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¿De qué hablamos cuando hablamos de cultura


escrita?

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Gregorio Hernández-Zamora
Metropolitan Autonomous University
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R e v i s t a e n t r e m a e s t r @ s • p r i m a v e r a 2 0 16,
Yo quiero ser maestro.
Un breve itinerario desde
la experiencia
Ruudek Juárez Cruz

¿De qué hablamos cuando


hablamos de cultura escrita?
Gregorio Hernández Zamora

Alfabetización académica:
¿realidad o utopía?
Angélica Jiménez Robles
Linda Vanessa Correa Nava

upn
Redes autónomas de maestros:
una historia reciente
Roberto I. Pulido Ochoa

Publicación trimestral de la Universidad Pedagógica Nacional, vol. 16, núm. 56 primavera 2016
ISSN 1405-8774
DIRECTORIO UPN Consejo Editorial
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Tenoch Esaú Cedillo Ávalos Teodora Olimpia González Basurto
Rector María Luz López Morales
Mónica Angélica Calvo López Diana Violeta Solares Pineda
Secretaria Académica Martha Patricia Ruiz Nakazone
Rigoberto González Nicolás
Romel Cervantes Angeles
Jesús Arriaga Morales
Secretario Administrativo
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Alejandra Javier Jacuinde María de Jesús López Cervantes
Directora de Planeación Linda Vanessa Correa Nava
Martha Isela García Peregrina Daniel Lara Sánchez
Directora de Servicios Jurídicos Adriana Ramírez Camacho
Miriam Luciana Ortega Esquivel
Fernando Velázquez Merlo
Felipe Ramos Trejo
Director de Biblioteca y Apoyo Académico
Lucerito Rosales Martínez
Xóchitl Leticia Moreno Fernández Anabel López López
Directora de Unidades upn
Colaboradores
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Director de Difusión y Extensión Universitaria Profesores de la Red Metropolitana de Lenguaje
Profesores de la Red de Lenguaje, Oaxaca (Red LEO)
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Profesores de la Red de Lenguaje por la Transformación
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de la Escuela y la Comunidad, México.
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4. Tecnologías de la Información y Modelos Alternativos Resúmenes: César Makhlouf Akl
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Rigoberto González Nicolás
Directora
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Armando Ruiz Contreras
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Daniel Suárez (Argentina)
Gregorio Hernández Zamora (México)
María Esther Aguirre Lora (México) Las opiniones expresadas en los artículos son responsabilidad
Roberto I. Pulido Ochoa (México) de los autores.
Jorge Alberto Chona Portillo (México)
Para y desde el consejo técnico ¿De qué hablamos cuando hablamos
de cultura escrita?*
Gregorio Hernández Zamora**
grehz@yahoo.com

N o existe una sino múltiples respuestas para esta pregunta, y cada una puede ser complicada.
En mi caso, tras años de experiencia como docente, investigador, diseñador educativo y también
como ciudadano y activista social, he llegado a algunas de las ideas que propondré aquí. Para
empezar, me parece que la idea de cultura escrita significa cosas muy distintas para quienes
ocupan posiciones dominantes y para quienes ocupan posiciones dominadas en la sociedad.
En mi caso personal, crecí en un barrio totalmente marginado a las orillas de la Ciudad de
México (lo que en ese entonces se conocía como una “ciudad perdida”) y tanto mi desarrollo
personal como intelectual han estado ligados siempre a la inevitable lucha por la sobreviven-
cia económica y a las luchas sociales de los sectores marginados. Por ello, mi postura sobre la
cultura escrita no es ni busca ser neutra. Se basa en teorías que sin duda aportan mucho y son
parte de mi formación académica, pero
también en mi experiencia como alumno,
maes­tro, inves­tigador y activista en contextos
sociales de extrema desigualdad social.
Para abordar la cuestión de qué es la
cultura escrita, por lo tanto, encuentro útil
pensar en el tema como una cebolla con
distintas “capas de significado”. El siguiente
esquema representa las “capas” que abordaré
en este escrito.

* Adaptación de la conferencia magistral del mismo título, presentada el 6 de octubre de 2014 en la biblioteca
pública Virgilio Barco, de Bogotá, Colombia.
** Profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, Cuajimalpa.

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¿De qué hablamos cuando hablamos de cultura escrita?

FUNCIÓN PRIVADA Y PÚBLICA


Para empezar, quisiera compartir el inicio de un artículo
que escribí recientemente para una revista de maestros de Se presenta un análisis del concepto de cul-
educación básica en México. El artículo se titula Lectura, tura escrita a partir de cinco dimensiones
o sentidos: la distinción entre función pública y
escritura y democracia1 y comienza así: función privada; el concepto teórico de cultura;
la relación entre cultura y lectura; el concepto
Es complicado hablar al mismo tiempo de la lectura y de la de cultura escrita; y las bases de una pedago­gía
descolonizadora. Se identifica en este análisis la
escritura. Sabemos que son dos caras de la misma moneda, presencia de una falsa dicotomía en el discurso
pero en México es fuerte la tendencia a hablar de la lectura y las prácticas educativas entre quienes buscan
promover la lectura y escritura como medios para
más que de la escritura. Y aunque buena parte de este en-
“cultivar (se)”, y los que la promueven como me-
cuentro está dedicado a producir y compartir la escritura, dios para “emancipar (se)”. Se plantea que esta
comenzaré también en el lado de la lectura. falsa oposición debe ser superada a partir de una
visión más integral del proceso de convertirse
Lo primero es distinguir dos funciones centrales pero en sujeto letrado; para ello se propone pensar la
diferentes de la lectura: su función privada y su función formación de “lectores” como individuos que al
pública. La función privada se refiere a la relación indi- mismo tiempo son lectores-escritores-hablantes-
pensantes, capaces de intervenir activamente en
vidual e íntima entre un lector y un texto: lo que le hace el mundo, no sólo como lectores o comentaristas
pensar, sentir o imaginar. En cambio, la función pública de lo que otros escriben, sino como protagonis-
de la lectura tiene que ver con su potencial como prác- tas de sus propias ideas y palabras.
Palabras clave: cultura escrita, función pública
tica emancipadora y democratizadora. Veamos con más y privada, concepción simbólica de la cultura,
detenimiento cada una de estas funciones. pe­dagogías descolonizantes.
Por alguna razón, la función íntima prevalece como
idea dominante entre maestros, promotores y fanáticos uuuuu
de la lectura. Es la visión, así mismo, de las campañas
An analysis is presented of the concept of writ-
públicas en favor de la lectura. Desde esta concepción,
ten culture, from five dimensions or meanings:
leer “buenos libros” es importante y valioso porque estos the distinction between public and private
cultivan, enseñan valores, fomentan el amor por lo bello, function; the theoretical concept of culture;
the relationship between culture and reading; the
amplían la visión del mundo y desarrollan la sensibilidad. concept of written culture; and the foundations
En suma la lectura se ve como una experiencia íntima de of a decolonizing pedagogy. The presence of a
encul­turación, de consuelo, de relajación y de catarsis para false dichotomy in discourse and educational
practices is identified in this analysis: among
el lector individual. those seeking to promote reading and writing
Sin duda ésta es una dimensión importante de la ex- as a means to “cultivate (oneself)”, and those
periencia de leer. Pero no es la dimensión más ligada a la who promote it as a means to “emancipate
(oneself)”. It is argued that this false opposition
lucha y la participación democrática. Por ello, otras visiones must be overcome from a more holistic view of
enfocan la lectura y la escritura más bien como prácticas the process of becoming a literate subject; to
achieve this, it is proposed to think the forma-
públicas que permiten a la gente crear, rechazar o resistir
tion of “readers” as subjects who at the same
significados a través de la reflexión crítica alimentada por los time are thinking readers-writers-speakers, able
textos, que ahora son impresos y digitales. En este sentido, to actively intervene in the world, not only as
readers or commentators of what others write,
leer se ve menos como un acto de goce y más como un but as protagonists of their own ideas and words.

1
Disponible en www.g-cep.blogspot.mx/2014/10/lectura-escritura-y-
democracia.html

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entre maestr@s

medio para tomar conciencia sobre la vida y el mundo, sobre el tema de la lectura. Los maestros estaban
lo cual puede, eventualmente, mover voluntades para preocupados porque los exámenes estandarizados
intervenir y actuar de manera informada e imaginativa que el gobierno mexicano ha aplicado indican que
en la transformación de las realidades sociales. Esta es los alumnos no saben leer ni escribir, y tanto el go-
la visión teorizada y practicada por Paulo Freire y otros bierno como ciertas campañas en los medios acusan
educadores críticos, y su objetivo central es la apropia- a los maestros de ser los responsables de esa situación
ción de la lengua hablada y escrita como herramientas pues, se dice, no hacen bien su trabajo. Los maestros
para pensar y actuar en el mundo. que me invitaron querían entender cuál era la causa
Pienso que ambas dimensiones de la lectura tienen de la mala “comprensión de lectura” de los alumnos.
consecuencias prácticas importantes. Leemos, a veces, A mí me pareció curiosa, sin embargo, la idea
para escapar de una realidad dolorosa o asfixiante que los maestros tienen acerca de qué es la lectura
mediante la imaginación y la ensoñación. Pero leemos y la cultura. Lo percibí incluso en el correo que me
también, otras veces, para entender y actuar de lleno enviaron para invitarme a dar la plática. El correo
en esa realidad. Con frecuencia se pierden de vista o se decía así:
confunden ambas perspectivas, y hay quienes todavía
las tratan como posturas antagónicas: o se lee literatura Nuestras escuelas son de carácter público y están
de ficción y entonces uno se evade de la realidad, o se ubicadas en zonas marginadas. En ese sentido nuestra
leen textos realistas que mueven a la acción. Ahora población escolar la constituyen alumnos y alumnas
pienso que es posible, aunque no fácil, conciliar ambas con carencias de toda índole y desde luego con un ac­
perspectivas […]. ceso limitado a la cultura.

Hasta aquí la cita. El resto de ese artículo desarrolla La frase que de inmediato me saltó fue “con un acceso
la idea de que no existe en realidad una división in- limitado a la cultura”. Si vamos a hablar de cultura es­
salvable entre ambas perspectivas, pero es necesario crita necesitamos, entonces, clarificar qué entendemos
entender ciertas cosas que ahí se explican. Para fines por cultura, pues la afirmación de que el problema se
del presente escrito lo que me interesa es señalar que debe a que los alumnos tienen un “acceso limitado a la
quienes hacemos trabajo educativo o de promo- cultura”, implica una idea de cultura que es necesario
ción de lectura en contextos de desigualdad social, revisar. Por principio, la idea es equivocada porque
no deberíamos perder de vista esta distinción entre la no existe tal cosa como un sujeto o un grupo social
función privada y la pública, si en verdad queremos sin cultura. Todos los individuos pertenecen a grupos
contribuir a cambiar un poco el mundo. sociales y todos los grupos sociales crean, transmiten y
reproducen tradiciones, valores y prácticas culturales.
CULTURA Este es el concepto que los antropólogos e historia-
Al hablar de cultura escrita es inevitable tener una dores han establecido desde hace mucho, y sin duda
idea de qué significa cultura. Y precisamente alrededor es una idea que también tienen los maestros que me
de este concepto se abre también la diferencia entre invitaron. Sin embargo, en la época actual, justo
quienes promueven la lectura para “cultivar” y quienes cuando más se habla de cultura escrita, de fomento a
la promueven para “emancipar”. Veamos. la lectura, de literatura, de libros y bibliotecas, entre
A principios de 2014, una red de maestros de otros, parece haber un retroceso en nuestra concep-
pri­maria de la zona más marginada y conflictiva ción de la cultura. Al menos en el discurso social
de la Ciudad de México, me invitó a dar una plática dominante, como el que se refleja en el mensaje de

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¿De qué hablamos cuando hablamos de cultura escrita?

los maestros, la palabra “cultura” cultura”. Para ello observemos el siguiente esquema, que representa una
ya no se entiende de esa manera, red de redes, es decir, redes pequeñas que se conectan con otras redes,
o sea como las prácticas y valores pero ninguna es dominante. En conjunto forman una especie de universo
que todo individuo y todo grupo de redes, o sea, un universo de culturas, o la diversidad de culturas que
humano posee, sino que se cambia existen en el mundo.
esta idea por el concepto de alta
cultura. Los maestros y los promo- Cultura = Redes de significado

tores de lectura no suelen usar este


término, pero en los hechos operan
con un concepto que identifica
cultura con alta cultura. Esta idea
no es del todo equivocada, sólo
que no es consciente ni explícita
en el discurso de los educadores y
los promotores de lectura.
Una de las definiciones de
cultura que más me gustan es la
del antropólogo Clifford Geertz,
quien afirmaba lo siguiente: “El
hombre es un animal suspendido
en redes de significados que él Esta es la versión ideal de lo que es la cultura o las culturas entrelaza-
mismo ha tejido. Esas redes son das. Pero es una visión equivocada. Es ideal y bonita, porque en ella
la cultura” (Geertz, 1992). Esta todos caben y nadie domina, pero no es la mejor forma de describir lo
definición es bien clara e intere- que en la práctica ocurre en la sociedad. En la realidad social de todos
sante. Lo que nos dice es que la los países, y especialmente en las sociedades más desiguales e injustas,
cultura es esa red o sistema de sig- como la sociedad mexicana, la cultura estaría mejor representada con
nificados que los humanos hemos el siguiente esquema:
“tejido” y que nos da identidad
y significado. Pero no es una red
hecha por cada individuo, sino que Jerarquías culturales
ha sido elaborada y compartida por
muchos, y esos muchos integran lo
que llamamos “nuestro grupo cul-
tural”. Un punto importante aquí
es que no hay una sino muchas
redes de significado y, por tanto,
no hay una sino muchas culturas.
Veamos entonces dónde está el
problema con la idea de que los
alumnos (o los jóvenes, o la gente
pobre) tienen “acceso limitado a la

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entre maestr@s

Este esquema es un triángulo formado por otros trián- bailes folclóricos, las fiestas tradicionales o los mitos
gulos. Representa una idea de la cultura en la que no y leyendas popula­res. Finalmente, lo masivo se refiere a
todas las creaciones y las prácticas culturales tienen los productos culturales fabricados industrialmente
el mismo valor. La punta superior representa la “alta por los mass media para las masas de bajo nivel so-
cultura”; la parte de en medio, las culturas de clase cioeconómico y educativo, tales como las telenovelas
media; y la parte inferior, las culturas populares o de y teleseries, las películas hollywoodenses, la música
las masas. Esta es una visión etnocéntrica y elitista, comercial, el espectáculo futbolero o la llamada
que considera que la cultura de ciertos grupos sociales literatura barata.
está más “desarrollada” que la de otros grupos y, por ¿Cuál es el problema entonces con lo del “acceso
lo tanto, es “superior”. limitado a la cultura”? Yo veo dos. El primero es
Pese a su elitismo y etnocentrismo, este modelo que es indispensable abandonar la visión deficitaria
describe mejor cómo funciona en la realidad social según la cual unos grupos tienen cultura y otros no.
lo que podemos llamar una jerarquización cultural. Todo mundo tiene cultura, incluyendo a los niños
Precisamente, los estudiosos de la cultura, lo mismo y jóvenes de los barrios marginados. Es necesario
que los estudiosos de las artes y de la educación, abandonar definitivamente esta visión porque si eres
señalan que en la punta de la pirámide hay algo que maestro o promotor de lectura, una cosa es pensar tu
podría denominarse “cultura legítima” o simplemente actividad como “llevarles” la cultura a aquellos que
“alta cultura”, representada por las bellas artes clásicas, “les falta” y otra, muy distinta, pensar el trabajo edu-
por las expresiones artísticas contemporáneas o por cativo y de promoción como ampliar las experiencias
el conocimiento científico. Mientras que en la parte y los significados culturales de la gente, y dotarles
inferior de la pirámide están las “culturas de masas” de elementos para mirar críticamente el origen y
de origen mediático (por ejemplo, la “literatura ba- naturaleza de sus propios valores y prácticas cultu-
rata”), o bien, las culturas populares excluidas (como rales, de manera que aprendan a identificar, valorar
las artesanías). y re-crear aquello que sí es valioso, y a cuestionar y
Intuitivamente, los maestros de escuela, así abandonar aquello que es alienante o denigrante.
como los promotores de lectura, coinciden en pen- Lo segundo es reconocer que para las mayorías
sar y afirmar que no todas las expresiones culturales empobrecidas la experiencia cultural se reduce, en
tienen el mismo valor. En general, piensan que hay muchos casos, a adoptar el papel de consumidor
una “verdadera” lectura y una “verdadera” literatura pasivo de los productos culturales diseñados por las
y, por ello, tienden a rechazar los textos y las prácticas corporaciones televisivas para las masas. No se puede
lectoras que no pertenecen a la alta cultura. Sobre decir que estos productos (telenovelas, canciones,
esto, el antropólogo Néstor García Canclini (1990), espectáculo futbolero, entre otros) no sean cultura,
argentino radicado en México, hace la interesante dis- sino que son un tipo de cultura alienante o enaje-
tinción entre lo culto, lo popular y lo masivo. Lo culto nante, porque no es una cultura producida por el
es aquello que se produce por y para las clases altas, propio grupo social, sino que es manufacturada por
centralmente las bellas artes clásicas (música, pintura empresas cuyo interés primordial es económico, y ha
académica, ballet, literatura), el arte contemporáneo sido diseñada para crear consumidores de productos,
(arte conceptual, performance) y el conocimiento de ideologías y de identidades, no seres autónomos,
científico (publicaciones académicas). Lo popular creativos y críticos.
son las expresiones y prácticas culturales de origen Como investigador educativo y como profesor
“auténticamente” popular, como las artesanías, los universitario, he visto una y otra vez el enorme

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¿De qué hablamos cuando hablamos de cultura escrita?

poder de las industrias culturales comerciales en la anteriormente, entre más pasen los años, más crecerá
formación de las identidades y los valores de nuestros mi amor por el futbol.
niños y jóvenes. Veamos dos ejemplos. En una de mis
clases les pido a los alumnos que anoten su nombre Autobiografía cultural de Aleida:
en el centro de una hoja, y alrededor algunas palabras Nunca voy a poder olvidar el primer día que vi un
que sean muy significativas para ellos. Llamo a esta Animé. En mi memoria no hay ninguna tarde de mi
actividad Red de significados. infancia en la que no estuviera presente el Animé. Me
podría transportar fácilmente a mis tardes en el jardín
de niños, esperando a que ya diera la hora de salida
para poder llegar lo más rápido que pudiera a mi casa
y encender la televisión para ver un nuevo capítulo
de Digimon. A pesar de que era una niña de 4 años
que apenas estaba aprendiendo a leer y escribir, ya me
sabía el opening completo y lo cantaba como si fuera
un himno…

Historias como las de Julio, Ernesto o Aleida son


bas­tante comunes entre los sectores populares en
México. Y lo que ellas muestran no es una “falta
de cultura”, sino una cultura muy fuerte, repleta de
Al revisar las redes de significados de muchos alum- símbolos y prácticas altamente significativos para los
nos, me ha sorprendido ver la enorme cantidad de individuos, pero centrada en lo masivo, es decir, en la
símbolos creados por los medios masivos que apare- cultura manufacturada por los medios masivos para
cen en sus hojas. Se trata de palabras que se refieren las masas. Una cultura enfocada en crear identidades
a equipos de futbol y futbolistas, actores o personajes consumistas, alienadas y pasivas. Una cultura que
de televisión, grupos musicales o cantantes de moda, forma sujetos espectadores, no sujetos actores. Y una
entre otros. cultura que se basa, con frecuencia, en estereotipos y
Otra actividad que realizo con mis alumnos es simplificaciones sosas del mundo y de la vida, por lo
la Autobiografía cultural. Se trata de escribir una tanto, una cultura antiintelectual. Esta es la naturaleza
autobiografía enfocada en sus gustos y prácticas cul- de la cultura que los sectores populares sí tienen, la que
turales. Al igual que en las Redes de significado, en las practican, en la que creen, en la que invierten dinero,
autobiografías aparece con frecuencia el enorme poder deseo y conocimiento. De este material están for­madas
que los símbolos mediáticos han tenido en la con- las experiencias, los repertorios y los significados cul-
formación de sus deseos, aspiraciones e identidades. turales de millones.

Autobiografía cultural de Ernesto: CULTURA Y LECTURA


Desde que tengo uso de razón el futbol ha sido para ¿Cuál es la relación entre la cultura de masas y la cul­
mí algo muy especial. Es mi deporte favorito, el único tura escrita que nos interesa promover? Aquí es donde
que juego, comento, veo, analizo, pienso, etc.… Así surge uno de los problemas clave que enfrentan por
me decreto un apasionado del futbol, y que por ningún igual maestros de escuela y promotores de lectura.
motivo lo dejaré de ver y practicar. Como lo mencioné El punto es este: aunque muchos ni siquiera lo vean

53
entre maestr@s

así, la lectura y la escritura (cultura escrita) que nos el cuerpo. No importa el tipo de material que se
interesa promover a los educadores, a los promotores lea, leer será siempre una actividad intelectual. Sin
de lectura o a los bibliotecarios, es una cultura escrita embargo, no toda actividad intelectual es igual, del
culta. Es decir, lo que hacemos no es “llevar la cultura” mismo modo que no toda práctica lectora es igual.
a quienes “carecen de cultura”, sino oponer formas, La siguiente cita nos ayuda a entender esto:
significados y prácticas culturales de elite o “intelec-
tuales” a las formas, significados y prácticas culturales Las mentes grandes discuten sobre ideas; las mentes
de masas. Aclaro de antemano que no veo nada par- medianas discuten sobre eventos; las mentes pequeñas
ticularmente malo en esto. Yo también creo que lo discuten sobre gente (Eleanor Roosevelt).
que hoy se denomina “literatura infantil y juvenil” y
la literatura que en general forma parte de los acervos
de las bibliotecas escolares y públicas, constituye un
repertorio cultural mucho más amplio, rico, imagina-
tivo, crítico y humanizante que el estrecho repertorio
de textos y significados manufacturados por los mass
media con fines comerciales y de alienación cultural.
Pero justo esta es la cuestión: este tipo de cultura
escrita, en el que creemos y que promovemos los
educadores y promotores, se alinea más con lo que
Canclini llama “lo culto” que con lo “masivo”; es Es interesante comprobar que los textos escritos que
decir, es un tipo de cultura y de lectura culta, y si los pertenecen a los tres circuitos culturales impor­tantes
propios maestros y promotores no ven y reconocen (literatura culta, periodismo y literatura barata) se
esto, será difícil entender la naturaleza de su propio ajustan bien a la idea planteada en esta cita. En gene-
trabajo y los retos que en verdad enfrentan. Veamos ral, la llamada “literatura barata”, tal como las revistas
esto con el ejemplo de la lectura, si bien la cultura de artistas y chismes, o la prensa amarillista, o los
escrita abarca leer, escribir, hablar y pensar. periódicos deportivos, tienden a enfocarse en noti-
cias de gente concreta, es decir, personajes famosos o
“celebridades”, o individuos ordinarios a quienes les
ocurren desgracias. Según Eleanor Roosevelt, autora
de la cita anterior, ese tipo de textos, enfocados en
asuntos de individuos, es de lo que le gusta hablar
a las “mentes pequeñas”. En cambio, la prensa que
podríamos llamar “seria”, es decir, el periodismo más
profesional, se caracteriza por enfocarse en eventos
más que en las personas en sí. Los periódicos y otros
medios informativos abordan los acontecimientos
o sucesos del día a día, incluyendo eventos sociales,
políticos, culturales, económicos, entre otros. No es
casual que la lectura de periódicos y revistas de este
Leer es por definición una actividad intelectual, pues tipo sea una práctica más común entre gente con ma-
es algo que se hace con el pensamiento más que con yor escolaridad o formación ciudadana. En México, al

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¿De qué hablamos cuando hablamos de cultura escrita?

menos, esta práctica lectora se da más entre personas cuenta una historia con eventos y personajes especí­
de alta escolaridad, como lo demuestran las encuestas ficos. Sin embargo, es un relato en el que los perso-
nacionales de lectura realizadas en 2006 y 2012. En najes y eventos simbolizan ideas y valores muy claros
palabras de Roosevelt, se trata de lectores con “mentes y opuestos, que dan para pensar, dialogar y cuestionar
medianas”, que se interesan por sucesos. Finalmente, muchas cosas. Veamos el caso de Matilda y su padre,
en la “alta literatura”, tanto informativa como de el señor Wormwood. Matilda (personaje) es una niña
ficción, la atención se pone no sólo en eventos inme- que visita frecuentemente la biblioteca y que hace
diatos o en personas específicas, sino en las ideas. Y constantes preguntas a su padre (eventos). Tanto su
es este el tipo de literatura y de lectura la que, según personaje como sus acciones representan valores abs-
Roosevelt, es de interés para las “mentes grandes”. tractos tales como el amor a la lectura, la bondad y la
Bien, la cita de Roosevelt podría ser discutible, honestidad (ideas). En contraste, el señor Wormwood
pero hay algo interesante ahí. Cuando afirmo que (personaje) vende coches usados pero les hace arreglos
la lectura que nos interesa promover es una forma falsos y menosprecia de manera constante a su hija
de “cultura culta”, me refiero justo a lo anterior: se Matilda (eventos). Su personalidad y acciones encar-
trata de obras que a la vez suscitan y permiten pensar, nan claramente la ignorancia, la estupidez, la codicia y
dialogar y aprender sobre las ideas, lo que no excluye la deshonestidad (ideas).
el hecho de que estas obras también permiten pensar A mi juicio, si esta novela infantil-juvenil nos
y hablar sobre eventos y acerca de gente o personajes. parece tan buena, tan interesante y tan deseable co­
Veamos un ejemplo concreto de esto. mo material para promover la lectura, los libros y
las bibliotecas, es porque entrelaza muy bien los tres
elementos que señala Roosevelt: personajes muy bien
construidos, eventos interesantes e ideas valiosas; y
en los tres casos lo hace desde una postura a la vez
divertida, ética, crítica y estética, es decir, con elegan­
cia literaria. Todos estos atributos serían justo lo que
a veces denominamos “intelectual” o “culto”, que es
lo opuesto a las historias sosas, burdas, carentes de
perspectiva ética o crítica, típicas de la “literatura ba-
rata”, las telenovelas y demás productos de la industria
cultural de masas.
Desde esta perspectiva, enseñar a leer o enseñar el
“gusto” por leer”, implica tres cosas que darían para un
artículo entero, pero aquí sólo las anoto: 1) incorporar
a la gente a una práctica que tal vez le es ajena: la de
leer material “culto” y con una actitud más inquisitiva
e intelectual; 2) hacer significativo lo que no era signi-
ficativo, es decir, lograr que la gente entienda y haga
suyos los significados encerrados en los libros y textos
La novela Matilda, del reconocido autor de literatura que les proponemos leer; 3) enseñar a la gente a no
infantil Roald Dahl, es formalmente clasificada como quedarse sólo con la lectura por “placer”, sino a hablar,
un libro para niños y jóvenes. Como toda novela, escribir y quizás actuar alrededor de lo que se lee.

55
entre maestr@s

CULTURA ESCRITA Como estado de gracia, la cultura


¿De qué hablamos entonces cuando escrita se refiere, en cambio, al tipo
hablamos de cultura escrita? Recor- de prácticas que los educadores y
demos la definición de cultura que promotores de lectura quisiéramos de-
antes dimos: “El hombre es un animal sarrollar en la gente: leer y escribir con
suspendido en redes de significados fines de cultivación y elevación en un
que él mismo ha tejido. Esas redes son sentido estético, intelectual, “cultural”
la cultura”. Cultura son las redes de e incluso espiritual. Hay dos maneras
significado que los humanos tejemos, de entender cómo lograr que la gente
pero estas redes se tejen con hilos adopte este tipo de prácticas de cultura
de muchos tipos: saberes, creencias, escrita. La primera es promoviendo
Como estado de
fiestas y tradiciones de todo tipo: de el “hábito” y el “gusto” por la lectura.
gracia, la cultura
comer, de vestir, de bailar, de jugar, Esta es la postura implícita o explícita
de hablar, entre otras. La cultura escrita escrita se refiere, en las campañas e instituciones oficia-
sería, entonces, la parte de la red de sig- en cambio, al tipo les que buscan promover la lectura, al
nificados compartidos que se construye de prácticas que menos en México, y es una visión que
con prácticas letradas, que incluyen leer, los educadores ha sido cuestionada por ser limitada y
escribir, hablar, pensar y actuar alrede­ y promotores de limitante, pues reduce la lectura a una
dor de la escritura y los textos. lectura quisiéramos
cuestión psicológica (tener el hábito y
Esta definición de inmediato nos el gusto) e individualista (se habla de
desarrollar en
lleva a reconocer que no existe sólo “el lector” como un ser aislado de las
la gente: leer y
un tipo y un solo fin de las prácticas relaciones sociales). La segunda pos-
letradas, sino distintos tipos y fines. escribir con fines tura plantea que la gente se desarrolla
Una de las autoras que originalmente de cultivación y como lectora, escritora y hablante de
conceptualizaron la cultura escrita co­ elevación en un una lengua en la medida en que se
mo una práctica social, Sylvia Scrib­ner, sentido estético, involucra en prácticas sociales más
propone tres metáforas para diferenciar intelectual, amplias, tales como la educación
tres maneras de entender la cultura formal, la participación ciudadana, el
“cultural” e incluso
escrita: 1) como adaptación, 2) como trabajo (en puestos que exigen leer y
espiritual
estado de gracia y 3) como liberación escribir para pensar), entre otras. En
(Hull y Hernández, 2008). esta perspectiva, el reto principal no es
Entendida como forma o medio desarrollar un “hábito”, sino ampliar
de adaptación, la cultura escrita se el acceso de los grupos marginados a
re­fiere al tipo de actividades de lectu- los espacios sociales e institucionales
ra y escritura que la gente utiliza para donde se enseña, se aprende y se prac-
resolver necesidades sociales de su vida tica la lectura y escritura con fines de
cotidiana, como seguir instrucciones y cultivación y elevación.
normas en el trabajo, en la vía pública Finalmente, entendida como
o en cualquier institución; así mismo, liberación, la cultura escrita y su
leer y escribir para realizar trámites o enseñanza-aprendizaje se conciben
llevar registros y archivos personales. como medios para la concientización y

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¿De qué hablamos cuando hablamos de cultura escrita?

la emancipación de los grupos sociales ser autor. En esta idea entra en juego
oprimidos, subordinados o margina- una tercera raíz teórica: los plantea-
dos. Se reconoce a Paulo Freire como mientos decoloniales o poscoloniales,
uno de los teóricos y promotores de pensadores como Edward Said,
centrales de esta visión de la cultura Franz Fanon o el propio Freire. En
escrita, aunque muchos educadores mis propios términos, yo lo llegué a
críticos la han adoptado y desarrollado plantear así:
alrededor del mundo. Esta concepción
se sintetiza en dos ideas clave propues- Según la definición más común y su-
tas por Freire: 1) no se trata de leer por perficial, un lector es alguien que lee
leer, sino de “leer la palabra para leer libros: muchos, buenos, y por placer.
Finalmente,
el mundo”, y 2) educar no consiste en Yo les propongo otra definición: un
entendida como
meter el mundo en las cabezas de la lector es alguien que se apropia del
gente (educación bancaria, en términos liberación, la lenguaje de otros para expresar sus
de Freire), sino en animar y apoyar a la cultura escrita y su propias intenciones y para convertirse
gente para entrar al mundo de manera enseñanza-aprendizaje en autor y actor de su lugar en el mun-
activa y crítica, de manera que deje de se conciben como do. Apropiarse del lenguaje implica
ser objeto y se convierta en sujeto y medios para la aprender a manipularlo en forma
autor de su propia historia. deliberada, pero esta apropiación no se
concientización
da, de manera primordial, leyendo, ni
y la emancipación
DES/COLONIZAR ocurre sólo en el contexto familiar. Así
Volviendo al inicio de este escrito, de los grupos como un pintor no se forma mi­rando
la distinción entre función privada y sociales oprimidos, cuadros sino pintando los suyos, un
función pública de la cultura escrita subordinados lector no se forma leyendo los textos
aparece de nuevo pero ahora como o marginados. de otros, sino escribiendo los suyos.
estado de gracia y liberación, según los Se reconoce a Paulo Aprender a escribir implica apropiarse
términos de Sylvia Scribner. Vemos de las palabras y las ideas de otros,
Freire como uno
aquí estas dos formas de entender la encontrar la voz propia, y hacerse
de los teóricos y
cultura escrita y su papel en el desarro- escuchar en conversaciones sociales
llo individual y social. Por un lado, se promotores centrales que sólo tienen lugar fuera del espacio
le ve como una capacidad y una virtud de esta visión de la íntimo del individuo y su familia.
que elevan al individuo desde el estado cultura escrita… Convertirse en hablante y escritor
de necesidad al estado de “gracia”; y de una lengua no significa sólo leer
por otro, se le ve como un medio de textos ajenos, o leer por gusto, o
emancipación individual o colectiva. leer “buenos libros”; significa, ante
Desde mi propia experiencia y todo, tener algo que decir y entrar al
reflexión como educador, investigador espacio público de las conversaciones
y activista, he propuesto que tratándo- mediadas por lo escrito. Esto supone
se de los grupos sociales marginados, identificarse a sí mismo como un ha-
desarrollarse como sujetos letrados blante y escritor legítimo y autoriza-
significa y exige pasar de ser lector a do para participar en las instituciones

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entre maestr@s

políticas, culturales y educativas de la sociedad […] desde hace siglos. Ahora mismo, somos testigos de
(Hernández, 2005, pp. 40-41). un estallido social desatado por la masacre de los
estudiantes normalistas de Ayotzinapa, y de manera
Entender y practicar de esta forma la promoción, en- sorprendente hemos visto a miles o millones en todo
señanza o investigación de la cultura escrita, es lo que el país gritando, cantando, actuando, escribiendo,
llamo descolonizar la literacidad (Hernández, 2010), y declamando y expresando de todas las formas posibles
se trata de una práctica que, ahora veo, busca superar su rabia y su dolor. Es decir, han salido del silencio
la oposición y separación entre la función privada sin necesidad de talleres o actividades de promoción
(estado de gracia) y la función pública (liberación) de de la lengua escrita. Pero en tiempos de calma sí hace
la cultura escrita. Una práctica descolonizante es im- falta movilizar la imaginación y la emoción a través
posible si el individuo no se eleva intelectual, cultural de actividades educativas y culturales intencionales.
y éticamente por encima de los discursos y las prácticas ¿De qué hablamos cuando hablamos de cultura
dominantes y alienantes; pero al mismo tiempo exige es­crita? De  entrar a esa enorme y ancestral red de
que el individuo pase de la posición pasiva-receptiva de significados que entre todos tejemos para re-hacernos
un consumidor de textos y se convierta en un activo en el mundo.@
y creativo autor de sus propios textos.
Decir que alguien se convierta en “autor” de REFERENCIAS
textos no significa que deba convertirse en escritor García Canclini, N. (1990). Culturas híbridas. Estrategias
literario, poeta o dramaturgo; significa que es alguien para entrar y salir de la modernidad. México: cnca-
que utiliza el lenguaje y las ideas (cuyos mejores Grijalbo.
ejemplos y fuentes de inspiración están en lo que a Dahl, R. (2005). Matilda. México: Alfaguara.
veces llamamos “buenos libros”) para intervenir ac- Geertz, C. (1992). La Interpretación de las culturas. Barce-
tivamente en el mundo, no sólo como comentarista lona, España: Gedisa.
de lo que otros escriben, sino como protagonista de Hernández Z., G. (2005). Pobres pero leídos: La familia
sus propias ideas y palabras. (marginada) y la lectura en México. México: Conaculta
Pensar la formación de “lectores” como sujetos (Lecturas sobre Lectura, vol. 14). Recuperado de http://
lectores-escritores-hablantes-pensantes implica trans- issuu.com/grehz/docs/ghz_ppl
formar nuestras ideas pedagógicas, dentro y fuera de Hernández Z., G. (2010). Decolonizing Literacy: Mexican
las escuelas. A estas alturas existe ya una amplísima Lives in the Era of Global Capitalism. Bristol, Reino
experiencia teórica y práctica en este terreno, y podría Unido: Multilingual Matters.
ocupar otras diez páginas hablando sobre esto. Pero Hernández Z., G. (2013). Lectura, escritura y democracia.
si sólo adoptamos la idea de que el objetivo de nues- Entre Maestros, 13 (46), otoño. México: upn. Re-
tro trabajo como maestros o promotores culturales cuperado de http://www.g-cep.blogspot.mx/2014/10/
es animar y apoyar a la gente para que además de ser lectura-escritura-y-democracia.html
lectores sean autores, las ideas pedagógicas nacerán Hull, G. y Hernández Z., G. (2008). Literacy. En F. Hult
por sí mismas. y B. Spolsky (eds.), The Handbook of Educational
No sé en el caso de Colombia, pero en el caso Linguistics. Oxford, Reino Unido: Blackwell.
de México, lograr que la gente salga del silencio y
se exprese (expresión = ex-prisión) es una tarea in­
dispensable, dada nuestra larga historia de genocidio,
represión y (auto) silenciamiento que predomina

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