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2ª Samuel 18:33
33 Entonces el rey se turbó, y subió a la sala de la puerta, y lloró; y yendo, decía así: ¡Hijo mío
Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera que muriera yo en lugar de ti, Absalón, hijo
mío, hijo mío!
Es impresionante, la forma en que David lloraba por su hijo
¡Absalón ha tomado el reino y David ha huido y su hijo está planeando como matar a su papa!
El pueblo estaba gozoso por la victoria, mientras el rey estaba llorando, y cuando llega el pueblo
no sabían qué hacer, si gritar de alegría o llorar con David.
Y acá están cinco preguntas de por qué habrá llorado el rey David:
5. Hoy en día papás lloran porque sus hijos nunca llegaron a ser salvos.
2ª Samuel 12:19-23
19 Mas David, viendo a sus siervos hablar entre sí, entendió que el niño había muerto; por lo
que dijo David a sus siervos: ¿Ha muerto el niño? Y ellos respondieron: Ha muerto.
20 Entonces David se levantó de la tierra, y se lavó y se ungió, y cambió sus ropas, y entró a la
casa de Jehová, y adoró. Después vino a su casa, y pidió, y le pusieron pan, y comió.
21 Y le dijeron sus siervos: ¿Qué es esto que has hecho? Por el niño, viviendo aún, ayunabas y
llorabas; y muerto él, te levantaste y comiste pan.
22 Y él respondió: Viviendo aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Dios
tendrá compasión de mí, y vivirá el niño?
23 Más ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él,
mas él no volverá a mí.
Creemos que nuestros hijos cuando aun no tienen ese conocimiento del bien y del mal, cuando
son pequeños y mueren creemos que van al cielo.
David lo que estaba diciendo en estos versículos es: ¡mi hijo se va al cielo, ya no hay nada que
hacer, yo voy a él! Estaba seguro que iba al cielo.
Pero con Absalón muere su hijo y ahora está llorando, será porque sabía que Absalón no había
ido al cielo, pensó: tengo un hijo que murió pero fue al cielo pero a Absalón no tuve tiempo para
hablarle de Cristo, para hablarle de la salvación, de asegurarme y decirle si era salvo, de
asegurarme de llevarlo a la iglesia, ¡no tuve tiempo de ganarlo para Cristo!! Por eso lloraba tanto
el rey David.
Si la aplicación la tomamos para nuestros días, es que muchos papas dejan pasar el tiempo,
dejan que los hijos escojan la religión que ellos elijan, no los traen a la iglesia, no les hablan de
la biblia, no se aseguran de su salvación y luego pasa algo y el papa y la mama están llorando
por sus hijos porque saben que no fueron salvos y sabe que: eso si trae mucho dolor, trae
mucho llanto, porque lo menos que uno quiere para sus hijos es que vayan al infierno!!
No deje que pase tiempo, si sabe que sus hijos no son salvos, ¡vaya y hable con ellos!
Asegúrese de que sus hijos son salvos, no espere que en la iglesia se lo digan, usted es el
responsable.
No hay dolor más grande, que un hijo vaya al infierno.
No dejemos que nuestros hijos vayan al infierno, hay que hablarles de Cristo.