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INTRODUCCIÓN

El presente trabajo ha sido elaborado con la finalidad de desarrollar los aspectos más
resaltantes del tema relacionado con los suelos, los cuales abarcan la cubierta superficial de la
mayoría de la superficie continental de la Tierra. Es un agregado de minerales no consolidados
y de partículas orgánicas producidas por la acción combinada del viento, el agua y los procesos
de desintegración orgánica.

Los suelos cambian mucho de un lugar a otro. La composición química y la estructura física del
suelo en un lugar dado, están determinadas por el tipo de material geológico del que se
origina, por la cubierta vegetal, por la cantidad de tiempo en que ha actuado la meteorización,
por la topografía y por los cambios artificiales resultantes de las actividades humanas. Las
variaciones del suelo en la naturaleza son graduales, excepto las derivadas de desastres
naturales.

LOS HORIZONTES DEL SUELO


Los horizontes del suelo son capas presentes dentro de cada tipo de suelo terrestre, las cuales
tienen características diferentes, aunque se encuentren de manera contigua. Estas
características hacen que cada una tenga un color particular, por lo que se crea una clara
división entre ambas capas, generando una división visual de una con otra.

Estas divisiones en el suelo se pueden apreciar de dos maneras distintas. La primera es de


forma visual: es fácil apreciar la diferencia a simple vista. La segunda es en lo que respecta a su
estructura, pues cada tipo de horizonte presenta una composición y textura distinta de
acuerdo con el material que lo conforma. Designamos a los horizontes mediante letras:

Horizonte O
El horizonte O es la capa más superficial del suelo, la cual puede ser siempre apreciada a
simple vista sin la necesidad de excavar o extraer tierra. Esta capa consta de todo el
material orgánico que se encuentra en la superficie del suelo, como las hojas y la turba.

Algunos horizontes O han estado saturados de agua por grandes períodos de su existencia
(lo que ocurre en el suelo de antiguos lagos que ya se encuentran secos). Otros horizontes
O siguen estando saturados de agua en la actualidad, como el fondo de los lagos del
planeta.

Estos horizontes se caracterizan por estar formados de material orgánico que no está
descompuesto en su totalidad.

HORIZONTE A
Los horizontes A00, A0 y A1, A2, A3 se superponen en el orden indicado cuando están
presentes simultáneamente en el perfil.

El horizonte A es un horizonte fundamental que ocupa la parte superior o el conjunto


del perfil del suelo, y que presenta uno u otro de los caracteres siguientes, o ambos al
mismo tiempo:
1. a) Presencia de materia orgánica.
2. b) Empobrecimiento de constituyentes tales como arcilla, hierro, aluminio…

A00: Horizonte de superficie, formado por residuos vegetales fácilmente identificables


(hojarasca, ramillas y otros) y que a veces se designa con las letras L u O.

A0: Horizonte constituido de restos vegetales parcialmente descompuestos y


prácticamente irreconocibles sobre el terreno. Este horizonte puede ser subdividido en F
y H. La capa H se distingue de la capa F por la completa ausencia de estructura vegetal.

Generalmente estos dos horizontes contienen más del 30% de materia orgánica total. Se
miden de abajo a arriba a partir de la parte superior de A1. Puede darse el caso de que
uno u otro de estos horizontes esté ausente.

Estos horizontes A0 y A00 son los productos de acumulación encima de la parte mineral
del suelo, de restos vegetales cuya descomposición es lenta y que no están incorporados
al suelo propiamente dicho.

Normalmente el horizonte A1 contiene menos del 30% de materia orgánica bien


mezclada con la parte mineral, y es de color generalmente oscuro. Puede ser o no un
horizonte eluvial. A veces este horizonte está recubierto o impregnado por una delgada
capa de sustancias solubles.

El horizonte A2, que en ocasiones se anota E, es un horizonte de un color más claro que
el horizonte subyacente; se halla empobrecido en hierro, en arcilla y en aluminio, con
una correlativa concentración de minerales. Se trata de un horizonte de eluviación por
lixiviación o lavado de materiales en solución o en suspensión. En estado disuelto o
disperso los elementos se desplazan generalmente hacia el horizonte B o bien fuera del
perfil.

El horizonte A3 es de transición entre los horizontes A y B, pero se aproxima más a A


que a B. Si no podemos atribuir válidamente el horizonte de transición ni al uno ni al
otro, escribiremos AB.

HORIZONTE B
Es un horizonte en el cual han ido a acumularse sustancias procedentes de los horizontes
superficiales, o bien se trata de un horizonte claramente diferenciado de los horizontes
A por su estructura, su color y la naturaleza de sus componentes. Pero asimismo es muy
distinto de la roca madre, y en él los minerales primitivos han sido profundamente
alterados o transformados. La comisión francesa de Cartografía de los Suelos da de él la
siguiente definición: Horizonte fundamental situado debajo de A y caracterizado por sus
contenidos de arcilla, hierro o humus, más elevados que en A o en C.

Este enriquecimiento puede ser debido ya sea a transformaciones in situ de los


minerales preexistentes o bien a aportes aluviales. Designamos este horizonte con la
letra B.
Si la variación de contenido de arcilla y hierro es muy escasa, y si la diferenciación con
A o con C estriba únicamente en la consistencia, la estructura o el color, designaremos a
este horizonte “B”.

Una letra minúscula colocada después de la B precisará la naturaleza del


enriquecimiento o de la diferenciación.

El horizonte B se subdivide en:

B1: Horizonte de transición con A, pero más parecido a B que a A.

B2: Horizonte que constituye la parte esencial de B, y que corresponde ya sea a

la acumulación principal o bien al desarrollo máximo de la diferenciación.

B3: Horizonte de transición con C, pero más parecido a B que a C. Podemos

acompañar los horizontes de una cifra secundaria B21, B22, etc., sin otro

significado que el de haber introducido una subdivisión. Cuando dos suelos

están imbricados uno del otro, los horizontes del suelo más viejo se designan

con las letras acompañadas del signo prima: A´, B´, etc.

HORIZONTE C
Este horizonte es el que se encuentra directamente ubicado debajo del horizonte B. Se
caracteriza por la falta de propiedades minerales y orgánicas del resto de los horizontes
superiores, y son pocos los procesos de movimiento del suelo que afectan sus
características.

Todo esto se traduce en que el movimiento humano o animal que ocurre en el horizonte
O causa muy pocos cambios al horizonte C. Esto hace que haya una gran cantidad de
rocas con poca erosión como consecuencia de la falta de movimiento externo. El resto de
los horizontes presenta fragmentos de roca, mientras que el C contiene rocas más grandes.

Esta capa se forma con el pasar del tiempo, cuando la roca base del suelo se deteriora y
se fragmenta, creando grandes piedras que se elevan al horizonte superior. El horizonte
C es uno de los más profundos de la clasificación y no presenta materia orgánica en su
composición.

Horizonte D
El horizonte D se encuentra contiguo al horizonte C y se caracteriza por estar conformado
en su mayor parte por una sola capa de roca que no se divide. Esta roca es la denominada
roca de fondo, la cual soporta todas las capas superiores y no se erosiona fácilmente.
Cuando esta roca de fondo se rompe, sus fragmentos pasan a formar parte del horizonte
C. La roca de fondo es tan sólida que no es posible excavarla sin utilizar maquinaria
especializada.

Propiedades del suelo


Como se ha explicado, el suelo es una mezcla de materiales sólidos, líquidos (agua) y
gaseosos (aire). La adecuada relación entre estos componentes determina la capacidad de
hacer crecer las plantas y la disponibilidad de suficientes nutrientes para ellas. La
proporción de los componentes determina una serie de propiedades que se conocen como
propiedades físicas o mecánicas del suelo: textura, estructura, consistencia, densidad,
aireación, temperatura y color.

LA TEXTURA
depende de la proporción de partículas minerales de diverso tamaño presentes en el suelo.
Las partículas minerales se clasifican por tamaño en cuatro grupos:

· Fragmentos rocosos: diámetro superior a 2 mm, y son piedras, grava y cascajo.

· Arena: diámetro entre 0,05 a 2 mm. Puede ser gruesa, fina y muy fina. Los granos de
arena son ásperos al tacto y no forman agregados estables, porque conservan su
individualidad.

· Limo: diámetro entre 0,002 y 0,5 mm. Al tacto es como la harina o el talco, y tiene alta
capacidad de retención de agua.

· Arcilla: diámetro inferior a 0,002 mm. Al ser humedecida es plástica y pegajosa; cuando
seca forma terrones duros.

LA ESTRUCTURA
es la forma en que las partículas del suelo se reúnen para formar agregados. De
acuerdo a esta característica se distinguen suelos de estructura esferoidal (agregados
redondeados), laminar (agregados en láminas), prismática (en forma de prisma),
blocosa (en bloques), y granular (en granos).

LA CONSISTENCIA
se refiere a la resistencia para la deformación o ruptura. Según la resistencia el suelo puede
ser suelto, suave, duro, muy duro, etc. Esta característica tiene relación con la labranza del
suelo y los instrumentos a usarse. A mayor dureza será mayor la energía (animal, humana o de
maquinaria) a usarse para la labranza.

LA DENSIDAD
se refiere al peso por volumen del suelo, y está en relación a la porosidad. Un suelo muy
poroso será menos denso; un suelo poco poroso será más denso. A mayor contenido de
materia orgánica, más poroso y menos denso será el suelo.
LA AIREACIÓN
se refiere al contenido de aire del suelo y es importante para el abastecimiento de oxígeno,
nitrógeno y dióxido de carbono en el suelo. La aireación es crítica en los suelos anegados. Se
mejora con la labranza, la rotación de cultivos, el drenaje, y la incorporación de materia
orgánica.

LA TEMPERATURA DEL SUELO


es importante porque determina la distribución de las plantas e influye en los procesos
bióticos y químicos. Cada planta tiene sus requerimientos especiales. Encima de los 5º C es
posible la germinación.

EL COLOR DEL SUELO


depende de sus componentes y puede usarse como una medida indirecta de ciertas
propiedades. El color varía con el contenido de humedad. El color rojo indica contenido de
óxidos de fierro y manganeso; el amarillo indica óxidos de fierro hidratado; el blanco y el gris
indican presencia de cuarzo, yeso y caolín; y el negro y marrón indican materia orgánica.
Cuanto más negro es un suelo, más productivo será, por los beneficios de la materia orgánica.

Tipos de suelo
Entre los distintos tipos de suelos tenemos los arenosos, los limosos, o los de turba. Conocer
las peculiaridades de cada tipo de suelo es importante en la agricultura. Según el tipo de suelo
se podrán plantar unos cultivos u otros, además hay suelos más vulnerables a la
contaminación y la sequía. En Tendencias te contamos más sobre los distintos tipos de suelo.

Suelos arenosos
Entre los tipos de suelos, el arenoso contiene partículas más grandes que el resto de los
suelos. Es áspero y seco al tacto porque las partículas que lo componen están muy
separadas entre ellas y no mantienen bien el agua.
En los suelos arenosos el agua se drena rápidamente. Estos suelos no son los de mejor
calidad para la agricultura ya que no retienen los nutrientes. Las plantas en suelos
arenosos no tienen la oportunidad de aprovechar bien los nutrientes de forma eficiente
por la velocidad con la que el agua se drena.
El suelo arenoso por otro lado retine mejor la temperatura, así que en cuento llega la
primavera resulta más cálido que otro tipo de suelo. Entre los árboles que se pueden
cultivar en suelos arenosos está el aguacate, las palmeras, los pinos, eucualiptus o los
cipreses.

Suelos calizos
Llamamos caliza a una roca natural y de pequeño tamaño blanca. En su composición
encontramos el carbonato de calcio, de magnesio y además otros minerales como
puedan ser la arcilla, el cuarzo o la hematita. Se trata de un suelo especialmente seco y
muy árido.
Además, al contener carbonato de calcio hace que se seque muy rápido y que no pueda
adquirir de forma correcta los nutrientes de la tierra a través de las plantas. Es por esto
que el cultivo en los suelos calizos no es nada recomendado porque no tiene ni agua ni
nutrientes y es muy difícil que la planta sobreviva. Aunque siempre existen tecnologías
y fertilizantes que pueden ayudar a cultivar estos suelos, con dificultad.

Algunos árboles que se cultivan en este tipo de suelos calizos porque pueden resistir, de
alguna manera, a estas condiciones son las higueras, el granado, el citrus, el caqui y el
almendro.

Suelos limosos
Estos tipos de suelos se componen de partículas más pequeñas y suaves al tacto que los
arenosos. Los suelos limosos retienen el agua por más tiempo, así como los
nutrientes. Su color es marrón oscuro, los limos se componen de una mezcla de arena
fina y arcilla que forma una especie de barro junto al lodo y restos vegetales. Este tipo
de suelos se suele dar en el lecho de los ríos. Son suelos muy fértiles dado su grado de
humedad y nutrientes. Más fácil de cultivar que suelos arenosos o los de arcilla.
Entre sus características principales:

1. Son pedregosos
2. De color oscuro
3. Filtran el agua con bastante rapidez, son suelos muy fértiles
4. La materia orgánica presente en este tipo de suelos se descompone con rapidez,
por esto es un suelo rico en nutrientes

Estos suelos se componen de partículas más pequeñas y suaves al tacto que los
arenosos. Los suelos limosos retienen el agua por más tiempo, así como los
nutrientes. Su color es marrón oscuro, los limos se componen de una mezcla de arena
fina y arcilla que forma una especie de barro junto al lodo y restos vegetales. Este tipo
de suelos se suele dar en el lecho de los ríos.

En los suelos limosos puede crecer casi todos los tipos de árboles y plantas, salvo las
que necesiten condiciones muy secas. Crecen bien árboles como los sauces, los fresnos,
las encinas, los chopos o los álamos.

Suelos humíferos o de tierra negra


Llamamos suelos humíferos a aquellos suelos que ya cuentan con material orgánico
descompuesto. En este tipo de suelos podemos ver organismos o microorganismos que
pueden ser muy beneficiosos para sembrar. De esta manera, los suelos humíferos son
los más elegidos para desarrollar actividades del terreno agrícola.

Suelos humíferos o de tierra negra

En los suelos humíferos es normal encontrar lombrices y otros tipos de anélidos que se
dedican a hacer agujeros y permiten así que el suelo atrape todo el agua y los minerales,
siendo tierras muy fértiles.
Estos suelos también se conocen como suelos de tierra negra porque, al haber sustancias
en descomposición en la tierra, presenta un color muy oscuro. Además, suelen absorber
muy bien el agua por lo que es normal que también sean muy oscuros por la humedad.
De hecho, los trabajadores del campo o de la tierra suelen pensar que cuánto más negra
sea la tierra a trabajar mejor es para los cultivos.

Suelos arcillosos
Este tipo de suelos está formado por granos finos de color amarillento, arcilla en un
45%, retienen mucho el agua y forman charcos. Si se mezcla con humos es bueno para
cultivar. Este tipo de suelos tienen gran poder de retener agua y nutrientes pero una baja
porosidad así que es difícil trabajarlos. Su textura y viscosidad hace que las raíces no
tengan una adecuada aireación y por lo tanto se pueden pudrir.

En este tipo de suelos no se puede plantar cualquier tipo de plantas o árboles, funcionan los
que tiene raíces de ir hacia zonas más profundas buscando aireación. Como la melisa o el
nogal, los alisos, el fresno, o el álamo blanco.

Suelos pedregosos
A este tipo de suelos se les llama así porque tienen pequeñas formaciones de piedra en
su composición. Esto se produce porque la superficie terrestre se desdobla por causas
naturales o por causas provocadas. El gran problema de este tipo de suelos es que son
semi-impermeables por lo que no permiten la entrada de agua. De esta manera, es muy
complicado el cultivo en este tipo de suelos, aunque existe un tipo de plantas de origen
xerófilo que sí pueden crecer en este tipo de suelos.

Algunos de los cultivos típicos de estos suelos son: milenrama, caléndula, amor de hombre o
lavanda fina.

Suelos de turba
Un excelente suelo para el cultivo, se usa en la agricultura como sustrato para el cultivo.
El suelo de turba es de color oscuro marrón o negro. Son de textura suave y tienen un
alto contenido en agua y nutrientes. Los suelos de turba suelen estar saturados de agua
pero una vez drenados son excelentes para el cultivo.

Una de las características valiosas de los suelos de turba es su capacidad para retener
agua en los meses secos y su capacidad para proteger las raíces de las bajas
temperaturas en épocas de invierno. Los suelos de turba contienen un ph ácido entre
3,5 y 4 de pH y los agricultores lo usa para regular la química del suelo así como agente
de control de las plagas del suelo.

El suelo de turba es perfecto para todo tipo de semillero al ser porosos y retener bien
la humedad.

Suelos salinos
Son característicos de regiones secas, su alto contenido en sales influye en las plantas,
no son suelos buenos para la agricultura ya que causan dificultades en su crecimiento.
En este tipo de suelos los cultivos crecen poco ya que se acumulan las sales solubles en
la zona de las raíces. Se suelen reconocer a la vista por el cultivo de plantas débiles y
raquíticas y por la presencia de costras blancas de sal en la superficie.

Si la salinidad de suelo es moderada puede pasar desapercibía ya que no causa efectos


muy evidentes, influye en el crecimiento de las plantas que suelen tener hojas más
pequeñas y con un color verde azulad más oscuro que las hojas normales. Además,
muchos suelos salinos contienen cantidades altas de yeso. Su valor de Ph saturado es
siempre menor a 8,2.

Los suelos salinoso son indicativos de un drenaje inadecuad para lixiviar la sal de la
tierra o la que proviene del agua. Algunos suelos son de forma natural sódicos o salinos
si se han formado sobre material alto en sales como depósitos marinos.

CONCLUSION

Lo que se ha podido concluir en este trabajo es lo siguiente:

1.- El suelo es un recurso natural renovable, pero su recuperación amerita períodos de tiempo
prolongados, lo que implica que se debe hacer uso adecuado de los mismos con el fin de
protegerlos.

2.- Los suelos muestran gran variedad de aspectos, fertilidad y características químicas en
función de los materiales minerales y orgánicos que lo forman.

3.- La acción conjunta de los factores que condicionan la formación y evolución del suelo
conduce al desarrollo de diferentes perfiles o tipos de suelos.

4.- En el desarrollo y formación de los suelos intervienen numerosos tipos de procesos,


algunos de ellos son de tipo pasivo; otros son agentes activos.

5.- El suelo es un material superficial natural, que sostiene la vida vegetal. Cada suelo posee
ciertas propiedades que son determinadas por el clima y los organismos vivientes que operan
por períodos de tiempo sobre los materiales de la tierra y sobre el paisaje de relieve variable.

6.- Sin el suelo sería imposible la existencia de plantas superiores y, sin ellas, ni nosotros ni el
resto de los animales podríamos vivir. A pesar de que forma una capa muy delgada, es esencial
para la vida en tierra firme. Cada región del planeta tiene unos suelos que la caracterizan,
según el tipo de roca de la que se ha formado y los agentes que lo han modificado.
introduccion

objetivos

Horizontes del suelo horlando


Es importante diferenciar un horizonte del suelo de cada capa que conforma al planeta.
Los horizontes del suelo están presentes solamente en el mismo; cada tipo de suelo en el
mundo tiene una división de horizontes diferente, pero cada región suele presentar un
patrón específico.

Por ejemplo, en las regiones tropicales de todo el mundo el suelo está dividido de formas
muy similares y se pueden utilizar los mismos sistemas de medición para estudiar este
tipo de suelo.

A su vez, la razón por la cual estos horizontes existen es por la presencia de distintos tipos
de color, textura, consistencia y estructura del suelo. Conforme más profunda sea la parte
del suelo que se está estudiando, más varía cada característica del horizonte en cuestión.

Los horizontes del suelo pueden ser identificados de acuerdo con una serie de factores
característicos. Estos horizontes se encuentran en paralelo con la superficie del suelo, y
son específicamente divisiones que se encuentran dentro de cada perfil del suelo.

Cada perfil del suelo estudiado está dividido por varios horizontes, los cuales presentan
características distintas unos de otros. A cada tipo de horizonte se le asigna una letra para
poder identificarlo al momento de realizar un estudio.

Por ejemplo, a la capa más superficial del horizonte se llama “horizonte O”. En este caso,
como esta parte del suelo hace referencia a los materiales orgánicos como las hojas, la
letra representa la palabra “orgánico”. Cada letra en la clasificación O-A-B-C-R
representa una característica distintiva de cada horizonte.

Si bien existen principalmente cinco tipos de horizontes específicos representados en la


clasificación O-A-B-C-R, en algunos casos se utilizan letras adicionales para describir otros
horizontes. Algunos de estos horizontes no son muy comunes, pero están presentes en regiones
específicas y no pueden ser obviados de la clasificación.

Horizonte O

El horizonte O es la capa más superficial del suelo, la cual puede ser siempre apreciada a
simple vista sin la necesidad de excavar o extraer tierra. Esta capa consta de todo el
material orgánico que se encuentra en la superficie del suelo, como las hojas y la turba.

Algunos horizontes O han estado saturados de agua por grandes períodos de su existencia
(lo que ocurre en el suelo de antiguos lagos que ya se encuentran secos). Otros horizontes
O siguen estando saturados de agua en la actualidad, como el fondo de los lagos del
planeta.

Estos horizontes se caracterizan por estar formados de material orgánico que no está
descompuesto en su totalidad.

Horizonte A

El horizonte A es el que se encuentra presente justo debajo del horizonte O. Está


compuesto por todo tipo de sustancias minerales.
Usualmente la capa está conformada por la presencia de material rocoso, pero no en su
forma estructural original, sino destruida. Por esta razón, los minerales suelen estar
acompañados de una capa orgánica que los mantiene fijos al suelo.

El material orgánico presente en este horizonte no es dominante en la zona, como sí lo es


en los horizontes B y C; sin embargo, sí existe en abundancia en conjunto con el material
mineral.

En muchos casos las características de este material orgánico son producto del cultivo, el
pastoreo u otros tipos de alteraciones que ocurren en el suelo.

Horizonte B

Este tipo de horizontes contienen dentro de sí el material que conforma al suelo. Es común
referirse a estos horizontes como subsuelos, pues tienen una gran concentración de
material y orgánico que se acumula en esta capa como consecuencia de la lixiviación
(filtraciones).

Este tipo de horizontes comúnmente tiene una gran cantidad de arcilla, hierro, aluminio,
humus o silicón. Estos pueden estar presentes de manera individual o de manera colectiva
(es decir, una agrupación de dos o más de estos minerales puede existir en un horizonte
B).

Estos horizontes suelen también tener indicios de una falta de carbonatos y de óxidos.
Esto hace que la consistencia de este horizonte sea muy distinta a la de los otros horizontes
contiguos. Esta diferencia se nota claramente a simple vista, pues los colores de un
horizonte B son muy distintos a los de un horizonte E.

El horizonte B suele ser el último horizonte que alcanzan las raíces de las plantas; por
debajo de este horizonte no existe material orgánico vegetal de la superficie.

Aun así, es poco el contenido orgánico que hay en este horizonte porque las raíces que
alcanzan el horizonte B están acompañadas de una gran cantidad de otros minerales.

Horizonte C

Este horizonte es el que se encuentra directamente ubicado debajo del horizonte B. Se


caracteriza por la falta de propiedades minerales y orgánicas del resto de los horizontes
superiores, y son pocos los procesos de movimiento del suelo que afectan sus
características.

Todo esto se traduce en que el movimiento humano o animal que ocurre en el horizonte
O causa muy pocos cambios al horizonte C. Esto hace que haya una gran cantidad de
rocas con poca erosión como consecuencia de la falta de movimiento externo. El resto de
los horizontes presenta fragmentos de roca, mientras que el C contiene rocas más grandes.

Esta capa se forma con el pasar del tiempo, cuando la roca base del suelo se deteriora y
se fragmenta, creando grandes piedras que se elevan al horizonte superior. El horizonte
C es uno de los más profundos de la clasificación y no presenta materia orgánica en su
composición.
Horizonte R

El horizonte R se encuentra contiguo al horizonte C y se caracteriza por estar conformado


en su mayor parte por una sola capa de roca que no se divide. Esta roca es la denominada
roca de fondo, la cual soporta todas las capas superiores y no se erosiona fácilmente.

Cuando esta roca de fondo se rompe, sus fragmentos pasan a formar parte del horizonte
C. La roca de fondo es tan sólida que no es posible excavarla sin utilizar maquinaria
especializada.

Horizonte L

Este tipo de horizonte nada más existe en zonas donde haya habido, en algún momento,
una capa de agua en la superficie. Se crean como consecuencia de la filtración del agua
con el pasar del tiempo.

Está conformada por restos de turba sedimentada y marga. No es muy común y no se


encuentra en todos los perfiles del suelo del planeta.

PROPIEDADES DEL SUELO


Como se ha explicado, el suelo es una mezcla de materiales sólidos, líquidos (agua) y
gaseosos (aire). La adecuada relación entre estos componentes determina la capacidad
de hacer crecer las plantas y la disponibilidad de suficientes nutrientes para ellas. La
proporción de los componentes determina una serie de propiedades que se conocen
como propiedades físicas o mecánicas del suelo: textura, estructura, color,
permeabilidad, porosidad, drenaje, consistencia, profundidad efectiva.

TEXTURA
La textura de un suelo es la proporción de los tamaños de los grupos de partículas que lo
constituyen y está relacionada con el tamaño de las partículas de los minerales que lo
forman y se refiere a la proporción relativa de los tamaños de varios grupos de
partículas de un suelo. Esta propiedad ayuda a determinar la facilidad de
abastecimiento de los nutrientes, agua y aire que son fundamentales para la vida de las
plantas.

Para el estudio de la textura del suelo, éste se considera formado por tres fases: sólida,
líquida y gaseosa. La fase sólida constituye cerca del 50 % del volumen de la mayor
parte de los suelos superficiales y consta de una mezcla de partículas inorgánicas y
orgánicas cuyo tamaño y forma varían considerablemente. La distribución proporcional
de los diferentes tamaños de partículas minerales determina la textura de un
determinado suelo. La textura del suelo se considera una propiedad básica porque los
tamaños de las partículas minerales y la proporción relativa de los grupos por tamaños
varían considerablemente entre los suelos, pero no se alteran fácilmente en un
determinado suelo.

El procedimiento analítico mediante el que se separan las partículas de una muestra de


suelo se le llama análisis mecánico o granulométrico y consiste en determinar la
distribución de los tamaños de las partículas. Este análisis proporciona datos de la
clasificación, morfología y génesis del suelo, así como, de las propiedades físicas del
suelo como la permeabilidad, retención del agua, plasticidad, aireación, capacidad de
cambio de bases, etc. Todos los suelos constan de una mezcla de partículas o
agrupaciones de partículas de tamaños similares por lo que se usa su clasificación con
base en los límites de diámetro en milímetros.

Clases de texturas

Los nombres de las clases de textura se utilizan para identificar grupos de suelos con
mezclas parecidas de partículas minerales. Los suelos minerales pueden agruparse de
manera general en tres clases texturales que son: las arenas, las margas y las arcillas, y
se utiliza una combinación de estos nombres para indicar los grados intermedios. Por
ejemplo, los suelos arenosos contienen un 70 % o más de partículas de arena, los areno-
margosos contiene de 15 a 30 % de limo y arcilla. Los suelos arcillosos contienen más
del 40 % de partículas de arcilla y pueden contener hasta 45 % de arena y hasta 40 % de
limo, y se clasifican como arcillo-arenosos o arcillo-limosos. Los suelos que contienen
suficiente material coloidal para clasificarse como arcillosos, son por lo general
compactos cuando están secos y pegajosos y plásticos cuando están húmedos. Las
texturas margas constan de diversos grupos de partículas de arena, limo y arcilla y
varían desde margo-arenoso hasta los margo-arcillosos. Sin embargo, aparentan tener
proporciones aproximadamente iguales de cada fracción.

ESTRUCTURA
 La estructura del suelo es la forma de agregación natural de las partículas
del suelo, para formar unidades de mayor tamaño con carácter más
persistente.
 Estas unidades se denominan agregados. Su formación se debe a la
presencia descargas eléctricas en la superficie de las arcillas, lo que da
como resultado unas interacciones físico-químicas con los demás
componentes del suelo.

Tipos de estructura

Según el grado de desarrollo de los agregados, la estructura puede ser:

Fuerte: agregados duraderos, con separación bien definida cuando el


suelo se seca.

Moderada: agregados relativamente bien formados y diferenciados, de


duración media.

Débil: agregados poco diferenciados, que sólo se distinguen cuando el


suelo está húmedo.

Sin estructura: agregados que no se distinguen por falta de aglomeración,


como ocurre en los suelos arenosos.
LA CONSISTENCIA
se refiere a la resistencia para la deformación o ruptura. Según la resistencia el suelo puede ser
suelto, suave, duro, muy duro, etc. Esta característica tiene relación con la labranza del suelo y
los instrumentos a usarse. A mayor dureza será mayor la energía (animal, humana o de
maquinaria) a usarse para la labranza.

LA DENSIDAD
se refiere al peso por volumen del suelo, y está en relación a la porosidad. Un suelo muy
poroso será menos denso; un suelo poco poroso será más denso. A mayor contenido de
materia orgánica, más poroso y menos denso será el suelo.

LA AIREACIÓN
se refiere al contenido de aire del suelo y es importante para el abastecimiento de oxígeno,
nitrógeno y dióxido de carbono en el suelo. La aireación es crítica en los suelos anegados. Se
mejora con la labranza, la rotación de cultivos, el drenaje, y la incorporación de materia
orgánica.

LA TEMPERATURA
es importante porque determina la distribución de las plantas e influye en los procesos
bióticos y químicos. Cada planta tiene sus requerimientos especiales. Encima de los 5º C es
posible la germinación.

EL COLOR DEL SUELO


depende de sus componentes y puede usarse como una medida indirecta de ciertas
propiedades. El color varía con el contenido de humedad. El color rojo indica contenido de
óxidos de fierro y manganeso; el amarillo indica óxidos de fierro hidratado; el blanco y el gris
indican presencia de cuarzo, yeso y caolín; y el negro y marrón indican materia orgánica.
Cuanto más negro es un suelo, más productivo será, por los beneficios de la materia orgánica.

Tipos de suelo
El tipo de roca mediante la cual el suelo se originó, las características topográficas del
área, el clima, el tiempo y los organismos vivos que habitan en él son los cinco factores
principales que determinan los tipos de suelos.

En función de estos factores formadores del suelo, tenemos estos tipos de suelo
distribuidos por todo el mundo:

Suelos arenosos

Los suelos arenosos están formados, como su nombre indica, en su mayor parte por arena.
Este tipo de estructura, dada su alta porosidad y su poca agregación, no retiene el agua,
haciendo que su cantidad de materia orgánica sea baja. Por lo tanto, este suelo es pobre y no
apto para sembrar en él.
Suelos calizos

Estos suelos tienen gran cantidad de sales calcáreas. Suelen ser de color blanco, seco y árido.
El tipo de roca que abunda en estos suelos es la caliza. Al ser tan dura no permite la
agricultura, puesto que las plantas no pueden absorber bien los nutrientes.

Suelos humíferos

Estos suelos son llamados también de tierra negra debido a que, al ser ricos en materia
orgánica en descomposición, ésta tiñe de negro el suelo. Es de color oscuro, retiene gran
cantidad de agua y es excelente para la agricultura.

Suelos arcillosos

Estos están formados en su mayoría de arcilla, granos finos y de color amarillento. Este tipo de
suelo retiene el agua formando charcos, y si se mezcla con humus puede ser apto para la
agricultura.

Suelos pedregosos

Como su nombre indica, están repletos de rocas y piedras de todos los tamaños. Al no tener
porosidad suficiente ni permeabilidad no retiene bien el agua. Por ello, no es apto para la
agricultura.

Suelos mixtos

Son aquellos suelos que tienen características intermedias entre los suelos arenosos y los
suelos arcillosos, es decir, de los dos tipos.

Conclusión
Gracias a la elaboración de esta práctica, logramos determinar la estructura del suelo en cada
uno sus horizontes y se comprendió que dicho arreglo determina un espacio entre las
estructuras, a lo que se denomina porosidad. Se concluye que la estructura del suelo es uno de
los factores fundamentales del funcionamiento edáfico. Esta influye en el movimiento del agua
y la retención hídrica, sobre el ciclo de nutrientes, la penetración de las raíces y en el
rendimiento de los cultivos

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Un gran incendio destruye la cubierta y


la aguja central de la catedral de Notre
Dame
Arde Notre-Dame de París. Llora Francia y llora el mundo. El pesimismo que se
respiraba a última hora de la tarde ("No es seguro" que se pueda salvar la catedral de
Notre-Dame, decía el ministro del Interior; El riesgo de derrumbe de la torre norte
es real si no se consigue apagar el fuego en hora y media, aseguraban los bomberos) ha
desaparecido ya entrada la noche: el ministro del interior se muestra "un poco más
optimista" y los bomberos dicen que "la estructura de la catedral está salvada en su
totalidad", aunque aún se mantiene el fuego. Un bombero ha resultado gravemente
herido.

Un espectacular incendio se declaró este lunes a las 18:50 horas en el techo de la


catedral, uno de los monumentos más emblemáticos de la capital francesa, por causas
que se desconocen.

La policía y los bomberos de París creen que podría estar relacionado con las obras de
restauración que se estaban realizan en este momento en el edificio. Con un coste
estimado de 6 millones de euros, debían prolongarse hasta 2022 y necesitaron de la
instalación de unos enormes andamios que llegaban a 100 metros de altura. La fiscalía
ha abierto una investigación.

Un terrible incendio está teniendo lugar en la catedral de Notre Dame de París. Los
bomberos de París están intentando controlar las llamas", tuiteó Anne Hidalgo,
alcaldesa de París, poco después de que se declarara el incendio. La alcaldesa pidió a los
ciudadanos y turistas que respetaran el perímetro de seguridad establecido por la
policía.

La isla de la Cité fue parcialmente evacuada y se suspendió el servicio de los


"bateaux-mouches" , los famosos barcos turísticos que recorren el Sena.

"Ahora se inició una misión particular para intentar salvar todas las obras de arte" y
"se dio prioridad a asegurar los alrededores para proteger a los turistas y vecinos de
los riesgos de derrumbe", dijo a un canal de televisión Emmanuel Grégorie, el adjunto a
la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, que lamenta "daños colosales". La túnica de San
Luis y la Corona de Espinas han sido puestos a salvo, según el Rector de Notre Dame.

No tengo palabras lo suficientemente fuerte para exprimir el dolor que siento frente a
Notre-Dame devorada por las llamas. Notre-Dame es Paris, es toda su historia",
añadió Hidalgo en declaraciones a France 2.

"Todo está siendo devorado por las llamas. No quedará nada de la estructura, que
data del siglo XIX de un lado y del XIII del otro", declaró el portavoz de la catedral,
André Finot. De momento, se desconoce la cuantía de los daños, que podrían ser
considerables, dado el carácter histórico de este edificio.

Unos 400 bomberos, impotentes ante la violencia del incendio, trataban de apagar las
llamas que afectan el techo del edificio. La aguja del templo se desmoronó. Las
llamas y una fuerte humareda negra se podían ver a varios kilómetros de distancia.

Las sirenas de los bomberos y la policía sonaban en París. Las imágenes difundidas por
la televisión y las redes sociales del incendio eran espectaculares, sobre todo al caer la
noche.
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