La Virtopsia, la

tecnología que
pretende
revolucionar la
medicina forense
 La autopsia digital en 3D es uno de los principales avances
tecnológicos de la ciencia forense en los últimos años, junto a las
técnicas de estudio biomecánicos.

Virtopsia, la tecnología que pretende revolucionar la medicina forense

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27.05.2017 - 00:00
Aunque la tecnología en el ámbito sanitario vuelca sus esfuerzos en
tratar de acelerar el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades o
directamente en evitarlas, con el fin último de salvar vidas, determinados
inventos también pueden aportar grandes soluciones médicas tras la
muerte de las personas. Es el caso de la virtopsia o autopsia digital, que
puede suponer una revolución de la medicina legal y forense a la hora de
estudiar las causas de la muerte de los pacientes.

La autopsia virtual permite crear una imagen en 3D del cuerpo humano,

ayudando a detectar y documentar pruebas forenses de una manera
mínimamente invasiva
Se trata, en definitiva, de realizar una autopsia sin necesidad de abrir el
cuerpo del fallecido, y para ello se usan las últimas tecnologías en
escáneres de resonancia magnética y en tomografía computarizada
(TAC). Gracias a ello, se consigue una imagen en 3D del cuerpo
humano, lo que permite detectar y documentar pruebas forenses de una
manera mínimamente invasiva.

En el Instituto de Medicina Forense de Zürich, en Suiza, llevan varios

años utilizando esta tecnología, y para ello han desarrollado incluso el
sistema “Virtobot”, un robot que permite la automatización del proceso, la
documentación de superficies en 3D con alta resolución, así como la
tomografía computarizada post mortem guiada.

En Sheffield, Reino Unido, también se inauguró hace cuatro años un

centro europeo para realizar autopsias digitales, que pueden trazar un
mapa interactivo del interior del cadáver a través de imágenes y sin
necesidad de que el médico use el bisturí.
Eduardo Murcia, director del Instituto de Medicina Legal de
Aragón explica a SaluDigital que este sistema puede tener muchas
ventajas. Por un lado evita la apertura del cadáver, “una ventaja porque
abrir el cadáver puede suponer la modificación de la relación de los
órganos y a veces no se encuentra lo que buscamos por esa
modificación”.

TECNOLOGÍA PARA EL FUTURO

 Por otro lado, esta tecnología
permitirán la entrega más rápida
del cadáver a los familiares de
fallecidos en circunstancias que
requieran la realización de una
autopsia. Además, “hay muchos
colectivos que se oponen a que se
le realicen autopsias a sus
familiares, por cuestiones
religiosas o culturales, y esto sería
una solución”, añade Murcia, quien
destaca como otra ventaja la
propia seguridad de los
profesionales “porque a veces la
autopsia conlleva cierto riesgo de
contaminación”.

En España, la autopsia digital aún

no está implantada, aunque hace
tiempo que se usa la llamada
ecopsia, especialmente para
autopsias clínicas. “Se trata de
utilizar un ecógrafo para guiar
punciones y obtener muestras sin
necesidad de realizar autopsias
enteras”.

La virtopsia, por tanto, es aún una tecnología para el futuro y, aunque

llegue pronto a institutos de medicina legal como el de Aragón, que
cuenta con un plan de modernización que pretende convertirlo a finales
de la década en uno de los más avanzados del país, Eduardo
Murcia asegura que la tecnología servirá como complemento a la
autopsia, “pero en el caso de las autopsias judiciales, seguirá siendo
fundamental el método convencional”.

MOVE HUMAN SENSORS EN PACIENTES VIVOS

El estudio biomecánico mediante sensores inerciales permite detectar si
las lesiones que sufre el paciente son causadas por un accidente o
suceso o por causas patológicas
El propio instituto aragonés cuanta con otra tecnología novedosa en el
ámbito de la medicina forense. Se trata, como indica Murcia, del sistema
Move Human Sensors, que consiste en una serie de sensores inerciales
que se colocan en el sujeto y un software realizan un estudio
biomecánico para analizar los movimientos de los hombros y del cuello,
generando una imagen digital del paciente donde aparecen sus patrones
de movimientos.

A diferencia de la virtospia, estos sensores, se usan sin embargo en

personas vivas, porque “la ciencia forense no sólo son autopsias y
estudio de crímenes, sino que nosotros también asesoramos a la justicia
en casos donde las personas sufren lesiones en situaciones que
conllevan un procedimiento judicial, ya sean como víctimas o como
autores”, señala Murcia.

De esta forma, poder documentar mejor las limitaciones de movilidad

causadas por un accidente o suceso en cuestión y distinguir los patrones
que pueden proceder por causas patológicas de los que no, puede
resultar fundamental en la elaboración de informes periciales. Uno de sus
campos de aplicación más importante es la valoración exacta de las
secuelas producidas por un accidente de tráfico.

EL DEPARTAMENTO DE NEUROCIENCIA FORENSE

El Instituto de Medicina
Legal de Aragón, además,
dispone de un departamento
de Neurociencia Forense que
cuenta con la primera
máquina que realiza las
pruebas llamadas P300 y
N400, y que la convierten en
una “máquina de la verdad”,
sumamente útil para la
resolución de casos
criminales.

“Se basa en los potenciales

evocados, que llevamos
muchos años usando en
medicina, y en el análisis de
estímulos que llegan a la
corteza y el tronco cerebral de las personas”. Así, a la persona se le
muestran una serie de imágenes y se detectan los estímulos que
producen esas imágenes en su memoria. “De esta forma, escogiendo
muy bien las imágenes se puede captar una respuesta fisiológica de la
persona que nos dice si esa imagen ya es algo archivado en su cerebro y
es por tanto conocido por el sujeto”.

Se trata, según Eduardo Murcia, de una técnica similar a la que se

utiliza, por ejemplo, para el diagnóstico precoz de la sordera en recién
nacidos, solo que en este caso se utilizarían potenciales auditivos y no
cognitivos. “Para ello se utilizan electrodos junto a un software que
compara la actividad normal del cerebro con el pequeño cambio que se
produce cuando se estimula de algún modo al paciente”, indica.