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Ivet Acosta
Samuel Capellas
Este documento recoge los apuntes tomados por dos alumnas de Ma-
temáticas durante las clases de Cálculo Diferencial impartidas por
Narciso Román Roy en la FME durante el curso 2017-2018. El texto
está abierto a mejoras, y podéis enviar cualquier corrección o suge-
rencia a scapellas37@gmail.com. Esperamos que nuestros apuntes
os sean de utilidad.
Índice general
1. Topologı́a de Rn . Sucesiones. 1
1.1. Espacios métricos, normados y euclı́deos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
1.2. Conceptos topológicos en Rn . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.3. Conjuntos abiertos y cerrados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
1.4. Sucesiones en espacios métricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
1.5. Conjuntos compactos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
1.6. Sucesiones de Cauchy. Completitud . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
3. Cálculo diferencial en Rn 18
3.1. Diferenciabilidad de funciones en Rn . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
3.2. Diferenciabilidad y continuidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
3.3. Regla de la cadena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
3.4. Teoremas del valor medio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
2. No degeneración: d(x, y) = 0 ⇔ x = y.
Se define un espacio métrico como una pareja (M , d) que satisfaga las propiedades anteriores.
Definición 1.1.2. Sea E un R-e.v. Una norma en E es una aplicación || · || : E → R tal que
∀ u, v ∈ E, λ ∈ R se satisfacen las propiedades:
2. No degeneración: ||u|| = 0 ⇔ u = 0.
Se define un espacio normado como una pareja (E, ||·||) que satisfaga las propiedades anteriores.
Proposición 1.1.1. Si (E, || · ||) es un espacio normado, entonces (E, d) es un espacio métrico
con la distancia definida por d(u, v) := ||u − v||.
1. Bilinealidad : hαu + βw, vi = αhu, vi + βhw, ui y hu, αv + βwi = αhu, vi + βhu, wi.
4. No degeneración: hu, ui = 0 ⇐⇒ u = 0.
Se define un espacio euclı́deo como una pareja (E, h·, ·i) que satisfaga las propiedades anteriores.
Proposición 1.1.2. Si (E, h·, ·i) espun espacio euclı́deo, entonces (E, ||·||) es un espacio normado
con la norma definida por ||u|| := hu, ui.
Demostración. La norma está bien definida, ya que hu, ui ≥ 0 ∀ u ∈ E. Las propiedades 1 y 2 se
deducen directamente de las definiciones, y la propiedad 3 de la bilinealidad del producto escalar.
La propiedad 4 se obtiene de la desigualdad de Cauchy-Schwarz (véase la Proposición 1.1.4):
||u + v||2 = hu + v, u + vi = ||u||2 + ||v||2 + 2hu, vi ≤ ||u||2 + ||v||2 + 2||u|| ||v|| = (||u|| + ||v||)2 .
Corolario 1.1.1. (Rn , || · ||2 ) es un espacio normado y (Rn , d2 ) es un espacio métrico, siendo
v v
u n u n
p uX uX
||u||2 = hu, ui2 = t 2
ui , d2 (u, v) = ||u − v|| = t (ui − vi )2
i=1 i=1
p
Proposición 1.1.4. En un espacio euclı́deo (E, h·, ·i) con norma ||u|| = hu, ui, se satisfacen
las siguientes propiedades ∀ u, v ∈ E.
1
De hecho, la desigualdad también se mantiene para espacios vectoriales sobre C.
Cálculo Diferencial 3
Demostración. Para todo t ∈ R, ||u + tv||2 = hu + tv, u + tvi = ||u||2 + 2hu, vi t + ||v||2 t2 ≥ 0.
En consecuencia, la ecuación de segundo grado ||u||2 + 2hu, vi t + ||v||2 t2 = 0 tiene menos de
dos soluciones reales, es decir, su discriminante debe cumplir ∆ = 4hu, vi2 − 4||u||2 ||v||2 ≤ 0, de
donde sigue que |hu, vi| ≤ ||u|| ||v||.
La segunda propiedad se deduce de la desigualdad triangular: ||u|| = ||u−v +v|| ≤ ||u−v||+||v||.
Los dos resultados siguientes son immediatos a partir de las igualdades ||u+v||2 = ||u||2 +||v||2 +
2hu, vi y ||u − v||2 = ||u||2 + ||v||2 − 2hu, vi, obtenidas de la bilinealidad del producto escalar.
√ p
Finalmente, del crecimiento de f (x) = x se deduce que |ui | ≤ u21 + · · · + u2n = ||u||. Además,
como (|u1 | + · · · + |un |)2 − (u21 + · · · + u2n ) ≥ 0, se obtiene ||u|| ≤ |u1 | + · · · + |un |, de donde se
concluye el último resultado.
Definición 1.2.1. Una esfera con centro en p y radio r es Sr (p) = {x ∈ M | d(x, p) = r}.
Definición 1.2.2. Una bola abierta con centro en p y radio r es Br (p) = {x ∈ M | d(x, p) < r}.
Definición 1.2.3. Una bola cerrada con centro en p y radio r es B̄r (p) = {x ∈ M | d(x, p) ≤ r}.
Definición 1.2.4. Una bola perforada con centro en p y radio r es Br∗ (p) = Br (p) \ {p}.
Definición 1.2.5. El conjunto A es un conjunto acotado si existe una bola que lo contenga.
Int A ⊂ A0 ⊂ Ā.
Si p ∈ A es aislado, entonces p ∈ Fr A.
M = Int A t Fr A t Ext A.
Int A = Ø Ext A = Ac Fr A = A
n
1
En el conjunto infinito A = 1+ , n ∈ N , en cambio, e ∈
/ A pero e ∈ Fr A.
n
Proposición 1.2.2. Si p es un punto de acumulación de A, entonces Br (p) contiene infinitos
puntos de A, ∀ r ∈ R+ .
Demostración. Supongamos que ∃ r0 ∈ R+ tal que Br∗0 (p) contiene un número finito de puntos de
A, es decir, Br∗0 (p) ∩ A = {a1 , . . . , an } ⊂ M con n ∈ N. Sea s = mı́n{d(p, a1 ), . . . , d(p, an )} ∈ R+ ,
y considérese r1 = s/2. Si ai ∈ Br∗0 (p)∩A, necesariamente r1 < d(p, ai ), por lo que ai ∈ / Br∗1 (p)∩A.
∗ ∗ ∗
Pero como Br1 (p) ⊂ Br0 (p), se concluye que Br1 (p) ∩ A = Ø, en contradicción con que p sea de
acumulación.
Definición 1.3.1. El conjunto A ⊂ M es abierto si todos sus puntos son interiores, es decir, si
se cumple la igualdad A = Int A.
Observación 1.3.1. En Rn , por definición, los únicos conjuntos abiertos y cerrados a la vez
son Ø y Rn .
Observación 1.3.2. La intersección infinita de conjuntos abiertos puede ser cerrada, y la unión
infinita de conjuntos cerrados puede ser abierta. Dos ejemplos son:
T
F = {B1/n (p) | n ∈ N} es una familia de abiertos, pero S = n∈N B1/n (p) = {p} es cerrado.
1 1
En R, F = {In = [−1 T + n , 1 − n ] | n ∈ N} es una familia de conjuntos cerrados, pero su
intersección es S = n∈N In = (−1, 1), una bola abierta, que es un conjunto abierto.
N −→ M
m 7−→ xm
Notación. La sucesión se puede escribir como {xm }m∈N . En Rn , toda sucesión {xm } se asocia
a n sucesiones de coordenadas {xm
i }.
Definición 1.4.2. Dada una sucesión {xm } ⊂ M y p ∈ M un punto, se dice que p es el lı́mite
de la sucesión o que la sucesión converge a p si
Propiedades 1.4.1.
Si M ≡ Rn , también se cumple:
Si lı́m {xm } = 0 y {y m } satisface que {||y m ||} ⊂ R está acotada, lı́m {hxm , y m i} = 0.
m→∞ m→∞
Demostración. Como {||y m ||} está acotada, ∃ K ∈ R+ tal que ||y m || < K ∀ m ∈ N.
Además, se tiene que ∀ ε ∈ R+ ∃ m0 ∈ N tal que ||xm || < ε/K ∀ m > m0 , m ∈ N. De la
desigualdad de Cauchy-Schwarz se obtiene que, bajo las mismas condiciones, se cumple
ε
|hxm , y m i| ≤ ||xm || ||y m || < K=ε
K
Definición
S 1.5.2. Un recubrimiento de K ⊂ M es una familia de conjuntos F = {Ai } tal que
K ∈ Ai .
Observación 1.6.1. El recı́proco no se cumple para todo espacio métrico (ej. (Q, d2 )).
f : A ⊂ Rn −→ Rm
x = (x1 , . . . , xn ) 7−→ (y1 , . . . , ym ) = f (x)
fi : A ⊂ Rn −→ R
x = (x1 , . . . , xn ) 7−→ yi = fi (x)
Ck = {x ∈ A | f (x) = k} = f −1 (k)
Es la antiimagen de k.
12 Ivet Acosta y Samuel Capellas
Demostración. (⇒) Como a ∈ A0 , existe una sucesión {xk } ⊂ A \ {a} con lı́mite a. Veamos que
{f (xk )} → q. Sabemos que ∀ ε > 0 ∃ δ > 0 tal que si x ∈ Bδ∗ (a)∩A, entonces d(f (x), q) < ε. Para
dicho δ = δ(ε), como {xk } → a, ∃ n0 = n0 (δ) ∈ N tal que ∀ n ≥ n0 se tiene 0 < d(xn , a) < δ, es
decir, xn ∈ Bδ∗ (a), y como {xk } ⊂ A, xn ∈ Bδ∗ (a) ∩ A. En sı́ntesis, ∀ ε > 0 ∃ n0 = n0 (ε) ∈ N tal
que ∀ n ≥ n0 , como xn ∈ Bδ∗ (a) ∩ A, se tiene d(f (x), q) < ε. Luego {f (xk )} → q.
(⇐) Demostración por contrarrecı́proco. Supongamos que q no es lı́mite de f en a, es decir,
que ∃ ε0 tal que ∀ δ > 0 ∃ x ∈ Bδ (a) con d(f (x), q) ≥ ε0 . Como a ∈ A0 , para cada n ∈ N
podemos tomar xn ∈ B1/n (a) tal que d(f (xn ), q) ≥ ε0 . Por el criterio del sándwich, como
0 < d(xn , a) < 1/n ∀ n ∈ N, lı́m{xk } = a, pero por construcción {f (xk )} no tiene lı́mite q.
(e) Si lı́m f (x) = p y lı́m g(x) = q, entonces lı́m hf, gi(x) = hp, qi.
x→a x→a x→a
1 1
(h) Si m = 1, f (x) 6= 0 ∀ x ∈ A y lı́m f (x) = p 6= 0, entonces lı́m = .
x→a x→a f (x) p
(i) Si m = 1 y lı́m f (x) > 0 (resp. < 0), ∃ Br∗ (a) tal que f (x) > 0 (resp. < 0) ∀ x ∈ Br∗ (a) ∩ A.
x→a
(j) Si ∃ lı́m f (x), entonces ∃ Br (a) tal que f (x) está acotada en Br (a) ∩ A.
x→a
c : I ⊂ R −→ Rn
t 7−→ (c1 (t), . . . , cn (t)) = c(t)
Diremos que la curva c es continua si las funciones ci (t) son continuas ∀ i ∈ {1, . . . , n} (véase
sección 2.4). Si c es una recta, será de la forma c(t) = p + tv, con p, v ∈ Rn y t ∈ R.
(a) f es continua en A
Sea el conjunto V = [1, ∞), que es cerrado en R (su complementario es intersección infinita de
∗
abiertos): entonces, f −1 (V ) = B 1 (0, 0) = B 1 (0, 0) ∩ Dom f , donde U = B 1 (0, 0) es cerrado.
Observación 2.4.1. La Proposición 2.4.4 puede usarse para demostrar que un conjunto es
abierto o cerrado, considerando una función continua adecuada.
Teorema 2.6.1 (Teorema del punto fijo). Sea M completo y f : M → M una aplicación
k-contractiva. Entonces ∃! x ∈ M tal que f (x) = x.
Demostración. Sea x0 ∈ M . Supongamos que f (x0 ) 6= x0 . Definimos la sucesión {xj } ⊂ M
tal que xn+1 = f (xn ) ∀ n ∈ N. Aplicando la definición de aplicación k-contractiva de forma
sucesiva, se obtiene la expresión d(xn+1 , xn ) ≤ k n d(x1 , x0 ), donde k ∈ [0, 1). Veamos que {xj }
es de Cauchy, es decir, que ∀ ε > 0 ∃ ν ∈ N con d(xm , xn ) < ε ∀ m, n > ν (m, n ∈ N).
Tomando sin pérdida de generalidad m > n y aplicando sucesivamente la desigualdad triangular,
se tiene d(xm , xn ) ≤ d(xm , xm−1 )+d(xm−1 , xm−2 )+· · ·+d(xn+1 , xn ). Ası́, se tiene la desigualdad
d(xm , xn ) ≤ (k m−1 + k m−2 + · · · + k n ) d(x1 , x0 ). Considérese la sucesión {sm } ⊂ R definida por
sm = 1+k +· · ·+k m−1 . Como |k| < 1, {sm } es convergente y en particular de Cauchy. Entonces,
∀ ε > 0 ∃ ν ∈ N tal que |sm − sn | = k m−1 + k m−2 + · · · + k n < ε/d(x1 , x0 ) ∀ m, n > ν, luego
d(xm , xn ) < ε y {xj } es de Cauchy. Como M es completo, {xj } tiene lı́mite x ∈ M . Entonces,
se tiene que
x = lı́m xj+1 = lı́m f (xj ) = f lı́m xj = f (x)
j→∞ j→∞ j→∞
Observación 2.6.1. La demostración del teorema nos proporciona un método para hallar el
punto fijo x de cualquier aplicación contractiva f : A ⊂ M → M en un espacio métrico completo:
x = lı́m f n (y)
n→∞
Cálculo diferencial en Rn
f (a + h) − (f (a) + Df (a)(h))
lı́m =0
h→0 ||h||
f (a + tv) − f (a)
Df (a)(v) = lı́m
t→0 t
Demostración. El lı́mite de la Definición 3.1.1 obliga a la existencia e igualdad del lı́mite direc-
cional según la recta h = tv (donde v ∈ Rn es el vector director de la recta). Entonces:
donde se ha hecho uso de que Df (a) es una aplicación lineal. Esto implica que
f (a + tv) − (f (a) + t Df (a)(v)) f (a + tv) − (f (a) + t Df (a)(v))
0 = lı́m = lı́m =
t→0 |t| t→0 t
f (a + tv) − f (a) f (a + tv) − f (a)
= lı́m − Df (a)(v) = lı́m − Df (a)(v)
t→0 t t→0 t
Cálculo Diferencial 19
En el caso de m = 1, se tiene
∂f ∂f
Df (a)(v) = (a) v1 + · · · + (a) vn
∂x1 ∂xn
20 Ivet Acosta y Samuel Capellas
Ejemplo 3.1.1. Sea la función f : R2 → R definida por f (x, y) = x1/3 y 1/3 , y estudiemos la
existencia de sus derivadas parciales y su diferenciabilidad en a = (0, 0).
∂f f (t, 0) − f (0, 0) ∂f
(0, 0) = lı́m = lı́m 0 = 0 = (0, 0)
∂x t→0 t t→0 ∂y
Es decir, existen las derivadas parciales de f en (0, 0) y valen 0. Observemos que estas no podı́an
hallarse mediante reglas de derivación de funciones en una variable, ya que las funciones x1/3 e
y 1/3 no son derivables en el origen. Estudiemos ahora si f es diferenciable en (0, 0):
!
h1
f (0 + h1 , 0 + h2 ) − f (0, 0) − (0, 0) 1/3 1/3
h2 h1 h2
lı́m p = lı́m √
(h1 ,h2 )→(0,0) h21 + h22 (h1 ,h2 )→(0,0) h1 2
f (a + h) ≈ f (a) + Df (a)(h)
donde α es el ángulo entre ∇f (a) y v. Ası́, la variación máxima se da cuando kDf (a)(v)k es
máxima, (cos α = ±1). En ese caso, Df (a)(v) = ± ||∇f (a)||, y v es paralelo a ∇f (a) (de hecho,
v = ±∇f (a)/k∇f (a)k).
Proposición 3.1.5. Las direcciones de variación nula son las perpendiculares a ∇f (a).
Observación 3.1.4. Las reglas de Leibniz se extienden fácilmente a funciones vectoriales com-
poente a componente.
Por la observación 3.1.4 f no es diferenciable en a = (0, 0), pero las derivadas direccionales
existen. Sin embargo, f no es continua ya que
1
lı́m f (x, y) = 6= f (a)
(x,y)→(0,0) 2
x=y 2
particular existe la derivada parcial respecto a x1 , que coincide con la derivada ordinaria de
funciones de una variable. Por el Teorema del Valor Medio, ∃ u1 ∈ [a1 , x1 ] tal que
∂f
f (x1 , x2 , . . . , xn )−f (a1 , x2 , . . . , xn ) = F (x1 )−F (a1 ) = F 0 (u1 )(x1 −a1 ) = (u1 , x2 , . . . , xn )(x1 −a1 )
∂x1
Realizando el proceso análogo para cada ui , i ∈ {1, . . . , n}, obtenemos que
n
∂f ∂f X ∂f
f (x)−f (a) = (u1 , x2 , . . . , xn )(x1 −a1 )+· · ·+ (a1 , . . . , an−1 , un )(xn −an ) = (qi )(xi −ai )
∂x1 ∂xn ∂xi
i=1
Sea x ∈ U . Como U es abierto, ∃ r > 0 tal que Br (x) ⊂ U . Fijando ε > 0 aribtrario, sea
y ∈ Br (x) ⊂ U tal que kx − yk < δ = mı́n{r, ε/nK}. Asimismo, para cada k ∈ {1, . . . , n},
consideremos la función Fk : [xk , yk ] ⊂ R → R definida por
Fk (t) = f (y1 , . . . , yk−1 , t, xk+1 , . . . , xn )
24 Ivet Acosta y Samuel Capellas
En particular, Fk es continua en [xk , yk ]. Por el Teorema del Valor Medio para funciones de una
variable, ∃ ξk ∈ (xk , yk ) tal que
Fk (xk ) − Fk (yk ) = Fk0 (ξk )(xk − yk )
En conclusión,
n
X n
X n
X
0
|f (x) − f (y)| ≤ Fk (ξk ) |xk − yk | ≤
Kkx − yk < Kδ ≤ ε
k=1 k=1 k=1
||k||
donde se ha usado que lı́m está acotado. Esto se obtiene de:
h→0 ||h||
||k|| ||Df (a)(h) + R1 (h)|| ||Df (a)(h)|| + ||R1 (h)|| ||Df (a)(h)||
lı́m = lı́m ≤ lı́m = lı́m
h→0 ||h|| h→0 ||h|| h→0 ||h|| h→0 ||h||
usando el siguiente lema.
Lema 3.3.1. Sea (E, || · ||) un espacio normado y Φ : E → E una aplicacioon lineal. Entonces,
∃ M ∈ R+ tal que ||Φ(u)|| ≤ M ||u||.
Ası́ pues, se ha demostrado que ∃ D(g ◦ f )(a) = (Dg(b) ◦ Df (a)) : Rn → Rm tal que (g ◦ f )(a +
R1 (h)
h) = (g ◦ f )(a) + D(g ◦ f )(a)(h) + R1 (h), con lı́m = 0.
h→0 ||h||
∂2f
∂ ∂f
≡ : Bj ⊂ Di ⊂ Rn −→ R
∂xj ∂xi ∂xj ∂xi
∂ ∂f
x = (x1 , . . . , xn ) 7−→ (x)
∂xj ∂xi
Podemos aplicar el teorema del valor medio en una variable a la función F : existe dhk ∈ (a2 , a2 +
k) tal que
∂2f
Shk = F 0 (dhk )kh = (chk , dhk )kh
∂y∂x
Puede procederse de forma análoga intercambiando el papel de las variables x, y en toda la
hk ∈ (a2 , a2 + k), cf
demostración, para obtener que existen df hk ∈ (a1 , a1 + h) tales que
∂2f f
Shk = (dhk , cf
hk )kh
∂x∂y
Si (h, k) → (0, 0), se tiene que (chk , dhk ) → (a1 , a2 ) (df hk ) → (a1 , a2 ). Por la continuidad de
hk , cf
las derivadas parciales de segundo orden,
∂2f ∂2f ∂2f ∂2f
(a1 , a2 ) = lı́m (ckh , dkh ) = lı́m (cf
hk , khk ) =
f (a1 , a2 )
∂y∂x (ckh ,dkh )→(a1 ,a2 ) ∂y∂x (g
chk ,dg
hk )→(a1 ,a2 )
∂y∂x ∂x∂y
28 Ivet Acosta y Samuel Capellas
∂mf ∂mf
= (en U).
∂xim · · · ∂xi1 ∂xσ(im ) · · · ∂xσ(i1 )
Si i1 6= σ(i1 ), entonces i1 = σ(ik ) con k 6= 1. Sea {xσ(i1 ) , . . . , xσ(ik−1 ) , xσ(ik+1 ) , xσ(im ) } una
permutación de {xi2 , . . . , xin }. Entonces
!
∂mf ∂ m−1 f ∂ m−1 f
∂ ∂
H.I.
= =
∂xi1 · · · ∂xim ∂xi1 ∂xi2 · · · ∂xim ∂xσ(i1 ) · · · ∂xσ(ik−1 ) ∂xσ(ik+1 ) · ∂xσ(im )
∂xi1
!
∂2 ∂ m−2 f
=
∂xi1 ∂xσ(i1 ) ∂xσ(i2 ) · · · ∂xσ(ik−1 ) ∂xσ(ik+1 ) · ∂xσ(im )
!
∂2 ∂ m−2 f
=
∂xσ(i1 ) ∂xi1 ∂xσ(i2 ) · · · ∂xσ(ik−1 ) ∂xσ(ik+1 ) · ∂xσ(im )
!
∂k ∂ m−k f
= ··· =
∂xσ(i1 ) · · · ∂xσ(ik−2 ) ∂xi1 ∂xσ(ik−1 ) ∂xσ(ik+1 ) · · · ∂xσ(im )
!
∂k ∂ m−k f
=
∂xσ(i1 ) · · · ∂xσ(ik−2 ) ∂xσ(ik−1 ) ∂xi1 ∂xσ(ik+1 ) · · · ∂xσ(im )
i1 =σ(ik ) ∂mf
=
∂xσ(i1 ) · · · ∂xσ(im )
Df −1 (f (a)) = Df (a)−1
. Consideremos la función g(x) = x − fe(x), que es de clase C k , con lo cual sus derivadas
parciales son continuas. Esta función también cumple que Dg(a) = 0. Ası́, por el
Teorema del Valor Medio, ∃ q1 , . . . , qn ∈ Br (a) : gi (x) − gi (a) = Dgi (qi )(x − a),
donde kx − ak < r. Aplicando la Desigualdad de Cauchy-Schwarz, kg(x) − g(a)k < 2r .
Con lo que se concluye que g es una función k–contractiva, con k = 12 , que aplica la
bola Br (a) en la bola B r2 (g(a)).
∂ fe ∂ fe−1
fe ∈ C k =⇒ ∈ C k =⇒ ∈ C k =⇒ fe−1 ∈ C k .
∂xi ∂yi
Para demostrar la última parte, supongamos que existe la inversa f −1 de clase C k en f (U ). Por
definición de inversa, f −1 ◦ f = IdU y f ◦ f −1 = Idf (U ) . Ambas funciones son diferenciables, por
lo que puede aplicarse la regla de la cadena:
F : W ⊂ Rn × Rm −→ Rm
(x, y) ≡ (x1 , . . . , xn ; y1 , . . . , ym ) 7−→ (F1 (x, y), . . . , Fm (x, y))
∂Fi
(iii) det (p) 6= 0, para i, j ∈ {1, . . . , m}, En particular, rang JF (p) = m.
∂yj
∂F ∂F1 ∂F1 ∂F1
1
(p) · · · (p) (p) · · · (p)
∂x1 ∂xn ∂y1 ∂ym
.. .. .. .. .. ..
JF (p) =
. . . . . .
∂F ∂F ∂F ∂F
m m m m
(p) · · · (p) (p) · · · (p)
∂x1 ∂xn ∂y1 ∂ym
f: A ⊂ Rn −→ B ⊂ Rm
x ≡ (x1 , . . . , xn ) 7−→ (y1 , . . . , ym ) ≡ (f1 (x), . . . , fm (x))
(a) f es de clase C k en A.
Demostración. Construimos una función auxiliar, con el mismo dominio de F . Sus n primeras
componentes son la identidad, y las m componentes restantes son el resultado de la aplicación
de F a la variable independiente.
G : W ⊂ Rn+m −→ Rn+m
(x, y) 7−→ (x, F (x, y)) ≡ (x, ye)
F es de clase C k en E(p) y
IRn (O)n×m
∂F
JF (p) = ∂F ∂F , det JG(p) = det (p) 6= 0
(p) (p) ∂y
∂x ∂y
Podemos aplicar el Teorema de la Función Inversa a la función G. Ası́, ∃ U ⊂ E(p) ⊂ Rn+m con
p ∈ U , y ∃ V ∈ Rn+m tales que
donde G−1 es de clase C k , e y = h(x, ye) para cierta función h : V ⊂ Rn+m → Rm . Entonces,
∀ (x, ye) ∈ V se tiene: (x, ye) = (G◦G−1 )(x, ye) = G(G−1 (x, ye)) = G(x, h(x, ye)) = (x, F (x, h(x, ye))),
de donde se deduce que ye = F (x, h(x, ye)).
Sea el conjunto A ≡ {x ∈ Rn | (x, 0) ∈ V } y sea
f : A ⊂ Rn −→ B ⊂ Rm
x 7−→ h(x, 0)
32 Ivet Acosta y Samuel Capellas
Veamos la unicidad. Supongamos que ∃ g : A ⊂ Rn −→ Rm con las mismas propiedades, pero tal
que ∃ x0 ∈ A tal que f (x0 ) 6= g(x0 ). Se tiene entonces que F (x0 , g(x0 )) = 0 = F (x0 , f (x0 )), de
donde se deduce que F no es inyectiva en U , luego G tampoco, Y por lo tanto G no es invertible,
que es una contradicción.
Corolario 4.3.1. Podemos hallar la diferencial de la función implı́cita f , aún sin conocerla.
Con las hipótesis del teorema, los elementos de la Jf (a), que representa Df (a), se obtienen
como solución del siguiente sistema lineal de m × n ecuaciones:
m
∂Fi X ∂Fi ∂fk i ∈ {1, . . . m}
0= (p) + (p) (a) con
∂xj ∂yk ∂xj j ∈ {1, . . . , n}
k=1
es decir:
∂Fi ∂Fi ∂fk
(p) + (p) · (a) = 0
∂xj ∂yk ∂xj
−1
∂fk ∂Fi ∂Fi
(a) = − (p) (p)
∂x ∂yk ∂x
Demostración. Por el Teorema de la función implı́cita, sabemos que dada una función
F : W ⊂ Rn+m −→ Rm
(x, y) 7−→ F (x, y)
existe
f : A ⊂ Rn −→ B ⊂ Rm
x 7−→ f (x) = y
tal que F (x, f (x)) = 0. Usaremos una función auxiliar g : A ⊂ Rn → Rn+m , con g(x) =
g(x1 , . . . , xn ) = (x1 , . . . , xn , f1 (x), . . . , fm (x)). Observemos que (F ◦ g)(x) = F (g(x)) = F (x, f (x)) =
0 ∀ x ∈ Rn . Sabemos que F es diferenciable en p, y g es diferenciable en a (pues ambas son di-
ferenciables en su dominio). Usamos la regla de la cadena: J(F ◦ g)(a) = Jf (p)Jg(a) = 0, es
Cálculo Diferencial 33
decir:
1
∂F
1 ∂F1 ∂F1 ∂F1 ..
(p) ··· (p) (p) ··· (p)
.
∂x1 ∂xn ∂y1 ∂ym
.. .. .. .. .. .. 1 = (0)
. . . . . .
∂f1 (a) ∂f1 m×n
∂F ··· (a)
m ∂Fm ∂Fm ∂Fm ∂x1 ∂xn
(p) · · · (p) (p) · · · (p) .. .. ..
∂x1 ∂xn ∂y1 ∂y m . . .
∂fm ∂fm
∂x1 (a) ··· ∂xn (a)
∂Fi ∂Fi ∂fk
(p) In + (p) (a) = (0)m×n
∂xj m×n ∂yk m×m ∂xj m×n
H
F ◦H
V ⊂ Rn+m
H
F ◦H
V ⊂ Rn+m
34 Ivet Acosta y Samuel Capellas
G : Rn+m −→ Rn+m
(x, y) 7−→ (F (x) + (0, y))
Teorema 4.4.3 (Teorema general del rango). Sea F : Rr+n → Rr+m , y p ∈ Dom F tal que
rang JF (p) = r y F es de clase C k en E(p). Bajo estas hipótesis existen difeomorfismos locales
H1 : U1 ⊂ Rr+n −→ V1 ⊂ Rr+n
de clase C k
H2 : U2 ⊂ Rr+m −→ V2 ⊂ Rr+m
F
V1 ⊂ Rr+n U2 ⊂ Rr+m
H1 H2
H2 ◦ F ◦ H1
U1 ⊂ Rr+n V2 ⊂ Rr+m
n
1 X ∂kf
··· + (a) (xik − aik ) · · · (xi1 − ai1 ) + Rk (f, a) ≡ Pk (f, a) + Rk (f, a)
k! ∂xik · · · ∂xi1
ik ,...,i1 =1
Rk (f, a)
donde Rk (f, a) = o(||h||k ), es decir, lı́m = 0. Si además f ∈ C k en E(a), entonces:
h→0 ||h||k
n
1 X ∂ k+1 f
Rk (f, a) = (ξ) (xik+1 − aik+1 ) · · · (xi1 − ai1 )
(k + 1)! ∂xik+1 · · · ∂xi1
ik+1 ,...,i1 =1
c : R −→ E(a) ⊂ Rn
t 7−→ c(t) = a + t (x − a) = a + th
| {z }
h
36 Ivet Acosta y Samuel Capellas
En efecto, F es de clase C k+1 (regla de la cadena), y al ser de una variable podemos aplicar el
teorema de Taylor para funciones de una variable, desarrollando el polinomio de Taylor en t = 0
(polinomio de Maclaurin), evaluándolo en t = 1:
para cierto tξ ∈ [0, 1]. Aplicamos la regla de la cadena para evaluar F i (0) para cada i.
n
0
X ∂f
F (0) = (a)hi
∂xi
i=1
n
k+1
X ∂ k+1 f
F (tξ ) = (c(tξ )) hik+1 · · · hi1
∂xik+1 · · · ∂xi1
ik+1 ,...,i1 =1
Observación 5.1.2. La técnica que se ha usado en esta demostración puede utilizarse para
calcular polinomios de Taylor de forma rápida.
Observación 5.1.3. Si f es una función vectorial, podemos aplicar el teorema de Taylor com-
ponente a componente.
g f
Problema 5.1.1. Sea F ≡ f ◦ g : Rn −−→ R −−→ R. Para calcular el Polinomio de Taylor de
F de grado m en el punto x ∈ R, se puede componer el polinomio de Taylor de f centrado en
g(x) con el polinomio de Taylor de g centrado en x, truncando a grado m.
Cálculo Diferencial 37
A: E −→ R
n
x 1
X .
x ≡ x1 e 1 + . . . + xn e n 7 →
− .
aij xi xj = (x1 , . . . , xn )A .
i,j=1
xn
Observación 5.3.1. Es una definición similar a la de forma bilineal, aplicada a un solo vector.
Definición 5.3.2. Una forma cuadrática A es definida positiva si A(x) > 0 ∀ x 6= 0, y semi-
definida positiva si A(x) ≥ 0 ∀ x 6= 0. Análogamente se define una forma cuadrática definida
negativa o semidefinida negativa. En cualquier otro caso, la forma cuadrática es indefinida.
Proposición 5.3.1 (Criterio de los valores propios). Sea A ∈ Mn (R) simétrica y A su forma
cuadrática asociada.
b) Hay algún valor propio nulo y el resto son positivos ⇐⇒ A es semidefinida positiva.
d) Hay algun valor propio nulo y el resto son negativos ⇐⇒ A es semidefinida negativa.
En el resto de casos el criterio no decide, y se dice que f tiene en a un punto crı́tico degenerado.
1 f (x) − f (a) 1 R2 (f ; a)
f (x) − f (a) ≥ λ||h||2 + R2 (f ; a) 2
≥ λ+
2 ||h|| 2 ||h||2
f (x) − f (a) 1
lı́m ≥ λ
h→0 ||h||2 2
Como λ > 0, existe un entorno donde f (x) − f (a) > 0 (tomando ε = λ/2 en la definición), es
decir, hay un mı́nimo local estricto en a. Ası́, se obtiene el enunciado (a). El resto de enunciados
de prueban de forma similar.
Observación 5.4.1. Se han visto dos criterios para determinar si una matriz es definida positiva,
definida negativa o indefinida; podemos combinarlos con la proposición anterior para obtener
métodos sencillos para estudiar los puntos crı́ticos de una función.
a) Si todos los valores propios de Hf (a) son positivos =⇒ f tiene un mı́nimo local estricto
en a.
b) Si todos los valores propios de Hf (a) son negativos =⇒ f tiene un máximo local estricto
en a.
Observación 5.4.2. Podrá usarse cualquiera de los dos criterios. El de los valores propios
es más general (lo veremos en clase de problemas). Sin embargo, para n ≥ 3, el criterio de
Silvester es más facil de aplicar. En los exámenes, buscan algun punto para el que los criterios
no sirvan (punto crı́tico degenerado), y habrá que hacer un estudio local (nos enseñan en clase
de problemas).
Capı́tulo 6
Ejemplo 6.1.1. Si M es una subvariedad regular de dim M = 1, entonces es una curva regular
en Rn . En ese caso, existe un difeomorfismo que envı́a un arco de curva y lo rectifica sobre el eje
x. Si dim M = 2, entonces se trata de una superficie regular en Rn , y el difeomormismo envı́a
una sección de la superficie al plano xy. Si dim M = n − 1, diremos que es una hipersuperficie
regular.
Observación 6.1.1. Les curvas que tienen puntos angulosos o picos no son regulares. Tampoco
lo son las curvas o superficies que intersectan consigo mismas.
(i) σ es inyectiva
(ii) σ(D) = U ∩ M
(iii) rango Dσ(t) = n − r ∀ t ∈ D.
Se dice que la subvariedad regular está dada en forma paramétrica, o que σ es una para-
metrización regular local de la subvariedad.
Ejemplo 6.1.2. Se presentan varios ejemplos de subvariedades regulares.
Sin embargo, este despeje no describe de forma completa la subvariedad y para ello se
deben definir dos funciones con las terminaciones de la raı́z. Una de las parametrizaciones
más simples es tomar directamente las variables x, y como parámetros. Por ejemplo:
σ : R2 −→ R3
p
(x, y) 7−→ x, y, x2 + y 2 + 1
e : R × (0, 2π) ⊂ R2 −→ R3
σ
√
(r, ϕ) 7−→ r cos ϕ, r sin ϕ, r2 + 1
F1 (x, y, z) ≡ x + y + z = 0 F : R3 −→ R2
F2 (x, y, z) ≡ x2 + y 2 − 1 = 0 (F1 , F2 )
σ : R −→ R3
√ √
x 7−→ x, 1 − x2 , −x − 1 − x2
σ̃ : (0, 2π) ⊂ R −→ R3
ϕ 7−→ cos φ, sin φ, −(sin φ + cos φ) .
Cálculo Diferencial 43
c : I ⊂ R −→ M ⊂ Rn
t 7−→ (x1 (t), . . . , xn (t))
T pM ⊥ := {u ∈ Rn | hu, vi = 0, ∀ v ∈ T pM }
y por tanto ∇Fi (p) ∈ Tp M ⊥ . La demostración de que forman base se hace a partir del rango
máximo de la matriz Jacobiana.
44 Ivet Acosta y Samuel Capellas
Demostración. Sea una curva parametrizada regular cualquiera de M que pase por a, que de-
nominamos c : I ⊂ R → M ⊂ Rn con c(t0 ) = a. Si f tiene en a un extremo condicionado a M ,
f ◦ c tiene en t0 un extremo local libre (no condicionado), luego:
Como lo anterior se aplica a qualquier curva c que pase por a, y cualquier vector tangente a
M viene dado por v = c0 (t0 ) para alguna curva c, obtenemos que h∇f (a), vi = 0 ∀ v ∈ Ta M , luego
∇f (a) ∈ Ta M ⊥ . Pero por el Lema 6.2.1, Ta M ⊥ está generado por la base {∇g1 (a), . . . , ∇gn−r (a)},
luego ∇f (a) se puede poner como combinación lineal de los ∇gi (a).
L: R2n−r −→ R
n−r
X
(x1 , . . . , xn , λ1 , . . . , λn−r ) 7−→ f (x) − λk gk (x)
k=1
que cumple ∇L(a) = ∇f (a) − λ1 ∇g1 (a) − · · · − λn−r ∇gn−r (a) = 0. Los coeficientes de la
combinación lineal λ1 , . . . , λn−r se denominan multiplicadores de Lagrange.
Cálculo Diferencial 45
Observación 6.3.1 (Método de Lagrange). Este teorema induce un método para hallar los
candidatos a puntos crı́ticos de una función f condicionada a una variedad dada por el sistema
de ecuaciones implı́citas F (x1 , . . . , xn ) = 0. Se considera la función de Lagrange L, y se hallan
sus puntos crı́ticos resolviendo el sistema de ecuaciones
∂L ∂L
(v) = (v) = 0, con v = (x1 , . . . , xn , λ1 , . . . , λn−r )
∂xi ∂λi
que da lugar a los candidatos a extremos condicionados. El método de Lagrange es útil cuando
no es fácil parametrizar la subvariedad regular, como en el caso de {(x, y) ∈ R2 | x3 + 3y 2 = 5}.
1. Hallar los candidatos a extremos absolutos: los puntos crı́ticos de f en K, y los extremos
condicionados de f en Fr K. También hay que tener en cuenta los vértices de Fr K (si
hay).
2. Evaluar f en todos los candidatos a extremo absoluto, y tomar el de valor máximo y
mı́nimo.
Proposición 6.5.1. Si M está dada en forma implı́cita por medio de una función
F : W ⊂ Rn −→ Rn−r
x 7−→ (F1 (x), . . . , Fn−r (x))
σ : D ⊂ Rn −→ M ⊂ Rn−r
t 7−→ (σ1 (t), . . . , σn−r (t))
46 Ivet Acosta y Samuel Capellas
∂σ ∂σ
entonces Tp M = (t0 ), . . . , (t0 ) , donde σ(t0 ) = p.
∂t1 ∂tr
√
Ejemplo 6.5.1. Sea p = (1, 1, 3) ∈ R3 la subvariedad descrita en forma implı́cita como
Por la proposición anterior, para hallar la variedad tangente a M en p hallamos una base del
núcleo de la diferencial de F en p. Se comprueba fácilmente que:
a+b 1 1
Nuc DF (p) = a, b, √ , a, b ∈ R = 1, 0, √ , 0, 1, √ = [v1 , v2 ] = Tp M
3 3 3
√
Entonces, se halla fácilmente que Tp M ⊥ = (−1, −1, 3) . Podemos hallar fácilmente las varie-