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POEMARIO

EDISSON A. CAJILIMA MÁRQUEZ

Editorial Centro de Estudios de América Latina


2019
Poemario

EDISSON A. CAJILIMA MÁRQUEZ

COLECCIÓN TALLER LITERARIO


Directora Kelly P. Loaiza Sánchez

FICHA TÉCNICA
Título: Poemario
Autor: Edisson A. Cajilima Márquez
Editorial Centro de Estudio Sociales de América Latina (CES-AL)
Cuenca (Ecuador) 2019

CRÉDITOS
Cuidado edición: CES-AL
Directora Colección: Kelly P. Loaiza Sánchez
ISBN: 978-9942-8742-3-8
Diseño y diagramación: Rafael Martín Cantos

QUEDA TOTALMENTE PERMITIDA Y AUTORIZADA LA REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL DE


ESTE MATERIAL BAJO CUALQUIER PROCEDIMIENTO O SOPORTE A EXCEPCIÓN DE FINES
COMERCIALES O LUCRATIVOS.
Índice
Presentación 4
A modo de prólogo 5
Te elijo 8
Ella no está rota 9
Infinita 12
Sospechosa 14
Un día alegre 16
Abrazos 17
Analogías 19
Abandonado 21
Anatomía 22
Donde tengo la cabeza 24
Guerras 26
Hagamos un domingo 29
Las escondidas 31
Las noches que tengo 35
Llenos 38
Lo que conozco 41
Los nombres que te han puesto 42
Luna lunera 43
No apagues la luz 46
No vengas 48
Otras alas 50
Sálvese quien pueda 52
Solo 53
Te he visto 55
Varado 57
Un domingo con ella 58
Eres linda 59
Conquista 60
Poemario Edisson Cajilima Márquez

PRESENTACIÓN

La colección “Taller Literario”, que nace bajo el sello editorial del Centro
de Estudios Sociales de América Latina, tiene como principal propósito
crear un espacio destinado a los jóvenes, que se inician en los distintos
géneros del arte de la escritura. Ésta es, sin duda, una apuesta
decidida por estimular, fomentar y socializar creaciones literarias
neófitas, que permitan a estos aprendices experimentar, avanzar y
crecer en el mundo de las Letras.
Este Taller tiene, además, como pretensión complementaria
convertirse en “un punto de encuentro”, donde confluyan autores y
escritores con mayor recorrido y experiencia: una especie de plaza
literaria común, abierta e intergeneracional, que dinamice intercambio
y aprendizaje colectivo, a partir de la experiencia consolidada de
escritores.
El primer volumen de esta colección se inicia a través de la pluma de
un joven estudiante universitario, Edisson A. Cajilima Márquez, que
nos brinda un poemario de amor y de vida. Las líneas de sus poemas
recorren una variedad de tópicos, entre otros, la elección constante del
ser amado; la vida que busca renacer en medio de la adversidad; la
riqueza de los momentos simples; la búsqueda del nuevo amor; y las
secuelas del desamor. El texto es un espacio que vincula diversidad
de emociones, sentimientos, sucesos y una invitación al lector a
reflexionar y a empatizar con versos que transmiten experiencias del
diario vivir.

KELLY P. LOAIZA SÁNCHEZ


Directora Colección Taller Literario

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

A MODO DE PRÓLOGO

Mi amigo José Manuel Castellano me invita desde “la mitad del


mundo”, Cuenca, Ecuador, a participar en un proyecto editorial
digital de temática social y de potenciar a los jóvenes investigadores,
así como la creación de una colección literaria para estimular a los
jóvenes en lo que a las Letras se refiere.
Tengo que comentar que me gusta esa idea que se denomina Centro
de Estudios Sociales de América Latina, por lo que puede significar
para ese continente, tan cercano en lo psicológico y tan lejano de
Canarias en lo físico y que siempre nos ha hecho sentir como en casa.
Hace ya unos años escribí un poema que dice así:
“Sumar y no restar / multiplicar la suma y no dividir jamás / para llegado el
recuento / tener algo que contar”.
Me refería a nuestra tierra canaria tan sometida a la parcelación del
archipiélago por intereses espurios y caciquiles que intentan por todos
los medios aislar a las islas para en cada una de ellas imponer sus
tramas, tramoyas y trampas.
La opinión que aquí nos llega de la América Latina actual es la historia
de una zona convulsa, como el mismo mundo que la rodea, por eso
creo importante este proyecto por lo que de estudio tiene y sobre todo
de servicio al mundo de la información y la identidad de los pueblos,
así como a la formación de las futuras generaciones de servidores de
la sociedad en la que están inmersos.
Por ahora felicitar a sus impulsores que van a tener mucho trabajo, y
lo digo desde mi experiencia de miembro fundador del Centro de la
Cultura Popular Canaria hace ya cuarenta y dos años, en el que hemos
conocido muchas vicisitudes y muchas interesadas zancadillas,
algunas de las cuales conoce muy bien José Manuel Castellano desde
dentro del Centro del que fue importante colaborador.
Junto con la invitación me llega un Poemario del que debo dar una
opinión. Se me hace difícil hacer un juicio más profundo porque no
conozco al autor, que eso ayuda mucho, y porque los giros del español
de América Latina pueden inducirme al error.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

Es evidente que el libro POEMARIO es la poesía de un hombre joven,


empeñado en conocer las claves de la convivencia y la existencia a
través de la empatía y el enamoramiento. Se confiesa enamorado del
mundo, de la paz, de la cultura a través del cuerpo y las actitudes de
una mujer ensoñada a la que parece pedirle presencia física para, a
través del goce, interpretar el mundo que a los dos envuelve
ocasionándole variados y múltiples desasosiegos que son ni más ni
menos que la fría realidad que hay que cambiar mientras ella intenta
cambiarnos.
Quiero comentarle a Edisson A. Cajilima Márquez algo que a lo largo
de los años y de la lógica evolución he aprendido; algo que sí quiero
comunicarle como si lo conociera de siempre. Para todo lo que
intentas describir es un bonito camino la poesía y la continuidad en
ella desde el compromiso con lo que te rodea. América Latina es un
mundo proclive a la poesía y ha dado verdaderos genios en ese campo
a los que admiro y recurro con frecuencia. Encuéntrate en ellos
mientras nos hablas de tu tiempo.
Animo, en definitiva, a que tanto el proyecto llegue donde sus
miembros lo impulsen que puede ser muy alto y muy lejos. Y en
Canarias sirva para estudiar mejor a quienes están entre nosotros
porque las circunstancias adversas l@s han traído hasta aquí. Igual
que nosotros lo hicimos a ese continente cuando parecidas
circunstancias nos obligaron a ello y de lo que hay que extraer lo
verdaderamente positivo. Es el conocimiento del mundo. El
conocimiento del otro lo que nos proporciona capacidad de
solidaridad.
Nos dice el autor a lo largo del POEMARIO:

No me hace falta pensar


para tener que elegirte
porque te elijo siempre...

Ella no está rota


no la pierdas de vista
suminístrale tu auxilio
no tu compasión.

6
Poemario Edisson Cajilima Márquez

La solidaridad, en definitiva, que a través del conocimiento facilite la


convivencia sin fronteras artificiales para detener el proceso hacia la
libertad y que desde la fuerza solo se genera involución y violencia.
Porque es fácil inducir a la violencia al ignorante al que se utiliza de
distintas maneras.
Esa es la importancia que avala a este proyecto. La cultura que nos da
la posibilidad de ser libres y que promueve la empatía entre los
pueblos y la convivencia de hombres y mujeres de buena voluntad
que se resisten en todo el mundo a las guerras y a la salvaje
explotación del hombre por el hombre.
Por último, desde estas Islas Atlánticas, con fuerte vocación identitaria
americana, seguimos muy de cerca la modélica y encomiable labor
desarrollada por José Manuel Castellano, en su comprometido
desempeño docente por armar intelectualmente a los jóvenes
universitarios ecuatorianos, así como su intensa actividad
investigadora. Sentimos, desde luego, la “magua” de su ausencia en
la construcción colectiva de estas Canarias del siglo XXI pero, al
mismo tiempo, llevamos con orgullo su loable contribución a ese país
hermano. Suerte y a vuestra disposición en lo que pueda hacer por ese
hermoso proyecto.

FRANCISCO VIÑA
Poeta

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

TE ELIJO

No me hace falta pensar


para tener que elegirte,
porque te elijo siempre,
cuantas veces me lo pidan,
cuantas preguntas me lancen
cuantos mundos visitemos,
donde quiera que existamos.

Pensar, en estas circunstancias,


en esta extraña condición
podría ser irreparablemente
lo más parecido,
a una duda anticipada.

Ah pero siempre concluyo eligiéndote,


así no hayas llegado a la fila,
así te hayas tardado hoy más que ayer,
así te espere los cinco minutos
que ya van siendo diez,
y que no me importa si son más
porque sabes que te espero.
Pero por favor ya no tardes,
que sin pensarlo ni una ni dos veces
y apenas te vea llegada,
cuando dobles la esquina,
o si llegas a mi puerta,
o si entras a la fuerza
y aterrizas en mi techo,
te elegiré de primera
y de última también.

8
Poemario Edisson Cajilima Márquez

ELLA NO ESTÁ ROTA

Ella no está rota,


maldita sea, no lo está.
Juzgarla con esta ciega justicia,
nos ha hecho suponer puras idioteces,
de las que uno podría arrepentirse
y de hecho se arrepiente,
tres pasos más allá.

Ella no está rota,


ella está cambiando de capullo;
está esperando el retoño de sus alas;
espera la primavera para volver a brotar
porque este otoño le arrebató las últimas hojas
que secaron y enseguida cayeron,
dejándola desnuda, sola con sus ramas,
marchita sin sus hojas.

Ella está preparando un renacer,


las armaduras más fuertes,
los terrenos más firmes,
para aguantar toda la temporada de guerras
sitiada en la angustia en que la rodearon,
entre escombros de los bombardeos
de una ciudad que está vacía,
de su pueblo que no olvida,
de su alma que combate.

Ella no está rota,


no la pierdas de vista,
suminístrale tu auxilio,
no tu compasión,

9
Poemario Edisson Cajilima Márquez

que uno no gana una guerra


a punta de clemencia,
ni de palabras de consuelo
que al fin y acabo terminan muriéndose
en ese espacio vacío,
a la salida de los labios.
Ella no está rota,
está asediada de angustias,
está herida por las balas
que lograron rozarla en su trayecto;
se congela en el frío que la invade,
está sola, herida, a tientas y a medias,
ella pueda estar de todo,
de todo menos rota.

Ah pero no crea que este exilio


en que yacen sus maltratados ojos
se van a quedar de por vida allí esperando,
no, a una parte de ella, en un costado de la rama
le ha brotado la primera hojita,
pasado mañana según los biólogos de turno,
podría amanecer inundada en sus ramas
de pequeñas envolturas verdes,
que ya la empiezan a abrigar,
y que vienen a ser síntomas
de una primavera que ya llega.
Dicen los señores entendidos de la guerra
que enviaron una tropa de asistencia a la ciudad,
pronto el auxilio te llegará amiga mía,
me he puesto en camino, no te rindas que ya voy.

Ella no está rota,


no pudieron romperla,
no pudieron ni podrán.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

Ella no está rota,


sabe florecer;
ella no está rota,
sabe renacer.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

Esto lo escribí un día de tantos aquellos que me hablaste de ti, entonces te


tomé y te hice poema.

INFINITA
Porque eres infinita, Sofía.

No señorita,
a usted la trajeron para algo más grande,
usted está aquí no para cosas pequeñas,
está para cosas que valen la pena;
la hicieron con toda la intención
porque de algún modo sabían,
que más adelante
en este mundo camuflado,
haría falta el amor,
el que usted tiene para ofrecer,
el que derrama por los ojos,
y el que seca con sonrisas.

No señorita,
a usted la hicieron
para algo extraordinariamente hermoso,
a usted se la hizo,
-según me dice mi sexto sentido-
para querernos a todos,
para proveer de amor al mundo,
que lo ha perdido todo,
no sé dónde, no sé en quién.

Quizá el mundo se haya equivocado,


y que desatino tan terrible en querer opacarla
y hacerse que no ve;
que tonta la gente,
que te ha hecho sufrir
más de lo que tú sufres por ellos;

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

con tal ternura de tu parte


a uno le basta para entender
que tus brazos son grandes,
y tu corazón infinito.
A veces llego a pensar
Que ahí en donde estas,
te hace falta un poco de amor,
del que no te puede dar este mundo,
ni ninguna otra cosa.

Pienso también que si tú me dejaras,


le pondría la misma alegría
que tú pones cuando curas a los tristes,
para darte toneladas de amor
y que te quedes un poco más,
visitando esta partecita de tierra,
hospedada en mi pueblo.
Solo entonces señorita
se habrá de completar tu ciclo de vida,
tu paso por estos oscuros rincones,
para más tarde volver,
a salvarnos de nuevo,
a salvar este infierno,
a vivir en mi mundo,
aunque yo solo sea
- cosa que no quiero-
un pedacito de todo
en tu universo infinito.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

SOSPECHOSA

Eres sospechosa
de robarte mis sueños,
de suicidar mi oscuridad,
de secuestrar mis angustias,
de matar mis dudas,
de tomarte a la fuerza,
los versos que te escribo.

Eres sospechosa de poner en zozobra


mis ganas de morir,
sospechosa de soborno
a los demonios que me invaden,
y a los que mandaste a dormir.

Eres sospechosa de amedrentar


a los temores del amor,
sospechosa de quitarme
los malos decretos,
y sospechosa de violar mi desorden,
de infringir mis leyes
e implantarme las tuyas.

Eres sospechosa del tráfico de poemas,


de vulnerar mis pensamientos,
y no dejarme tan quieto.
Eres sospechosa de una conquista no anunciada.

Eres sospechosa de hurto agravado,


pues te he cogido con las manos en mi alma;
sospechosa de homicidio
pues te he cogido ahogando mis sombras.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

Eres sospechosa de migración ilegal,


has venido de tan lejos
sin importar fronteras ni aduana,
a revivirme de la vida
en la que sabía que moría.

Eres sospechosa de ser la culpable.


Te declaro culpable de quitarme
mi tranquilidad, el desorden, mi silencio,
las nulas ganas de no quererte;
eres culpable de que te quiera,
como te ando queriendo.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

UN DÍA ALEGRE

Ayúdame a ser día alegre,


ni tiritante sol,
ni lluvia acalorada.
Hazme un día contento
un día de playa,
un domingo de cine,
una noche de pasión,
una madrugada de abrazos,
una mañana de café,
una tarde de mimos,
un día recordado
un día de nosotros.
Hazme y deshazme,
como quieras, a tu antojo,
sin temores, sin miedos,
sin días sin ti,
con más días contigo.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

ABRAZOS

Dadas las terribles quemaduras que he tenido,


he pensado, y esta vez en serio,
en irme por ahí sin hacerte detalles
ni motivos de a dónde voy,
para dejar olvidado,
no sé por dónde, no sé por ahí,
el amor que me oprime,
este amor que no vale,
este amor que quieres y no quieres,
las esperanzas, que son muy pocas.
Pero tú sabes cariño
que cuando digo en serio,
no es tan en serio,
y que cuando a punto,
a centímetros estoy de dejarte,
retrocedo del abismo
y me tomo de la primera mano,
del primer beso,
de la última caricia
que no haya suelto mi camisa.

Tú sabes cariño
que cuando digo en serio,
tal vez no lo diga tan en serio,
porque aunque yo ande queriendo
abalanzarme a los primeros brazos que encuentre,
los tuyos no me dejan;
sin duda has de tener los brazos en llamas
a quienes quiero asomarme,
porque calientan mi cuerpo;
pero dada la distancia no es lo que parece

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

porque tus brazas encendidas,


empiezan a quemarme.

Tus brazos son las brazas


que calientan mi cuerpo
pero que también lo arden
haciéndolo cenizas.
Quiero que comprendas esta grave situación
En la que me encuentro contigo y conmigo
Porque yo lo no entiendo,
no tengo certeza, pero todas las dudas,
es irme y volver, es quedarme y no estar,
es quererte y tu odiarme
es tu fuego que me aleja
eres tú que no consigo.

Tengo un pie dentro y otro más afuera,


no tengo certeza, pero todas las dudas,
es que a veces tus brazos saben a abrazos
y otras en cambio,
a veces brazas, a veces abrazas.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

ANALOGÍAS

Hay que entender en principio


que como el sol es al día,
la luna a la noche,
yo soy contigo, de día o de noche.

También hay que entender


que como los peces son al agua,
las aves al cielo,
yo soy a tus ojos, al café de tu iris,
a tu pupila que dilata
a tu retina que delata.

Entendamos que,
como la sal es al mar,
el azúcar al río,
yo soy a tu cuerpo,
al sudor de tus muslos
y a lo dulce de tus besos.

Así como un niño a su madre,


una guitarra a las manos,
el color a la pintura,
yo soy a tus brazos,
a la sinfonía de tu risa,
a la espera de tus manos.

Así como eres el viento en mi pelo,


las caricias de un susurro,
la primera primavera,
el atardecer de un ocaso,
yo soy el pelo que te aguarda

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

el aire en tu cuello
el verano o el invierno
y la noche que baja.

Analogía es lo que soy,


consecuente a tu causa
y semejante contigo.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

ABANDONADO

Pobre, triste, malherido, hambriento,


ojeroso, mal comido, con las costillas en la piel,
como que si en vez de ser costillas
fueran espadas cruzadas, incrustadas en el cuerpo.
Así me he visto de vez en cuando en el espejo
que siempre acostumbra a decirme la verdad
por más dura que sea, por más fea que suene.
Ni yo mismo me explico la causa de mi abandono,
de mi locura premeditada
en los más oscuros designios
que la muerte viene susurrando
desde que se mudó a mi casa.
Quisiera comprenderlo, pero por más que le busco
no le encuentro un motivo moderado,
uno que valga la pena, y morirme de una vez.
He dicho que se me ha ido el hambre,
que el sueño no me entra,
que el cuerpo me duele, o que mi cama no vale.
Perplejo estoy ahora que me veo,
me he odiado un poco más que ayer
por seguir sentado aquí esperando no sé qué,
como si ese no sé qué vendrá a buscarme.
Todo está desbaratado,
la barba que quiero que me salga y no me sale,
las piernas que quiero que no me duelan,
y me duelen,
el hambre que tengo y no hay comida,
los recuerdos que me comen,
los dolores que me beben,
el amor que se extingue y renuncia,
tú, que quiero que vengas y no vienes,
yo, que quiero ir y que me quedo.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

ANATOMÍA

Sé de geografía,
algo de química
y un poco de física,
también creo saber
algo de biología,
me desempeño en las artes,
toco la guitarra,
conduzco automóvil,
juego pelota,
y enseño a los niños.
Es cierto que sé de informática,
corro muy bien,
soy medio electricista,
y me digo escritor.
Es verdad, a veces canto,
practico deportes,
me gusta leer, quisiera volar
y me gusta dormir.
Sé muchas cosas
y quiero saber más.

Dirán los señores que me escuchan


las chicas que me leen,
¡Que presumido muchachito!
Yo les diré que sé mucho
y a la vez no sé nada,
porque aún me falta conocer
la anatomía y el baile,
bueno, más anatomía,
el baile, por ahora,
-a mis dos pies izquierdos-
no les interesa.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

Lo único que parece faltarme


es saber de anatomía.
Quisiera aprender en usted
y conocer las partes del cuerpo,
pero del cuerpo, de tu cuerpo humano,
sobre todo quisiera saber
lo que guardas ahí dentro,
en tu alma, corazón.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

DONDE TENGO LA CABEZA

Quizá la tenga metida en ti,


en todos tus recuerdos,
en las cartitas en papel,
en el reloj que no deja de sonar,
en la luz que no se prende,
en la noche tan amarga,
en ti que no resuelvo.

Quizá tenga metida la cabeza


en cosas que me duelen,
en cosas que no sirven,
en las que me hacen pedirte a gritos,
en las que refriegan el alma
hasta dejarlo ya sin piso,
ya sin duela, ya sin nada, ya sin tierra.
Y entonces me lanzo a un precipicio
que no tiene final,
y termino cayendo en la hoguera del recuerdo,
y sigo cayendo intermitentemente,
sin reparo, sin consuelo,
sin piedad, sin ti.

Parece que este suelo no soporta mi peso,


y no porque en los últimos meses
me haya puesto más botija,
sino porque a más de ese peso
hay otro peso que se ha mudado,
que se ha quedado en la repisa, en el balcón,
en la sala de huéspedes, en la sala o no sé donde,
pero se ha quedado para hacerse peso,
y es ese peso que está retorciendo mi casita,

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

haciendo que mis pedestales se inclinen de a poco,


y que mis cimientos empiecen a temblar.
No sirve de nada tanto hierro
si al final, después cada temblor,
me vuelvo a caer.
Creo que es ahí en donde termino muriéndome,
entre tanto escombro que me golpea,
de donde nunca he podido salir ileso,
en donde quizá haya dejado metida la cabeza,
tus recuerdos que me caen
y que me han dado de golpe.
Son tus recuerdos que cuando vienen me golpean,
y son duros conmigo que me derrumban sin piedad,
y me dejan atrapado
en los fatales recuerdos
de este amor entre escombros,
de esta extraña condición,
que no pasa ni me entierra.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

GUERRAS

Pobre de ti y de mí,
pobre de nosotros,
si empiezas a quererme.

Si empiezas a quererme, prepárate,


que esto no es una película de amor
ni mucho que menos
un cuento de hadas;
esta es la vida sin ton ni son,
la guerra que no lleva una pisca de azúcar
ni vino para la digestión.

Hoy la vida amaneció con muchas rabietas


estos días no se ha puesto maquillaje
y se le ven las manchas y arrugas,
de la quizá, probablemente,
y con algo de suerte
salgamos con vida.

La vida es una guerra de nunca acabar,


el amor es una batalla a punto de librarse,
y siempre son orquestadas por dos bandos
que no se quieren ni ver en pintura.
Aquí está el amor, allá está el odio,
uno a la izquierda, el otro a la derecha,
por el sur se mueven las tropas del amor,
por el norte las del odio y el rencor.

Nosotros cariño, marchamos en el sur,


por el norte nos asedia el mundo violento;
pronto sonarán las trompetas de guerra

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

y de seguro, como es de costumbre,


habrán muchos muertos y heridos;
ellos tendrán los muertos,
nosotros los heridos.

Si empiezas a quererme
se nos vendrá el mundo encima,
y sus ojos estarán sobre nosotros,
como lechuzas en la noche
verán tus pasos y los míos;
querrán acribillarnos,
ellos buscan lo que encontramos
esa riqueza que los malos escondieron,
y que los ricos apetecen.

Casi puedo asegurarlo,


nos declararán la guerra
y la batalla será brutal;
que importa si en la victoria
nos quedamos sin reservas,
nos hemos reservado para nosotros,
y con eso es más que suficiente;
los muertos no estarán de nuestro lado,
quizá en una emboscada pudieran herirnos,
pero de nuestro lado no habrá ningún muerto.
Todos van a querer quererte
intentarán hacerme a un lado,
separarnos, desunirnos, destruirnos,
van a intentar lo que las balas alcancen,
y no sé amor,
si tú quieras enfrentar conmigo
a los contendientes que tengamos
si empiezas a quererme.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

Si empiezas a quererme cariño


prepárate, que la guerra de lindo no tiene nada,
pero de sangre, demasiado.

Si empiezas a quererme, quiéreme sin miedo,


que esta guerra como otras
solo se las gana si no flaquea el amor.

Si empiezas a quererme
combate conmigo, quizá nos hieran,
pero no nos matarán.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

HAGAMOS UN DOMINGO

Estoy pensando en renombrar los días,


desde el lunes difícil hasta el viernes de fiesta,
incluyendo la resaca del sábado;
los bautizaría domingos
porque ningún otro día me parece más hermoso
sobre todo si entiende que un domingo es contigo.

No me gusta -al menos a mí-


las horas con menos minutos que tiene el domingo
me gusta el día porque es contigo
pero estoy en desacuerdo con las horas,
con los segundos y minutos
que parecen más cortos,
como si ese día de nuestro encuentro
se les crecieran las alas
para que pasen volando.

Me gusta el día, pero quiero más horas,


por eso ha venido a mí
la locura de rebautizar todos los días,
todo con tal de verte más horas,
no solo un domingo, sino todos los días
y si Dios se conmueve, toda la vida.

En los nuevos domingos,


como el domingo que tenemos,
podríamos revolvernos en mi cama,
no salir de ese calor de tu cuerpo,
esperar hasta que nos aceche el hambre
y entonces amor, desayunarnos.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

Tendría más tiempo para mirarte dormida


y sentir tu respiración en mi rostro;
pondría mi pecho a tu alma,
y mi corazón en un café caliente,
para cuando despiertes.

Al menos a mí, no me basta un domingo,


me parece muy poco,
los domingos deberían haber sido creados
pensando en nosotros,
en los que se quieren y se quedan,
al menos por minutos.

Los domingos son los días


en que los veo al universo dormido
desnuda en mi cama,
un planeta en mi almohada,
el sol poniente en sus ojos
y las nubes que figuran en sus caderas.

Si tenemos más domingos


podría terminar de contarte los lunares
viajaría por más tiempo a la galaxia de tu boca
visitaría a las osas,
a la mayor primero, y luego a la menor,
para terminar contando, tus meteoritos y meteoros.

Quiero más domingos con más horas


a ver si así continúo descubriendo el universo
durante todos los días
en tu cuerpo infinito.

Quiero más domingos con más horas


para contemplar el despertar
y el sueño del universo,
de tu universo, en mi cama.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

LAS ESCONDIDAS

Díganme ustedes, ¿qué tan lindo es jugar a las escondidas si la


que se esconde no aparece?

Comienzo de nuevo
con mis horarios fúnebres,
con las pesadillas despierto
con sombras invisibles,
la melancolía nocturna,
con los versos más tristes,
y las canciones que recuerdan.

Empiezo con las torturas,


con los autosuicidios,
en las trampas de mi cama,
en los solos de guitarra.

Regreso a mis oscuros terrenales,


mi mesita de madera,
los cajones con hambre,
la ventana cuadrada,
la pintura chorreada.

Vuelvo a las mismas goteras


a lámparas sin foco,
a los rayones de pared
y a los libros de estante
que no se han leído
y que viven del polvo.

Vuelvo a todo esto,


sin remedio, pero vuelvo,

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

tengo que acomodarlo todo


porque no encuentro los pares
de mi zapato, de la media,
la camisa, las monedas,
a ti que te escondiste,
a ti que no te encuentro.

Fíjate bien que te busco en lo perdido,


entre las sábanas destendidas,
mis apuntes en papeles,
en las fotos que me faltan,
en las huellas que dejaste.

¿Qué tan lindo es jugar a las escondidas


si no quieres que te encuentre?

Jugabas a perderte
antes, ahora no,
esto ya no es un juego de niños
es la puta realidad.

Siempre que jugabas


con la cuenta llegada a diez
y un par de minutos más tarde
te encontraba metida en el armario
o tras la puerta, que daba al dormitorio.
En ese entonces era un juego de niños,
pero te me creciste
esto ahora ya no es un juego de niños
es la puta realidad.

32
Poemario Edisson Cajilima Márquez

En parte me gustaba jugar


porque nunca cambiabas tu escondite
y hallarte era fácil,
porque siempre terminé encontrándote
en el mismo sitio de siempre,
pero ahora ya no, te me creciste.

Ahora que no encuentro ni doy contigo,


la noche va fría,
indiferente y hasta dura,
me trata como a esclavo negro,
trabajando para nadie,
me obliga a pensarte,
y a buscarte por toda la casa
de donde te han visto salir,
para esconderte en la calle.
Este día me siento apenado,
el juego sale mal,
la noche sale mal,
todo se derrumba,
y pareciera que la enfermedad me invadiera
estos días de no verte,
estos días de no hallarte.

Y comienzo de nuevo
con mis horarios fúnebres,
con las pesadillas despierto
con sombras invisibles,
la melancolía nocturna,
con los versos más tristes,

33
Poemario Edisson Cajilima Márquez

las canciones que recuerdan;


las torturas, los autosuicidios,
en las trampas de mi cama,
en los solos de guitarra.

Comienzo de nuevo, esto no es nuevo,


antes de ti ya se perdieron otras personas,
en otros escondites.

Y comienzo de nuevo
a mirar a la calle
esperando a tu regreso,
porque me quiero convencer
que ningún escondite te ha gustado tanto
como la puerta o el armario,
y comienzo de nuevo
a contar hasta diez.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

LAS NOCHES QUE TENGO

Hay noches tartamudas


que se hacen las tontas
evadiendo tú nombre,
en principio a susurros,
a croados de ranas,
a luciérnagas que timbran,
a luces que se apagan.

Hay noches que disimulan


que se hacen las tontas,
en un principio anochecen a las seis,
extinguen la luz a las nueve,
me tienen en oscuras a las once,
y a veces, hay veces amor,
que hasta se les ocurre llover,
aunque sea a las doce.

Hay noches cómplices


que se hacen las tontas,
con estrellas en el cielo,
con la luna menguante,
con estrellas fugaces,
con aviones volando,
con juegos pirotécnicos
y sus luces de colores,
con relámpagos retumbantes,
con destellos de ti.

Hay noches que divagan,


que se hacen las locas,
con canciones del recuerdo,

35
Poemario Edisson Cajilima Márquez

con películas de amor,


conversaciones nocturnas,
y algún par de tragos.

Hay noches que duran,


que no quieren el día,
que odian el día,
que atienden a las súplicas
de los amores tristes,
de enamorados que no fueron,
de amoríos que extrañan,
de algunos que buscan,
de otros que no encuentran.

Hay noches, maldita sea,


durísimas, muy largas,
más largas que la palabra infinito
y de lo que esto significa,
incluso más largas que lo platónico del amor,
al menos aquí cabe alguna esperanza,
pero en estas noches no,
porque hay noches como estas que tienen,
las luces apagadas y mis ojos despiertos.

Hay noches y vaya que noches,


el tiempo se detiene,
las horas se cuelgan,
los relojes no valen,
el minutero se traba,
el horero se muere,
y los gallos no despiertan.

36
Poemario Edisson Cajilima Márquez

En estas horas de la noche,


de estas noches que si hay,

la vida retoma el otro sentido


de la existencia paralela,
de las verdades que se admiten,
de las cartas que se escriben,
de los dolores que se lloran.

Hay noches largas, larguísimas,


que no quieren terminar,
que divagan, que callan, que murmuran,
que se hacen las tontas,
que no se van,
y que no se van
si hasta llegado el día,
no me han dicho tu nombre.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

LLENOS

No me creo tu historia mal contada,


y no te he creído algunas verdades
mucho menos las mentiras.

Sé muy qué tienes el don


de esconder en palabras y muecas
lo que no te arriesgas a consentir,
no te hagas de la vista gorda
no me engañes, no te engañes.

Dime que me quieres,


dímelo, dilo a tu razón,
y repítelo quinientas veces
para que la duda no te quepa.

No te van a pagar ni un centavo


por los silencios que no matas.
Admítelo, sincérate contigo.
No te creo ni te pienso creer,
en la mínima posibilidad de tus dotes
para azotarme con tus golpes de locura,
con tu coraje mal herido,
con el rechazo mal actuado.

No te creo cuando dices


que estás bien, cuando estás bien mal,
cuando ni siquiera sabes que hacer,
que estás tirada por el piso
y que no quieres ni verme,
y que quieres que me vaya
para que no pueda mirarte a los ojos

38
Poemario Edisson Cajilima Márquez

y descubrir lo que callas,


ese amor que se te riega.

Estás desahuciada,
quizá más que yo
o centímetros menos,
pero el amor se te ha llenado,
y le buscas la quinta pata al gato,
te encierras sola a donde no quieres entrar,
te enjaulas para dejar de volar
y buscas excusas,
la más cruel tontería para no responderme,
para no admitirlo.

A ti como a mí
el amor nos ha llegado al tope,
ten en cuenta que pronto
lo lleno se riega,
y espero que me riegues,
y espero que me llenes,
que nos reguemos,
tú a mí, y yo a los dos.

Estás llena, repleta de amor


de ese amor que se te derrama por los ojos
de ese amor que se escapa en las miradas.

No me engañes ni te engañes.
no le busques una quinta pata al gato
no te hagas de la vista gorda
no pases por alto.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

Estás llena, repleta de amor,


riégame con ese amor

que se te está derramando;


riega mi jardín
y déjame regarte,
verás que lindo se siente
cuando el que amas te riega,
para ayudarte a florecer.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

LO QUE CONOZCO

Los ríos que conozco


todos desembocan
en el mar de tu recuerdo.
Los mares que conozco
todos se reúnen
en el océano de tus risas.
Los océanos que conozco
ninguno se parece
al café de tus ojos,
pero si al azul que te gusta.
El azul que conozco
te abraza desde el cielo
y en el vestido que llevas.
El vestido que llevas
te aguarda la silueta,
que quisiera conocer.
¿Me permites conocerte?

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

LOS NOMBRES QUE TE HAN PUESTO

A ti los poetas en todos los tiempos


te han puesto muchos nombres.
Te han dicho de todo,
desde sol hasta nube,
desde cielo y hasta lluvia.

Te han dicho musa,


libertaria y luchadora.
Te dijeron estrella,
y a veces fugaz;
te llamaron universo
aunque a veces sin planetas;
arcoíris y sonrisa,
vida y muerte a la vez,
alegría, tristeza y recuerdo,
poema de mil versos,
la poesía en tu cuerpo.

Te han llamado como quieren.


Yo que vengo de ser un poeta
de estos tiempos que no olvidan,
de las horas que estrujan,
quiero llamarte por tu nombre
y pedirte que me llenes,
llena, luna llena.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

LUNA LUNERA

Cuando era pequeño, un niño viajando,


solía pensar que tú me acompañabas,
que por algún motivo,
por extraño que fuera,
no te gustaba estar a solas
abandonada allá arriba.

Creía que te sentías más alegre


si corrías conmigo al paso del coche,
en el cuadro ventanal,
y hasta a veces te creí
fulgurante en la noche,
más brillante en esa oscuridad
que siempre la hacías más viva,
y de la que hasta ahora dudo
si te pusieron bien en donde estás.
Dicen que a las cosas más lindas
les toca las más feas,
y contigo compruebo,
que aunque suene muy trillado,
la teoría que dicen,
viene a ser verdad.

En un momento llegué a pensar


que te enamoraste de mí,
o de alguna cosa de las mías,
porque empezaste a salir tanto
en todas las noches,
más llena y más llena,
más grande y más cerca,
y ya no te gustaba la ventana del coche
sino la de mi cuarto.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

Creo que no me querías abandonar


o querías asegurarte que llegara con bien,
sano y salvo a mi cama,
y no te ibas, hasta verme dormido.

Había veces que te quedabas hasta muy tarde,


o mejor dicho, hasta muy de mañana,
no sé si querías que viera
que te amaneciste en vela
cubriéndome las espaldas,
cuidando de mi sueño.

Lo que no me gustaba
y lo que ahora detesto,
es que si te amaneces conmigo,
llegado el día sobre ti,
te desaparece sin piedad,
extinguiendo todo rastro
de que hayas existido,
ésta y otras noches.

Me duele ver como de a poco


te vuelves transparente,
perdiéndote en el confín
de las cosas que se van.
¡Ah, pero vuelves!
a mirarme de nuevo,
a dejarme dormido,
a posar en el cristal
y brillar con más luz,
para alumbrarme el camino
y cuidarme las quimeras.

44
Poemario Edisson Cajilima Márquez

Ahora sé que tú compañía


de asegurarme el sueño
pasó a cerciorarse
que yo despertara,
y es que pasaba y que pasó,
que ya para esas noches,
tenía dieciséis,
y que me había enamorado.

45
Poemario Edisson Cajilima Márquez

NO APAGUES LA LUZ

No te apagues,
no me apagues,
deja la luz encendida
no le quites al día
la alegría de verte.
Déjala más bien encendida,
porque a mí me da miedo la noche,
la oscuridad me da miedo,
y más si no puedo verte,
y más cuando no somos sombras
en la luz de los focos
que se quieren prendidos,
para mirarnos los dos,
para verte en la luz.

No apagues la luz,
déjame tomar aliento,
a tomarme algo para el sueño,
a acomodar mi almohada,
a mirar la pared,
o a quitarme los zapatos.

No me dejes a tientas,
espera a que me duerma,
o mejor no apagues la luz,
porque no quiero dormirme.

No me dejes, no me abandones,
porque apenas apagadas las luces,
dos brazos, dos manos, dos cuerpos
uno por un lado, otro por el otro,

46
Poemario Edisson Cajilima Márquez

se me acercan a la cama
donde tiemblo sin ti.

No apagues las luces,


no te apagues,
no me apagues,
que no sé cómo encenderme.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

NO VENGAS

Si no es para quedarte, ni te acerques siquiera.


Si vienes para volverte enseguida,
no des un paso más.
Si por si acaso tu intención es dar media vuelta,
da la vuelta en donde estás.

No vengas, no vengas,
no intentes lastimarme,
ni siquiera me dejes tu perfume,
apártate de mí, si lo que quieres es irte.
Y termina ya de decidirte,
no vengas si no quieres,
no me reabras las heridas,
quédate, si quieres,
o vete, si es que quieres,
pero por favor, no me lastimes.

No vengas y regreses
como se regresan las lluvias
del cielo que bajó.

No vengas para irte


como se va el día por la noche.
No vengas, no mientas,
dime la verdad.

No vengas si mi casita no te gusta,


si mi pobreza no te sacia,
si mis manos te lastiman,
si tienes otra cama
en donde duerme tu cuerpo.

48
Poemario Edisson Cajilima Márquez

No vengas si no quieres,
no hay obligación en hacerlo,
no repares en volver.
Vuélvete ahora.

No vengas para irte


si es que quedarte no quieres.

No vengas si es que tienes,


otro amor y no yo.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

OTRAS ALAS

Hasta ayer no entendía


las palabras que decías,
las miradas que mandabas,
los trenes que parabas.

Hasta ayer pude entender


que tu estación no estaba aquí,
que tu boleto no tenía atraso,
y debías irte o perder el vuelo,
y no lo perdiste.

Hasta ayer que te fuiste


logré comprenderlo,
y fue duro,
y certero el bofetón,
que me lanzaste
cuando diste vuelta,
sin despedirte,
con tus maletas en mano,
sin una lágrima siquiera,
y con todos los recuerdos
que no te los llevaste,
y que me los dejaste encargados,
a ver si me mataban.

Hasta ayer entendí


que no todos los trenes que tomabas
te llevaban siempre a la misma dirección,
y que con sobornos cambiabas de boleto
para irte por otros rieles,
en otras alas

50
Poemario Edisson Cajilima Márquez

que no eran las mías,


y que te empezaron a gustar,
las que te volvieron adicta
a viajar casi a diario,
y a volver tan de noche.

Hasta ayer entendí


que los vuelos que tomabas,
los boletos que comprabas,
no siempre llevaban
la dirección con mi nombre,
el mismo tren,
la misma estación,
ni la misma maleta.

Nunca entendí
que tus alas eran otras,
que se te habían crecido,
que aprendiste a volar,
y que te llegaron a gustar
-después de vuelos sin aviso-
las alturas que temías,
otras alas, y no las mías.

51
Poemario Edisson Cajilima Márquez

SÁLVESE QUIEN PUEDA

Sálvate tú que estas a tiempo,


que tienes cero huellas,
que no has incursionado
- y por suerte-
en esto del amor.

Sálvate tú que estas mirando a ese chico,


de reojo a tal chica,
sálvate de decirle que sí,
no tientes a tu suerte
y calma a tus infiernos.

No caigas tan temprano,


evita una muerte anunciada,
serénate, alza el vuelo,
no cedas tu parte,
a cosas que se van.

Pero si a pesar de todo esto te arriesgas y caes,


no creas en la suerte,
no quieras despacio,
deja muchas huellas,
mira a tal chico,
escucha a tal chica,
despierta temprano,
no calmes a tu infierno
y deja que lo queme,
permite que te sienta
y que viva el calor,
de tus brazas ardiendo,
de tus alas volando.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

SOLO

A veces me siento
como un solo de guitarra,
un solo de piano,
un acorde solitario,
un bajo cabizbajo.

A veces me siento
un solo de trompeta,
sin estruendo ni campana,
con punzones de castigo,
en tinieblas de torpeza.

A veces me siento como triste marioneta,


con los pies retorcidos,
colgando de una manos,
tendiendo de unas cuerdas.

Y es ahí en donde comienza


la peregrinación de mis males,
cuando me imprime la soledad
los tatuajes del invierno,
las quemaduras de las brazas,
los cortes de las cuerdas
que me pusieron en los brazos.

A veces me siento
como un triste tigre
sin el trigo en su trigal.

A veces me siento,
y un poco a descansar.

53
Poemario Edisson Cajilima Márquez

A veces me siento triste


como un solo de guitarra,
como un solo de piano,
un acorde solitario.

A veces me siento muy solo,


y me abrazo yo mismo,
porque da la casualidad
que no me siento solo solamente,
sino que ya lo estoy.

Cuando estoy solo


y cuando el mundo me hiere
es cuando más te quiero, soledad.

54
Poemario Edisson Cajilima Márquez

TE HE VISTO

Te he visto algunas veces en mis sueños,


de los que casi no salías,
porque no sé si no querías,
o porque de verdad yo me negaba.

Te he visto manejando un coche vino tinto,


te he visto de paseo,
te he visto con tus amigas y amigos,
riendo, soltando carcajadas,
de las que muy pocos en este mundo,
se atreven a soltar.

Te he visto con lentes, estudiando,


corriendo, caminando;
te he visto llegar a tu casa,
disimuladamente te he visto.

Te he visto capturar instantes con tu cámara,


viajar a otras partes
y bendecir el mundo con tus pasos,
dejar una parte de ti
en las huellas que dejaste.

Te he visto mariposa
desde oruga en los montes,
hasta con tus alas en el aire.

Te he visto a veces triste,


sin querer saber de nadie,
ni siquiera de mí.

55
Poemario Edisson Cajilima Márquez

Te he visto en fotos,
a blanco y negro, a colores,
grandes, medianas,
sin filtro o con él,
y cuando digo con él,
me refiero a él.
Te he visto en todas partes,
menos aquí.

56
Poemario Edisson Cajilima Márquez

VARADO

Aquí recluido en este dormitorio,


de paredes mal pintadas,
con la ropa tirada
y con el pensamiento por los suelos,
me convenzo de tu ausencia.

No me importa si me quieres
y peor si no lo hiciste,
te fuiste, no vuelvas.

Nos fallaste, a nuestro amor y a mí,


cuando hundiste nuestro barco
para subirte en un crucero.

No te odio ni ahora ni después,


que te odien nuestras aguas,
saladas de dolor,
infectadas desde el coral que no tocaste
hasta las profundidades a donde fuiste.

Tú sabias nadar
y nunca me dijiste,
quizá por eso me dolió,
porque pudiendo respirar bajo el agua
no me diste de tu aire
cuando naufragué en aquella playa.

No recogiste mi cadáver,
y así nomas te fuiste,
me dejaste solo a mi suerte,
varado y destrozado
a podrirme de dolor,
a ser parte de la muerte.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

UN DOMINGO CON ELLA

Todos quieren un domingo con ella,


piden una semana,
unas horas,
la tarde, la noche, la mañana.

Todos quieren un domingo con ella,


imagino que solo la quieren por un día,
o que ese día son libres,
o que en los otros días
quieren a otras.

Parece que las cosas del domingo


solo pasan en domingo.

Yo puedo hacer lo del sábado en domingo


lo del lunes, lo del martes,
y lo del viernes ni hablar.

Todos son domingos,


todos son días, si los paso con ella.

Todos quieren un domingo con ella.


No, yo no quiero un domingo.
Si no es mucho pedir
quisiera también reservar el sábado,
y de lunes a viernes.
Quisiera que se quede
-en resumidas cuentas
todos los meses,
los años que faltan
y la vida que venga.

No pido mucho,
sólo una vida.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

ERES LINDA

Eres linda,
y no porque yo te lo diga,
sino porque tú te lo dices.

Eres linda,
y no porque otro te lo diga,
sino porque cuando te miras en el espejo,
te miras y sonríes.

Eres linda,
y no porque todos te lo digan,
sino porque sabes quererte.

Eres linda,
y no porque el mundo te lo diga,
sino porque cuando quiere callarte,
tú te sientas a escuchar,
y hablas, y no callas.
Eres linda,
y no porque yo te lo diga,
sino porque sabes que te quiero,
y lo linda que eres por fuera,
lo eres por adentro.

Eres linda,
y no porque yo o el mundo te lo diga,
sino porque tú sabes
que eres preciosa
desde el cuerpo hasta el alma.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

CONQUISTA

Vienes a mi encuentro,
y aunque ya nos conocimos,
requiero conocerte toda, un poquito más.
Necesito conocerte.
Deambulas por ahí nomás,
a tientas de encontrarme.
Creo que más tarde que temprano
se nos cruzarán los miedos,
y nos temblarán los pies de vernos,
se nos saldrá el corazón a mil,
romperemos tu frontera y la mía,
nos invadirá de a poco el destino,
y nos conquistaremos temerarios,
de no querer libertad.
Así seremos, la tierra del otro.

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Poemario Edisson Cajilima Márquez

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