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Jean de La Fontaine
(Château-Thierry, Francia, 1621 - París, 1695) Poeta francés cuya fama se debe a sus
doce libros de Fábulas, consideradas modelo del género.
Las Fábulas
La fábulas de La Fontaine se agrupan en doce libros. Los seis primeros, que contienen
124 fábulas, fueron publicados en 1668; los cinco siguientes (89 fábulas), en 1678-79,
y el último (27 fábulas), en 1694. Su título exacto, Fábulas escogidas y puestas en
verso, declara ya el intento del autor: dar forma poética a las mejores composiciones
de los maestros antiguos (el griego Esopo y el latino Fedro) y de otros autores
modernos. Al comienzo de la obra, La Fontaine traza una biografía un tanto fantástica
del inventor del género, Esopo.
Los primeros seis libros respetan discretamente los modelos y las formas
tradicionales, con descarnados apólogos al comienzo ("La cigarra y la hormiga"); más
adelante, trata los argumentos cada vez con mayor libertad, de modo que los viejos
asuntos resultan transformados y renovados, a veces con sabor de cuento ("La joven
viuda"). La Fontaine satiriza la vanidad y la envidia y deplora la maldad humana ("El
león viejo"). En general, la suya es una moral de la experiencia, llevada con la serena
aceptación de una realidad en la que domina el mal, y que impone la prudencia y la
astucia, sin excluir el amor y la piedad. Los animales aparecen tal como los ha fijado la
tradición fabulista: no siempre verdaderos según la ciencia, pero siempre vivos.
El frecuente uso del verso libre, la rica variedad de la lengua, el acento personal, lírico,
convierten ya en una verdadera y nueva creación esta recopilación primera. Pero la
plenitud artística se consigue en la segunda (el último libro añadirá ya pocos méritos),
donde el autor demuestra ser uno de los más originales y ricos poetas franceses. La
fábula alcanza amplitud de sátira política ("Los animales enfermos de peste"),
denuncia el egoísmo hipócrita ("El topo retirado del mundo"), pronuncia palabras de
alta sabiduría ("La muerte y el moribundo") o se convierte en tierna elegía ("Los dos
pichones", "Los dos amigos"). En ellas aparece un pensamiento más maduro, una
intransigencia más viva ante los vicios del hombre, un reconocimiento más elevado de
los mejores bienes (la amistad, el sentido humanitario), y una más decidida entrega a
lo lírico y lo fantástico.
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/l/la_fontaine.htm
En el siglo XVII , La Fontaine titula Cuentos a unas narraciones versificadas, de cierta
vinculación con la literatura folklórica; vemos pues cómo, tanto en francés como en
castellano, la palabra cuento aún está cargada de ciertos matices folklórico-fantásticos
La Fontaine también escribió novelle. Sus Contes et nouvelles en vers (1665) es una
obra inspirada en los relatos del Decamerón, las Cent nouvelles nouvelles, los relatos
de Rabelais y el Heptamerón. La Fontaine altera estos relatos creando sus propias
versiones. Curiosamente para el lector de nuestros días, esta obra alcanzó notoriedad
por considerarse obscena, pues trataba de amores ilícitos, y al alcanzar la cuarta edición
se prohibió su difusión. En Les Amours de Psyché et de Cupidon (1669) vuelve a narrar
el cuento clásico (ATU 425B) con una mezcla de prosa y verso..
Juan José Prat Ferrer Historia del Cuento Tradicional(2013)
208-213
https://www.alquiblaweb.com/2018/05/07/evolucion-historica-del-cuento/
A finales del siglo XVII se encuentran los relatos de Charles Perrault, once cuentos
recopilados en una obra llamada “Los Cuentos de Mamá Oca”, publicados en el año
1695. Sus cuentos tuvieron mucho éxito, tanto que en la actualidad seguimos
conociendo muchos de ellos como son “Caperucita Roja” o “Pulgarcito”. También
trascendieron versiones con toques personales de Perrault de las anteriormente
originarias “El Gato con botas” y “La Bella durmiente”.
Hasta este momento de la historia el sentido didáctico o instructivo de los relatos y
cuentos iba dirigido tanto a niños como a adultos y podían encontrarse escenas en los
cuentos realmente duras, cargadas de crudeza.
El gran investigador del relato tradicional español Maxime Chevalier, autor de los
Cuentos folklóricos en la España del Siglo de Oro, ha encontrado que la gente culta
del Siglo de Oro español (1550-1650) estaba familiarizada con diversos tipos de
cuentos tradicionales y populares, y que estos fueron utilizados de diversas maneras
por los literatos511. Aunque en la literatura la tradición literaria parece haber sido más
fuerte que la oral en diversos tipos de cuentos, Chevalier anota el uso de fábulas
esópicas y de exempla que pasan a narrarse simplemente como cuentos de animales,
y al perder el elemento didáctico, la mayor parte pasan a ser cuentos jocosos. Para
Chevalier, la gran ruptura entre literatura y cuento tradicional se producirá en el siglo
xvii, cuando el cuento tradicional y el cuento novelado se vayan eliminando de las
obras literarias que se consideran respetables, pues sus autores lo miraban con cierto
desdén al considerarlo trivial514. Serán sustituidos por una novela corta, escrita no
para ser aprendida y contada, sino para ser leída, y cuyo mejor exponente son las
Novelas ejemplares de Miguel de Cervantes, que también rompe la estructura clásica
de la novella italiana al comenzar la acción in medias res.