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Le Corbusier, proyecto para el Plan Director (1950): borrador de la propuesta del sistema de espacios verdes a nivel urbano sobre

un plano de Bogotá de 1948. © FLC 33690-1.

Primera parte
LE CORBUSIER
Le Corbusier: Bogotá, vista aérea
Carles Martí Arís

(A P. Q.) mo. Resulta todavía bastante frecuente oír, en muchas con-


1 versaciones informales, el desenvuelto comentario de algu-
nos, según el cual «Le Corbusier fue tan notable arquitecto
En su papel de leader de la arquitectura moderna, Le Cor- como pésimo urbanista». Quienes hemos estudiado con de-
busier tuvo que vencer muchas resistencias a lo largo de su tenimiento su trabajo no podemos dar por buena sin más esa
carrera para lograr que sus clientes y el público en general valoración, sobre todo cuando se formula en términos tan
aceptasen que la legitimidad social de sus propuestas ar- esquemáticos y desabridos. Ahora bien, si tenemos la inten-
quitectónicas y urbanísticas era indisociable de su valor ar- ción de refutarla, estamos obligados a prestarle la atención
tístico. Porque una cosa es el valor y otra, bien distinta, es el que requiere, analizando los significados que se esconden
éxito. Él sabía que la actitud vanguardista era poco compa- tras ella y los prejuicios de los que se alimenta.
tible con la obtención inmediata de aplausos y parabienes. Tomemos como ejemplo típico del modo en que se ha
Por ello adoptó como divisa de su trabajo la célebre frase «la pretendido certificar la demolición conceptual del urba-
recherche paciente». En ella subyace la hipótesis de que el nismo lecorbusieriano esa argumentación en que se suele
tiempo, aliado con la actitud perseverante del artífice, aca- comparar la Unité d’Habitation construida por Le Corbusier
bará decantando, tarde o temprano, el valor y el peso espe- en el Boulevard Michelet de Marsella (1945-1952), tenida
cífico de cada una de las aportaciones. ahora, con rara unanimidad, por una extraordinaria obra de
Una vez concluido el siglo XX y viendo las cosas con arquitectura, con el proyecto de urbanización Marseille-sud
suficiente distancia crítica, ¿quién de nosotros no estaría (1951) compuesto por 24 unités (una de las cuales coincide
dispuesto a conceder hoy a Le Corbusier un lugar entre los en posición y tamaño con la construida), a las que se añaden
cuatro mayores arquitectos de ese siglo? Ello no significa en otras 15 torres cilíndricas para apartamentos.
absoluto suponer que el itinerario de Le Corbusier fuese un Esta operación sigue siendo considerada por muchos
paseo triunfal. Por el contrario, sabemos que fue un camino como un grave error de escala que por fortuna no se llevó
arduo y salpicado de múltiples derrotas parciales. Y que fue a cabo, ya que su realización hubiese causado de manera
en el ámbito urbanístico donde cosechó los más decepcio- inevitable, dicen, la aniquilación, desde su propia raíz, del
nantes fracasos, hasta el extremo de que, aún hoy, les si- tejido urbano preexistente. Cuando argumentos como estos,
gue siendo útil a muchos la idea de cargar a Le Corbusier de base puramente cuantitativa, se utilizan como discrimi-
la culpa de los mayores abusos cometidos en nombre de la nantes de la calidad de un proyecto, estamos ante un salto
ciudad contemporánea, sin concederle a cambio el mérito lógico difícil de admitir. La Unité del boulevard Michelet está
de ninguno de sus beneficios. concebida exactamente con los mismos principios y reglas
La historia oficial ha sido, hasta el momento, incapaz de que el conjunto de Marseille-sud. Entonces ¿por qué es tan Foto de las fachadas norte y oeste de la Unité de Marsella, publicada por Le
convertir esas derrotas en victorias, ni siquiera a título póstu- distinto el juicio que se hace sobre ambos proyectos? ¿Por Corbusier en el tomo V de la Œuvre Compléte. © FLC.

16 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


qué la Unité es vista como portadora de tantas virtudes y
potencialidades, mientras que la extensión de esos criterios
a un área de mayor tamaño como el barrio de Marseille-sud
amenaza de repente con provocar un desastre urbanístico?

La única explicación plausible que se me ocurre para com-


prender el doble rasero con que se suelen juzgar esos dos
proyectos estaría en el temor que suscitaban las propuestas
de Le Corbusier interpretadas como apología de la actitud
totalitaria, es decir, de una visión de los problemas urbanos
basada en la uniformización mecánica y repetitiva de las so-
luciones adoptadas. No es esta, desde luego, una objeción
menor o desdeñable. Tampoco cabe considerarla como una
sospecha carente de fundamento, ya que fueron pocos los
intelectuales europeos que durante la primera mitad del siglo
XX quedaron completamente a salvo de la tentación totalitaria.
Imaginar una eficiente maquinaria lecorbusieriana pasan-
do por encima de todo lo que pudiese encontrar y aplastán-
dolo sin miramientos para alcanzar por la vía más directa
sus fines «urbanizadores» tal vez no planteara demasiados

Imagen de la localización de las Unités en Marseille-sud, publicada por Le Xavier Monteys, en su libro La gran máquina, redibujó a escala los 21 proyectos urbanos que Le Corbusier propuso desde 1925, con el Plan Voisin
Corbusier en el tomo V de la Œuvre Compléte. © FLC. para Parísen 1925, hasta Berlín, en 1965. Son los proyectos que tienen un emplazamiento «real», en ciudades en cuatro continentes. © Monteys.

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escrúpulos a los aguerridos y confiados seguidores de Le contemplan a lo largo de su propio proceso evolutivo, para que
Corbusier en aquel momento, pero a nosotros, bastante más esta impresión se corrija de inmediato o incluso se desplome.
desengañados y pusilánimes, no deja de asustarnos, debe-
mos reconocerlo. Aunque tampoco creo que la situación sea Xavier Monteys, en su espléndido libro La gran máquina: la
como para echarse a temblar cada vez que creemos atis- ciudad en Le Corbusier (Serbal, 1996), redibuja y describe
bar tras la puerta la denostada pezuña totalitaria, sobre todo 21 proyectos de diversa escala y grado de elaboración, que
ahora que conocemos bien los resultados de una aplicación componen la opera omnia del maestro suizo en el ámbito
a ultranza del liberalismo descarnado al campo urbanístico. del proyecto urbano, y los divide en tres grandes apartados,
En cualquier caso, en tanto que estudiosos, estamos obli- presididos cada uno por un modelo teórico de referencia.
gados a distinguir y deslindar las ideas, a emplear los matices La primera etapa comprende las propuestas iniciales
y a no confundir las cosas. La obra de Le Corbusier, caracte- para París y se basa en el modelo teórico de la Ville Con-
Le Corbusier, planta del proyecto de la ciudad para tres millones de habitan- rizada por la extrema radicalidad de los procedimientos, pu- temporaine pour Trois Millions d‘Habitants (1922-1925). La
tes, que presenta por primera vez al público en el Salón de Otoño de 1922 y diera dar la impresión de que tiende a ser monolítica y exclu- segunda etapa abarca el núcleo central de su reflexión teó-
que luego saldrá publicada en Urbanisme. © FLC 31006a. sivista, o sea totalitaria. Pero basta con analizar uno a uno los rica sobre la ciudad y adopta como modelo teórico el de La
proyectos en su particularidad y concreción, a la vez que se Ville Radieuse (1932-1935). La tercera etapa, que cubre los
últimos quince años de su carrera profesional, se resuelve
en diversos ensayos basados en sistemas abiertos de con-
figuración, a partir del modelo teórico de Les trois établisse-
ments humains (1945), uno de cuyos principales corolarios
será la Regla de las 7 vías (1948), mediante la cual Le Cor-
busier propone un ajuste de las diversas escalas territoriales
que quedan así mutuamente coordinadas.
Estos tres modelos o concepciones urbanas se suceden
en el tiempo. Los elementos que los definen van, a su vez,
evolucionando. Pero lo que los distingue de un modo sustan-
cial es el grado de compatibilidad con que en ellos se com-
binan y yuxtaponen los elementos en juego. El vocabulario
arquitectónico de Le Corbusier, si bien se enriquece y trans-
forma en el curso del tiempo, está en buena medida fijado y
establecido desde el principio. No son los nuevos elementos,
cuado los hay, los que caracterizan y dotan de contenido a
los sucesivos modelos urbanos, sino que este papel lo asu-
men las relaciones que se establecen entre dichos elemen-
tos. Le Corbusier comprendió pronto que para desarrollar de
un modo ilimitado las formas de la composición propias de
cualquier disciplina bastaba con dotarse de un alfabeto con
un número restringido de signos.

Le Corbusier, plano que describe la teoría de las 7V, publicada por Le Corbu- El punto de inflexión decisivo a lo largo de todo ese proceso
Le Corbusier, planta de la Ville Radieuse, publicada en la pág. 170 del libro del
mismo nombre en 1935. © FLC. sier en el tomo V de la Œuvre Complète. © FLC. es la ruptura que separa el segundo modelo del tercero, es

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decir, aquel momento en que Le Corbusier alcanza la plena La transformación de nuestra vida material, en su opinión,
madurez técnico-artística y consigue incorporar a su pro- sólo podía cumplirse desde el reconocimiento de su tridimen-
pio alfabeto, sin ninguna resistencia, otros elementos tales sionalidad. Para ello era preciso tomar altura y emprender el
como fragmentos de urbanización históricos o categorías vuelo. Tal vez la crítica más severa y demoledora que había
geográficas, que no pertenecen a su obra sino al ámbito de infringido a la arquitectura académica era el haberle echado
los universales, con las que todo artífice debe confrontarse. en cara su incapacidad para operar en la realidad desde esa
Cuando eso ocurre, el proyecto urbanístico no solo alcanza perspectiva. Para Le Corbusier, todos los formalismos, tanto
a tener la escala que le corresponde sino que, en gran medi- en arquitectura como en urbanística, provienen en último tér-
da, se neutraliza el riesgo o la inclinación totalitaria que podía mino de esa limitación. El urbanismo de las tres dimensiones
suponerse inherente a un discurso transformador y radical que él proclama deberá ser capaz de contrarrestar la desvia-
como el de Le Corbusier. ción formalista, situando el proyecto de la ciudad contempo-
ránea en su justo contexto: el territorio y su base geográfica.
En su segunda conferencia habla de establecer un diálo-
3 go interpares entre naturaleza y artificio, un diálogo abierto y
sin sumisiones para ninguna de las partes. Habla de «hacer
En ese punto crucial del relato entra en escena, precisamen- entrar todas esas riquezas naturales en los equipamientos Le Corbusier, Carnet 2-182. Dice: «8 1/2 de la mañana / Todo se levanta, as-
te, uno de los grandes protagonistas de su universo urbanís- humanos». Creo entender que aplicar los principios bási- pirado por el sol, la tierra visible azul, el río rosa, el horizonte blanco de las
tico: la ciudad de Bogotá. El 16 de junio de 1947, Le Corbu- cos de Les trois établissements humains a esa localización nubes, las montañas azules». Este dibujo fue hecho en el quinto viaje, en mayo
específica significa para Le Corbusier hacer de Bogotá una de 1951. © FLC.
sier contempla por primera vez la ciudad de Bogotá desde la
ventanilla del avión que le lleva de visita a Colombia, donde ciudad surgida de la superposición equilibrada de montañas
permanecerá durante una semana cumpliendo una apretada y edificios, torrentes y parques, valles y viales; una ciudad
agenda de reuniones, que incluye dos conferencias y una formada por la coexistencia del tejido histórico y de la emer-
serie de contactos para establecer las bases de su futura gencia del nuevo centro cívico; una ciudad en que la arqui-
colaboración con las autoridades del país. Resulta significa- tectura salude con la mano abierta a les joies essentielles de
tivo que sea precisamente el avión el medio que le procura la naturaleza.
el primer contacto físico con Bogotá. Hacía ya algún tiempo
que Le Corbusier maduraba la hipótesis que el avión ofrecía Una ciudad así puede llamarse Bogotá o también, Chan-
un punto de vista privilegiado para sentar las bases de la digarh o París, Barcelona o Moscú, Buenos Aires o Argel.
ciudad contemporánea. Pero con una precisión: que cada una de ellas posee una
Lo primero que ve Le Corbusier desde el cielo de Bogotá identidad que la hace única con relación al universo. No me
en su primera visita es una ciudad situada en el extremo de parece que esto tenga nada que ver con una visión totalitaria
una gran meseta colocada a unos 2500 metros de altitud y del escenario humano. A fin de cuentas, ¿cómo no estar de Carles Martí Arís (Barcelona): arquitecto por la ETSAB-UPC en 1972. Subdirec-
acuerdo con Le Corbusier cuando, al contemplar desde la tor de la revista 2c Construcción de la Ciudad hasta 1985, año en que
rodeada por un circo de montañas cuyas cumbres alcanzan
dejó de editarse. Su vida profesional estuvo entre la práctica del proyecto
los 3000 metros. Una ciudad, pues, cuya potencia proviene última vuelta del camino la energía y el esfuerzo desplega-
y la docencia, como catedrático en el departamento de Proyectos de la
del escenario geográfico en que se inserta: la gran cordillera dos desde su pensamiento y su acción, es capaz de resumir ETSAB. Entre sus libros cabe destacar, entre otros: Las variaciones de la
que le sirve de fondo, el valle que se despliega a sus pies, el los afanes y querencias de una vida intensa como la suya identidad: ensayo sobre el tipo en arquitectura (1990), Silencios elocuen-
perfil de la ciudad histórica que se recorta contra la pared de en esta sencilla frase: «Trabajé por lo que más necesitan los tes (1999), Las formas de la residencia en la ciudad moderna (1991) y La
hombres de hoy: el silencio y la paz»? cimbra y el arco (2005).
las montañas, los trazados que siguen las principales líneas
de la orografía, es decir, ve lo que ven también sus habitan-
tes y que Le Corbusier define como «un paisaje admirable».

Le Corbusier: Bogotá, vista aérea | Carles Martí Arís 19


Observar, escuchar y escribir: algunas palabras sobre las conferencias
de Le Corbusier en Bogotá
María Margarita González Cárdenas

Una mesa, seguramente un vaso de agua, un micrófono, negar tampoco que una traducción es un texto hecho a dos
una pizarra de papel, todos juntos en un escenario. Es el manos, si se quiere: la mano del autor y la mano del traductor.
miércoles 18 de julio de 1947, en el Teatro Colón de Bogotá. Cada mano, en un espacio y un tiempo diferentes, reunidas
Eduardo Zuleta Ángel, representante de Colombia ante las en un momento, en simultánea, para dar un texto que se es-
Naciones Unidas, presenta con una emoción impregnada de pera, sea claro y coherente a los ojos del lector.
discurso político a Le Corbusier. En el escenario, la voz del Carecemos de los detalles técnicos de las conferencias,
arquitecto es profunda, grave. pues no hay registro oficial de las mismas. Algunos se han
Esta introducción tiene por objetivo describir el trabajo aventurado a darles un título: la primera, bajo el ya conocido
de transcripción y traducción de, quizás, el único registro de «El urbanismo como ordenador social», de la que en realidad, Caricaturas de Le Corbusier en Bogotá hechas por Eduardo Angulo y publi-
audio que quedó del paso de Le Corbusier por Bogotá. No ya lo verán ustedes, Le Corbusier decide cambiar el título al cadas en el libro: Cincuenta años de Arquitectura. 1936-1986, Universidad
Nacional, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá 1987, p. 105.
es una tarea fácil. En cada frase hay una emoción propia a inicio; y la segunda, al parecer se titula «Caracteres mundia-
la palabra hablada, que es difícil trasmitir al papel. Las en- les y regionales de la arquitectura moderna».1 Otros detalles, dibuja y ubicarse con la imaginación en ese papel: dónde
tonaciones, los cambios de voz, los silencios, la longitud de como la hora, el número y el tipo de asistentes, son ajenos y van las referencias, los ejemplos; dónde va el plano; dónde
los silencios y las vacilaciones son sucesos que harían de la quizás innecesarios al documento que se presenta acá. está dibujando la perspectiva; cuáles son los colores; cuá-
transcripción un texto casi críptico y de compleja lectura. les, los tamaños, las escalas; qué privilegia; qué jerarquiza.
La tarea de la transcripción ha sido, literalmente, el paso No hay respuestas. Durante un par de veces, Le Corbusier
al papel de las palabras de Le Corbusier. Esta tarea, sin Observar y escuchar reconoce que lo que ha dibujado no es muy claro, que no es
embargo, ha supuesto varios inconvenientes. El primero de «muy bonito», pero le pide al público un poco de esfuerzo
ellos ha sido el estado de las cintas, que nos ha impedido La calidad de las cintas no es la mejor. Las grabaciones, al para entender, el mismo que los lectores tendrán que hacer
en pocos momentos entender a cabalidad lo que dice. El parecer, han desaparecido de los archivos de la que hasta al leer las páginas que siguen esta introducción.
segundo ha sido la simultaneidad de las ideas expresadas hace no mucho era la Radiodifusora Nacional de Colombia. Su conferencia está, como quien habla sobre un papel,
oral y gráficamente. Al carecer de los documentos gráficos, Contamos, por ejemplo, con la introducción de la primera llena de adverbios de lugar –acá, allá– y de pronombres de-
nos hemos tenido que refugiar en sus publicaciones para conferencia, pero no con la de la segunda. En tres momen- mostrativos –esto, eso–. Las referencias, por supuesto, tienen
imaginar las imágenes que acompañan sus palabras. El ter- tos clave se corta la grabación y queda la sensación de no nombre: el edificio de la ONU en Nueva York, los immeubles
cero –cómo habríamos de dejarlo de lado–, la lengua nativa haber finalizado una idea. Recomponer el hilo que une las à redent y el proyecto para el señor Peyrissac, en el norte
de la transcripción. conferencias ha sido un trabajo de alta costura. de África, entre otros. Pero los proyectos solo le sirven como
La tarea de la traducción ha sido más agradable. La fami- Al haber únicamente registros sonoros de la conferencia, intenciones: son ejemplos de lo que se puede llegar a hacer,
liaridad de las ideas de Le Corbusier nos permite entender su la transcripción puede resumirse en dos palabras: observar a «constituir» con el urbanismo moderno. Por ello, en esta pu-
léxico, sus intenciones, el uso reiterativo de ciertas palabras y y escuchar. Observar antes y escuchar después. Es nece- blicación se han empleado imágenes para todos conocidas.
la ausencia consciente de otras. Pero no podemos negar que sario imaginar a Le Corbusier en el escenario, con las luces No son exclusivamente hechas sobre Bogotá, porque de he-
esta tarea nos recuerda la idea de la «traición». No podemos sobre él. Y luego, observar la pizarra, el papel sobre el que cho Le Corbusier, durante la conferencia, dibujará muy poco

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nuestra ciudad. Los dibujos son, gracias a las descripciones, na y algunas veces empieza sus frases diciendo «Yo creo
similares a los que encontramos en la Obra completa. que…». Para el que no está familiarizado con el francés de la
Frente a las imágenes, hemos escuchado con algo de calle, o incluso el académico, el verbo «creer», que en nues-
dificultad la reacción del público. Hay momentos clave en tro español puede ser sinónimo del verbo «pensar», tiene
los que el público se manifiesta, como cuando Le Corbusier connotaciones diferentes en francés. El uso del verbo creer
se queja de la falta de crayones de color o cuando quiere le da un tono dogmático a la conferencia, un tono que pasará
explicar que habría que demoler una calle del centro de Bo- desapercibido en la traducción, pero que le da un empuje
gotá (¿la octava?) para tener más beneficios. El público de especial en la transcripción.
su conferencia se escucha molesto, quizás abatido por la Es importante aprender del lenguaje que Le Corbusier
severidad de sus frases. Estos pequeños detalles son impo- utiliza para explicar sus ideas. Es frecuente, por ejemplo, el
sibles de transmitir en un texto de esta naturaleza. Tampoco uso de palabras particulares, como caracteristique o carac-
constituyen el centro del contenido. terisé, para expresar un carácter que le permite distinguirse
La lectura de la transcripción será un poco complicada, de otros. Le Corbusier no emplea la palabra typique (típico) y
pues no se han omitido ni los acentos ni las detenciones de mucho menos singulière (singular). Tampoco se refiere a los
Le Corbusier; tampoco los silencios. Igualmente hubo algu- problemas que tiene el arquitecto con la palabra contraintes,
nos momentos en los que fue necesario interpretar algunas sino que utiliza la palabra consequences. Las consecuen-
palabras. En otros, nos sorprendemos por el uso de las mis- cias parecen ser producto de algo, mientras que los pro-
mas. Veamos la traducción. blemas pueden no tener solución. Igualmente sucede con
folclor, que aparece en la segunda conferencia. «Folclórico»
reemplaza en este caso a «vernáculo» (vernaculaire) para Le Corbusier en la Universidad Nacional, en su primera visita, en 1947. 1 Le
Corbusier; 2 Augusto Tobito; Jorge Gaitán Cortés; 4 Fernando Martínez Sa-
Escribir y escribir mostrar que su interés no es solo lo que pertenece al lugar,
nabria; 5 Jorge Arango Sanín; 6 Emma Villegas de Gaitán; 7 Paul Lester Wie-
eso sería lo vernáculo, sino lo que no se ve del lugar, lo que ner. © IDPC-MdB.
Traducir a Le Corbusier no es tarea sencilla. Debo hacer uso hace parte de la cultura que se traduce en lo folclórico.
María Margarita González Cárdenas: arquitecta de la Universidad de los An-
de una modestia absoluta para explicar que en algún mo- Para finalizar, como en todas las épocas, hay dejos del len-
des (1999) en Bogotá. Luego de varios años trabajando como profesora
mento, después de horas y horas de escucha, traducir el guaje que Le Corbusier no puede evitar. Si hoy en día el fran- y arquitecta independiente, empezó su maestría en investigación en la
texto del francés al español resultó ser una actividad casi cés hablado tiende a utilizar el quoi como muletilla, en 1947 Universidad de París 8, grado que logró con honores, bajo la dirección
natural. Diría que la esperaba con ansias. Y si bien se volvió seguramente se empleaba n’est-ce pas? (¿no es cierto?). Esta de Jean-Louis Cohen. De vuelta a Bogotá, trabajó como profesora en las
una labor familiar a mi lengua, lentamente surgieron pregun- muletilla se ha omitido conscientemente en muchas partes de universidades de los Andes y Nacional, y participó en las investigaciones
de «Bogotá, años 50», coordinada por la Universidad Nacional, y «Los
tas al cambiar de idioma, así como cuestiones propias a mi la transcripción y de la traducción para no cortar la lectura.
recorridos urbanos», coordinada por el grupo de investigación Construc-
versión del español. Desde hace ya muchos años tengo en mi poder el par ción de lo Público. Regresó a París en el 2007 para iniciar sus estudios
Para empezar, he empleado el «ustedes» típico de los de cintas de audio con la voz de Le Corbusier. Los encontré doctorales en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, bajo
bogotanos. Pienso que usar el «vosotros» o el «os» (os digo, gracias a un alumno que quería imaginar Bogotá transfor- la dirección de Christian Topalov. Es autora de varios artículos y traduc-
os repito, en vez de les digo o les repito, o vosotros a cambio mada por el Plan Piloto. Estuvieron allí mucho tiempo, espe- ciones, todos visibles desde su página web:  <http://sciencesdesvilles.
blogspot.com/>.
de ustedes) se vería forzado en este discurso. El tono de Le rando ver la luz pública. Esta trascripción se ha hecho sin
Corbusier es respetuoso, lejano y cercano a la vez. Usar la pretensiones, esperando tan solo ser un archivo escrito de
tercera persona del singular es mi opción, aunque respetaría un archivo radial al que muchas personas no tendrán acceso 1 P. Bannen, «Bogotá – Colombia, cinco viajes y un plan para una ciudad
una traducción en la que la segunda persona del plural sea jamás. Es una tarea que respeto y de la cual espero no haber latinoamericana», en F. Pérez, Le Corbusier y Sudamérica, Santiago de
Chile, ARQ, 1991; citado en Doris Tarchópulos Sierra, Olga Lucía Ceballos
la utilizada para referirse a su auditorio. traicionado los principios de Le Corbusier, ni sus intenciones.
Ramos, Patrones urbanísticos y arquitectónicos en la vivienda dirigida a
En cuanto al léxico, es necesario también explicar algu- Como las cosas siempre terminan llegando adonde las espe- sectores de bajos ingresos en Bogotá, Bogotá, Pontificia Universidad Ja-
nas palabras. Le Corbusier siempre habla en primera perso- ran, es el momento de escuchar a Le Corbusier. veriana, 2005.

Observar, escuchar y escribir | María Margarita González 21


El urbanismo como ordenador social
Le Corbusier

1.ª conferencia en el Teatro Colón de Bogotá una visita a Colombia. Sé en [sic] la forma pudorosa, mag-
Miércoles, 18 de junio de 1947 nánima, desinteresada, extraordinaria en que suele hacer
todas sus cosas; atendió sencillísimamente mi invitación,
(Palabras del señor ministro de Colombia ante la ONU, y sin poner condiciones y sin hacer recateos de ninguna
doctor Eduardo Zuleta Ángel). especie, inmediatamente que yo le hice saber cuánto se
le admiraba en este país y hasta qué punto los estudiantes
Señoras y señores: de Arquitectura y los profesionales verían con complacen-
El señor Le Corbusier no necesita presentación ante un cia su presencia entre nosotros, se apresuró a dejar tareas
público tan selecto como el que llena esta noche la sala urgentes y magníficamente remuneradas que tenía, para
del Colón. Todos y cada uno de ustedes saben muy bien hacer esta visita que todos le debemos agradecer y de
que él es el historiador de la arquitectura contemporánea. la cual el país, en general, y la capital de la República, en
Todos y cada uno de ustedes conocen el trascendental especial, van a reportar insignes beneficios.
papel que él ha desarrollado en el mundo entero para lle-
var a la arquitectura un moderno concepto, un concepto
esencialmente biológico. Intervención de Le Corbusier
Tuve el placer de conocer al señor Le Corbusier
personalmente hace ya bastantes meses en la ciudad de Tan pronto llegué a la ciudad de Bogotá, le prometí a mi gran
Nueva York, cuando me correspondió el altísimo honor de amigo, el doctor Zuleta, hacer una conferencia esta noche,
presidir la comisión de apoyo de las Naciones Unidas. que puede llevar como título «El urbanismo: ordenador social
Tuve el altísimo privilegio de trabajar en estrecha colabo- por excelencia». Se trata de una conferencia que ya había
ración con él. Y tuve el insigne privilegio también de ver de hecho una vez, improvisada, además de todo, hace dos me-
cerca la tarea, probablemente trascendental y maravillo- ses en Nueva York y que reutilizo sin cesar. Tenía la intención
sa, que él realizó en todo lo relacionado no solamente con de retomar ese mismo tema y desarrollarlo delante de uste-
la escogencia del edificio para las Naciones Unidas, sino des; pero ayer tuve el privilegio de pasar algunas horas con
con la planificación de los grandes edificios que van a ser el alcalde en su oficina, en donde nos pusimos a discutir
construidos a la orilla del Hudson River para que funcione sobre el tipo de urbanización a [por] emplear, y del urbanis-
allí la gran organización mundial. En ese trabajo, que fue mo de Bogotá, a partir de un estudio de mercado. Hemos
En su primer viaje a Bogotá, son numerosos las reportajes que aparecen de
la visita de Le Corbusier. En la imagen, un apartado del reportaje escrito por para mí un motivo diario de admiración, en esa colabo- terminado hablando de nuestros amigos profesionales y, a
Hernando Santos, con el título: «Bogotá es una ciudad sin modelar, opina el ración en la cual tuve oportunidad de ver, de palpar, de medida que fuimos avanzando en las descripciones, le he
gran urbanista Corbussier» [sic], publicado el 17 de junio de 1947. sentir lo que era el genio de Le Corbusier, me entusiasmé dicho a Zuleta que debía hacerme un favor, porque haré mi
© FLC X1-15-57. de tal modo con su obra que lo comprometí a que hiciera conferencia sobre un tema diferente.

22 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


Son muy pocos los dibujos que se conocen de
Le Corbusier durante su visita a Bogotá duran-
te junio de 1947. Este es uno de ellos. En él, Le
Corbusier dice: «26 de junio del 47 / La Alcaldía
va a abrir calles y “ensanchar” / Bogotá está en
la atrocidad de las bocinas (Ministerio de Educa-
ción Nacional, Ministerio de Petróleos (terribles)
Hotel Granada forum) / Al ensanchar las grandes
vías se precipitará en ellas el cauce de automó-
viles, exactamente como se produjo cuando fue
cubierto el río y construyeron edificios de ofici-
na». © FLC H3-5-37.

El urbanismo como ordenador social | Le Corbusier 23


Pues bien, sé que tengo la suerte de estar en frente de había encontrado esta definición magnífica para que los es- Las viviendas necesitan o deberían necesitar una ciencia,
ustedes en este momento. Lo que quiero es hablarles, entre pecialistas, comenzando por mí, pudieran utilizarla. la instauración de una ciencia. Una ciencia de la vivienda,
comillas, de «una manera total de tipos de urbanismo como He desarrollado el término de urbanismo y de arquitec- por ejemplo, en nuestros países. La ciencia de las viviendas
benefactor social», en términos de una manera de aplica- tura unidos como un todo, siendo considerados como un no ha sido jamás establecida, ni en la escuela, ni en los es-
ción directa al caso de Bogotá, en cuyo caso esta noche me todo. He aquí una definición como de diccionario: el urba- tablecimientos superiores que se encargan de enseñar, de
permito actuar como profeta, puesto que acabo de llegar a nismo como las artes, es una ciencia, si podemos llamarlo formar a los arquitectos o a los ingenieros. Así que hay que
su país y ustedes conocen bien las ventajas que tienen los una ciencia; es sobre todo una práctica; una práctica en dos atravesar un vacío inmenso. Creo que la vivienda no ha sido
viajeros sobre los autóctonos: desde que llegan a otro lu- dimensiones. Y aquí no podemos olvidar lo esencial, porque hasta ahora considerada como aquella que puede ser ob-
gar, con una madurez total, sienten a veces que descubren esto no es todo lo que será aplicado, lo que contendrá cosas jeto de una ciencia. El mundo, hoy en día, tiene necesidad
las cosas donde los habitantes están acostumbrados a ver y personas, pensamientos, bienestar y malestar. Por lo tanto, de resguardarse. Podemos decir que en todos los rincones
siempre la misma dureza. es una ciencia que ha causado el desorden de las ciudades, de la tierra, esta ciencia que trae como problema la difícil
porque no hemos considerado la tercera dimensión, que es puesta en marcha de un lugar es una ciencia que será bien-
Hace una pausa, pues siente que la gente no le escucha y la altura, pensar en términos de volúmenes. La consecuencia venida y que es necesaria, y pienso que poco a poco las
pregunta: que aparece de esta afirmación es la siguiente: el urbanismo necesidades se harán sentir y las personas, las autoridades,
Me pregunto si me escuchan bien. No me doy cuenta. Me debe hacer volúmenes; los volúmenes contienen actividades incluso los ministros y cuando les hablo de ministros… [corte
pregunto si la acústica es buena porque no me doy cuenta. y en consecuencia, el urbanismo se convierte en la puesta de la cinta] El ministro de Educación quiere ocuparse de una
en escena de los volúmenes en el espacio y, en ese sentido, ciencia de la vivienda. El gran valor de una ciencia de la vi-
Luego continúa… según las condiciones determinantes que contemplan el res- vienda será naturalmente la educación del usuario; es decir,
peto de las condiciones cósmicas y que están al servicio de la noción de «saber habitar» es una ciencia y esta noción
¡Bueno! la ley del sol, el respeto del viento y el respeto de la vista, la permanece aún incierta y mal definida.
visibilidad, el paisaje; y, para finalizar solamente, estas con-
A propósito del sujeto [tema] de esta primera conferencia, diciones se conectan por sucesiones de naturaleza diversa,
«El urbanismo como ordenador social», me gustaría que vie- que son en el sentido moderno o desde hace más o menos
ran la sustancia que me servirá y que no habla de hombres, un siglo, y que llevan aun al fin del mundo, puesto que siguen
sino simplemente de materias. Las iré desarrollando y [les la ley de las comunicaciones, es decir, siguen las calles, los
iré] explicando los detalles. caminos, las rutas, otros espacios, los bulevares.
Había desarrollado ese tema en Nueva York, «El urba- Los volúmenes, los apoyos que he evocado acá son en
nismo [como] ordenador social», y había dicho que es una alguna medida la vivienda, el alojamiento de las cosas. Un
definición decisiva, que cambia regularmente la concepción mecanismo que se llama «el alojamiento de las cosas» es
o la excepción que se ha tenido, desde ahora excepcional- de una exactitud absoluta, impecable. Es la idea de tener
mente, en la que el urbanismo –o el urbanista, si ustedes una pieza mecánica que recibe un nombre y que responde
prefieren– era antes que nada un trazador de calles: era un exactamente a su función. Ese es el derecho.
hombre que sobre los planos de los geómetras basaba un Al tomar, por ejemplo, esta definición de mecánica,
realismo, trazaba calles un poco al norte, un poco al sur y hago una crítica sobre la vivienda tal como es vista hoy
luego se tenían los beneficios y los problemas de los futuros en día en el mundo entero, en donde se trata simplemente
habitantes. de ver cómo se adaptan mal que bien a las necesidades
Este tipo de urbanismo, programador social, es un tipo domésticas y cómo están igualmente mal adaptadas a la
admirable. Lo he leído simplemente en la primera línea de economía general, puesto que son cosas que siguen otro
Le Corbusier, Ciudad para tres millones de habitantes, 1922: «A la misma es-
una hoja que me ha dado un miembro de una organización, objetivo. Más adelante tendré la ocasión de desarrollar este cala y desde el mismo ángulo, vista de la “Cité” de Nueva York y de la cité de
de nuestra organización de tipo doctrinario en París, y que punto de vista. la “Ciudad contemporánea”. El contraste es impresionante». © FLC.

24 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


Para que la vivienda responda a las reglas de la ciencia,
debe obedecer a las leyes. ¿Cuáles son las leyes? Las enu-
mero simplemente: la ley de la gravedad; la ley de la biología,
la misma biología del cuerpo humano con todas las conse-
cuencias que ustedes deben conocer: la respiración, el ca-
lor, el frío, el movimiento, la circulación, la altura, la extensión,
etc.; las leyes de la naturaleza, es decir, las consecuencias
de que la naturaleza opere en el cuerpo humano, en el ser
viviente, siendo benévola o maligna. Luego, las leyes cós-
micas, las leyes del sol, que se ignoran casi por completo.
Comenzamos ahora a saber cuáles son las reacciones del
sol en los seres vivos. Las leyes que vienen de una pequeña
ley personal que he introducido, fruto de mis observaciones
durante mis últimos viajes por América, y que llamaré la ley
de las alternativas y de los contenidos. Constato que frente
a la perturbación y el desorden del contenido que [sic] son
las pruebas de la máquina; la máquina que nunca para y
que cuando para es un desorden y que son lo contrario a las
leyes vitales relativas a la persona humana. Esas leyes son
la alternativa que permite todos los elementos de diversidad.
El edificio de bomberos, las caminatas, la respiración, la pa-
labra son elementos alternativos y les permiten la excitación
de intenciones; también la realización, la fatiga y el reposo, el
día de descanso, etc. Ustedes tienen allí todo un fenómeno
Le Corbusier, Poema del ángulo recto, 1955, p. 15: «El
sol, dueño de nuestras vidas, / indiferente, lejos. / Él es
que produce una diversidad increíble y me permito evocar-
el visitante -un señor-, / en nuestra casa. / Al acostarse lo sólo para hacerles saber que no tenemos el derecho de
dice buenas noches / a esos mohos (¡oh, árboles!), / a crear un nuevo Manhattan y que el contenido, el gran conte-
esos charcos que están por todas partes / (¡oh, mares!) nido, es la maldición de las cosas en sí mismas.
y a nuestras arrugas / altivas (Alpes, Andes y nuestros /
Añadiré a esas observaciones sobre la necesidad de
Himalayas). Y las lámparas / están encendidas. / Puntual
máquina giratoria, / desde lo inmemorial, / a cada instan-
la diversidad, una pequeña y respetuosa consideración de
te de las / veinticuatro horas, hace nacer la gradación, / orden filosófico: las leyes esenciales. Se trata, entre todas
el matiz, lo imperceptible, / proporcionándoles casi / una las posibilidades que se ofrecen a nuestra inteligencia, a
medida. Pero él la rompe, / dos veces, brutalmente, por la nuestras sensibilidades, a nuestras sensaciones, de elegir.
/ mañana y por la noche. / le pertenece, mientras que él /
La elección de las leyes esenciales pertenece a aquellos
nos impone lo alternativo: / la noche, el día los dos tiempos
/ que reglan nuestro destino: / Un sol se levanta, / un sol se
que las resaltan, a aquellos que les dan el valor, que han
acuesta, / un sol se levanta de nuevo». © FLC. apreciado las condiciones. Las leyes esenciales han de de-
finirse y, en el Congreso de Atenas de 1933, en el CIAM, yo
Le Corbusier, La casa de los hombres, 1942, p. 139: «La naturaleza, lección permanente / Arquitec- había dicho esto: las leyes esenciales son el sol, el espacio,
tura, urbanismo, determinación / de las funciones, clasificación de las funciones, / Jerarquía. // La
el verde y había dicho, son los mismos materiales del urba-
Arquitectura, el urbanismo = biología / Impecable. / Armonía final, que corona una obra / compleja,
una ordenanza perfecta. / “Juego sabio, correcto y magnífico de las / formas bajo la luz”». © FLC.
nismo y si ustedes adoptan esta manera de pensar es un

El urbanismo como ordenador social | Le Corbusier 25


formidable, que es incluso la medida de todos nuestros equi-
pamientos; las horas de luz, las horas de noche. La conclusión
que resulta de esta constante es la siguiente: si en el curso
de la jornada solar de 24 horas las funciones esenciales no
son perfectas, no se resuelven de una manera armoniosa y
triunfal, y bajo la amenaza de las satisfacción de las leyes;
pero si en el sentido contrario es tan complicado que provoca
sufrimiento, los sufrimientos que condenan las cosas y si esas
cosas se repiten todos los días de la vida, sucede entonces
una gran condena en torno a los proyectos urbanos. La ley de
24 horas solares es el respeto de la vigilancia, debe ser un te-
soro en el espíritu del urbanismo y del régimen que preside los
trabajos de urbanismo, puesto que para obligarse a mirar no
se puede permitir que exista el más mínimo error en un plano,
en su realización; porque el menor error se repetirá todos los
días y esa repetición de todos los días crea el bienestar o la
molestia de las ciudades y de su población.
El concepto previsto ha de realizarse en esta corta y co-
tidiana medida de 24 horas solares. En lo que he llamado
Le Corbusier, dibujo de los cerros de Bogotá en la última página de un docu- las leyes esenciales, es necesario evocar dos cosas: de una
mento que el director del Instituto de Crédito Territorial (ICT) le envía, con fecha parte, el equipamiento de la vivienda; el equipamiento de
23 de junio de 1947, respecto a unos acuerdos verbales a los que han llegado las viviendas se ha vuelto en nuestra época particularmen-
tras un encuentro en el Hotel Granada. En varias ocasiones Le Corbusier hará
te pequeño. El equipamiento de las viviendas en todas las
referencia al espléndido marco natural en que se encuentra construida Bogo-
tá. © FLC H3-4-319.
culturas era admirable, estaba hecho a la medida. Era en
general, de una sobriedad enorme porque la vida era simple,
pasaba tranquilamente y se hacían menos cosas en la vida;
Le Corbusier, Manera de pensar el urbanismo, 1946, p. 100. «Definición de se hacían menos y mejor. Pero ahora nos encontramos con
los “equipamientos de la vivienda” procedentes de la unidad de habitación necesidades de tiempo en este periplo diario de 24 horas; y
(designación de los órganos reconocidos como necesarios): parvulario, jardín
son tantas, que las herramientas domésticas son más que
infantil, escuelas primarias, casas para jóvenes, deporte para infantes, adoles-
centes y adultos, huertos individuales». © FLC. necesarias. Y para vivir consigo mismo y con su familia, para
educar a sus hijos, para vivir finalmente todos los días de
juicio formidable que podrán hacer a las cosas existentes, y nos en casi todos los países del mundo, ha sido privada por la vida, es necesario tener equipamientos que estén en el
que tiene por efecto la reforma urbana que hay que hacer. sus instituciones urbanas, totalmente privada, es decir, en- interior de las viviendas. Y por otro lado, hay que tener cosas
cerrada, atada, en este caso, sin sol, sin espacio y sin verde. muy importantes, que son la extensión de la vivienda. Es
Y acá, permítanme ustedes una pequeña incidencia. Hace Aquí está la noche; la indicación de las 24 horas solares decir, desde que la vivienda se vea, debe poder ser utiliza-
tres días que estoy en su hermoso paisaje y veo, alrededor nos lleva a pensar en un fenómeno o una regla operativa da. Un equipamiento y todo lo que hay alrededor de la vida
de la ciudad y a veces desde fuera de la ciudad y en la ciu- que es la del urbanismo, de la medida del urbanismo, de los cotidiana, como prolongamiento de la vivienda, es lo que el
dad antigua, veo aparecer las leyes esenciales, es decir, el proyectos humanos: es la ley de las 24 horas solares. Esta no urbanismo debe poder aportar. Me contento con denunciar,
sol, el espacio, el verde; la belleza y el esplendor de la natu- es otra que, el sol se levanta cada mañana, se acuesta cada pues no hay mucho, el deporte que debe haber cerca de
raleza; los conceptos de la población, que, como más o me- noche y durante las 24 horas que determinan esta sucesión las casas. Los talleres de jóvenes cercanos, para los niños

26 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


desde la edad de tres años hasta la edad de veinte años,
es su medio lúdico y mental. Y estas estrellas [refiriéndose
al dibujo] son todas las unidades que harán parte de la vida
cotidiana y de la vida familiar; las escuelas maternales, pri-
marias, los talleres de juventud, que forman la unidad com-
pleta alrededor del corazón familiar. Ustedes ven que poco
a poco, a medida que enuncio los principios, las reglas apa-
recen, los elementos aparecen, puesto que son ellos los que
ayudarán a constituir la clave del urbanismo.
En fin, sobre eso se trata esta investigación, sobre las
leyes esenciales. Esta búsqueda de armonía que tiene por
objeto no solo pasar los días sin problema, sino por el contra-
rio, crear vidas admirables y demostrar que todas las socie-
dades pueden hacerlo. Esta investigación conduce a conse-
cuencias gravísimas y obliga a reexaminar la razón de ser de
todas las cosas: las razón de ser de las ciudades, la razón
de ser de las aldeas, la razón de ser de las granjas, [de] los
campos, la razón de ser de los pueblos, de los puertos, etc.
Todo el mundo moderno se encuentra actualmente delante
de fenómenos de transporte y de movimiento que ha creado
la sociedad moderna. Todo el mundo moderno se encuen-
tra en la obligación de reconsiderar el estado esencial de la
ocupación de suelo. La palabra es grave, pero el hecho es
absoluto. Los países que tienen una historia y que hacen su
historia deberían considerar la ocupación de su suelo, la cual
seguía unas leyes que precedían las actuales; leyes que han Le Corbusier, Las cuatro rutas, 1941: Europa y Colombia
sido pensadas a partir de los grupos, de los individuos y de con su centro, Bogotá: un espacio susceptible de ser cruza-
do por las cuatro rutas. «La cuarta ruta, la ruta del aire. Las
las sociedades a lo largo de las rutas; y las rutas, que se han
cuatro rutas: tierra, agua, ferrocarril, aire». © FLC.
probado y completado cada vez más a medida del impre-
sionante desarrollo, todo para crear una red de ocupación
particular del suelo. dos espacios, la ruta de agua al interior y la ruta de agua al en grupos de ocho en esta última oportunidad, y eso es di-
exterior, como las de las riveras y los ríos, el océano y el mar; ferente–. Pues bien, habíamos dejado los aviones en reposo,
Quiero ahora, retomando una conversación que tuve ayer la ruta de hierro, que ha sido una introducción abrupta a lo hasta que un día, en el diario, puede que en 1921, alguien
con el alcalde, evocar la cuestión de las rutas. Me contento largo del siglo XIX y que ha tenido consecuencias fantásticas que había vaciado su depósito dijo: «Con esos aviones po-
con llamar su atención sobre esto: lo que hay que hacer y lo en el destino de los países y de las sociedades, y para la dríamos volver a fabricar algunos más, podríamos transpor-
que tendremos que hacer es reconsiderar la ocupación del alegría de las familias; y por último, la ruta de aire, que nos tar correo e incluso personas». Pues bien, diciendo eso, yo
suelo, en virtud de las rutas disponibles. Las rutas disponi- ha parecido un evento accidental. Les confesaré algo ahora he dicho [que] esa gente debe estar completamente loca; es
bles en los países del mundo son en general: la ruta de tierra, mismo: desde el fin de la guerra de 1918, la aviación se de- decir, qué nos vamos a subir a unos aviones para rompernos
que es la más vieja, que es la ruta eterna y que ha cambiado, tuvo, los bombardeos que podían hacerse sobre París eran la cara, para morirnos o incluso para arriesgarnos un poco. Y
como les he explicado hace poco; la ruta del agua, que tiene amenazadores –no es el caso de los americanos, que venían ahora admito que es un milagro. Les digo que delante de las

El urbanismo como ordenador social | Le Corbusier 27


proposiciones nuevas podemos arriesgar todo, aunque nos Hablemos ahora de su país, aunque tendré la ocasión de ha- que mirar es la consideración de su territorio y los planos
deshagamos de todo, es un momento honorable. Si pensa- cerlo más adelante. Hablemos de la ruta del aire, porque veo para las pequeñas concepciones, a través de un avión que
mos en la ruta del aire, no la veíamos desarrollarse. En 1913 que su país tiene condiciones extraordinariamente particula- dibujo en pequeño así, en forma de helicóptero, que puede
asistí a la primera grabación de la ruta del aire: los aviones res, curiosas y patéticas. Y es que frente a la apertura de la hacer de avión vertical. ¿Cierto?
han permanecido tardes enteras en los campos de flores o ruta del aire, que comienza hoy en día y que continuará ma- Pues ahí tienen ustedes cosas nuevas. La única ruta de
entre la hierba, sin atravesar las colinas, cuando eran capa- ñana, será necesaria toda una serie de elementos de trans- la que ustedes disponen ahora será muy clara, por la ausen-
ces de subir a cualquier altura; y he visto reuniones con cin- porte, los trasatlánticos del aire, es decir, los grandes aviones cia que hay de redes de autorrutas en una topografía que
co mil y hasta trescientas mil personas que no se han dejado horizontales y, por otra parte, los helicópteros, que unen la es muy difícil. Les faltan redes en planos bien hechos. Un
seducir por el avión. Y ahora, el sábado pasado estaba en la vertical. En su país habrá una seducción por hacer ensayos estudio que intente introducir opciones terrestres, puentes,
noche en Nueva York y el lunes en la mañana llegue acá. Es con esta innovación, con esta cuarta ruta. Es ahí donde resi- en esta topografía no tiene sentido, porque la ruta pluvial no
un transporte fantástico. de uno de los problemas eminentes del urbanismo, esencia- representa gran cosa. Ustedes tienen y son probablemente
les para la autoridad, que tiene el deber de cuidar de eso. el primer país que deberá tomar en consideración toda la
ruta del aire, recientemente descubierta por la civilización.
Es así como termino mi primera conferencia. Así que comien- Las rutas están en ese pequeño dibujo que he hecho
zo la segunda ahora mismo. La segunda es una declaración rápidamente. Pero he tenido en mi bolsillo, del verano pa-
de guerra con el señor alcalde y quiero volver a comenzar sado, una carta postal en color con la publicidad de los si-
nuestra discusión, porque había prometido devolverle los tios que yo había visitado –entonces tuve que hablar con un
papeles después de esta conferencia, incluso con una pe- viajero sin consenso– y que había encontrado en el bolsillo
queña dedicatoria. He escrito acá: «Entrevista con el señor del asiento en el que viajaba y que representaban bóvedas.
alcalde de Bogotá, martes 17 de junio de 1947, en la Alcal- Estos son. Acá se ven las distancias, además de una gran
día. Un homenaje amigable al señor alcalde», Le Corbusier. carreta. Una gran carreta con no importa qué en su interior,
Así que voy a poner los problemas sobre el papel. Aquí cosas ordinarias. Acá están las montañas lejanas, acá está el
está mi primer dibujo. Retomo los efectos de un cáncer río, acá ven un verde o una cantidad de árboles y acá se en-
que no presionará ya más y es el hecho de comer pan y cuentra de golpe un avión que está puesto allí y es así como
Le Corbusier, primer dibujo hecho durante la conferencia en el Teatro Colón en no conocer la geografía. Así que voy a hacer la geografía a aparece toda la historia de los tiempos modernos. Ahí tienen
Bogotá, publicado en la revista Proa n.o 8 de agosto de 1947. © Proa. la francesa, es decir, sin garantía del Gobierno.1 Estos son la historia de la nueva América. La nueva, que se descubre
los hechos. Con toda modestia y sin pretensiones, Colombia: ahora por el avión y que puede tener consecuencias fantás-
esto es el golfo del mar Caribe, esto es el Pacífico. Y esto ticas. ¡Pero estos no son muy bonitos! En fin, ahora añado un
sigue siendo Colombia. Tienen un pequeño punto acá que poco de color.
es Bogotá. Bogotá se convierte acá en un puerto. Ese puerto Este avión, que permite circular a la gente de calidad,
está ligado con el mundo por una gran radiación horizontal permitirá a las mercancías de calidad circular y permitirá a
y es muy importante saber que su objetivo es convertirse en los observadores de calidad observar. Es así como se hace
un puerto. Desde acá, él va a irradiar y a aprovechar este el reconocimiento decisivo de las riquezas territoriales a la
estado de cosas para ir más allá de una topografía increíble. altura de los hombres, es decir un metro sesenta o bien a la
En fin, aquí están los Andes, no sé en qué sentido van… van altura del caballo, es decir, dos metros de alto. Les aseguro
por acá. Hay rutas por todo lado, ¿no es cierto? Pues bien, que será muy difícil para los exploradores medir con exacti-
tenemos, antes que nada (déjenme completar mi dibujo, ha- tud esta diversidad cuando atraviesen el país.
ciendo acá un avión). Un avión pasa acá, es el gran avión El avión es una cosa prodigiosa, fantástica. Uno pue-
Le Corbusier, segundo dibujo hecho en Bogotá en el Teatro Colón, donde sintetiza
trasatlántico. Y las cosas por hacer, que se ignoran y que se de leer inmediatamente las cosas. Así se ve la manera en
la realidad nacional: del burro al avión. Proa n.o 8. © Proa. viven, pueden estar en ese punto de recepción. Lo que hay que los pueblos son ricos o pobres, con esperanza o sin

28 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


Le Corbusier, Los tres establecimientos hu- Le Corbusier, Los tres establecimientos humanos, 1945: plano de la Le Corbusier, Los tres establecimientos humanos, 1945: reagrupamiento en torno a los centros cooperativos. © FLC.
manos, 1945: plano de la finca radiante que ciudad lineal industrial – 1.er esquema, una unidad «de tamaño ade-
utiliza para explicar las diferentes partes cuado». 1. Habitar; 2. trabajar; 3. cultivarse; a) ciudad-jardín horizon-
que conforman la «Unidad de Explotación tal; b) ciudad-jardín vertical; c) las prolongaciones de la vivienda.
Agrícola». © FLC. © FLC.

esperanza. Todo se descubre en avión. Es una cosa abso- Entonces podremos ocuparnos de los tres estableci- o común a muchos países, por ejemplo, en estos tiempos
lutamente nueva. El avión se convierte así mismo en un re- mientos humanos. Los escribo acá, los tres establecimientos de grandes dificultades, de incertidumbres, las poblaciones
velador de la economía nacional de cada país. Entonces, el humanos que son la clave del urbanismo ordenador social reaccionan casi de manera instintiva y vienen a reagruparse
problema no seguirá siendo, por intermedio de un inventor, la por excelencia. Las tres establecimientos humanos son 1. la en el centro de las ciudades, y pueden verse los campos
determinación de cuáles son las fuentes de un país, cuáles unidad al detalle, en la escuela; 2. la fabricación y luego es 3. vacíos por completo. Esta es una de las primeras razones de
son sus razones de ser. Se sabe por qué ha nacido a la vida, el sentido o la disposición, como ustedes quieran. Pues bien, este agrupamiento. Pero igualmente se tienen los nidos de
cómo se ha desarrollado. Se sabe cuáles son sus felicida- ese plan de estas tres grandes funciones, las actividades reserva que siguen el mecanismo moderno, las herramientas
des y sus tristezas, cuáles son sus ciudades. Pero con el para ocuparse, necesita unas herramientas en forma de me- de civismo moderno, que han puesto a disposición los ojos y
avión se podrá descubrir de una mejor manera su futuro. Y dios rápidos, en forma de medios de comunicación que re- las orejas del mundo. Ustedes tienen el gramófono, la radio,
en consecuencia, las ciudades se transformarán y se harán clamen una sabiduría en las decisiones y una especificación las revistas, el periódico, tendrán la televisión dentro de poco
otras, como se harán eventualmente equipamientos. Todos en los valores de cada una de esas cosas. Han visto cómo y todos son elementos formidables de ruptura de la tradición.
los equipamientos podrán crearse. una vez nos encontramos frente a un gran problema en curso Esta ruptura de la tradición tiene por efecto desorganizar los

El urbanismo como ordenador social | Le Corbusier 29


campos. El campo, que alguna vez fue un centro humano, di- nen problemas de una importancia considerable. ¿Cómo se terreno que habían buscado en un nuevo sitio es el mismo
gamos, lo juzgamos con un carácter malvado, sin apreciarlo, crearán esas granjas, esos silos, esas actividades mecáni- que encuentran en el anterior, no hay mucho por hacer. Lo
porque las personas seguían sus vidas de manera natural; cas, etc., en los campos, donde no hay nada, o mejor, donde que hay que hacer es quedarse en la ciudad. Quedarse en
esas personas se encuentran hoy en día privadas y conde- ya casi no hay campesinos, o incluso donde aún hay un poco la ciudad es una de las reglas que podemos afirmar hoy en
nadas por los efectos de la ciudad. En todos los países del de muchas cosas?... Esto nos trae el problema de la renova- día, a favor del espíritu; irse de la ciudad es una falta de
mundo, frente a los pueblos del campo hay un verdadero y ción de los campos por la industria, cuyo primer programa coraje de los que tienen la responsabilidad y que conducen
perpetuo problema, pues si todos los campos se vacían, los será el de construir por completo todos los elementos de la a las personas, dirigiéndolas de izquierda a derecha en el
pueblos no podrán ser alimentados nunca más. explotación agrícola. La granja, la estación y las viviendas mundo entero.
Y tratándose de prever el «regreso a la tierra», como se por dentro. He ahí el problema que provoca la amplitud de Les he mostrado que en París, el alcalde y las comunas
ha llamado pomposamente, no se trata de hacer un regre- preguntas que genera el urbanismo. periféricas han desarrollado fronteras comunes a largo pla-
so a la tierra. Se trata de volver a introducir en la tierra las zo. Así, el propio París llegará a ser [piensa sobre el dibujo]…
poblaciones capaces de respetar, con amor y de una sola Ayer estábamos discutiendo estas cosas. Entonces había- Aquí esta la curva del Sena, esta es la ciudad, aquí está el
vez, y no por un efecto de patetismo que no existe. ¿Cómo mos pasado a otro tipo de ideas, a otra división, y es sa- Sena, marquemos esto y lo otro. Pues todo ese trabajo que
obtener este estado de espíritu? Creando unidades agríco- ber que cuando se quiere urbanizar a París o Bogotá, hay se ha hecho en París no podrá continuarse si no se consi-
las, explotaciones agrícolas que sean de tal naturaleza que que mirar las fronteras del país en detalle. He dibujado esto: deran las rutas que llegan acá, que llegan por acá y por lo
las personas estén contentas de comenzar, al menos para he dibujado el hexágono francés con París acá. Pues bien, tanto, viendo todo lo que llega, llevarse su ciudad, evadirse;
Francia, por ejemplo, de comenzar por la discusión que po- cuando se hace un estudio de París, hay que tener en cuenta no se puede hacer eso.
dría resumirse por una simple historia del sombrero de paja el Havra, hay que tener en cuenta Cherbourg y Brest, hay El problema, por ejemplo, es de una violencia impresio-
contra la belleza de la elegancia, porque la belleza de la que tener en cuenta Burdeos, hay que tener en cuenta la nante en Manhattan, en Nueva York, donde ustedes tienen
elegancia choca con el sombrero de paja y este a su vez ruta islámica, la ruta de España, hay que tener en cuenta una ciudad: [sobre el dibujo] esta es, que toma esto y que
molesta a las personas, no quieren más. Para Francia ya hay Marsella, la ruta de Italia, de Ginebra, etc., puesto que todas es una red extraordinaria de ciudades panorámicas, pero
un primer problema que es la sequedad de las granjas y la esas conexiones íntimas de la ruta de hierro que he evoca- con una red cortada. Este pueblo no es como cualquier otro.
supresión de los gustos. Pero en Suiza también hay un gusto do al principio tienen por objetivo servir de nudos, servir de Se le reclaman muchas cosas. Yo lo veo como un milagro.
de una lengua propia, el gusto de una cocina bien hecha, centro de las ciudades, y esas ciudades son como una ca- Actualmente están en ese estado, lamentable, porque las
el gusto de unas excelentes decisiones corporales, de toda lle. Cuando ustedes dibujan una calle tiene el efecto de rayo dimensiones son realmente pequeñas. Aquí está la ciudad,
una educación y una formación por hacer, en la cual las he- alrededor de un nudo y en ese caso, los invito a mover un que se ha vuelto imposible de vivir. Los neoyorquinos no se
rramientas modernas y las propagandas, la educación, los nudo y verán que no se podrá desplazar. Pues bien, quiero sentían bien, así que se han ido de Manhattan hacia una
libros, las revistas, los periódicos, la radio pueden hacerlo demostrar acá una de la reglas que se trata de romper y es la región que está a 100 kilómetros alrededor de la ciudad y
fácilmente, de tal manera que se cree un sentido en la es- ausencia de consistencia en las ideas urbanísticas actuales hacen el viaje cada día. Si los responsables públicos quisie-
cuela que hará pública esas necesidades y esos beneficios y que conducen a la siguiente consideración. Cuando una ran comenzar a ver sus tareas, es ahí donde está el trabajo,
morales, considerables ¡y muy considerables! y que se be- ciudad es así, no queremos meternos con ella y decidimos donde tienen que hacer un milagro. Y, según el dibujo de la
neficia, de otro lado, por el agrupamiento de las salas donde comenzar una nueva ciudad en otro lugar. Esto es una falta primera página, los convenceré de que es acá que, cuan-
están las máquinas, las máquinas disponibles para aligerar absolutamente enorme, porque va contra la ley de la calle y do se trata de una estética, hay muchas cosas por hacer.
el trabajo humano. Así ustedes tienen acontecimientos que contra la ley de la calle expresada por la geografía. Esta pri- Incluso una ciudad verde, como me gustaría mostrarles, en
pueden producir un efecto natural, como el caso del sentido mera falta es demostrable tranquilamente. La segunda falta la que las condiciones podrían ser admirables y en la que
agrícola, que tiene esta forma celular. Tomemos, por ejem- es, una vez se ha hecho la ciudad acá, ¿qué se puede hacer hay lugar para seis millones de habitantes. Por lo tanto, hay
plo, una jornada como la hemos tomado antes y se conver- con todo eso? Los que estaban acá irán para allá y cuando que saber satisfacerse teniendo seis millones de habitantes
tirá en grupos así, con los silos y la organización del trabajo lleguen allá, cuando esta gente esté allá, todo esto no será en este lugar que hoy en día es accesible y que funciona
agrícola. Dentro de esta nueva célula agrícola crearemos por más que polvo, salvo algunos edificios que sobrevivirán. normalmente, y no evadirse a una centena de kilómetros, allá
completo ciudades nuevas y sostenibles. Pero ustedes tie- Entonces habrá que vaciarla y demolerla por completo. Ese donde actualmente no hay sino colinas. Así que el trabajo

30 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


de Manhattan es [un trabajo] análogo al que he evocado:
una Manhattan que está hecha de pequeñas casas de dos o
tres plantas y de golpe unos rascacielos de 40 o 50 plantas,
delgaditos, con los castillos de la Loire en el remate. Pero el
número de rascacielos es muy grande y su índice de ocupa-
ción es mínimo. Cuando uno ve algunos lugares, uno podría,
con edificios bien concebidos, llegar a agrupar las superfi-
cies de vivienda y de trabajo de tal manera que se puede
crear una ciudad verde.
Así que actualmente la coyuntura es tal en Manhattan que
los trabajos en los cuales me ocuparé parcialmente, las Na-
ciones Unidas, podrán, en un sitio dado, crear un punto de
partida de todo lo que trato de desarrollar acá y que estoy
obligado a dejar regularmente, y dar eventualmente un punto
de partida. Ahora la transformación de la ciudad se hará de
tal manera que el milagro se pueda cumplir. Podría decir que
nuestros planos están lo suficientemente avanzados para que
me sea permitido afirmarles que esas cosas son reales, que
son posibles, y que la milagrosa aparición de una vida urbana
puede hacerse sobre el terreno antiguo de las ciudades.
La cosa aplicada, por ejemplo, para París es la siguiente:
delante de esas llegadas se puede tener una entrada rápi-
da de las rutas. Se puede entonces, con inteligencia, crear
una red de tráfico y de penetración rápida grandiosa. Así,
[refiriéndose al dibujo], ustedes podrán crear en una ciudad
antigua una irrigación nueva que es necesaria para el Estado
moderno con sus nuevas velocidades, con su velocidad a
treinta kilómetros por hora o más. Así, en una ciudad tan bella
Le Corbusier, La casa de los hombres, 1942, p. 55: «En América, todo ab- Le Corbusier, La casa de los hombres, 1942, p. 93: «En plena ciudad de ne- como París, ustedes podrán conservar todas las bellezas, to-
sorbido por el interés de un juego ciego, uno se da cuenta de que el árbol gocios, donde pueden erigirse rascacielos, la ciudad sin embargo permanece
das las obras maestras. Se podrá conservar todo el pasado
fue plantado al revés: con las raíces al aire. / Y la vida en Estados Unidos ha verde, los arboles son reyes; los hombres bajo su protección viven en la égida de
tomado formas alucinantes: los rascacielos demasiado pequeños y apretados la proporción; la relación naturaleza hombre es restablecida». © FLC.
parisino, todo ese pasado acá se convertirá en un acto mag-
de Manhattan y las ciudades-jardín extendidas inmensamente en un diámetro nífico. No hay razón alguna para no preservar a las personas
de 100 kilómetros alrededor de Nueva York o de Chicago. La jornada solar de corazón que aman esas cosas, porque la nueva ciudad
desarticulada. / La ilusión de las ciudades-jardín. Manifestación primaria de reclama el espacio de los tugurios. Actualmente la valoriza-
un maquinismo bárbaro y destinado a desaparecer ante una reforma de en-
ción puede hacerse perfectamente dentro de la ciudad y no
vergadura». © FLC.
por una fuga a los alrededores de la ciudad, en las ciudades
Detalle de uno de los dibujos hechos por Le Corbusier durante las conferencias satélite: son torturas que vuelven la vida de los habitantes
en Bogotá, publicados en la revista Proa n.o 8, en el cual aparece un trozo de la imposible e incluso, el reino de la ciudad imposible.
planta del centro de la ciudad y algunos otros datos que parecieran coincidir con
Para finalizar, llegamos al final con una palabra esencial que
el momento en el que está explicando cómo hacer que los núcleos antiguos de
las ciudades se irriguen con un nuevo sistema de vías. © Proa. está en la boca de todas las personas que no han reflexionado

El urbanismo como ordenador social | Le Corbusier 31


nudo, en las grandes ciudades, estas calles son adorables. con sus casas conservadas acá. Aquí están los caminos, los
En París tenemos las calles del Barrio Latino, la orilla izquier- viejos cañones, esos son… vuelvo a mi primera definición, el
da y la orilla derecha del Sena. Aquí ustedes tienen algunas camino de los asnos del cual he hablado, que son tan gra-
calles que no merecen ser demolidas, pueden ser perfecta- ciosos, que son, más allá de Nueva York, son la calle Saint-
mente conservadas. Acá ustedes las demuelen, demuelen el Jacques en París, el Faubourg Saint-Honoré, el Faubourg
pasado, todos los desechos del pasado, y las restituyen por Saint-Antoine; en todas las calles del mundo hay caminos de
una calle más grande. Luego, una vez han conservado su asnos, un camino predestinado en la topografía de la ciudad.
calle actual, nunca encontrarán tanto encanto. He aquí una
caminata cualquiera, hay que conservarla. Y quiero cortar Después yo podría dibujar lo que constituye la verdadera re-
en sentido transversal, no importa dónde, y ahí quiero hacer forma de la arquitectura moderna: la de los edificios que se
una concesión importante, con las alimentaciones de los an- orientan bajo el sol, las leyes cósmicas, los edificios, sea de
denes, los carros desaparecen, se localizan en altura o en el esta forma, sea de esta otra, sean como aquellos; así no me
subsuelo, y los peatones que van al parque esperan acá… preocupo de alinearlos sobre la calle o si no, los pongo en
Y he creado un nuevo estado de vida. ¿Cómo empieza ese forma de redent,2 como este otro. Los caminos de peatones
fenómeno? En ese caso, acá están las calles y pongo una serán para ir de un lado a otro, para llegar directamente a la
calle que era como así, y meto una calle para generalizar el puerta de los edificios, en dónde el único objetivo es la expo-
código y la localizo exclusivamente, como esta. Y entonces sición directa del peatón, y la ciudad se cubre de verde por
la destruyo y la restablezco acá, y todo esto permanece en todas partes. Termino poniendo de acuerdo a todo el mun-
tugurio o una explanada, o sin interés. Pero si mejor corto do y las finanzas, acompañadas por esa palabra, «valoriza-
por acá, por una parte que tiene otros ancestros diferentes ción», porque que he propuesto un plan para seiscientos ha-
a la vieja calle, pero que trata de establecer un gran circuito, bitantes diciendo con esto «¡ahí tienen!» Así es como hago
podría, según las leyes que he explicado: cósmicas, natura- el presupuesto para la ciudad antigua, en donde el tiempo
les, sol, etc., poner los edificios, a partir de la actividad de la pasa aún más rápido, y trato de mostrarles o de dejarles una
Le Corbusier, Manera de pensar el urbanismo, 1946, p. 74: «ruta de vehículos – orientación, de la forma justa. Y puedo crear acá, como en trampa, un testigo de las ideas que se han desarrollado en el
ruta de peatones». © FLC. todas partes, llegar a tener una densidad suficiente y luego mundo desde hace mucho tiempo.
conservar acá la belleza de las calles antiguas; los carros
sobre los problemas del urbanismo. Es el problema de la ex- pasarán sobre lo que sólo un camino de carros puede es- Pues bien, terminemos con esto: ¿cuáles son los elementos
tensión de las calles, por el cual se quiere resolver todos los tablecer: una autorruta; y acá los peatones encontrarán un del urbanismo? ¿Extender las calles? Ustedes han visto que
problemas del urbanismo. Quiero mostrarles de una manera camino de peatones para ir por una calle separada, edificio extender las calles no nos conduce a nada. He comenzado
rápida que la extensión de calles es una cosa completamen- a edificio y podrán encontrarse incluso en la vieja calle histó- por tomar palabras que vienen del pasado. No quiero ser el
te errónea. Para finalizar esta presentación con ustedes, creo rica que estará acá. ¿Ustedes ven los beneficios que tengo? negador o el deformador del pasado. Mi formación ha sido
que se debe hablar más de las condiciones constitutivas del He creado realmente un beneficio urbano considerable. He hecha a partir de viajes a través del mundo y de admiración
urbanismo, así que retomo mi dibujito, acá estoy yo siempre creado, resumido en un dibujo un poco más específico que de las cosas del pasado […]
con el alcalde de Bogotá. Esta es mi casita. Aquí está la ca- es este y en el que las nuevas condiciones que he evocado
lle; se habló de demoler, de extender la calle. Por lo tanto, a lo largo de esta presentación, el helicóptero, avión, etc., o [La cinta se corta].
se demuele esto. Entonces, ¿qué vamos a hacer? Vamos a las rutas de hierro, estos medios nos pueden llevar a decir:
hacer sobre esta calle, que extenderemos, una calle de edifi- necesito una ruta de hierro y una ruta de automóviles como Y luego, el objetivo cívico... El civismo es la clave de la ur-
cios, un vecindario de grandes torres. Hacemos esto con las esta y otra como esta. Luego, tengo necesidad de las viejas banización, de la aglomeración. El civismo ha de evocarse
circulaciones, así que hemos perdido dos calles. Esas calles calles españolas, no las dibujo acá en este corte para no en la fundación del grupo constitucional, con la catedral, el
son [calles] pequeñitas, no se vive ya allí, aunque muy a me- perder la visión directa. Pero esta parte sería como esta otra, Parlamento, el foro, etc. Y vuelvo a decir: esto es lo que todas

32 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


las ciudades del mundo necesitan, necesitan un lugar donde
estén los centros, las fortalezas civiles; donde estén los cen-
tros religiosos, donde estén los centros, los teatros, lo que he
llamado los teatros espontáneos, porque creo que nuestra
civilización va a crear con sus fuentes unas posibilidades de
vida extremadamente atractivas, manifestaciones que espe-
ran eso, las artes espontáneas, que al lado del teatro tradi-
cional serán muy interesantes. Y los talleres de jóvenes, que
es una de la tareas de las que más tenemos necesidad en
la sociedad actual. Por talleres de jóvenes quiero decir los
dispositivos que se organizan en medio de esas unidades de
habitación para que… tomen los locales, acojan jóvenes de
4 años, de 6 años, de 10 años, 14 años, 16 años, toda clase
de ocupación magnífica que les dará la cultura necesaria, la
fuerza necesaria y les formará el carácter. Esto es un gran
programa de educación bien delimitado y posible de realizar.
El tiempo cívico, el civismo aparecerá en la ciudad como una
de las condiciones esenciales. Le Corbusier, dibujo del centro de Bogotá, donde aparecen los cerros y la Catedral, acompañados por edificios lecorbuse-
Luego tendremos los negocios. Los negocios, que tienen rianos, a la manera del Centro Cívico de Saint-Dié. © Proa.
el interés de reagrupar para ganar tiempo, para el bienestar.
Para dramatizar la situación: la demostración se ha hecho en tración municipal, los hoteles. Los hoteles juegan un papel blemas de leyes naturales por respetar, los inconscientes, la
los centros de negocios, de los cuales hay ejemplos formida- capital, muy importante ahora sobre todo para una ciudad en biología por respetar, serán satisfechos. Así ustedes tendrán
bles, como en Nueva York, en el Rockefeller, donde cuarenta la cual he hablado del futuro, gracias a la aviación. Ustedes una población que se sentirá equipada moralmente y que
y cinco mil empleados trabajan en condiciones casi perfec- saben que yo soy un gran viajero. Yo sé lo que es viajar y se convertirá en una población de civismo grandioso y que
tas. Tienen problemas por culpa del calor, porque no se ha sobre todo, lo que significa no encontrar hoteles donde se recordará lo que he dicho hace poco, de decirle al mundo o
hecho lo necesario hasta ahora. En fin, hay cuarenta y cinco llega. Es estresante porque el hombrecito perdido en el fin de sobresalir en el mundo. ¿Por qué no Bogotá?
mil empleados que son o que representan un fenómeno so- del avión, al final del trasatlántico, lejos de la tierra prometi-
cial más importante que cuando se está en la calle, donde da, lejos de todos… es un hombre miserable si no encuentra
todo brilla por el sol. Pues bien, ustedes tienen en esa calle su «sombrero».3
una especie de orden en la que ninguna persona se parece Y entonces, para finalizar, la cosa gubernamental para
a la otra. Es impresionante. Es el resultado de una cifra im- una capital debe manifestarse en ciertos equipamientos, es- 1 N. del T. Sans garantie du gouvernement (SGDG) es una frase popular
presionante: hay gente que trabaja en esas condiciones or- pecíficamente prácticos y específicamente representativos. francesa que en este caso significa que Le Corbusier no está muy seguro
de lo que va a dibujar.
ganizadas, modernas y dignas, puesto que el agrupamiento Ustedes han visto que estamos lejos de pensar en extender
2 N. del T. Redent: «n. m. 1611 de re et dent. Arts. Ornement gothique formé
de la organización se permite dar y abordar toda clase de las calles. Estamos creando, sugiriendo organismos eminen- d´une serie de coupures en forme de dents. Ornamento gótico formado
cosas, y ustedes ven una población formarse, que espera tes y sin cesar, constitutivos de una ciudad, de una vida ur- de una serie de cortes en forma de dientes». Le Nouveau Petit Robert,
calificarse, una población hecha por el progreso y el urba- bana. Así que esos elementos son identificables, son todos Dictionnaire de la langue française, 1993. Las traducciones españolas
nismo llegada de la agencia de los Rockefeller. dignos de magnificencia, son todos capaces de aportar, han lo llaman «rediente». Son las barras de edificios que se doblan a 90°,
siguiendo los puntos cardinales.
Luego ustedes tienen los negocios, entre los que se coordinado la grandeza, la majestuosidad, el esplendor de
3 N. del T. Hemos traducido literalmente chapeau por sombrero, aunque la
cuenta la administración de la ciudad, con una capital que una ciudad que parece bien ordenada. Aportarán la econo- idea es hablar de un abrigo.
es la administración del gobierno. Luego tienen la adminis- mía, la eficiencia y luego los problemas de distancia, los pro-

El urbanismo como ordenador social | Le Corbusier 33


Le Corbusier, proyecto para la sede de las Naciones Unidas en
Nueva York (1947): maqueta del conjunto. © FLC.

Después de la primera conferencia que dicta Le Corbusier en el Teatro Colón, un periódico local publica este artícu-
lo, titulado «Que Bogotá se está demoliendo mal, insinuó anoche Le Corbusier». Este titular muestra cómo, a pesar
de la poca información que existe sobre el tema, Le Corbusier efectivamente conoció la situación en la que quedó el
centro de Bogotá tras los sucesos del 9 de abril de 1948. © FLC X1-15-134.

Segunda conferencia manera que se genera esto: una forma de un efecto imprede- por las condiciones de sol, de insolación, de resistencia a los
Jueves 20 de junio de 1947 cible, en donde el exterior servirá de ventana al aire libre, con vientos, etc. Y luego, aquí finalmente, otra forma capaz de
los jardines acá, mientras que el sol, que esta por acá, acoge responder a las necesidades, en redent.
[…] Acá están las personas del anfiteatro, donde pueden en- las cosas. Ustedes tienen toda una serie de cosas nuevas. Esas formas que ustedes ven acá son lo suficientemen-
contrarse, por ejemplo, aun hoy en día se puede tener hasta Luego, por la conclusión de esas formas que, como lo te fuertes. Actualmente el diccionario de urbanismo y de la
catorce mil auditores cubiertos, y eso es poco con respecto a verán, vienen de dentro hacia fuera y son especies de or- arquitectura habla de una nueva arquitectura que, viniendo
las cantidades que cubre la sala, que ocupa la sala. Estos son ganismos que nacen según las necesidades de las funcio- desde el interior hacia el exterior, tiene por efecto la crea-
unos vitrales, la mayoría de ellos de cerca de cuatrocientos nes interiores, yo podría terminar mi dibujo, representando ción de organismos, yo los he estudiado en plan, y por ende
años, todavía disponibles en la arquitectura moderna. Estas una imagen verdaderamente característica de los objetivos de seres verdaderamente vivos, de seres biológicos, los
son parábolas de cemento armado, que nos ofrecen cosas de las técnicas modernas, de los elementos arquitectóni- cuales vienen a situarse sobre cualquier terreno para estar
de una cierta calidad. He aquí, por ejemplo, otra forma que es cos disponibles para el urbanismo de las ciudades. Pueden rodeados de lo que ustedes quieran, es decir, de verde y
esta: la hemos conseguido en Nueva York para el secretaria- explicarse, por ejemplo, así: he aquí el cuerpo de un edifi- de paisajes de este tipo, y permitirán a las comunicaciones
do de las Naciones Unidas. Con esto, ustedes tienen una ar- cio como el que acabo de dibujar, como ese de abajo, por de automóviles o de transportes rápidos pasar por donde
madura de objetivos, que se fuerza sobre las columnas; una ejemplo; y aquí otros más, en ese sentido, por razones de queramos; y a las comunicaciones peatonales, continuar los
plataforma de servicios así. Tienen una armadura que marca orientación o de normas en Francia o en cualquier parte. He caminos más pequeños. Y ustedes entenderán el bien que
otra columna, así lo dispondrán en los inmensos volúmenes aquí, por ejemplo, un gran edificio como este, en planta. Aquí se le ha hecho al urbanismo moderno por los vacíos que se
que pueden rápidamente servir de ventanas y bahías, de tal también tienen otra forma posible de edificio, que está dada han dejado entre las columnas.

34 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


Termino este dibujo dando la expresión rápida a esos pla-
nos, en los que se pueden permitir edificios como estos, se
pueden ver otros grandes edificios como este, y no habrá
sino eso. Acá y acá desplazamos… [durante un largo silen-
cio, Le Corbusier parece concentrado en el dibujo]. Entonces
termino mi dibujo y muy rápido ustedes se dan cuenta. Estas
son partes finalizadas empleando diversas modalidades de
fachadas. Y luego es difícil tener… La naturaleza entrando
alrededor de todos estos elementos. Mucho ruido [en el di-
bujo]… pero bueno. Lo que les digo es de buena voluntad,
con amabilidad. Ustedes verán seguramente alguna cosa.
Les pido distancia porque yo no me doy cuenta. Esto no es
muy bonito, pero bueno. Ustedes están enfrente de una ar-
quitectura de volúmenes que viene del interior al exterior y
que se localiza en la naturaleza y que produce una biología
de las ciudades completamente nueva. Lo que ustedes ven
es la evolución de una construcción antigua: las construccio-
nes nuevas, la consecuencia de las formas, la consecuencia
del revestimiento. Estamos ahora delante de unas necesida-
des de clima, según en donde estemos, adaptándonos a un
sol más o menos amigable o enemigo.
Quiero mostrarles lo que el sol hace y sus consecuen-
cias [cambia de página]. Ustedes vieron que la construcción
moderna permitía, si se quiere –nada nos obliga– permitía
realizar los edificios con los muros enteramente abiertos,
capaces de dejar entrar los rayos luminosos y de explotar
así en el interior todos los beneficios de la luz, sea para los
locales de trabajo, sea para los locales de habitación. Ahora
se trata de evitar esta luz que sale del sol, que está presente
en invierno y que se vuelve dramática en verano, incluso en
los lugares más sórdidos de París. Pues delante de una evi-
dencia tal como la entrada posible de luz, hemos tenido que
admitir o las buenas cosas o renunciar a tanto vidrio y tanta
luz, y eso es una lástima, es un crimen contra el progreso. O
bien podíamos permanecer positivos y permitir la entrada de
toda la luz favorable en invierno y toda la sombra favorable
en verano. Y bien, todo esto, refiriéndose a las leyes del sol,
es fácil hacerlo de una manera simple. El objetivo es este: la
cota del sol en invierno y la cota del sol en verano. Esas dos En varias ocasiones, desde cuando Le Corbusier explica los Cinco puntos de la Arquitectura moderna, hace referencia a la serie de dibujos que muestran la
cotas nos darán la solución que necesitamos. Sol de invierno, ventana en la historia (figs. 1-7). Para explicar el brise-soleil, utiliza una y otra vez las figs. 8-15. Ver Œuvre Complète, volumen 4, p. 104. © FLC.

Segunda conferencia | Le Corbusier 35


sol de verano. Al retomar nuestros edificios sobre su esque- ñoso de mar y se darán cuenta inmediatamente de lo que Así es que quiero mostrarles un factor diferente que ha
leto, lo que también nos permite introducir el sol es poner significa el brise-soleil. Pues ese brise-soleil ha sido objeto aparecido por una suma de circunstancias o de obligacio-
agua delante, con un dispositivo que ustedes tienen y veo de grandes evoluciones en nuestras investigaciones, desde nes diversas. Esta es una casa que ha sido hecha con todo
que es aún más luminoso, puesto que los rayos horizontales 1933, desde hace 17 años, no desde 1932, o sea, 15 años, el recorte de obligaciones que les he contado hace poco.
del invierno permitirán al sol entrar hasta lo más profundo de para llegar al final a una cosa que es el principio mismo de Describiré antes que nada la casa y luego la explicaremos
las piezas, y veré que los rayos casi verticales del verano la arquitectura y es cualquier local humano precedido de su [empieza a dibujar en silencio]. Y pongo en el interior lo que
provocarán sombra… Y pongamos los locales al abrigo, con logia, y ustedes encontrarán eso en cualquier proyecto de representa la mampostería, esto es una estructura de ma-
ese brise-soleil,1 metamos los locales al abrigo y en lo más arquitectura; los hay en las rutas de Bogotá, hay incluso en dera, y ahora dibujo el aspecto de esta combinación. ¡Es
profundo del armazón. las rutas de Asia, a lo largo de las rutas de Europa, a lo largo cierto que uno hace acrobacias! Se ha concebido así: una
¿Cuál es la consecuencia de esta posibilidad? Puede de las rutas de África, siempre por todo lado. Y entonces eso superficie de piedra, esta parte de mampostería ordinaria y
que desde el punto de vista de la estética arquitectónica, nos permitirá aplicarlo a más edificios. Por ejemplo, uno lo su- así como estas otras, del otro lado, todo es abierto gracias
un elemento enteramente nuevo. De hecho, la gran conse- ficientemente grande como el de Nueva York, que acabamos a la estructura de madera. La piedra, acá y la madera, acá.
cuencia que quiero mostrarles es que los principios de la de explicar, para las Naciones Unidas, en donde ustedes tie- La piedra, como esta y los muros en mampostería, a la vista.
ventanita, pequeña en el muro, pequeña en tradición, no nen un edificio de sesenta metros de largo, que será dividido, Vamos a terminar el dibujo y ustedes verán esto. Acá ustedes
pueden subsistir y creo que los arquitectos han superado que tendrá oficinas, que tendrá escritorios, y por lo tanto es- estaban en la sombra, dibujemos los planos acá, por acá
este problema desde hace mucho tiempo. Desde hace trein- tará hecho de superficies vidriadas. Esas superficies vidria- está el mar y el concreto, por acá.
ta años he seguido poco a poco la pista, para saber cómo das se volverán tórridas, como lo son actualmente en Nueva Quiero explicarles las reglas de la arquitectura, el por-
se podían enfrentar las consecuencias del crecimiento y la York, y en consecuencia, inhabitables. Pero gracias a esos qué de esta estética que ha nacido de esta manera. He aquí
simplificación de las formas dadas por la construcción y las brise-soleils que deberán colocarse delante de las superfi- una casa, en principio en hormigón, en estado vegetal, con
necesidades del urbanismo, y cómo se podía llegar a crear cies vidriadas, podremos adquirir una textura de fachadas diversas disposiciones. Pero esta casa tenía un problema
una arquitectura que permitiera la realización y la diversidad que reemplazará el dibujo que les he mostrado al principio y de terreno. Ese problema de terreno era el siguiente: no
de formas. que era el objetivo del contenido de un muro perforado por había dinero para construirla, o al menos no mucho. Ha-
Aquí están dibujadas las consecuencias de lo que acabo ventanas y que permitirá, por ejemplo acá, instalar una red bía tan poco dinero que el propietario no podía permitirle
de explicar. Dentro de la pieza, ustedes pueden obtener una como esa de antes, una red creada con un sentido… a su arquitecto venir a visitar la obra y supervisar la cons-
de las tramas, esos brise-soleils, de la manera más grande. trucción. En esas condiciones, teníamos que crear en la
Ustedes podrán ver desde el exterior la proyección de las [Alguien lo interrumpe… Corte de la cinta]. construcción un seguimiento del terreno que permitiera la
pantallas horizontales y verticales, sobre las formas más re- realización de los trabajos y simplificar la mano de obra de
cientes de una logia, que reencuentra las formas antiguas.2 En fin, hay muchos proyectos por hacer y por representar, y la siguiente manera: que los trabajos no se mezclaran, aun-
Y ustedes se darán cuenta rápidamente, cuando termine mi poco a poco le he dado una nueva actitud estándar a la ar- que tuvieran que venir hasta el borde del mar, lejos de todo.
dibujo. He aquí un vitral que viene a meterse delante. Imagi- quitectura actual, a los materiales presentes, a los verdade- Así que los trabajadores debían venir los unos después de
nen ahora acá, en el suelo, locales con oficinas y viviendas, ros factores de la sensación arquitectónica, los dibujos con los otros, para que cada uno hiciera su trabajo y después
cuantas quieran. esas búsquedas de la luz, del espacio, de las formas que se se marchara. Así fue como los obreros comenzaron los mu-
Para hacer comprender mi dibujo, me gustaría dibujar las pueden encontrar. ros que ustedes ven, los carpinteros venían luego y luego
sombras necesarias: las sombras de los edificios están aquí Otra consecuencia que podemos tener de esta naturale- venían los que rellenaban. Tenía que diseñar los detalles. Y
abajo, bajo el brise-soleil y nosotros hemos hecho techos y za son los factores técnicos, los factores de tecnicidad, ade- ustedes ven que, bajo una estrechez de dinero como esta,
paredes verticales, logias y balcones. Y bueno, para terminar más de la carpintería metálica y de las leyes de la madera, es posible encontrar una expresión arquitectónica muy in-
el dibujo… no puedo, incluso si esto les gusta… pues ese es digamos que buscamos las soluciones. Hemos fijado una teresante y es posible gracias al hecho de habernos pues-
justamente el problema… ¡no hay crayones claros en Bogotá! manera de hacer la ciudad y hemos encontrado una nueva to a estudiar cómo funciona la construcción. He aquí uno
¡No se tiene el material necesario para hacer una conferencia expresión, que es al final la misma cosa para el mismo clima, de los problemas a los que se enfrenta constantemente el
interesante! Bueno. Supongan que hay un horizonte monta- pero bajo la forma moderna. arquitecto.

36 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


Les quiero mostrar los problemas que he tenido en ese generarse así, en descenso, para localizar las cosas. Estos
dominio. He podido crear para Alger una composición de son los elementos arquitectónicos de la bóveda. Esto es una
orden folclórico, que es interesante en un periodo en el que bóveda y con esto podemos comenzar a componer grandes
el folclor era honorable y era peligroso hacer otras cosas, y arquitecturas ¡y miren cómo! Ustedes han notado que he di-
yo he sido acusado de ser incapaz de hacer algo así; de ser bujado un pilar estrecho... uno, dos, otro acá. Pues bien, con
incapaz de comprender la belleza de las cosas populares. esta combinación quiero tratar de mostrarles la propiedad
Ustedes verán cómo, al contrario, cuando hay condiciones que comienza con un gran muro de cerramiento, puesto que
incluso desfavorables, se puede llegar a hacer de la arqui- estamos lejos de todo, en medio de las zonas amenazadas
tectura una cosa con grandes efectos y objetivos. Se trataba por los roedores y los ladrones. Y aquí, allá, dibujo, antes
de un paisaje al borde del mar, muy lejos de todo sector ha- que nada, el mar. Quiero dibujar, puede que en rojo… quiero
bitado y durante la guerra, al principio de la guerra loca, de adoptar un orden de una simplicidad fantástica y que es la
hacer un dominio para un propietario que cultivaba legum- clave de la gran arquitectura. Todo será ocupado por los de
bres y frutas frescas en el borde del Mediterráneo, a sesenta la misma dimensión, son travesaños estándar y estarán de
kilómetros de Alger. En ese momento solo disponíamos de tal manera que llegan a la vía pública de manera diferente.
obreros y carpinteros poco calificados. La única construc- Los más grandes acá, acá los pilares como estos, mírenlos.
ción posible era esta. Los pilares de mampostería como es- Luego, los pilares de la misma naturaleza; luego medios pi-
tos, y a los pilares debíamos atar, con un poco de bricolaje, lares, como estos y luego, ahora, el muro plano acá, y luego
las planchas de madera y en el suelo con estas piedras por- hay grandes pilares, como estos, y ahora, como estos.
tantes y acá la posibilidad de hacer en madera los detalles Hago lo que puedo… No se ve muy claro. Pero bueno,
para rellenar esa parte de la obra como quisiéramos y con con esos dibujos que he hecho he constituido una grilla, La idea de folclor es explicada a partir de este proyecto para el señor Peyris-
sac en la montaña de La Chenoua (Argelia). Los materiales empleados y la
los detalles que quisiéramos. Como verán, teníamos que ha- primero, una grilla muy espesa. Luego he creado espacios
tipología edilicia responden, según Le Corbusier, a las condiciones del lugar.
cer muy pocas cosas con la posibilidad de hacer muchas arquitectónicos y efectos arquitecturales de una diversidad Ver en: Œuvre Complète, volumen 4, p. 122. © FLC.
combinaciones y ustedes verán cómo la falta de dinero pue- extraordinaria. Hablo a nombre mío, a los arquitectos y a los
de conducir, al contrario, a la riqueza arquitectónica. En ese códigos unitarios de una cierta profesión, pero hay que decir las personas salen de sus casas al centro de la ciudad y
estado de cosas, he hecho cosas extraordinarias. Pero trate- que lo que les he mostrado es para los bajos recursos. Estas hacemos saltar a la mano, con granadas, durante tres días
mos de ver cuáles son los resultados a los que este tipo de son precisamente las reglas o las fuentes más considerables y tres noches, si es el caso. Se trataba de reconstruir, y en-
procedimientos puede llevarnos. de la arquitectura, cuando el orden regular puede seguirse tonces la sorpresa de los habitantes ha sido constatar que
Este es el sitio: primero que todo, es una montaña muy y alternarse con divergencias y admitir de esta manera otras su paisaje es un milagro. Lo veían desde los exteriores de la
conocida, que se llama La Chenoua, en África del Norte, cer- tres cosas que van muy bien con el paisaje, del cual ustedes ciudad, pero cuando han estado más cerca, han visto que
ca de una antigua colonia. El terreno estaba sobre una es- van comprendiendo la expresión. Acá viene un jardín a la ese paisaje es admirable. Así que el proyecto ha tratado de
pecie de pavimento y con un posible aterrazamiento, y estas manera árabe, con una irrigación como la que los árabes hacer entrar todas esas riquezas naturales en los equipa-
preparaciones que ustedes tienen acá pueden expresar las hacen con árboles de todo tipo, los granadinos, los albarico- mientos humanos. Y esos son los problemas del urbanismo
maneras diversas que quiero mostrarles. Podremos… Estas ques. Ustedes verán, lo he explicado ahora, verán aparecer y la arquitectura, es evidente. Pero en general, la solución se
son las bóvedas, estos los pilares, en piedra o en mampos- esta creación arquitectónica dada por los medios más po- presenta así: estos son los edificios de habitación importan-
tería aparente, en mampostería ordinaria. Muestro la mam- bres. Y admitamos… te, pongamos un número de cuatro edificios, que contienen
postería aparente acá y luego la misma cosa en el otro sen- una diversidad. Esto es una evidencia que vendrá y si no te-
tido, como esta, y estoy explicando combinados la unidad [Corte de la cinta]. nemos aún esos edificios, tienen la posibilidad de beneficiar-
arquitectónica y el paisaje, los dos, debiendo hacer, desde se de los servicios comunes que harán la vida doméstica, la
mi punto de vista, una entidad indisoluble. El paisaje es uno [...] El mar y un paisaje de montañas delicioso. Realmente, vida de familia, absolutamente diferente de lo que era antes,
de los elementos constitutivos de la arquitectura y puede igualmente hacemos salir diez mil quinientos habitantes… y es decir, facilitando enormemente el trabajo del hogar.

Segunda conferencia | Le Corbusier 37


Le Corbusier, Tres edificios tipo, explicados en este esquema para la ciudad
de Estocolmo.  Œuvre Compléte, Volumen 4, p. 150. © FLC.

Luego, acá se encuentra la catedral, que está medio


demolida, pero que podremos salvar en parte, y acá está
el tiempo para las fortalezas cívicas, que serán tratadas de
una manera pintoresca, digamos, serán tratadas de manera
particular. Y entonces, acá se encuentran las rutas. Acá se
encuentra el río que durante las tormentas permite en verano
tener el agua almacenada en las piscinas, como esta. Así es
que delante de las playas se encuentra un dispositivo más
turístico, tiendas, playas, etc. Esos crecimientos suceden en
todos los países: las grandes tiendas se pueden agrupar
en un edificio. El hotel esta acá, y luego, abajo, continúa el
mismo edificio. Delante, las manufacturas, que podrán agru-
parse así, en talleres modelo. Antes estaban el puente y la
estación de trenes, una manufactura, escuelas de aprendi-
zaje, institutos y nosotros, acá. Y después, la montaña, en su
cadena suroeste, casi florentina, como una caja, con el verde
en algunos lados. Una ciudad verde no es simple y permite
La terraza verde es la mejor respuesta para el edificio. La naturaleza responde
alojar a los habitantes en las viviendas, con el deporte cer-
a su manera y reacciona bien al paso del tiempo. Le Corbusier en el volumen 4
de la Œuvre Complète (p. 141) muestra la terraza de su propio apartamento en
ca de las casas. Es el objetivo del civismo, atraído por los
Nungesser-et-Colí donde, después de la guerra, llega y encuentra la terraza dispositivos inviolables. Esto es para mostrarles que es po-
verde y florecida. © FLC. sible componer teniendo en cuenta una base de problemas

38 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


y resolverlos mucho mejor que las simples costumbres de la te la guerra, tenía en la octava planta, sobre el techo de mi un solo balcón con tuberías o tubos de calefacción. Es la
arquitectura o el urbanismo. edificio, un jardín y lo había abandonado por ciertos proble- única cosa moderna que se admira hoy en día en el mun-
mas, pero se ha comportado muy bien. Todas las plantas do entero. Pues yo me admiro de no haber traído tubos de
Resumo de alguna manera. Esta especie de ermita, ¿no es que había sembrado allí se revolcaron, se deformaron, los calefacción desde Nueva York o desde cualquier parte. He
cierto? Nos acerca regularmente a un problema que podría rosales se volvieron enormes y además las semillas nuevas, venido a ver otras cosas. He venido a ver los brise-soleil he-
ser este. Ustedes tienen acá un paisaje magnífico que los que llegaron del pico de los pájaros y por el viento, se han chos con piedra, natural o recuperada del concreto. Hay mil
ciudadanos no ven para nada. Ustedes tienen un tiempo cívi- desarrollado, los árboles, las flores, todo tomó una extensión y un métodos para tener en cuenta las condiciones locales,
co que es la catedral o el Parlamento, que es muy pequeño. extraordinaria. Las plantas que debieron salir, crecieron; las para tener en cuenta el progreso magnífico que el arte de
Ustedes tienen preguntas graves por responder. Ustedes tie- que no, murieron. La naturaleza siempre tiene la manera de construir ha adquirido. Hay en marcha una verdadera revolu-
nen preguntas de teatro, de salas para todo tipo de reunión arreglarse y podemos, sobre los techos de las construccio- ción. Digamos que las cosas... No lo sé. Pienso que todo lo
por organizar. También habrá, seguramente, algunas cien- nes modernas, para evitar los efectos de la dilatación, em- que les he mostrado no está tan mal. Es formidable todo lo
cias gubernamentales por mejorar. Así, ustedes introducirán plear los jardines y por lo tanto, esa tierra magnífica que us- que aparece delante de la imaginación de los que tienen un
en la puerta de sus casas y habitaciones, introducirán la na- tedes tienen acá, que ciertamente es el mejor aislante desde alma y de los que son expertos entre ustedes. Ahí tienen una
turaleza de nuevo. Esa gran entrada me permite mostrar que el punto de vista térmico. Esto es un detalle que veo impor- posibilidad grandiosa y es abrir las puertas, abrir las venta-
las perspectivas se han abierto al urbanista y al arquitecto. tante, pero aún tengo respeto por las condiciones locales. nas, atraer y poner a reflexionar a algunos sobre una mesa,
Tienen al lado lo que les he demostrado, una piedra magní- Y ustedes tienen un problema de respeto por las condicio- sobre el milagro de los números, es decir, las combinaciones
fica que es una especie de respeto a su naturaleza, cuando nes locales y es la ausencia de ciertos materiales, de esas ar- matemáticas que permiten hacer todas esas cosas en una
la emplean. Es bella, es optimista, es de sentido positivo, de quitecturas, de ciertos materiales que ustedes jamás tendrán proporción adorable y ustedes saben que las cosas más be-
sentido elevado. También tienen cosas admirables, las que y que tendrán que traerlos en avión. Eso será inútil. Ustedes llas de la arquitectura no son bellas gracias a su decoración:
he encontrado con un poco de problemas en los humeda- los tienen acá, pues estudiando seriamente los problemas de son bellas gracias a sus medidas, gracias a su proporción.
les, porque cederán; en especial, la Ciudad Universitaria. No prefabricación, ustedes podrán crear toda una gama de mate- Pues bien, exponiendo todas esas ideas he pensado que
pueden parar la Sabana para venir a lo que era antes. Metan riales admirablemente equilibrados, hacer las combinaciones puede ser que haya dejado un recuerdo en algunos de los
el sol a sus terrazas. Ustedes tienen sus construcciones en más ricas, las más armoniosas, las más delicadas. habitantes de Bogotá. Y los estudiantes de Arquitectura me
hormigón armado y juiciosamente pueden instalarles siste- dicen que hay que huir de todo ese academicismo moderno
mas de riego automático para medir lo que hay que medir. Eso es todo. Tengo que terminar de exponerles mis ideas. Un y encontrar en los lugares, hacer un inventario de los lugares,
De todas maneras, los techos-jardín son lugares adorables poco de esas ideas. Me pregunto si les he hablado mucho. y con las herramientas universales del progreso, encontrar
y funcionan muy bien. Les diré que, personalmente, duran- He tratado de mostrarles lo que han visto. No he dibujado los medios para una arquitectura magnífica. ¡Eso es!

Le Corbusier y la vuelta de la naturaleza a la ciudad, El desastre contemporá-


neo: «A: la ciudad verde, sol, espacio, verdor; B: el desierto de las ciudades;
C: el exilio y la desilusión de la ciudad-jardín». Œuvre Complète, volumen 4,
p. 146, croquis A. © FLC.

Segunda conferencia | Le Corbusier 39


Le Corbusier, bajo la luz de Sudamérica
Fernando Pérez Oyarzún

La crítica especializada, especialmente la europea, ha soste- mejores perspectivas desde su Suiza natal. Su domicilio es,
nido frecuentemente que Le Corbusier tuvo una gran influen- por entonces, el de la rue Jacob 20, un viejo apartamento
cia sobre la arquitectura sudamericana. Más aún, quienes más parecido a una habitación de artista que a sus austeros
han sostenido una opinión crítica sobre Le Corbusier piensan proyectos de los 20. Su taller es, desde hace cinco años, el
que el arquitecto ha sido sobrevalorado en el subcontinente. local de la rue de Sèvres 35, un viejo y estrecho local que se
Para ellos, su figura habría predominado con pocos contra- convertirá en atracción para arquitectos de todo el mundo.
pesos frente a la de otros maestros del siglo XX. Sin ser com- Le Corbusier elige 1929, el año para cerrar el primer vo-
pletamente falsas, tales afirmaciones resultan excesivamente lumen de su obra completa (1910-1929). Durante los diez
simplificadoras. Las múltiples relaciones entre Le Corbusier y años anteriores, ha producido su serie de casas blancas,
Sudamérica fueron complejas y, en ocasiones, paradójicas. Su asociadas a su actividad como pintor «purista», que Tim
relación con la producción arquitectónica sudamericana no es Benton ha rotulado como las Villas de Le Corbusier.2 Algu-
ni simple ni unidireccional. Ella se presenta más bien como un nas de ellas, como la Villa Savoie y la Villa Stein, llegarán
complejo juego de relaciones que se dan en diversos planos a ser consideradas como clásicos de ese primer periodo.
y en múltiples sentidos. No sólo Le Corbusier fue importante En el terreno del urbanismo, sus ideas se expresan en di-
Fotografía de Le Corbusier en su casa de rue Jacob 20, tomada por Brassai.
para Sudamérica; también Sudamérica llegó a tener gran sig- versos planes, ninguno de los cuales ha llegado a ponerse
© FLC.
nificación para Le Corbusier. Tal significación se da menos en en práctica. Entre ellos, su proyecto para la Ville Contem-
los resultados profesionales que en las redes de contactos, las poraine para tres millones de habitantes y su propuesta de
relaciones culturales y el propio imaginario del arquitecto. Pre- intervención en París, conocida como Plan Voisin alcanzarán
guntarse por las conexiones entre Le Corbusier y Sudamérica particular difusión.
es preguntarse por viajes, amistades, ideas, ilusiones y desilu- Su labor como escritor también se ha consolidado. Ya en
siones. El texto que sigue pretende contribuir a dibujar algo de 1912 había publicado su primer libro, Étude sur le mouve-
ese complejo panorama de relaciones y contactos. ment d’art décoratif en Allemagne.3 En 1919 comienza a apa-
recer L’Esprit Nouveau que publica en asocio con el pintor
Ozenfant, cofundador del purismo, y con el poeta Paul Der-
Los primeros contactos mée. Con el sentido estratégico que siempre lo caracterizó,
había producido a partir de los artículos publicados en esa
La primera visita de Le Corbusier a Sudamérica se realiza en revista el que llegaría a ser uno de los más célebres entre sus
1929.1 Se trata de un viaje prolongado que se desarrolla entre libros: Vers une Architecture.4 Este alcanza pronto difusión
octubre y diciembre de ese mismo año. El viajero que hace internacional, incluyendo Sudamérica. En 1924,5 poco des-
puerto en Río de Janeiro a bordo del Massilia tiene 41 años. pués de su publicación, el escritor Juan Emar publicaba en Fotografía de Le Corbusier trabajando en el atelier en la rue de Sèvres, 1959.
Vive en París desde 1916, donde había llegado en busca de La Nación, de Santiago de Chile, una reseña acerca de él. © Rene Burri.

40 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


En 1925, coincidiendo con la gran exposición de París, había
aparecido L’Art Decorative d’Aujourd’hui.6
El viaje sudamericano, comenzado a gestar algunos años
antes, era uno más de los muchos que había realizado hasta
entonces: a Italia, en 1907; a Francia, en 1908; a Alemania,
en 1910; a Grecia y Turquía, en 1911; a Madrid y Barcelona,
en 1927; a Moscú, en 1928. Los últimos viajes ya no tenían
el carácter formativo de los primeros.7 El objetivo de este,
gestado por intelectuales sudamericanos, era difundir sus
ideas y conseguir nuevos encargos. Estos no abundaban en
ese momento debido a los vientos de crisis económica que
soplaban en el ámbito internacional.
Dentro del panorama internacional, la figura de Le Cor-
busier se había ido afirmando de manera creciente. El año
anterior, había protagonizado la primera reunión de los Con-
gresos Internacionales de Arquitectura Moderna (CIAM), rea-
lizado en el castillo de La Sarraz (Suiza), bajo los auspicios
de Mme. Mandrot. Sin embargo, no todo había sido coin-
cidencia en tales discusiones. En efecto, a fines de los 20
aparecía ya claro que entre los arquitectos de vanguardia
convivían visiones variadas y hasta contrapuestas. El viaje a
Sudamérica se realiza al mismo tiempo que el CIAM de Frán-
cfort, dominado por los alemanes. De hecho, Le Corbusier
privilegia su viaje a Sudamérica por sobre la asistencia al
congreso. Este no es un dato menor, ya que permite situar
mejor el rol que Le Corbusier parece haber atribuido a Suda-
mérica dentro de sus planes de expansión internacional.

Bocetos tomados sobre el río Paraná en Carnet B4. © FLC.


La experiencia sudamericana inicial
de la casa Errázuriz, que progresó hasta un cierto punto sin Una mención especial merece su viaje a Asunción (Pa-
Confirmando la importancia que los viajes tenían para Le llegar a concretarse. raguay), aparentemente el primer vuelo de su vida. La visión
Corbusier, este, realizado en un momento de cierre del pri- Entre las experiencias asociadas con el viaje de 1929 hay desde el aire, siguiendo el curso del río Paraná, tiene para él
mer ciclo de su carrera, fue cuidadosamente recogido en sus que destacar de modo particular su enfrentamiento a la geo- la fuerza de una epifanía, como la había tenido el arribo des-
cuadernos de viaje, especialmente en su Carnet B4. Aunque grafía sudamericana. De hecho, la importancia que adquiere de el Río de la Plata a Buenos Aires. Ella no solo inspira al-
su interés más íntimo fuese conseguir nuevos encargos, su el dibujo de paisajes y paisanos, incluyendo indios paragua- gunas de las reflexiones más trascendentes de su viaje sino
experiencia vital irá, ciertamente, mucho más lejos. De he- yos y mulatos brasileños, será evidente en sus carnets. La que, muy probablemente, estará en la base de algunos de
cho, el único encargo concreto que conseguirá durante el exuberancia de las montañas de Río, la roja topografía que los bocetos urbanos surgidos durante el viaje en los que rein-
viaje, a pesar de las numerosas posibilidades que exploró rodea a São Paulo, los alrededores de Asunción y las plani- terpreta las ciudades que visita mediante operaciones arqui-
y los bocetos de casas o urbanizaciones que realizó, es el cies argentinas lo impresionarán fuertemente. tectónicas de gran escala.8 Estos contrastan fuertemente con

Le Corbusier, bajo la luz de Sudamérica | Fernando Pérez Oyarzún 41


los planes y proyectos urbanos realizados hasta entonces,
incluido el Plan Voisin para París. Así, Buenos Aires, Monte-
video, São Paulo y Río son objeto de estas operaciones en
las que piezas arquitectónicas de gran escala, asociadas a
operaciones de infraestructura, hacen presente algún rasgo
de las ciudades que Le Corbusier piensa, debe ser monu-
mentalizado. Los rascatierras (por oposición a rascacielos),
interactúan con el paisaje natural o urbano y pueden verse
como resultados de su experiencia geográfica.9
Una segunda experiencia a la que habría que atender
en esta primera estadía sudamericana es la de la construc-
ción popular o espontánea, realizada sin arquitectos, en las
periferias de las ciudades que visita. Especial interés ma-
nifiesta por las favelas de Brasil y en las construcciones de
ciertas zonas periféricas de Buenos Aires. Este interés no es
completamente nuevo. De hecho, Le Corbusier se había in-
teresado en varios de sus viajes por hechos arquitectónicos
sin mayor alcurnia y había incluso situado algunos de ellos
en la base de sus ideas arquitectónicas. Algunas de estas
observaciones, como las de Buenos Aires, vinculadas a la
comprensión de la grilla urbana fundacional, tendrán conse-
cuencias en su obra posterior.
Dar una larga serie de conferencias, como hizo con las
diez en Buenos Aires, constituye también una experiencia
nueva para Le Corbusier. Hasta entonces sus viajes iban a
acompañados de una o dos conferencias. Esta larga serie le
permitió una síntesis de las ideas arquitectónicas desarro-
Le Corbusier, dibujo de «rascatierras» atravesando la ciudad de São Paulo, Le Corbusier, dibujo de veinte casas como la Ville Savoye implantadas en la
lladas hasta entonces. En ellas repasa sus discusiones con Conferencia en Río de Janeiro, 8 de diciembre de 1929 «Corolario brasileño… campiña argentina. Quinta conferencia en Buenos Aires, viernes 11 de octubre
la academia, su interés por la técnica como base de una que es también uruguayo», publicado en Precisiones. © FLC. de 1929, «Los amigos de las artes» publicado en Precisiones. © FLC.
poética, sus ideas sobre la vivienda, la ciudad y el diseño,
todas ellas ejemplificadas por sus proyectos. Esta serie de
conferencias será la base de Précisions…,10 tal vez su libro
más importante después de Vers une Architecture, en el que
reexamina sus puntos de vista sobre la arquitectura y el urba-
nismo al finalizar un ciclo de trabajo y por contraste, con las
ideas de algunos de sus contemporáneos.
Por último, habría que mencionar la experiencia de sus
contactos sudamericanos, el inicio de una red que se prolon-
gará y se expandirá en las décadas siguientes. Entre ellos Le Corbusier, propuesta para palacio para el Ministerio de Educación Nacional
se cuentan arquitectos e ingenieros, empresarios ilustrados, y de la Sanidad Pública en Río de Janeiro, publicado por Le Corbusier en el
intelectuales y autoridades públicas de diversos niveles. volumen 3 de la Œuvre Complète. © FLC.

42 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


Precisando posiciones En Precisiones…, la posición de Le Corbusier parece si- a 1930. La utilización de materiales tradicionales y rústicos,
tuarse entre dos extremos: por una parte, continúa atacando junto con el tratamiento volumétrico con base en aguas in-
En Precisiones… Le Corbusier registra su experiencia de via- el espíritu académico, al que quiere diferenciar de la auténti- vertidas (techo mariposa), la convirtieron en el inicio de una
je a Sudamérica, presenta el desarrollo de sus ideas hasta ca tradición. Por la otra, se defiende de una visión puramente saga de proyectos similares de muchos arquitectos, tanto de
ese momento y traza planes de futuro. El cuerpo central del li- técnica o económica de la arquitectura y la cultura moder- Sudamérica como del resto del mundo.15
bro está constituido por las intervenciones realizadas en Bue- nas, aludiendo ya a algunas posiciones de los arquitectos En 1936, siete años después de sus primeras experien-
nos Aires y en Río de Janeiro (Corolario brasileño), corregi- alemanes, ya a lo que le parece es el espíritu dominante en cias sudamericanas, arriba nuevamente a Río de Janeiro a
das durante su viaje de vuelta a Europa en el Lutetia. A estas Moscú o Nueva York. bordo del dirigible «Hindemburg». La visión desde el aire de
agrega un Prólogo americano, redactado en el barco, y dos Uno de los aspectos destacables en este texto es preci- la geografía carioca hará revivir sus ideas urbanas del 29.
capítulos que recogen sus experiencias a la vuelta a Europa: samente su declaración de intenciones respecto de Suda- Permanecerá una temporada en Brasil, a donde llegaba con-
Temperatura parisién y Atmósfera moscovita. El texto del libro mérica. Ello es especialmente evidente en el Corolario brasi- tratado como asesor de grandes proyectos como la Ciudad
se consolida, por tanto, entre diciembre de 1929 y marzo de leño, en el que subraya las razones por las cuales le parece Universitaria y el Ministerio de Educación y Salud. Este epi-
1930. París, Moscú y la costa atlántica sudamericana son las que Sudamérica jugará un rol protagónico en la afirmación sodio estará lleno de equívocos en su esfuerzo por convertir
referencias geográficas que por entonces actúan sobre su de una nueva arquitectura: «Vosotros estáis en Sudamérica, en encargos personales lo que inicialmente había sido una
sensibilidad, los problemas que le preocupan las posibilida- en un continente viejo y joven; vosotros sois pueblos jóvenes solicitud de asesoría. En el ministerio, insiste en cambiar el
des de trabajo futuro. De hecho, su presencia en Moscú se de razas viejas. Vuestro destino tiene lugar ahora. ¿Actuaréis terreno desarrollando un bloque lineal junto a la costa. Muy
justifica por la necesidad de entregar el proyecto para el Cen- bajo el destino del hard labour? No, yo os deseo que actuéis poco antes de su partida, intenta, sin éxito, un boceto para
tro Soyuz, su trabajo más significativo de entonces. como latinos que saben ordenar, apreciar, medir, juzgar y el terreno que el Gobierno brasileño nunca estuvo dispuesto
Precisiones tiene una importancia considerable en la ex- sonreír».12 a cambiar. Aunque la crítica ha demostrado de modo feha-
posición de las ideas corbusianas. Transcurridos seis años ciente el grado de autonomía con que el equipo brasileño
de la publicación de Vers une Achitecture, Le Corbusier pue- Los trabajos y los viajes desarrolló el proyecto, la presencia de Le Corbusier en su
de ajustar su postura frente a algunos de los temas plantea- Después de su experiencia de 1929, Le Corbusier viajó nu- proceso de gestación no fue indiferente. Ello no solo porque
dos en el libro, luego de la experiencia de años de fructífero merosas veces a Sudamérica, casi siempre motivado por contribuyó a validar un equipo de muy jóvenes arquitectos,
trabajo y de haber sufrido también los primeros embates de encargos, combinando las estadías profesionales con con- sino también porque su posición crítica respecto al proyec-
la crítica. Le Corbusier asume en él un tono menos teoremá- ferencias y contactos. Uno de los resultados más concretos to inicialmente desarrollado por los brasileños y sus propios
tico y más analítico, utilizando como pruebas sus realizacio- de su viaje de 1929 fue el proyecto para la Casa Errázuriz.13 intentos por proponer una alternativa juegan un rol induda-
nes: desde la arquitectura hasta los planes urbanos. Así, los Encargada por el diplomático chileno residente en Buenos ble en el proceso de desarrollo del proyecto. Por otra parte,
sucesivos capítulos reconsideran su posición respecto a al- Aires, Matías Errázuriz, la casa debía construirse en el bal- su proyecto para la ciudad universitaria figurará en un lugar
gunos de los problemas urbanos y arquitectónicos. Comen- neario de Zapallar, uno de los más sofisticados de la costa destacado dentro de las obras del periodo. Su idea de las
zando con cuestiones generales, como aquellas relativas al central chilena. El terreno de Matías Errázuriz estaba planta- diez mil palmas reales plantadas en un cuadrado constituirá
papel de la técnica y la crítica de la academia, aborda luego do como un jardín y contenía incluso algunos elementos ar- una de las contribuciones originales de este proyecto, que
temas como la vivienda, el diseño de muebles y los planes quitectónicos preexistentes: cuatro columnas consideradas reelabora temas tratados en proyectos anteriores, como el
urbanos. Contra el fondo de tales ideas, así como de su obra, en el proyecto. Por razones nunca del todo clarificadas, la Mundaneum.
va impostando observaciones e ideas sobre la experiencia casa Errázuriz no pasó del anteproyecto que el arquitecto En 1939, Le Corbusier protagoniza un confuso pero in-
que vive en Sudamérica. El libro aún da espacio para temas envió al propietario a comienzos de 1930.14 En el terreno se tenso incidente, a propósito de la posibilidad de realizar un
que le Corbusier no trató con mucha frecuencia, como es el construyó una casa menos radical, proyectada por el arqui- viaje a Chile que nunca llegó a concretarse.16 Su ofrecimiento
de la enseñanza de arquitectura. ¿Si yo tuviese que enseñar tecto chileno Carlos de Landa. A pesar de ello, y desde su se originó en el fuerte terremoto que afecta a la ciudad de
arquitectura?11 es un texto muy probablemente dirigido a los publicación en las Obras completas (Vol. 2, 1929-1934), la Chillán, para la que ofrece un plan urbano gratuito a cambio
estudiantes y puede verse en él el germen de su futuro Men- casa ha constituido un referente indispensable para el com- de ser contratado para realizar el de la capital, Santiago. Las
saje a los estudiantes de Arquitectura, de 1943. prender el desarrollo de la arquitectura corbusiana posterior conversaciones, más allá de unos cuantos contactos. Más

Le Corbusier, bajo la luz de Sudamérica | Fernando Pérez Oyarzún 43


significativa fue la polémica pública local entre los arquitec- como la rampa y el techo-jardín, con la estructura de la casa brasileño Italo Campofiorito,23 que lo acompañó durante la
tos partidarios y contrarios a su visita. Ella puede registrarse con patio (chorizo), tradicional en muchas ciudades argenti- visita. Su promenade brasileña parece combinar entonces
en la prensa durante unos seis meses. El episodio chileno nas. Proyectada en hormigón visto, ella ocupa un lugar sig- el reconocimiento de sus propias huellas, en un movimien-
hace evidentes las tensiones entre arquitectos y urbanistas nificativo en la arquitectura doméstica de Le Corbusier en to arquitectónico ya maduro y las distancias que percibe
de vanguardia, que veían sus ideas representadas en las de la segunda posguerra. Construida en un largo proceso con respecto a una arquitectura que le parece más estética y
le Corbusier y los seguidores de Karl Brunner,17 que ejerció la colaboración de arquitectos locales, esta casa de escala más delicada que la suya. Podrá contemplar directamente
en Chile, Colombia y Panamá, que detentaban cargos clave relativamente modesta, que combina ideas generales de le el Ministerio de Educación y Salud, acompañado por Costa,
en la administración pública. Estos últimos consideraban ex- Corbusier sobre la vivienda con una atención a la especifici- y recorrer Brasilia junto a Niemeyer. Su muerte, ocurrida en
cesivamente utópicas las ideas de Le Corbusier y se veían dad de su localización, es la única obra del arquitecto que agosto de 1965, interrumpirá entre otras obras, el desarrollo
capaces de afrontar por sí mismos la tarea de reconstruir alcanzó a concretarse materialmente en Sudamérica.21 de su proyecto para la embajada de Francia en Brasilia, que
Chillán o planear Santiago. Los cinco viajes que realiza a Colombia entre 1948 y seguirá otros derroteros.
La fase final del plan para Buenos Aires, iniciada en la 1951 son más breves y estrictamente profesionales, lo que Reducida su obra construida a la casa Curutchet, y consi-
rue de Sèvres en 1937 y realizada en esta misma ciudad en no impide que escenas y paisajes de ellos queden registra- deradas un sentido estricto, las relaciones profesionales con
el ámbito del EPBA (Estudio del Plan de Buenos Aires),18 a dos en sus cuadernos de viaje. El plan para Bogotá, a pesar Sudamérica no resultarán particularmente exitosas para Le
cargo de Jorge Ferrari Hardoy y Juan Kurchan, fue publica- de no haberse concretado, llegó a ser bastante desarrolla- Corbusier. Al fracaso de la casa Errázuriz hay que sumar el
do en La Arquitectura de Hoy, en 1947.19 El desarrollo del do.22 Fundamental resulta en él la asociación con Josep Lluís de los eventuales encargos de casas para Victoria Ocampo
plan no significará ni viajes ni encargos para le Corbusier. Sin Sert y Paul Lester Wiener, establecidos profesionalmente en y Paulo Prado.24 Recientemente Alejandro Lapunzina ha re-
embargo, él constituye un indudable nexo con Sudamérica los Estados Unidos. Las tareas que cada uno de los socios gistrado otro proyecto interrumpido, el del mausoleo para la
y es el resultado de dos décadas de interés por la ciudad. asume en el proyecto ponen de relieve los reales intereses Carlos Delgado-Chalbaud en Venezuela,25 que por razones
Publicado inicialmente en las Obras completas (1934-1938), de Le Corbusier, más dirigidos a realizar un proyecto urba- diversas tampoco llegó a concretarse y ni siquiera se registra
como han señalado Liernur y Pschepiurca, en él se ensam- no y menos, a los inevitables componentes técnicos y admi- en la Œuvre Complète. A pesar de ello, las expectativas de
blan intuiciones iniciales, como la Ciudad de los Negocios nistrativas de los planes urbanos. Como ya había quedado realizar algo significativo en Sudamérica se mantendrán has-
sobre el río, con múltiples propuestas que habían venido su- en evidencia en Buenos Aires, publicado unos años antes, ta el fin de su vida y muchos de los contactos generados en
cediéndose desde comienzos de siglo. y a pesar de las radicales intervenciones que Le Corbusier sus viajes formarán parte de su red de relaciones personales.
Más o menos contemporáneamente con la finalización proponía en el centro de Bogotá, el plan bogotano puede
del plan de Buenos Aires, Le Corbusier recibe el encargo de verse más bien como una reestructuración y acentuación de Sudamericanos en la rue de Sèvres
una vivienda de parte de un médico de La Plata, el doctor la trama urbana existente. Algunos de los temas surgidos de La visibilidad internacional de Le Corbusier atrajo a muchos
Curutchet,20 innovador en técnicas quirúrgicas y diseñador este plan serán retomados en Chandigarh, encargo que el arquitectos, especialmente a los más jóvenes, al taller de la
de instrumental destinado a ellas. La casa se localiza en uno maestro asumirá mientras trabaja en él. rue de Sèvres. La presencia de dichos colaboradores cons-
de los bordes del sector central de La Plata y frente a un El viaje a Brasil, ocurrido en 1962, está motivado por el tituye un dato fundamental para comprender el curso que
área arbolada. El encargo permite a Le Corbusier volver so- encargo de la Embajada de Francia en Brasilia y le permite siguió la obra de Le Corbusier, así como también su difusión
bre algunos de los temas abordados por él en su viaje del la experiencia directa de la, ya para entonces, prestigiada internacional. Ellos aportaron su trabajo y su talento al de-
29, relacionados con la trama urbana de Buenos Aires y la arquitectura brasileña. Habían transcurrido más de tres dé- sarrollo numerosos proyectos; algunos son inexplicables sin
estructura de subdivisión de la misma. En efecto, veinte años cadas desde su primer viaje a Brasil y Le Corbusier estaba su contribución. La constitución del taller y el modo en que
más tarde, le propone una respuesta a la estructura urbana convencido de haber contribuido a la gestación de la arqui- interactuó con él pueden verse como una idea arquitectónica
tradicional de tantas ciudades de trama regular que había tectura moderna brasileña. El viajero era para entonces un más de Le Corbusier; una propuesta estratégica para llevar
criticado en sus conferencias. El resultado, nada banal, ocu- anciano más reflexivo, que había perdido a su mujer, Ivonne, adelante su obra en medio de su actividad como pintor, sus
pa el terreno de manera densa combinando una consulta hacía cuatro años y se acercaba al final de su vida. Uno de viajes y sus múltiples compromisos. Dentro de este grupo
médica y una vivienda en una suerte de trama virtual tridi- los testimonios más vivos y fidedignos de tal visita está reco- por el que pasarían personajes de la talla de Doshi, Candillis
mensional que combina algunos de sus temas más caros, gido en una entrevista hecha por Hugo Segawa al arquitecto y tantos otros, que posteriormente brillarán con luz propia, la

44 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


Plantas de casas de Roberto Matta (sobre cuerpos o formas orgánicas).

Le Corbusier, bajo la luz de Sudamérica | Fernando Pérez Oyarzún 45


presencia de arquitectos latinoamericanos resultará decisi-
va. Una mirada general a tal presencia nos permite agrupar-
los en torno a dos momentos: la década de 1930 y los años
que van desde el fin de la guerra hasta su muerte. Un repaso
a los nombres de dichos colaboradores nos revela que ellos,
al retornar a sus países, ocuparon posiciones clave en la pro-
fesión, la universidad o la administración pública.
Con posterioridad a su primer viaje sudamericano y antes
de la segunda guerra, se registran en el taller nombres como
los de los chilenos Roberto Matta, Roberto Dávila Carson; el
uruguayo Carlos Gómez Gavazzo y los argentinos Jorge Fe-
rrari Hardoy y Juan Kurchan. Matta había estudiado Arquitec-
tura en la Pontificia Universidad Católica de Chile y se trasla-
da a París en los primeros años 30, a poco de haber obtenido
su título. Trabaja junto con Le Corbusier, en 1930-1931, antes
de dedicarse por completo a la pintura y revelarse como una
de las figuras clave del movimiento surrealista. Le Corbusier
parece haberlo recordado como un colaborador particular-
mente talentoso. Dávila Carson, quien llegaría a ser uno de
los maestros más reconocidos en la Universidad de Chile,
llegó a establecer una cierta relación de amistad con Le Cor-
busier. Así lo prueba un boceto que el maestro le obsequió
para la construcción de un taller ubicado en la cubierta de
una vieja casa en Santiago de Chile. Con posterioridad a su
estadía parisina, Dávila, muy interesado en la arquitectura
local, manifestó críticas a las ideas de Le Corbusier. Gómez
Gavazzo, por su parte, trabajó en el taller en 1933, siendo
muy joven. Posteriormente enseñó por largos años en la Uni-
versidad de la República en Montevideo, donde contribuyó a
la renovación de la enseñanza.
En 1937 arriban al taller los recién titulados arquitectos
argentinos Jorge Ferrari Hardoy y Juan Kurchan. Le Corbu-
sier se manifiesta interesado en recuperar, a través de ellos,
sus contactos con Buenos Aires y llevar adelante un plan
para la ciudad.26 Este arranca de sus intuiciones dibujadas
en el viaje del 29 y que incluyen la Ciudad de Negocios, una
serie de torres construidas sobre el Río de la Plata. En 1938,
Ferrari Hardoy y Kurchan retornan a Buenos Aires. Por diver-
sos motivos, la publicación del plan se retrasa hasta 1947,
Boceto de Le Corbusier para el taller de R. Dávila (Le Corbusier y Sudamérica, originalmente publicado por la U. de Chile). cuando una versión preparada por los argentinos, eventual-

46 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


mente la más conocida en la actualidad, es publicada en La En 1958, Le Corbusier, siguiendo algunos desacuerdos
Arquitectura de Hoy. con sus colaboradores en el taller, lo reorganiza completa-
Con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial, los la- mente. Iniciará así, con nuevo personal, la última etapa de su
tinoamericanos aumentan considerablemente su presencia producción. Es en este contexto que se incorpora el chileno
en el taller. Entre ellos se cuentan el argentino Conrado Son- Guillermo Jullian de la Fuente, quien luego de concluir sus
dereguer, el brasileño Roberto de Carvalho y el peruano Ro- estudios en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Ca-
berto Waceham. Pasan también por allí el uruguayo Justino tólica de Valparaíso había viajado a Francia, especialmente
Sierralta, los colombianos Rogelio Salmona y Germán Sam- interesado en la figura y obra de le Corbusier. Jullian de la
per, los mexicanos Enrique de la Mora, Teodoro González Fuente llegará a ocupar un rol significativo en el taller y se
de León, Enrique Castañeda y Vicente Medel, el venezolano hará cargo de algunos de los proyectos pendientes después
Augusto Tobito Acevedo, los chilenos Emilio Duhart y Gui- de la muerte del arquitecto. Entre ellos, la embajada de Fran-
llermo Jullian. cia en Brasilia, que será finalmente proyectada por él, y el del
La colaboración del uruguayo Justino Sierralta ocurre en Hospital de Venecia, que no llegará a construirse.
1949. Entre otras tareas, participó en los trabajos de El mo- A los nombres de quienes trabajaron en el taller hay que
dulor, que el maestro por entonces desarrollaba. Su esfuerzo agregar los de quienes, sin trabajar en él, mantuvieron con-
por relacionar El modulor con el codo egipcio, en conjunto tacto y cercanía con Le Corbusier y visitaron ocasionalmente
con Maisonnier, es explícitamente reconocido por Le Corbu- el taller, constituido en una suerte de lugar de peregrinación.
sier en El modulor 2.27 Ellos forman parte de una red por medio de la cual sus ideas
Rogelio Salmona comienza a trabajar en el taller de la rue circularon y fueron reelaboradas. Entre ellos, habría que men-
de Sèvres en 1948, como un joven estudiante de Arquitec- cionar los brasileños Lucio Costa y Oscar Niemeyer, que man-
tura que había abandonado Colombia por razones políticas. tuvieron un contacto permanente con Le Corbusier. Fue este
Su estadía en el taller, a pesar de sus reconocidos desacuer- un contacto más igualitario que otros, dado el rápido éxito in-
dos con el maestro, se prolongará hasta 1957. Durante dicho ternacional alcanzado por Niemeyer y la enorme reputación
periodo, colaborará en el plan para Bogotá y en el proyec- de Costa. Al margen de la significativa presencia de Le Cor-
to del gran inmueble comprendido dentro del plan. Germán busier en los inicios de la escuela brasileña, especialmente en
Samper permanece en el taller entre 1950 y 1954, también el grupo de Río, esta irá adquiriendo prontamente autonomía.
durante el periodo de realización del plan. Su rol en el desa- De hecho, Niemeyer sostiene haber ejercido una influencia
rrollo de la arquitectura colombiana de la segunda mitad del sobre las últimas obras del maestro. Al margen de la dificultad
siglo XX es ampliamente conocido. crítica para determinar tales influencias, es un hecho que Le
Emilio Duhart, arquitecto chileno de origen francés, se Corbusier siguió con atención la trayectoria de Niemeyer y en
integrará al taller en 1952. Su incorporación se produce vía general, de la arquitectura producida en Brasil. Su vinculación
Walter Gropius, mientras se encontraba gozando de una y a la vez su distancia respecto de ella se aprecia con claridad
beca para realizar estudios de urbanismo en París. Duhart en la ya referida entrevista a Italo Campofiorito.
había conocido a Gropius en los Estados Unidos mientras Otro contacto significativo es el del argentino Amancio Wi-
realizaba estudios de posgrado en la Universidad de Har- lliams. Williams, que mantuvo contactos relativamente perma-
vard. Durante su permanencia en el taller, participó en el di- nentes con el maestro, lo conoció personalmente a fines de la
seño de algunas construcciones para la India. En esa misma década del cuarenta, cuando presenta algunos de sus pro-
década permanece en el taller el venezolano Augusto Tobito yectos en la rue de Sèvres. La admiración de Le Corbusier por
Acevedo (1953-1959), quien más tarde ejercerá la docencia su trabajo se expresa, entre otros aspectos, en el encargo que
Dibujo de Serralta y Maisonnier, mujer de 1,83 m, inscrita en un cuadrado y un
en la Universidad Central de Venezuela. este le hace para desarrollar el proyecto y dirigir el proceso círculo, publicado por Le Corbusier en el Modulor 2 1955. © FLC.

Le Corbusier, bajo la luz de Sudamérica | Fernando Pérez Oyarzún 47


Bajo semejante luz En este sentido, las expectativas de Le Corbusier en
Sudamérica no se cumplieron. Más aún, ellas estuvieron pla-
«Bajo semejante luz, la arquitectura nacerá»,28 escribiría Le gadas de equívocos a nivel personal e institucional, a los que
Corbusier en las páginas iniciales de Precisiones. Manifesta- sus permanentes expectativas contribuyeron en una medida
ba de este modo el cúmulo de expectativas que Sudamérica no menor. Sin embargo, Sudamérica continuó teniendo una
representaba para él. En sus artículos para L’Esprit Nouveau presencia significativa en su vida profesional y acaso tam-
y posteriormente en Vers une Architecture, Le Corbusier ha- bién en la personal. Entre el primer viaje de 1929 y su muer-
bía definido la arquitectura como el manejo de los volúmenes te, en 1965, Le Corbusier tuvo casi de manera permanente
bajo la luz. La «luz» sudamericana a la que se refería en entre manos proyectos vinculados a Sudamérica. Varios de
Precisiones, sin embargo, no es la luz genérica de esos pri- tales proyectos fueron significativos en su trayectoria. La
meros escritos –tal vez inconscientemente la luz mediterrá- casa Errázuriz, por ejemplo, ha sido asociada, y con razón,
nea–, sino la luz de un ámbito geográfico y cultural concreto, a la mutación que se produce en su arquitectura en los años
en el que le parece que sus ideas y sus propuestas pueden 30. La casa Curutchet, por su parte, tal vez pueda asociarse
fructificar. La referencia que a continuación hace a «lo la- a otro de esos giros, respondiendo a un problema que se
tino», especialmente proviniendo de un suizo residente en había planteado en su viaje del 29. Los grandes inmuebles
París, merece atención especial y puede ayudar a clarificar para Buenos Aires y Bogotá se pueden situar junto al de Ar-
sus propias posturas en relación con las de algunos de sus gel y el de las Naciones Unidas, en una línea de investiga-
contemporáneos. ción que representa una evolución respecto a los rascacielos
Es difícil precisar con nitidez cuáles son esas caracte- de los 20. Por último, sus bocetos sudamericanos represen-
Guillermo Jullian de la Fuente, proyecto para la capilla del Hospital de Venecia rísticas que Le Corbusier ve como particularmente esperan- tan un giro visible dentro de su producción urbanística y en
(18 de marzo de1966) que trabajó por su cuenta después de muerte de Le zadoras en América. Una mezcla de apertura a lo nuevo y el plan de Bogotá se han visto prefigurados algunas de las
Corbusier. © FLC 32179.
conexión con la tradición cultural europea; la presencia si- ideas que desarrollará en Chandigarh. En el terreno de la
de construcción de la casa Curutchet en La Plata, tarea de la multánea de lo remoto y lo cultivado; una capacidad de em- producción intelectual, bastaría Precisiones para demostrar
que se hará responsable en una primera etapa. Por su parte, prendimiento que él asocia al espíritu pionero. En definitiva, la importancia de la presencia sudamericana.
Williams desarrollará ideas arquitectónicas coincidentes con una ambiente privilegiado para recibir su mensaje. En él, la Las relaciones entre Le Corbusier y Sudamérica son com-
las de Le Corbusier, como el proyecto de aeropuerto sobre el técnica como base del lirismo, según la definición de su con- plejas, asumen modalidades variadas y se extienden por
Río de la Plata. ferencia en Buenos Aires, no se oponía a una inscripción de casi cuatro décadas. Tal vez en una forma diversa a la que el
En síntesis, el taller de la rue de Sèvres constituirá una la arquitectura en la esfera del arte, defendida por alguien imaginó la arquitectura, a que él aludía, con su colaboración,
referencia permanente en Sudamérica. Muchos arquitectos que confesaba dedicar medio día de su jornada a la pintura. nació bajo la luz sudamericana. La presencia relativamente
pasaron ocasionalmente por allí, como los chilenos Sergio Que tal posibilidad se dé en lo que él ve como el ambiente menor de obras construidas de su autoría se debe tal vez
Larraín García Moreno o Juan Borchers. Los volúmenes de cultural de Sudamérica constituye un dato que no es menor precisamente a ello.
las obras completas fueron distribuidos en Sudamérica y ad- para comprender sus ideas.
quiridos por muchos arquitectos a medida que iban apare- Es muy probable que más allá de esta sintonía cultural y
ciendo. La presencia de Le Corbusier y sus ideas como un muy especialmente en sus primeros viajes, cuando su acceso
polo significativo en el desarrollo de la arquitectura sudame- a las esferas políticas europeas era más limitado, le pareciera
ricana van ciertamente más allá de las obras que logró con- que estas conexiones eran más fáciles en Sudamérica. Lo
Fernando Pérez Oyarzún: arquitecto por la Pontificia Universidad Católica de
cretar. Por otra parte, la significativa presencia de arquitectos que vio primordialmente entonces fue una cantera de proyec-
Chile (1977) y doctor arquitecto por la Universidad Politécnica de Barce-
sudamericanos en su taller da cuenta no solo de la simpatía tos. Cada uno de los contactos con arquitectos sudamerica- lona (1981). Actualmente es profesor titular de la Pontificia Universidad
con que fueron recibidas sus ideas sino también de la cola- nos, desde Dávila a Ferrari Hardoy y desde Costa a Williams, Católica de Chile, jefe del doctorado en Arquitectura y Estudios Urbanos
boración que recibió para llevarlas adelante. intentó utilizarlos para conseguir nuevos proyectos. y director del Centro de Patrimonio Cultural.

48 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


que la casa fue efectivamente construida. Ver Le Corbusier, Œuvre Com- Plata y el rol de las casas particulares en la obra de Le Corbusier», en
1 Un descripción y cronología detallada del viaje de Le Corbusier, en F. Pé- plète 1929-1934, 4 ed.1947, pp. 48-52. Le Corbusier y Sudamérica, pp.148-155; D. Casoy, «Le Corbusier en La
rez, «Le Corbusier y Sudamérica en el viaje del 29» en: F. Pérez (ed.) Le 16 Ver al respecto Bannen, P., Pérez, F. Vásquez, C., «Entendidos, subenten- Plata. Entrevista al doctor Curutchet», inicialmente publicada en Arquitec-
Corbusier y Sudamérica, viajes y proyectos, ARQ, Santiago de Chile, 1991. didos y malentendidos sobre el urbanismo moderno: alternativas del frus- tura Bis 43, pp. 2-10 y reproducida en Le Corbusier y Sudamérica, pp.
2 Benton, Tim, The Villas of Le Corbusier, Yale University Press, New Haven, trado viaje de Le Corbusier a Chile». Massilia, 2003, Caja de Arquitectos, 156-159; «La casa Curutchet», Revista de teoría, historia y crítica de la
Londres, 1990. Barcelona, pp.130-151. arquitectura; 3, Syntaxis, Buenos Aires, 1996.
3 Jeanneret, Ch. E., Étude sur le mouvement d’art décoratif en Allemagne, 17 Karl Brunner estuvo en Chile en dos oportunidades (1929-1932 y 1934). 22 Ver al respecto P. Bannen, «Bogotá, Colombia, cinco viajes y un plan para
La Chaux-de-Fonds, 1912. Organizó allí un seminario de urbanismo, asesoró a la municipalidad de una ciudad latinoamericana» y R. Cortés, «Bogotá 1950: Plan Director de
4 Le Corbusier-Saugnier Vers une Architecture, G. Crès et Cie, París, 1923. Santiago y al Ministerio de Obras Públicas. Con posterioridad, ejerció en le Corbusier» en Le Corbusier y Sudamérica, pp. 72-85 y 86-95, respec-
5 Ver Jean Emar, «Ideas sueltas sobre arquitectura», La Nación, 24 de junio Colombia, donde publicó su Manual de Urbanismo en dos volúmenes, y en tivamente. También Vargas Caicedo H. (Comp.), Le Corbusier en Colom-
de 1924. Incluido en Lizama, P. Jean Emar Notas de Arte, Ril, Centro de Panamá, antes de retornar a Viena, donde continuó su labor profesional. bia, Cementos Boyacá, Bogotá, 1987. Sobre las dimensiones arquitectó-
Investigaciones Diego Barros Arana, Dibam, Santiago de Chile, 2003. 18 Ver al respecto J. F. Liernur y P. Pschepiurca, «Le Corbusier y el plan de nicas del plan, F. Arias Lemos, Le Corbusier en Bogotá «El proyecto del
6 Le Corbusier L’Art decorative aujourd’hui, G. Crès et Cie., París, 1925. Buenos Aires» en Le Corbusier y Sudamérica, pp. 56-71. Ver También J. gran inmueble, 1950-1951», Universidad Nacional de Colombia, Facultad
7 Ver Hidalgo, G., La arquitectura del croquis: dibujos de Ch-E. Jeanneret Liernur y P. Pschepiurca, La Red Austral, Universidad Nacional de Quil- de Arte, 2008.
en Italia y en Oriente 1911: un estudio de sus antecedentes. Tesis doctoral mes, Prometeo Libros, 2008, que contiene ese y otros trabajos sobre le 23 H. Segawa, «Entrevista a Italo Campofiorito» en: Le Corbusier y Sudamé-
Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, 2000. Corbusier y la Argentina. rica, pp. 50-53.
8 Sobre la importancia de esta experiencia aérea y sus consecuencias, 19 «Plan Director para Buenos Aires… Le Corbusier» La Arquitectura de Hoy 24 Ver F. Pérez, «Encargos menores», en: Le Corbusier y Sudamérica, pp.
véase Pérez, F. «Le Corbusier in South America: Reinventing the South 4, abril 1947, pp. 2-53. 170-177.
American city» en: AAVV Le Corbusier and the Architecture of Reinven- 20 La personalidad del médico, orígenes del encargo y proceso de cons- 25 A. Lapunzina, «The Pyramid and the Wall» ARQ (Architectural Research
tion, Architectural Association, Londres, 2003. trucción pueden verse en D. Casoy, «Le Corbusier en La Plata, Entrevista Quarterly), Vol. 5, #3, 2001, pp. 255-270; en castellano, «La pirámide y el
9 Ver al respecto Pérez, F., «Le Corbusier Latin American Traces» en: AAVV al doctor Curutchet» publicada originalmente en Arquitecturas Bis 43, pp. muro», Massilia, 2002, Caja de Arquitectos, Barcelona, pp. 148-161.
(J. F. Lejeune, ed.) Cruelty and Utopia, cities and landscapes of Latin 2-10, e incluida en Le Corbusier y Sudamérica, pp. 156-159. 26 Ver al respecto J. F. Liernur y P. Pschepiurca, «Urbanización de Buenos
America, Princeton Architectural Press, Nueva York, 2003, pp. 98-107. 21 Existe abundante literatura sobre la casa Curutchet. Dentro de esta vale Aires: ¿plan o programa?», La red austral, pp. 177-218.
10 Le Corbusier, Précisions sur un état présent de l’architecture et de la pena mencionar los trabajos de J. Liernur y P. Pschepiurca, «La casa 27 Le Corbusier, Modulor 2 (1955), Poseidón, Barcelona, 2 ed., 1979, pp.
l’urbanisme, G. Crès et Cie., París, 1930. del doctor Curutchet», La red Austral, pp. 375-417; A. Lapunzina, Le 47-57.
11 Ver última conferencia en Buenos Aires, Precisiones… Poseidón, Barcelo- Corbusier’s Maison Curutchet, Princeton Architectural Press, 1997; A. Co- 28 Precisiones… «Prólogo americano», óp. cit., p. 34.
na, 1978, pp. 243-254. rona Martínez, «Algunas observaciones sobre la Casa Curutchet en La
12 Ver fin del «Corolario brasileño», Precisiones… p. 270.
13 Christiane Craseman Collins ha sido la primera en publicar un estudio
en profundidad acerca de esta casa. Ver Craseman, C. «Le Corbusier’s
Maison Errázuriz. A conflict of fictive cultures». The Harvard Architectu-
re Review 56, págs. 38-53. La versión en español puede encontrarse en
Le Corbusier y Sudamérica, pp. 98-113. Ver también tesis del arquitecto
chileno Claudio Vásquez en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura
de Barcelona, La Casa Errázuriz de Le Corbusier y Pierre Jeanneret: ba-
ses para un proyecto de ejecución (2008), donde realiza un estudio en
profundidad de una cantidad de materiales vinculados con el desarrollo
y significación de esta casa. Varios intentos por construir el proyecto en
otros terrenos, algunos de los cuales fueron aprobados por él mismo, fra-
casaron.
14 Se han señalado variadas razones para ello, incluyendo dificultades cons-
tructivas, pero contemplando la casa que habitaba Errázuriz en Buenos
Aires, proyectada por René Sargeant y la que finalmente se edificó en el
lugar, proyectada por Carlos de Landa, la razón más plausible es que el
propietario no estuvo de acuerdo con el carácter, para él vanguardista, de
la casa.
15 Una casa del arquitecto checo Antonin Raymond, con evidente parecido, Amancio Williams, aeropuerto en el río para Buenos Aires. Imagen to-
constituye uno de los primeros ejemplos y ha hecho creer muchas veces mada de: revista Arquitectura de Hoy n.o 4, abril de 1942, p. 79.

Le Corbusier, bajo la luz de Sudamérica | Fernando Pérez Oyarzún 49


De la pampa al altiplano: los planes directores de Le Corbusier en América
Alejandro Lapunzina

A lo largo de su prolífica carrera de arquitecto y urbanista,


Le Corbusier produjo dos planes directores para ciudades
del continente americano: el Plan Regulador de Buenos Aires
(Argentina, 1938-1940) y el Plan Piloto de Bogotá (Colombia,
1949-1952).1 Con anterioridad, y como fruto de su incansa-
ble trotar por el mundo diseminando sus ideas y buscan-
do encargos, Le Corbusier ya había formulado propuestas
para algunas ciudades que había visitado en sus viajes por
América. En la primera de sus experiencias americanas, en
1929, esbozó audaces propuestas para Buenos Aires (que
eventualmente servirían de base para el Plan Regulador de
1938-1940), Montevideo, Río de Janeiro y São Paulo, y años
más tarde, durante su primera visita a América del Norte (en
1935) planteó la conocida Propuesta para Manhattan, que
más que una propuesta fue una crítica al desarrollo urbano
de Nueva York.2
Sin embargo, compuestas de unos pocos dibujos pro-
ducidos para ilustrar sus conferencias o publicaciones, nin-
guna de estas propuestas puede considerarse un «plan de
urbanismo», sino que –aunque lejos de constituir ficciones
o fantasías urbanísticas– deben ser consideradas como
«provocaciones» que perseguían atraer el interés de sus in-
terlocutores (a los que Le Corbusier veía como clientes en
potencia). Paralelamente, estos bocetos constituían ejerci-
cios experimentales de reflexión y búsqueda, verdaderos
disparadores y catalizadores de ideas a las cuales recurriría
en otras ocasiones, como sucedió con el Plan Obus (Argel,
1930) cuya larga y serpenteante autovía que bordea la cos-
ta es el desarrollo de ideas ensayadas por primera vez en
los bocetos de 1929 para Río de Janeiro. Además de estos
Le Corbusier, propuesta esquemática para Río de Janeiro, 1929. © FLC. Le Corbusier, propuesta esquemática para Manhattan, 1935. © FLC. casos específicos, y aunque reducidos al intercambio de

50 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


cartas o expresiones de deseo tanto de un lado como del mentación de un plan integral de crecimiento de la ciudad, y en
otro, hubo otras oportunidades en las que pudo haberse ma- la década siguiente se habían creado organismos encargados
terializado la participación de Le Corbusier como urbanista de formular y llevar a cabo proyectos de urbanismo,4 el Plan
de ciudades americanas. Coincidiendo con su presencia en Regulador de Buenos Aires fue inventado por Le Corbusier
Colombia a fines de la década de los cuarenta, existió la po- como un ejercicio proyectual y como un intento de reactivar
sibilidad de que también se ocupara de planes para Medellín su relación con Argentina en un momento crítico de su carrera,
y Barranquilla. Previamente, en la antesala de la Segunda en el que virtualmente no contaba con encargos.5 La semilla
Guerra Mundial se planteó su aparentemente desinteresada la había plantado él mismo cuando, en la novena conferencia
colaboración en la producción de planes para las ciudades del ciclo de diez que ofreció en Buenos Aires, en octubre de
chilenas de Chillán y Concepción, que en enero de 1939 ha- 1929, la cual fue dedicada a presentar el Plan Voisin para París
bían sido devastadas por un violento terremoto, operación (1922), sorprendió a su audiencia con una audaz propuesta de
que fue abortada en medio de negociaciones que quizás reorganización de la ciudad.6 La materialización, total o par-
hubieran llevado a Le Corbusier a establecerse, aunque sólo cial, de aquella provocativa propuesta se convirtió en los años
fuera en forma temporaria, en Suramérica.3 siguientes en casi una obsesión, un objetivo que no cesaba de
Los planes para Buenos Aires y Bogotá fueron fruto di- mencionar en cartas dirigidas a los que habían sido sus interlo-
recto del interés por América que el arquitecto cultivó con cutores y anfitriones locales (Victoria Ocampo, Alfredo Gómez
ahínco aun desde antes de su primer viaje al continente, en Garaño, Enrique Bullrich y Antonio Vilar).
1929, y también de su ambición de plasmar sus teorías y Su interés primordial era obtener el encargo de los cin-
postulados urbanísticos. Separados en el tiempo por la dé- co rascacielos de la Cité des Affaires que él había puesto
cada más difícil y compleja del siglo XX, distanciados en el en terrenos ganados al río y que fuera la imagen-emblema
espacio por la inmensa longitud de América del Sur y con de su propuesta. A tal efecto, aun antes de partir de re-
características geográficas opuestas –la llanura y el puerto greso a Europa y hasta mediados de la década del trein-
abierto a los mares de Buenos Aires frente al altiplano de la ta, intentó persuadir a sus «amigos» argentinos de crear
Cordillera Oriental y la sabana que rodean a Bogotá– los dos un comité cívico que instalara en la opinión pública (y así
planes tienen tantos puntos en común como diferencias, ya presionar a la autoridades) que era necesario desarrollar
sea en cuanto a sus historias particulares como al desarrollo un plan para Buenos Aires, según las líneas esbozadas en
de las propuestas y de su doctrina urbana. Interrumpidos su conferencia. Obviamente, el comité debía también ges-
tanto por cuestiones relacionadas con los vaivenes políticos tionar su contratación como urbanista y arquitecto jefe del Le Corbusier, propuesta esquemática para Buenos Aires, 1929. © FLC.
que la Argentina y Colombia como el resto del subcontinente plan. Sin embargo y más allá de alguna tímida respuesta de
sufrieron a mediados del siglo XX, como por el desencuentro Enrique Bullrich que hubiera podido alimentar las equivoca-
entre el arquitecto y sus interlocutores locales, ambos planes das esperanzas de Le Corbusier,7 por aquellos años siguió
comparten también el desagradable hecho de haber dejado recibiendo invitaciones para regresar a Buenos Aires como
un sabor amargo en el recuerdo de Le Corbusier y sus de- conferencista, pero reinaba una indiferencia total respecto
seos de darle forma a una capital de América. a su plan de urbanismo.

.
Dos planes, dos historias singulares
Le Corbusier, la Cité des Affaires: los cinco rasca-
cielos que se alzan sobre el Río de la Plata se con-
Si bien ya desde los años veinte existían en Buenos Aires ini- virtieron en el emblema de su audaz propuesta para
ciativas y proyectos dedicados al estudio, desarrollo e imple- Buenos Aires. © FLC 30304.

De la pampa al altiplano: los planes directores de Le Corbusier en América | Alejandro Lapunzina 51


Su ilusión y entusiasmo fueron enfriándose poco a poco
hasta que, en octubre de 1937, dos jóvenes argentinos –Jor-
ge Ferrari Hardoy y Juan Kurchan, recientemente egresados
de la Facultad de Arquitectura de Buenos Aires y de viaje
de estudios por Europa– llamaron a su puerta con el deseo
de trabajar en su taller parisino. Sin encargos concretos, Le
Corbusier les propuso desarrollar un plan para Buenos Aires
cuyo punto de partida sería, implícita pero incuestionable-
mente, su audaz propuesta de 1929.8 De esta forma, Ferrari
Hardoy y Kurchan integraron el atelier de la rue de Sèvres en
octubre de 1937, con la específica misión de desarrollar un
nunca encargado plan urbanístico para Buenos Aires. Con
la ayuda de sus camaradas de clase, que desde Buenos
Aires contribuyeron enviando material gráfico y escrito, y los
contactos que Ferrari Hardoy tenía en la embajada argenti-
na de París, los dos jóvenes arquitectos lograron obtener un
considerable volumen de información necesaria para enca-
rar un análisis metódico de la ciudad tal como era en aquel
momento y que, a pesar del corto tiempo que había pasado,
era ya muy distinta a la que Le Corbusier había conocido
en 1929. Esta era una etapa que Le Corbusier consideraba
como fundamental para la elaboración de un verdadero plan,
aun si en gran medida la imagen que él se había creado del
futuro Buenos Aires determinaría la forma final del plan, prin-
cipalmente la de los cinco rascacielos de la Cité des Affaires,
alzándose como contrapunto a la predominante línea hori-
zontal donde la pampa encuentra el ancho río.
Ferrari Hardoy y Kurchan trabajaron en el proyecto por
aproximadamente doce meses y culminaron la tarea hacia
fines de octubre de 1938. Entonces Le Corbusier montó un
interesante dispositivo para atraer el interés de quienes él
creía que podrían jugar un rol importante en la aceptación
y posterior implementación total o parcial de su propuesta:
organizó una «presentación oficial» del proyecto en su ate-
lier con la presencia de invitados especiales de la embajada
argentina en París y de algunos miembros selectos de la co-
munidad argentina residente en la capital francesa. Esto fue
precedido por un hábil «operativo de prensa», a través del Le Corbusier, Plan Director de Buenos Aires, 1938-1940: fotomontaje que abarca la
cual se hizo saber –sobre todo en Argentina– que el afamado totalidad de la ciudad e incluye, a modo de collage, los elementos principales de la
arquitecto y urbanista franco-suizo se aprestaba a develar propuesta. © Frances Loeb Library, Harvard University Graduate School of Design.

52 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


un plan urbanístico para Buenos Aires, concebido y desa- La hábil maniobra de difusión del proyecto puesta en consecuencia de un encargo directo y específico casi hecho
rrollado en su atelier parisino con la colaboración de jóvenes marcha por Le Corbusier, aun a pesar de la inexistencia de a su medida por las autoridades de Colombia que a finales de
arquitectos argentinos. un encargo formal y de que en la Municipalidad de Buenos los años cuarenta pusieron a su disposición numerosos recur-
El plan fue presentado como el fruto de un año de traba- Aires efectivamente existía un organismo dedicado al urba- sos e instrumentos legales para llevar a cabo un plan de urba-
jo, en el cual se estudió rigurosamente la ciudad. El corpus nismo (la Oficina del Plan Regulador dirigida por Della Pao- nismo de su autoría.13 Por aquellos años, aunque por distintas
de la propuesta estuvo constituido por una gran cantidad de lera), logró generar expectativa e interés en Argentina, un razones, Bogotá experimentaba una explosión demográfica
dibujos, fotografías históricas, planos, datos históricos y es- hecho que tanto Le Corbusier como sus jóvenes colaborado- similar a la que había empezado a experimentar Buenos Aires
tadísticos, y un texto que explicaba las etapas de estudio y la res intentaron capitalizar rápidamente procurando convertir unos años antes. Asimismo, como en su contraparte argenti-
propuesta de reforma, material que Le Corbusier tenía inten- el estudio realizado sobre Buenos Aires en algún encargo na, en la capital colombiana existían desde hacía ya algunos
ción de publicar en forma de un libro exclusivamente dedi- concreto. De regreso, en Buenos Aires, a fines de 1938, entu-
cado a presentar este proyecto.9 El elemento más importante siasmados por la experiencia de su trabajo con Le Corbusier
de la presentación, verdadera síntesis gráfica y conceptual y el eco que la misma alcanzaba, Ferrari Hardoy y Kurchan
de la propuesta, fue una enorme foto aérea que abarcaba la –a los que pronto se sumó Antonio Bonet– comenzaron a
totalidad de la ciudad y a la cual se le insertaron, a modo de desplegar una gran actividad destinada a difundir «el plan»
collage, los elementos constitutivos de la propuesta. Urba- en el ámbito local. Paradójicamente, el mismo Le Corbusier
nísticamente, esta consistía en una serie de intervenciones a se convirtió en obstáculo a su ímpetu juvenil frenando mu-
escala urbana y territorial, apoyada por una reestructuración chas de sus iniciativas porque creía haber establecido los
radical de la red vehicular y la creación de un considerable contactos necesarios en París y, con ellos, los mecanismos
número de conjuntos urbano-arquitectónicos y paisajísticos adecuados que desembocarían en obtener los objetivos de
que redefinían las aéreas funcionales de la ciudad. El nuevo difusión y eventual implementación de la propuesta. Los es-
orden establecido incorporaba los principios de la sectori- fuerzos de unos y otros fueron en vano y todo no pasó de ser
zación o zoning, característica fundamental de los postula- una ilusión pasajera hasta que, casi una década más tarde,
dos modernos promovidos por Le Corbusier y CIAM. Lejos en abril de 1947, el plan fue publicado en una revista de Bue-
de proponer una demolición masiva de vastas aéreas de la nos Aires bajo el título de «Plan Director de Buenos Aires».11
ciudad (como, por ejemplo, en el Plan Voisin para París), que La creación, menos de un año más tarde, de la Oficina
hubiera sido básicamente impensable en cuanto a sus posi- del Estudio del Plan de Buenos Aires (EPBA), a cargo de Fe-
bilidades reales de ejecución, el reordenamiento urbano que rrari Hardoy y con la colaboración de muchos de los partí-
promovía «el plan» sugería una cirugía selectiva del tejido cipes de la historia (desde Juan Kurchan y Antonio Bonet
urbano existente. De esta forma, la propuesta de transfor- hasta algunos de los viejos camaradas de clase que en 1937
mación urbana se sobreponía a la ciudad real (existente) les habían enviado documentación a París para el desarrollo
incorporando un gran número de grandes edificios para el del plan e incluyendo la posible contratación del propio Le
gobierno, la administración, el trabajo y el esparcimiento, Corbusier como consultor), fue consecuencia directa de di-
así como también incluía fragmentos de propuestas e inicia- cha publicación. Ahí comenzó otra historia, la de la Oficina
tivas que ya se venían debatiendo en Buenos Aires desde del Estudio del Plan de Buenos Aires y del desencuentro final
hacía ya varios años, como por ejemplo la reestructuración entre Le Corbusier y sus antiguos colaboradores, uno más
del puerto del ingeniero Briano, el parque costero propuesto en la larga lista de sus fallidos intentos por obtener encargos
en los años veinte por el paisajista francés Claude Nicolas que desembocaran en una obra realizada en América.12
Forestier, y el eje-avenida norte-sur (hoy, avenida 9 de Julio) Carátula de La Arquitectura de Hoy en la que se publicó, aunque solo par-
que ya se encontraba en pleno proceso de apertura cuando La historia particular del Plan Piloto para Bogotá es sustan- cialmente, el Plan Director de Buenos Aires. © Frances Loeb Library, Harvard
Le Corbusier, Ferrari Hardoy y Kurchan abordaron el plan.10 cialmente distinta a la del plan para Buenos Aires, ya que fue University Graduate School of Design.

De la pampa al altiplano: los planes directores de Le Corbusier en América | Alejandro Lapunzina 53


años proyectos e iniciativas destinados a la planificación del
crecimiento de la ciudad y sus alrededores.14
Le Corbusier visitó por primera vez la capital de Colom-
bia en junio de 1947. El viaje fue producto de la iniciativa de
Eduardo Zuleta Ángel –embajador de Colombia ante las Na-
ciones Unidas y presidente de la comisión para la sede del
edificio central de la naciente organización internacional–, con
quien el arquitecto había trabado una amistad personal. Lle-
gado desde Nueva York por avión, fue recibido con grandes
honores por el alcalde de Bogotá, Fernando Mazuera Villegas,
y aclamado por la juventud que lo esperaba en el aeropuerto.
El motivo formal y visible de la visita fue dictar dos conferen-
cias, una sobre temas de urbanismo y otra dedicada a la ar-
quitectura, reeditando el viejo esquema de conferencista que
había utilizado en los años veinte y a principios de la década
del treinta. Sin embargo, había otro motivo para su visita a
Colombia, ya que de forma implícita y aunque algo encubierta
existía el preacuerdo de que se trataría de un primer contacto
con Bogotá para más tarde desarrollar un plan urbanístico.15
Consecuentemente, antes de que Le Corbusier empren-
diera el regreso a Nueva York, el alcalde Mazuera cumplió con
su parte del acuerdo y solicitó su concurso en la elaboración
de un plan de urbanismo para Bogotá que sería realizado en
colaboración con la firma Town Planning Associates (TPA) fun-
dada en Nueva York tan solo dos años antes por Josep Lluís Le Corbusier, Plan Piloto de Bogotá: Plano urbano – LC-BOG 4211. © Montaje de varios planos de la FLC hecho por el grupo de investigación PCA - Uniandes.
Sert –antiguo colaborador y amigo personal de Le Corbusier–
y Paul Lester Wiener.16 Ambos, Le Corbusier y la TPA, contarían
con el apoyo de los técnicos y profesionales colombianos de
la Oficina del Plan Regulador de Bogotá (OPRB), un organismo
especialmente creado para tal efecto.17
Los alcances, objetivos y responsabilidades de cada uno
de los equipos que intervendrían en el desarrollo del plan
quedaron claramente definidos el 30 de marzo de 1949,
cuando hacia el final de la segunda visita de Le Corbusier
a Bogotá se firmó el contrato.18 El acuerdo establecía que la
tarea completa abarcaría cuatro grandes etapas sucesivas
y ligeramente superpuestas: 1. análisis, para ser desarrolla-
do por la OPRB, entre marzo de 1949 y marzo de 1950; 2.
desarrollo del Plan Piloto, entre agosto de 1949 y agosto de
Le Corbusier, Plan Piloto de Bogotá: Plano metropolitano – LC-BOG 4210.
1950, a cargo de Le Corbusier, con Sert y Wiener (TPA) como © IDPC - MdB.

54 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


consultores; 3. desarrollo del plano urbano o Plan Regula- red vial de avenidas, carreras y calles existentes, su trama de había concebido, con el Plan Director, para el centro de Bo-
dor, entre agosto de 1950 y agosto de 1952, con los roles in- manzanas y su espontánea sectorización funcional.21 La pro- gotá. Pero, al igual que en el caso del plan de Buenos Aires,
vertidos, es decir, a cargo de Sert y Wiener, con Le Corbusier puesta se articuló con base en tres operaciones principales esto pertenece a otra historia: la del Plan Regulador liderado
como consultor, y –finalmente y una vez terminada la tarea e interrelacionadas entre sí: el rediseño de la red vehicular, por los colaboradores de Le Corbusier hasta el fin de su con-
planificadora– 4. aplicación del Plan Regulador, a cargo de que se apoyó en el sistema circulatorio ya existente aplicando trato, en 1953, y del cual poco llegó a materializarse.25
la OPRB, con Sert y Wiener como asesores. En primera ins- un proceso de clasificación y rejerarquización de las vías de
tancia, las responsabilidades de Le Corbusier consistían en transporte, de acuerdo con el sistema de las 7V;22 la reorga-
la elaboración de un plan regional, un plan metropolitano, un nización funcional de la ciudad, definiendo y estableciendo Los planes y la doctrina: un paralelo
plan urbano y un plan del Centro Cívico, que serían acompa- la sectorización o zoning de áreas para habitación (con sus
ñados de un informe escrito, y quedaba implícitamente acor- densidades respectivas), administración, trabajo, industria, La Carta de Atenas –indudablemente el documento más
dado –o al menos así lo entendió él– que el diseño de los edi- comercio y recreación de la mente y el espíritu; y en tercer importante, que sintetiza los principios y postulados doctri-
ficios del Centro Cívico le estaría personalmente reservado.19 término, la reorganización y recalificación del centro de la narios de Le Corbusier, CIAM y el urbanismo moderno, en
A partir de la firma del contrato, en marzo de 1949, y ciudad como un área de alta densidad habitacional, sede del general– comienza con la siguiente declaración: «La ciudad
cada uno por su lado, los distintos equipos realizaron sus Gobierno Nacional y de las principales actividades culturales no es más que una parte de un conjunto económico, social
respectivas tareas en Bogotá, Nueva York y París. Las ideas y artísticas del país, y como centro comercial citadino. y político constituido por la región».26 Esta, y en líneas gene-
directoras del plan fueron esbozadas en un clima de colabo- Aunque la presentación del plan, hecha en agosto de rales el resto de los noventa y cinco puntos que conformaron
ración ideal en agosto de 1949, cuando Herbert Ritter, direc- 1950, no logró reunir el consenso de opiniones ni el entusias- este documento fundador del urbanismo moderno, es la pie-
tor de la OPRB, y Sert y Wiener acudieron, respectivamente, mo esperados, el Plan Piloto se convirtió en normativa urba- dra fundamental en la que se sostiene el corpus teórico de
desde Bogotá y Nueva York, a reunirse con Le Corbusier en na en abril de 1951, con la sanción de un decreto municipal principios y postulados que Le Corbusier desarrolló y aplicó
su residencia veraniega de Cap Martin. El desarrollo proyec- que le dio vigencia legal. Posteriormente, en mayo y junio del en cada uno de sus proyectos y propuestas de urbanismo,
tual de esas ideas se llevó finalmente a cabo en el atelier de mismo año, el plan fue expuesto públicamente en la Alcaldía incluyendo, naturalmente, los planes para Buenos Aires y
la rue de Sèvres con la participación de algunos jóvenes ar- de Bogotá. La nueva fase establecida por contrato, la del Bogotá. Consecuentemente, sustentado en esos postulados
quitectos colombianos (entre ellos, Germán Samper, Rogelio Plan Regulador, con Sert y Wiener a la cabeza y Le Corbusier que había ensayado por más de dos décadas en propues-
Salmona y Reinaldo Valencia). Ellos fueron los encargados como consultor, estaba en marcha y los equipos continuaban tas para ciudades de Europa, África y América, y que en su
de producir la voluminosa documentación gráfica que, cul- su labor en sus sedes respectivas de Bogotá, Nueva York y forma de entender el urbanismo eran aplicables universal-
minada en el atelier en junio de 1950, Le Corbusier presen- París. Entre los directores de la TPA (Sert y Wiener) y Le Cor- mente, no sorprende que, más allá de algunas diferencias
tó oficialmente a las autoridades colombianas en su cuarto busier existían algunos desacuerdos con respecto al diseño obvias, los dos planes presenten algunas características
viaje a Bogotá dos meses más tarde.20 La presentación fue de varios componentes de la propuesta;23 sin embargo, Le similares, aun a pesar de que ambas ciudades se encuen-
organizada siguiendo el formato de la grilla CIAM, desde la Corbusier continuaba desarrollando aspectos del proyecto, tren enclavadas en regiones geográficas tan dispares como
presentación gráfica hasta el contenido de la propuesta, que concentrándose en la zona del Centro Cívico y los edificios la pampa y el altiplano. Esto se manifiesta, sobre todo y de
consiste en cuarenta y nueve láminas de dibujos a diversas gubernamentales alrededor de la plaza de Bolívar.24 Por su forma elocuente, a través del material gráfico y el contenido
escalas y un informe escrito de cuarenta y seis páginas. lado, en Nueva York, Sert y Wiener entablaban el desarro- narrativo con el cual los dos planes fueron presentados.
A grandes rasgos, el Plan Piloto de Bogotá fue un plan llo del Plan Regulador a través de propuestas para barrios Muy probablemente a causa de su dispar origen –estu-
de restructuración urbana basado en los principios estable- de vivienda y centros comunitarios para sectores de menor dio frente a encargo– los dos planes fueron presentados de
cidos en la Carta de Atenas y adoptados por el CIAM –con densidad habitacional que en el centro de la ciudad. Poco a distinta forma. En la presentación del plan de Buenos Aires
sus cuatro categorías, habitar, trabajar, circular y recrearse, poco, el pragmatismo de Sert y la obstinación de Le Corbu- se utilizó una gran cantidad y variedad de material gráfico y
claramente definidas y diferenciadas–, aplicados a una ciu- sier comenzaron a mostrar las diferencias que los separa- un texto dedicado a sostener las hipótesis y tesis planteadas
dad capital nacional de mediana escala tomada en su tota- ban. Estas se manifestaron particularmente en el plano que por la propuesta. Ambos constituían la materia prima del li-
lidad. Fundamentalmente fue un plan realista en la medida Sert y Wiener enviaron a Le Corbusier en julio de 1952 y en el bro que Le Corbusier deseaba publicar sobre el proyecto y
que tomó en consideración la ciudad tal como era, con su cual poco quedaba ya de aquella imagen que Le Corbusier con el cual aspiraba atraer la atención de las autoridades

De la pampa al altiplano: los planes directores de Le Corbusier en América | Alejandro Lapunzina 55


Página manuscrita por Le Corbusier en la que se indica la organización del libro dedicado Plan Director de Buenos Aires. Le Corbusier, Plan Piloto de Bogotá: Índice del infor-
© Frances Loeb Library, Harvard University Graduate School of Design. me técnico que acompañó los planos del Plan Piloto.
[Nota: Esta imagen fue tomada del documento Élabo-
ration du Plan Regulateur de Bogota. Etablissement
du Plan Directeur par Le Corbusier, à Paris 1949-
1950.] © Archivo Samper.

argentinas. La maqueta del libro fue culminada en 1940 y Corbusier buscaba entusiasmar a sus posibles interlocutores gotá en forma de libro que Le Corbusier consideró en al-
estaba organizada en cuatro grandes secciones –I. análisis, argentinos y calculaba que así obtendría algún encargo. gún momento. El texto de cuarenta y seis páginas estaba
II. posibilidades de reforma, III. la reforma, y IV. legislar–, El plan de Bogotá, en cambio, fue presentado de acuerdo organizado en cuatro grandes capítulos: I. Descripción del
en las que se entremezclaban elementos de análisis y da- con lo establecido en el contrato con el que se formalizó el contrato; II. Preámbulos; III. Plan Director (el más extenso y a
tos históricos y estadísticos, con doctrina urbanística y frag- encargo. El material gráfico estaba compuesto por una gran su vez subdividido en cuatro partes, en directa relación con
mentos de la propuesta.27 Quizás porque esta no había sido cantidad de planos que ilustraban el proyecto urbanístico a las cuatro escalas de presentación de la propuesta), y IV.
originada por un encargo, el tono del texto era explicativo, escalas regional, metropolitana y urbana, para terminar con Conclusión.29
argumentativo y persuasivo a la vez, e intentaba demostrar el desarrollo en mayor detalle del Centro Cívico emplazado El tono de este texto divergía notablemente de aquel con
los principios urbanísticos que habían guiado el desarrollo alrededor de la histórica plaza de Bolívar. Fotos, diagramas, el que se había presentado el plan de Buenos Aires, ya que,
del proyecto y los beneficios de la aplicación del plan, tan- documentos históricos y otro material gráfico y escrito de so- quizás porque respondía a un encargo directo hecho por las
to para Buenos Aires como para Argentina. A través de la porte, obtenido o especialmente preparado por la OPRB, no más altas autoridades de Colombia, Le Corbusier no sintió
insistencia en el rol de capital subcontinental que Buenos formaron parte de la presentación, aunque es posible que necesidad de ser persuasivo (no había interlocutores que
Aires alcanzaría una vez que el plan fuese ejecutado,28 Le hubieran sido utilizados en una publicación del plan de Bo- atraer y convencer) y elaboró un texto más directo y técni-

56 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


co, limitándose a explicar y describir los aspectos salientes
de la propuesta presentada en la cuarenta y nueve láminas
de dibujos.30 A pesar de las marcadas diferencias de tono y
organización, los dos informes tienen varios puntos en co-
mún, hasta tal punto de que algunos fragmentos podrían
ser intercambiables. Estos tienen un correlato directo en
los planos de las dos propuestas, incluyendo tanto aspec-
tos de doctrina general como elementos específicos de tipo
proyectual, que en ambos casos están emparentados con
los postulados emanados de la Carta de Atenas, y también
exhiben rasgos provenientes de La Ville Radieuse. Entre los
puntos de convergencia se destacan la importancia otorga-
da a la reconcentración del tejido urbano (o la determinación
de interrumpir su proceso de extensión descontrolada), la
reestructuración de la red circulatoria, la transformación de
la estructura del tejido y la «ordenada» zonificación de áreas
funcionales.
En ambos planes, Le Corbusier y sus colaboradores ad-
virtieron que las ciudades estaban muy distendidas y propo-
nían concentrar la ciudad en un área más reducida, frenando
la expansión del tejido urbano y regulando su crecimiento a
través de reglas de densidad y la consolidación de núcleos
satélites. En el apartado titulado «Concentrar la ciudad», uno Le Corbusier, La Ville Radieuse (p. 166): clasificación de vías de transporte y comunicación reutilizada en el libro dedicado al Plan Director
de los ejes de la propuesta para Buenos Aires, Le Corbusier de Buenos Aires. © FLC.
escribió: «He aquí la proposición; uno de los más importan-

tes puntos de nuestro proyecto: fijar el límite de la ciudad.


[…] Crear una cintura de vegetación. Organizar el resto en
ciudades satélites».31 Diez años más tarde, en un contexto
geográfico y urbano muy distinto, observó un fenómeno simi-
lar en Bogotá: «La ciudad se desarrolló sin orden ni razón y
ha tomado una extensión anormal».32 La solución que adoptó
para ambas ciudades es la misma: fijar límites a la extensión
de la trama urbana y rodearla de espacios verdes.
Concibió a Buenos Aires como una ciudad de tamaño
similar a París, una ciudad que oscila entre ocho y quince
kilómetros de ancho por una profundidad en el sentido oeste
de aproximadamente siete kilómetros y medio, detrás de la
cual estableció un cinturón verde de protección y mas allá
de la cual permite la consolidación de núcleos urbanos sa-
Le Corbusier, Les Trois Etablissements Humains (p. 48):
télites en barrios existentes y ya bastante desarrollados para esquema de las 7V publicado. © FLC.

De la pampa al altiplano: los planes directores de Le Corbusier en América | Alejandro Lapunzina 57


aquella época. Aunque de tamaño total algo inferior –cator- colonial y propuso una malla de grandes avenidas dispues-
ce kilómetros de norte a sur por una profundidad de tres a tas aproximadamente cada cuatrocientos metros en las dos
cinco kilómetros en dirección oeste–, la estrategia adoptada direcciones principales (norte-sur y oriente-occidente),35 a
para Bogotá fue virtualmente idéntica: la existente avenida las cuales se superponen las autovías elevadas, mientras
Cundinamarca, ensanchada, fija el límite de la extensión ur- que en Bogotá, reforzó la jerarquía y diferenciación entre
bana hacia el oeste y es bordeada por una banda verde de carreras (avenidas en dirección norte-sur) y calles (en sen-
seiscientos metros de ancho que la separa del resto del te- tido oriente-occidente), que genera una grilla vehicular con
rritorio, consolidado de la ciudad; nuevamente, núcleos ur- características netamente más direccionales. La reorganiza-
banos satelitales fueron indicados al norte, noroeste y oeste ción de la red vial conllevaba a la sectorización de la ciudad
del límite establecido como aceptable para el crecimiento en zonas de uso diferenciado, el zoning promovido por CIAM:
de la ciudad. gobierno, negocios, comercio, entretenimiento, recepción y
Tanto en Buenos Aires como en Bogotá, la reestructura- distribución de materias primas y mercancías, industria, ar-
ción de la red circulatoria –adecuándola a la velocidad, movi- tesanado y vivienda ocupaban áreas distintas del tejido ur-
lidad y agilidad de conexiones provocadas y requeridas por bano, debidamente puestas en relación entre ellas por el sis-
la irrupción del automóvil– es un elemento vital de la propues- tema circulatorio principal y recorridas interiormente por ar-
ta, el entramado que sostiene, define y estructura los diver- teriolas de repartición. Todo esto estaba íntimamente ligado
sos componentes del plan. Recurriendo en ambos casos a a lo que Le Corbusier llamaba «la transformación molecular
la analogía biológica de un «sistema cardiaco» compuesto de la ciudad», es decir, el proceso a partir del cual la vieja es-
por arterias y arteriolas,33 la reestructuración emprendía la tructura reticular que en ambas ciudades estaba compuesta
clasificación y clara diferenciación de las distintas vías de de una grilla ortogonal de manzanas con calles dispuestas
circulación estableciendo de forma inequívoca caminos di- aproximadamente cada cien o ciento veinte metros en las dos
Le Corbusier, Plan Director de Buenos Aires: diagrama de la red vehicular ferenciados para vehículos y peatones, uno de los principios direcciones (que tanto en Bogotá como en Buenos Aires pro-
propuesta. © Frances Loeb Library, Harvard University Graduate School of más claros y contundentes de la doctrina urbanística moder- venía de la época colonial y sus Leyes de Indias) daba paso
Design.
na. En la documentación del plan de Buenos Aires, se limitó a la nueva manzana –el sector– de la ciudad moderna. Dentro
a presentar algunos tipos de vías circulatorias diferenciadas de los sectores se destacaban la diferenciación de las vías
(autopistas elevadas, grandes avenidas de circulación rá- de circulación, la liberación del suelo y su aprovechamiento
pida, calles de distribución dentro de la nueva manzana),34 como zonas verdes y de actividad comunitaria, manteniendo,
mientras que en el plan de Bogotá aplicó por primera vez su y hasta aumentando, la densidad poblacional del mismo.
reciente sistema de las 7V (siete vías), las cuales desarrolló
de forma bastante detallada a través de plantas y cortes (BOG Aunque quizás sin llegar a proponer la arrolladora tabula
4227, 4228 y 4229). Curiosamente ninguna de las vías, inclu- rasa que había preconizado en el Plan Voisin, ambas ciuda-
yendo las avenidas Cundinamarca, la 10.ª y la Jiménez, ejes des –sobre todo en el centro– estaban sujetas a este proceso
centrales de la propuesta, tomaron la forma de autovías ele- de reemplazo de la estructura urbana existente. En el plan de
vadas; en cambio se realizaron varios estudios que exploran Buenos Aires esto apareció apenas insinuado, quizás por-
los cruces entre vías de distinta jerarquía a distintos niveles y que, como años más tarde sugiriera Jorge Ferrari Hardoy,
por medio de rotondas de distribución del tráfico (BOG 4231). no se trataba de una propuesta «total», sino de una serie de
Aunque la forma de las dos redes es distinta, el plan- ideas que podían activar la transformación de la ciudad.36
teamiento en ambas ciudades fue similar y se apoyó en las En cambio, los planos del proyecto urbanístico para la capi-

Le Corbusier, Plan Piloto de Bogotá: borrador de estudio del sistema circulato- características de la grilla urbana preexistente. En Buenos tal colombiana mostraban la ciudad al final del proceso de
rio y la clasificación de las vías de comunicación. © FLC 31553. Aires, partió del damero uniforme proveniente de la época reforma, una ciudad cuya transformación (modernización)

58 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


había sido cumplida y acabada.37 Esto se manifiesta en el
alto grado de intervención sobre la ciudad real que muestran
los documentos, desde la aparente aplicación de un proce-
so de cirugía selectiva del tejido que permita el desarrollo
de la nueva red de transporte vehicular y la implantación de
conjuntos urbano-arquitectónicos en Buenos Aires hasta la
casi total limpieza propuesta para el área central de Bogotá
–entre las carreras 4.ª y 14.ª y las calles 6 y 26– donde solo
los edificios históricos más significativos (la Catedral y otras
iglesias del centro, el Capitolio, el Teatro Colón y otros edifi-
cios) y grandes fragmentos de la carrera 7.ª, espina dorsal
de la actividad comercial bogotana, quedaron intactos.38
Por el volumen y extensión que naturalmente ocupa en
cualquier ciudad, esto quedó plasmado en la magnitud del
Le Corbusier, Plan Director de Buenos Aires: Le Corbusier, Plan Piloto de Bogotá: vista de Le Corbusier, Plan Piloto de Bogotá: vista de la maqueta del
esfuerzo dedicado a estudiar el tema de la vivienda en la
barrio de viviendas propuesto. © Frances la maqueta del área correspondiente al Centro área correspondiente al Centro Cívico y a los conjuntos re-
elaboración de la documentación de cada uno de los dos Loeb Library, Harvard University Graduate Cívico y a los conjuntos residenciales que lo sidenciales que lo rodean. © FLC L1-4-24, fotografía Lucien
planes. En el plan de Buenos Aires solo hay un pequeño sec- School of Design. rodean. © Archivo Pizano. Hervé.
tor dedicado a la vivienda que –dado el lugar (décimo, de
un total de doce) que ocupa en el listado de los elementos ción (en aquel entonces, la primera, en Marsella, se hallaba y hoteles, embajadas, comercio e industria) que harían de
constitutivos del plan– parecería tener un rol subsidiario en en su última etapa de construcción) y otros de tipo a-redents Buenos Aires una ciudad multipolar, es decir, con múltiples
el proceso de ejecución del plan. Se trata de un barrio de tomados de la Ville Radieuse. centros de actividad y de poder.
habitación ubicado en el borde sur de la ciudad y que servi- En cambio, Le Corbusier entendía el rol de Bogotá como
ría para alojar a los habitantes desplazados por la expropia- El escaso desarrollo del tema de la vivienda en el plan capital y cabeza administrativa de Colombia y como tal le otor-
ción de manzanas demolidas para permitir la apertura de los de Buenos Aires pudo haber obedecido también a otra ra- gaba un rol representativo importante para su país y su región,
ejes-autopistas centrales. Es un conjunto «Ville Radieuse» o zón fundamental: ya desde 1929, Le Corbusier adhería a la pero también advertía y señalaba los límites respecto al poten-
a-redents, de alta densidad y formalmente similar al relativa- idea de que la capital argentina debía ser la ciudad capital, cial de desarrollo que dicta notablemente su emplazamiento
mente reciente, en aquel entonces, proyecto para el Ilot Insa- no solo de su país, sino de una región simbólicamente más con respecto a la industria y al comercio, y concentraba todas
lubre n.º 6 (París, 1937). En cambio, para el plan de Bogotá vasta y que incluía toda América del Sur. Por lo tanto, Buenos las actividades (Gobierno Nacional y Municipal, sindicatos,
se realizaron numerosos estudios dedicados a estudiar la Aires debía ser dotada de los organismos correspondientes embajadas, negocios y diversión citadina) en un único centro
inserción de nuevas unidades de vivienda de baja densidad a ese importante rol subcontinental como, por ejemplo, el unipolar en el que convergen las cuatro actividades funda-
edilicia en sectores redefinidos por la nueva red vial y que Centro Panamericano y los diversos centros gubernamen- mentales de la ciudad: habitar, trabajar, circular y recrearse.
ya albergaban áreas fuertemente urbanizadas y habitadas. tales y financieros que la componían, entre ellos la emble- Es evidente que una reestructuración urbana de la esca-
Los nuevos conjuntos –para los cuales se estudiaron diver- mática Cité des Affaires, plantada sobre el río y de cara al la y magnitud de los planes propuestos para Buenos Aires y
sos tipos de vivienda («Una casa, un árbol», «Rochelle» o mundo, punto de comando de una ciudad, un país y una re- Bogotá sólo podía ser llevada a cabo por etapas. La docu-
«tipo Sert»)– se insertaban en las áreas libres de la secto- gión continental. Consecuentemente, la propuesta dedicó un mentación gráfica y escrita del plan de Buenos Aires provee
rización de la ciudad (BOG 4221-4222, 4232-4235 y 4239- esfuerzo considerable a estudiar y determinar la ubicación algunas indicaciones de las posibles etapas de ejecución, co-
4244), mientras que para otros sectores, notablemente los e interrelación de una gran variedad de conjuntos urbano- menzando por la apertura de los dos grandes ejes viales y la
más cercanos al centro, se propagaba el reemplazo de las arquitectónicos (centro de Gobierno Nacional, Gobierno Mu- reclasificación de las calles y avenidas como arterias de dis-
manzanas típicas por grandes espacios verdes salpicados nicipal, Panamericano, de asociaciones o sindicatos, finan- tribución o de repartición y siguiendo paso a paso hasta com-
de edificios de vivienda derivados de la Unidad de Habita- ciero, de esparcimiento, de diversiones, ciudad universitaria, pletar el plan, en un plazo no fijado. En cambio, en el informe

De la pampa al altiplano: los planes directores de Le Corbusier en América | Alejandro Lapunzina 59


Le Corbusier, Plan Piloto de Bogotá: Centro Cívico (BOG 4220). Recrear el cuerpo y el espíritu (1950).
© IDPC - MdB.

Le Corbusier, Plan Director de Buenos Aires: detalle del área central (1938-1940). © Frances Loeb Le Corbusier, Plan Piloto de Bogotá: Centro Cívico (BOG 4220). Circulación – separación de peatón
Library, Harvard University Graduate School of Design. y automóvil (1950), publicado en Œuvre Complète, Tomo V. © FLC.

60 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


Le Corbusier, Plan Piloto de Bogotá: plano a escala metropolitana que muestra la pri-
mera etapa de ejecución del plan. © Archivo Pizano.

Le Corbusier, Plan Piloto de Bogotá: plano a escala urbana que muestra la segunda Le Corbusier, Plan Director de Buenos Aires (1938-1940): los cinco rascacielos cartesianos de la Cité des Affaires del Plan de Buenos Aires, alzándose
etapa de ejecución del plan. © Archivo Pizano. en una plataforma construida sobre el Río de la Plata. © Frances Loeb Library, Harvard University Graduate School of Design.

De la pampa al altiplano: los planes directores de Le Corbusier en América | Alejandro Lapunzina 61


escrito para el plan de Bogotá, presentado a las autoridades
colombianas en agosto de 1950, si bien reconoce que deberá
ejecutarse en varias etapas y que entre las primeras se en-
cuentran –como en Buenos Aires– la apertura de las avenidas
principales (la avenida Cundinamarca y la carrera 10.ª, el em-
palme con la calle 26 y el de esta con las carreras 4.ª y 6.ª),
Le Corbusier prefirió que fuera «la Autoridad» quien decidiera
el orden en el que los distintos elementos del plan fueran eje-
cutados.39 Sin embargo, existe una serie de planos fechados
en junio de 1950 (es decir al mismo tiempo que se preparó el
conjunto de planos presentado en Bogotá), que dan cuenta
de una posible ejecución por etapas del plan utilizando las
mismas escalas de la propuesta (regional, metropolitana, ur-
bana y Centro Cívico), pero estos no parecen haber formado
parte de la entrega y presentación oficial del plan.
Finalmente, la geografía, tan dispar en las dos ciudades,
Le Corbusier, Plan Piloto de Bogotá: vista de la maqueta Le Corbusier, Plan Piloto de Bogotá (1951): alzado y corte del centro cívico con los edificios pro- también tuvo un papel importante en la concepción y confec-
del Centro Cívico recortándose contra la montaña. © FLC puestos alzándose delante de la montañas. © FLC R2-15-9-001.
ción de los planes. En su afán por devolver la ciudad al río (o
L1-4-25, fotografía Lucien Hervé.
viceversa) en el plan de Buenos Aires, Le Corbusier otorgó
un rol preponderante al frente «marítimo» (para Le Corbusier,
el Río de la Plata era como un mar). Desde el aeropuerto y el
puerto industrial, al sur, hasta la ciudad universitaria, al norte,
Buenos Aires toma la forma de una ciudad costera extendida
a lo largo del Río de la Plata. En Bogotá, es la belleza agreste
y majestuosa de la montaña infranqueable la que marca el
límite físico contra el cual se recorta la ciudad, la cual se
extiende también linealmente a los pies de la precordillera.
Como marcando la necesaria fusión entre el ámbito natu-
ral y el urbanismo, los componentes emblemáticos de ambos
planes se situaron precisamente allí, sobre esos accidentes
topográficos que dicta la geografía: la Cité des Affaires de
Buenos Aires surge como contrapunto vertical a la horizontal
infinita del encuentro entre la pampa y el río, mientras que los
planos suavemente inclinados de las explanadas del Centro
Cívico y las áreas de protección natural domestican la acci-
dentada topografía de la montaña en el corazón de la ciu-
dad. Convertidos en emblemas de la ciudad, son también los
centros de gravedad de la red vial: desde ellos, y en ambos
casos hacia el oeste, surgen las grandes vías de transporte
Le Corbusier, Plan Piloto de Bogotá (1951): perspectiva esquemática de la plaza de Bolívar con los edificios históricos que debían
mantenerse y los edificios de gobierno propuestos y que Le Corbusier aspiraba a proyectar. © FLC R2-15-15-001.
vehicular que se adentran en el territorio y establecen las co-
municaciones esenciales con el resto del país y con la región.

62 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


Dos ciudades, dos planes y un destino común interpusieron en el calendario preestablecido con Bogotá, un sodio final del malentendido con Ferrari Hardoy por el plan
hecho que provocó asperezas en el seno del equipo y fasti- de Buenos Aires; pocos años más tarde, en 1952, las puertas
Fundiendo la singularidad de la geografía con la universali- dio y malestar en el Gobierno colombiano. de Bogotá, que lo había recibido con vítores, comenzaron a
dad de la doctrina, Le Corbusier aspiraba a convertir estas El plan de Buenos Aires había nacido como una idea be- cerrarse definitivamente; y así, sus sueños, ideas y ambicio-
dos ciudades de América en verdaderos modelos del urba- lla y contundente, y el plan de Bogotá fue concebido para nes, y con ellos su poesía arquitectónica, se trasladaron a
nismo moderno. Pero todo fue en vano, o casi.40 Pobre in- ser puesto en práctica, pero ninguno de ellos se llevó a cabo Chandigarh, a los pies del Himalaya, lejos, muy lejos de la
térprete de la compleja trama de lazos e intereses políticos, y ambos pasaron a engrosar la larga lista de proyectos no pampa y el altiplano de América.
sociales y personales que caracterizan las sociedades de realizados de Le Corbusier. A través del proyecto de un Plan
América del Sur, su recurrente pedido de que se le encarga- Regulador, en 1938 Le Corbusier había propuesto para Bue- Alejandro Lapunzina (Nueva York): arquitecto por la Facultad de Arquitectura
y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires (Argentina, 1983); Mas-
ra un proyecto de arquitectura importante provocaba el efec- nos Aires un nuevo orden urbano, incompleto pero posible.
ter of Architecture, Washington University in Saint Louis (Missouri, EUA,
to contrario y lo alejaba cada vez más de toda posibilidad de Una década más tarde, concibió un plan que, en sus pro- 1987). Actividad pedagógica: University of Arkansas, University of Illinois
obtener un encargo concreto. pias palabras, convertiría a Bogotá en la primera ciudad que at Urbana-Champaign y Study Abroad Program in Versailles; investigador
El entusiasmo con el que había sido recibido el plan de contaba con y ponía en ejecución un plan de urbanismo mo- de la arquitectura del siglo XX y contemporánea; autor de dos libros: Le
Buenos Aires luego de ser presentado en París y los auspicios derno.41 Indudablemente, de haber sido implementados, es- Corbusier’s Maison Curutchet (Princeton Architectural Press, Nueva York,
1997) y Architecture of Spain (Greenwood Press, Greenwood, CT, 2005),
seguramente prometidos por alguno de sus interlocutores ge- tos planes hubieran cambiado radicalmente la evolución de
así como de artículos publicados en revistas de Argentina, Brasil, España,
neraron falsas o exageradas expectativas en Le Corbusier de estas dos ciudades americanas. Las razones que explican Estados Unidos, Francia e Inglaterra; conferencista en Argentina, Brasil,
que, de una forma u otra, su estudio sobre Buenos Aires, el el fracaso del proceso que hubiera podido desembocar en Chile, Escocia, España, Estados Unidos, Francia, Holanda y Portugal.
sueño de 1929 elaborado como proposición en 1938-1940, la ejecución de estos planes son variadas y extremadamen-
rindiera algún fruto. Diez años más tarde, la ilusión resurgió te complejas. Pero hasta en este aspecto los dos planes se
con la creación de la Oficina del Estudio del Plan de Buenos parecen. La «Autoridad», esa figura abstracta en la que Le
Aires y el acuerdo implícito de que sería llamado a la capital Corbusier había depositado su confianza y sus esperanzas 1 En la variada documentación existente, estos dos proyectos son a veces
argentina como consultor especializado. Pero no era su plan desde siempre, fue una de ellas. conocidos con distintos nombres: la propuesta para Buenos Aires es tam-
bién llamada Plan Director, que es como apareció finalmente publicado
el que estaba en consideración y el malentendido que surgió En Buenos Aires, porque fue precisamente «la Autori-
en abril de 1947 en el número 4 de La Arquitectura de Hoy, versión cas-
a causa de esto dio por terminada su relación con Ferrari Har- dad» –la misma que habiéndose entusiasmado al ver su pro- tellana de L’Architecture d’Aujourd’hui, mientras que el plan de Bogotá
doy y enterró definitivamente su viejo deseo de darle forma puesta encomendara a sus antiguos colaboradores la tarea recibe a veces también los nombres de Plan Director –que es el utilizado
de capital subcontinental a Buenos Aires y construir en ella de retomar y ampliar el estudio de la ciudad– la que se opu- en el título del informe escrito presentado por Le Corbusier y sus colabo-
su soñada Cité des Affaires sobre el Río de la Plata. so y obstaculizó su participación directa. En Bogotá, porque radores— y/o Plan Regulador; en este último caso cabe aclarar que el
desarrollo del Plan Piloto o Plan Director de Bogotá era una de las fases
Para ese entonces, 1948-1949, sus ilusiones de construir a pesar de que fue «la Autoridad» la que le encargó que
de lo que sería en última instancia un plan regulador para la ciudad de Bo-
una gran capital ya se habían desplazado al norte de Amé- hiciera un plan de urbanismo, fue también «la Autoridad» gotá. Con el único fin de diferenciarlos, a lo largo de este texto se usarán
rica de Sur donde, junto con Sert y Wiener había llegado a –­nominalmente la misma, aunque la persona fuera otra– la los nombres de Plan Regulador de Buenos Aires y Plan Piloto de Bogotá.
un acuerdo con las autoridades colombianas para llevar a que abortó la ejecución del plan cuando, recién gestado, co- 2 Los dibujos con los que presentó sus ideas para Buenos Aires, Monte-
cabo un ambicioso plan regulador para Bogotá, para el cual menzaba a ponerse en práctica. video, São Paulo y Río de Janeiro fueron publicados en Le Corbusier,
Précisions sur un état présent de l’architecture et de l’urbanisme, Vincent,
se habían creado todas las condiciones para que sí fuera Los intereses y los vaivenes políticos e ideológicos que
Fréal & Cie., París, 1930. La propuesta para Manhattan fue publicada en
ejecutado. Pero, nuevamente, cuestiones políticas obstacu- él tanto se esforzó en distanciar de su tarea de urbanista Le Corbusier et Pierre Jeanneret, Œuvre Complète 1934-1938, Max Bill
lizaron el camino que llevaba a la culminación del proceso. y arquitecto insistiendo en que los planes debían ser reali- architecte, Dr. H. Girsberger, Zúrich, 1938.
Para empeorar la situación, el desafío de Chandigarh y la zados por técnicos sobre la base de datos científicos e in- 3 Enterado del terremoto y ya sin obras ni proyectos que atender, en medio
certeza que presintió casi desde el primer momento de que cuestionables, ajenos a la política y la ideología de turno, del pesimismo general que reinaba en Francia y Europa a finales de aque-
lla década de 1930, Le Corbusier se dirigió a sus colegas chilenos (entre
esta ciudad que surgiría de la nada a los pies del lejano Hi- surgieron como ríos y montañas infranqueables a su deseo
otros, Roberto Dávila) y a algunas autoridades del Gobierno de Chile para
malaya sí se llevaría a cabo y que allí podría construir obras de darle forma a una capital americana. A finales de los años ofrecer desinteresadamente sus servicios de urbanista para la recons-
de arquitectura que trascenderían el tiempo y el espacio se cuarenta, el llamado de Bogotá había coincidido con el epi- trucción de las dos ciudades afectadas. En cartas a diversas personas

De la pampa al altiplano: los planes directores de Le Corbusier en América | Alejandro Lapunzina 63


con las cuales mantenía una correspondencia fluida, dejó traslucir que l’architecture et de l’urbanisme, Vincent, Fréal & Cie., París, 1930. Sobre la lona, Barcelona, agosto de 2006. Consultado vía web: <http://www.ub.es/
consideraba trasladarse a Suramérica, aunque solo fuera temporalmente, propuesta esquemática para Buenos Aires de 1929, véase el citado libro geocrit/sn/sn-218-86.htm>.
donde presentía que sus posibilidades de construir algo, sobre todo de de J. F. Liernur y P. Pschepiurca, La red austral (capítulo III) y los artículos 14 Entre ellos se destacan el «Plan Bogotá futuro» de Enrique Uribe Ramírez
gran escala en Argentina, Brasil o Chile, eran mucho mayores que las que citados en la nota precedente. Sobre Le Corbusier como conferencista y (1922-1925), el «Plan urbanístico integral» de Harland Bartholomew y el
tendría en una Europa paralizada por la guerra. Sin embargo, por diversos un estudio sobre las conferencias de Buenos Aries, véase también: Tim «Plan de mejoras y obras públicas» del renombrado urbanista alemán
motivos esto no llegó nunca a materializarse y Le Corbusier permaneció Benton, Le Corbusier Conférencier; Le Moniteur, París, 2007 (capítulo 4, Karl H. Brünner (1933-1940), que propuso el crecimiento de la ciudad
en Europa hasta el fin de la guerra. Esta información puede inferirse en la pp. 132-187). desde la existente cuadrícula de calles. Otro proyecto de urbanismo
correspondencia alojada en un gran número de dosieres existentes en los 7 Carta de Enrique Bullrich a Le Corbusier, marzo 2 de 1934 (archivos FLC destacable fue la «Ciudadela del Empleado», propuesta lanzada por la
archivos de la Fondation Le Corbusier, en París. T2-13 p. 21). revista Proa, la cual, bajo la dirección de Carlos Martínez, tuvo un rol im-
4 El más importante es el Proyecto orgánico para la urbanización del muni- 8 La importancia que las ideas generadas durante su visita a Buenos Aires portantísimo en la diseminación y desarrollo de la arquitectura moderna
cipio, más conocido como Plan Noel, en referencia a Martín Noel, inten- en 1929 tuvieron sobre el desarrollo del plan fueron reconocidas por el en Colombia. Durante la década de los cuarenta, se propusieron tres pla-
dente de Buenos Aires que lo encomendó. Jean C. Forestier, reconocido propio Le Corbusier en su obra completa. Le Corbusier, Œuvre Complète nes urbanísticos: el plan vial y de zonificación, elaborado en 1944 por el
paisajista francés, formó parte del equipo de profesionales de la comisión 1934-1938, Les Editions d’Architecture, Zúrich, 1967. Para los pormeno- ingeniero Alfredo Bateman durante la alcaldía de Jorge Soto del Corral y
y fue autor del proyecto del parque Costanera que años más tarde Le Cor- res del encuentro de Ferrari Hardoy y Kurchan con Le Corbusier, ver J. F. conocido con el nombre «Soto-Bateman»; la contrapropuesta a este pro-
busier incorporó a su propuesta para Buenos Aires. Carlos M. Della Pao- Liernur y P. Pschepiurca, La red austral, óp. cit., pp. 181-183. yecto, formulada en 1945 por la Sociedad Colombiana de Arquitectos, y la
lera –ingeniero argentino que había cursado estudios de Urbanismo en el 9 Presentado poco antes de que Ferrari Hardoy emprendiera el regreso a propuesta vial, publicada por Carlos Martínez Jiménez en la revista Proa
Instituto de Urbanismo de París, y a quien Le Corbusier había conocido Argentina, la idea de Le Corbusier era publicar el plan de Buenos Aires en no. 2 de 1946, con el título «El Bogotá futuro de Proa» (agradezco a María
durante su viaje a Argentina, en 1929– fue nombrado jefe de la Oficina de un libro de formato similar al de La Ville Radieuse. El propio Le Corbusier Cecilia O’Byrne por proveer datos complementarios sobre los planes que
Urbanización de la Municipalidad de Buenos Aires en 1932, cargo que terminó de confeccionar la maqueta de la publicación en 1940 e intentó, precedieron al Plan Piloto de Le Corbusier, Sert y Wiener).
mantuvo hasta 1939. Della Paolera fue el impulsor de un Plan Regulador infructuosamente, publicarlo en Francia, por lo que decidió, finalmente y 15 La mayoría de los autores que han estudiado la relación de Le Corbusier
para Buenos Aires y desde su oficina de urbanización de la ciudad llevó a ya en plena guerra mundial, enviarlo a Buenos Aires, donde Ferrari Har- con Colombia sugieren que el encargo para la capital colombiana ya es-
cabo numerosos proyectos urbanos de considerable importancia como, doy tampoco logró publicarlo en su versión original. El plan fue finalmente taba acordado antes de que visitara a Colombia por primera vez. Ver, por
por ejemplo, la creación de la avenida 9 de Julio, que atraviesa el centro publicado en 1947, en el número 4 de La Arquitectura de Hoy, a pesar de ejemplo, Pedro Bannen Lanata, «Bogotá-Colombia. Cinco viajes y un plan
de la ciudad en sentido norte-sur. contar con el rechazo total de Le Corbusier de publicar el «libro del plan» para una ciudad latinoamericana», óp. cit., p. 73. El mismo Le Corbusier
5 Pablo Pschepiurca, generalmente en colaboración con Jorge Francisco en una revista. El libro en su formato original continúa inédito; la maqueta deja traslucir la misma impresión en una carta a su madre, fechada en
Liernur, ha estudiado y analizado con seriedad y un abrumador soporte del mismo se encuentra en los archivos de Jorge Ferrari Hardoy (AJFH); Bogotá el 24 de junio de 1947 (archivos FLC R2-04 102 y 102T).
documental la compleja trama e historia del plan de Buenos Aires y sus Special Collection-Francis Loeb Library de Harvard University, Cambridge 16 Le Corbusier y Sert ya habían colaborado en el Plan Maciá para Barcelo-
derivaciones. El estudio más profundo y detallado sobre este tema se (Massachusetts, EUA). na (1933); Bogotá sería la segunda y última colaboración en un plan de
encuentra en el libro, recientemente publicado, La red austral: obras y 10 Para un análisis más profundo de estos temas, ver la bibliografía citada en urbanismo entre dos de los más grandes representantes del urbanismo
proyectos de Le Corbusier y sus discípulos en la Argentina (1924-1965), la nota número 5, en particular los escritos de F. Liernur y P. Pschepiurca. moderno que, aunque compartían los fundamentos del mismo, divergían
escrito por Jorge F. Liernur con la colaboración de Pablo Pschepiurca 11 Como se menciona anteriormente (ver nota 9), el plan, aunque en forma par- en aspectos de su aplicación. Fundada en los principios urbanísticos del
(como se indica en la introducción –p. 20–; este último es el autor princi- cial y con alteraciones del formato original, fue publicado en abril de 1947. CIAM, la TPA ya actuaba activamente en países vecinos a Colombia: en
pal de los capítulos V y VI, dedicados al Plan de Buenos Aires). Previa- 12 Sobre este tema, véase Alejandro Lapunzina, «El Plan Régulateur de Bue- 1943-1945, desarrolló el proyecto de la Cidade dos Motores, en Brasil, y en
mente, los mismos autores habían abordado el tema en otros artículos, nos Aires y la Oficina del EPBA: crónica de un malentendido», óp. cit., así 1947, un plan urbano para la ciudad de Chimbote, en Perú. Sobre la obra
como «Precisiones sobre los proyectos de Le Corbusier en la Argentina como también Jorge F. Liernur y Pablo Pschepiurca, La red austral, óp. cit. de Sert, ver Jauma Freixa: Josep Lluís Sert, Santa y Cole, Barcelona, 2005.
1929/1949», publicado en Summa #243, noviembre de 1987, pp. 40-55, y capítulo XII. 17 La Oficina del Plan Regulador de Bogotá fue creada por disposición mu-
«Le Corbusier y el Plan de Buenos Aires», publicado en: Fernando Pérez 13 Con anterioridad a esta publicación, los estudios más significativos de- nicipal, en septiembre de 1948, puesta bajo la dirección de Herbert Rit-
Oyarzún (editor), Le Corbusier y Sudamérica, viajes y proyectos; ARQ, dicados al Plan Piloto de Bogotá son los siguientes: Carlos Eduardo Her- ter. Hacia mediados de 1950, con Santiago Trujillo como alcalde, la OPRB
Santiago de Chile, 1991; pp. 56-71. Sobre el Plan de Buenos Aires, puede nández Rodríguez, Las ideas modernas del Plan para Bogotá en 1950. El pasó a estar bajo la dirección de Carlos Arbeláez.
consultarse también: Juan Manuel Borthagaray, Jorge Glusberg y Benoit trabajo de Le Corbusier, Wiener y Sert; Alcaldía de Bogotá, Bogotá, 2004; 18 Si bien la producción de un plan urbano para Bogotá había sido preacor-
Junod, Le Corbusier y Buenos Aires. El Plan Regulador; CAYC, Buenos los artículos de Pedro Bannen Lanata, «Bogotá-Colombia. Cinco viajes y dada en su primera visita a Colombia, en junio de 1947, cuando se firma
Aires, 1981; Odilia Suárez, Planes y códigos para Buenos Aires; FADU- un plan para una ciudad latinoamericana» y de Rodrigo Cortés, «Bogotá el contrato, poco más de un año y medio más tarde, el centro de Bogotá
UBA, Buenos Aires, 1986; Juan Molina y Vedia, Mi Buenos Aires herido, 1950: Plan Director de Le Corbusier», ambos publicados en Fernando yacía parcialmente en ruinas. El 9 de abril de 1948, durante la rebelión
Colihue, Buenos Aires, 1999; y Alejandro Lapunzina, «El Plan Régulateur Pérez Oyarzún (editor): Le Corbusier y Sudamérica, viajes y proyectos; popular conocida como «el Bogotazo» que siguió al asesinato del líder
de Buenos Aires y la oficina del EPBA: crónica de un malentendido», en ARQ, Santiago de Chile, 1991; pp. 72-85 y 86-95, respectivamente. Véase político Jorge Eliécer Gaitán, una gran parte de edificios de la zona cen-
Massilia, 2008 / Encuentro de Granada: 2008; pp. 216-241. también el artículo de Doris Tarchópolus, «Las huellas del plan para Bo- tral fueron saqueados, incendiados y severamente dañados, a tal punto
6 La transcripción de las conferencias, realizada a posteriori por el pro- gotá de Le Corbusier, Sert y Wiener», en Scripta Nova, Revista Electrónica que muchos habían quedado en condiciones deplorables. Desde la re-
pio Le Corbusier, fue publicada en Précisions sur un état présent de de Geografía y Ciencias Sociales, Co. X, no. 218, Universidad de Barce- vista Proa, entre otras, se consideraba entonces que la oportunidad era

64 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


propicia para llevar a cabo una reforma radical y moderna del centro. Ver Las ideas modernas del Plan para Bogotá en 1950. El trabajo de Le Cor- 37 Hablando en tercera persona en el capítulo de cierre del documento es-
Jorge Arango, Herbert Ritter y Gabriel Serrano: «La reconstrucción de busier, Wiener y Sert; Alcaldía de Bogotá, Bogotá, 2004, en particular el crito en el que explica el plan de Bogotá, Le Corbusier escribe respecto
Bogotá», en revista Proa, junio de 1948. capítulo 5 y la conclusión. a su labor: «Su deber [el suyo, como urbanista] fue el de prever todo y
19 Es pertinente señalar que en este preciso momento las «historias» de 26 Le Corbusier: La Chartre d’Athènes, Minuit, París, 1957; p. 19. concebir la ciudad totalmente construida». Le Corbusier, Elaboration du
los dos planes comienzan a mezclarse y superponerse, ya que en Bue- 27 Como se señala anteriormente, el libro dedicado al plan tal cual como Le Plan Régulateur de Bogota; óp. cit., p. 42.
nos Aires la Oficina del EPBA había sido creada en marzo de 1948 y Le Corbusier lo concibió no llegó a ser publicado y permanece inédito. La 38 Como se señala en la nota 18, el centro de Bogotá ya estaba severamente
Corbusier no perdió la oportunidad de sugerirle a Ferrari Hardoy que un versión del plan publicada en La Arquitectura de Hoy está incompleta; dañado, como consecuencia del Bogotazo. Por lo tanto, la restructuración
acuerdo similar al de Bogotá tenía que ser posible con Buenos Aires. Ver algunos elementos fueron reorganizados por Ferrari Hardoy y el formato del centro –el proceso de demolición de viejos edificios– puede haber
correspondencia entre Le Corbusier y Ferrari Hardoy en los archivos de gráfico es fundamentalmente distinto. obedecido a la lógica interna del plan y a algo ajeno a él, como el reem-
Ferrari Hardoy (AJFH, Cambridge, Massachusetts). 28 En realidad, la idea de Buenos Aires como «capital subcontinental» no plazo de edificios que habían sido afectados por los incendios y desma-
20 El equipo proyectista –Le Corbusier, Sert, Wiener y Carlos Arbeláez (que era propia de Le Corbusier, sino una vieja aspiración de la élite argentina nes del 9 de abril de 1948.
había reemplazado a Ritter a la cabeza de la OPRB)– volvió a reunirse en (o porteña) emanada de la llamada «generación del ochenta» (por 1880). 39 «La cuestión de las etapas interviene en función de circunstancias locales
Bogotá, en marzo de 1950. A partir de este momento y por los tres meses Perspicaz como siempre, Le Corbusier seguramente percibió ese deseo o mundiales de orden político, financiero, económico y social» y «resulta
siguientes que precedieron la presentación oficial del Plan Piloto, la acti- en quienes habían sido sus anfitriones en 1929 (herederos de aquella imposible, en tanto autor del plan, fijar por mí mismo la cadencia y se-
vidad en los tres puntos geográficos en los que se desarrollaba el plan se visión) y su propuesta fue una forma más de atraer la atención y captar cuencia exactas del futuro». Le Corbusier. Elaboration du Plan Régulateur
aceleró notablemente, como lo demuestra el flujo de cartas y consultas partidarios. de Bogota; óp. cit., pp. 42-43.
entre Bogotá, Nueva York y París. En este momento, quizás por urgencias 29 Le Corbusier: Elaboration du Plan Régulateur de Bogota; óp. cit. 40 El plan de Buenos Aires nunca fue más allá de ser una propuesta; el plan
relacionadas con intereses políticos y económicos que empezaban a ma- 30 El mismo Le Corbusier lo aclara en la apertura del preámbulo: «El presen- de Bogotá, en cambio, sí llegó a convertirse en normativa urbana, a través
nifestarse en Bogotá, la interacción entre las partes muestra los primeros te informe contendrá todo lo que los planos no pueden explicar y nada de del Decreto 185/51 del Alcalde de Bogotá, aunque poco tiempo después
síntomas de desacuerdo y los objetivos dispares de cada una de las par- lo que los planos contienen y demuestran». Le Corbusier: Elaboration du la normativa dejó de ser aplicada en su totalidad. Aun así, en ambas ciu-
tes, un tema que excede el marco de este texto. Plan Régulateur de Bogota; óp. cit. p. 3. dades, la elaboración de los planes y la difusión y repercusión que ambos
21 Le Corbusier lo presenta de forma contundente: «Este plan no es revo- 31 «Plan Director de Buenos Aires», en: La Arquitectura de Hoy, n.o 4, abril tuvieron lograron proyectarse sobre el futuro de las ciudades y algunas de
lucionario en absoluto. Él se limita a discernir y a reconocer los valores de 1947; p. 24. En dicha publicación, «Concentrar la ciudad» es el primer las ideas desarrolladas en ellos fueron ensayadas, pero, carentes de la
históricos, geográficos y topográficos preexistentes. Él los confirma, él los capítulo de la propuesta de reforma; sin embargo, en la maqueta original visión global y unificadora de los planes en sí mismos, estos ensayos no
ordena a la escala de los tiempos modernos, él le da a la ciudad cohesión compuesta por Le Corbusier, el orden de los apartados era distinto y este dejaron de ser experimentos aislados.
y la reúne alrededor de su corazón». Le Corbusier: Elaboration du Plan tema figuraba en cuarto lugar. Según Pablo Pschepiurca, fue Ferrari Har- 41 El informe escrito presentado por Le Corbusier concluye de forma con-
Régulateur de Bogota; Établissement du Plan Directeur; p. 26. Sobre el doy quien reordenó los capítulos para la publicación del plan en La arqui- tundente: «La ciudad de Bogotá tiene un Plan Director, algo que ninguna
«realismo» del Plan Piloto, véase también el artículo de Rodrigo Cortés, tectura de hoy y lo puso en primer lugar, es decir, le otorgó una jerarquía ciudad del mundo posee hoy. Puede representar beneficios materiales
«Bogotá 1950: Plan Director de Le Corbusier», en Fernando Pérez Oyarzún superior. Ver La Red Austral, óp. cit. inmensos, una fuerza espiritual propia del civismo, un impulso en la po-
(editor): Le Corbusier y Sudamérica, viajes y proyectos; óp. cit., pp. 86-95. 32 Le Corbusier: Elaboration du Plan Régulateur de Bogota; óp. cit.; p. 5. blación capaz de pasar a través de todas las dificultades provisorias o
22 La «Règle de 7V» es un sistema de clasificación jerárquica de las vías 33 En el apartado «IV. Sistema cardíaco» del Plan de Buenos Aires, Le Cor- accidentales y de realizar, armónicamente, la ciudad que es expresión de
de transporte y comunicación, aplicable universalmente. En Les Trois busier menciona «Grandes arterias de dirección, arterias de distribución nuestra civilización maquinista». Le Corbusier. Elaboration du Plan Régu-
Etablissements Humaines, Le Corbusier recuerda que esta regla fue y arteriolas de repartición», La Arquitectura de Hoy; óp. cit., p. 30. En el lateur de Bogota; óp. cit., p. 46.
desarrollada en 1948, a pedido de la Unesco. Le Corbusier: Les Trois plan de Bogotá, retoma el lenguaje biológico: «La circulación es la forma
Etablissements Humaines; Minuit, París, 1959; p. 48. El plan de Bogotá, de llevar la sangre a los órganos de un ser viviente…» Elaboration du Plan
contemporáneo con el desarrollo de este sistema de clasificación de vías Régulateur de Bogota; óp. cit., p. 26.
de comunicación y transporte, fue el primer proyecto de urbanismo en el 34 El dibujo con el que ilustra el principio de separación de las circula-
cual Le Corbusier aplicó la regla. ciones fue tomado de: Le Corbusier. La Ville Radieuse; L’Architecture
23 Estos desacuerdos o diferencias de enfoque están claramente plasmados d’Aujourd’hui, París, 1935, p. 166.
en la correspondencia de aquellos años entre TPA y Le Corbusier, la cual 35 De hecho, el ensanche de algunas calles del damero colonial para con-
se encuentra alojada en diversos archivos, principalmente los de la Fon- vertirlas en avenidas de circulación más ágiles ya había comenzado en
dation Le Corbusier en París y los archivos de Josep Lluís Sert guardados Buenos Aires, unos años antes; Le Corbusier se apropió de esta iniciativa
en la Special Collection-Francis Loeb Library de Harvard University, Cam- y la incorporó a su propuesta de reestructuración de la red vehicular.
bridge (Massachusetts, EUA). 36 Esta es una afirmación hecha por Jorge Ferrari Hardoy en una conferen-
24 Ver dibujos fechados en mayo de 1951 y alojados en los archivos de La cia dictada en Buenos Aires, en 1965; el texto de la conferencia es inédito,
Fondation Le Corbusier (FLC, dosier R2-15). pero fue citado por F. Liernur y P. Pschepiurca en La Red Austral, p. 177.
25 Para una síntesis de las diferencias entre Sert y Le Corbusier, sobre todo El texto completo de la conferencia está alojado en los archivos de Ferrari
aplicada al caso de Bogotá, ver: Carlos Eduardo Hernández Rodríguez: Hardoy (AJFH, Cambridge, Massachusetts).

De la pampa al altiplano: los planes directores de Le Corbusier en América | Alejandro Lapunzina 65


Le Corbusier, proyecto para el Plan Director (1950): primera y segunda etapas de ejecución a escala metropolitana. © FLC Archivo Pizano.

Segunda parte
BOGOTÁ
Bogotá, 1940-1950: hacia la modernización
Alberto Saldarriaga Roa

zador del mundo privado, visibilizado entre otras cosas en


las obras de ingeniería y arquitectura.
Entre 1940 y 1950, Bogotá tuvo un aumento conside-
rable de población. El censo de 1938 dio una cifra aproxi-
mada de 330.000 habitantes y el de 1951 registró 715.000
ciudadanos. Los planos urbanos de ese periodo muestran
una ciudad de forma alargada en sentido norte sur, adosada
a los cerros orientales y todavía distante del río Bogotá. El
crecimiento de la década se manifiesta en la una prolonga-
ción acentuada del extremo norte, una menor del extremo
sur y brotes urbanizados en el borde occidental. Las rutas
del tranvía y algunas vías importantes, como la carrera 7.a,
la avenida Caracas y la avenida de Las Américas enlazaron
Plano de Bogotá, plan para cinco años, ese tejido urbano y propiciaron su desarrollo.1
publicado por Marcela Cuéllar y Ger- El paisaje urbano de Bogotá, según fotografías de la épo-
mán Mejía Pavony, Atlas histórico de ca, era el de una ciudad de mediano tamaño, de baja altura,
Bogotá: cartografía, 1791-2007, Alcal- rodeada por la naturaleza agreste de los cerros orientales y
día Mayor de Bogotá, Planeta. Bogotá
la amplia extensión verde de la sabana. Sobresalían en ese
(2007).
paisaje las edificaciones de mayor altura localizadas en el
La ciudad de Bogotá se transformó radicalmente a lo largo ción pública, la educación, la salud y la cultura, entre otros. sector bancario de la avenida Jiménez de Quesada y los es-
del siglo XX. Al comienzo del siglo, conservaba todavía su Los pequeños grupos intelectuales y artísticos de la época pacios verdes de los parques del Centenario, la Independen-
apariencia colonial y apenas iniciaba el recorrido hacia el se inclinaron hacia las ideas de izquierda y miraron con inte- cia y el mayor de todos, el Parque Nacional. En los barrios
mejoramiento de las condiciones de sus servicios públicos, rés algo tardío las propuestas de las vanguardias europeas y residenciales construidos después de 1930 se desarrolló la
del transporte colectivo, de las comunicaciones y en general norteamericanas. El sector privado, impulsado por los avan- arquitectura doméstica «estilo inglés» que caracterizó el sec-
de la calidad de vida de al menos un sector de su población. ces del capitalismo, encontró en la banca, la industria, el tor norte de la ciudad desde entonces. En las publicaciones
Una idea embrionaria de modernización estaba presente en comercio y el entretenimiento, horizontes de modernización de la época se pueden apreciar distintas imágenes de este
esos intentos, avanzó gradualmente y cobró una fuerza es- y se aproximó a ellos. Se estableció así una concepción bi- paisaje.2 Le Corbusier visitó Bogotá antes y después de los
pecial hacia 1930, cuando el Gobierno Nacional, a cargo del céfala de la modernización y del progreso, una liberalizante, disturbios del 9 de abril de 1948. La ciudad que visitó en 1951
Partido Liberal, la adoptó como un propósito oficial. En los si- otra conservadora. El giro del país hacia el conservatismo, no era la misma que conoció en su primera estadía; el país
guientes quince años se intentó arraigar el espíritu moderni- después de 1945, descartó el contenido socializante de los tampoco era igual. El ambiente político, enrarecido después
zador en diversos sectores de la vida nacional: la administra- gobiernos anteriores y buscó fortalecer el enfoque moderni- del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, se debió manifestar

68 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


de un modo u otro en la recepción de su trabajo. Los signos
de destrucción del centro de Bogotá eran demasiado visibles
como para ser ignorados. ¿Percibió Le Corbusier esos cam-
bios? ¿Influyeron en algo en la versión final del plan?

La modenización visibilizada

Los signos evidentes de modernización de la ciudad entre


1940 y 1950 no fueron abundantes, pero algunos de ellos fue-
ron bastante significativos. La celebración, en 1938, del cuar-
to centenario de fundación de la ciudad había motivado ya
algunos avances importantes, uno de ellos, el de la puesta en
funcionamiento del acueducto de Vitelma, el primero efecti-
vamente moderno en la historia de la ciudad. Las obras inau-
guradas en ese año incluyeron escuelas y colegios, parques,
instalaciones deportivas, algunos barrios de casas para obre-
ros y empleados y un plan bastante completo de tratamien-
to del borde oriental del centro, planeado por Karl Brunner,
quien lideró prácticamente todas las obras realizadas.
En la Ciudad Universitaria, trazada por Leopoldo Rother
y Fritz Karsen, se dio un primer avance en la planeación
moderna de la Bogotá, con un plan integral de desarrollo
urbanístico y arquitectónico de un gran globo de terreno lo-
calizado en la periferia occidental de la ciudad. En la traza
se advierten ciertos ecos del academicismo precedente, en
especial en la disposición simétrica de las vías y de los edi-
ficios. En la práctica, estos se liberaron como unidades in-
dependientes y en cada uno de los primeros, sin abandonar
los principios de la simetría, se aplicó un tratamiento formal
análogo, pero no idéntico; Rother exploró algunos principios
de arquitectura de Le Corbusier en las porterías y en las ca-
sas para profesores y proyectó posteriormente, en 1945, el
edificio de la imprenta, una obra original e interesante con
un lenguaje formal completamente ajeno al de sus primeras
obras. La Ciudad Universitaria fue un ejercicio urbanístico
especial completamente distinto del modelo de desarrollo
aplicado en el resto de Bogotá, basado en la construcción
de «urbanizaciones» o «barrios» por parte de empresarios Fotografía del barrio La Merced en Bogotá, publicado en: Consuelo Mendoza de Riaño, Bogotá, la ciudad, Gamma, Consuelo Mendoza, fotografía de Daniel
privados, consistente en la delimitación de calles, manzanas Rodríguez, 2006.

Bogotá, 1940-1950: hacia la modernización | Alberto Saldarriaga Roa 69


y predios, con la dotación exigida de parques y algunos ser- Le Corbusier y el espíritu modernizador artículo titulado «El otro Corbusier», en el que trató sobre la
vicios comunitarios. Unos pequeños desarrollos de vivienda pintura y la escultura del arquitecto suizo. Más interesante
en serie para obreros y empleados fueron llevados a cabo La primera visita de Le Corbusier no fue fortuita: se le in- es el tercer número de Proa, cuyo contenido se dedica al
por dos instituciones públicas municipales, el Instituto de vitó expresamente para atender su oferta de elaboración tema «Bogotá puede ser una ciudad moderna», concentra-
Acción Social y la Caja de la Vivienda Popular, y por otra de del plan de la ciudad. Le Corbusier era reconocido como do en la «reurbanización de la plaza central de mercado y
orden nacional, el Banco Central Hipotecario. Entre esos ba- un gran maestro en el medio universitario y profesional, pero de las 16 manzanas vecinas», un proyecto ambicioso de
rrios sobresale el Modelo del Norte, trazado por Karl Brunner, era poco conocido en los círculos políticos y económicos. Su renovación urbana que comprendía desde la calle 7, al sur,
en el que se aplicaron algunas normas derivadas del Decre- visita, aparte de entusiasmar a los estudiantes de Arquitec- hasta la calle 11, al norte, y desde la carrera 9.ª, al orien-
to Legislativo 380 de 1942, en el que se formuló y reglamentó tura de la Universidad Nacional, se orientó a la motivación te, hasta la carrera 12, al occidente. El proyecto se planteó
la propuesta de «Barrios Populares Modelo», una interpreta- de los sectores gubernamentales y privados hacia una mo- como un conjunto de edificios repetitivos de gran altura, de
ción colombiana de las «unidades vecinales» seguidoras de dernización radical de la ciudad modelada de acuerdo con una manzana de extensión, apoyados sobre plataformas
las ideas de los urbanistas Clarence Perry y Clarence Stein y sus ideas. bajas, con espacios verdes interiores y un gran parque.3
aplicadas ya en varias ciudades estadounidenses. Tres planes urbanos antecedieron la primera visita de Le De la propuesta publicada en Proa se deduce que para
El Instituto de Crédito Territorial avanzó en el desarrollo Corbusier. Uno de ellos fue el plan vial y de zonificación, ela- sus autores una porción apreciable del centro histórico de
y actualización de esa propuesta y, en la Unidad Vecinal borado en 1944 por el ingeniero Alfredo Bateman durante la Bogotá era susceptible de ser demolida para convertirse en
de Muzú, en 1948, aplicó un nuevo modelo urbanístico, el alcaldía de Jorge Soto del Corral y conocido con el nombre un fragmento de ciudad moderna. En ningún momento se
de las supermanzanas, interconectadas exteriormente por Soto-Bateman. La Sociedad Colombiana de Arquitectos for- manifestó interés por su valor patrimonial. Esa actitud era
dos únicas vías vehiculares e interiormente por una red de muló al año siguiente una contrapropuesta que no llegó a propia del enfoque moderno de transformación de sectores
senderos peatonales integrados a las áreas verdes libres. ser adoptada, lo mismo que la propuesta vial publicada por antiguos que el mismo Le Corbusier había ejemplificado con
Unos pocos años después, en la Unidad Vecinal Quiroga, Carlos Martínez Jiménez en la revista Proa, en 1946. Los tres su famoso Plan Voisin de París. El encuentro entre el arqui-
y luego de las visitas de Le Corbusier y Josep Lluís Sert, el planos fueron modernos a su manera, pero no respondieron tecto suizo y sus jóvenes colegas colombianos tuvo entonces
modelo se perfeccionó en algunos aspectos, antes de ser a un proyecto de ciudad propiamente dicho. No se tiene muy afinidades que facilitaron la propuesta mucho más radical del
abandonado casi por completo. En ambas obras, el institu- claro si algunas de las ideas contenidas en esos planes influ- arquitecto suizo para el futuro centro cívico de Bogotá.
to ensayó sistemas de prefabricación de piezas en concre- yeron en alguna medida en la propuesta de Le Corbusier.
to reforzado, en un primer intento de industrialización de la La noción moderna del «plan» se había difundido tanto
construcción. desde la academia como desde el gremio profesional de la Bogotá pos-Corbusier
En otro ámbito de trabajo, algunas firmas incipientes de arquitectura. La cátedra de Urbanismo se estableció en la
arquitectura e ingeniería adoptaron rápidamente los princi- Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional desde El conjunto de factores anteriormente descritos permite en-
pios funcionales y técnicos de la arquitectura internacional 1938. Sus principales impulsores fueron Karl Brunner, Carlos tender que en el momento de la primera visita de Le Cor-
y tuvieron a su cargo la realización de encargos de alguna Martínez Jiménez y Herbert Ritter. Los dos últimos adhirieron busier a Bogotá, ya existía en diferentes esferas políticas,
envergadura. Sobresale entre ellas la firma Cuéllar Serrano prontamente a las ideas del urbanismo moderno y eventual- académicas, culturales y empresariales un ánimo favorable
Gómez, establecida en 1939, que hacia 1948 proyectó y mente se distanciaron de las propuestas de Brunner, califi- hacia la modernización. Es importante acentuar la importan-
construyó dos edificios significativos por sus avances téc- cadas como «academicistas». Es significativo que la revista cia de los hechos sucedidos entre 1947 y 1950, que afecta-
nicos: el Hospital de San Juan de Dios y la sede de la Caja Proa –fundada en 1946 por Martínez Jiménez, junto con Jor- ron no solo a la ciudad sino también al país. En la década si-
Colombiana de Ahorros. En el primero se aplicó un sistema ge Arango Sanín y Manuel de Vengoechea, que se dedicó a guiente, la población bogotana aumentó en forma explosiva
novedoso de construcción de entre piso de concreto, el «reti- temas de «Urbanismo, Arquitectura e Industrias» [sic]–, en y en 1964 llegó a la cifra de un 1.700.000 habitantes, más del
cular celulado», diseñado por el ingeniero italiano Doménico su primer número incluyera un artículo firmado por la promo- doble de la existente en 1951. Buena parte del crecimien-
Parma Marré. En el segundo, el más alto de ciudad en su ción de arquitectos de 1945, titulado «Para que Bogotá sea to poblacional se debió a la llegada masiva de inmigrantes
momento, se empleó una estructura de acero importada de una ciudad moderna» y que en el segundo número, fechado expulsados de las áreas rurales por la violencia política que
Estados Unidos, lo que aceleró notablemente su ejecución. en septiembre de ese año, José de Recasens escribiera un alcanzó niveles de crueldad nunca antes conocidos en Co-

70 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


lombia. Durante la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla (1953-
1957), se realizaron dos obras de gran impacto urbanístico
en el eje oriente-occidente: el Centro Administrativo Oficial
y el Aeropuerto El Dorado, y se construyó la autopista nor-
te como prolongación de la avenida Caracas. Estas obras
no estaban previstas en la versión definitiva del plan de Le
Corbusier, traducido a términos prácticos por la firma Wiener
y Sert. El cambio de lugar del Centro Cívico, del centro a
la periferia de la ciudad, fue uno de los signos de abando-
no de la propuesta de Le Corbusier, la que fue retomada y
modificada algunos años después por los arquitectos de la
oficina de Planeación de la ciudad. Luego de la dictadura, la
planeación de la ciudad adquirió otro rumbo y se inició una
cascada de planes que ha concluido parcialmente con el
Plan de Ordenamiento Territorial vigente. El fantasma de Le
Corbusier ha estado presente en todos ellos.

Alberto Saldarriaga Roa: arquitecto por la Facultad de Artes de la Universi-


dad Nacional de Colombia (1965). Especializado en Vivienda y Planea-
miento en el Centro Iberoamericano de Vivienda en Bogotá. Realizó cur-
sos de Planeamiento Urbano en la Universidad de Michigan (EUA).
Es autor de varias publicaciones, entre las que se destacan: Habitabilidad
(1976), Arquitectura y cultura en Colombia y Arquitectura para todos los
días, (1986), Arquitectura popular en Colombia: herencias y tradiciones,
con Lorenzo Fonseca (1988); Arquitectura fin de siglo, Aprender Arquitec-
tura y el CD-Rom Bogotá CD (1992); Bogotá siglo XX: urbanismo, arquitec-
tura y vida urbana (2000). En 2005 fue reconocido por el premio América
en la categoría de Teoría en IX Seminario de Arquitectura Latinoamericana
reunido en México. Ha ganado varias bienales en Colombia y el Ecuador.
Ha sido profesor en las universidades Nacional de Colombia y Andes y
coordinador académico del Programa de Maestría en Historia y Teoría
del Arte y la Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia (1989-
2005). Actualmente, es decano de la Facultad de Ciencias Humanas, Arte
y Diseños de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.

Propuesta para la plaza central de mercado y de las 16 manzanas vecinas, publicado en la revista Proa en su tercer número «Bogotá puede ser una ciudad mo-
1. Marcela Cuéllar y Germán Mejía Pavony, Atlas histórico de Bogotá: carto-
derna: reurbanización de la plaza central de mercado y de las 16 manzanas vecinas», Los autores de la propuesta fueron: Luz Amorocho, Enrique García, José
grafía, 1791-2007. Alcaldía Mayor de Bogotá, Planeta, 2007.
J. Angulo y Carlos Martínez.
2. Guillermo Hernández de Alba, Álbum de Bogotá, 1938, Sociedad de Me-
joras y Ornato de Bogotá, Litografía Colombia, Bogotá, 1948.
3. Los autores de la propuesta fueron Luz Amorocho, Enrique García, José
J. Angulo y Carlos Martínez.

Bogotá, 1940-1950: hacia la modernización | Alberto Saldarriaga Roa 71


Notas para un contexto sobre el Plan Piloto y el Plan Regulador de Bogotá
Hernando Vargas Caicedo

Pero sobre todo, lo que se necesita es un cambio de actitud Evolución urbana hasta la Segunda Guerra Mundial de Ricardo Olano expresaba la preocupación del empresa-
mental. Una vez nos hayamos convencido verdaderamente rio parcelador por acometer ensanches urbanos dentro de
de que la época de las ciudades es una realidad y de que En el lento siglo XIX, el único plan de ensanche que se re- un marco conscientemente organizado de ciudad futura, be-
van a crecer, que la mayoría de nosotros vamos a pasar la cuerda es el del general Mosquera para Bogotá, en tiempos biendo en las experiencias internacionales. Olano, después
mayoría de nuestras vidas en las ciudades, que una densi- de la euforia especulativa desatada por la desamortización de asistir a la Conferencia Internacional de Habitación y Ur-
dad alta es conveniente económicamente y que es posible de bienes de manos muertas.2 Las ciudades mayores de Co- banismo en París, en 1928, donó sus libros sobre el tema a la
sin congestión, que el carácter y la distinción de una ciudad lombia habían empezado a mostrar signos de hacinamiento Escuela de Minas, a condición que se dictara un curso sobre
afecta nuestro bienestar y que, tal como en muchas ciuda- y deterioro al final del siglo XIX, cuando una primera serie la materia.6
des europeas, cuando construyamos debe ser de modo de industrias y mejoras anunciaban nuevos moldes y proble- Después de Medellín, Bogotá y Cali entraron en ese mo-
duradero y que se ajuste a un patrón armónico y no algo mas.3 Ya los tranvías habían señalado el impacto que sobre vimiento de adhesión a planes de ensanche, cuando los
improvisado que tenga que ser tumbado a los pocos años. el tamaño y forma urbana podían tener los recientes medios, recursos de la expansión económica de los veinte, que su-
Si somos capaces de efectuar esta revolución mental, enton- según modelos como Chicago o Buenos Aires.4 No tenía Bo- maban dineros públicos de la indemnización de Panamá y
ces se seguirá de por sí la revolución de nuestro medio am- gotá, como São Paulo, el empuje de grandes promotores, fondos bancarios locales e internacionales, permitieron con-
biente físico, podremos guiar nuestros destinos de un modo como los de la Companhia City, que adelantaran las enormes tratar diversas mejoras en acueductos, plazas de mercado,
concienzudo y racional, o tendremos que permanecer en urbanizaciones de Jardim America bajo los postulados de la establecimientos de educación y avenidas. Fue también el
manos de fuerzas ciegas. Esta es, en esencia, la cuestión.1 ciudad-jardín, desde 1912.5 Las primeras zonas de barrios tiempo en que se advirtieron estándares foráneos para pai-
obreros, la promoción de urbanizaciones en ensanches, la sajismos y pavimentaciones en concreto, como las de El Pra-
Este texto se propone ordenar y sugerir elementos de refe- aparición y extensión de nuevas redes de energía, acue- do o urbanizaciones como La Mutualidad.7
rencia infrecuentemente advertidos en la creciente literatura ducto, teléfonos y transporte público, expresaban cómo el Antes de los urbanistas, era este tiempo de arquitectos-
que se ha venido dando en los años recientes sobre la géne- crecimiento poblacional y la especialización de los centros ingenieros como Enrique Uribe Ramírez, que en todo el con-
sis y momentos en que el Plan Piloto y el Plan Regulador de urbanos del tiempo republicano demandaban más espacio y tinente lideraban propuestas de mejoramiento. No debe olvi-
Bogotá se desenvolvieron. Se presume que estos procesos mejores estándares. Por otra parte, era claro que aparecían darse que el ingeniero de Ponts et Chaussées Maurice Ro-
fueron resultado de más extensas incubaciones y confronta- indicios normativos sobre control edificatorio, esfuerzos por tival fue encargado del plan para Caracas desde finales del
ciones de distinta naturaleza. Entre estos criterios, se plantea levantar planos técnicos, campañas higienistas a favor de gomecismo.8 La presencia de la banca internacional para
que la conciencia sobre las necesidades y opciones de mo- arborizaciones y saneamientos. suplir la débil capacidad local en recursos financieros cre-
dernización urbana había explorado por un tiempo opciones Con la llegada de los ferrocarriles a las ciudades colom- cía para apoyar obras de infraestructura urbana enfrentadas
y modelos con diversos esfuerzos de adaptación. Por último, bianas (Barranquilla, 1871; Bogotá, 1889; Medellín, 1914; a un ritmo de crecimiento industrial y proceso de urbaniza-
se proponen algunas lecciones eventualmente aprendidas. Cali, 1915), se había acentuado el problema de definir su ción que tomaba momento en los treinta. En raras ocasiones,
dirección. En medio de una generación de promotores in- como en Barranquilla, esto derivó en modelos avanzados
mobiliarios con negocios múltiples y de origen rural, como de gestión de servicios municipales. A su turno, la vivienda
Nemesio Camacho o José María Sierra, una figura como la obrera, que había sido vista en sus primeras legislaciones

72 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


como problema de presupuestos públicos y organizaciones que era necesario confirmar vías y parques lineales para su el Muña, Neusa y Sisga– proyectos que ofrecían suministro
de fomento, tras el débil efecto de las primeras iniciativas conservación. En suma, la de Brunner era una operación in- de agua y energía para esta ciudad que se resistía a pagar
tomaba la atención de nuevas instituciones públicas, local y trovertida sobre la ciudad existente, con ensanches localiza- contribuciones y obras.13 Brunner ya advertía que los cerros
nacionalmente. dos, de cirugías arduas, de nuevas conexiones localizadas se habían ocupado indebidamente, que debían excluirse de
En la égida del Respice Polum de Marco Fidel Suárez, es que tropezaban con el impacto que, en sus propias pala- allí industrias y que era necesario conformar vías y parques
significativo que el presidente Olaya Herrera (1930-1934), bras, tenía la misma valorización urbana.9 Hay que recordar lineales para su conservación.
previamente embajador en los Estados Unidos, determinara que Brunner y Humeres ya habían desarrollado en Santiago La industrialización local se había acentuado en los trein-
que Bogotá tuviese un primer plan urbano orientado a códi- un plan que se consideró como segregador de barrios popu- ta con estímulo estatal y se disparó en los cuarenta con las
go de urbanismo a partir del alto prestigio de Bartholomew, lares, estetizante en los edificios públicos e ingenuo en sus oportunidades que para la manufactura ofreció la guerra. El
pionero de la nueva profesión en Norteamérica. Y que, en proyecciones demográficas, aunque se reconozca su insis- comercio se había modernizado difícilmente, sin nuevo es-
una circunstancia aún no plenamente aclarada cómo, con tencia en la herencia de parques.10 pacio, se había dispersado linealmente. Los mercados per-
su importante responsabilidad en encargos en Chile, Karl Brunner había expandido su acción a Cali, donde se encar- manecían en el centro, con impacto unánimemente señala-
Brunner llegara a Bogotá para dirigir de la significativa Ofi- gó de urbanizaciones como Versalles, Miraflores y Santa Isabel; do en todas las propuestas de mejoramiento. En su ínsula
cina de Urbanismo, en 1933. En tiempo muy corto, la ilustra- contrató en 1944 el Plan Regulador de la Ciudad Futura y se de entonces, el nuevo campus de la Universidad Nacional y
ción de Brunner, que educaba al Concejo en su exposición enfrentó a las presiones de los urbanizadores que se resistían al el estadio representaban la modernidad.
en el Teatro Colón en 1937, hizo posible que con iniciativas bloqueo de nuevas licencias mientras se maduraba el plan que
nacionales, municipales y privadas se formaran criterios, en- fuera finalmente adoptado por la ciudad, en agosto de 1947.11
sanches, barrios y espacios públicos inéditos. El urbanismo La capital estaba además en la mente de los políticos, De la guerra al Plan Piloto
de Brunner, bajo el epígrafe de Mumford, era una forma de de los médicos y de los ingenieros. Con alta inestabilidad de
alta cultura, de sentido de organización cívica, política, esté- los alcaldes, pocos casos, como los de Jorge Eliécer Gai- Con las convulsiones que en la economía causaba el con-
tica y técnica. El profesor austriaco acumulaba ideas euro- tán, Germán Zea y Carlos Sanz de Santamaría, entusiasta flicto internacional, el empresariado había empezado a or-
peas, norteamericanas y aun suramericanas sobre la mejor de los alcantarillados, aportaban mandatos suficientes para ganizar su acción colectiva en la ANDI y Fenalco, y la legis-
ciudad posible, en un esfuerzo de experto que aspiraba a proponer y realizar mejoras antes de las alcaldías por venir lación laboral y social reconocían gradualmente novedades
totalizar esas sensibilidades en el Plan Regulador. de desarrolladores como Mazuera Villegas, Trujillo Gómez en medio de controversia política. El país rural anunciaba su
y Salazar Gómez.12 Detrás de Medellín, que tenía fuerza hi- conversión a la Colombia de ciudades de la segunda mitad
La Bogotá que Brunner aconsejaba en los treinta tenía cla- droeléctrica sobrante desde 1932, Bogotá soñaba con un del siglo y el Estado asumía tareas en industria, vivienda,
ras cojeras. Era la inmensa aldea sin servicios municipales. acueducto moderno que cosechó en Vitelma, a pesar de lo salud, turismo, transporte, educación, que venían compro-
Aparte de los sectores de piedemonte que reclamaban sa- cual padeció, sometida a la curva de veloz urbanización de metiendo recursos económicos y humanos de importancia
neamientos, había creciente congestión por la extensión los treinta y los cuarenta, de crónicos racionamientos hasta en sucesivas series de iniciativas. Un Estado fuerte, tomado
centro-norte, localización inapropiada de vetustos edificios poder cumplir con abastecimiento del río Bogotá, solamente por el partido de turno, con ganas de presentar resultados en
públicos, falta de parques, bloqueo vial, ausencia de una a finales de la década siguiente. la tarea indiscutida de la modernización y, en particular, en la
dirección de crecimiento deliberada, industria desordenada Debe recordarse que la casa Pearson ya había levantado vitrina de la capital.
en un amplio territorio. Lo que se esperaba que tuviera la el primer plano para el proyecto moderno de acueducto en Hernando Vargas Rubiano, electo presidente de la SCA a
capital para 1950, después de la bendición de obras como 1907, pese a lo cual, en 1954, se daba la queja de que la principios de 1947 y miembro del primer grupo de egresados
las que el IV Centenario de 1938 significaba, era una serie capital no conocía las redes que tenía y que su alcantarillado de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional,
de parques interconectados, nuevas localizaciones para tres era apenas de la tercera parte del área urbana señalada en en 1941, recordaba asiduamente que esta agremiación que-
mercados principales, estaciones de trenes y de buses, ba- el Plan Piloto, con graves deficiencias en las áreas centrales, ría hacerse crecientemente visible e influyente como aconte-
rrios obreros saneados, fábricas, talleres y depósitos orga- con zanjones inmundos. Desde 1940, con el apoyo del gurú ciera desde su crítica al plan Soto-Bateman, en 1943.14 Al ver
nizados. Brunner advertía que los cerros se habían ocupa- internacional en geotecnia, el profesor Arturo Casagrande, en el periódico El Tiempo la noticia sobre la visita de Le Cor-
do indebidamente, que debían excluirse de allí industrias y de Harvard, en Vitelma se fueron dando en la periferia –en busier con Rockefeller y Eduardo Zuleta Ángel al predio para

Notas para un contexto sobre el Plan Piloto y el Plan Regulador de Bogotá | Hernando Vargas Caicedo 73
Urbanizaciones
1. Palermo, 1934
2. Anteproyecto El Campín, 1934
3. El Retiro, 1939
4. Medina, 1935
5. Barrio Obrero, centro social y deportivo, 1935
6. Proyecto El Campín
7. San Luis, 1936
8. El Bosque Izquierdo, 1936
9. Barrio El Centenario, 1938
10. Ciudad del Empleado, 1942
11. Ciudad Satélite, 1942

Ensanches y planes viales


12. Estudio sobre el ensanche sur, 1934
13. Estudio sobre el ensanche occidental, 1934-1935
14. Estudio del ensanche de la Calle Real, 1935
15. Estudio sobre la construcción de la avenida Central, 1935
16. Plan vial para Bogotá, 1936-1937
17. Apertura de vías, 1934
18. Plano regulador y ensanche de Bogotá
19. Regulación de la avenida Caracas
20. Regulación de la avenida Jiménez

Equipamientos
21. La Media Torta
22. Jardines de la Escuela Bellavista
23. Estadio El Campín
24. Monumento a Humboldt
25. Clínica de emergencia
26. Proyecto de un hotel diurno (subterráneo)
27. Terraza mirador Paseo Bolívar
28. Prolongación de la calle 26
29. Paraderos para el tranvía
30. Kioscos para el Paseo Bolívar

Parques
31. Parque Paseo Bolívar
32. Parque calle 13, carrera 26
33. Plaza de Nariño
34. Parque Santander
Karl Brunner, proyectos y urbanizaciones para Bogota, sobre el plano de 1941, elaborado por el equipo de investigación dirigido por el arquitecto Fernando Cortés Larrea- 35. Parque Santa Sofía
mendy y publicado en el catálogo de la exposición «Karl Brunner – Arquitecto Urbanista, 1887-1960», en el Museo de Arte Moderno de Bogotá, mayo de 1989. 36. Parque San Martín
37. Parque San Diego
38. Parque forestal El Salitre
39. Bosque Panamericano
40. Parque San Fernando
41. Parque barrio La Estrella
42. Parque Bosque Calderón Tejada
43. Parque 20 de Julio
44. Parque Los Rosales
45. Avenida Sebastián de Belalcázar

74 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


el proyecto de Naciones Unidas en Nueva York, tuvo la idea el trámite y uso de los diez millones de dólares que el Banco aunque Le Corbusier y Sert lo mencionaron varias veces en
de que la SCA comprometiera al Gobierno Nacional y a la Internacional de Reconstrucción y Fomento había aprobado la correspondencia de los planes que se les encargaron,
Alcaldía de la ciudad para que el arquitecto y urbanista visi- para la reconstrucción de la ciudad, adaptar y adoptar una este original instrumento de financiamiento y administración
tara Bogotá, dictara conferencias y se le encargara asesorar ley de propiedad horizontal inspirada en la experiencia chi- de proyectos urbanos, sin duda heredero de los sistemas
el desarrollo urbano que, entonces, advertía el agotamiento lena y necesaria para regular nuevos tipos de desarrollos, coloniales de derrama para obras públicas, no se cuantificó,
de la estrella de Brunner. Dada la amistad de Zuleta y Le catalogar y visibilizar los materiales de la industria local de analizó o incorporó formalmente a esas propuestas. En un
Corbusier, fue fácil interesar al arquitecto europeo, aunque construcción, actuar frente a las autoridades para reclamar memorando confidencial sobre valorización, de 1950, se se-
resultara insólito entonces que el alcalde Mazuera, de futu- definiciones técnicas y urbanísticas que el rápido desarrollo ñalaban criterios eventuales para su aplicación.20
ras grandes realizaciones en el cargo y como desarrollador urbano planteaba.16 Consecuencia inmediata fue la comisión Sin embargo, no hay duda de que había aprendizajes
inmobiliario, lo desconociera del todo. Con la compañía de que Serrano, Ritter y Arango conformaron para enfrentar la de los foráneos en Colombia. En los cuadernos aparecen
Gabriel Serrano y Gabriel Largacha, Vargas Rubiano puso en reconstrucción y que tanteó la eventual integración predial referencias a Pizano y la bóveda catalana y en las corres-
marcha este contacto, que culminó en la mitológica primera sobre la carrera séptima como forma de renovación de sec- pondencias de Le Corbusier, Wiener y Sert se hacen elogios
visita de Le Corbusier. Ausente Vargas Rubiano por duelo tores comerciales destruidos. Brilló en ese momento la furia a las bóvedas de Solano, al entusiasmo y calidades de los
familiar, en el homenaje a Corbu en el Hotel Granada, Lar- contra Brunner en Proa, con el respaldo de Rotival, que acre- equipos de jóvenes. Dentro de estos, había temperamentos
gacha leyó el discurso del presidente de la SCA en el que ditaba que los arquitectos bogotanos no requerían sino una distintos, como los de Gaitán Cortés o Arbeláez Camacho.
se elogiaba la arquitectura y el urbanismo del visitante y se tutoría espaciada de consejeros internacionales.17 El primero, tecnócrata, político, se interesaba con Sert, des-
le declaraba miembro honorario de la misma. Maestro de su El periodo presidencial de Mariano Ospina Pérez se ha- de Tumaco, en los planes urbanos. Sus múltiples roles como
generación, era su obra, en sus palabras, realización per- bía mostrado como propicio para el mejoramiento urbano. profesional, funcionario público, industrial y académico pa-
durable y doctrina orientadora. Vargas Rubiano recordaba El presidente había fundado desde 1933 una exitosa empre- recían ejemplificar la ambiciosa tarea por traer al medio el
los comentarios de Le Corbusier en la cima de Monserrate sa urbanizadora y constructora, que se había apoyado en estado del arte internacional. Germán Téllez nos habla sobre
sobre proyecciones de población de la ciudad, que no al- Brunner para muchos de sus nuevos barrios y apoyaba, a su decano de entonces21 (ver nota 6) y sobre la protuberan-
canzaría el millón de habitantes, y su admiración por la obra través de sus ministros de Obras Públicas, programas sus- te diferencia entre la fe corbuseriana que Germán Samper
de transformación del Panóptico en Museo Nacional que se tanciales de modernización de la infraestructura.18 Por en- mostraba frente a la crítica que Francisco Pizano sostenía
preparaba para la IX Conferencia Panamericana de 1948. tonces, en Medellín se había dado un proceso original para respecto del esfuerzo del plan.22 Al cabo de intensa carrera,
En la euforia de su primera visita, Le Corbusier fue inte- el desarrollo urbano. A partir de una ley de 1920, empre- en 1966 culminaba Gaitán Cortés su reconocida alcaldía con
resado por el ICT para participar en el barrio Los Alcázares sarios antioqueños encabezados por Jorge Restrepo Uribe un plan de la ciudad para los siguientes 25 años.
y para desarrollar la industria de prefabricados en Colombia habían gestionado una ley nacional que permitiera llevar a
con el apoyo de ATBAT, cooperativa multidisciplinaria que cabo obras de mejoramiento por valorización.19 Aunque al Como primer director de la Oficina del Plan Regulador, hasta
se había formado alrededor del taller de Le Corbusier con principio estas se hacían primero y las contribuciones de los noviembre de 1949, Herbert Ritter había atendido la reunión
gran prestigio en la Unidad de Marsella.15 Pasó un tiempo predios gravados se recaudaban después, el instrumento se de Cap Martin en agosto de ese año y mantenido corres-
importante para que Le Corbusier estuviera efectivamente formalizó a través de una oficina municipal que tuvo desta- ponsalía con los equipos de París y Nueva York. En 1949,
a cargo del Plan Piloto de la ciudad. Se habían atravesado cados logros en obras, como canalizaciones de quebradas en la correspondencia sobre el Plan Piloto, se anunciaba el
muchas cosas, intereses, pero sobre todo, el 9 de abril de y nuevas vías. Restrepo invitó a Le Corbusier a Medellín para estudio sobre servicios públicos de la oficina del Plan Regu-
1948, que produjera una serie de incendios y saqueos en el interesarlo en hacer un plan piloto para esa ciudad, pensan- lador donde se explicaba que el río Bogotá era esencial para
corazón de la ciudad. Esta situación demandó acelerar ac- do que el costo del estudio podría recogerse posteriormente las redes de servicios públicos, para producir casi toda la
ciones diversas. En la orilla profesional, se formó en junio de en las mismas obras que la valorización gestionara. La valo- electricidad de Bogotá y formar la base de la irrigación en la
ese año el Colegio de Ingenieros y Arquitectos, antecesor de rización de los antioqueños quiso extenderse a Bogotá, Cali sabana. Era central dentro de las recomendaciones empezar
la futura Cámara Colombiana de la Construcción, que agru- y Barranquilla en los años siguientes, con desigual suerte, los estudios sobre el río y crear una comisión del río consti-
paba profesionales de la ciudad dedicados a la edificación. debida quizás a culturas y políticas locales que contrasta- tuida por los responsables de servicios y los de la higiene en
Varios cometidos principales se planteaban, como gestionar ban con la tradición asociativa de la región. En todo caso, Bogotá.23

Notas para un contexto sobre el Plan Piloto y el Plan Regulador de Bogotá | Hernando Vargas Caicedo 75
Desde noviembre de 1949 lo sucedía Arbeláez, que ve- mación obtenida en la gira de los arquitectos encargados a toria, desde 1538 hasta 1938. Se había proyectado la ciudad
nía de la Dirección de Edificios Nacionales y era uno de los México,28 y se daba un total hermetismo sobre la aparición y se había construido su historia eventual.
miembros del CIAM, garantía para los consultores.24 Se mos- en Bogotá del CINVA desde 1951, convirtiéndose en una es-
traba acucioso para atender las presiones locales en vías y, pecie de antimodelo para el enfoque CIAM, como escuela de
sobre todo, en validar los desarrollos que la propia oficina técnicos que apostaba a la mezcla disciplinaria, a la zonifica- Después de los urbanistas, los economistas
del OPRB adelantaba. Conservador, mantenía una cerca- ción mezclada, a la participación comunitaria, al desarrollo
nía clave con la Alcaldía y la Presidencia (ver nota 8). Con tecnológico con medios locales.29 En la defensa del Plan Piloto, la OPRB declaraba su evangelio:
Francisco Pizano y un equipo creciente de arquitectos e in- Se ha intentado interpretar el proceso de cercanía y ale- Con la llegada de la industria y el automóvil, las calles se
genieros, la OPRB con plantas crecientes de personal venía jamiento del grupo de Proa respecto del Plan Piloto. Historia hicieron estrechas, el perímetro y el radio de acción urba-
transmutándose de grupo de pupilos a crítico o competidor de confusiones y pocas gratitudes, habría empezado con no se ampliaron repentinamente y los campos y las aldeas
en ideas y desarrollo de prototipos, como los de las unidades el asesinato del padre cuando se relegó a Brunner, maestro fueron abandonados por las promesas de la ciudad nueva.
vecinales. La OPRB hacía sus pinos ensayando esquemas que perdía sucesivamente control sobre sus propuestas en Las consecuencias fueron el destrozo de la armonía exis-
de vecindarios con edificios tipo unité, lo que parecía a TPA Bogotá, Medellín y Cali. Es posible que el enfriamiento y tente, la ciudad empezó su desarrollo sin orden ni razón,
algo positivo en sus principios, por lo que habría que dejarlos posterior crítica de Martínez al Plan Piloto se debieran tam- hasta adquirir una extensión anormal. Los intereses privados
hacer hasta verlos con Le Corbusier.25 El ensamblaje técni- bién a cuestiones de la política partidista. Claramente, el especularon con urbanizaciones cada vez más alejadas, y
co que suponía la OPRB permitía disponer de informaciones plan y sus reportes intermedios estaban sometidos a una en el momento actual la ciudad se encuentra abocada al
anteriormente dispersas, como los esquemas de crecimiento ley de silencio, de modo que la correspondencia registra problema de una extensión exagerada. Anotamos el creci-
comercial, distribución de población y actividad de construc- una insólita situación cuando Sert recomienda qué y cómo miento desmesurado de la ciudad alejado de toda actividad
ción de vivienda por años.26 decirlo, la OPRB y el alcalde controlan la publicidad a pun- humana, al mismo tiempo que su tendencia a transformarse
Es muy claro que la alcaldía de Santiago Trujillo Gómez to de justificar la inconformidad creciente por la ausencia en una ciudad lineal de biología precisa. Quedan multitud de
(de abril de 1949 a julio de 1952) impuso presión en tiem- de productos o resultados hasta gastar irremediablemen- vacíos en las zonas destinadas a vivienda, vacíos codicia-
po, detalle y expresión clara de los productos del plan con- te el crédito del proyecto y sus autores. Opositor esencial, dos por la especulación de tierras.32
tratado. Este alcalde, constructor en la firma Trujillo Gómez Manuel Pardo Umaña representaba el interés de los cons-
y Martínez Cárdenas, desempeñó tareas como ministro de tructores tradicionales frente al radicalismo de las tipologías Esta afirmación se contrastaba con la de Currie, años después:
Obras hasta ascender a gerente de la recién nacida Compa- corbuserianas.30 Dos de los desarrollos verdaderamente asombrosos que
ñía Pública de Petróleos. Tanto Trujillo como Arbeláez conclu- Grandes cambios en forma, naturaleza y escala había distinguen al siglo y medio pasado de los anteriores fueron
yeron sus tareas en la Alcaldía y la OPRB, cumplido el objeti- tenido la ciudad desde el cambio de siglo. El primer plano la explosión demográfica y el urbanismo. A su vez, en los
vo técnico y político de gestar y hacer público el Plan Piloto detallado, levantado por la casa Pearson en 1907, mostraba países económicamente más avanzados, en los últimos 30
que, finalmente, después de su secreto desarrollo y fallida una muy pequeña ciudad, con la oreja de Chapinero. Este años, el urbanismo se está convirtiendo en metropolitanismo,
exposición, en septiembre de 1950, se presentó en mayo de contrastaba con el de Bucle, de 1933, que constataba una o sea extensiones casi sin fin de suburbios entre y alrededor
1951, sustentado en disposiciones que lo aseguraban frente proliferación de barrios en todas direcciones, lo que se ar- de los centros urbanos. La tecnificación de la agricultura y los
a la enemistad del Concejo Municipal y la ansiedad de los maba por primera vez en el fotomosaico de imágenes aéreas medios de transporte urbano, seguidos por medios de trans-
urbanizadores privados.27 de 1935. En ilusión sucesiva, los acuerdos sobre perímetro porte individual, hicieron posibles estos tremendos creci-
Examinando la documentación sobre sus corresponden- urbano, en 1940, y zonificación, en 1944, se enfrentan a la mientos en las cifras y cambios radicales en las condiciones
cias en el periodo de elaboración del plan, se advierte silen- cruda realidad del plano de parcelaciones clandestinas de de vida y medio ambiente. Ellos son ilustraciones de cómo la
cio de los consultores sobre lo que hacía el ICT en materia 1950, en el escenario de la elaboración de los planes por los tecnología y la economía modelan nuestro mundo y nuestras
de procesos, barrios y sistemas constructivos, destacados consultores internacionales y la OPRB.31 Por último, la pro- vidas. La dinámica de estos procesos de ningún modo ha
desde Muzú, lo que se revierte cuando Sert reclama la au- puesta de orden del Plan Director, en 1950; Plan Piloto, en dejado de obrar. Por cierto, en Colombia, tal como en otros
toría de los prototipos de Quiroga. El ministro Leyva había 1951, y Plan Regulador, en 1953, se plantean como culmina- países subdesarrollados, nos encontramos en el punto de
emprendido los superbloques del CUAN, a partir de la infor- ción de la hipotética serie de estados de la ciudad en la his- partida de enormes procesos que harán casi irreconocible

76 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


al país dentro de pocos años relativamente. El mecanismo trata de conducir a la sociedad moderna hacia la armonía. de opinar sobre lo que se critica». Se dolía de la acusación
administrativo para ejecutar esta política podría ser un Minis- El mundo tiene necesidad de armonía y dejarse guiar por los sobre «contraste entre la imaginación creadora (vale decir la
terio de Asuntos Urbanos para hacer planes y proporcionar armonizadores».36 Se refería someramente a los problemas fantasía) y la realidad existente» ya que «la exposición co-
incentivos y trabas o impedimentos para lograr un desarrollo humanos de la ciudad (Geografía Humana), resumiendo en rresponde en su escala a un juego de muñequero y que todo
urbano balanceado; oficinas de planeación y agencias de re- algunas dimensiones la pobre condición material, cultural y aparece aquí limpio, sano y sin problemas».
novación urbana en todas las ciudades grandes para llevar social: hacinamiento, servicios sanitarios, ausencia de coci- Añadía que el Plan Piloto:
a cabo la política de unir la habitación con el trabajo, que nas, gasto salarial en bebida, falta de formación de oficios, [...] es apenas un Ante-Proyecto [sic] que en líneas genera-
caracterizó a la vida urbana durante 3000 años hasta el siglo tiempo de movilización de los obreros, educación básica. Y les resuelve un problema tan complejo como la zonificación
XIX; un sistema de subsidios, si es necesario, para contra- resumía rasgos de una ciudad por superar que en vez de urbana. Cada caso en particular debe ser estudiado y re-
rrestar los costos de la renovación y los altos valores de las alcantarilla tenía el «antiguo caño español», con un espa- suelto por un organismo vivo que lo constituye la Oficina del
tierras cercanas a los centros. cio para automóviles, ya que el ferrocarril se consideraba Plan Regulador, la cual deberá permanecer investigando las
Otros elementos fundamentales en una política urbana de- «perfectamente antieconómico», dotada de un «aeropuerto condiciones generales de la ciudad.
ben ser proveer adecuadamente que el tránsito vaya alre- mundial» más la ampliación del aeropuerto actual, donde
dedor de las ciudades, la localización de los mercados al fuera «cada barrio un organismo perfecto», con «subdivisión Frente al dogma del equipo del plan, fue clara la señal de
por mayor y los mataderos sobre la periferia de la ciudad, y racional de la ciudad» y, como manzana de la discordia, un desbandada por la noticia que diera la prensa sobre el CIAM
facilidades para diversiones de los habitantes urbanos en el «centro cívico que reúne en una armonía espiritual y mate- en Hoddesdon. Hablando de Le Corbusier, reportaba:
campo.33 [sic] rial el conjunto de funciones colectivas», donde estaría la [...] a causa de su exaltación poética olvidó tratar puntos tal
historia de la ciudad sin ruptura y sin abandono. Presumía vez menos hermosos, pero más importantes: contemplaba
La Bogotá de principios de los cincuenta se movía rápida- que «ese plan lo ha estudiado todo, lo ha previsto para una ese proyecto las condiciones, posibilidades y necesidades
mente. La economía colombiana se aceleraba al tono del realización total». Se advertía que el nuevo perímetro incluía sociales del país. ¿Estaba acorde con los principios de la
crecimiento internacional de la posguerra y la escena urbana 3000 hectáreas nuevas y se tomaban en cuenta obras para Carta de Atenas?... Vieco señaló la similitud existente entre
registraba nuevos hoteles, como el Tequendama, en 1951; los siguientes cinco años. las condiciones sociales de la India y de Colombia respecto
almacenes de departamentos de cadenas norteamericanas A su vez, Arbeláez contestaba a los críticos del plan37 re- a desnutrición, analfabetismo y falta de asistencia. Si el Plan
como Sears, en 1953; servicios de gas domiciliario, en 1954; saltando compromisos de la nueva clase del equipo de téc- Regulador de Bogotá se estudió con el mismo criterio, será
el proyecto del Centro Administrativo Oficial, en 1955; la reor- nicos que, además de conocimientos técnicos necesarios, más perjudicial que beneficioso, dijo. El Centro Cívico con
ganización de la OPRB, en 1956, como Oficina de Planeación debía tener: palacio presidencial de 2000 metros cuadrados de recep-
Distrital. Después del auge de los urbanistas, la nueva estre- [...] un espíritu de trabajo y de superación muy alto… condi- ción dejaba problemas mucho más importantes sin resolver
lla en el medio desde 1949 era Lauchlin Currie, sobresaliente ciones de observar a conciencia, deducir las conclusiones y sin empezar a estudiar siquiera. Se hablaba de saber ex-
propulsor de ferrocarriles, instituciones de planeación, auto- lógicas y saber adaptar las resoluciones positivas… poseer traer valores tradicionales y apreciar las condiciones clima-
ridades regionales y, finalmente, estudios y políticas urba- un temperamento especial que le permita aceptar las suge- téricas de nuestros países y tomar en cuenta las condicio-
nas: racionalidad, instituciones y mecanismos económicos rencias del conglomerado por el cual está trabajando, siem- nes de vida y la diferencia de clases, carencia de higiene y
eran su plataforma.34 Su estudio para el Banco Mundial sigue pre y cuando éstas tengan bases razonables de buena fe o de educación. Las explicaciones que dieron los maestros a
siendo ejemplo de documentación sintética de un país que intención y que persigan a la larga el mismo fin. continuación dejaron sin absolver estas preguntas.38
se asomaba al desarrollo desde su ruralidad y que apos-
taba a lo que Lleras Camargo llamaría «nuestra revolución Graciosamente y eventualmente por sobre la majestad de En la tarde, Germán Samper sostuvo que:
industrial».35 Allí se plantean cifras sobre las crecientes ne- los consultores o el príncipe, consideraba que «la opinión «técnicamente, los problemas están bien resueltos pero la
cesidades de vivienda, formas de financiación, sistemas de pública debe ser tenida en cuenta, ya que la planificación limitación del área urbana (por efectos del plan) valorizaría
planeación para infraestructuras. que se adelanta tiene un carácter democrático esencialmen- más los terrenos en ella comprendidos, favoreciendo de esta
Frente al racionalismo económico, el Plan Piloto tenía su te, porque quiere beneficiar a muchos sin dejar de oír todo lo manera a una minoría que los posee y encareciendo la vi-
retórica provocadora: «El urbanismo es una tarea social que que se quiera decir al respecto. Pero también la oficina pue- vienda para las clases pobres».

Notas para un contexto sobre el Plan Piloto y el Plan Regulador de Bogotá | Hernando Vargas Caicedo 77
Del Plan Piloto al Plan Regulador: de los sueños de abrir «grandes avenidas que empiezan en cualquier si-
a las prácticas tio, no van a ninguna parte y frecuentemente terminan en
Después de la condición visionaria y enunciativa del Plan el embudo de la ciudad vieja», aludiendo eventualmente a
Piloto, víctima de la edad preestadística en que se gestara, recientes grandes vías, como la avenida de las Américas o
el contrato de consultoría del Plan Regulador significaba un la carrera 10.a. En este entorno, en el que los servicios de
compromiso de detalle y consejo mucho más concreto. La acueducto, alcantarillado y electricidad no habían guardado
ciudad se movía más rápido que los estudios y era necesario relación con el crecimiento urbano, con edificios ventilados
proponer criterios y referentes de uso claro e inmediato. Se por pequeños patios, normas como el Acuerdo 21 de 1944
autodefinía un plan que «señala pautas, indica un camino y tenían reglamentos sobre alturas, retrocesos, patios y empa-
forma un programa que debe regir el desarrollo ordenado y tes incompletos y contradictorios.39
armónico de la ciudad, corrigiendo errores cometidos en el El problema de la evolución, control y tributación sobre
pasado y tratando de evitar su repetición en el futuro». Y se los valores del suelo urbano apenas se esbozaba, haciendo
hacía constar que sus «sugerencias y preceptos standard... mención a las iniciativas de Ernesto González Concha sobre
[sic] no representan un criterio rígido y su variedad permite impuesto único, y no aparecía por ninguna parte referencia Plano de urbanizaciones realizadas por Ospinas & Cía., Fernando Mazuera &
soluciones muy diversas». Era necesario superar los vicios al sistema de valorización que ya era un hecho eficaz en Cía. y Olcasa, entre 1940 y 2000.

78 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


Medellín y se organizaba en Cali, Barranquilla y Bogotá. Se dos. Ante la ausencia de otros promotores, se quería que los áreas verdes en apartamentos de más de diez pisos, cons-
suponía posible fijar un valor tope a terrenos y se menciona- bloques se impulsaran por las compañías de seguros, los trucción en serie o en masa, series de parques lineales.
ban los planos de curvas de nivel económico del municipio. bancos y el Estado. Faltarían dos décadas para que los me- El problema de la evolución, control y tributación sobre
El plan presumía de ser un marco general flexible en sus canismos de financiación fuesen suficientes para soportar un los valores del suelo urbano apenas se esbozaba, haciendo
detalles y rígido en los principios básicos, bajo la imposi- volumen de edificación como el que estaba implícito en el mención a las iniciativas de Ernesto González Concha sobre
bilidad de predecir exactamente el crecimiento de Bogotá plan y sus densidades. impuesto único, y no aparecía por ninguna parte referencia al
durante los próximos cincuenta años, lo que requeriría co- sistema de valorización, que ya era un hecho eficaz en Mede-
nocer todos los cambios que puedan afectar la economía Para alcanzar el aspecto de capital de una gran nación eran llín y se organizaba en Cali, Barranquilla y Bogotá. Se mencio-
nacional e internacional. El informe de Wiener y Sert incluía necesarias muchas acciones: prohibir chircales dispersos, naban planos de curvas de nivel económico del municipio.
planos 1 a 5000 y 1 a 2000, estándares gráficos, tres vo- continuar la reforestación, desarrollar edificios monumenta- Todo este propósito requería que la OPRB, organizada a
lúmenes de material informativo y bibliografía. Parte de su les conforme a modelos y estándares norteamericanos en su la manera de los Planning Department, garantizara un nú-
discurso se refería a cómo continuar la organización de la iluminación, ventilación, accesos, servicios, salidas de emer- cleo técnico estable y asegurara su visibilidad: «Para poder
OPRB, hija de sus consejos desde septiembre de 1948, a gencia baterías de ascensores y estacionamientos, además ejecutar el plan, hay que hacer comprender a la ciudadanía
urgir medidas para evitar el crecimiento de urbanizaciones de alojar a empleados de ministerios en zonas apropiadas. en general su conveniencia y utilidad pública. Se les debe
clandestinas, a concebir sistemas de Intersecciones viales Ya desde el informe del Servicio Geológico de 1949, se plan- explicar que el plan es para el bien general de la ciudad, que
con varias sucesivas fases de desarrollo con los bridged teaban cuestionamientos a las construcciones y explotacio- afectara la vida de todos. Debe popularizarse el plan».
rotaries después de round points. nes en los cerros, aunque el PR no demostrara específica- Nostálgico, elogiaba a los pequeños pueblos con plazas
Se reconocía la dificultad de avanzar sin un embrionario mente cómo manejar urbanización en pendientes, secular coloniales de gran encanto y se aspiraba en la ciudad nue-
marco regulatorio, que por entonces dominaba Luis Córdoba asunto de la ciudad andina colombiana41 y se manejaban va a restablecer concepto de vecindad, haciendo que cada
Mariño, asesor jurídico de la OPRB. Debería crearse lo antes datos de los colectores que, en la OPRB, estaban a cargo del sector tuviera carácter propio o personalidad. La creación
posible una autoridad regional e incorporar los municipios equipo que Jorge Forero dirigía en redes de alcantarillado.42 del Distrito Especial era una necesidad.43 Ya en Medellín, TPA
antes de que el desarrollo de la población pasara de la fase El tráfico urbano por primera vez se cuantificaba con los había planteado asociación municipal, de futuras y perdura-
inicial. Los loteamientos marginales multiplicados rápida- estudios de los consultores Seeyle, Stevenson, Value and bles consecuencias.
mente en los últimos años debían limitarse, reorganizarse e Knecht, con capacidades, movimiento de vehículos en horas Detrás de la secuencia contractual de análisis de la ciu-
incluirse en un plan regional. Se imaginaba que podría ser críticas, estacionamientos periféricos. Se mencionaban par- dad, esquema básico preliminar. Plan Director, Plan Regula-
efectivo control de escrituración de urbanizaciones extra- king meters, estacionamientos en el interior de manzanas, dor, desarrollo y aplicación del plan, las provocaciones de
perimetrales y que el perímetro mismo (herencia del tiempo en calles, sótanos y aún edificios de varios pisos, cuando nuevas parcelaciones ilegales, congestión, hacinamiento,
del «urbanismo feudal» de Brunner) podría controlar. Al mis- en Bogotá los sótanos eran una rareza. Con una población especulación sobre el suelo y edificaciones inadecuadas
mo tiempo, se sostenía que era necesaria urbanización con de setecientos mil habitantes, Bogotá tenía solamente veinte habían generado una serie de respuestas sobre perímetro,
normas especiales para parcelaciones espontáneas y que mil carros que, sin embargo, eran un problema en el con- vialidad, superbloques, intervención del suelo, sistemas de
convenía facilitarle al obrero planos, materiales en forma de gestionado centro. Era necesario ofrecer para el CBD 9520 parques y edificios gubernamentales que se proponía inno-
elementos premoldeados a bajo precio y que era necesario parqueos más un parqueo periférico de 4000 puestos. vaciones radicales. Este ambicioso conjunto demandó una
facilitar la compra de lotes con servicios elementales. La ciudad imaginada debía tener un área de 6577 hectá- inconsciente distribución de roles alrededor de la idea. De
Después de la hégira que el 9 de abril desatara sobre reas para alojar la población proyectada de 1.653.242 habi- una parte, emocional, Le Corbusier representó la poética y
el comercio del centro para llevarlo a Chapinero,40 se plan- tantes al cabo de 50 años, manejando densidades de 200, el sueño. La SCA personificó el impulso inicial exaltando los
teaban nuevas tipologías de espacio para esta actividad: 300, 350 y 400 habitantes por hectárea en distintas zonas. factores positivos de la iniciativa. Como abogado del diablo,
mercados tipo americano, como los que Carulla acababa Eran imperativos el urbanismo de tres dimensiones, la elimi- el conjunto de los urbanizadores hacía de francotirador a lo
de abrir, y se planteaban en el CUAN, shopping centers, se- nación de zonas mixtas, índices FAR para controlar densida- largo de la evolución de los planes. Queriendo ser neutro y
gún los modelos del novísimo criterio sobre comercio vecinal des construidas, antejardines, adecuados estándares para objetivo, el equipo de la OPRB se refería a datos y realida-
propugnados por comités de vivienda de los Estados Uni- urbanizaciones de montaña, superbloques rodeados de des. Por último, como coordinador y tutor principal, el equipo

Notas para un contexto sobre el Plan Piloto y el Plan Regulador de Bogotá | Hernando Vargas Caicedo 79
de TPA era el verdadero facilitador con aplomo, veteranía, carreteables) en calles del centro en 1910, primeros barrios como Unión Carlos Arbeláez y alumnos de Brunner. Encargado del proyecto para el
soluciones tipo y capacidad organizativa. Simplificando el Obrera o La Perseverancia en 1912, creación de la Sociedad de Embe- Museo Nacional en 1947. Presidió la SCA en 1947, 1955 y 1956. Hernan-
llecimiento Urbano e inicio de la reforestación de los cerros, en 1917. El do Vargas, Le Corbusier en Colombia, Cementos Boyacá, Bogotá, 1987.
esquema organizacional que nadie diseñara, la SCA había
transporte evidenciaba el ritmo de modernización: en huelga de aurigas 15 Sobre ATBAT y Bodiansky, ver Bruno Reichlin (Dir.), Le Corbusier, Enciclo-
sugerido qué hacer, Mazuera había encontrado por qué apo- de coches, en 1921; primeros buses de escalera, en 1923; primera em- pedia, Electa, 1988, pp. 97-98.
yarlo, Trujillo había determinado cuándo lograrlo, la OPRB presa de taxis, en 1929; importación de primeros trolleybuses, en 1947. 16 Hernando Vargas Caicedo, Cincuenta años en la construcción de Colom-
había propuesto dónde cumplirlo, TPA había prescrito con Con los eventos del 9 de abril de 1948, se suscitó la desaparición final del bia, óp. cit.
quién desarrollarlo y Le Corbusier, con Wiener y Sert habían tranvía en 1952, año en que se inició la construcción de la autopista norte 17 Jorge Arango, Herbert Ritter, Gabriel Serrano, «La reconstrucción de Bo-
y, en cumplimiento el tono de control de tráfico del Plan Regulador, apare- gotá», en: Proa 13, Bogotá, junio de 1948.
dictaminado cómo sería.
cieron en 1954 los primeros semáforos y parquímetros. Fabio Zambrano, 18 Enrique Santos, Crónica de una empresa 1932-1995: Ospinas, Antropos,
La realidad de la nueva urbanización en las siguientes Exposición Bogotá Siglo XX, Museo de Desarrollo Urbano, Bogotá, 2000. Bogotá, 1995.
décadas sería dominada por los promotores privados y los 5 Richard Morse, Formação histórica de São Paulo: de comunidade á me- 19 Jorge Restrepo, Jorge Restrepo Uribe y su influencia en el desarrollo de
asentamientos informales, con mínima presencia estatal, trópole, Difusão Euopéia do Livro, São Paulo, 1970. Medellín, IDEA, Medellín, 1996.
como expresión de una incompleta visión sobre la naturale- 6 Luis Fernando González, Medellín, los orígenes y la transición a la moder- 20 «1) Los trabajos se harán por instigación de la comunidad: «Plan Piloto».
nidad: crecimiento y modelos urbanos 1775-1932, Universidad Nacional, 2) Valorización por 3D. 3-4) Distribución de la valorización según servicios
za de las transformaciones en curso44 (ver imagen de plano
p. 181. «a la francesa»: a) habitación, b) oficina, c) manufacturas, d) industria,
de Bogotá que presenta urbanizaciones de Ospinas y Cía., 7 Néstor José Rueda, Bucaramanga: paradojas de un ordenamiento urba- e) comercio, f) diversión. 5) Los beneficiarios del plan serán: a) la co-
Olcasa y Fernando Mazuera y Cía.). Los planes, que habían no, Universidad Santo Tomás, 2003, p. 45. munidad. b) la 1/2 de la comunidad y 1/2 de personas afectadas. c) el
sido campo privilegiado de entrenamiento, se transmutaron 8 Henrique Vera (Dir.) El Plan Rotival: La Caracas que no fue, 1939-1989. Un grupo directo de personas afectadas. 6) El gasto se recupera entre estas
y abandonaron bajo el apremio, comprometidos frente a re- plan urbano para Caracas, Universidad Central de Venezuela, 1989, p. 13. 3 categorías. 7) El revisor será una junta ya constituida. 8) La valorización
9 Karl Brunner, «Bogotá en 1950», en: Registro Municipal, Bogotá, 1938. es sobre superficie pero impacta sobre índice de construcción. 9) El co-
sultados de corto plazo que no pudieron demostrar.
Luis Carlos Colón, «El saneamiento del Paseo Bolívar y la vivienda obrera eficiente de valorización cambia según clases. 10) Todo propietario se be-
en Bogotá» en Urbanismos no. 2: Áreas residenciales en Bogotá, Uni- neficiará por la valorización del plan. Si no paga, deberá vender o entrar
biblos, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 2007, pp. 119-128. a un sindicato en el que es propietario de su parte. 11) El «PP» reparte la
Hernando Vargas Caicedo: ingeniero civil, SMArchS  y MCP MIT. Profesor aso- Antonio Amézquita, «Barrios obreros bogotanos» en Urbanismos no. 2: población en clases de valorización. 12) Cada clase se compone de ele-
ciado en los Departamentos de Arquitectura e Ingeniería Civil y Ambiental Áreas residenciales en Bogotá, Unibiblos, Universidad Nacional de Co- mentos urbanos enteros que producen sindicatos de realización. 13) Los
en Uniandes. Director del grupo de investigación sobre Historia de la Téc- lombia, Bogotá, 2007, pp. 93-103. elementos urbanos contienen los órganos que los componen: afectacio-
nica Constructiva en Colombia. Coordinador de la maestría en Ingeniería 10 Armando de Ramón, Santiago de Chile: historia de una sociedad urbana, nes, volumen construido, accesos... serán estimados y asegurados por la
y Gerencia de la Construcción. Miembro correspondiente de la Academia Mapfre, Madrid, 1992. valorización total. 14) Un impuesto instaurado que irá a un fondo rotatorio
Colombiana de Historia de la Ingeniería y las Obras Públicas. Ha publi- 11 Édgar Vásquez, Historia de Cali en el siglo 20: Sociedad, economía, cultura que se renueva cada año (para cada 8 millones de pesos se financian 150
cado libros, capítulos de libros y artículos sobre arquitectura, urbanismo, y espacio, Artes Gráficas, Universidad del Valle, Cali, 2001. Brunner actuó millones de pesos de obra). El Catastro constituye 2000 millones de pesos
construcción, estructuras, historia de la tecnología, historia urbana. en el diseño del campus de la UPB y el barrio Laureles en Medellín, en en Bogotá.» (FLC H3-4-470, nota extracto de Carnet, hacia septiembre de
1941, en el plan y urbanizaciones en Cali, en 1944, y en consultorías para 1950).
Popayán, Pasto, Manizales, Santa Marta, Girardot y Buenaventura. Tania 21 «El autor de este texto llegó allí en 1951 y recuerda que la interminable
Maya, «Karl Brunner (1887-1960) o el urbanismo como ciencia del detalle», pared que dividía longitudinalmente el edificio tenía colocados dos apor-
en: revista Bitácora, Universidad Nacional, Bogotá, septiembre de 2004. tes traídos por Jorge Gaitán Cortés, el primer decano de la Facultad: uno
1 Lauchlin Currie, «El urbanismo», en: Plinio Mendoza Neira (Ed.), Colombia 12 Julio Dávila, Planificación y política en Bogotá: la vida de Jorge Gaitán Cor- era la famosa “grille CIAM” (la malla de los Congresos Internacionales de
en cifras: Síntesis de la actividad económica, social y cultural de la Na- tés, Alcaldía Mayor de Bogotá, IDCT, Bogotá, 2000. Los alcaldes de Bo- Arquitectura Moderna), una trama de módulos rectangulares utilizada en
ción, Librería Colombiana Camacho Roldán, Bogotá, 1963. gotá tuvieron (Dávila, 2000) muy cortos periodos de mandato y solamente los congresos del grupo CIAM para estandarizar la presentación de pro-
2 Sergio Uribe, «La desamortización en Bogotá, 1861-1870», tesis de Eco- algunos del periodo considerado se destacaron por diversas ejecutorias, yectos de urbanismo y planificación sectorial. Gaitán Cortés era entonces
nomía, Universidad de los Andes, Bogotá, 1976. como Jorge Eliécer Gaitán a cargo de la preparación del Cuarto Centenario delegado colombiano a esas reuniones, lo que explicaba la presencia de
3 Germán Mejía, Los años del cambio: historia urbana de Bogotá, 1820- (1936-1937), Germán Zea (1938-1941), Carlos Sanz de Santamaría (1942- la “grille CIAM” en la sede de la facultad. En una ocasión, Gaitán Cortés
1910, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, 2000. 1944), Fernando Mazuera (abril a octubre de 1948 y enero a octubre de montó sobre esos rectángulos de cartón blando y corcho un estudio y
4 Harold Mayer, Richard Wade, Chicago: Growth of a Metropolis, The Uni- 1958) y sobre todo, Santiago Trujillo (abril de 1949 a julio de 1952). propuestas para un sector de Bogotá, con lo cual la “grille” adquirió sen-
versity of Chicago Press, Chicago 1967. La capital había tenido un despe- 13 Hernando Vargas Caicedo, Cincuenta años en la construcción de Colom- tido para nosotros, pero nunca más tuvo el uso para el cual fue diseñada.
gue lento de sus mejoras urbanas a comienzos de siglo: macadam (es el bia, Camacol, 1957-2007, Panamericana, Bogotá, 2007. Para los estudiantes, la “grille” era una especie de tótem ceremonial que
sistema de pavimento inventado hacia 1820 por MacAdam en Inglaterra 14 Hernando Vargas Rubiano (1917-2008) perteneció al primer grupo de ar- presumiblemente anunciaba o permitía establecía un orden del cual igno-
para formar el afirmado en material compactado arcilla-arena sobre vías quitectos egresados de la Universidad Nacional, en 1941, que incluyó a rábamos prácticamente todo. El resto del muro en cuestión tenía montada

80 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


una bella exposición de arquitectura escolar en los Estados Unidos, tam- vienda Banco Obrero en Venezuela (1955-1957)», en: revista Tecnología
bién traída a Colombia por Jorge Gaitán Cortés, incluyendo los pabello- y Construcción, vol. 24, n.o 2, Bogotá, mayo de 2008.
nes diseñados por Frank Lloyd Wright para la Universidad de la Florida y 29 Luis Fernando Acebedo, «El CINVA y su entorno espacial y político», po-
los de Eliel Saarinen para el Instituto Cranbrook. Sobra decir que, luego nencia en el seminario Hábitat y Ciudad a 50 años del CINVA, Universidad
de años de servir como soporte para “colgar” proyectos y más proyectos Nacional, Bogotá, 18 de septiembre de 2001.
de estudiantes uniandinos sobre ellos, la grille CIAM y la arquitectura es- 30 Manuel Pardo Umaña, ingeniero civil, socio de Pardo, Restrepo y San-
colar norteamericana fueron a parar, muy averiados, a uno de los tantos tamaría, fue uno de los factótums del CIA, gremio de los ingenieros y
depósitos de desechos académicos que fueron apareciendo aquí y allá arquitectos constructores, fundado en 1948.
en la Universidad». Germán Téllez, Historia de la Facultad de Arquitectura 31 Germán Mejía, Marcela Cuéllar, Atlas histórico de Bogotá: cartografía
Universidad de los Andes 1948-1998, investigación inédita, 1998. 1791-2007, Alcaldía Mayor de Bogotá, Planeta, Bogotá, 2007.
22 Jorge Gaitán Cortés, Francisco Pizano y Germán Samper se sucedieron 32 OPRB, Exposición del Plan Piloto de Bogotá, 1951, óp. cit.
como primeros tres decanos de la Facultad de Arquitectura de la Univer- 33 Lauchlin Currie, «El urbanismo», óp. cit.
sidad de los Andes, iniciada en 1949. 34 OPRB, Exposición del Plan Piloto de Bogotá, 1951, óp. cit. Economista
23 FLC H3-4-496, carta de Herbert Ritter a Wiener y Sert, Bogotá, 17 de de origen canadiense, consejero del presidente Roosevelt, director de la
marzo de 1949. Foreign Economic Administration, consejero del Comité Nacional de Pla-
24 La sección de Edificios Nacionales fue una escuela esencial en el entre- neación de Colombia, director de la Misión de Estudio del Valle del Mag-
namiento de los expertos que allí se desempeñaron en proyectos en las dalena, coordinador de la Misión del Transporte, asesor de la Fundación
décadas de la modernización: varios ministros fueron destacados cons- para el Progreso de Colombia, y asesor técnico de varias asociaciones.
tructores, como Mariano Ospina Pérez, 1926-1927; César García Álvarez, 35 Lauchlin Currie, Bases de un programa de fomento para Colombia: Infor-
1934-1938; José Gómez Pinzón, 1941-1942; Carlos Sanz de Santamaría, me de una misión, Banco de la República, Bogotá, 1951. Alberto Lleras
1944; Víctor Archila Briceño, 1949-1950; Santiago Trujillo, 1953-1954; Ro- Camargo, Nuestra revolución industrial, Aedita, Bogotá, 1957.
berto Salazar Gómez, 1957-1958. Protagonistas en sus profesiones fueron 36 (Le Corbusier), OPRB, Exposición del Plan Piloto de Bogotá, 1951, óp. cit.
directores como Jorge Arango Sanín, Carlos Arbeláez, arquitectos como 37 Ibídem.
Álvaro Ortega, el grupo para la reconstrucción de Bogotá, con Manuel de 38 Arturo Laguado, «Desde Londres: Lo que dijeron del Plan Piloto», El Tiem-
Vengoechea y Gabriel Serrano, el Grupo Tumaco con Édgar Burbano, Luz po, Bogotá, miércoles 8 de agosto de 1951.
Amorocho, Fernando Martínez S., Hernán Vieco, Jorge Gaitán C., Gonza- 39 Town Planning Associates, Paul Lester Wiener y Josep Lluís Sert, Plan
lo Samper y Eduardo Mejía, arquitectos como Gabriel Solano, Francisco Regulador de Bogotá: Memoria descriptiva, mecanografiado, 1953.
Pizano, Germán Samper G., Guillermo Bermúdez y Fernando Martínez 40 Hernando Vargas Caicedo, «Arquitectura de centros comerciales y de ofi-
S. Véase Carlos Niño, Arquitectura y Estado. Contexto y significado de cinas en Bogotá en el siglo XX», en: Luis Fernando Molina (ed.), Ospinas
las construcciones del Ministerio de Obras Públicas, MOP, de Colombia, 75 años, Panamericana, Bogotá, 2008.
1905-1960, Universidad Nacional e Instituto Colombiano de Cultura, Bo- 41 José Royo y Gómez, Mapas geológicos de Bogotá, del centro y sur de su
gotá, 1991. Sabana y su explicación, Ministerio de Minas y Petróleos, Servicio Geoló-
25 FLC H3-4-11, carta de Town Planning Associates a Le Corbusier, Bogotá gico Nacional, informe, agosto de 1949.
12 de julio de 1950. 42 EAAB ESP, El agua en la historia de una ciudad. Vol. 2, EAAB ESP, Plazas,
26 OPRB, Exposición del Plan Piloto de Bogotá, 1951, Multigraph ICSS. Bogotá, 1997.
27 Rafael Uribe (ed.), El arquitecto Carlos Arbeláez Camacho. Compilación 43 Julio Carvajal, «La incorporación a Bogotá de los municipios vecinos es
de sus más importantes escritos cortos,1947-1969, Canal Ramírez, Bogo- indispensable complemento al triunfo de los derechos de la capital» en:
tá, 1980. Anales de Ingeniería, V. 58, n.o 654, Bogotá, noviembre de 1954.
28 La formación de experiencia institucional capaz frente a la escala reque- 44 Fernando Correa, Organización Luis Carlos Sarmiento Angulo, 20 años,
rida de producción de vivienda pasaba inicialmente por los ensayos en- Litografía Arco, Bogotá, 1979. Indalecio Rodríguez, Pedro Gómez y Cía.,
focados en proyectos unifamiliares, como Los Alcázares (1949), con 324 S. A.: Un mejor modo de vivir, Litografía Arco, Bogotá, 1998. Enrique San-
unidades; Muzú (1949), con 1216 unidades; Quiroga (1951), con 4014 tos, Crónica de una empresa, óp. cit.
unidades; modelos claramente enfrentados al urbanismo de tres dimen-
siones de la fórmula CIAM emprendido directamente por el Gobierno Na-
cional en 1952 en el CUAN para 768 unidades, eco colombiano de los
superbloques de Brasil, México o Venezuela en esos tiempos. Alberto
Saldarriaga, ICT, medio siglo de vivienda social en Colombia, 1939-1989,
Inurbe, Bogotá, 1995. Beatriz Mesa, «Superbloques y masificación: vi-

Notas para un contexto sobre el Plan Piloto y el Plan Regulador de Bogotá | Hernando Vargas Caicedo 81
«Arquitectura en todo, urbanismo en todo»
Le Corbusier: del Centro Cívico al centro de Bogotá
María Pía Fontana y Miguel Y. Mayorga

Bogotá: la ciudad vista y la ciudad imaginada por


Le Corbusier

Una de las diez conferencias que Le Corbusier dictó en 1929


en Buenos Aires llevaba como título Arquitectura en todo,
urbanismo en todo,1 una frase que resume de manera muy
evidente la importancia de la unidad entre arquitectura y ur-
banismo, y de la definición de relaciones de tipo interescalar
entre territorio, ciudad y arquitectura.
Le Corbusier volvió a retomar la noción de arquitectura
en todo, urbanismo en todo, como aplicación directa al caso
de Bogotá, en una serie de reflexiones que expone en sus
conferencias presentadas en Bogotá, en junio de 1947 y que
ponen en evidencia que para él,
[...] la evolución de la ciencia del urbanismo había pasado
de la práctica de un realismo en dos dimensiones, que se
basaba en la operación de extensión de calles, hacia una en
tres dimensiones, que permite incorporar como nuevo factor a) b) c)
la altura y pensar en términos volumétricos. En fin, el urba-
Le Corbusier ya enfatizaba que los volúmenes, los edificios, es decir, la arquitectura, representaba nuevas posibilidades de relación en urbanismo (A propósito del
nismo debe hacer volúmenes, convirtiéndose en la puesta urbanismo). Y también debe dar orden y definir la silueta urbana, la «sinfonía de la ciudad» (Precisiones). a) Le Corbusier, A propósito del urbanismo, lámina 41,
en escena de éstos en el espacio. Así la arquitectura seguirá p. 144 © FLC. b) Le Corbusier, A propósito del urbanismo, lámina 40, p. 142 © FLC. c) Le Corbusier, Precisiones: respecto a un estado actual de la arquitectura
las condiciones de la naturaleza y se ordenará, agrupándose y el urbanismo, láminas 72-79, p. 104. © FLC
con criterios formales y compositivos de orden, bajo las le-
yes de las comunicaciones, de las relaciones de los canales vez las preexistencias históricas serían las que definirían el del sol, el de las aguas, de los vientos, etc., han conducido
de circulación y movilidad, es decir, las calles.2 paisaje urbano de referencia. Y de hecho es él mismo quien al Plan Director en el respeto de las mismas leyes que ha-
deja muy en claro, desde el principio, cuáles son los puntos bían descubierto, respetado y seguido los fundadores de la
¿Qué ciudad estaba imaginando Le Corbusier para Bogotá? de partida de sus propuestas para Bogotá: ciudad.3
Le Corbusier estaba imaginando una ciudad que siguiera La obra revolucionaria se manifiesta por un carácter alta-
las leyes de la naturaleza y se relacionara con su historia: mente tradicionalista. Porque reencuentra la raíz misma de También la ciudad que Le Corbusier se imaginó sería una ciu-
él entendía que la geografía era la que definía de entrada las cosas, porque designa de nuevo su verdadero eje. En dad abierta viable y alejada de la promesa dorada de la era de
la estructura territorial y urbana de la ciudad, así como a la Bogotá, la historia y la geografía, la topografía, el régimen la máquina, abandonando un modelo utópico e ideal y acep-

82 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


a) b)

Apuntes de viaje de Le Corbusier: la relación entre la geografía y la ciudad existente en un dibujo de la calle Sexta con los cerros al fondo. La relación de las pre-
existencias naturales y construidas en el nuevo paisaje urbano propuesto para la ciudad de Bogotá. a) Le Corbusier, Carnet 2–E20–433 © FLC. b) Le Corbusier,
Carnet 1–B5–332 © FLC.

tando el inexorable carácter del topos.4 En Bogotá se apos- de relación que se suman al orden urbano establecido, so- tectura de hacer ciudad, en el caso del centro de Bogotá,
taba por una malla vial estructurante arraigada a la geografía breponiendo una serie de reglas formales que surgen de la nos aproximaremos inicialmente al proceso de diseño de la
del territorio, donde la nueva unidad de agregación sería la reinterpretación de las condiciones preexistentes. propuesta de ordenación del Centro Cívico por parte de Le
unidad de barrio, los sectores, que dentro del orden general Es, de hecho, en el ámbito central de la ciudad, es decir Corbusier, para luego observar dentro de la estructura urba-
permiten flexibilidad y dan cabida al uso de diversas formas en el Centro Cívico, donde el planteamiento urbano-arquitec- na del centro de la ciudad, la materialización y concreción de
de ordenación, tipos edificatorios y técnicas constructivas.5 tónico se integra y se hace más visible. Un «nuevo» centro dos proyectos de equipos de arquitectos colombianos, que
Una ciudad en la que su principal espacio cívico y repre- donde la unidad viene regida por la agrupación y mezcla podemos considerar como arquetipos que abordan esta pre-
sentativo quedaba definido a partir de la renovación de su de elementos procedentes de la base geográfica y de las misa de hacer arquitectura urbana mediante el uso de una
propio centro, lugar donde de manera más explicita se pone formas de la evolución urbana del centro histórico existente, serie de reglas comunes para la arquitectura y el urbanismo,
en escena el urbanismo en tres dimensiones, donde volúme- muy presentes desde el inicio del desarrollo del encargo. pautas formales y compositivas puestas en práctica por el
nes, calles y espacios se imbrican y confrontan directamente Para verificar estos planteamientos que parten de una propio Le Corbusier, así como por los arquitectos modernos
con la geografía y la historia, atendiendo a nuevas pautas convicción sobre las «nuevas» posibilidades de la arqui- en general.

«Arquitectura en todo, urbanismo en todo» | M. P. Fontana y M.Y. Mayorga 83


a)
Propuesta de Le Corbusier para el edificio de la ONU en Nueva York, 1947.
© FLC.

La Alcadía va a abrir calles y a ensanchar calles. Bogotá


c)
está dentro de la atrocidad de las bocinas, Ministerio de
Educación Nacional, Ministerio del Petróleo, hotel, al en-
sanchar las grandes vías en ellas se precipitarán los flujos
de los coches, exactamente lo que se produjo cuando se
cubrió el río y se construyeron los edificios de oficinas.9
Primeras reflexiones sobre el centro de la ciudad. Secuencia de tres croquis
- En el tercero, ensaya un nuevo orden urbano que super-
de Le Corbusier, 1947. a) Le Corbusier, Bogotá, 24 de junio de 1947. © FLC pone al existente, basado en una arquitectura de bloques
H3-5-36-001. b) Le Corbusier, Bogotá, 26 de junio de 1947. © H3-5-37-001. sobre la trama en damero de la ciudad colonial, enfati-
b) c) Le Corbusier, Bogotá, s. f. © H3-5-38-001. zando su relación con el paisaje; aparecen los bloques
en dos direcciones, mostrando así sus posibilidades
Dice Le Corbusier: «La arquitectura es un acto de volun- - En el primero se destaca la necesidad de dotar de conti- compositivas y unas perspectivas donde estos enmarcan
tad consciente. “Arquitecturar es poner en orden” ¿Poner en nuidad urbana al centro en sentido longitudinal; aparecen los cerros orientales de Bogotá y se insinúa una solución
orden qué? Unas funciones y unos objetos. Ocupar el espa- los ejes viarios principales las carreras séptima, décima y de las plantas bajas.
cio con unos edificios y con unas carreteras».6 Sin embargo, catorce, intersectados por la avenida Jiménez y además
cuando habla de la forma en la que se deben relacionar o se destacan algunos ámbitos de referencia como la plaza ETAPA 1. Plano FLC 607 A
poner en orden estos objetos se refiere a de Bolívar, el parque Santander y la plaza de toros con la
[…] espacios, distancias y formas, espacios interiores y for- insinuación del solar triangular que ocupará parte del fu- El Centro Cívico se encuentra dibujado dentro de la malla de
mas interiores, encauzamiento interior y formas exteriores y turo Centro Internacional de Bogotá, y que en su momen- sectores propuesta para la ciudad, estructurado mediante un
espacios exteriores, cantidades, pesos, distancias, atmós- to era propiedad de la Escuela Militar. Dice la nota: «La sistema lineal de tres puntos focales de tensión: la plaza de
fera, es con todo esto con lo que actuamos. Tales son los Alcaldía va abrir calles a través del parque y el terreno Bolívar, un espacio al sur de la plaza y otro al norte. Los ejes
hechos que hay que considerar. Desde ese momento, con- militar y ensanchar dos grandes calles. ¿Qué primero?»8 viales principales son la Jiménez y la décima, uno transversal
fundo solidariamente, en una sola noción, arquitectura y ur- - En el segundo se destaca la importancia de la relación y uno longitudinal. Se plantean dos edificios principales alre-
banismo. Arquitectura en todo, urbanismo en todo.7 transversal del centro apoyada en la decisión de poten- dedor de la plaza de Bolívar, cuya composición volumétrica es
ciar el eje viario de la avenida Jiménez, evidenciando semejante a la propuesta para las Naciones Unidas. Ya está
Fijémonos en esta secuencia de tres croquis: aquí quedan parte de su historia urbana, además de la necesidad de definida una trama de calles transversales. Se marcan algunas
plasmados rasgos determinantes de lo que será la propues- redistribuir los usos públicos y a su vez de limitar el trán- preexistencias relevantes y entre ellas, destacan las tramas
ta para el Centro Cívico por parte de Le Corbusier: sito vehicular en el centro. La nota dice: urbanas alrededor de la plaza de Bolívar y la carrera séptima.

84 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


El Centro Cívico: urbanismo en tres dimensiones

Consideramos que la mejor manera de explicar la génesis


formal del Centro Cívico de Le Corbusier es a través de sus
mismos dibujos, mostrando su evolución y las distintas ver-
siones del proyecto. Destacamos cuatro temas principales
que servirán de referencia y de relación entre todos los es-
quemas:
1. La estructura lineal de espacios urbanos principales del
centro.
2. Los ejes viales longitudinales y las relaciones de continui-
dad formal con la ciudad que estos generan.
3. Los ejes viales transversales como relaciones con el en-
torno geográfico y territorial.
4. El papel de los volúmenes como “arquitecturas urbanas”
que definen e introducen nuevas formas de relación ur-
bana en altura y a nivel del suelo, mediante la disposición
de los nuevos volúmenes y la configuración de un tapíz
urbano.
Hemos identificado cinco etapas previas al proyecto final,
que marcan el proceso evolutivo de la propuesta y que pre-
sentamos agrupando los dibujos en series temáticas median-
te esquemas interpretativos. Los esquemas son indicativos y
su propósito es el de mostrar los que son, en nuestra opinión,
los aspectos más destacables en cada caso, a través de una
lectura sintetica del dibujo original.

Le Corbusier, Plan Piloto para Bogotá. © FLC 607a.

«Arquitectura en todo, urbanismo en todo» | M. P. Fontana y M.Y. Mayorga 85


ETAPA 2. Plano FLC 31560

Se muestra un acercamiento al sector del Centro Cívico en


su franja central. Todavía se plantea un cierto equilibrio en
la relación de tensión, ya sea hacia el norte como hacia el
Le Corbusier, Plan Piloto para Bogotá. © FLC 31560.
sur, a pesar de que este último viene limitándose. Se recono-
cen algunos edificios históricos como referentes. La carrera
séptima junto con la carrera octava configuran un sistema
longitudinal de ejes peatonales relacionados con el sistema
de espacios públicos alrededor de la plaza de Bolívar. Los Plano FLC 31564, 2 de febrero de 1950
bloques y las plataformas de los edificios aparecen dibuja- En esta versión, aparecen definidas las tres partes del pro-
dos con un grado de definición semejante. Queda de hecho yecto, que configuran un sistema lineal de espacios focales:
configurado un tapiz urbano alrededor de la plaza de Bolívar uno hacia el sur; el segundo, que corresponde al ámbito al-
hasta la avenida Jiménez, donde los bloques superpuestos rededor de la plaza de Bolívar, y un tercero, de desarrollo
están ordenados según una primera propuesta de orden se- lineal, que empieza en el parque Santander y que engloba
rial, que cambiará a lo largo del proyecto. En cambio, en la ordenación de la carrera novena («Broadway», para Le
Le Corbusier, Plan Piloto para Bogotá. © FLC 31561.
el tramo entre la avenida Jiménez y la calle 26 se enfatiza Corbusier). En este croquis se muestra el conjunto como un
la importancia de la carrera novena configurada mediante tapiz urbano, donde los edificios altos no destacan y llegan
una serie de elementos todavía poco definidos. Sigue es- a confundirse con la trama del tejido urbano. Se nota todavía
tando dibujada una trama de calles dispuestas en sentido una predominacia de las relaciones longitudinales, en senti-
este-oeste, pero todavía predomina la tensión longitudinal, do sur-norte, mientras las relaciones transversales son toda-
en sentido sur-norte. vía secundarias.
El cambio más importante respecto a las versiones an-
Plano FLC 31561, 10 de enero de 1950 teriores es la orientación de los dos bloques principales al-
Se muestra de manera más detallada solamente el ámbito rededor de la plaza, que ya no cambiará hasta el final del
alrededor de la plaza de Bolívar y respecto al plano anterior proyecto, mientras sí veremos en las versiones posteriores
no se perciben cambios importantes. cambios en su posición y relación recíproca. Le Corbusier, Plan Piloto para Bogotá. © FLC 31564.

86 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


ETAPA 3. Carnet n.o 2, Bogotá, 16 de febrero de 1950

Le Corbusier vuelve a centrarse de manera más específica


en el ámbito alrededor de la plaza de Bolívar. En la configu-
ración de la plaza entran en juego ahora tres bloques princi-
pales que configuran la plaza hacia el sur, el oeste y el norte,
que muestran la necesidad de ordenar formalmente sus lími-
tes y accesos. El edificio principal del Grand Immeuble está
retrocedido en relación con el Capitolio y empiezan a verse
variaciones más específicas en los edificios bajos y en las
plataformas de los edificios altos.

Carnet n.o 2, Bogotá, 2 de marzo de 1950


En el primer croquis la mirada de Le Corbusier vuelve a a
fijarse en las determinantes geográficas de la ciudad, y en el
papel estructurante de los ríos.
En el segundo sigue reflexionando sobre la ordenación del
ámbito de la Plaza de Bolívar. De los tres bloques principa-
les: el que define el costado a sur se desplaza respecto a su
plataforma, el dispuesto hacía occidente se adelanta hacía
la plaza mientras su cuerpo bajo varía y, por último, el que
configura el lado norte se convierte en el primero de una se-
rie de tres bloques que sirven para configurar el primer tramo
de la carrera Séptima. En el vial se reafirma con claridad el
papel de “Broadway” como eje estructurante en sentido sur-
norte.

Carnet n.o 2, Bogotá, 5 de marzo de 1950


Utilizando como base dos esquemas de la retícula vial del
centro de Bogotá, la propuesta, hasta el momento marca-
damente lineal, incorpora formalmente el vínculo con las
preexistencias históricas y con la naturaleza existente, me-
diante la definición de unas potentes relaciones transver-
sales sobre todo en el ámbito alrededor de de la plaza de
Bolívar y al final de la avenida Jiménez. Los dos bloques
hacia el sur y el occidente adquieren finalmente su rol es-
tructurante dentro del conjunto, uno enfatizando una ten-
sión urbana hacia los cerros y el otro, hacia el norte.

Le Corbusier, Carnet 2–D16’–169-170. © FLC. Le Corbusier, Carnet 2–D16’–187-188. © FLC.

«Arquitectura en todo, urbanismo en todo» | M. P. Fontana y M.Y. Mayorga 87


ETAPA 4. Planos: FLC 33698, 20 de marzo de 1950, FLC
33689, FLC 31565, FLC 31568, 22 de marzo de 1950, y
FLC 31566, 25 de marzo de 1950

Desde este momento en adelante se precisa y concreta el


sistema de relaciones, en sentido longitudinal y transversal,
establecido mediante la disposición final de los dos bloques
que configuran en la plaza de Bolívar un conjunto urbano uni-
ficado con el existente edificio del Capitolio y que, median-
te un sistema relacional dispuesto en esvástica, marcan las
pautas generales de todo el conjunto del Centro Cívico. En
esta secuencia de planos es posible verificar cómo se con-
cretan sobre todo las relaciones transversales con los cerros,
reafirmando el papel del ámbito de la plaza de Bolívar como
epicentro del sistema urbano.
Los elementos urbanos principales son cinco bloques y
dos barras (en negro); dos edificios preexistentes (en gris);
el sistema de calles y el sistema verde. En este momento
del proceso, los elementos que configuran el tapiz urbano
quedan en un segundo plano y toman protagonismo algunos
edificios que definen unas tensiones urbanas principales.
Los bloques prácticamente ya no cambiarán de posición
hasta la versión final, la barra en dirección sur-norte, que
aquí adquiere un papel tan importante para reafirmar la rela-
ción con los cerros, acabará transformándose en la versión
final del proyecto, una vez cumplida su función durante la
evolución de la propuesta. A nivel vial se están definiendo la Le Corbusier, Plan Piloto para Bogotá. © FLC 33688.
jerarquía y la continuidad de las calles en sentido sur-norte y
su papel de conexión con el entorno natural y de definición
del ámbito central de la plaza.
En estos esquemas, hemos optado por no marcar en rojo
los elementos principales sino los elementos que varían o
que se desplazan respecto a la versión anterior, para que
sea más legible el proceso evolutivo de la propuesta.

Le Corbusier, Carnet 2–D14–27-28. © FLC.


Le Corbusier, Plan Piloto para Bogotá. © FLC 33689.

88 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


Le Corbusier, Plan Piloto para Bogotá. © FLC 31568.

Le Corbusier, Plan Piloto para Bogotá. © FLC 31565. Le Corbusier, Plan Piloto para Bogotá. © FLC 31566.

«Arquitectura en todo, urbanismo en todo» | M. P. Fontana y M.Y. Mayorga 89


Le Corbusier, Plan Piloto para Bogotá. © FLC 31572. Le Corbusier, Plan Piloto para Bogotá. © FLC 31563.

ETAPA 5. Fig. Serie planos: FLC 31572 y FLC 31563 En los dos croquis de la serie aparecen detallados dos edificios en altura que marcan una tensión urbana a lo largo
ámbitos urbanos: uno alrededor de la plaza de Bolívar (FLC de la séptima reafirmando su papel estructurador, y otra de-
La labor de encaje y superposición de un nuevo orden sobre 31563), en el cual quedan configuradas las relaciones territo- finida, que aporta complejidad urbana al tapiz de edificios
el centro existente se hace ya patente y el nivel de concre- riales con los cerros y el entorno natural próximo; las relaciones de baja altura, plataformas y espacios públicos y verdes que
ción alcanzado muestra una correspondencia que pone en urbanas con los edificios y calles preexistentes y las pautas de animarían la «Broadway» bogotana.
valor la base geográfica, las preexistencias históricas y el relación con la ciudad, marcando una dinámica de desarrollo y El sistema vial del Centro Cívico viene definido a partir de
trazado en damero, mediante una composición que define continuidad longitudinal –hacia el norte– y transversal –princi- una franja principal con dos ámbitos a los dos costados. El
tanto las calles y los espacios públicos, como los edificios. palmente hacia los cerros orientales–. sistema vial define el área central del Centro Cívico a partir
El resultado es un ámbito urbano configurado mediante En el esquema hemos marcado en rojo los edificios ar- de ejes perimetrales, con un acceso vehicular controlado, y
un tapiz urbano de base –edificaciones bajas y en platafor- quetípicos que configuran la plaza-explanada, el sistema que conforman dos ámbitos principales que se encuentran
ma– al que se superpone, de manera seriada, un conjunto vial que refuerza las principales relaciones con los cerros, en articulados interiormente por una red de calles peatonales
de bloques, todo esto gobernado por el espacio emblemá- sentido este-oeste y el sistema vial que refuerza la relaciones donde destaca el «foro» de la Calle Real. La avenida Jimé-
tico principal, la nueva plaza-explanada donde además se en sentido sur-norte, con una clara tensión hacia el norte, nez que al atravesar el conjunto urbano además dispone de
levanta el Grand Immeuble, principal referente y síntesis de reforzada mediante una secuencia serial de edificios que de- una conexión a un aparcamiento principal.
un nuevo urbanismo entendido en tres dimensiones. finen el perfil inicial de la carrera séptima (bloques en negro).
En esta etapa casi final del proceso ya se ve un conjunto Esta misma disposición seriada se repite en el segundo FLC 31587, 30 de mayo
unitario donde además cada ámbito urbano, cada espacio y tramo de la carrera séptima (FLC 31572), donde queda con- El sistema vial del Centro Cívico viene definido a partir de
cada edificio adquiere su medida y función específica. figurada una doble serie: una, definida por la secuencia de una franja principal con dos ámbitos a los dos costados. El

90 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


sistema vial define el área central del Centro Cívico a partir
de ejes perimetrales, con un acceso vehicular controlado, y
que conforman dos ámbitos principales que se encuentran
articulados interiormente por una red de calles peatonales
donde destaca el «foro» de la Calle Real. La avenida Jimé-
nez, al atravesar el conjunto urbano dispone de una conexión
a un aparcamiento principal.

Serie planos: FLC 621 y FLC 605 BOG 4220


Ya en estos documentos finales del plan se observa que las
intenciones de Le Corbusier han evolucionado y se han sin-
tetizado en una propuesta que reúne los aspectos aborda-
dos anteriormente.

Ciudad y arquitectura en el Centro Cívico

La aproximación a la solución del Centro Cívico se ha desa-


rrollado a través de una estrategia de continua verificación,
mediante la interpretación de las determinantes existentes y
la superposición de su propuesta.
Resumimos a continuación las cinco etapas que hemos
identificado:
1. Definición de un sistema vial principal estructurado me-
Le Corbusier, Plan Piloto para Bogotá. © FLC 31567.
diante dos calles principales, la carrera décima (sur-nor-
te) y la avenida Jiménez (este-oeste). Existe una trama
de calles secundarias (este-oeste). Se identifican tres
espacios focales relacionados con las preexistencias.
Propuesta de dos edificios principales que configuran el
ámbito de la plaza de Bolívar.
2. Propuesta de un desarrollo longitudinal del Centro Cívico.
Sistema lineal de tres espacios focales. Primera variación
de los edificios que rodean la plaza.
3. Nueva reflexión a escala territorial. Relación con la natu-
raleza y la geografía. Puesta en valor de las relaciones
transversales (este-oeste). Papel estructurante de los edi-
ficios urbanos.
4. Definición de un doble sistema de relaciones en el ám-
bito de la plaza de Bolívar, transversales (este-oeste)
hacia los cerros, longitudinales (sur-norte), reafirmando Le Corbusier, Plan Piloto para Bogotá. © FLC 621. Le Corbusier, Plan Piloto para Bogotá. © FLC 605.

«Arquitectura en todo, urbanismo en todo» | M. P. Fontana y M.Y. Mayorga 91


a) b)

Persistencia de la relación entre la base geográfica y la forma urbana de la ciudad de Bogotá, en la ciudad fundacional y en la propuesta de Le Corbusier. a) Plano hipotético de Bogotá en su fundación,
en 1538, elaborado por Carlos Martínez para su libro: Santafé, capital del Nuevo Reino de Granada, 1987, p. 65. © Proa. b) Le Corbusier, Plan Piloto para Bogotá. © FLC 606.

el papel estructurante de la carrera séptima. Variaciones históricos, formales, espaciales y funcionales. Un urbanismo radial semicircular resultante, que contravino la forma natu-
en los edificios alrededor de la plaza y en el sistema vial que propone una nueva imagen de la ciudad con la puesta ral alargada imaginada por Le Corbusier. El proyecto para el
para llegar a la definición de todo el conjunto. Definición en escena de un orden formal basado en pautas de relación Centro Cívico, en cambio, como ya sabemos, no se realizó ni
de los bloques altos como tensionadores urbanos. El ta- con el entorno y reglas de composición del espacio urbano se aprobó, pero sus repercusiones, en nuestra opinión, son
piz urbano, las plataformas y los edificios bajos aparecen (calles y edificios): la serialidad y secuencia, mediante la dis- y pueden ser importantes. Sus pautas y apuestas coinciden
dibujados esquemáticamente, pero no detallados. posición de los bloques; la continuidad e integración espa- con postulados básicos de la modernidad arquitectónica,
5. Integración de de todos los elementos y sistemas que cial, mediante la definición de un tapiz urbano (plataformas ideas que encontraron su aplicación sobre todo en la defini-
componen el proyecto: las plantas bajas, el tapiz urbano, y edificios bajos), y por contrapunto o focalidad, mediante el ción del área central de la ciudad, configurando así su actual
los bloques, las calles configuran una unidad. uso de edificios hito. Un urbanismo que resuelve en términos carácter moderno.
arquitectónicos las relaciones del edificio entendido, ya sea
Finalmente en el proyecto para el Centro Cívico de Bogotá, como elemento o como sumatoria de elementos (torre, blo-
Le Corbusier pone en práctica un «urbanismo en tres dimen- que, barra, cuerpo bajo, plataforma, etc.). El centro de Bogotá: un sistema policéntrico lineal
siones», o sea, una manera de intervenir en la ciudad cons- El Plan Piloto para Bogotá se aprobó mediante el Decre-
truida asumiendo las determinantes del lugar, sobreponien- to 185 de 1951, con resultados dispares: la malla vial que El centro de Bogotá es un sistema urbano basado en un
do un nuevo orden, para finalmente transformarla y otorgarle organizaría los sectores es uno de los aspectos más eviden- trazado colonial con una trama en cuadrícula, con dos ejes
una nueva escala. Un urbanismo que inicialmente reconoce tes en su ejecución; sin embargo, la estructura urbana lineal principales compositivos que marcan su centro, donde se
e interpreta la realidad urbana en sus aspectos geográficos, propuesta ha sido fuertemente transformada en el esquema ubica la plaza mayor y con un desarrollo lineal sur-norte,

92 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


paralelo a los cerros orientales y que intersecta un sistema
transversal con dirección este-oeste conformado por corrien-
tes de agua, ríos y quebradas. Un ámbito de la ciudad que
ha adquirido su carácter y que se ha configurado durante los
años cincuenta y sesenta mediante una serie de interven-
ciones que han conseguido consolidar el centro de Bogotá,
retomando el espíritu moderno que había alimentado el plan
para el Centro Cívico de Le Corbusier.
El sistema lineal longitudinal vinculado transversalmente
a los elementos naturales que había existido desde la funda-
ción de la ciudad persistió como estrategia urbana y estruc-
tura del Centro Cívico propuesto por Le Corbusier: los puntos
focales, uno alrededor de la plaza de Bolívar, uno vinculado
con el parque Santander y uno en proximidad de la plaza
El centro de Bogotá en el urbanorama de J. Aparicio Morata de 1772. Las centralidades urbanas enfatizan puntos de intersección entre la base geográfica y el de toros (donde se ubicará el conjunto urbano Tequendama-
trazado de la ciudad. © Carlos Martínez – Proa. Bavaria dentro del actual Centro Internacional de Bogotá), se
reafirman como ámbitos nodales del centro. Es decir, la su-
perposición e intersección entre la base geográfica y el tra-
zado urbano potencian puntos focales de importancia territo-
rial, de manera tal que su jerarquía ha venido reafirmándose
en el tiempo: los mismos puntos de intensidad geográfica y
urbana que Le Corbusier retoma, que Sert confirma y que
constituyen, en la actualidad, lo que podemos definir como
un sistema policéntrico lineal.
La plaza de Bolívar, con el proyecto de Fernando Mar-
tínez Sanabria de 1960, adquirió una nueva fisonomía que
se adaptó al tejido colonial valorando las preexistencias his-
tóricas de la plaza, redefiniendo el potente «vacío urbano»
como apertura al escenario natural, liberando totalmente el
plano horizontal de manera unitaria y resolviendo con suti-
leza las pendientes: «Los ambiciosos planteamientos de Le
Corbusier en relación a [sic] la civilidad de la plaza no toma-
ron cuerpo real con demoliciones, cemento y ladrillos, pero
perduraron afirmando la conveniencia de dar a este recinto
la fisonomía sobria impuesta por su tradición centenaria»,10
a) b)
afirmó Carlos Martínez.
El parque Santander, por su lado, es una plaza arbolada
totalmente reconfigurada en sus bordes y consolidada por la
El centro de Bogotá: sistema policéntrico lineal en el Plan Piloto y en el Plan Regulador. Persistencia de las relaciones transversales y longitudinales. a) Le Cor-
inserción de notables edificios modernos, que coexisten con
busier, Plan Piloto para Bogotá, Centro Cívico – BOG 4212. © FLC 604. b) Wiener y Sert, Plan Regulador para Bogotá: carrera sexta. 1928-1979. Obra completa:
medio siglo de arquitectura. Josep Lluís Sert; Rovira i Gimeno, Josep M. Barcelona, 2005. © Fundació Joan Miró. otros de importante valor histórico, dentro de los que desta-

«Arquitectura en todo, urbanismo en todo» | M. P. Fontana y M.Y. Mayorga 93


can el edificio de la torre Avianca, el Banco Central Hipoteca- cio y del conjunto de edificios como arquitecturas urbanas, En una reciente conversación con Germán Samper,12
rio, el Museo del Oro y el edificio de la Nacional de Seguros; como nuevos elementos que asumen la nueva escala de la tuvimos ocasión de hablar de algunos temas relativos a la
edificios que confieren nuevos rasgos a la plaza sin poner ciudad y se convierten en la medida de la transformación y concepción de la torre Avianca, entre ellos del porqué de la
en duda su valor como referente histórico en la evolución y de la apuesta hacia la modernidad. Estos son exactamente apuesta de los proyectistas por un edificio mucho más alto
caracterización de la ciudad. los tipos de edificios capaces de provocar cambios de tal de lo que en un primer momento estaba previsto (que lo ha-
Finalmente, el Centro Internacional (y específicamente el envergadura que es necesario buscar un nuevo equilibrio en cía totalmente diferente respecto a las demás propuestas) y
conjunto urbano Tequendama-Bavaria) es el ensayo de una la ciudad y así llegar a la «belleza urbana» a la que se refiere de cuál era el papel urbano que querían dar al edificio dentro
nueva manera de hacer ciudad, en una localización estraté- Van Eesteren o a la «verdadera sínfonía arquitectural y pai- de la ciudad.
gica, sobre una parcela irregular resultante de importantes sajística», tal como comentaba el mismo Le Corbusier en la A las preguntas formuladas, el arquitecto respondió que
operaciones infraestructurales, dentro de un ámbito contras- memoria del Plan Piloto. el primer objetivo del equipo era sencillamente «ganar el
tado por la coexistencia de preexistencias históricas y edifi- La torre construida para la aerolínea Avianca se localiza concurso» y por esto tenían que apostar por algo que tenía
caciones obsoletas. Este conjunto urbano se ejecuta con un sobre la carrera séptima, en un entorno que destaca por su que convencer al jurado. Sus razonamientos demostraron
trazado urbano poco definido y conformado, donde la mo- valor histórico y urbano, y además hace parte de un con- que, sin alterar la superficie construida máxima prevista, se
dernidad plasma una nueva espacialidad. junto de edificios variados por su uso, época y arquitectura, podía conseguir un edificio mucho más alto que permitía el
Las dos plazas históricas, sin perder su vocación simbó- que definen y delimitan el parque Santander. Dentro de una doble objetivo del mejor aprovechamiento del solar y que se-
lica, quedan transformadas por nuevas y diferentes formas manzana de figura rectangular irregular, sobre una parcela guramente destacaría dentro de la ciudad.
de intervención y un nuevo centro queda consolidado en un de esquina de dimensiones casi cuadradas –50 x 45 metros Al preguntarle entonces por sus referentes, fue inmediata
área que ofrece nuevas oportunidades para la ciudad cuadrados–, se erige el edificio de cuarenta plantas de altu- la respuesta: el edificio Pirelli, de Gió Ponti, y el Seagram
ra, el primer edificio en torre más alto de la ciudad. Building de Mies; llegó también a la relación con el Grand

Arquitecturas urbanas: el edificio Avianca y el conjunto


urbano Tequendama-Bavaria

La belleza urbana se origina a través de un equilibrio visual en-


tre los componentes de un fragmento de ciudad, un cambio en
uno de estos provoca el desajuste de ese equilibrio general.11
Cornelis van Eesteren

Nos centraremos ahora en dos de los tres ámbitos urbanos


anteriormente citados: el parque Santander, que se consolidó
como espacio focal para la ciudad, principalmente gracias a
la construcción del edificio Avianca (1962-1968, Esguerra-
Saénz-Urdaneta-Samper; Ricaurte-Carrizosa-Prieto y Domé-
nico Parma, ingeniero) y el conjunto urbano Tequendama- Relación urbana del Gran Inmueble de Le Corbusier con
Bavaria (1952-1982, Holabird-Root-Burgee; Cuéllar-Serrano- la plaza de Bolívar y del Edificio Avianca con el parque
Gómez y Obregón-Valenzuela). Santander.
En ambos casos hablamos de proyectos que por su en- a) Le Corbusier, Plan Piloto para Bogotá: maqueta del
Centro Cívico © Archivo Pizano. b) Fotografía del ámbito
vergadura y estratégica inserción en la ciudad se convierten
del Parque Santander en Bogotá hacia 1970. © Foto de
en operaciones urbanas representativas de un modus ope- Rudolf, en Bogotá: Metrópoli moderna, Servicios Técni-
randi que apuesta claramente por la configuración del edifi- cos Editoriales, 1970. a) b)

94 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


Van Eesteren, «Propuesta para el área de Rokin, Ámsterdam, 1924», Ten- Propuesta de «imagen» de ciudad y de relaciones urbanas a nivel de la planta baja; vista desde el parque Santander hacia la carrera séptima en una perspectiva
sión, contrapunto y equilibrio entre elementos urbanos. © Julián Galindo. del concurso y fotografía aérea del ámbito en los años 60. a) Esguerra, Sáenz, Urdaneta y Samper, Edificio Avianca. © Archivo Distrital.
Cornelis van Eesteren. La experiencia de Ámsterdam 1929-1958, Barcelona,
2003, pp. 38. Fundación Caja de Arquitectos.

Immeuble de Le Corbusier, por el papel urbano parecido que


iba a tener en la ciudad de Bogotá.
En un extracto de la memoria publicada en la revista Proa,
los mismos proyectistas así definen el edificio: «Una cons-
trucción nueva, equilibrada, que por su sencillez perdure a
través de los años»; «Contribución plástica que se convier-
ta en símbolo para la empresa promotora y para la ciudad»;
«Síntesis en el momento actual del urbanismo, la arquitectura
y la técnica».13
Evidentemente el edificio Avianca se concibió como un
nuevo hito, un referente dentro de la ciudad que responde a
la idea de edificio como «tensionador» urbano, como contra-
punto visual en el desarrollo de la ciudad a lo largo de la carre-
ra séptima, como elemento vertical de «contraste» necesario
para compensar la horizontalidad del espacio urbano en el
que está ubicado. El tema principal del proyecto es la «ponde-
ración», el equilibrio entre lo antiguo y lo nuevo y, a la vez, el
«contrapunto» y contraste respecto a lo existente. El elemento
torre asumía el papel de referente urbano a escala de toda la
ciudad o de un ámbito de ella, apostando por un evidente con-
traste con el entorno, mientras la planta baja y la plataforma
resolvían las relaciones a la escala de la calle y de la plaza. Fotografía del centro de Bogotá hacia 1970. © Foto Rudolf, Bogotá: Metrópoli moderna, Servicios Técnicos Editoriales, 1970.

«Arquitectura en todo, urbanismo en todo» | M. P. Fontana y M.Y. Mayorga 95


edificios altos y de gran envergadura que otorgan a este ám-
bito de la ciudad un importante papel estratégico como nueva
centralidad urbana y territorial, un polo cultural y de ocio que
potenciará los usos de los edificios existentes (la plaza de to-
ros, el Museo Nacional, etc.) mediante unos nuevos usos hote-
leros. La propuesta para este nuevo centro, seguramente muy
general e incipiente, incorpora de todos modos y de manera
instintiva muchas de las intuiciones que Le Corbusier madu-
raba y definía para el proyecto del Centro Cívico. Las monta-
ñas, el parque, los edificios existentes, los nuevos edificios,
los espacios urbanos, en su conjunto aparecen profundamente
relacionados entre sí; una vez más se pone en escena un urba-
Le Corbusier, Carnet 2–D16’–187-188, croquis del 28 de febrero de 1950. Propuesta de una nueva centralidad en el ámbito de la plaza de toros (San nismo en tres dimensiones, que incorpora todas las reflexiones
Diego): los edificios urbanos propuestos forman un conjunto unitario relacionado con la naturaleza, los espacios públicos y los edificios existentes. © FLC.
previas sobre el ámbito de actuación referidas a la comple-
La plataforma, elemento de encaje en la parcela, está enuncio los principios, las reglas aparecen, los elementos jidad del lugar, del entorno y que las materializa mediante la
concebida de manera unitaria con la torre; los dos cuerpos aparecen, puesto que son ellos los que ayudarán a constituir disposición de unos edificios urbanos representativos.
se perciben fusionados y la parte baja de la torre es una ex- la clave del urbanismo», comentaba Le Corbusier en su pri- La propuesta de Le Corbusier para este ámbito de la ciu-
tensión de la misma plataforma. La planta baja del edificio mera conferencia en Bogotá. dad no va más allá de este dibujo, pero al cabo de unos
se resuelve en un sistema de tres espacios de diferentes ca- Como ya hemos visto en el proyecto del Centro Cívico, pocos años varias firmas de arquitectos colombianos y ex-
racterísticas y categoría, dispuestos sobre distintos niveles: Le Corbusier pone en valor toda una serie de reflexiones ur- tranjeros llevan a cabo el proceso de realización de un con-
el parque Santander, destacado espacio urbano del entorno, banas básicas para construir la Bogotá moderna: la interpre- junto urbano muy emblemático para la ciudad de Bogotá:
sirve de «antesala» al acceso principal de la torre, sobre el tación del paisaje como un sistema de base estructurador y el solar escogido para el proyecto será otro, prácticamente
que domina el edificio alto como referente urbano-arquitectó- parte de la composición urbana, sin relegarse a ser un simple colindante con aquel que se había imaginado Le Corbusier
nico; el vestíbulo-plaza de entrada desde la carrera séptima, fondo; la incorporación de las preexistencias históricas como y con características de relaciones estratégicas aún mejo-
a una cota superior respecto a la calle, se configura como un elementos que enriquecen el sistema de relaciones urbanas; res; el Centro Internacional de Bogotá, que a pesar de un
espacio exterior-interior de acceso y de conexión entre torre y la configuración de los vacíos urbanos, plazas y explanadas poco conocido proceso de gestión y de la complejidad de
plataforma, que sirve de espacio-mirador sobre la calle; el otro mediante la tensión existente entre los edificios, más que por su construcción, posee como resultado formal una imagen
espacio es el vestíbulo interior, ubicado debajo de la torre a un la continuidad de sus bordes; la configuración de la calle a unitaria, un nuevo centro urbano con un alto valor simbólico y
nivel inferior respecto de la calle, relacionado visualmente con partir de una secuencia de espacios públicos conformados funcional para la ciudad, un proyecto de centro de negocios,
el entorno urbano gracias a la transparencia de la fachada. por plataformas que componen un tapiz urbano en lugar de complementado con usos hotelero, de ocio y residencial.
Maestros de la modernidad como Van Eesteren, en pro- una alineación de fachada, y el uso de los edificios en altura A nivel metropolitano, el conjunto hace parte de un siste-
yectos como la ordenación del área de Rokin, en Ámster- como elementos capaces de establecer nuevos mecanismos ma de centros que conforman un ámbito urbano emblemático,
dam, de 1924, o como el mismo Le Corbusier en el proyec- de relación de distinta naturaleza: por contrapunto, por con- el llamado centro expandido de la ciudad, estructura urbana
to para el Centro Cívico, habían apostado exactamente por traste, por repetición, por serialidad o por continuidad; ensa- organizada a través de dos vectores principales: uno en direc-
este tipo de dinámica urbana, proponiendo para sus planes yos que quedan ejemplificados en las agrupaciones urbanas ción sur-norte conformado por las carreras séptima y décima,
nuevos elementos urbanos capaces de establecer conexio- para los distintos centros (administrativo, de negocios, co- y otro hacia el occidente, la avenida El Dorado, que abre un
nes visuales, funcionales y formales con el espacio, y estruc- mercial y cultural) que conforman el Centro Cívico. nuevo frente de relación hacia el aeropuerto El Dorado.
turados mediante una reglas del juego que no podían esta- En un croquis de febrero de 1950, Le Corbusier dibuja una A nivel urbano, por un lado, se aporta continuidad a la
blecerse a priori sino interpretando las condiciones específi- propuesta de ordenación de un conjunto de edificios urbanos secuencia de una serie de espacios de referencia: plazas,
cas del lugar. «Ustedes ven que poco a poco, a medida que situados adelante de la plaza de toros. Son, evidentemente, parques, ejes y cruces representativos, a lo largo de la carre-

96 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


ra séptima, resolviendo la transición entre la ciudad de traza
colonial y la de nueva formación.
A nivel arquitectónico, los edificios con programas y usos
diversos (residenciales, de oficinas comerciales y de ocio)
son elementos urbanos que establecen diversos tipos de re-
laciones recurriendo a variaciones de edificios compuestos
por torre y plataforma, con un destacable repertorio de me-
canismos de relación entre sus propias partes, con los otros
edificios, con los espacios públicos y con la ciudad.
Si observamos las distintas etapas de la proyectación y
construcción del conjunto, podemos valorar el proceso, las
pautas de orden asumidas y sus resultados a nivel urbano y Le Corbusier, Plan Piloto para Bogotá: maqueta del
arquitectónico: Centro Cívico: contrapunto, serialidad, continuidad
- Origen de la manzana en el sector de San Diego: en la composición urbana en un ámbito del Centro
Ampliación y prolongación carrera décima y partición del Cívico. © FLC L14 – 24 / Lucien Hervè.

parque del Centenario, 1949.


Conformación glorieta de San Diego, 1952. b)
Construcción de los viaductos de la calle 26 y demolición
Primera propuesta de Cuéllar-Serrano-Gómez para el conjunto Tequendama, 1952:
de la glorieta, 1958. a) Esquema de la composición urbana. © Mayorga-Fontana, 2009.
- Etapas de construcción de los edificios: a) b) Perspectiva del conjunto. © L’Architecture d’Aujourd’hui n.o 80, 1958.
A. Hotel Tequendama, 1950-1951 / 1952-1953.
Proyecto: Holabird-Root-Burgee.
Construcción: Cuéllar-Serrano-Gómez.
B. Edificio Bochica, 1952 / 1955-1956.
Proyecto y construcción: Cuéllar-Serrano-Gómez.
C. Primera ampliación hotel Tequendama,
1959-1960/1961-1962.
Proyecto y construcción: Cuéllar-Serrano-Gómez
Diseño estructural: Doménico Parma.
D. Conjunto Bavaria, 1963-1965.
Proyecto: Obregón-Valenzuela.
Construcción: Pizano-Pradilla-Caro.
Diseño estructural: Doménico Parma.
E. Edificio Bachué y teatro Tisquesusa (hoy, Casino C
D
Aladín), 1963-1964 / 1966. AB
Proyecto y construcción: Cuéllar-Serrano-Gómez. F
E G

F. Segunda ampliación hotel Tequendama, 1966-1967. a) b) c)


Proyecto y construcción: Cuéllar-Serrano-Gómez. a) Esquemas de las etapas de construcción del conjunto urbano Tequendama-Bavaria entre 1952 y 1982 © Mayorga-Fontana, 2009.
G. Residencias Bachué (hoy Tequendama), 1978-1982. b-c) Fotografías de Saúl Orduz de dos momentos de la evolución correspondientes respectivamente al segundo y al tercero de los
Proyecto y construcción: Cuéllar-Serrano-Gómez. esquemas. © Saúl Orduz, IDPC.

«Arquitectura en todo, urbanismo en todo» | M. P. Fontana y M.Y. Mayorga 97


El conjunto: la relación con la naturaleza y con la ciudad

El Hotel Tequendama fue el primer edificio construido del


conjunto, que desde su construcción se planteó como un
proyecto de gran trascendencia para la ciudad; «Conclui-
do ya el Hotel Tequendama», publicaba el 25 de abril de
1953 el periódico El Espectador, y el 20 de octubre de
1973, 20 años después, el mismo periódico dedicaba un
suplemento especial a la consolidación del nuevo «Centro
Internacional de Bogotá», una gran apuesta hacia el futuro.
Es evidente que, desde sus inicios, cada edificio de este
conjunto urbano generó grandes expectativas de cambio y
representó una apuesta aparentemente novedosa, dados su
envergadura y tamaño respecto a lo que se estaba ejecutan-
do en la ciudad.
En realidad, el carácter innovador de la propuesta tenía
que ver sobre todo con una lógica de equilibrios y de bús-
queda de nuevas relaciones con lo existente: en la misma lí-
nea de las propuestas de Le Corbusier para el proyecto para Planta baja del Edificio Bavaria-San Martín en el conjunto urbano Tequendama-Bavaria Perspectiva de un
modelo tridimensional. © Mayorga-Fontana, 2009.
el Centro Cívico, o que Van Eesteren, en sus propuestas para
el área de negocios para una ciudad contemporánea en La
Haya, de 1926,14 solo para citar unos pocos ejemplos, lo que
se plantea con este proyecto para Bogotá es una serie de
nuevas reglas del juego para una ciudad que quiere ser mo-
derna sin renegar de su «pasado».
El proyecto del conjunto urbano Tequendama-Bavaria se
construyó, como hemos visto, en varias etapas, pero son dis-
tinguibles dos grandes ámbitos del proyecto, que denomi-
namos Conjunto Tequendama y Conjunto Bavaria; cada uno
responde a unas reglas de agrupación y de composición
urbana específicas, así como a unas apuestas territoriales y
urbanas principales: relacionarse con la naturaleza y con las
preexistencias y marcar claramente una directriz de tensión
reafirmando la importancia de la carrera séptima como eje
estructurante de la ciudad.
Ambas partes cumplen con estos objetivos mediante dis-
tintas composiciones urbanas: en el ámbito del «Conjunto
Tequendama», por ejemplo, si nos fijamos en la primera pro-
puesta de Cuéllar-Serrano-Gómez más que en el conjunto
Vista general del conjunto urbano Tequendama-Bavaria. Perspectiva de un modelo tridimensional.
que se acabó construyendo, identificamos una agrupación © Mayorga-Fontana, 2009.

98 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


urbana compuesta por cuatro edificios en barra (incluyendo
el ya construido Hotel Tequendama), cada uno de ellos rela-
cionado con diversos tipos de cuerpos bajos o plataformas.
Tres cuerpos están dispuestos transversalmente respecto
a la calle, y uno, longitudinalmente sobre la carrera 13, de
manera tal que el conjunto se abre hacia los cerros y queda
además definida una secuencia de testeros sobre las carre-
ras séptima y séptima, así como una fachada más compacta
sobre la carrera 13. Esquemas de los mecanismos de relación de los bloques y cuerpos bajos o plataformas que componen el conjunto urbano. © Mayorga-Fontana, 2009.
En la realización final, la segunda ampliación del Hotel
Tequendama y la gran torre de las Residencias Tequendama,
en nuestra opinión, alteran el espíritu y las intenciones de la
propuesta inicial, le quitan fuerza a la repetición seriada de
los testeros sobre la calle, pero mantienen de todos modos la
apertura hacia los cerros.
Para el ámbito del Conjunto Bavaria, los arquitectos
apuestan en cambio por una composición de tres cuerpos
(dos torres de planta cuadrada y una más alta de planta rec-
tangular), desplazados entre sí y apoyados sobre una plata-
forma común. La disposición de estos elementos permite es-
tablecer distintas relaciones visuales con los cerros (enmar-
cando vistas o recortando siluetas) o con el edificio existente
del Museo Nacional, lo que configura en su globalidad una
fuerte relación hacia el norte de la ciudad con la disposición
del edificio más alto en la esquina del solar.
Vista aérea actual del Centro Internacional con base en una imagen de Emplazamiento y alzado del conjunto urbano Tequendama-Bavaria.
Google Earth, 2008. © Mayorga-Fontana, 2009.

Las partes: variaciones del edificio torre-plataforma


puede albergar usos públicos y también privados; la torre o entre los dos edificios se resuelve mediante una dilatación
Si es importante reconocer una lógica común en el conjunto bloque superpuesto, con relaciones urbanas directas meno- que alberga una calle-pasaje comercial. En el Conjunto Ba-
de los edificios, también es necesario fijarse en las soluciones res, pero con alto un valor como hito o referente urbano. varia, las dos torres residenciales se apoyan sobre una gran
arquitectónicas específicas planteadas en cada uno: las di- En el caso del Hotel Tequendama y de su primera am- plataforma urbana que alberga usos comerciales, de ofici-
versas maneras de relacionar entre sí la torre y la plataforma o pliación, por ejemplo, los dos bloques dispuestos transver- nas y de ocio, mientras el edificio más alto está desplazado
los cuerpos bajos nos muestra toda una variedad de posibili- salmente respecto a la calle están superpuestos al cuerpo respecto a ella. En cada caso, además de las variaciones
dades, repercusiones y soluciones urbanas y arquitectónicas. bajo. En el edificio Bochica, el bloque dispuesto longitudi- de relación entre los volúmenes principales, se configuran
Para Josep Lluís Sert, en cada edificio es posible recono- nalmente respecto a la calle está superpuesto, pero casi fu- diversos espacios urbanos como calles interiores, galerías
cer tres partes principales a nivel volumétrico, cada una con sionado con el cuerpo bajo, que adquiere función de zócalo comerciales, calles y plazas cubiertas, espacios aportica-
un grado de relación urbana distinto: la planta baja, o sea la comercial y ayuda a resolver el cambio de cota entre el nivel tos, etc., toda una serie de espacios de mediación que de-
relación con el suelo, el ámbito de relaciones urbanas más de la calle y la «plaza interior». En el edificio Bachué, el blo- finen una red de relaciones urbanas entre los edificios y su
densas y directas; la plataforma, elemento intermedio que que y el edificio plataforma están separados y la relación entorno.

«Arquitectura en todo, urbanismo en todo» | M. P. Fontana y M.Y. Mayorga 99


«Arquitectura en todo, urbanismo en todo»: Bogotá, la
arquitectura de la ciudad moderna

Para Le Corbusier, Bogotá representó una page à tourner,


tal como afirmó en su último texto, escrito un mes antes de
su muerte:
En Bogotá, en 1950, tuve la sensación de pasar página: el
final de un mundo, inmanente, inminente. Solo queda cono-
cer la duración, en horas humanas, de los segundos o los
minutos de esta… ¿catástrofe? No, amigos, de esta libera-
ción. Una circunstancia sin énfasis y en nada solemne: un
viaje de negocios en Bogotá me llenó las manos, en cinco
días solamente, de una cosecha de hechos y de pruebas
de orden general y de orden personal capaces de afirmar
sin angustia, pero, desde de la alegría del mañana, que la
a) b) página pasará, una gran página de la historia humana, la
historia de la vida de los hombres antes de la máquina y que
esta rompió, trituró, hizo migajas.15

Y Le Corbusier representó lo mismo para Bogotá: una nueva


página de su historia, un encuentro que no hizo más que
acelerar la evolución de la ciudad hacia unas transformacio-
nes que ya estaban en proceso.
Los dos personajes de este encuentro seguirán su des-
tino por caminos separados, pero con las huellas marcadas
por una interrelación que repercutirá en la evolución de cada
uno de ellos, sin la posibilidad de llegar a cuestionar su iden-
tidad propia. Con seguridad podremos considerar la ciudad
de Bogotá como un laboratorio de la modernidad, para el
que llegaron a producirse un conjunto de ideas, proyectos
y/o realizaciones a escala territorial, urbana y arquitectónica
que conforman un capítulo importante de la arquitectura y el
urbanismo.
c) d)
Nosotros nos hemos referido de manera más específica
solamente a unas pocas realizaciones, pero son muchas las
que se llevan a cabo y que son emblemáticas de este mo-
dus operandi, de esta nueva manera de concebir la ciudad.
Arquitecturas urbanas y urbanismo en tres dimensiones: a) Hotel Tequendama y primera ampliación. Perspectiva de un modelo tridimensional. Es verdad que Le Corbusier llegó a proponer un plan para
© Mayorga-Fontana, 2009. b) Edificio Bochica. Perspectiva de un modelo tridimensional © Mayorga-Fontana, 2009. c) Edificio Bachué. Fotografía © Mayorga- la ciudad de Bogotá, pero en realidad sus ideas ya eran
Fontana, 2004. d) Conjunto Bavaria. © Saúl Orduz, IDPC-MdB. ampliamente conocidas o implícitamente asumidas por los

100 Le Corbusier en Bogotá, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director


arquitectos colombianos; uno de los aspectos más destaca-
bles de su presencia en Bogotá fue que tuvo ocasión de pro-
poner, una vez más, un «urbanismo en tres dimensiones»,
que en la práctica pudo materializarse por diversas vías. Un
legado de la modernidad: la arquitectura y el urbanismo en-
tendidos como una unidad formal y funcional, fruto de las re-
laciones entre los nuevos elementos urbanos a tres escalas:
la escala de la ciudad conocida y de los monumentos, la es-
cala de los rascacielos y las nuevas actividades, y la escala
de las vías de comunicación de conexión con el territorio.16
Remitámonos entonces a la primera imagen de este es- El conjunto urbano Tequendama-Bavaria: La planta baja y las relaciones de continuidad es- Van Eesteren, Área de negocios para una ciudad contempo-
pacial a nivel de la calle. El tapiz urbano; cuerpos bajos y plataformas. La composición de los ránea, La Haya, 1926. © Julián Galindo. Cornelis van Ees-
crito; explica Le Corbusier:
volúmenes altos, las torres y bloques. © Mayorga-Fontana. teren. La experiencia de Ámsterdam 1929-1958, Barcelona,
He expresado una silueta de ciudad. ¿Por qué falta de me-
2003, pp. 38. Fundación Caja de Arquitectos.
sura y por qué ignorancia de las consecuencias (como la
moda hace estragos) tendríamos que hacer la silueta de la
Han sido editores invitados de la DPA 20 Cosenza (2004) y DPA 24 Bo- completo. Estamos en 1944 y Le Corbusier tiene 57 años. Ha aceptado
casa como la silueta de la ciudad? ¿Si empiezo a multiplicar,
gotá Moderna (2008). Han sido comisarios de varias exposiciones, entre la caja de pandora que es la megalópolis infinita y aún tiene por delante
por la calle o en la ciudad, las casas maltratadas de esta ellas Colombia. Arquitectura Moderna. 50-60, UPC - La Salle, Barcelo- otros 21 años de ejercicio y pensamiento en torno a la ciudad-abierta».
forma, el efecto será miserable: el tumulto, la desagregación, na (2004); Colombia. Contribución a la modernidad, Museo de Bogotá. Kenneth Frampton, «El otro Le Corbusier: la forma primitiva y la ciudad
la cacofonía. [...] Reservemos esta diversidad indispensable Bogotá (2005); Ciudad y arquitectura moderna en Colombia. 50-70, Mi- lineal, 1929-1952». En: Arquitectura 264-65, COAM, Madrid, pp. 36-37.
a nuestro intelecto para la hora en que se preparará la sinfo- nisterio de Cultura, Bogotá (2008); Luigi Cosenza. El territori habitable, 5 Ídem.
UdG – COAC, Girona (2008); Museo de Arquitectura Leopoldo Rother 6 Le Corbusier, Precisiones respecto al estado actual de la arquitectura y el
nía de la ciudad. Los inmensos problemas contemporáneos
UN, Bogotá (2009). Han publicado varios artículos sobre arquitectura y urbanismo, Apóstrofe, Barcelona, 1999, pp. 89-105.
del urbanismo y de la arquitectura aportarán a la ciudad, en urbanismo, y son autores del catálogo Colombia Arquitectura Moderna, 7 Ídem.
extensión y en altura, unos elementos de una nueva escala. ETSAB Barcelona, 2004 y 2007; del libro Luigi Cosenza. Il territorio abita- 8 Traducción del texto del croquis de Le Corbusier H3-5-36-001, del 24 de
La unidad residirá en el detalle; la algarabía estará en el con- bile, Università Roma La Sapienza, Alinea, Florencia 2007 y del Catálogo junio de 1947.
junto. He hecho intervenir el espacio alrededor de la casa: he Luigi Cosenza, El Territorio Habitable 10 proyectos Museo de arquitectura 9 Traducción del texto del croquis de Le Corbusier H3-5-37-001, del 26 de
Leopoldo Rother UN, Bogotá (2009). junio de 1947.
contado con la extensión y con lo que se eleva por encima:
10 AA.VV., Bogotá, estructura y principales servicios públicos. Cámara de
distancia, tiempo, duración, volúmenes, cadencia, cantida- Comercio de Bogotá. Villegas, Bogotá, 1978.
des: urbanismo y arquitectura.17 11 Julián Galindo, Cronelis van Eesteren. La experiencia de Ámsterdam:
1 Se trata de la tercera conferencia dictada en Buenos Aires, el martes 8 de
1929-1958. Fundación Caja de Arquitectos, Barcelona, 2003, p. 41.
octubre de 1928, en la sede de la Facultad de Ciencias Exactas. Publica-
12 Entrevista con Germán Samper, Bogotá, abril de 2009.
do en: Le Corbusier, Precisiones respecto al estado actual de la arquitec-
13 Revista Proa 162, noviembre de 1963. Número monográfico sobre el Edi-
tura y el urbanismo, Apóstrofe, Barcelona, 1999, pp. 89-105.
ficio Avianca.
2 Ídem, p. 90.
14 Julián Galindo, Cornelis van Eesteren. La experiencia de Ámsterdam
María Pia Fontana: arquitecta por la Universitá degli Studi di Napoli “Federico 3 Le Corbusier, «Plan Piloto de Bogotá», en revista Pórtico, edición especial
1929-1958. Fundación Caja de Arquitectos, Barcelona, 2003, pp. 39-53
II”. Es profesora de Proyectos de la Universitat de Girona (España), DEA fuera de serie, 1952, p. 19
15 Le Corbusier: «Rien n’est transmissible que la pensée», en: Volume 8 des
por la Universidad Politécnica de Cataluña (2004) y cursa el programa de 4 Dice Frampton: «Tras su visita a los Estados Unidos, en 1936, Le Corbu-
Œuvres Complètes – Les dernière Œuvres, publié par Willy Boesiger, Les
doctorado en Proyectos Arquitectónicos por la UPC, Barcelona. sier se inclinó, de un modo más decisivo, por desarrollar una forma de
Editions d’Architecture Artemis, Zúrich, 1970; pp. 168-169.
crecimiento urbano viable y de tipo ciudad abierta, que correspondiera
16 Julián Galindo, Cornelis van Eesteren. La experiencia de Ámsterdam:
Miguel Y. Mayorga: arquitecto por la Universidad Nacional de Colombia de más de cerca de la realidad de la megalópolis genérica que por entonces
1929-1958. Fundación Caja de Arquitectos, Barcelona, 2003, pp. 39-53.
Bogotá, es profesor de pregrado y de maestría en Urbanismo de la UPC y estaba naciendo espontáneamente en las zonas periféricas que rodea-
17 Le Corbusier, Precisiones respecto al estado actual de la arquitectura y el
de la UOC (Barcelona), DEA por la UPC (2003) y y cursa el programa de ban a las principales capitales. […] La ciudad delimitada, centralizada y
urbanismo, Apóstrofe, Barcelona, 1978.
doctorado en Gestión del Territorio por la UPC. neohumanista, como la Ville Contemporaine, se ha disuelto definitivamen-
te, al tiempo que la arquitectura blanca y sin juntas se ha abandonado por

«Arquitectura en todo, urbanismo en todo» | M. P. Fontana y M.Y. Mayorga 101

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