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Yanet Flórez Calderón

21 de julio de 2019

Andar en el Espíritu

En la epístola de Gálatas y Romanos el apóstol Pablo enseña acerca del “andar en el

Espíritu” Gl 5:16, “ser guiados por el espíritu” Gl 5:18, “vivir en el Espíritu” Gl 5:25; Rm

8:13 “ocuparse del Espíritu” Rm 8:6; Pareciendo así, que está revelando el secreto de la

santificación en el cristiano. Pero es necesario preguntarse: ¿qué significa andar en el

Espíritu? ¿Cómo se hace y como se aplica a la iglesia actual?

En primer lugar, para entrar un poco en contexto, el apóstol Pablo le enseña a la

iglesia de Gálatas que, aunque en Cristo están libres del yugo de la ley Mosaica, esto no se

debe interpretar como una licencia para pecar. Antes bien, él enseña: “… Andad en el

Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne” Gl 5:16. (RVR-1960).

Ahora bien, la palabra “Andar” en griego es “peripatéo” que según la concordancia

Strong significa: “andar todo alrededorl… fig. vivir, moverse uno mismo, seguir (como

compañero o partidario):—ocupar, encaminar, hacer, ir, andar, caminar, camino,

conducir, proceder.”1 Como se puede observar, la manera figurada de andar tiene que ver

con un vivir, un conducirse y un proceder de acuerdo a la guía del Espíritu Santo.

Por otro lado, es necesario enfatizar que en el nuevo pacto de la gracia que es en

Cristo, el creyente no depende de sus obras para mantenerse firme en el Señor. Sino que el

1
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Espíritu Santo que mora en el creyente le capacita y faculta para agradar a Dios ¡esto es

maravilloso!(Jn 14:15-16). Es decir, el creyente no está solo, no vive en su propia fuerza,

sino que cuenta con la poderosa ayuda del Espíritu Santo y su meta es unirnos a Cristo y

que le reflejemos su carácter: amor, gozo, paz, paciencia… Gl 5:22-23

No obstante, el cristiano aún está sujeto a la naturaleza pecaminosa, pero ahora

recibe una nueva naturaleza que viene de Dios a través del nuevo nacimiento (Ef. 2:10). Es

por eso, que solo “andando en el Espíritu”, puede vencer la naturaleza pecaminosa. Así lo

expresa el comentarista MacDonald: “… en tanto que el cristiano vive en este mundo es,

por así decirlo, dos árboles –el viejo árbol de la carne, y el nuevo árbol de la naturaleza

divina implantada por el nuevo nacimiento; el problema mismo es como mantener estéril el

viejo árbol y hacer fructífero el nuevo. El problema se resuelve andando en el Espíritu”2

Por lo tanto, andar en el Espíritu, es vivir para agradar a Dios. Antes de una persona

venir a Cristo, vivía para sus propios intereses y para satisfacer sus deseos pecaminosos.

Ahora, vive para agradar Dios: “Pues si vivimos, para el Señor vivimos;” (Rm 14: 8ª RVR-

1960). El espíritu de Dios siempre va guiar al creyente a imitar a Cristo y esto glorifica al

Padre. Veamos lo que dice la palabra de Dios en 2 Corintios 3:18 “con la cara descubierta,

todos nos quedamos mirando fijamente la gloria del Señor, y así somos transformados en su

imagen cada vez con más gloria. Este cambio viene del Señor, es decir, del Espíritu”

(PDT).

2
William, MacDonald, Comentario Bíblico del Antiguo Testamento y Nuevo Testamento (Terrasa: Clie,
2004), 859
Para concluir, el secreto de la santificación que Pablo está revelando está en que el

cristiano se someta obedientemente al Poderoso Espíritu Santo, el cual le guiará a imitar a

Cristo y reflejarlo en su carácter para gloria de Dios Padre.

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