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Este relato narra sobre la tercera expedición a Marte en abril de 2000. La primera
expedición es narrada en el episodio “El verano de cohete” en Enero del año 1999 llegando
a Marte en febrero del mismo año narrado en el episodio “Ylla”.
La segunda expedición es narrada en “Noche de verano” fechado en agosto de 1999
llegando a destino el mismo mes en el episodio “Los hombres de la Tierra”.
La partida de esta tercera expedición está narrada en “El contribuyente”, Marzo de 2000.
1er momento
El episodio comienza con una descripción del viaje por la inmensidad del espacio con todos
sus enigmas, misterios y profundo silencio. Luego se describe la nave, el cohete en el que
viajan a Marte diecisiete hombres, “incluyendo un capitán”. La nave partió de la ciudad de
Ohio y fue despedida por una gran muchedumbre. El cohete es descrito como “nueva”, “con
fuego en las entrañas” y también se nos dice que “todavía es hermoso y fuerte” puede
sugerir que tal vez más tarde ya no sea tan hermoso y fuerte. Navegaba por “las aguas de
medianoche del espacio” es decir, en plena oscuridad, hacia lo desconocido, “dejando atrás
la luna antigua”. Se refiere a la luna como antigua porque el narrador se proyecta al futuro y
considera que ésta ya ha sido conquistada por el hombre. No olvidemos que este libro fue
publicado por Bradbury en 1948 y el hombre llegó a la luna recién en 1969, por lo que en el
año 2000 (fecha de esta tercera expedición) realmente la luna ya es conquista antigua para
los hombres.
Los hombres que realizaron este viaje se enfermaron durante el mismo, incluso se nos dice
que uno de ellos murió. A través de las breves expresiones de tres de los hombres de la
tripulación son presentados los personajes protagonistas de esta historia: Lustig que
muestra asombro y alegría al llegar a Marte, Hinkston mostrando algo de soberbia y el
capitán John Black que con un seco “bien” muestra su carácter sobrio y su prudencia.
Comienza con una descripción del lugar a través de la técnica cinematográfica porque va,
como una cámara, pasando de un plano general a un primer plano aproximándose
lentamente. Si bien es asombrosa la descripción de Marte para nosotros lectores y para los
hombres que llegaron de la Tierra, no parece serlo para el narrador que no parece
sorprenderse del parecido que Marte tiene con el planeta Tierra: prado verde, ciervo de
hierro, casa victoriana, molduras rococó, ventanas con vidrios coloreados, cielo primaveral,
los mismos árboles y flores, campanario de una iglesia. Es decir que tanto la naturaleza
como la cultura, e incluso la religión y los valores éticos parecen ser idénticos a los de la
Tierra.
Los personajes observan lo que están viendo y no lo pueden creer, encuentran una gran
diferencia entre lo que les dice la razón y las sensaciones que van sintiendo. El capitán
siempre mostrando ser más prudente y cauto, no se deja llevar por las sensaciones, sino
que intenta ser todo el tiempo racional. Tanto Hinkston como Lustig están intentando
encontrar una explicación de este parecido de Marte con la Tierra, pensando que los
responsables podrían ser los integrantes de las anteriores expediciones. Pero el capitán
nuevamente desecha la explicación, porque no lo cree posible por un tema del poco tiempo
transcurrido y el aspecto viejo del pueblo que están viendo, siempre utiliza la razón antes de
sacar conclusiones. Hinskton trata de explicar todas estas coincidencias por “la existencia
de Dios”, apelando a lo metafísico a la posibilidad de una prueba de la intervención divina.
Lustig, el más joven de los tres hombres muestra su tranquilidad y entusiasmo al decir:
“¿Con qué nos enfrentamos?... con nada, capitán. Es un pueblo agradable, verde y
tranquilo, un poco anticuado como el pueblo donde nací. Me gusta el aspecto que tiene.”
Comienza allí un diálogo sobre las edades de los personajes en el que se destacan los
avances de la ciencia que permiten que un hombre de ochenta años como el capitán John
Black pueda parecer de cuarenta. Este hombre de gran experiencia en la vida, no quiere
arriesgar la vida de todos los hombres de la tripulación, por lo cual decide salir del cohete
solo con Hinskton y Lustig, y avisar a la Tierra que llegaron, sin dar muchos detalles.
Se habla de las armas con las que cuentan estos hombres: “Disponemos de un verdadero
arsenal”: frase que finalmente resulta irónica ya que las armas que tienen los marcianos son
mucho más importantes y poderosas, pero diferentes.
Punto de vista del narrador. Tiempo del autor en cuanto proyección hacia el futuro (mirada
desde 1948 al 2005)
El narrador insiste con la idea de que el aire está “enrarecido”. Los hombres nuevamente
intentan explicar la similitud entre Marte y la Tierra con una nueva hipótesis: “¡los viajes a
Marte empezaron antes de la primera guerra mundial!”, los hombres tenían miedo y querían
huir de la Tierra para evitar morir a causa de la guerra, buscando un nuevo lugar en el que
vivir, una nueva vida. Por esto construyeron estos pueblos tan parecidos a los de la Tierra,
como del año 1927. Justifican esta hipótesis diciendo que en esa época era más fácil
guardar un gran secreto como éste. El narrador nos muestra al hombre siempre en busca
del conocimiento, y como científicos que son, necesitan la comprobación del mismo: “solo
nos falta encontrar a alguien y verificarlo”.
Todo en el ambiente de este lugar parece ser tranquilo y agradable para los sentidos,
llenando a estos personajes de paz. Se acercan a una casa y todo les resulta muy familiar,
los adornos, los muebles, los olores, los sonidos: todo les da idea de hogar.
Comienza un diálogo entre los hombres de la Tierra y una mujer que vive en la casa a la
que van. Este diálogo muestra un gran desconcierto de parte de los hombres y una gran
ironía de parte de la mujer. Ésta les confirma que están en el año 1926, además de decirles
que están en la Tierra; esto aumenta el desconcierto, temor y terror de los hombres, que
finalmente creen que en vez de haber viajado en el espacio, viajaron en el tiempo.
4to momento
Hinkston intuye el peligro: “¿Estaremos jugando con algo peligroso?”, cree que lo mejor es
volver a la Tierra. Los personajes tratando de aplicar la lógica, creen que estos personajes
que han encontrado en Marte están bajo una experiencia de hipnosis, cuando irónicamente,
los sujetos del fenómeno de hipnosis son ellos en realidad. La ironía continúa cuando el
capitán dice: “Tenemos mejores armas”, sintiéndose protegidos ante un posible ataque.
Lustig es el primer personaje elegido para caer en la trampa: es el más joven, el menos
experiente y el que siente más entusiasmo por este lugar que le recuerda tanto a su pueblo
natal. Lustig siente: “asombro, incredulidad y dicha” al reencontrar se pronto con la imagen
de sus abuelos, corriendo hacia ellos, a pesar de que el capitán no se lo permitió. Es la
primera vez en el cuento que sabemos menos de la historia que uno de los personajes, ya
que nosotros tampoco entendemos qué significa este encuentro (aún no sabemos, como
tampoco lo saben Hinkston y Black que los abuelos de Lustig estaban muertos). Para Lustig
es el sueño humano cumplido: el reencuentro con lo definitivamente perdido. Una nueva
descripción del lugar corta por unos instantes la acción de los personajes. En esta
descripción encontramos algunos pleonasmos (figura literaria que implica una redundancia)
como cuando dice que “se oía el sonoro tictac de un reloj … alto y largo… almohadones
blandos”.
La abuela de Lustig dice: “-Salud.- La abuela se llevó el vaso a los dientes de porcelana.”
Esto llama mucho la atención y resulta irónico, porque salud no pueden tener, si es que
están muertos. Los dientes que parecen de porcelana, son como artificiales, no dan idea de
algo natural. También tiene un “ojo brillante”.
El capitán se siente tan sorprendido como nosotros los lectores cuando la abuela responde
a Lustig que están allí desde que se murieron. Nosotros vamos descubriendo datos junto al
capitán que es el personaje más racional, el más experiente y el más responsable. La
abuela le hace sentir que debe poner los sentimientos por encima de la razón.
Lustig está tan contento y emocionado que no puede pensar con lógica y razón.
Este momento significa el reencuentro de estos hombres con su pueblo natal, con sus seres
queridos, con los recuerdos de su infancia, son, en conjunto, una gran tentación que resulta
la tentación en la que finalmente todos van a caer.
“El cohete yacía vacío y abandonado”: esta imagen de yacer, nos da idea de muerte.
Nos encontramos con una nueva descripción en la que se utiliza lenguaje bélico, que
podemos asociar a la guerra: “Una banda de música rompió a tocar… lanzando…trompetas
que apuntaban al cielo”.
Los hombres se separan en brazos de madres, padres, hermanos, ya no son parte de una
tripulación, esto los debilita aún más. John Black da una orden que es desconocida por
todos, el capitán ha dejado de serlo, el personaje se siente en una gran soledad y
desconcierto. El capitán está tratando de reafirmar su sentido del deber, cuando también es
sorprendido en su emoción.
El capitán, al encontrarse con su hermano Edward pasa a ser uno más de los hombres,
pierde su racionalidad, se deja llevar por la emoción y los sentimientos igual que los demás
¿Acepta esta ilusión de una posible inmortalidad?
Los personajes se tratan con un lenguaje muy familiar, a través del que no informan sobre la
situación de este reencuentro. El capitán siente muy cerca la increíble posibilidad de
reencontrarse también con su padre y su madre, con la casa de su infancia, con sus
recuerdos más queridos: “El capitán casi cayó al suelo como si lo hubieran golpeado con un
arma poderosa” comparación que resulta irónica, porque realmente esto es lo que ha
ocurrido, lo han golpeado con el arma más poderosa de todas: la que maneja los
sentimientos.
John y su hermano se van corriendo juntos hacia la casa, y vemos una descripción del
personaje: “… veía la figura dorada de Edward Black”, ¿los marcianos son así?
“¡Te he ganado!”: le dice Edward, y esto es realmente así, porque es el primero y real
enemigo con el que se ha encontrado.
Encuentro de Lustig con sus abuelos: efecto sorpresivo en el lector. Descripción de la casa.
La visión de Marte desde la mentalidad humana terrestre. Marte como lugar de acción.
John Black y su encuentro con la familia. Los sentimientos como “arma poderosa”.
5to momento
Nos encontramos con una nueva descripción, a través del recurso del polisíndeton
(acumulación de elementos a través de la conjunción, la “y” en este caso) de la casa de la
infancia, que está igual a como él la recordaba, las mismas costumbres, los mismos
aromas, la misma música, y “puertas que se cerraban”…
Cuando el capitán intenta desconfiar, la madre apela a su fe en Dios: “Dios es bueno con
nosotros”. La madre le hace sentir que todo lo que lo aleje de allí para retomar su cargo de
capitán parece una pretensión inútil. El capitán siente sus sentidos colmados como por una
suavidad que parece dormirlo, debilitarlo, se siente muy cansado.
El capitán toma conciencia del gran peligro que corre su vida y la de todos sus hombres,
reconoce la trampa en la que han caído. Intenta escapar porque siente miedo, corre para
escapar de su “hermano Edward” y a través de una elipsis vemos como el efecto hace ver la
causa: “Nunca llegó a la puerta”, entendemos que si no pudo llegar es porque fue muerto a
manos de su supuesto hermano.
John Black y su encuentro con la familia. Los sentimientos como “arma poderosa”.
La figura materna y las sensaciones agradables como sentimiento de la casa como hogar.
Carácter enigmático y metafórico del final. Triunfo de Marte ante los hombres.