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FECHA: 05/07/2019
ANTECENDENTES
Para nadie es un secreto que los procesos judiciales en nuestro país son lentos debido a
una serie de factores como la excesiva carga procesal, la falta de recursos y de talento
humano y la desidia del Poder Judicial.
Todos estos factores generan que un proceso de desalojo en el Perú demore más de
cuatro años, afectando los derechos de los propietarios la economía del país y
beneficiando a los arrendatarios incumplidores.
Ante tal problemática mediante Ley 30201 28.ABR.2014, se modificó el artículo 594 del
Código Procesal Civil, se estableció que arrendador y arrendatario podían pactar la
cláusula de allanamiento a futuro para la restitución del bien por dos causales:
primero, conclusión del plazo del contrato, y segundo, resolución por falta de pago. En
estos casos el arrendador presenta su demanda ante el juez, quien notifica al
arrendatario para que en el plazo de seis días acredite: i) la vigencia del plazo del
contrato, o ii) el pago de la merced conductiva, vencido el plazo si el arrendatario no
acredita ninguno de los dos supuestos el juez debía ordenar el lanzamiento en 15 días
hábiles.
ANALISÍS DE LA NORMATIVA
Entonces, cabe la duda de decir: ¿El Desalojo Notarial es solo contra arrendatarios o
contra cualquier poseedor inmediato? Lamentablemente, la Ley habría optado por
la primera opción, en tanto a lo largo de todo su desarrollo hace referencia exclusiva
al arrendatario y al contrato de arrendamiento.
Siendo así, la primera parte del artículo 2 es errónea, en tanto genera la impresión
que el Desalojo Notarial podría solicitarlo cualquier poseedor mediato, cuando la
realidad no es esa. La norma (para ser coherente consigo misma) debió limitarse a
establecer que el Desalo Notarial lo solicita el arrendador contra el arrendatario.
Sin perjuicio de ello, considero que esto es un error manifiesto. ¿Por qué razón han
quedado excluidos del Desalojo Notarial otro tipo de contratos de mediación
posesoria que presentan una estructura muy similar a los arrendamientos y para los
cuales aplican las mismas causales de finalización, como lo es el vencimiento del
plazo o la resolución por el no pago de la renta?
El inciso a) el artículo 7 de la Ley señala como una de las causales del Desalojo
Notarial el “vencimiento del plazo del contrato de arrendamiento”.
Esto quiere decir que la causal de Desalojo Notarial no será el vencimiento del plazo
del arrendamiento (que presupone que el contrato se mantiene vigente aunque
sometido a un plazo indeterminado) sino más bien el fenecimiento (resolución) del
contrato como consecuencia del envío de la referida carta.
La mala redacción de la Ley podría llevar a las personas a creer que basta con el
vencimiento del plazo del arrendamiento para poder solicitar el Desalojo Notarial,
cuando lo cierto es que primero deberán requerir notarialmente al inquilino la
devolución del bien (y así convertirlos en precario) para luego de ello (recién)
formular dicha solicitud.
Sin embargo, el mismo artículo 7 señala que “si no se ha establecido plazo alguno
[para el pago de la renta], se aplica lo dispuesto en el inciso 1 del artículo 1697 CC”.
El problema con esto es que el referido inciso 1 del artículo 1697 CC no hace
referencia al “incumplimiento del pago de la renta”, sino más bien a la “resolución
del contrato de arrendamiento por incumplimiento del pago de la renta”, que es
cosa bien distinta.
Entonces, el error con el inciso b) del artículo 7 de la Ley es que comienza hablando
del Desalojo Notarial por la causal de “incumplimiento de pago de la renta” y nos
termina remitiendo a una norma que lo que regula es la “resolución del
arrendamiento por incumplimiento del pago de la renta”.
En dicho sentido, queda preguntarnos ¿Basta con que el arrendador constate que
hay un retraso en el pago del arriendo para poder plantear su solicitud de Desalojo
Notarial o, necesariamente, deberá resolver primero el arrendamiento para recién
allí formular dicha solicitud?