EL HERALDO DE UN NUEVA CONCEPCION DEL UNIVERSO

Por: Kevin Maykol Velasquez Tuiro - III semestre

14 de marzo de 1879 día y año que, en Ulm Alemania, nace una mente que a diferencia de los demás
este se enarboló con la inmensa fuerza de su voluntad, entusiasmo e inconmensurable imaginación y
curiosidad, características de un genio, que después de newton, este vendría a redefinir el concepto
que se tenía sobre el espacio y el tiempo, sobre aquello que enamora del universo, sus secretos, sus
enigmas, su comprensión. Su nombre era Albert Einstein. De joven durante su trecho colegial era
considerado un holgazán, pero éste era un autodidacta empedernido, se puso a estudiar física en la
Universidad Politécnica de Zúrich donde conocería a Mileva Marić, una grandísima matemática y
astrónoma, quién fue el pétalo de amor más grande de Albert y con quien tuvo tres hijos, pétalo que
quedaría en el ayer de Albert solo para terminar en los brazos de su prima hermana, Elsa Einstein,
quien más tarde acabaría casándose con él, pero fue Mileva la compañera y socia que con su genialidad
ayudo a Albert más de lo que él se imaginó.

En 1905 el denominado año milagroso se publicaron 4 artículos por Albert, la primera responde a
la antiquísima cuestión ¿qué es la luz?; su artículo, el efecto fotoeléctrico, afirma que la luz se presenta
como una partícula llamada fotón. En otro artículo Albert propone algo que hoy damos por sentado, la
existencia de átomos. Escribe un artículo más, con la famosa ecuación E= MC2 básicamente significa
que la energía puede transformarse en materia y la materia en energía, pues la partícula más minúscula
de materia posee potencialmente enormes cantidades de energía, para liberarla hace falta una reacción
nuclear y esto es lo que vemos a diario en el cielo estrellado, Albert responde a la pregunta inquietante
de ¿qué hace brillar a las estrellas?, ya como en su fórmula se expresa, la masa (M) se convierte en (E)
energía, siendo esto el motor que enciende las estrellas.

Su teoría de la relatividad muestra que cuanto más rápido se viaja en el espacio, más despacio se
mueve en el tiempo (el tiempo no es absoluto), esta concepción induce el nacimiento de la teoría
especial de la relatividad de Einstein que postula que el espacio y el tiempo están estrechamente
conectados, de hecho, son uno y lo mismo, una estructura flexible llamada espacio-tiempo, pero surge
una cuestión, un problema en su teoría de la relatividad especial, en que solamente se aplica para
cuerpos moviéndose en una sola dirección y con velocidad constante, pues si la velocidad varia, toda
su teoría se desplomaría. Albert sabía que para que su teoría funcione tiene que poder aplicarse para
todos los casos, para todo el universo y eso incluye la fuerza omnipresente e invisible que mantiene
todo unido, la gravedad, es donde extiende su teoría especial de la relatividad a una teoría general de
la relatividad, una teoría que explique no solo el tiempo sino también la gravedad. Un día -el mismo
en el que pasaría la epifanía de Albert y del siglo- asistía a una conferencia en donde entró a un
ascensor, este descendió e hizo sentir extraño a Albert, como si dejase de pesar, fue entonces que
imaginó que, si el ascensor cayera a la misma velocidad que él, estando dentro del ascensor, Albert no
sentiría su propio peso, no pesaría nada, era como si la gravedad desapareciese, fue allí que se dio
cuenta de que no existe la atracción gravitacional, como había planteado Newton, ya que es la tierra
quien curva el espacio que nos rodea y el espacio nos empuja hacia el suelo, el propio espacio puede
ser curvado, pues el espacio y el tiempo son maleables. Albert redefine la gravedad postulando que no
es una fuerza, sino más bien una consecuencia de la distorsión del espacio-tiempo por la masa de un
astro, mientras más masa tenga mayor será la distorsión. Para explicar mejor se puede hacer con la
pregunta ¿Por qué el planeta tierra gira alrededor del sol? La tierra gira alrededor del sol por que el sol
a curvado el espacio que rodea a la tierra y el espacio empuja, empuja a la tierra hacia el sol. Se había
dado un nuevo y atrevido concepto de la gravedad. La teoría general de la relatividad (1916) describe
cómo el espacio y el tiempo ordenan a la materia y energía cómo deben moverse y estas le dicen al
espacio y al tiempo cómo deben comportarse, cómo deben presentarse.

Fueron años de increíbles y fascinantes descubrimientos que desafiaban lo establecido y conocido

hasta entonces, repudiadas por la comunidad científica hasta que la teoría tomo vigor inmarcesible y
se corroboro por varios científicos cuyo experimento -que daría validez contundente a la teoría de
Einstein- se basó en un eclipse acaecido en 1919. Siendo el alba de la física moderna, Albert Einstein
culmina su travesía en el existir en 1955 a la edad de 76 años, dejándonos los “frutos” dulces y agrios,
que hoy vemos, y la inspiración de su pensar, la voluntad impetuosa de su actuar que hoy todos
deberíamos tener.