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Analogía entre los humores que inflan el cuerpo y la ira que "hincha el ánimo" (155):
No supone desarrollo sino abundancia perniciosa
En resumen; el primer libro sobre la ira muestra por qué la ira no es un bien para el
espíritu: No asiste a la razón sino que la enturbia y entorpece, no puede ser un
instrumento para un bien y, en muchos casos, puede ser la perdición de un hombre
puesto que puede conducirlo incluso a la muerte.
Libro II
Pregunta: ¿Es la ira propiciada por una idea o por un impulso, es decir, se mueve por
voluntad propia o como se mueven las cosas que se producen en nuestro interior y sin
ser conscientes de ellas?
La ira es movida por la impresión de un ultraje; la pregunta que se sigue de lo anterior es si
la ira se lanza sin ayuda de la mente (mind/ánimo) o con su consentimiento (assent).
"Nosotros opinamos que ella por sí misma a nada se atreve si no lo aprueba el ánimo": El
sentir que fui ofendido cuando no debí serlo y el deseo de venganza que produce, no
es propio de un impulso por sí mismo (intercede la voluntad para vengarse)
"La ira es ahuyentada por las normas pues es un vicio voluntario del espíritu" (160)
Problema: Esto podría entrar en tensión con la primera definición de la ira como "locura
momentánea" ¿Acaso el espíritu deja que voluntariamente la ira se apropie de quien la va a
padecer? ¿Aceptamos voluntariamente adoptar una forma de locura? Posible solución a
través de la distinción entre ira e iracundia (el estado con el hecho de ser, ver cita más abajo)
<<<<
Cómo se ahuyenta la ira: "Alguien se ha considerado ofendido, ha querido vengarse, al
instante se ha apaciguado porque lo ha disuadido un motivo cualquiera; no llamo ira a esto,
una emoción del espíritu que se pliega a la razón; ira es lo que sobrepasa la razón y la arrastra
consigo. Luego la primera agitación del ánimo que nos inspira la impresión de un ultraje, no
es ira más que la propia impresión del ultraje; el impulso siguiente, que no sólo acepta sino
que aprueba la impresión de ultraje, es ira, una excitación del espíritu que se propone la
venganza con intención y deliberación"
Problema: En la primera parte de III, Séneca se refiere a la violencia con la que el impulso
de la ira se impone a la razón. Si la ira es impulsada por la impresión de un ultraje, ¿no
bastaría con la mera impresión? Es esta una distinción simplemente analítica? o qué hace
falta para esta especie de cálculo sobre el ultraje? La primera emoción, de carácter
involuntario, (la que incita el deseo de venganza) es inevitable mediante la razón, tal y como
los reflejos involuntarios del cuerpo. La segunda, en cambio, al ser algo que surge
deliberadamente, se puede suprimir deliberadamente.
De la ira llevada al extremo: ¿Qué hay de aquellos casos en los que alguien hace daño
cuando no han recibido ni creen haber recibido un ultraje? Esto se llama "salvajismo" y se da
en tanto quien hace daño no se preocupa por recibir daño de vuelta. Si bien esto no es ira,
su origen está en la ira, cuya práctica constante deshumaniza el trato con los demás y se
convierte en barbarie.
<<< "¿Qué acaba con la ira del sabio? La multitud de los que cometen errores. Comprende
que injusto es también peligroso es airarse con un vicio universal" (170) >>>
"<<No se puede eliminar toda ira del espíritu, ni la naturaleza del hombre consiente
esto>> Pues bien, nada hay tan difícil y arduo que no lo supere la mente humana y se lo haga
familiar gracias a un ejercicio intenso" (174)
"¿no vamos a recurrir a la paciencia nosotros, a quienes espera un premio tan grande, la
imperturbable tranquilidad de un espíritu dichoso? ¡Qué gran cosa es rehuir el mayor mal, la
ira, y con ella la rabia, la saña, la crueldad, el furor, y otros secuaces de este sentimiento!"
(175)
(pp 180) Los remedios de la ira: i. No caer en la ira y ii. No hacer fechorías en plena ira.
Analogía con el cuerpo: algunos tratamientos se prescriben para conservar la salud
(preventivos) otros para reestablecer la salud (curativos).
Para evitar la ira, se parte fundamentalmente de la educación, puesto que es más sencillo
atajar los vicios en los espíritus jóvenes.
>>> Fisiología de la iracundia: relativa a la naturaleza del espíritu; Al ser cuatro los
elementos, sus propiedades correspondientes son: ardiente, fría, seca y húmeda; el espíritu
ardiente es el que está más expuesto a la iracundia, "pues el fuego es impetuoso y porfiado:
su mezcla con lo frío hace tímidos, pues el frío es perezoso y encogido" (181)
1. Algunos dicen que la ira se produce en el pecho, porque la sangre hierve alrededor
del corazón; el motivo para eso, dice Séneca, es que el corazón es el órgano más
caliente de todo el cuerpo.
2. Sin embargo, así como la naturaleza hace proclive a la ira; cualquier otra cosa que
cause daño al ánimo o al cuerpo predispone a una mente enferma para la ira.
3. Con todo, es la reiteración que crea la costumbre aquella que fomenta el vicio. Si bien
la naturaleza no es modificable, si se pueden tomar medidas preventivas al respecto
si se tiene conocimiento de los elementos del carácter: evitar el vino, la comida en
exceso y fomentar el juego, son paliativos para los de temperamento ardiente.
"Dos causas son, según dije, las que excitan la iracundia: primero, si nos parece que hemos
recibido un ultraje (sobre esto hemos hablado bastante); segundo, si lo hemos recibido
injustamente (sobre esto hemos de hablar)." (194)
Es por nuestra excesiva autoestima que nos indignamos cuando recibimos una injuria "Así
pues, o la ignorancia o la inexperiencia nos hacen iracundos." "Hazte cuenta que siempre va
a haber algo que te ofenda" (197) La venganza es inhumana, distinta de lo justo. No se puede
compensar un ultraje con otro (reafirma y desestima que la ira sea útil y buena para la vida).
"Si llegamos a eso como solución, lleguemos sin ira (...) como si fuera útil (desquitarse)" (198)
"hay que contemplar a cuántos hace daño la ira por sí sola. Unos han reventado sus venas
por un sofoco exagerado, un grito lanzado por encima de sus fuerzas les ha hecho arrojar
sangre y la agudeza de su vista se la ha embotado el líquido arrojado tan violentamente al
interior de sus ojos, y los convalecientes recayeron en sus enfermedades. No hay un camino
más rápido a la locura" (204) "Se ha apoderado de ellos el mal mayor y que supera a todos
los defectos. Otros se introducen poco a poco, la violencia de éste es repentina y entera.
Somete, en suma, a todos los demás sentimientos" (204) "No hay ningún sentimiento sobre
el que no domine la ira"
Libro III
Acerca de cómo suprimir la ira o al menos refrenar y detener sus impulsos.
La ira no admite demora, no puede curarse progresivamente como los demás sentimientos.
Problema: Esto no entra en tensión con la exposición anterior?
La violencia de la ira no es progresiva sino que es total, se apodera del individuo. No excluye
la edad ni la clase de hombre y, a diferencia de otros sentimientos, este puede ser concebido
en común (ira de las masas, por esto es que se lanzan a las guerras)
De nuevo, contra Aristóteles, la ira no es útil ni buena, basta con fijarse en el efecto que
produce en el cuerpo y en el espíritu (cap. I) ¿no querría alguien reprimir la ira si se percata
de que comienza causándole a él mismo un mal?
Nadie es libre de la ira; si bien los otros males del espíritu afligen a los más perversos, la ira
es capaz de alcanzar incluso a los más doctos y cuerdos. Nadie puede considerarse exento
y ajeno a la ira, por eso se proponen tres modos de tratar la ira:
Tres pasos: i. de qué modo no caer en la ira ii. de qué modo librarse de la ira y iii. de
qué modo detener y aplacar al airado y devolverlo a la cordura
Solemos acudir a la ira, más a menudo de lo que ella acude a nosotros (de nuevo, la voluntad
frente a un sentimiento que, se dice, es intempestivo). Hay que rechazar a la ira incluso
cuando nos sobreviene. Hay que sopesar si aquello por lo que nos airamos lo haríamos o lo
hemos hecho. Del mismo modo, hay que sopesar la intención y el motivo de aquel que nos
ha ofendido; si ha sido voluntaria o involuntariamente, si fue por obligación o engaño, etc.
Aquí se reitera, que el mejor remedio para la ira es la dilación: con ella es posible
extinguir la ira y con ella el sentimiento de retaliación, de no lograrse esto, por lo menos
quien impondrá el castigo no será la razón, mediante un juicio y no la ira.
“Pelea contra ti mismo: si pretendes vencer la ira, no puede vencerte ella a ti” “Enterremos
sus señales y contengámosla, oculta, aislada” Séneca propone desviar sus síntomas
corporales, que la postura, los gestos y la voz se vean tranquilas; “poco a poco, el interior se
transforma según el exterior”. Nuestros amigos deberán tener la libertad de intervenir en
nuestros momentos de ira, que no la aprueben y que, mientras podamos, podamos llamarlos
antes de perder los cabales.
“Todo el tiempo, no obstante, en que nada nos parezca tan intolerable como para empujarnos
fuera de la vida, mantengamos la ira a distancia, en cualquier situación en que estemos”
… DESPUÉS DE MUUUCHOS EJEMPLOS…
“Has de pensar tanto en estos modelos, para evitarlos, como en aquéllos a la inversa, para
seguirlos, comedidos, tranquilos, a los que ni faltaron motivos para airarse ni poder para
vengarse”
“Si uno está airado, démosle tiempo para que pueda discernir lo que hace: él mismo se reñirá”