Você está na página 1de 10

Introducción.

Las Naciones Unidas (1993) definen la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia

de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para

la mujer, inclusive las amenazas de tales actos o la privación arbitraria de libertad, tanto si se

producen en la vida pública como en la privada”.

En este trabajo se presenta la propuesta de un modelo de intervención en crisis enfocado a

una mujer en situación de violencia física, psicológica y sexual por parte de su pareja, con

el fin de proporcionar primeros auxilios psicológicos e intervención de segunda estancia, ya

que las consecuencias de esta situación pueden provocar daños severos e irreversibles

incluso llegar hasta la muerte. Además en la actualidad las cifras de violencia hacia la mujer

son alarmantes y van en aumento.

Justificación.

Actualmente en México es difícil conocer las cifras exactas de las mujeres que son

violentadas. Existen dos maneras de obtener información de este tema, una es mediante las

bases de datos con las que cuentan las instituciones que ofrecen servicios a las mujeres que

piden ayuda y la otra es con la aplicación de encuestas. Por esta razón no es preciso basarse

solo en la información que se obtiene de las instituciones porque no permite una perspectiva

real del problema.

La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares es una encuesta

que indaga sobre los diferentes tipos de violencia que sufren las mujeres mayores de 15 años

en todo México, sobre la frecuencia, los ámbitos y las características de las mujeres que

sufren de este fenómeno social.


En la última Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares

realizada en el 2006, se refleja que el 43.2 % (un millón novecientos mil mujeres) de esta

población sufrió algún tipo de violencia por parte de su pareja. De estas, el 37.5 % (un

millón seis mil ochocientos setenta y cinco) declaró haber recibido agresiones emocionales

que afectaron su salud mental y psicológica.

Del total de mujeres que han sufrido violencia física y/o violencia sexual por parte de su

pareja solo el 8.4% acudieron a las instituciones que ofrecen atención psicológica en estos

casos. Es por esta razón que se decidió realizar este modelo de intervención, ya que el

porcentaje de mujeres que solicitan ayuda, es realmente bajo.

Objetivo general

● Diseñar un modelo de intervención en crisis que ampare a una mujer en situación de

violencia.

Objetivos específicos

● Sugerir una serie de pasos que se deben de llevar a cabo para una correcta intervención

en crisis específicamente en casos de violencia hacia la mujer.

● Mostrar el proceso que se lleva a cabo en la intervención en crisis con mujeres

violentadas.

PROCEDIMIENTO DE INTERVENCIÓN

Situaciones especiales

● Caso

Mujer de 19 años, actualmente soltera, sin hijos, bachillerato terminado, la cual acaba de salir

de una relación violenta con un joven perteneciente al crimen organizado.


Ella reporta que durante el noviazgo (con una duración aproximada de seis meses) sufrió de

contactos sexuales no deseados, de penetraciones inadecuadas y no consentidas por el ducto

anal, de sometimiento para realizar sexo oral y de golpes durante la relación sexual. También

reporta haber sufrido amenazas y chantajes sobre el despojo de las pertenencias que su pareja

le había comprado, sobre la difusión virtual de fotos/videos en las que estaba desnuda,

insultos sobre su físico, inteligencia, manera de vestir, combinar, actuar, hablar, etc. En la

cuestión de violencia física, menciona haber sufrido de pellizcos, jalones de cabello,

empujones, cachetadas, patadas, puñetazos y rasguños durante las discusiones mayormente

provocadas por celos.

La víctima se presenta con un cuadro de crisis provocado por un reencuentro acordado con su

ex pareja el cual asistió bajo efectos de drogas, esta reunión tenía el objetivo de solucionar la

problemática causante de la ruptura de la relación (infidelidades por parte del novio) la

reunión termina en una discusión en una vía pública acompañada de insultos y forcejeos.

Durante la discusión un amigo de la víctima quiso intervenir y la ex pareja responde con

golpes y con amenazas utilizando arma de fuego. Este último acto provoca la intervención de

las autoridades de la comunidad la cual deriva a la víctima a los profesionales especializados

en casos de violencia hacia la mujer.

Primeros auxilios psicológicos

1. Proporcionar atención y apoyo práctico: En primera instancia se debe acercar con la

persona que en este caso es la persona violentada y se debe tener una escucha activa,

La presentación ante la persona violentada debe realizarse de una forma no intrusiva,

explicando quiénes somos y qué hacemos. Asegurarse de que la persona se encuentre

bien y hacer preguntas para poder identificar el problema por el cual está pasando.
En caso de que la persona no esté preparada para dar su testimonio, se le debe informar

que tiene un apoyo de la persona a la cual está acudiendo y que puede pedir lo que sea,

ya que lo principal es que la persona violentada este bien.

2. Evaluación de las necesidades y preocupaciones: Las dimensiones del problema (por

ejemplo: ver si existen más víctimas, si hay violencia física, psicológica, si existe

necesidad de derivarla a otros servicios de salud (inclusive salud mental), si hay niños

y si éstos han presenciado los incidentes.

Una vez que se sabe que es lo que pasa con la persona, se le pregunta qué es lo que le

gustaría hacer para que ella se encuentre bien, evaluando su entorno.

Las decisiones urgentes que ésta debe tomar (por ejemplo ir a servicios sociales, a la

oficina judicial, solicitar un centro de emergencia o una casa de acogida y acompañarla

en caso de ser necesario).

Pueden hacerse sugerencias si es que la persona no tiene su panorama claro,

preguntándole, ¿te gustaría que llamemos a un familiar para que esté al tanto de esto?

¿Podemos llamar a alguien de tu confianza? puede mencionarse a las autoridades, si es

que la persona en verdad quiera actuar mediante una denuncia.

3. Ayudar a la persona para atender las necesidades básicas (por ejemplo, alimentos y

agua, información).Escuchar a la persona, pero no presionarla para que hable: Una vez

que se establece la persona y se priorizaron las necesidades, se le puede preguntar si es

que necesita algo más (de lo que esté a su alcance de la persona que esté dando apoyo

a la mujer violentada) Si es que necesita un abrigo o agua, alimento o llamar a alguien

más.

4. Tranquilizar a las persona y ayudarle a sentirse tranquila: Una técnica para tranquilizar

a las personas es hacer conversación sobre otro suceso, desviar la atención por un
momento del problema, si es que se conocen técnicas de relajación pueden ser aplicadas

para que la persona se tranquilice.

5. Acercarles información, servicios y apoyo social: Una vez la víctima se haya

“tranquilizado”, ha reducido su ansiedad, es fundamental dar información para avanzar

en el proceso de recuperación psicológica.

No dejaremos solos a los afectados, nos marcharemos cuando llegue la red de apoyo

social de la víctima o, en su defecto, nuestro relevo. Además deberemos dar pautas al

afectado sobre cuándo y a quién pedir ayuda, conectándose con la red de salud pública.

Evaluación

Elementos a evaluar en el proceso de valoración:

Evaluación del tipo de violencia.

Que tipo o tipos de violencia ha padecido la víctima, la duración, frecuencia e intensidad de la

misma, cómo ha evolucionado, si afecta a otros miembros de la casa, y de qué manera considera

ella que le ha afectado la situación vivida. También qué estrategias de afrontamiento ha puesto

en marcha y qué resultados ha obtenido con ellas, así como si cuenta con apoyo social (en

especial para hacer frente a este problema) y hasta qué nivel. Esta identificación permitirá

establecer las características del problema de forma más precisa, así como las posibilidades de

solución o los recursos específicos con que se podrá contar en la intervención.

Evaluación de la situación de riesgo.

Valorar la situación de peligro o posible riesgo. Además de evaluar el riesgo es importante

identificar el riesgo de suicidio o intentos autolíticos.

Evaluación de las consecuencias del maltrato.

La violencia sufrida sin duda ha tenido efectos, a veces incluso muy intensos y perdurables,

por lo que es importante investigar qué efectos se han producido en cada caso para poder ayudar

a las víctimas, de forma precisa y eficaz, a manejar y superar las consecuencias del maltrato.
Entre las consecuencias psicopatológicas más habituales y que sería conveniente investigar su

presencia, podemos encontrar:

● Trastorno de estrés postraumático (TEPT).

● Depresión.

● Problemas de Autoestima.

● Problemas de Adaptación personal, familiar y social.

● Problemas de ansiedad (Fobia social, Ansiedad generalizada, Agorafobia…)

● Cogniciones postraumáticas acerca del suceso traumático, de sí mismas y del mundo.

● Abuso y dependencia de sustancias (alcohol, tranquilizantes, otras drogas…)

● Problemas de sueño

Sus conductas se vuelven rígidas e inflexibles, lo que genera dificultades para percibir sus

diferentes estados emocionales y los de los demás. La persona no puede desarrollar un

conocimiento consciente sobre sí, y las conductas desarrolladas serán impulsivas e irreflexivas.

Intervención psicológica.

● La intervención terapéutica tendrá valor transformador si se apoya en las necesidades

actuales de la paciente y se le muestra cómo funciona su psiquismo. Debemos intentar

ver el mundo desde donde la víctima lo ve.

● Es importante realizar con la víctima un trabajo psicoeducativo, esto le permitirá

comprender los efectos que el maltrato ha causado en su mente, en sus emociones y en

su cuerpo.

● Debemos explicar que el tratamiento es un proceso no lineal en el que habrá avances y

retrocesos y que el vínculo emocional que construyamos conjuntamente será lo que

generará su recuperación.
● Es clave hacer a la víctima sujeto de su propia recuperación promoviendo la

construcción de defensas que no habían sido construidas y la reparación de las que han

sido dañadas.

● Es vital que se sea empático con la víctima y se tenga presente que conductas que a

nosotros nos pueden parecer naturales y sencillas a la víctima le pueden resultar

obstáculos insalvables.

● Los buenos tratos permiten contrarrestar los daños provocados por la violencia y tener

un enfoque reparador, más que asistencialista y paternalista. Es por ello, que la

intervención que se desarrollará en este contexto de violencia, está dirigida a facilitar

modelos de buenos tratos a la víctima, donde la mujer pueda sentirse como promotoras

de la resiliencia y así motivar la reconstrucción en los efectos de la violencia de género.

● Por último los objetivos que se le propongan deben ser asequibles a la situación en la

que se encuentran y deben ser decididos con ella, se podría correr el riesgo de volver a

traumar.

El objetivo que debemos lograr es que pueda reconocer y modificar los modelos y pautas de

comportamiento fundamentalmente inconscientes con los que se relaciona y generar

competencias que le permita mantener relaciones igualitarias.

¿Cómo se debe actuar durante la intervención?

● Se debe ser honesto y de confianza en todo momento.

● Respetar a la mujer al momento de tomar sus propias decisiones.

● Ser consciente de nuestros propios prejuicios.

● Dejar claro a la víctima que, aunque rechace ayuda ahora, puede beneficiarse de esta

ayuda en un futuro.

● Respetar la privacidad y la confidencialidad.

● Actuar apropiadamente considerando la cultura, la edad y el sexo.


¿Qué no se debe hacer en la intervención?

● No hacer falsas promesas o dar información errónea.

● No forzar a la víctima a hablar o hacer cosas, no ser intrusivo o agresivo.

● No presionar a la mujer para que cuenten las cosas, dar tiempo.

● No compartir la información con nadie.

● No juzgar a la víctima por sus acciones o sentimientos.

Durante la intervención psicológica es importante no olvidar:

Ventilación emocional

Permitir a la víctima expresarse emocionalmente de una manera extensa; permitir que lloren si

se ven en la necesidad de llorar; no interrumpir, darles tiempo y transmitirles que no tenemos

prisa; respetar los silencios y los tiempos. La expresión emocional reducirá la ansiedad inicial.

Empatía

Tener la habilidad de ponernos en el lugar de la víctima e intentar llegar a sentir lo que ella

siente, siempre que sus sentimientos no interfieran en nuestra actuación.

La escucha activa

Demostrar con nuestro comportamiento que estamos escuchando a la víctima. No simplemente

estamos oyéndole, sino que estamos entendiendo, comprendiendo, dando sentido a lo que

oímos.

Plan de tratamiento.

- La primera sesión: Es fundamental establecer un vínculo de confianza que favorecerá

posteriormente la relación terapéutica. Imprescindible para conocer y valorar la experiencia

traumática que le ha conducido a la situación actual. Se Debe intentar centrar en evaluar

los antecedentes personales, análisis de la violencia, del momento actual; atender la

potencial peligrosidad de la persona agresora, y el análisis del apoyo social y de los estilos

de afrontamiento.
Objetivos de la sesión:

Acogida de la víctima, Expresión emocional, Identificar las características actuales de su

situación, Identificar el grado de peligro que corre la víctima.

Aspectos a evaluar de la sesión:

Expresión emocional, Situación actual de la violencia de género, Peligrosidad del

agresor, Riesgo de suicidio y Situación actual de la víctima.

- La segunda sesión: Se centra en evaluar las consecuencias del maltrato vivido. Priorizando

evaluar la presencia de trastornos como Depresión, Problemas de ansiedad, autoestima,

nivel de adaptación, y cogniciones postraumáticas, salud física y calidad de vida.

Objetivos de la sesión:

Identificar las características, identificar estrategias utilizadas para afrontarlo y su eficacia,

identificación de los recursos personales, identificar calidad de vida actual de la mujer,

identificar la sintomatología psicológica compatible con la situación de maltrato vivido.

Aspectos a evaluar de la sesión:

Historia del maltrato doméstico, tipos de maltrato o violencia padecidos, habilidades y recursos

de afrontamiento utilizados y eficacia de estos, Apoyo social, valorar sintomatología

psicológica, valorar TEPT, valorar abuso y dependencia de sustancias

- La tercera sesión: Se dedica a realizar la devolución del informe elaborado, para explicar

a la paciente de los resultados de la valoración. Es importante que adaptemos las

explicaciones a los diferentes niveles de conciencia de la persona involucrada.

- La cuarta sesión: Recuperación emocional, visibilización de la violencia, trabajo

específico de: creencias erróneas, roles de género, aspectos emocionales, habilidades, redes

de apoyo, y Trabajo intrapsíquico: resignificación del hecho traumático.

Conclusión
El maltrato a la mujer, es uno de los principales problemas de la sociedad mexicana, problema

cuyo posible origen recae en la organización social que actualmente nos domina, debido a la

magnitud de este problema que existe no solo en México se crearon diversas organizaciones

las cuales su principal objetivo es proteger a la mujer; Se realizó este trabajo con el mismo

propósito, pero proporcionando un modelo de intervención el cual podrá ser utilizado por todo

tipo de personas que estén predispuestas a ayudar a mujeres en situaciones de violencia, no será

necesario acudir a una organización para comenzar a ayudarlas, pero se debe tomar en cuenta

que si la situación lo requiere tendrá que continuar la ayuda, de esta manera se busca involucrar

a hombres, niños y a la comunidad en general a detener este fenómeno que se presenta a nivel

mundial.

Bibliografía.

● Garrido, M. (2011). Guía Básica Primeros Auxilios Psicológicos en Violencia de

Género. Madrid: Fundación Guardia Civil.

● Naciones Unidas. Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Nueva York. Naciones Unidas, 1993.

● Yugueros, A. (2014). La violencia contra las mujeres: conceptos y causas. Manchega

de Ciencias Sociales, 18, 147-159.

Você também pode gostar