez, debe ser un trabajo grupal, entre pares y con la participación de
técnicos relacionados con la cuestión agropecuaria regional, que puedan captar la información y
procesarla para elaborar un plan acorde a las expectativas, las necesidades y las disponibilidades
humanas, técnicas y financieras y; b) el trabajo con los productores debería ser acompañado de un
paquete de tecnologías disponibles para las distinrtas opciones que se manejen (que los organismos
técnicos tienen ya confeccionada y, en algunos casos, en uso) y de líneas de crédito con la suficiente
flexibilidad como para que los productores, descapitalizados en su mayoría, puedan acceder y
comenzar a pagar cuando la nueva producción esté en marcha. Es necesario mencionar que los

21
créditos deberían ser muy selectivos, para que su impacto sea lo más efectivo posible y sirva de
estimulo a nuevas inversiones.

Estas son algunas conclusiones provisorias que, en el marco del presente estudio, no tienen más que
la pretensión de orientar la discusión y efectuar un intento de aproximación entre las dos
racionalidades que aparecen como contrapuestas y que tendrían que estar en estrecho contacto: la del
productor y la de los organismos técnicos, sin esa coincidencia, el porvenir de la región se desdibuja
aún más./

22

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