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Hay muchas leyendas que hablan sobre la extinción de los dragones, pero sólo una cuenta la historia de

Sir Esmile, el valiente caballero que acabó con los últimos mil dragones. Sir Esmile estudió durante años
los crueles y malvados comportamientos de los dragones de su tiempo, como muchos otros, pero sus
conclusiones fueron únicas e increíbles: los dragones vivían en un enfado constante, tan grande, que les
hacía echar fuergo por la boca.

Así que cuando se decidió a acabar con los dragones, cambió las armaduras y espadas de los demás
caballeros por algo insólito: un chiste y un carrito de helados. Cuando el primer dragón se acercaba a
devorarle, Sir Esmile contó su chiste a voz en grito. Era un chiste tan bueno, que hasta el dragón
sonrió, apagándose al momento su fuego, tal y como había previsto el valiente caballero. En ese
instante, mientras el dragón reía, le ofreció también el helado... ¡qué fresquito tan agradable sintió el
dragón!, después de años y años de llevar el fuego en la garganta. Y aprovechando la tranquilidad de
aquel dragón que minutos antes parecía de lo más feroz, Sir Esmile le ofreció a probar un poco de fruta,
que al dragón le supo a gloria.

El dragón de cosmos recibió este nombre cuando su entrenador descubrió su amor por las estrellas.
Desgraciadamente esto también significa que muy a menudo están demasiado ocupados mirando hacia
las estrellas y no pueden entrenar.

Según la tradición, el origen del dragón rojo representado en la bandera de Gales, llamado Ddraig
Goch o Dragón Galés, proviene de un antiquísimo conflicto entre dos de estas bestias, una blanca y una
roja. Del dragón blanco se decía que era la encarnación del mal, pero existía un problema, y era que los
constantes enfrentamientos entre estos dos dragones provocaban daños en los humanos, y se creía que
el simple sonido que emitían al luchar era suficiente para dejar a quienes lo escuchasen sin
descendencia.

Llud, el entonces monarca de Gran Bretaña se decidió a encontrar una solución a este gran conflicto,
para lo cual pidió consejo a su sabio hermano Llefelys. Éste le propone cavar un enorme agujero en el
centro del reino y después llenarlo de hidromiel, para que los dragones se embriaguen y después sean
más fáciles de abatir. Su plan funciona a medias, ya que ambas bestias quedan atrapadas durante siglos,
pero se mantienen con vida.

Mucho tiempo después un nuevo rey llamado Gwrtheyrn decide erigir un gran castillo sobre la prisión
de los dragones, descubriendo a ambas criaturas aun en su cautiverio. Gwrtheyrn pide consejo al ilustre
mago Merlín, quien aconseja la liberación de las bestias para que puedan continuar con su batalla. Una
vez libres, la lucha entre ambos termina con la victoria del dragón rojo, por lo que siglos más tarde, el
rey Wthyr Bendragon (o Uther Pendragon, padre del mítico Arturo de Camelot) decide tomar la figura
del dragón rojo como emblema de su linaje y del país de Gales.
El registro más antiguo del dragón que representa a Gales viene del Historia Brittonum, escrito
alrededor del 829 deC, pero popularmente se supone que ha sido el estandarte de batalla del rey Arturo
y otros antiguos líderes celtas. La leyenda hace alusión a un dragón rojo siempre en combate con un
dragón blanco el cual era el malvado de la historia. La leyenda dice que el problema comienza a
profundizarse cuando se comprueba que los ruidos emitidos por los dragones en sus constantes peleas
eran perjudiciales para las personas ¿De qué manera? Pues los resultados eran que los afectados
terminaban convirtiéndose en seres estériles, sin descendencia. El rey de Gran Bretaña por aquella
época era Llud y este, motivado por encontrar solución para el problema en cuestión, decide solicitar
ayuda a Llefelys, su hermano. Llefelys era un personaje de gran sabiduría y ante la problemática
contestó con una solución. Ambos hermanos excavan un hueco en el centro de Gran Bretaña y lo llenan
de un líquido embriagante (hidromiel) y así de esa manera, después de que los dragones hayan bebido
puedan acabar con el plan de deshacerse de ellos. Los dragones caen en la trampa, en Dinas Emrys,
Snowdonia. Permanecen bajo cautiverio durante siglos. Avanza el tiempo y cuando el nuevo rey
Vortigen construye un gran castillo los continuos movimientos provenientes debajo de las bases
producen que el rey descubra a los dragones. El rey Gwrtheyrn (Vortigen) decide consultar con Merlín y
este le aconseja liberar a los dragones. Después de muchos siglos privados de libertad los dragones
prosiguen sus luchas, pero esta vez de carácter decisivo, en donde el vencedor fue el dragón rojo, el que
peleaba defendiendo a las tierras. A partir de este suceso el dragón rojo se convirtió en el símbolo de
Gales. Posteriormente el rey Wthyr Bendragon (Uther Pendragon) toma como estandarte la imagen del
dragón rojo simbolizando la victoria de los galeses frente a los invasores. Al convertirse en rey, Arturo
Pendragon también utiliza al dragón en sus batallas frente a los sajones.
El siguiente es un fragmento de la historia del rey Vortigern y sus intentos por descubrir el misterio de
los dragones.

Hace mucho tiempo, antes de la llegada del Rey Arturo, un poderoso Dragón Blanco llego a la tierra de
Gran Bretaña, desencadenando diversos males hasta que Goch Y Ddraig, el Dragón Rojo salió a oponerse
a él. La batalla fue larga y sangrienta, y los gritos de dolor de los dos dragones asolaron la tierra,
haciéndola inadecuada para las personas y animales nativos por igual. En su desesperación, el Rey Ludd
le pidió a su hermano, Llefelys el sabio, que acudiera en su ayuda, Llefelys le dijo a su hermano que
cavara un hoyo en el centro exacto de Gran Bretaña, en Dinas Emrys, para llenar el hoyo con hidromiel y
que lo cubriera con un paño. Ludd hizo lo que su hermano sugirió, los dragones se quedaron dormidos y
fueron sepultados en Dinas Emrys.

Siglos más tarde, el rey británico Vortigern había huido a las montañas del norte de Gales . Los sajones, a
quienes Vortigern había traído a Gran Bretaña como mercenarios, ahora querían el reino para
si mismos, ya habían invadido la mitad de Gran Bretaña. Vortigern tenía otro lugar a donde correr, y así
comenzó la construcción de una poderosa fortaleza, que él nombró Dinas Emrys. Sin embargo, cada
noche, las paredes y la mampostería de la fortaleza se desmoronaban, a pesar de que fueron
construidas por los mejores albañiles y las bases se consideran de roca dura. Un mago falso,
Maugantius, le aconsejó a Vortigern sacrificar a un niño que no tuviera padre en la tierra de la montaña,
y luego los cimientos de la fortaleza se mantendrían. Este niño fue encontrado en la localidad de
Carmarthen, en el sur de Gales. Y su nombre era Merlín.

Al enterarse de su sacrificio previsto, el niño llamado Merlín se sintió indignado, y reveló la verdadera
naturaleza de la montaña y de su caverna sellada. Albañiles y trabajadores de Vortigern excavaron la
montaña, y al revelar la caverna, hicieron bombas para vaciar la piscina. Cuando la piscina se vació, dos
enormes losas de piedra se revelaron en la caverna, que comenzó a resquebrajarse. Dos dragones
enormes, uno rojo y otro blanco, treparon fuera de la caverna, y comenzaron a luchar de nuevo.

En el libro La historia del rey Arturo, contada por Robin Lister, Merlín dio la siguiente profecía a
Vortigern: "¡Ay del dragón rojo, su final está cerca, el dragón blanco invadirá sus guaridas y madrigueras.
Los ríos y arroyos... Se ejecutará con la sangre y los montes gritarán por los que sufren. El país va a gritar
de dolor. Finalmente, un jabalí vendrá a poner fin a la lucha y traer un tiempo de paz. Entonces todos en
Gran Bretaña gozaremos y gritaremos de alegría. Usted es el Dragón Rojo, Vortigern. y el nombre del
jabalí es Arthur ".
El Dragón Blanco llevó al Dragón Rojo hacia abajo y lo arrojó al fondo de la caverna, le dio una paliza
salvaje y déspues no se movió más. El Rey Vortigern se apresuró a llenar la caverna con piedras y
reconstruir sus paredes que se desmoronaban, la fortaleza fue quemada a medio construir por el
ejército Inglés dirigido por Aurelio y Uther. Su llegada estuvo marcada por las banderas del Dragón
Blanco. El estandarte Inglés también destruiría al ejército sajón, en una batalla cerca de York
(curiosamente el Dragón Blanco vendría a simbolizar a los anglosajones). Aurelio fue luego coronado
rey, y Gran Bretaña se unió una vez más.
Al día de hoy, Y Ddraig Goch, el Dragón Rojo sigue siendo un símbolo nacional de Gales , incluso está
estampado en su bandera nacional.

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