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Juan Ruiz - Arcipreste de Hita

Juan Ruiz, conocido como el Arcipreste de Hita, fue un poeta castellano que vivió en la
primera mitad del siglo XIV. Es autor de una de las obras literarias más importantes de
la Edad Media española: “El Libro de buen amor”. Fue clérigo y ejerció de arcipreste
en Hita, provincia de Guadalajara, en la comunidad autónoma de Castilla – La Mancha,
España.

Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita, se considera como el primer poeta lírico español, con
una manifiesta y vasta cultura, con un lenguaje rico, que gusta de acumular sinónimos
parciales y repetir el mismo concepto de distintas maneras, recursos que se relacionan
con la técnica del sermón. Su lenguaje es popular y coloquial, muy vivo y creador, e
incluye frases hechas del árabe andalusí de su día. Al final de su libro declaró que
cualquiera podía añadir o corregirlo con la única condición de que supiera hacerlo
bien, actitud abierta que se enfrenta a la de otros escritores contemporáneos que
pretendían conservar su obra sin mácula, como por ejemplo Don Juan Manuel. Por
otra parte, su obra demuestra un profundo conocimiento de las pasiones humanas y
se caracteriza por un portentoso balance entre la delicadeza y la desvergüenza,
logrado por medio de una inteligencia muy fina, ambigua e irónica, pese a lo cual la
obra posee coraje y audacia. Por otra parte, ofrece una panorámica social muy
completa de los comienzos del siglo XIV que refleja las tensiones sociales entre la
naciente burguesía y los estamentos privilegiados (clero y nobleza) de la sociedad
(sátira "De la propiedad que el dinero ha", donde es perceptible el papel del dinero
como destructor del rígido orden estamental). Se ha estimado que su muerte ocurrió
alrededor de 1350, pues en 1351 ya no era arcipreste de Hita, cargo que para dicha
fecha ocupaba un tal Pedro Fernández.
EL LIBRO DEL BUEN AMOR
El libro es un extenso poema de más de mil setecientas estrofas (unos siete mil
versos), la mayor parte de ellas escritas en cuaderna vía (también conocido
como tetrástrofo monorrimo, se refiere a una estrofa de cuatro versos alejandrinos (de
catorce sílabas) con la misma rima consonante.), en el que se recogen en forma de
autobiografía una serie materiales diversos:
- Un prologo en prosa donde declarala intención de la obra.
- Una serie de aventuras amorosas con diversas mujeres.
- Una colección de 32 fabulas y cuentos con intención didácticas.
- Episodios adaptados de textos latinos mediovales (el relato de don Melon y
doña Endrina)
- Un conjunto de digresiones morales o satíricas (la del poder del dinero o la
censura del clero libertino)
- Sátiras y parodias.
- Pasajes alegóricos como la pelea de don Carnal y doña Cuaresma.
- Un grupo de composiciones liricas y juglarescas (popular).

PROLOGO

El prólogo, que se separa del resto de la obra por estar escrito en prosa. Aquí,
el Arcipreste de Hita realiza una especie de declaración de intenciones,
afirmando que escribe desde la cárcel, probablemente en referencia a la vida
terrenal.

En el prólogo, Juan Ruiz apunta una serie de indicaciones que implican al


lector a realizar una lectura e interpretación correcta del libro. Recordemos
que es una obra que busca un fin moralizante en las personas. Y para
lograrlo, incluye oraciones a Dios y a la virgen e incluso un cuento popular
con moraleja final, como observaremos en las demás historias.

Recuerda que el libro habla del buen amor, de aprender a diferenciar lo


bueno de lo malo, de la relación, del libertinaje y el vicio, del virtuosismo y el
respeto a la mujer, etc.

Finalmente, introduce una serie de ejemplos que resumen el buen amor, que
será su búsqueda a partir de ese momento. Para ello, contará con un
compañero y mensajero, Fernand Garçía. En estos cuentos observamos a un
hombre que trata de ganarse a una dama a través de regalos para lograr el
favor sexual, a lo que ella rehúsa, pues no desea perder el favor divino.
EL LIBRO DE BUEN AMOR

Se trata de una disputa entre don Amor y el propio Arcipreste. Para ello, el
autor imagina una conversación con un ser superior tras llegar a la conclusión
de que el amor es un acto destructivo capaz de enloquecer a cualquier hombre.

Y mientras el escritor narra el cuento del asno y el caballo para describir la


soberbia humana, don Amor utiliza a Ovidio adaptando al Ars Amandi, muy
popular en la época, incluyendo ejemplos sobre cómo ha de ser la mujer
perfecta a nivel físico, desde la cara hasta el cuerpo.

Arcipreste recibe el consejo de dejarse guiar por una celestina, una especie de
“bruja” que elabora pociones para amar y enamorar. Y así es como le explica
al autor las virtudes que ha de presentar la dama perfecta, como que sea
cuerda en casa, pero algo loca en la cama, así como las lecciones de
comportamiento que todo hombre ha de mostrar frente a una mujer, sin
mentirle y hablándole del amor.

Don Melón y doña Endrina

Como la narración avanza en forma de historias o aventuras independientes


pero concatenadas, toca ahora la más famosa, con don Melón y doña
Endrina como protagonistas.

Este relato central es en realidad una adaptación de una novela del siglo
XII, Pamphilus. En el mismo, don Melón busca una consejera para contactar
con doña Endrina, pero finalmente descubre que el mejor en esta labor es
Dios, quien guía su corazón con sabiduría.

Sea como fuere, la celestina habla con doña Endrina para aceptar a don Melón
como esposo. La entrevista es satisfactoria con previo encuentro amoroso, o
eso se cree, ya que hay un vacío en esta parte del libro que se ha perdido. No
obstante, para limpiar la honra de la mujer, se confirma el casamiento.
Aunque se logra el objetivo, ha sido a base de malas artes.

Las últimas historias del Libro del Buen Amor

Y terminamos este resumen del Libro del Buen Amor con los últimos relatos,
no tan célebres como el anterior. El primero de ellos incorpora una serie de
aventuras con serranas, como la Chata, totalmente cómico. Usa lenguaje
vulgar para mostrar una muchacha que directamente pide regalo
compensatorio a cambio de amor.

Huyendo de Somosierra, encuentra a otra serrana que también pide regalos a


cambio de sexo, chica que le intimida y logra que ceda.
A continuación, llega el combate de don Carnal y doña Cuaresma, que se
baten en duelo medieval siendo dos conceptos. El primero reúne un gran
ejército, pero el amor de la tropa por el vino y el comer les hace llegar en mal
estado a la batalla, por lo que doña Cuaresma vence y hace prisionero a don
Carnal, que tiene que hacer penitencia para su absolución.

Después, observamos otras aventuras más cortas, acompañadas de ejemplos y


fábulas, y de nuevo con Trotaconventos, la celestina. Primero fracasa
intentando convencer a una viuda, después con la monja Gaorça, que
finalmente no rompe sus votos, y acaba con una mora, que termina con la
lección final del buen amor.

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