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Tercerización e intermediación laboral

Tercerización e intermediación laboral


Cuando hablamos de tercerización u outsourcing, se refiere a “la acción de recurrir
a una agencia exterior para operar una función que se desempeñaba originalmente
en una compañía, en la que se deben asumir los servicios prestados por su cuenta
y riesgo; contar con sus propios recursos financieros, técnicos y materiales; ser
responsable por los resultados de sus actividades y tener bajo su exclusiva
subordinación a sus trabajadores. En Colombia, esta actividad la desarrollan los
contratistas independientes (CI), las cooperativas de trabajo asociado (CTA), las
empresas asociativas de trabajo (EAT) y el contrato colectivo sindical (CCS).” 1
Por otro lado, al hablar de intermediación laboral, el Decreto 2025 de 2011 en su
artículo 1 se refiere “al envío de trabajadores en misión para prestar servicios
temporales a empresas o instituciones”, teniendo en cuenta la actividad misional
permanente de la empresa prestadora del servicio, la cual tiene con respecto a los
trabajadores en misión la calidad de empleador. En Colombia, la intermediación
laboral sólo puede ejercerla las Empresas de servicios temporales “EST”.
Si bien es cierto, estos dos términos pueden tomarse como iguales, pero su principal
diferencia radica en que la expresión “tercerización” u “outsourcing” refiere a
aquellos supuestos en los cuales una agencia exterior se compromete a prestar un
servicio bajo su dirección y control, de modo tal que el personal involucrado
permanece bajo su dirección y vigilancia; e, “intermediación laboral”, alude a que la
empresa prestadora de servicio envía unos trabajadores misioneros a una empresa
usuaria para que preste servicios bajo la dirección y vigilancia de esta última.2
Estas dos instituciones (la tercerización e intermediación laboral) tienen una gran
importancia en la actualidad ya que el empleador al hacer uso de estas, desarrolla

1
Citado el 11 de Abril de 2018 en: < https://www.ambitojuridico.com/educacion-y-cultura/tercerizacion-
intermediacion-labores-misionales-permanentes-y-formalizacion >
2
Miyagusuku, Jorge Toyama. Tercerización e intermediación laboral: Diferencias y tendencias. Derecho y
sociedad 30. Asociación civil. Pág. 2
un proceso de externalización de servicios, entendido como “todo fenómeno por el
cual el empleador se desvincula de una actividad o proceso del ciclo productivo que
venía realizando para trasladarla a un tercero.”3
El auge de este proceso de externalización de servicios se debe a que en el mundo
empresarial, la tercerización o intermediación laboral es vista como una alianza
estratégica que permite a las compañías encargar las tareas que no son su
especialidad, logrando perfeccionarse y brindando mejores bienes o servicios al
cliente. Gracias a esta tendencia de la globalización, muchas microempresas han
crecido y han generado gran cantidad de puestos de trabajo. Sin embargo, con el
fin de beneficiar a empresarios y sobre todo a trabajadores, se ha tratado de regular
estas instituciones, analizando la necesidad de aceptarlas y las delimitaciones y
requisitos que se deben considerar para su empleo.4
En cuanto a Colombia, se ha venido experimentando un incremento en esta
modalidad de empleo, lo cual conlleva a la adopción de políticas laborales, que
garanticen el cumplimiento de los derechos de los trabajadores que son vinculados
por estos medios.
Con la vigencia de la Ley 50 de 1990 entra en nuestro ordenamiento legal la figura
de la intermediación laboral, autorizando únicamente a las empresas de servicios
temporales “EST” de suministrar personal a terceros contratantes, por el término
máximo de un año y con la facultad de delegar la subordinación.
Por otro lado, el artículo 34 del Código Sustantivo del trabajo subrogado por el
artículo 3 del Decreto Legislativo 2351 de 1965, estableció que la contratación de
servicios independientes ocurre por la existencia de un vínculo jurídico en virtud del
cual una persona natural o jurídica se compromete con otra persona natural o
jurídica, a prestar un servicio determinado de manera independiente, con libertad y
autonomía técnica y directiva, con sus propios medios y asumiendo todos los
riesgos derivados de la prestación del servicio. Asimismo, se establece que, aunque
el contratista independiente es el verdadero empleador de los trabajadores, el

3
Ibídem.

4
Citado el 11 de Abril de 2018 en: < https://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/tercerizacion-
laboral-por-carolina-porras-ramirez/246569 >
beneficiario del trabajo o dueño de la obra será solidariamente responsable con el
contratista por el valor de los salarios y de las prestaciones e indemnizaciones a
que tengan derecho los trabajadores, si los servicios que se están prestando son
afines a las actividades normales de su empresa.5
Posteriormente, el Estado Colombiano dada la precarización del empleo que se
presentó como consecuencia de la mala implementación de esta figura por medio
de las Cooperativas de Trabajo Asociado, CTA y otras formas asociativas para
flexibilizar el manejo del Recurso Humano, expidió la Ley 1429 de 2010 con el fin
de buscar la protección del empleado y prohibir la contratación laboral mediante
Cooperativas de trabajo asociado y otras formas de tercerización e intermediación
laboral. Se estipula sanciones y la responsabilidad solidaria del empleador para
garantizar de manera justa los derechos y reclamos de los trabajadores.6
Así mismo, el Decreto 583 de 2016 adopta una política nacional de trabajo decente,
para promover la generación de empleo, la formalización laboral y la protección de
los trabajadores de los sectores público y privado.7
En resumen, las anteriores normas se miran como una solución lógica y justa para
poner los derechos de los trabajadores en salvaguarda de las dificultades o
maniobras que pudieran ser víctimas cuando fueran contratados por una persona
para prestar servicios que en definitiva beneficiaban a otra. Al analizarlas, podemos
dar cuenta que la protección que estas brindan se basa en las distintas limitaciones
hacia las nuevas formas de empleo, siendo excesivas en cierta medida con dicha
protección hacia los trabajadores, sin tener en cuenta la falta de empleo que en la
actualidad se presenta. De igual manera, se presenta una desproporcionalidad en
las sanciones aplicadas ya que se puede observar de la norma que es una sanción
dura que se puede imponer a los patronos inmersos en dichas figuras, resultando
verdaderamente exagerada la aplicación de tales multas y de cierto modo pudiera
prestarse a arbitrariedades por parte de los organismos administrativos del

5
Citado el 11 de Abril de 2018 en: <
http://repository.unimilitar.edu.co/bitstream/10654/14489/3/Casta%C3%B1edaEspinosaJohannaElizabeth2
016.pdf >
6
Ibídem.
7
Ibídem.
Ministerio del Trabajo al aplicarlas sin haber una claridad sobre la real relación
laboral entre el supuesto empleador y sus trabajadores.
No obstante, hay que reconocer que a pesar que las normas establecen muchas
limitaciones para proteger al trabajador, la mayoría de estas son desconocidas,
incluso las garantías mínimas que se debe a este, pero no obsta para prohibir
totalmente la tercerización o intermediación laboral, pues viendo desde un punto
favorable y teniendo una mayor vigilancia en este tipo de relaciones laboral, el
avance sería de gran extensión y se mejoraría el empleo en Colombia.
Por ello, se debería hacer un esfuerzo por darle a la tercerización e intermediación
laboral su verdadera dimensión, dando un gran paso para la formalización y
atendiendo las garantías laborales, independientemente del tipo de vinculación,
pues hay que reconocer que estas instituciones son un aliado clave del sector
productivo y la flexibilidad en la contratación de personal por un tiempo definido para
atender necesidades ocasionales en los diferentes proyectos, hacen que este
mecanismo sea decisivo en el desarrollo y la ejecución de planes especiales.

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