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Medellín – Colombia
Resumen
El objetivo de este trabajo es hacer una revisión, a la luz de los conceptos del
desarrollo, de las transformaciones sociales y urbanísticas que se han dado en
Medellín, una ciudad con una tradición limitada de creación artística, sin una fuerte
cultura museística, altamente segregada y en un ambiente de conflicto político,
económico y social sin precedentes en la región. Dichas transformaciones son el
resultado de la puesta en marcha de políticas públicas centradas en la cultura y la
educación. En este trabajo se analizan y evidencian los principales cambios en la
ciudad y los efectos que han tenido para sus habitantes, permitiéndole alcanzar en
reconocimiento internacional de la ciudad más innovadora del mundo en el 2013.
1. Introducción
*
Doctora en Administración y Dirección de Empresa; Profesora asociada al Departamento de Economía y
Directora del Grupo de Investigación “Economía, Cultura y Políticas” en la Universidad Nacional de
Colombia – Sede Medellín. Correo electrónico: nespinal@unal.edu.co
**
Docente ocasional del Departamento de Economía en la Universidad Nacional de Colombia – Sede
Medellín y Estudiante del Doctorado en Economía de la Universidad de Valladolid (España). Correo
electrónico: jdgomezz@unal.edu.co
1
pero firmemente. Hoy tiene el reconocimiento de la ciudad más innovadora del mundo
en 2013.
Este artículo presenta un esbozo general acerca de las condiciones que llevaron a la
reformulación de políticas públicas centradas en la educación y la cultural que
priorizaron la inversión en los sectores poco favorecidos de la ciudad de Medellín,
superando un estado muy complejo de deslegitimación estatal, violencia, desesperanza
y pauperización de amplios sectores sociales. Estas transformaciones son la expresión
de los impactos a corto y largo plazo de las políticas implementadas y se traducen en
una infraestructura de transporte innovadora, la construcción de espacios culturales y el
reciclaje y adecuación de otros equipamientos de amplia acogida y uso ciudadano, la
presencia de grupos de creadores y grupos artísticos y culturales muy notable, el
incremento en la participación cultural de la ciudad, entre otros. Sin embargo, no se
dispone de datos y estudios que evalúen las políticas y/o midan la contribución al
Producto Interno Bruto y al empleo de las diferentes actividades, programas y proyectos
culturales, ni de metodologías de medición, seguimiento y evaluación de tales políticas
y acciones estatales. Hoy dos décadas después son más evidentes los impactos a largo
plazo de la estrategia de desarrollo centrado en la cultura y la educación.
Este trabajo está organizado de la siguiente forma. Un segundo apartado teórico donde
se presentan los conceptos de desarrollo económico y el reconocimiento de la cultura
como elemento de dinamización, presentando también el papel que juegan las políticas
públicas en este objetivo. En el tercer capítulo se presentan las estrategias y evidencias
que le permitieron a Medellín alcanzar importantes transformaciones urbanísticas y
sociales, mejorando el bienestar de sus habitantes y convirtiéndose en un referente
mundial de cambio e innovación. Para concluir, en el cuarto apartado, con algunas
reflexiones de lo que esta transformación significa y de los retos que aún se tienen.
2
sostenible es un proceso de crecimiento y cambio estructural, basado en las iniciativas
y conocimientos de los habitantes y en el aprovechamiento sostenible de los recursos
disponibles y potenciales de una zona específica; con el fin de construir las
capacidades institucionales y productivas, que conduzcan a satisfacer las necesidades
y mejorar el bienestar de la población de la región o la localidad; entendiendo, que el
territorio, no es solo, un soporte físico de los objetos, actividades y procesos
económicos; sino que, es un agente de transformación económica y social (Boisier,
2001; Clark et al., 2012). Para lograr el desarrollo de todas las dimensiones se
requieren recursos (sistema político y productivo), actores (públicos, privados, sociedad
civil) y el sistema científico-tecnológico (Blanco, 2003; Del Giorgio, 2015;).
Sin embargo, no siempre fueron objeto del mismo reconocimiento todas las
dimensiones del desarrollo local, en especial la relacionada con la dimensión
sociocultural. Es a partir de la Conferencia Mundial sobre las Políticas Culturales
(Mondiacult) de la UNESCO celebrada en México en el año 1982, cuando se incorpora
explícitamente la dimensión cultural al desarrollo económico, expandiéndose a nivel
mundial esta consideración y adquiriendo importancia en las políticas nacionales y
locales de cada país (Miralles, 2009). De esta forma se produce un giro importante en la
concepción del desarrollo económico, a diferencia de las corrientes imperantes en los
años setenta y principios de los ochenta que explicaban el desarrollo económico desde
una concepción estrictamente productivista:
“La cultura constituye una dimensión fundamental del proceso de desarrollo y contribuye a
fortalecer la independencia, la soberanía y la identidad de las naciones. El crecimiento se ha
concebido frecuentemente en términos cuantitativos, sin tomar en cuenta su necesaria dimensión
cualitativa, es decir, la satisfacción de las aspiraciones espirituales y culturales del hombre. El
desarrollo auténtico persigue el bienestar y la satisfacción constante de cada uno y de todos”
(UNESCO. Declaración de México sobre Políticas Culturales, 1982, Artículo 10).
3
resto de la economía. Estos pueden descomponerse en: directos, propio de la actividad
cultural; indirectos, asociados a quienes participan en el evento cultural; e inducidos,
que corresponde a los provocados por los dos grupos anteriores sobre el resto de la
producción en el territorio. Estos efectos en conjunto pueden medirse en términos de
producción y de empleo y se calculan utilizando diferentes coeficientes, como
multiplicadores de empleo, Keynesianos y especialmente los provenientes del análisis
input-output (Herrero et al., 2006; Devesa, 2006; Fernández et al., 2008).
Los estudios de impacto económico que recogen los efectos generados por las
actividades culturales en el corto plazo no muestran los costos adicionales, ni la eficacia
a mediano y largo plazo de la intervención cultural o de las inversiones que haya
implicado, por lo tanto, la realización del análisis costo beneficio o la creación de un
sistema de indicadores sobre la evolución de variables relacionadas con el sector
cultural y económico resultan imprescindibles para el cálculo certero de dichos efectos
(Herrero, 2011).
Los efectos de la cultura en el largo plazo tienen que ver con cambios en la estructura
urbana, la estructura social, en la producción local y la transformación de la imagen del
territorio. Herrero (2011) propone distinguir cinco tipos de impactos, el primero se refiere
al rescate, remodelación y restauración de edificios con algún valor histórico o la
creación de infraestructuras culturales o urbanas pertenecientes al ámbito de la
arquitectura de autor, estas intervenciones consiguen cambios en el ordenamiento
urbano y la transformación de los barrios o la recuperación de zonas industriales o
cascos históricos. El segundo tipo de impacto tiene que ver con la capacidad de un
entorno cultural para atraer nuevos residentes, empresas o inversionistas. El tercer
impacto viene dado por la mejora en los niveles de educación y el fomento de la
creatividad, lo que puede generar derivaciones hacia el cambio y la innovación por un
lado y hacia la creación de nuevos productos y experiencias de consumo, por otro. El
cuarto impacto es el efecto competitividad que considera el capital cultural como una
nueva palanca de desarrollo económico, en la medida en que determina la definición de
las ventajas comparativas de los territorios en un nuevo contexto de la sociedad del
conocimiento. Y el quinto impacto, se cifra en los efectos sociales, es decir, en las
externalidades resultado de una mayor cohesión social, un crecimiento del sentimiento
de pertenencia, mejora del orgullo cívico e identificación local. Aspectos que
contribuyen a afianzar una imagen cultural de la región, que la haga deseable para la
atracción de otros habitantes y otros agentes económicos.
4
asociadas a la creación de nuevos mercados (Rausell et al., 2007), sino por, el
reconocimiento de las externalidades positivas del desarrollo cultural que redundan en
el bienestar social (Sinning, 2004).
Para abordar el análisis de las políticas públicas partimos de la idea acerca de cómo la
dinámica política y la dinámica estatal han de ser estudiados conjuntamente, esto es,
un enfoque que parta de una mirada sociopolítica e institucional. De acuerdo con
Oszlak y O’Donnell (1995) una política pública puede ser definida como una serie de
decisiones específicas asumidas por las autoridades estatales para enfrentar un asunto
de la agenda pública. Para ello hay que poner en el centro de la escena las relaciones
entre Estado y sociedad, a partir de una reconfiguración de la relación entre lo público,
lo privado y lo político, es decir, la relación entre el Estado y los movimientos sociales
(Schuttenberg y Lozano, 2017) y la participación ciudadana y las políticas públicas
(Pagani, 2017).
3. Transformación de Medellín
5
Medellín 1 es la capital del departamento de Antioquia, localizada en la zona
noroccidental de Colombia, cuenta con una superficie de 380,64 km². Es la segunda
ciudad más grande del país con una población estimada para el 2018 de 2.871.133
habitantes (DANE, 2005). Se le conoce como la “ciudad de la eterna primavera” por la
bondad de su clima y la amabilidad de su gente. Es una ciudad moderna que posee el
único sistema de transporte masivo con un sistema de metro integrado a otras
estrategias (buses, cables, tranvía) en Colombia, y cuenta con importantes desarrollos
en los sectores de servicios e industria.
A comienzos del siglo XX Medellín era conocida como “la ciudad industrial de
Colombia”. Durante las décadas de los años 50 a 70, Medellín experimentó prosperidad
en muchos frentes: nuevas empresas, edificios, bancos, terminales de transporte,
universidades, centros comerciales; siendo pionera en los procesos de industrialización
y desarrollo del país. Esta tendencia entra en crisis desde los años 80, como resultado
de las dinámicas globales y nacionales, pues desde 1950 hasta 1985, cuando la ciudad
recibió una buena parte de los campesinos desplazados por la violencia y el desempleo
en el campo, pero la ciudad no poseía una institucionalidad adecuada para enfrentar la
compleja crisis que se tradujo en una falta de acción estatal clara y coherente (Bravo,
2008). La crisis institucional, tanto local como nacional, se profundizó con la corrupción,
cuando los recursos del narcotráfico penetraron a la sociedad y al Estado, proliferando
varias formas de ilegalidad en las entidades públicas y privadas.
1
Su Área Metropolitana comprende 10 municipios, que agrupan 3,5 millones de personas, el 8,1% de la
población del país, y que aporta el 11% del PIB nacional.
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fuerzas cívicas de Medellín comenzaron a repensar la compleja problemática.
Innumerables propuestas de grupos culturales, juveniles, de creadores artísticos,
emergieron en los barrios populares con un discurso por la vida y la no violencia, y
comenzaron a incidir en la población joven, que inmersa en estos conflictos, optaron por
una nueva vida como alternativa a la violencia padecida hasta entonces (las escuelas y
bandas de música, el teatro callejero, títeres, los grupos de cultura viva, entre otros),
generando un movimiento de organizaciones sociales como resiliencia 2 , ya que el
Estado no daba respuestas adecuadas y la sociedad impotente.
2
La resiliencia es un concepto que nace por el interés de identificar y comprender aquellos factores que
facilitan a las personas sobreponerse de manera exitosa a la adversidad y dificultades que se presentan
en sus vidas.
7
agenda del planeamiento y desarrollo de la ciudad en las dos últimas década.
Atendiendo con certeza a que:
“son los políticos quienes deciden sobre los cambios en la sociedad y en la ciudad, ya que
poseen el poder administrativo y burocrático para definir prioridades, tienen presupuestos y
recursos para implementarlas, y poseen autoridades y referentes elegidos democráticamente,
parten desde el inicio por tener una legitimidad y represen desde la cual pueden liderar procesos
de cambio y convocar a diversos sectores de la sociedad para que los acompañen” (Fajardo,
2009, libro: Martin y Corrales).
Este movimiento llegó al gobierno de la ciudad en el año 2004, iniciando con el primer
Plan de Desarrollo llamado “Medellín la más educada” y luego “Medellín es solidaria y
competitiva”, la base de lo que se conoce como el “Modelo Medellín”.
Isabel Duque Franco (2015: 34) indica que en Medellín “el estudio de las políticas
urbanas evidencia que la relación entre cultura y planeamiento ha sido abordada desde
tres enfoques complementarios: cultura ciudadana en términos de formación y
convivencia, la cultura como mecanismo de equidad e inclusión social y la cultura como
estrategia de competitividad urbana”. Enfoques que se expresan en las políticas
públicas que consideran las siguientes áreas de gestión, nombradas como “Medellín la
más educada”, “Arte y cultura ciudadana”, “Seguridad ciudadana y convivencia”,
“Inclusión y equidad”, “Urbanismo social, espacio público y vivienda”, “Competitividad y
cultura del emprendimiento”.
En un primer momento la tradición cultural fue la que enfrentó la ausencia del Estado, al
tiempo que se instauraba en la ciudad el concepto de responsabilidad social
empresarial, esto es, el compromiso de la sociedad civil y de las empresas junto con la
voluntad del Estado para contribuir decididamente a la transformación de la ciudad. Por
ejemplo, no hay que olvidar que en las décadas del 70 y el 80, financiados por el sector
privado, por la textilera más importante, se realizaron las bienales Coltejer e hicieron de
Medellín un referente en el arte en América Latina contemporáneo. Del mismo modo,
otras empresas actúan como mecenas de artistas y creadores, apoyando su trabajo
para acrecentar sus colecciones institucionales.
8
De la misma forma, al tiempo que se hablaba de cultura ciudadana, surgía el urbanismo
social como un enfoque propio de intervención territorial que combinaba la
transformación física, la intervención social, la gestión institucional y la participación
ciudadana (Alcaldía de Medellín, 2008). Dicho enfoque consistía:
“básicamente, en el direccionamiento de grandes inversiones en proyectos urbanísticos puntuales
hacia los sectores populares de la ciudad. Argumentando que la ciudad tiene una deuda histórica
con estos sectores olvidados, se ha apostado a cancelarla mediante la construcción de obras
infraestructurales y arquitectónicas de alta calidad y fuerte impacto tanto estético como social”
(Brand, 2010: 99).
Para el 2016, 216.040 hogares de la ciudad participaron en al menos una actividad cultural al año.
De acuerdo con los resultados de la Encuesta de Percepción Ciudadana (2016) las actividades culturales a
las que más asistieron los ciudadanos fueron: ir a cine (27%), ir a ferias (26%), leer periódicos y revistas
(20%), leer libros (17%), asistir a conciertos (16%),
El arte y la cultura han sido las formas de resistencia y respuestas de vida con las que
la comunidad ha enfrentado la violencia, y fueron luego reconocidas como estrategias
adecuadas para canalizar la participación de las comunidades, reconstruyendo sus
referentes y su confianza. El impacto de los diferentes programas y actividades
artísticas y culturales se evidencian entre otras, en la disminución de la tasa de
criminalidad, que en el año 1991 fue de 381 por cien mil habitantes y empieza a
disminuir con algunas variaciones hasta el 2017 cuando se registra una tasa de 23 por
cien mil habitantes, como se observa en la Gráfica 1.
9
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación de Medellín, en base a la Encuesta de Calidad de
Vida, 2017
3
Realizadas desde el 2006 por el Programa Medellín Cómo Vamos, el cual tiene como objetivo evaluar,
desde la ciudadanía, los cambios en la calidad de vida de Medellín.
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Fuente: Departamento Administrativo de Planeación de Medellín, en base a la Encuesta de Percepción
Ciudadana, 2017
4
El IMCV surge como una iniciativa para comprender el avance en las condiciones de vida y desarrollo
humano de los Medellinenses; permitiendo entender que factores inciden en que un ciudadano tenga un
alto (o bajo) valor en sus dimensiones de bienestar, y de esta forma definir medidas de política pública
para la corrección de posibles desequilibrios. El IMCV para Medellín incorpora 15 dimensiones: entorno
de la vivienda, servicios públicos, medio ambiente, escolaridad, desescolarización, movilidad, capital
físico, participación, libertad y seguridad, vulnerabilidad, salud, trabajo, recreación, percepción de la
calidad de vida e ingreso per –cápita–. Para su lectura, este tiene valores de 0 a 100, siendo 100 el
máximo nivel de condiciones de vida (Informe de Calidad de Vida, 2017).
5
La preocupación por la construcción de indicadores de calidad de vida en Medellín es reciente, solo a
partir de 2004 aparecen los primeros índices de calidad de vida y desarrollo humano pero de forma
independiente. Desde 2010 se adopta una metodología coherente y robusta sobre los aspectos
fundamentales de medición del bienestar.
11
Fuente: Departamento Administrativo de Planeación de Medellín, en base a la Encuesta de Calidad de
Vida, 2017
12
inserción de Medellín en la economía de la cultura mundial, vinculando el sector cultural
con otros procesos de internacionalización de la ciudad como el turismo de negocios y
las ferias y convenciones 7 , lo que generaría recursos para la inversión en cultura
(Alcaldía de Medellín y Universidad de Antioquia, 2011). Estos planes reconocen los
cambios socioeconómicos de la ciudad y la región, que pasa de tener un modelo
industrial a una ciudad basada en servicios y turismo, gracias a la recuperación de la
imagen internacional de la ciudad y el país.
7
Ferias Anuales de Colombiamoda, Asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo en el 2009, IX
Juegos Suramericanos en el 2010, VII Foro Urbano Mundial a realizarse en el 2014, entre otros.
13
3.2 Transformación de la gestión de la Educación
8
Los Parques Biblioteca son entendidos como un centro de desarrollo cultural, que trasciende el
concepto tradicional de la Biblioteca, que constituyen el eje central del Sistema de Bibliotecas Públicas de
Medellín conformados además por: la Biblioteca Pública Piloto para América Latina y sus filiales, las
Bibliotecas de Proximidad y los Centros de Documentación.
9
Creadas por la Administración Municipal con el objetivo de desarrollar espacios dinamizadores de
cultura, recreación y esparcimiento, ubicados en los barrios de niveles económicos más bajos con el
criterio de inclusión y equidad.
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Fuente: Departamento Administrativo de Planeación de Medellín, en base a la Encuesta de Percepción
Ciudadana, 2017
En Medellín, las diferentes formas de abordar la cultura, acorde con los diagnósticos y
soluciones locales con su resonancia con tendencias globales, se han traducido en
intervenciones urbanísticas desarrolladas en las zonas periféricas de la ciudad,
construyendo nuevos espacios públicos y equipamientos culturales, considerados de
calidad en términos de diseño y oferta de servicios, que se han convertido en los
nuevos símbolos de la ciudad, constituyéndose en su nueva imagen, los más
significativos son los Parques Biblioteca y el Centro de Desarrollo Cultural Moravia.
Los Parques Biblioteca construidos en zonas que han estado marginadas del
planteamiento urbano y el Centro de Desarrollo Cultural Moravia, ubicado en el barrio
de mayor densidad poblacional de la ciudad; sin servicios de educación, de salud ni
culturales, fue el antiguo basurero de Medellín, donde se instalaron inmigrantes pobres,
territorio de guerra, con índices altos de necesidades básicas insatisfechas. Este centro
se ha convertido hoy en un referente de gestión cultural pero sobretodo de integración
social. De esta manera el gobierno de la ciudad enfrenta las tensiones sociales con
proyectos estratégicos que inviten a la comunidad a disfrutar de los espacios públicos
para el consumo cultural, el entretenimiento y su educación. De modo paralelo, estos
espacios dignifican y crean lazos de pertenencia a los pobladores.
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Público de la ciudad. Para mejorar las condiciones sociales y ambientales en los barrios
periféricos se desarrollaron los Proyectos Urbanos Integrales (PIU) interviniendo las
mallas viales y espacios recreativos, cobertura de quebradas y cauces de aguas,
puentes que salvan accidentes geográficos entre los barrios de la ciudad.
La Medellín del siglo XX no existe más: gracias a una serie de políticas y programas
educativos y culturales, se ha logrado una transformación urbanística y social, liderada
por el gobierno local y con el apoyo de todos los sectores de la sociedad. Estos
cambios le han merecido a la ciudad reconocimiento de diferentes organizaciones
internacionales, entre las que se encuentran (ver Tabla 1):
4. Conclusiones
16
una fórmula magistral para superar dificultades, creando soluciones innovadoras para
contextos locales específicos. A partir de una concepción del territorio ligada a las
necesidades de sus habitantes, se sumaron las energías necesarias para poner en
marcha una importante transformación urbana que incluyó en primer lugar el sistema
educativo y de cultura, como las bibliotecas y los parques culturales, los museos, el
espacio público, los medios de transporte y el emprendimiento comunitario; en
resumen, la apuesta por la modernidad pero desde una clara y decidida identidad
cultural. Esto implicó desde el sector público, un estilo de gobierno abierto y
transparente, haciendo alianzas estratégicas con la sociedad civil y el sector privado.
El objetivo de este trabajo fue hacer una revisión, a la luz de los conceptos del
desarrollo, de las transformaciones sociales y urbanísticas que se han dado en Medellín
como resultado de la puesta en marcha de políticas públicas centradas en la cultura y la
educación. Se evidenció que en lo que ha corrido del siglo XXI los índices de
criminalidad bajaron en tanto xx%, el 80% de los habitantes manifiestan estar
satisfechos con la calidad de la educación que tienen y con la oferta cultural. El 70% se
sienten seguros en su entorno inmediato y en la relación con los otros ciudadanos. Tal
vez el indicador más revelador es la tendencia creciente en la transformación de la
ciudad nos lo da el IMCV, la medida más completa del bienestar social.
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el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), ofrezca al Estado y a
los investigadores datos de la ciudad sobre economía, cultura, medio ambiente,
inclusión Medellín, pues estos se encuentran en agregados regionales.
5. Referencias Bibliográficas
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